RECOLECCION Y CONSERVACION DEL MAIZ - … · RECOLECCION Y CONSERVACION DEL MAIZ La introducción...

12
Oi^j^!^i^j!^j^i ^iií^^^^j^i^i^i ^j ^„^ ^ ^,^% /..%, ^, ^, / ^ ^ ^ i^// %^ j^/ ^,, j,,, j^,^ ^,,^ i' í^ j,.%ií°^^'^'_^i%, i ^/%/ i íi /i ^^ ^í Di ^i i a,^i í^ i/i ^ í^i^ ^ í ^ í^i ^ ^'/^ i í^ MADRID NUMERO 1-55 H ENERO 1955 RECOLECC I ON Y CONSERVA CI ON DE L MAIZ Por RAMON ALVAREZ DE TOLEDO I'erlto ?,„rfco^a. %^%/!^%%i%%í; ^ ^ , , ^ ; , ^^, ^ ^^^ ^;; ; ; ; ; ;,.,,. ; /^^^/,^„o,,, ^^^^^^^;^-;^,^^^o ^, i^ /o/ , ^%'o % i ^ ^ , ,., ^ í i, ^ ^ ,,,. ,,,,,,^;,,,^,,,, ^^//,, ^

Transcript of RECOLECCION Y CONSERVACION DEL MAIZ - … · RECOLECCION Y CONSERVACION DEL MAIZ La introducción...

Oi^j^!^i^j!^j^i iií^^^^j^i^i^i ^j ^„^^ ^,^% /..%, ^, ^, / ^ ^ ^ i^//%^ j^/ ^,, j,,, j^,^ ^,,^ i' í^ j,.%ií°^^'^'_^i%,i

^/%/ i íi /i ^^ ^í Di ^i i a,^i í^ i/i ^ í^i^ ^ í ^ í^i ^ ^'/^ i í^

MADRID NUMERO 1-55 H ENERO 1955

RECOLECC ION Y CONSERVACIONDEL MAIZ

Por RAMON ALVAREZ DE TOLEDOI'erlto ?,„rfco^a.

%^%/!^%%i%%í;^ ^ , , ^ ; , ^^, ^ ^^^^;; ; ; ; ; ;,.,,. ;/^^^/,^„o,,,^^^^^^^;^-;^,^^^o ^,i^ /o/ ,^%'o % i ^,,., ^ íi,^ ^,,,. ,,,,,,^;,,,^,,,,^^//,, ^

RECOLECCION Y CONSERVACION DEL MAIZ

La introducción de los híbridos y la importancia ciel maízen nuestra balanza de piensos ha puesto más de actualidadsu cultivo, agudizando la preocupación por los problemas desecado y conservación. Por ello, se ha considerado oportunala publicaciún de estas líneas, en las que se pretende vulga-rizar entre nuestros agricultores las técnicas empleadas enotros países para la conservación del maíz, dando al mismotiempo algunas normas que permiten reconocer el momentooportuno para efectuar ia recolección.

Son muchos los agricultores que si^embran maíz, lo culti-van con esmero y obtienen grandes producciones, encontrán-dose entonces con el problema de no tener sitio en su fincapara guardar esa gran cos^echa, viéndose obligados a meterlas mazorcas en graneros, cámaras, etc., extendidas en capade poco espesor, por lo que necesitan gran cantidad de espa-cio. Otras veces se ingenian para encontrar procedimientosde conservación f i ancamente eficaces (ristras o trenzas demazorcas colgadas al exterior o en cocinas, desvanes, etc.),pero qtre en general requieren mucha mano cíe obra y resul-tan muy costosos.

Buscando el economizar local, o mano de obra, algunosagricultores amontonan el maíz en pilas de i'5-z metros de^altura, por lo que las capas intermedias y del fondo, debido^a la humedad del grano y del zuro, están ^en unas condicionesde humedad y temperatura que constituyen un medio óptimapara la mttltiplicación de los mohos. El enmohecimiento degran parte de la partida inutiliza una bu^ena cantidacl, y atm-que otra parte pueda aprovecharse, el maíz pierde calidacl,tomando i.in olor y sabor que lo hacen desagradable para elganado, el cual lo come con dificultad, pues pued^e incluso^llegar a dañarle.

Si se pretende almacenar el maíz una vez clesgranado, yéste tiene más de un r4-i ^ por ioo de hum^edad, las dificuI-

-3-

tiFl(]f"S tiOn aUl1 I1IFlV'url'^, 51CnCl^J nlUChl^ I1]aS iaCll 11 ^)erCl7Cla

total del grano por una mala amservación.l^:n 1?^l>Kuia hay re^ione^ dond^e nc^ esiste el problema del

secado, ^^a qtte cliand^^ llega la época d^e recolecci^n la tem-^^<^rahira ambiente es clevada ^ se puede reri-asar la reco-

l^i^. !.-?^i^tr^, dc mazorca: ^iucst,i^ a s^^rar.

^i^l<i hasta que el niaíz ^^té c^mplet^imente seco, o bien sel^u•ecle recolectar y eltenderlo unos días al sol, en la era ositi^^ análogo, con lo que se seca y se Intede ya desgranar yaln^acenar ^in temor. Esto ocurre, por ejemplu, cuando secultiva el m.aíz en secano o en regadío como l^rimera cos^echa,cn al^unas comarcas de Andalucía, E^trema^lura }' Levante,^^cro ^-a para las se^undas cosechas de estas zon^s ^- en tod^el Centr^ ^es difícil tener tiempo favorti^ble para esta opera-ci^^n, complicándose aún más esta cuestión en nuestras clási-cas zunas maiceras clel Norte (Galicia, ^sturias, etc.), dondedesde hace mucllo^ años, se vienen usand^^ l^^s típicos hórreosPara almac^enar el maíz.

-4-

Normas para la recolección del rnaíz.

El comienzo de la recolección no se debe apresurar, puesmientras la hoja de maíz esté v^erde, es señal de que tiene clo-rofila y, por consiguiente, puede elaborar sustancias alimen-ticias que, transformadas, pasarán al grano, aumentando supeso. Tampoco s^e debe restringir excesivamente el agua,mientras se observe sustancia verde, pues no regando se ac-tiva la muerte de la planta, con el consiguiente fallo de gra-nazón, aunque sí es v^erdad que l.a recolección se adelanta,pero esta aceleración artificial que se da a la maduración setraduce en una dislninución de la cosecha.

Para una mejor conservación, se procurará recoger elmaíz con una hum^edad ^náxi^yzaa del 22 al 24 por ioo. Estecontenido de humedad existe cuando la mazorca se desgranacon facilidad, sin romperse la parte del germen inserta en elzuro, y el grano está duro, ofr^eciendo resistencia al ser mor-dido. Los granos que contienen más humedad son los de laparte baja de la mazorca, debido a que están más protegidospor las espatas y a que el zuro es más grueso.

Cuando el maíz ti^ene de un 3o a un 35 por ioo de hume-dad, 1•a mazorca está hecha una masa solidaria, a causa de lahinchazón de los gran^ ^s ; cuando tiene de un 2¢ a un 28 porioo los granos "bailan" en lá mazorca, pues pierden la hu-medad más rápidamente que el zuro ; cuando la humedad esde un 20-22 por loo, ya se ha contraído el zuro y los granosvuelven a estar completamente unidos, formando tin solocuerpo.

Con excepción de algunas variedades, el que las espatasestén bien secas es indicio d^e que se puede iniciar la reco-iección.

Si no se tiene un secadero, o un jaulón ( i) para conser-var el maíz, y mientras no sea necesario alzar la tierra yprePararla para el cultivo sigui^ente, se puede dejar la cose-cha en la planta sin recogerla, con la seguridad de que es unsitio bueno para su conservación, pues a no ser que esté ex-cesivamente hílm^edo, las heladas no le perjudican. No ha de

([) Se da el nombre de "jaulón", a lo que en Norteamérica se denomina criŭ .

-5-

ser nwtivo de preocupación el que ^ueda caer algíin chubasco,pues el agua escurre por las espatas sin penetrar en la ma-zorca.

I?1 nlaíz en la planta nu s^e estropea, pr:ro sí se correnricsgos di^;nos de tener en cttent^.l. L'no es el robo, y^l que esm^ís <lifícil ^-i^ilarlo en el cam^^x^ ^^ue recogi^fo. Otr^^ ^on las

}^i^. ^.-1aul^^^n elc tel<i n^etálii•a.

aves y los roedores, ya ^^ue éstos sub^en hor el tallo y lleganfácilrnente a la mazorca. En cambio, con el maíz almacenadono existeu estos daños o pueden combatirse con facilidad.

.^\ntes de m^eter las mazorcas en el jaulón se debe haceruna selección, separand^^ las cíañadas por insectos <^ enfer-medades, así como las cjue están mtty faltas de grano o muytiernas. Estas mazorcas enfermas o con mucha humedad,pueden s^er focos de infección de los que se propagarían losmohos. Una vez separadas, se pueden aprovechar las defec-tuosas, siendo éstas las primeras que deben clestin^rse a serconsumidas por el ganado.

-6-

Lo corri^ente es que, una vez recogido el maí-r., aparercanlas dificultades de cómo se ha de conservar la c^^secha. ^i^ipeli^ro de pérdida; para esto hay dos tipos de solución:i.a t;n ^ecadero de ventilación forzada, con aire caliente ofrí^, qtie s^^lo es ^económicamente Posible hara un ^ran volu-men de maíz o si se lleva a cabo por Cooheratieas o Entida-cles ^^ue sequen la cosecha de muchos a^;ricultores. ?.a Unjaul^m cou stifici^ente aireación natural, instalado en la mismafinca y que ^ermite conservar la totalidad de la cosecha.

Ln lo que sigue se da una idea de los jaulones más usua^-les, dedicando al final unas líneas para l^^s secadems de aireforzado.

Jaulones para conser^ar las mazorca3.

Los agricultores americanos usan casi elclusi^^amente los"cribs" o jaulon^es ^ara conservar el maíz, y este til^o deconstrucción puede ser de gran utilidad hara los ag-ricultoresespalioles. Los jaulones son colno UIIa esl^ecie de silos o de-pósito5 de tela metálica o de madera de ripia, ^elevados unos30-^o centímetros sobre el suelo, y quc sirven para la con-servación del m.aíz en mazorcas,, que lle^;-a también a secars^e.en cllos; es decir, cumplen la fttnción de nuestros clásicoshórrcos, a los que hueden sustituir (véanse f^^tograf.ías y di-bujos que s^e insertan).

Fl fondo puede ser de hc,rmi^-ón cun un emharrillado clemadera, de tal forma que quede elevadc^ del suelo 30 ó^çocentímetros, para evitar qu^e penetre el a^ua quc c^rre ^^^^rba tierra ^^ para que ten^a Inejor aireación. También ^^uedee,tar hecho de bastidores de tela metálica, con marcos ^lemadera, cuyas dim^ensiones sean : el lar^^ i^-ual a la anchuraclcl jaul^n y el ancho de o'8o a un metro, seg^ún sean l.asdimensiones de la tela que se encuentre en el comercio ;^estosbastidores se apoyan en unos pilares de lacírillo con cimientode hormi^ón. Fste tipo de fondo resulta m^IS caro y menosdttradero, per^^ permite la ventilación de abaj^ arril^^ ; a l^esarcle ello, en América se usan casi esclusi^^amente los del tilx^hrim^ramente citado.

T.cis jaul^nc^ hueden tener el techo a d^s a^uas o a una;

cn el hrin^er easc> es eor^-ientc seáin cle d^^ eelcla^ ^li^^idiclas^^c^r uii pasillo central, para la cir-ctllación del aii-e.

Toniando datos del 13ulletira 7^c°cla^^i^iqn^^ d'Iir f.^rnua^ti^^_^^^i ^l^^sInr^^^n^irrrrs r^c^s .S^^^z^ic-c^s .9 ĉ^ri^oh^^s ^^ clel f^^lletu Cor^^z Sto-

l^i^. 3.-laul^^n d^^ tcla mctálica a dos aguas. Finca dc Alhcrquilla (Toledo).

r^ayr, l^ublic^l^^lu l^^^r la liniver;icl<id ^lc Wisconsin, se dau acontinuaciún al^unas prescrihciones de sumo interés, que de-ben ^hservarse durante la c^nstrucción de los j^ulones.

i.^^ I:^ri/^l,a^ai^iieraf+.^.-L^^; jaulon^es deben instalai-se lornás ^^r^^^itu^^s hosible a los lu^ares de utiliza^ción del ^i^aíz,^^ara ^^ue ^ea inás c^ín^^da la t^^ma prorresiva de éste a me-<li^la <<ue se necesite. Fst^ debe hacers^e compatible con el^^tie ^^ueda ser fáciln^c^lte ^^i^iladc,, pero ante todo es ^iinj^y^s-ci^rr.^^ihl^^ ^^u^• •el aire circtile libremente alrededor del jaulón,lo cual im^^lica esc^^^er una ^rieiltación determinada y elimi-nK^r tod^ r^h^tácul^^ c^ue 1^ im^^ida el Paso. E;; muy importanteyue ^ea i^ei-l^endict.ilar a la dirección de ]os vientos dominan-

-8-

tes, para qu^e la masa cle mazorcas sea atravesada por elloscon mayor facilidad. E1 respeto de esta prescripción es ca-pital, pue; de no seguirla, ]a conservación del maíz será casisiempre deficiente.

2.a Di^e^asio^nes.-La altura de la masa de mazorcaspuede llegar a ser de 4'5 ó más metros, aunque la más cómo-da para la manipulación sea la de 2'5 a 3 metros, dejandosin llenar unos ^o centímetros, con el fin de qtte haya unpaso para la circulación del air^e entre las mazorcas y eltecho.

La longitud del jaulún es indif^erente, mientras que la an-chura es esencial, pues cuanto más estrecho sea, mejor serála ventilación y^e.l secado más rápido. No se pueden dar me-didas exactas, pues la anchura depende del estado higromé-trico del aire durante los meses de ínvierno. En lugaresdonde los vientos son secos, puede llegar a los dos metros, perosi los vientos dominantes no están bien localizados o el climaes hí^medo, se reducirá hasta t'5 metros, y en sitios muyhíimedos o con brisas marinas se debe reducir incluso hastatm m^etm.

Hay que tener siempre presente que si los vientos no atravie-san bien la masa de mazorcas, ésta se recalentará y enmohecerá

rápidamente.

Para hacerse ttna iclea de las dimensiones que cleben clar-se al jaulón puede calcularse aproximadamente que de unmetro cíibico de mazorcas se obtienen 3^-35o kilos de gra-no seco.

3.a I'aredes.-Las paredes s^erán de tela metálica cla-vada en rollizos o pértigas de unos io centímetros de diáme-tro que servirán como pies derechos, r^eforzando el entrama-do por tirantes y vigas, con el fin de evitar que se produzcanbolsas por e1. empuje lateral de la masa de mazorcas, o biende mad^era de ripia de cinco a ro centímetros de anchura, se-parando l^s listones tres c^ cuatro centímetros, de forma queel aire circule pero no se caigan las mazorcas.

Naturalmente, en cualquier caso las paredes se fijarán

-9-

Fig. g.

por la p^arte interior de los pies clerechos, para evitar quese desclaven.

q..a Techo.-El techo, que podrá ser a una o dos aguas,se construirá de uralita, madera forrada de papel embreado

- IO -

o incluw eu instalacionc^ n^ás ríisticas de zarzu^ de ^aja bienapret^da u algu ^imilar, dándole la pencliente necesaria ^araqu^c: corra bien e1 agua. C^nviene también due tenga bastant^vuelo, para tin,a mayor hr<^tección cle las abuas de llu^-ia.

5.a (^ciryca y cl,csc^zrga,-Tantc^ la carga coino la clescar-^a se realizarán lun- las c^nipuerta^ ^ul^criore, ^^ inferi^^re^ d^e^^ue va provist^^.

E1 maíz no debe entrar en el jaulón con mas de un Z2-24por 100 de humedad, y siempre debe ir sin mazorcas enfermas,así como limpio de espat.as y barbas.

Crcemo^ se deYe hacer n^^t^tr la eaistencia de jaul^^nes cunpla^ita cii-cular o poligonal, aunqtie no hemos experirllentadc^

Fiá. 6.-Secadcro, para mazorcas, dc ^^cntil^ición forzada. (Inag^risa, Se^^illa.)

estos tipos. I?n c-]los el diámetru puecle tei^er de a'^ a 3 me-tros, y g:eneraln7ente se ccnstruyen en tela met^il:ca, c^n uiiachimenea central, del ri^i^n^o matei-ial, que tiene uno^ ^o cen-tímetros de diámetro. lle esta torma, el il^aíz ocu^i una c^^-rona circular cttyo e,^^csur es cle ^ a i'^ ^Z^etros.

Secaderos con ^^entilación forzaUa.

El princihio fundamental de todos estos secaderos es elde forza^-, Por meclio de un ve^ltilador, una c^rriente de aire,

- II -

cali,ente o frío, a través de la masa que se trata de secar, yen general constan de instalaciones bastant;: complejas, cuyadescripción detallada se saldría de los límites de estas líneas.Por ello, nos limitaremos a dar las caract:erísticas del tipoconocidu como Sec^xdero Wisconsisi, que es uno de los máselementales y empleados. El maíz puede ser secado en mazor-cas o desgranado. El secadero Wisconsin es generalmentepara maíz en mazorcas. Está constituído esencialmente pordos series de ceidas dispuestas normalmente a un pasillo cen-tral. Es±c está dividido en dos pisos, superi^,^r e inferior, quecomunican por medio de unas compuertas con cada una de lasoeldas.

Por medio de un ventilador se impulsa el aire, que se ca-lienta por diversos procedimientos, bien sea al piso superioro al inf.erior, de donde pasa por las compuertas a las c^eldas,saliendo por 1as otras compuertas al otro l^iso, desde dondese expulsa al exterior, o bien se hace volver parcialmente alelemento de calefacción, en los casos que hc^ya recuperaciónde aire. Con esta disposición se puede hacer que el aire circu-le en las celdas en dos sentidos, con la venta.ja de obtener uns^ecado más rápido y uniforme.

Cada celda ha de tener, por lo tanto, ttn falso fondo p^1raque el aire pase a su través, dejando una c,'imara de aire deal menos unos 35-45 centímetros qu^e comunica con el pasilloinferior por la compuerta corr^espondiente. .A1 cargarlas hayqtte dejar siempre otra cámara en la parl:e superior, a laque se abrirá la compuerta del pasillo.

El aire caliente se hace pasar por el pasillo superior ttntiempo determinado (seis a doce horas), luego se invierte lacorriente haciéndola pasar de abajo a^ arrib^^i durante el mis-mo tiempo y así alternativamente, hasta que el maíz esté secocon un i3-i4 por zoo de humedad. El tiempo que s^e invierteen el secado varía notablemente por muchos factores. La ve-locidad de secado está en función del volumen y temp^eraturadel aire y de la humedad del maíz.

El ventilador necesario para estos secaderos será uno ca-paz de vencer ttna presión estática aproxima^da de 30-4o mi-límetros. E'I volumen de metros ctíbicos de air^e necesarios

- I2 -

por minuto se halla aproximadamente multiplicando por 15 lasuperficie total de las celdas, expresado en metros cuadrados.

La temperatura de air^e para secar el maíz de consumopuede llegar a los 6o grados.

Cumpliendo estos requisitos, el maíz puede perder portérmino medio un a por Ioo de humedad por día.

Los agricultores que deseen abordar el problema del seca-do del inaíz pueden acogerse a las ventajas qu^e se les brindapor el Servicio Nacional del Trigo y el Instituto Nacional deColonización. Estas normas son recientes, pues fueron pre-sentadas al Consejo de Ministros por el excelentísimo señorMinistro de Agricultui-a el 15 de enero de 1954., y en ellasse autoriza al Servicio Nacional del Trigo a otorgar subven-ciones de hasta el qo por Ioo del importe d^e ejecución mate-rial de las obras e instalaciones, con inclusión del indispensa-ble almacén correspondiente, con el fin de auxiliar la cons-trucción de secaderos de maíz ( I).

Con fecha 25 de marzo de 1954^ el excelentísimo señorMinistro de Agricultura ha dado su conformidad a la escalade subvenciones y anticipos reintegrables, qu^e en propuestaconjunta de la Delegación Nacional del Servicio Nacional delTrigo y Dirección General del Instituto Nacional de Coloni-zación fué sometida a su aprobación.

Estas subvenciones serán independientes de los auxiliosque puedan lograr los interesados de otros Organismos.Cuando estos préstamos sitnultáneos sean concedidos por elInstituto Nacional de Colonización, la tramitación de los ex-gedientes se realizará en las condiciones establecidas en elDecreto de Ig de octubre de 1951 y Ordenación complemen-taria, por el que se subvenciona la construcción de granerosa particulares.

(i) Para más detalles consúltese el folleto número 3 de la serie "Auxiliosal agricultor ", editada por la Dirección General de Coordinación, Crédito yCapacitación Agraria (calle de Alberto Bosch, r6, Madrid).

Gráficas Uguina - Meléndez Valdés, 7- Madrid