RESEÑAS DE LIBROS · nera, carnero" engendra abundantes desarrollos narrativos en anécdotas...

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Reseñas de libros Monique JOLY, La bourle et son interprétation.Recherches sur le pas- sage de la facétie au roman (Espagne,XVIe-XVIIe siècles), Lille, Ate- lier National, Reproduction des thèses, Université de Lille 111,1982, 626 p. (Diffusion : France-Ibérie Recherche, Université de Toulouse- Le Mirail, 31058 Toulouse Cedex). Queremos comenzar por definir el libro que nos ocupa cono un libro de extraordinario interés, a través del cual alcanzamos a tener de la burla en la literatura, fundamentalmente picaresca y para-pica- resca, del Siglo de Oro español, la perspectiva de un microcosmos tri- dimensional, con expresión y conformaciones narrativas propias, con aprovechamiento, tan fecundo como original, de una rica tradición an- terior, y con integración en una realidad histórica. Como la propia autora indica en el prefacio, la obra se arti- cula en dos partes que se complementan : una primera, más amplia, de carácter formal, consagrada al estudio lexicográfico del vocabulario de la burla, y una segunda dedicada al análisis de un tema burlesco de privilegiada fortuna en la literatura picaresca y para-picaresca, el de la comida engañosa. En el capítulo inicial de la primera parte, Monique Joly justifica la elección del término "bourle" ("Ce mot vieilli présen- tait l'avantage de réaliser sous lui, comme 1 'espagnol burla, une synapse sémantique dénonçant les affinités qui existent entre le champ de la tromperie et celui de la moquerie",p. 9), y expone que su labor de contribución al estudio del vocabulario de la burla no es la de un lexicógrafo que lo examina descontextualizado y de forma estática, si- no que, considerando la burla como una acción desarrollada entre dos adversarios, ha incluido una serie de lexias que señalan la posición de superioridad o inferioridad de esos rivales. No le ha interesado prioritariamente la repertorización del máximo de ítems de los campos respectivos del engaño y la mofa —y,no obstante, como veremos, el nú-' mero de los recogidos es grande—, sino la consideración del lugar en que aparecen y la función que desempeñan los mismos en los textos de la literatura picaresca y para-picaresca. Analizados una serie de hechos convergentes de la historia y desarrollo del vocabulario de la burla, tendentes a demostrar la especificidad del mismo (abundancia de lexias de origen incierto o de evolución semántica de difícil determinación, frecuencia de crea- ciones expresivas con intervención de onomatopeyas...), la autora atiende a la presencia del vocabulario de la burla, de un lado —con sucinta referencia, porque incluirá mas adelante un apéndice— en el Vocabulario de germanía de Juan Hidalgo,y, de otro —con detenimiento

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Reseñas de libros

Monique JOLY, La bourle et son interprétation. Recherches sur le pas-sage de la facétie au roman (Espagne, XVIe-XVIIe siècles), Lille, Ate-lier National, Reproduction des thèses, Université de Lille 111,1982,626 p. (Diffusion : France-Ibérie Recherche, Université de Toulouse-Le Mirail, 31058 Toulouse Cedex).

Queremos comenzar por definir el libro que nos ocupa cono unlibro de extraordinario interés, a través del cual alcanzamos a tenerde la burla en la literatura, fundamentalmente picaresca y para-pica-resca, del Siglo de Oro español, la perspectiva de un microcosmos tri-dimensional, con expresión y conformaciones narrativas propias, conaprovechamiento, tan fecundo como original, de una rica tradición an-terior, y con integración en una realidad histórica.

Como la propia autora indica en el prefacio, la obra se arti-cula en dos partes que se complementan : una primera, más amplia, decarácter formal, consagrada al estudio lexicográfico del vocabulariode la burla, y una segunda dedicada al análisis de un tema burlescode privilegiada fortuna en la literatura picaresca y para-picaresca,el de la comida engañosa.

En el capítulo inicial de la primera parte, Monique Jolyjustifica la elección del término "bourle" ("Ce mot vieilli présen-tait l'avantage de réaliser sous lui, comme 1 'espagnol burla, unesynapse sémantique dénonçant les affinités qui existent entre le champde la tromperie et celui de la moquerie",p. 9), y expone que su laborde contribución al estudio del vocabulario de la burla no es la de unlexicógrafo que lo examina descontextualizado y de forma estática, si-no que, considerando la burla como una acción desarrollada entre dosadversarios, ha incluido una serie de lexias que señalan la posiciónde superioridad o inferioridad de esos rivales. No le ha interesadoprioritariamente la repertorización del máximo de ítems de los camposrespectivos del engaño y la mofa —y,no obstante, como veremos, el nú-'mero de los recogidos es grande—, sino la consideración del lugaren que aparecen y la función que desempeñan los mismos en los textosde la literatura picaresca y para-picaresca.

Analizados una serie de hechos convergentes de la historiay desarrollo del vocabulario de la burla, tendentes a demostrar laespecificidad del mismo (abundancia de lexias de origen incierto ode evolución semántica de difícil determinación, frecuencia de crea-ciones expresivas con intervención de onomatopeyas... ), la autoraatiende a la presencia del vocabulario de la burla, de un lado —consucinta referencia, porque incluirá mas adelante un apéndice— en elVocabulario de germanía de Juan Hidalgo,y, de otro —con detenimiento

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para subrayar el contraste que ofrece entre lexias textuales y lexiascomplejas— en el Vocabulario de refranes de Correas.

El glosario de la burla, que ocupa doscientas ochenta y dospáginas, comienza con un amplio capítulo (II), dedicado a "burla".De esta lexia, que realiza la sinapsis de los campos lexicográficosdel engaño y la mofa —uno y otro con polo positivo y negativo de con-notación—, Monique Joly evalúa, sobre todo, con pormenorización yajustada visión, los calificativos con que aparece en el Lazarillo,elOuzmán de Alfarache, el Marcos de Obregón, el Quijote y La PícaraJustina (señalando la ausencia total de calificación de la burla enel Buscón) y sus derivados (sustantivos, adjetivos y verbos).

Iras el comprensible encabezamiento del vocabulario por elarticulo correspondiente a "burla" y a sus derivados, el resto delmismo (cap. III) sigue el orden alfabético, agrupando casi doscien-tas lexias, de las que la autora (excepción hecha de algunas de menorrepresentación) determina, con encomiable precisión, el testimonio desu significación, localización y función en la literatura picarescay para-picaresca, acudiendo a diversas coordenadas documentales :obras lexicográficas ( Tesoro de la Lengua Castellana o Española de Co-varrubias, Diccionario de Autoridades, Diccionario Crítico Etimológi-co de la Lengua Castellana de Corominas...), autores de literaturaparemiológica en sentido amplio (Rosal, Correas, Santa Cruz, Rufo,Zapata...), dramaturgos y escritores varios del Siglo de Oro (Lope,Tirso, Calderón, Guevara, Luis Milán, Juan de Valdés, Gaspar LucasHidalgo...), cuentos populares... Las lexias de tratamiento más ex-tenso son "bellaco" y "truhán".

Completan el glosario del vocabulario de la burla dos brevesapéndices, uno con las lexias repertoriadas en el Vocabulario de ger-manía de Juan Hidalgo, hasta un total de treinta y cuatro, de las quese apunta el significado, y otro con lexias atestiguadas también en laépoca, en número de diecisiete, y cssi todas con documentación en elVocabulario de Correas.

La segunda parte del libro lleva por título : "L'auberge,lieu de tromperie", centrándose Monique Joly primero en la estructuradel relato, para abordar seguidamente su dependencia de la realidad(cap. I). La intervención de la posada en la obra de Mateo Alemánresulta calificable de revolucionaria, por ser el primero que le asig-na una función en el relato. Alemán hace de la posada "un lieu privi-legié de tromperie" (p. 335) y la descubre como "une transformée réa-liste du château enchanté des contes "fantastiques" (p. 337). Cervantes,consignando a las posadas del Quijote el doble aspecto de posadas ycastillos, será quizá el único que sabrá apreciar en su justa medida

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el alcance de esta transformada. La autora estudia, a través de losrelatos de viajes, el desarrollo de la hospedería española en los si-glos XII al XVI, con su modalidad particular de la venta, lo que lepermite llegar a la conclusión de que el éxito del tema de la posadaen la literatura va precedido de un progreso innegable de las posadasen la realidad. En este sentido interesa destacar la importancia deltestimonio de los viajeros para la conceptuación de las posadas, asícomo un dato revelador de la relación que se establece entre las po-sadas de un país y su grado de civilización (el capítulo Monique Jolylo ha titulado "Civilisation et barbarie"). Se trata del ataque contrala conducta de los posaderos a finales del siglo XVI, en aras de uncelo reformador, que tiene en su génesis motivaciones antitéticas :una preocupación de orden moral (impedimentos para el buen término deuna peregrinación), y otra de orden socio-económico (daño al desarrro-llo del comercio) .

El tema de los capítulos II y III lo constituyen los persona-jes y las situaciones de ese lugar de engaño que es la posada. Parael conocimiento de la sistemática que está tras unos y otras, convienedejar hablar a la propia autora :

Autour de cette idée, extrêmement banale, que l'au-bergiste est par définition un voleur, s'élabore dans lalittérature espagnole du début du XVIIe siècle, à par-tir du moment où Alemán met le thème à la mode, une vé-ritable systématique des situations et des personnages.(P. 371)

Esta sistemática narrativa, que constituirá la aportación realmentenueva, ya que las ideas explotadas y el material de proverbios y cuen-tecillos desarrollados son tradicionales — a la par que, en su mayorparte, comunes al resto de Europa—, se manifiesta en el equilibriode fuerzas masculinas y femeninas con que se distribuyen los papelesde los personajes-clave que trabajan o se relacionan con la posada,y que son cuatro : el huésped, la huéspeda, la moza de posada y elcriado.

Monique Joly hace un detenido estudio semiológico de cada unode esos personajes (cap. II), estudio muy logrado, que no sólo nosacerca al personaje, sino, lo que es más importante, a sus posibilida-des narrativas. Venteros y mesoneros presentan rasgos comunes : tra-tamiento de ladrones y de mala reputación (1); ocurrencia de ser moris-

(1) A la mala reputación tradicional de los posaderos se ha referido

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eos... El retrato del ventero posee caracterizaciones singularizadas :mayor desenvoltura y tiranía; particularidad —calco de una realidadhistórica— de ser con frecuencia cuadrillero de la Santa Hermandad,condición que le convierte, paradójicamente, en defensor del orden;etc. Entre el huésped y la huéspeda no hay distinción en la caracte-rización por la malicia. Hay, sin embargo, rasgos que, siendo losmismos para uno y otra, se inscriben en una sistemática diferente.Es el caso de la corpulencia, que en la huéspeda es exponente de sufealdad y fuente de caricaturización burlesca. La huéspeda vieja y feaviene a ser también objeto de una burla tipificada : el elogio de labelleza de la que carece.

El arquetipo de la moza de posada, personaje femenino, cuyavirtud corre siempre serios peligros, y cuyo condicionante, en formamás o menos atenuada, es la experiencia erótica en la posada, es pri-vilegiado por los escritores del Siglo de Oro en la forma de la mozabien parecida. La moza de posada y la hija del posadero, entre las queexiste una equivalencia semiológica, adquieren rango de heroínas en elrelato picaresco y para-picaresco, por lo que poseen una cierta indi-vidualidad, aun conservando rasgos del personaje-tipo. Las mozas de po-sada son, por naturaleza, no problemáticas, ya que no existe contradic-ción entre su función de peligrosas sirenas y sus condiciones para lle-varla a cabo. Este equilibrio es roto por Cervantes : Costanza es laantítesis de la moza de posada tradicional, pero la modificación cer-vantina concierne también, en perspectiva inversa a la de Costanza,a otros personajes, como Maritornes.

En el personaje del criado aparece la diferenciación inicialdel mozo que esta' vinculado a la posada, y el que está al servicio delviajero que se hospeda en ella. El mozo de espuelas está dotado de unconjunto de rasgos muy originales : superioridad sobre el viajero, ge-neradora de diferentes posibilidades narrativas (el conocimiento previoque tiene de la posada hace de él, ya un mago de ilusiones, ya un des-mitificador); función de distraer al viajero, llenando el tiempo vacío

ya con anterioridad la autora (p. 331, n. 2), remitiendo a F. Weber deKurlat (apud F. Rico, La novela pieavesca española, t. I, Barcelona,1967, pp. 256-257), quien recuerda la antigüedad del descrédito que pe-sa sobre los posaderos con la cita de la Almoneda de disparates, reco-gida en Pliegos Góticos de la Biblioteca Nacional, en apoyo de estaafirmación. Nosotros queremos retrotraer esa mala fama de los hospede-ros a la propia cultura clásica en la consignación "perfidus... caupo"y "cauponibus... malignis" de las Sativas de Horacio (I, 1, 29 y 1,5,4).

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del viaje con canciones, invectivas y pullas; estrecha unión con elpersonaje de Pedro de Urdemalas y el mozo de ciego, con la consiguien-te reputación diabólica; etc.

Cualquiera de los rasgos distintivos de cualquiera de lospersonajes-clave de la posada puede servir de punto de partida a undesarrollo narrativo. Monique Joly pone su atención en las situaciones(cap. III) que han alcanzado de hecho, en uno o varios autores, esedesarrollo narrativo de burlas en el tema concreto de la comida. Elengaño típico de la posada es el de la mentira sobre la calidad de lacomida : sustituciones estereotipadas del tipo "gato por liebre" y"vinagre por vino", de las que "dar muía, rocín, yegua/por vaca, ter-nera, carnero" engendra abundantes desarrollos narrativos en anécdotasgraciosas y en el episodio de Cantillana del Guzmán.

Analiza la autora la sistemática de estos engaños en el li-bro primero del Guzmán, concretando que la del primero de ellos (el dela tortilla con los huevos a medio empollar), es una sistemática nega-tiva, y que existe, en cambio, en la del segundo (el del mulo por ter-nera) discordia entre las apariencias y la realidad, a lo que hay queañadir el engaño infamante colocado bajo el signo de una infracción le-gal. Tras el Guzmán, Monique Joly se ocupa del Quijote, para hacernossaber que en el tema de la comida Cervantes reutiliza motivos de latradición burlesca, y detenerse en el episodio de las ilusiones susci-tadas por el ventero y desvanecidas por él mismo (2a parte, cap. 59).El último apartado de este capítulo III contrapone los mecanismos deuna misma burla, que la autora llama "le repas fantôme", en tres pasa-jes diferentes : uno del Mareos de Obvegón (I, 9), otro del Buscón (I,•+) y otro de La vida de Gil Blas de Santillana (cap. 2).

En una breve página de conclusión (p. 565) la autora recuerdalo que ha sido el planteamiento del trabajo y condensa los resultadosobtenidos :

... l'examen du vocabulaire de la bourle s'est ré-vélé aussi fécond pour la mise à Jour des systèmes dereprésentation en fonction desquels une société donnéea pu se penser elle-même que peut l'être celui de domai-nes qui- sont d'emblée perçus comme fortement systémati-sés, qu'il s'agisse du vocabulaire des institutions oude celui de la politique,

insistiendo en que el carácter de casos-tipo de las burlas sobre la co-mida le ha parecido justificación adecuada para centrarse en ellos ydejar al margen las burlas eróticas y escatológicas.

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El libro se cierra con los índices del vocabulario de la bur-la y de los nombres y obras citadas —ambos muy necesarios para laconsulta de una obra tan rica en despojo de textos, no sólo de litera-tura picaresca y para-picaresca, sino también de literatura paremio-lágica y de obras del Siglo de Oro, entre otras— y una copiosa biblio-grafía .

Una única objeccion, que en nada empaña su gran valor intrín-seco, hemos de hacer a este libro : al tener, como reproducción quees de la misma, los condicionantes, a nivel formal, de una tesis, ellector se siente con frecuencia insuficientemente guiado por su auto-ra,no pudiendo sustraerse, en ocasiones, a la sensación —penosa, co-mo interesado en la materia y complacido por el buen hacer del libro—de no estar llegando en su buceo a recoger todo el tesoro de su fon-do. Una última indicación : este libro de Monique Joly es un libro deimprescindible consulta para el estudio del Siglo de Oro.

María Pilar CUARTERO SANCHO(Universidad de Zaragoza)

Monique JOLY, La bourle et son interprétation...

Es, por cierto, difícil definir y resumir en pocas palabrasesta interesantísima tesis de Monique Joly. Lo más adecuado, quizá,sería poder hacerlo en forma de "burla" (i y no burlándose ! ) ; pero,ya que el género muy particular de la reseña universitaria impone ha-blar "de veras", dejémonos de "bromas", término que, desde el sigloXVIII, ha sustituido a "burla" en la oposición "burlas/veras", segúnlo que señala la misma autora.

Y volvamos a la "burla", a los problemas que se le han plan-teado a M. Joly para estudiar este vocablo con todas sus implicaciones(ya que, como veremos, el libro dista mucho de ser un mero análisislexicográfico) y a las soluciones casi siempre acertadas y agudas quepropone.

En el "Avant-propos", M. Joly explica la división del libroen dos partes que considera complementarias y que son de índole dife-rente : una primera parte titulada Divertissement philologique (pp.1-326) es más bien un estudio lexicográfico del vocabulario de la"burla", registrado en un corpus de textos narrativos, y sobre todo

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picarescos y para-picarescos, selección justificada por el particularinterés de la autora por la problemática narrativa de Alemán y Cervan-tes; la segunda parte, L'auberge, lieu de tromperie (pp. 330-563),viene a ejemplificar, a partir de un análisis formal, cómo funcionala "burla" en los textos, en un sector privilegiado, el mundo de laventa/mesón.

La primera parte, más que un análisis lexicográfico strictosensu, se presenta como un análisis de las palabras en contexto, sien-do el contexto tanto el inmediato discursivo como el de la obra de lacual están sacados los ejemplos (v.gr., p. 169,el funcionamiento detriste en La Pícara Justina). Además, la "burla" interesa aquí por

ser un motor de la narración (1). La estructura de la "burla", quesupone dos actantes —un agente y un paciente—, hace de ella unmicro-relato que puede ir solo, o insertarse en relatos más ampliosdonde adquiere significaciones diferentes según el dispositivo deconjunto. Así es como el corpus incluye términos que son denominacio-nes no sólo de los diferentes tipos de burlas, sino también de losactantes que participan en ellas y de las acciones realizadas.

El primer capítulo ("Le vocabulaire de la bourle") se confor-ma como un conjunto de aclaraciones sobre el objeto del estudio, defi-nido sobre todo en contra de otras posturas, como la que explica lagran riqueza del vocabulario de la burla en castellano por una idio-sincrasia nacional (pp. 2-9). Allí también se justifica la traducciónde "burla" por "bourle" (vocablo francés anticuado), por darse en estetérmino como en aquél la indiscriminación de dos campos semánticos,el de "engaño" y el de "mofa". A falta de un análisis lexicográficomás preciso —en semas—, los ejemplos aducidos (sacados tanto delcastellano como del francés o del italiano) ilustran esta particularalianza y llevan a unas conclusiones sobre la historia y la evolucióndel vocabulario de la burla (pp. 18-24). Y el capítulo acaba con unascalas en el Vocabulario de refranes de Correas, para tratar de apre-ciar la importancia de la burla en la paremiología.

Los dos capítulos siguientes constituyen el glosario. El cap.II está dedicado exclusivamente a "burla" y sus derivados en las cin-cuenta páginas dedicadas a la palabra clave de este trabajo (pp. 41-93), a la par que se da un repaso histórico a las utilizaciones de "bur-la" (siguiendo las consideraciones de M. Morreale sobre la traducciónpor Boscán del Corteggiano, se examinan las connotaciones positivas onegativas que se le pueden agregar. Estas dependen del contexto y se

(1) "C'est dire qu'à l'origine, mon interrogation est essentiellementune interrogation sur la narrativité" (p. 12).

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manifiestan por los adjetivos adjuntos (que. refieren a las dos catego-rías bueno/vs/malo), siendo de particular interés las llamadas "bur-las pesadas". Se comparan, a este respecto, las utilizaciones de "bur-la" y sobre todo de "burla pesada" en Alemán, Espinel, Cervantes, Ló-pez de Ubeda, con conclusiones sobre la particular problemática delas obras de cada uno de estos autores. Este análisis de "burla" esejemplar de todos los análisis de palabras del glosario. No se les dauna definición previa sino que se las ve empleadas en diferentes con-textos. Son de notar la abundancia de las citas textuales (analizadacada una de ellas) y la precisión y meticulosidad características deunos análisis que tratan siempre de ampliarse hasta llegar a una vi-sión global de las obras citadas.

En el tercer capítulo (el glosario propiamente dicho con laspalabras ordenadas alfabéticamente)/ destacan algunos estudios por suimportancia cuantitativa y cualitativa. Tal es el caso de "pullas"(pp. 247-267), definidas como "joute verbale" y situadas en un contex-to carnavalesco como puede ser el del viaje; el caso también de "tru-hán" (pp. 283-317), una de las denominaciones más problemáticas delagente de la burla."La voie d'accès que je propose à ces problèmescomplexes est, conformément à l'optique de ce glossaire, celle d'unexamen de l'utilisation qui est faite des diverses désignations dubouffon" (p. 283). Así es como M. Joly compara "truhán" y "juglar","truhán" y "chocarrero", tratando de delimitar las fronteras que se-paran tales términos, variables según las épocas y las obras. Se inte-resa particularmente en la utilización que hacen del papel del "tru-hán" Alemán y Cervantes (éste en reacción contra aquél). Leamos lo quenos dice sobre Alemán :

Ce n'est donc pas, en soi, le rapprochement du bouf-fon et du page qui est propre à Alemán, mais le remarqua-ble parti qu'il tire de l'existence d'une sorte de cli-ché sur ces représentants de la domesticité des grandspour jouer à la fois sur les deux tableaux d'une respon-sabilité atténuée (celle de l'amuseur qui répond aux in-citations de ses différents maîtres), et, en début commeen fin de parcours, d'un "péché" —gourmandise, servicede la luxure— digne d'être châtié par l'interventiond'une justice providentielle. En tant que brillante mé-canique, peut-être la bourle perd-elle à ces savantespesées, tandis que le récit, lui, y gagne en profondeur".(P. 308)

Y también estas líneas sobre Cervantes :

De la même façon que le refus de la picaresque s 'ex-

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prime, d'une part, par la représentation à demi fantas-mée d'une sur-picaresque dégradée —celle des ruffianset des prostituées, des valets de louage et des fillesd'auberge—, de l'autre, par la construction des per-sonnages qui, tout en étant des anti-picaros, n'en em-pruntent pas moins aux héros picaresques certains deleurs traits, le double processus qui assimile l'histrio-nisme à la délinquance,mai s développe par ailleurs despersonnages d'amuseurs conçus comme des anti-bouffonsme paraît devoir être interprété comme un refus de1'histrionisme de fonction tel que l'assume Guzmân.(P. 313)

Me parecen estas citas muy características de la manera deM. Joly : sus apreciaciones no son nunca tajantes sino muy matizadas,hasta tal punto que esto repercute a veces en una sintaxis algo enre-vesada .

En cuanto a la segunda parte (L'auberge, lieu de tromperie),es una aportación original que se centra sobre ese lugar privilegiado(el mesón o la venta) donde suelen ocurrir las burlas. M. Joly enfocadesde el principio el problema según una perspectiva literaria :¿ cuá-les son la función y el significado de la venta/mesón en las muchasobras literarias en las que aparecen ? Después de rebatir la consabi-da postura que consiste en buscar en obras literarias documentos sobrela "realidad" de la época (pp. 331-333), hace remontar a Alemán elpapel funcional que se le asigna a la venta/mesón :

Au moment où se situe l'intervention décisive deMateo Alemán, l'auberge -~mesán ou venta— est depuislongtemps implantée dans la réalité, dans le lexique et,on le verra, dans la mythologie populaire de la Péninsu-le. Elle a été, corme dans d'autres pays d'Europe, choi-sie comme cadre symbolique de courtes pièces édifiantes(Farsa de la ventera, de Diego Sánchez de Badajoz, Autoda Alma, de Gil Vicente). Ainsi que devrait le montrerla suite de cette étude, toute la thématique qui luiest attachée, et notamment la vieille idée médiévaleque l'aubergiste ne saurait faire son salut ou la compa-raison, médiévale elle aussi, du passage de l'homme surterre, au séjour à l'auberge, seront reprises et dévelop-pées par les successeurs d'Alemán. Ce qui, néanmoins,donne à son intervention un caractère que l'on peut,sans exagérer, qualifier de révolutionnaire, c'est qu'ilest le premier à lui assigner un rôle fonctionnel à l'in-térieur du récit. Innovation dont on peut mesurer la

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portée, ne serait-ce qu'en comparant de ce point de vueGuzmán à La vida de Lazarillo de Tonnes., où l'auberge,présente certes et même de façon très significativedans le premier traité, demeure toutefois un décor im-plicite. (P. S3S)

Esta reivindicación de la "literariedad" de la venta/mesónno significa, ni mucho menos, desinterés por el contexto histórico departe de la autora; pero ésta sitúa muy bien el debate a otro nivelque el de la adecuación (o no adecuación) a la "realidad" histórica.

Y, precisamente, empieza la autora enfocando el problema enel marco histórico y cultural europeo. En el siglo XVI, las posadas,institución relativamente reciente, sirven de punto de comparaciónentre las diferentes naciones (pp. 339-350). Pero de todas las críti-cas, las únicas que se siguen recordando (hasta hoy) son las que sedirigían a las ventas españolas (véase la expresión francesa : "au-berge espagnole"), por la peculiaridad de no encontrar en ellas máscomida que la que trae el mismo viajero. Esto se explicaría por unhecho de civilización original, de abolengo medieval, más sistematiza-do en España que en otros países, y según el cual existe una diferen-cia entre la "posada" y "el yantar", en lo que debe el vasallo asu señor (p. 353) :

II pavait hors de doute qu'aux yeux de ces auber-gistes honteux, apprêter de la nourriture, c'est semettre, vis-à-vis de ses hôtes, dans un rapport d'asser-vissement ressenti comme bien plus dégradant que celuique suppose le fait de les loger sous son toit, celui-ci conservant plue aisément le caractère d'un gestenoble et non commercial. (Pp. 354-355)

Estas raíces culturales explican que la venta se haya conver-tido en un lugar sobrecargado de connotaciones sociales y morales,que han aprovechado los autores transformándolas en materia literaria.Este debate sobre las ventas puede ejemplificar cómo M. Joly enfocalas relaciones complejas entre historia y literatura.

El segundo capítulo está dedicado a establecer "une sémiolo-gie des personnages". Son personajes-tipos que se definen por su pa-pel. Se pasa revista al huésped (pp. 373-393); a la huéspeda (pp. 394-409); a la moza (pp. 409-M-46), a veces especificada en "fregona" (conun análisis de lo que representa la anti-fregona que es la "Ilustrefregona"); al mozo (pp. 446-486), capaz de competir con el mismo dia-blo. Después de los personajes, forman el tema del tercer capítulo,las situaciones, tan arquetípicas como son arquetípicos los personajesf

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a pesar de las variaciones de significación que resultan de su inser-ción en obras diferentes.

El primer caso considerado es el de "la fraude sur la nourri-ture" o sea el conocido "dar gato por liebre" (con todas sus variantes):no sólo se aprovecha por sus posibilidades narrativas, sino que mani-fiesta la transgresión de un tabú alimenticio :

Certes, il importe de ne pas confondre en l'occurren-ce les effets et les causes : nous ne rencontrons autantde substituts possibles de la viande d'âne, de chevalou de mulet, nous n'avons droit à autant de précisionssur la façon dont on la déguise que parce qu'il s'agitd'une mystification plus dégradante encore que toutesles autres, soit parce qu'elle porte sur des objetssur lesquels pèsent certains tabous alimentaires, soitparce qu'une identification est toujours prompte à seproduire entre la chose dévorée et le dévoreur, et quel'homme qui a consommé la chair d'une bête de somme esttraité de bête de somme à son tour; en même temps,accusé d'avoir dévoré son semblable, il devient coupabledu crime d'anthropophagie. (Pp. 496-497)

Se examinan a continuación los sistemas narrativos que formanlos episodios de las ventas en el Guzmán (pp. 505-523) y en el Quijote(pp. 523-548), poniéndose de manifiesto los mecanismos que funcionanen cada una de las obras. Y acaba el capítulo con el estudio de unaburla clásica, llamada "le repas fantôme", que tiene un valor inicia-tico y en la que unos aduladores comen a costa de un ingenuo. Se com-para las plasmaciones de esta burla en tres obras, La vida de Marcosde Obregón, el Buscón y La vie de Gil Blas de Santillane, sirviendoel cotejo para subrayar las diferencias de enfoque de las tres obras.

La conclusión del libro consta de una sola página, lo que esmuy característico del método de M. Joly, método que se podría llamarinductivo y que consiste en acopiar citas, en analizar textos y micro-textos, en compararlos, en ahondar en puntos particulares más que engeneralizar y sintetizar. Además, quedan vías abiertas para seguiresta investigación ejemplar y no exhaustiva, como señala la mismaautora en las ultimas líneas.

Si j'ai le sentiment d'avoir ainsi cerné certainsproblèmes fondamentaux de la bourle en tant que forme,il va de soi que je n'ai exploré qu'une parcelle rela-tivement réduite de l'énorme matière susceptible d'en-trer en relation avec cette forme. C'est ainsi que,

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faisant une part relativement belle aux bourles sur lanourriture, les pages qui précèdent rendent sans douteimparfaitement compte de la forte productivité des bour-les erotiques ou scatologiques. Je me contenterai derépéter ici que le caractère démonstratif de cas-typesm'a paru justifier cette prise de position sélective.La différence même de la matière facétieuse constitue,en même temps qu'un obstacle, une invitation à prolon-ger autrement une étude qui n'est ici proposée qu'à ti-tre de contribution à une meilleure connaissance decertains aspects du problème. (P. 565)

Que se me permita para concluir manifestar una opinión perso-nal sobre el estudio en conjunto y sobre sus métodos. Monique Jolyno impone nunca al lector sus resultados sin haberlos asentado en de-mostraciones precisas, pormenorizadas, rigurosas ; nos hace andar conella el camino de su búsqueda, nos hace discurrir a lo largo de lasobras, de las citas, de las comparaciones. Asistimos, pues, al proce-so de edificación, en vez de estar ante un edificio ya construido,a veces en el aire, como suele ocurrir tantas veces. Y esto se verifi-ca tanto en la definición de determinadas palabras (véase la diferen-cia entre "embeleco" y "embuste" pp. 18t-186) como en el planteamien-to general de la obra. M. Joly no oculta las etapas de su trabajo (véa-se su autocrítica del análisis de "pullas", p. 6), las dificultades,las reorientaciones (p. 6), las limitaciones (p. 16), todo lo cual lalleva a dejar pendientes varios problemas y a abrir vías para seguiry ahondar su investigación (véanse las notas al análisis de "truhán"p. 284 y p. 297), que remiten a un trabajo en preparación sobre eldiscurso mítico a propósito del "truhán" (2). Insisto en esta posturaporque me parece diferir de la de muchas tesis que se presentan comoel "opus magnum", remate y sanseacabó de una investigación. Además,como la autora se incluye en su texto con sus dudas y sus certezas,nos hace partícipes de ellas y nos da la impresión de que nosotrostambién vamos deslindando conceptos borrosos y adentrándonos en mentali-dades pretéritas.

Un pequeño reparo concierne la utilización de ciertos concep-tos de la narratología (como "actante" o "enunciación") no definidosni aclarados suficientemente. Pero es cierto que no es el propósitocentral del trabajo, ni mucho menos : son sólo instrumentos de análi-

(2) Véase, al respecto, el artículo posterior de M. Joly : Fragmentsd'un discours mythique sur le bouffon,en Visages de la folie (1500-1600 (Domaine hispano-italien), Paris, université de la Sorbonne,1981,pp. 81-91.

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sis para explicar el funcionamiento narrativo de la "burla". Éste, sinembargo, es quizá algo más complejo que el binarismo utilizado aquí :mistificador/mistificado, agresor/agredido, burlador/burlado, o seaagente/paciente. Me parece que habría que añadir un tercer actante,el observador de la burla que sanciona luego su éxito o fracaso y pue-de representarse bajo varias figuras. Efectivamente habría como unproceso de conmunicación doble, con una relación entre el que hacela burla y el que la sufre por una parte, y, por otra, una relaciónde los dos con el que la presencia y la celebra o la censura (pudien-do ser éste, en ocasiones, el mismo narrador).

Lo cual no quita que se deba ponderar otra vez la honestidadde la autora, el vigor de sus análisis y la perspicacia con la quesaca conclusiones amplias de fenómenos lingüísticos parciales. En efec-to, a pesar de la voluntaria limitación del objeto de estudio, estelibro, que se ciñe a un pequeño sector de la literatura de los siglosáureos, llega a ser un esbozo de historia de las mentalidades y dehistoria literaria.

Michelle DEBAX(Universidad de Toulouse-Le Mirail)

ha. picara Justina, edición de Bruno Damiani, Madrid, Porrúa, 1982.

En nuestra anterior reseña (Criticón, 21, 1983, p. 93) de es-ta excelente edición de La picara Justina, indicábamos que el editormanejaba como texto base el de la edición impresa en Valladolid en1605, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid, bajo lasignatura R/9128. Para afirmarlo, nos fundábamos sobre la "Nota previa"de la página 28 (en que figura de hecho esta información), no sincomprobar cierta contradicción entre el lugar de imprenta indicado(Valladolid) y los lugares de imprenta señalados en la "Noticia Biblio-gráfica" de la página 21 (Medina del Campo, y, por otra parte, Barcelo-na) . Acabamos hoy de recibir de Bruno Damiani la confirmación de quehabía algún error, y, más precisamente, una errata, por él corregidaen las galeradas de su edición, pero desafortunadamente conservadapor el linotipista. Debe decir, pues, el primer párrafo de la mencio-nada página 28 :

EL texto de la presente edición sigue eX de la edi-ción principe de La picara Justina, impreso en Medinadel Campo, en 1G05, que se conserva en la Biblioteca Na-

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donal de Madrid, bajo la signatura R/9128.

Christiane FALIU-LACOURT(Universidad de Toulouse-Le Mirail)

Joël SAUGNIEUX, Cultures populaires et cultures savantes en Espagnedu Moyen Age aux Lumières, Paris, Editions du CNRS, 1982, 180 p.

Al titular su libro Cultures populaires et cultures savantesen Espagne du Moyen Age aux Lumières, Joël Saugnieux sugiere la ex-tension de su cultura personal. Además, su competencia va más allá delo que indica su título ya que el universitario lionés dedica dos ca-pítulos de su estudio al arte religioso en la Francia del siglo XII.No se debe, pues, considerar Cultures populaires et cultures savantesen Espagne... como una suma diacrónica de las relaciones entre lasdiferentes culturas en España y durante casi cinco siglos. Se trata,más modestamente, de la reunión de cinco artículos ya publicados porJoël Saugnieux,a los que se añaden tres capítulos inéditos.

El conjunto algo heteróclito — ¡un capítulo es una comunica-ción presentada en un congreso de ginecología y publicada en el volu-men Douleurs pelviennes chroniques (Masson) !— difícilmente podíaresumirse en un título, por muy abarcador que fuera. Consciente de laheterogeneidad de su obra, Joël Saugnieux subraya en su introducciónque lo que le da unidad es un método de trabajo pluridisciplinariocon el propósito de un análisis fino de las corrientes culturales ensincronía y en diacronía. Veamos pues cómo Joël Saugnieux enfoca losdiferentes temas de su largo paseo cultural.

En la primera parte del libro, titulada "Le témoignage de lalittérature", el capítulo I plantea el problema de la relación entre"culture populaire et culture savante dans l'Espagne du XlIIe siècled'après l'oeuvre de Berceo". La obra de Berceo no es más que un pre-texto para ilustrar la complejidad de la cultura religiosa en que con-fluyen aportaciones cultas y populares. Así es como el culto mariaiparte de los clérigos antes de encontrar el éxito popular. En cambioel culto de los santos y la creencia en sus milagros tienen sus raí-ces en las creencias populares antes de convertirse en objeto deldiscurso teolo'gico. El mester de clerecía es un lugar donde se esta-blecen relaciones dialécticas entre: las dos culturas. Para responder

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a una serie de preguntas que se hace sobre la significación y la fun-ción social de la obra de Berceo, Joël Saugnieux sugiere pistas deinvestigaciones tales como el cotejo con la iconografía y sobre todoel estudio del léxico.

El capítulo siguiente se interesa por las traducciones de laBiblia. Después de presentar un catálogo bibliográfico de las traduc-ciones francesas y castellanas en la Edad Media, Joël Saugnieux seinterroga sobre la multiplicación de las traducciones de la Bibliaen España entre 1250 y 1275. Castilla conoce entonces el formidableimpulso cultural dado por Alfonso el Sabio y la escuela de traducto-res de Toledo. Pero si se traduce la Biblia es más por razones teoló-gicas y políticas que lingüísticas. Frente a los progresos de la he-rejía catara, la Iglesia define, particularmente en el concilio de La-tran, una nueva política que puede resumirse en dos fórmulas : recon-quista espiritual y cruzada pedagógica. Tales traducciones suponenuna modificación radical de la mentalidad de los clérigos para quie-nes la lingua sacra era señal de reconocimiento y de superioridad.Ofrecer al pueblo, siquiera a través de los sermones, un acceso alos textos bíblicos supone, una concepción de la Iglesia y de lasalvación abiertas a los legos y los humildes. Tal cambio de pers-pectivas acarrearía en la clase clerical nuevas polémicas y contra-dicciones, cuyo resultado sería una duradera prohibición, a finesdel siglo XIII, del paso de la Biblia a la lengua vernácula.

Sobre el tercer capítulo haremos consideraciones más exten-sas, ya que toca al período de predilección de los lectores de estarevista : el Siglo de Oro. Se trata de un enfoque específico de laobra de Teresa de Avila : "Culture féminine en Castilla au XVIe siè-cle. Thérèse d'Avila et les livres".

Al empezar este estudio, Joël Saugnieux anuncia su propósitometodológico : mostrar lo que la literatura aporta a un mejor conoci-miento de la historia, y lo que el contexto histórico puede aportara una mejor comprehensión de la literatura. El contexto histórico dela Santa, tal como lo presenta a priori Joël Saugnieux, es el de unatriple limitación cultural : la de ser mujer, la de ser de sangrejudía, la de pertenecer a una burguesía de provincia. No se pueden,desde luego, negar los rasgos femeninos de la obra teresiana que, alnivel cultural, se traducen por una instrucción de autodidacta, unadesconfianza frente a la teología, una especie de complejo de inferio-ridad frente a los hombres doctos. Sin embargo —lo que reconoceJoël Saugnieux—, la instrucción de Santa Teresa es muy superior ala de las mujeres de su tiempo. El ambiente familiar en que se cría,con un padre y una madre aficionados a la lectura, constituye unaexcepción. De modo que, lejos de ser un caso ejemplar de la cultura

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feminina en el siglo XVI, Santa Teresa de Avila representa un casototalmente atípico.

Mucho más discutibles nos parecen las conclusiones que JoëlSaugnieux saca de la pertenencia de la Santa a una burguesía de ori-gen judío. Si bien es verdad que investigadores de nuestro siglo handocumentado la condición de judío de su abuelo, nada permite asegurarque la nieta está enterada de los orígenes de su familia. Su padretenía cinco años cuando su abuelo se confeso ante los inquisidores.Este cambió de nombre, tomo el de su mujer cristiana vieja, se mudóa otra ciudad y obtuvo un título de nobleza. Con tantas precaucionesse podía haber olvidado el origen converso de los Cepeda de Ávila.El hecho es que ningún ataque de los muchos que sufrió' la monja ensu vida se fundamentó en su raza. Por otra parte, aun cuando acepte-mos la hipótesis de que la Santa supiera ser de sangre judía, elpanorama que dibuja Joël Saugnieux de la condición conversa nos pare-ce carecer de fundamento histórico sólido. Decir que el grupo socialal que Teresa de Ávila pertenecía era un grupo social minoritario yoprimido nos parece abusivo cuando se sabe que se trataba de una ca-tegoría social que se encontraba en lo alto de varias esferas económi-cas e intelectuales. Afirmar que el tema centi.l de toda la obra deSanta Teresa es el del honor y que en eso se reconoce la obsesiónmayor de los conversos, es limitar a un grupo restringido lo que enrealidad era una obsesión muy difundida,desde los labradores hastalos hidalgos. Además, las denuncias que hace la Santa del honor ydel linaje no se apartan de la línea ascética tradicional lógica parauna fundadora de conventos, y no sería difícil encontrar textos depredicadores y moralistas viejos cristianos en que la crítica del ho-nor es mucho más virulenta.

Por todos estos motivos nos parece difícil afirmar que apare-ce en Santa Teresa "un anhelo de compensar con un linaje espiritualla carencia de uno socialmente estimable". La postura del discípulode Américo Castro nos extraña tanto más que coloca como epígrafe desu libro la siguiente cita de Gabriel García Márquez "... briser leslimites étroites que les cartésiens et les staliniens de tous lestemps ont imposées à la réalité afin de la comprendre plus aisément".¿ Qué hace Joël Saugnieux sino imponer a la realidad del Siglo de Orolos límites estrechos del problema de la limpieza de sangre, instalan-do así un deterninismo muy parecido a los que quiere evitar ? Al ex-poner una tesis tan frágil, Joël Saugnieux demuestra la dificultadde llevar a cabo su propósito inicial, el de establecer una relaciónentre historia y literatura. Para realizar este tipo de estudio, ladificultad está más en el conocimiento de la historia que en la com-prehensión de los textos. Cuando Joël Saugnieux se limita a un análi-sis de los textos, consigue resultados más convincentes, como cuando

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establece una cronología de la posturas de la Santa frente a los li-bros y ofrece interpretaciones sugestivas del libro como sustitutode un confesor imposible de encontrar, de un padre desaparecido o deun Dios ausente.

En la segunda parte de su libro, titulada "Le témoignage del'art", Joël Saugnieux se interesa por la escultura románica france-sa. En el capítulo IV, constituye un catalogo de las representacionesde la lujuria en el siglo XII y hace hincapié en el antifeminismo quelas inspira. Relaciona tal fenómeno con la dominación de la culturamonástica fundamentalmente misógina, cultura progresivamente suplan-tada, en el siglo XIII, por la cultura profana del amor cortés. Elcapítulo siguiente tiene su punto de partida en la contemplacióndel tímpano románico de Conques, que se singulariza por sus numero-sas inscripciones. Joël Saugnieux vincula esta peculiaridad con elpaso de la cultura cerrada de los monjes a la cultura abierta delos clérigos. Los monjes de Conques contaban con los clérigos acompa-ñadores de los peregrinos para sacar del tímpano temas de sermones.

La tercera parte del libro se centra en el Siglo de lasLuces, con un enfoque esencialmente histórico ("Le témoignage del'histoire"). El capítulo VI —"Elitisme et cléricalisme dans l'Egli-se espagnole des Lumières"— recoge algunos puntos de la tesis dedoctorado de Joël Saugnieux sobre el jansenismo español. Insiste enla postura conservadora de la Iglesia española en el siglo XVIII ydescribe diferentes posturas eclesiásticas frente a la religión popu-lar.

El capítulo VII —"Catholicisme éclairé et religiosité popu-laire. Le culte mariai dans l'Espagne du XVIIIe siècle"— empieza poruna lección de metodología : cómo reunir fuentes de información sobreuna devoción popular. Los documentos aducidos son muy diversos : tex-tos de sermones, relatos de viajeros, catálogos de cofradías y her-mandades, registros de bautismos, testamentos, arquitectura religiosa,etc. Después de comprobar el notable desarrollo del culto mariai enel siglo XVIII, Joël Saugnieux avanza algunas hipótesis : intento delos misioneros y predicadores populares de aprovechar la devoción ala Virgen para luchar contra la descristianización,preferencia delos clérigos por un modelo antifeminista de hecho, que encierra a lamujer en su papel social de madre.

El último capítulo —"Un nouvel instrument de culture : lapresse au Siècle des Lumières"— deja de lado los problemas de cultu-ra religiosa para estudiar la aparición del fenómeno periodístico.Se trata de consideraciones generales sobre los factores de desarrollo

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de la prensa periodística : crecimiento demográfico, desarrollo eco-nómico, alfabetización, mejora de las comunicaciones. Joël Saugnieuxpone de relieve los vínculos estrechos entre el desarrollo capitalistay la necesidad de las publicaciones periódicas. Así es como justi-fica el fracaso relativo de la prensa española por la aparición tar-día de la mentalidad burguesa en España.

Llega el momento de establecer un balance general del "pat-chwork" de Joël Saugnieux, insistiendo en lo que es y lo que no es.En cuanto al contenido, no es, en contra de lo que reza el título,un estudio diacrónico de las relaciones entre culturas populares yculturas sabias en España desde la Edad Media hasta las Luces. Esesencialmente, exceptuando el último capítulo, un análisis de lascorrientes más o menos contradictorias que constituyen la cultura re-ligiosa en diferentes épocas y países.

En cuanto al método no es, en contra de lo que afirma el tex-to de presentación, una aplicación de los métodos lingüísticos a lahistoria de las culturas y mentalidades. Se trata de métodos empíri-cos adaptados al objeto de estudio, fundamentados ya en un análisisde la obra artística o literaria, ya en documentos provenientes en lamayoría de los casos de historiadores de las mentalidades.

En cuanto a la intención del autor que se afirma como militan-te del antimarxismo histórico, nos interrogamos sobre la eficacia desu demostración. Bien demuestran sus diferentes artículos que una opo-sición entre cultura dominante y cultura dominada es demasiado sim-plista y que hay que tener en cuenta la complejidad del edificio so-cial, pero nos parece que la pintura que nos presenta Joël Saugnieuxde un marxismo que rechazaría tales matizaciones es algo caricatures-co. Por otra parte, aunque trata de minorar la relación entre mentali-dad e infraestructura, no puede Joël Saugnieux ocultar la importanciadel factor económico al que tiene que reconocer implícitamente un pa-pel primordial. Por fin, el rechazo de un dogmatismo puede conducir arefugiarse en otro, asi como lo hemos visto en su explicación de laespiritualidad teresiana en función del problema converso.

Dejando el lado polémico, diremos para terminar que tenemosaquí un libro que no es realmente un libro sino una reunión de suge-rencias , en que impera mas el espíritu de fineza que el de geometría.

Claude CHAUCHADIS(Universidad de Burdeos)