Red Mundial de Oración del Papa - NÚMERO 29 … CTP FEBRERO 2019...Desafío del mes 3 Espacios de...

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Pág. NÚMERO 29 FEBRERO 2019 Contenido: ¿Cómo rezar con CTP? 2 Desafío del mes 3 Espacios de encuen- tros… vidas de puer- tas abiertas 4 Loco de amor 16 Mi casa será casa de oración 32 Con Jesús por la no- che 50 www.clicktopray.org 2 clicktopray Trata de personas Por la acogida generosa de las víc- timas de la trata de personas

Transcript of Red Mundial de Oración del Papa - NÚMERO 29 … CTP FEBRERO 2019...Desafío del mes 3 Espacios de...

Pág.

NÚMERO 29

FEBRERO 2019

Contenido:

¿Cómo rezar con

CTP?

2

Desafío del mes 3

Espacios de encuen-

tros… vidas de puer-

tas abiertas

4

Loco de amor 16

Mi casa será casa de

oración

32

Con Jesús por la no-

che

50

www.clicktopray.org

2

clicktopray

Trata de personas Por la acogida generosa de las víc-

timas de la trata de personas

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Por la acogida generosa de

las víctimas de la trata de

personas, de la prostitución

forzada y de la violencia .

TRATA DE PERSONAS

Desafío del mes

Pág. 4

Para

meditar

Existen en el mundo numerosas personas que buscan un espacio al que

pertenecer, una comunidad o grupo que le dé acogida, personas que

acepten su presencia sin juzgar ni cuestionar. Muchos siguen buscando sin

encontrar.

Estamos acostumbrados a una

lógica que exige llenar requisi-

tos para ser aceptado, condi-

ciones y requerimientos que

deben cubrirse “para” o “antes

de”. Son situaciones en las que

se excluye inmisericordemente

a muchas personas. Las vícti-

mas de la trata de persona, la

prostitución forzada y la violencia no son sólo víctimas del contexto social,

sino que sufren también la exclusión y la marginación de sus propios am-

bientes cercanos. Esta situación de descarte clama al cielo.

Es necesario tomar consciencia de que estas personas deben ser acogidas

y abrazadas en su dolor y sus historias. El encuentro y la acogida se impo-

nen en esto casos como actitudes humanas y por tanto evangélicas.

El mundo necesita que cultivemos la cultura del encuentro abriendo la

puerta de nuestras vidas para recibir hermanos. La cercanía cura heridas,

levanta el ánimo de la caída y reconstruye los peldaños rotos de una vida.

María Bettina Raed

Directora Regional Red Mundial de Oración del Papa Argentina Uruguay

Co Coordinadora Internacional Click to pray

ESPACIOS DE ENCUENTRO…

VIDAS DE PUERTAS ABIERTAS

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El encuentro y la acogida en estos casos de prostitución forzada, trata de

personas y violencia pueden ser fuente de vida que ayude a levantarse y

seguir caminando. Un abrazo a tiempo, una palabra de amor pueden ser

el remedio que ayude a una persona derrumbada por la historia a seguir

caminando.

Jesús se hizo cercano a

las vidas necesitadas.

Tocó y abrazó a los en-

fermos, a los excluidos,

a las personas indignas

que nadie acogía por

su condición, era capaz

de conmoverse hasta

las entrañas y curar la

dolencia.

Esa misma misión de compasión es la que hoy nos convoca en la Red

Mundial de Oración. Jesús cuenta con nosotros hoy para acoger a los que

sufren. Es necesario que nuestras vidas y nuestros espacios comunitarios

acojan a estas víctimas. Dice el Papa Francisco que “la Iglesia es la casa de

Jesús, una casa de misericordia que acoge a todos, y por tanto no un lu-

gar del cual los cristianos puedan cerrar las puertas”.

Seamos agentes de misericordia y acogida, que nuestras vidas y nuestras

comunidades sean espacios de encuentro, de gestos concretos de her-

mandad y fraternidad, actuando sin “miedo de ensuciarnos por nuestra

gente”. “No tengamos miedo del fango de la historia con tal de rescatar y

renovar la esperanza” como dice el Papa Francisco.

ESPACIO

S DE E

NCU

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TRO…

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ERTAS A

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

VIERNES 1

Con

Jesús por la mañana

“La tierra da el fruto por

sí misma: primero hier-

ba, luego espiga, des-

pués trigo abundante en

la espiga” (Mc 4, 26-34).

Un nuevo día te regala el Señor. Acógelo con amor y

ofrécelo especialmente por tantos hermanos que ne-

cesitan nuestra acogida generosa, que son víctimas de

la trata de personas, de la prostitución forzada y de la

violencia, como nos pide el Papa. Iniciamos así, un

nuevo itinerario y los hermanos de la Red de Oración

de Argentina nos hacen llegar las oraciones. “Señor

que seamos fecundos ofreciendo nuestro corazón

abierto a quienes buscan refugio y consuelo”. Padre-

nuestro

FECUNDIDAD

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Crecer en libertad.

Aquieta el corazón y

mira cómo has vivido

hoy tu libertad. Agra-

dece el amor dado y

recibido. ¿En qué

momentos reconoces

que has estado ani-

mado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se despertaron en

ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad. Toma un

compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para mañana. Ave

María

CON JESÚS POR LA NOCHE

Procesos

Haz una pausa mitad de tu día. Recuerda que Jesús camina contigo. ¿Has

podido reconocerlo en lo que te ha tocado vivir? “Señor, recuérdame

siempre que mi vida fluye en tus manos. Empújame para que mis em-

prendimientos y tareas abran puertas y me lancen al encuentro de mis

hermanos especialmente de los más frágiles. Quiero disfrutar del ca-

mino, aunque sea lento porque Tú vienes conmigo; haz que no me apure

buscando resultados”. “Darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar

procesos más que de poseer espacios” (Papa Francisco).

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

SÁBADO 2

Con

Jesús por la mañana

Recibe el nuevo día y ofrece tu

vida a Dios para estar en medio

de tus hermanos acogiendo sus

dolores y compartiendo la vida.

“Cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para

cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, lo tomó en

brazo y alabó a Dios” (Lc 2, 22-24). María puso a Jesús

en brazos de Simeón, Jesús en brazos del pueblo sen-

cillo, compartiendo nuestros anhelos y nuestras espe-

ranzas. “Señor haz que te recibamos hoy y que nuestra

vida sea un modo de ponerte en medio de nuestros

hermanos”. Lleva consuelo al estilo de Jesús. Padre-

nuestro.

PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Mirar los sentimientos.

Serena las ideas y recoge

tus emociones. Descubre

algún detalle de cariño

que hayas recibido y agra-

décelo. Mira en tu corazón

los sentimientos de amor,

de alegría y paz que has

sentido hoy. ¿Recuerdas

las circunstancias que los

despertaron? Disfrútalos y

conversa con el Señor de

ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas para mañana. Ave María

Dar tiempo

Detén la marcha por un momento. ¿Cuánta prisa traes? ¿Qué cosas te

han apurado hoy? Recuerda “El tiempo es superior al espacio. Este princi-

pio… Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o

los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad” (Papa

Francisco). “Señor ayúdame a aquietar el corazón. Ayúdame a disfrutar

de las cosas sencillas, una sonrisa, el aire fresco, una buena comida, una

grata compañía. Abre mi corazón al presente, al aquí y al ahora, y ayúda-

me a soltar lo que me inquieta. Ayúdame a darle tiempo a las cosas”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

DOMINGO 3

Con

Jesús por la mañana

Pon tu mirada en el dolor de

quien sufre el mal y abrázalo,

no te apegues al lamento in-

fecundo.

Recibe la vida del nuevo día y dile a Jesús que cuenta

contigo para ser alivio en medio del sufrimiento, paz

en medio de conflictos, sanación en medio de las vidas

rotas. “Señor dame tu estilo y tus gestos para con mis

hermanos, que no mantenga la mirada en el mal o los

opresores, sino en el dolor de quienes lo sufren, lle-

vando restauración, armonía y consuelo”. “Pero Él pa-

sando por medio de ellos, se marchó” (Lc 4, 21-30).

Padrenuestro

CONFLICTOS

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Reconocer las dificul-

tades.

Respira hondo y cierra

tus ojos. Mira el día, re-

conoce esa gracia espe-

cial recibida y agradé-

cela. Busca en tu corazón esos sentimientos de miedo, desconfianza y

enojo que te envolvieron hoy. Descubre si llegaron a dominarte ¿Qué

actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te dejaron? Ofrece lo vivido

y pide a Dios que te abrace en su amor. Apunta un propósito para ma-

ñana. Ave María

Aceptar el conflicto

¡Qué bueno es detenerse para mirar el corazón! ¿Cómo han sido tus en-

cuentros? ¿Has tenido problemas con los demás? “Señor, que no me

aferre a mis ideas y me abra a la escucha de mis hermanos. Ayúdame a

valorarlos en las diferencias y a suavizar mi corazón mirando la bondad

de su corazón”. “De este modo, se hace posible desarrollar una comu-

nión en las diferencias, que sólo pueden facilitar esas grandes personas

que se animan a ir más allá de la superficie conflictiva y miran a los de-

más en su dignidad más profunda” (Papa Francisco).

CON JESÚS POR LA NOCHE

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

LUNES 4

Con

Jesús por la mañana

Abre tu corazón al día que

se te regala y ofrece vivir

cotidianamente con amor

y acogida las necesidades

de los demás.

La compasión es el estilo de Jesús y debe ser el tuyo

en la relación con tus hermanos. “Vete a tu casa, con

los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo

y cómo ha tenido compasión de ti” (Mc 5, 1-20).

“Señor que sea amable, que no me escandalice la vida

rota, que aprenda de tu cercanía con la fragilidad y el

dolor, que sea signo de tu amor para mis hermanos”.

Padrenuestro

COMPASIÓN

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Cuidar los dones.

Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las

compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descu-

bre en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía

con tus hermanos. ¿Cómo podrías conservar y cultivar esas actitudes

en adelante? Pídele a Dios su punto de vista y apunta un compromiso

para cuidar la libertad en tus actitudes. Ave María

Comunión

Levanta la mirada al cielo y deja

que el Señor te mire. Preséntale

las personas que amas y aquellas

con las que estás enemistado.

“Aquí traigo a tu presencia a quie-

nes amo mucho y a quienes ten-

dría que amar más. Qué fácil me resulta amar a quienes me aman, pero

no a quienes me han hecho daño. Señor, reconcilia nuestros corazones

endurecidos.” “La diversidad es bella cuando acepta entrar constante-

mente en un proceso de reconciliación” (Papa Francisco). ¿Ante quién

endureciste el corazón? Vuelve al encuentro con esa persona.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MARTES 5

Con

Jesús por la mañana

Ofrece el nuevo día al Señor junto a

miles de hermanos que rezan diaria-

mente por la intención del Papa en

su Red.

“Hay tantas vidas rotas, víctimas de violencia y abuso.

Que no me acostumbre a escuchar estas noticias, que

el corazón me duela y la voluntad me mueva a acer-

carme a mis hermanos con fe, sabiendo que eres Tú el

médico que los sana y que te harás presente”. “Si logro

tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré” (Mc 5,

21-43). Ora y trabaja con fe y deja que el Señor haga el

resto. Padrenuestro

FE QUE CURA

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Elegir la vida.

Toma consciencia de cómo te sien-

tes ahora. Agradece los pequeños

detalles que te llenaron de alegría y

esperanza. Mira la dirección gene-

ral de lo vivido ¿Has elegido la vi-

da? ¿Has amado? o ¿Has quedado

fijado al mal humor o al enfado?

Habla con Dios y comprométete

para mañana a elegir la vida, a

abrazar, ayudar, servir, sonreír, a be-

sar. Ave María

Corazón herido

Toma un descanso. Repara fuerzas elevando el corazón al Señor. Vuelve a

ofrecer tu día. “Aquí estoy Señor, puedes contar conmigo. No tomes en

cuenta mis fallos, sólo mira el deseo de continuar mi día contigo”. Refle-

xiona ¿Qué gestos enturbiaron tu mañana? ¿Has respondido con enojo o

deprecio o falta de amor a alguien? Recupera el día y retoma la marcha.

“La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie

podrá poner un límite al amor de Dios que perdona” (Papa Francisco).

Sonríe más en lo que resta del día.

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Para

meditar

Cuando buscamos al Señor, Él

sorprende siempre. Es lo que

hace si le prestamos atención.

A medida que vamos vivien-

do, descubrimos el valor que

tiene el encuentro con Él. Y

justamente eso es lo que sor-

prende, lo que nos descoloca

de nuestra “organizada” vida

diaria. Porque al encontrarnos

con Él, nos encontramos con una “persona” como nosotros. Y esa persona

es al mismo tiempo nuestro Dios.

¿Es realmente posible que al Dios que reconocemos todopoderoso, omni-

potente, omnipresente, que todo lo puede, todo lo sabe, todo lo conoce,

le podamos hablar con la misma sencillez que estamos usando al escribir

estas palabras?

La respuesta es SÍ. Porque Él así lo quiere. Y… “porque Dios está loco”. Sí,

“loco de amor” por nosotros, sus hijos. Sólo la “locura” de Amor explica la

cercanía y confianza para llamarlo “papá”, “ABBÁ”.

José María Mattaldi sj

MEJ — Parroquia Virgen de los Pobres

Mendoza — Argentina

Loco de amor

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Pero sólo una cosa nos permite esta certeza en el Amor de Dios. Sólo la

Fe nos permite esta confianza. La Fe de la que San Pablo dice: “Es la ga-

rantía de lo que se espera, certeza de las realidades que no se ven” (Heb

11).

“Garantía de lo que se espera…” ¿Qué es para nosotros “una garantía”? La

seguridad de la respuesta cuando las cosas fallen, cuando los compromi-

sos no se cumplan. Es esa cláusula de seguridad que hacemos valer cuan-

do entre nosotros faltamos a los compromisos.

La Fe es esa seguridad. La seguridad de la respuesta del Señor cuando

nosotros fallemos, cuando nuestro amor tropiece, cuando todo se desmo-

rone. Él no lo hará porque su amor es fiel, incondicional y para siempre.

Porque el Amor del Señor primerea. Porque el Señor está loco de Amor,

loco de Amor por nosotros”, que somos

sus hijos en El Hijo.

“Es la certeza…” de las realidades que no

se ven con los ojos del cuerpo pero que

se atisban con los ojos del corazón. Es la

convicción de que Su Amor no falla, de

que, aunque no se vea a simple vista, el

retoño de amor siempre está y germina.

Que sea la Fe en su Amor incondicional,

la garantía de la que echemos mano en nuestras esperas y cuando todo

parezca nublarse. Una fe que espera contra toda esperanza.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MIÉRCOLES 6

Con

Jesús por la mañana

Un nuevo día es un regalo

para amar y servir a tus

hermanos. Agradece esta

oportunidad

Concreta tu servicio ofreciendo todo lo que vivas en

comunión con esta Red de Oración y por las víctimas

de abuso, migrantes, prostitución y violencia. El amor

del Señor rompió con reglas, pasó curando, amando,

dando vida a cuantos acudían a Él. “Cuando llegó el

sábado, se puso a enseñar en la sinagoga” (Mc 6, 1-6).

¿Cómo amas tú? ¿Reconoces la urgencia de amar co-

mo primera respuesta ante toda circunstancia? Pre-

gúntate: ¿En esta situación cómo puedo amar más?

Padrenuestro

PRIMERO EL AMOR

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Pedir la gracia.

Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-

cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-

fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad,

sintiendo amor, esperanza y confianza por lo que vivías? ¿Sentiste in-

quietud? Aprendiendo de lo vivido hoy, pide para mañana la gracia que

necesitará tu día para actuar con libertad interior. Ave María

Tomar y compartir

Detén la marcha y acoge lo vivido es-

ta mañana. ¿Has compartido tiempo,

alimento o bienes con otros? ¿Te has

mantenido aislado y en soledad?

“Señor, que abra mi vida a otros, que

aprenda a convivir y compartir. Re-

cuérdame que todo lo que soy y ten-

go es tu don para tomar, hacer crecer

y compartir. No permitas que sea egoísta y solitario”. “Jesús escogió la

comida también para entregar a sus discípulos su testamento espiritual”

(Papa Francisco). Bendice los alimentos, agradécelos porque te ayudan a

vivir y comparte con los que no tienen lo necesario para sostenerse.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

JUEVES 7

Con

Jesús por la mañana

Un nuevo día y con él la

oportunidad de colabo-

rar con Jesús en su mi-

sión de compasión por

el mundo.

Jesús te llama, te invita a estar y trabajar con Él en tan-

tas vidas víctimas de violencia y abuso que necesitan

ser restauradas y sanadas. “Llamó a los Doce y comen-

zó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los

espíritus inmundos” (Mc 6,7-13). “Señor, aquí estoy

puedes contar conmigo. Hazme despierto para reco-

nocer las necesidades de mis hermanos y generoso

para dar respuesta”. Evita las discusiones y peleas, cul-

tiva la mansedumbre con tus hermanos. Padrenuestro

MISIÓN DE COMPASIÓN

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Abrirse a Dios.

Recoge tu semana y descubre cómo Dios te ha buscado. Agradece lo

recibido, el buen humor, la salud, la belleza, tu capacidad para traba-

jar. Mira cómo has vivido. ¿Has actuado con libertad interior? Descu-

bre alguna realidad, debilidades de carácter, persona o situación que

te haya quitado libertad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que

necesitas para crecer en libertad? Concreta un compromiso para la

semana que inicias. Ave María

Admirar la belleza

Aquieta la marcha del día. En

esta pausa te invitamos a po-

ner tu corazón en sintonía con

el Corazón de Jesús. Mira con

detenimiento las maravillas de

Dios, la belleza de la naturale-

za, la bondad de las personas,

tus talentos, la amistad, el tra-

bajo. Sólo admira y agradece.

“El hacerse presente serenamente ante cada realidad, por pequeña que

sea, nos abre más posibilidades de comprensión y de realización perso-

nal” (Papa Francisco). “Señor que no me distraiga, que esté presente en

cada realidad. Que todo sea para mí ocasión para amarte y servirte”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

VIERNES 8

Con

Jesús por la mañana

Acoge el nuevo día y hazlo

oración. Tu vida cotidiana

es el altar de tus entregas

al Señor donde puedes ha-

cer oración la vida y vida la

oración, para que Él trans-

forme tu vida.

“Señor haz que mi vida sea una alabanza, una acción

de gracias y una súplica constantes para que Tú cam-

bies mi corazón de piedra en uno de carne”. “El rey se

llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del

juramento y de los comensales” (Mc 6, 14-29). Que tus

actitudes con tus hermanos reflejen el estilo compasi-

vo y misericordioso de Jesús. Padrenuestro

CORAZÓN DE PIEDRA

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Crecer en libertad.

Aquieta el corazón

y mira cómo has vi-

vido hoy tu liber-

tad. Agradece el

amor dado y recibi-

do. ¿En qué mo-

mentos reconoces

que has estado ani-

mado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se despertaron

en ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad. Toma

un compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para mañana.

Ave María

CON JESÚS POR LA NOCHE

No a la tristeza

Respira profundo y haz un alto en el camino. Vuelve a calibrar tu cora-

zón. ¿Qué sentimientos te habitan? ¿Te has dejado ganar por la tristeza

hoy? La tristeza que enferma el corazón genera encierro y el relamer de

las heridas. “Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la

audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas que-

josos y desencantados con cara de vinagre” (Papa Francisco). Ante cada

dificultad repite en tu corazón: “Contento, Señor, contento”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

SÁBADO 9

Con

Jesús por la mañana

Inicia el nuevo día y con él re-

nueva tu ofrecimiento al Señor

para que Él tome tu vida y la

haga fecunda, puesta al servi-

cio de Su misión.

“Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tienen? Vayan y

vean” (Mc 6,30-34). Deja que estas palabras resuenen

en tu corazón ¿Qué tienes para dar? “Y les demostró

que los pocos panes y peces que tenían, con la fuerza

de la fe y de la oración, podían ser compartidos por

toda aquella gente”. Jesús cuenta con tus panes y tus

peces. ¡Ofrécelos por la intención del mes! Padrenues-

tro

¿QUÉ TIENES PARA DAR?

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Mirar los sentimientos.

Serena las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de ca-

riño que hayas recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimien-

tos de amor, de alegría y paz que has sentido hoy. ¿Recuerdas las cir-

cunstancias que los despertaron? Disfrútalos y conversa con el Señor de

ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas para mañana. Ave María

El consuelo de Dios

Haz una pausa para encontrarte

un momento con el Señor que

te busca. Cierra los ojos y déjate

abrazar por Él. El oficio de Dios

es consolar, y el lenguaje del

consuelo es gozo, iluminación y

descanso al alma. “Finalmente

con esta divina consolación to-

dos los trabajos son placer y to-

das las fatigas descanso. El que camina con este fervor, calor y consola-

ción interior, no hay carga tan grande que no le sea muy dulce” (San Ig-

nacio de Loyola). Descubre el consuelo de Dios en tu día y agradece esta

experiencia. “¡Gracias, Señor por tu abrazo!

Pág. 26

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

DOMINGO 10

Con

Jesús por la mañana

Ofrece tu vida y lo que vivas

hoy para que los hermanos que

sufren dolores de abuso, sean

acogidos en sus vidas y en sus

historias de vida.

Una red de fraternidad “significa hacer que las perso-

nas se levanten, que puedan volver a ponerse en ca-

mino con dignidad, con la fuerza y el coraje de enfren-

tar la vida, valorizando sus talentos y su trabajo”. Abre

tus brazos para recibir a tus hermanos. “Maestro, he-

mos estado bregando toda la noche y no hemos pes-

cado nada; pero basta que tú lo dices, echaré las re-

des” (Lc 5, 1-11). Padrenuestro

DISPONIBLES AL MAESTRO

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Reconocer las dificultades.

Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia espe-

cial recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de

miedo, desconfianza y enojo que te envolvieron hoy. Descubre si llega-

ron a dominarte, ¿Qué actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te

dejaron? Ofrece lo vivido y pide a Dios que te abrace en su amor.

Apunta un propósito para mañana. Ave María

Ausencia de Dios

Aquieta el corazón para una pausa. Toma contacto con tu interioridad. ¿

Cómo está tu corazón? La ausencia de Dios en el alma es desolación.

“Nuestro común enemigo pone todos los inconvenientes posibles, po-

niéndonos muchas veces

tristeza sin saber noso-

tros por qué estamos

tristes… y venimos en

parecer que en todo es-

tamos apartados del Se-

ñor nuestro” (San Ignacio

de Loyola). ¿Sientes se-

quedad en el alma, des-

gano y pesadez espiri-

tual? No te desanimes, ten paciencia, el Señor está presente. Pídele que

se haga sentir.

Pág. 28

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

LUNES11

Con

Jesús por la mañana

Nuevo día, nueva oportu-

nidad para amar y servir a

Dios y a los hermanos,

ofrécelo por los que bus-

can acogida en su situa-

ción de marginación.

El Evangelio, hoy nos habla de los corazones que bus-

can con fe a Dios: “Y dondequiera que entraba, coloca-

ban a los enfermos en las plazas y le pedían que les

dejara tocar siquiera la orla de su manto” (Mc 6, 53-

56). ¿Deseas encontrarte con el Señor cada día? Búsca-

lo en las cosas sencillas, en un servicio, en una sonrisa,

en una charla y disfruta del encuentro. Padrenuestro

BUSCA AL SEÑOR

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Cuidar los dones.

Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las

compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descu-

bre en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía

con tus hermanos. ¿Cómo podrías conservar y cultivar esas actitudes en

adelante? Pídele a Dios su punto de vista y apunta un compromiso para

cuidar la libertad en tus actitudes. Ave María

Desacuerdos y diálogos

Haz un alto en el camino de

hoy. Detente a dejar que

Dios te mire. ¿Cómo has vi-

vido esta mañana? ¿Cómo

va tu día? “Señor no dejes

que me ganen los enojos y

las impaciencias. Ayúdame a

hacer la experiencia de la es-

pera, de la calma y humil-

dad. Deseo un corazón como el tuyo sencillo y manso”. Tolera con pa-

ciencia los desacuerdos y dialoga con tus hermanos. “El diálogo es ex-

presión de caridad, porque, aun no ignorando las diferencias, puede

ayudar a buscar y compartir el bien común” (Papa Francisco).

Pág. 30

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MARTES 12

Con

Jesús por la mañana

Recibe un nuevo amanecer y ofrece al Se-

ñor la vida de tantas personas que son

víctimas de explotación y abuso, para que

sean recibidas y ayudadas en su dolor.

La Red de Oración de Argentina nos ayuda a rezar este

mes. “Les decía también: Qué bien violáis el manda-

miento de Dios para conservar vuestra tradición” (Mc

7, 1-13). “Señor que nada se anteponga al manda-

miento del amor, ni las fronteras, ni los límites, ni los

prejuicios, sólo la solidaridad y la compasión. Aquí es-

toy Señor puedes contar conmigo”. Abre el corazón a

tus hermanos. Padrenuestro

AMAR CON GESTOS

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Elegir la vida.

Toma consciencia de cómo te sientes ahora. Agradece los pequeños de-

talles que te llenaron de alegría y esperanza. Mira la dirección general de

lo vivido, ¿Has elegido la vida? ¿Has amado? o ¿Has quedado fijado al

mal humor o al enfado? Habla con Dios y comprométete para mañana a

elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a besar. Ave María

¿Qué tengo que aprender?

Detén la marcha del día para un

momento con Dios. “Señor, ¿qué

tengo que aprender? Quiero ex-

pandir mi vida y abrir las puertas

de mi corazón a la novedad que

me regalas cada día. Quiero

aprender de cada circunstancia el

mensaje que trae para mí”. Acoge

lo que vivas, déjate sorprender y

pregúntate ¿Qué tengo que

aprender de esto que me sucede? “Cada criatura refleja algo de Dios y

tiene un mensaje que enseñarnos” (Papa Francisco). Apunta los aprendi-

zajes de hoy.

Pág. 32

Para

meditar

El Evangelio vuelve a recordarnos una vez más, quiénes somos nosotros y

quién es Jesús. La Buena Noticia nos ayuda a poner nuestra vida de cara a

Dios. Nos recuerda Jesús que nosotros somos casa de oración y no cueva

de bandidos. Somos templo del Espíritu, somos sagrados, somos de Dios.

Jesús, en este misterio de su vida,

nos pone de frente a nuestra reali-

dad más sagrada ¿de dónde veni-

mos? ¿de quién somos?: somos de

Dios. Por eso su misión es poner-

nos de cara a ese Dios que es

nuestro origen y nuestro fin último,

ponernos a la escucha de su pala-

bra, en clave de oración, de escu-

cha, de diálogo, de palabra que se

asume, se acoge. Palabra que se

devuelve en clave de súplica, de

alabanza, y también de ofrecimien-

to.

Cuando olvidamos esta verdad,

cuando olvidamos que somos casa

de oración y empezamos a negociar haciendo lugar a las cosas del mundo

que nos alejan de esta verdad, Jesús irrumpe, se hace presente aboga por

nosotros haciéndose cargo de la situación.

ERES CASA DE ORACIÓN Ignacio Rey Nores sj

MEJ Parroquia San Ignacio Montevideo - Uruguay “Mi casa será casa de oración”.

Lc 19, 45-48

Pág. 33

¿Cómo? Expulsa a los mercaderes que hemos dejado entrar. Él es el que

nos purifica de todas nuestras manchas e idolatrías.

¡Qué cosa más linda que Jesús nos remita a la grandeza o a la belleza de

Dios en nosotros! ¡Somos casa de Dios! ¡Qué maravilla poder hacer esta

experiencia de lo sagrado en nosotros!

Y en ese sentido qué compromiso el de nuestras comunidades cristianas,

el de tener abiertos nuestros templos, para que nuestra gente pueda hacer

esta experiencia de lo sagrado. Somos Templo del Espíritu Santo, la mejor

catedral, así de grandes, así de luminosos, y qué picardía es que lo olvide-

mos. Que le demos lugar a esas ofertas tramposas de la vanidad, de la co-

modidad y a todos esos bandidos a los que le damos lugar.

Es una buena imagen para los jóvenes, recuerden que son casa de oración,

no antros. Y esta puede ser una buena imagen para pensar en cómo vivi-

mos nuestra sexualidad,

como nos relacionamos,

cómo tratamos a los

otros. Hermanos que co-

mo yo son también la

mejor catedral.

Hay un Jesús que está

comprometido en recor-

darnos que no somos

cueva de bandidos. So-

mos la mejor catedral.

ERES C

ASA D

E ORACIÓ

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MIÉRCOLES 13

Con

Jesús por la mañana

Recibe el nuevo día con esperanza reno-

vada ofreciéndote a colaborar con Jesús

por todos los hermanos y hermanas del

mundo que buscan solidaridad por su si-

tuación de migración.

“Cada forastero que llama a nuestra puerta es una

ocasión de encuentro con Jesucristo…nuestra respues-

ta común se podría articular entorno a cuatro verbos:

acoger, proteger, promover e integrar” (Papa Francis-

co). “También decía: lo que realmente contamina al

hombre es lo que sale de él” (Mc 7, 14-23). Que de tu

corazón broten gestos de hermandad. Padrenuestro

EL ESTILO DE JESÚS

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Pedir la gracia.

Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-

cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-

fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con liber-

tad, sintiendo amor, espe-

ranza y confianza por lo que

vivías? ¿Sentiste inquietud?

Aprendiendo de lo vivido

hoy, pide para mañana la

gracia que necesitará tu día

para actuar con libertad in-

terior. Ave María

Amor que empobrece

Eleva tu mirada al cielo, busca la mirada de Dios sobre ti. ¿Dónde tienes

puesta tu confianza? ¿Dónde buscas seguridad? “Todos los bienes que

tenemos, el Señor nos lo da para hacer que el mundo vaya adelante, pa-

ra que la humanidad siga adelante, para ayudar a los demás” (Papa Fran-

cisco). Prívate de algo en favor de otro, te ayudará a crecer en libertad.

No te distraigas, tu vida no depende de lo que posees. “Sólo en Dios

pongo mi confianza, sólo en Dios pongo mi afición, sólo en Dios pongo

mi esperanza, vivo para Dios”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

JUEVES14

Con

Jesús por la mañana

Agradece el nuevo día y

pon en el altar de tu vi-

da todo lo que te toque

vivir.

El Señor acoge hoy a una extranjera necesitada. “Él en-

tonces le dijo: Por eso que acabas de decir, puedes ir-

te; el demonio ha salido de tu hija” (Mc 7, 24-30).

“Señor haz que mi corazón se conmueva ante la nece-

sidad y el dolor de quienes dejan su patria con la es-

peranza de un futuro digno, y que mis gestos acojan la

necesidad de mis hermanos”. Padrenuestro

ESCUCHAR CON EL CORAZÓN

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Abrirse a Dios.

Recoge tu semana y descubre cómo Dios te ha buscado. Agradece lo

recibido, el buen humor, la salud, la belleza, tu capacidad para trabajar.

Mira cómo has vivido. ¿Has actuado con libertad interior? Descubre al-

guna realidad, debilidades de carácter, persona o situación que te haya

quitado libertad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que necesitas

para crecer en libertad? Concreta un compromiso para la semana que

inicias. Ave María

¿Qué te mueve?

Detén la marcha para re-

parar fuerzas y lanzar la

segunda mitad del día. ¿

Cómo has vivido hoy? A

veces podrías experimen-

tarte desorientado y frus-

trado porque a pesar de

buscar y desear el bien, habitan en ti actitudes egoístas que te dañan a ti

y a otros. Las motivaciones no siempre son tan claras, por momentos ex-

perimentamos mezcla de generosidad y egoísmo, de compasión y

desamor. Toma conciencia de las fuerzas que habitan en tu corazón y a

dónde te llevan. Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, dame humildad

para verme tal cual soy”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

VIERNES 15

Con

Jesús por la mañana

Recibe el nuevo día y di-

le al Señor que puede

contar contigo para ha-

cer de este mundo un

lugar más fraterno.

El Papa Francisco nos invita a acoger a los migrantes, a

darles cuidados, protección y a integrarlos a nuestras

comunidades. Acoger es restaurar sus vidas. “Jesús,

apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en

los oídos y con su saliva le tocó la lengua” (Mc 7, 31-

37). ¿Es tu comunidad de puertas abiertas? ¿Acoges a

los “forasteros” en tu vida? Abre puertas deja entrar a

tus hermanos. Padrenuestro

RESTAURAR LA VIDA

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Crecer en libertad.

Aquieta el corazón y mira có-

mo has vivido hoy tu libertad.

Agradece el amor dado y reci-

bido. ¿En qué momentos reco-

noces que has estado anima-

do, esperanzado y de buen hu-

mor? ¿Qué actitudes se des-

pertaron en ti? Detente a dis-

frutar y agradece esa experien-

cia de libertad. Toma un compromiso para cultivar el ánimo y buen hu-

mor para mañana. Ave María.

La vida de Jesús

Elegir a Jesús es elegir la vida, y esta elección se concreta en nuestras ac-

titudes cotidianas y en nuestras decisiones de todos los días. ¿Cómo va

tu día? Descubre lo que llevas en el corazón: miedo, amor, egoísmo, en-

trega, alegría, tristeza, encuentro, confrontación. ¿Qué has elegido en lo

que va del día? “Seguir a Jesús significa compartir su amor misericordio-

so, entrar en su gran obra de misericordia para cada hombre y para to-

dos los hombres” (Papa Francisco). Apunta lo que descubras y has un

propósito para lo que resta del día.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

SÁBADO 16

Con

Jesús por la mañana

Inicia el día con alegría y

disposición a vivir con

atención lo que el Señor

te regale.

Tu vida es alimento para otros, esa es tu misión en este

mundo. En todo lo que emprendas hoy disponte a

compartir, a dar, a ayudar, a entregarte a ti mismo. “¿

Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí, en lu-

gar tan inhóspito? Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes

tenéis? (Mc 8, 1-10). Ofrece el día por las personas que

son víctimas de la trata, para que encuentren compa-

sión y solidaridad. Padrenuestro

DAR DE COMER

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Mirar los sentimientos.

Serena las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de cari-

ño que hayas recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimientos

de amor, de alegría y paz

que has sentido hoy. ¿

Recuerdas las circunstan-

cias que los despertaron?

Disfrútalos y conversa con

el Señor de ellos. Ofrécelos

y pide lo que deseas para

mañana. Ave María

Alegría en la lucha

Detén la marcha del día. Repasa el ánimo con el que has vivido tu maña-

na. ¿Cómo has llevado las dificultades? “Nadie puede emprender una lu-

cha si de antemano no confía plenamente en el triunfo” (Papa Francisco).

“Señor, has que funde mi alegría en Ti, en que he sido elegido para vivir,

amar y ser amado por ti. Que mis expectativas no cumplidas no me hun-

dan ni mis fragilidades me desanimen”. Recuerda que la plenitud es un

camino y no un destino. Desecha la aspiración perfeccionista que endu-

rece el alma.

Pág. 42

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

DOMINGO 17

Con

Jesús por la mañana

Levanta la mirada al cielo y agrade-

ce un nuevo día, ofrécelo con el co-

razón abierto a tantos hermanos

que necesitan ser recibidos en su

dolor.

“Señor que no sea sordo al llamado y la búsqueda de

mis hermanos, que abra mi corazón y mi vida para

acoger y proteger”. “Bienaventurados los que tenéis

hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventura-

dos los que lloráis ahora, porque reiréis” (Lc 6, 21).

Ofrece el día para que esta esperanza sea concreta en

la vida de muchos. Padrenuestro

BIENAVENTURADOS

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Reconocer las dificultades.

Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia espe-

cial recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de

miedo, desconfianza y enojo que te envolvieron hoy. Descubre si lle-

garon a dominarte ¿Qué actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te

dejaron? Ofrece lo vivido y pide a Dios que te abrace en su amor.

Apunta un propósito para mañana. Ave María

Amor que sana

Inicia la tarde con el Señor. El amor y la misericordia sanan y alivian el

dolor. La experiencia de la comprensión y el perdón ante los errores em-

puja a las personas a recomenzar de nuevo, les abre el horizonte y las

pone a caminar nuevamente. ¿Cómo

han sido tus gestos hoy ante los

errores de tus hermanos? “Dame Se-

ñor un corazón misericordioso que

no se inmovilice ante el dolor, ni se

endurezca ante el error. Dame un co-

razón enamorado de Ti y de tu

Reino”. Relanza para el resto del día

un amor que sane a quien necesite de ti.

Pág. 44

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

LUNES 18

Con

Jesús por la mañana

Alégrate de un día más en el

que el Amor de Dios te aco-

ge y sostiene.

Tu vida es signo visible del modo en que el Señor ama.

“Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser,

dijo: ¿Por qué esta generación pide un signo? (Mc 8,

12). “Señor que mis gestos de hoy sean signo visible

del Amor que nos tienes, de tu entrega y de tu compa-

sión por toda la humanidad. Que mis hermanos al re-

cibirme, sea a Ti a quien reciban, que al verme sea a Ti

a quien vean”. Padrenuestro

DUROS DE CORAZÓN

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Cuidar los dones.

Recógete. Toma consciencia de

tu día y agradece los encuen-

tros, las compañías, las palabras

que te han hecho bien. Mira lo

vivido y descubre en qué mo-

mento te has sentido libre en

tus acciones y en armonía con

tus hermanos. ¿Cómo podrías

conservar y cultivar esas actitudes en adelante? Pídele a Dios su punto de

vista y apunta un compromiso para cuidar la libertad en tus actitudes.

Ave María

Superar el miedo

Haz una pausa en el día y levanta tu mirada al Señor. ¿Has sentido miedo

hoy? “En los momentos en que las dudas y los miedos inundan nuestros

corazones, resulta imprescindible el discernimiento. Nos permite poner

orden en la confusión de nuestros pensamientos y sentimientos, para ac-

tuar de una manera justa y prudente” (Papa Francisco). Sustituye los pen-

samientos que te generan temor por aquellos que vienen del amor que

Dios te tiene. Repite en tu corazón: “No temas, el Señor está conmigo”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MARTES 19

Con

Jesús por la mañana

Inicia el nuevo día con

corazón agradecido y

confiado en que Dios

nos cuida.

“¿Por qué están hablando de que no tienen panes? ¿

Aún no comprenden ni entienden? ¿Teniendo ojos no

ven y teniendo oídos no oyen?” Mc 8, 14-21). “Jesús

nos muestra la generosidad y el cuidado premuroso

del Padre de tantas formas: con su palabra, con sus

gestos, con su acogida hacia todos, en especial hacia

los pecadores, los pequeños y los pobres” (Papa Fran-

cisco). Confía en el Señor y ofrece el día por la inten-

ción del mes. Padrenuestro

CONFIANZA

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Elegir la vida.

Toma consciencia de cómo te sientes ahora. Agradece los pequeños de-

talles que te llenaron de alegría y esperanza. Mira la dirección general de

lo vivido ¿Has elegido la vida? ¿Has amado? o ¿Has quedado fijado al

mal humor o al enfado? Habla con Dios y comprométete para mañana a

elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a besar. Ave María

Gratuidad

Toma un descanso de tus actividades para encontrarte con el Señor. ¿

Qué motivos han movido tus gestos de hoy? “La enseñanza de Jesús es

clara: "no hagas cosas por interés", no elijas tus amistades por conve-

niencia…el "mensaje de Jesús" es exactamente lo contrario: la

"gratuidad", que

"ensancha la vida" (Papa

Francisco). Repite en tu

corazón: “Señor que sólo

busque agradarte, que

abra mi corazón a las ne-

cesidades de mis herma-

nos sin esperar nada a

cambio. Que todo sea

por amor a Ti”.

Pág. 48

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MIÉRCOLES 20

Con

Jesús por la mañana

Recibe el nuevo día que co-

mienza agradecido en tu cora-

zón y ofrece tu día por el

desafío que nos da el Papa por

la acogida generosa de las víc-

timas de la trata de personas,

de la prostitución forzada y de

la violencia.

Se compasivo con el dolor, reza con tu vida por tus

hermanos. “¿Ves algo? Él alzando la vista, dijo: veo a

los hombres, pero los veo como árboles que andan.

Después, volvió a ponerle las manos en los ojos y co-

menzó a ver perfectamente” (Mc 8, 22-26). Mira el do-

lor y actúa aliviando. Padrenuestro

MIRAR EL DOLOR

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Pedir la gracia.

Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-

cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desafíos

enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad, sin-

tiendo amor, esperanza y

confianza por lo que vi-

vías? ¿Sentiste inquietud?

Aprendiendo de lo vivido

hoy, pide para mañana la

gracia que necesitará tu

día para actuar con liber-

tad interior. Ave María

Humus

Mira cómo has vivido lo que va del día. ¿Cómo has tomado las contrarie-

dades? “La humildad sólo puede llegar a un corazón a través de las hu-

millaciones. No hay humildad sin humillaciones, y si tú no eres capaz de

aceptar algunas humillaciones en tu vida, no eres humilde” (Papa Fran-

cisco). ”Señor, ayúdame a aceptar algunas verdades, aunque no me gus-

ten. Que no me defienda cuando mis hermanos me hagan una correc-

ción, aunque sea injusta. Que aprenda del vivir en silencio la contrarie-

dad, por amor a Ti y a mis hermanos”.

Pág. 50

Para

meditar

Cada día en Click to Pray cuentas con la oportunidad de cerrar tu jornada

con una pequeña pausa que te invita a recoger el día. Este tercer momen-

to de oración es un “detenerse” para volver a pasar por el corazón todo lo

que te ha tocado vivir.

Este momento de oración es muy valioso para habituarnos a cerrar el día

con el Señor y que Él nos muestre con su mirada cómo hemos vivido. Es

un verdadero encuentro para estar con Él, conversar como amigos y pla-

near juntos la próxima jornada.

Te propongo un peque-

ño ejercicio. Comienza

este momento de ora-

ción tomando distancia

de las actividades de la

jornada. Es necesario

que encuentres un lugar

apropiado y un tiempo

tranquilo. Podrá ayudar-

te tomar una posición

cómoda y aquietar la

respiración. Hazte presente a ti mismo y procura calmar los pensamientos

agitados y erráticos.

CON JESÚS POR LA

NOCHE María Bettina Raed

Directora Regional Argentina - Uruguay Co-Coordinadora Internacional Click to Pray. Red Mundial de Oración del Papa AO / MEJ

Pág. 51

Habiendo entrado en la calma del corazón, piensa en algo que quieras

agradecer, algo especial que hayas vivido, personas, lugares. Luego, pre-

gúntale a Dios: Señor, dónde has estado presente hoy. Y mira como si

fuera una película lo que has vivido, buscando Su Presencia en los aconte-

cimientos. Agradece por todo.

Una vez que tengas en tu corazón y en tu mente lo que has vivido, pre-

gúntate qué te hubiera gustado que fuera diferente, y reconoce si esa si-

tuación necesita ser perdonada o enmendada. Si así fuera, pide perdón y

sigue adelante

con un propósito

para el día si-

guiente. Pregún-

tale al Señor qué

esperas de mí

para mañana.

Cierra esta ora-

ción poniéndolo

todo en manos

del Señor, la vida, el trabajo, los amigos, los desafíos, todo lo que eres y

tienes para que descansen en Él esa noche y te los retorne renovados al

día siguiente.

Esta pausa te ayudará a reconocer a Dios en lo que vivas y a agradecer

por todo, poniendo el día bajo la mirada de Dios. Y a evitar el engaño de

quedarte sólo con los momentos que más te impactan, nublando otros

que, por discretos pasan desapercibidos. Todo tu día ocurre bajo la mirada

de Dios y esa mirada es la que debes recuperar al final de cada día.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

JUEVES 21

Con

Jesús por la mañana

Ofrece tu corazón al Señor

para que Él lo transforme.

Toma el Evangelio:

“Él les preguntó: Pero vosotros, ¿quién decís que soy

yo? (Mc 8, 27-33). Deja que las palabras resuenen en

tu interior. “El Evangelio de hoy también interpela a ca-

da uno de nosotros. ¿Cómo va tu fe? Cada uno res-

ponda en su corazón. ¿Cómo va tu fe? ¿Cómo es? ¿

Qué encuentra el Señor en nuestros corazones? ¿Un

corazón firme como la piedra o un corazón arenoso, es

decir, dudoso, difidente, incrédulo? Nos hará bien en la

jornada de hoy pensar en esto.” (Papa Francisco). Pa-

drenuestro

EL SEÑOR

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Abrirse a Dios.

Recoge tu semana y descubre cómo Dios

te ha buscado. Agradece lo recibido, el

buen humor, la salud, la belleza, tu capaci-

dad para trabajar. Mira cómo has vivido. ¿

Has actuado con libertad interior? Descu-

bre alguna realidad, debilidades de carác-

ter, persona o situación que te haya quita-

do libertad interior. ¿Estás abierto a recibir

la gracia que necesitas para crecer en li-

bertad? Concreta un compromiso para la

semana que inicias. Ave María

Soberbia

Haz un corte en el día. Recuerda que Dios va contigo. ¿Cómo ha sido tu

trato con tus hermanos esta mañana? “Quiero aprender a amar mejor a

mis hermanos. A sonreírles más, a tener una palabra amable, a no devol-

ver una mala respuesta y a estar atento a sus necesidades. Que no me

crea mejor que nadie, ni peor que ninguno. Que me sienta hermano de

todos, hijos del mismo Padre”. “La soberbia es la semilla de todos los

conflictos” (Papa Francisco). ¿En qué gestos concretos puede crecer tu

amor a los demás?

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

VIERNES 22

Con

Jesús por la mañana

Ten esperanza y fe en el

Señor que te ama incondi-

cionalmente, Él cuenta

contigo. Dile al Señor, co-

mo Pedro, que Él es el cen-

tro de tu corazón.

“Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no

te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre

que está en los cielos” (Mt 16, 17). Si el Señor encuen-

tra en nuestro corazón una fe, no digo perfecta, pero

sí sincera, genuina, entonces Él ve también en nosotros

piedras vivas con las cuales construir su comunidad.

(Papa Francisco). ¿Qué encuentra el Señor en tu cora-

zón? Padrenuestro

CÁTEDRA DE PEDRO

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Crecer en libertad.

Aquieta el corazón y mira cómo has vivido hoy tu libertad. Agradece el

amor dado y recibido. ¿En qué momentos reconoces que has estado

animado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se despertaron

en ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad. Toma

un compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para mañana. Ave

María

Estar en el presente

Haz una pausa en tu día. ¿

Cuánta atención has puesto

a tus actividades? ¿Te has

hecho presente a Dios y a

tus hermanos? Vivimos muy

distraídos, dispersos en in-

numerables cosas abiertas

simultáneamente, sin poder

prestarles total atención.

Nos adormila el pasado y nos llena de ansiedad el futuro. El presente es

el lugar de encuentro con el Señor, el único instante para responder con

amor y disponibilidad al amor de Dios. Recuerda orar por los migrantes

que buscan un lugar para vivir. Repite en tu interior: “A cada día le basta

su afán”.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

SÁBADO 23

Con

Jesús por la mañana

Inicia el nuevo día con un

corazón dispuesto a amar

y servir a Dios y a los her-

manos.

Dice el Señor: “Este es mi Hijo amado; escúchenlo” (Mc

9, 1-12). “Sería útil dedicar una «jornada para escu-

char». Sumergidos como estamos en la «confusión»,

en las palabras, en las prisas, en nuestro egoísmo, en

la «mundanidad», corremos el riesgo de permanecer

«sordos a la Palabra de Dios», de «endurecer» nuestro

corazón, y de «perder la fidelidad» al Señor. Es necesa-

rio «detenerse» y «escuchar»” (Papa Francisco). Ofrece

el día y presta tu oído a Dios y a los demás. Padre-

nuestro

ESCUCHAR AL HIJO

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ÍA CON JESÚS POR LA NOCHE

Mirar los sentimientos.

Serena las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de ca-

riño que hayas recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimien-

tos de amor, de alegría y paz que has sentido hoy. ¿Recuerdas las cir-

cunstancias que los despertaron? Disfrútalos y conversa con el Señor de

ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas para mañana. Ave María

Aceptar a los demás

Aceptar a tu hermano es di-

ferente a aprobar lo que ha-

ce. Aceptar es dejar ser a la

otra persona, permitir que se

exprese, que se manifieste,

en cambio aprobar es dar

apoyo a la expresión de la otra persona. Si deseas conocer a tu hermano

debes aceptarlo, dejar que se exprese, que se manifieste en su modo y

con su estilo, sin juzgarlo. No podrás amar si no conoces y no podrás co-

nocer si no aceptas. ¿Te das oportunidad para conocer a tus hermanos o

juzgas apresuradamente sus conductas?

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

DOMINGO 24

Con

Jesús por la mañana

Abre tu corazón al nue-

vo día, acoge y ofrece lo

que hoy el Padre te re-

gala.

“Sean compasivos como su Padre es compasivo. No

juzguen y no serán juzgados; perdonen y serán perdo-

nados. Den y se les dará.” (Lc 6, 27-38). «Que en todo

el mundo las comunidades cristianas se conviertan ca-

da vez más y mejor en signo concreto del amor de

Cristo por los últimos y los más necesitados» (Papa

Francisco). Mira a tus hermanos con buenos ojos y re-

za especialmente por los migrantes que buscan ser

acogidos con compasión. Padrenuestro

SEAN COMPASIVOS

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Reconocer las dificultades.

Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia especial

recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de miedo,

desconfianza y enojo que te

envolvieron hoy. Descubre si

llegaron a dominarte ¿Qué

actitudes despertaron en ti?

¿Qué mensaje te dejaron?

Ofrece lo vivido y pide a

Dios que te abrace en su

amor. Apunta un propósito

para mañana. Ave María

Conocer a los demás

Toma un tiempo para respirar y tomar el pulso de tu jornada. ¿Cómo has

vivido este tramo del día? ¿Cómo ha sido la convivencia con tus herma-

nos? Por mucho que nos acerquemos a las personas y creamos conocer-

las, ellas siempre guardan una cuota de misterio. Conocer es también

aceptar ese misterio. "El mejor antídoto contra toda forma de violencia"

es la concepción de "la diferencia como riqueza y fecundidad" (Papa

Francisco). ¿Aceptas con amor lo que no entiendes? Respeta el misterio

que es cada persona.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

LUNES 25

Con

Jesús por la mañana

Recibe el nuevo día, el

Señor te ama un día

más y espera tu corazón

abierto y dispuesto a

amarlo.

“Jesús le dijo: ¡Qué es eso de si puedes! ¡todo es posi-

ble para quien cree!” (Mc 9, 13-28). Pon en manos del

Señor todo lo que hoy vivas, confía en que Él hará fe-

cundo tus trabajos, tus alegrías y tus dolores. “Señor

aquí estoy con todo lo que soy y tengo. En tus manos

lo pongo en ofrenda por la vida de quienes buscan

consuelo en sus vidas”. Confía tu día al Señor. Padre-

nuestro

TENER FE

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Cuidar los dones.

Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las

compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descubre

en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía con

tus hermanos. ¿Cómo po-

drías conservar y cultivar

esas actitudes en adelan-

te? Pídele a Dios su punto

de vista y apunta un com-

promiso para cuidar la li-

bertad en tus actitudes.

Ave María

¿Cómo amas?

Haz un alto en el día para calibrar el corazón y examinar el amor con que

lo llevas adelante. ¿Cuánto has amado hoy? “El amor es concreto, está

más en las obras que en las palabras” (Papa Francisco). “Dame gestos de

amor para entregar a mis hermanos, que sea tu Corazón tierno el que los

ame a través de mis manos y mis palabras. Sé tú Señor y no yo, el que se

acerque a ellos. Que yo sólo sea una excusa para que ellos te encuentren

a Ti”. Relanza la segunda mitad del día deseando amar más.

Pág. 62

Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MARTES 26

Con

Jesús por la mañana

Agradece el nuevo día y

ofrécelo a Dios por la in-

tención que Francisco

nos encomienda.

Únete a la Red de Oración que sigue rezando acompa-

ñada por los hermanos de Argentina que nos hacen

llegar estas oraciones. Sirve rezando por los que nece-

sitan nuestras plegarias. “Entonces se sentó, llamo a

los Doce, y les dijo: si uno quiere ser el primero, que

sea el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,

29-36). Reza y trabaja, lleva tu oración a la vida y tu vi-

da a la oración. Sirve en esta Red de Oración. Padre-

nuestro

EL PODER DEL SERVICIO

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Elegir la vida.

Toma consciencia de cómo te

sientes ahora. Agradece los

pequeños detalles que te lle-

naron de alegría y esperanza.

Mira la dirección general de lo

vivido ¿Has elegido la vida? ¿

Has amado? o ¿Has quedado

fijado al mal humor o al enfa-

do? Habla con Dios y compro-

métete para mañana a elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a

besar. Ave María

La constante

Detén la marcha del día para mirar el corazón. Vuelve los ojos al Señor

que camina contigo. Sólo una cosa debe mover tu día, el amor a tus her-

manos. “El amor por los demás debe convertirse en la constante de

nuestra existencia” (Papa Francisco). ¿Demuestras amor a quienes tienes

cerca? ¿Te comprometes con sus necesidades? Abre tu corazón a otros,

continúa ofreciendo especialmente por quienes sufren abuso, destierro y

violencia para que encuentren consuelo y amor en sus hermanos.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

MIÉRCOLES 27

Con

Jesús por la mañana

Bendice el nuevo día. Ben-

dice a quienes encuentres,

todo lo que hoy el Señor

te regale.

Acoge la vida con corazón sencillo como los niños que

de todo se asombran. “El que acoja a un niño como

éste en mi nombre, a mí me acoge; y el que me acoja a

mí, no me acoge a mí, sino a Aquel que me ha envia-

do.” (Mc 9, 37-39). Recibe a las personas que hoy en-

cuentres y ofrécelas al Señor para que él las ayude a

caminar, las acompañe y les haga sentir su amor. Ama

con corazón abierto. Padrenuestro

NIÑOS

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Examinar el corazón

“Custodiar quiere decir enton-

ces vigilar sobre nuestros senti-

mientos, nuestro corazón, por-

que ahí es de donde salen las

intenciones buenas y malas: las

que construyen y las que des-

truyen. No debemos tener mie-

do de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura” (Papa Francisco). Si

permaneces atento a tu corazón descubrirás los sentimientos que te dan

plenitud y los que te quitan vida. Recibe los primeros y deshazte de los

segundos. Lleva apunte de ellos y fortalecerás tu vida interior. Pon en

práctica la vigilancia y el examen de tu corazón.

Pedir la gracia.

Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-

cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-

fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad,

sintiendo amor, esperanza y confianza por lo que vivías? ¿Sentiste in-

quietud? Aprendiendo de lo vivido hoy, pide para mañana la gracia que

necesitará tu día para actuar con libertad interior. Ave María.

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Padre bueno, sé que

estás conmigo.

Aquí estoy en este

nuevo día.

Pon una vez más mi

corazón

junto al corazón de tu

hijo Jesús.

Que se entrega por

mi

y que viene a mí en

la Eucaristía.

Que tu Espíritu Santo

me haga su amigo

y su apóstol disponi-

ble a su misión. Pon-

go en tus manos

mis alegrías y espe-

ranzas,

mis trabajos y sufri-

mientos.

Todo lo que soy y ten-

go.

En comunión con mis

hermanos y herma-

nas de esta red mun-

dial de oración.

Con María, te ofrezco

mi jornada por la mi-

sión de la iglesia y

por las intenciones

del Papa para este

mes.

Ofrecimiento

Diario

JUEVES 28

Con

Jesús por la mañana

Acoge el nuevo día y

pregúntale al Señor ¿

Qué bien puedo hacer

hoy Señor? ¿Qué espe-

ras de mí?

Ayúdame a ser signo de tu presencia entre mis herma-

nos y no obstáculo en sus vidas. “Al que escandalice a

uno de estos pequeños que creen, le iría mejor si le

pusieran una de esas piedras de molino que mueven

los asnos y que lo echasen al mar.” (Mc 9,40-49). Haz el

bien, ayuda a quien te pide y ofrece en este último día

del mes todo lo que vivas por la intención del Papa.

Padrenuestro

SÓLO HACER EL BIEN

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CON JESÚS POR LA NOCHE

Abrirse a Dios.

Recoge tu semana y descubre có-

mo Dios te ha buscado. Agradece

lo recibido, el buen humor, la sa-

lud, la belleza, tu capacidad para

trabajar. Mira cómo has vivido. ¿

Has actuado con libertad interior?

Descubre alguna realidad, debili-

dades de carácter, persona o si-

tuación que te haya quitado liber-

tad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que necesitas para crecer en

libertad? Concreta un compromiso para la semana que inicias. Ave María

Cuida la sencillez

“Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también

el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio

que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el ser-

vicio humilde, concreto” (Papa Francisco). Vigilar el corazón es la base

para descubrir qué lo mueve, cuál es el motor de tus actitudes. La humil-

dad y sencillez es el estilo de Jesucristo que debe inspirar tu vida. Presta

atención a tus actitudes y elige aquellas que te acercan al estilo de Jesús.

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