El crecimiento desenfrenado, la pobreza en el tercer mundo trae consigo una sensación de inseguridad en cada uno de nosotros como el armamentismo.

Con el crecimiento desenfrenado, crece también el sector de las industrias los cuales son la fuente de muchos residuos tóxicos y porque no decirlo también son los que elaboran los plaguicidas, ambos productos contaminan el aire, el agua y los suelos; dando lugar a la proliferación de enfermedades.

La pobreza en el tercer mundo trae consigo el analfabetismo, la falta de atención

sanitaria, una explosión demográfica por falta de planificación familiar, lo cual lleva a una fuerte presión en los recursos naturales y gasto de energía no renovables como el petróleo y el carbón, este uso de ambos recursos produce la emisión de CO2 al aire y la emisión de clorofluorocarbonos causan la destrucción de la capa de ozono, dando lugar a agujeros por los cuales ingresaran con más fuerza los rayos solares produciendo serios problemas ya sea en los humanos como en plantas y animales.

La deforestación aumenta la concentración de CO2 en la atmosfera ya que al disminuir los recursos forestales estamos disminuyendo la captación de CO2 para realizar la fotosíntesis.

Los gases invernadero más el CO2 producen el tan sonado efecto invernadero el cual da lugar a la lluvia acida principal agente de la muerte de los bosques, la acidificación de las aguas produciendo la muerte de animales.

Este efecto invernadero altera las condiciones climáticas llevando a deshielo de los nevados, de los continentes ártico y antártico cuyo efecto es el aumento del nivel del mar que puede llegar a tapar diferentes lugares como los países bajos desapareciéndolos completamente.

La disminución de la humedad en los suelos, la perdida de tierras

de cultivo, la deforestación, la erosión de suelos, la desertización llevan a una baja producción de alimentos causando la desnutrición y el hambre.