Redes Sociales y Organización Social. Monografía

5/7/2018 Redes Sociales y Organización Social. Monografía - slidepdf.com

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Espacios Periféricos En El Centro D e La Ciudad1 .

“El problema social es fundamentalmente un problema urbano”.

Robert Ezra Park2 (1929).

Encontrar y revelar diferentes ‘enclaves’ periféricos en el centro

de la ciudad, nos brinda la posibilidad de recorrer un sendero, no

siempre explorado ni siempre amigable, en la comprensión y en el

estudio de, entre otras nociones, la estructura social, la cultura

popular, las resistencias, las tácticas, las identidades, los significados

y el entramado de redes sociales en la que se encuentran algunos

individuos, situados en los márgenes de una sociedad de clases.

Un barrio ‘segregado’ y un mercado informal, que se encuentra

en la confluencia de varios ramales ferroviarios, es uno de esos

lugares, que nos brinda múltiples opciones para el análisis, debido a

que la dinámica de ese espacio nos facilita algunos recorridos,

obstruye otros, pero donde hay ‘puntos de fuga’, ‘intersticios’, por

donde adentrarse, a mundos muy peculiares.

Los barrios apartados, aunque se encuentren en el centro de la

ciudad, no dejan de ser un espacio perturbador e indócil para aquellos

que no pertenecemos a él. Son espacios dinámicos, inestables, que

no dejan de incomodar, alertar, contrariar, y en el que miles de

personas ‘salen y entran’ diariamente, en busca de recursos y

configuran interacciones, en ambos lados de la ‘frontera’.

1 Este trabajo es una reelaboración de 4 monografías realizadas una, en junio del2010, para la materia ‘Estructura y Desigualdad Social’ y, 3, en abril del 2011, parala materia ‘Sociedad, Cultura y Poder’, ambas correspondientes a la carrera deSociología en la UNSAM. Además, se realizó dos entrevistas complementarias en julio del 2011, indagando algunas líneas conceptuales referidas a contenidos

académicos correspondientes a la materia ‘Redes Sociales y Organización Social’.2 Park, Robert Ezra. “La ciudad como laboratorio social’ en ‘La Ciudad y otrosensayos de ecología urbana’. (1929) p. 115.

1



“Comprender un lugar supone entonces, en primer término,

descentrarlo, evitar todo tipo de sustancialismo, situarlo en el juego

de relaciones entre Estado, clases y espacio (Wacquant, 2001)”

señala Ramiro Segura3, introduciéndonos en el análisis panorámico de

la segregación residencial de un barrio en el gran Buenos Aires,

estudiando diversas dimensiones que hacen posible la comprensión

de las dinámicas, circuitos de apropiación de recursos y el entramado

de significación.

Segura, se ha adentrado en un sendero que intentaremos

recorrer muy parcialmente en este trabajo, un camino que nos llevara

a “conocer y caracterizar los modos de experimentar el espacio (que)

es analizando las maneras en que los actores sociales distinguen y a

la vez vinculan el adentro y el afuera, el interior y el exterior, lo

público y lo privado, las mismidad y la otredad, y esto supone

identificar tanto los límites y los umbrales […] como los puentes y

pasajes.” (Segura. 2009: 47)

Luís H., tiene 47 años, es soltero y no tiene hijos, es el mayor de

5 hermanos, tres de ellos de diferentes padres. Nació en la localidad

de Virrey del Pino, Partido de la Matanza, con un problema físico

conocido como ‘labio leporino’. No fue reconocido por su padre, lleva

el apellido de su madre. Trabaja bajo relación de dependencia y

pertenece a la Planta Permanente de una acreditada institución

educativa universitaria.

Trabaja en tareas de mantenimiento y limpieza. Está

bancarizado desde hace muchos años. No tuvo, ni tiene perspectivas

de ‘formalizar’ una relación sentimental con otra persona. Los fines

de semana lo encuentran, aparentemente, sin compromisos, y se

reúne con amigos a tomar cerveza, mirar televisión, e ir algún recital

de música tropical. Vive en una pieza en el ‘barrio 15.5’, cercano a su

hermano.

3 Ramiro Segura. ‘Si vas a venir a una villa, loco, entrá de otra forma. Distancias

sociales, límites espaciales y efectos de lugar en un barrio segregado del granBuenos Aires’, en La vida política en los barrios populares de Buenos Aires,Alejandro Grimson, M Cecilia Ferraudi Curto, Ramiro Segura (comp.). (2009)

2



Miguel H. tiene 32 años, nació en Lanús, sin problemas físicos y,

al igual que su hermano no fue reconocido por su padre y lleva el

apellido de su madre. Vive en concubinato y tiene 4 hijos, uno de 14

años, fruto de una relación anterior y se encuentra al cuidado de su

madre, y 3 de la relación actual. Trabaja desde hace 6 años en un

mercado cercano.

Ambos hermanos vivieron durante muchos años en el Barrio

‘Ciudadela Norte’, conocido popularmente como ‘Territorio

Comanche’, en donde quedaron su madre, tres hermanos, uno de

ellos casado, su ex - pareja y su hijo de 14 años, y ahora vive en una

‘cómoda’ vivienda, construida en parte por él, de dos plantas en el

‘barrio 15.5’, cerca de su hermano, en Retiro.

María H. tiene 65 años de edad, nació en Tucumán. Soltera.

Habría estado en concubinato un par de veces. Vive en el Barrio

‘Ciudadela Norte’, donde colabora durante unos días a la semana en

un comedor comunitario cercano y diariamente viaja hasta el ‘barrio

15.5’, en donde ‘entra y sale’ normalmente, para ayudar a su hijo con

los chicos más chicos y otro comedor comunitario y, 2 veces por

semana realiza tareas de limpieza en un departamento del Barrio de

Retiro. Trabajó en una curtiembre ubicada en Villa Fiorito, lugar del

que la despidieron en 1981.

Para Luís H., Miguel H. y María H., ‘entrar’ y ‘salir’ del barrio, o

los barrios, implica un trabajo constante de cambios de

significaciones. Estar ‘adentro’ o ‘afuera’, implica un proceso de

adaptación a ambos lados de la frontera, de los límites territoriales.

Ahora bien, para cada uno de ellos, el ‘salir’, implica hacerlo de

forma diferenciada, debido a los espacios a donde deben ‘ingresar’,

están diferenciados. Provocan incorporarse a diferentes entramados

simbólicos. Mientras que uno debe diluir su pertenencia a ‘su’

territorio, para el otro, no implica grandes transgresiones, aunque no

es el mismo.

Sin embargo, para ambos el ‘entrar’ o ‘salir’ ha provocado

mutaciones en sus identidades y significaciones, comparándolos con

3



otros individuos que no necesitan traspasar los límites de su territorio

para obtener recursos o establecer reciprocidades en ambos lados de

la ‘frontera’.

Luís y Miguel han debido abandonar el barrio ‘Ciudadela Norte’,

a partir de un ‘confuso’ incidente, del que no ha sido posible

profundizar, pero sí sabemos tres palabras claves, que nos dan

indicios acerca del problema, ‘river’, ‘hinchada’, ‘vuelto’, aunque

posteriormente, en la entrevista realizada durante este año, emergió

una cuarta palabra, ‘drogas’, aunque no estaría en la misma

dimensión que las anteriores.

Luís H. llegó a su trabajo formal a partir de las relaciones

familiares en el barrio, en donde a partir de la militancia social de su

madre le abrieron las puertas de un trabajo que en principio estaba

destinado a Miguel, pero éste, al estar detenido ‘circunstancialmente’,

perdió la posibilidad de acceder al mismo. Luís, a diferencia de su

madre, no fue integrado a un red clientelar, de trabajo por voto, ni

ninguna otra contraprestación, al menos en forma evidente o

declarada.

Para Luís H. tener un trabajo formal, estable y permanente, lo

puso en una posición diferenciada de la de sus hermanos, vecinos y

amigos, quienes no gozan de los privilegios de tener una obra social

‘razonable’, vacaciones de un mes en enero, más una semana en el

invierno, y trabajar de lunes a viernes. Su tarjeta de crédito, para su

grupo íntimo, se ha transformado en una herramienta útil, al

momento de construir relaciones.

Marshall Sahlins4 señala que “Con todo, la conexión entre la

corriente material y las relaciones sociales es recíproca. Una relación

social determinada puede dificultar cierto movimiento de bienes, pero

una transacción específica puede – del mismo modo- inducir una

relación social particular. Si lo amigos hacen regalos, son los regalos

quienes hacen amigos” (Sahlins. 1981: 204).

4 Marshall Sahlins: Sobre la sociología del intercambio, en Economía de la Edad de Piedra (1981) Akal

Editor.

4



Para Luís H., su defecto físico ha dejado de ser un impedimento

para construir cierto tipo de relaciones. Desde una posición marginal

dentro de la estructura social formalizada a partir de los trabajos que

realiza, se transforma, se reconfigura dicha posición al ‘entrar’ al

barrio, donde adquiere mayor reconocimiento dentro de los

habitantes, y tiene una posición central dentro de su familia

(ampliada). Él siente que es como una especie de ‘seguro’ ante

posibles situaciones problemáticas, o urgencias que se le han

planteado.

“Lo que se observa realmente son hombres que se

desenvuelven en y a través de sus relaciones con otros hombres”

dice Norbert Elías5, y continúa “En el análisis de la configuración, los

individuos aparecen en alto grado, tal como se les puede observar,

como sistemas peculiares abiertos, orientados mutuamente entre sí,

vinculados recíprocamente mediante interdependencias de diversa

clase y, en virtud de éstas, formando conjuntamente configuraciones

específicas. También los hombres más grandes – en el sentido de

específicas actitudes sociales valorativas-, también los más poderosos

mantienen su posición como eslabones en estas cadenas de

dependencias” (Elías. 1969: 41)

Ahora bien, no solo la tarjeta de crédito le ha abierto un abanico

de posibilidades en la construcción de relaciones sociales. Su

conocimiento de personas, cercanas físicamente, lejanas socialmente,

como un médico clínico, también lo ha puesto en una situación, no

tan fácil de manejar y sostener, al menos para él, según sus dichos.

Los pedidos que le hacían de recetas para medicamentos eran

frecuentes, aunque declara no haberlo utilizado para usos ilegales.

Miguel, por su parte, consiguió, muchos años después un

trabajo estable en uno de los numerosos mercados existentes,

cercano a las terminales ferroviarias, en el puesto del ‘paragua’, un

‘paraguayo’ (?) nacido en Quilmes, provincia de Buenos Aires, y que

es fanático como él, de River Plate.

5 Elías, Norbert. Introducción en La Sociedad Cortesana (1969) Fondo de Cultura Económica.

5



No tiene las mismas facilidades que su (medio) hermano,

respecto de la estabilidad laboral, beneficios sociales, vacaciones,

aguinaldos, estar bancarizado, entre otras diferencias, tampoco

lamenta la ‘mala suerte’ de haber estado detenido al momento de

aparecer el trabajo en la universidad, es más, cree él, que no hubiera

podido haber soportado los trabajos que realiza su hermano, pese a

los beneficios.

También cree que si su hermano no hubiera entrado en la

universidad, tampoco podría trabajar en el mercado, ‘era medio

apichonado’ debido a su problema físico. De esta forma, ‘lo mejor era

que pasará lo que pasó’. No ha sido posible indagar respecto de las

causas por las que se encontraba ‘erróneamente’ privado de su

libertad al momento de surgir la oportunidad del trabajo.

En este sentido, una idea que quedó dando ‘vueltas’, una

noción, que posteriormente pude revalidarla un poco más. Es la idea -

noción de fortaleza, para afrontar la adversidad, que nos remite a

Míguez y Semán6.

Al analizar la cultura de los sectores populares, las formas

populares y al describir una ‘semblanza de familia’, los autores

proponen considerar las nociones de ‘fuerza’, ‘jerarquía’ y

‘reciprocidad’, siendo éstos “algunos rasgos comunes de la cultura

popular que podemos comenzar a debatir”. (Míguez y Semán. 2006:

25)

Refiriéndose a la primera (fuerza), dicen Míguez y Semán, “Esta

noción está entonces vinculada a un sistema de valores que puede

atribuirla a múltiples conductas, pero lo que tiene en común es que

suele ser una cualidad que otorga prestigio por canales alternativos a

los convencionales a formas de capital (simbólico, físico o cultural)

accesibles a los sectores desfavorecidos y no tan presentes en otros

sectores sociales. Algo que como veremos es recurrente en los

múltiples formatos que asume la cultura popular” (Míguez y Semán.

2006: 26)

6 Míguez, Daniel y Pablo Semán. Introducción en Entre santos, cumbias y piquetes. Las culturas populares en la Argentina reciente. 2006. Editorial Biblos Sociedad.

6



Soportar y resistir las duras condiciones sociales, la fortaleza

para afrontar las injusticias o vicisitudes de la vida cotidiana, empezó

a revelarse cada vez con más fuerza en cada una de las instancias de

análisis de los actores sociales con los que hemos interactuado.

Dentro de esta línea de análisis las nociones de jerarquía y

reciprocidad, nos ayudan a comprender diferentes contextos donde

los actores actúan de formas que escapan a las creencias y

significaciones de otros sectores sociales. En este sentido, haber

conseguido trabajo en la universidad a partir del trabajo militante de

la madre y las consiguientes contraprestaciones podemos estudiarlas

bajo estas nociones, sin embargo, será un recorrido que, en principio,

no haremos.

Continuando con la descripción de la vida cotidiana podemos

decir que es bastante común y ‘fácil’ para algunos habitantes del

barrio conseguir trabajo en el mercado. Los responsables de los

puestos del mercado buscan gente que viva ahí, para después no

tener problemas, porque además, como dice Miguel: ‘la gente del

barrio, compra en los puestos donde trabaja gente del barrio’. No

tener empleados que provengan del barrio, podría hacerlos pasible de

‘visitas furtivas’ al puesto y a pérdidas ‘costosas’.

Trabajar en el mercado es, mucho más que un trabajo y un

sueldo, también es una inestimable fuente de mercaderías a buen

precio, que ha contribuye a la economía familiar respecto de la

vestimenta, debido a que los empleados consiguen mercadería a un

precio menor. En este sentido, él, su familia, y algunos amigos han

aprovechado las ventajas que genera el hecho que Miguel trabaje en

el puesto de venta de ropa deportiva.

Por otra parte, el rol social de la madre de Luís y Miguel es

inestimable. Cumple una función que difícilmente podría ser ocupado

por otra persona dentro del entramado familiar. En este sentido, hay

un componente central que analizaremos de ahora en más, y tiene

que ver con el concepto desarrollado por Larissa Adler Lomnitz7.

7 Lomnitz, Larissa. Confianza, redes sociales y economía informal: un análisis comparado. En Review of Sociology Vol.10. 2004. Akadémiai Kiadó, Budapest. Traducción de Luís Ramírez de Garay.

7



Siguiendo a Simmel, Lomnitz sostiene que “la confianza es un

componente central de la solidaridad social y el cemento usado para

producir cohesión al interior de las redes sociales que componen la

estructura de la sociedad”. (Lomnitz. 2004: 10).

La confianza es un elemento que está presente en la mayoría

de las relaciones e interrelaciones de los sujetos descriptos

sucintamente en esta monografía.

“Un individuo siente confianza hacía otro cuando él/ella confían

en que el otro/a tiene la habilidad, el deseo y la buena disposición

para realizar un intercambio, o cuando su propia familiaridad con el

otro le permite hacer una petición”. (Lomnitz. 2004: 10).

Ésta descripción es clave para entender el rol de María H., su rol

de madre la ha puesto en un lugar clave en la estructura familiar. Ya

sea en el barrio ‘Ciudadela Norte’, como en el ‘barrio 15.5’ en Retiro.

Este rol se ha extendido en ambos comedores comunitarios, en donde

decenas de personas diariamente depositan en ella una familiaridad,

que es facilitada por la confianza adquirida en los últimos 16 años.

Lomnitz toma, de un trabajo de Gambeta del año 1988, algunos

elementos que complementan la noción de confianza al decir que

“Cuando decimos que confiamos en alguien o que alguien es

confiable, significamos implícitamente que la probabilidad de que él

realice una acción benéfica, o por lo menos no perjudicial hacia

nosotros, es suficientemente alta para considerar establecer una

forma de cooperación con él”. (Lomnitz. 2004: 10).

Lomnitz explica claramente los alcances de las redes indicando

que “propongo que el uso de las redes sociales basadas en la

confianza interpersonal (confianza horizontal) no es un residuo de las

sociedades ‘pre – modernas’ sino un elemento intrínseco de las

sociedades complejas modernas, ya que se constituye como un

respuesta frente a las insuficiencias de la institucionalización”.

Es claro y evidente que, en los barrios segregados y los

mercados marginales, la institucionalización no los ha alcanzado, la

confianza actúa como un bien, un resguardo, reaseguro de las

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carencias, que evidencia los Estados de Bienestar en las sociedades

periféricas.

En palabras de Lomnitz “Las redes sociales han demostrado

jugar un papel importante entre los pobres urbanos de los países

capitalistas subdesarrollados donde el estado y el mercado han

fallado para asegurar adecuadamente la satisfacción de las

necesidades de todos los miembros de la sociedad. En estos sectores

marginados, es vital para un individuo tener el apoyo de un grupo

social en el cual siente la suficiente confianza para apoyarse en él

cuando ocurren emergencias, y para la satisfacción de sus

necesidades más inmediatas. La confianza interpersonal es el

prerrequisito para que el flujo de intercambio recíproco de bienes y

servicios se lleve a cabo”. (Lomnitz. 2004: 11)

En la familia ampliada, sucintamente descripta, encontramos

numerosas variantes de las nociones que hemos analizado. No

existen en ella formas puras, que son construcciones ideales que

sirven a los efectos de apoyo en la comprensión de la realidad social.

Hay caminos que no nos ha sido posible recorrer por las

características del estudio. No hemos podido problematizar la

configuración de María H. en las dimensiones de Patronazgo que se

generan a partir de su rol en los comedores comunitarios, tanto en

‘Ciudadela Norte’, como en el ‘Barrio 15.5’. Tampoco el recorrido

claramente clientelar – político que asume en el barrio, para

conseguir un trabajo formal para uno de sus hijos, o conseguir

recursos para los comedores, como tampoco las contraprestaciones a

partir de su rol social.

Sin embargo, lo que cabe aclarar respecto a este trabajo, es

que debido a las características que hemos asumido, no ha habido un

trabajo etnográfico, en el sentido estricto. No ha sido posible,

distinguir o diferenciar, muchas veces, entre lo que dicen los actores

y lo que realmente hacen.

9



Por otra parte, nos hemos aproximado a los actores, buscando

lo que necesitábamos encontrar, con la teoría por delante de los

datos y hechos. Las preguntas han sido deliberadamente realizadas,

sobre todo en las dos últimas entrevistas, induciendo e, incluso,

forzando respuestas, que se ajustaran a las necesidades propias, más

que una acción de comprensión real de la agencia de los individuos.

Sin embargo, y a pesar de todo, los actores, los territorios

descriptos podría ser un ámbito posible para el análisis de los

sectores populares.

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