Renovaciones 2016Para reflexionar sobre las renovaciones de este año, quisiera que nos plantemos delante del Señor y reflexionemos sobre las preguntas que siempre nos interpelan y que vamos respondiendo a lo largo de nuestro camino en la vida.

¿Dónde estamos? y porqué estamos allí; si miramos, en nuestro Centro, en un barrio determinado, con unos niños/as, unas familias, etc. Pero dentro de nuestro Centro nos encontramos nuestra Capilla, sencilla y motivo por el cuál nos integramos en este barrio. Nuestra fé, nuestro encuentro con el Señor que nos preguntó si queríamos seguirle y ser pescadores de hombres.

En nuestra capilla, tenemos nuestras oraciones, nuestro encuentro con Dios, que no va diciendo qué quiere de cada uno de nosotros. Y cómo no iba a estar presidida por la Virgen, precisamente la Virgen de la Esperanza, justo lo que le falta a este mundo, Esperanzas.

Continuamos preguntándonos quieres somos, Amalia, Antonio, Aranzazu, Carmen, Choni, Inma, Isabel, Juan Enrique, Luis, Maribel, Marisol, Pedro, Pilar, Victoria y Wenceslao. Todos los que el Señor ha querido y porque le ha dado la gana, no hemos tenido que hacer ningún mérito, bueno, quizás uno, el decir “Sí, aquí estoy Señor”.

No podemos olvidar “Porqué somos así”, porqué esta Comunidad es una Comunidad Mies, con un carisma especial por los niños y jóvenes, y la Acción Social. La Virgen de la Esperanza y Diego Ernesto han sido instrumentos de Dios para que esta Comunidad floreciera.Junto con otras muchas Comunidades, de Málaga, Alicante, Córdoba, Madrid, Argentina, Paraguay, Ecuador y otros tantos sitios.

Aquí está nuestra Comunidad, una comunidad Mies, con un carisma que hemos recibido de Mies y una identidad propia que se ha ido formando a lo largo de los años de existencia de la Comunidad.

Y ¿porqué nos ha elegido el Señor?, podíamos preguntarnos, pues es un misterio, lo que sí podemos tener claro, es que siempre está a nuestro lado y que el texto “En mi debilidad, tú me haces fuerte”, es un hecho, pues lo hemos experimentado tantas veces, cada uno de nosotros.

COMUNIDAD NTRA. SRA. DE GUADALUPE

Web: http://miesbadajoz.hol.esTambién podemos recordar todos nuestros hermanos

de Comunidad que ahora no están con nosotros, pues el Señor, le llamó a otra vocación distinta, ese es el misterio de Dios, que nosotros no entenderemos. Pero sí creo que nuestro camino, por lo menos el mío, es el seguir al Señor a través de esta vocación.

Y este cartel que cuelga del Centro me viene de perlas para decir que Sí al Señor, para dar un paso adelante y no esperar a que todo sea perfecto. Simplemente contribuyo con mi granito de arena a la Construcción del Reino, desde mi imperfección.

Para finalizar, debemos reflexionar sobre que significa el ser discípulo de Cristo crucificado, y que somos enviados al mundo a revelar a los hombres que en Cristo crucificado está la Salvación. Aunque tengamos primero que enseñar a hacer tareas, a buscar trabajo, ....

Mediante la Oración nos unimos a Dios y nos revela cual es su voluntad, lo que quiere de nosotros para su Reino.

La vocación, es la llamada de Dios a la conversión, al Evangelio de la Gracia, al Evangelio de Cristo.

Y las llamadas especiales dentro de la llamada general, ya sabéis que el Señor puede llamarnos para célibes, para casados, para Mies. Quien la haya descubierto, no tiene que volver a replanteárselo constantemente.

Tenemos que optar por vivir la forma de siervo en obediencia radical al Padre. Como siervos libres, optamos por esa obediencia, aunque después no puedes obedecer, pero hay que intentarlo y la gracia lo hará aunque no lo veamos.

No tenemos que imitar a Cristo, tenemos que ser sus seguidores, que tomar sus actitudes.

Aquí estoy, Señor, “para hacer tu voluntad”.

AQUÍ PUEDES ESCRIBIR TUS REFLEXIONES SOBRE TU VOCACIÓN EN ESTOS MOMENTOS DE RENOVACIONES, PUES AUNQUE NO RENUEVES EN MIES, RENUEVAS TU FÉ, EN COMUNIDAD:

Epístola del Apóstol San Pablo a los Efesios, capítulo 4

Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor; solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Un cuerpo, y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, y por todos y en todos vosotros. Pero a cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. (…)

Hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo; (…) despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en la mente y en el espíritu, y vestíos del nuevo hombre que es creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (…) Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen. (…) Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad. Más bien, sed benignos los unos con los otros, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como Dios os perdonó a vosotros también.

A la luz de la Palabra, miro mi interior. Por si te sirven de guía estas preguntas:

¿Cristo es el Centro de mi vida? ¿Cómo vivo mi devoción a la Madre de Dios? ¿Tengo celo apostólico? ¿Cómo vivo mi opción por los pobres? ¿Esta vocación que el Señor me ha regalado, la

fortalezco en Comunidad?