Reinado de Alfonso XIII
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Atentado contra los reyes el día de su boda, 1906. Autor: el anarquista Mateo MorralVeintitrés muertos: los reyes salieron ilesos
La revista satírica catalana Cu-cut fue asaltada el 25 de noviembre de 1905, por oficiales extremistas, con la excusa de que se deshonraba en sus artículos el honor del ejército español en Cuba y Filipinas
"Jóvenes bárbaros de hoy: entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura; destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y elevadlas a la categoría de madres para virilizar la especie. Romped los archivos de la propiedad y haced hogueras con sus papeles para purificar la infame organización social. Penetrad en sus humildes corazones y levantad legiones de proletarios, de manera que el mundo tiemble ante sus nuevos jueces. No os detengáis ante los altares ni ante las tumbas... Luchad, matad, morir."
Alejandro Lerroux ¡Rebeldes!,¡Rebeldes! (1906)
El director de la Correspondencia de España, uno de los periódicos más prestigiosos del
momento, escribía un artículo el 12 de julio de 1909 muy significativo, con el título de "La
trompa bélica suena" se podía leer lo siguiente: "Morirán unos cuantos soldados, ascenderán
otros cuantos, enseñaremos una vez más nuestro desbarajuste, nos pondremos por centésima
vez en ridículo llamando al tiroteo escaramuza; a la escaramuza, acción de guerra; al encuentro
de avanzadas, combate; al combate, batalla campal; enviaremos más generales que coroneles,
más jefes que oficiales, más oficiales que soldados, más promesas que realidades, y por todo
sacar, sacaremos una cosa: sangre al pueblo y dinero al contribuyente [...] Yo digo que ir a
Marruecos es la revolución, y al decirlo sirvo a la Patria y al Rey mucho mejor que haciendo creer
al Rey y a la Patria que el ir a Marruecos conviene a la nación y a la monarquía."
En el Barranco del Lobohay una fuente que manasangre de los españoles
que murieron por España.
¡Pobrecitas madres,cuánto llorarán,
al ver que sus hijosa la guerra van!
Ni me lavo ni me peinoni me pongo la mantilla,
hasta que venga mi noviode la guerra de Melilla.
Melilla ya no es Melilla,Melilla es un matadero
donde van los españolesa morir como corderos.
Barcelona, 17 de enero de 1910, gran meeting para pedir la libertad de los detenidos y de los ciudadanos obligados a ir a la guerra de Marruecos, Alejandro Lerroux pronuncia un discurso para abogar por la libertad de los procesados y condenados por los sucesos de la semana trágica, en la fotografía la tribuna de la presidencia con Galdós y Pablo Iglesias
Los miembros detenidos del Comité de Huelga 1917, en Madrid, formado por los socialistas Andrés Saborit, Julián Besteiro, Daniel Anguiano y Largo Caballero.
Desastre de Annual. Cadáveres momificados por le sol en Monte Arruit. Cerca de 2.900 soldados españoles murieron el 9 de agosto de 1921 en esta posición
“Al país y al ejército españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en
la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos
amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón
nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y
deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real, (...)
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros y hombres civiles que representen nuestra moral y
doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que ésta recia y viril que nos lanzamos
por España y por el Rey (...)
No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la
autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela de millones de gastos
reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras
intrigas políticas tomando como pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbres ante este gravísimo problema nacional, indisciplina
social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e
incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las
responsabilidades y... por último, seamos justos, un solo tanto a favor del Gobierno, de cuya savia vive hace nueve meses, merced a la
inagotable bondad del pueblo español, una débil e incompleta persecución al vicio del juego.
(...) En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un directorio inspector militar, con carácter
provisional encargado de mantener el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y organismos oficiales,
requiriendo al país para que en breve plazo nos ofrezca hombres rectos, sabios, laboriosos y probos que puedan constituir ministerio a
nuestro amparo, pero en plena dignidad y facultad, para ofrecerlos al Rey por si se digna aceptarlos (...)
Y ahora nuevamente ¡Viva España y viva el Rey!.y recibid todos el cordial saludo de un viejo soldado que os pide disciplina y unión fraternal en
nombre de los días que compartió con vosotros la vida militar en paz y en guerra y que pide al pueblo español confianza y orden, en nombre de
los desvelos a sus prosperidad dedicados, especialmente de éste en que lo ofrece y lo aventura todo por servirle.
Miguel Primo de Rivera. Capitán General de la Cuarta Región.
(Barcelona, 13 de Septiembre de 1923).
Dentro del clima de orden, supremo valor en todo régimen de autoridad, el nombre de Ciudad Real saltó a la
prensa nacional como exponente de uno de los sectores más críticos y hostiles con el Dictador: el cuerpo de
Artillería. La llamada «cuestión artillera» era ya vieja entre las que turbaron la vida política del régimen de la
Restauración. Un hito importante habían sido la crisis de 1917 y el movimiento de las Juntas de Defensa. La
crisis de 1917 y el movimiento de las Juntas de Defensa. La cuestión residía en el empeño que el arma de
Artillería tenía en conservar la llamada «escala cerrada» que sólo permitía el ascenso por escalafón y
rechazaba cualquier promoción por méritos de guerra o por cualquier otra vía de gracia, mérito o favor. El
espíritu corporativo de los artilleros venía manteniendo ese inflexible criterio, incluso respaldado por un
juramento hecho a la salida de la Academia. Primo de Rivera, aun conociendo muy de cerca lo espinoso del
tema, decidió zanjar la cuestión unificando el régimen de ascensos entre los diversos armas v cuerpos del
Ejército. La reacción de los artilleros no se hizo esperar.
Entre las figuras del Ejército que de forma más clara se opusieron a la política militar del Dictador estaba el general Francisco Aguilera, nacido en Ciudad Real,
de la que era además hijo predilecto. Hubo intentos fallidos de conspiración en 1925 y1926, este último tenía como objetivo expulsar del poder a Primo de
Rivera y que otro militar, el general Aguilera, accediese a la presidencia del Gobierno. Pero sería en el intento de 1929 cuando Ciudad Real tuviese especial
protagonismo. Hubo también que posponer la fecha prevista varias veces. Parece que estaban comprometidos veintiuna guarniciones de Artillería. El plan
preveía que «levantadas las guarniciones comprometidas, las fuerzas obreras se lanzarían a la huelga general y los partidos políticos se echarían a la calle».
Como se ve, toda una revolución. Incluso se pensaba en un temporal exilio del rey, hasta que de las Cortes «saliese el régimen definitivo».
Pero el caso fue que de las guarniciones comprometidas, la única que de verdad se sublevó fue el Regimiento Primero Ligero, acuartelado en Ciudad
Real. La sublevación comenzó a las 4,30 de la madrugada del 29 de enero. En muy pocas horas todos los edificios y puntos estratégicos de la ciudad fueron
tomados. Inmediatamente se cortaron todas las comunicaciones, por tren, carretera v las telefónicas y telegráficas. Cuando los habitantes de Ciudad Real se
levantaron se encontraron con su ciudad tomada. En realidad nadie se alarmó ni decidió tomar iniciativa alguna contra lo que estaba sucediendo. Parece que el
propio Primo de Rivera se dio cuenta por esta pasividad del escaso arraigo y la nula combatividad en favor del régimen que tenía la Unión Patriótica y el
Somatén. Al menos los de Ciudad Real no se molestaron en defender al régimen. Quizá pensaron que, en realidad, era un conflicto entre militares y debían ser
ellos quienes lo solucionasen.
Quizá la mayor sorpresa fue para los propios sublevados, ignorantes de lo que pasaba en el resto de España hasta que en las primeras horas de la tarde
sobrevolasen Ciudad Real cuatro aeroplanos lanzando octavillas en las que se exigía la rendición, informando que España estaba «completamente tranquila» y
amenazando bombardear si no deponían su actitud. En el resto de España, y por muy variadas razones (retrasos, indecisiones, precipitación) el movimiento no
se llevó a cabo. De ahí la singularidad de los artilleros de Ciudad Real y el propósito del Gobierno de tomar medidas ejemplares.
“La Corte es ciudad de contrastes; presenta luz fuerte al lado de sombra oscura; vida refinada, casi europea, en el centro; vida africana, de aduar, en los suburbios.” Pío Baroja, La busca. Madrid: Alcalá-Cibeles en 1905
El pueblo gime en la misma servidumbre que antes, la libertad no ha penetrado en su hogar, su mísera
suerte no ha cambiado en lo más mínimo, como no sea para empeorar, (…) el régimen liberal ha hecho bancarrota.
¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la “Gaceta”, creyendo
que a eso se reducía todo; porque no se cuidaron de afianzarla dándole cuerpo y raíz en el cerebro y en el
estómago; en el cerebro, mejorando y universalizando la instrucción, en el estómago, promoviendo una
transformación honda de la agricultura, que la haga producir doble que al presente y disminuya el precio de las
subsistencias, y, mediante la difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de
terratenientes.
Se contentaron con la sombra, olvidando la verdadera sustancia de la libertad y su verdadera garantía,
que se hallan en la escuela y en la despensa; y el fracaso era inevitable. No vieron que la libertad sin garbanzos no
es libertad. No vieron que por encima de todas las Constituciones y de todos los derechos individuales y de todas
las urnas electorales, el que tiene la llave del estómago tiene la llave de la conciencia, y, por tanto, que el que tiene
el estómago dependiente de ajenas despensas no puede ir a donde quiere; no puede hacer lo que quiere, no puede
pensar como quiere; no puede el día de las elecciones votar a quien quiere; no reflexionaron que el que no sabe es
como el que no ve, y el que no ve tiene que ir conducido por un lazarillo a donde el lazarillo quiere llevarle, que
raras veces es a donde el ciego le conviene, que casi siempre es donde le conviene al lazarillo.
La cuestión social y la tierra. Joaquín Costa 1902