NO PIENSES EN UN ELEFANTE

1. Resumen

En esta obra, que podríamos clasificar de Lenguaje Político, su autor George Lakoff, reputado lingüista y uno de los `gurús` del Progresismo Norteamericano, analiza la situación política de EEUU, diseccionando las dos grandes fuerzas ideológicas del país en función de sus valores y del lenguaje empleado por cada una de ellas. Desde un punto de vista claramente Progresista o Demócrata, el autor lo que pretende con este libro es proporcionar a los militantes y simpatizantes de este partido el enmarcado por el cual se rige la política de su país, así como un análisis bastante detallado de la situación de ambos partidos, y las posibles soluciones para invertir la tendencia que viene favoreciendo desde hace décadas al partido Republicano.

Lakoff afirma que las personas votan en base a unos valores con los que se identifican, y no a un programa electoral como en teoria debería ser. Lo cual provoca que no sea tan importante el contenido de tu discurso como la forma o el marco en el que se lo presentas a la gente.

Los marcos son ideas que vienen dadas en función de las palabras y pueden evocar ideas positivas o negativas, dependiendo del vocabulario que utilices, lo que te da la opción incluso de manipular a las personas para tus propios fines. Un ejemplo del autor para demostrar esta teoría es el empleado por los republicanos cuando Bush llegó a la Casa Blanca y que consistía en conseguir que el Senado aceptase un Plan que solo beneficiaría a las clases más acomodadas y que perjudicaría al resto. Para ello utilizaron la expresión alivio fiscal.Como dice Lakoff en la pag. 24, “cuando a la palabra fiscal se le añade alivio el resultado es una metáfora: los impuestos son una desgracia; la persona que los suprime es un héroe, y quien quiera que intente frenarlo es un mal tipo. Esto es un marco.”

Otra de las ideas principales que se desprende de esta obra seria que teniendo en cuenta que los valores suelen estar ligados a la educación que ha recibido cada uno en su familia, se obtienen dos tipos de votantes: el padre estricto y el padre protector.El padre estricto cree que el mundo es un lugar competitivo, que se tiene que regir por una serie de normas, y donde existe el bien absoluto y el mal absoluto. Opina que todo el mundo cuando nace es malo ya que solo quiere hacer lo que le apetece, y no lo que está bien. Defiende que a medida que una persona crece, y siendo educada a través de castigos físicos especialmente, ira aceptando las normas hasta ser autosuficiente, y por tanto una persona de provecho, es decir buena. Aquellos que no aprendan a aceptar las normas, serán malas personas y por tanto no escalarán en la sociedad, ya que no lo merecen.Por otra parte, el padre protector cree en una educación basada en la empatía y la responsabilidad. Cree que todos los niños nacen buenos y pueden hacerse mejores, y que según te comportes con tu hijo así se comportara él con el entorno que le rodea. Se puede conseguir un mundo mejor y la mejor manera para conseguirlo es predicando con el ejemplo. Lakoff resume este pensamiento con una cita de Gandhi: “Sé el cambio que quieres”.

Los Republicanos hace años que conocen estas ideas, saben que la figura del padre estricto casa bastante bien con su modelo de valores, y llevan décadas explotándolo; desarrollando estrategias e infraestructuras para llevar a cabo sus planes. Saben de la importancia de los marcos, y de cómo usando los marcos adecuados pueden conseguir que la gente les vote, aun yendo contra sus propios intereses. Saben que un enmarcado no es algo que se consiga de la noche a la mañana sino que son ideas que tienen que ir introduciendo poco a poco en la mente de las personas; para ello construyen institutos, universidades y crean becas, asegurándose así que generaciones de estudiantes y futuros votantes activos compartan sus ideas. Conocen los principios de sus oponentes, y desarrollan estrategias para debilitarlos.Los Demócratas, sin embargo no poseen estos conceptos. Llevan años enfrentándose a los marcos que sugieren los Republicanos, creyendo en el contenido en lugar de la forma, y ese no es el camino. Como dice Lakoff al comienzo del libro “cuando niegas un marco, evocas el marco”, y con ello no haces más que fortalecer las ideas de tu oponente. El Progresismo estadounidense debe darse cuenta que sus valores son los del padre protector, y empezar así a crear sus propios marcos para conseguir sus objetivos de una manera eficaz. Tiene que analizar cuáles son sus puntos fuertes, y encontrar además los valores que unan a toda la izquierda liberal, como ya hicieron hace tiempo los partidos conservadores.

Partiendo de estas ideas principales, el autor desarrolla esta obra, aportando numerosos ejemplos e investigaciones, elaboradas en gran parte por el mismo, que no hacen sino demostrar las teorías citadas, y que defiende a lo largo de todo el libro.

2. Valoración crítica y conclusión orientativa.

Esta obra supone un manual imprescindible sobre lenguaje político, ya que le puede ser de utilidad no solo a los progresistas de los EEUU, sino a cualquier fuerza política, así como a cualquier persona con unas nociones mínimas sobre política en todo el mundo.Con su teoría del enmarcado, ejemplificada brillantemente en numerosos casos como el del partial birth abortion o el de la Ley de cielos limpios, Lakoff consigue no solo establecer el camino a seguir por los demócratas americanos en su lucha por el poder, sino que también acerca al votante de a pie la realidad del funcionamiento del cerebro humano a la hora de elegir entre uno u otro candidato, y de cómo utilizan los políticos la comunicación para conseguir llevarse a la gente a su terreno. Ésto, unido al sencillo lenguaje que utiliza y que lo convierte en un libro de muy fácil comprensión, le da a la obra un carácter pedagógico y universal.En España, sin ir más lejos hace tiempo que el Partido Popular utiliza esta teoría de los marcos para sus fines (en la era de Aznar, especialmente cuando se encontraban en la oposición y durante su primera legislatura, consiguieron llevarla a cabo de una manera muy satisfactoria para el partido), pero parece que de un tiempo a estos días, concretamente desde los atentados del 11M perdieron credibilidad, y en parte debido a que el Partido Socialista supo perfectamente los marcos que debían utilizar para invertir la situación. Desde entonces los socialistas han aprendido la lección y la llevan a cabo, en ocasiones de una manera satisfactoria, evocando siempre que han podido la mentira del 11M (exactamente igual que los populares evocaban el caso GAL durante y posteriormente a la legislatura de Felipe González), y en otras no tan satisfactorias, como el caso de la desaceleración económica para referirse a

la reciente crisis. Estos casos podrían ejemplificar perfectamente la funcionalidad universal de la obra.

Quizás el único `pero´ que se le pueda achacar al autor sea la visión excesivamente idealista que presenta sobre los principios progresistas. Lakoff pasa por alto el sistema económico en el que vivimos, especialmente en EEUU; un sistema cuyos pilares son las grandes corporaciones, que están sujetas a su vez a intereses económicos, y que hacen que ciertas ideas que propone sean del todo inviables por la propia naturaleza del sistema, como por ejemplo la defensa que ejerce en numerosas ocasiones del medio ambiente como uno de los principales marcos a utilizar por los Liberales. Este punto en concreto, junto con algún otro hace pensar en la profunda subjetividad del autor. Lo que nos lleva directa o indirectamente a una forma de manipulación, hecho del que acusa a lo largo de toda la obra al partido rival.

Esperemos que Obama nos demuestre lo contrario…