Recordando la "Bohemia de Trujillo"

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Recordando a la «Bohemia de Trujillo» Hugo Vallenas Abraham Valdelomar escucha composiciones de Carlos Valderrama, integrante de la «Bohemia de Trujillo» en casa de Macedonio de la Torre, mayo de 1918. El «Grupo Norte» o «Bohemia de Trujillo» surgido hacia 1914 y cuya actividad se prolonga hasta 1932, fue el más brillante movimiento generacional literario y artístico de la primera mitad del siglo XX. Entre los numerosos talentos que surgieron de sus filas destaca nuestro gran poeta universal César Vallejo, un excepcional artista plástico como Macedonio de la Torre, un músico de gran originalidad como Carlos Valderrama y un novelista sin par como Ciro Alegría. Tuvo también entre sus integrantes, entre 1914 y 1916, a un joven orador, periodista y dramaturgo: Víctor Raúl Haya de la Torre. El gran promotor y organizador de la Bohemia de Trujillo fue Antenor Orrego Espinoza (nacido en la hacienda Montán, Chota, el 22 de mayo de 1892 y fallecido en Lima el 17 de julio de 1960) quien tiene un alto sitial en la historia de la cultura peruana por sus propios méritos como filósofo, ensayista y crítico literario. Antenor Orrego y la «Bohemia de Trujillo» En los diccionarios biográficos peruanos Antenor Orrego suele ser etiquetado como «escritor y periodista». Esta descripción resulta insuficiente. Conocemos muchos escritores y periodistas. Se caracterizan por desarrollar una actividad individualista, pugnando por ocupar un lugar destacado en los medios de comunicación ya existentes. Orrego no calza en ese modelo. Destaca nítidamente como un comunicador que busca innovar los medios y organizar iniciativas culturales que desafíen el orden establecido. Y Trujillo fue su gran centro de operaciones. Debemos a Antenor Orrego la organización del primer espacio libre de difusión y discusión de ideas de avanzada en el diario «La Reforma» de Trujillo, en 1914. En ese espacio singular se fue gestando el movimiento generacional identificado como la «Bohemia de Trujillo». Desde el diario «La Reforma», Orrego unió a los diversos exponentes de una inquieta generación de escritores y artistas trujillanos como César Vallejo, Macedonio de la Torre, Alcides Spelucín

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Recordando a la «Bohemia de Trujillo» Hugo Vallenas

Abraham Valdelomar escucha composiciones de Carlos Valderrama, integrante de la «Bohemia de Trujillo» en casa de Macedonio de la Torre, mayo de 1918. El «Grupo Norte» o «Bohemia de Trujillo» surgido hacia 1914 y cuya actividad se prolonga hasta 1932, fue el más brillante movimiento generacional literario y artístico de la primera mitad del siglo XX. Entre los numerosos talentos que surgieron de sus filas destaca nuestro gran poeta universal César Vallejo, un excepcional artista plástico como Macedonio de la Torre, un músico de gran originalidad como Carlos Valderrama y un novelista sin par como Ciro Alegría. Tuvo también entre sus integrantes, entre 1914 y 1916, a un joven orador, periodista y dramaturgo: Víctor Raúl Haya de la Torre. El gran promotor y organizador de la Bohemia de Trujillo fue Antenor Orrego Espinoza (nacido en la hacienda Montán, Chota, el 22 de mayo de 1892 y fallecido en Lima el 17 de julio de 1960) quien tiene un alto sitial en la historia de la cultura peruana por sus propios méritos como filósofo, ensayista y crítico literario. Antenor Orrego y la «Bohemia de Trujillo» En los diccionarios biográficos peruanos Antenor Orrego suele ser etiquetado como «escritor y periodista». Esta descripción resulta insuficiente. Conocemos muchos escritores y periodistas. Se caracterizan por desarrollar una actividad individualista, pugnando por ocupar un lugar destacado en los medios de comunicación ya existentes. Orrego no calza en ese modelo. Destaca nítidamente como un comunicador que busca innovar los medios y organizar iniciativas culturales que desafíen el orden establecido. Y Trujillo fue su gran centro de operaciones. Debemos a Antenor Orrego la organización del primer espacio libre de difusión y discusión de ideas de avanzada en el diario «La Reforma» de Trujillo, en 1914. En ese espacio singular se fue gestando el movimiento generacional identificado como la «Bohemia de Trujillo». Desde el diario «La Reforma», Orrego unió a los diversos exponentes de una inquieta generación de escritores y artistas trujillanos como César Vallejo, Macedonio de la Torre, Alcides Spelucín

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y Víctor Raúl Haya de la Torre en torno a ideas y actitudes renovadoras. La agrupación que Orrego ayudó a formar, llamada por ellos mismos «Grupo Norte» (aunque la prensa de Lima dio en llamarla «La Bohemia de Trujillo») fue el más alto baluarte de lo que hoy se da en llamar «la revolución de las provincias en las artes y las letras», ocurrida en la década de 1910 y 1920, cuyos otros grandes exponentes fueron Abraham Valdelomar, Alberto Hidalgo, Arturo Peralta («Gamaliel Churata»), los hermanos Reynaldo y Óscar Bolaños («Serafín Delmar» y «Julián Petrovick») y Luis E. Valcárcel. Mientras en Ica, Puno, Huancayo, Cusco y otras ciudades provincianas la nueva inquietud fue solamente una suma de individualidades o se ciñó a un credo contemplativo de su condición provinciana, el grupo trujillano de Antenor Orrego orquestó visiones vanguardistas y desplegó contornos políticos revolucionarios, que poco después se tradujeron en el aprismo. Orrego es considerado, con justo derecho, precursor y co-fundador del aprismo. Algunos integrantes del «Grupo Norte» o «Bohemia de Trujillo»

Integrantes del «Grupo Norte» en 1916. De pie: Luis Ferrer, Federico Esquerre Cedrón, Antenor Orrego, Alcides Spelucín, Gonzalo Zumarán. Sentados: José Eulogio Garrido, Juvenal Chávarry, Domingo Parra del Riego, César Vallejo, Santiago Martín y Óscar Imaña. El «Grupo Norte» [conocido en los periódicos de Lima como «Bohemia de Trujillo»] formado en 1914 por Antenor Orrego, tuvo un variado número de integrantes con diferentes talentos. Muchos de ellos acompañaron a Víctor Raúl Haya de la Torre en la fundación y organización del APRA. Éstos son algunos de sus integrantes. Formaron parte del «Grupo Norte» o «Bohemia de Trujillo»: Antenor Orrego (filósofo y periodista, principal fundador y organizador), César Vallejo (poeta), Macedonio de la Torre (pintor y escultor), José Eulogio Garrido (periodista), Víctor Raúl y Agustín Haya de la Torre (periodistas), Carlos Valderrama (músico), Alcides Spelucín

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(poeta), Francisco Xandóval (poeta), Juan y Carlos Espejo Azturrizaga (poetas), Federico Esquerre (dibujante), Daniel Hoyle (poeta), José Félix de la Puente (poeta y novelista), Óscar Imaña (poeta), Juan José Lora (poeta), Eloy B. Espinoza (poeta), Manuel Vásquez Díaz (periodista), Carlos Manuel Cox (periodista), Felipe Alva (poeta) y Alfonso Sánchez Urteaga (pintor, más conocido como Camilo Blas). Desde Piura colaboraba Juan Luis Velásquez (poeta) y desde Chiclayo, Nicanor de la Fuente (poeta). Hubo también algunas damas como María Rosa Sandoval, Carmen Rosa Rivadeneyra y Zoila Rosa Cuadra (poetas). Uno de sus integrantes más jóvenes fue Ciro Alegría Bazán (novelista). La «Bohemia de Trujillo» en pleno

1916. Almuerzo del Grupo Norte en el Casino «Buenos Aires» de Trujillo. Están presentes, empezando por la derecha: Víctor Raúl Haya de la Torre, Álvaro Pinillos, Agustín Haya de la Torre, Antenor Orrego, Víctor Castillo, Ismael Paz, Óscar Imaña, Ruperto Asmat, Carlos Manuel Cox, Gerardo Vásquez, José León Barandiarán, J. Quevedo L., Ricardo Rivadeneira, Carlos E. Uceda, el Prefecto de Trujillo Sr Goyburu, Pedro Rivadeneira, Masías Sánchez, Daniel Chávarri, Víctor Incháustegui, Federico Esquerra, César Vallejo, José María Godoy y otros más. La obra del Grupo Norte El «Grupo Norte» o «Bohemia de Trujillo», como se le conocía en Lima, dio a la cultura peruana un poeta inmortal, César Vallejo, y un novelista sin parangón, Ciro Alegría. Pero su aporte no termina allí. Antenor Orrego [1892-1960] dio una nueva perspectiva a la filosofía social peruana y continental. Carlos Valderrama [1887-1950] fue el fundador de la música sinfónica andina y el autor de muchos temas clásicos peruanos, como «La Pampa y la Puna».

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Macedonio de la Torre [1893-1981] renovó la pintura y la escultura peruanas y poetas como Alcides Spelucín [1897-1976] y Francisco Xandóval [1900-1960] introdujeron nuevos estilos e influencias. La noche de la primera lectura del poema «Los Heraldos negros»

Noche del 10 de junio de 1917 en casa de Macedonio de la Torre: José Eulogio Garrido, Ignacio Meave Seminario, Carlos Ottone, el cónsul de Chile, Luis Romero Losada y el barítono Miguel Antón. De pie vemos: (desconocido), Antenor Orrego, (desconocido), Alcides Spelucín, (desconocido), Eloy Espinoza, (dos desconocidos), Carlos Valderrama, Carlos Rosse, Macedonio de la Torre, (tres desconocidos), Federico Esquerre, Fabián Meléndez, José Agustín Haya, Raúl de la Rosa, (desconocido), José Félix de la Puente, Óscar Imaña, Domingo López de la Torre y César Vallejo. Víctor Raúl escritor de teatro: «Triunfa vanidad» Un incidente romántico que reveló a los jóvenes del «Grupo Norte» los prejuicios señoriales y el conservadurismo de las familias notables de Trujillo, motivó que el joven escritor Víctor Raúl Haya de la Torre escribiera una comedia satírica de costumbres:«Triunfa vanidad». El autor firmó con el seudónimo «Juan Amateur» y dedicó la obra a su amigo César Vallejo. Se estrenó en Trujillo el 15 de diciembre de 1916, representada por la Compañía de Teatro de Amalia Isaura. Vallejo le agradeció a su amigo con el poema «Triunfa vanidad». Triunfa vanidad ¡Triunfa vanidad! Tus dientes roedores se ceban en el sacro manjar azul del cielo! ¡judaicas risas huecas! Tus copas de licores no son copos de gloria! Son úlceras del suelo!. Y son tus cristos siempre los tristes soñadores Tu padre ha sido Sancho; Mercurio fue tu abuelo Si brillan en tus carnes metálicos sudores es porque te dan lumbre las lágrimas del cielo.

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Mas tú eres necesaria. ¡Sin noche no hay aurora! Tal un tropel de muros en donde triunfadora cabalga una flameante melena de pendones! Y en el cerebro inmenso que finge el Orbe Alado ¡oh Vanidad, tus joyas agudas se han clavado, como una turba bíblica de eternos aguijones….! César Vallejo Diciembre 16 de 1916 «Los heraldos negros» y el Grupo Norte El hermoso poema «Los heraldos negros» fue escrito por César Vallejo en los días de mayor actividad creativa del Grupo Norte. Fue leído por su autor por primera vez la noche del 10 de junio de 1917 durante una velada cultural en casa de Macedonio de la Torre que incluyó una exposición de esculturas del artista y el estreno de piezas musicales de Carlos Valderrama. Los heraldos negros Hay golpes en la vida tan fuertes… Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma… Yo no sé! Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán talvez los potros de bárbaros atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Son las caídas hondas de los Cristos del alma, de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida tan fuertes… Yo no sé! El arte de Macedonio de la Torre y de Francisco Xandóval El artista y escultor Macedonio de la Torre y el poeta Francisco Xandóval son dos grandes talentos del «Grupo Norte» que merecen un reconocimiento más amplio. Macedonio de la Torre tuvo un estilo artístico original y una temática basada en el paisaje peruano. Su obra tuvo un temprano reconocimiento entre los grandes renovadores de las artes plásticas de Europa. Tenía gran predilección por los «bosques secos» del desierto costeño y por representarlos casi en relieve. Francisco Xandóval fue un gran innovador de la poesía. Incluyó influencias orientales en su sensibilidad y su tratamiento del verso. Introdujo un nuevo modo de apreciar lo telúrico y lo histórico y una forma muy audaz de expresar las vivencias íntimas.

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Pintura de paisaje costeño de Macedonio de la Torre y carátula del número 1 de Amauta (1926) donde tuvo gran participación el «Grupo Norte».

Innovador poemario El libro de las paráfrasis de Francisco Xandóval.

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El «Grupo Norte» y «Amauta» La revista «Amauta» fundada en 1926 por José Carlos Mariátegui, tuvo entre sus colaboradores más frecuentes a los integrantes del «Grupo Norte». Aquí vemos el poema «La canción vigorosa» que Alcides Spelucín dedicara a Haya de la Torre, publicados en el primer número de la revista. Los dibujos pertenecen a otro integrante del Grupo, el célebre «Esquerriloff» [Julio Esquerre Montoya].

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Trujillo, campaña electoral aprista de 1931. Junto a Víctor Raúl están Luis Heysen y Zoila Victoria Haya de la Torre. En el lado derecho de la imagen están Alcides Spelucín (con lentes), Agustín Haya de la Torre (detrás) y al lado, Antenor Orrego. Están presentes estudiantes y jóvenes escritores que continuaban la obra de la «Bohemia de Trujillo» de 1914. Ciro Alegría, primer intérprete del Perú profundo

Ciro Alegría [aplaudiendo, de traje oscuro] cerca de Haya de la Torre durante la campaña electoral de 1931. Al lado, fotografía de Ciro Alegría de 1932.

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Nuestro gran novelista Ciro Alegría Bazán [Sartimbamba, 1909 - Lima, 1967] fue alumno de César Vallejo en el Colegio Nacional de San Juan, en Trujillo. Fue el más joven integrante del «Grupo Norte». Participó en la Revolución de Trujillo de 1932. Sus novelas «La serpiente de oro» [1935], «Los perros hambrientos» [1939] y «El mundo es ancho y ajeno» [1942], son las primeras que denunciaron la dura realidad del campesino peruano.

Grabado de José Sabogal para el libro «Fuego en los Andes» [1934] de Carleton Beals, que describe la Revolución de Trujillo de 1932. «Cuando la ley da tierras, se olvida de lo que va a ser la suerte de los hombres que están en estas tierras. La ley no los protege como hombres. Los que mandan se justificarán diciendo: Váyanse a otra parte, el mundo es ancho. Cierto, es ancho. Pero yo, comuneros, conozco el mundo ancho donde nosotros, los pobres, solemos vivir. Y yo les digo con toda verdá que pa’ nosotros, los pobres, el mundo es ancho pero ajeno». . «El mundo es ancho y ajeno» [1941]