‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

21
1 ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y Noruega: principales modelos de preferencia’ Abstract El principal objetivo de este trabajo es conocer los modelos de apoyo social de un individuo ante una situación de necesidad material en dos modelos de Estado de bienestar diferentes: España y Noruega. Se trata también de ver los factores de los que depende la decisión de elegir una determinada modalidad de soporte. Los datos empleados provienen de la encuesta 2001 ‘Social Networks II’ del International Social Survey Programme (ISSP). Como cabría esperar, el estudio en un principio refleja modelos de preferencia familistas en España e individualistas en Noruega. Sin embargo, vestigios del proceso más reciente de modernización y su influencia en las conductas se avistan en España, mientras que en Noruega, en ocasiones, también destaca la importancia de la red familiar. Concretamente, los ascendientes son especialmente relevantes como proveedores de apoyo económico en España, cediendo el protagonismo a la ayuda formal y a la pareja en Noruega. Asimismo, se aprecian diferenciaciones en función de las variables estudiadas. Las variables explicativas por excelencia y que han marcado mayor diferenciación de comportamientos entre ambas sociedades han sido el sexo y la edad. Palabras clave: apoyo social, ayuda económica, red familiar, España y Noruega.

Transcript of ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

Page 1: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

1

‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y Noruega: principales

modelos de preferencia’

Abstract

El principal objetivo de este trabajo es conocer los modelos de apoyo social de

un individuo ante una situación de necesidad material en dos modelos de Estado de

bienestar diferentes: España y Noruega. Se trata también de ver los factores de los que

depende la decisión de elegir una determinada modalidad de soporte. Los datos

empleados provienen de la encuesta 2001 ‘Social Networks II’ del International Social

Survey Programme (ISSP). Como cabría esperar, el estudio en un principio refleja

modelos de preferencia familistas en España e individualistas en Noruega. Sin embargo,

vestigios del proceso más reciente de modernización y su influencia en las conductas se

avistan en España, mientras que en Noruega, en ocasiones, también destaca la

importancia de la red familiar. Concretamente, los ascendientes son especialmente

relevantes como proveedores de apoyo económico en España, cediendo el protagonismo

a la ayuda formal y a la pareja en Noruega. Asimismo, se aprecian diferenciaciones en

función de las variables estudiadas. Las variables explicativas por excelencia y que han

marcado mayor diferenciación de comportamientos entre ambas sociedades han sido el

sexo y la edad.

Palabras clave: apoyo social, ayuda económica, red familiar, España y Noruega.

Page 2: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

2

Introducción

El principal propósito de este trabajo es ilustrar los modelos de apoyo social

desde la perspectiva de una persona que necesita ayuda. Además, determinar cuáles son

los factores que ejercen mayor presión sobre un sujeto al acudir a una concreta fuente de

apoyo social.

Como señalan Freeman y Ruan (1997), con el proceso de industrialización y

urbanización sufrido por las western societies y el rápido desarrollo de las economías de

mercado en los últimos años, se produce un incremento de oportunidades y de recursos

para los individuos, además de la familia. Las sociedades cada vez están más preparadas

para ofrecer nuevas y mayores alternativas de apoyo (well-established institutions,

social servicies, etc.).

En este trabajo se trata de ver si esta situación se traslada a las expectativas de la

población y, en aras de interpretar diferentes comportamientos, se analizarán dos

modelos de Estados del bienestar ciertamente contrapuestos respecto a los niveles de

apoyo social que ofrecen. Esto es, examinaremos los extremos de la escala: modelo

mediterráneo (concretamente se verá el caso de España) versus modelo nórdico (en esta

ocasión, se estudiará la sociedad noruega).

Esta investigación utiliza como base de datos la International Social Survey

Program (ISSP). Concretamente, se analiza el módulo Social Relations and Support

Systems de 2001. En ella se obtiene información sobre las redes de apoyo social

(principal objeto de esta investigación) y está disponible para 29 países en cinco

continentes1. En la actualidad hay pocas publicaciones sobre apoyo social,

especialmente en España2. Esta encuesta aporta valiosa información sobre las redes

sociales de los encuestados (Meil, 2007), cubriendo prácticamente todas las necesidades

de datos individuales a nivel internacional.

1 Este artículo es parte de la investigación PSI2008-01937 financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación en España dentro del Plan Nacional de I+D+I 2008-2011. 2 Ver, por ejemplo, Meil, G. (2000) ‘Encuesta sobre relaciones familiares’, Universidad Autónoma de Madrid. O, más recientemente, el proyecto ‘Old Age and Autonomy: The Role of Service Systems and Intergenerational Solidarity’ (OASIS, 2000-03), basado en población mayor.

Page 3: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

3

Debido a la formulación de las variables en la base de datos, el apoyo va a ser

tratado no como ayuda recibida, sino de manera condicional. Se pregunta acerca de a

quién se solicitaría ayuda en determinadas situaciones en las que cualquier persona se

puede encontrar. Siguiendo a Lin (2001) en cómo medir el capital social y aplicando

este método al apoyo social, es más fácil y más útil centrarse en el “potencial” acceso de

los individuos a la ayuda3. Si nos centrásemos en el “uso” se deberían tener en cuenta

otros elementos adicionales (preferencias personales, necesidad de ayuda,

disponibilidad de soluciones institucionales, etc.) que pueden influenciar la medida

(Van Der Gaag and Snijders, 2005: 2).

El estudio se centrará en el análisis del apoyo social en caso de necesidad

económica, ya que, tras un análisis de frecuencias, se ha comprobado que es la única

circunstancia donde los encuestados elegirían el apoyo formal como una posible

alternativa. En el resto de necesidades contempladas en la encuesta, específicamente el

‘apoyo en el hogar en caso de enfermedad’ o el ‘apoyo emocional’ apenas tiene cabida

la ayuda formal, siendo prácticamente irrelevante el número de sujetos que se han

posicionado ante tal alternativa.

Con este trabajo se pretende realizar una contribución al ámbito de las redes de

apoyo social bajo un punto de vista novedoso. Hasta el momento, los estudios

realizados focalizan principalmente su interés en la ayuda recibida. Aquí se analizarán

las preferencias, circunstancias o características de los individuos bajo las cuales

elegirían una modalidad u otra de soporte ante una necesidad material. Además, estamos

acostumbrados a ver en la bibliografía cómo España, fundamentalmente por el tipo de

Estado del bienestar que tiene, es clasificada como un país claramente <<familista>>

(e.g. Esping-Andersen, 1990; Antonnen and Sipila, 1996) y Noruega como típicamente

<<individualista>> (Kalmijn and Sarraceno, 2008; Bazo, 2002). No obstante, esta

investigación quiere dar un paso más; partimos de la base de la importancia de la

familia en España y de la ayuda formal en Noruega, pero existen matices que deben ser

analizados en mayor profundidad.

3 Para profundizar en otros trabajos centrados en el nivel micro o individual del capital social, ver, por ejemplo, Van Der Gaag y Snijders, 2005; Portes, 1998; Flap, 1991.

Page 4: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

4

Redes de apoyo social

Todas las personas están inmersas en múltiples redes sociales. La red social es

un concepto teórico que puede utilizarse en cualquier marco conceptual de referencia

(Bott, 1971). Una de sus acepciones es la que define la red como todas o algunas de las

unidades sociales con las que un individuo o un grupo está en contacto. Mitchell (1969)

lo llama red <<personal>> o <<egocéntrica>>. En torno a esta última se desarrolla este

trabajo. Concretamente, en este estudio interesa el concepto de red desde el punto de

vista del apoyo social (una de sus funciones) o del individuo que necesita ayuda. Aquí,

hay que distinguir entre fuentes de apoyo formal e informal. En el primer caso, aquel

basado en una organización burocrática, en áreas específicas y en el trabajo de

profesionales o voluntarios. En el segundo, el constituido por las redes personales

(amigos, vecinos y parientes) y las redes comunitarias no estructuradas.

Según Kohli y Künemund (2003: 123), en la última década la sociología ha

descubierto nuevamente el completo alcance de la familia como sistema de parentesco

que va más allá del hogar nuclear y que incluye cuantiosos intercambios y flujos entre

sus miembros.

El intercambio intergeneracional en las familias es multidimensional (Bengtson

and Roberts, 1991). Un tipo de ayuda frecuente es la de tipo material o la que tiene que

ver con el flujo de dinero o bienes dentro de la familia. Aquí ejerce un papel importante

quien tiene más capacidad para prestar apoyo, generalmente los parientes ascendientes.

Estas ayudas funcionan esencialmente de padres a hijos (Meil, 2007; Kohli and

Künemund, 2003; Silverstein and Marenco, 2001; Attias-Donfut, 2000), de las mayores

a las jóvenes generaciones, siendo destacable el papel de los abuelos (Hoff, 2007; Kohli,

2004). Para este último autor, estas transferencias dependen de múltiples variables, entre

ellas, el estado de salud e ingresos de los padres, las necesidades de los hijos y el tipo de

relación entre ambos.

Kalmijn and Saraceno (2008) subrayan como argumento generalizado en la

literatura que los países del sur de Europa mantienen lazos de parentesco más fuertes y

una cultura más familista. Por tanto, se puede esperar un notable efecto, tanto en la

obligación intergeneracional percibida, como en el presupuesto político implícito. En el

Page 5: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

5

campo del cuidado, en la mayor parte de las sociedades existe la norma de que uno

debería atender a sus familiares en caso de necesidad. Estas normas son especialmente

sólidas para los propios hijos y, en el caso de los países familistas, también las

relacionadas con el cuidado a los padres (a diferencia del resto de países, por ejemplo,

del norte de Europa). En los países mediterráneos, encontramos predisposición a

proveer solidaridad y una cultura de apoyo considerada la norma en la población global

(Böhnke, 2007: 27; Lowenstein & Daatland, 2006; Daly, 1999).

Las normas y valores culturales influyen en los comportamientos. Dentro de este

complejo de relaciones, aquéllas que relacionan a hombres y mujeres son centrales. En

el caso de los países mediterráneos, al examinar los tradicionales roles de género en la

cultura, se aprecia el resultado del modelo de familia patriarcal basado en la división del

trabajo según el género. El padre asumiendo el rol de proveer con responsabilidad del

suministro del bienestar material para la familia. Por su parte, las mujeres a lo largo de

los años han asumido una función protectora y sumisa en relación al hombre,

subordinando sus necesidades a las de los demás miembros de su red familiar (Cox and

Monk, 1993). Se aprecia una caracterización social diferente de los trabajos realizados

por hombres y mujeres y una separación cultural de lo racional que queda ligado a los

hombres, y lo emocional, que se asocia a las mujeres (Comas, 2000).

En el otro extremo, véase el caso de los países nórdicos, se registra un alto nivel

de protección social o compromiso con los servicios de atención social generalizada, lo

que les lleva a ser calificados como ‘estados de servicios sociales’. La mayor parte de

estos servicios son proporcionados por autoridades locales, las cuales desempeñan un

papel clave en su financiación y planificación. En estas sociedades es fundamental el

principio de generalización, es decir todos los ciudadanos tienen derecho a servicios

sociales. Por lo tanto, además de para las clases más desfavorecidas, están también

disponibles para niños y para mayores. La familia en los Estados de bienestar de estos

países solo complementa la atención pública o, lo que es lo mismo, los individuos

dependen menos de la familia (Daly and Lewis, 2000; Anttonen, 1997; Anttonen and

Sipilä, 1996).

No obstante, existe una generalizada preocupación social en torno al cuidado

informal que se ha reflejado en los últimos años en la puesta en marcha en Europa de

Page 6: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

6

leyes, planes o medidas para regular algunas de estas cuestiones. En definitiva, la

conciliación de la vida familiar y laboral (maternidad, atención a la dependencia, etc.).

En el caso de los países nórdicos, ante la generalización de los servicios sociales y la

menor dependencia de los individuos de la familia, las mujeres tienen mayores

oportunidades para trabajar en el ámbito extradoméstico (altas tasas de participación y

de jornadas a tiempo completo). Hablamos de Estados de bienestar que tienen en cuenta

a la mujer y que luchan por la igualdad de géneros plasmándolo en políticas específicas

(sistema público de atención infantil, amplios periodos de baja por maternidad,

prestaciones sociales para padres, servicios públicos de atención infantil, etc.).

En España, siguiendo a Tobío (2005), lo que es actualmente una realidad es que

la mayor parte de las mujeres se han incorporado al mercado de trabajo, en su mayoría a

tiempo completo, y esto todavía no ha sido reconocido y asumido como debiera ni en la

organización de la familia ni en las políticas sociales orientadas al cuidado de las

personas dependientes4. Los datos recientes muestran que incluso en los hogares donde

ambos miembros de la pareja trabajan, se observa una marcada asimetría entre la rápida

y apasionada incorporación de las mujeres a la actividad profesional (más tardía en

España que en otros países del entorno europeo y protagonizada por mujeres de las

generaciones más jóvenes) y la rezagada actitud de los varones ante lo familiar y lo

doméstico. No obstante, aunque comienzan a aparecer indicios de un cambio actitudinal

en los padres en las tareas del cuidado (sobre todo de niños), hay todavía una falta de

asimilación y unificación entre el nuevo modelo laboral y el viejo modelo familiar.

Preguntas de Investigación

Dos son las cuestiones de investigación planteadas en este estudio. En primer

lugar, profundizar en la red de apoyo social ante una situación de necesidad material.

Tras la revisión de los trabajos previos, vemos que ante una carencia económica el

apoyo en las familias fluye generalmente de padres a hijos, o de las mayores a las

jóvenes generaciones. ¿Se cumple este supuesto entre las preferencias de los

encuestados o se ha producido una influencia del mencionado proceso de

4 En España, en 1999 se aprobó la Ley de Conciliación de la Vida Laboral y Familiar de las Personas Trabajadoras que transpone a la normativa española una directiva europea (96/34/CE) sobre permisos parentales para el cuidado de los hijos (Tobío, 2005: 13).

Page 7: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

7

industrialización de los Western industrialized countries y el consiguiente protagonismo

del apoyo formal?

La segunda cuestión de investigación va enfocada al estudio de los factores

explicativos de estas actitudes. Esto es, si varían las elecciones en función de aquellas

variables que hemos visto más influyentes en los comportamientos tras la revisión de

trabajos previos: el género, la edad, el número de miembros del hogar y el deber

familiar. ¿Existen diferencias al respecto entre un país más familista y un país más

individualista?

Hipótesis y variables

H1. Género. Se pronostica como primera hipótesis de partida que el género

tendrá un efecto diferente en cada una de las sociedades analizadas. Debido al mayor

grado de atención social en los países nórdicos, se prevé que esto minimizará la

dependencia de las mujeres de la familia. Sin embargo, en España se espera que éstas

acudan en mayor medida que los hombres a los distintos miembros de la red familiar.

Diferentes trabajos que contemplan la variable género, mantienen que es una pauta

generalizada que las investigaciones centradas en las ayudas e intercambios entre los

miembros de la red familiar enfaticen el papel de la mujer como principal cuidadora

(Kalmijn, 2007; Van Gaalen and Dykstra, 2006; Tobío, 2005; Harris and Morgan, 1991;

Rosenthal, 1985). De la misma manera, también son dibujadas como sujetos receptores

de soporte en mayores ocasiones que los varones (Brandt, Haberkern and Szydlik, 2009;

Meil, 2007; Roberto and Scott, 1986).

H2. Edad. Los patrones de ayuda dentro de la red del individuo varían con la

edad. Pensamos que cuando se necesita soporte económico, a medida que se tiene

menos años los encuestados se decantarán principalmente por sus progenitores,

especialmente en España (sociedad más familista). Diferentes trabajos centrados en las

relaciones intergeneracionales (e.g. Hoff, 2007; Meil, 2007; Silverstein and Marenco,

2001) demuestran que a menor edad mayor solicitud de ayuda a los ascendientes,

fundamentalmente cuando se necesita pedir prestada una determinada cantidad de

dinero. De manera contraria, conforme aumenten los años de los encuestados se

recurrirá igualmente a otras opciones. Pronosticamos que en Noruega, ante el alto nivel

Page 8: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

8

de protección social, los encuestados preferirán el apoyo formal (ante mayores

alternativas, menor dependencia de la familia) (OASIS, 2000-03)5 y en España los

individuos, especialmente las mayores generaciones, seguirán inclinándose por la

familia o por las soluciones tradicionales (Bazo, 2002).

H.3. Composición del hogar. La composición familiar o el número de miembros

del hogar también tiene relevancia en este contexto. A pesar de que las maneras de

convivencia en ambos países sean diferentes (mayor convivencia entre hijos y padres en

España) (Albertini, Kohli and Vogel, 2007), la co-residencia es en sí mima una forma

de ayuda. En otras palabras, a mayor número de miembros del hogar mayor ayuda entre

sus diferentes componentes (Kalmijn and Sarraceno, 2008; Böhnke, 2007; Kohli, 2004;

Lee, Netzer and Coward, 1994; Bengtson and Roberts, 1991). En este contexto,

pronosticamos que el efecto de esta variable debería ser el mismo en ambos países.

H4. Deber familiar. Las normas filiales de ayuda a los padres todavía se

encuentran fuertemente arraigadas en diferentes sociedades, pero especialmente, como

hemos visto en el marco teórico, en las más familistas. En el sur la ayuda parece ser más

obligatoria (Lowestein and Daatland, 2006; Ogg and Renaut, 2006; Lee, Netzer and

Coward, 1994), especialmente ante la carencia de alternativas (Daatland, 2001). No

obstante, pronosticamos que la solidaridad filial no es incompatible con un Estado de

bienestar con un elevado nivel de protección social. Es decir, prevemos como una

conducta generalizada en la población que a mayor sentido del deber, mayor inclinación

por la familia. Se trata de ver también cómo afecta esta variable ante la necesidad de

ayuda en ambos contextos.

Y además, se han introducido como controles las variables educación,

ocupación, estado civil y hábitat, previendo que tomarán la misma dirección en el

modelo.

5 ‘Old Age and Autonomy: The Role of Service Systems and intergeneracional Solidarity’. A cross-national five countries study: Spain, Israel, UK, Norway and Germany.

Page 9: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

9

Datos y método

Como base de datos se ha utilizado la encuesta 2001 ‘Social Networks II’ del

ISSP (International Social Survey Programme). La encuesta ha sido realizada en un

total de 29 países. Las encuestas se aplican a una muestra representativa de la población

de 18 y más años (en el caso de España: 1.214 entrevistas y en el de Noruega: 1.560

entrevistas) que viven en hogares privados. El trabajo de campo fue realizado en mayo

de 2001, en España y entre los meses de septiembre y noviembre del mismo año en

Noruega.

En un primer momento se ha llevado a cabo un análisis de corte descriptivo para

obtener una visión general y así dar respuesta a la primera cuestión de investigación

planteada (profundizar en la red de apoyo social ante una necesidad material). A

continuación, uno explicativo para resolver la segunda pregunta de investigación: ver

qué afecta sobre la decisión del individuo o los factores de los que depende el apoyarse

en una u otra modalidad. Dado que manejamos en nuestra variable dependiente

elecciones múltiples donde hay una sola decisión entre más de dos alternativas no

ordenadas, se ha estimado un modelo logit multinomial6. Así se verá cómo afectan cada

una de las variables independientes incluidas sobre la decisión del individuo (‘a quién

pediría ayuda’ en el caso de necesidad contemplado).

La variable dependiente tomada en el modelo es formulada en el cuestionario de

la siguiente manera:

‘Ayuda económica’: P.69. Ahora imagine que necesitara Vd. pedir prestada una

gran cantidad de dinero. ¿A quién acudiría en primer lugar para que le ayudara? (Por

favor, marque solo una casilla)

Dada la amplia amalgama de alternativas de respuestas que aparecen y viendo el

número de individuos que se posiciona en cada una, éstas han sido recodificadas en un

menor número de categorías. Respecto a los miembros familiares, el criterio seguido ha

consistido en agrupar a las personas emparentadas según el carácter del vínculo en que

6 Se ha utilizado el programa STATA para estimar dicho modelo.

Page 10: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

10

se basa: conyugales, verticales (a partir de la filiación: ascendientes y descendientes) y

horizontales. También se han contemplado los amigos íntimos y la ayuda formal. El

resto de opciones (a ninguna, otros parientes, vecino, compañero de trabajo, jefe, otra

persona), ante el bajo porcentaje presentado, se han convertido en missing.

Como variables independientes se han introducido aquéllas reflejadas en el

apartado anterior, es decir las relacionadas con las hipótesis planteadas, más aquéllas

que, de acuerdo a la bibliografía consultada, se prevé que pueden influir en las

elecciones. Estas variables, las mismas para los tres modelos, han sido las siguientes:

sexo (categorías: ‘varón’, ‘mujer’), edad, número de miembros del hogar, deber familiar

(entendido como el sentido de la obligación de los hijos para con los padres7),

educación (medida en años de estudio)8, ocupación (recodificada en las categorías:

‘trabajando’, ‘desempleo’, ‘inactivo’), estado civil (recodificada en las categorías: ‘vive

en pareja’, ‘no vive en pareja’) y hábitat (recodificada en las categorías: ‘urbano’,

‘suburbio’, ‘rural’).

Todas las variables cualitativas o categóricas se han transformado en variables

dummies. Las categorías de las variables independientes que se han fijado para que

actúen como ‘categorías de referencia’ de las demás establecidas en la variable son las

siguientes9: en sexo, ‘varón’; en ocupación ‘desempleado’ e ‘inactivo’; en estado civil,

‘no vive en pareja’; y en hábitat, ‘rural’.

Resultados y discusión

Al preguntar a los sujetos sobre la persona a la que acudiría cuando se requiere

una determinada cantidad de dinero, en España aparecen en primer lugar los parientes

ascendientes (34.6%)10. En segundo lugar, la ayuda formal (un 22.7%, sobre todo el

7 Tomada del cuestionario de la p.76 enunciado de la siguiente manera: ‘por favor, marque una casilla en cada línea para indicar hasta qué punto está Vd. de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones: a) ‘Los hijos adultos tienen el deber de cuidar de sus padres mayores’. 8 Variable tomada como aproximación o indicador del status. Para muchos autores (e.g. Kalmijn, 2006) en la sociedad moderna la educación se ha convertido en un elemento muy importante de estratificación y diferenciación. 9 Las categorías definitivas han sido establecidas tras varias pruebas en análisis previos. 10 Para los que no cuentan con progenitores vivos, las opciones preferidas serían los hijos (especialmente a medida que se tienen más años), el banco y la pareja.

Page 11: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

11

banco) y, a continuación, la pareja (16.1%) y los descendientes (14.2%). Por último, un

9.3% elegiría a los hermanos y un 3.1% a los amigos íntimos.

En Noruega, prácticamente la mitad de los encuestados (un 44.8%) se

decantarían en primera instancia por la ayuda formal. Aunque a una considerable

distancia, le siguen las opciones de la pareja (26.1%) o de los padres (21.5). El resto de

alternativas planteadas resultan irrelevantes.

Respondiendo a la primera cuestión de investigación (profundizar en la red de

apoyo social ante una situación de necesidad material y ver si se ha producido una

influencia del proceso de industrialización y el consiguiente desarrollo del apoyo

formal), el análisis descriptivo muestra que en la sociedad noruega se cumple esta

tendencia. Sin embargo, en la sociedad española la familia sigue siendo el pilar clave

del apoyo social. Analizando este grupo social (la familia), mientras que Noruega el

primer componente que aparece mencionado es la pareja, España se suma a la

tendencia, como señalábamos en el marco teórico, de que la ayuda económica en el seno

familiar fluye de las mayores a las jóvenes generaciones. Además, en el contexto

español hay que destacar la peculiaridad de que cuando hablamos de parientes

conyugales, ascendientes, descendientes y horizontales, nos referiremos principalmente

a mujeres (esposas-madres-hijas-hermanas). Tras un análisis de frecuencias, los

porcentajes asignados a las mismas en estas categorías han resultado ser muy superiores

a los de los varones (en este caso, esposos-padres-hijos-hermanos). Los encuestados

españoles prefieren a las mujeres para ser atendidos.

Dando un paso más y centrándonos en nuestras hipótesis comparativas, tras la

realización del modelo logit se ha visto cómo influyen las variables escogidas en la

elección de una u otra alternativa en ambos países, aflorando interesantes matices (ver

tabla 1). Ofreciendo una visión general, en función de la categoría tomada como

referencia de la VD en el análisis (‘conyugales’), resulta significativo el índice de

diferenciación entre ambos países en la probabilidad de acudir a los ascendientes o a la

ayuda formal, en relación al cónyuge. Esto lo interpretaremos como que respecto a

Noruega, en España cuando se necesita ayuda económica se acudiría en una mayor

proporción a los ascendientes y en una menor a la ayuda formal, respecto a la pareja.

Page 12: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

12

Estos primeros resultados coinciden con los obtenidos en el análisis descriptivo

anteriormente realizado.

Por variables, el sexo tiene un efecto altamente significativo, especialmente en

Noruega. En esta sociedad la pareja (frente a padres, hermanos, amigos o ayuda formal)

es una pieza fundamental para las mujeres para satisfacer una necesidad de este tipo. Sin

embargo, en España el efecto del sexo es menor. Es decir, se comprueba la mayor

fuerza de los distintos miembros de la red familiar y personal para ayudar

económicamente al individuo. Queda demostrada una vez más la importancia de la

familia y cómo se comparte la figura de la pareja con el resto de opciones planteadas en

un contexto familista que en uno individualista.

Vemos cumplida la H1 (los dos Estados de bienestar analizados se diferencian

en cuanto al género). Una menor dependencia de la mujer de la familia en contextos con

un gran desarrollo de servicios proporcionados por el Estado o con un Estado de

bienestar más fuerte, y un soporte informal más intenso en los contextos familistas. En

la sociedad española vemos el resultado del modelo de familia patriarcal basada en la

división del trabajo por género y su notable efecto en la red de apoyo social de las

personas. Coincidiendo con Tobío (2005), aunque en la actualidad la mayor parte de las

mujeres se han incorporado al mercado de trabajo y existe un interés político

generalizado por el desarrollo de políticas de conciliación de la vida laboral y familiar,

todavía no se ha visto reconocido y asumido en el entorno familiar.

La edad también resulta significativa cuando se solicitaría soporte financiero a

los parientes ascendientes y a los descendientes. En la elección de los parientes

ascendientes existe una relación negativa entre la edad y la probabilidad de acudir a los

mismos. Es decir, a medida que disminuye la edad, aumenta la probabilidad de elegir a

los padres. Las personas de mayor edad siguen dando soporte, especialmente de tipo

económico a las generaciones más jóvenes (e.g. Hoff, 2007; Silverstein y Marenco,

2001).

Comparando las sociedades analizadas, en ambas se sigue la tendencia

anteriormente referida, aunque en este caso el efecto de la edad en España es más fuerte

que en Noruega. Aquí se ve claramente el resultado de la co-residencia en España. Éste

Page 13: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

13

es uno de los países donde los hijos viven más tiempo en casa de los padres y estos les

brindan apoyo de todo tipo, fundamentalmente por la precaria situación del mercado

laboral de los últimos años (elevadas tasas de desempleo, inestabilidad y precariedad de

los puestos de trabajo). Meil (2007) considera que cuando padres e hijos viven juntos se

da un apoyo emocional en el seno de las relaciones intergeneracionales (sin que su

ausencia tenga por qué significar que las relaciones estén individualizadas, debilitadas o

en crisis). En este estudio se corrobora este supuesto, lo que pone de relieve la próxima

relación entre padres e hijos en la sociedad española.

En principio, se confirma la H2 (los patrones de ayuda dentro de la red del

individuo varían con la edad). Por un lado, cuando se necesita soporte económico, a

medida que se tiene menos años los encuestados se decantarían principalmente por sus

progenitores, situación que, como se preveía, ha resaltado especialmente en España. De

manera contraria, conforme aumentan los años, decíamos que se recurriría a otras

fuentes de apoyo (otros miembros de la red familiar en España y a la ayuda formal en

Noruega), pero en ambas sociedades ha destacado de manera significativa la opción de

los hijos. ¿Es posible que un país como Noruega frecuentemente identificado como

individualista comparta esta manera de proceder con uno familista? De este estudio se

desprende que el intercambio de dinero es frecuente entre hijos y padres en ambos

países, lo que probablemente cambie sea la intensidad con la que se produzca el mismo.

Por ejemplo, hay estudios centrados en el intercambio intergeneracional que enfatizan la

frecuencia de ayuda entre los miembros de la red familiar en los países nórdicos, aunque

hay que subrayar que su intensidad es menor comparada con los países del sur de

Europa (Brandt, Haberkern and Szydlik, 2009; Albertini, Kohli and Vogel, 2007; Ogg

and Renaut, 2006; SHARE11, 2005).

El número de miembros del hogar es una variable especialmente influyente

cuando los encuestados escogerían a sus progenitores para pedirles dinero. La tendencia

que se cumple es que conforme aumenta el número de componentes del hogar, lo hace

el apoyo que se solicitaría a los padres. Lógicamente, cuando hay más gente en casa

sube la ayuda entre los miembros de la red familiar. Como hemos dicho en anteriores

11 The Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe. Encuesta que permite conocer modelos de intercambio intergeneracional. Estudio realizado en España, Alemania, Estonia, Letonia, Finlandia, Eslovenia, Irlanda, Polonia, Francia y Malta.

Page 14: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

14

ocasiones, la convivencia en la misma vivienda de varios miembros de la familia es

común en los países del sur de Europa, lo que pasa a convertirse en una forma de

soporte. No obstante, el efecto de esta variable es el mismo para España y Noruega,

viéndose cumplida la H.3. A pesar de que las maneras de convivir en ambos países sean

distintas, el estudio pone en evidencia nuevamente pautas de actuación comunes entre

un país individualista y otro familista. También es interesante tener en cuenta que la

gente pide más ayuda en los hogares más grandes, pero no solo por la co-residencia,

sino porque son más pobres (en los hogares necesitados hay más co-residencia) y en

todos los países la población con menos recursos recurre más a la familia que quienes

tienen más ingresos (Kalmijn and sarraceno, 2008; Lee, Netzer and Coward, 1994).

En cuanto al deber familiar, su influencia es débil en el modelo. La tendencia

que aparece es que aquellos encuestados que tienen un menor sentido de la obligación

para con los padres, solicitarían en mayor medida la modalidad de apoyo formal que

aquellos con un sentido del compromiso más fuerte. Esta tendencia resulta lógica,

viéndose verificada la H4 (a mayor sentido del deber, mayor inclinación por la familia),

aunque, curiosamente, el efecto de esta variable en España resulta ser menor que en

Noruega. En la sociedad española son más frecuentes los valores familistas, pero eso ya

está en la propia variable no en la diferencia entre países. Es decir, no hay motivos para

pensar que la variable afecte más en España. El hecho de que haya más familistas en

España no significa que el efecto del familismo tenga que ser mayor en España, de

hecho, en los datos ocurre lo contrario. Probablemente esto pueda explicarse por la

mayor variabilidad; es decir, en España todo el mundo cree que hay que ayudar a la

familia y por eso no puede haber diferencias entre niveles altos y bajos. Sencillamente

la mayoría de la población piensa que la familia tiene que ayudar. Sin embargo, en

Noruega la norma no es tan abrumadoramente mayoritaria como en España y esa

variabilidad hace que haya diferencias en las respuestas.

Analizando el resto de variables introducidas en el modelo, ¿qué efecto tiene el

nivel educativo en la elección de un determinado tipo de apoyo social ante una

necesidad económica? Conforme a lo esperado, la tendencia que se cumple en ambos

países, bajo un nivel de significación del 1%, es que a menor formación mayor

inclinación por la red familiar, en este caso por los descendientes. Por ejemplo, Böhnke

(2007: 22), en su estudio ‘Poverty and Social Integration in the Enlarged Europe’,

Page 15: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

15

subraya cómo los estratos de educación media y baja están más centrados en la familia.

Resultados similares se aprecian en los trabajos de Allan, 1977; y más recientemente en

los de Kalmijn, 2006. En términos generales, un alto nivel de estudios va asociado,

entre otros factores, a un mayor número de recursos y, por tanto, en menor dependencia

o expectativas de ayuda respecto a la red familiar (Kalmijn and Sarraceno, 2008; Lee,

Netzer and Coward, 1994). Además, la alta formación suele ir asociada a demandas de

empleo en un mercado de trabajo concentrado en áreas específicas (ocupaciones solo

disponibles en determinados sitios), lo que requiere, en la mayor parte de los casos,

movilidad geográfica. A esto se le une un menor contacto con la red familiar y mayores

dosis de individualismo (Kalmijn, 2006; Lee, Netzer and Coward, 1994).

El estado civil de la población ha resultado ser un factor especialmente

influyente en ambas sociedades conforme a lo previsto. En nuestro estudio, con

referencia a los que no viven en pareja, los que sí lo hacen o están casados presentan

una probabilidad menor de acudir a los padres, a los hijos, a los hermanos, a los amigos

y a la ayuda formal cuando necesitan dinero. Como sostienen Lee, Netzer and Coward

(1994: 564), es importante reflexionar en este contexto sobre las expectativas de la

responsabilidad filial y su relación con varias dimensiones de los recursos de los padres.

Por ejemplo, aquellos que están casados, que tienen un elevado nivel de educación e

ingresos y mejor salud tienen menos expectativas que sus equivalentes de recibir de sus

hijos. Aquellos que necesitan menos ayuda esperan menos. Por su parte, para los que no

tienen pareja, el resto de la red familiar o personal pasa a convertirse en el principal

soporte. Las personas que viven sin una pareja son más proclives a recibir ayuda. Por

ejemplo, el soporte que recibe la población viuda por parte de sus hijos (e.g. Kalmijn y

Saraceno, 2008; Silverstein, Parrott and Bengtson, 1995; Silverstein et al., 1995;

Eggebeen, 1992).

Por último, las variables situación laboral y hábitat no han resultado

significativas en el modelo. Respecto a la situación laboral (estado actual de empleo del

entrevistado), aunque hay autores como Starrels et al. (1995), Allan (1977) o, más

recientemente, Kalmijn and Saraceno (2008) que hablan de la influencia de esta

variable, por ejemplo estos últimos en el sentido de que las personas empleadas ayudan

a sus padres menos a menudo que aquellos desempleados, coincidimos con Bott (1971)

en que las diferencias de status ocupacional no parecen que condicionen mucho la

Page 16: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

16

elección del contacto entre parientes. En cuanto al hábitat, no podemos afirmar con los

resultados obtenidos que el peso de esta variable sea determinante en ambas sociedades.

Probablemente, haya que seguir insistiendo en próximos estudios en el análisis de la

misma, principalmente porque hay pocas investigaciones centradas en su influencia en

cuanto a redes de apoyo social (e.g., Scott and Roberto, 1987; Bott, 1971).

Tabla 1: ‘Ayuda económica’. Modelo Logit Multinomial

VARIABLES Ascendientes Descendientes Horizontales Amigo íntimo Ayuda formal Mujer Mujer*España España Edad Edad España Educación (años estudio) Trabajando Vive pareja Urbano Nº miemb. hogar Nº miemb hogar*España Deber familiar Deber familiar España Constante

-.813*** .778*** .1959** -.059*** -.033***

.031 -.246

-1.725*** -.072

.209*** .006 .139 -.046 2.285

-.111 .606 .712

.079*** .010

-.158*** -.182

-1.674*** .286 -.270 .374 .410 -.328 1.921

-1.103*** .909* .767 -.004 .010 .019 -.353

-1.705*** .023 .184 .002 .022 .054

-1.113

-1.919*** 2.086***

-.977 -.014 .020 -.000 -.018

-2.297*** .224 -.099 .266 .249 -.155 -.414

-1.315*** 1.107*** -1.557** .023***

-.004 .007 .076

-.983*** -.202***

.052

.083 -.162**

.295 1.117

Nº observaciones Log likelihood

Test razón de verisimilitudes Pseudo-R²

2.148 -2445.2335 1542.56*** 0.2398

Notas: ‘Conyugales’ is the base outcome (***) indica significatividad estadística al 1%, (**) al 5% y (*) al 10%.

Fuente: ISSP, 2001. Elaboración propia.

El ajuste del modelo es bueno (altamente significativo. Test de la razón de

verosimilitud: 1542.56***). El test de Hausman cumple el criterio IAI

(Interdependencia de Alternativas Irrelevantes). Se cumple la hipótesis alternativa (ver

tabla 2 del anexo).

Conclusiones

En un primer momento, el estudio ha reflejado modelos de preferencia de redes

de apoyo social familistas en España e individualistas en Noruega. Ante una necesidad

económica, los encuestados españoles se decantarían en primera instancia por sus

progenitores y los noruegos por la ayuda formal. No obstante, el banco aparece en

España como la segunda opción por la que se optaría. Aparte de que las western

Page 17: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

17

societies estén cada vez más preparadas para ofrecer nuevas alternativas de apoyo, esto

también va de la mano del proceso más reciente de individuación de la familia nuclear

y de variabilidad en las conductas que se está produciendo en las sociedades

occidentales.

Al indagar en los factores explicativos de estas preferencias, hemos encontrado

importantes matices: por un lado, hay variables más influyentes en cada país y, por otro,

también se aprecian similitudes entre ambos en las maneras de proceder. Respecto al

primer caso, el sexo y la edad han sido especialmente relevantes o las que han marcado

mayores diferencias entre los dos contextos. Por ejemplo, una menor dependencia de la

mujer noruega del entorno familiar y una mayor inclinación por la pareja. En cuanto a la

edad, aunque existe la tendencia compartida de acudir a los padres entre aquellos

encuestados con menos años, en España el efecto de esta variable es más potente (se

avista el fuerte efecto de la co-residencia en los países del sur de Europa). Respecto a

las similitudes o tendencias comunes en ambas sociedades, cabe resaltar la mayor

inclinación por los hijos conforme aumenta la edad, la preferencia por los progenitores a

medida que se amplía el número de miembros del hogar, el acercamiento a la familia

entre aquellos sectores de población con mayor sentido del deber familiar y con menor

nivel formativo, y la menor inclinación por las distintas modalidades de ayuda entre los

encuestados que viven en pareja.

De aquí se deduce, aunque haya variables que marquen diferencias entre ambos

países (características personales, factores institucionales o normas culturales), que las

preferencias de los individuos respecto a las redes de apoyo social no se ajustan

estrictamente a la tipología de los regímenes de bienestar estudiados. Por ejemplo, los

hijos han resultado ser una fuente deseable de apoyo importante en las dos realidades

analizadas ante necesidades económicas de los padres. Probablemente, como decíamos

en el análisis, lo que marque la diferencia entre ambos países sea la intensidad con la

que se producen posteriormente estos intercambios, posiblemente más frecuentes en un

país familista que en uno individualista. Sin embargo, como aquí hablamos de los

gustos de los encuestados, no tendría sentido hacer la distinción tan concluyente a la que

estamos acostumbrados: Noruega- sociedad <<individualista>> versus España-

sociedad <<familista>> y que veníamos haciendo desde el comienzo del artículo.

Cuando hablemos de predilecciones de la población ante una modalidad de apoyo en un

Page 18: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

18

momento puntual, habría que hacer alusión a tendencias <<mixtas>>. Probablemente

esta situación cambiaría si hubiésemos preguntado por otro tipo de cuidados, por

ejemplo ayuda física a largo plazo. Además, la intención de este trabajo no era la de

proponer una tipología de países o de Estados de bienestar, ya que, además de las

variables anteriormente mencionadas, estos pueden ser heterogéneos internamente.

En este sentido, aunque pudiera parecer atractivo meter en el análisis estas

estructuras institucionales diversas, sería altamente probable encontrar correlaciones

que pueden ser espúreas. Por lo tanto, resulta más apropiado hablar de mecanismos

teóricos o preferencias de los individuos diferenciadas. Aquí, sería interesante ver otras

variables como el gasto social o, más bien, el capital social de las personas. Sin

embargo, la base de datos utilizada, la encuesta 2001 ‘Social Networks II’ del ISSP, a

pesar de aportar interesante información sobre las redes sociales de los encuestados, no

ofrece suficiente material sobre el alcance de los intercambios.

En definitiva, este estudio presenta una información novedosa sobre los factores

explicativos que facilitan el entendimiento de la naturaleza y valor de la persona que

precisa ayuda en un momento puntual de su vida. Con este trabajo se pretende hacer una

contribución al ámbito de las relaciones intergeneracionales, como se ha comprobado,

cada vez más importantes tanto en países con mayores o menores niveles de protección

social. A su vez, aportar un nuevo estudio comparativo, todavía insuficientes en el

ámbito internacional.

Bibliografía

Albertini, M., Kohli, M. and Vogel, C. (2007) ‘Intergenerational transfers of time and

money in European families: common patterns-different regimes?’, Journal of

European Social Policy 17(4): 319-334.

Allan, G. (1977) ‘Sibling Solidarity’, Journal of Marriage and the Family 39(1): 177-

84.

Anttonen, A. (1997) ‘The Welfare State and Social Citizenship’, in K. Kauppinen and

T. Gordon (eds) Women, Work and Family in the United States, Europe and the Former

Soviet Union, pp. 9-32. Aldershot: Ashgate.

Anttonen, A. and Sipilä J. (1996) ‘European social care services: is it possible to

identify models?’, Journal of European Social Policy 6(2): 87-100.

Page 19: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

19

Attias-Donfut, C. (2000) ‘Cultural and Economic Transfers Between Generations’, The

Gerontologist 40(3):270-72.

Bazo, M.T. (2002) ‘Intercambios familiares entre las generaciones y ambivalencia: una

perspectiva internacional comparada’, RES. Revista Española de Sociología 2: 117-27.

Bengston, V. and Roberts, R. (1991) ‘Intergenerational Solidarity in Ageing Families:

An Example of Formal Theory Construction’, Journal of Marriage and the Family

53(4): 856-70.

Böhnke, P. (2007) ‘Poverty and Social Integration in the Enlarged Europe’, Berlin:

Social Science Research Center/WZB Discussion paper.

Bott, E. (1971 [1957]) Family and social network. London: Tavistock Publications.

Brandt, M., Haberkern, K. and Szydlik, M. (2009) ‘Intergenerational Help and Care in

Europe’, European Sociological Review 25(5): 585-601.

Comas, D. (2000) ‘Mujeres, familia y Estado del bienestar’, in T. del Valle (ed)

Perspectivas feministas desde la antropología social, pp. 187-204. Barcelona: Ariel.

Cox, C. and Monk, A. (1993) ‘Hispanic culture and Family Care of Alzheimer’s

Patients’, Health and Social Work 18(2): 92-100.

Daatland, S.O. (2001) ‘Ageing, Families and Welfare Systems: Comparative

Perspectives’, Zeitschrift für Gerontologie und Geriatrie 34: 16-20.

Daly, M. (1999) ‘The functioning Family: Catholicism and Social Policy in Germany

and the Republic of Ireland’, Comparative Social Research 18: 105-33.

Daly, M. and Lewis, J. (2000) ‘The concept of social care and the analysis of

contemporary welfare states’, British Journal of Sociology 51(2): 281-98.

Ferrera, M. (1996) ‘The ‘southern’ model of welfare in social Europe, Journal of

European Social Policy 6(1): 17-36.

Flap, H.D. (1991) ‘Social Capital in the Reproduction of Inequality’, Comparative

Sociology of Family, Health and Education 20: 6179-202.

Freeman, L.C. and Ruan, D. (1997) ‘An international comparative study of

interpersonal behaviour and role relationships’, L´Année Sociologique 47(1): 89-115.

Harris, K. M. and Morgan, S. P. (1991) ‘Fathers, sons, and daughters: Differential

paternal involvement in parenting’, Journal of Marriage and the Family 53: 431-44.

Hoff, A. (2007) ‘Patterns of intergenerational support in grandparent-grandchild and

parent-child relationships in Germany’, Ageing and Society 27: 643-65.

Kalmijn, M. and Saraceno, Ch. (2008) ‘A comparative perspective on intergenerational

support’, European Societies 10(3): 479-508.

Page 20: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

20

Kalmijn, M. (2007) ‘Gender Differences in the Effects of Divorce, Widowhood and

Remarriage on Intergenerational Support: Does Marriage Protect Fathers?’, Social

Forces 85 (3):1079-99.

Kalmijn, M. (2006) ‘Educational Inequality and Family Relationships: Influences on

Contact and Proximity’, European Sociological Review 22(1):1-16.

Kohli, M. (2004) ‘Intergenerational Transfers and Inheritance: A Comparative View’, in

M. Silverstein (ed) Intergenerational relations across time and place (Annual Review

of Gerontology and Geriatrics, vol. 24), pp.226-89. New York: Springer.

Kohli, M. and Künemund, H. (2003) ‘Intergenerational Transfers in the Family: What

Motivates Giving?’, in V.L. Bengtson and A. Lowenstein(eds) Global Aging and

Challenges to Families, pp.123-42. New York: Aldine de Gruyter.

Lai, G. (2001) ‘Social support networks in urban Shanghai’, Social Networks 23(1): 73-

85.

Lee, G.R., Netzer, J.K. and Coward, R.T. (1994) ‘Filial Responsibility Expectations and

Patterns of Intergenerational Assistance’, Journal of Marriage and the Family 56(3):

559-65.

Lin, N. (2001) ‘Building a network theory of social capital’, in N. Lin, K.. Cook and R.

Burt (eds.) Social Capital, Theory and Research, pp. 3-30. New York: Aldine De

Gruyter.

Lowenstein, A. and Daatland, S.O. (2006) ‘Filial norms and family support in a

comparative cross-national context: evidence from the OASIS study’, Ageing and

Society 26 (2): 203-23.

Meil, G. (2007) ‘The consequences of the development of a beanpole kin structure on

exchanges between generations’, Journal of Family Issues 27(8): 1085-99.

Mitchell, C. (1969) ‘The Concept and Use of Social Networks’, in C. Mitchell (ed)

Social Networks in Urban Situations, pp. 1-50. Manchester: Manchester Univ. Press.

Ogg, J. and Renaut, S. (2006) ‘The Support of parents in Old Age by Those Born during

1945-1954: A European Perspective’, Ageing and Society 26: 723-743.

National Institute for Statistics in Spain, in www.ine.es

Portes, A. (1998) ‘Social Capital: Its Origins and Applications in Modern Sociology’,

Annual Review of Sociology 24: 1-24.

Roberto, K.A. and Scott, J.P. (1986) ‘Friendships of older men and women: Exchange

patterns and satisfaction’, Psychology and Ageing 1(2): 103-9.

Page 21: ‘Redes de apoyo social y ayuda económica en España y ...

21

Scott, J.P. and Roberto, K.A. (1987) ‘Informal Supports of Older Adults: A Rural-

Urban Comparison’, Family Relations 36 (4): 444-9.

Silverstein, M. and Marenco, A. (2001) ‘How Americans Enact the Grandparent Role

over the Life Course’, Journal of Family Issues 22(4): 493-522.

Silverstein, M., Parrott, T.M. and Bengtson, V.L (1995) ‘Factors that Predispose

Middle-Aged Sons and Daughters to Provide Social Support to Older Parents’, Journal

of Marriage and the Family 57(2): 465-75.

Starrels, M.E., Ingersoll-Dayton, B., Neal, M.B. and Yamada, H. (1995)

‘Intergenerational Solidarity and the Workplace: Employees’ Caregiving for Their

Parents’, Journal of Marriage and the Family 57(3): 751-62.

The OASIS project (2000-2003), in http://oasis.haifa.ac.il

The Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe (SHARE) (2005), in

http://www.share-project.org/

Tobío, C. (2005) Madres que trabajan. Dilemas y estrategias. Madrid: Cátedra,

Colección Feminismos.

Van Der Gaag, M. and Snijders, T.A.B. (2005) ‘The Resource Generator: social capital

quantification with concrete items’, Social Networks 27: 1-29.

Van Gaalen, R.I. and Dykstra, P.A. (2006) ‘Solidarity and Conflict Between Adult

Children and Parents: A Latent Class Analysis’, Journal of Marriage and the Family

68(4): 947-60.

Anexo Tabla 2: Test de Hausman sobre el supuesto de Independencia de Alternativas

Irrelevantes12. Ayuda económica.

Omitida Chi² Grados de libertad

P> Chi² Evidencia

Conyugales Ascendientes Descendientes Horizontales Amigo íntimo Ayuda formal

-230.328 -277.804 -251.007 12.461

-396.321 -203.054

53 40 40 41 40 41

1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000

A favor de H0 A favor de H0 A favor de H0 A favor de H0 A favor de H0 A favor de H0

Fuente: ISSP, 2001. Elaboración propia.

12 La hipótesis nula (H0) del contraste establece que los ratios de probabilidades de la opción J frente a la opción K son independientes de otras alternativas.