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Hugo Perez Navarro Recargados (Homero recargado) Ilíada, Canto I: Cólera Canta, oh Musa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves - cumplíase la voluntad de Zeus - desde que el Atrida, rey de hombres, y el pelotudo más insigne que jamás ciñera una corona en toda la Hélade, agotó la paciencia del divino Aquiles, por lo que éste hizo tronar el escarmiento, mandando a todos los aqueos a la concha de su madre. Aristóteles recargado Metafísica, IV, 4 […] Es absolutamente imposible demostrarlo todo, porque sería preciso caminar hasta el infinito; de suerte que no resultaría demostración. Y si hay verdades que no deben demostrarse, dígasenos qué principio, como no sea el expuesto, se encuentra en semejante caso. 1

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Hugo Perez Navarro

Recargados(Homero recargado)

Ilíada, Canto I: Cólera

Canta, oh Musa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que el Atrida, rey de hombres, y el pelotudo más insigne que jamás ciñera una corona en toda la Hélade, agotó la paciencia del divino Aquiles, por lo que éste hizo tronar el escarmiento, mandando a todos los aqueos a la concha de su madre.

Aristóteles recargadoMetafísica, IV, 4

[…] Es absolutamente imposible demostrarlo todo, porque sería preciso caminar hasta el infinito; de suerte que no resultaría demostración. Y si hay verdades que no deben demostrarse, dígasenos qué principio, como no sea el expuesto, se encuentra en semejante caso.

Se puede, sin embargo, asentar, por vía de refutación, esta imposibilidad de los contrarios. Basta con que el que niega el principio dé un sentido a sus palabras. Si no le da ninguno, sería ridículo intentar responder a un hombre que no puede dar razón de nada, puesto que no tiene razón ninguna. Un hombre semejante, un hombre privado de razón, se parece a una planta y quien intenta razonar con una planta, sea esta un helecho de los que se cuelgan

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en los baños para que tengan más humedad, una modesta plantita de cannabis o un rosal en flor, está completamente chiflado o el cerebro se le ha tornado caseoso a causa del exceso de consumo de la modesta plantita o es un pelotudo perfecto, aun cuando no alcance la circularidad pura a la que Platón identificaba con la perfección.

San Juan recargadoLas bodas de Caná (43:2:1 - 43:2:12)

Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús, quien también fue invitado y cayó con todos sus discípulos.Y como en un momento faltó vino, la madre de Jesús le dijo: —Nene, se acabó el escabio.Jesús le dijo: —¿Y yo qué tengo que ver, mamá? Acá con los muchachos estamos tranquis esperando que empiece la milonga.Su madre dijo entonces a los que servían: —Hagan todo lo que él les diga.Había allí seis tinajas de piedra para agua, de acuerdo con los ritos de los judíos para la purificación. En cada una de ellas cabían unos treinta litros.Jesús les dijo: —Llenen de agua las tinajas.- Y las llenaron hasta el borde.Luego les dijo: —Saquen ahora y llévenle esto al encargado del banquete. Se lo llevaron y cuando el encargado probó no pudo creer que estuviera bebiendo el más delicioso champagne de exquisita y fina burbuja, bien frappé. Entonces llamó al novio y le dijo: -Flaco no sé por qué hacés esto. Acá la costumbre es que primero se sirva el buen vino; y cuando ya están todos medio tocaditos, entonces se saca el vino inferior. Pero vos has guardado lo mejor para ahora. El novio, que había captado la situación, haciéndose el piola, dijo:

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-Será bueno que en adelante cambiemos las costumbres y sirvamos la mejor bebida al final. Y a propósito, -agregó, estirando su copa-: servime un poco más de esto que está mortal. Ese fue el primer milagro. Y los que estaban en la cosa –principalmente los discípulos- pensaron que si el primer milagro era de ese calibre, al movimiento que estaban iniciando le estaban reservadas grandes cosas. Y esa noche se hicieron muy amigos de una de las tinajas burbujeantes.

Marx recargadoEl capital, T I, cap. I

La riqueza de las sociedades en las que impera el régimen capitalista de producción se presenta como un inmenso arsenal de merca y la merca como su forma elemental.

(Traducción: Pablo Escobar Gaviria)

Horkheimer aufgeladen*Letters from Pacific Palisades (1940-42)

Es posible descubrir manifestaciones de la razón instrumental hasta en los hechos aparentemente menos dotados de significación. Ejemplo de esto es el término peculiar, que parece tener un sentido instrumental. Aunque se lo presenta, por medio de mecanismos ideológicos y procedimientos discursivos, como haciendo referencia a un herramental teórico, fundado en la razón, con un fuerte sesgo valorativo, los usos y prácticas lingüísticas más comunes tienen a asociarlo a “elemento o hecho dotado de un fin enteramente fáctico” y también “destinado a ser usado para algo”. La facticidad, las incursiones en el terreno de lo fáctico, en el caso del idioma inglés, parecerían dotar al término de una mayor pregnancia en este sentido.

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*Recargado

Unicornio recargado (Et obsesus)En uno de los cerros cercanos a Alpa Corral había un unicornio escritor que la rompía. Se llamaba Luis Ángel. Un genio, pero muy obsesivo. Apenas terminaba una novela, la rompía. Rompió más de 7 obras maestras.

Concebidas con fina maestría, sus novelas –soplos de genio-, más que escritas, parecían respiradas, por su soltura; o acaso talladas con una absoluta perfección en páginas de marfil o de luna. Pero Luis Ángel se atacaba de pronto y las rompía. Las rompía, una por una, como si las des-escribiera, con su cuerno solitario y filoso.

Brecht recargadoPrimero vinieron por los izquierdistas, pero como yo no era izquierdista no me calenté.

Después vinieron por los peronistas, pero como yo no soy peronista, lo disfruté secretamente mientras leía La Nación.

Después vinieron por los negros y después por los judíos, pero como es sabido que no soy ni lo uno ni lo otro, me invadió una cálida y profunda sensación de autocomplacencia.

Ahora vienen por los boludos y los hijos de puta. Y estoy primero en ambas listas.

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