Universidad Santo Tomás de AquinoMétodos Teológicos Doc. Fr. Adalberto CardonaElver Arenilla

REPUESTAS DEL EXAMEN DE MÉTODO TEOLÓGICO EN SANTO TOMAS DE AQUINO

1. TEOLOGÍA – DESDE – HACIA – CRISTO

a. Desde – Cristo: Tomás de Aquino ve a la teología como participación en la ciencia que Dios tiene de sí mismo. Es Dios quien conoce perfectamente. Eso supone configurar así la teología para que no sea un mero esfuerzo intelectual humano, sino participación. La racionalidad de dicha «sacra doctrina» ‘es pues una racionalidad participante’. El hilo conductor de esta visión de la teología está marcada por la identificación de toda gracia con Cristo y presentar a Cristo como lo concretissimun del camino, dentro del esquema egressus a Deo y regressus ad Deum. Cualquier inmanencia de Dios en el mundo (gracia) es un movimiento hacia retorno y lleva un sello de Dios Trinitario quien es su Hijo se expone contra el pecado. Por tanto, como Palabra depositada ya en la creación, la aceptación de la gracia.

b. Hacia – Cristo: La naturaleza humana la percibe santo Tomás en su perspectiva dinámica. El clásico concepto de la naturaleza la escribe en el gran movimiento de todo lo que existe de Dios y tiende hacia Él. Por tanto, la naturaleza significa para cada ente su peculiar manera de hallarse en camino hacia Dios. De entre todo lo creado, el hombre es la única criatura que conoce su propio fin y trasciende lo finito. La perspectiva es siempre dirigida hacia la vida «con» Cristo, para que seamos partícipes de su vida.

TRIPLE HORIZONTE EN EL QUE APARECE LA DIVINIDAD (Raimon Panikkar)

a. El horizonte metacoslógico:

Una características del ser humano – sobre todo en la antigüedad - es la de vivir cara al mundo; su mirada se dirige hacia el cielo y la tierra, y en ese horizonte aparece la divinidad, como Señor, Causa, origen. La divinidad aparece vinculada al

mundo, y éste aparece interpretado como el mundo de la divinidad. Por esto, Panikkar nos dice que unas de las razones para un cambio fundamental en la espritualidad del presente y el futuro que nos lleve a una «secularidad sagrada» es la «crisis de la confianza cósmica», fundamentalmente en todas las religiones tradicionales.

b. El horizonte metaantropológico:

En un momento de la historia, el interés principal del ser humano dejó de ser la naturaleza y el mundo circundante y se centró en el hombre mismo; su mirada se dirigió hacia su interioridad, con lo que el lugar de la divinidad se desplaza hacia el ser humano. Es el lugar metaantropológico. «La divinidad es percibida como el símbolo real donde culmina el fin y la perfección del ser humano». Se trata de la culminación de una autoconciencia antropológica. Panikkar califica esta divinidad emergente como «la Plenitud del corazón humano, el Destino del hombre, la Guía de los pueblos y el Amado de los místicos, el Señor de la historia la completa Realización de aquello que nosotros realmente somos».

c. El horizonte metaontológico:

El lugar de la divinidad seria aquí el de un súper-Ser. El hombre se hace consciente de su capacidad de darse cuenta de que no lo puede entender todo. «la divinidad es aquí percibida no sólo más allá del mundo físico, sino también más allá de los confines de cualquier reino natural, incluido el mundo humano o cualquier otro […] la trascendencia o alteridad es tan absoluta que se trasciende a sí misma y no puede ser llamada trascendente […], no es ser, está más allá del Ser.» Este lugar metaontológico es el apofatismo absoluto, en el que el silencio seria nuestra única actitud validad: «la divinidad es silencia porque nada dice, porque nada hay que decir».