Reporte Extenso SanBernardo - Sedesol...7 3.5. Servicios de salud Los servicios de salud al alcance...
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ÍNDICE
1 San Bernardo, Hidalgo .............................................................................................. 3
2 Resumen ejecutivo de San Bernardo ....................................................................... 3
3 Introducción: San Bernardo el contexto de la localidad .......................................... 4
4 Trabajo Etnográfico ................................................................................................ 10
4.1 Entrevistas Semi‐Estructuradas, diarios de campo y fichas de registro 10
4.2 Observación de la entrega del recurso para San Bernardo ........................... 10
4.3 Características de los Actores ......................................................................... 11
5 Descripción General Beneficiarios y sus Representantes ...................................... 14
5.1 Percepción del Estado de Salud ..................................................................... 14
5.2 Percepción del uso del recurso y proceso de toma de decisiones ................ 17
5.3 Percepción sobre redes sociales familiares y extra‐familiares ...................... 18
5.4 Descripción General de los Representantes .................................................. 21
6 Descripción General de Potenciales Beneficiarios ................................................. 22
7 Descripción General de Adultos Mayores Suspendidos ......................................... 27
8 Descripción General de Actores Clave ................................................................... 28
9 Observación del Punto de Pago.............................................................................. 33
10 Resultados de Impacto Percibido sobre Calidad de vida en los Adultos Mayores 36
10.1 Resultados de Impacto percibido sobre Salud Física y Emocional ............. 36
10.2 Resultados de Impacto percibido sobre Empoderamiento ....................... 40
10.3 Resultados de Impacto percibido sobre Redes Sociales ............................ 46
10.4 Resultados de Evaluación general del Programa 70 y más ........................ 48
10.5 Principales barreras de acceso al Programa experimentados por Potenciales Beneficiarios y AM Beneficiarios Suspendidos ....................................... 51
10.6 Resultados de Impacto percibido del Programa por Actores Clave ........... 53
11 Conclusiones ...................................................................................................... 55 12 Anexo Fotográfico……………………………………………………………………………………… ….60
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1 San Bernardo, Hidalgo
2 Resumen ejecutivo de San Bernardo a. Hallazgos Generales Centrales.
Salud. En relación a la salud física, a pesar de que la mayor parte de AM padece alguna enfermedad crónico degenerativa o derivada de una caída, muchos dijeron gozar de buena salud y la mayoría tiene movilidad, éste hecho lo relacionaron a su posibilidad de realizar actividades de la vida diaria. Las y los AM relacionaban estrechamente su salud emocional con la física, de esta forma si podían seguir haciendo sus tareas cotidianas y mantener sus redes sociales, referían estar bien emocionalmente.
Decisiones. Las y los AM generalmente han tomado y siguen tomando decisiones sobre las cosas que les atañen, aunque esto se vea acotado en la mayoría de los casos por las decisiones tradicionales que toman hombres y mujeres.
Redes sociales a nivel hogar. Las redes más fuertes y recurrentes fueron los vínculos en el hogar, en ellas generalmente se refiere la circulación de apoyo material, instrumental y emocional.
Redes sociales extra‐familiares. Este tipo de vínculos eran en su mayoría fuertes, recibían principalmente apoyo emocional y reconocimiento. Existían algunos grupos comunitarios en los que se contribuía de alguna forma o se hacían faenas.
b. Casos Generales extremos.
Salud. En relación a la salud física un caso extremo fue la postración de un AM a causa de secuelas de una embolia. También fueron documentadas enfermedades y curaciones relacionadas con la medicina tradicional y la magia.
Decisiones. Sólo en el caso de un AM con dependencia funcional, las decisiones sobre casi todos los aspectos, eran asumidas por la Representante que a su vez era cuidadora principal y su esposa.
Redes sociales hogar. En San Bernardo hay una homogeneidad en el tipo de apoyo que circula en los hogares. Pero sobresalió una AM que tuvo influencia sobre decisiones en el campo, un ámbito tradicionalmente adjudicado a los varones. Aunque también sobresalieron algunos testimonios que hablaban de historial de violencia familiar.
Redes sociales extra‐familiares. No se registraron casos extremos para esta categoría.
c. Hallazgos de Impacto centrales.
Salud. La mayoría de AM encuentra correlación entre el apoyo del Programa y su salud física, expresan que el dinero recibido por el Programa les posibilita consumir una variedad más amplia de alimentos, así como poder acudir a servicios médicos.
Uso del recurso y toma de decisiones. Mayoritariamente los AM refirieron emplear el dinero del Programa en compra de alimentos, visitas a médico particular o tradicional y pago de servicios.
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La decisión sobre el recurso era ejercida por los propios AM, salvo en un caso de dependencia funcional, pero se reportó que el dinero se usaba en comida y atención médica para el AM.
Redes sociales hogar. No se percibió algún cambio en las relaciones en el hogar derivado del recurso del Programa.
Redes sociales extra‐familiares. La mayoría no percibió algún cambio en las interacciones extra‐familiares.
d. Casos de Impacto extremos.
Salud. Algunos beneficiarios comentaron que es poco el recurso del Programa por lo que no sienten algún cambio en su salud física.
Uso del recurso y toma de decisiones. Algunas personas dijeron emplear el recurso del Programa en ropa y zapatos, así como servicios de luz y agua; al parecer porque la familia extensa del resto de los AM cubría tales necesidades.
En relación a la toma de decisiones sobre el recurso, sólo destacó que la decisión completa sobre éste recayera casi completamente un caso en un Representante, quien administra y le suministra el recurso al AM, pues éste se encuentra postrado y casi no puede hablar.
Redes sociales hogar. No se registraron casos extremos para esta categoría.
Redes sociales extra‐familiares. Los AM que sí notaron un cambio señalaron que se pueden reunir con amistades al momento de la entrega o que ahora ya no solicitan dinero prestado para comprar lo que necesitan.
De igual modo también se presentaron algunos casos de AM que percibieron consecuencias negativas por el recurso económico como envidias por ser beneficiarios del Programa.
3 Introducción: San Bernardo el contexto de la localidad
3.1. Ubicación San Bernardo se encuentra al sur de su cabecera municipal Zacualtipán, entre el
área boscosa y la zona árida de Mezquititlán, las casas de la localidad se encuentran dispersas sobre desniveles geográficos y terrazas donde crecen tanto bosques como magueyes.
3.2. Población y características socioeconómicas Estructuralmente San Bernardo presenta un rezago social pues está catalogado
en el grado de marginación Alto, en la tabla 11 se presentan los índices de marginación Estatal, municipal y local.
1 Fuente: Población total, indicadores socioeconómicos, índice y grado de marginación, lugar que ocupa en el contexto nacional y estatal por municipio, 2005, en páginas Web:
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Tabla 1. Índice y grado de marginación comparativo por Estado, Municipio y Localidad. San Bernardo
Estado de Hidalgo
Municipio Zacualtipán
Localidad San
Bernardo 0.75 -0.64441 - 0.07962
Grado de marginación Alto Medio Alto
ÍNDICE Y GRADO DE MARGINACIÓN
Índice de marginación
Los indicadores con los que se obtuvieron los resultados del Índice de
marginación se presentan en la tabla 2:
Tabla 2. Población total e indicadores del índice de marginación
Estado de Hidalgo
Población total
% Población analfabeta
de 15 años o más
% Población s in primaria completa de 15 años o
más
% Ocupantesen viviendas s in drenaje ni
servicio sanitario
% Ocupantesen viviendas s in energía
eléctrica
% Ocupantesen viviendas
s in agua entubada
% Viviendas con algún nivel de
hacinamiento
% Ocupantesen viviendas con piso de
tierra
% Población ocupada con ingreso de
has ta 2 salarios mínimos
2 345 514 12.80 27.50 8.98 3.90 12.21 42.69 12.78 61.63
Zacualtipán
Población total
% Población de 15 años o
más analfabeta
% Población de 15 años o
más s in primaria completa
% Ocupantesen viviendas s in drenaje ni
servicio sanitario
% Ocupantesen viviendas s in energía
eléctrica
% Ocupantesen viviendas
s in agua entubada
% Viviendas con algún nivel de
hacinamiento
% Ocupantesen viviendas con piso de
tierra
% Población ocupada con ingreso de
has ta 2 salarios mínimos
25 987 12.07 29.41 1.65 4.85 10.47 46.65 14.93 62.02
San Bernardo
Población total
% Población de 15 años o
más analfabeta
% Población de 15 años o
más s in primaria completa
% Viviendas s in drenaje ni
excusado
% Viviendas s in energía
eléctrica
% Viviendas s in agua
entubada en el ámbito de la vivienda
% Viviendas con algún nivel de
hacinamiento
% Viviendas con piso de
tierra
% Población ocupada con ingreso de
has ta 2 salarios mínimos
422 21.02 49.84 0.69 4.83 5.52 35.17 66.67 No hay dato
Población total e Indicadores del índice de marginación
En esta tabla se ve con detalle las características estructurales con las que se
clasificó a San Bernardo como una población de alta marginalidad. Tiene más población de 15 años o más analfabeta y sin primaria completa que los porcentajes presentados para el Estado de Hidalgo y para su municipio Zacualtipán. A comparación del Estado y del municipio es bajo el porcentaje de viviendas sin drenaje ni excusado, pero alto el porcentaje de viviendas con piso de tierra.
1 Fuente: Población total, indicadores socioeconómicos, índice y grado de marginación, lugar que ocupa en el contexto nacional y estatal por municipio, 2005, en páginas Web: http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/margina2005/AnexoB.pdf y http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/marg_local05/IM2005-HGO.xls
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3.3. Subsistencia En San Bernardo uno de los medios de subsistencia más importante es la producción de pulque, la “raspada de maguey” se realiza a dicha planta abundante en la región, el líquido se comercializa a baja escala en La Vega Metztitlán, San Agustín Mezquititlán (a orilla de la carretera Pachuca‐Zacualtipán) y en Zacualtipán. A estos lugares suelen llegar en burro o caballo y cuando es a pie se recorre un trayecto de hasta tres horas. Otros medios de subsistencia son el pastoreo de borregos o chivos también a baja escala, así como milpas de temporal de maíz y frijol, para el autoconsumo.
En la localidad hay además tres invernaderos de nopal, jitomate y otros vegetales, cuya existencia obedece a proyectos productivos gestionados de manera colectiva, no obstante al paso del tiempo éstos han quedado en manos de particulares. La producción de tales invernaderos se vende en ocasiones a intermediarios y generalmente en el mercado de Zacualtipán algunos días de la semana.
Algunos habitantes de San Bernardo son empleados en las maquilas de ropa de Zacualtipán.
3.4. Acceso a la localidad Para llegar a San Bernardo de la Ciudad de México debe tomarse la autopista a
Pachuca, posteriormente continuar por la carretera federal Pachuca‐Huejutla, carretera por la cual se recorren aproximadamente 105 kilómetros, al arribar a Zacualtipán se cruza la población en dirección sur, tomando la terracería por la cual se llega a San Bernardo.
El servicio de transporte rural colectivo consiste en una camioneta y un vehículo particular, quienes realizan al menos un viaje en el día de la cabecera municipal a la localidad y de regreso. El costo por viaje es de 15 pesos. Sólo los días domingos sale de San Bernardo un microbús a las 7 de la mañana que vuelve a las 4 y media de la tarde, cobrando 15 pesos de un punto a otro.
El vehículo particular de una persona que trabaja en la maquila en Zacualtipán suele transportar algunas personas de la localidad a la cabecera municipal. Cuando las personas de San Bernardo tienen alguna emergencia, “piden un viaje” a los coches o camionetas particulares que dicho sea de paso se encuentran en malas condiciones. Cuando no hay transporte público, o no tienen dinero para pagar un viaje particular, los habitantes suelen caminar por la terracería para llegar de un lugar a otro.
Patrón de asentamiento. La dispersión de las viviendas en San Bernardo es una característica de su patrón de asentamiento. Existen cuatro barrios que se extienden por una serie de laderas y desniveles en los cerros, tres de ellos –Pino Solo, Moras y Caballete‐ se encuentran en la parte más baja y árida, el barrio Lagunilla se encuentra en un ambiente boscoso y más húmedo. Trasladarse a pie de un barrio a otro implica en ocasiones caminar una hora o más.
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3.5. Servicios de salud Los servicios de salud al alcance de los pobladores de San Bernardo consisten en una Casa de Salud2 ubicada sobre el camino principal, en ella los medicamentos son suministrados aproximadamente dos veces al año, lo que resultaba insuficiente para atender la demanda de sus pobladores, por ejemplo, en el momento de la visita del equipo a la localidad, no había paracetamol.
A los habitantes de San Bernardo les corresponde acudir al Centro de Salud de Zacualtipán, donde son atendidos por tres médicos, personal insuficiente para la demanda de los pobladores de la región, de acuerdo al testimonio del personal de salud del mismo lugar. Durante el tiempo que el equipo de campo estuvo en Zacualtipán, se observó que por las mañanas, antes de iniciar el horario de consulta en el Centro de Salud, la fila de personas a ser atendida superaba las 20.
Cuando se requiere de atención de tercer nivel, los pacientes de la Clínica son canalizados al Hospital del IMSS de Zacualtipán. Muy pocas personas de San Bernardo son derechohabientes del IMSS, y éstos se dicen satisfechos con éste servicio porque a diferencia del Centro de Salud, se les ofrece el medicamento que requieren.
De igual modo, los AM de San Bernardo refirieron haber atendido sus problemas de salud con médicos tradicionales en Zacualtipán, pues en la región hay reconocidos médicos tradicionales.
3.6. Educación En San Bernardo hay un jardín de niños de CONAFE, una primaria y una
Telesecundaria. El jardín de niños cuenta con dos profesores, quienes atienden aproximadamente a 18 pequeños; la primaria cuenta con dos profesores, quienes atienden a 39 estudiantes; a su vez la Telesecundaria cuenta con tres profesores y 13 estudiantes. No hay bachillerato en San Bernardo, los jóvenes egresados de secundaria acuden al CBTIS ubicado en Zacualtipán, lugar donde también existe una Universidad privada, ambas opciones educativas parecen resultar de difícil acceso para la mayoría. Por ello muchos jóvenes al concluir la secundaria migran a la Ciudad de México, y algunos a Estados Unidos, otros más permanecen en San Bernardo dedicándose a las labores domésticas o al trabajo en el campo.
3.7. Servicios públicos de infraestructura: Electricidad, Agua, Drenaje y Telefonía
Electricidad. En San Bernardo se cuenta con energía eléctrica desde hace más de 20 años, el suministro de la misma es de buena calidad y permanente.
Agua. El agua potable se bombea a cada uno de los cuatro barrios una vez a la semana, por lo que se almacena en toneles o recipientes para su administración durante la semana. Sin embargo en al menos dos barrios el agua era escasa de manera 2 La Casa de Salud operaba con una Auxiliar de Salud, quien había recibido algunos cursos de capacitación por parte del Centro de Salud; su trabajo consistía en atender casos de emergencia, ofrecer medicamento, organizar y mantener limpia la Casa. Además había un equipo de vocales de salud que apoyaban el trabajo de la Auxiliar, quien a su vez las organizaba.
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sistemática. En el momento de la visita del equipo de campo había familias que tenían ya 20 días sin agua potable.
Drenaje. En la localidad no existe servicio de drenaje.
Telefonía. Aproximadamente menos de la mitad de los hogares de San Bernardo cuenta con teléfonos celulares fijos de pre pago, ante la carencia del servicio telefónico por cable.
3.8. Comercio
En San Bernardo hay dos tiendas con algunos productos básicos y abarrotes, en ellas se puede adquirir cerveza, pulque y agua miel, por lo que también funcionan como cantinas.
3.9. Usos y Costumbres. San Bernardo es una localidad mestiza, no hay un atuendo típico ni lo que se
conoce como usos y costumbres.
La antigua evangelización del lugar se expresa en la iglesia de la comunidad que aún en su fachada mantiene escritura en latín, así como rasgos prehispánicos de flores y adosamientos similares a las representaciones de los ojos de Tláloc.
Se cuenta que en este lugar apareció San Bernardo en pequeña figura de piedra, en una barranca a poca distancia de la iglesia, lugar en el que actualmente crecen lirios. Por ese motivo San Bernardo es el nombre del lugar y patrono del mismo.
La dispersión entre viviendas y barrios podría representar una barrera de contacto entre los habitantes de San Bernardo, sin embargo hay una organización palpable en torno a la restauración de la Iglesia, al Centro de Salud y para la organización de tres fiestas que se celebran en el transcurso del año. La participación de la comunidad en tales actividades parece ser permanente, sin embargo sólo algunas personas asumen el liderazgo a través de los comités de organización, y éstas son las mismas en casi todos los comités. De este modo la organización se teje en torno algunas personas con liderazgo en la comunidad. Los comités son de la Iglesia, del agua, la luz, el jaripeo, Oportunidades, la escuela y salud.
Las fiestas de San Bernardo son tres: la del 15 de mayo, la patronal y la de fin de año. Para todas ellas la gente de la comunidad realiza una cooperación monetaria. La primera es organizada por el comité de la escuela y es la más grande del año a pesar de no ser la patronal. Esta fecha se festeja a San Isidro Labrador, la fiesta inicia en la escuela primaria con la declamación de algunos estudiantes, más tarde se hace La Raya –un concurso que consiste en trazar la línea más derecha con yunta y arado‐, el jaripeo y la cabalgata. En esta fiesta todos los invitados con convidados de barbacoa de res.
El 20 de agosto se festeja a San Bernardo, el día inicia con mañanitas, el mayordomo invita el desayuno en su casa, desde donde sale en procesión a la iglesia la imagen del patrono. La procesión es acompañada todo el día por una banda de música, en ocasiones también hay castillos y jaripeo.
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La fiesta de fin de año se celebra con jaripeo, un gran baile al que son invitadas las comunidades próximas.
En San Bernardo es común la ingesta de pulque y aguamiel especialmente en los varones, quienes suelen tener enfermedades relacionadas con el exceso de consumo de tales bebidas. A pesar del alto nivel de ingesta, no se identificaron en las calles de San Bernardo personas alcoholizadas.
La migración de los jóvenes y adultos a la Ciudad de México, Zacualtipán o Pachuca, es un rasgo que caracteriza la comunidad, como consecuencia se encontraron varios AM que viven solos, en estos casos los vecinos suelen estar pendientes de ellos. De este modo los AM son visitados con relativa frecuencia por sus hijos que migraron a ciudades relativamente cercanas, además de contar con apoyo de éstos en caso de enfermedad, incluso los AM llegan a ser trasladados por temporadas para su atención médica a Pachuca y la Ciudad de México.
3.10. Procedimientos de trabajo en comunidad Antes del arribo del equipo de campo a San Bernardo se realizó comunicación
vía telefónica y fax con la Coordinación Municipal de la Secretaría de Salud en Zacualtipán.
El equipo de campo se presentó con el Coordinador Municipal el día 26 de Marzo, quien apoyó diariamente en el traslado del equipo de Zacualtipán a la localidad, además de presentar al equipo con el personal de la Casa de Salud de San Bernardo.
Identificación de personas a entrevistar. En la localidad la ubicación de los hogares de de las y los beneficiarios (AM), Potenciales Beneficiarios (PB) y Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos (AMS) a entrevistar se realizó gracias a la Auxiliar y una Vocal de Salud.
El levantamiento de entrevistas se realizó en tres rutas, a cada una de las cuales se dedicó un día de trabajo. El primer día se visitaron los barrios de Moras y Caballete, al sur de San Bernardo, el segundo día las visitas se hicieron al este de la localidad en el barrio Lagunilla, y el tercer día se visitó el barrio Pino Solo, al norte de San Bernardo, y a su vez el primer barrio si se llega por Zacualtipán, las casas que lo componen se encuentran mayoritariamente dispuestas sobre la calle principal.
Para la identificación de los PB se preguntó a los Beneficiarios, a los Actores Clave (AC) y al equipo de salud sobre la existencia de Adultos Mayores que aún teniendo la edad no fueran beneficiarios.
Se preguntó al personal de salud y a los beneficiarios sobre personas clave para el Programa en la localidad, una de las AC fue seleccionada por ser la Responsable del Programa en su comunidad, a su vez tiene un tío suspendido del Programa, al cual representa; además es líder reconocida en su comunidad y participa en varios comités, hace algunos meses dejó de ser Promotora de Oportunidades y en la actualidad participa en la Casa de Salud. La identificación de la segunda AC resultó difícil pues casi no había personas vinculadas al Programa que le conocieran lo suficiente. Sin embargo la segunda AC se eligió por la segunda Responsable del Programa en San Bernardo, a
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su vez esposa de un beneficiario e hija de una beneficiaria con dependencia funcional a la que Representa.
Una vez localizada la persona a ser entrevistada para cada categoría se obtuvo el consentimiento del actor, se buscaron las condiciones necesarias para gozar de confidencialidad durante la entrevista, se realizó el levantamiento de ficha socioeconómica y al salir de la entrevista se tomaron notas para el Diario de Campo.
3.11. Traductores San Bernardo es una localidad mestiza donde todas las personas hablan
español, motivo por el cual no fue necesario el apoyo de traductores.
4 Trabajo Etnográfico
4.1 Entrevistas Semi-Estructuradas, diarios de campo y fichas de registro Las entrevistas previstas para cada categoría se realizaron del día 26 al 29 de
Marzo del año en curso. En total se levantaron 33 ESE, 25 dirigidas a AM Beneficiarios, 1 a un Representante, 4 a Potenciales Beneficiarios, 1 a AM Beneficiario Suspendido, y 2 a Actores Clave. Además se realizaron 33 Diarios de Campo con los registros de cada entrevista y sus correspondientes fichas socioeconómicas, así como 1 registro extenso de Diario de localidad.
4.2 Observación de la entrega del recurso para San Bernardo La fecha en que se realizaría el pago a los AM de San Bernardo fue dada a
conocer al equipo de campo por María Fernanda Arce Cardoso, Directora de Monitoreo de la Dirección General de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales.
La responsable del estudio cualitativo y la coordinadora de campo acudieron al lugar la fecha y hora señalada. La llegada al punto de pago no implicó un desplazamiento desde la Ciudad de México, porque coincidió el término del trabajo de campo con el día de pago del recurso de los beneficiarios de San Bernardo. El equipo de campo fue acompañado por un funcionario de SEDESOL de oficinas federales.
La entrega del recurso se realizó en el Auditorio Municipal de Zacualtipán, el equipo de campo procedió de acuerdo a los lineamientos para observación. La observación inició a las 9 de la mañana y concluyó a las 3 de la tarde. Al final de la jornada de pago se entabló un diálogo informal con la Promotora Social al frente de la mesa de atención.
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4.3 Características de los Actores Las características individuales, del hogar y comunitarias (relativas al acceso a
servicios de salud) para cada categoría de actores, son descritas en los apartados siguientes, la tabla 3 muestra una síntesis de las características referidas:
Tabla 3. Características individuales, del hogar y comunitarias de acceso a servicios de salud. San Bernardo
Hombres Beneficiarios 11 Potenciales
Beneficiarios 5 AM Sanos / Independientes 25
Mujeres Beneficiarias 15
Adultos Mayores Suspendidos
1 AM Enfermos / Dependientes 1
Total 26 26
Beneficiarios con Redes Sociales Fuertes
21Beneficiarios con Redes Sociales Débiles
5
Beneficiarios con Redes Sociales Neutras o Desconocidas
0
Total 26
Pertenece a Hogar Oportunidades
20No pertenece a Hogar Oportunidades
6
Total 26
Localidades con pob Mestiza
1 Localidades con fácil acceso SS
1
SAN BERNARDOCaracterísticas Individuales
Características del Hogar
Características de la Localidad
4.3.1. Beneficiarios: características individuales, de hogar y de comunidad de acceso a servicios de salud
Características individuales. De los 26 Adultos Mayores Beneficiarios entrevistados en San Bernardo, la edad mínima fue de 72 y la máxima de 93 años, siendo la edad promedio 79.7 años. Fueron 15 mujeres y 11 hombres, de ellos, 17 eran viudos (as), ocho estaban casados (as) y 1 era soltero.
Cinco Adultos Mayores Beneficiarios no terminaron ningún grado escolar, 12 estudiaron de 1ro a 3ro de primaria, 8 hasta 4to grado de primaria, y 1 estudió hasta 5º grado. El 81% de los entrevistados puede leer y escribir, el 19% no puede realizar estas acciones. El 100% es monolingüe en español.
Respecto a la salud, a pesar de que el 73% reportó tener alguna enfermedad, de las cuales la mayoría del total entrevistado dijo que tenía algún tipo de enfermedad crónica, una minoría aseguró presentar malestares generales y también se encontraron algunos casos de discapacidades visuales y/o auditivas, de modo que el 96% recogía el apoyo por sí mismo, mientras que el 4% (una persona) necesitaba de un Representante.
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Todos los AM dijeron tener algún tipo de red social. En casi el total de los casos (81%), es fuerte la red familiar y extra familiar conformada por amigos, vecinos, compadres o hijos que viven fuera de la localidad, frente a 19% con red familiar y extra familiar débil. Las redes extra familiares comunitarias son fuertes para poco más de la mitad (57.7%), débiles para el 34.6%, y se desconoce para el 7.69%.
Características de hogar. El 61.5% de los AM vivía en hogares multi‐generacionales, el 30.76% vivía en hogares uni‐generacionales solo, mientras el 7.69% (2 AM) vivía en pareja. Tenían de 0 a 13 hijos, siendo el promedio 5.7 hijos. Vivían en hogares cuyos miembros fluctuaban entre los 0 a 7 integrantes, siendo 1.4 personas el promedio de los integrantes de los hogares de los AM Beneficiarios.
El 77% de Adultos Mayores vivía en Hogares Oportunidades, el 19% residía en hogares donde se recibían despensas del DIF estatal, el 4% (sólo un AM) no recibía ningún otro programa.
Características comunitarias de acceso a servicios de salud. En relación a los servicios de salud, el 58% de los AM reportó haber acudido a alguno de ellos en los últimos tres meses, de ellos el 60% acudió a un consultorio médico privado, el 20% fue a la clínica más cercana, el 6.6% (una persona) fue a la casa de salud de la localidad, el 6.6% acudió con un curandero, así como a un consultorio privado y el 6.6% acudió al dentista. El 87% aseguró haber acudido de una a dos veces en dicho lapso, el 13% dijo haber ido de tres a cuatro veces.
4.3.2. Representantes: características individuales y de hogar Características individuales y de hogar Debido a que casi el total de los AM de la comunidad tenía un grado de independencia funcional muy alto, en la comunidad de San Bernardo se entrevistó sólo a una Representante para un Adulto Mayor Beneficiario que a su vez era la cuidadora principal de éste. Era mujer, de 76 años, casada. Vivía con su familia, formada por dos integrantes. El AM era su esposo. Estudió hasta cuarto de primaria, sabía leer y escribir y eran monolingüe en español.
4.3.3. Potenciales Beneficiarios: características individuales, de hogar y comunitarias de acceso a servicios de salud
Características individuales. Se entrevistaron a cuatro Potenciales Beneficiarios, cuyas edades iban de los 71 a los 73 años, siendo 71.8 años el promedio de edad. Todas eran mujeres, tres viudas y una casada. Dos terminaron tercero y dos cuarto de primaria, tres pueden de leer y escribir y una no. Las cuatro son monolingües en español.
Tres dijeron tener algún tipo de enfermedad crónica, y otra tener algún tipo de malestar general. Todas recogerían el apoyo por sí mismas.
Las cuatro PB tenían redes sociales de cualquier tipo. Dos contaban con redes familiares fuertes y dos débiles. De sus redes extra familiares, conformadas por amigos, vecinos, compadres o hijos que residían fuera de la localidad, también para 2 eran fuertes y para 2 débiles. De sus redes comunitarias 3 eran fuertes y de 1 se desconoce.
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Características de hogar. Tres vivían en hogares multi‐generacionales y una en hogar uni‐generacional con su pareja. El máximo de hijos que tenían eran 9 y el mínimo tres, en promedio 5.8 hijos. En promedio viven 2.5 personas con las Potenciales Beneficiarias.
Las cuatro PB recibían algún tipo de programa, dos de ellas pertenecían a hogar Oportunidades, y en el hogar de dos de ellas se recibía una despensa del DIF.
Características comunitarias de acceso a servicios de salud. De las cuatro Potenciales Beneficiarias, tres buscaron asistencia médica en los tres meses previos a la entrevista, acudiendo a un servicio gratuito, dijeron haber ido una, tres y seis veces respectivamente.
4.3.4. Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos: características
individuales, de hogar y comunitarias de acceso a servicios de salud
Características individuales. Se entrevistó a 1 Adulta Mayor Beneficiaria cuyo apoyo estaba Suspendido. Su edad era de 91 años, eran una mujer, casada. Estudió hasta primer grado de primaria, y podía leer y escribir, eran monolingüe en español. Estaba enferma de alguna enfermedad crónica, dijo que necesitaría de un Representante para recoger su apoyo.
Características de hogar. Vivía en un hogar multi‐generacional. Tenía 5 hijos y vivía con cuatro personas en su hogar y el otro con. La AMS pertenece a un hogar Oportunidades.
Tenían una red familiar y una extra‐familiar conformada por amigos, vecinos,compadres o hijos que residían fuera de la localidad fuerte, su red extra‐familiar conformada por la comunidad era desconocida.
Características comunitarias de acceso a servicios de salud. En relación a los servicios de salud, la AMS no buscó atención médica en un periodo de tres meses inmediatamente anterior a la realización de la entrevista.
4.3.5. Actores Clave: características individuales y de hogar Características de los Actores Clave. Se entrevistó a dos Actores Clave en la localidad, las dos eran mujeres con edades de 43 y 50 años respectivamente, casadas y ambas vivían con su familia constituida por cinco y cuatro personas. Ambas tenían hijos, una tres y la otra dos. Ambas sabían leer y escribir, una concluyó la secundaria y la otra estudió hasta 5to de primaria.
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5 Descripción General Beneficiarios y sus Representantes
5.1 Percepción del Estado de Salud 5.1.1. Percepción del Estado de Salud Física La mayoría de las personas entrevistadas en San Bernardo presentaron problemas de salud. Sin embargo, hubo quienes dijeron sentirse bien. Entre los malestares más comunes se encontraron los siguientes: ceguera y sordera parcial o total, osteoporosis, artritis, embolia, mareos, presión alta o baja, náuseas, insomnio, gripa, tos, falta de apetito, debilidad, así como dolor de pies, rodillas y columna.
Mientras unas personas atribuyeron sus malestares a la edad o a accidentes ocurridos en el pasado, otras los achacaron a la magia negra, por ejemplo, un AM expresó:
P.‐ Y ¿por qué cree que se lo hayan maleado? R.‐ Ah, porque pues lo dijeron allá que me hicieron un trabajo negro, y por eso, P.‐ ¿pero cree que haya sido por envidia o por algo así? R.‐ Pues solamente Dios. Sí, casualmente por envidia y sí demasiadamente yo me di cuenta bien… (SanBe_AM_M_117).
Entre los AM con buena salud física, hubo quienes reportaron haber sido objeto de intervenciones quirúrgicas, causadas por ceguera, úlceras y problemas con la próstata y vesícula. A dichas operaciones adjudicaron mejorías en su salud, tal como se muestra a continuación con el caso de una beneficiaria que fue operada en Pachuca:
P.‐ .. ¿Cómo se siente de salud? R.‐ Pus yo me siento bien, no, no he sido enferma de ninguna enfermedad, más que una vez estuve enferma de la vesícula pero nada más. Me llevaron a Pachuca, allá me operaron y de ahí para acá, ps no, yo también pensé que como he trabajado mucho y trabajo pesado, dije yo pus no, yo creo que ya no voy a salir viva de aquí. Pero no, gracias a Dios salí bien (SanBe_AM_M_122).
Una de las AM mencionó que su buen estado de salud se debía a que tomaba vitaminas; el uso de éstas parece ser una constante entre los beneficiarios. Sin embargo, esta misma persona dejó entrever que una motivación para no enfermarse era evitar acudir al médico:
P.‐ Este, me podría decir ¿cómo se siente usted? ¿Cuál es su estado de salud? R.‐ Parece que me siento bien, porque ahora sí que con lo que me dan, con ese mismo me compro vitaminas, inyecciones, vitaminas. P.‐ Mjum. R.‐ Porque pa' que me sienta mejor, porque pus' no quiero estar enferma, porque estando enferma me llevan luego (SanBe_AM_H_123).
En general, los AM asociaron el buen estado de salud a la capacidad que aún tenían de trabajar, un ejemplo a continuación:
P.‐ … ¿Por qué se siente bien? R1.‐ Si pos porque hago quehacer y pos me apuro a hacer mi quehacer y todo eso sí P.‐ Ah bueno y este ¿de salud por qué cree que se siente bien de salud? R1.‐ Pos yo veo que me siento bien (risas) (SanBe_AM_M_111).
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A su vez, algunos indicaron que su estado de salud dependía de la atención de terceros, ya fuera para alimentarlos, ayudarlos a desplazarse o llevarlos al médico. La siguiente conversación ilustra esto; en ella, el beneficiario agradece la ayuda de su hija:
P.‐ Oiga, quería ver si me puede platicar cómo anda de salud ¿Usted cómo se siente? R1.‐ Pus ay mejorcito, bien, bien ya no es que también mi, tengo mi chamaca en Zacualtipán viviendo y es la que me procura, me lleva con el dotor, y es la que está mirando orita de, de medecinas (SanBe_AM_H_128).
Por otro lado, algunos AM mencionaron no acudir al médico por los altos costos que esto implicaba (transporte, consulta, medicamentos), otros se quejaron de no percibir mejorías en su salud tras recibir tratamientos en los servicios médicos públicos. Debido a lo anterior, unos han optado por soportar las molestias sin recibir atención o por visitar a curanderos. A continuación se transcribe una entrevista donde el AM comenta por qué buscó solución a sus problemas en la medicina tradicional:
R.‐ Pues he andado mal (…) me caí mi rodilla, y no me componí con el doctor y de fui con un curandero, y orita e estoy curando según de aire, un aire fuerte que pesqué, eso me dijo la señora, iba ir yo ayer pero me dio flojera, así como que estaba, no tenía ganas de salir y no voy, pero estoy yendo con una señora me cobra 250 cada vez que voy (SanBe_AM_M_ 113).
Entre las personas que reportaron sentirse saludables destaca el siguiente testimonio, ya que muestra que el estado de salud es producto de una serie de factores tanto físicos como emocionales, entre los que se encuentran la alimentación y atención a las necesidades del cuerpo, la actividad física y las relaciones interpersonales:
P.‐ ¿Y hoy como se siente (...) de salud? R1.‐ Pos orita me siento bien (...) me siento bien P.‐ ¿Por qué cree que se siente bien? R1.‐ Pos porque (...) como, me da hambre (...) y como sopa si la tengo, me la como, todo si, con mis gentes aquí en la casa, aquí, guardar mis borregas, vengo platico con Carmela, si no viene aquella mujer, platicamos, si no ver a la vecina, y así, así, pero yo me siento bien (...) primero no, cuando se murió mi esposo me sentía mal, pero él tiene apenas ¿qué? (...) tres meses va a hacer (...) que él murió (...) y me sentía como mal, como que no estaba bien, pero orita, ya, ya (...) es que toy tomando calcio (SanBe_AM_M_118).
5.1.2. Percepción de estado de Salud Emocional La mayoría de las y los entrevistados asociaron el estado de salud emocional
con el físico y, por lo mismo, lo definieron como cambiante; es decir, manifestaron que en ocasiones estaban contentos y en otras no. Esto se debe a que, aun cuando los AM se sienten de buen ánimo, terminan por entristecerse porque el cuerpo ya no les responde igual. A continuación un ejemplo de ello:
P.‐ Mjum, y de estado de ánimo ¿Cómo se siente usted? R.‐ De ánimo sí me siento con ánimo pero P.‐ Mjum R.‐ El cuerpo ya no quiere (SanBe_AM_M_139).
Aquellos que se sentían bien emocionalmente eran quienes se mantenían trabajando en el campo o en la casa, mantenían fuertes redes sociales o habían
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aprendido a vivir solos. A continuación tres ejemplos, en el primero una AM habla sobre sus tareas cotidianas; en el segundo una beneficiaria expone la buena amistad que guarda con sus vecinas y, en el tercero una AM comenta que se siente contenta porque aprendió a vivir sola:
P‐ Mjum (…) y (…) este, de estado de ánimo, doña Andrea, ¿cómo se siente usted? R.‐ Bien, bien, me dan ganas de hacer quehacer, de (…) y pus’ me voy a ver mis animales. P.‐ Mjum. R.‐ Le digo ahorita que ahorita vengo llegando de (…) ir a juntar zacate. P.‐ Mjum (SanBe_AM_M_142). R1.‐ Y... ¿de sus emociones como se sintió hoy?... R1.‐ Pus... yo diría que contenta, ajá P.‐ Uuhm R1.‐ Yo diría que contenta, es que no me faltan mis vecinas siempre vienen a verme, diario... si no viene la de aquí, si no viene otro señor de allá, me visitan, nunca me han dejado sola (SanBe_AM_M_118). P.‐ ¿Cómo se siente? R1.‐Contenta P.‐ ¿Sí? R1.‐ Contenta. P.‐ ¿Por qué? R1.‐ Pues porque, pues ya me acostumbré sola (SanBe_AM_M_150).
La soledad y las enfermedades fueron las principales razones que reportaron los AM que se encontraban en malas condiciones emocionales, al grado que uno de ellos manifestó estar contento en el momento de la entrevista porque había recibido una visita (SanBe_AM_M_146). A continuación un testimonio que lo muestra:
P.‐ Mjum. ¿Por qué a veces usted siente está tranquila y a veces no? R.‐ Es que me desespero (...) ya me siento así, media (...) sola y este, luego, no hayo ni con quién esté yo ni con nadie (risas) (SanBe_AM_M_114).
Fue evidente que los AM sentían nostalgia porque su vida se está terminando; mientras que otros señalaron estar tranquilos. Estas dos posturas se muestran en seguida:
R.‐ Ya no (...) ya todo se acaba señorita, el gusto (por) (…) andar en fiestas (…) (…..) ya no. Ya (...) todo se va terminando todo. Las fuerzas principalmente la fuerza (SanBe_AM_M_136). P.– Mjum Don Rubén ¿y de estado de ánimo cómo se siente usted, se siente triste, contento? R1 – Pues no, hay más o menos (…) todo se va acabando, de todos modos, este, uno contento no se va acabando así, yo estoy tranquilo, más o menos (SanBe_AM_H_138).
Por último, una de las entrevistadas reportó que su estado de ánimo se veía alterado cuando sus hijos se iban de inmigrantes a EUA.
P.‐ Mjum ¿Cómo se lleva usted con sus hijos? R.‐ Bien. Todos me quieren bien. Me quieren y los quiero, porque ¡ay! Cuando me dicen que ya se van pal' otro lado hasta no se que siento, siento feo que se van. P.‐ ¿Ya se han ido varias veces? R.‐ Un hijo ya se ha ido como tres veces, pero esta vez si ya no pudo pasar. Y luego pus' ahí es eso lo que me mortifica que por allá andan y no llegan ni pa' allá ni pa' acá (SanBe_AM_M_108).
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5.1.3. Otros aspectos relacionados a la salud Durante las entrevistas, la mayoría de los AM se encontraban sucios, lo cual es entendible debido a que el agua escaseaba en algunos barrios de la localidad. Sin embargo, las viviendas estaban en buenas condiciones.
5.2 Percepción del uso del recurso y proceso de toma de decisiones Generalmente los AM de San Bernardo podían recoger por sí mismos el recurso
económico. El hecho de requerir un Representante no parecía afectar en muchos casos la decisión del AM sobre su recurso, al parecer los AM, al menos en el último trayecto de sus vidas habían tomado decisiones sobre sí mismos, y sobre cuestiones inmediatas a ellos tanto en la cocina como en el campo o en sus relaciones familiares, por lo que no fue evidente un cambio en las decisiones que éstos pudieran tomar sobre el recurso que les brinda el Programa.
Algunos de los AM solían comentar con los miembros de sus hogares el destino del recurso, pero era más común que expresaran que no parecía haber un consenso al momento de decidir qué comprar:
P.‐ Mjum ¡ah! Muy bien, mmm ¿y usted consulta con alguien en qué se va a gastar el recurso o alguien le dice qué se tiene que comprar? R.‐ No, yo, este, yo, a mí no me dice ninguno, yo lo compro nomás (SanBe_AM_M_114).
El destino que dijeron dar los AM de San Bernardo al recurso económico fue para necesidades básicas para su manutención: principalmente alimentos como verduras, carne, leche, sopas y azúcar; después atención médica, también el pago de servicios como: luz, agua, gas y, en menor grado peones. Por último se mencionó el pago de transporte y la compra de ropa y zapatos:
P.‐ ¿Qué, qué compra usted? R.‐ Pedazo de pollo, un queso, algunas cositas. P.‐ ¿Qué más, qué más? R.‐ Frutas, plátanos, manzanitas, lo que se pueda (risa) (…) R.‐ Compro mis gotas de mis (…) P.‐ ¿De sus ojos? R.‐ Aja y luego unas este, unas pastillas que me tomo pa la dolencia del pies, cuando me duelen harto ya me tomo una. P.‐ Mhe, y esas pastillas ¿dónde se las recetaron a usted? R.‐ En México. (SanBe_AM_H_123).
Era notoria la asociación del recurso del Programa con su salud tanto por los alimentos que ahora podían comprar como por la posibilidad de seguir atendiendo su salud física.
En suma la decisión del uso del recurso recaía principalmente en el AM, aunque se usaba para manutención básica en el hogar, en la mayoría de los casos, no se expresaba que hubiera un consenso con la familia para decidir qué comprar. El recurso se utilizaba principalmente para adquirir comida, atención médica, pago de servicios, poco para indumentaria y sobresale que no se mencionó la reparación de viviendas.
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5.3 Percepción sobre redes sociales familiares y extra-familiares
5.3.1. Conformación y fuerza de sus redes, tipo de apoyo que circula y significado del mismo
Conformación de las Redes Sociales Familiares. Para la mayoría de los AM las redes familiares son sus vínculos de mayor recurrencia y de más fuerza. En su mayoría, expresaron tener buena relación con su pareja o los miembros de la familia con quienes comparten la casa, con ellos conversan, se toman en cuenta, y se cuidan. Algunos AM reportaron que a veces tienen desavenencias con otros miembros de su familia y otros incluso hablaron de historial de violencia doméstica:
P.‐ Ah ya, bueno entonces usted (...) ¿y con su esposo cómo se lleva? R.‐ ¿con mi esposo? Ay poco más o menos, porque siempre (...) como me daba mala vida antes cuando estaba yo más joven, ora no. P.‐ ¿Cómo mala vida? R.‐ Me pegaba, por chismes me pegaba, llegaba y me pegaba, luego les pegaba a mis hijos y yo como, luego así (...) nomás le decía, y ora que, no sé, yo le digo (...) le digo ora ya no está el tiempo de antes que nomás me pateabas y me golpeabas, ora ya se acabó ese tiempo, cuando estoy enojada lo regaño y le digo de cosas. P.‐ ¿Y él ya no le pega, ya no le pega? R.‐ No porque ya le dijeron los muchachos, o me dijeron que si me quería yo ir, que me fuera yo. ¡Mine, ven a corretear las gallinas! (…) P.‐ ¿Y usted no se quiere ir? R.‐ No me hallo en México, me dice mi hija que me vaya para allá, me sube la presión, nomás llego a Pachuca y me siento otra vida ya, me invitan, me llevan pero (...) de ahí pa' llegar ya llego toda mala de la cabeza, con vómito, toda adolorida de la cabeza, pa' salirnos de aquí no puedo (SanBe_AM_M_113).
El trabajo que implica la manutención en el hogar, tanto el doméstico como el trabajo de la tierra, es ejercido en su mayoría por los miembros del hogar con la tradicional división sexual de trabajo, adelante un ejemplo:
P. – No, de, de, de por ejemplo de, de los, del campo, de la comida, del dinero, ¿quién dice lo que se va a hacer? R. – Pos siempre de lo que se va a hacer de aquí pus, sólo de su casa ellas [sus hijas], del campo pues yo (…) P. – Mhmmm (…) R. – Ese yo pero cosas de, de aquí adentro ellas saben su obligación, se deben de, de (…) (SanBe_AM_H_Sin Folio).
Aunque en un caso excepcional, una AM dijo que convenció a su esposo de tomar una decisión importante en el ámbito que tradicionalmente le corresponde a los varones:
R.‐ Ah, los ejidos, pero (…) ella sí, está en eso de los ejidos pero yo no. P.‐ Mmm. R.‐ Yo no porque, este (…) porque, este, mi esposo (…) estaba metido allí en los ejidos. P.‐ Mmm. R.‐ Y luego, vea usted, no, yo creo que no tiene cuenta que, que (…) un cuartillo quieren de maíz (…) P.‐ Mmm. R.‐ Y para, tanta junta ahorita y luego el dinero que se tira. P.‐ Ah. R.‐ Se va el dinero, sí (…) y entonces, este, le dije a mi esposo, le digo (…) “Pus’, este, como tenías a tus hijos, le digo, no, no, no se tiene en cuenta que tú estás ahí, luego tienes el recibo
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por allá y (…) sin ganar nada” (…). Entonces, le digo, mejor, este, pues tienes terreno aquí”, no que no, aquí era puro llano. P.‐ Ajá, ajá. R.‐ Entonces le digo “Rompe las dos, manda romper unas dos melgas o tres, y tenemos maicito y frijol” (…) y ya no lo compramos (…) ¿para qué?, pus’ para mis hijos. P.‐ Mjum. R.‐ Y sí, yo me obedeció el señor, y (…) le digo “Eso se lo voy a dar (...) en lugar, que, esté usando ese dinero pus’ para comisariados le digo. (SanBe_AM_M_142)
Muchos de los AM aún trabajaban ya fuera en el campo o en las labores del hogar, de ahí que es importante mencionar que se encontraron casos donde se mencionaba que si un miembro de la familia no aportaba económicamente, en consecuencia no opinaba en el gasto del hogar:
P.‐ ¿Y hay algunas cosas que solamente decida su hijo y usted no decida o, entre los dos deciden, o sólo decide usted? R.‐ Pus si en eso, en cada pensamiento cada quien. P.‐ Mhe. R.‐ Sí (…) P.‐ Y por ejemplo, cuando van a comprar las cosas este, ¿quién, quién decide cómo se va hacer el mandado? R.‐ Pus yo porque él [su hijo], él no trabaja. (SanBe_AM_M_140).
Redes sociales familiares, tipo de apoyo que dan y reciben los AM y significado del mismo. Los AM manifestaron recibir diferentes tipos de apoyo por parte sus parejas o familia con la que vivían. Los apoyos que más dijeron recibir fueron instrumental y material, proveer de alimentos y preparar la comida para los AM fue lo más mencionado: “P.‐ Ajá, ¿Y qué es lo más importante que siente que su esposa le da a usted? R.‐ Pues
que me da de comer (risas)” (SanBe_AM_H_143). También se habló del acompañamiento cuando tenían que salir de su casa y el proporcionar cuidados si están enfermos. Sin embargo el apoyo emocional fue también mencionado por los AM en forma de preocupación o cuidado que sus familiares les dan:
P.‐ ¿Y qué es lo más importante que siente que ella [su nieta] le da a usted? R1.‐ Pus cariño, así (...) que siempre nos hemos querido las dos, cuando estoy enferma se mortifica, corre a ver a Lety (...) P.‐ Mjm R1.‐ Corre a ver las vecinas pa que me venga a ver, ella no se está quieta aunque sea como, como se vaya atacando los magueyes, pero ella llega a la casa (...) pero no crea ella sabe se lleva un palo y ella sabe los caminos P.‐ Mjm R1.‐ Llega sola (...) llega, y va a avisar (...) que vengan a avisarle a su mamá pa’ que venga (SanBe_AM_M_118).
En general el apoyo que reciben en su hogar es positivo, muchos AM tienen un nivel de independencia muy alto, son tomados en cuenta, tienen un lugar en la vida del hogar y son apoyados cuando lo requieren.
De forma consistente los AM daban apoyo, cariño y contribuían sobre todo a las labores del hogar. Al seguir trabajando, muchos de los AM daban como apoyo el fruto del mismo, como pueden ser alimentos o dinero.
Generalmente los AM expresaban la reciprocidad de apoyo en sus relaciones, adelante un ejemplo:
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P.‐ Oiga, y, y él [su pareja] entonces ¿Cuando puede le da a usted dinero? R.‐ Ajá P.‐ ¿Y por qué cree que él le ayuda a usted? R.‐ Porque lo le doy de comer y lo, lo veo en su ropa P.‐ Ah (…) ¿sería como un acuerdo? O sea, él vino aquí a vivir y entre los dos comparten los, los gastos (…) R.‐ Ajá, sí, si (SanBe_AM_M_146).
No obstante hubo varios AM que no percibían que pudieran contribuir con algo.
Conformación de las redes extra familiares. Este tipo de redes estaban conformadas por familiares que vivían fuera de la localidad pero con quienes mantenían relaciones en las que circulaba apoyo, así como por las interacciones con amigos, compadres, vecinos o interacciones con otros miembros de la comunidad.
Redes Sociales Extra‐familiares tipo de apoyo que reciben y dan y significado del mismo. En su mayoría los AM comentan redes sociales extra familiares fuertes, de las cuales aunque no obtendrían apoyo económico importante sí dijeron obtener apoyo emocional y reconocimiento. Es importante mencionar que algunos familiares migrantes mandan bienes en especie y han colocado algunos teléfonos en las casas de los AM para mantenerse comunicados:
R1.‐ Llega sola (...) llega, y va a avisar (...) que vengan a avisarle a su mamá pa que venga. P.‐ Mjm, que bueno. R1.‐ Mjm, pa ver al señor aquel que venga a marcar el teléfono (...) para que venga (...) es que un ñeto me compró un teléfono. P.‐ Aaah. R1.‐ Un ñeto que yo crié, su hermano de ella lo crié aquí también desde que nació, me lo dio su mamá porque trabajaba y me lo dio su mamá (...) me lo dio de meses. P.‐ Mjm. R1.‐ Estuvo aquí doce años conmigo, después se jue a hacer la secundaria a México y ya se fue con su mamá, ya no iba a estar aquí. P.‐ Mjm. R1.‐ Ya se fue (...) y es el que dice te voy a comprar un teléfono para que así nos hables cuando tenga, me lo compró él ... (SanBe_AM_M_118).
Por otro lado, cuando los AM manifestaban que recibían o daban ayuda a miembros de su comunidad, dejaban ver que se trataba de una cuestión de reciprocidad:
P.‐ Y, y por ¿y usted por qué les ayuda a ellos? R.‐ Pus por la necesidad en veces necesita uno centavos (risa), o más bien este hay veces que va uno a trabajar, pero también ellos le dicen a uno: si te voy ayudar pero también tú me ayudas, se ayuda uno, uno con lo otro. P.‐ Ah entons usted le ayuda y a lo mejor luego él le va ayudar a usted hacer (…) R.‐ Sí, cuando tiene uno trabajo dice: te voy ayudar pero luego me echas la mano también, y pus ya. P.‐ Y, y por ejemplo ¿no hay cosas en las que se ayuden en las que no se paguen, o sea, cosas así (…)? R.‐ ¿Cómo? P.‐ Por ejemplo que, que él le ayude en, que sus amigos le ayuden a usted, pero que, que no le, que usted no les tenga que pagar porque le ayuden. R.‐ Solamente ayudándose uno con otro, sí así sale el día desquitado como quien dice. P.‐ Parejo (SanBe_AM_H_123).
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Algunas redes extra‐familiares giran en torno a las actividades de fiestas religiosas –como Semana Santa, la fiesta patronal, la fiesta del 15 de Mayo, o las fiestas decembrinas‐, para dichas actividades, así como para el bien comunal se solicita cooperación económica. Un motivo de reunión más han sido las actividades del programa Oportunidades. Y en general los AM se reunía con gente que no fuera de su hogar sólo para conversar:
P.‐ Oiga y este y usted no sé ¿Usted ayuda o apoya en algo a su amigo Procopio? ¿Le, le ha ayudado en algo? R1.‐ No, no, no me ha ayudado nada, no, no. P.‐ No más lo visita usted. R1.‐ Nomás visitarlos (…) de que me dé, no; ni yo tampoco le he dado nada, pero el saludo. P.‐ El saludo pus si da el saludo. R1.‐ El saludo, el saludo. (SanBe_AM_H_128).
Las redes extra familiares compuestas por familiares migrantes mandan ocasionalmente dinero o algunos bienes materiales. Cuando van a visitar a los AM también suelen llevarles alimentos. En las relaciones comunitarias mayormente sólo se saludan o se hablan entre sus vecinos, pues San Bernardo presenta un patrón de asentamiento disperso que hace difícil que puedan visitarse. Pero existen organizaciones o acuerdos en los que se cooperan ya sea económicamente o con su fuerza de trabajo en busca del bien comunitario, o en momentos de crisis como la muerte:
R1.‐ Él no, ni le digo (...) sí ora que murió el agüelito si me dejó, me ayudaron todos pa hacer el sepelio. P.‐ Sí. R1.‐ Todos (...) ya ve que un sepelio sale caro. P.‐ Si, si es muy caro. R1.‐ Y aquí ya ve cuanto (...) P.‐ ¿A dónde lo llevaron a enterrar? R1.‐ Aquí, aquí en el panteón de aquí, mjm (...) aquí, en el panteón de aquí, pero (...) de todos modos hay que comprar todo; caja todo (...) aquí no nos cobran, por sepultarlos no, por eso tenemos faenas, él dio muchas faenas (...) cuando se hizo ese pantión porque antes sepultaban abajo en la iglesia, pero ora ya no, ya está un panteón arriba, allí es dónde sepultan (...) no pus no, ya (...) tuvimos que gastar entre todos pa hacerlo, yo de una he vendido dos pollitas, eso fue lo que me ayudó (...) pa ayudarlos a ellos pa la caja y todo lo que se compra (...) la gente que llega de lejos hay que darle de comer y todo, pos mal que bien ya salimos, orita pus, haber yo, cuando le toque a mi hija solita. (SanBe_AM_M_118).
5.4 Descripción General de los Representantes Percepción de la salud de los AM bajo su cuidado. Solo hubo un caso de un Representante para un AM con dependencia funcional. El AM estaba postrado debido a una enfermedad crónica, pero su estado de salud era estable.
Percepción del uso de recurso y proceso de toma de decisiones de los AM bajo su cuidado. El recurso era empleado principalmente en alimentación del AM, pero también se usaba para pagar el servicio de la luz. Las decisiones sobre el mismo recaían principalmente en la Representante y también en la hija del AM.
Relación con el AM bajo su cuidado. La Representante se llevaba bien con el AM, lo cuidaba, alimentaba, y lo tomaba en cuenta, pero no parecía en realidad que pudiera
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haber mucha interacción entre el Representante y el AM debido al estado de salud del último.
6 Descripción General de Potenciales Beneficiarios Percepción de salud física. Todas las PB eran mujeres y expresaron tener diversos problemas de salud como dolores musculares y de huesos, presión alta, discapacidad visual y auditiva, así como várices, diabetes y problemas con el pulmón, debido a los malestares expresaron salir poco de sus casas. Sin embargo todas seguían realizando actividades de la vida cotidiana, por ello afirmaban que se sentían bien de salud:
R1.‐ Pus... yo creo que bien, mientras yo puedo caminar, mientras y puedo comer, mientras, yo digo gracias a dios estoy bien porque si no malo sería que yo estuviera en una cama. P.‐ Mjum. R1.‐ Que no me pudiera parar, pero pues puedo bañarme, puedo salir al baño, puedo (…) andar (…) aquí comer unos tacos me lo vengo a calentar (…) R1.‐ sí, de mis pies se me hinchan, (...) las várices, tengo várices y como le digo tiene, tiene como ¿cuántos años? Tres que me reventó una vena (SanBe_PB_M_121).
Sus enfermedades eran atribuidas a la edad pero también a que habían tenido una vida de mucho trabajo en el campo y en la casa, cuidando a otros para quienes debían preparar alimentos, limpiar la casa, lavar la ropa, traer leña u hoja de maguey, y descuidándose a sí mismas, una de ellas llegó a expresar que con el matrimonio “le fue peor”:
P.‐ ¿Por qué cree usted que está enfermita? R.‐ Pues yo creo que, de la mesma edá que tengo ya (…) R.‐ Es que antes, este, para criar a los hijos entregábamos el pulque; había que madrugarle bien temprano, sacábamos veinticinco de aguamiel, litros y a cargar y a traer la leña hasta por ahí al monte, lejos. P.‐ Mjum. R.‐ Buenos tercitos (…) para quemar. P.‐ Claro. R.‐ Ajá, yo digo que se va cansando el cuerpo, se va desgastando (SanBe_PB_M_144). R1.‐ Amm, porque tuve mis hijos y no cuidé, pienso yo, muchas mujeres que así están. P.‐ Mmm (…) R1.‐ Hacer de comer, bueno, una masita me da pues me da para mí, no nos morimos, pero tenía que levantarme, antes no había pañales desechables como ahora, tenía uno que lavar, tenía yo que levantarme a lavar mis pañales, de mis criaturas (SanBe_PB_M_121). R.‐ Ps, he trabajado mucho. P.‐ Mjum. R.‐ En el (...) en mi casa, de joven y ya me casé pus me jue pior. P.‐ Mjum. R.‐ Mjum, raspar maguey, sembrar maíz. P.‐ Mjum. R.‐ Este (...) pus toda mi obligación del hogar, los hijos, de ver los hijos (...) mjum iba yo onde está la leña, (...) cargar... en la espalda (risas) (…) R.‐ Pus me vino esa enfermedá quen sabe que (...) una dolencias que no las soporta yo, como que se me desquebrajaban mis huesos. P.‐ Mmm, y lo del pulmón me decía que, que pudo ser que a lo mejor que mucho tiempo estuvo cocinando (…) R.‐ ¿Y que antes hacía fuego con, me decía con penca de maguey?
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R.‐ Sí. P.‐ Mjum. R.‐ Y esas arrojan mucho, humo como chiminea. P.‐ Mjum. R.‐ Y que duran las pencas, nomás una llamarada y ya, y hay que echarle más y irlas a juntar por ahí... en el campo con los magueyes. P.‐ Mjum. R.‐ Todo eso hacía yo (...) y ora ya. P.‐ Mjum. R.‐ Empecé mala (SanBe_PB_M_135).
Percepción de salud emocional. Las PB asociaban su estado físico a su estado emocional, a pesar de enfermedades y dolencias, consideraban que su estado emocional era bueno, siempre y cuando tales padecimientos no les impidieran realizar actividades de la vida cotidiana:
R1.‐ Pues (...) cuando yo no me duelen mis pies me dan ganas de hacer las cosas con desgano, haciendo, lavando trastes, lo que puedo hacer, voy a regar mis plantas, me pongo un... me llenan un bote de agua voy yo, con mis cubetas, ahí ando yo regando mis plantas (San Be_PB_M_121).
Sólo en un caso el bienestar, la confianza y la alegría se debían a la fe religiosa:
R1.‐ Pues yo me siento bien porque yo, confiada en Dios que será por mí, qué será por mis hijos, y yo (…). R.‐(…) a mí me, pues me alegra que, que no tengo que estar triste, que no tengo que ¿qué irá a pasar mañana? Que no, porque sólo Dios sabe qué irá a pasar con cada uno de nosotros ¿verdad? Porque ahorita semos y mañana ya no semos, sólo Dios sabe (SanBe_PB_M_121).
Y en otro caso el motivo de bienestar emocional estaba en asistir a las reuniones de Oportunidades a pesar de no ser beneficiaria, pues era invitada por su hermana y asistía para “no pensar en la enfermedad”. Para ésta PB participar de actividades donde se encontrara con otras personas se traducía en una sensación de bienestar.
Los motivos de la preocupación de las PB tenían que ver mayoritariamente con su mala salud física y por no tener cómo enfrentarla. Por desconocer un diagnóstico certero sobre su enfermedad: “Preocupada, porque digo que es (...) mi enfermedá, si no tengo
nada entonces qué es” (San Be_PB_M_135), por la imposibilidad para desplazarse: “Aja si, y ora no, ora ya e dan ganas de salir, nomás porque no deviso bien, pero ya me dan ganas de salir, ¡no ya quisiera ir por allá!, platicar con mi amigas, con mis amistades, pero la verdad orita, peor que si estuviera yo casada” (San Be_PB_M_125), por no tener dinero para acudir al médico o comprar medicamento, así como por el trabajo que ya no podían realizar: “pues en veces estoy enojada, en veces no, ahorita estoy contenta (ríe) ajá (…) pus porque luego por ahí me hacen enojar anque sea a veces que digan ay, no, de las preocupaciones también, de que no paseen los animales como los dejamos ir solitos ahorita mis borregas andan solitas por otro lado y luego estoy esperando a ver, pues ahorita, como se fue mi hija allá a San Agustín” (SanBe_PB_M_144).
Otros aspectos relacionados a la salud. Con respecto al cuidado y aseo personal de las PB, se observó que dentro de sus posibilidades y en el contexto en el que vivían, se encontraban en condiciones de higiene adecuadas, una PB comentó que de haber sabido que se le entrevistaría por lo menos se hubiese peinado. Sólo en el caso de una PB enferma se pudo notar cierto descuido en el aseo personal. La mayoría de las entrevistas se realizaron en las cocinas y éstas se encontraban limpias y ordenadas.
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Destacó que los servicios médicos a los cuales acudía la mitad de ellas eran naturistas fuera de San Bernardo:
R.‐ naturista, ajá, sí, ajá, es el que atiende mucha gente y viene de leejos (San Be_PB_M_144).
R.‐ De, pus de la diabetes y de la presión, peor ahorita estoy yendo a Tula y me están dando medicina, naturista, pero si me siento muy bien. (San Be_PB_M_125).
Relaciones sociales familiares y extra‐familiares. En las relaciones al interior del hogar las PB refirieron tomar decisiones en el ámbito doméstico, manteniendo la tradicional división sexual del trabajo. Muestra del extremo de tal condición, está el testimonio de una PB que expresó que su esposo lo decide todo, porque es el “jefe de la casa”:
R.‐ Pus que, pus nomás en aquí en el hogar (...) yo no (...) no. P.‐ Mjum. O da su punto de vista, por ejemplo cuando algo se tiene que decidir aquí en la casa ¿usted da su punto de vista? R.‐ Pus, mi esposo es el que ve, pos yo que, pos yo. P.‐ Mjum. R.‐ Él decide, si va a sembrar, o si puede sembrar (…) R.‐ Porque pos él es el que (...) jefe de la casa, pus (...) él opina vamos a hacer esto o (...) o va (...) a vender algo pus (SanBe_PB_M_135).
En contraste, sólo una PB expresó participar en las decisiones que se toman en el campo, como ella dice, a sus hijos les recuerda cómo hacer las cosas:
R1.‐ Pues cuando se va a sembrar yo les ayudo hasta escoger el frijolito, yo (...) que las semillitas de calabaza que (...) lo que se va a sembrar, hay ando acordándoles. P.‐ Ajá. R1.‐ Acordándoles les falta esto, les falta el otro, y hay que hacer así, hay que hacer (...) P.‐ ¿Entonces da usted su punto de vista? R1.‐ Sí, porque como antes uno lo hacía, ya uno no lo puede hacer pero ellos lo hacen pero hay que (...) ayudarles en lo que no puedan, así, en lo que les falte, porque se aprenden ellos las cosas. (SanBe_PB_M_121).
El apoyo que recibían las PB de sus hogares era principalmente de tipo material, dinero destinado a alimentos y medicinas, aunque lo más significativo para ellas era el apoyo en alimentos:
R.‐ Yo digo que eso es, es lo mejor este, con lo que haiga alimentarse y ya según tenga uno de centavitos para ir comprando las cosas P.‐ mjum (SanBe_PB_M_144).
En el caso de la PB que requería en ocasiones de apoyo para actividades de la vida diaria, dijo recibir de su esposo apoyo instrumental: “R.‐ Él muele la masa porque yo no puedo agarrar el (...) molino” (SanBe_PB_M_135).
También es de destacar que sólo una PB refirió recibir además del apoyo material, atención, reconocimiento y afecto:
R.‐ ah pues mmmm, ellos luego me dicen “vamos a comer y ya” o si no “le sirvo a asté” y, y ahí luego, y ellos me sirven aquí o si no mi hija o si no luego, tengo uno que se llama Javier el, mi nieto, ese le sirve a sus, a sus tíos, la, si mató una gallina, ellos se echan la pierna cada uno y él se echa una ala y luego dice “hay que darles de comer a los que están más viejitos” (ríe) (SanBe_PB_M_144).
También sólo una PB dijo no recibir ningún apoyo en su hogar porque su hijo estaba enfermo y ella lo cuidaba (SanBe_PB_M_125).
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Las PB consideraron que lo que ellas aportaban al hogar no era mucho, no parecen reconocer las ayudas que no sean materiales, pues aunque señalaron dar consejos o compañía a su familia, no es un apoyo que valoraran: “R.‐ Ah si, pos aquí ta uno en veces (...) platicando o algo” (SanBe_PB_M_135). Tampoco reconocen el trabajo doméstico que todas realizan en sus casas, o incluso el trabajo derivado de los animales de corral que tienen en sus patios, pues éste trabajo lo perciben como su “obligación”:
R1.‐ Pus' porque (...) porque es, este, mi obligación, es mi (...) responsabilidad. P.‐ Mjum. R1.‐ Que tengo yo para ellos, porque ellos están conmigo yo tengo que verlos, si están enfermos, si les duele esto, tengo que decirles pues ay, te voy hacer esto, te voy hacer el otro, por (...) no tenemos un doctor aquí cerquita que diga, por ejemplo, si tienen algo (SanBe_PB_M_121). R.‐ Nomás aquí a la cocina, a lavar trastes, a barrer, a hacer de comer al muchacho. P.‐ Claro. R.‐ Ese es mi quehacer, darle agua a las gallinas, a los pollitos al puerco, andar por ahí dando de comer, a los borregos darles mamila. P.‐ Mjum, mucho trabajo (SanBe_PB_M_144).
Ante la falta de apoyo de los hijos que vivían en otros lugares, quienes sólo en caso de gravedad las apoyaban, los lazos más fuertes y afectivos para las PB eran con amigas, de las que dijeron obtener apoyo instrumental para trasladarse al médico, apoyo emocional, e incluso material, así lo contó una PB:
R.‐ Desde un principio ella me ha acompañado, si que le aprecio. P.‐ Y este ¿son amigas, son amigas? R.‐ Es amiga, pero la aprecio como, es pior que mi mamá porque la verdad ella si ha sido muy buena conmigo, ella fue la primera que, que dio dinero para darme la primer curación y ahorita hasta la fecha ella está pagando sus pasajes, no deja pagar mis, sus pasajes de ella los paga y va conmigo. P.‐ Por acompañarla. R.‐ Sí. Vamos cada 15 días. P.‐ ¿Y son así más o menos de la misma edad o ella es más grande? R.‐ No ella tiene 85 (…) R.‐ Con ella si platico, tengo confianza más me deshago yo (…) R‐ (…) ora si lo digo, ora si digo la verdad, cuando mi esposo faltó mi hermano, mi hermano, hubo un hermano que está en México que les dijo: Hasta aquí se acabó todo, mis hijos y ustedes van a trabajar para su vida y su mamá sabrá, y en eso yo, yo estoy consciente que ellos, ellos lo creyeron y ya a mi no me apoyan en nada, en nada, más que el que está viendo es mijo, el que está conmigo porque los otros(…) R.‐ (…) los otros no, los otros quieren que yo les de, pero que me den a mi nunca, ni un, verdad de Dios, Diosito me está oyendo, ni un pancito, rara es la vez cuando dicen, un pan, pero me dan de esos que ya les sobran porque que lo compren en panadería nunca. Dios no, (SanBe_PB_M_125).
También fue relevante que el significado que daban las PB al apoyo recibido en sus redes extra‐familiares, y concretamente de sus familiares que no residían en la localidad, fuera un regalo no merecido:
R.‐ (…) luego ya me vienen a dejar luego me dicen que cuánto es lo que me van a dar le digo “ahí lo que ustedes quieran darme” le digo y este, así es la cosa no, no me enojo con ninguna (SanBe_PB_M_144).
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Las PB consideraron importante tener una buena relación con amigos y vecinos para estar bien, por lo que algunas dijeron que entre vecinos se hacen pequeños favores, como cuando: “Pus ellos vienin por (...) cualquier dolor, cualquier (...) cosas de comida de
(...) alguna yerbita para la comida, o (…) Porque: así debe de ser (…) Quererse entre vecinos (…) Que (...) se quiera uno, que no tenga uno (...) ningún disgusto (SanBe_PB_M_135).
Las PB sentían que les faltaría tener un recurso material para poder ofrecer más en sus redes extra‐familiares, a pesar de ello dijeron brindar apoyo emocional, a través de visitas cuando alguien estaba enfermo, mediante escucha y consejos:
P.‐ Y nada (...) eeh, algo más (...) nada, nada que, que usted diga "no pus yo los apoyo para (...) pus los escucho, les doy consejos, o". R.‐ Si de eso si (...) pus los escucho, les doy consejos, que (...) vivan bien con su (...) familia (...), que (...) no tengan disgustos. P.‐ Mjum. R.‐ Pus sí (...) que otra cosa, no. P.‐ Mjum. R.‐ No tengo para darles nada (…) R.‐ Pus porque (...) si no se ve uno entre (...) vecinos, a quien va uno a recurrir (SanBe_PB_M_135).
Como excepción, una PB reconoció apoyar a sus amigas instrumentalmente en la preparación de comida para las bodas o quince años de sus hijos e hijas, aunque esto lo sentía ella casi una obligación pues ella sabe cocinar:
R.‐ uh, tengo casi todas las son mis amigas porque, este, como luego tienen sus casamientos, sus quinceañeras así, a mí me vienen a traer aquí hasta en carro para que les vaya yo a acomodar el, el mole porque es el que sé hacer, sólo por eso voy ( San Be_PB_M_144).
En la vida comunitaria dijeron participar en actividades y dando dinero para las fiestas, pero a cambio –a diferencia de lo que ocurría con los AM Beneficiarios‐ no obtener nada, sólo una PB dijo ser invitada por su hermana a las reuniones de Oportunidades. Adelante el testimonio de una PB ejemplifica cómo coopera con la comunidad:
P.‐ Mjum ¿y cómo cooperan? R.‐ Pus da uno lo que uno puede. P.‐ Mjum. R.‐ Dar (...) todos (...) coopera uno pa' que hagan la Semana Santa, si no no hay nada P.‐ Mjum ¿y cómo cooperan ustedes, por ejemplo? R.‐ Pus da uno dinero lo que poquito que uno pueda dar (SanBe_PB_M_135).
La única PB de religión cristiana, expresó inconformidad porque los vecinos ‐y en general la comunidad‐ no la informaban de las distintas actividades ni le pedían nada, como ella dijo: no la tomaban en cuenta; lo que dice de su posición marginal en la comunidad:
R1.‐ Pues (...) pues no porque ora sí a veces, a veces ni me avisan, a veces hay, así, cuando mandan, me dicen que no ora que sí. P.‐ ¿De qué no le avisan? R1.‐ Cuando por ejemplo vienen de cosas, así que, va haber así que reuniones pero como ya saben que no puedo caminar ni me dicen (…)
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R1.‐ Pues no, no, así que diga yo pues no les puedo ayudar pero nunca me visitan, nunca me piden nada, no, no, como le digo a qué les voy a ayudar, pero no me, no me toman en cuenta (SanBe_PB_M_125).
No obstante, en esta PB su red de amistad ha crecido fuera de San Bernardo, al tener un pequeño templo atrás de su casa es visitada cada sábado y recibe de sus redes extra familiares y extra comunitarias apoyo material: ropa, alimentos e incluso muebles para su hogar. A cambio, dijo ofrecer apoyo emocional al platicar y orar con sus amigos.
7 Descripción General de Adultos Mayores Suspendidos
Percepción de salud física. La única AMS estaba postrada por haber sufrido una fractura en el fémur debido a una caída. Fue entrevistada su hija, quien era su cuidadora principal y Representante ante el Programa
Percepción de salud emocional. A decir de su Representante, el estado de ánimo de la AMS es en ocasiones animado –especialmente cuando la visitan sus amigas‐, pero otras veces se deprime; tal situación emocional está relacionada con su salud física y concretamente con su imposibilidad de caminar, pues años atrás la AM era muy activa, así lo dijo su hija:
P.‐ ¿Cómo ve, cómo anda de ánimo la señora? ¿Cómo está? R.‐ Pues a veces sí se decae un poco por, o sea, que mi mamá era de mucha acción, a ella le gustaba ver plantas, ver gallinas, este acarrear leña, y sí andaba todo el tiempo movida. P.‐ O sea, ¿era muy activa? R.‐ Sí, y a partir de que se cayó pues sí se deprimió algo (…) R.‐ Pues sí, le debo decir que no, no son molestias, para nada, pero pues ella en su mente pues, a veces se graba que, que da molestias. P.‐ Aaah (…) R.‐ Y sí se deprime algo, se deprime algo, a veces sí se anima, a veces se deprime y ahí va (SanBe_AMS_DF_M_133).
Otros aspectos relacionados a la salud. La AM Beneficiaria Suspendida se veía limpia y su piel suave, ello parecía deberse a la atención y cuidados de su hija. El pequeño cuarto ubicado en el patio de la casa de su hija, en el que sólo cabía su cama y un ropero, estaba construido de lámina, lo que contrastaba con la casa de material de su hija, no obstante su espacio se encontraba muy ordenado y limpio, todas las cosas que necesitaba estaban colocadas muy cerca de ella para que con facilidad pudiera tomarlas, tenía incluso un cordón que iba de la cama al foco del techo para que la señora pudiera prenderlo por sí misma.
Relaciones sociales familiares y extra‐familiares. La AMS prácticamente no participaba en las decisiones en su hogar: “En lo demás no, no opina nada (…) Así que diga, no
pues tu marido o tus hijos, no” (SanBe_AMS_DF_M_133), sin embargo sobre el dinero que recibía del Programa 70 y más antes de ser suspendida, tenía capacidad de decisión. El apoyo que recibía en su hogar era instrumental y material de parte de la única hija que se quedó a vivir “en el rancho”: ella la aseaba, limpiaba, ordenaba su habitación y le daba de comer. El apoyo que ofrecía en su hogar era principalmente emocional, así lo dijo su hija para quien sus consejos eran importantes:
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R.‐ Bueno, algo importante para mí es que a mí siempre me dice, dice que ustedes quiéranse como hermanas, dice ustedes dice siempre estén unidas, dice no sé pelen dice, no, así no, no se lleven así que, porque una esté bien otra no, dice siéntense siempre igual (…) para mí eso es muy importante (SanBe_AMS_DF_M_133).
Su relación extra‐familiar era fuerte, pues sus hijas que no vivían en San Bernardo le apoyaban materialmente, enviando despensas, pañales y medicinas, de igual modo sus amigas le apoyaban material y emocionalmente, cuando la visitaban le llevaban alimentos: “Ah, sí, sí, todos los que vienen pues ya que le traen la leche, ya que le traen fruto, ya traen un aceite” (SanBe_AMS_DF_M_133). A modo de retribución, cuando la AMS era visitada por sus familiares y amistades, le gustaba ofrecer un refresco, un café o una galleta con el recurso que le daba el Programa:
R.‐ Bueno, ella este pues (…) a veces luego empieza no pues cómprame un refresco o cómprame unas galletas. P.‐ Mjum. R.‐ Y luego dice cómpramelas y pónmelas aquí, y cuando viene alguien no pues ahí hay refresco, ahí hay galletas, ofréceles algo. P.‐ Mjum. R.‐ Ajá, esa es su opinión de ella, o ofréceles un café. P.‐ Mmm (…) R.‐ Mjum. P.‐ Mmm, o sea, a ella el gusta como atender a los que la visitan. R.‐ Mjum. P.‐ ¿Aunque esté enferma? R.‐ Sí, está enfermita pero no sé, ofréceles algo (risa) (SanBe_AMS_DF_M_133).
8 Descripción General de Actores Clave 8.1. Interacciones alrededor de la entrega del recurso del Programa Entre ejecutores y beneficiarios. Las más recientes entregas del recurso para San Bernardo se han realizado en el Auditorio Municipal de Zacualtipán. Otras ocasiones se efectuaron en la Casa de Cultura, un espacio muy reducido, y las primeras entregas en las oficinas de TELECOMM; a decir de una AC, éste lugar resultaba muy peligroso porque los AM se formaban a orilla de carretera:
R.‐ Cuando les pagaban allá en TELECOMM todavía es más, todavía un poquito, más para ellos más cansados y más riesgoso, porque pasa la carretera y como están formados atrás de la carretera pues (…) R.‐ Pues entonces hay que tenerlos formaditos ahí y luego se cansan y que buscan donde sentarse y eso y pasa la carretera (SanBe_AC_M_1).
Aproximadamente 5 localidades se reúnen para recibir el Programa en el punto de pago y el tiempo de espera para cobrar ha sido entre 2 y 3 horas, de acuerdo a ambas AC. En las últimas entregas se han colocado sillas para que los AM esperen su turno, sin embargo esto no ha ocurrido siempre: “Entonces de cómo es pues yo siento que para los adultos es un poquito cansado pues porque hay veces que les ponen sillas y hay veces que no” (SanBe_AC_M_1).
Las dos AC, a su vez Responsables del Programa en San Bernardo, habían sido Vocales de Oportunidades hasta hacía algunos meses, cargo que desempeñaban a la par del 70 y más. Originalmente llegaba el “oficio” informando el día de pago a la principal Vocal de Oportunidades, de modo que ella “pasaba la voz”, apoyada de sus
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vocales para que los AM llegaran al punto de pago, debido a la gran dispersión de viviendas en San Bernardo, solían realizar llamadas telefónicas para enterar a los AM. Fueron elegidas ambas Responsables por los beneficiarios y a petición del personal de Mesa de Atención, pues éstos conocían su labor para Oportunidades:
P.‐ Mmm (risas de ambas) Y ¿cómo fue que te eligieron a ti como representante? R.‐ Porque yo era la de Oportunidades y de ahí ya nos agarraron a nosotros, pero de hecho a mí todos los oficios de Oportunidades todos me llegaban a mí. P.‐ Mjum. R.‐ Entonces a mí también me empezaron a llegar lo de adulto mayor. P.‐ Mjum. R.‐ Y ya empezando con los de adultos mayores me dijeron si yo me quería quedar como responsable y pues le dije que si, ya qué. P.‐ Pero quién fue que te dijo que si te querías quedar como responsable. R.‐ En Mesa de Atención y después eh se les preguntó a los Adultos y dijeron que si. P.‐ Allí reunidos todos allí en la entrada y te preguntaron allí. R.‐ A unos porque no estaban todos, pero dijeron que si y de hecho yo siento que están bien contentos (…) P.‐ ¿Por qué crees que están muy contentos? R.‐ Porque eh pues no sé, porque les tengo paciencia, pero todos este me siguen (SanBe_AC_M_1).
En el momento de la entrevista la Responsable principal continuaba recibiendo los oficios en los que se informaba el día de pago, o frecuentemente preguntaba en el Municipio para informarse sobre qué día se entregaría el apoyo. En ocasiones la Responsable era informada del día de pago una semana antes, pero en otras, 2 o 3 días previos. Debido a la dispersión de las viviendas seguía empleando la estrategia de avisar a los AM a través de llamadas telefónicas y mediante vecinos para que se “corra la voz”:
P.‐ ¿Y de cómo o con cuánto tiempo de anticipación les avisan? R.‐ Pues hay veces que nos va bien como una semana antes, hay veces que no 2 ó 3 días antes. P.‐ Mmm. R.‐ No siempre nos avisan igual. P.‐ ¿Y cómo te avisan a ti? R.‐ Me mandan oficio, bueno el enlace pasado que estaba me mandaba oficio. P.‐ Mjum. R.‐ Ahí ahorita no sé, porque hay un nuevo, de hecho hay que ir a preguntar si hay algo. P.‐ ¿Y cuando tú no vas o sea cómo es que te avisan? R.‐ Me mandan el oficio con (...) Don Lucio él que lleva la cuenta (…) R.‐ Pues corriéndose la voz, yo les aviso a unos o cuando supiera yo les digo a los vocales y les digo 'échenme la mano' y ya ellos me ayudaban, pero de hecho aquí se corre la voz (SanBe_AC_M_1).
Una problemática que ambas AC dijeron enfrentar es la validez de las Constancias Médicas que requerían los Representantes de AM. Las Constancias tenían validez de una semana en la Mesa de Atención, sin embargo los médicos del Centro de Salud de Zacualtipán no querían elaborar constancias tan frecuentemente, pues las personas en dependencia funcional no mejorarían su salud, así lo expuso una AC:
R.‐ Y es un de hecho te comentaba que nosotros llevamos una constancia médica. P.‐ ¿Por qué? R.‐ Porque supuestamente mmm una constancia médica que nos dan. P.‐ Ajá. R.‐ Y ellos especifican que la persona ya no va a poder caminar, que no tienen por qué carajos estar extendiéndola.
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P.‐ Eso dicen en el centro de salud. R.‐ Así nos habían dicho. P.‐ Mjum. R.‐ Y de hecho ya no nos las quieren dar y a nosotros no nos aceptan una constancia de, de 2 meses pasados, TELECOMM ya nos este no, no las acepta, tiene que ser reciente. P.‐ Mjum, reciente como de (...) cuánto tiempo o cómo. R.‐ De unos 8 días antes por lo menos o sea debe ser reciente de ese mismo mes, por ejemplo ahorita vas a cobrar qué mes marzo (SanBe_AC_M_1).
Ante la dificultad de obtener las constancias en el Centro de Salud, y para evitar confrontaciones con el personal médico, se generaron mecanismos que agilizaran su trámite: “En un médico particular, pero se les hacía más fácil porque iban y la pedían y ya no había
necesidad de irse a pelear al centro de salud” (SanBe_AC_M_1). Los Representantes buscaron médicos particulares que les cobraban 150 pesos por las constancias; sin embargo éstas no fueron aceptadas en Mesa de Atención. Tiempo después en el Centro de Salud se generaron mecanismos informales para agilizar las constancias, aunque seguía dependiendo de la disposición de los médicos, ya no era necesario que los AM fueran llevados a Zacualtipán a revisión médica para que les extendieran una constancia, sino que la enfermera encargada de la localidad las expedía:
R.‐ Pero sí se hacen y si no tienen uno que llevar a la persona hasta Zacualtipán para que la (...) vean y les den la constancia. P.‐ ¿Y si ha ocurrido aquí en gente de San Bernardo que han tenido que llevar para sacarle una constancia? R.‐ Si primero si, ya después de que habló con Adela, este pues ya es más fácil. P.‐ ¿Y si se permite que sea una enfermera, porque a veces es enfermera…? R.‐ Pues si porque es por eso precisamente que es una supervisora que tiene la capacidad de visitar a un enfermo y de hacer un diagnóstico. P.‐ Mjum, mjum. R.‐ Porque médico aquí no tenemos y en su lugar mandan a las enfermeras (SanBe_AC_M_1). R – Si, y luego como le decíamos ahí al señor que nos pagaba, que si nos podía hacer válida la constancia si quiera para unos dos pagos. P – Mjm. R – Y él nos decía que no y el doctor nos decía que sí, que era constancia médica y que nos servía hasta para tres veces pero no acá donde nos pagaban decían que no. P – ¿Y en la mesa tan solo decían que no? R – Que no, que sólo era para una vez y luego nos recogían la original y nos dejaban la copia y nosotros queríamos que fuera al contrario pero no, no que no la aceptaron. P – ¿Y cuesta (…) en el centro de salud les cuesta a ustedes la constancia? R – No, ahí no, ahí es gratuito. P – ¿Y qué tienen que hacer para sacar una constancia? R – Pues dar los datos del enfermo, de qué se enfermó o por qué causas no puede acudir a hacer su pago nada más. P – Mmhh ¿nada más eso? ¿Y tiene que ir la persona o sea el adulto mayor allá a que lo vea el médico y se haga la constancia? R – No, nada más ver los datos de la persona quien lo atiende (SanBe_AC_M_2).
De acuerdo a ambas AC, la jornada de la entrega del recurso iniciaba con una plática en la que les decían el monto que recibirían los beneficiarios, y que el recurso era exclusivamente para ellos: Pues les habla en forma de plática de que pues ese dinero es de ellos y que ellos se los deben de gastar, nadie les debe de quitar de su dinero (SanBe_AC_M_1).
Esta situación era valorada por las AC positivamente, sin embargo veían una dificultad en el hecho de que los pagadores no fueran los mismos siempre, pues los AM tomaban confianza con algunos de ellos, pero luego los cambiaban, además en el
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hecho de que algunos de éstos fueran “enojones” y no les tuvieran “paciencia” a los AM:
R.‐ Hay veces que si, de hecho cuando teníamos Oportunidades eran 2 que siempre pagaban ¿no? Cada 2 meses eran los mismos, pero hoy ya no, a veces vienen unos, a veces vienes otros y o sea ya no son los mismos. P.‐ Mjum ¿y tú cómo ves eso? R.‐ Pues en parte está bien y en parte no, porque eh de los viejitos si ya ven a una persona 2 veces pues como que le agarran un poquito de confianza. P.‐ Mjum. R.‐ Y ven a otro nuevo y dicen 'sabes que es que a veces vienen unos que de verdad no se prestan. P.‐ ¿Por qué? R.‐ Pues porque son renojones, no les tienen paciencia este a los adultos y pues este hay unos viejitos como que, como que se achicopalan no, porque por ejemplo viene uno y le dicen 'pues no te puedo pagar porque el nombre no sale bien o porque eh (...) y se van los viejitos sin el dinero (SanBe_AC_M_1).
Otros problemas que enfrentaban eran los casos de AM suspendidos, así como el caso de al menos cuatro AM que fueron inscritas al Programa pero anotadas en otra localidad, sin hasta la fecha haber recibido un solo pago; de igual modo señalaron que hasta la fecha no se habían realizado nuevas inscripciones, así lo dijo una AC:
R.‐ Pues no sé, por ejemplo yo eh de mi tío sólo sé que pues porque le dieron de baja y eso a mí te digo eh de la mitad de la pensión me dijeron que porque había un problema de que coincidía el nombre con otro señor (…) R.‐ Y ahorita por lo de la señora porque supuestamente no sé porqué salieron en la Modunera P.‐ ¿En la que? R.‐ Modunera, mojunera o modunera no sé, pero así que son de aquí, pero venían en otra localidad. P.‐ Mjum. R.‐ No asistieron a cobrar y pues les dieron de baja y ahorita hay que volverlos a reinscribir (…) R.‐ Entonces ahorita ahorita no había habido inscripciones de adulto mayor. P.‐ Mmm. R.‐ A nosotros no nos habían avisado, nada más ahorita en marzo que iba a ser otra inscripción. P.‐ Y desde cuándo que no había inscripción. R.‐ Yo creo que ya tienen más de 2 años que no habían inscrito (SanBe_AC_M_1).
Entre beneficiarios. Desde el punto de vista de las AC, acudir al punto de pago implicaba distracción a los AM, además de permitirles conocer otros AM y conversar. Para ellas muchos AM –pero especialmente las mujeres‐ no solían salir de sus casas, pero la entrega del recurso resultaba un pretexto para reunirse:
R.‐ Pues es si para ellos es bonito porque se van a distraer, aparte conocen más abuelitos y ya se que se ponen a platicar unos con otros o sea pues se ve que se distraen (…) P.‐ Mjum y en otra ocasión durante el año se reúnen. R.‐ Noo. P.‐ ¿No? R.‐ Que es cuando ya se reúnen todos los abuelitos y más los que ya no pueden salir de su casa (SanBe_AC_M_1).
Al reunirse el día del pago, los AM conversan con sus conocidos o amigos sobre aspectos que tienen que ver con su vida cotidiana, sobre su salud y su trabajo, fortaleciéndose así las redes sociales preestablecidas:
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R – Si, pues están juntos platicando, conviviendo pero como todo pues se siente que hay personas que no se caen bien, tienen su plática muy independiente (…) R – Ya nada más cuando se ven pues hola ¿Cómo estas? ¿Cómo te va? ¿Cómo te ha ido? ¿No te has enfermado de gripa? Y esas son sus pláticas ¿Fuiste a raspar? ¿Fuiste a ver a tus animales? No pues que si… y son sus pláticas (SanBe_AC_M_2).
Entre el Programa y otros programas. El 70 y más en San Bernardo ha operado desde su inicio aprovechando la estructura organizativa de Oportunidades, son ex Vocales de Oportunidades quienes han estado al frente del 70 y más en San Bernardo. Para una AC la relación entre ambos Programas era de origen, “Porque de hecho te digo los que están en Oportunidades pasaron directamente de Oportunidades a 70 y más” (SanBe_AC_M_1), además las vocales fueron capacitadas por Oportunidades en temas de adultos mayores: “Por parte de Oportunidades si (…) Por parte de Adulto Mayor no, no hemos tenido capacitación, pero por parte de Oportunidades sí (SanBe_AC_M_1). De igual modo, desde Oportunidades una ex Vocal resolvió errores en los documentos de varios AM: De hecho ya casi se acabo de resolver porque eso lo empezamos a resolver en Oportunidades (SanBe_AC_M_1).
En buena medida porque la estructura organizativa del 70 y más ha empleado la de Oportunidades, ambas AC confunden algunos aspectos del 70 y más, pues creen que éste funciona con las mismas corresponsabilidades de Oportunidades, así lo expresó una de ellas:
R.‐ A hoy aunque sea poquito se lo van como dicen chiquiteando, pues no les alcanzará para los dos meses, pero por lo menos ya tienen un dinerito para que vayan comiendo, vayan al médico, ahora pues si les ayuda porque a base de eso también pues tienen que asistir al médico. P.‐ ¿Cómo? R.‐ Si por ejemplo aquí mismo se les ha dicho que cuando se sienten mal al médico tienen que venir y si vienen, y entonces como que está bien, van saliendo de su encierro, saben que tienen que visitar al médico, que tienen que ir al dentista, que tienen que hacer eso, esos temas, a lo mejor no a todos los hemos hecho entrar después uno que otro este…. P.‐ Pero eso no es de Oportunidades. R.‐ Aquí también hay que por ejemplo a los adultos mayores se les ha dicho que también tienen que cumplir con sus citas como de adulto mayor. P.‐ Y de los 70 y más también les dicen que tienen que venir a (…) R.‐ También se les había dicho que tiene que venir a su cita. P.‐ ¿Si se los dijeron? R.‐ Que no tenían más responsabilidades más que asistir a su consulta, no porque de hecho esa es una de las ideas de que tiene que ir pues por su bienestar o sea porque estén mejor de salud (SanBe_AC_M_1).
Otros procesos comunitarios alrededor del Programa. Una AC señaló que los beneficiarios suelen adjudicar al gobierno Estatal el Programa 70 y más, no identifican que es un apoyo del gobierno federal, no obstante cada entrega los pagadores recuerdan su naturaleza federal:
R‐ Eso sí porque cada vez que viene por ejemplo (...) el apoyo, platican con ellos y ya les han dicho que el recurso, que es del gobierno federal de la dependencia del SEDESOL, sólo que viene con (…) Eso sí se los han dicho. P2‐ Y entonces a lo mejor hay alguna parte de confusión con el apoyo federal o con alguna entidad que no. P1‐ ¿Usted por qué cree que la gente insiste en que es gobierno federal quien lo distribuye? R‐ Porque se distraen, o sea, no ponen atención, la gente no (SanBe_AC_M_1).
Por otro lado, es de destacar que al menos en un caso, una adulta mayor sospechaba que una Responsable del Programa en San Bernardo impedía que fuera beneficiaria, pues la Responsable ha jugado desde hace años un papel social y político
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importante en San Bernardo, adelante el testimonio de la AC, en el que señala que por cuestiones políticas la adulta mayor no había sido beneficiaria:
R.‐ Que no recibían, entonces ellos decían que yo tenía mucho que ver, que era yo la que no quería que les dieran el apoyo. P.‐ Mjum. R.‐ Pues pero si yo no lo estoy dando. P.‐ Mjum. R.‐ O sea cómo no voy a querer, pero no sé por qué y pues ya se investigó y la situación era que ellos estaban en la política (SanBe_AC_M_1).
9 Observación del Punto de Pago 9.1. Interacciones alrededor de la entrega del programa Entre ejecutores y beneficiarios. El punto de pago para San Bernardo el día 30 de Marzo del año en curso fue el Auditorio Municipal de Zacualtipán, antes de las 9 de la mañana, hora a la que fueron convocados los AM, más de la mitad de beneficiarios se encontraban en el lugar. Fuera del Auditorio se disponían algunos puestos de comida, sólo había un puesto permanente donde se ofrecían cócteles de fruta, jugos y tortas, además de vendedores ambulantes de tamales y gelatinas. Muy pocos AM compraban y consumían tales alimentos. Fuera del lugar esperaban algunos acompañantes de los AM, cuyo cansancio era evidente en sus rostros conforme transcurría el tiempo.
El espacio de la entrega estaba techado pero para acceder se requería descender 4 peldaños que representaron dificultad para quienes venían en sillas de rueda o bordones. Conforme transcurría el tiempo la incertidumbre entre los beneficiarios crecía pues los pagadores no llegaban. Sólo había dos Responsables de localidad que convocaban a sus AM informándoles aspectos básicos de la entrega. Las sillas llegaron poco a poco pero al no ser suficientes, los AM se acercaron rápido para obtener una. Los sanitarios estaban muy sucios, expedían un mal olor y no tenían jabón ni papel sanitario.
El pago inició sin una bienvenida por parte de los pagadores, en un extremo se colocó el pagador de TELECOMM instalando la mesa de pago con un par de policías custodiándolo, y en el otro extremo la mesa de atención; la gente se aproximaba a la última sin orden y con muchas preguntas, antes de las 10 de la mañana llegó la Promotora Social, más tarde se sumaron dos personas para apoyarla pero desconocían los trámites pues cuando los beneficiarios se acercaban a preguntarles algo, ellos afirmaban no saber y los remitían con la Promotora Social. Por momentos se acercó a la mesa de atención la representante del Enlace Municipal, quien iba de una mesa a otra. Los AM identificaron la mesa de atención porque se murmuraban entre sí que era tal; se formaron dos filas a petición de la Promotora, más tarde dijo que sería sólo una. La Promotora respondía las preguntas de los AM algunos minutos después de formuladas las preguntas, poco veía a los ojos a los AM, y en ocasiones se desesperaba respondiendo secamente. De principio atendió a los varones más altos – y coincidentemente de más recursos económicos que la mayoría, a decir por su ropa y actitud‐ quienes se impusieron sin respetar la fila.
Los asuntos atendidos por la Promotora fueron: validación de constancias médicas e inscripciones, algunos AM no tenían comprobantes de domicilio recientes
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para realizar su inscripción, por lo que aquellos que estaban en tal circunstancia salieron caminando muy deprisa o corriendo a sus casas para traer el más reciente. Algunas personas debían transportarse en taxi hasta sus casas para que les diera tiempo volver.
Un AM aparecía en la lista de TELECOMM para cobrar, pero no pudo hacerlo porque faltaba un formato en la mesa de atención, la promotora hizo una llamada telefónica por celular y le pidió al AM que esperara hasta las 2 de la tarde a que le llevaran el formato. El AM salió y no volvió al lugar.
En mesa de atención se presentaron cuatro adultas mayores de San Bernardo que habían sido inscritas en una localidad distinta, por lo que nunca habían recibido el recurso del Programa. Se mantuvieron formadas de las 8 y media de la mañana hasta las 2 y media de la tarde, a veces de pie y otras veces sentadas, una de ellas tenía serios problemas con várices (años atrás se le reventó una), por lo que su rostro era muy serio y preocupado. Otra de ellas iba acompañada por una Responsable del Programa en San Bernardo, pues no sabía leer ni escribir, cuando llegó a mesa de atención recibió apoyo de la Responsable en su trámite. Todas estaban nerviosas, metros antes de llegar a la mesa habían sacado tan rápido como podían sus documentos. La principal Responsable del Programa en San Bernardo inició el diálogo con la Promotora cuando pasó la primera de éstas adultas mayores, la actitud de la Responsable era seria, miraba fijamente a la Promotora, hablaba con voz fuerte y seca, en actitud de confrontación, defendiendo a sus AM, repetía cada que una adulta mayor pasaba: “es el mismo caso de San Bernardo”.
De la mesa de atención, enviaban a algunos AM a la mesa de pago, para ver “si aparecía en la lista”, los AM caminaban tan rápido como podían con sus documentos al frente, nerviosos, preocupados, y tropezándose entre la gente.
Quienes recién llegaban a formarse a mesa de atención, preguntaban para qué era la fila, y aún quienes ahí estaban no lo tenían muy claro, pues respondían dudando que era la mesa de atención. Nadie organizaba a los AM de ésta fila. La mesa de atención terminó su trabajo después de las 3 de la tarde, horas después de que la mesa de pago concluyera. Para esa hora ya había suficientes sillas desocupadas que aprovecharon los AM para sentarse haciendo fila.
En la mesa de pago sólo había un pagador, sin chaleco ni logo, su actitud era seria. Contaba los billetes de 200 pesos que le daba a cada AM. Cuando concluyó, acudió a mesa de atención para entregar 6 recibos no cobrados a la Promotora, la gente se acercaba a preguntarle sobre trámites y él respondía “yo no sé, la que sabe es ella”, señalando a la Promotora. Era evidente que la única conocedora de todos los trámites era la Promotora Social, y en segundo lugar la Enlace Municipal.
Las Responsables localidad en el pago eran dos (Eloísa de San Bernardo y una Responsable de otra localidad). Ambas se dedicaron a acomodar por orden alfabético a los beneficiarios, así como la organización de la gente para cobrar. La voz de Eloísa se escuchaba casi en todo el auditorio gritando los nombres de los AM; así acompañó a cobrar al último AM y esperó a la última AMS en ser atendida en mesa de atención.
Entre beneficiarios y beneficiarios. La actitud de los AM fue cambiando conforme transcurrían las horas, y estaba en función del trámite que realizaran. Al principio la
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mayoría se encontraba atento, esperando indicaciones y nerviosos, sus ojos se posaban al frente, bien fuera a la mesa de pago o de atención. Sólo en ocasiones conversaban entre sí o con la gente que les acompañaba, aunque sus pláticas eran casi imperceptibles porque hablaban en tono muy bajo.
Conforme transcurría el tiempo, quienes pertenecían a la localidad que tocaba cobrar al final, se acomodaron en sillas y conversaron entre sí, alegres, haciendo bromas. En contraste, quienes se quedaron en la entrada y sin bajar al Auditorio por estar en sillas de ruedas, casi no conversaban y sus rostros eran muy serios.
Debido a que las sillas que llegaron al lugar no fueron suficientes, los AM o Representantes se adelantaban para tomar una, lo que lograban los más fuertes, otros se las arrebataban. También en la fila de la mesa de atención había disputas porque la gente se metía en la fila, mientras los otros AM pedían que saliera a quien había ingresado. Una AM salió de la fila un momento y cuando volvió ya no era reconocida por la AM que estaba atrás suyo. Algunos AM que habían vuelto de su casa con un comprobante de domicilio reciente, exigían pasar rápidamente, mientras las personas de la fila les pedían que se volvieran a formar.
Las AMS de San Bernardo se mantuvieron juntas en la fila, desesperadas, apretadas y muy poco hablaban entre sí. Entre el Programa y otros programas. A la par de la entrega del 70 y más, en la parte alta del Auditorio se encontraba una mesa de atención de Oportunidades donde se levantaba una encuesta socioeconómica, ahí había varias mujeres haciendo fila, algunas con niños pequeños.
Difusión y promoción. Ni en la entrada ni dentro del Auditorio había algún identificador del Programa 70 y más. El buzón, que consistía en una mochila negra con las siglas de SEDESOL, permaneció en una silla al costado de la Promotora Social, sin que fuera perceptible para quien llegaba a la Mesa de Atención, entre tanta gente y documentos. De hecho nadie se acercó al buzón para colocar alguna sugerencia.
El único personal identificado con chaleco beige era de Oportunidades; en la entrega del 70 y más, ni el pagador, ni la Promotora Social ni quien la apoyaba portaban credencial o chaleco que les identificara.
Facilitadores y barreras de la entrega del apoyo. Un facilitador del punto de pago fueron las sillas para que los AM pudieran esperar, sin embargo éstas no fueron suficientes, generando tensión o disputas entre AM.
Si bien el espacio físico del punto de pago estaba techado y no tenía muchos peldaños para su acceso, los pocos que había, representaban un impedimento de acceso para los AM en sillas de ruedas, bordones y quienes tenían dificultades para caminar.
Una barrera en la mesa de atención fue la falta de información sobre los documentos necesarios para realizar inscripciones u otros trámites, así como la falta de formatos. Varios AM esperaron mucho tiempo para finalmente llegar a la mesa de atención y enterarse que les faltaban documentos.
Por otro lado, no había algún facilitador que apoyara la organización de la gente formada en Mesa de Atención, para quienes la espera fue de hasta 6 horas.
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10 Resultados de Impacto Percibido sobre Calidad de vida en los Adultos Mayores
10.1 Resultados de Impacto percibido sobre Salud Física y Emocional
Por características individuales, sociales y de comunidad
Percepción del impacto en la Salud Física por características individuales: análisis por sexo. Tanto hombres como mujeres comentaron que el Programa 70 y más había mejorado su salud. A su parecer, este apoyo es indispensable a su edad porque ya no pueden trabajar como antes y no tienen otra forma de obtener recursos económicos. Uno de los beneficiarios expuso este punto de la siguiente forma:
P. – ¿Ha cambiado, ha mejorado o empeorado su salud desde que usted recibe el apoyo? R. – Ajá (…) P. – ¿O sigue igual? R. – No, pus, cómo no, me ayudó harto pero ahorita que ya no trabajo, que cociera yo, quién me va a estar dando (…) (SanBe_AM_H_Sin Folio).
En su mayoría, los beneficiarios reportaron mejoría en salud pues dijeron ocupar el recurso en alimentos muy valorados como pan, carne, queso y leche, así como medicamentos. A continuación se muestra cómo el apoyo ha mejorado su alimentación:
P.‐ ¿Usted cree que ahora come mejor que antes? R.‐ Yo creo que sí, ora como más mejor (…) R2.‐ (…) pus ya como, ya ese día que nos dan ya le compro un pedacito de carne, un quesito (…) R.‐ De pollo. R2.‐ (…) una leche (…) (SanBe_AM_H_145).
Varios beneficiaros comentaron que el apoyo les permitía tener un “guardadito” para responder ante malestares físicos o para prevenirlos:
R2 – Ahora sí que de ahí me da para sus medicinas porque ahorita tiene que estar con su hierro, tiene que estar gotas para la presión y unas para el mareo y aparte le recetaron un alimento que se llama Ensure (SanBe_AM_H_138).
A pesar de lo anterior, algunos AM señalaron que su salud física no había mejorado con el Programa. A su parecer, el apoyo servía en una escala menor, sólo para contrarrestar síntomas; sin embargo, no tenía la capacidad de prevenir enfermedades o mejorar la salud de una persona en edad avanzada. Este punto queda expuesto en las siguientes líneas:
P.‐ Bueno, oiga ¿usted cree que desde que recibe el apoyo de los abuelitos de los de 70 y más ha cambiado en algo su salud o sigue igual? R.‐ Yo creo ya no (risa) porque como ya está uno macizo, viejo, qué va uno a mejorar (…) P.‐ ¿Ha mejorado, empeorado, sigue igual? R.‐ Empeorar sí P.‐ Pero desde que recibe el apoyo ¿usted ha mejorado o empeorado su salud? R.‐ Sí, algo, le ayuda a uno. P.‐ ¿En qué se, en qué le ayuda? R.‐ Ayuda uno porque así por ejemplo tiene uno, unos centavitos y ya no anda uno sufriendo que no tengo dinero (SanBe_AM_H_123).
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Percepción del impacto de Salud Emocional por características individuales: análisis por sexo. En general las y los beneficiarios, sin importar sexo, comentaron que estaban contentos y se sentían tranquilos de formar parte del Programa. Lo primero porque en el pasado no recibieron un apoyo similar y, lo segundo, porque ya no tenían que preocuparse por trabajar en sus condiciones físicas. A continuación dos testimonios:
P.‐ Mjum, oiga y de estado de ánimo ¿Cómo se siente usted? Siente que, que desde que recibe el apoyo pues ha cambiado en algo ¿usted está más, más contento, más triste? R1.‐ Desde luego (risas) cómo no estar contento. P.‐ Ajá R1.‐ Con lo poquito nos están dando. P.‐ Ajá ¿Se siente más contento entonces? R1.‐ Pus desde luego, como no, si no fuera por eso como estuviera uno (risa), amolado sin poder trabajar y este pa buscar la vida ya no (…) ya no, ya no, qué cosa (SanBe_AM_H_128).
A su vez, manifestaron estar contentos y alegres porque incrementaron su capacidad de gasto, ahora tienen para comprar alimentos ‐o “cositas”‐:
P.‐ ¿En qué ha cambiado? R.‐ Pos que me siento más contenta, más alegre. P.‐ ¿Por qué? R.‐ Por, por tengo pa’ comer y beber. P.‐ Ándele, sí (…) ¿y antes usted no tenía, no? R.‐ No, pero tenía yo que trabajar. P.‐ Mjum, ¿ahorita ya no trabaja? R.‐ No. P.‐ ¿Dejó de trabajar? R.‐ Sí (SanBe_AM__M_146). P.‐ ¿Cómo se siente? R.‐ (…) contenta, porque, digo, tengo dinero y (…) ahora sí que (…) cuando queremos ahí alguna cosita (…) P.‐ Mjum. R.‐ Cuando queremos alguna cosita, pus’ (…) agarramos (…) y algo y algo de que del gusto de guardar. P.‐ Mjum. R.‐ Sí, porque uno se gasta, el dinero no se junta con la escoba (SanBe_AM_M_142).
Una y otra vez, los AM mencionaron que en el pasado se sentían incómodos, apenados o tristes porque no tenían “ni un centavo” y necesitaban buscar la forma de conseguir dinero cuando se enfermaban. Aunque no lo mencionaron directamente, era evidente que a los beneficiarios les molestaba depender de los favores de otros; más aún, cuando sabían que muchas veces esos otros no tenían recursos económicos de sobra, así lo expresaron dos AM:
R1.‐ Pues no, yo no me sentía triste, me sentía apenada porque no alcanzaba el dinero para comprar (...) y luego no alcanzaba el dinero para (...) cuando se enfermaba uno, tenía uno que andar consiguiendo el dinero ora aunque sea lo tiene uno poquito, y si se enferma uno siquiera tiene uno pa comprar la medicina que no hay en el Seguro ni en Salubridá (SanBe_AM_M_ 118). P.‐ Y usted piensa que si por ejemplo, si no tuviera el programa, éste, y si tampoco recibiera la ayuda de sus nietos, ¿cómo se imagina que serían las cosas? R.‐ Pus ya ve usted que sí me ayudo con (...) me dan mil pesos, sí me ayudo, no voy a decir que no que me ayudo ya con eso me alcanza para otra cosa más, hay veces que no tengo ni un
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quinto de dinero, me siento bien triste, bien incómoda que no tengo nada, luego habla uno de mis hijos, ay ma di yo (…) ora no te he hablado porque ni pa la tarjeta tengo, ay tú, tú que no tienes tu la tarjeta yo que no gano ni un centavo ni nada no estoy chillando le digo, no tenía ni para comprar la comprar la tarjeta y la compré para que hable (SanBe_AM_M_113).
Hubo quienes comentaron que el apoyo del Programa no había cambiado su situación emocional. Estas personas asociaron el estado de ánimo con su incapacidad para desempeñar actividad física, tal como se muestra en las siguientes líneas:
P.‐ ¿Y su estado de ánimo? ¿Cómo se siente? ¿Se siente igual o, o ha cambiado en algo? R.‐ No, me siento igual, como le digo, ánimo tengo. Únicamente ps ya mis fuerzas no son iguales, porque ya a los ochenta y seis años que ando (…) (SanBe_AM_M_122).
Percepción del impacto en la Salud Física por características individuales: análisis por dependencia funcional. No se identificó una relación entre la dependencia funcional y la percepción del impacto del Programa en la salud física de los AM.
Percepción del impacto en la Salud Emocional por características individuales: análisis por dependencia funcional. No se identificó una relación entre la dependencia funcional y la percepción del impacto del Programa en la salud emocional de los AM.
Percepción del impacto en Salud por características sociales: análisis por tipo redes fuertes y débiles. A través de las entrevistas se pudo observar que el Programa funcionaba de formas distintas, dependiendo del tipo de redes sociales establecidas por cada AM. Por una parte, a aquellos con redes sociales fuertes, les permitía retribuir a terceros la atención recibida, a modo de reciprocidad en sus relaciones. No obstante, esto podría implicar que su dinero sirviera para responder a las necesidades de terceros. A continuación se presentan dos testimonios, en el primero el beneficiario comenta que parte de su apoyo es empleado para la alimentación de la familia y, en el segundo, el AM menciona que está contento mientras no se enferme otro integrante de la familia, porque cuando esto sucede hacen muchos gastos:
R. – O que luego no pueden ir a trabajar ellas, pos que no hay para más que sopa, no hay para esto no hay pa la otro (…) P. – Mhmmm (…) R. – Pues tengan, les doy (…) P. – Sí (…) R. – Cómprenlo, vayan a traer sus cosas, que maicito pues no es mucho gasto y cómo ahorita van diario pues traen tortillas de allá (…) (SanBe_AM_H_Sinfolio). R. – No pues claro, por qué no, sí, igual que siempre, contento mientras no hay ningún enfermo, como cuando la mujer que estaba siempre se enfermaba pus, siempre ta uno con la mortificación y luego, dinero y harto (…) (SanBe_AM_H_Sinfolio).
Por otra parte, a aquellos con redes sociales débiles, el Programa les posibilitaba compensar económicamente las carencias de apoyo de sus redes o las limitantes físicas para trabajar. En seguida se transcribe un fragmento de conversación donde el AM expone que antes de recibir el apoyo sólo se sostenían con lo poco que trabajaban él y su pareja:
P.‐ Mjum ¿cree que a partir de que le entregan el, el apoyo de los adultos mayores ha cambiado en algo su salud? ¿cree que antes era de una forma y ahora es diferente? R.‐ Pues como que sí porque pues antes este, no teníamos ese apoyo y, pues ahí nos ayudábamos con lo que, poquito que trabajábamos ya (SanBe_AM_H_143).
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Percepción del impacto en Salud por características sociales: análisis por características del hogar Oportunidades y no Oportunidades. Los AM que vivían en hogares beneficiados por algún otro tipo de apoyo: Oportunidades, Procampo o DIF, señalaron que el Programa 70 y más les permitía a ellos tener recursos económicos para comprar alimentos y medicinas, así como para ahorrar en caso de una emergencia. A pesar de recibir en sus hogares más de un apoyo, no todas las personas incluidas en esta categoría tuvieron respuestas optimistas sobre los beneficios del Programa: unos comentaron que la cantidad de dinero recibida no rendía (SanBe_AM_H_132) y otros que no percibían diferencias antes y después del Programa (SanBe_AM_M_122).
Llamó la atención que muchos de los beneficiaros que en sus hogares se recibían otros Programas además de ellos mismos recibir el 70 y más, hablaran del Programa y su capacidad de trabajo a la par. Mientras unos comentaban que a pesar de recibir apoyos no dejaban de trabajar, porque así se sentían bien emocionalmente; otros señalaban que el Programa afortunadamente les llegó cuando ya no podían trabajar y, por lo tanto, no se sentían tan mal.
R.‐ (…) ahora pus más o menos se siente uno tranquilo porque algunas personas están esperanzadas a, a cuando viene su apoyo ya lo reciben, peor yo no, como no, nostoy impuesto, este digamos siempre me gusta ir a ganar un centavo o ayudar a trabajar (…) (SanBe_AM__M_123).
Impacto percibido en Salud por características de Comunidad: análisis por condición étnica y acceso a los servicios de salud. San Bernardo cuenta con una Casa de Salud, y los beneficiarios acuden al Centro de Salud ubicado en Zacualtipán, donde también hay un Hospital del IMSS de tercer nivel. Sin embargo, tomando en cuenta la demanda de servicios, los tres centros carecen de infraestructura o personal suficiente, por lo que algunos AM acuden con médicos particulares tanto en las cercanías como en Pachuca o en la Ciudad de México; otros prefieren visitar los consultorios de Farmacias Similares o médicos tradicionales (curanderos, hueseros, entre otros), debido a que en la región hay médicos tradicionales reconocidos. Destacó que algunos acudieran con médicos tradicionales, pero no siempre sintieron una mejoría cuando empleaban este tipo de medicina tradicional.
Debido a la dispersión de las viviendas en San Bernardo, se hace necesario el uso de transporte particular en caso de emergencia y la asistencia personal a individuos en situación de gravedad. Debido a tal dispersión de viviendas y al alto costo derivado de ello, es probable que algunos AM no hayan notado una mejoría en su salud, aunque otros refirieran contar ahora con recursos para los gastos de atención a la salud, como el pago por médicos particulares y el servicio de transporte.
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10.2 Resultados de Impacto percibido sobre Empoderamiento
Percepción sobre Uso del Apoyo y Toma de decisiones sobre el recurso por características individuales, sociales y de comunidad Uso de apoyo por características individuales: análisis por sexo. La mayoría de los AM, sin importar su sexo, decidía utilizar el apoyo del Programa para alimentos y medicamentos. Entre los primeros destacan alimentos como: el maíz, los frijoles, los chiles, el azúcar, las frutas, las verduras, la carne de res y de pollo, el queso, “las sopas”, el aceite, la tortilla y el pan (SanBe_AM_M_146; SanBe_AM_M_117; SanBe_AM_M_113). Entre los segundos se encuentran las vitaminas, “las inyecciones”, las gotas para los ojos, las pastillas para el dolor de pies, la presión y los mareos (SanBe_AM_M_108; SanBe_AM_H_138).
En este sentido, es importante hacer notar que, en el pasado, era común que algunos de estos artículos los cosechara la familia (evitando comprarlos) y que los repartiera entre sus integrantes para el autoconsumo; no obstante, en la actualidad parece que ésta práctica ha disminuido.
Además de alimentos y medicamentos, los beneficiarios destinaban una parte de su recurso al pago de servicios como agua, luz y gas (SanBe_AM_H_134), así como a la compra de zapatos y de ropa (SanBe_AM_M_140). Sin embargo, no todos gastaban el dinero en este último artículo, ya que algunos recibían prendas de sus familiares (SanBe_AM_M_136). Asimismo, los AM gastaban el dinero del apoyo para pagar por la limpieza de su terreno de cultivo u hogar, así como para comprar leña:
P.‐ ¿Sí? Mjum, bueno usted ¿Quién es la persona que decide qué hacer con el dinero? ¿Usted? O alguien más le dice, compra esto, compra esto otro o usted es la persona que R1.‐ Ah no, yo sola, yo sola soy la que me mido. (…) R1.‐ Pa cuando estoy enferma o cuando de alguna cosa que quiera yo. P.‐ Mjum. R1.‐ Que me rajen un palo o que me trabajen por ahí pues tengo que pagarles. P.‐ Mjum. R1.‐ Y así como ya guardé pus ahí tengo. P.‐ Mjum. RI.‐ Para atención médica (SanBe_AM_M_150).
Por una parte, hubo quienes comentaron que su capacidad de gasto era limitada porque el apoyo recibido no era suficiente, tal como se muestra a continuación:
R.‐ (…) no es mucho lo que dan, 1000 pesos no rinde nada (SanBe_AM_H_132). P.‐ ¿Y guarda usted dinero? R.‐ Pus casi no alcanza no, pus no se guarda. P.‐ Mmmm. R.‐ Ahí nomás la llevamos así comiendo, porque como yo, si yo no trabajo (SanBe_AM_H_141).
Por otra, algunos mencionaron que el recurso lo ahorraban para responder ante algún problema de salud:
R.‐ Lo voy este, guardando para cuando esté yo enferma, cuando esté, entons' este, para comprar medicinas, lo ahorro (SanBe_AM_M_114).
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Uso de apoyo por características individuales: dependencia funcional. Sólo hubo un AM hombre con dependencia funcional y no reportó datos relevantes o diferentes a los que ya han sido expuestos.
Uso de apoyo por características sociales: tipo de redes sociales fuertes y débiles. Varios beneficiarios indicaron que sus familiares, específicamente sus hijos, les ofrecían un apoyo económico; sin embargo, casi todos comentaron que no lograban cubrir sus gastos básicos de manutención. Por lo mismo, consideraron que el Programa les daba cierta seguridad. A continuación se presentan dos testimonios, en el primero el AM menciona que algunas veces sus hijos pagan su visita al doctor y, en el segundo, el beneficiario señala que ocupa el apoyo cuando se siente mal y que el dinero que le dan sus hijos no alcanza:
P – Y cuando va al médico de ahí guarda usted o es lo que le dan sus hijos. R1 – Si hay veces que (…) R2 – Hay veces que les da o sino pues si tiene ellos, ellos lo compran. (SanBe_AM_H_138). P.‐ Ajá (…) ¿ocupa de ese dinero para el médico? R.‐ Sí (…) P.‐ Mjum. R.‐ Cuando llego a estar enferma y no tengo, no me alcanza el dinero que me dejan mis hijos (…) P.‐ Mjum. R.‐ De ahí agarro. P.‐ Ah, muy bien. R.‐ De ahí agarro (SanBe_AM_M_120).
Uso de apoyo por características sociales: análisis por características del hogar Oportunidades y no Oportunidades. Sólo hubo una mujer entrevistada que no recibía ningún otro tipo de apoyo además del Programa. Por esta razón, es difícil establecer diferencias entre quienes vivían y no vivían en hogares Oportunidades. Sin embargo, vale la pena señalar que entre los beneficiarios, hubo uno que comentó que el apoyo del 70 y más le permitía comprar aquellos productos que no estaban incluidos en las despensas del DIF, por ejemplo: jitomate o queso (SanBe_AM_H_134).
Uso de apoyo por características sociales: análisis por características del hogar uni‐generacionales o multi‐generacionales. En general no se observaron datos relevantes en este rubro. Sin embargo, cabe mencionar que un beneficiario, a pesar de vivir en un hogar multi‐generacional, comentó que prefería ahorrar el apoyo para poder responder ante algún problema de salud sin tener que pedir prestado dinero. Esto parece decir que el Programa podría permitir a algunos AM mantener cierta autonomía y evitar sentirse como una carga para las demás personas; tal como se muestra a continuación:
R.‐ Pero sí, yo creo que, bueno, quizá han sabido que alguien lo lleva pero yo, de mi parte, no (…) yo ahí, me (…) lo, lo que me sobra, lo guardo y (…) cuando estoy enferma pus’ a nadie le estoy diciendo “Préstame.” (SanBe_AM_M_142).
Algunas personas que vivían en hogares multi‐generacionales comentaron que eran libres de decidir qué hacer con el apoyo; sin embargo, hubo quienes manifestaron emplear el recurso económico para las necesidades generales de la familia, a modo de reciprocar bienes o apoyos. A continuación se transcribe un fragmento de entrevista
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donde el AM comenta que él pone a disposición de la familia su dinero como retribución a la atención que recibe de sus parientes:
R. – Y ahí lo vamos agarrando (…) si ellas me cuidan, ellas me ven, es pa todos el dinero, no nomás es para mí, juera para mí pues qué tanto, gasto pa tres tortillas que me como si es tanto gasto, yo no, no como más y en la tarde este, por mucho otras tres o dos tortillas y ya, ya no, no me pasa no (…) (SanBe_AM_H_Sinfolio)
En relación a quienes vivían en hogares multi‐generacionales pero aún con su pareja, es evidente la construcción de los géneros, las beneficiarias siguen el mandato de su género de ver por los otros, pues emplean su recurso para el bien de los demás, y los varones para el bien propio. En este sentido, algunos de los AM comentaron que, mientras la mujer ocupaba su recurso para el gasto de la casa, el hombre lo hacía para atender su enfermedad:
P.‐ Mmmju, ¿o sea que el dinero de usted, lo utilizan en el gasto de la casa? R.‐ Mmmju. P.‐ ¿Y el de él? R.‐ Pus ahorita en lo que le hace falta a él. P.‐ A él y a usted, por ejemplo si usted se enferma y ya (...) (SanBe_AM_M_113).
Por último es de destacar que para las AM que vivían solas, era importante el apoyo pues aunque recibían Oportunidades o despensas del DIF empleaban el dinero de 70 y más para alimentos y servicios médicos principalmente:
P.‐ Te digo, no (…) no te, no me traían dinero mis hijos, siquiera tengo de ahí de (…) de lo que me dieron. P.‐ Ajá. R.‐ Y de ahí agarro para (…) para lo que necesito yo. P.‐ Mjum (…) se siente usted más tranquila. R.‐ Sí. P.‐ De tener ahí ese dinero, como guardado, digamos. R.‐ Pos’ no (…) no, no, (risa) no ahí guardado (…) P.‐ (risa) R.‐ Porque, este (…) (risa) yo, lo agarro, lo gasto. P.‐ De veras, y, ¿y junta dinero, o ahorra dinero? R.‐ Pues en, por lo pronto sí ahorro, tantito, pero de, pero cuando (…) se necesita que gaste yo, siempre gasto. P.‐ Mjum. R.‐ Si cuan, cuando estoy enferma. P.‐ Mjum (…) mjum (…) (pausa) Pero es poco, digamos, lo que ahorra es poco. R.‐ Sí (SanBe_AM_M_120).
Uso del apoyo por características de la comunidad: análisis por condición étnica y acceso a los servicios de salud. La condición étnica no parece incidir en el uso el apoyo, pero San Bernardo presenta un patrón de asentamiento disperso y carece de lugares que oferten productos a buen precio; por lo mismo, la gente prefiere viajar a Zacualtipán para realizar sus compras. Sin embargo, esta actividad se le complica a los AM, por una parte, debido al complicado traslado en su condición física, por otra, al gasto en el transporte. Por esta razón, los AM acuden a Zacualtipán a hacer sus compras cada quince días o cuando acuden a recibir el apoyo.
P.‐ ¿Sí? Ese día, ese mismo día que va usted a por el apoyo ¿Ese mismo día compra usted? R1.‐ Sí, compro algo. P.‐ Mjum R1.‐ Si me hace falta después el día domingo. P.‐ Mmm
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R1.‐ Ajá P.‐ ¿Usted va los domingos a Zacualtipán? R1.‐ Ah, cada quince días, cada veinte. P.‐ Mjum R1.‐ No seguido no. P.‐ Mmm, va a comprar su mandado. R1.‐ Sí, mi mandado (SanBe_AM_M_150).
Toma de decisiones sobre el recurso por características individuales: análisis por sexo. La mayoría de AM hombres y mujeres refirieron decidir por sí mismos sobre el recurso que les ofrece el Programa. A pesar de que en muchos casos es compartido con la familia para corresponderle, no parece que ésta incida en la decisión del AM sobre qué hacer con su dinero:
P.‐ ¿Qué otras cosas esteee, compra con el dinero de su recurso? R1.‐ Pus, comida o esteee (...) o cuando está enferma Carmela [nieta] tengo que darle medecinas, llevarla a Salubridad y la medecina que no hay, hay que comprarla porque ella tiene gastritis(…) R1.‐ Le mandan [a la nieta], pero (...) pus como zapatos no, le tengo que comprar, zapatos, su ropa interior se tengo que comprar, y (...) así la comida pa las dos (...) es lo único que hacemos (...) comprar y comprar. P.‐ Mjm. R1.‐ Que no queda otro remedio, pus que ya ve que no se puede comer nada más tortilla y salsa, no, tienen que comprar otras cositas, sopa, un pedacito de carne, cuando vamos a Zacualtipán como mañana que vamos, nos pagan, ya compro, compro azúcar, compro (...) pa que tengamos. P.‐ Mjm. R1.‐ Café (...) y algunas sopas o este (...) o un pedazo de pollo para comer, porque me la llevo, no sé, ora ya no se quiere quedar (SanBe_AM_M_118). P.‐ Y, ya cuando va a recoger el apoyo, ¿usted decide en qué gastar el dinero, o alguien le dice en que gastar? R.‐ ¡Ah! No, eso yo, y se en que lo, lo ocupo. P.‐ ¿Nadie le dice a usted? R.‐ No, no, nadie. P.‐ Muy bien (…) R.‐ No, y ni tengo quién me diga porque pues es mío y yo se lo que hago. P.‐ (Risas) ¿sus hijas no le dicen a usted? R.‐ No (SanBe_AM_M_122). P. – Y por ejemplo, ¿Ellas no le dicen a usted en que gastar el dinero? R. – No, no de eso no me preguntan, no me dicen tiene o no tiene, se dan cuenta de si está usted gaste, gaste y gaste y no tiene usted después centavos, pero que le haga, pues tengo que ayudarles les digo, no ellas no me quitan nada, no eso yo sé, yo lo tengo, yo lo guardo (…) P. – Mhmmm (…) R. – Y, yo le doy porque pues veo que no tiene, que no les alcanza pa la medicina o tengan siquiera pal carro, alguna cosa (…) P. – Ajá mhmmm (…) R. – Pero a mí no, que me estén diciendo, aquí está el dinero, dénmelo (…) P. – Mhmmm (…) R. – De eso aquí nada, ellas no lo, es mío y yo lo mando (…) (SanBe_AM_H_Sinfolio).
Por otro lado, a pesar de que en ocasiones la familia puede llegar a sugerir en qué se debe gastar el recurso, son las y los AM quienes parecen tener la última palabra y estar conscientes de que el dinero del recurso es para ellos y ellos deciden en qué gastarlo, como lo dice el siguiente AM:
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P.‐ Ujum ¿Quién decide en qué se va a gastar este el apoyo? R.‐ Yo. P.‐ Usted misma. R.‐ Yo porque es mío, yo porque es mío claramente yo soy la que decido y yo soy la que veo qué es lo que me hace falta en mi cocina, y eso, aquí nadie más, mi hijo ciertamente está pero él nunca, nunca me dice mamá deme usted tanto, necesito tanto, no, nunca, nunca, eso sí, no, él lo poquito que trabaja, para sus gastos de él, y cuando, cuando la verdad yo no tengo y él tiene sí me da, hay veces que me da cien pesos, hay veces que me da doscientos pesos, según, según como tenga también, sí (SanBe_AM_M_117).
De igual modo destacó que en una beneficiaria el recurso parecía haberle proporcionado cierta independencia económica, esto se infiere de la forma en la que expresa en qué usa su recurso:
R.‐ Pero sí, yo creo que, bueno, quizá han sabido que alguien lo lleva [el dinero del apoyo al banco] pero yo (…) no (…) lo que me sobra lo guardo y (…) cuando estoy enferma pus’ a nadie le estoy diciendo “Préstame.” P.‐ Mjum. R.‐ Y a cada, mmm (…) pagar mis cosas, yo así, comprar mi maíz y todo eso (…) pus’ ahí tengo dinero, ps’ ya (…) No ando diciendo (…) P.‐ Mjum (SanBe_AM_M_142).
En algunos casos los AM decidían dar dinero a sus familiares para que les realizaran las compras, puesto que les era difícil desplazarse.
Toma de decisiones sobre el recurso por características individuales: análisis por dependencia funcional. Sólo hubo un AM con Dependencia Funcional, las decisiones sobre el recurso eran tomadas por él mismo, su Representante y su hija:
P. – Y este ¿él le ha comentado algo sobre el apoyo o, o nada más, nada más recibe? (risa) R. – No ya no dice nada (risa) (…) P. – Y este ¿Su esposo qué le dice, él le dice en qué gastar el recurso que le toca a él o se lo da a usted para que lo administre o cómo, cómo se arreglan? R. – No si a veces se lo doy, este, luego lo guarda allá mi hija María, lo tiene guardado ella pa cuando se necesita pues ya me da (…) P. – Ajá (…) R. – Luego llego a necesitar si pago una cosa (…) P. – Mhhhmmm (…) R. – Sí (…) P. – Y en la (…) ¿Ella guarda él de las, él de los dos, el de ustedes dos o nomás (…) R. – No, es nomás el de él (…) (SanBe_R_DF_M_110).
Toma de decisiones sobre el recurso por características sociales: tipo de redes sociales fuertes y débiles. La mayoría dijo tener redes fuertes, sin embargo en San Bernardo parecía que tener redes fuertes o débiles no tenía relación con la manera de tomar decisiones sobre el recurso. Destacó el caso de una mujer que no le comentaba a sus familiares ni cuándo le pagaban, ni cuánto ni dónde guardaba el recurso:
P.‐ Doña Andrea, ¿Usted cree que, desde que le dan el apoyo, ha cambiado la relación con sus hijos? R.‐ Pues, este (…) P.‐ ¿Usted cree que se llevan mejor, se llevan peor (…)? Desde que le dan a usted el apoyo. R.‐ Pues, no, este (…) ahora sí que, si, eh (…) ellos sí saben. P.‐ Mjum. R.‐ Pero (…) pero mmm, del dinero, ése nunca les digo que tengo dinero, no. P.‐ Ah. R.‐ Eso sí que no (risa). P.‐ Ajá.
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R.‐ Nada más yo sé. P.‐ Ah. R.‐ Porque ellos (…) P.‐ Ya (risa). R.‐ Sí. P.‐ Y el niño (risa). R.‐ Eso no lo sabe ni él tampoco, vaya usted no sé (…) P.‐ Ajá. R.‐ Sí, un niño todo dice. P.‐ Sí. R.‐ Ajá (…) y entonces, este, no, él no, cuando sea, voy a agarrar dinero, para pagar alguna cosa, no les ayudo ahorita. P.‐ Mmm. R.‐ Sí, porque pus’ hay que tener cuidado de los niños también. P.‐ Sí. R.‐ Ajá (…) porque, este, los niños todo avisan. P.‐ Sí (risa), ¿entonces, sus hijos no saben que usted recibe el apoyo? R.‐ Sí saben pero no, pero (…) P.‐ No saben cuánto, ni dónde lo guarda (…) R.‐ No, no, no. P.‐ Ni en qué lo ocupa. R.‐ No, ellos no. P.‐ Ellos no se meten para nada (SanBe_AM_M_142).
Toma de decisiones sobre el recurso por características sociales: análisis por características del hogar Oportunidades y no Oportunidades. No hubo relación entre la toma de decisiones y el hecho de vivir o no en un hogar Oportunidades.
Toma de decisiones por características sociales: análisis por características del hogar uni‐generacionales o multi‐generacionales. En muchos de los hogares multi‐generacionales se tomaba en cuenta a la familia en las decisiones sobre el destino del recurso o bien el recurso se usaba para los gastos de la familia, aunque sobresalió una AM que decía que no les comentaba a sus hijos ni nieto cuándo le daban el dinero, ni cuánto, ni en dónde lo guardaba. La mayoría de estos AM manifestaba saber que el recurso era suyo y ellos debían ser quienes decidieran sobre él.
En el caso de los hogares uni‐generacionales formados por pareja, se decía que el uso del recurso era decidido por ambos miembros de la pareja y se encontró al menos un caso en que se decía que cada uno de los AM guardaba su propio dinero del apoyo por separado:
P.‐ Y por ejemplo, no hay alguien que le diga en qué usar su dinero. R1.‐ ¿Mande? P.‐ Alguien que le diga a usted en qué usar el dinero. R1.‐ No, no, no. P.‐ ¿Usted, usted decide o quién? R1.‐ Sí, sí, yo y mi compañera pues ya llegó el día domingo, pues sí es cierto, te voy a dar tanto y anda a ver qué cosa compras, alguna cosita. P.‐ O sea que entre los dos dicen que se va a hacer. R1.‐ Sí, sí, sí. P.‐ Mjum, oiga. R1.‐ Ella tiene lo poquito que le dan, ella lo tiene guardado y yo. R3.‐ Y usted lo suyo (risa). P.‐ Que cada quien separado entons. R1.‐ ¿Mande? P.‐ Cada quién lo suyo.
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R1.‐ Si pus a ver (SanBe_AM_H_128).
Toma de decisiones por características de la comunidad: análisis por condición étnica y de acceso a los servicios de salud. El recurso económico del Programa no parece haber trastocado la manera en que tomaban decisiones los AM de San Bernardo. Han tomado y siguen tomando las mismas decisiones sobre sus vidas y los asuntos que les atañen, ahora les toca decidir sobre un recurso económico que no tenían y la su mayoría lo hace por sí mismo. En tales decisiones no parecía afectar el acceso a los Servicios de Salud ni la condición étnica.
10.3 Resultados de Impacto percibido sobre Redes Sociales
Por características individuales, sociales y de comunidad Impacto percibido Redes Familiares por rasgos individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. No parecía existir una relación entre el sexo y el impacto percibido en las redes familiares de los AM, de hecho la mayoría de los AM, no percibieron que el Programa hubiera tenido un impacto en las relaciones que sostenían en el hogar:
P.‐ Mjum (…) Oiga, y, y ¿cree que desde que usted el, el dinero, el apoyo ha cambiado en algo la relación que tiene usted con su familia, con sus amigas?, ¿o sigue igual? R.‐ No, sigue igual. P.‐ Sigue igual, ¿por qué no ha cambiado? R.‐ Porque nos llevamos igual. P.‐ ¿Se llevan igual? R.‐ Sí. P.‐ ¿No, no ha cambiado nada? R.‐ No (SanBe_AM_M_146).
Para algunos AM el dinero que les proporcionaba el Programa era su única fuente de ingresos. Para algunos AM el apoyo económico era “una ayuda” para ellos o para la familia completa:
P.‐ ¿Usted no cree que a partir de que le den el, el recurso, usted no cree que, que haya cambiado en algo su relación? R.‐ No, de eso no, de eso no, nada, nada. Ya estuve conforme con mis hermanos, mi sobrina, todo pues (…) P.‐ ¿Qué le parece, le parece que está bien? R.‐ Y digo que si porque parece una ayuda (…) P.‐ Mhe. R.‐ (…) bueno poquito pero es una ayuda, como, como digo yo este, una ayuda para mi hermana y yo. P.‐ Mhe. R.‐ Bueno, de todos modos aquí para mis sobrinos (…) P.‐ Mhe. R.‐ (…) aquí porque todos vivimos aquí. P.‐ Mhe. R.‐ Horita aquí tan reunidos todos, aquí. P.‐ Mhe (SanBe_AM_H_145).
El que no hubiera modificado la percepción en las relaciones del hogar puede deberse a que es poco el tiempo que llevan recibiendo el Programa y las relaciones siguen siendo de acuerdo a las estructuras acumuladas durante toda su vida.
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Impacto percibido en Redes Familiares por rasgos sociales y comunitarios. No fueron relevantes los datos para impacto percibido en el hogar por características de hogar y de comunidad. Sólo es importante mencionar que en varios casos, los AM que vivían en hogares multi‐generacionales mencionaban que el dinero del recurso era compartido en el hogar, lo que pudiera estar colocando en una posición diferente al AM en su ámbito social más inmediato:
P.‐ Usted cree Don Plutarco que desde que le dan el apoyo ¿ha cambiado la relación con su esposa? ¿Se lleva mejor o se regañan más? Como dice usted. R1.‐ No, pus' de eso no. P.‐ ¿No? R1.‐ Al contrario, pus' luego estamos tranquilos porque es una ayuda para los dos (SanBe_AM_H_134).
Impacto percibido en Relaciones Extra Familiares por rasgos individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. La mayoría de AM, tanto hombres como mujeres no perciben un cambio en sus relaciones extra familiares, aunque hay más hombres que mujeres que sí notan cambios en sus redes de éste tipo:
P.‐ Y en la forma en como se lleva con sus amigos con sus compadres ¿cree que haya cambiado algo desde que recibe el apoyo o cree que siga igual? R.‐ Pues, le diré que, nos sentimos, tantito más mejor. P. ¿Sí? ¿Por qué? R.‐ Porque pues, convivemos, de lo que nos dan pues da, pues así para, para todos vaya. P.‐ ¿Y no ha tenido así como que tal vez algunas envidias o algo así porque a usted le dan y a otras personas, no? R.‐ No, no. P.‐ O que alguien no le de gusto de ir. R.‐ No, parece que no. P.‐ ¿No? R.‐ No, no hemos oído comentarios por ahí que (...) P.‐ Mjum. R.‐ Personas que no se da que digan cómo hacerles daño, yo pienso que no, no, no hemos tenido nada de eso. P.‐ ¿O que ahora le vengan a pedir dinero o le vengan a pedir algunas cosas porque saben que a usted le dan dinero? R.‐ No, no, tampoco no, no, que digan “te esta dan, te están dando apoyo, préstame tanto” no, no, de eso no (SanBe_AM_H_143).
Por otro lado, del modo como las AC entrevistadas lo refirieron, varias de las mujeres sí notan un cambio en sus redes extra‐ familiares, manifestaron que al acudir a la entrega del recurso se encontraban y conversaban con algunas amigas de la localidad a las cuales veían casi exclusivamente cuando había reuniones oficiales o aquellas destinadas para organizar las fiestas comunitarias:
P.‐ Cuando les entregan el recurso ¿hay alguien que platique con ustedes antes? R.‐ Pos están mis amigas. P.‐ ¿Sí? ¡Ah! Usted platica con sus amigas. R.‐ Amigos y amigas (…) P.‐ ¡Ah! R.‐ (…) tengo P.‐ ¿Y de qué platican? R.‐ Pus de lo que sea, de lo que se nos antoja a uno (risa). Sería bueno decir: quiero comer, quiero ir al baño (risas), sí. No sé, se juntan pa comer. (SanBe_AM_M_140).
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Para algunos AM el cambio se percibió en que ya no tienen que pedir dinero a sus hijos, vivieran éstos o no en San Bernardo, generando una descarga económica a los hijos y tranquilidad en los AM:
P – Mjum ¿y entonces y ahora como se siente de que ya recibe este apoyo? R1 – no pues ya es una pues una gran ayuda como usted dice, si ya ya no tengo necesidad de andarle exigiendo a mis hijos. P – ¿Y ellos cómo cree usted que (...) ellos cómo se sienten? R1 – Pues creo que están bien así. R2 – Pues porque ya no están pensando en la mortificación. R1 – Ya no esta pensando en que tienen que ayudarme si. (SanBe_AM_H_138).
En lo que respecta al AM con dependencia funcional, no hay datos relevantes, puesto que se encuentra postrado y al parecer el recurso no lo ha ayudado a fortalecer sus redes, sino a garantizarle lo básico, alimentación y atención a la salud.
Impacto percibido en Relaciones Extra Familiares por Rasgos sociales y comunitarios. En lo que respecta a hogares Oportunidades o redes sociales no hay datos relevantes. La localidad presenta un patrón de asentamiento disperso, por lo que a los AM les resulta difícil desplazarse para visitar a otros AM, aunque ahora tengan un recurso económico con el que no contaban, posiblemente el deterioro de sus capacidades físicas siga impidiendo que se frecuenten entre amigos o vecinos. En lo que respecta a las organizaciones comunitarias como son las faenas o las cooperaciones, no parece que el Programa las haya trastocado.
Sin embargo destacaron dos casos de AM que percibieron consecuencias negativas con el Programa, debido a las envidias suscitadas porque algunos AM de San Bernardo sean beneficiarios del 70 y más y otros no; adelante el testimonio que lo ilustra:
P‐ ¿Usted es la que decide en qué gastar? Ana, hay alguien que le diga ¿En qué gastar el dinero? Nadie, namás usted. R‐ No, vienen las ¿Tiene usted con qué? Hágalo. Sí viene hacer esto. ¿Sí quiere usted dinero? Hágalo. Y luego, una de ellas me dijo un día, le digo y tú como tienes hijos que te dan y pa’ ¡Ah! a usted también la mantiene el gobierno. Oye, oye Ana dile que no me mantenga pues ¡No! No pasan unas por encima pero suaves. P‐ Ay no me diga. R‐ Ah, no, no, no. Le digo que, que este te da muido, envidia, le dije (…) yooo (…) estoy deteniendo se lo estoy mandando decir, te da envidia que me están dando, pues no vas por taruga le digo yo. Usted pida, anda que te den y luego pues. (Risas) (SanBe_AM_M_136).
10.4 Resultados de Evaluación general del Programa 70 y más
Por características individuales, sociales y de comunidad. En general los AM manifestaron estar conformes con el funcionamiento del
Programa, asimismo agradecieron recibir el recurso económico. Una y otra vez señalaron que el apoyo era su principal sustento o representaba un extra que les permitía hacer más llevadera su vida. Los AM mostraron lealtad al gobierno por ser sujetos de apoyo y evitaron hacer sugerencias para mejorar el Programa. No obstante, indirectamente solicitaron que el apoyo continuara; de ser posible, otorgando mayores ingresos.
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Evaluación al Programa por características individuales: análisis por sexo y dependencia funcional: Los AM sin importar sexo, en su mayoría evaluaron de manera positiva el Programa. Hubo quienes comentaron que les gustaba cómo funcionaba y no se atrevieron a hacer sugerencias, a continuación dos testimonios:
P.‐ (…) Oiga ¿y qué es lo que más le gusta a usted del programa?
R.‐ A mi todo (risa) P.‐ Todo le gusta (…) R.‐ La cosa es que nos ayuda mucho el apoyo porque pus nunca, nunca jamás en la vida habíamos tenido esas oportunidades de recibir esos apoyos (…) (SanBe_AM_H_123). P.‐ ¿Le cambiaría algo al programa, al apoyo? R1.‐ ¿Pero cómo que le iba yo a cambiar? (risa) Yo nada. (SanBe_AM_H_128).
Quienes respaldaron el funcionamiento del Programa incluso mencionaron que el apoyo era su principal sustento, ya que no podían trabajar y el soporte familiar no era consistente. Más aún, hubo quien comentó que sin el apoyo estaría en la calle. A continuación dos testimonios que ejemplifican ambos puntos:
R1.‐ Bueno, pues antes que no teníamos ese apoyo de nada, pues, podía yo trabajar. Trabajaba yo y con eso nos manteníamos. P.‐ Mjum. R1.‐ Pero ahora después pus' ya, con enfermedades y todo, pues ya no podemos trabajar, con eso nos ayudamos, con eso nos estamos ayudando. Hay veces que cuando no tiene gasto vienen con su mamá con dinero mis hijos pus', cuando vienen en vacaciones, pus' ahí nos dan, pus' poquito aunque sea, pero pus' ahí dejan algo, ¿verdad? (SanBe_AM_H_134). P. (Risa) mmm, mmm y por ejemplo, en su salud ¿siente que el programa le ha ayudado en algo? R.‐ Sí, pus, sino estuviéramos en la calle (SanBe_AM_M_140).
A su vez, algunos mencionaron que el Programa se complementaba con otro tipo de apoyos que recibían, por ejemplo, las despensas del DIF:
R1.‐ No pos ahora es otra cosa porque pos ya entra algo de dinero con lo que nos dan verdad si alcanza. P.‐ Mjum. R1.‐ Si y con las despensas que nos dan. P.‐ No, si está muy bien. R1.‐ Pos sí, si es una ayuda verdad (SanBe_AM_M_111).
Otros señalaron que el apoyo era un extra que les permitía comprar mejores o nuevos productos. Por ejemplo, una beneficiaria explicó que ahora podía conseguir la comida que le gustaba y adquirir tarjetas telefónicas para que su hijo la llamara (SanBe_AM_M_113).
Hubo quien no sólo abogó a favor del Programa, sino que agradeció el compromiso del gobierno por los ciudadanos. Sin embargo, esta postura al final tuvo como objetivo pedir más apoyo:
P‐ … ¿Qué le gusta más del apoyo, qué es lo que le gusta más? R‐ Ah pues todo el apoyo me gusta, todo (risas). El pobre gobierno todo lo que está mortificando todo por uno. Y no, qué bueno que fueran cuatro o cinco pero son miles … (SanBe_AM_M_136).
Por el contrario, unos AM abiertamente consideraron que la cantidad de dinero recibida no era suficiente y, por lo mismo, pidieron que ésta incrementara. A
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continuación se transcriben dos testimonios para ahondar en este punto, en el primero el beneficiario menciona que el apoyo no le alcanza para ahorrar porque es su único ingreso pues ya no puede trabajar, en el segundo el AM indica que en la situación actual (de crisis) el dinero no rinde:
P.‐ ¿Y guarda usted dinero? R.‐ Pus casi no alcanza no, pus no se guarda. P.‐ Mmmm. R.‐ Ahí nomás la llevamos así comiendo, porque como yo, si yo no trabajo (…) P.‐ Mjum. R.‐ (…) no trabajo de ahí, de ahí me estoy sosteniendo esos centavitos (…) (SanBe_AM_H_141). P.‐ Mhe, oiga ¿y qué cosas como que le gustaría que se le cambaran al programa para que se mejorara? R.‐ Oh pos que dieran más dinero como está la situación que hora el dinero no, no alcanza para nada (…) (SanBe_AM_H_132).
Resulta interesante que en San Bernardo, buena parte de los AM consideraran inapropiado hacer sugerencias al Programa, lo que contrasta con las otras localidades visitadas por el estudio cualitativo. Pareciera que pensaban que esto constituiría una afronta al gobierno que los está apoyando. Por lo mismo, se limitaron a decir que el apoyo debería ser recíproco. Dos ejemplos a continuación:
P.‐ Y qué le gustaría que hubiera además de que les dieran el apoyo ¿Qué otra cosa cree usted que sería bueno, que les dieran? R1.‐ No pus', nos conformamos con lo que el gobierno diga. P.‐ Mjum. R1.‐ Sí pus' no podemos exigir más (SanBe_AM_H_134). P.– ¿Y qué cosas usted cambiaria o que cree que le hace falta a este programa para que sea mejor (…)? R1.– Pues únicamente apoyar al gobierno que nos está ayudando. P.– Si pero ¿qué le gustaría no sé? hay gente que dice… R1.– Mmmm bueno eso que dispusiera el gobierno porque uno aunque deseara. P.– Pero dígame como dice usted así aunque deseara, lo que desee. R1.– No sé… (SanBe_AM_H_138).
A su vez, algunos beneficiarios se opusieron a recibir más dinero o a hacer más accesible la entrega del apoyo; resultaba evidente que consideraban necesario sacrificarse de alguna forma para compensar el apoyo recibido. Sobre lo primero, uno de ellos comentó lo siguiente: “no pus el que dice que no se conforma con poco menos con harto”
(SanBe_AM_H_138), mientras que otro señaló lo siguiente: “ni modo de pedir, ni modo de que me den, si ya yo creo que se conforma uno con lo poquito que le dan a uno (…) quien le va a dar a uno dinero sin trabajar (SanBe_AM_M_113). En torno a la accesibilidad de la entrega del apoyo, dos personas comentaron en el mismo sentido, que había que sacrificarse un poco:
P.‐ Entonces ¿Cómo le parece? ¿La parece bien? R1.‐ Sí, como no. P.‐ ¿O le gustaría que fuera más cerquita? R1.‐ No, que cosa más cerquita ya no, puede ser (ligera risa). P.‐ ¿Entonces le parece bien ir hasta allá? R1.‐ Pus a ver, ni modo, ya que nos dan nue. nuestros centavitos, sí hay que arrimarse como se pueda, como ahorita ya nos avisaron que para mañana tenemos la salida (SanBe_AM_H_128). P.‐ Mjum ¿Y a usted qué le parece entonces? ¿Le, le gusta el, el lugar? No sé, ya me dice que se le hace lejos ¿Qué más? (...)
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R.‐ Pos ni modo, tiene uno que sufrir (risas) estar ahí un rato paradito (SanBe_AM_M_139).
A pesar de que evitaban hacer sugerencias directas al Programa, todos los AM coincidieron en un punto: pedir que el apoyo se mantuviera en el futuro. Las palabras que utilizaron fueron las siguientes:
R – Pus que siguiera ayudándonos, lo más (…) necesario porque la verdad si se ayuda uno, si bastante, bastante, si, si (…) así es señorita (SanBe_AM_H_127). P.‐ (pausa) Digamos que, ahorita está de acuerdo como está el Programa (…) le parece bueno. R.‐ Sí (…) deseo seguir porque pus’, lo que digo (…) es una ayudita que nos dan (SanBe_AM_M_120). R‐ Yo qué voy a decir, ojalá y Dios quiera y que viva y que me siga dando el apoyo (SanBe_AM_M_136).
Evaluación al programa por características sociales y de comunidad. Es de destacar que en San Bernardo, a diferencia de otras localidades, no todos expresaran que el recurso del Programa fuera su principal o único sustento, esto puede deberse a las despensas otorgadas por el DIF y a la presencia de otros programas en la localidad, por lo que varios consideraron al 70 y más como un complemento.
Sin embargo, también varios refirieron que es poco el monto que les ofrece el 70 y más, ello puede deberse a que si bien San Bernardo es una localidad próxima a su cabecera municipal, la dispersión de los hogares hace a sus habitantes difícil el acceso a Zacualtipán, centro importante de comercio, y por ello al costo de cualquier producto debe sumarse el costo del pasaje para el traslado, incrementando de este modo el costo de los productos.
Evaluación e impacto percibido del Programa 70 y más en Representantes. Sólo hubo una Representante para un AM con dependencia funcional, ella expresó que con el Programa puede comprar alimentos que él debe comer y medicamentos, por lo que indirectamente señala que impacta la salud del AM, y la descarga a ella de ambos gastos.
10.5 Principales barreras de acceso al Programa experimentados por Potenciales Beneficiarios y AM Beneficiarios Suspendidos
Potenciales Beneficiarios. Barreras por características individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. Destacó que las cuatro PB de San Bernardo eran mujeres, ninguna de ellas padecía dependencia funcional, aunque algunas requerían apoyo para realizar ciertas actividades de la vida cotidiana.
El motivo por el cual no eran beneficiarias a pesar de tener más de 70 años, se debió a un error en el momento de su inscripción en Mesa de Atención. Fueron inscritas en otra localidad llamada la Mojonera, más tarde dadas de baja del Programa, por lo que en el momento de la visita estaban en espera de volver a inscribirse al Programa en la localidad que les corresponde.
Potenciales Beneficiarios. Barreras por características sociales: análisis por tipo de redes fuertes o débiles y características del hogar. La mitad de PB vivía en hogares
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Oportunidades, la otra mitad sólo recibía despensas del DIF. El hecho de vivir en hogar Oportunidades no parecía representar una barrera o un facilitador de acceso al Programa, pero es de destacar que varias de ellas confundían Oportunidades con 70 y más.
Sobresalió que una de las PB que no pertenecía a un hogar Oportunidades refirió que la responsable del 70 y más en la localidad –antes Vocal de Oportunidades‐ no le avisaba cuándo debían acudir a la Mesa de Atención del 70 y más, así lo refirió:
R1.‐ Ya ahorita la acaban de cambiar, ahorita metieron otra a ver ella como (...) porque luego no nos avisaba, como vive lejos y … P.‐ Mjum R1.‐ Luego de que nomás mandan las razones (…) (San Be_PB_M_121).
Probablemente no ser beneficiaria de Oportunidades se traducía en una barrera de acceso, pues la actual Responsable del 70 y más fue tiempo atrás Vocal de Oportunidades, y la adulta mayor no se relacionaba ni pertenecía a la estructura de Oportunidades, por lo que pudo haber quedado fuera de tal estructura social.
La mayoría de PB tenía redes sociales débiles, probablemente esto se traducía en la falta de apoyo para sus gestiones de parte de familiares o amistades. Mayoritariamente depositaban sus trámites en Eloisa, la responsable del Programa en la localidad y sólo en un caso, en el esposo, como ilustran los siguientes testimonios:
R.‐ Orita no, porque inclusive orita me dijo Eloisa cuando fuimos hace dos meses me dijo ella que llevara yo los papeles que me pedían para poderme inscribir otra vez (San Be_PB_M_125). R.‐ Pus orita, pus me dijieron que jueran a tener mis papeles a otro lado (...) me dijo mi esposo (…) R.‐ Pus que mi esposo es el que ha andado yendo allí (...) investigando, sólo él sabi (San Be_PB_M_135).
Potenciales Beneficiarios. Barreras por características de la comunidad: análisis por condición étnica y acceso a servicios de salud. No parece existir una relación entre las barreras de acceso al Programa y la etnicidad, sin embargo sobresale que una de las PB fuera de las pocas en San Bernardo que pertenecía a la religión Cristiana, donde la gran mayoría pertenece a la religión católica.
La relativa proximidad de San Bernardo a su cabecera municipal, así como la migración de sus hijos e hijas a ciudades como Pachuca y la Ciudad de México, hacía que hubieran acudido a revisiones médicas de manera más o menos regular, bien fuera atención alópata, naturista, o alternativa, sin embargo la dispersión de las viviendas y la falta de transporte frecuente hacía que la distancia y la carencia de servicio de transporte se tradujeran en una relativa dificultad de acceso a los servicios de salud.
Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos. Barreras por características individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. Destaca que la única AM Beneficiaria Suspendida fuera mujer y dependiente funcional.
El motivo de su suspensión, en opinión de su Representante, se debió a que el Programa generó nuevos lineamientos para validar Representantes y le hacía falta llevar a la Mesa de Atención algunos documentos que le permitieran cobrar el recurso por la AM, así lo expresó:
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R.‐ Mmm (…) ajá, muy bien (…) Oiga, y entonces esteee (…) mmm (…) bueno, me dice que no puede caminar, que usted la cuida entonces. ¿Usted va por el apoyo de los adultos mayores? R.‐ Sí, mire, yo iba yo por el apoyo pero esta vez ya no me lo dieron porque me dijeron que en ese papelito que vio que mi esposo este, que ahí debe ir el nombre del representante de quien va a cobrar. P.‐ Ajá. R.‐ Antes no era así, estee me, nomás llevaba yo una constancia médica. P.‐ Ajá. R.‐ Y sí me lo daban. P.‐ Ajá. R.‐ Sí me lo entregaban pero esta vez me dijeron que ya no, que esta vez tengo que llevar este, copia de ese papel. P.‐ Aja. R.‐ Y copia de acta de nacimiento, de CURP, y credencial, que para que (…) P.‐ ¿De usted o de ella? R.‐ Pues de las dos. P.‐ ¿De las dos? Aaah (…) R.‐ De las dos, y que para que ya en el papel que salga el nombre mío y para que a ver si me lo pueden dar a mí el apoyo. P.‐ Ajá. R.‐ Porque esa vez pasada no me lo dieron (SanBe_ AMS_R_DF_M_133).
Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos. Barreras por características sociales: análisis por tipo de redes fuertes o débiles y características del hogar. El hogar de la AMS era beneficiado por Oportunidades y sus redes sociales eran fuertes, por lo que a pesar de vivir con dependencia funcional, su Representante estaba muy pendiente de cómo resolver su estado de suspensión.
Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos. Barreras por características de la comunidad: análisis por condición étnica y acceso a los servicios de salud. No parece haber una relación entre condición étnica y la suspensión de la AM, tampoco en lo relativo al acceso a los servicios de salud.
10.6 Resultados de Impacto percibido del Programa por Actores Clave Como consecuencia del 70 y más en San Bernardo, se han generado tensiones
entre quienes no reciben ningún Programa, aquellos que sólo reciben el 70 y más y quienes además de recibirlo viven en hogares Oportunidades, así lo dijo una AC:
R.‐ Bueno aquí uno de los problemas es que por ejemplo mucha gente de los que no tiene Oportunidades habrá algunos cuantos de quienes no tienen Oportunidades, ni adulto mayor entonces que si hay entre ellos por qué a ella le dan 2 beneficios y a mí no me dan ninguno (SanBe_AC_M_1).
Por otro lado, las AC expresaron que ahora los AM cuentan con un ingreso económico con el que pueden alimentarse sin necesidad de trabajar, pues muchos de ellos tienen impedimentos físicos para trabajar como antes:
R.‐ Y de qué les ha servido, yo creo que sí les sirve de mucho el apoyo porque aunque poquito, pero pues ya cuentan con algo, como los que no pueden trabajar definitivamente ya por lo menos tienen apoyo. P.‐ Mmm y qué otros beneficios crees que haya tenido el programa para los adultos mayores de aquí de San Bernardo aparte de los que dices
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R.‐ Pues pienso que si les ha servido mucho a los abuelitos porque antes había abuelitos que pues ni siquiera tenían para comer y ahora si (SanBe_AC_M_1).
De igual modo ambas perciben que el dinero es ocupado por los AM en alimentos –como fruta, verdura, pan, leche‐ y los gastos de atención en su salud. De acuerdo a lo que ellas identifican como corresponsabilidad del 70 y más, creen que el Programa ha impactado positivamente en la salud de los AM, debido al incremento de las visitas médicas:
R – Por lo menos ya se pueden comprar pues (…) ya algo mejor para comer, que una medicina que (…) no podían comprar pues (…) con ese dinero ya se lo pueden comprar (SanBe_AC_M_2). R.‐ A hoy aunque sea poquito se lo van como dicen chiquiteando, pues no les alcanzará para los dos meses, pero por lo menos ya tienen un dinerito para que vayan comiendo, vayan al médico, ahora pues si les ayuda porque a base de eso también pues tienen que asistir al médico. P.‐ ¿Cómo? R.‐ Si por ejemplo aquí mismo se les ha dicho que cuando se sienten mal al médico tienen que venir y si vienen, y entonces como que está bien, van saliendo de su encierro, saben que tienen que visitar al médico, que tienen que ir al dentista, que tienen que hacer eso, esos temas, a lo mejor no a todos los hemos hecho entrar después uno que otro este (…) R.‐ Y digo, pero está bien porque ahí yo pienso que si está bien porque pues el adulto mayor, ya está cómo lo diré, está más visitado por un médico, porque ya ellos mismos saben que tiene que ir al médico y de aquí pues hasta han mejorado porque ya no se han enfermado así que digamos mucho. P.‐ Mjum. R.‐ Ha habido menos muertes, menos pues si están mejor. P.‐ ¿Tu crees que hay cambio? R.‐ No sí, sí P.‐ En la salud (SanBe_AC_M_1).
Por otro lado, las AC percibieron un impacto en las redes sociales de los AM, pues de acuerdo a lo que ellas señalan, salen más de sus hogares con motivo de acudir al punto de pago, y conversan más:
R.‐ Pues que a lo mejor ya no están tan encerrados pues porque conviven más aunque sea cada 2 meses, pero conviven más (SanBe_AC_M_1). R – Sí, sí porque pus antes como digo cada quien en su mundo no este (...) no convivían y ahora sí, ya con las reuniones pues ya platican de sus cosas básicamente pero sí, se comunican más P – Mjm ¿Y tú ves como que se comuniquen más cuando, cuando por ejemplo van a recoger el recurso? R – Aaah sí, sí porque tienen más tiempo para (…) estar platicando (SanBe_AC_M_2).
Tal incremento en la frecuencia de los contactos es de destacar en las mujeres, pues si bien los varones generaban contactos en la faena o en el campo, las mujeres dedicadas casi exclusivamente a sus hogares, viviendo en una localidad con una gran dispersión de viviendas, no solían tener este tipo de encuentros, así lo dijo una AC:
R.‐ No como vuelvo a repetir aquí los que trabajan, se los encuentran cuando van a trabajar que en una faena y eso pues ya, pero eso eran los señores. P.‐ Mjum. R.‐ Pero las señoras casi no, porque las señoras en su casa a hacer el quehacer y allí pues encerradas y hoy ya no. P.‐ Mjum y de que se visitaban antes cuando estaban enfermos. R.‐ De hecho casi no. P.‐ Entre vecinos. R.‐ Pero los que están más cerca (San Be_AC_M_1).
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Por último, una AC ha notado que ahora los AM participan con más ganas que antes en las faenas comunitarias, pues de acuerdo a su punto de vista “les da más ánimo de hacer algo para sentirse merecedores del dinero”, así lo dijo:
P – Mjm ¿Y tú has visto si los adultos mayores ahora participan más por ejemplo más en actividades de la comunidad o es igual que antes? R – Pues hay de todo, hay unos que sí participan más y hay otros que todavía no quieren entrar P – ¿Y los que participan más qué es lo que hacen, en qué participan? R – Digamos (…) como cuando los mandan a traer a una labor social. P – Ajá. R – Trabajan con muchas ganas. P – Mjm. R – Y hay otros como que (…) pues le hago y no le hago. P – ¿Y como qué trabajo social o qué labor social? R – Bueno (…) labor social aquí nos toca por decir ir a limpiar este (…) el camino de las escuelas hasta la clínica (…) quitar botellas, papeles, limpiar si hay muchas hierbas o si ramas, escombrar para que quede bien bonito y barrer, limpiar este el camino de la iglesia, limpiar los pozos y, y, a cada quien les recomiendan que pues limpien su pedacito de camino donde vive (…) P – ¿Y tú crees que participan más porque ahora les dieron el apoyo de Setenta y más? R – Sí P – ¿Sí crees que si? R – Si, porque con el apoyo pues como que (…) les dan más ánimo de hacer algo para sentirse merecedores del dinero (San Be_AC_M_2).
Es importante destacar las sugerencias propuestas al Programa por las AC: reducir el tiempo de espera para recibir el pago, establecer horarios de pago para cada localidad, que todas las localidades contaran con un representante que apoyara a los AM el día del pago, que se capacitara a los pagadores y personal de mesa de atención para tratar bien a los AM y tenerles paciencia, flexibilidad en la tramitación de constancias médicas para AM que requieren Representante, y finalmente que el monto del apoyo fuera mayor.
11 Conclusiones Aunque la mayor parte de AM y PB ha disminuido su posibilidad de trabajar y
salir frecuentemente de su hogar, mantenía movilidad para desplazarse, permitiéndole de este modo realizar actividades de la vida diaria. La posibilidad de realizar actividades de la vida diaria generaba en ellas y ellos la percepción de tener buena salud. Especialmente las PB atribuyeron sus enfermedades a una vida de trabajo muy intensa en el campo y la casa. Tanto AM como PB relacionaban su salud emocional a la física, pues desde su punto de vista, estar en contacto permanente con sus redes y realizar actividades de la vida cotidiana, les hacía sentirse bien emocionalmente; sin embargo también expresaron enfrentar tristeza, la cual asociaban a su mala salud física y a enfrentar soledad; las PB expresaron además una preocupación latente ante la dificultad de acceso a la atención médica y los medicamentos necesarios.
Varios AM encontraron una correlación entre el apoyo del 70 y más y su salud física, pues a decir de ellos y ellas, el recurso les permitía consumir una variedad más amplia de alimentos, poder acudir a servicios médicos y pagar los gastos que de ello se deriven. Sin embargo algunos AM no encontraron una mejora en su salud física, pues dijeron que es poco el dinero que les da el Programa, y muchos los gastos que exige la
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atención de su salud. En relación a la salud emocional los beneficiarios expresaron encontrar una mejora porque ahora cuentan con un recurso económico; en el pasado se sentían incómodos, apenados o tristes al carecer de dinero, sobre todo en situaciones de crisis como la enfermedad.
De acuerdo al testimonio de las y los beneficiarios, el recurso que les da el Programa se destinó principalmente a alimentos, medicamentos, el pago por consultas y en transporte; en menor proporción al pago por servicios como agua, luz y gas, y la compra de zapatos y ropa; ocasionalmente en el pago por trabajo que ya no podían realizar debido a su condición física, como el trabajo en el campo, en el hogar y cortar leña.
El uso del recurso tuvo diferencias por sexo en algunos‐as beneficiarios, pues siguiendo los dictados de género, es decir, las mujeres deberán ver por el bienestar de los otros, antes que el suyo, y los varones al propio; así las beneficiarias referían emplear el recurso en el bien de otros, mientras los varones en el bien personal.
Las y los AM y PB no refirieron algún cambio en las interacciones dentro de su hogar, pues expresaron seguir tomando las mismas decisiones de siempre, aunque muy acotadas también a la tradicional división sexual del trabajo. Sin embargo sobresalió también que una AM refiriera su injerencia en las decisiones que se toman en el campo. En contraste con lo anterior algunos testimonios dieron cuenta de violencia familiar.
A diferencia de lo ocurrido en otras localidades visitadas por el estudio cualitativo, poseer redes sociales fuertes o débiles no guardaba una relación con el modo en que se tomaban decisiones sobre el recurso. En San Bernardo la mayoría tenía redes de las cuales obtenía apoyo y todos‐as decidían cómo emplearlo.
En los hogares de AM y PB, circulaba apoyo que les beneficiaba, éste fue principalmente de tipo material, instrumental y emocional. Aunque en ocasiones también mencionaron no sentir que ellos pudieran brindar algo en su hogar, y expresaban una especie de deuda personal ante un colectivo donde se establecen relaciones de reciprocidad.
Como muestra de un primer nivel de impacto, las y los beneficiarios que residían en hogares multi‐generacionales, dijeron que con el recurso del Programa solían cooperar con bienes materiales para la preparación de alimentos en su hogar, aunque también con otro tipo de gastos, y que cuando no lo hacían se sentían incómodos, sin derecho a opinar sobre qué debía comerse. Si bien, el dinero puede en ocasiones atender las necesidades de terceros, se asoma el potencial reposicionamiento del AM en el hogar, pues ante la sensación de tener una deuda personal en su ámbito social más inmediato, el Programa le permite reciprocar bienes en el mismo.
De igual modo, tanto beneficiarios y beneficiarias como las AC, percibieron una descarga económica en los hogares donde residen las y los AM, así como en los familiares que viven fuera de la localidad, pues el hecho de que las y los AM tengan un pequeño ingreso económico constante, hace que la familia se descargue, pues asumía como propios muchos de sus gastos, generando sentimientos de tranquilidad tanto en la familia como en las y los propios beneficiarios. Incluso, en el caso de una
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beneficiaria, contar con el recurso del 70 y más, le generaba relativa independencia económica.
Debe señalarse un impacto diferenciado en el caso del único AM con dependencia funcional, pues debido a su propia condición, la mayor parte de las decisiones recaía en su Representante, quien a la vez era su cuidadora principal y esposa.
Respecto a los vínculos extra‐familiares de las y los beneficiarios, puede decirse que eran fuertes en su mayoría, en el sentido en el cual recibían de ellas principalmente apoyo emocional y reconocimiento. Aunque también apoyo material, si bien acotado a las posibilidades materiales de los miembros de las redes. La vida comunitaria era muy activa a través de la reciprocidad de apoyos materiales y ayudas entre amigos, vecinos o compadres, así como mediante las dinámicas sociales en torno a los comités; en ambas dinámicas participaban las y los AM, siempre, en la medida de sus posibilidades económicas y de desplazamiento.
La mayor parte de beneficiarios y beneficiarias no identificó algún cambio en sus relaciones extra‐familiares, algunos sí lo notaron, y dijeron a propósito de la entrega del 70 y más, que ahora se reúnen más con sus amistades o conocidos, de igual modo dijeron que ahora ya no piden dinero prestado a los miembros de su red extra‐familiar. Es de destacar que los varones, más que las mujeres, percibieron un cambio positivo en sus redes extra‐familiares, lo que resulta significativo si se considera que la percepción de bienestar en las relaciones comunitarias, podría potenciar cierto nivel de participación en la vida pública de los AM. Desde el punto de vista de las AC, los encuentros que se dan al acudir al punto de pago, benefician más a las mujeres, pues éstas pasan la mayor parte del tiempo en las labores domésticas, y poco se frecuentan ante la dispersión de los hogares característica de San Bernardo, a diferencia de los varones, quienes suelen socializar cuando acuden al campo.
Un impacto negativo percibido del Programa, referido por las AC, y por las y los AM, fueron las envidias generadas por quienes no eran beneficiarios.
En contraste con las y los beneficiarios, las PB refirieron participar en actividades comunitarias, y aportando dinero para las fiestas de San Bernardo, sin embargo no percibían obtener nada a cambio. De hecho una PB de religión Cristiana expresó que la comunidad no le informaba de los asuntos de interés colectivo, ni del 70 y más, dijo que no la tomaban en cuenta, guardando así una posición marginal en su comunidad. De hecho ella fue quien expresó que recibiendo el Programa mejoraría su relación con los miembros de su comunidad, porque le permitiría socializar al acudir al punto de pago.
Las PB significaban el apoyo que recibían de sus redes extra‐familiares (familiares que residían fuera de la localidad), como un regalo no merecido, pues sentían que si bien retribuían con apoyo emocional, les hacía falta un recurso material para tener algo qué ofrecer.
Para la única AMS entrevistada –quien padecía dependencia funcional‐, un motivo de gusto era que le visitaran en su hogar amistades y familiares. En tales visitas hacía comprar refresco, galletas o café con el recurso que el Programa le otorgaba, a modo de compartir alimentos con ellos.
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Tal situación nos permite inferir que si bien, las y los beneficiarios no han trastocado significativamente sus interacciones extra familiares gracias al Programa, sí les ha permitido circular en sus redes cierto tipo de bienes que más que un valor material, poseen un valor emotivo, permitiéndoles de algún modo mantener y afianzar sus relaciones extra familiares.
Fue significativo que algunos AM refirieran que el Programa les permitía completar sus gastos, y puede entenderse porque varios de ellos recibían otro tipo de apoyos, como despensas del DIF. Esto era diferente en otras localidades visitadas por el estudio cualitativo, donde había menos Programas sociales.
En torno al Programa, las y los beneficiarios sólo sugirieron en voz unánime, que el apoyo se mantuviera en el futuro y se incrementara el monto otorgado, pues el dinero que les da el 70 y más no les alcanza. No hacer más sugerencias se relacionaba con el hecho de no querer exigir de más, algo que les ofrecían como regalo. De hecho refirieron que había que sacrificarse un poco (cuando evocaban por ejemplo, el tiempo que esperan para cobrar), pues como las AC señalaron: “deben sentirse merecedores del dinero”.
Por último, las barreras de acceso al Programa fueron las siguientes: errores en Mesa de Atención al momento de inscribir a las adultas mayores, pues fueron dadas de alta en una localidad diferente. Entre estos casos destaca el de una PB cuya filiación religiosa era Cristiana, manteniendo una relación marginal con los miembros de su comunidad. Y para la AMS, su barrera fue la falta de información oportuna de su Representante, pues ésta desconocía de los nuevos documentos que requería para poder cobrar por la AM.
En el caso de San Bernardo la falta de información oportuna sobre el Programa en los AM, PB, AMS y las Representantes en la localidad fue una constante, por ese motivo se sugiere generar campañas informativas mediante las cuales se especifique claramente y en palabras sencillas, cuáles son los mecanismos de inscripción, qué hacer en caso de suspensión, y cuáles los lugares de atención.
En la información que se brinde sobre el Programa, es importante aclarar que el Programa no es un regalo de ningún nivel de gobierno, sino una política pública dirigida al sector adulto mayor de zonas rurales, que busca garantizar sus derechos.
Es muy importante que toda la información del Programa sea de cabal conocimiento de la persona Responsable del Programa 70 y más en la localidad, por lo que se sugiere se le brinde una capacitación donde se de a conocer la normatividad del Programa.
Ante la dificultad de conseguir constancias médicas en el Centro de Salud, en San Bernardo se encontró una salida informal para su obtención. Sin embargo si desean evitarse potenciales faltas de transparencia en la gestión de las constancias médicas, se sugiere la celebración de un convenio con las autoridades de salud de San Bernardo, a modo de garantizar que toda persona adulta mayor que lo necesite, obtenga sin dificultad una constancia médica que avale a su Representante. De igual modo, es fundamental que sea el Facilitador o Responsable del Programa en la localidad, quien se encargue de gestionar ante dicha instancia de salud tal constancia médica, con la finalidad de evitar que la responsabilidad de la gestión recaiga en la
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familia o en las redes sociales, pues debe considerarse que las redes –en el hogar y fuera de él‐ de algunos adultos mayores son débiles y en consecuencia, requieren de un apoyo formal del Programa para inscribirse al mismo.
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ANEXO. SAN BERNARDO
FOTO GALERÍA DEL TRABAJO DE CAMPO
CUALITATIVO
Instituto Nacional de Salud Pública
Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas
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12 12 Anexo Fotográfico San Bernardo
Camino a San Bernardo
Dispersión de viviendas en San
Bernardo
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Iglesia de San Bernardo
Dispensario Médico en la Casa de Salud
San Bernardo, Hgo.
Entrevistas 26-29 de Marzo
63
Entrevista con Adulto Mayor Presencia de observador de SEDESOL en el trabajo de campo
San Bernardo, Hgo.
Entrevistas 26-29 de Marzo
64
Entrevista con Adulto Mayor en el patio de su vivienda
65
San Bernardo, Hgo.
Entrevistas 26-29 de Marzo
Entrevista a Adultos Mayores
66
San Bernardo, Hgo.
Entrevistas 26-29 de Marzo
Equipo de campo cualitativo y asistentes de salud
67
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
Apertura del punto de pago en Zacualtipán
68
Adultos Mayores que requieren de apoyo para llegar al punto de pago
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
69
Fila por localidad para acceder a la mesa de pago
Mesa de pago
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
70
Auditorio Mpal. de
Zacualtipán Punto de pago para
San Bernardo, Hgo.
Beneficiario formado en la fila de pago
71
Fila en la mesa de atención
Beneficiarias en la fila de la mesa de pago
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
72
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
Adultas mayores formadas en la mesa de atención para cambiar su localidad de inscripción
Adultas Mayores ante mesa de atención
73
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
Adulta mayor formada en la mesa de atención
Familiares de adultos mayores, esperan en la entrada del
Auditorio
74
Auditorio Mpal. de Zacualtipán
Punto de pago para San Bernardo,
Hgo.
Beneficiarias compartiendo alimentos
Comercio fuera del auditorio