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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LAS EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Intervención psicológica adaptada a las nuevas tecnologías: revisión teórica Alumno/a: Cristina Díaz Lara Tutor/a: Prof. D. Manuel Miguel Ramos Álvarez. Dpto: Metodología de las Ciencias del Comportamiento.

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UNIVERSIDAD DE JAÉN

Facultad de Humanidades y Ciencias de la

Educación

Trabajo Fin de Grado

Intervención

psicológica

adaptada a las

nuevas

tecnologías:

revisión teórica

Alumno/a: Cristina Díaz Lara

Tutor/a: Prof. D. Manuel

Miguel Ramos Álvarez.

Dpto: Metodología de las

Ciencias del Comportamiento.

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ÍNDICE

1. RESUMEN/ABSTRACT .................................................................................... 3

2. INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 4

3. MÉTODO ............................................................................................................ 5

3.1. Terapia vía Ordenador ................................................................................... 6

3.2. Terapia vía Telefónica ...................................................................................... 9

3.3. Terapia vía E-Mail .......................................................................................... 12

3.4. Terapia vía Videoconferencia ........................................................................ 13

3.5. Otras E- Terapias............................................................................................ 14

4. APLICACIONES PRÁCTICAS EN DISTINTOS TRASTORNOS ........... 15

4.1. Ansiedad y Depresión .................................................................................... 16

4.2. Conductas Adictivas ..................................................................................... 25

4.2.1. Tabaco .......................................................................................................... 25

4.2.2. Alcohol ......................................................................................................... 27

4.2.3. Drogas ........................................................................................................... 28

4.2.4. Sobrepeso ...................................................................................................... 30

5. CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS ................................... 31

5.1. Ventajas ........................................................................................................... 31

5.2. Desventajas ...................................................................................................... 32

6. DISCUSIÓN ..................................................................................................... 34

7. CONCLUSIONES FINALES .......................................................................... 36

8. REFERENCIAS ............................................................................................. ..38

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1. RESUMEN

En esta revisión teórica realizo un análisis de los artículos

desarrollados en el campo de las nuevas tecnologías como elemento

terapéutico aplicado al ámbito de la psicología clínica. Tras

seleccionar las palabras clave se realizó una búsqueda bibliográfica y

revisión en las bases de datos: Psycinfo, EBSCOhost de los artículos

seleccionados. Previo análisis del que se desprenden las ventajas y

desventajas y los aspectos a considerar para su implementación,

obligado repaso a alguna de la literatura de las aplicaciones prácticas

en terapia de las nuevas tecnologías, en diferentes trastornos. A través

de la clasificación según criterios seleccionados, se estudian las

limitaciones conceptuales y metodológicas y se discuten sus

implicaciones clínicas teóricas y aplicadas.

PALABRAS CLAVE. Psicoterapia, tratamiento, Ciber-

terapias, terapia online, e-terapias, Modificación de sesgos cognitivos

(MSC), sesgos cognitivos, droga, intervención, dejar de fumar,

intervención a distancia, alcohol, teléfono móvil, Evaluación

Ecológica Momentánea.

1. ABSTRACT

In this theoretical review I perform an analysis of developed articles

in the field of new technologies as a therapeutic element applied to

the field of Clinical Psychology; with particular reference to potential

therapy study in cognitive bias (CBM). After selecting the keywords a

literature search and review in the databases: Psycinfo, EBSCOhost

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was performed. Previous analysis of the advantages and

disadvantages and aspects emerge to consider for implementation,

forced some of the literature of practical applications in therapy of

new technologies in different disorders review. Through the

classification according to selected criteria, conceptual and

methodological limitations are discussed and its theoretical and

applied clinical implications are discussed.

KEYWORDS. Psychotherapy, treatment, Cyber-therapy, e-

therapies, online therapy, Cognitive Bias Modification (CBM),

cognitive biases, drug, intervention, smoking cessation, distance

intervention, alcohol, cell pone, Ecological Momentary Assessment.

2. INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia la Psicología se ha ido nutriendo de los

avances tecnológicos del momento, en distintos ámbitos como el

experimental, el clínico, psicométrico, social o educativo, tanto a

nivel teórico como aplicado. De esta forma contribuyó y sigue

contribuyendo al desarrollo de herramientas terapéuticas alternativas.

En un comienzo la terapia solo era posible si se daban unas

condiciones esenciales como era la interacción cara a cara (terapeuta-

paciente), los diversos progresos acontecidos en el campo de la

tecnología y las herramientas ofertadas; ha dado lugar a nuevas

formas de entender la relación terapéutica, y por consiguiente la

terapia en sí, generando: la habilidad de una comunicación a distancia

entre terapeuta y paciente.

Los antecedentes en el uso de nuevas tecnologías de la

información y comunicación (TICs), se remontan a 1960,

concretamente al envío de imágenes radiográficas (Schopp, Demiris y

Glueckauf, 2006).

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Dentro de la psicología clínica; no daría comienzo hasta la

utilización de la videoconferencia llevada a cabo por Wittson, Affleck

y Johnson. Más tarde le seguiría el programa ELIZA y su aplicación

DOCTOR diseñada en 1966 por Weizembaum, el cual simulaba las

respuestas no directivas de un terapeuta de orientación rogeriana.

Como respuesta al cambio en las dinámicas de intervención

terapéutica que iban surgiendo o siendo sugeridas, en 1965 la APA

mencionó al respecto de los tratamientos a distancia: teniendo en

cuenta, “El Código Ético no considera de forma específica la terapia

por medio de teléfono o teleconferencia o cualquier servicio prestado

por vía electrónica como tales y no tiene normas que prohíban este

tipo de servicios” (Pág. 1). Más recientemente la APA reconoció que

hay poca orientación consistente a través de los Estados sobre cómo

los psicólogos deben utilizar estas y otras formas de comunicación

electrónica tales como correo electrónico, Skype y diversas formas de

videoconferencia" (DeAngelis, 2012, p. 52). Sin embargo entre los

17 años que diferencian las dos publicaciones, el objeto de clarificar

los pros y contras de las e-terapias en el Código Ético, ha

experimentado un cambio mínimo.

Para el desempeño del: “Trabajo basado en el conocimiento

científico y profesional establecido de la profesión” (APA, 2010, p.

5), es necesario el manejo de información continuamente actualizada

o renovada con nociones de los nuevos hallazgos empíricos, de cara

un servicio más eficiente al paciente y a la comunidad.

3. MÉTODO

Las terapias que emplean las nuevas tecnologías son dirigidas

principalmente para el tratamiento de trastornos de ansiedad

(Heimberg, 2001; Marks, 1997; White, Jones y McGarry, 2000), y en

menor medida para la depresión (Selmi, Klein, Griest, Sorrell y

Erdman, 1990; 1991), tricotilomanía (Rothbaum & Ninan, 1994),

tartamudez (Blood, 1995) y otros problemas asociados a la vejez

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como fallos de memoria, atención y concentración (Senior et al.,

2001).

Se puede realizar una agrupación en dos categorías; las

ciberterapias sincrónicas o asincrónicas

Las sincrónicas incluirían el chat, o la videoconferencia donde

es posible una comunicación en el mismo momento temporal, un

intercambio comunicacional. Las asincrónicas por su parte incluirían,

páginas web, foros, comunicación via telefónica ya sean mensajes de

WhatsApp o de texto, intercambio de correos electrónicos, todas ellas

tienen en común el retardo que existe entre la emisión y la recepción.

A continuación pasamos a detallar este tipo de ciberterapias.

3.1. Terapia vía Ordenador

En las intervenciones guiadas por ordenador la labor del terapeuta es

principalmente el diseño, en las intervenciones de autoayuda diseña el

material y la supervisión la realiza en las páginas webs o foros o en

las intervenciones asincrónicas con retroalimentación

Uso desaconsejado en problemáticas de abuso sexual,

relaciones violentas, trastornos de alimentación o que incluyan

distorsiones de la realidad (Valero, 2003).

El ordenador posee funciones distintas en relación al trastorno

objeto de tratamiento. Revisemos algunos de ellos: Por ejemplo en

cuanto al tratamiento de la ansiedad se refiere se lleva a cabo el

aprendizaje de estrategias de afrontamiento (relajación, control de

ataques de pánico, etc.) (Marks, 1997; White et al., 2000), para tratar

las fobias, se expone a la persona al estímulo temido utilizando como

medio el ordenador (Bornas, Fullana, Tortella i Feliu, Llabrés y

García de la Banda, 2001ª; Bornas, Tortella-Feliu, Llabrés y Fullana.

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2001b; Heimberg, 2001). La tartamudez sería tratada con un registro

fisiológico a modo de feedback inmediato, al igual que en la

tricotilomanía, aunque actuaría más como un método evaluativo en

este caso que informativo.

En los trastornos asociados al envejecimiento el ordenador

actúa como una herramienta para entrenar o mantener las funciones

memoria, fluidez de pensamiento y concentración (Schett et al.,

1993). La depresión se sirve del ordenador a parte de como método de

terapia, como parte de la evaluación (Johnson, Bulik & Anstiss,

1999).

El siguiente estudio transversal (Klee, A., Stacy, M.,

Rosenheck, R., Harkness, & Tsai, J. L., 2016) trata de aportar un

acercamiento a las posibles implicaciones de las nuevas tecnologías

en la actualidad en el campo de la psicología clínica, concretamente al

de las enfermedades mentales. En lo concerniente al tratamiento de

estas poblaciones; la tecnología de la salud, tiene el potencial de

cambiar la prestación de servicios de salud mental de forma sustancial

(Institute of Medicine, 2006; President’s New Freedom Commission

on Mental Health, 2003).

A un grupo de 210 veteranos de guerra con enfermedades

mentales graves, se les administró una carta donde era explicado el

estudio, y se les pedía realizar una encuesta. Los sujetos asistían a un

centro de atención comunitaria, un programa de día en un

departamento de asuntos de veteranos orientado a la recuperación.

Mediante la encuesta, la información obtenida fue la siguiente: datos

demográficos, diagnóstico psiquiátrico, acceso, uso y disposición a

utilizar teléfonos móviles, redes sociales como Facebook y terapias

mediante ordenador; con el fin de determinar qué tecnologías emplear

en la intervención. El formato de las respuestas era variado, había

algunas preguntas con múltiples opciones y otras de si/no: ¿tiene un

Smartphone?, ¿utiliza actualmente alguno de los siguientes?:

Facebook, MySpace, Twitter, grupos de apoyo online, Google,

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páginas webs de citas, Linkedln, otros, ¿estaría interesado en

programas informáticos para ayudarle con cualquiera de los

siguiente?: insomnio, alcohol, depresión, consumo de drogas, etc.

Tras contestar otra serie preguntas acerca de su disponibilidad de cara

al estudio, la terapia con tratamiento informático fue la elegida.

Los resultados obtenidos mostraron: hombres blancos entre

50 años y con estudios superiores, mostraban una mayor tendencia de

diagnóstico relacionado con ansiedad, depresión mayor, trastorno por

consumo de alcohol, estrés postraumático, trastornos del espectro de

la esquizofrenia y trastornos por abuso de sustancias. La mayoría de

los veteranos mostraron interés en aprender habilidades informáticas,

cómo usar Internet y dispuestos a llevar a cabo un tratamiento guiado

por ordenador (66,3%). Ser blanco y tener un diagnóstico de

esquizofrenia, se encontraba relacionado con una baja probabilidad de

tener un teléfono móvil y red social, en comparación con no

diagnosticados dentro de la muestra seleccionada., y de forma

independiente: el envejecimiento, bajo nivel educativo y trastornos

por consumo de alcohol. Respecto a la disposición a dar terapia

mediante algún programa informatizado, el ser blanco con TEPT

diagnosticado, correlacionaba con mayor retraimiento.

Sin embargo no obtuvieron información sobre la gravedad de

los diagnósticos por lo que algunos trastornos podían llegar a ser

incapacitantes, excluyendo a los sujetos como posibles participantes

de futuros estudios informatizado, ni se llevó a cabo una

generalización de los resultados, además que éstos se encuentran

sujetos a sesgos de respuesta.

En un estudio previo con una muestra de 100 participantes con

enfermedades mentales graves, solo una tercera parte informó

mediante Internet, manteniendo muchos de ellos la causa en la falta

de habilidades y conocimientos informáticos (Borzekowski et al.,

2009). Otros estudios han determinados valores estadísticos para

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conocer la implicación tecnológica de este sector; enfermos mentales

(especialmente esquizofrénicos) no se encontraban familiarizados con

el uso de los teléfonos móviles (Depp et al., 2010), los síntomas

negativos (Depp et al., 2010; Granholm et al., 2012) y discapacidades

cognitivas (Granholm et al., 2012; Rotondi et al., 2007) propias de la

esquizofrenia pueden actuar como una limitación tecnológica y un

12% menos de personas que padecen una enfermedad mental grave

respecto a la población general, posee un móvil propio (Ben-Zeev et

al., 2013).

La eficacia de los tratamientos empleados, coinciden en

mejoras significativas (Blood, 1995; Johnson et al., 1999; White et

al., 2000). Si comparamos con otras terapias de corte cognitivo

conductual según revisión de estudios comparativos, resuelven en una

diferencia inexistente de los resultados, con mejorías similares a C.P

y a L.P (Dolezal-Wood et al., 1998; Selmi et al, 1990; Selmi et al,

1991).

3.2. Terapia por vía Telefónica.

La efectividad de esta herramienta ha sido corroborada mediante la

puesta en práctica de experimentos con una marcada heterogeneidad.

Un ejemplo es el realizado por Turner, Heyman, Futh, y

Lovell (2009), para el tratamiento del TOC hallaron una tasa de

remisión del 70% en el grupo experimental que recibió terapia

administrada mediante teléfono.

(Ransom et al., 2008) en su experimento con una muestra de

79 participantes VIH positivos que vivían en zonas rurales, tras la

terapia telefónica redujo de forma significativa la “angustia psíquica”

que sufrían.

Algunas de las intervenciones en desarrollo basadas en el uso

de móviles para los pacientes con enfermedad mental grave como

esquizofrenia; tienen como objetivos: (a) ayudar on las citas o

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sesiones en una autogestión personalizada (b) ayuda con las gestión

de las necesidades (c) entrenamiento en habilidades sociales y

grupales de apoyo entre sesiones (Depp et al., 2010)

Free, et al., (2011) llevaron a cabo un estudio ciego para dejar

de fumar que consistía en implantar una terapia vía teléfono móvil,

empleando un sistema independiente de asignación aleatoria, a un

programa de teléfono móvil, mediante el envío de mensajes de texto

motivadores., dando como resultado un porcentaje más elevado de

abstinencia para el grupo experimental denominado con el nombre del

programa: txt2stop.

Gustafson, et al., (2014) pusieron en práctica un ensayo

clínico aleatorizado enmascarado, para tratar el alcoholismo

sirviéndose de una aplicación de teléfono móvil durante 8 meses, con

el objetivo de promover una atención continuada de cara a la

obtención de superiores tasas de abstinencia entre los participantes.

Los participantes fueron asignados de forma aleatoria a las

condiciones: tratamiento habitual o tratamiento habitual más un

Smartphone; obteniendo resultados significativos en forma de menos

días de riesgo de consumo.

Patrick, et al., (2009) mensajes de texto para tratar el sobre

peso sirviéndose de un servicio diario (de entre 2 a 5 veces al día) de

mensajería personalizado: SMS (mensajes breves de texto) y MMS

(servicio de mensajes multimedia con una pequeña imagen) con el

objetivo de ayudar de forma individual a los participantes a perder

peso o mantenerlo durante un período de 4 meses. Al final del

tratamiento el grupo de intervención que gozó de una mayor eficacia

de la terapia fue el experimental con una pérdida de peso superior que

el grupo de comparación.

En cuanto a la eficacia en las terapias grupales Goelitz (2003)

trató de determinar el efecto de la teleterapia con una muestra grupal

de 24 miembros, concluyendo que la teleterapia puede igualar en

beneficios a la terapia tradicional, Los sujetos reportaron el beneficio

supuesto, una de las posibles explicaciones radica en la tasa de

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asistencia: vía telefónica fue de 78% mientras que en la terapia

tradicional (cara a cara) fue significativamente menor (Goelitz, 2003).

Sin embargo existen otras investigaciones que difieren de dicha

efectividad. (Ricker, 2002) llevó a cabo un estudio comparativo de

salud mental y las relaciones y/o problemas de empleo con un grupo

al que se le administró terapia tradicional y otro con tratamiento vía

telefónica. El grupo del tratamiento cara a cara informó de una mejora

del 54% en funcionamiento, mientras que el grupo experimental con

terapia telefónica reportó de una mejora de 31%.

Otro estudio con pacientes con cáncer en fase terminal,

concluyeron a través de un cuestionario post-tratamiento; que tras

recibir teleterapia, los niveles de ansiedad y depresión no se vieron

reducidos de forma significativa (Cluver, Schuyler, Frueh, Brescia, &

Arana, 2005). Las razones de dichos resultados no están claras aunque

la hipótesis principal radica en que la falta de mejoría es debida a la

carencia de una comunicación cara a cara que podría haber limitado el

establecimiento de una firme alianza terapéutica. Se demuestra que

una relación terapéutica débil puede conllevar resultados pobres en la

investigación: por lo tanto existe una fuerte correlación entre alianza

terapéutica y resultado del tratamiento (Krupnick et al., 1996).

(Neimeyer and Noppe-Brandon, 2012), realizaron una

evaluación durante el curso de la teleterapia llevada a cabo, respecto a

sus experiencias personales en la relación terapéutica. La opinión

personal de Neimeyer como terapeuta resultó en la mención de las

dificultadas que entrañaba la terapia a distancia, haciendo referencia a

problemas en la forma de descifrar el silencio durante la conversación

y la incapacidad de consolar al cliente de forma tradicional (pasándole

un pañuelo cuando llora, por ejemplo). Desde la perspectiva de cliente

Noppe-Brandon, aunque informó de algunas ventajas, notificó

muchas dificultades para “confiar las seguridad de un cuidador al que

no se pude ver” (Neimeyer & Noppe-Brandon, 2012, p. 107).

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3.3 Terapia vía E-Mail

Conforme el transcurso de los años, el auge de la terapia a vía

Internet, creció en decremento de la terapia por vía telefónica

exclusivamente; es más antes de la llegada de la videoconferencia

como herramienta terapéutica, solo existía esta forma de

comunicación de forma electrónica.

Algunos estudios exitosos llevados a cabo mediante e-mail:

Robinson and Serfaty, (2008). El tratamiento que pusieron en

práctica en su estudio para tratar a una muestra de 17 jóvenes con

diagnóstico de bulimia nerviosa, siguió el patrón de otros realizados

con gran efectividad a la hora de tratar los desórdenes alimenticios en

jóvenes, por un período de 3 meses; la diferencia radicaba en que toda

la comunicación tenía lugar mediante correo electrónico (e-mail

bulimia therapy, eBT). Los beneficios recayeron en la retirada del

diagnóstico para 13 de las estudiantes.

Las desventajas que presenta este método, son las propias de

cualquier forma de comunicación que no sea en persona; la pérdida de

información relevante enmascarada en gestos, el tono de voz

empleado, etc., la posible falta de entendimiento o malinterpretación;

aunque hay métodos que pueden intentar subsanar dichas carencia

como aclaraciones, entrecomillados y otras claves de la lengua

escrita.

Según Finfgeld-Connett (2006), ciertos sujetos no son

susceptibles de recibir este tipo de terapia: aquellos individuos con un

bajo nivel de alfabetización o de cultura, pueden llegar a “perderse”

en el entramado de la conversación (no entender la manera de

referirse del clínico, dificultades a la hora de plasmar lo que quiere

expresar, etc.).

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3.4. Terapia vía Videoconferencia

Varias son las razones por las que la videoconferencia es considerada

más efectiva que otras herramientas tecnológicas aplicadas a la

terapia psicológica: ofrece más información no accesible mediante

otras vías como proporcionar una comunicación visual entre paciente

y terapeuta, obteniendo una mayor riqueza de claves no verbales (p.e.

gestos y expresiones), y respecto a la prosodia de los mensajes

emitidos por el sujeto (muy útil para discernir otras características no

verbales relacionadas con afecto).

Por contrapartida, la dependencia de internet para llevarla a

cabo supone una limitación ya que queda sujeta a posibles fallos en la

red. Kuulasmaa et al. (2004) consideran que su implantación debe ser

bajo condiciones excepcionales y en ningún caso como sustituto.

A pesar de que el funcionamiento sea el adecuada, la falta de

contacto físico o visual puede repercutir en una sensación en el

paciente de desconfianza y los profesionales experimentar gran

dificultad para el establecimiento de una relación terapéutica fuerte,

esencial para la efectividad de la terapia (Niemeyer y Noppe-

Brandon, 2012, p. 118).

O'Reilly et al. (2007) Tenía como objetivo verificar si la

terapia mediante videochat puede "producir resultados clínicos que

sean al menos equivalentes a las logradas a través del servicio cara a

cara". Los hallazgos revelaron que no sólo la mayoría de los

participantes del estudio mostraban una satisfacción equivalente en

ambos grupos (254 cara a cara, 241 teleterapia), sino que esta

igualdad fue corroborada también, por los resultados clínicos. Con

otra muestra Kuulasmaa, Wahlberg, y Kuusimaki (2004) determinó

que la terapia familiar mediante videochat puede equiparar en

beneficios a la desempeñada en consulta, siempre que se cumplan con

una serie de recomendaciones como que todos los miembros se

reúnan como mínimo dos veces al año (fortalecimiento de las

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relaciones y alianza terapéutica), y estén presentes en pantalla a la

hora de realizar la videoconferencia, ya que “No estar a la vista en la

pantalla, los participantes probable es que no se sientan incluidos y

"caen fuera de la discusión" (Kuulasmaa et al., 2004, p. 128).

3.5. Otras E-terapias

En cuanto al uso de las agendas PDA está destinado a los trastornos

de ansiedad, preferentemente al TAG y trastorno de pánico (Newman,

Consoli y Taylor, 1999; Newman, Kenardy, Herman y Taylor, 1996;

Newman, Kenardy, Herman y Taylor, 1997), aunque han sido

empleados para el tratamiento de otras problemáticas como la

obesidad (Agras, Taylor, Feldman, Losch y Burnett, 1990; Burnett,

Taylor y Agras, 1992) y la adicción al tabaco (Brandon, Copeland y

Saper. (1995).

Esta tecnología es empleada a forma de monitorización y

feedback, y como reforzador tanto en el tratamiento de la obesidad

como en la adicción al tabaco, y en la adicción a las drogas.

El tratamiento sirviéndose de las agendas PDA obtienen

mejoras significativas aunque en comparación con terapias

tradicionales de corte cognitivo conductual los resultados dictaminan

tasas de eficacia similares, existiendo menor número de abandonos

(Agras et al., 1990; Newman et al., 1996; Newman et al., 1997).

Un ejemplo de terapia (Epstein D.H. et al., 2009) desarrollaron

un estudio de cohorte basado en la evaluación ecológica momentánea,

mediante un diario electrónico programado en un agenda PDA, a

tiempo real para tratar el deseo de consumo de la heroína y la

cocaína, con mensajes programados y preguntas estandarizadas.

El uso de internet en las intervenciones sigue dos objetivos

primordiales: la captación de pacientes (Capuano Sgambati, 1998) y

la obtención de información sobre trastornos específicos (Senior,

Hunter, Lambert, Medford y Sierra, 2001).

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Internet y la realidad virtual han vivido en los últimos años un

rápido progreso si lo comparamos con otras tecnologías que han ido

creciendo de forma paulatina: esta herramienta permite la exposición

al objeto o situación temida mediante la simulación de la realidad.

Según (Kahan, 2000; Kahan, Tanzer, Darvin y Borer, 2000;

Wiederhold y Wiederhold, 2000) su incorporación en el tratamiento

de las fobias especificas se ve reflejado en una disminución del miedo

y respuesta de evitación o huida al estímulo fóbico, eficacia

demostrada también en los trastornos de alimentación, de forma

principal en los que implican deseo de modificar la imagen corporal

(Riva, Bachetta, Baruffi, Rinaldi y Molinari, 1998).

4. APLICACIONES PRÁCTICAS EN DISTINTOS

TRASTORNOS

Dos son los objetivos planteados en los siguientes apartados. El

objetivo general o principal fue una breve revisión de los avances

terapéuticos de la tecnología aplicados a diferentes trastornos.

Los estudios han sido elegidos por la variedad de recursos

electrónicos empleados y el ámbito de estudio escogido; a la par que

por la relevancia de sus resultados, tanto a favor como en contra de

los efectos de dichas herramientas en terapia.

Concretamente, los objetivos específicos planteados en la

selección de los artículos e investigaciones han sido:

- Explicar los principios psicológicos que actúan como

cimientos para lograr la efectividad deseada.

- Analizar el rápido avance sufrido en los últimos años.

- Descubrir cuáles son los trastornos susceptibles de ser tratados.

- Averiguar la eficacia obtenida en los distintos estudios.

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4.1. ANSIEDAD Y DEPRESIÓN.

En relación a la ansiedad:

Los sesgos cognitivos son predisposiciones en el procesamiento

cognitivo hacia la información con un determinado carácter

emocional (Mineka y Tomarken, 1989; Mineka y Sutton, 1992).

Como productos de la ansiedad experimentada por un sujeto,

éste puede desarrollar unas capacidades de atención selectiva e

interpretativa hacia un tipo concreto de información. Dichas

capacidades (según las principales teorías cognitivas) destacan por

presentar una tendencia a procesar la información que posee una

valencia negativa; conformando progresivamente, una serie de sesgos

cognitivos con un papel central en la aparición y mantenimiento de la

ansiedad y la depresión (Beck, 1976, 2008; Beck y Clark, 1997;

Clark, Beck, y Alford, 1999; Clark, & Wells, 1995; Eysenck, 1992,

1997; Mathews y MacLeod, 2005; Rapee y Heimberg, 1997;

Williams, Watts, MacLeod, y Mathews, 1997).

Los sesgos cognitivos cumplen una serie de parámetros con

respecto a la ansiedad y depresión; (Clark & Steer, 1996), aumentan

la frecuencia, intensidad o variedad de los pensamientos negativos.

De esta forma tiene lugar una relación lineal entre tales pensamientos

negativos, y las emociones y síntomas relacionados con la ansiedad y

depresión.

Las investigaciones se han basado de forma principal en dos

tipos intervenciones (MacLeod y Mathews, 2012): la Modificación de

los Sesgos Atencionales (MSC-A) y la Modificación de los Sesgos

Interpretativos (MSC-I). Respecto al atencional, la intervención

consiste en mostrarle a los sujetos un estímulo “amenazante” como

una palabra o imagen, y que ellos sean capaces de evitarlo,

cambiando el foco de atención hacia otro estímulo de naturaleza

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positiva o neutra. Para modificar los sesgos interpretativos, las

intervenciones se sirven de estímulos ambiguos algo más complejos

como pueden ser frases o párrafos, y una tarea posterior donde deben

eliminar esa ambigüedad completando las palabras que faltan, para

concluir en una interpretación positiva.

Los efectos que sugieren estos sesgos atencionales e

interpretativos incluyen: autoevaluación negativa, una mayor

propensión a la excitabilidad, y un aumento de ansiedad (Rapee &

Heimberg, 1997). Un ejemplo, lo podemos hallar en los modelos

teóricos del trastorno de fobia social; los cuales mantienen que los

sujetos que presentan este desorden, atienden de forma selectiva a

aspectos negativos de su apariencia física y de su comportamiento

(por ejemplo: sonrojarse, signos de aburrimiento, fruncir el ceño,

etc.), y señales de amenaza sociales.

Podemos distinguir diferentes sesgos como asociativos,

mnemónicos, y los ya mencionados, interpretativos y atencionales.

En torno al sesgo atencional las investigaciones desarrolladas

contemplan dos tipos:

- Sesgo preatentivo: relacionado con la vigilancia o la

expectativa, hace referencia a una determinada orientación

hacia el material de carácter amenazante de probable aparición

(Broadbent y Broadbent, 1988).

- Sesgo de procesamiento del estímulo o interpretación: en él, la

atención es dirigida a procesar un estímulo de carácter

negativo (Mogg, Bradley, Falla & Hamilton, 1998).

Las intervenciones cuyo objetivo es la modificación de los

sesgos cognitivos han sentado las bases dentro del ámbito a la par que

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se establecen como una potencial herramienta, dejando en evidencia

su participación en el inicio y mantenimiento de la psicopatología

tanto en adultos (Bar-Haim, Lamy, Pergamin, Bakermans.

Kranenburg y van IJzendoorn, 2007; Hertel & Mathews, 2011;

MacLeod, Fox, & Koster 2009; Mathews & MacLeod, 2005) como en

niños (Lau et al., 2012). Esta forma de terapia has sido definida como

la “manipulación directa de un sesgo cognitivo especifico por la

exposición prolongada a tareas de contingencias que favorecen

patrones predeterminados de procesamiento selectivo” (MacLeod y

Mathews, 2012, p.191).

Para la evaluación de los sesgos atencionales se emplean los

mismos paradigmas que para el entrenamiento de la atención

selectiva, donde se altera las contingencias de aparición de los

estímulos con el objetivo de forzar automáticamente, la atención del

sujeto hacia un patrón específico.

Las tareas más empleadas son:

- Tarea de detección del punto: dos estímulos en la pantalla

(izquierda-derecha y arriba-abajo) son reemplazados por un

punto o asterisco en la localización espacial donde está situado

uno de los estímulos. La tarea del sujeto es encontrarlo de la

forma más rápida posible. En la MSC el asterisco reemplaza al

estímulo objetivo (positivo) entre un 80/90% de las veces. Se

pretende dirigir la atención selectiva del participante al

estímulo positivo.

- Tarea de búsqueda visual: mediante esta tarea se entrena al

sujeto en un patrón de vigilancia hacia estímulos positivos e

inhibición de los negativos, con el objetivo de reducir la

preferencia atencional sesgada.

- Tarea de Posner (tarea modificada de la señal espacial): en la

versión original aparece un estímulo emocional en una de las

dos localizaciones posibles seguido de un target. En las tareas

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de MSC, la aparición del target es contingente al tipo de

información con la que se desea trabajar la atención.

El primer estudio de Mathews y Mackintosh (2000) halló que

si sujetos sanos eran entrenados para interpretar de forma negativa

situaciones sociales ambiguas; conseguían niveles más altos de

ansiedad; dos años después en individuos con niveles moderados de

ansiedad-rasgo fueron entrenados para atender de forma selectiva a

estímulos negativos como palabras amenazantes. El resultado se

traducía en un empeoramiento del estado de ánimo (MacLeod,

Rutherford, Campbell, Ebsworthy y Holker, 2002).

Los hallazgos proporcionados por la ciencia desde el primer

estudio (Mathews & Mackintosh, 2000) dirigidos a la Modificación

de los Sesgos Cognitivos, hasta nuestros días; comparten una amplia

variedad de resultados y significación de los efectos logrados por el

entrenamiento (tanto en el estudio de la ansiedad como de la

depresión). A pesar de no haber uniformidad en el tamaño del efecto,

coinciden prácticamente en su totalidad en la no repercusión del

trabajo en modificación de los sesgos cognitivos, sobre los síntomas

de dichos trastornos.

A continuación me dispongo a revisar algunos de ellos:

Tres fueron los meta-análisis llevados a cabo, antes del

realizado por (Cristea et al., 2015); cuyo objetivo era examinar la

eficacia de varios enfoques en la Modificación del Sesgo Cognitivo.

La primera intervención se centró en el sesgo atencional, mostrando

un efecto de 0,61. La segunda abordó la investigación de los dos tipos

principales de sesgos cognitivos (tanto el atencional como el

interpretativo) para ansiedad y depresión con un efecto en conjunto

mínimo, aunque significativo. Y el tercer estudio no encontró efectos

significativos en la experiencia subjetiva, siguiendo la modificación

de los sesgos atencionales.

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Objetivo: determinar si exististe evidencia empírica sólida en

lo que respecta a la calidad metodológica, es decir, al descenso de los

niveles de riesgo de padecer sesgos cognitivos, para la mejor resulta

de las intervenciones en modificación de sesgos cognitivos.

Es necesario el reporte teórico y experimental para poder

aplicar estas mejoras en la reducción de síntomas que generan

malestar clínicamente significativo.

Los problemas de ansiedad son comunes en la juventud

(Costello et al. 2005; Rapee et al. 2009), causando como

consecuencia un deterioro significativo durante toda la vida

(American Psychiatric Association 2000; Meltzer et al., 2000).

La infancia tardía y la adolescencia se establecen como

períodos críticos en la consistencia temporal de la ansiedad; hallazgos

muestran que la ansiedad en adultos tiene su primera aparición entre

los 11 y 15 años (Gregory et al. 2007; Kim-Cohen et al.2003; Rohde

et al.1991).

Los síntomas de la ansiedad en la adolescencia se encuentran

relacionados con sesgos a la hora de interpretar la información social.

Con anterioridad otros estudios han tratado modificar los sesgos

interpretativos con el mismo objetivo que los meta-análisis

mencionados: reducir las manifestaciones de la ansiedad, aunque sin

establecer la longevidad de este tipo de entrenamiento (Belli, S.R., &

Lau, J.Y. 2014).

Un estudio sobre la Modificación de los Sesgos Interpretativos

(MSC-I) fue llevado a cabo con 69 participantes comprendidos entre

un rango de edad entre 15-17 años; se les proporcionaba un

entrenamiento experimental para interpretar de forma positiva las

situaciones sociales ambiguas: concretamente, las pruebas consistían

en suministrar a los sujetos una serie de escenarios emocionalmente

ambiguos y animarlos mediante feedback, a resolverlos de forma

positiva a través de ensayos de entrenamiento. Respecto al grupo

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control en esta intervención; era sometido a una serie de información

que carecía de contenido emocional.

Los resultados confirmaron de forma significativa la tendencia

a interpretar como negativa la información ambigua que era nueva,

tras recibir el entrenamiento (tanto el experimental como el control).

Los efectos del entrenamiento en modificación de los sesgos

de interpretación, no ofrecieron diferencias entre un grupo testado

justo después de recibirlo, y otro testado 24 horas más tarde. De esta

forma se concluye que el entrenamiento en MSC-I no repercute de

forma diferencial en el estado de ansiedad. Sin embargo otras

intervenciones desarrolladas con niños (Muris et al. 2009;

Vassilopoulos et al. 2009) y adolescentes (Lothmann et al. 2011;

Salemink & Wiers 2011), han podido demostrar la capacidad

maleable de los sesgos interpretativos en estas edades; mediante la

actividad interpretativa positiva de la información ambigua tras el

tratamiento (en el grupo de estudio), en comparación con las otras

condiciones donde no han sufrido modificaciones (grupos controles o

neutrales) o se han visto incrementadas las interpretaciones negativas

(para el grupo entrenado en claves negativas). Otras situaciones

influenciadas por el sesgo de interpretación han sido objeto de

estudio, no sólo respecto a situaciones sociales (Lau et al. 2011);

también en cuanto al miedo a animales (Lester et al. 2011a, b) y a

otros temores generalizados (Muris et al. 2009).

En lo que respecta a la eficacia; En su meta-análisis, (Cristea

et al., 2015) plantea serias dudas el tamaño de los efectos MSC,

concretamente sobre el impacto clínico en los síntomas. Encontraron

en los estudios analizados que el tamaño del efecto de la intervención

sufría un incremento si los participantes habían recibido

compensación económica por su colaboración (respecto a si no

recibían ningún incentivo), al igual que si el lugar donde se

desarrollaba era un laboratorio (y no se combinaba con algún otro

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escenario como el hogar). Mantienen, de forma contraria a otros

meta-análisis que la tasa de eficacia en depresión y ansiedad mostraba

una relación lineal inversa, con una aunque pequeña, significativa;

además de notificar que una gran proporción de los ensayos

controlados aleatoriamente solo contaban con una sesión.

Otra relación lineal inversa consistente era mostrada entre el

año de publicación del estudio y el tamaño del efecto: conforme el

paso del tiempo disminuía la eficacia resultante de las investigaciones

publicadas, mostrando niveles cercanos a cero y en algunos casos

incluso negativos. “Este es un fenómeno común en la investigación

experimental al proponerse una nueva intervención, los primeros

estudios muestran grandes efectos debido a consideraciones

metodológicas (uso de estudios piloto, estudios de baja potencia) y un

fuerte sesgo de publicación de los resultados, con una inflación de

éstos” (Cristea et al. 2015, 206: 7-16, p.149).

A modo de conclusión establece que aunque puede tener algún

efecto sobre los problemas de salud mentales, no existen efectos

clínicamente relevantes y la falta de efectos fidedignos no son a causa

de una exposición suficiente a la intervención; cabe barajar la

posibilidad de los efectos: de publicación (alteración de los

resultados con el objetivo de que sean publicados con más facilidad,

ya que las editoriales muestran una preferencia a publicar los

resultados favorables) y del experimentador (influencia de la actitud,

teorías o expectativas de éste en los resultados).

Otra revisión de la MSC en niños y adolescentes con

problemas mentales de 23 ensayos clínicos aleatorios (Cristea, I. A.,

Mogoase, C., David, D., & Cuijpers, P., 2015). Los criterios de

inclusión de los estudios fueron entre otros, que fueran ensayos

controlados aleatoriamente, que los efectos en el grupo experimental

fueran comparados con los obtenidos en otro grupo (control, con otro

tratamiento o combinado), publicado en revistas científicas bajo

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revisión experta, etc. Los estudios incluidos finalmente combinaban

la intervención en MSC con otro tratamiento ya fuera psicológico o

farmacológico y una condición control (grupo sin intervención MSC,

grupo sin intervención, grupo con intervención en aumento de los

sesgos). Los resultados los agruparon en problemas relacionados con:

salud mental (sin considerar la naturaleza su naturaleza), ansiedad, y

depresión.

Los hallazgos obtenidos revelaron que la MSC aunque incidan

sobre la formación de sesgos, esto no repercute en la salud mental de

los individuos. Como posibles hipótesis explicativas destacan: los

sesgos cognitivos serían independientes de los síntomas en cuanto al

sesgo de atención, pero con respecto al de interpretación no se

encuentra una posibilidad tan clara; solo la evidencia literaria de que

existe una asociación clara con marcado corte transversal en los

síntomas de ansiedad (Lau et al., 2012).

Por otro lado, la tasa de reincidencia en depresión alcanza

tasas muy elevadas, desmarcando como principal tema de estudio

dentro de este trastorno; existen evidencias de que éstas son a causa

de una reactividad a estresores que frente al propio estrés (Monroe,

Slavich y Georgiades, 2009), influenciados por las cogniciones

profundas que lo mantienen (esquemas disfuncionales, atención

selectiva hacia estímulos negativos, desesperanza, etc.) (Vázquez,

Hervás, Hernangómez y Romero, 2010).

A pesar de que las terapias cognitivas y conductuales tratan de

incidir sobre tales factores, lo hacen de una forma más general frente

a la especificidad de la MSC. (Duque, A., López-Gómez I., Blanco, I.,

Vázquez, C., 2015)

MSC-A: las tareas empleados son las mismas que para los

sesgos atencionales, con la alteración de los patrones de aparición de

los estímulos.

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MSC-I: las tareas persiguen conducir los sesgos interpretativos

hacia una dirección más positiva, ya que las personas depresivas

tienden a tomar las situaciones ambiguas como negativas (sesgadas)

(Hindash y Amir, 2011).

Respecto a la eficacia de estos procedimientos en la depresión,

(Menne-Lothman et al., 2014), mostraron un aumento de

interpretaciones positivas y reducción del estado de ánimo negativo

en un estudio con personas sanas y sintomáticas en depresión y

ansiedad; sin embargo no se hallaron diferencias significativas en el

grupo experimental, con respecto al grupo control.

Por su parte Cristea et al., (2015) muestra pequeños efectos en

la MSC-I respecto a la MSC-A.

Otro meta-análisis de 45 estudios sobre los efectos de la MSC

en depresión y ansiedad (Hallion, & Ruscio, 2011), encuentra

cambios moderados en los sesgos cognitivos, con un porcentaje de

efecto mayor en los sesgos interpretativos que en los atencionales,

aunque estos efectos solo eran fidedignos cuando los síntomas eran

juzgados después de que los participantes fueran expuestos a un

estresor. Cuando se analizaron de forma separada la ansiedad sufrió

modificaciones mientras que la depresión no. También observaron

una ligera tendencia de aumento de los resultados en los estudios que

incluyeron múltiples sesiones de entrenamiento. Por lo tanto este

meta-análisis concluye que el impacto hipotético de los sesgos

cognitivos y los factores de estrés sobre los síntomas de estos

trastorno, no es tan consistente como se consideraba (Hallion, &

Ruscio, 2011).

Finalmente, la intervención no sugiere que la modificación de

los dos tipos de sesgos opere sobre los síntomas propios. Una opción

planteada es el desvanecimiento del efecto terapéutico fuera de las

condiciones experimentales. Otra posibilidad es la necesidad de

intervenciones más extensas con el fin de actuar sobre otros

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mecanismos distintos (esquemas disfuncionales más profundos) a la

base de este trastorno y como solución a unos efectos temporales

obtenidos con los sesgos.

4.2. CONDUCTAS ADICTIVAS

4.2.1. Tabaco

Intervención relacionada con la adicción al tabaco: los

teléfonos móviles se establecen como medio potencial para la

ejecución de programas de salud como dejar de fumar, permitiendo el

acceso o atrayendo a aquellos que no se están sirviendo de los medios

tradicionales para dejarlo. Suministro a través del teléfono y empleo

de las funciones o aplicaciones; resultados se incluyó cuatro ensayos:

programa de mensaje de texto en Nueva Zelanda, programa de

mensaje de texto en Reino Unido y un programa de teléfono móvil a

internet y participación de dos grupos en Noruega. (Free, Knight, et

al., 2011).

Mostraron a CP aumento de la percepción subjetiva de dejar

de fumar, a LP se encuentra una tasa de resultados más heterogénea,

sin embargo si solo combinamos los datos de los programas de

internet y teléfono móvil, éstos son estadísticamente significativos

tanto a CP como LP.

Concretamente el método de la terapia (txt2stop), consistía en

el envío de mensajes de texto motivadores y de apoyo al cambio de

conducta .Dicho sistema generaba de manera automática mensajes de

texto para el grupo control o experimental (de acuerdo con la

asignación recibida). Con una muestra de 5800 participantes, se

realizó una asignación aleatoria a las condiciones control txt2stop (

2915 fumadores) u grupo control (2885), los resultados mostraron que

para una abstinencia continuada de 6 meses, el grupo experimental

mostró una tasa mayor respecto al control: 10,7% frente a 4,9%.

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El estudio del deseo de fumar y lapso temporal durante los

intentos de dejarlo, ha sufrido una revolución gracias al uso de los

dispositivos de captación de datos del dispositivo móvil, por el hecho

de que hace posible la obtención de información a tiempo real

(actividades y estados de ánimo), en su diario ecológico. Esta

innovadora forma de terapia es denominada como la experiencia

sampling2 (muestreo2) o Ecological Momentary Assessment (EMA)

o Evaluación Ecológica Momentánea (EEM). Una agenda PDA

configurada para el uso de la EEM es denominada como diario

electrónico. La evaluación ecológica momentánea comprende dos

formas de recolectar información que se complementan entre sí: (1) a

través del envío de indicaciones al azar, permitiendo la evaluación de

los tipos de desencadenantes del deseo como los factores de estrés y

señales asociadas con la conducta objeto. (2) el envío de información

es iniciado por el paciente, ya que éstos son instruidos para iniciar una

entrada en su diario electrónica de forma inmediata una vez

experimentado el episodio de deseo, ansia o consumo.

Los datos recopilados mediante esta fuente ofrecen a tiempo

prácticamente real autoinformes de dichos episodios. Un ejemplo de

la cantidad de información recogida que de otra forma pasaría

inadvertida, fue relatada por Shiffman y Waters en su estudio, ya que

gracias a la información recabada mediante este método, pudieron

relatar cómo los intervalos entre el consumo de cigarrillos, se

encontraban precedidos de aumentos de afecto negativo durante un

marco de horas pero no de días. Estos datos no se habrían podido

recoger si simplemente se hubiera contado con la información

proporcionada por la evaluación realizada tras las visitas diarias a un

laboratorio.

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4.2.2. Alcohol

Un ensayo clínico aleatorizado para tratar el alcoholismo, aplicado

mediante una aplicación de telefonía móvil: a-Chess (Addiction-

Comprehensive Health Enhacement Support System, (Gustafson,

D.H., et al., 2014). Este experimento enmascarado fue desarrollado

durante 8 meses, con el objetivo de promover una atención

continuada que repercutiera en tasas más elevadas de abstinencia

entre los participantes.

Los participantes seleccionados para los que se cumplían los

criterios diagnósticos de dependencia de alcohol, fueron 349. La

asignación a las condiciones fue aleatoria; las condiciones eran:

tratamiento habitual (grupo control) o tratamiento habitual más un

Smartphone (grupo de intervención). La hipótesis seguida en este

estudio es que los pacientes con diagnóstico de dependencia de

alcohol dentro del grupo experimental (tratamiento habitual más la

aplicación móvil), tendían un riesgo de consumo menor durante 12

meses que el grupo control. La base teórica sobre la que se sustenta es

la teoría de la autodeterminación donde son 3 las necesidades que de

ser satisfechas mejoran la adaptación de la persona: (1) ser percibido

como competente, (2) sentirse cercano a otros y (3) sentirse motivado

de forma intrínseca y no obligado a hacer.

Antes de comenzar con el tratamiento se les pidió a los

individuos que informaran sobre su consumo regular, y días

especialmente de riesgo, para tomar posteriormente como medidas el

número de días durante los cuales el consumo en un periodo de 2

horas excedía unos estándares de bebida (3 y 4 respectivamente para

mujeres y hombres). Y que esa misma información la fueran

retransmitiendo en medidas posteriores: 4, 8, 12 meses tras recibir el

tratamiento.

Los resultados mostraron un descenso del nivel del riesgo de

más de 1%.

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4.2.3. Drogas

Epstein, D.H., et al., (2009). Real-Time Electronic Diary Reports of

Cue Exposure and Mood in the Hours Before Cocaine and Heroin

Craving and Use.

En esta intervención, los investigadores llevan a cabo una

Evaluación Ecológica Momentánea: los participantes del estudio

informan a tiempo real (mediante un diario electrónico creado en una

PDA) sus actividades y estados de ánimo en sus entornos naturales.

De esta forma se abre la posibilidad de un mejor análisis y estudio de

los factores desencadenantes del deseo de consumir y del acto en sí,

siendo aplicada ya en otros ámbitos como es el estudio de la adicción

al tabaco, previamente mencionado.

Los criterios de inclusión para el estudio fueron: (1) edad entre

18 y 65 años; (2) evidencia de la dependencia física a los opiáceos;

(3) evidencia del consumo de cocaína y opiáceos (mediante

autoregistro y análisis de orina).

Como criterios de exclusión: (1) esquizofrenia o algún otro

desorden psicótico registrado en el DSM-IV, trastorno bipolar o

actual episodio depresivo mayor; (2) actual dependencia al alcohol u

otro sedante hipnótico (según los criterios del DSM-IV); (3) deterioro

cognitivo suficientemente grave como para impedir el consentimiento

informado o autoinforme válido; (4) enfermedad médica que pudiera

comprometer la participación en el estudio.

Muestra de 114 voluntarios cocainómanos y heroinómanos

que se encontraban en tratamiento con metadona. A través de la

evaluación ecológica momentánea proporcionan datos mediante

dispositivos electrónicos de mano de datos procedentes de antes del

deseo de consumo o del propio consumo.

Los participantes asistieron a la clínica 7 días a la semana

durante 20 semanas para la administración de la dosis correspondiente

de metadona, los análisis de orina eran realizados 3 veces por semana.

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Una vez que se obtenían resultados negativos para cocaína y/o

opiáceos en las muestras analizadas; la abstinencia era reforzada con

vales acumulativos.

La agenda PDA era entregada a cada participante al final de la

3 semana, estaba programada para el envío de 5 mensajes aleatorios

diarios durante 5 semanas, después 2 indicaciones al día durante 20

semanas. El envío de dichos avisos estaba programado de forma

individual, de modo que eran adaptados a las horas de vigilia

prototípicas de cada sujeto.

Al igual que en la aplicación de la Evaluación Ecológica

Momentánea para dejar de fumar; los participantes previo comienzo

de la intervención son instruidos en el uso de la tecnología empleada

con el objetivo de que cada vez que sintieran el deseo de consumir o

realizaran la consumición de cocaína y/o heroína, lo reportaran

mediante una entrada en el programa. Para cada evento contingente o

mensaje aleatorio, los participantes informaban de dónde se

encontraban. Lo que hacían, con quién estaban y respondían una serie

de preguntas sobre su estado de ánimo. Algunos ejemplos de los

ítems a los que debían responder con un sí o no sobre los

desencadenantes del deseo o la conducta: “me sentía aburrido”, “me

sentía enfadado o frustrado”, “me sentía preocupado, ansioso o

tenso”, “me sentía triste”, “sentí que otros me estaban criticando”,

“estaba de buen humor y quería celebrarlo”, “me sentía enfermo, con

dolor o incómodo”, “alguien me ofreció”, “vi la cocaína o heroína”,

“quería ver que sucedía si consumía solo un poco de cocaína o

heroína”, “de repente me sentí tentado a consumir”: y a continuación

se les pedía especificar si hacía referencia a la cocaína, heroína,

metadona, o ambas.

Los efectos reportados para cocaína y heroína fueron

diferentes: durante las 5 horas previo consumo de cocaína o deseo de

consumir la heroína, los disparadores mostraron aumentos lineales. El

consumo de cocaína se encontraba más fuertemente asociado con

aumentos en los informes de los participantes de “ver la droga”.

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“sentirse atraído, tentado a usarla de forma inesperada, como de la

nada”, “querían ver que pasaban si la consumían”, y todos ellos

hacían referencia a un estado de ánimo positivo. Por otro lado la

heroína fue asociada con aumentos en los informes de sentimientos de

tristeza o enfado.

4.2.4 Sobrepeso

Patrick, K., Raab, F., Adams, Dillon, L., Zabinski, M., Rock, C.L.,

Griswold, W.G., & Norman, G.J. (2009); una intervención basada en

un sistema de mensajería móvil destinado a la pérdida de peso:

ensayos controlados aleatoriamente.

Mensajes de texto para tratar el sobre peso sirviéndose de un

servicio diario (de entre 2 a 5 veces al día) de mensajería

personalizado: SMS (mensajes breves de texto) y MMS (servicio de

mensajes multimedia con una pequeña imagen) con el objetivo de

ayudar de forma individual a los participantes a perder peso o

mantenerlo durante un período de 4 meses. Al final del tratamiento el

grupo de intervención que gozó de una mayor eficacia de la terapia

fue el experimental con una pérdida de peso superior que el grupo de

comparación.

Intervención sobre la obesidad: desarrollo y evaluación de una

intervención cuyo objetivo es durante 4 meses o más ayudar a las

personas a perder peso o mantenerlo, ¿cómo? Mediante el envío de un

SMS (mensajes de texto breves) al día y MMS (servicio de envío de

una imagen pequeña), a través de los teléfonos móviles.

Ensayos controlados aleatorios; condiciones a las que se

encuentran expuestos los participantes: duración de 16 semanas:

recepción de materiales impresos mensuales de un nutricionista y una

intervención que incluía SMS y MMS personalizados, en un envío de

entre 2 a 5 veces diarias, materiales impresos y dos llamadas al mes

del médico nutricionista. Análisis de modelo mixto de medidas

repetidas realizado con el fin de comparar el efecto del grupo de

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intervención con el grupo control Se realizó un análisis de la

covarianza (ANCOVA) del cambio de peso de los modelos

examinados entre el inicio y 4 meses después de ajustar por peso

basal, sexo y edad.

Los resultados mostraron una perdida mayor de peso en el

grupo de intervención respecto al de control, concretamente 1,97 Kg,

finalmente se evaluó mediante una encuesta la satisfacción de los

participantes con una recomendación de un 92 % (22 de cada 24),

concluyendo que los mensajes de texto pueden ser un canal hábil para

promover este tipo de comportamientos.

5. CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS

5.1. Ventajas del uso terapéutico de las nuevas tecnologías.

La reciente literatura en este campo concluye: aunque existirían

ciertas limitaciones a la hora de llevarla a cabo como terapia única

(por la dificultad de conseguir efectos duraderos) no existirán razones

en contra de su uso como un componente del tratamiento tradicional

(Andersson, 2009). Esta nueva herramienta de la psicología clínica,

propiciaría el buen desarrollo y transcurso de la intervención.

De forma general podemos mencionar algunos de los factores

que pueden presentar mayores efectos beneficiosos.

- La reducción de los costos: con el uso de internet el número

necesario de desplazamientos a consulta queda reducido, por

lo que los costes que derivan del transporte y sesión

reducirían. y se produce un acceso más fácil o rápido a

determinados profesionales del ámbito.

- Las nuevas tecnologías aplicadas a la terapia psicológica

permiten el acceso a grupos poblacionales aislados. Brindan la

oportunidad de tratamiento a grupos poblacionales

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heterogéneos que presenten algún tipo de limitación:

dificultades económicas, trastornos que les dificultan o

impiden la adecuada adhesión a la terapia, discapacidades o

problemas de movilidad graves que hagan físicamente

imposible o muy costoso la presencia en las sesiones, poder

llegar hasta zonas geográficas remotas, etc. No solo beneficia

el comienzo de la intervención, sino también su continuidad,

la adherencia al tratamiento.

- Otra de las ventajas consiste en un mayor control de la terapia

por parte del participante (desarrollo del tratamiento cuando lo

desee como por correo electrónico o via telefónica

suministrada, etc.) favoreciendo la apertura del paciente y la

posibilidad de obtener mayor cantidad del clínico de cara a

una mejor estructuración del programa terapéutico.

- El seguimiento periódico destacaría como otro de los aspectos

positivos, junto con un aumento de la percepción del paciente

de la atención pormenorizada dedicada.

- La inmediatez a la hora de establecer contacto; ante una

urgencia, las ciberterapias ofrecen la posibilidad de asistencia

al instante, un ejemplo de ello es la creciente atención

telefónica (teléfonos de ayuda) ante emergencias como

catástrofes naturales, accidentes, dirigos al maltrato, riesgo de

suicidio, etc. A la par que de forma prolongada en el tiempo,

permite una espera menor entre sesiones.

5.2. Desventajas del uso terapéutico de las nuevas tecnologías.

En lo respectivo a las desventajas destacan como factores principales

la juventud de este tipo de intervenciones y las repercusiones que eso

conlleva:

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- Posibles fallos tecnológicos (caída del sistema, fallos

operativos, etc.).

- Dudas respecto a la eficacia debido poco tiempo que llevan

usándose y la rápida e imparable evolución que están

sufriendo; lo cual plantea la necesidad de mayor numero de

investigaciones en este campo.

- Mantenimiento de los resultados a largo plazo. Este es uno de

los grandes inconvenientes que se plantean en el uso de las

TICs en terapia frente a las intervenciones con comprobada

efectividad en el tiempo.

- Requisitos necesarios para el correcto manejo como

habilidades técnicas, formación adecuada de para el correcto

desarrollo de la intervención.

- La necesidad de conexión a Internet para casi todos los

desarrollos tecnológicos implementados en terapia; lo cual

puede suponer que lo que antes era considerado como una

ventaja, puede ser un arma de doble filo, y convertirse en un

factor limitante para la disposición de este tipo de recursos. A

pesar de que hoy en día el porcentaje poblacional que carece

de acceso libre a internet decrece a ritmos vertiginosos,

pueden existir ciertos sectores para los que esto sea una

realidad (recursos económicos insuficientes, etc.). La solución

a esa problemática podríamos encontrarla en el acceso público

a Internet (bibliotecas, zonas de WIFI de acceso gratuito como

ejemplos), lo que entraña riesgos para la confidencialidad de

lo confiado durante las sesiones a distancia.

- Existe el riesgo de que se produzcan efectos adversos durante

la terapia (dependencia, abandono, efectos contrarios, efectos

nulos).

- La dificultad que entraña la comunicación a distancia, como la

pérdida de información no verbal o a la hora de solidificar la

alianza terapéutica. Este cambio del marco de relación implica

una serie de asimilaciones del modo de interacción y

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comunicación terapéutica que no están claramente definidas ni

para la cual existe formación (SotoPérez, 2008).

- Privacidad de la información relevada mediante el medio

elegido, por lo que se necesita la alerta del paciente para

verificar la figura del psicólogo y la plataforma elegida como

medio de comunicación.

6. DISCUSIÓN

Brindar la psicología al alcance de todos. Bajo mi punto de vista, este

sería sin duda el mayor hito del avance de las nuevas tecnologías en el

ámbito de la psicología clínica.

Las tecnologías aplicadas al terreno de la salud mental pueden

resultar en una disminución del tiempo de hospitalización del

paciente, y/o reducción de los síntomas de estrés depresión y

consumo de sustancias (Wicks et al., 2010) (Dennis, Scott & Laudet,

2014; Donker et al, 2013). Gracias a internet y a las nuevas

herramientas que ofrecen; las personas, las familias cuyos recursos

económicos no hacen posible la asistencia continuada a terapia

psicológica podrán acceder y beneficiarse de ella, al igual que

aquellos que presenten trastornos (por ejemplo de tipo paranoide o

agorafóbico), graves discapacidades o problemas de movilidad que

les obstaculice o imposibilite el desplazamiento. También aquellos a

los cuales su problema les condiciona o avergüenza, encontrarían

una manera más rápida y fácil de acceso, al igual que para quienes

guardan ciertos reparos con compartir información delante de un

grupo terapéutico o del mismo psicólogo, podría sentirse menos

juzgado y condicionado a la hora de expresarse, e imponer su propio

ritmo de progreso.

La difusión, facilidad y rapidez del intercambio de

información, contribuye a una relación terapeuta-paciente más

equitativa. Muchos autores recomiendan que los tratamientos

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comiencen con sesiones psicoeducativas y de autoevaluación online

(Andersson, 2009). El cambio en el marco relacional terapeuta-

paciente necesita de más estudio en el modo de interacción y

comunicación terapéutica, el cual no está claramente definido y no

existe formación (Soto-Pérez, 2008).

Requisitos para el buen funcionamiento de las TICs aplicadas

al ámbito de la psicología:

- Entrenamiento profesional: descripción de las aplicaciones

clínicas, aspectos éticos y legales, identificar los componentes

técnicos como la infraestructura o el software, adaptar las

técnicas psicoterapéuticas.

- Educación del usuario: razonar y justificar el uso de las

ciberterapias, en caso de ser necesario o conveniente; realizar

una introducción a la informática, diseño del programa y

utilidad del mismo.

- Confidencialidad y seguridad en la red: en el mundo

tecnológico en el que vivimos cada vez existen más riesgos a

nuestra privacidad, por lo que deben existir canales seguros de

comunicación terapéutica, como una especie de “canales

cifrados” mediante los cuales por ejemplo, al obtener el

consentimiento informado del paciente (de igual modo que en

la práctica tradicional), el envío sea a través de ellos. De igual

modo que el software empleado en las intervenciones, ya que

debe quedar exento de cualquier intento de acceso

indebidamente autorizado (Childress, 2000). Según Kolmes y

Monroe, (2014) existe una alta incompatibilidad en el envío

de mensajes de texto entre cliente y terapeuta y un correcto

entendimiento o interpretación, principalmente por la

dificultad que entraña descifrar los contenidos (la urgencia o

necesidad costosamente advertible, faltas de ortografía o

correcciones automáticas erróneas, uso de emoticonos, etc.);

también se corre el riesgo de que el paciente lo tome con fines

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distintos a los terapéuticamente debidos como escribir fuera de

los fijados horarios de sesión, tratar temas impropios de ésta,

confundir límites o roles, entre otros. Por este motivo son

necesarias algunas precauciones como el establecimiento de

reglar e forma legal las interacciones telefónicas, ya sean por

mensaje llamadas u otros, y limitar así este tipo de contacto al

ámbito exclusivo del tratamiento.

- Otra recomendación a tener en cuenta para obtener una

significación más alta en los resultados en las intervenciones

en MSC; es reducir las variaciones experimentales como en

un diseño de pruebas aleatorio: que conste de un protocolo

reproducible especificado de forma previa y una potencia

suficiente. (Cristea, Kok, & Cuijpers, 2015).

- El seguimiento tras la intervención se establece como una

necesidad para corroborar el mantenimiento de los efectos

logrados, y sin embargo, existe escasez de investigaciones

longitudinales que contemplan dicho factor.

No obstante, a pesar de las facilidades que nos ofrecen los

avances tecnológicos, existen limitaciones a las que nos encontramos

sujetos, como es la accesibilidad: requisito indispensable para la

participación, al igual que un nivel mínimo y esencial de dominio del

programa o dispositivo, para la puesta en práctica. Aunque cada vez

son menos, hay sectores de la población que carecen de medios

electrónicos, como personas sin recursos económicos y personas

mayores.

De cara a unos resultados más beneficiosos, Teniendo en

cuanta la anamnesis del paciente, y en colaboración con éste, el

clínico debe valorar qué tratamiento se ajustará mejor a alas

condiciones particulares del sujeto, y una vez escogido, sería

conveniente realizar algún contacto personal previo comienzo de la

terapia ayudando a la formación de la alianza terapéutica.

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7. CONCLUSIONES FINALES

Existe un campo de posibilidades terapéuticas para expandir los

efectos beneficiosos de la Psicología a cualquier población, al acceso

de nuestra mano (Internet, PDA, programas informáticos, teléfonos

móviles, etc.), salvando las restricciones (como el acceso) ya

comentadas anteriormente; abaratamiento de costes, nuevas vías de

estudio y ensayos experimentales, comodidad, rapidez, sencillez; en

definitiva todas las ventajas ya valoradas son dignas de mención ante

tales descubrimientos tecnológicos aplicados. A pesar de tales

ventajas, son alternativas jóvenes y por ello incompletas, quedando

por delante una abundante tarea de investigación. Desde esta

panorámica, agilizar el acceso a servicios de salud básicos como el de

la terapia psicológica, cobra cada vez más importancia en un mundo

donde lo que prima es la economía del tiempo.

Sin embargo restringiría su empleo solo a aquellos casos en

los que fuera estrictamente necesaria esta serie o diversidad de

métodos por la imposibilidad del cara a cara en la intervención o

como parte de otro tratamiento. En pleno siglo XXI nos encontramos

en una era de avances y tenemos que adaptarnos a ellos y lo que es

más, sacarles partido o beneficio, sin que ello sirva de precedente al

desarrollo de cualquier terapia; pérdida de información relevante,

casos de riesgo o peligro para la seguridad propia del sujeto o de

otros, posibles efectos adversos que pueden no ser advertidos,

desvanecimiento de los posibles efectos conseguidos, etc., son

algunos de las consecuencias a las que nos “expone” el empleo de las

tecnologías aplicadas al ámbito psicológico. Por este motivo una

evaluación exhaustiva de las causas, determinantes, condicionantes

del paciente, consideración de diversas posibilidades de intervención,

y sobre todo un tiempo de prueba para comprobar el funcionamiento

y desarrollo de la propuesta, me parecen aspectos esenciales a

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especificar de cara a un progreso lo más beneficioso y seguro posible

para el individuo y terapeuta.

En resumen, esta revisión teórica me ha enriquecido y

ayudado a valorar el minucioso trabajo de investigación, y la

imperiosa necesidad de estudio y réplica de experimentos que existe y

se sigue generando a pasos agigantados, conforme el surgimiento de

nuevas posibles herramientas terapéuticas.

A pesar de ello, abogo por las terapias tradicionales donde la

alianza terapéutica se va estableciendo paulatinamente con el

acercamiento cara a cara, la calidez de los gestos y cambios tonales, y

por supuesto, la acogida del saludo de bienvenida y la esperanzadora

a la par que fortalecedora despedida. Por mucho que puedan llegar a

compensarse dichos aspectos con otros métodos de comunicación

audiovisual y/o de escritura, la repercusión, solidez y confianza

establecida no llegará a ser la misma; y es que somos seres sociales

creados para vivir en sociedad y existen determinadas cualidades bajo

mi punto de vista irremplazables.

Si bien, teniendo en cuenta mi visión más “tradicional”, me

resulta fascinante la sola concepción de compensar las carencias

físicas (contacto cara a cara) y la cantidad de nuevas posibilidades de

tratamiento que se abren ante nuestros ojos; la riqueza de la

Psicología es el estudio constante y en continua renovación, por lo

que quizá el día de mañana muchos de los que hoy estamos revisando

los hallazgos de diferentes tratamientos tan innovadores como los

mediados por las nuevas tecnologías, nos dediquemos al estudio en

profundidad de este ámbito.

8. REFERENCIAS

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