BIOLOGÍA EN AGRONOMÍA

Volumen 5, No. 2 Octubre de 2015

ISSN 1853-5216

Universidad Nacional de Catamarca

Secretaría de Ciencia y Tecnología ‐Editorial Científica Universitaria

ISSN: 1853-5216

RELEVAMIENTO DEL ARBOLADO URBANO DE PLAZAS Y ESPACIOS

VERDES DEL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE SAN FERNANDO

DEL VALLE DE CATAMARCA

Rodríguez B.J.; Seleme, F. del V., Palacios, R.; Juri, C.; Arévalo, E.; Ledesma, E.;

Moya, J.L.; Villegas Marín, A.; Santucho, G.; Aibar, Ma. E.

Departamento de Parque y Jardines. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de

Catamarca; Avenida Belgrano y Mtro. Quiroga. C.P.4700. Catamarca. Tel. Fax (03834)

430504. Mail de referencia: blankjo7@gmail.com

Recibido: 20/08/2015 Aceptado: 29/10/2015

______________________________________

RESUMEN

Por sus cualidades intrínsecas, los espacios verdes públicos cumplen en la

ciudad funciones estéticas, enriquecen el paisaje urbano y asumen un papel central de

oxigenación. Los espacios verdes se pueden diferencian según: 1) su escala (local,

metropolitano, regional), y 2) su origen (arbolado, localización, morfología). Así, por

ejemplo, encontramos “bosques periurbanos”, “parques metropolitanos”, “parques

urbanos”, “plazas”, “plazoletas”, “bulevares”, “corredores verdes”, “reservas naturales”,

etc. Las plazas y paseos, de escala menor, se ubican en el interior de la ciudad, sobre

sectores densamente poblados. Su área de influencia es peatonal y en general no

supera 1 km. Están orientados a satisfacer las necesidades de ocio cotidiano de la

población, siendo su uso activo y continuo. Sea cual sea el tipo se espacio verde

público, por sus cualidades intrínsecas, deben cumplir funciones estéticas, enriquecer

el paisaje urbano y asumir inexorablemente un papel central de oxigenación de la

ciudad ó área de influencia, y pueden hacerlo fundamentalmente gracias a los

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servicios esenciales ambientales que brinda el arbolado en estos espacios. El

arbolado en la ciudad tiene funciones sociales y ambientales muy importantes. Su

plantación se concreta no solo con fines ornamentales sino también para el bienestar

de la población. La promoción y protección del arbolado urbano, generadores de aire

puro y sombra, tan necesarios en nuestra provincia de clima riguroso y árido,

generadores de aire puro y sombra, tan necesarios en nuestra provincia; no se puede

lograr si no se conoce lo que hay y el estado en que se encuentra. Son varios los

autores que han relevado la flora autóctona y el Patrimonio natural de la provincia de

Catamarca, pero hasta el momento Catamarca no cuenta con un Censo de su

arbolado urbano. Esta es la finalidad del presente trabajo de diagnóstico y

caracterización. El relevamiento presentado en este trabajo es la primera etapa del

proyecto y se realizó sobre las plazas y plazoletas del ejido céntrico de San Fernando

del Valle de Catamarca y tomando como objeto de relevamiento todo ejemplar

arbóreo, a partir de los 50 cm de altura. Se trata de un trabajo realizado en el período

2014-2015, donde la modalidad de trabajo ha sido la de un censo forestal, tomando a

su vez cada árbol como unidad de análisis exhaustivo.

INTRODUCCIÓN

Los espacios verdes públicos constituyen uno de los principales articuladores de

la vida social. Son lugares de encuentro, de integración y de intercambio; promueven

la diversidad cultural y generacional de una sociedad; y generan valor simbólico,

identidad y pertenencia. Por sus cualidades intrínsecas, los espacios verdes públicos

cumplen en la ciudad funciones estéticas, enriquecen el paisaje urbano y asumen un

papel central de oxigenación. Asimismo contribuyen en la regulación hídrica y en la

reducción del impacto de la ciudad construida sobre el medio ambiente, y, finalmente,

ofrecen un ecosistema urbano apropiado para la conservación de la biodiversidad.

Desde su forma urbana también juegan un rol importante en la estructuración de la

ciudad como ordenadores de la trama, cualificando el tejido, orientando el crecimiento

y vinculando espacios (Arq. Guillermo Tella, Lic. Alejandra Potocko); jugando la

vegetación, y, especialmente los árboles, su papel principal en esta escena urbana.

Dentro de la clasificación de espacio verde público, están incluidas las Plazas. Las

plazas y paseos, de escala menor, se ubican en el interior de la ciudad, sobre sectores

densamente poblados, y en general el área de influencia no supera 1 km. Están

orientados a satisfacer las necesidades de ocio cotidiano de la población, siendo su

uso activo y continuo. Sea cual sea el tipo se espacio verde público, por sus

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cualidades intrínsecas, deben cumplir funciones estéticas, enriquecer el paisaje

urbano y asumir inexorablemente un papel central de oxigenación de la ciudad ó área

de influencia, y pueden hacerlo fundamentalmente gracias a los servicios esenciales

ambientales que brinda el arbolado en estos espacios.

El árbol además de importantes funciones paisajísticas aporta enormes

beneficios en los espacios donde se encuentra; regulando y depurando el

medioambiente, previenen la erosión, proporcionan en su follaje y debajo de él un

ambiente protegido de las inclemencias del tiempo, moderan las temperaturas y son

considerados pulmones; y finalmente son el punto intermedio entre arquitectura y

naturaleza, "suavizando" el duro cemento de las ciudades; decimos entonces que su

presencia puede mejorar, por lo tanto, la calidad de vida de los habitantes. Sin

embargo, las ciudades son consideradas hábitats difíciles para los árboles; ya que a

menudo están sometidos a riguroso estrés físico y fisiológico (Bernatzky, 1978; Grey et

al., 1992), especialmente en el NOA y en particular en Catamarca donde la

combinación de baja humedad, altas temperaturas y viento la mayor parte del año,

resulta un importante condicionante para su crecimiento. Actualmente a la vegetación

que se desarrolla en el Valle Central y en la periferia de la ciudad Capital no se le da la

importancia que merece; sus bosques se encuentran profundamente modificados por

el avance de los asentamientos urbanos y otros factores que alteran el rol importante

de las formaciones vegetales. No escapa de este desinterés el arbolado urbano de

Catamarca. En cada población el arbolado urbano tiene una significación especial que

responde o debería responder a las necesidades y demandas de sus pobladores ya

que son ellos los que reciben sus beneficios. Muchas veces la falta de conocimientos

ha inducido a ejecutar plantaciones que no responden a estas necesidades; por lo

tanto con el tiempo deben ser "modificadas", o extraídas, por interferir con las

necesidades del vecino o los servicios público; generando altos costos de

mantenimiento. La cantidad y calidad no solo del arbolado sino de los espacios verdes

de una ciudad son el resultado de la interacción entre decisión política de los

gobiernos, los presupuestos asignados, el accionar de los técnicos y el marco

normativo que los regula. La promoción y protección del arbolado urbano, generadores

de aire puro y sombra, tan necesarios en nuestra provincia de clima riguroso y árido,

no se puede lograr si no se conoce lo que hay y el estado en que se encuentra. Son

varios los autores que han relevado la flora autóctona y el Patrimonio natural de la

provincia de Catamarca, con objetivos de conocer, describir, categorizar, para luego

difundir la información y que sirva como instrumento técnico para la adopción de

políticas. Sin embargo, el arbolado urbano no ha tenido esta suerte, no existen

estudios que lo describan y lo caractericen, no hay un diagnóstico; condición sine qua

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non para la gestión eficiente, efectiva y racional del mismo y también para la

elaboración de un proyecto de Ley para su promoción y protección. De allí la

necesidad del Censo Forestal que se presenta en este trabajo; entendiéndose por tal

al conjunto de procedimientos destinados a proveer información cuali y cuantitativa de

los árboles que componen el arbolado público como así también algunas

características del entorno urbano donde estos crecen. El censo forestal, la

informatización del inventario y su georeferenciación, son importantes herramientas

para los encargados de la gestión de este recurso, que pueden hacer más dinámico,

eficiente y racional su manejo; asimismo, permitirá en un futuro elaborar un plan rector

de plantaciones y manejo del arbolado urbano para la ciudad de Catamarca basado en

un análisis técnico funcional y estético.

Por lo cual los objetivos de este trabajo fueron:

Determinar la composición florística y el estado general actual del arbolado de

nuestros espacios verdes.

Realizar un diagnóstico de situación.

Confeccionar una base de datos que facilite el manejo de la información generada y

que pueda ser actualizada permanentemente.

Nuestra historia urbana

El arbolado público, como recurso ornamental y de confort, es una expresión

urbana paisajista propia de la historia urbana contemporánea. Nuestra ciudad, fundada

con modelo de cuadrícula hispánica en 1683, fue concebida como escenario urbano

seco, sin vegetación en el espacio público, esto es calles y plazas. El uso del verde,

con fines utilitarios y estéticos, estaba concentrado en patios, quintas y huertas de

corazones de manzana.

Las nuevas corrientes urbanas, paisajísticas y arquitectónicas, iniciadas a partir

de la segunda mitad del siglo XIX, al amparo del pensamiento republicano liberal,

comenzaron a transformar positivamente el espacio abierto de uso público, que recibió

una adecuación de la planta física para permitir la incorporación de la vegetación de

forma gradual y a gran escala. Las obras hidráulicas del estanque del Paseo Gral.

Navarro, y el sistema de canales y acequias que distribuían el agua por gravedad,

garantizaron la supervivencia de los ejemplares arbóreos que, en ajustada síntesis

expresiva, contribuyeron a embellecer y acondicionar climáticamente el paisaje

urbano. Así, el anillo de bulevares fue ornamentado con ejemplares de eucaliptus y las

calles del centro histórico con naranjos amargos, los cuales armonizaron

sensorialmente con los dispuestos en centros de manzana. En los diseños de plazas y

paseos se trabajó con mayor diversidad de especies, nativas y exóticas, con un elenco

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que se repitió en cada una de ellas y que, en conjunto, contribuyeron a la identidad

paisajística de la ciudad: lapachos rosados, jacarandá, tipas blancas, palmeras y

coníferas. Se conformó una unidad urbana paisajística referencial, en armonía con el

sistema construido el cual aportó planos homogéneos de fachadas, gradiente escalar

ascendente, en consecuencia un claro perfil urbano, y granulometrías de tejados y

follaje, con notables relaciones con el sistema natural que contiene a la ciudad.

Las tardías intervenciones modernistas, a partir de los años 70 del pasado siglo,

desconocieron las expresiones del paisaje urbano histórico y en consecuencia se

perdieron los valores esenciales del mismo. Así se ensancharon bulevares,

convertidos en avenidas con eliminación de ejemplares de gran porte, se modificaron

diseños de plazas y paseos, y se inició un largo proceso de recambio del arbolado

público, consistente en la incorporación de numerosas especies sin criterios de diseño

urbano. Por moda se introdujeron paraísos, olmos, moras híbridas, brachos, ficus,

tebethias, bauhinias. Para su implantación no se tuvieron en cuenta dimensiones,

aptitudes funcionales, requerimientos hídricos, adaptación al medio. En conjunto,

como expresión fenomenológica, contribuyeron al caos y deterioro generalizado que

detenta el centro histórico de la ciudad. Sumando a dicho caos la pérdida del

patrimonio doméstico edificado, la contaminación visual de calles por carteles

comerciales, el tendido de cableado aéreo, la contaminación sonora y la polución y

ruido del intenso tránsito vehicular.

En los años 90 del pasado siglo se inició un intento de ordenamiento del

arbolado público por medio de lineamientos generales expresados en la Carta

Orgánica Municipal, documento que sentó bases para la formulación de una propuesta

sobre arbolado elaborada por la dirección de Espacios Verdes. Si bien, y en

consecuencia, se iniciaron acciones de regulación para la incorporación de especies,

la falta de continuidad de gestión y el desconocimiento sobre la temática, ha incidido

para que nuevamente en el presente se retome la modalidad de introducir ejemplares

arbóreos por gustos personales. No obstante esta realidad innegable el arbolado de

nuestra ciudad merece la atención debida por cuanto, y a pesar de las limitaciones

producto de las indebidas exigencias, cumple un rol y es parte del paisaje cotidiano.

MATERIAL Y MÉTODO

Método de censado:

El patrimonio arbóreo de una ciudad está compuesto por varias entidades muy

diferenciadas, árboles en alineación, arbolado en plazas, árboles en paseos y parques

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urbanos, cinturones verdes, márgenes de arroyos y ríos. En el presente trabajo se

censó la población arbórea que crece en las plazas y espacios verdes públicos, dentro

del perímetro del ejido céntrico, delimitado por las cuatro avenidas; excluyéndose los

ejemplares ubicados en espacios privados ó jardines de instituciones públicas

(escuelas, hospitales, etc.) Así, se trabajó sobre 7 (siete) espacios verdes: Plaza 25 de

Mayo, Plaza El Maestro, Plaza Virgen del Valle, Paseo Gral. Navarro (Alameda), Plaza

25 de Agosto, Plaza Jorge Bermúdez y Plazoleta Congresal Centeno. El relevamiento

propuesto se realizó siguiendo la metodología de un Censo Forestal; se trata de un

censo continuo, es decir, no se realiza en un solo día sino en un período de tiempo, ya

que no es una población que varíe profundamente de un año a otro. Se previó

desarrollar este proyecto en dos etapas (2 años); durante el primer año se relevó el

arbolado en plazas y espacios verdes comprendidos en el área mencionada, cuyo

resultado y conclusiones se presentan en este trabajo; mientras que en este momento

el equipo de trabajo se encuentra realizando la segunda etapa del proyecto, donde se

releva el arbolado urbano de alineación (veredas).

FIGURA 1: Área de censado delimitada sobre el mapa del casco céntrico (Fuente:

catastro municipal - 2015)

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En el censado se cumplieron los siguientes pasos:

Identificación de las variables a incluir en el censo.

Capacitación al equipo de relevadores.

Planificación del censo, diseño de los recorridos.

Realización de planos y diseño de planillas de relevamiento.

Supervisión de las tareas de relevamiento.

Descarga, procesamiento de los datos.

Revisión y corrección de datos relevados.

Análisis de datos y obtención de indicadores estadísticos.

El método de relevamiento se organizó en función de: diseño de las plazas y

disponibilidad de personal y de equipos.

Para el trabajo de campo el ejido céntrico se dividió en 4 áreas de trabajo

asignándose una cuadrilla de censistas por área, volcando la información en planillas.

Se identificó cada ejemplar arbóreo con un número, nombre común y científico, se

midieron además parámetros como DAP (diámetro a la altura de pecho), alturas y

edades aproximadas de los ejemplares censados, categorizándolos de acuerdo a un

criterio de relación diámetro-altura; teniendo en cuenta la rapidez de crecimiento de

cada especie. Se evaluó también el estado fitosanitario, recolectando para ello

muestras de material vegetal y trabajando en conjunto con los laboratorios de

Fitopatología y Zoología Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias de la

Universidad Nacional de Catamarca. La información generada se volcó en una base

de datos. Se realizó el análisis estadístico descriptivo de los datos y se elaboraron los

informes correspondientes.

Definiciones y referencias

Espacios verdes: áreas urbanas o suburbanas que, en su mayor superficie está

ocupada por vegetación, natural ó implantada por el hombre, que tiene una función

social recreativa o sanitaria.

Ejemplares sanos: son los que no evidencian afecciones por plagas, enfermedades

ni alteraciones fisiogénicas.

Ejemplares con problemas sanitarios: Se incluyen en este parámetro ejemplares

con alteraciones morfológicas y fisiológicas producidas por microorganismos; como así

también afecciones por plagas y problemas de suelo o producidos por factores

adversos climáticos.

Riqueza: establece la relación entre la totalidad de ejemplares hallados sobre el total

de especies presentes.

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Ejemplares secos: sin vestigios de brotes foliares, ni hojas, o bien con ellas pero

marchitas al igual que el tallo.

Ejemplares tronchados: cortados en su base o por la mitad, sin vestigios de b rotes

foliares.

Floración: este parámetro hace referencia a la época de mayor intensidad o plenitud

de floración. (algunas especies tienen varias floraciones que abarcan más de una

estación y de diferentes intensidades).

Desequilibrio por poda: son árboles que han sido mutilados o a los que se les quitó

gran porcentaje de su ramaje principal de forma no uniforme; presentan por lo tanto su

copa totalmente alterada, desequilibrada, no respondiendo a la forma de copa normal

para la especie.

DAP: Diámetro a la Altura de Pecho

Altura: distancia en tomada desde la base del fuste hasta el extremo apical de la

copa.

RESULTADOS

En las siete plazas relevadas se censaron un total de 822 árboles (cuadro1), los

cuales correspondían a 42 especies diferentes (cuadro 2), siendo 19 de estas

especies nativas, totalizando 573 ejemplares, es decir una presencia del 69,7 % de

árboles nativos. En la figura 2 se puede ver su distribución porcentual en cada sitio

relevado según su origen.

La especie arbórea más frecuente es el Lapacho rosado (Handroanthus

impetiginosus), seguido por el Palo borracho (Ceiba speciosa), la Tipa (Tipuana tipu),

el Jacarandá (Jacarandá mimosifolia), el Bracho (Brachychiton populneus), la palmera

Fenix (Fenix canariensis), el Eucalipthus (Eucalipthus sp.) y la palmera Washingtonia

(Whashingtonia robusta). Con predominio marcado de Lapacho rosado en todas las

Plazas, (excepto en Plaza Jorge Bermúdez donde el más frecuente es el Palo

borracho).

Mientras que las especies arbóreas más raras y menos frecuentes encontradas

fueron el Ombú (Phytolacca dioica) situado en el Paseo Gral. Navarro y el Tatané

(Picthecellobium Scalare) en la Plaza 25 de Agosto.

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CUADRO 1: Resultados del relevamiento arbóreo de 7 plazas del casco céntrico de la

ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca.

FIGURA 2: Porcentaje de especies arbóreas nativas y exóticas por sitio de estudio.

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CUADRO 2: Especies arbóreas encontradas en los sitios relevados.

NOMBRE COMÚN

NOMBRE CIENTÍFICO ORÍGEN FOLLAJE FLORACIÓN

Lapacho rosado Handroanthus impetiginosus

Nativa caducifolio primavera

Tipa Tipuana tipu Nativa semicaducifolio primavera

Palo borracho Ceiba speciosa Nativa caducifolio primavera

Naranjo agrio Citrus aurantium Exótica perennifolio primavera

Jacarandá Jacarandá mimosifolia Nativa caducifolio primavera

Pacará Enterolobium contortisiliquum

Nativa caducifolio primavera

Terebinto Pistacia terebinthus Exótica perennifolio primavera

Paraiso Melia azedarach Exótica caducifolio primavera

Bracho Brachychiton populneus Exótica perennifolio Primav-ver

Pindo Syagrus romanzoffiana Nativa perennifolio verano

Eucalipthus Eucalipthus sp Exótica perennifolio primavera

Ligustro verde Ligustrum lucidum Exótica perennifolio primavera

Ligustro variegado

Exótica perennifolio primavera

Pino paraná Araucaria angustifolia Exótica perennifolio primavera

Pino piñonero Pinus pinea Exótica perennifolio verano

Ibirá Pitá Peltophorum dubium Nativa caducifolio verano

Roble sedoso Grevillea robusta Exótica perennifolio Primav-ver

Palmera Fénix Fenix canariensis Exótica perennifolio primavera

Palmera Whashingtonia

Whashingtonia robusta Exótica perennifolio verano

Magnolia Magnolia grandiflora Exótica perennifolio primavera

Ceibo Erythrina crista-galli Nativa caducifolio Primav-verano

Araucaria Exótica perennifolio primavera

Mora Morus sp. Exótica caducifolio primavera

Mandarina Citrus nobilis Exótica perennifolio primavera

Tala Celtis tala Nativa caducifolio primavera

Tecoma Tecoma stans Nativa perennifolio Primav-ver.

Casuarina Casuarina cunninghamiana

Exótica perennifolio primavera

Tevethia Thevetia peruviana Exótica perennifolio Prim-ver-otoño

Níspero Eriobotrya japónica Exótica perennifolio Otoño-inv

Ciprés piramidal Cupressus sempervirens f. pyramidalis

Exótica perennifolio Fin de invierno

Álamo carolina Populus deltoides Exótica caducifolio Fin de inv.-primavera

Ombú Phytolacca dioica Nativa caducifolio Prim-ver.

Tatane Picthecellobium Scalare nativa perennifolio Fin de inv-prim

Tusca Acacia aromo Nativa caducifolio primavera

Mora de papel Broussonetia papyrifera Exótica caducifolio primavera

Palo jabón Sapindus saponaria Nativa perennifolio primavera

Chañar Geoffrea decorticans Nativa caducifolio primavera

Algarrobo Prosopis sp Nativa semicaducifolio primavera

Tipa colorada Pterogyne nitens Nativa semicaducifolio verano

Pezuña de vaca Bauhinia sp Nativa caducifolio primavera

Ficus Ficus benjamina Exótica perennifolio primav-ver

Leucaena Leucaena leucocephala nativa perennifolia primavera

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FIGURA 3: Histogramas de frecuencias de especies arbóreas por plaza relevada.

La determinación de la edad de los árboles se realizó basada en las dimensiones

del tronco. El criterio utilizado para establecer la edad aproximada de los ejemplares

relevados fue dado por los siguientes diámetros:

En general, se encontró una mayor proporción de árboles jóvenes y adultos

(figuras 4 y 5).

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FIGURA 4: Cantidad de especies arbóreas discriminada por diámetro de tronco.

FIGURA 5: Cantidad de especies arbóreas discriminada por diámetro de tronco y sitio

relevado.

FIGURA 6: Altura promedio de especies arbóreas expresada en metros, discriminada

por sitio relevado.

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FIGURA 7: Promedio del Diámetro a la altura de pecho (DAP) de especies arbóreas

expresado en centímetros, discriminada por sitio relevado.

FOTO 1: Especies más representativas en el arbolado de los espacios verdes de San

Fdo. del Valle de Catamarca.

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FOTO 2: Árboles secos para extracción.

FOTO 3: Árboles con problemas por inundación, malos sistemas de riego y falta de

riego.

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FOTO 4: Árboles con colonización de clavel del aire.

FOTO 5: Árboles con problemas por falta de espacio subterráneo y aéreo.

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FOTO 6: Árboles con problemas fitosanitarios.

DISCUSIÓN

Uno de los principales problemas en el arbolado público de la mayoría de las

ciudades, es la inadecuada selección de las especies. En el caso de nuestras plazas,

apelamos a la consciencia ambiental y la necesidad de la biodiversidad, para decir que

la riqueza de especies presentes es aceptable ya que contribuye al equilibrio y sanidad

del conjunto, amén de enriquecer el paisaje. En general se trata de especies que por

su porte, sombra y demás características, resultan interesantes para paseos públicos.

Una de las especies que está en nuestras plazas y se cuestiona por diferentes

motivos; es el magnífico Eucalipthus sp; que domina el paisaje en el Paseo Gral.

Navarro. Es una especie que por un fenómeno de supervivencia, luego de

determinados años, comienzan a desprenderse de sus ramas, sin que esto sea fácil

de anticipar, lo cual ha generado muchos accidentes. Además se han observado en

esta plaza y sobre esta especie otros problemas como enormes agallas suberificadas

producidas por infección de la bacteria Agrobacterium; nidos de palomas en la copa,

grandes hormigueros en la base del tronco y algunos árboles con peligrosas ramas

inclinadas. Es una especie con muchos problemas.

Otra cuestión a tener en cuenta, en cuanto a especies, y que se puede ver en el

cuadro 2, es que la gran mayoría brindan la mayor intensidad de su floración en

primavera. Dejando un poco desprovisto el paisaje otoñal e invernal de este atractivo.

Tampoco hay presencia en nuestras plazas de variedad de especies con color otoñal;

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o con aromas destacados (salvo los pocos naranjos que perduran de las viejas

plantaciones).

En cuanto a la relación Especies Nativas / Especies Exóticas, claramente en 6

de las 7 plazas censadas la riqueza de especies exóticas es mayor, sin embargo, las

especies nativas tienen mayor representación en número de individuos (Cuadro 1).

Solo en Plaza Jorge Bermúdez la riqueza de especies nativas supera a las exóticas;

10 de las 11 especies presentes son nativas (99% de la población).

Los árboles se clasifican según la altura final que alcanzan a la madurez. Los de

1° magnitud son aquellos que sobrepasan los 15 metros de altura. Los de 2° magnitud

son los que pueden alcanzar una altura entre los 10 y 15 metros. Los de 3°magnitud

son los que no superan los 10 metros de altura. En promedio, en nuestras Plazas

encontramos árboles principalmente de 1era. magnitud, salvo en de Paseo Gral.

Navarro donde el promedio de alturas supera los 10mts, (2da. magnitud).

Contrariamente a lo que suponíamos al comenzar el trabajo, gratamente

podemos destacar que los problemas fitosanitarios no superan el 10% en ninguna de

la Plazas censadas, (salvo en Plaza del Maestro), y que en general se debe a

afecciones por plagas de insectos.

El porcentaje de árboles secos o muertos, para reposición es bajo (menos del

2%) y se debe mayormente a problemas de riego (falta de agua).

Se han observado problemas por desequilibrio de copas de diferente magnitud,

por intervenciones de podas mal realizadas, o con la técnica incorrecta, que

desbalancean el árbol y desarmonizan y “afean” el paisaje; aunque los casos no son

numerosos, el problema está. Con árboles en estas condiciones aumenta el riesgo de

accidentes en épocas de viento o tormentas; especialmente en ejemplares añosos

como los Eucalipthus de Paseo Gral. Navarro. Por otro lado hay que tener en cuenta

que la poda provoca stres en la planta, la cual debe hacer un gasto energético para

reponer su ramaje; y si es realizada de manera incorrecta, puede comprometer su vida

útil, debiendo muchas veces extraerlo prematuramente.

Como es lógico, la edad del arbolado es un parámetro a tener en cuenta en la

gestión de su conservación, dado que la posibilidad de presentar patologías aumenta

en general con la misma, al igual que los riesgos ante fenómenos meteorológicos. En

un análisis general, nuestras plazas presentan más del 50% de su población de

árboles pertenecientes a las categorías adultos y viejos (26% adultos y 25% añosos),

es decir, que en general, estamos hablando de vegetación consolidada; gran parte de

ella, patrimonio cultural herencia de otras épocas, como tipas, jacarandaes, lapachos

ceibos y naranjos. Mientras que un tercio (33%) pertenece a la categoría árbol joven.

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En el análisis individual podemos observar en la figura correspondiente, que solo

en Plaza Alameda, predomina la categoría árboles viejos y en la Plaza Virgen del Valle

es la que presenta en su población predominancia de árboles de la categoría joven;

asimismo de todas, es la plaza que tiene más representantes en la categoría muy

joven (entre 0-10cm de diámetro).

El 60% de estos árboles jóvenes, requieren poda de formación. Presentan

ramaje desprolijo, demasiado bajo, débil, con problemas de vigor. En árboles adultos

se puede ver que fueron formados y tienen la cruz a la altura apropiada para un paseo

público, pero sin embargo en la mayoría se observa en el interior de la copa

acumulación de materia seca o ramaje entrecruzado, y en muchos casos muerte

gradual de la copa. En estos casos se requieren intervenciones de poda de limpieza y

mantenimiento, que no son otra cosa que podas de intensidad leve, eminentemente

preventivas.

La colonización del clavel del aire es preocupante, especialmente en Plaza 25 de

Agosto, Paseo Gral. Navarro y Plaza Virgen del Valle; y en especies de Palo borracho,

en donde llega a cubrir aproximadamente el 50% de la copa de estos.

Malas decisiones al momento de plantar han generado que hoy se vean algunos

ejemplares oprimidos por falta de espacio aéreo y subterráneo. Se pueden observar

en Plaza Virgen del Valle y Plaza El Maestro en algunos casos distancias de

plantación inferiores a un metro entre árboles (Foto 5).

CONCLUSIÓN

La ciudad de San Fernando del Valle, ha crecido mucho en barrios y

conglomerados habitacionales en todas las direcciones cardinales en los últimos años

y de manera desordenada. El diagnóstico elaborado por el equipo técnico para el

Estudio de Base para el Plan Urbano Ambiental- PUA 11- señal la necesidad de

incrementar la forestación urbana en calles, avenidas, paseos y parques, como

requerimiento paisajístico y para regular diversas situaciones ambientales. Pero no es

solo plantar, de cualquier forma y con lo que encontremos primero. Es verdad que

constituye un gran desafío terminar con las plantaciones anárquicas, o a “las

apuradas”, tomando lo que se encuentra primero en el vivero, o “lo que hay”; pero

debe hacerse; comenzando a tener más presentes los parámetros de sustentabilidad

paisajística y ambiental; trabajando fundamentalmente con diseños que armonicen con

el entorno e incorporen especies de bajo mantenimiento, sin perder de vista la

diversidad y riqueza de especies.

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Se debe pensar en los espacios verdes de cara al cambio climático, y esto se

hace con equipos técnicos preparados. Hoy eso es posible si tenemos en cuenta que

contamos entre nosotros con egresados de las nuevas carreras de Ingeniería de

Paisajes y Tecnicatura en Parques y Jardines que se dictan en la UNCa, quienes

conocen y pueden aplicar un conjunto de criterios sostenibles para una construcción o

recuperación más eficiente de nuestros paisajes urbanos. Los equipos de trabajo tanto

públicos como privados deben incluirlos entre sus técnicos.

La selección de especies vegetales para un espacio verde constituye una tarea

delicada que requiere de la intervención de especialistas, que conozcan las posibles

especies a utilizar en las condiciones geográficas, topográficas y climáticas

particulares de cada ciudad. No resulta fácil definir unas cuantas especies adecuadas,

ya que el listado de especies arbóreas es extenso y por otro lado dentro de la ciudad,

cada situación urbana es particular y necesita de un análisis particular, no existen

recetas válidas para todos los espacios. En Catamarca sobran los ejemplos donde se

ha visto fracasar plantaciones donde las especies implantadas no tuvieron siquiera la

mínima posibilidad de sobrevivir.

Es Importante fomentar la mayor diversidad de especies, como medio para

asegurar el patrimonio arbóreo ante el riesgo de plagas, adecuando las especies a las

posibilidades que ofrece cada ambiente. Preferiblemente que tengan también una

utilidad urbana específica, en especial que produzcan hábitat y alimento para avifauna,

mamíferos u otras especies adaptadas al ambiente urbano, y que aporten conectividad

con otros espacios verdes, orientados a la construcción de corredores Ecológicos de

biodiversidad.

Hay que seguir bregando por el desafío en Catamarca de poner en valor en

nuestro arbolado especies nativas, que no solo presentan bajo requerimiento de

mantenimiento sino que también interesa el bajo costo de producción e implantación.,

las características que se deberían tener en cuenta en primer término tienen que ver

principalmente con cubrir las necesidades de la población en cuanto a protección del

sol y generación de espacios frescos a la sombra, como así también protección de los

efectos del viento, por lo tanto considerar implantar especies con copas tupidas pero

permeables, en función de su tamaño de fuste y el desarrollo aéreo y la capacidad de

adaptación a las condiciones de crecimiento en el medio urbano.

La planificación de las Áreas Verdes desarrolladas en el siglo XIX a partir de

Carlos Thays (representada en este caso por la Plaza 25 de Mayo, plaza principal de

la ciudad); forman parte del Patrimonio Natural, por lo cual debe ser objeto de

preservación. Por ello, se sugiere que en segundo término el criterio de selección de

especies, tanto para replantar como para ejecutar nuevos diseños; tenga que ver con

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seguir un patrón de especies ya implantadas en el casco céntrico y que han

evidenciado crecimiento adecuado a lo largo del tiempo, brindando satisfactoriamente

los servicios ambientales de los que hablábamos al principio.

Por su porte, tendencia al desrame y agresividad de raíces, se desaconsejan

completamente los Eucalipthus en el arbolado urbano, especialmente con tormentas y

vientos, debe descartarse, no sólo como árbol de vereda, sino como especie de áreas

urbanas. Si se recomienda para forestaciones en áreas rurales o subrurales.

La elaboración de un Plan de Arbolado Urbano es una buena herramienta que

permite: fijar objetivos y prioridades para el arbolado, proyectar las acciones a seguir

para cumplirlos, definir los mecanismos y gestiones necesarias. Un plan en donde se

ponga de manifiesto la capacidad de articular herramientas, mecanismos y políticas en

espacios de gestión multidisciplinario y plurirepresentado. En donde el recurso vegetal

sea utilizado de la manera más inteligente para cubrir las reales necesidades del

ciudadano y no para inauguración política de obras. Un plan con propuesta de normas

que garanticen la incorporación de estándares de mantenimiento, que defina las áreas

con arbolado patrimonial histórico y/o aquel que se encuentra en riesgo y que requiere

intervención prioritaria.

Para recuperar el patrimonio arbóreo de la ciudad y preservar lo que hay, es

fundamental la implementación de campañas para educar y concientizar

incansablemente a la población en cuanto al cuidado y preservación de espacios

verdes haciendo hincapié en lo adverso de nuestras condiciones y características

climáticas que dificultan el crecimiento vegetal en general, campañas que acerquen y

amiguen a la gente con el árbol. Por ejemplo con sistemas de Padrinazgos invitando a

centros vecinales, personas o personajes destacados de la ciudad, entidades

gubernamentales, y no gubernamentales, y todo el que quiera contribuir a su

preservación. Sería un aporte para paliar también los actos de vandalismo que no son

ni más ni menos que un conflicto educacional y cultural, y también una falta de

generación de valor para quienes deberían defenderlos como propios. Incorporar los

ciudadanos a los procesos de planificación de los espacios verdes es una estrategia

para tener en cuenta, con ello se genera identidad con lo que las gestiones

gubernamentales ejecutan y por lo tanto ganas de defenderlo y cuidarlo.

Finalmente se recomienda:

Presupuestar adecuadamente los recursos necesarios para llevar a cabo las

actividades de manejo y mantenimiento de espacios verdes (tanto recurso humano

como económico).

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Realizar extracción prioritaria de árboles secos o muertos y reposición en los casos

que fuera posible. Como así también prever la plantación de ejemplares jóvenes en las

proximidades de árboles seniles para que puedan reemplazarlos en el futuro.

Implementar junto con la poda un plan integral de abonado y fertilización

Planificar actividades para la extracción de Clavel del aire, combinando aplicación

de agroquímicos con extracción mecánica en los casos que fuera posible. Tener en

cuenta que los árboles vigorosos y en buen estado son los menos afectados por esta

epífita.

Reforzar el riego en las Plazas para mantener estos espacios con buen crecimiento

vegetal, es necesario aportar más agua que la brindada por la lluvia. Para brindar este

complemento es que se hace indispensable la creación de un sistema de riego en

cada espacio verde, más racional y eficiente que el que se aplica en la actualidad, tal

como el existente en Plaza Principal 25 de Mayo; ya que muchas veces, aun cuando

se aplican las prácticas adecuadas de manejo, el agua suele ser limitante en la

recuperación de las plantas. Contar con sistemas de riego presurizados significa

también bajar el nivel de gasto y de insumos de personal para hacer el mantenimiento,

ya que actualmente el riego se hace en forma manual, pudiendo de esta manera,

recuperar personal para hacer otras tareas de mantenimiento.

En definitiva resaltar que, como dice la arquitecta Marta Vigo, no hay una

solución sino varias alternativas, se deben comparar diferentes estrategias, señalar las

consecuencias de las diversas soluciones y considerar que los conflictos ambientales

en tanto derivados de lo social, solo pueden resolverse mediante el acuerdo, el

consenso y la negociación. También es importante concluir que no se trata solo de

plantar árboles, sino de poder mantenerlos sanos y con el tiempo, poder cualificar la

eficiencia de la forestación por el estado conservación.

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