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1 RESISTENCIA FEMINISTA EN HONDURAS- 1 Cambios sociopolíticos, inter y transculturación Dr. Alberto D. Mendes 2 - Lic. Pilar Vendrell 3 Pocas veces puede aprehenderse un acontecimiento que preanuncie un cambio en la estructura poblacional durante su transcurso. En general la movilidad demográfica se estudia y explica una vez instalado el nuevo modelo. Sea su origen la integración de factores diversos como hechos políticos, sociales, climáticos, catástrofes, de salud o cualquiera de las formas que adopta la causalidad en la producción de estos movimientos, se analizan desde sus resultados hacia su origen. En este trabajo intentamos comprender un fenómeno aún en transición invirtiendo esos términos y, partiendo de determinados hechos, dejar planteadas hipótesis y preguntas sobre su expresión futura. Por motivos relacionados con nuestro trabajo en la ONG Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder, hemos participado en el Frente de Resistencia Popular de Honduras i desde el día en que se fundó, luego del golpe de Estado que destituyó al Presidente Zelaya. Dentro de ese movimiento adquirió una importancia fundamental la Resistencia Feminista, grupo heterogéneo con características propias no solo por cuestiones de género sino por el origen diverso de las agrupaciones integrantes, de lo que da cuenta su lema ”Ni golpes de Estado, ni golpes a las mujeres”. Mujeres provenientes de diferentes culturas, indígenas, urbanas, rurales, de creencias, ideologías y pertenecías familiares, laborales, académicas diferentes. Católicas, comunistas, anarquistas, ateas, escritoras, artistas, amas de casa, universitarias, 1 “Trabajo presentado en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población, Montevideo, Uruguay, del 23 al 26 de octubre de 2012”. 2 Asociación Argentina de Salud Mental Asoc. Civil Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder [email protected] 3 Ídem 2

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RESISTENCIA FEMINISTA EN HONDURAS- 1

Cambios sociopolíticos, inter y transculturación

Dr. Alberto D. Mendes 2- Lic. Pilar Vendrell

3

Pocas veces puede aprehenderse un acontecimiento que preanuncie un cambio en la

estructura poblacional durante su transcurso. En general la movilidad demográfica se

estudia y explica una vez instalado el nuevo modelo. Sea su origen la integración de

factores diversos como hechos políticos, sociales, climáticos, catástrofes, de salud o

cualquiera de las formas que adopta la causalidad en la producción de estos

movimientos, se analizan desde sus resultados hacia su origen.

En este trabajo intentamos comprender un fenómeno aún en transición invirtiendo esos

términos y, partiendo de determinados hechos, dejar planteadas hipótesis y preguntas

sobre su expresión futura.

Por motivos relacionados con nuestro trabajo en la ONG Profesionales

Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder, hemos participado en el Frente de

Resistencia Popular de Honduras i desde el día en que se fundó, luego del golpe de

Estado que destituyó al Presidente Zelaya. Dentro de ese movimiento adquirió una

importancia fundamental la Resistencia Feminista, grupo heterogéneo con

características propias no solo por cuestiones de género sino por el origen diverso de las

agrupaciones integrantes, de lo que da cuenta su lema ”Ni golpes de Estado, ni golpes a

las mujeres”.

Mujeres provenientes de diferentes culturas, indígenas, urbanas, rurales, de creencias,

ideologías y pertenecías familiares, laborales, académicas diferentes. Católicas,

comunistas, anarquistas, ateas, escritoras, artistas, amas de casa, universitarias,

1 “Trabajo presentado en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población, Montevideo,

Uruguay, del 23 al 26 de octubre de 2012”. 2 Asociación Argentina de Salud Mental –Asoc. Civil Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso

de Poder [email protected] 3 Ídem 2

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periodistas, militantes feministas, cada una representando a su grupo y a la vez

integrándolo en un conjunto que lo complejiza y supera.

Dado lo atípico de la situación lo es también el método empleado. Participación,

observación, análisis de datos, entrevistas y comunicaciones diversas con el objetivo de

lograr una presunción de los movimientos transculturales y demográficos que puedan

producirse dentro de un marco sociopolítico todavía en proceso.

Los cambios demográficos, expresados en migraciones, traslaciones, aumento o

disminución de la densidad poblacional, creación de nuevos parámetros de conductas y

formas de habitar territorios están multideterminados, siendo una de las causas que se

encuentran en sus orígenes la construcción de subjetividades que favorecen, permiten o

imponen la necesidad de ese cambio.

Ya sea por motivos políticos, catástrofes naturales o no, económicos, sociales, étnicos,

religiosos y toda la gama de circunstancias posibles que se encuentren en esos

principios el desarrollo de nuevos sujetos es causa eficiente y necesaria para que los

cambios adquieran un carácter de cierta estabilidad.

Si bien, por definición, los agrupamientos poblacionales o sus formas de interacción

social se caracterizan por un equilibrio dinámico que puede ser afectado en cualquier

momento por alguna de las situaciones que mencionamos, para que ese desequilibrio

produzca un cambio que pueda considerarse como relevante, necesariamente debe ser

acompañado por un cambio en la subjetividad. Los seres humanos no pueden llevar a

cabo cambio alguno ni individual ni grupal sin modificar su posicionamiento subjetivo

que permite la adaptación necesaria a las nuevas circunstancias pero también adueñarse

de algún modo de esa adaptación, única forma de supervivencia.

Aún en las situaciones más desfavorables actúan mecanismos individuales y

compartidos que, entre otras consecuencias, promueven la identificación grupal como

método de integración y superación. Solo así los movimientos en las poblaciones

pueden ser no solo resquebrajamientos del estado anterior sino dar lugar a nuevas

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construcciones. De no cumplirse este requisito, poco estudiado, analizado y tenido en

cuenta, los nuevos escenarios o las nuevas pautas de conductas están destinados al

fracaso.

Civilizaciones enteras han desaparecido por no lograrlo y descubrimientos científicos

que hubieran modificado el contexto social han sido pasados por alto para retomarse

muchos años después, cuando las condiciones de adaptación, percepción y acción de y

sobre las nuevas realidades se hacen posibles. ( Koestler, 1959).

En la construcción de la subjetividad, considerando al sujeto no solo individual sino

social y político y así siendo parte de un grupo de individuos que constituyen a su vez

un sujeto histórico-social en una época determinada y no en otra, intervienen múltiples

factores. Algunos de ellos son la recuperación, adquisición y ejercicio de los derechos

civiles, que constituyen al individuo como sujeto político. Este es uno de los puntos que

luego mostraremos como determinante en la constitución de la Resistencia Feminista en

Honduras y sus consecuencias.

Honduras es un lugar de contradicciones. Habitado por un lenguaje poético rico en

vocabulario y metáforas es el segundo país en pobreza en América, luego de Haití. Pero

no es Haití. Sus recursos naturales lo han convertido en una promesa incumplida, no por

voluntad propia. Honduras no puede, no debe, desarrollarse ni crecer. Los dueños de la

tierra y la vida así lo decidieron. Sin embargo no deja de intentarlo. Resiste.

Haití está, como siempre, frente a una opción que nunca alcanza pese a sus orígenes

libertarios y sus reivindicaciones democráticas seculares

Honduras, junto a Guatemala y El Salvador conforman el Triángulo de la Violencia,

territorio considerado como de los más peligrosos para ser periodista o nacer mujer.

Agregaríamos niños y niñas. Como en todo lugar en guerra, abierta o solapada.

Su localización, entre el norte y el sur, facilita la acción de las mafias del narcotráfico,

la trata de personas y el contrabando de armas, incluyendo en especial el tráfico de

niños.

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Para que esto sea posible se necesitan gobiernos cómplices, dictaduras o aliados con el

establishment internacional, legales, pero no legítimos. Con una fuerte ideología

patriarcal y capitalista, lo mismo en definitiva, o encubiertos tras un seudo socialismo

que habla de reformas agrarias pero somete a la población. Máscaras de un

neoliberalismo que se adoptan según el lugar.

Para comprender el acontecimiento (Badieu,1998) que constituye la fundación de la

Resistencia Femenina y feminista en Honduras, su inserción en el FNRP y sus posibles

consecuencias demográficas es necesario hacer un breve análisis histórico-político-

sociológico de la situación de Centroamérica y el posicionamiento cambiante de la

región.

No es posible entender lo sucedido en Honduras como un hecho aislado, es preciso

situarlo en una historia compartida con sus países vecinos y pensar la interdependencia

con los movimientos producidos en la relación entre las naciones hegemónicas. Así, el

fin de la guerra fría, la caída del comunismo en la Unión Soviética y otros grandes

momentos de reacomodación global, están en los orígenes de los sucesos en los estados

pequeños, pobres, a veces llamados "emergentes". Más, los determinan y manipulan.

Honduras, que se consideró el eslabón más débil para el avance de la derecha en

Latinoamérica se convirtió, inesperadamente, en lo contrario. Y es allí donde el

movimiento de resistencia popular adquiere modalidades nuevas de manifestación y

discusión. A diferencia de otras revueltas que fueron rápidamente sofocadas, o

transformadas en guerras civiles, Honduras resiste. A casi tres años del golpe de estado

que destituyó al Presidente Zelaya el pueblo sigue en las calles. Miles de personas

marchan, caminan, desde diferentes lugares "solo" para reivindicar su derecho a la

libertad. Nace la subjetividad en resistencia.

De por si este desplazamiento poblacional preanuncia un posible movimiento

intramigratorio, aún incipiente y digno de estudio. Dentro de él, la resistencia feminista

juega un rol también importante y no menos sorpresivo. Las mujeres, unidas, también

resisten bajo su lema "Ni golpes de estado ni golpes a las mujeres" demostrando cómo

intereses que pudieron considerarse sectoriales no solo no son dejados de lado por el

enfrentamiento al enemigo común, sino que sirven de elemento aglutinador y sostén de

un objetivo compartido. Vivir en libertad. Y, justamente, esa meta es lo que da origen a

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los cambios en la producción de subjetividad ya que, básicamente subjetividad es

libertad de elección y, en consecuencia, de acción

Latinoamérica se caracteriza por una población heterogénea, consecuencia de los

movimientos colonizadores y conquistadores que produjeron grandes desplazamientos,

aniquilaciones y también mezclas. Pueblos originarios fueron diezmados, reducidos

en su territorio y en parte integrados surgiendo de allí fenómenos de aculturación y

transculturación, según las características que tuvo la llegada a “las Indias” en cada

región y, tanto las particularidades de cada cultura como los niveles de conocimiento

alcanzados. Conocimiento que fue negado por los imperios conquistadores que, en su

mayoría, ni bien comprendieron que había un futuro posible en los nuevos territorios,

trajeron como misión la evangelización, especie de exorcismo cultural de esos seres a

quienes se les tuvo que reconocer la posesión del alma, y por tanto características de

humanidad, por ley.

Las clases dirigentes que surgieron de esos orígenes fueron educadas partiendo de un

sistema de gobierno monárquico y religioso y en consecuencia de ideología teocrática,

donde la importancia de las posesiones reales, y el avance imperial eran garantizadas

por “la espada y la cruz”, se justificaban por “la gracia de Dios” e incluían en sus

propiedades a las personas en estado de esclavitud.

No podía esto derivar más que en guerras de exterminio, guerras civiles, continuas

invasiones militares y la instauración progresiva de una clase dominante con ideas mal

llamadas liberales llevadas a cabo a través de variados mecanismos de socialización y

control no exentos de violencia. En algunos países, como México, Perú, Bolivia, ocultar

esas tremendas culturas que precedieron a la colonización resultó una tarea casi

imposible por la fuerza de esas presencias aún subalternizadas, desacreditadas y

“racializadas”

Las naciones latinoamericanas, para formar parte de la ingeniería social creada por

Europa, debieron “invisibilizar” sectores sociales, culturas, lenguas indígenas, otros

modos de concebir el espacio, el tiempo, la relación con la naturaleza. Parte de ello fue

conseguido mediante las largas guerras civiles fundacionales que se encuentran en el

origen del conjunto de estados latinoamericanos, 40 años por ejemplo en Argentina y

los conflictos bélicos posteriores como la Triple Alianza, Uruguay, Argentina y Brasil

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contra Paraguay, 1865-1870, conocida como la Guerra del Paraguay que constituye el

ejemplo más dramático de transformación poblacional ya que produjo el

aniquilamiento de gran parte de la población masculina.

Esta “invisibilización” fue una operación activa de los estamentos del establishment ,

reduciendo las diversas relaciones con la tierra a una sola: la de mercancía, igual que lo

había sido durante la conquista. Una agricultura con sólo tres actores: “terratenientes”,

“gringos” (arrendatarios) y “peones”, la famosa tríada que nos asemejaba al modelo

británico.

Se instauró así en Latinoamérica y Centroamérica en especial una nueva clase de

conquistadores. Ahora el Imperio se trasladaba en parte al Norte de América,

aumentando la desigualdad norte-sur y marcando la diferencia entre los territorios que

en sus principios tuvieron colonizadores o conquistadores. La colonización se

transformó en conquista. El avance territorial mutó a cultural-económico y los métodos

de penetración ya no fueron desde la guerra declarada sino la promoción, como dijimos,

de guerras civiles, invasiones de países vecinos o golpes de estado oportunos.

En los más de 200 años transcurridos desde la independencia de los territorios centro y

sudamericanos se sucedieron distintas formas de expresión de esta forma de

intervención, condicionadas a su vez por los posicionamientos internacionales, en

especial a partir de las guerras mundiales, y también de Corea y Vietnam.

La guerra fría caracterizó el auge del espionaje, como lo documentan no solo

bibliografía especializada sino abundante material fílmico de ficción. El comunismo se

transformó en el enemigo natural y los países del sur fueron considerados potenciales

semilleros de generaciones comunistas a las que había que neutralizar.

Los movimientos populares de resistencia y liberación de los años 60/70 fueron

caracterizados como peligrosos por sospechados de ideología comunista, ya fueran

campesinos o indígenas que luchaban por sus tierras, grupos armados en defensa de la

democracia o sacerdotes que declaraban su adhesión a las causas populares,. Así, lo

mismo era catalogado el movimiento de los Sin Tierra de Brasil, la Teología de la

Liberación, la Guerrilla Zapatista, los indios de Panamá o los mineros de Bolivia.

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Con ese argumento y la necesidad del Imperio de ejercer el control social se creó la

doctrina de la Seguridad Nacional que dio lugar al Plan Cóndor, ya en una segunda

etapa en la relación Moscú- Washington. Plan de exterminio de todos quienes pudieran

constituirse en una amenaza a los sectores de derecha que, bajo el pretexto ideológico

de sostener la civilización occidental y libre encubrían el propósito de mantener el

estado de pobreza, exclusión, desarraigo y dificultad de acceso al conocimiento de la

población.

Otro mecanismo de control social fue, a través de los gobiernos neoliberales, lo que ha

dado en llamarse el Mercado Común de Valores. Un proceso no ya de conquista, sino

de invasión a través de la propaganda mediática de un nuevo sistema de valores:

Tener más que Ser, aprobar más que resolver una prueba, el mito de que somos todos

iguales y pertenecientes a una misma categoría, anulando la singularidad que es

marcada por la historia, convenciendo a las mujeres de que estaban igualadas a los

varones cuando los hombres padecían el índice histórico más alto de desocupación ante

los cierres de fabricas y otros lugares de trabajo y ellas debían salir de sus hogares para

el mantenimiento de la familia, con los consecuentes efectos sobre la salud mental

(alcoholismo, violencia familiar) . Del mismo modo se vaciaron de sentido

los conceptos de patria, de prójimo, de idiosincrasia regional o familiar, etc.

Vemos todo esto como otro Plan Cóndor cultural, al estilo de los conquistadores,

prometiendo una mejor vida si se renunciaba a la identidad (familiar, social etc.), para

no ser excluidos del sistema (Mendes,2001).

Se había puesto en marcha el operativo de “blanqueamiento” y homogeneidad; ese

mecanismo de “producir ausencias”, (Boaventura de Sousa Santos,2009)

El neoliberalismo latinoamericano se “formalizó”, por medio de las democracias

surgidas luego de la caída de los gobiernos militares, pero no nace de ellas. El mayor

crecimiento de la deuda externa de los países latinoamericanos se produjo siempre

durante los gobiernos de facto, otro mecanismo rigurosamente planificado para el

control social basado en la dependencia económica, que luego esos regímenes

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amparados en una legalidad electoral instrumentaron como el mayor proceso de

exclusión de la historia contemporánea.

Plan Cóndor Mediático porque se sostuvo, y en parte aún se sostiene, en la

monopolización de medios masivos de información y comunicación en Centro y

Sudamérica cuyos dueños, en cada país, pertenecen a las mismas clases dominantes y

defienden los mismos intereses: los de los dueños de la tierra. Son, en definitiva, los

mismos.

De la desaparición forzada a la exclusión masiva. De la emigración por el exilio a las

migraciones internas provocadas por la pobreza y la emigración en búsqueda de mejores

oportunidades laborales.

“Con la globalización y el neoliberalismo se promueve la propiedad privada de los recursos

naturales en muchos países. Disminuye la participación de la renta de los recursos naturales

de los propietarios iniciales de esos recursos, renta que es apropiada por las grandes

empresas trasnacionales

El gran aumento de las ganancias globales y su participación en la producción a nivel

mundial tiene estas dos fuentes principales. Captan la disminución de los salarios de los

trabajadores y una parte de la renta de los recursos naturales.

Las hiperbombas financieras, detonadas a conveniencia del Poder global, han devastado la

superficie política, cultural y económica de las naciones del mundo. El recuento de daños

suma desempleados por millones, guerras múltiples en microrregiones, destrozos definitivos

en el hábitat natural, explotación de mano de obra infantil, incontables muertes por miseria,

millones de vagabundos en busca de mejores condiciones de vida, .Pero también entre los

antiguos «de arriba» hay bajas. Los agonizantes Estados Nacionales arrastran consigo a los

viejos poderes políticos y económicos. A las quiebras masivas de empresas se agregan los

derrumbes de clases políticas enteras. De los antiguos poderes dominantes quedan restos

desordenados del complicado rompecabezas que los mantuvo arriba por décadas. Un caos de

intereses, y de personajes que representan esos intereses, deambula por los cada vez más

estrechos pasillos de los Poderes nacionales. Los políticos de antes son remplazados por

nuevos modelos: políticos con mil caras” (Subcomandante Insurgente Marcos, 1998)

El proceso que describimos constituyó un abandono por parte del Estado del

cumplimiento de sus funciones que puso, claro ejemplo en Argentina, a la Nación al

borde de la disgregación o disolución.

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“Sin Estado no hay Nación, y ésta se sostiene en tres columnas: territorio, idioma y

población. Es el Estado, personificado en el gobierno, el encargado de soportarlas y

mantenerlas. Las tres fueron quebradas por el efecto de la ideología neo liberal de la

década de los 90 en América Latina.

El territorio se volvió difícil de transitar debido a la ausencia de transporte accesible a los

sectores de menores recursos, el idioma se transformó con neologismos introducidos por las

nuevas protagonistas del drama nacional y la población fue re distribuida según su

posibilidad de participación, o no, en la distribución de la riqueza. Los derechos civiles se

limitaron, condicionaron o anularon (Mendes A. y P. Vendrell, 2011)

Estos procesos disolutorios alcanzan un límite, traspasado el cual los pueblos

reaccionan o los países desaparecen por fusión o fragmentación. Grandes movimientos

poblacionales se han basado en ello. Agrupamientos nuevos por idioma, creencias

religiosas, clases sociales o estamentos (campesinos, indígenas, ) que encuentran su

identificación y cohesión grupal en alguna de sus características definitorias, quebrada

la posibilidad de su inserción en una Patria y un futuro común, respetando las

diferencias.

En los otros casos, la reacción de los pueblos que emerge como reclamo al Estado de

hacerse cargo nuevamente de sus funciones puede desencadenar una guerra civil o

promover aparentes concesiones-acuerdos que muestran cambios ilusorios. Lo que se ha

dado en llamar “gatopardismo”. Cambiar algo para que nada cambie.

En el mejor de los casos se inicia un nuevo intento de democratización.

En toda América Latina hay en la actualidad un resurgir de gobiernos populares.

Ecuador, Uruguay, Argentina, Bolivia, Honduras, Paraguay, que ya ha provocado la

reacción de los “conocidos de siempre”. Defensores del establishment, representantes de

las grandes corporaciones en alianza con las mafias del crimen organizado. Eso fue el

intento de golpe de estado en Ecuador, eso es la censura a la información real que

ejercen los grandes medios hegemónicos de información y Honduras fue el comienzo.

Pero ese pequeño país centroamericano que fue considerado el eslabón más débil para

penetrar en las nuevas realidades de Latinoamérica sorprendió a enemigos y amigos.

El pueblo se lanzó masivamente a las calles a defender a su Presidente y sus derechos.

Y, desde el 28 de junio de 2009 no las abandonan. La resistencia hondureña se

constituyó, como ya lo hemos dicho, en la primera manifestación de una nueva forma de

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resistir, no ya clandestinamente y oculta sino abiertamente y en los caminos. Son las y

los caminantes de la Paz y la Libertad. Y no ha habido amedrentamientos, asesinatos,

represión, persecuciones que los hagan callar ni detenerse. .(Mendes A. y P. Vendrell,

2011)

Es en este marco donde la Resistencia Feminista produce un doble cambio, como

integrantes de la población y como representantes de los derechos de las mujeres. El

hasta ese momento sometido pueblo hondureño está dando un ejemplo al mundo.

Aún no sabemos si es el fin de las democracias negociadas en las que se alternaban

partidos de la misma ideología con variantes aparentes y golpes militares que impedían

cualquier otra forma de representación, en una sucesión de intentos de independencia

siempre frustrados, en connivencia con “La Embajada”, como se llamó a la presencia

constante del Imperio de los Estados Unidos.

Presencia que llegó al extremo de imponerse como lema del antiperonismo en

Argentina, en las primeras elecciones ganadas por Perón en 1946: “Braden o Perón”,

por Spruille Braden, embajador estadounidense. A ese punto llegaba, y llega, la

identificación de esas clases dirigentes.

Presencia que se demostró en Chile cuando se discutieron, indisimuladamente, en la

Fundación Ford. las condiciones del golpe que provocó la muerte del Presidente

Allende y la caída de su gobierno.

Sería excesivo un análisis más extenso de la historia sociopolítica de Latinoamérica

para situar lo que sucede hoy en Honduras que, al momento de escribir este trabajo,

sigue resistiendo y protagonizando un movimiento político –social tanto más fuerte

como lo fue de inesperado.

“Hemos de saber que una nueva era ha comenzado no cuando una nueva élite

toma el poder o cuando aparece una nueva constitución, sino cuando la gente

común comienza a utilizar nuevas formas de reclamar sus intereses” (Tilly, Charles.

1986)

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MUJERES EN LUCHA:

“Ni golpes de estado ni golpes a las mujeres”,

“Ni Dios ni marido ni patrón”

“Democracia en el país en la casa y en la cama”

“Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”

“Si hay opresión, habrá revolución”,

“Las mujeres somos estrellas luminosas y ardientes cuando olemos opresión”

“Alto al femicidio”,

“Ni botas ni sotana contra las lesbianas”,

“Ni Una Muerta Más, Las Asesinadas Tienen Nombre, Sus Asesinos También, ALTO

A LA IMPUNIDAD”.

“El cuerpo de las mujeres se convierte en un campo de batalla, en un botín de guerra. El uso

de la violación y otras agresiones sexuales como armas de guerra es la forma más conocida y

brutal en la que los conflictos han marcado de forma indeleble la vida de las mujeres. Los

cuerpos de las mujeres son tratados como territorios a conquistar y demostrar poder, los

motivos por los cuales las mujeres son violentadas sexualmente son diversos: sembrar terror

en las comunidades en resistencia, vengarse de los adversarios, acumular “trofeos de guerra”,

demostración del poder y dominio sobre las mujeres.” Rivera G. (2010)

Las mujeres latinoamericanas, descendientes de poblaciones indígenas, mestizas o

inmigrantes tienen en su origen el sello de sumisión y acatamiento como también de

rebeldía y eso se refleja en la construcción de la subjetividad individual. A su vez, la

individualidad se incluye en un linaje según sus propios ancestros y esa singularidad se

traslada a lo colectivo conformando un conjunto social inscripto en determinada cultura

así construida.

La historia crea, como dijimos, diferentes posicionamientos subjetivos y no pueden no

haber dejado marca en las singularidades los inicios fundacionales de países que

convivieron tanto con la esclavitud como con guerras de emancipación. Sin duda en

ese origen se encuentra la explicación del fenómeno de la resistencia hondureña. Un

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pueblo que resurge, inesperadamente, desterrando el miedo y actualizando los aspectos

de su pasado guerrero. Una nueva lucha por la libertad.

En los orígenes de los movimientos feministas en América Latina, se produjeron

vaivenes y contradicciones propios de todo colectivo incipiente. Más aún si

consideramos que ese colectivo incluía más del 50% de la población y que el

sometimiento por la ideología patriarcal era considerado o vivenciado de diferentes

formas, nacionales y regionales, pero siempre con una fuerte manifestación del ejercicio

del poder, ya sea en las relaciones individuales o grupales.

En la historia de la evolución de las mujeres en la sociedad se encuentra una de las

mayores contradicciones. Mientras se les negaba el acceso a la educación, se las

consideraba las cuidadoras necesarias de los niños y niñas, y cuidadoras en general. Así,

se comenzó a aceptar a fines del siglo XIX la necesidad de cierta formación cultural en

la mujer, comenzando por su alfabetización y también del aprendizaje de rudimentos de

ayuda sanitaria. El oficio de institutriz, o las profesiones de maestra y enfermera se

incorporaron a los roles asignados en la sociedad. Y a través de ello las mujeres

lograron avanzar en el camino del conocimiento, mucho antes de que sus derechos

civiles fueran aceptados.

Cada movimiento, cada reconocimiento, cada adquisición, produjeron cambios de

posicionamiento en la subjetividad femenina y, en consecuencia, en la subjetividad

tanto de varones como de mujeres. Cada cambio subjetivo promovió a su vez

modificaciones en la estructura poblacional con sus consecuencias demográficas

singulares.

Si bien el acceso al conocimiento no modificó sustancialmente en la práctica la

ideología patriarcal dominante, promovió agrupamientos de mujeres que, con sus

nuevas tareas- dicho mejor con sus nuevas herramientas - comenzaron a vislumbrar una

posibilidad de empoderamiento al apropiarse del lugar que de hecho ocupaban. Y

generó también la conciencia del derecho a la educación más allá de las ocupaciones

tradicionales.

Sabemos que el conocimiento es liberador, no en vano la humanidad sufrió y sufre

intentos constantes de oscurantismo y censura porque también sabemos que el

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conocimiento es poder. Y quienes se arrogan la propiedad del Poder son quienes

intentan la manipulación y administración del acceso al saber, especialmente de las

clases populares intentado el sometimiento a través de la ignorancia. Un pueblo sin

educación es fácilmente controlable. No hablamos en especial de “saberes académicos”,

sino del propio des-cubrimiento del saber popular que “está ahí” oculto tras, por

ejemplo básico, la negación del acceso a la lecto-escritura, la negación a la posibilidad

plural de transmisión limitando la comunicación al entorno cercano

Insistimos en este tema porque, aunque parece lejano al que nos ocupa, creemos que los

movimientos demográficos también están ligados en profundidad al acceso al

conocimiento y su difusión. Desplazamientos, migraciones, natalidad programada o no,

son hechos vinculados al conocimiento del entorno y a las posibilidades de accionar

sobre él.

“El socialismo científico nos enseñó a reconocer las leyes objetivas del desarrollo

histórico. El hombre no hace la historia por propia voluntad, pero la hace de todos modos.

El proletariado depende en su acción del grado alcanzado por la evolución social. Pero la

evolución social no es algo aparte del proletariado; es a la

vez su fuerza motriz y su causa, tanto como su producto y su efecto. Y aunque no

podemos saltear una etapa en nuestro proceso histórico, así como un hombre no puede

saltar por encima de su propia sombra, está en nuestro poder el acelerarlo o retardarlo.”

(Luxemburgo R. 1916)

Es por esas posibilidades de información y la internalización del “derecho al derecho”

que las luchas internacionales de las sufragistas pudieron también caracterizar al

feminismo de los orígenes, con diferentes resultados nacionales y regionales,

alcanzando una coincidencia alrededor de 1950.

Ecuador en 1929 y Uruguay y Brasil en 1932 fueron los primeros países

latinoamericanos en incorporar el voto femenino, si bien ya había algunos antecedentes

en ciudades y municipios que no alcanzaron a prosperar hacia la nacionalización. (Santa

Fe 1921 y Mendoza 1926 - Argentina)

Las corrientes socio políticas en desarrollo promovieron también manifestaciones

especiales en los grupos femeninos. Así, las asociaciones de mujeres ligadas al

anarquismo enfocaron su lucha al rechazo a todo “patrón”, acorde a los ideales

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libertarios propios del movimiento, mientras que las más vinculadas al socialismo lo

hicieron con una orientación dirigida al concepto de ciudadanía y la recuperación de

derechos civiles.

En esos comienzos se entremezclaban aquellas que enarbolaban los conceptos ligados al

mejoramiento del ejercicio de los roles asignados culturalmente a la mujer con quienes

se atrevían a atravesar esa línea imaginaria. La lucha fue, al principio, por la igualdad

para posteriormente redefinir esa igualdad como igualdad de derechos y oportunidades

desde la aceptación de diferencias.

En el avance de los movimientos feministas hubo momentos de mayor actividad

alternados con ciertas mesetas, producto en general de situaciones extremas, lo que se

llamó “entreguerras” o los primeros agrupamientos entre feminismo y luchas populares.

En los 70, el lema “Democracia en el país, en la casa y en la cama” nos recuerda el

que identificaba a las anarquistas “Ni Dios, ni Patrón, ni Marido” y que, al analizarlos,

muestra sintéticamente el cambio de posición subjetiva producido a lo largo de los años.

Fue Virginia Bolten, la primera mujer oradora en una concentración obrera, quien un 1°

de mayo de 1890 en Rosario, Argentina se atrevió a proclamar que la mujer no debía

estar atada ni a un dios, ni a un patrón ni a un marido. Por su militancia fue perseguida y

encarcelada.

Tendrían que pasar muchos años para llegar a construir el concepto actual de los ataques

que sufren las mujeres soo por serlo.

HONDURAS: La resistencia, femenina y feminista

“Para el movimiento de las mujeres hondureñas ha sido de trascendental importancia el

surgimiento de la corriente que planteó la relación clase-sexo. La más destacada exponente de

este pensamiento fue Flora Tristán quien, a mediados del siglo XIX, vinculó al problema

obrero la cuestión de las mujeres como un tema específico.” (Vélez A. 2010)

Desde los comienzos del siglo XX las agrupaciones de mujeres hondureñas se vieron

influenciadas por los ideales libertarios que se propagaban a través de, entre otras, Rosa

de Luxemburgo.

La preocupación por la paz, por la problemática de la mujer trabajadora, la posibilidad

de acceso a las decisiones del poder, la reivindicación de roles asignados culturalmente

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o el ir más allá de ellos produjeron diferentes movimientos y agrupaciones en los que

las mujeres se organizaron. Asociaciones que no escaparon a los vaivenes, que

describimos al comienzo, de los movimientos feministas en otros países.

La educación, el empoderamiento en y de los derechos civiles, la igualdad de

oportunidades frente a los varones, se expresaban junto con aspiraciones sectoriales en

cada uno de ellos.

Los orígenes de esos grupos, ya sean desde el Partido Comunista o la Iglesia Católica

dieron al feminismo hondureño una cualidad y movimiento especial ya que, además,

debemos incluir en este análisis la diversidad poblacional que nucleaba mujeres

campesinas, urbanas, obreras, profesionales, cada una de ellas con sus creencias e

ideales.

“En 1978 se fundó la Federación Hondureña de Mujeres Campesinas (FEHMUC).Diez años

después, tras un complejo proceso de encuentros y desencuentros, CODIMCA llegó a contar

con 437 grupos de base y 8 mil mujeres afiliadas.” (Vélez A. 2010)

La Asociación Hondureña de Mujeres Campesinas (AHMUC), el Enlace de Mujeres

Cristianas, El Movimiento por la Paz, “Visitación Padilla”, más conocido como “Las

Chonas”, son algunos de los más importantes.

Promediando la década del 80 aparecen organizaciones que reconocen específicamente

la necesidad de incorporar los estudios de género para la mejor comprensión no solo de

las luchas feministas sino de los fenómenos sociales y políticos, entre otros:

El Centro de Estudios de la Mujer – Honduras, CEM-H y la Colectiva de Mujeres

Hondureñas (CODEMUH)

El Centro de Derechos de las Mujeres, CDM, la más importante institución feminista

autónoma fundado en 1992

La ANDEH, Asociación Nacional de Escritoras de Honduras

Y se funda en la UNAH la Cátedra de Estudios de la Mujer

A partir de la asunción del Presidente Manuel Zelaya y la convocatoria que realizó a

toda la población para participar en la construcción de una nueva Constitución más

popular y progresista, los movimiento feministas organizaron lo que se llamó Espacio

16

de Debate de las mujeres feministas organizadas, pocos días antes del golpe del 28 de

junio de 2009, constituido por el Centro de Estudios de la Mujer, CEMH; el

Movimiento de Mujeres Socialistas,” Las Lolas”; el Colectivo Feminista Mujeres

Universitarias, COFEMUN; Centro de Estudio y Acción para el desarrollo, CESADEH;

Jóvenes Feministas Universitarias; Red de Mujeres Jóvenes; Comisión de Mujer

Pobladora; Articulaciones Feministas de Redes Locales; Convergencia de Mujeres de

Honduras; Iniciativa Centroamericana de Seguimiento a Cairo y Beijing; Centro de

Derecho de Mujeres y Feministas Independientes.

Y es en ese Espacio, en un hecho que no tiene precedentes en un país con fuerte

contenido ideológico patriarcal, en el cual las mujeres participarían activamente de lo

que sería la consulta ciudadana más importante de la historia de la democracia

hondureña. Por primera vez lograban masivamente la inclusión en el espectro político

que hasta ese momento habían peleado con logros importantes pero restringidos.

Así, se convirtieron en garantes de la transparencia del trabajo por la nueva

constitución, como reaseguro de los mecanismos democráticos que consolidaran la

inclusión de todos los sectores, impidiendo el avance de los grupos de poder que

pudieran intentar un retroceso en los logros hasta entonces conquistados. Comenzaba de

este modo la unión y el trabajo en común de mujeres de diferentes culturas y extracción

social con la fuerza que caracteriza las luchas frente la amenaza de pérdida de lo

alcanzado.

Esa fuerza, motorizadora de nuevas conductas, impacta sobre la subjetividad construida

en los símbolos, en las leyendas y las costumbres de un pueblo. Una violación a la

misma, un secuestro de dicha subjetividad, obliga a reorganizarse para subsistir y

recuperar la dignidad que otorga el protagonismo. Se impone una reconstrucción donde

el nosotros/as suplanta al yo soy. Es un cambio cualitativo que encontramos en la base

de todos los movimientos que analizamos. La Resistencia Feminista en Honduras es un

modelo ejemplar. Mujeres organizadas resisten en defensa de la posible pérdida de sus

conquistas, no solamente sectoriales pero con una fuerte carga de ello.

17

El golpe de estado, a poco más de un mes de su organización, las sorprendió en esa

tarea. Así lo cuenta Anarella Vélez, militante, académica, escritora y una de las figuras

más importantes de la Resistencia Feminista.

“….El mismo 28 de junio se preparaban para participar en el proceso de consulta ciudadana.

Estaban a cargo del centro de votación de las mujeres. A las seis de la mañana recibieron la

noticia del golpe de Estado y la expulsión del Presidente hacia Costa Rica. En esos momentos

decidieron movilizarse hacia Casa Presidencial y reunidas ahí se identificaron como

“Feministas en Resistencia” y pasan a formar parte del Frente Nacional en Resistencia

contra el Golpe, a cuya organización también se adhieren la Asociación Nacional de

Escritoras de Honduras (ANDEH) y Catrachas.

Hasta hoy están luchando porque se restablezca en Honduras el respeto a los derechos

humanos, la libertad y la paz y, por supuesto, es tema central de su agenda el restablecimiento

de la democracia y la conformación de una Constituyente de la que derive una nueva Carta

Magna incluyente, equitativa y respetuosa de los derechos de las mujeres…...”

“….. De ahí en adelante las feministas iniciaron su andadura política unidas y con una

identidad propia en el seno del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado.

..….Es necesario señalar que éste es un movimiento amplio que surge y se da a conocer como

tal el mismo día de la ruptura constitucional. Se trata, en realidad, de un verdadero

conglomerado socio-político en el que militan una variedad de hondureñas y hondureños,

quienes a su vez están organizados en partidos políticos, gremios, agrupaciones urbanas y

rurales, y cuyo elemento común es la defensa de la democracia, demandar la vuelta al orden

institucional, el retorno del presidente Zelaya al gobierno y la lucha por la Constituyente. A

este movimiento se suman las mujeres con el nombre que las identifica a partir de entonces:

Feministas en Resistencia (FER)” (Vélez A).2010

Desde entonces las Feministas en Resistencia marchan integradas al Frente Nacional de

Resistencia Popular junto a la población que ha ganado las calles de Honduras, miles

de personas en lucha por la libertad de decisión, elección y la dignidad ciudadana.

Mujeres que enfrentan represión y muerte, violaciones y torturas. Desde el golpe a la

fecha han muerto casi mil mujeres en Honduras, que se cuentan en los miles asesinados

por los golpistas genocidas, datos que cuidadosamente ocultan al mundo los medios de

difusión participantes del Plan Cóndor Mediático

Honduras, su pueblo y sus mujeres siguen, al día de hoy, resistiendo. La unión de las

mujeres en Honduras es un logro histórico para el movimiento femenino y feminista y

18

lo es igualmente la posibilidad de integración con los varones también en lucha, sin

perder su cualidad genérica.

“Estas son nuestras luchas. Las mujeres somos estrellas luminosas y ardientes cuando olemos

opresión, como dice Blanca Guifarro, poetisa hondureña. Las Feministas en Resistencia

nacimos el 28 de junio, día del nefasto golpe de estado. Hemos estado día tras día en las calles

marchando con todo el pueblo hondureño, que dijo NO MAS a las injusticias cometidas.

Sabemos que el camino que nos queda es largo, que nos falta todavía mucho por recorrer y

luchar, pero nos guía la convicción de la búsqueda de la justicia, de que podemos construir un

mundo diferente, una matria diferente, donde las mujeres tengamos el lugar que nos

corresponde.” (Carias, A.2010)

CONCLUSIONES:

No podemos no mencionar la vinculación entre el patriarcado y el capitalismo, dos caras

del mismo fenómeno, cuyos resultados se manifiestan en la explotación clasista y

genérica y sus consecuencias que incluyen todas las formas del crimen organizado. En

especial la trata de personas, prostitución, tráfico de niños y niñas, narcotráfico,

contrabando de armas, etc.

Ya hemos dicho que Honduras, El Salvador y Guatemala conforman el triángulo de la

violencia, sin olvidar las masacres producidas por los cartels de la droga en la población

mexicana y colombiana. Latinoamérica es territorio en lucha más o menos abierta pero

con características similares y las mujeres junto con niños y niñas son, como en toda

guerra, las víctimas principales. Esta situación modifica en forma constante

agrupamientos poblacionales, ya sea por desplazamientos, re-agrupamientos o nuevas

costumbres surgidas para adaptarse o sobrevivir a la realidad imperante.

El acontecimiento de la Resistencia Popular en Honduras puede ser, como dijimos al

principio, el inicio de una nueva era en la distribución del poder en América Latina. Y,

incluido en el mismo, el rol asumido por las mujeres es sin duda un comienzo dentro de

ese comienzo. Se observa allí claramente el cambio producido en la subjetividad.

Quienes escribimos hemos sido, estamos siendo, partícipes privilegiados de ese

movimiento lo cual nos da una visión especial de los acomodamientos y cambios

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producidos en los tres años transcurridos desde su origen. Cambios que, en la

actualidad, han derivado en la creación del Partido Libre, expresión política del FNRP

cuyo Coordinador General es el ex Presidente Zelaya.

Más allá de lo que resulte como consecuencia del proceso electoral, o cualquier

circunstancia que pueda suceder luego de lo que estamos escribiendo, sin duda se ha

conformado una nueva realidad en el pueblo hondureño. Los originales desplazamientos

espontáneos – marchas, caminatas- que aún subsisten, se enmarcan ahora en un

movimiento organizado.

No es factible anticiparnos a enumerar cuales serán las consecuencias demográficas y

poblacionales, pero sí afirmamos que es imposible que no se produzcan. La interacción

e integración de miles de personas de orígenes diversos no pueden no resultar en

modificaciones de sus costumbres e intercambios sociales y comerciales, creación de

nuevas familias de distinta ascendencia, asentamientos, entre muchas otras.

Agregando a ello el cambio profundo en el movimiento feminista, y en la subjetividad

de las mujeres en general.

Decíamos al comenzar ese trabajo que los fenómenos demográficos se estudian en

general luego de su producción. Nosotros enfrentamos el desafío de hacerlo en lo que

creemos su devenir, para lo cual tuvimos que utilizar metodología no tradicional.

En este momento, mayo de 2012, solo nos queda estar atentos para comprobarlo.

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Resistencia” en Programa de las Américas - En Línea disponible en

http://www.cipamericas.org/es/archives/2710

iAgradecemos a la Dra. Anarella Vélez, a los periodistas Sandra Marybel Sánchez y Esteban Melendez y a

las y los integrantes del foro electrónico del FNRP por habernos permitido acompañarlos en su lucha y

participar de sus debates, como también respondernos todas las preguntas que les hicimos.

Un agradecimiento especial a Carlos Roberto Zelaya, periodista en resistencia, representante en

Honduras de Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder.