REC Perspectiva Año 1 Volumen 2

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“El conjunto de bienes culturales y naturales, tan- gibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda / transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y acrecentar di- cha herencia.” (De Carli, 2007) Patrimonio cultural: es la herencia cultural propia del pasado de una co- munidad, con la que ésta vive en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras. Pat- rimonio histórico: conjunto de bienes, tanto mate- riales como inmateriales, acumulados a lo largo del tiempo. Estos bienes pueden ser de tipo artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, documental, bibliográfico, científico o técnico. El Patrimonio de la Humanidad, por otra parte, está formado por sitios (edificios, ciudades, monu- mentos, bosques, montañas, lagos) que, por su im- portancia excepcional, merecen ser preservados para la herencia común de los seres humanos. Di- cho listado de lugares es elaborado por la UNESCO.

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Revista Electrónica Científica del Postgrado de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia-Maracaibo. Venezuela. Eje temático: Patrimonio

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“El conjunto de bienes culturales y naturales, tan-gibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda / transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y acrecentar di-cha herencia.” (De Carli, 2007) Patrimonio cultural: es la herencia cultural propia del pasado de una co-munidad, con la que ésta vive en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras. Pat-rimonio histórico: conjunto de bienes, tanto mate-riales como inmateriales, acumulados a lo largo del tiempo. Estos bienes pueden ser de tipo artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, documental, bibliográfico, científico o técnico.El Patrimonio de la Humanidad, por otra parte, está formado por sitios (edificios, ciudades, monu-mentos, bosques, montañas, lagos) que, por su im-portancia excepcional, merecen ser preservados para la herencia común de los seres humanos. Di-cho listado de lugares es elaborado por la UNESCO.

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Universidad del ZuliaPrograma de Estudios para Graduados - PEPGFacultad de Arquitectura y DiseñoPERSPECTIVARevista Electrónica CientíficaPublicación Arbitrada

Año 1 Nº 2 Julio- Diciembre 2012ISSN: 2244-8764 Depósito Legal: ppi201202ZU4095 Publicación Semestral

AutoridadesDr. Jorge Palencia Piña- RectorDra. Judith Aular de Durán-Vice-Rectora AcadémicaDra. María Guadalupe Núñez- Vice-Rectora AdministrativaDra. Marlene Primera Galue- Secretaria

Comité EditorialDra. Thais Ferrer de Molero-Editora JefeDr. Ramón Arrieta Piñeiro-Editor AsociadoM.Sc. Leyda Gioconda Brun-Coordinadora

Coordinadores de ProgramasDra. Thais Ferrer de MoleroDr. Ramón Arrieta Piñeiro Dra. María Verónica MachadoM.Sc. Gonzalo PortilloM.Sc. Marina González de KauffmanM.Sc. Juan Francisco Corzo

Consejo Asesor TRADUCTORA: Dra. Eugenia Di Bella de MalandrinoDr. Germán Cardozo (LUZ)Dra. Mercedes Ferrer (LUZ)Dr. Víctor Martin (LUZ)Dr. Víctor Fuenmayor (LUZ)Dr. William Castillo (URBE)Dr. Cesar Pérez (LUZ)Dra. Delia Botaro Steinner (ULA)Dra. Lesbia González (LUZ)M.SA. Bernardo Moncada (ULA)Diseño de Portada y Logo:Arq. Roberto Urdaneta (LUZ)Diseño de Páginas y Diagramación:Lcdo. Jorge Quintero e-mail: [email protected]éfono: 0261-4126077

El Patrimonio Edificado como testimonio de la Historia Local. Propuesta interpretativa en general Cerri (Argentina). María Belén Kraser

Responsabilidad Social y Reforma Universitaria en el proceso Histórico de la Universidad del Zulia (1891-2000): Patrimonio para la transfor-mación Académica. Imelda Rincón-Sheila Ortega

Inicios del Techo Metálico en Maracaibo. Leonardo Barrera

Inventario del Patrimonio cultural como recurso turístico de Maracaibo. Ismar Millano-Leriz Camacaro

Lineamientos para la conservación de Edificaciones de la Arquitectura petrolera en la ciudad de Maracaibo. Karina Fernández

Evaluación de la Gestión de la Conservación del Patrimonio Edificado en el Municipio Maracaibo. Aura Berríos Ortigoza Incidencia de la Arquitectura Patrimonial en la Formación de la Imagen de la Ciudad. Raymundo Portillo1 Lizyllen Fernández Nava2 María Cristina Useche 3

Normas de Autores

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INDICE:

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EDITORIAL El eje temático para el ejemplar N° 2 de la Revista Electrónica Científica Perspectiva y el enfoque del comité editorial estuvo dirigido al impacto y trascendencia para la sociedad del conocimiento, la co-munidad científica de la Arquitectura, el Diseño y la producción científica de los programa de estudios para graduado e Investigación de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia. Fundamentada en el apoyo a la línea de investigación de La historia, Teoría y práctica de la Ciudad, la Arquitectura y el Diseño, de la FAD-LUZ. Surge en nuestra agenda y tiene como fin, según el docu-mento de transformación de la FAD LUZ, 2002 “el estudio sistemático y desarrollo disciplinar de una de las áreas de conocimiento vinculadas a la problemática de la producción y mejoramiento de espa-cios urbanos y arquitectónicos y el desarrollo de los aspectos técnicos y estéticos de la cultura visual de nuestro país”.

Esto implica una aproximación desde los procesos históricos a la disciplina urbana, arquitectónica y el diseño, es decir, una explicación de las determinantes sociales, culturales, políticas, económicas que llevaron a la materialización de teorías y posturas ideológicas en resultantes urbanas, en el hecho arquitectónico y en el diseño a través del tiempo.

“En este sentido se concibe la historia como la memoria colectiva del hombre delimitada por las coordenadas de tiempo y espacio, a partir de ella los hombres tratan de comprender y de explicar el pasado en sus dimensiones y expresiones, descubriendo sus constantes y proponiendo líneas para el desarrollo ulterior:” (Medina, Arístides: 1992). Se trata así de la reconstrucción, comprensión y expli-cación del devenir de los hombres en el tiempo a través de la expresión dejada en el desarrollo de las ciudades, en la obra arquitectónica y el diseño. Esto nos lleva a definir dos escalas del espacio a estudiar: una, la de los hechos arquitectónicos pro-ducidos en el contexto mundial, conocimiento requerido, para establecer los estilos, lenguajes, tipos, variables que influyen en el diseño, enmarcados dentro de los procesos que le dieron origen, los prob-lemas y acontecimientos que cada arquitecto o diseñador se enfrenta en su tiempo histórico y ante los cuales propone soluciones.

La otra escala viene dada por el espacio más próximo: el latinoamericano, nacional y local, el cual se convertirá en el eje fundamental de los estudios, para vincular los procesos mundiales con la realidad histórica de la región.

Una rápida mirada a nuestras ciudades nos hace comprender, que hemos sido objeto de esas tendencias que nos vienen de otras culturas; solo el conocimiento de los procesos particulares de nuestro desarrollo y de la forma como hemos asimilado lo producido fuera de nuestro contexto nos ayudara a asumir una actitud crítica hacia el pasado y dará los lineamientos de las posibles acciones hacia el futuro. El fortalecimiento del sentido histórico de los hechos urbanos, arquitectónicos y del diseño nos llevará a fomentar el espíritu crítico y a asumir una postura ante el futuro.

Desde otra perspectiva, el conocimiento de lo local reforzará el sentido del origen, pertenencia y per-manencia tan necesarios en la cultura global que hoy nos envuelve. Nos lleva a reconocer nuestra posición en la observación, experimentación y construcción del espacio en relación con el acontecer mundial, para de esta forma profundizar en el conocimiento de nuestras particularidades y cómo estas se han articulado y se vinculan con realidades globales más amplias.

En un mundo que tiende a la globalización, apoyado en los medios y las tecnologías, al servicio de la información y la comunicación, tenemos la oportunidad de difundir e insertar en esos mismos medios,

el espacio para la difusión e inserción de las ópticas locales en lo universal o global. El conocimiento de la historia y de los valores locales, es una de las herramientas que podemos apor-tar una escala de valores con la cual enfrentar a una sociedad globalizada, competitiva y tecnificada.En este Número se presentan los siguientes Artículos.

El Patrimonio Edificado como testimonio de la Historia Local. Propuesta interpretativa en gen-eral Cerri (Argentina). María Belén Kraser.

Responsabilidad Social y Reforma Universitaria en el proceso Histórico de la Universidad del Zulia (1891-2000): Patrimonio para la transformación Académica. Imelda Rincón-Sheila Ortega

Inicios del Techo Metálico en Maracaibo. Leonardo Barrera.

Inventario del Patrimonio cultural como recurso turístico de Maracaibo. Ismar Millano-Leriz Camacaro

Lineamientos para la conservación de Edificaciones de la Arquitectura petrolera en la ciudad de Maracaibo. Karina Fernández.

Evaluación de la Gestión de la Conservación del Patrimonio Edificado en el Municipio Mara-caibo. Aura Berríos Ortigoza.

Incidencia de la arquitectura patrimonial en la formación de la imagen de la ciudad. Raymundo Portillo- Lizyllen Fernández Nava- María Cristina Useche

Tendremos nuevas Agendas en las que retomaremos la Historia, Teoría y Práctica de la Ciudad, la Arquitectura y el Diseño, desde esta ventana comunicacional seguiremos fortaleciendo los saberes, logros y hallazgos de nuestro hacer investigativo.

Dr. Ramón Arrieta, Arq.Editor AsociadoMarzo 2013

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EL PATRIMONIO EDIFICADO COMO TESTIMONIO DE LA HISTORIA LOCAL. PROPUESTA INTERPRETATIVA EN GENERAL CERRI (ARGENTINA)

RESUMENRecibido: 12.11.12 / Aceptado: 07.01.13María Belén Kraser

La localidad de General Daniel Cerri, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Argentina), se sitúa en el periurbano de la ciudad de Bahía Blanca. Este poblado actualmente funciona como espacio dormi-torio de Bahía Blanca debido a distintos acontec-imientos político-económicos de la vida local vincula-dos con momentos históricos coyunturales del país. No obstante, la relación entre ambos espacios no siempre fue asimétrica. Durante el siglo XX, Gen-eral Cerri fue un pujante núcleo industrial de carácter internacional que vinculaba su dinamismo a los frig-oríficos, estaciones ferroviarias y actividad portuaria. Hoy, como testimonio de ese esplendor, subsiste el patrimonio edificado, pero alguno en avanzado es-tado de deterioro. El mismo debe ser valorado, ya que como testigo relicto del pasado, resguarda com-ponentes culturales e identitarios. Entendiendo que la valoración sólo es posible a través de conocer la importancia del mismo, la metodología de trabajo se ha centrado en el trabajo de campo. En esta instan-cia, se ha efectuado un relevamiento en terreno para identificar los componentes patrimoniales tangibles que los informantes claves, a través de entrevistas

El presente trabajo se enmarca en el PGI “Estrate-gias de gestión y formación para el desarrollo local en espacios urbanos, periurbanos y rurales del Suroeste Bonaerense”. Directora: Dra. Amalia Lorda. Departa-mento de Geografía y Turismo, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina (2009-2012).*Licenciada en Geografía. Doctora en Geografía Universidad Nacional del Sur. Departamento de Geografía y Turismo, Universidad Nacional del Sur- CONICET. Argentina. María Belén [email protected]

semiestructuradas, han mencionado en sus relatos como parte del repertorio patrimonial, debido a la ap-ropiación de los mismos mediante su identificación como componentes identitarios referentes por su sin-gularidad e historia en la localidad. El propósito del escrito es presentar el patrimonio edificado vinculado a la cultura local, el cual puede ser visitado tanto por la población local como por visitantes para interpre-tar la historia local con la intención de rescatarlos del olvido y con un objetivo más ambicioso: incorporarlos dentro de un recorrido turístico. Como conclusión, pu-ede anticiparse que la metodología implementada en la experiencia realizada en esta pequeña localidad pone a consideración la importancia de la activación de la memoria colectiva en el rescate del patrimonio local.

Palabras clave: Patrimonio edificado- Historia local- Visita interpretativa- Cultura- Identidad

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BUILT HERITAGE AS A TESTIMONY OF LOCAL HISTORY INTER-PRETATIVE PROPOSAL AT GENERAL CERRI

(ARGENTINA)

General Daniel Cerri, in the southwest of Buenos Aires (Argentina), is lo-cated in the suburban of Bahía Blanca city. Nowadays, this town works as a dormitory space of Bahía Blanca due to different political and economi-cal events of the local life that are linked to historical and crucial moments of the country. Nevertheless, the relationship between both spaces was not always asymmetric. During the 20th century, General Cerri was an internationally booming industrial core that linked its dynamism to cold storage chambers, railway stations and port activity. Today, as a testimony of that splendor built heritage remains but some of it in an advanced state of deterioration. That heritage must be valued, because as a relict witness of the past, it preserves cultural and identity components. In other words, considering that valuation is only possible through knowing the importance of it, working methodology was centered on field work. In this phase, a sur-vey in field was done in order to identify tangible heritage components that, according to semi-structured interviews key informants have mentioned in their stories as part of the heritage repertoire, due to the appropriation of them through their identification as identity components by their singularity and history within the town. The purpose of this article is to present built heritage linked to local culture which can be visited either by local people or visitors, in order to interpret local history with the intention of rescuing them from forgetfulness and with a more ambitious goal: incorporate them in tourism tour. As for conclusion, it can be anticipated that the methodol-ogy implemented in this experience highlights the importance of activating collective memory while rescuing local heritage.

Keywords: built heritage, local history, interpretative visit, culture, identity.

IL PATRIMONIO EDILE COME TESTIMONE DELLA STORIA LOCALE. PROPOSTA INTERPRETATIVA IN GENERAL CERRI

(ARGENTINA)

La località General Daniel Cerri, nel sudovest della provincia di Buenos Aires (Argentina), è localizzata nel periurbano della città di Bahía Blan-ca. Questo paese attualmente funziona come spazio camera di Bahía Blanca dovuto a diversi eventi politici ed economici della vita locale vin-colati con momenti storici puntuali del paese. Nonostante, la relazione tra i due spazi non è stata sempre asimmetrica. Durante il secolo XX, General Cerri fu un risonante nucleo industriale di carattere internazionale che vincolaba il suo dinamismo ai congelatori, stazioni di treni e attività portuaria. Oggi, come testimone di quel splendore, sussiste il patrimonio edile ma qualcuno in avvanzato stato di deterioramento. Esso dev’essere valutato, perché come testimone relitto del passato, ospita componenti culturali ed d’identià. Si intende che la valutazione soltanto è possibile at-traverso la conoscenza dell’importanza di esso. La metodologia di lavoro si è centrata nel lavoro di campo. A questo punto, si è fatto un rilevamento del terreno per individuare i componente patrimoniali tangibili che gli infor-manti chiave tramite interviste semistrutturate, hanno menzionato nei suoi racconti come parte del repertorio patrimoniale, dovuto all’appropriazione di essi secondo la loro identificazione come componenti d’identità per la loro singolarità e storia nella località. Il proposito dello scrito è presentare il patrimonio edile vincolato alla cultura locale, il quale può essere visitato tanto da parte della popolazione locale come da visitanti per interpretare la storia locale, con l’intenzione di salvarli dall’oblio e con un obiettivo più ambizioso d’insertarli dentro di una gita turistica. Come conclusione, si anticipa che la metodologia implementata nell’esperienza fatta in questa località mette a fuoco l’importanza dell’attivazione della memoria colettiva nel salvataggio del patrimonio locale.

Parole chiave: patrimonio edile, storia locale, visita interpretativa, cultura, identità.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/30/Almac%C3%A9n_de_Pascual_Marcucci.JPG

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INTRODUCCIÓN

1. EL PATRIMONIO ENTENDIDO DESDE LA APROPIACIÓN CULTURAL

2. LA LOCALIDAD DE GENERAL CERRI COMO ESCENARIO DE TRABAJO

La cultura como entramado humano de sentidos que tiene existencia en un medio geográfico, con una historia y un proceso productivo determinado es la que reviste de sentido ciertos elementos; de este modo, en el marco temporal de la vida cotidiana se ligan los hechos pasados y sus significados a las cosas y fenómenos del presente, dándole un sentido cargado de significados y valores (Millán, 2000), que lo convierten en patrimonio de una comunidad.

En el espacio- estudio el elemento material revestido de significación, el patrimonio tangible, son las edificaciones para el tema de análisis, mientras que el elemento inmaterial en el que las mismas co-bran valor son los significados, sentimientos, recuerdos ligados a un tiempo pasado de dinamismo en la localidad que requiere el trabajo con códigos e imágenes referenciales para la activación de la me-moria colectiva. Si esa activación no se produce con la intención de la valoración consciente del patri-monio y su resguardo, entonces se produce un proceso de abandono, deterioro e incluso desaparición del mismo; convirtiéndose en áreas marginadas en el núcleo habitacional. El objetivo del trabajo es presentar el patrimonio edificado vinculado a la cultura local en el área de estudio- la localidad de General Cerri de 8.716 habitantes (INDEC, 2010)- con características propias de los asentamientos de población de región pampeana entre finales de siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. No obstante, la singularidad de los mismos se vinculada a la historia local, al sentido de pertenencia y la memoria colectiva. La fortaleza de la experiencia efectuada radica en que mediante el aporte de los informantes claves es posible identificar el patrimonio histórico cultural que los actores endógenos mencionan y que no han sido designados como tal por vía legal u organismos de protec-ción. El rescate en el relato valorativo de los actores permite descubrir la importancia que para la po-blación detentan y por ello la necesidad de protegerlos.

Las manifestaciones, tanto materiales como inmateriales, que una sociedad carga de val-or y significado conformando su cultura local, se transforman en su patrimonio y la toma de conciencia de ello conforma su identidad. Así entendido, el patrimonio representa el con-junto de elementos o recursos presentes o recibidos de un tiempo pasado posibles de conservar en un futuro porque podrían ser utilizados; en este encuadre se reconoce la existencia de un potencial usuario, que otorga un valor y para quien ese patrimonio puede constituir un factor de identidad (Mont-golfier y Natali, 1987 en Lorda, 1998). Desde la década de 1980, los estudios sobre patri-monio cultural se han acrecentado, implican-do el desarrollo de nuevos debates teóricos; las visiones actuales tienden a comprenderlo como una construcción social articulada con la dinámica espacio-temporal de los grupos sociales.

Esta visión del patrimonio como construcción social ha sido ampliamente desarrollada por la Geografía Social y Cultural, las que entienden al espacio como identidad, es decir, el espacio como lugar vivido. De este modo, los espacios se cargan de sentimientos que sólo pueden ser comprendidos desde el relato, la historia y las imágenes de los propios actores locales involucrados. Ambas reivindican la compresión frente a la explicación y valoran la emoción por encima del objeto material de los fenómenos sociales (Com-erci, 2005); son los propios actores locales quienes a través de la significación de los objetos identifican el patrimonio local cuya conciencia del mismo con-tribuye a la conformación de identidad.

Al evaluar un patrimonio se adopta también un fun-damento ético con el cual se sustenta una posición responsable (Lorda, 1998). Por tanto, la importancia de la preservación de aquellos componentes tan-gibles que remiten a tiempos pasados, rugosidades (Santos, 1990), surge de su valor como testimonio de

distintos fenómenos culturales y su acción como el-emento que mantiene la cohesión de un grupo; son la evidencia de procesos históricos y manifiestan los valores desarrollados en el tiempo como accio-nes válidas de un pasado y que aún pueden serlo en el futuro (Garré, 2001).

Estos componentes como referente identitario se convierten en un recurso patrimonializable. Guy Di Meo (1998) habla de patrimonio desde una visión de valor patrimonial en el sentido de pertenen-cia entendida como apropiación. “Del pasado se descubren o redescubren elementos que pueden transitar un proceso de patrimonialización, es decir pueden patrimonializarse mediante la valoración y la institucionalización; así algo banal se trans-forma en recurso (con la posibilidad también de ser reconocido como atractivo y utilizado con fines

El 27 de Mayo de 1876 se construyó el Fortín Paso de los Cuatreros en cercanías a la ciudad de Bahía Blanca, como avance de la frontera Sur del país para frenar el ingreso de grupos nativos provenientes de la Patagonia argentina y chilena, que tenían como una de sus actividades principales para sub-sistencia el robo de ganado. En torno al fortín se asentaron pobladores y con el paso del tiempo el asentamiento pasó de ser un caserío a un pueblo consolidado, denominado desde el año 1943 con el topónimo General Daniel Cerri (Figura 1).

Figura 1. Localización de General Daniel Cerri en el periurbano de Bahía Blanca

Fuente: Elaboración propia (2012), sobre mapa base Sistema de Información Territorial Mapas Bahía Blanca- Departamento de Sistematización de Datos Departamento de Catastro (2005), Municipalidad de Bahía Blanca y base imagen satelital Google Earth 2010.

turísticos); pero este proceso es un proceso so-cial que permite que se transformen en patrimo-nio” (Bustos Cara, 2011).

De esta manera, el patrimonio no constituye un a priori, pero todo objeto puede tener una fun-ción patrimonial (Di Meo, 1998). “La patrimonial-ización implica procesos activos de toma de con-ciencia individual y colectiva en el sentido de una doble pertenencia y reconocimiento. En todos los casos demanda una serie de acciones concretas llevadas a cabo por activistas culturales” (Bustos Cara y Haag, 2010:34).

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La particularidad de la localidad es que en su historia cuenta con dos fundaciones siendo la segunda y definitiva de carácter industri-al. La misma se produce cuando en 1903 la Compañía Sansinena de carnes congeladas, con casa central en la ciudad de Buenos Ai-res, decide instalar un frigorífico en terrenos de Ernesto Tornquist, presidente de la em-presa. Dicha firma adquirió una extensión de aproximadamente 2.000has en el pueblo de Cuatreros debido a varios factores que se aunaron para la elección del lugar, entre los que se puede mencionar: la propiedad de las tierras en pertenencia del presidente de la empresa, la disponibilidad de agua del curso fluvial Sauce Chico, el acceso al mar con la posibilidad de la construcción de un puerto para la llegada de buques hasta el que se accedería desde el establecimiento por una línea férrea de trocha angosta, la inmedi-ación de ramales ferroviarios y, por último la cercanía a un pujante núcleo urbano (Bahía Blanca declarada ciudad en 1895). Con el inicio de la actividad fabril vinculada a la producción cárnica, fueron contratados 400 operarios permanentes, cifra que al poco tiempo sería triplicada, quienes junto con sus familias se asentaron en la localidad que en pocos años se transformó de un fortín de vig-ilancia con escasos habitantes a un pujante núcleo industrial. Desde 1890 fue creciendo en Argentina una red económico-financiera en la que se podía observar el avance y la concentración de em-presas en personajes como Tornquist, quien gradualmente fue apropiándose de las indus-trias situadas sobre el Riachuelo de Buenos Aires entre las que se incluían frigoríficos y textiles. La evidencia de esta red es la vin-culación de Tornquist con otros grupos que operaron en ese espacio geográfico, tales como: Bunge y Born, Bemberg, Sansinena y Soulas et Fils. Con el avance de la integración de capitales, la firma JSF- Joseph Soulas et Fils- decidió la instalación de un lavadero de pieles en Cua-treros con el objeto de aprovechar la materia

prima proveniente del frigorífico. La iniciativa era una estrategia que reproducía el funcionamiento de am-bas fábricas de manera conjunta en otra espaciali-dad, como sucedía en las márgenes del Riachuelo en Avellaneda y Barracas Sur, en Buenos Aires. En abril de 1905 fue inaugurado junto al frigorífico en Cuatreros el lavadero y peladero de pieles Soulas et Fils (luego Lanera Argentina) y con este hecho la localidad se convirtió en el primer pueblo industrial de la región (La Nueva Provincia, 2005). La instalación de ambos emprendimientos vinculó al poblado con el mundo, en un contexto económico-político nacional que lo permitía debido a que la exportación era el pilar fundamental de la actividad. Con la radicación del lavadero la mayoría de los ob-reros para el inicio de las actividades llegaron desde la sede en Buenos Aires; los operarios y sus familias complementaron el incremento demográfico local de inicios del pasado siglo. Esto traería aparejado un crecimiento demográfico sostenido, pero en gener-al de bajo nivel económico. Sin embargo, no puede obviarse que el progreso local estuvo vinculado a di-chas fuentes laborales.

El aumento de residentes requirió servicios propios de una mejor calidad de vida. La idea de entidad so-cial que sustentaban las firmas permitió que sean las creadoras de escuelas, espacios recreativos y clubes deportivos. Además dieron respuesta a distintas necesidades de la vida urbana, incluso en el aspecto vinculado a la vida espiritual, ya que fueron las pro-motoras de la creación de la Parroquia San Miguel Arcángel. Asimismo, los tendidos eléctricos, de agua y gas fueron impulsados por los establecimientos, que además brindaban servicios médicos.

El progreso que marcó el inicio de las actividades del núcleo fabril posicionó a la localidad como un centro de importancia regional. Al aumento de población por la radicación de los obreros se sumó la instalación de variados locales que satisfacían la demanda de la creciente población, como también así la elección de vivir en la localidad por parte de comerciantes, a causa de las posibilidades económicas que brindaba una población en constante aumento. Comercios de ramos generales, bares, billares, cine, hotel, pen-siones, fábricas (de soda, de calzado, de ruedas de carro, entre otras), son algunos de los hechos conse-

cuentes del inicio de la actividad industrial. No obstante, como consecuencia de la lógica impu-esta por la globalización, los cambios en la deman-da, como también así la obsolescencia que vuelve a ciertos espacios incapaces de competir bajo las nuevas reglas de juego, durante los últimos veinte años del siglo pasado la localidad vivenció una pro-funda crisis industrial y la paralización definitiva de la actividad con el cierre de sus plantas fabriles. La dinámica que caracterizaba antaño al poblado desapareció por completo, convirtiéndose en dor-mitorio de Bahía Blanca.

Para el área de estudio, con el abandono de es-pacios anteriormente dinámicos, comenzó un pro-ceso de deterioro de los componentes materiales que signaron su evolución; el importante patrimo-nio edificado cayó en el olvido, alguno sin manten-

Mediante el relevamiento de ciertas edificacio-nes que permiten analizar el tiempo pasado des-de el relato valorativo de informantes clave, es empleada una metodología de trabajo de caráct-er cualitativo. De este modo, ha predominado el trabajo de campo mediante la recopilación de in-formación por medio de entrevistas semiestruc-turadas acorde a la Geografía Cultural y Geo-grafía de la Percepción. A través de la técnica de entrevistas e historias de vida son identificadas las construcciones que los residentes consideran componentes del patrimonio. Estos bienes patrimonializables de-stacados en el relato de los actores y verificados mediante relevamiento, presentan singularidad por distintos factores que lo diferencian del en-torno, ya sea por aspectos visibles (particulari-dades en el estilo, ornamentos, inscripciones en sus fachadas) o no visibles (el complemento in-material que surge del relato, la memoria), que remiten a tiempo pasado y permiten adentrarse en la historia local. No todos los elementos que forman parte de un grupo social constituyen automáticamente pat-rimonio, dicho proceso se produce con la valor-

3. METODOLOGÍA DE TRABAJO

ación de un elemento por la comunidad, mientras tanto son potencialmente patrimonializables y para constituirse en repertorios patrimoniales de-ben ser activados y, esta activación depende del rescate de valores de una sociedad determinada y en un momento dado (Prats, 1997). Para el caso presentado, los bienes patrimonializ-ables pueden ser entendidos como aquellos que requieren la activación de la memoria colectiva, es decir no son identificados fácilmente como parte del repertorio patrimonial debido a que es-tán vinculados como consecuencia de la historia local en vez de ser hechos históricos puntuales y relevantes en la localidad. Cabe mencionar que existen algunos puntos de contacto entre los mis-mo, tales como: la tenencia en propiedad privada que provoca que se encuentren en distinto estado de conservación, corresponden a bienes que se vinculan con el crecimiento poblacional y el auge del poblado en las primeras décadas del siglo XX, cumplían la función de espacios de encuentro por distintos fines como recreativo o comercial y por último, su conservación implica mantener la co-hesión e identidad mediante la trasmisión de la historia local.

imiento sufrió un notable deterioro e incluso de-saparición. Sin embargo, por la valoración que revisten conforman el patrimonio histórico y cul-tural local que debe ser rescatado.

Actualmente, las experiencias de recuperación de espacios patrimoniales se vinculan a una visión renovada de la globalización, en la que como alternativa a la homogeneización se pre-tende la afirmación de cultura e identidades locales como forma de resaltar aquello que le otorgará singularidad al lugar, resguardar la historia local y evitar que se pierda la memo-ria colectiva en las mutaciones espaciales; en muchos casos esta renovación se relaciona con una nueva modalidad de turismo.

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4. PRESENTACIÓN DE LOS CASOS IDENTIFICADOS COMO BIENES PATRIMONIALIZABLES

4.2 Casa Silvani

4.1 Almacén de ramos generales Marcucci

4.3 Panadería el Fortín

Los bienes que integran el grupo de casos presen-tados a continuación son: Almacén de ramos gene-rales Marcucci; Casa Silvani; Panadería el Fortín; Cine Voglino; Antiguo comité peronista y Centro Español. Su singularidad o diferenciación puede ser percibido e impacta visualmente; basta con ob-servar el cornisamento y fachada de estas edifica-ciones para identificar que resguardan parte de la historia local por su aspecto particular en compara-ción al entorno próximo.

En 1918 Guillermo Silvani compró una edificación en la localidad y la transformó en almacén de ramos generales y bienes para el hogar. En un hecho que puede entenderse como spin off el señor Silvani se transformó en la competencia del almacén de ra-mos generales de Pascual Marcucci, quien había sido su jefe poco tiempo antes y donde él había adquirido los conocimientos necesarios para llevar adelante su propio emprendimiento. Hasta la actu-alidad el mismo funciona como almacén de ramos generales, venta de electrodomésticos y artículos para el hogar (Figura 3).

Este edificio construido como boliche en el antiguo camino a Carmen de Patagones ubicado a 300m del Fortín Cuatreros fue habilitado como panadería de la familia Pollatini en el año 1913. Su estilo es característico de los almacenes de pueblos de la región pampeana. Si bien ha cambiado de dueños continúa ininterrumpidamente su actividad en el rubro de panificación (Figura 4). En la historia local se menciona que en las calles entorno a la panadería se desarrollaban las carreras cuadreras- carreras de caballo con apuestas al margen de la ley- y en el establecimiento eran adquiridos productos de pastelería y confitura como también bebidas por los espectadores.

Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/00/Casa_Silvani.jpg / Elaboración propia (2011).

Pascual Marcucci fue el dueño del primer almacén de ramos generales de la localidad. Se radicó en el año 1905 y comenzó trabajando en el frigorífico Sansinena, pero luego decidió abastecer al gran número de obreros y empleados que iban atray-endo las dos industrias del pueblo. Comenzó con un boliche (bar y venta de productos varios) (Figura 2) que gradualmente amplió hasta convertirse en el primer almacén de ramos generales. En el año 1915 anexó una fábrica de soda, en la que además elaboraban una bebida, el narangín, cuya receta era propia de la familia.

Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/30/Almac%C3%A9n_de_Pascual_Marcucci.JPG / Elaboración propia (2011).

Sin embargo, los mismos sólo quedarían como una edificación distinta al entorno si no nos ad-entramos en la historia local mediante los sím-bolos (inscripciones, ornamentos, entre otros) que detentan, y no podría entenderse la vincu-lación e importancia de los mismos en la historia local si no es a través del trabajo cualitativo de entrevistas.

Se rescata de los relatos el valor de la palabra, puesto que era común que el almacén diera fiado a los empleados de las fábricas por quin-cena- tiempo de plazo en el que cobraban los sueldos. Actualmente en venta, los años de abandono han comenzado a deteriorar notable-mente la edificación y sus detalles ornamental-es tales como la cornisa o el emblemático ángel de estilo Art Decó.

Figura 2. Detalles ornamentales destacan a la edificación del entorno

La familia Silvani desempeñó un importante pa-pel en la consolidación del poblado puesto com-praban tierras que luego loteaban y vendían a los interesados en construir vivienda propia. Esta transacción inmobiliaria era acompañada por créditos para la adquisición de materiales de construcción que la familia ofrecía; materiales de construcción que se encontraban entre los pro-ductos vendidos en el almacén de los Silvani.

Figura 3. Casa Silvani, en 1918 y en la actu-alidad

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Figura 4. La panificadora en 1913 y en la actualidad

Fuente: Elaboración propia (2011).

4.4 Cine Voglino

4.5 Antiguo comité peronista

4.6 Centro Español

En la década de 1910 la familia Voglino inició la ac-tividad comercial en proximidad al frigorífico San-sinena. En las instalaciones del edificio que posee hasta la actualidad la familia se dedicó a distintos rubros vinculados con el tiempo de ocio de los ob-reros del complejo industrial; en el mismo funciona-ba un cine, una fonda, un restaurante, café y billar. Además, contaba con pensión con habitaciones al-rededor de una galería central para dar hospedaje.

En el friso de la edificación pese al paso de los años aún es posible leer bajo las capas de pintura sobre la puerta principal il piccollo monferrato (Fig-

En una localidad tradicionalmente seguidora en su mayoría del partido político Justicialista, vinculado a las conquistas obreras y sindicales del siglo XX, son comunes los relatos de enfrentamientos por ideas políticas. Este edificio situado en una esquina a escasos 200m del complejo industrial, funciona en la actualidad como bar, sin embargo bajo la pintura aún se vislumbrar en su oculta inscripción su origen como Comité Peronista desde la década de 1940. En el friso es posible leer la frase Perón Cumple, e inmediatamente después Confederación General del Trabajo CGT (Figura 6).

Figura 6. Antiguo comité peronista.

El pueblo fue conformado mayoritariamente por inmigrantes italianos y españoles, es por ello que los centros de colectividades eran lugares de en-cuentro común. Este es el caso del Centro Español de General Cerri, una importante edificación en sus orígenes, donde se realizaban romerías, tertulias bailables y fiestas. Sin haber podido encontrar in-formación al respecto el mismo permanece cerrado desde 1951 hasta la actualidad. En la década de 1990 debido a una ordenanza municipal por la que

Fuente: Elaboración propia (2011).

Fuente: Elaboración propia (2011).

Fuente: Elaboración propia (2011).

ura 5), nombre del establecimiento con el que sus propietarios recordaban el lugar en Italia del que eran oriundos. Además, en ambos laterales de la edificación también en el friso es posible observar: Cinematógrafo- Restaurant- Cine- Billar.

Figura 5. Pese a la pintura que cubre el friso la inscripción resguarda historia local que capta la atención del visitante

se establecía una reducción de impuestos a las edificaciones no cubiertas, su techo fue demoli-do y sólo se conserva el frente (Figura 7). Un edi-ficio de atractivo por su cornisamento y balaus-trada, en agravante estado de desaparición. Figura 7. Sólo el frente permanece de esta edificación peculiar en la localidad

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5. CONSIDERACIONES FINALES

Todo bien material e inmaterial de una comunidad es patrimonializable, puesto que remite a la historia y cultura local. Los bienes del patrimonio cultural no suelen ser considerados como tales hasta que adquieren esa designación por vía legal y, es por ello que en muchos casos no existe la conciencia colectiva que estos elementos son parte del patri-monio local. Este hecho se debe a que hay versio-nes, o aspectos de la identidad, que pueden existir in mente, en el imaginario social colectivo y que sin embargo no tienen una plasmación patrimonial; el único camino posible, para la valoración subje-tiva de un patrimonio, requiere del trabajo con la memoria colectiva a través del acercamiento a los actores involucrados considerados informantes claves (Prats, 1997).

Los elementos materiales, edificaciones, ligados directamente a la historia de una comunidad gener-almente son reconocidos e incorporados como par-te del patrimonial local y, ello impulsa acciones de conservación o la búsqueda legal de protección. En el caso de inmuebles de particulares es más difícil su consideración, incluso en localidades pequeñas como la correspondiente al caso presentado.

En el área de estudio, afín a una época precisa correspondiente a principios de siglo XX, en que las industrias cárnicas actuaron como pilares con-solidadores del desarrollo socio-económico en General Cerri, existen edificaciones que no son identificadas fácilmente como parte del repertorio patrimonial debido a que son consecuencia de la historia local en vez de ser para el común de la po-blación hechos históricos propiamente. Estos bi-enes patrimonializables remiten a la historia local y requieren de la activación de la memoria colectiva

BUSTOS CARA, R. Apuntes Curso de Posgrado Identidades Locales y Cambio Social, Noviembre de 2011. Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Argentina.

BUSTOS CARA, R. y HAAG, M. I. Territorialización y Patrimonialización. Convergencias y conflictos en la asignación de recursos patrimoniales. EN: VIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural- ALASRU, 2010, Recife, Brasil.

COMERCI, M. E. La estructuración del espacio en Chos Malal. De los territorios reales y pensados a los territorios posibles. Santa Rosa, La Pampa, Argentina, Tesis de Licenciatura en Geografía, Univer-sidad Nacional de La Pampa. 2005.

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PRATS, Ll. Antropología y patrimonio. Barcelona, España, Ariel Antropología. 1997.

SANTOS, M. Por una Geografía Nueva. Madrid, España, Espasa-Calpe, S.A. 1990.

para consolidarse como componentes del patri-monio cultural. Si bien aquí sólo son presenta-das las edificaciones con una breve reseña de carácter anecdótico, su identificación no habría sido posible sin la aplicación de técnicas cuali-tativas de historia de vida y entrevistas. La modalidad de trabajo es adecuada debido a las dimensiones acotadas del área de estudio; no obstante, puede emplearse en otros espa-cios de análisis o incluso a sectores al interior de grandes ciudades en base a una temática común. La identificación permite rescatar la historia, consolidar el arraigo local y la cohe-sión de grupo, y en última instancia mejorar la calidad de vida, ya que las edificaciones anti-guas no conservadas tienden a ser sumergidas en procesos de deterioro que pueden convertir al sector en áreas marginadas. El rescate de los mismos es beneficioso para la refunciona-lización de edificios, entendiendo el uso como uno de los modos más eficaces de la conser-vación; además para realizar visitas interpreta-tivas e incluso para peticionar que se cumplan normativas o partidas presupuestarias para el cuidado de antiguos edificios.

Requiere de un trabajo profundo poder avan-zar desde un aspecto visible en una fachada a develar la historia y el entramado cultural que resguarda. Por ello, es importante que sean los actores locales quienes los identifiquen; no sólo porque facilitan el proceso de análisis, sino porque como actores endógenos la relación que establecen con el espacio vivido y las prác-ticas sociales los diferencian de la visión de los meros visitantes.

Referencias Bibliográficas

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RESPONSABILIDAD SOCIAL Y REFORMA UNIVERSITARIA EN EL PROCESO HISTÓRICO DE LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA (1891-2000): PATRIMONIO PARA LA TRANSFORMACIÓN ACADÉMICA.

RESUMEN

Recibido: 30.10.12 / Aceptado: 05.11.12Rincón Imelda¹, Ortega Sheila²

La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) puede entenderse como la capacidad que tiene la universidad de difundir y aplicar un conjunto de principios y valores éticos que sustentan la formación estudiantil y el compromiso social del quehacer científico. Este trabajo tiene como objetivo identificar el referido concepto en el lapso histórico comprendido entre 1891 y 2000. La metodología utilizada fue la descriptiva-documental, delimitada en etapas, tomando en consideración sus especificidades. Como resultado, se evidenció que en la Universidad del Zulia, el concepto de RSU asociado a sus ideas e ideales de reforma estuvo presente en los procesos históricos abordados, lo cual constituye un valor patrimonial.

Palabras clave: responsabilidad social, reforma universitaria, Universidad del Zulia, valor patrimonial.

(1) Doctora en Ciencias de la Educación, Universidad del Zulia, Doctora Honoris causa de la Univer-sidad del Zulia - Doctora Honoris causa de la Universidad Experimental “Rafael María Baralt”. Rincón Imelda - [email protected]. Directora de la Revista de la Universidad del Zulia.

(2) Magister en Ciencias de la Educación, Universidad del Zulia, Orden Ciudad de Maracaibo. Ortega Sheila - [email protected]. Doctoranda en Ciencias Humanas en la Universidad del Zulia.

SOCIAL RESPONSABILITY AND UNIVERSITARY REFORM WITHIN THE HISTORICAL PROCESS OF

UNIVERSIDAD DEL ZULIA (1891-2000):HERITAGE FOR ACADEMIC TRANSFORMATION

University social responsibility (USR) can be understood as the capacity that university has to spread and apply a set of principles and ethi-cal values that sustain student formation as well as social commitment of scientific practice. The purpose of this article is to identify such con-cept in a period of time among 1891 and 2000. A descriptive-documentary methodology was applied delimited in phases considering their specificities. As a result, it is evident that the concept of USR associated to its ideas and ide-als of reform was present at Universidad del Zulia within the historical processes addressed which is a heritage value.

Key words: social responsibility, university re-form, Universidad del Zulia, heritage value.

RESPONSABILITÀ SOCIALE E RIFORMA UNIVERSI-TARIA NEL PROCESSO STORICO DELLA UNIVERSI-DAD DEL ZULIA (1891-2000): PATRIMONIO PER LA

TRASFORMAZIONE ACCADEMICA

La Responsabilità Sociale Universitaria (RSU) vi-ene capita come la capacità che ha l’università per diffondere ed applicare un insieme di principi e valori etici che sostengono la formazione dello stu-dente e l’impegno sociale della pratica scientifica. Questo lavoro ha come proposito individuare il sud-detto concetto in un periodo storico compreso tra 1891 e 2000. Si è utilizzata una metodologia di tipo descrittiva-documentale delimitata in fasi, conside-rando le sue specificità. Come risultato, si è evi-denziato che nella Universidad del Zulia, il concetto di RSU associato alle sue idee ed ideali di riforma è stata presente nei processi storici studiati, il che costituisce un valore patrimoniale.

Parole chiave: responsabilità sociale, riforma uni-versitaria, Universidad del Zulia, valore patrimoni-ale.

http://album.universia.edu.ve/thumbnails.php?album=600 1918

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1.- EL PROBLEMA

2.- ABORDAJE TEÓRICO CONCEPTUAL

En el proceso histórico de la Universidad del Zu-lia existen varias etapas con sus cambios y trans-formaciones, desde la perspectiva de la relación responsabilidad social y reforma universitaria, donde puede distinguirse de manera constante la idea de la responsabilidad social sustentada en el cumplimiento de sus fines y objetivos instituciona-les de alcance intelectual y ético, proyectados en la formación de profesionales integrales con vocación de servicio y ética en la búsqueda del bien común, lo cual constituye un valor patrimonial permanente. Aunque también se manifiesta con marcada reso-nancia la separación entre sus fines y objetivos y las prácticas académicas, donde se evidencia la necesidad de emprender transformaciones inter-nas de Reforma que permitan superar dificultades que obstaculizan la eficiencia de las funciones pre-vistas en su ordenación legal y organizacional.

Sin embargo, en el proceso histórico de creación, reapertura y desarrollo de la Universidad del Zulia no ha predominado como línea de acción priori-

Fancois Vallaeys (S.F.) de la Pontificia Universidad Católica del Perú al plantear el significado de la responsabilidad social en general, considera que en una organización ésta se desarrolla cuando se genera la conciencia de sus fines y objetivos sobre sí misma y de sus relaciones con el contexto en el cual está ubicada, convirtiéndose en una concien-cia organizacional global e integral. Compartida por todos y aplicada, puede hablarse “de voluntad ética e interesada” en función del bien para los miem-bros internos y los externos que se articulan a la organización. Por otra parte, este autor menciona definiciones como la del Libre Verde de la Unión Europea refer-ida a la Responsabilidad Social Empresarial, con-siderándola como una decisión voluntaria, orienta-da a contribuir al desarrollo económico en función del bienestar de sus miembros y de la comunidad local; cita además, la definición de Alejandra Opina sobre la llamada empresa buena, entendida como

taria la responsabilidad y reforma universitaria, entendida como un conjunto de principios y va-lores patrimoniales que sustente la formación estudiantil y el compromiso social del quehacer científico, a pesar de reconocerse los efectos negativos de la fragmentación y dispersión de sus funciones, lo que no significa negar las ex-periencias y reflexiones sobre el impulso de di-cha responsabilidad social como una pieza fun-damental del compromiso de la Universidad con la sociedad y con su tiempo, así como con las generaciones futuras.

Por lo tanto, existe un discurso generado a lo interno de la Universidad, que en el presente estudio delimitamos fundamentalmente en los períodos rectorales, asumiendo como referencia el liderazgo de sus Rectores desde 1891 hasta 2000, donde se evidencia la vinculación de la Responsabilidad Social Universitaria y la nece-sidad de la reforma universitaria para afianzar los principios y valores en los planos: personal, social y universitario

concientización dirigida a ayudar a los sectores sociales con menos recursos económicos y res-petar a los consumidores. La importancia de la Responsabilidad Social Universitaria se destaca en España a través de la tercera misión de la propuesta denominada: Estrategia Universitaria 2015, considerando, el impulso de dicha responsabilidad social como una pieza fundamental del compromiso de la Universidad con la sociedad y con su tiempo, así como con las generaciones futuras. Este fo-mento se concibe, como un compromiso que la universidad ha de tener con su entorno local, así como con la comunidad nacional e internacional (Secretaría de Estado de Educación, Formación profesional y Universidades).

Al respecto, en la referida Estrategia asumida como política pública por el Gobierno Español

se agrega que:

la continua demanda realizada a las universidades para activar su contribución al desarrollo del entor-no surge a causa de los nuevos procesos de global-ización y de la localización del desarrollo económi-co, en los que el entorno local es relevante para determinar la capacidad de las universidades para responder a las necesidades del entorno (Ídem).

Por otra parte, la Universidad de Santiago de Chile ha incorporado un nuevo concepto a sus directri-ces: la Responsabilidad Social, entendiéndose como la capacidad que tiene la universidad como institución de difundir y poner en práctica un con-junto de principios y valores, por medio de cuatro procesos claves: Gestión, Docencia, Investigación y Extensión.

En concordancia con esta definición, se identifican los siguientes valores: a) valores del plano person-al, tales como la dignidad de las personas, la inte-gridad y la libertad; b) valores del plano social, de-stacándose al referido a la ciudadanía, democracia y participación; y c) valores del plano universitario, los cuales son compromiso con la verdad, excelen-cia e interdependencia.

Respecto a la importancia de los valores en el con-texto de la Responsabilidad Social Universitaria, Bernardo Klisberg afirmó que:

la universidad debería formar con una perspectiva de ética aplicada. No basta con ser buenos conta-dores y abogados, después del desastre económi-co mundial que estamos padeciendo donde los que tomaron las decisiones tenían las mejores creden-ciales académicas. Deben estar actualizados so-bre el estado del arte y de la economía, y al mismo tiempo tienen que desarrollar un sentido ético, de responsabilidad para tomar decisiones a favor del bienestar colectivo y de la mejora de la situación de los sectores más empobrecidos. Es decir si apu-esta a un desarrollo nacional o si por el contrario está aportando al enriquecimiento individual y de grupos muy reducidos de la población (Red Espe-cial Uruguaya, 24/08/2009).

Así mismo, Vallaeys al preguntarse por la definición de Responsabilidad Social Universitaria reconoce

la extensión de su alcance y aplicación ética que toda organización o institución debe asumir como compromiso y acción, en tal sentido con-sidera su uso frecuente en el mundo empresari-al y su proyección en el ámbito universitario. Sin embargo, advierte que no debe considerarse a la Universidad como empresa. Este autor visualiza a la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) ajena a toda filantropía, ya que la misma no representa una visión integral ni de la sociedad, ni de la empresa, por lo que debe superar el enfoque de la proyección so-cial y extensión universitaria y asumir su función principal de formación estudiantil y producción de conocimientos. La interpretación que hace Vallaeys sobre el enfoque señalado obedece a que la Universi-dad debe dejar de pensarse como una burbu-ja de paz y racionalidad que aplica ciencias y tecnologías fragmentadas generadoras del mal desarrollo, en el cual sobreviva la humanidad: “por lo tanto, la crisis del saber hiperespecial-izado y su ceguera frente a los males que de-riva, tiene que ser el punto de partida para una reforma universitaria de responsabilidad social que no sea meramente cosmética, sino una pro-funda reflexión sobre el significado social de la producción de conocimiento y la formación de líderes en la era de la ciencia” (S/P).

En función de lo expresado por ese autor, es necesario no solo reconocer las malas políticas universitarias sino también a los conocimientos y epistemologías que la universidad produce y trasmite, por lo cual es indispensable que la uni-versidad elabore su propio diagnóstico y genere su reforma desde una visión holística, capaz de articular sus componentes en un proyecto generador y promotor social de principios éticos orientados al desarrollo social equitativo y sos-tenible, cuyo fin fundamental debe ser la pro-ducción y enseñanza de saberes responsables, y la formación de profesionales -ciudadanos re-sponsables.

Por otra parte, Omar Ambrosino de la Univer-sidad Autónoma de Santo Domingo plantea la interrogante: ¿Responsabilidad Social Universi-

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taria? en el foro realizado en el ámbito de la Uni-versidad Nacional de Córdoba denominado, “Foro de Gestión en Responsabilidad Social Universita-ria”, donde afirmó que la “Gestión en Responsabi-lidad Social Universitaria es un planteo político y la Universidad al servicio del pueblo es otro”.

Esto quiere decir que el aprendizaje en servicio es un planteo político, y la Extensión Universitaria es otro. Uno se presenta con un barniz de apoliticismo y coherentemente niega la experiencia de lucha y creatividad que es patrimonio de los pueblos, por eso se ofrecen como novedades cuando no lo son, porque como parte de su estrategia conservadora, actúan como velo de la historia.

Al respecto, agrega lo siguiente: “es así que, por ejemplo, soslayan la existencia del movimiento cultural más original y revolucionario que alumbr-ara por estas tierras, la Reforma Universitaria (la de Córdoba) y se apropian de su programa, pre-sentándolo, vaciado de contenido. Responsabi-lidad social no es lo mismo que compromiso con el pueblo, este último planteo siempre implicó que existe una contradicción básica en el seno de la sociedad (pueblo-anti pueblo/ pueblo-oligarquía)”. En la Universidad del Zulia se celebró el I Congreso Internacional de Responsabilidad Social Universi-taria entre el 02 y 04 de noviembre de 2011, donde el Dr. Víctor Martín Fiorino en la ponencia central del evento destaca el crecimiento exponencial del conocimiento científico técnico con una asimetría de resultados que se expresan en la dualidad, por un lado, de algunos mejoramientos en la calidad de vida, y por el otro del incremento de actividades bélicas y de antivalores generadores de poder político en algunos pocos para ejercer dominación sobre las grandes mayorías.

Lo antes planteado obliga a decir que existe para el siglo XXI la agenda pendiente del ejercicio ético del conocimiento. Al respecto, Martín Fiorino se-ñala que:

de un modo de pensar centrado en el poder del conocimiento, con dificultad y progresivamente se está pasando a otro modo de pensar, centrado ahora más bien en la responsabilidad. Respon-sabilidad, en primer término, en el uso del poder del conocimiento tecno científico, pero también, y

cada vez con mayor claridad, responsabilidad en el ambiente, con la vida humana y la de las demás especies, con el uso de la energía, con el respeto a las culturas y religiones diferentes, con la convivencia ciudadanía a través de la tol-erancia y el diálogo.

La metodología utilizada fue la descriptiva-doc-umental, delimitada en etapas, tomando en con-sideración sus especificidades. Como resultado se evidenció que en la Universidad del Zulia, el concepto de “RSU” asociada a sus ideas e ide-ales de reforma, estuvo presente en el proceso histórico abordado, como se expone a continu-ación.

De la rectoría del Dr. Francisco Ochoa (1891) a la del Dr. Jesús Enrique Lossada (1946-1948) existe una distancia histórica de 57 años, aunque sus discursos están centrados en la re-sponsabilidad social como deber moral individ-ual y colectivo, que en el caso de la Educación y de la Universidad en particular exigía trans-formaciones que generaran avances en la So-ciedad venezolana y regional, éstas sólo podían lograrse mediante el aprendizaje y la produc-ción científica. Ochoa por ejemplo, inspirado en la concepción cristiana católica realizó cambios en la políti-ca del ingreso estudiantil para favorecer la for-mación ética de la juventud, por lo cual, establ-ece la Cátedra de Gramática en el Curriculum universitario para dar oportunidad de acceso a los estudiantes pobres; dado que la aprobación de esta Cátedra era un requisito de ingreso y en la época de su rectoría sólo la ofrecían los Cole-gios privados existentes en Maracaibo.

Así mismo, solicitó a los decanos de las Fac-ultades que integraban la estructura académica de la recién instalada Universidad, introducir cambios en los planes de estudios, ya que por responsabilidad universitaria era necesario

3.- METODOLOGÍA Y HALLAZGOS

3.1.- De la Universidad para todos a la Universidad medularmente revo-lucionaria (1891-1948)

enseñar y producir una ciencia actualizada que fuera útil a la formación estudiantil y al progreso de la realidad local; desde su visión filosófica, el cambio social exigía la aplicación de la ciencia con sentido ético.

Los rectores que prosiguen a partir de 1892, consid-eraron la responsabilidad social universitaria tanto en el deber ético y vocación de servicio, asumi-endo la actualización científica como fundamento de toda reforma universitaria exigiendo, a su vez, condiciones adecuadas de funcionamiento, donde la idea de presupuesto justo y la idoneidad profe-soral se planteaban como una necesidad.

Atendiendo a estas consideraciones, un cambio trascendental se registra en nuestra historia in-stitucional en 1897 con la designación del rector Dr. Francisco Eugenio Bustamante, para quien la responsabilidad social universitaria, incluso, im-plicaba la lucha radical en contra del dogma cris-tiano católico que obstaculizaba, según su visión, la necesaria reforma universitaria sustentada en la Ciencia como guía y norte de todo progreso indi-vidual y social, no sólo desde el punto de vista do-cente sino también investigativo y con énfasis en su divulgación.

En razón de lo cual, introduce la reforma universita-ria de la comunicación científica a través de la cre-ación del periódico “La Universidad del Zulia”; con su visión positivista apunta hacia el cambio político, sustentado en la Ciencia como herramienta de go-bierno y utilización de la meritocracia científica con probidad, tanto en la gestión pública como en el ejercicio profesional. El cierre de la Universidad ocurre en 1904, pero esta sobrevivirá como idea; generaciones tras gen-eraciones lucharán por su reapertura y en esta lu-cha sobresale el maestro y doctor Jesús Enrique Lossada, para quien la responsabilidad social uni-versitaria no debe desligarse de las luchas sociales por la transformación revolucionaria de la Sociedad venezolana, entendida como la materialización real y efectiva de principios y valores entre los cuales asigna prioridad a la libertad y a la igualdad. Con esta visión sustentada en el compromiso ético de servirle a la patria, una vez lograda la reapertura de la Universidad, asume como rector de la misma el

1 de Octubre de 1946.

En el acto de toma de posesión como rector, Lossada destaca en su discurso las ideas de la Universidad inclusiva sin restricciones de clase social, abierta a la pluralidad de las ideas en el contexto de la responsabilidad social, enten-dida como el compromiso requerido por la pa-tria, que según su visión está representado por la integración ética de la Ciencia en su relación teórica-práctica, capaz de generar salud, justi-cia, educación de calidad, espiritualidad, capa-cidad investigativa, vocación de servicio y par-ticipación de la propia comunidad universitaria en la dirección del gobierno.

De acuerdo con estas reflexiones, consideró que la Reforma Universitaria se haría posible a través de la nueva normativa de los llamados Estatutos Universitarios prometidos por el nue-vo gobierno que se instaló en Venezuela a partir del 18 de Octubre de 1945, cuyo epicentro sería la autonomía universitaria. Lossada interpretó que dichos estatutos serían indispensables para avanzar hacia la conquista de la Univer-sidad transformada y transformadora. Así, su Discurso presenta un recorrido por los avances de la Ciencia y su ética sin omitir las dificultades existentes para colocar la Universidad del Zulia en la cumbre de la excelencia científico-cultural y moral con proyección social. Al cumplir su primer año de gestión rectoral, hace una evaluación de lo realizado y lo que fal-taba por hacer, sin considerar insuficientes los resultados obtenidos, refuerza su idea de la Uni-versidad medularmente revolucionaria compro-metida con los principios y valores de la libertad y la igualdad, como formas de vida reglamen-tada y practicada, haciéndola dependiente de la responsabilidad social universitaria ya que la Universidad no podía convertirse en una mera fábrica de profesionales y, por otra parte, su re-sponsabilidad social era hacerse también sus-tentable en el tiempo.

2322

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3.2.- Las contradicciones entre la Responsabilidad Social y la Reforma Universitaria (1948-2000)

El 28 de junio de 1948 muere prematuramente el Dr. Jesús Enrique Lossada y lo sustituye el Dr. Edu-ardo Mathías Lossada, pero una de las principales contradicciones de este período está representada por un nuevo Gobierno dictatorial tras el derroca-miento del Presidente constitucional Don Rómulo Gallegos. Esta dictadura elimina las ideas renova-doras del gobierno anterior sobre la responsabili-dad social y la Reforma universitaria que lideró con especial empeño y convicción transformadora el Dr. Jesús Enrique Lossada.

Dichas ideas pretendieron ser sustituidas por la disciplina eficiente y tecnocrática exigida por el mercado capitalista, fundamentalmente la derivada de la industria petrolera que pasa a convertirse en la esencia de la responsabilidad social y en el eje de la reforma universitaria. Este proceso de cambio se enmarcó en una visión elitesca que establece el pago de matrícula, los exámenes de admisión, el sistema de cupos para ingresar a la Universidad, así como un régimen de intolerancia ideológica que generó persecuciones estudiantiles y ataques a to-dos los movimientos sociales y partidistas opues-tos a la dictadura vigente.

Bajo estas circunstancias, los doctores Jesús Leo-poldo Sánchez, José Hernández D´Empaire, y Domingo Leonardi son designados rectores en el lapso comprendido entre 1949-1958; todos ellos profesionales meritorios, pero enmarcados en la idea de la responsabilidad social y de la reforma universitaria asociadas a las restricciones políticas y al modelo económico tecnocrático que demand-aba los sectores de mayor peso económico y em-presarial.

En sintonía con esta visión política, se instaló como organismo de dirección universitaria el llamado Consejo Administrativo y Académico y los Conse-jos de Catedráticos en las Facultades, por supues-to sin representación estudiantil ni de egresados, para lo cual se promulgaría en 1953 la Ley de Uni-versidades, que vino a validar estos cambios. Por otra parte, y en exigencia a la mayor eficiencia tec-nocrática, se instaló la Escuela de Petróleo que sin

dudas hacía más sustentable a la Universidad del Zulia, a la que por cierto para convertirla en más dependiente del gobierno dictatorial se le cambia el nombre por el de Universidad Nacio-nal del Zulia.

Un nuevo amanecer ilumina la vida del país y de las Universidades venezolanas tras el der-rocamiento de la dictadura y el advenimiento de la democracia representativa con una Junta de Gobierno que cumplió el cometido de organizar las elecciones presidenciales, las cuales valida-ron el inicio del sistema de gobierno democráti-co representativo, que trajo como consecuencia la promulgación en 1959 de la nueva Ley de Universidades. Dicha ley quedaba sustentada en la Autonomía como eje de la responsabilidad social y de la reforma universitaria.

Ahora bien, la esencia de lo que se proyecta como responsabilidad social y reforma univer-sitaria a partir de 1959 sería dar cumplimiento a lo previsto en la Ley de Universidades sobre la investigación científica y sus aportes en la so-lución de los problemas nacionales, asumiendo poca relevancia la visión de la fragmentación de saberes. Al parecer el conocimiento de las disciplinas y la organización adecuada para los aprendizajes, investigación y extensión de las mismas, en el contexto de su eficiente proyec-ción social adquieren mayor prioridad, sobre todo en una Universidad en proceso de creci-miento y desarrollo.

En este contexto, se inicia el séptimo período rectoral (1958-1968) presidido por el Dr. Antonio Borjas Romero, para quién la responsabilidad social universitaria es compromiso de acciones y decisiones para avanzar hacia una Reforma universitaria articulada con el modelo de Univer-sidad autónoma, popular y democrática estab-lecido en la nueva Ley de Universidades. Acá se consideró necesario utilizar la planificación y el consenso como herramientas, ya que era nece-sario ampliar la estructura académica adminis-trativa y así garantizar una política de ingreso

de puertas abiertas.

De esta manera, se promovió la creación de cinco Facultades: Humanidades y Educación, Ciencias Económicas y Sociales, Ciencias Veterinarias, Agronomía y Arquitectura, y extensiones en Cabi-mas y Punto Fijo. Asimismo, se inicia la organización de las estructuras de coordinación y desarrollo de la investigación, así como fortalecimiento de la Ex-tensión universitaria.

Todo este crecimiento exigía articular la planifi-cación y ejecución del campus universitario con el desarrollo académico, lo que motivó la creación de la llamada Junta de Planificación, desde la cual se organizan eventos dirigidos a reflexionar sobre la disgregación que traía consigo la ampliación necesaria de la estructura académica-administra-tiva pero repitiendo el modelo tradicional, en vez de impulsar la integración académica con alcance holístico. Estas reflexiones generaron disiden-cia, motivado a la presencia de actores y teorías foráneas que se acrecentaban por las relaciones dependientes del capitalismo internacional, impul-sadas a través de las Políticas Públicas.

Prosigue la gestión rectoral presidida por el Dr. José Manuel Ocando (1968-1972), donde la re-sponsabilidad social universitaria es fundamental-mente compromiso con la legalidad establecida desde la cual se emprende el diagnóstico de la realidad académica-administrativa, identificando el problema del déficit presupuestario y de estruc-turas académicas sin la debida aprobación legal, por lo que se consideró prioritario resolver estos problemas para avanzar hacia un proyecto de re-forma generador de producción científica, en razón de lo cual se inician acciones para la creación de la Facultad de Ciencias y varios Centros de Investig-ación, entre los cuales destaca el de investigacio-nes petroleras.

A todo esto se sumó la confrontación política origi-nada entre otras razones por el neocolonialismo presente en las relaciones capitalistas dependien-

tes, que disminuía el alcance social de la de-mocracia y la participación ciudadana, lo que hizo quiebre en las Universidades venezo-lanas durante los años 1969-1970 a través del movimiento de renovación académica, cuyos objetivos se orientaban hacia la trans-formación académica-administrativa centrada en la crítica y prospectiva de un nuevo orden socio-político, sustentado en la autodetermi-nación de los pueblos, la soberanía nacional, la libertad e igualdad social.

En el plano universitario, este movimiento de Renovación Académica también exigía aprendizajes participativos y críticos, y repre-sentación en el gobierno universitario; en el caso concreto de la Universidad del Zulia se abrió una amplia discusión sobre estas de-mandas y con responsabilidad centrada en la autonomía, se favoreció el despliegue de las críticas estudiantiles y las autoridades recto-rales lideradas por su rector Delgado Ocan-do respondieron con autoridad moral sin uti-lización de mecanismos represivos.

La continuidad académica-administrativa de proyectos renovadores forma parte de la re-sponsabilidad social universitaria. Así lo en-tendió la gestión rectoral liderada por el Dr. Régulo Pachano Añez (1972-1976), quien cul-minó el Proyecto de la creación e instalación de la Facultad Experimental de Ciencias y el Ciclo de Estudios Generales con una visión integradora del conocimiento y un enfoque holístico de la formación estudiantil, sustituy-endo la dispersión que acentuaba la estruc-tura de las Escuelas en el contexto de las Fac-ultades por Divisiones y Departamentos, con los objetivos de desarrollar el conocimiento de las Ciencias Básicas y los modelos de inves-tigación como base de sustentación de los es-tudios profesionales.

A su vez, prosiguieron la creación de nuevas Escuelas y carreras en abierta contradicción

2524

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con los objetivos de transformación implícitos en el Proyecto integrador de la recién creada Facul-tad Experimental de Ciencias; esta contradicción recorre la evolución histórica de la Universidad del Zulia, entre otras razones porque la misión de los fines y objetivos institucionales, y su relación socio-contextual, no se insertan con fortaleza en su estructura organizacional de manera global e integral.

Le correspondió a la gestión rectoral que dirigió el Dr. Humberto J. La Roche (1976-1980) fortal-ecer a la recién creada Facultad Experimental de Ciencias y al ciclo de Estudios Generales, desde el punto de vista de la infraestructura física y eq-uipamiento de laboratorios y bibliotecas, así como poner en vigencia un plan de Becas que permitiera el desarrollo del talento humano, condición nece-saria para darle sustentabilidad. Otro paso de avance fue la promulgación del Reglamento de Planificación Universitaria y del Centro de Documentación e Información, sin lugar a dudas, herramientas indispensables para avan-zar en un proceso de reforma universitaria; pero más que la idea de integración académica, con-tinúo la creación de nuevas unidades académicas siguiendo la estructura tradicional de Escuelas en el contexto del sistema especializado de las Facul-tades, a pesar de la creciente discusión que como efecto de la creación de la Facultad Experimental de Ciencias existía en el discurso universitario so-bre la nueva epistemología de la Ciencia desde la perspectiva de la interdisciplinaridad.

Adquiere especial relevancia en este periodo la re-sponsabilidad social universitaria en el cumplimien-to del derecho a la Educación Superior en el mar-co de la Constitución de 1961, y en oposición a las tendencias privatizadoras y de cupo de la época, que no encontraron apoyo en la gestión rectoral del Dr. La Roche. En este sentido, la legalidad fue la clave a seguir como norte y guía del quehacer universitario.

Entre el 1 de Octubre de 1980 y el 30 de Sep-tiembre de 1984 transcurre un nuevo período rec-toral con las siguientes autoridades: rector: Rafael Acosta Martínez; vicerrector académico: Gastón Parra Luzardo; vicerrector administrativo: Dámaso

Campos Suárez; secretario: José Chiquin-quirá Ferrer. Ellos asumen la conducción insti-tucional de la Universidad en un contexto de severa crisis presupuestaria, lo que conlleva a restringir el alcance social de las funciones académicas.

Esta situación no impidió las iniciativas renova-doras del Vicerrector académico Gastón Parra Luzardo. Se asumen con especial interés, en el entendido que la responsabilidad social uni-versitaria debía asumirse desde la perspectiva de la integración académica, para lo cual era necesario emprender una rigurosa evaluación del curriculum existente que se proyectara a la investigación y extensión, así como a sus unidades de apoyo; además su eje articulador debía ser la formación integral en el contex-to de la Ley de Universidades, aprobada en diciembre de 1959 y vigente para la época.

De esa evaluación, surgió el Curriculum inte-gral, el cual partía de las áreas de Formación: General, Básica y Especializada, así como las Prácticas Profesionales, Actividades de Orientación y Autodesarrollo, todas enmarca-das en una ponderación horaria que hiciera frente a la inflación curricular existente, así como a la fragmentación del conocimiento y su aplicación en la solución de los problemas generados por la democracia representativa, como modelo político caracterizada por la prioridad que asumía las leyes del mercado en detrimento de la proyección social de la democracia, que desde el plano educativo favorecía la educación como formación en función de la competitividad y acumulación de capitales para favorecer el bienestar personal. Aunque este modelo curricular entraba en con-tradicción con la visión y misión tecnocrática que asumían las políticas públicas, y las irreg-ularidades administrativas de carácter presu-puestario que afectaban severamente al per-sonal académico y administrativo, así como las llamadas providencias de alcance social para los estudiantes incluyendo el derecho al estudio.

No obstante, la evaluación se realizó y se aprobó por los organismos competentes de-

jando como saldo favorable la generación de un alto nivel de conciencia en torno a la responsabili-dad social universitaria como esencia transforma-dora, capaz de contribuir a la creación de un nuevo orden social basado en los valores integrados de la libertad y la justicia.

En esta década de los ochenta, la idea de la priva-tización de la educación superior se fue haciendo cada vez más predominante y las luchas que la adversaron se incrementaron, por tal razón la gestión rectoral de los profesores José Ch. Fer-rer, Imelda Rincón, Mario Fernández y Robinson Aguirre (1984-1988) transcurrió en un contexto de agitación política y de atrasos en la entrega de los llamados dozavos del presupuesto universitario, que afectaron sensiblemente la cancelación regu-lar de los sueldos y salarios.

Sin embargo, la idea de la Responsabilidad social universitaria, entendida en el contexto de la for-mación integral prevista en el diseño curricular y aprobado en la anterior gestión, continuó su mar-cha en el ámbito concreto de elaboración, aprobac-ión e inicio de su ejecución, así como la puesta en práctica de un plan de formación para los docentes encargados de su aplicación.

Al mismo tiempo, se programó el avance de la in-fraestructura informática y de la planta física, en tanto que también avanzaban las políticas selec-tivas para el ingreso estudiantil impuestas por la autonomía de las Facultades. Asimismo los conve-nios con empresas privadas para generar ingresos que contribuyeran con el financiamiento de la Uni-versidad se incrementó, en tanto que el presupues-to para la investigación y la formación de capital humano de alto nivel se redujo notablemente. No obstante, la idea de la responsabilidad social uni-versitaria alcanzó dimensión curricular en la for-mación estudiantil.

Esas contradicciones se agudizaron en la siguiente gestión rectoral (1988-1992), encabezada por los profesores: Imelda Rincón Finol, Jesús Esparza, Enio Wilhen, y Lenin Herrera, debido a hechos políticos de alto impacto como lo fue el llamado Caracazo en Febrero de 1989, generado por el masivo rechazo a la adopción de un paquete neo-liberal de medidas económicas promulgada por el

recién electo Presidente Carlos Andrés Pérez, que contradecía todo su programa electoral basado en la llamada democracia social.

Posteriormente vendría la rebelión militar del 4 de Febrero de 1992, que allanó el camino al triunfo electoral del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en diciembre de 1998, pero no sólo esto sino el efecto inmediato de la denom-inada rebelión que produjo la destitución del Presidente Pérez y la designación provisional como Presidente encargado del Dr. Ramón J. Velázquez, en tanto se preparaba y se realizó el nuevo proceso electoral que llevó a la Presi-dencia, por segunda vez, al Dr. Rafael Caldera, en cuyo periodo presidencial continuaron pro-fundizándose las luchas sociales, exigiéndose justicia y equidad social.

Llama la atención que estas dificultades políti-cas no impidieron continuar la búsqueda de las transformaciones necesarias que permitieran la continuidad de la aplicación del Currículum integral, para así garantizar calidad académi-ca en la formación estudiantil, lo que exigió emprender una lucha sostenida por el mejora-miento de condiciones primarias que incidieran en la progresiva transformación de la docencia del postgrado y de la investigación.

Por otra parte, se concretó un plan estratégico centrado en satisfacer necesidades de planta física, formación de recursos humanos espe-cializados, equipamiento tecnológico de labo-ratorios y unidades de investigación. Este plan, inspirado también en la celebración de los cien años de la instalación de la Universidad del Zu-lia, que se cumplieron el 11 de septiembre de 1991, fue entregado a las autoridades nacio-nales y aprobado con la correspondiente asig-nación presupuestaria a través de un decreto Ley de Planta Física que motivó la creación de la Fundación para el Desarrollo Académico In-tegral (FUNDADESARROLLO) que, sin lugar a duda, contribuyó al avance de la investigación y del postgrado a través de tres componentes esenciales que facilitan en la actualidad, el cumplimiento de la misión de la responsabili-dad social tanto a nivel interno como externo: planta física, formación de capital humano es-

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pecializado y adquisición de equipos tecnológicos.

Al mismo tiempo, la proyección social universitaria se vio enriquecida por la fundación de la primera Emisora Universitaria del país, denominada LUZ 102.9, hoy LUZ Radio; igualmente, alcanzó su de-bida regularidad el periódico “La Universidad del Zulia”. Estos medios fueron concebidos para hacer contrapeso a los antivalores tan predominantes en los distintos medios de comunicación social imper-antes en Venezuela y a nivel mundial.

La consciencia de la continuidad académico-ad-ministrativa a través de proyectos renovadores como el plan anteriormente mencionado, aun con limitaciones, generó condiciones que favorecieron el desarrollo de postgrados y la productividad aca-démica investigativa que hoy sitúan a la Universi-dad del Zulia en Venezuela, con el mayor número de investigadores acreditados en el Programa de Estímulo a la Investigación (PEI) y, a su vez, con el mayor número de Revistas Científicas Acreditadas.

Mientras tanto, el reto de la responsabilidad social universitaria continúa, en el sentido de mayores transformaciones para garantizar la formación inte-gral estudiantil sustentada en principios y valores, y en la producción de conocimientos que dignifiquen los valores de la dignidad humana, en mejores condiciones de convivencia, ecológicas, de solidar-idad y de corresponsabilidad social.

La gestión rectoral subsiguiente (período 1992-1996) estuvo integrada por los profesores Ángel Lombardi, Antonio Castejón, Neuro Villalobos y Ángel Larreal, en la cual, la responsabilidad social universitaria también se asoció a problemas de la gobernabilidad en la dirección institucional. En este sentido, la consigna “orden en la casa” se intentó convertir en una idea-fuerza, habida cuenta de las constantes interrupciones motivado a las irregu-laridades en la entrega de los presupuestos corre-spondientes por parte del gobierno nacional.La formación estudiantil concebida en sentido in-tegral, experimenta una contradicción importante por cuanto el ciclo de la formación general confor-mado por dos semestres en el modelo curricular vigente, del cual se ha hablado, se redujo a un solo semestre por año. Igualmente, se redujeron a un solo semestre las actividades de orientación y de

autodesarrollo. En cuanto a las políticas de selección y admis-ión estudiantil se avanza en procesos de se-lección y cupo, motivado entre otras razones, a insuficiencias presupuestarias y limitaciones en la planta física; así como también en bib-liotecas y laboratorios, y a su vez, se asignó prioridad a la aplicación del Reglamento de Repitientes por considerar que su aplicación generaba condiciones favorables a la admisión de nuevos estudiantes. La investigación se asumió como programa es-tratégico, con el fin de hacer viable la respon-sabilidad social en cuanto a los avances cientí-ficos requeridos por el país, por supuesto, que el sentido ético se consideró como guía y norte de la actividad investigativa.

En el interés de asumir la misión de la respon-sabilidad social universitaria, se consideró prioritario avanzar en los estudios pertinentes para la creación de la Facultad Experimental de Arte y, de esta manera, ampliar la estruc-tura académica para satisfacer demandas pro-venientes de la tradición cultural del entorno y vincular el Arte con la Ciencia, como objetivo necesario de la institución universitaria a fin de reafirmar su liderazgo intelectual y social.

La continuidad de proyectos provenientes de otras gestiones, se constituyó también en una línea de acción, inspirada en el mejoramiento cualitativo de la Universidad. Por esta razón se asignó especial importancia a la política de Relaciones Interinstitucionales a través de convenios internacionales para afianzar el in-tercambio académico, tan necesario en el me-jor desempeño universitario. A este período rectoral, prosigue el período rec-toral 1996-2000 integrado por los profesores: Neuro Villalobos, Domingo Bracho, Oscar Naveda y Teresita Álvarez, quiénes se plant-earon la necesidad de afrontar las exigencias de un cambio de siglo, así como un cambio de gobierno a nivel nacional.

En esa dirección, se establece como prioridad

la reorganización académica-administrativa de la Universidad, reorganización también emprendida por gestiones anteriores pero que las contradiccio-nes señaladas anteriormente en el presente estu-dio, no favorecían plenamente las reformas que se planificaban.

Resalta en este período, la participación de la Uni-versidad en la designación de candidatos prove-nientes de la comunidad académica para integrar la llamada Asamblea Constituyente que condujo a la aprobación, por vía de referéndum en 1999, de una nueva Constitución Nacional, según la cual, su objetivo central es constituir el Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia a través de los pro-cesos de la Educación y del Trabajo.

De esta manera, la Universidad del Zulia asumió su responsabilidad social al favorecer la presen-cia de los miembros de la Comunidad Académica en la mencionada Asamblea, lo cual, no significó compromiso político alguno con la nueva Consti-tución Nacional debido a la pluralidad de ideas que la caracterizan. En tal sentido, las contradicciones ideológicas-políticas de las cuales se ha hablado en el presente estudio, se fomentan por la diversi-dad de ideas existentes.

Desde el punto de vista de la investigación y del postgrado, se continuó en el empeño de facilitar apoyo a los Centros y Unidades de Investigación, así como a la apertura de nuevos postgrados; todo esto inspirado en la idea de contribuir a la gener-ación de nuevos conocimientos y formación de capital humano especializado bajo el criterio con acento tecnocrático de la llamada Calidad Total, buscando en el paradigma empresarial el norte y la guía de la anunciada reorganización académica-administrativa universitaria.

En el contexto de estas consideraciones, los pro-cesos de admisión y selección estudiantil, se hici-eron más selectivos, lo que en el Zulia contribuyó a la expansión de la educación privada a nivel de Educación Superior. Asimismo, la idea de estudiar con fines económicos también encontró espacio en algunos sectores de la Comunidad Académica.

Por otra parte, el ambiente cultural del Zulia encon-tró un sentido de alta responsabilidad social uni-

versitaria, por el apoyo que se desplegó para continuar, culminar e inaugurar el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad del Zu-lia (MACZUL), así como el Teatro Baralt, ícono histórico de las potencialidades creativas del gentilicio zuliano; igualmente, se creó la Fac-ultad Experimental de Arte demostrándose de esta manera, el sentido de responsabilidad en la dirección institucional de la Universidad del Zu-lia, en la continuidad de proseguir la ejecución de proyectos renovadores provenientes de ges-tiones rectorales anteriores.

4.- ANÁLISIS DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES

En la revisión documental bibliográfica realiza-da, se evidencia la idea de la responsabilidad social universitaria, entendida como formación estudiantil integral sustentada en principios y valores patrimoniales en el proceso histórico de creación y desarrollo de la Universidad del Zulia (Venezuela), a través de los períodos rectora-les estudiados desde el año 1981 hasta el año 2000.

Al mismo tiempo, la generación de nuevos conocimientos están implícitos en la misión conceptual que asume la Universidad, con sus contradicciones ideológico-políticas entre la ori-entación tecnocrática de las funciones académi-cas y la derivada de la Universidad autónoma, entendida como su principal valor patrimonial, democrática y popular orientada al esclareci-miento de los problemas nacionales y region-ales a fin de generar la transformación del país en términos de igualdad y libertad, integrada a un nuevo orden social que valora la Educación como Derecho Humano en todos sus niveles y modalidades.

Igualmente, la Ciencia y la Tecnología en el con-texto de la Responsabilidad Social Universitaria, deben estar al servicio del compromiso social de calidad de vida para todos. A su vez, la conver-sión de los valores patrimoniales en formas de conductas acordes con la dignidad de los seres humanos, es vinculante con la conservación del planeta y sus recursos, seriamente amenazados por la formación de profesionales sin probidad y la aplicación sin ética del conocimiento.

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Imagen 7: Edificio Botica Nueva, 1930.

Fuente: www. skyscrapercity.com (2008)

INICIOS DEL TECHO METÁLICO EN MARACAIBORecibido: 12.12.12 / Aceptado: 05.03.13Leonardo Barrera Apalma

Fuente: www. skyscrapercity.com (2008)

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RESUMEN

Son innumerables las investigaciones y los estudios que se han abordado respecto al patrimonio cul-tural y arquitectónico de Maracaibo. Está de más mencionar sobre la realización de trabajos dedicados a los techos en Venezuela, cuyo campo de análisis circunscribe a la ciudad de Maracaibo. Sin em-bargo, en este caso particular, el objetivo de la investigación es exhibir en qué periodo o lapso histórico se implantó la construcción del techo con láminas metálicas. Para ello, se utilizó una metodología ba-sada en un enfoque historiográfico. El estudio se concentró especialmente en tres áreas de evocación arquitectónica: la primera y más relevante, se llevó a cabo sobre las edificaciones asentadas en el casco histórico-colonial; mientras que las otras dos zonas de interés se efectuaron en áreas con una relevancia en la reciente historia edilicia de la ciudad de Maracaibo. Finalmente, entre los resultados más importantes se evidencia que, muy probablemente haya sido en Maracaibo, la primera edificación en utilizar una cubierta metálica.

Palabras clave: Maracaibo, arquitectura, techo metálico, sociedad, industria.

* Arquitecto. Magister Scientiarum en Gerencia de Mantenimiento. Doctorante del Programa Académi-co Doctorado en Arquitectura. Profesor titular de la Facultad de Ingeniería. Escuela Ingeniería Indus-trial. Universidad del Zulia. Leonardo Barrera Apalma

BEGINNINGS OF METAL ROOFIG IN MARACAIBO

There are innumerable researches and studies dealing with cultural and architectural heritage of Maracaibo. It is not necessary to mention all the work done dedicated to roofing in Venezu-ela whose analysis field is Maracaibo city. Nev-ertheless, in this particular case, the goal of the research is to exhibit in what period roofing was made of metal sheets. The methodology was based on a historiographic approach. The study focused specially on three architectural evoca-tive areas: the first and most relevant deals with buildings settled on the historical-colonial down-town; while the other two zones of interest reflect a recent building history in the city of Maracaibo. Finally, among the most important results, it is evident that most likely Maracaibo was the first location using metal roofing.

Keywords: Maracaibo, architecture, metal roof-ing, society, industry.

INIZI DEL TETTO METALLICO A MARACAIBO

Sono innumerevoli le ricerche e gli studi realizzati circa il tema del patrimonio culturale ed architet-tonico di Maracaibo. È superfluo menzionare la realizzazione dei lavori dedicati ai tetti in Venezu-ela, dei quali il campo d’analisi è circoscritto alla città di Maracaibo. Considerando questo caso particolare, l’obiettivo della ricerca è scoprire in quale periodo storico si decise l’istallazione e la costruzione dei tetti metallici. Questa ricerca si fondamenta su una metodologia storiografica. Lo studio fu focalizzato in tre aree specifiche d’ispirazione architettonica: la prima ricerca, la più rilevante, è stata fatta negli edifici impiantati nel centro storico coloniale; mentre le altre due zone d’interesse furono i settori con le costruzioni più recenti della città di Maracaibo. Finalmente, tra i risultati più importanti risalta il fatto che molto probabilmente sia stata Maracaibo, la città nella quale furono costruiti le prime casegiate con tetti metallici.

Parole chiave: Maracaibo, architettura, tetti me-tallici, società, industria.

INTRODUCCIÓN

DESARROLLO

Hacia finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, co-mienza a observarse la transformación de la Mara-caibo que hoy conocemos, en parte, producto de la penetración de revolución industrial desde Europa y Norte América y casi inmediata o paralelamente a este hecho, se emprende la transición de la etapa agroexportadora a la explotación petrolera de Ven-ezuela. Estos acontecimientos no sólo minaron la transformación urbana, arquitectónica y construc-tiva de la ciudad de Maracaibo, sino también inci-dieron en el pensamiento de los habitantes de la época.

Durante varias décadas, poco a poco la aplicación de nuevos materiales se fue apoderando de las téc-nicas constructivas, y así de las edificaciones que surgieron por la expansión de la ciudad, al igual que la suplantación de edificios con importante le-gado histórico, en este último caso, justificado en la modernidad y la industrialización.

Uno de los componentes constructivos que oca-sionó cambios en los cerramientos de las edifica-ciones fue el uso del concreto y el acero en las cubiertas, en especial la utilización de las láminas

Aun para mediados y finales del siglo XIX, se podían apreciar en plena Plaza Baralt, inmuebles construidos con técnicas heredadas por los pobla-dores originarios de estas tierras, tal es el caso de la vivienda antecesora de la casa comercial Blue Book, “1898: El señor Alfredo Cook, farmaceuta, adquiere el inmueble de bahareque y techo de bijao ubicado en la esquina de la calle Colón con la calle de Bolívar […].” (Proyecto Inventario del Patrimo-nio Cultural [Ficha código: BI.056.016], 1997:2)

De igual manera se evidencia otra edificación con similar tipología constructiva en el techo, e igual-mente ubicado en la calle Colón, y en el cual se dieron cita para el disfrute de actividades dramáti-cas, que sirvieron como antesala mientras se pl-anificaba la futura sede del primer Teatro Baralt “En 1840, el ciudadano comerciante Miguel Baralt con-struye un escenario techado de enea en un solar de su propiedad en el cruce de las calles Colón y Venezuela, con la intención de alquilarlo a los gru-

metálicas, que inicialmente se aplicaron en in-muebles de diferentes usos (comercial, cultural e industrial, entre otros), y luego indiscriminada-mente en casas y viviendas, dejando a un lado las condiciones climatológicas de la ciudad de Maracaibo, propias de una locación tropical, de-sestimando el impacto calórico en el interior de la edificación, producto de la ganancia térmica que induce la radiación solar sobre la superficie metálica, trayendo como consecuencia, discom-fort térmico para los habitantes del local.

Hoy día la utilización de este tipo de material está vigente, siendo su uso más frecuente en viviendas populares y en galpones industriales; en ambos casos, entendido por los bajos cos-tos del material, pero infundado ante las carac-terísticas climáticas que actualmente persisten en la ciudad, con el agravante que implica el calentamiento Global provocado por el efecto invernadero, que deviene infortunadamente por la malignidad expresa en el ciclo del dióxido de carbono (CO2), que impone el desarrollo indus-trial.

pos teatrales locales o aquellos que venían del exterior.“ (Zawisza, 1989)

Otro ejemplo significativo presente a principios del siglo XX, donde aun se observaba el uso de técnicas arquitectónicas aplicadas en los techos de los inmuebles de la época, métodos construc-tivos ganados de los aborígenes, en el cual de-stacan el uso de materiales vegetales u orgánic-os como: la palma, el junco, la enea, entre otros, tal como la casa que se muestra en la imagen 1, que muy presumiblemente data entre los años 1917 y 1934, como se podrá notar, en ella se aprecia la infraestructura del sistema eléctrico y las vías para la línea del tranvía del mismo tipo. Sobre este tipo de cubierta, (Hernández, 2004), comenta al

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Del Techo Originario al Tejado

referirse a las casas pre-colombinas de Venezu-ela, “”[…] Tenían todas el techo de palma o paja; como se sabe no fue utilizado tan sólo por tribus nómadas o en climas benignos, sino también por núcleos humanos sedentarios, como los Timoto-Cuicas de la región andina (Posani, 1979).”” A pesar que, desde aproximadamente finales del siglo XVII e inicios del XVIII, ya estaba en auge la construcción de las hermosas viviendas de diseño andaluz propias del asentamiento Espa-ñol, como es el caso de la Casa de Morales o de La Capitulación.

Según algunos historiadores, esta pudo haberse edificado en 1682 o según otros en 1750, pero oficialmente su construcción sería a principios del siglo XVIII (Instituto del Patrimonio Cultural, 2004-2010). A más de dos siglos de este auge, aún se observaban en la ciudad, este tipo de materiales en las casas y viviendas; muy prob-ablemente, los habitantes aferrados a las car-acterísticas bioclimáticas que estos brindan, in-sistieron en su empleo para la construcción de techos. En el documento digital “Apuntes para la Historia de la Arquitectura y el Urbanismo de la Ciudad de Maracaibo”, específicamente en el apartado La Enea Vs. La teja, acotan lo siguien-te:

“”(...) hay en Maracaibo muchas casas constru-idas con argamasa, y de muy buen aspecto; por más medidas que halla tomado el Gobierno, por

Imagen 1: Av. Bella Vista cerca de 1917, al fondo se observa la Cárcel de Bella Vista.

más abundantes que sean las maderas de con-strucción, por más frecuentes que sean los incen-dios que a menudo han devorado calles enteras, más de las dos terceras partes de los habitantes se aferran a la opinión de que los techos de tejas con-vierten las casas en braseros destructores de las personas que las habitan, y conservan la costum-bre de cubrirlas, por hermosas que sean, con una especie de junco que crece en las orillas del lago y que los españoles llaman enea. Esta mezcla de casas de teja y de enea da a la ciudad un aspecto de aldea que choca a la vista, (...) y disponiendo de medios para fabricar casa que servirían de ornato a la ciudad, las construyen, por el contrario, entera-mente de juncos, bejucos, cañas, etc. (...)”

Descripciones de F. de Pons, s. XVIII.” (Cuberos y Arribas, 1990)La descripción anterior, nos da claras evidencias del rechazo que los habitantes de la ciudad tenían para con los materiales de construcción de ten-dencia española, debido a la característica poco adaptativa frente a la condicionante ambiental de temperatura, permitiendo en algunos casos, colo-car los materiales naturales sobre los tejados de sus inmuebles.

Como se había comentado brevemente en el apartado anterior, se estaba gestando e imponien-do el uso del tejado u otros materiales en las edifi-caciones de la ciudad de Maracaibo, realizándose gradualmente el cambio e iniciado en algunos inm-uebles de importancia y utilidad pública, así como en la construcción de algunas viviendas de las familias más representativas de la sociedad, tal y como sucedió con la Iglesia dedicada a los apósto-les San Pedro y San Pablo (imagen 2) hoy Catedral de Maracaibo,

Imagen 2: Catedral de Maracaibo, 1880. Imagen 2: Catedral de Maracaibo, 1880.Fuente: Acervo Histórico del Zulia (2006)

Imagen 1: Av. Bella Vista cerca de 1917, al fondo se observa la Cárcel de Bella Vista. Fuente: Portillo, (1999)

“No se conoce la fecha exacta de su reedificación, pero se sabe, gracias a las relaciones pastorales del obispo Mariano Martí, que en 1610 se inician los libros parroquiales de partidas de matrimonio y por lo tanto ya debía haberse hecho la construc-ción, la cual sufrió algunas modificaciones en 1717, cuando se cambió el techo de enea por tejas y se fabricó un altar dedicado a Nuestra Señora del Carmen, por la devoción del gobernador Francisco de la Rocha Ferrer.” (Instituto Latinoamericano de Museos y Parques, 2006)

Son varias las edificaciones que pueden citarse a propósito de esta y otras etapas de la evolución de la casa Marabina. Según Raydan (1986), aproxim-adamente entre 1830 y 1840 comienza a fraguarse lo que el denomina la primera casa zuliana, donde los habitantes intentan acoplarse o adaptarse a las características de la nueva cubierta, haciendo transformaciones en el diseño de sus viviendas que les permitía la climatización interna, rememorando las confortables facultades que les brindaban los techos de palma.

La imagen 3, describe la perspectiva de la calle Venezuela con vista hacia el este, mostrando a la derecha la Iglesia Santa Bárbara en construcción como lo describe la foto leyenda en el libro Eugene H. Plumacher, Memorias (Plumacher, 2003), igual-mente se puede observar, el tejado de la vivienda al fondo así como los aleros con tejas de la hilera de casas de la izquierda.

A pesar que la imagen referida en el libro no indica el año de la toma, se presume que data de antes de 1884, ya que la calle no presenta el sistema eléctrico de alumbrado público, o mejor aún, no muestra la infraestructura del tranvía de la línea de los Haticos que fue in-augurado el 5 de octubre de 1884 que cubría la ruta de la hoy calle 95 (Morrison, 2006), en contraposición, en la imagen 4 se observa la misma calle pero con vista al oeste, a la dere-cha el antiguo Teatro Baralt y a la izquierda los aleros con tejas de las casas de la calle-juela que fueron demolidas para dar paso al Paseo Ciencias, además del tranvía de trac-ción a sangre, igualmente se avista la elec-trificación del sector, lo que nos indica que la imagen fotográfica al menos corresponde a no antes de 1888, año en que fue inaugurado el sistema de alumbrado eléctrico de la ciudad.Raydan, también comenta en uno de sus tra-bajos, sobre los cambios morfológicos que a los inmuebles hacían los lugareños,

“La altura de la edificación creció aún más buscando alivio al inclemente calor regional, y hacen sobre su aparición sobre la fachada, como lo apunta Miguel Sempere en su obra ya citada, paños verticales en relieve que dan ca-bida a puertas y ventanas, incrementando así sensación de altura de la casa, estos paños se funden en su parte inferior con el ensan-chamiento que tiene la pared […]” (Raydan, 1986).

Imagen 3: Calle Venezuela con calle Páez, antes de 1884.

Imagen 4: Esquina calle Venezuela (calle 95) con Calle Colón (Av. 6).Fuente: Morrison, (2006)

Imagen 3: calle Venezuela con Páez, antes de 1884

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Una elegante y distinguida redacción real-izada por quien fuera la esposa del gerente de la firma Alemana Blohm, Elizabeth Gross, explicando las características de su casa de campo en los Haticos a una amiga en 1891, describe lo siguiente:“A los ocho días volvimos allá y no encontra-mos otros preparativos que un montón de te-jas rojas de modo que, espontáneamente, le pregunté al hombre en una forma risueña si él pensaba empezar la casa por el techo. Pero él me contestó que, de momento, consiguió las tejas muy baratas. Cuando regresamos de nuevo, al cabo de cuatro semanas, encontra-mos la casa ya construida y con el techo […]

[…]En medio de las dos alas laterales y com-pletamente independiente de la casa hay una gran pérgola o sea, una construcción con un techo de paja, que se apoya sobre muchos postes. Debido a este tipo de techo, es el sitio más fresco de la casa y es allí donde hacemos las comidas. El viento sopla fuertemente a través de esta pérgola.” (Cardozo Galué, Una mirada femenina al Caribe del siglo XIX. Epis-tolario de Elizabeth Gross, 2009)

La descripción muy detallada por demás decir, narra claramente la técnica constructiva que para la fecha aún se aplicaba, donde la teja era el material utilizado para la construcción de los techos. Al igual que la Casa de Morales, no podríamos dejar de comentar la hermosa casona de aspecto andaluz ubicada en la Pla-za Baralt, aquella que para 1825 vivió el Gen-eral Rafael Urdaneta, y que más luego sería el Gran Hotel Italia, donde el Cónsul de los Estados Unidos Eugene H. Plumacher, reco-mendó o persuadió al General Blanco Uribe, retirarse de las instalaciones del Gran Hotel Italia, para que se dirigiera a la aduana debido a una enardecida protesta de los habitantes locales contra la decisión del Presidente por la construcción de un puerto artificial para Ma-racaibo y según relato, todo se trataba de un acto de corrupción. Esta edificación estuvo en pie hasta el año de 1923, para dar paso al hoy Edificio Botica Nueva.

En una fotografía más reciente (imagen 5), se ex-hibe ya en funcionamiento la red del tranvía de Maracaibo y el sistema de alumbrado y electrifi-cación pública, e igualmente se puede notar para entonces la circulación de vehículos, además de la presencia del Gran Hotel Italia, con base a estos datos, podemos asumir que la imagen fotográfica fue capturada cerca del año 1920. Seguramente muchos concertaran con la percep-ción inspiradora de la maravillosa y espectacular perspectiva que revela la imagen 6 de la calle Co-mercio hacia 1915, donde se muestran los anhe-los y costumbres de los lugareños marabinos de antaño, distintos al bullicio simbólico y representa-tivo de su compañera, la inseparable e insustituible Plaza Baralt.

Da gusto observar cual postal, las características morfológicas de las viviendas, todas en armonía con la calzada, ni el tranvía eléctrico de baterías, ni los tendidos de alumbrado eléctrico de la Maracaibo Power & Light, símbolos de la era industrial, logran desentonar con la inmejorable estampa antañona. Ya se vislumbraba para ese año, el dominio total en las cubiertas de las singulares tejas, en especial aquellas de tipo española o de canutillo, como la solían llamar en aquel entonces.

Imagen 5: El Gran Hotel Italia en la Plaza Baralt entre 1888 y 1823

Imagen 5: El Gran Hotel Italia en la Plaza Baralt entre 1888 y 1823. Fuente: Portillo, (1999).

Imagen 6: Calle Comercio, 1915.

Fuente: Morrison, (2006).

Imagen 6: Calle Comercio, 1915. Fuente: Morrison, (2006).

LA INSERCIÓN TECNOLÓGICA

A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, comien-za a implantarse nuevos cambios y transformacio-nes en las prácticas y técnicas constructivas, en algunos casos es provocado gracias a la introduc-ción de nuevos materiales, tal y como es el caso de los techos que fueron usados en remodelaciones y nuevas edificaciones.

“Hasta la revolución constructiva que representó la fabricación a gran escala de adobes y bloques de arcilla y la introducción del concreto y cemento-asbesto, la mayor parte de las construcciones de la ciudad eran de bahareque, y sólo unas pocas, los edificios públicos importantes y las viviendas de los más pudientes estaban hechas de mampostería, representando este último sistema un símbolo de status, […]” (Instituto de Investigaciones de la Fac-ultad de Arquitectura de la Universidad del Zulia (IFA), 1996)

Estos materiales utilizados en los techos de alta tecnología, emprendieron un auge, entre los cu-ales también se encuentra el metal, que además,

Imagen 7: Edificio Botica Nueva, 1930.

Fuente: www. skyscrapercity.com (2008)

Imagen 7: Edificio Botica Nueva, 1930.Fuente: www. skyscrapercity.com (2008)

Imagen 8: Antiguo Hotel Pabellón, antes de 1927

Imagen 9: Edificio Tito Abbo & Co.

Imagen 8: Antiguo Hotel Pabellón, antes de 1927

Imagen 9: Edificio Tito Abbo & Co.

Imagen 8: Antiguo Hotel Pabellón, antes de 1927

Imagen 9: Edificio Tito Abbo & Co.

puede ser aplicado para la construcción de las estructuras de las edificaciones, susti-tuyendo la antigua horconería de los inm-uebles de tendencia pre-independentista.

Testigo presencial de estas transforma-ciones, se encuentra hoy día, el notable y denominado Primer Rascacielos de Maracaibo (Imagen 7), representativo del siglo XX, edificado con nuevos métodos constructivos y la primera en utilizar as-censor como lo señalan los historiadores, fue inaugurado en el año de 1925 con el nombre de Botica Nueva. A diferencia de su predecesor, el Gran Hotel Italia antes descrito en la imagen 5, que tenía techo de tejas, la cubierta del Botica Nueva se construyó de concreto armado (Proyecto Inventario del Patrimonio Cultural [Ficha código: BI.056.013], 1997:5).

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Son muchos los ejemplos que podrían describirse de edificios históricos que modificaron sus techos, o que fueron sustituidos totalmente por otras edificaciones que utilizaron techos de concreto, en la siguiente tabla N° 1, se resume las características del tejado de algunas edificaciones de importante valor histórico y arquitectónico.

Además del concreto, y como lo habíamos descri-to, el metal fue introducido como material para la construcción de techos en Maracaibo muy posible-mente a finales del siglo XIX, mayoritariamente provenientes de importaciones desde Europa y los Estados Unidos. Lastimosamente, y a pesar de ser un material de una alta conductividad térmica, es aplicado y utilizado para la sustitución de techos a expensa del alto grado de calor que este material transmite al interior de las edificaciones.

Básicamente, este fenómeno se produce debido a tres circunstancias, una de ellas corresponde al hecho de un plan gubernamental de índole sani-tario, y trataba sobre la erradicación o control del Chipo causante de la enfermedad tropical denomi-nada Mal de Chagas, al respecto,

“A continuación se estudia cómo con la influencia de las políticas del Estado para ofrecer las prim-eras construcciones industrializadas, modifica el sistema de vida del campesino y, en general, el de todas aquellas viviendas de tipo económico. Un ejemplo de esto se da, cuando a partir de las cam-pañas sanitarias contra la malaria (1946 aprox.), se impone el uso de techos en lámina metálica para

evitar los criaderos del “chipo” en los techos.” (Hernández, 2004)

Por otra parte tenemos la transculturización que desde siempre ha provocado las extensiones de la globalización industrial, en este caso, segura-mente por la emulación de la arquitectura petrol-era, sobre este aspecto nos hacemos eco de la siguiente crítica realizada por Fruto Vivas, “[…] Con esta vivienda se produce otra transfer-encia cultural y aparecen poblados palafíticos en todas las costas del sur del Lago de Maracaibo, en la boca y en su costa oriental, con viviendas similares pero de madera aserrada, con techo de palma y posteriormente de láminas de zinc.” (Vi-vas, 2002:156)

Otras de las causas que produjeron la prolifer-ación de este material para el tejado de las edifi-caciones, particularmente en las viviendas de ba-jos recursos, es su economía, rapidez y facilidad de instalación.

El primer techo metálico de Maracaibo

Con base a la investigación realizada, y luego de los análisis bibliográficos y de recursos digitales fotográficos y escritos, en las próximas líneas, se mostrará con un alto grado de probabilidad, la prim-era edificación construida en Maracaibo con Techo Metálico, antes observaremos una serie de datos historiográficos que exponen las distintas edifica-ciones construidas con techos de este material. Comencemos el recorrido con las últimas déca-das del siglo XIX, en las inmediaciones del Muelle Espigón en el Puerto de Maracaibo, donde encon-traremos las edificaciones de los Almacenes de la Aduana que vinieron a sustituir las funciones de la antigua cede de la aduana, una edificación con te-chos de teja, que de acuerdo a los historiadores, inicialmente funcionaba la Real Compañía Guipuz-coana. En la imagen 10, se aprecian los depósitos del puerto o malecón y la constitución de la calle de la Marina, perfectamente se visible las láminas metálicas que constituyen los techos de estas edi-ficaciones.

Respecto a la creación de los para entonces nuevos muelles de la ciudad, Miguel Sempere describe,

“Entre 1893 y 1894 se construyeron los malecones, poniendo fin a la imagen tradicional de la playa so-bre la bahía. Estas obras actuaron como elemento ordenador del sector, a tiempo que incorporaron nuevas tierras ganadas a la bahía, lo que permitió desarrollar una nueva hilera de manzanas que des-plazaron hacia el interior aquellas que hasta ese momento había constituido el frente sur de la ciu-dad. Estas nuevas manzanas son las que queda-ron destruidas a raíz de la reciente construcción de

Imagen 10: Almacenes Aduanales en el Puerto, vista en sentido sudoeste.

Imagen 10: Almacenes Aduanales en el Puerto, vista en sentido sudoeste. Fuente: Sempere (2000).

Imagen 11: The Maracaibo Electric Light & Co., en la calle de la Marina, entre 1888 y 1889.

Fuente: Portillo, (1999)

la avenida Libertador.Conjuntamente con los malecones se con-struyó un nuevo muelle, distintos depósitos para el puerto, el depósito para la sal, y las nuevas edificaciones para la aduana, que has-ta ese momento había funcionado en la vieja casona de la Guipuzcoana […].” (Sempere, 2000).

Con base a ésta información, podemos de-stacar, que los Depósitos Aduanales datan de no antes de la fecha, asentando como posible creación la misma construcción de los muelles.Otra de las primeras edificaciones en utilizar techo metálico, fue la sede de la compañía eléctrica, The Maracaibo Electric Light & Co. (Imagen 11) “En vista del notable desarrollo que estaba adquiriendo la empresa eléctrica, sus representantes se vieron en la necesidad de construir en la calle de La Marina, una nueva sede para ampliar sus oficinas, y cuatro meses más tarde, el 24 de Octubre de 1889, con mo-tivo de celebrarse el primer año del estableci-miento del alumbrado eléctrico de Maracaibo, se llevó a cabo la bendición del nuevo edificio de la empresa eléctrica,…” (Figuera, 2010:25).Con base en la cita anterior y en la imagen 11, donde se aprecia claramente para la fecha ya en funcionamiento, el inmueble de la compañía ubicado en la calle de la Industria, en ella se aprecia el contraste entre la cubierta de metal del edificio y los techos de tejas de la zona.

Imagen 11: The Maracaibo Electric Light & Co., en la calle de la Marina, entre 1888 y 1889.

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Imagen 12: Cervecería Zulia en las inmediaciones de la Av. El Milagro.

Fuente: Portillo, (1999)

En el año de 1926, se funda la Cervecería Zu-lia (imagen 16) bajo el auspicio de un grupo de habitantes en su mayoría de nacionalidad Alemana, en una edificación construida según muestra la imagen 12, con una estructura y cerramientos, incluido su techo, en metal. So-bre su construcción, se específica lo que sigue, “Luego de los trabajos previos requeridos, quedó definitivamente establecida la Cer-vecería del Zulia el 31 de agosto de 1926, y pocas semanas después ofreció al público su producción de hielo. ““Este producto –afirma la Revista Mercantil de Maracaibo- resultó de muy buena calidad y de una pureza excepcio-nal, pues es elaborado con agua destilada, y por lo tanto, libre de gérmenes; además su compactibilidad lo hace muy duradero” (Cáma-ra de Comercio de Maracaibo, 1927, p.1116). El 15 de septiembre ya estaba a la venta tam-bién la Cerveza Zulia: Pilsen y Negra.”” (Es-pínola, 2007:6).

En las Primeras décadas del siglo XX, específica-mente a partir del mismo año de funcionamiento de la Cervecería Zulia en 1926, se produce gracias al Presidente designado del Zulia Vicencio Pérez Soto, por el Gobierno de Juan Vicente Gómez, el plan de desarrollo o rehabilitación arquitectónica de la Ciudad de Maracaibo, en parte gracias al creci-miento económico impulsado por el fortalecimiento de la industria petrolera.

Esta etapa restauradora, viene a tomar como ma-terial predilecto para realizar las diferentes obras, el metal, prácticamente de la mano del ingeniero León Achiel Jerome Hoet, realiza la mayoría de las construcciones de la coyuntura arquitectónica de la Maracaibo de entonces. Sobre el Presidente Vicen-cio Pérez Soto y su plan de remodelación.

Muchas fueron las obras ejecutadas con la apli-cación de techos y estructuras de metal durante su periodo gubernamental (1926-1935), entre las que se destacan: El Matadero en la Av. Bella Vis-ta (1926), El Mercado Principal en la Plaza Baralt (1931), El Teatro Baralt en la calle Venezuela (1932), entre otros.

No podemos dejar de detallar el Mercado Princi-pal (Imagen 13), edificio de gran importancia histo-riográfica y hoy día referencia cultural de la ciudad de Maracaibo, es inaugurado en 1931, después que un incendio destruyera su predecesor en 1927. Es una estructura metálica imponente, que consta de techo de láminas de metal sobre sus caracter-ísticas espaciales y constructivas, Leszek Zawisza comenta sobre un informe redactado por La Memo-ria de Obras Públicas del año 1931,

““Este edificio llena todas las condiciones de asep-sia, seguridad, economía y comodidad que requie-ren las necesidades del abasto público en una ciu-dad del número de habitantes que ésta tiene. Es capaz, como se ve de su área, como para contener holgadamente unas 10.000 personas, y como su construcción es adecuada para las condiciones de este medio tropical, la aereación del local es muy buena a toda hora.““ (Zawisza, 1989).

En la imagen 13, se destacan claramente las propiedades constructivas y de los materiales de-scritos por Zawisza.

Imagen 12: Cervecería Zulia en las inmediaciones de la Av. El Milagro.

Imagen 13: Mercado Principal en la fase final de construcción.

Fuente: Portillo, (1999).

Imagen 13: Mercado Principal en la fase final de construcción. Fuente: Portillo, (1999).

El Teatro Baralt, reinaugurado el 19 de diciem-bre de 1932, es junto a su ascendiente, son las obras más significativas de ésta investigación. El Teatro Baralt, estuvo a cargo del Ingeniero Hoet, y la estructura del techo como la cubierta misma, se construyó en metal, “La cubierta del Teatro fue realizada con planchas metálicas onduladas sostenidas por vigas reticulares y formas triangu-lares de perfiles de acero, es una sólida estruc-tura que hasta hoy se ha mantenido en excelente condición.” (Zawisza, 1989:113).

El proyecto Inventario del Patrimonio Cultural del Instituto del Patrimonio Cultural ([Ficha código: BI.056.001], 1997:10), describe que en la actu-alidad, el techo del Teatro Baralt, está constituido por láminas hidrofugadas (Plycem), pero como lo describe Leszek Zawisza, el proyecto original del Teatro estuvo diseñado, y así se debió haber con-struido, de láminas metálicas.

Antes de la actual edificación del Teatro Baralt (Im-agen 14), en el año de 1883, para celebrar el na-talicio del Libertador, el 24 de julio, fue inaugurado un palco con capacidad para aproximadamente 250 personas, en la esquina calle Venezuela con Av. Colón, hoy calle 96 con Av. 6 respectivamente, El teatro Baralt (imagen 15), que más luego sería demolido o remodelado, para dar existencia al Teatro que hoy conocemos.

La demolición del antiguo Teatro, fue ordenada por

el Presidente del Estado Vicencio Pérez Soto, dejando finalmente a cargo, como ya habíamos descrito, al Ingeniero Hoet.

No imaginaría Pérez Soto, ni ninguna otra per-sonalidad, que la vieja edificación que estaba or-denando demoler o cambiar drásticamente, ten-dría muy probablemente por legado, el primer techo metálico y el único sistema de enfriamiento pasivo de la época, demostrando los inicios de la inserción de la transferencia tecnológica en Maracaibo. Prueba irrefutable de este imaginar-io historiográfico, es referenciada por Zawisza que comenta y luego cita de una publicación de la época,

“El Zulia Ilustrado describe: ““Sus paredes son de ladrillo y mampostería, de una altura de 10 metros; techumbre de hierro galvanizado; sus aceras son de mármol, doce mangueras gira-torias de hierro galvanizado atraviesan verti-calmente el edificio para su mayor ventilación. […]””.” (Zawisza, 1989:111).

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Page 22: REC Perspectiva Año 1 Volumen 2

edificio para su mayor ventilación. […]””.” (Zawisza, 1989:111).Sobre el mismo particular, de carácter bioclimático tecnológico, se describe lo siguiente,

“Ese mismo año, también en homenaje al Liberta-dor la ciudad inauguró el 24 de junio el Teatro Baralt; de estilo ecléctico morisco, con capacidad para mil personas, y «doce mangueras giratorias de hierro galvanizado» que atraviesan verticalmente el edifi-cio para su mayor ventilación, «primera referencia al condicionamiento ambiental mecánico en toda la historia de la arquitectura venezolana»” (Cardozo y Urdaneta, 2005).

Cabe destacar, que a la par de la transformación arquitectónica dirigida por el Gobierno Estadal de Pérez Soto, se estaba estableciendo y desarrollando la industria petrolera, con lo cual trajo la instau-ración de una serie de construcciones, básicamente importadas, cuyo material fundamental está cen-trado en el uso del metal. Esta tipología con ciertas adaptaciones al clima caribeño, fue denominada Arquitectura Petrolera, que se formaban en campamentos, colonias o campos petroleros.

Según Romero (Romero, 1997), los primeros campamentos petroleros, fundados en Maracaibo se dieron en el año 1928, y estas fueron la Arreaga, las Delicias (imagen 16) y J. F. Martín, luego en 1930 se creó el Campo Bella Vista (imagen 17), y un año más tarde en 1931, el Campo la Lago.

En las distintas imágenes de la 16 y 17, correspondientes a los campos Royal Dutch Shell, Caribbean/Shell respectivamente, se aprecian con mucha claridad las láminas metálicas de los techos de las diferentes edificaciones.

Imagen 14: Teatro Baralt en la actualidad.

Fuente: Portillo, (2003).

Imagen 15: Antiguo Teatro Baralt de aproximadamente 1888.

Imagen 14: Teatro Baralt en la actualidad.Fuente: Portillo, (2003).

Imagen 15: Antiguo Teatro Baralt de aproximadamente 1888.

Fuente: Portillo, (1999).

Estás dos características, son factores de gran importancia para la antigua edificación del Teatro Baralt, descrita y citada por diversos in-vestigadores e historiadores, pero lo fundamen-talmente relevante en este estudio, la distingue el hecho de haberse referenciado, con un alto grado de precisión, la primera edificación en Maracaibo que se construyó con techo metáli-co y técnicas constructivas con un significativo

Consideraciones Finales.

Imagen 17: Campo Bella Vista.

Fuente: Clausen, (2008).

Imagen 16: Campo Delicias.

Fuente: Clausen, (2008).

Imagen 16: Campo Delicias. Fuente: Clausen, (2008). Imagen 17: Campo Bella Vista.Fuente: Clausen, (2008).

Imagen 18: Acercamiento de vista aérea del Campo Haticos tomada en 1950 por Oster Bayne. Fuente: Clausen, (2008).

En los Haticos, se fundó una colonia petrolera que perteneciera a Caribbean Petroleum, que más lu-ego pasaría a ser la Shell, cuyas oficinas principales funcionaron en el desaparecido Palacio de Ron-cajolo aproximadamente en 1920. De acuerdo a un registro fotográfico (Imagen 18), esta colonia se fundo antes del año de 1950, en ella se muestra la existencia de Haticos Colony como originalmente se denominó. Una posible hipótesis sería, presumir que la colonia de los Haticos, sería fundada cerca de la fecha de la instalación de las oficinas de la Shell en el Palacio de Roncajolo.

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Al igual que los otros campos, la colonia Haticos está construida con techo metálico, con la diferencia, que las paredes se construyeron en mampostería. Es importante destacar, que a pesar de la aplicación de los techos metálicos en estos campos petroleros, se produjeron serios avances de adaptación tér-mica, dando respuesta a las condiciones climáticas del lugar. En el enfoque de la imagen 18, se obser-van otras edificaciones en el contexto de tipo industrial (galpones), donde se aprecia la aplicación de las cubiertas metálicas, un poco en la parte superior, luego de la Iglesia de la Milagrosa.

En la tabla n° 2 se describe cronológicamente la aparición de las cubiertas metálicas en edificaciones con importante legado histórico.

Se puede apreciar con base en la información analizada, que la primera edición del Teatro Baralt, es la primera edificación en Maracaibo en utilizar una cubierta metálica, cuya edificación original data de finales del siglo XIX, específicamente inaugurada en 1883 en los actos conmemorativos del natalicio del Libertador.

Igualmente, es importante destacar en referencia a esta investigación, la transformación sistemática en el uso de los sistemas constructivos de las cubiertas o techos en las edificaciones, pasando del techo orgánico de paja o enea al techo compuesto de madera o caña y tejas a finales del siglo XVII y durante todo el siglo XVIII, influenciada por la arquitectura española; mas luego a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, las nuevas tecnologías constructivas hacen presencia en Maracaibo dos métodos constructivos, una de ellas es el uso del concreto y al mismo tiempo la aplicación de las cubi-ertas metálicas como el acero galvanizado devenido de la expansión de los avances tecnológicos de la revolución industrial y del cambio económico que experimentaba el país por la explotación petrolera.

Conclusiones

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RESUMEN

El turismo ha tomado relevancia debido a las ventajas que ofrece la ciudad en términos de concen-tración de recursos y servicios. En tal sentido, la puesta en valor de su patrimonio cultural contribuye a impulsarlo para una demanda interesada en aspectos relacionados con la cultura. El propósito de este artículo es mostrar la potencialidad del centro histórico para el desarrollo turístico, a partir de los resul-tados del inventario y la localización territorial de los recursos culturales (tangibles e intangibles) del municipio Maracaibo, estado Zulia. Para su desarrollo, se aplicaron ocho fichas de registro validadas y diseñadas a partir del modelo teórico propuesto por el SIGTUR-Zulia (Caldera, 2000). Fueron inventar-iados 276 recursos culturales conformados por tangibles: edificaciones histórico-culturales, sectores urbanos, obras de arte, artesanía, realizaciones técnicas y científicas, e intangibles: acontecimientos programados, manifestaciones populares y manifestaciones artísticas. Resalta que el centro histórico de Maracaibo concentra una importante oferta de recursos culturales con características históricas, arquitectónicas y artísticas de relevancia para el desarrollo de la actividad turística.

Palabras clave: patrimonio cultural, centro histórico, Maracaibo, inventario, recurso turístico

(1) Arquitecta. M.Sc. en Planificación Integral para el Desarrollo del Turismo. Profesora Agregada e investigadora del departamento de Historia de la Ciudad la Arquitectura y el Diseño. Doctorante del Programa Académico Doctorado en Arquitectura. Ismar Millano [email protected]

(2) Arquitecta. M.Sc. en Planificación Integral para el Desarrollo del Turismo. Máster en Geoinfor-mación para la Planificación Urbana. Doctora en Gestión y Desarrollo Turístico Sostenible. Profesora Titular e investigadora del Instituto de Investigaciones de la FADLUZ en el área prioritaria Territorio, Ciudad y Comunidad. Leriz Camacaro [email protected]

CULTURAL HERITAGE INVENTORY AS A TOURISM RESOURCE

OF MARACAIBO

Tourism has being gaining relevance due to the advantages that city offers in terms of resources and services concen-tration. In this sense, the enhancement of cultural heritage contributes to propel it for an interested demand in aspects related to culture. The purpose of this article is to show the potential of historical downtown for tourism development beginning from inventory results and territorial location of cultural resources (tangible and intangible) of Maracaibo Municipality, Zulia state. For its development, eight regis-tration forms validated and designed from the theoretical model proposed by SIGTUR-Zulia (Caldera, 2000) were applied. 276 cultural resources were registered as tan-gible: historical-cultural buildings, urban sectors, master pieces, handicraft, technical and scientific events, and in-tangible: scheduled events, popular and artistic manifesta-tions. It is evident that historical downtown of Maracaibo concentrates an important offer of cultural resources with historical, architectural and artistic characteristics which are relevant for the development of tourism activity.

Keywords: cultural heritage, historical downtown, Mara-caibo, inventory.

INVENTARIO DEL PATRIMONIO CULTURALE COME RISORSA TURISTICA DI MARACAIBO

Il turismo ha preso rilevanza dovuto ai vantaggi che offre la città in termini di concentrazione di risorse e servizi. In questo senso, la messa in valore del suo patrimonio cul-turale contribuisce ad impulsarlo per una domanda inter-essata in aspetti relativi la cultura. Il proposito di questo articolo è mostrare le potenzialità del centro storico per lo sviluppo turistico, a partire dei risultati dell’inventari e la localizzazione territoriale delle risorse culturali (tangibili ed intangibili) del Comune di Maracaibo, stato Zulia. Per lo sviluppo, si sono applicate otto (8) schede di registro vali-date e disegnate a partire del modello teorico proposto da il SIGTUR-Zulia (Caldera, 2000). Così, sono stati inventar-iati 276 risorse culturali composti da tangibili: edifici storici-culturali, settori urbani, opere d’arte, oggetti d’artigianato, realizzazioni tecniche e scientifiche; e intangibili: eventi programmati, manifestazioni popolari e manifestazioni artistiche. Viene evidenziato che il centro storico di Ma-racaibo concentra un’importante offerta di risorse culturali con caratteristiche storiche, architettoniche ed artistiche di rilevanza per lo sviluppo dell’attività turistica.

Parole chiave: patrimonio culturale, centro storico, Mara-caibo, inventario, risorsa turistica.

INTRODUCCIÓN

El turismo o actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en un lugares diferen-tes al de su residencia habitual, durante un período de tiempo consecutivo inferior a un año, por placer, negocios u otros propósitos (O.M.T, 1999), es el resultado de la interacción entre diferentes elementos que hacen posible el disfrute de un atractivo por parte de los viajeros, por esta razón la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela lo reconoce como una actividad económica de interés nacional (artículo 310).

Este concepto ha evolucionado al igual que el de patrimonio, el cual de monumento histórico (ICO-MOS, 1964) pasa a estar conformado no solo por las manifestaciones del pasado (sitios y objetos arqueológicos, arquitectura colonial e histórica, documentos y obras de arte), sino también por el pat-rimonio vivo, las diversas manifestaciones de la cultura popular (indígena, regional, popular, urbana), las poblaciones o comunidades tradicionales, las lenguas indígenas, las artesanías y artes populares, la indumentaria, los conocimientos, valores, costumbres y tradiciones, características de un grupo o cultura (Fernández y Guzmán, 2004).

Este patrimonio de características y proporciones diversas, ha sido considerado como recurso turísti-co, generando durante las últimas décadas, el interés de un grupo de viajeros en vivenciar experien-cias asociadas a componentes patrimoniales o culturales, desarrollando el turismo cultural. El centro histórico de Maracaibo, capital del estado Zulia, no escapa a esta situación, ya que conserva caracter-ísticas de valor histórico, artístico, social y arquitectónico, por las cuales le ha sido otorgada la decla-ratoria de Zona de Valor Histórico mediante Gaceta Oficial Nº 34.537 de fecha 15 de octubre de 1990. Considerando que el turismo es una alternativa de desarrollo social, económico y cultural, el propósito de este artículo consiste en mostrar la potencialidad del centro histórico para el desarrollo turístico, a partir de los resultados del inventario y la localización territorial de los recursos culturales (tangibles e intangibles) del municipio Maracaibo.

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DESARROLLO

1.1. Patrimonio cultural y recurso turístico: algunas consideraciones

La mayoría ciudades venezolanas cuentan con un legado de edificaciones, obras, espacios públicos, tradiciones y demás elementos conformantes del patrimonio cultural. Este se localiza en su mayoría en los cascos históricos, constituyendo ejemplos de urbanismo y arquitectura de siglos pasados, siendo entes vivos que han servido de modelo para el desarrollo de las ciudades.

En este sentido, la ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (1993), establece que los mon-umentos nacionales, los bienes inmuebles no de-clarados, bienes muebles de museos u otros lugar-es, las poblaciones, sectores y centros históricos, los testimonios históricos y sitios arqueológicos, el patrimonio vivo, documental y bibliográfico, los objetos y documentos de personajes significativos, las obras culturales premiadas nacionalmente, la estatuaria monumental y obras de arte de los ce-menterios, el entorno ambiental o paisajístico y cu-alquier otro bien de interés cultural, conforman el patrimonio cultural de la República de Venezuela.Por su parte, Olivera (2011:664) establece que el patrimonio cultural de un territorio está constituido por “objetos naturales y culturales (patrimonio ma-terial) y los comportamientos, saberes y valores del pueblo que lo habita (patrimonio inmaterial)”. De acuerdo a este planteamiento, el patrimonio cul-tural no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende tradiciones o expre-siones vivas, conocimientos, prácticas, saberes de la comunidad.

Así mismo Querol (2010) lo concibe como el con-junto de bienes muebles, inmuebles e inmateria-les que han sido creados por los grupos humanos a lo largo de su historia, que han sido heredados del pasado y que merece la pena proteger como parte de las señas de identidad social e histórica. Las definiciones anteriores resaltan el patrimonio cultural como bien heredado, representación de la memoria colectiva de las comunidades. Este se en-cuentra relacionado con el turismo cuando se qui-ere impulsar esta actividad como dinamizadora de

la economía local, de allí la importancia de su estudio y la valoración de sus potencialidades. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT, 1999:21) los recursos turísticos son “bi-enes y servicios que por intermedio de la ac-tividad del hombre y de los medios con que cuenta, hacen posible la actividad turística y satisfacen las necesidades de la demanda”. Estos pueden ser naturales, si se encuentran asociados a componentes del medio ambiente o culturales. La esencia del turismo cultural son los recursos culturales, definidos por Caldera (2000: 5) como:

“todos aquellos elementos, objetos o hechos sociales que distinguen una cultura de otra, y poseen alguna característica de diferenciación relevante, susceptibles de ser puestos en valor, para motivar el desplazamiento de personas con la finalidad de satisfacer las necesidades de una demanda turística con fines culturales”. (Caldera; 2000:5).

Estos recursos, localizados en su mayoría en los centros históricos de las ciudades, se han convertido en testimonio y elemento identidad de la comunidad.

Para su clasificación se han empleado diversos criterios, enfocados a separar los recursos cul-turales tangibles de los intangibles. La clasifi-cación propuesta por Caldera (2000) y asumida para el desarrollo de esta investigación re-sponde a este enfoque, en la que los recursos tangibles están caracterizados por ser bienes materiales, obras o producciones humanas, ob-jetos arqueológicos, edificaciones histórico cul-turales (edificios religiosos, militares, museos), sectores urbanos (sitios históricos, parques, jardines), obras de arte, artesanías y realizacio-nes científico-técnicas, que pueden ser física-mente contactados.

Los recursos intangibles, están constituidos por

aquella parte invisible que reside en el espíritu de la cultura popular y se basan en la tradición, como los acontecimientos programados (ferias, espectáculos, festivales), manifestaciones culturales (gas-tronomía, rituales, los mitos las leyendas, danza, bailes tradicionales), la comunicación simbólica (tradi-ciones orales, las costumbres, las lenguas) y las manifestaciones artísticas (música, teatro, literatura).

Los recursos culturales junto a los naturales, infraestructura básica (aeropuertos, puertos, vialidad, servicios básicos) y servicios turísticos (alojamiento, alimentación, bebidas, transporte, recreación, entre otros) forman parte de la oferta turística (Camacaro, 2008). De acuerdo a Hernández (2008), aunque la oferta turística es cada día más diversificada, el destino principal de las ciudades es casi siempre su centro histórico, a través de éste se trata de atraer al mayor número de viajeros ofertándolo como el centro simbólico donde se deposita y concentra la esencia del conjunto urbano.

Los centros históricos constituyen conjuntos en los que se asientan expresiones de la vida social y cultural de la ciudad, relacionando las variables ar-quitectónicas, urbanísticas, medioambientales, so-ciales, culturales, que les convierte en un espacio urbano con alto grado de identidad, individualidad y carácter de la ciudad, de especial atractivo turístico (Cortez, 2002). En este sentido, lo histórico es un componente de lo cultural en términos de la valor-ación de un área que debe ser preservada, no solo como un área de expresión de los acontecimientos relevantes de la vida de los pueblos sino por los va-lores artísticos y estéticos, por las condiciones de paisaje urbano, la calidad de vida de la población o los usos que le confieren un carácter distintivo al lugar (Hurtado, 2010).

El patrimonio no ha estado ajeno al turismo y ha sido desde hace mucho tiempo una de las razones capaces de generar desplazamientos de perso-nas con intereses específicos (Xicarts, 2005). El turismo ayuda a poner en valor el patrimonio cul-tural, ofrece oportunidades para la recuperación, reutilización y conservación del patrimonio, aporta recursos para mejorar el paisaje urbano y también genera oportunidades para mejorar la trama y la infraestructura urbana.

En esta línea, la posición de la Organización Mun-dial del Turismo (1999) es fomentar la protección y rehabilitación del patrimonio, sino también abrirlo al público, siendo respetuosos con los que sean de titularidad privada y con los edificios religiosos sin perjuicio de las necesidades de culto, de tal forma que se permita la supervivencia y el florecimiento de la producción cultural y artesanal tradicional, así como el folklore.

1.2. El centro histórico como contenedor del patrimonio cultural y los recursos turísticos.

En función a este planteamiento, el inventar-io es una etapa que precede y en la que se fundamentan las acciones de gestión, protec-ción, salvaguardia y divulgación de los bienes tangibles e intangibles que lo conforman. Así mismo, es un mecanismo indispensable para sensibilizar a los actores sobre la importancia del patrimonio cultural y de su preservación para las generaciones futuras.

En Maracaibo, se han desarrollados proyec-tos para la identificación y registro del patri-monio. El inventario del Patrimonio Cultural (IPC, 1997, IPC y FONACIT, 2007), en los que se han registrado solo los bienes inmuebles, colecciones, monumentos nacionales y sitios urbanos con declaratoria patrimonial, con-templando aspectos técnicos relacionados al patrimonio material. Por otro lado, el I Censo Nacional del Patrimonio Cultural Venezolano (IPC, 2004-2006), ofrece datos básicos de cada una de las manifestaciones materiales e inmateriales del país, dentro de las categorías los objetos, lo construido, la creación indi-vidual, la tradición oral y las manifestaciones colectivas. Su principal aporte fue la incorpo-ración de la valoración comunitaria de cada localidad además de la valoración técnica. Sin embargo, estos registros no consideran vari-ables de importancia para el uso del patrimo-nio con fines turísticos. En el mismo orden de ideas, el inventario de recursos culturales desarrollado en el pro-grama Sistema de Información Geográfica para la Planificación del Turismo en el Estado Zulia (SIGTUR-Zulia), contempló el estudio de

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1.3. Inventario de recursos turísticos culturales del Municipio Maracaibo. Metodología para su registro

los bienes tangibles e intangibles que caracterizaban a cada municipio, con la finalidad de identificar no solo el patrimonio declarado sino también aquellos recursos con significación para el desarrollo turístico (Caldera, 2000). Este, a pesar de haber sido una innovación conceptual, metodológica, y operacional para la recolección de registros turísticos, y el estudio de la dimensión espacial de la ac-tividad en el ámbito municipal, no contempló variables como la accesibilidad al recurso, y servicios que se ofrecen para personas con discapacidad.

Estas, posteriormente son incorporadas por el Ministerio del Poder Popular para el Turismo (MINTUR, 2009), en el Inventario del Patrimonio Turístico, cuyo objetivo ha sido recolectar información detallada sobre el potencial y los recursos disponibles para el desarrollo de la actividad turística en el ámbito nacional.

A partir de estos antecedentes, se construyeron las tablas de indicadores y campos de información y se diseñaron las fichas de registro para el Inventario de recursos turísticos culturales del Municipio Maracaibo. En este se registraron de forma equilibrada tanto los aspectos técnicos relacionados al patrimonio (material e inmaterial), como también de los recursos con potencialidad para el desarrollo turístico, considerando las variables establecidas por el SIGTUR-Zulia y el MINTUR, esto con el fin de determinar la factibilidad del uso de estos recursos para el desarrollo turístico en el centro histórico.

A continuación la figura 1 resume las etapas y productos obtenidos para el inventario de los recursos culturales de la oferta de la ciudad de Maracaibo.

Figura 1. Proceso metodológico para la elaboración del inventario de los recursos culturales de la oferta de la Ciudad de Maracaibo.

Fuente: Camacaro, 2010.

En una primera etapa se realizó la revisión de inventarios desarrollados por el Instituto de Pat-rimonio Cultural, proyecto SIGTUR-Zulia, Minis-terio de Turismo, Dirección de Turismo Municipal y la Corporación Zuliana de Turismo. En función de esta revisión, se elaboraron las fichas registro a ser utilizadas para los recursos culturales tan-gibles e intangibles, ajustándolas de acuerdo a los requerimientos y la pertinencia de éstas para el momento de la investigación. Posteriormente se realizó el llenado de las fichas mediante la recolec-ción de datos en campo y por último la georeferen-ciación de los recursos inventariados.

Este inventario constituye el registro de todos los el-ementos que por sus cualidades culturales y huma-nas pueden constituir un recurso para el desarrollo del turismo, por lo que representa un instrumento

Fuente: elaboración propia (2012) a partir de Caldera (2000).

A continuación se muestra una breve descripción de los “tipos” de recursos culturales tangibles e intan-gibles y el listado inventariado. Posteriormente, se procede a la georeferenciación dentro del espacio territorial de cada uno de ellos (figuras 3, 4 y 5).

valioso para la planificación y para la gestión turística. Para su desarrollo se aplicaron ocho fichas de registro validadas y diseñadas en el programa SIGTUR-Zulia (Caldera, 2000) con ligeras modificaciones.

Partiendo de Caldera (ob.cit), se establecieron dos categorías: los recursos culturales tangi-bles y los recursos culturales intangibles, a par-tir de las cuales se definen seis y tres tipologías, para cada una de ellas, respectivamente; y por último, se deriva un tercer nivel para las clases que varían para cada tipología (Figura 2). Los indicadores y campos de información se ajustaron de acuerdo a la naturaleza de cada recurso, siendo seleccionados: edificaciones histórico-culturales, sectores urbanos, obras de arte, artesanía, realizaciones técnicas y científi-

Figura 2. Clasificación de los recursos culturales definitiva.

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Figura 3. Listado general de los Recursos Culturales Tangibles Tipo Arqueológicos y Edificaciones Histórico-culturales inventariados.

Fuente: Camacaro (2010) a partir de Caldera (2000)

Figura 4. Listado general de los Recursos Culturales Tangibles inventariados.

Fuente: Camacaro (2010) a partir de Caldera (2000)

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Figura 4. Listado general de los Recursos Culturales Tangibles inventariados.

Fuente: Camacaro (2010) a partir de Caldera (2000)

1.4. Resultados del inventario de recursos turísticos culturales: potencialidad turística del centro histórico de Maracaibo

Como resultado fueron inventariados un total de 276 recursos culturales, 160 correspondientes a la categoría tangibles, y 116 recursos intangibles (cuadro 1).

Cuadro 1. Cuantificación de los Recursos Culturales Inventariados

En relación a los recursos culturales tangibles destacan, las edificaciones religiosas, comer-ciales, residenciales y los sitios históricos, así como las declaratorias patrimoniales de las edificaciones en distintos sectores urbanos del centro histórico. En cuanto a los recursos culturales intangibles destacan las manifesta-ciones populares y artísticas, y se identificaron diferentes eventos programados, de carácter regional, nacional e internacional, representa-dos principalmente por la devoción a la Virgen de la Chinita (Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de la Ciudad), todas las actividades que se programan para la Feria, y la gaita como género musical que enmarca las festividades en torno a la virgen. En cuanto a la ubicación dentro del espacio territorial de los recursos culturales inventari-ados, la mayor concentración de ellos se ob-servó en las parroquias Santa Lucía, Bolívar, Chiquinquirá, Juana de Ávila y Coquivacoa; y en menor concentración se encuentran en las parroquias Cecilio Acosta y Manuel Dagnino (figura 6). Partiendo de esta localización terri-torial, se demuestra que en el centro histórico de la ciudad de Maracaibo tienen su asiento la mayor cantidad de recursos culturales tangibles e intangibles, además de ubicarse el Lago de Maracaibo como escenario costero.

Fuente: Elaboración propia (2013)

Figura 6. Recursos culturales. Municipio Maracaibo, Estado Zulia.

Fuente: Camacaro (2010).

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1.4. Resultados del inventario de recursos turísticos culturales: potencialidad turística del centro histórico de Maracaibo

El patrimonio ha sido relacionado con la expresión de los individuos o comunidades que han sido le-gados por sus antepasados. Toda esta riqueza tiene suma importancia para el desarrollo del tur-ismo, como una actividad que puede coadyuvar al rescate y conservación del patrimonio cultural tangible e intangible. El inventario es un aporte para los agentes turísticos, ya que a través de éste se identificó la importante oferta de recursos cul-turales tangibles e intangibles con características históricas, arquitectónicas y artísticas de relevan-cia, contenidas en el Centro Histórico de Maraca-ibo, en las que puede fundamentarse el desarrollo de la actividad turística. La identificación de estos recursos es importante para la toma de decisiones y para el diseño de políticas públicas y medidas que procuren el ordenamiento territorial y la mejora del marketing de la Ciudad en función del desar-rollo turístico.

Para la revitalización del centro histórico, y el man-tenimiento del valor del territorio, del patrimonio y de los activos existentes, algunas de las edifi-caciones patrimoniales que no tienen uso, están subutilizadas (por ejemplo como depósitos) o las que permiten cambio de uso (como las ubicadas en los alrededores de la Plaza Baralt), podrían ser susceptibles de intervenciones y mejoras a través de la promulgación de un decreto por parte de la Alcaldía de Maracaibo que obligue en un tiempo perentorio a sus dueños a su restauración y reuti-lización para uso turístico, apoyando, orientando y estimulando al sector privado a la ejecución de las obras a través de la utilización de la nueva “ley para el financiamiento del sector turismo” (2009) de promulgación oportuna para estos casos. Lo mismo podría ocurrir con edificaciones industriales abandonadas o en deterioro como las presentes en el área del malecón y adyacencias en el casco central.

Con la idea de generar un nuevo producto cul-tural a partir de la historia – por ejemplo – es de interés resaltar la identidad marabina, rec-reando de forma atractiva y profesional hechos y tradiciones ocurridas en la Maracaibo de an-taño, factible a través de la participación del sector cultura e incentivos para la gente es-pecialista en el arte en escena. Promover el turismo cultural, divulgando la oferta e incenti-vando su consumo.

Esta investigación, es un aporte no solo en la manera de comprender el fenómeno turístico urbano, sino también en la recolección y actu-alización de datos de la oferta de los recursos culturales, actividad que requiere su continui-dad en el tiempo, debido a los cambios que constantemente están ocurriendo, como por ejemplo cambios del uso de las edificaciones o nuevas incorporaciones o servicios cultura-les, y en las tecnologías de geomática.

REFERENCIAS DOCUMENTALES

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Recibido: 12.11.12 / Aceptado: 27.11.12Karina Fernández LINEAMIENTOS PARA LA CONSERVACIÒN DE EDIFICACIONES DE LA ARQUITECTURA PETROLERA EN LA CIUDAD DE MARACAIBO

Karina Fernández 6160

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RESUMEN

El presente estudio estuvo orientado a la evaluación de la gestión municipal para la conservación de edificaciones de la Arquitectura Petrolera en la ciudad de Maracaibo, a fin de proponer lineamientos de gestión que permitan orientar la conservación de las edificaciones de la arquitectura petrolera en la ciudad de Maracaibo mediante una adecuada intervención y garantizar su sustentabilidad para el beneficio social de la comunidad. El desarrollo de la investigación y estudio es de tipo descriptiva, aplicada y de campo. Las técnicas de recolección de información, observación e investigación docu-mental fueron organizadas, analizadas y sintetizadas para la selección de criterios bajo los cuales fue diseñado el instrumento que mide la variable “Gestión de Conservación de las Edificaciones de la Arquitectura Petrolera en la ciudad de Maracaibo”. Con respecto a los resultados, se pudo evidenciar que en promedio, los actores y el organismo que tiene atribuciones en la gestión de conservación del patrimonio edificado poseen una tendencia de reconocimiento y de cumplimiento no adecuado. Por lo tanto, para dar respuestas a una de estas debilidades, se formularon lineamientos de gestión a fin de aportar beneficios de fortalecimiento a la municipalidad y optimizar los procesos de gestión de conser-vación de las edificaciones de la Arquitectura Petrolera en la ciudad de Maracaibo.

Palabras clave: Gestión Municipal, Patrimonio Cultural Edificado, Arquitectura Petrolera.

*Arquitecta. Magister Scientiarum en Gerencia de Proyectos de Construcción. Coordinadora de Planta Física de LUZ. Núcleo Humanístico Maracaibo y Costa Oriental del Lago. Karina Fernández [email protected]

GUIDELINES TO PRESERVE OIL ARCHITECTURAL BUILDINGS

IN MARACAIBO CITY

This study was oriented toward the assessment of mu-nicipal administration in order to preserve buildings of Oil Architecture at Maracaibo. The purpose is to propose man-agement guidelines that allow guiding building preserva-tion of oil architecture in the city of Maracaibo according to an adequate intervention to guarantee its sustainability for the social benefit of the community. The development of the research was descriptive, applied and field type. Infor-mation gathering techniques, observation and documen-tary research were organized analyzed and synthesized in order to select the criteria to design the instrument that measured the variable “Preservation management of Oil Architecture buildings in the city of Maracaibo”. Regarding to results, it was evident on average that both actors and the institution that have the attributions within the preser-vation management of built heritage show a non adequate recognition and achievement tendency. Therefore, in order to give answers to one of these weaknesses, management guidelines were formulated to bring benefits to the munici-pality and optimize preservation management processes of Oil Architecture buildings in the city of Maracaibo.

Key words: municipal management, built cultural heritage, Oil Architecture.

LINEE GUIDA PER LA CONSERVAZIONE DI EDIFICI DELL’ARCHITETTURA PETROLIFERA NELLA CITTÀ

DI MAACAIBO

La finalità di questo studio è stata la valutazione della gestione municipale per la conservazione di edifici della Architettura Petrolifera presso la città di Maracaibo, per proporre linee guida di gestione che permettano orientare la conservazione degli edifici dell’architettura petrolifera di Maracaibo. Queste linee verranno raggiunte tramite un’intervenzione adeguata e garantire la sua sostenibilità per il beneficio sociale della comunità. Lo sviluppo della ricerca e studio è di tipo descrittivo, applicato, di campo. Le tecniche per la raccolta dati, osservazione e ricerca docu-mentale sono state organizzate, analizzate e sintetizzate per la selezione di criteri secondo i quali si è disegnato lo strumento che misura la variabile “gestione di conservazi-one degli edifici della architettura petrolifera nella città di Maracaibo”. Rispetto ai risultati, si è evidenziato che nella media, gli attori e gli organismi che hanno attribuzioni nella gestione di conservazione del patrimonio edile possiedono una tendenza di riconoscimento e di raggiungimento non adeguato. Di conseguenza, per dare una risposta a queste debolezze, delle linee guida di gestione vengono formulate per offrire dei benefici di rinforzo al comune e di ottimizzare i processi di gestione di conservazione degli edifici della Architettura Petrolifera nella città di Maracaibo.

Parole chiave: gestione municipale, patrimonio culturale edile, architettura petrolifera.

INTRODUCCION

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), desde 1972 posee un plan de protección de los bi-enes culturales del mundo, dentro de los cuales ha recibido trascendental reconocimiento mundial el patrimonio urbano de América Latina y el Caribe, por sus inigualables valores patrimoniales. En tal sentido, las comunidades de cada región, enfren-tan hoy la tarea de preservarlo tanto por su uso contemporáneo como para el de las generaciones futuras. Sin embargo, los esfuerzos de conservación que se proponen en algunas de estas comunidades, no son suficientes y requieren de acciones efectivas para evitar que valiosos inmuebles de significativo valor patrimonial, continúen cayendo en la especu-lación inmobiliaria, el abandono y la decadencia.

De acuerdo a experiencias internacionales, para hacer más sostenible el patrimonio urbano, las políticas municipales se basan en responder a: Un proceso donde se involucren todos los actores so-ciales, a fin de garantizarle un amplio apoyo social para las acciones de conservación; cuando los bi-enes patrimoniales se destinan a usos rentables, para aumentar la probabilidad de que se preserven en el largo plazo y cuando se adopta un enfoque integral de preservación que incluye tanto el edi-ficio como su entorno. Ante estas condiciones, la gestión municipal requiere un cambio de actitud en los métodos de actuación frente al patrimonio, donde se introduzcan reformas en los mecanismos y ejecución de las acciones de conservación. En el caso específico del Municipio Maracaibo, donde diversos factores socioeconómicos, políti-cos y culturales incidieron en la construcción de un escenario arquitectónico de la época petrolera, dicha arquitectura se ha materializado como un le-gado de trascendental importancia, representada en viviendas, edificios administrativos, comerciales y recreativos esparcidos por toda la ciudad.

Sin embargo, el crecimiento acelerado de la ciudad aunado a la ausencia de un reconocimiento de los

valores presentes particularmente adaptada a las condiciones climáticas de la misma, en la actualidad han ido desapareciendo o pre-sentado condiciones de deterioro acentuado, exceptuando algunos casos tales como: Las Laras y el edificio Gulf (antiguo colegio Gonza-ga) Sede actual de Carbozulia, en las cuales en los últimos años se han intervenido con éxito pero de manera puntual, dado que las actuaciones de los organismos municipales no responden a una política de desarrollo y ad-ministración planificada y adecuada.

En virtud de lo anterior, este artículo pretende Evaluar la Gestión Municipal para la conser-vación de la Arquitectura Petrolera de la Ciu-dad de Maracaibo, con la finalidad de formular Lineamientos estratégicos que contribuyan a impulsar la modernización administrativa, de-sarrollar iniciativas estratégicas que abarquen planes sociales, de infraestructura y especial-mente de conservación del patrimonio urbano, orientados al progreso de la ciudad de Mara-caibo y mejora en la calidad de vida de todos sus habitantes.

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ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION

1. EVALUACION

2. GESTION

En este apartado se resalta una de las inves-tigaciones de otros autores relacionados con el estudio entre los que destacan:

El artículo de la Revista Portada Digital. Net (2010), titulado Video Testimonio de la Res-tauración del Edificio Las Laras de Maracaibo – Monumento Nacional. Cortesía de la Shell de Venezuela. El cual tiene como propósito di-fundir el proceso de restauración y servir de reflexión para la recuperación de otros hitos históricos presentes en la ciudad.

En él se describe la historia del funcionamien-to de las Laras, a través de entrevistas real-izadas a los ex empleados de la Shell, con el objeto de conservar la imagen original del edi-ficio, como condición exigida por la empresa.

Aunado a esto, se realiza una entrevista al Arq. Pedro Romero, como representante del IPC a nivel Regional, el cual manifiesta la actuación de los actores representados por el propietario como mayor accionista, el incentivo de la co-munidad y la empresa Shell.

En este sentido, el Arq. José Garnica, indica que en Venezuela es la primera vez que se recupera un edificio de carácter patrimonial en siete (7) meses, cuando en condiciones nor-males su proceso de ejecución pasaría los dos (2) años, adquiriendo el proceso de restaura-ción importancia por ser un proceso de enver-gadura, por lo que se involucran estudiantes y profesores de la Universidad del Zulia en el seguimiento de acciones y toma de decisiones en la ejecución de la obra.

En la consideración de Roselló (2.004), la evaluación se define como:

“Un proceso sistemático mediante el cual se obtiene la información necesaria sobre los resultados, pre-vistos o no, y el funcionamiento de un proyecto cul-tural para saber en qué medida se logran los objeti-vos que se desarrolla la producción, y poder tomar así las decisiones oportunas para reconducir dicho proyecto mediante la modificación de cualquiera de sus aspectos”. (p.206).

Para Tyler (1999), la evaluación se debe extender al proceso de “aprendizaje” y al “currículum” pero no solo a los resultados, aunque en la práctica sólo se utilizó para comparar los resultados con los objetivos, y de los resultados solo aquellos aprendizajes más fácilmente constatables.

Según Vidal, Mayo y Loredo (2010) el concepto de gestión, del latín gestĭo, hace referencia a la “acción y al efecto de gestionar o de administrar”. Éste tér-mino, por lo tanto, implica al conjunto de trámites que se llevan a cabo para resolver un asunto.De acuerdo a lo expresado por Zamora (2.002), la gestión es:“Manejar recursos, administrarlos, tomar decisiones sobre ellos, ¿Qué recursos? Los que el gestor, ge-rente, director, tiene a su cargo (una organización o negocio, con un presupuesto, un equipo humano, ed-ificio, maquinaria, instalaciones, etc.). Pero gestionar no es administrar estos recursos de manera aleato-ria, caprichosa o ni siquiera intuitiva. Los recursos se deben administrar de manera aleatoria, caprichosa o ni siquiera intuitiva. Los recursos se deben adminis-trar ordenadamente, es decir, de manera organizada y dirigida a la consecución de un fin, de un objetivo previamente fijado. Pero además, hay que adminis-trarlos eficientemente, de manera que se consiga el objetivo fijado con la mayor economía posible de me-dios, es decir, optimizando tiempo y dinero”. (p.5)

3. MUNICIPAL

4. CONSERVACION

5. ARQUITECTURA PETROLERA 5.1. Tipos de Arquitectura Petrolera

Para hacer referencia a la palabra Municipal, ésta es un adjetivo que es relativo a “Municipio”, pal-abra que proviene del latín municipium, y se refiere a “una entidad administrativa que puede agrupar una sola o varias localidades; pudiendo hacer ref-erencia a una ciudad, pueblo, aldea, o a una agru-pación de los mismos”.

De acuerdo a lo señalado en la carta de Cracovia (2.000), “La conservación es un conjunto de acti-tudes de una comunidad dirigidas a hacer que el patrimonio y sus monumentos perduren. Es llevada a cabo con respecto al significado de la identidad del monumento y de sus valores asociados”.

La arquitectura petrolera según Romero (1997), expresa que:

“Fue introducida por las concesionarias extran-jeras que actuaron en el país desde 1914, fecha de inicio de la explotación a escala comercial, hasta la nacionalización de la industria ocurrida el primero de enero de 1976…La Arquitectura Petrol-era se adecua en forma espacial a las condiciones ambientales, particularmente climáticas y bióticas. Estas características constituyen las principales constantes que permitan identificar una produc-ción cultural de singular trascendencia para el conocimiento y desarrollo de la arquitectura local”. (p.43)

Añade Romero, que la definición espacial del edifi-cio petrolero, corresponde a la correcta integración de las variables: Contextuales, ambientales y cul-turales, son determinantes de diseño, tales como:

Plantas libres y espacios interiores distribuidos para la circulación de los vientos.

Proporciones y orientaciones adecuadas para la menor exposición al solar del edificio. Formas de las cubiertas y la proporción o relación de altura de los espacios internos para la dispersión del calor interno.

Espacios modulados y flexibles adapta-bles a las variaciones funcionales.

Dominio del esquema simétrico en la so-lución formal y espacial.

La transparencia e integración espacial con el entorno por la relación de equilibrio entre el lleno y lo vacío.

Dichas Variables y determinantes de dise-ño, son las principales constantes que dan unidad conceptual y espacial al universo de tipologías formales y funcionales de la Arquitectura Petrolera.

En las distintas tipologías funcionales sur-gidas desde 1928 hasta 1976 en la ciudad de Maracaibo; las viviendas, instalaciones industriales, edificios administrativos y de servicio, se observa el uso de sistemas constructivos diversos, tales como: Siste-mas Prefabricados presentes en campa-mentos de la década de los años 1920, viviendas y servicios que fueron prefabri-cados y construidos en madera; laminas de zinc galvanizado, laminas de steelox, laminas de celotex; Los Sistemas Mixtos, encontrados en viviendas que sustituyen los techos protegidos con tejas asfálticas por cubiertas de zinc o asbesto; y final-mente, Sistemas Convencionales, donde se incorpora a la arquitectura petrolera el uso de la tecnología del concreto armado.

Con la declaratoria del edificio Las Laras, sede principal del grupo Shell en la ciudad de Maracaibo, y actualmente sede de PD-VSA la Estancia, como Monumento Nacio-nal, de acuerdo al decreto 23 de la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de Nación en el año 1.991, el Instituto de Patrimonio Cultural actualiza el inventario del estado

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5.2. Localización Actual de la Arquitectura Petrolera en el Estado Zulia

En el estado Zulia a partir de 1916, comenzó a instalarse la administración petrolera cuya localización predominaba en Maracaibo, la Costa Oriental del Lago, Mene Grande, Lagunillas, entre otras. Estos campamentos, mantenían su aislamiento de las poblaciones locales, situándose en su mayoría en la franja costera entre los poblados de Cabimas y Lagunillas.

A continuación se muestra la ubicación de los asentamientos petroleros de la región zuliana:

Zulia incluye el patrimonio arquitectónico petrolero, considerando los campamentos y edificios rel-evantes ubicados de Maracaibo, entre otros.

En la Tabla No 2 que se muestra a continuación la ubicación y el año de construcción de los enclaves o concesionarias petroleras ubicados en la ciudad de Maracaibo, dado que es la zona objeto de estu-dio, en las que actualmente se encuentran algunos edificios declarados patrimonio histórico, que son fundamentales para esta investigación.

Tabla N° 2 .Lista de Campamentos petroleros en la ciudad de Maracaibo

Grafico Nº 1. Mapa de Ubicación de Asentamientos Petroleros en el Estado Zulia

Fuente: Romero (1997). Adaptación Propia (2012)

Fuente: Romero (1997). Adaptado por Fernández (2012)

Jesús MaríaSempun

Catatumbo

Colón

FranciscoJavierPulgar Sucre

Sucre

Baralt

ValmoreRodriguez

LagunillaSimónBolivar

Cabimas

SantaRita

Miranda

Cañadade Urdaneta

Machiques de Perija

Rosario de Perija

Jesús Enrique Losada

Mara

Maracaibo

San Francisco

Guajira

Almirante Padilla

Lago de Maracaibo

CONCESIONARIAS

Maracaibo

Creole:

La Arreaga (1928)

La Lago (1931)

Gabaldón (1950)

Shell:

Bella Vista (1930)

En la ciudad de Maracaibo, a partir de 1956 la administración central petrolera se desplaza a la ciudad de Caracas, abandonando las empresas los campamentos asentados en la ciudad. Actualmente se encuentran ubicadas de manera aislada una serie de edificios pertenecientes a la arquitectura petrol-era, algunos recuperados y otros en situación de abandono y desprotección, para los cuales existe la imperiosa necesidad de definir una serie de Lineamientos de gestión para su conservación y rescate.

Es por esto, que en el gráfico N° 2, se especifican los edificios pertenecientes a la arquitectura petrol-era en la ciudad de Maracaibo, ubicados en diferentes campos o colonias petroleras que se instalaron a partir de 1927 hasta 1980, cuyo uso principal es residencial, administrativo y servicios (hospitales, colegios y centros recreativos).

De acuerdo a lo especificado por Romero (1.997), la arquitectura petrolera, tiene su esencia en el patrón urbano establecido por las concesionarias que vinieron a realizar la explotación petrolera en el país. Con el criterio dictado por las concesion-arias y las condiciones impuestas por el clima, se disponen amplias parcelas con edificaciones en su centro rodeadas de vegetación, conformando ocu-paciones de muy baja densidad poblacional.

El urbanismo petrolero define espacios recreativos y culturales como el club e instalaciones deportivas. En esencia, el urbanismo implantado sigue el con-cepto de suburbios, el cual modelará el crecimiento urbano de las principales ciudades venezolanas.

Grafico Nº 1. Mapa de Ubicación de Asentamientos Petroleros en el Estado Zulia

Fuente: Romero (1997). Catálogo del Patrimonio Cultura Venezolano (2004-2010). Adaptado por Fernández (2012)

5.3. Características de la Arquitectura Petrolera

Dentro de las tipologías de viviendas apreciadas en las colonias Shell, vale destacar las constru-idas con láminas de steelox en todos sus cerra-mientos. La modulación del elemento base se re-pite hasta alcanzar las dimensiones apropiadas para cada ambiente, altura y vanos. Esta tipología de vivienda todavía persiste y por la flexibilidad del sistema constructivo algunas unidades han sido reubicadas en nuevas localizaciones. La consideración climática la alcanza con el mismo recurso de la cámara de aire, tanto en la cubierta como en sus cerramientos externos, observados en otras tipologías petroleras.

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LEGISLACIÓN NACIONALConstitución Nacional (1999) Art 99, 100 y 101Ley Orgánica de la Cultura.Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural. Gaceta Oficial de la Republica Bolivariana de Venezuela, 1993 Número 4.623 Extraordinario.Censo del Patrimonio Cultural de VenezuelaReglamento Parcial Nº 1 de la Ley de la Protección y defensa del Patrimonio cultural en cuanto a determinación de la estructura orgánica y las modalidades operativas del instituto del Patrimonio cultural. Decreto Nº 384 de fecha 12 de octubre de 1994Resolución IPC Nº 003-05 sobre declaratoria de bienes de Interés Cultural venezolanos.

LEGISLACIÓN REGIONALGaceta 12 Agosto (2003) y Gaceta Oficial Zulia 771 (Extraordinaria)Plan Integral de Renovación Urbana PIRUInventario del patrimonio Cultural del Estado Zulia año 1997

LEGISLACIÓN MUNICIPALDecreto Nº 260 17-09-2003.Ordenanza de Zonificación del municipio Maracaibo.Ordenanza de Contenido General de Desarrollo Urbano del Municipio Maracaibo.

En la tabla N° 3 que se presenta a continuación, hace referencia a documentos internacionales, con los que cuenta el Estado Venezolano, referidos a la protección y conservación del patrimonio; entre los cuales están: Tratados y Convenios Internacionales, Leyes, Normas Técnicas (Cartas), Declaraciones y Principios, que a continuación se describen:

EDIFICIO MENE GRANDE OIL COMPANY

Tabla No° 3 Legislación nacional, regional, municipal relacionada con la Gestión Municipal para la Con-

servación de las Edificaciones de la Arquitectura Petrolera

Fuente: Saavedra (2010). Adaptado por Fernández (2.012)

6. MARCO JURÍDICO NORMATIVO QUE RIGE LA GESTION MUNICIPAL PARA LA CONSERVACION DE LAS EDIFICACIONES DE LA ARQUITECTURA PETROLERA EN LA CIUDAD DE MARACAIBO

7. EDIFICACIONES DE LA ARQUITECTURA PETROLERA DE USO ADMINISTRATIVO Y DE SERVICIO EN LA CIUDAD DE MARACAIBO

UBICACIÓN: Av. El Milagro

ADMINISTRADOR/CUSTODIO O RESPONSABLE: CARBOZULIA

DESCRIPCION DE EDIFICIO: El edificio de Mene Grande Oil Company aún se mantiene sobre la costa norte de la ciudad de Maracaibo, como último testigo de su colonia fundada en 1927. Progresi-vamente son abandonadas las viviendas de madera que integraban el conjunto y el edificio principal de oficinas albergará sucesivos usos. El Colegio Jesuita Gonzaga permaneció funcionando hasta 1974, con leves adaptaciones impuestas al edificio por el nuevo uso escolar. Luego funcionó el Colegio Su-cre hasta 1990. Posteriormente, es adquirido por Carbozulia iniciándose en el 2008 los trabajos para su rehabilitación, culminando la intervención en mayo del 2011. En la actualidad funciona como sede principal de Carbozulia, filial de Corpozulia, sumándose al edificio Las Laras como emblemas vigentes de la época petrolera de la ciudad de Maracaibo.

VALOR CULTURAL: Arquitectónico, histórico y simbólico.

FUENTE: Oficinas de Mene Grande, Maracaibo, estado Zulia. Hoy sede de Carbozulia, filial de Corpo-zulia. Colección Colegio Gonzaga. Oficinas de Carbozulia, antigua oficina de Mene Grande en la bahía de Capitán Chico, Maracaibo, estado Zulia. (07-2011).Colección Fundapaisaje. Imagen del Paisaje Petrolero Venezolano (2012)

EDIFICIO LAS LARAS

UBICACIÓN: Calle 77 con avenidas 9B y 10.

ADMINISTRADOR/CUSTODIO O RESPONSABLE: PDVSA

DESCRIPCION DEL EDIFICIO: Edificio erigido en 1928 por la compañía Royal Duych Shell, para usarlo como sede administrativa, esta empresa construyó varios edificios con el mismo objetivo, par-tiendo de tecnologías y diseños propios y adaptándolos a las condiciones climáticas del lugar. El edificio Las Laras fue la sede de la Shell hasta 1956, cuando mudaron sus oficinas para Caracas y a la Costa Oriental del Lago. A partir de ese movimiento funcionó como sede de varios organismos de distintas ramas de servicios públicos. Luego de un incendio que consumió gran parte de la edificación fue restaurado en 2003, la zona que era usada para los grandes aires acondicionados se convirtieron en áreas de estacionamiento con capacidad para 400 vehículos aprox... Actualmente presenta buen estado de conservación.

VALOR CULTURAL: Arquitectónico, histórico y simbólico. Fue declarado Monumento Histórico Nacio-nal, según Gaceta Oficial Nº 34.831 de fecha 31 de octubre de 1991, encontrándose bajo la tutela de PDVSA, La Estancia.FUENTE: Pedro Romero. (2012) pág. Web http://primicias24.com/cultura/inaugurada-sede-de-pdvsa-la-estancia-en-maracaibo/

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EDIFICIO CLUB BELLA VISTA

CENTRO MEDICO DE OCCIDENTE

UBICACIÓN: Calle 72, entre la avenida 3E y 3F

ADMINISTRADOR/CUSTODIO O RESPONSABLE: Sociedad Club Bella Vista.

DESCRIPCION DEL EDIFICIO: Edifi-cación recreacional construida en 1930.

VALOR CULTURAL: Arquitectónico, histórico y simbólico.

FUENTE: Catálogo del Patrimonio Cul-tura Venezolano (2004-2010)

UBICACION: Avenida 8 entre calles 75 y 76, sector Santa Rita

DESCRIPCION DEL EDIFICIO: Constituye una construcción petrolera de servicio hospitalario que antiguamente integraba la función residencial con la de oficinas administrativas en los inicios del auge petrolero. Presenta buen estado de conservación.

VALOR CULTURAL: Arquitectónico, histórico y simbólico.

FUENTE: Centro Médico de Occidente, colonia Shell Las Delicias, Maracaibo, estado Zulia. Fototeca “Arturo Lares Baralt”. Acervo Histórico del estado Zulia.

HOSPITAL COROMOTO

Ubicación: Avenida 3, entre la calle 63 y 65.

ADMINISTRADOR/CUSTODIO O RESPONSABLE: Fundación Salud y Ciencia y Asociación Civil Coromoto.

DESCRIPCION DEL EDIFICIO: Construcción moderna realizada entre los años 1930 y 1945.

VALOR CULTURAL: Arquitectónico, histórico y simbólico.

FUENTE: pág. Web http://www.randytrahan.com/ocov/general_interest/gen_interest_gallery01.htm Ferrebus/ http://www.pueblosdeven-ezuela.com/Zulia/ZU-Maracaibo3. Randy Trahan - Doug Becker - Phil Wolcot. / http://www.panoramio.com/photo/25455523

8. DISEÑO DE LINEAMIENTOS COMO APORTE DEL INVESTIGADOR PARA MEJORAR LA GESTION PARA LA CONSERVACIÒN DE LAS EDIFICACIONES DE LA ARQUITECTURA PETROLERA EN LA CIUDAD DE MARACAIBO

Fuente: Elaboración Propia (2012)

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Conclusión y Recomendaciones

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

La finalidad de la investigación, fue proporcionar una alternativa de solución para llevar a cabo la gestión de conservación de las edificaciones de arquitectura petrolera en la ciudad de Maracaibo, ya que se ha podido observar en los últimos años el deterioro de los edificios así como el daño o demoliciones injustificadas por intervenciones que se realizan sin tomar en cuenta que esos bienes son patrimoniales y deben ser intervenidos bajo el macro - proceso de gestión de patrimonio, por otro lado, se ha podido observar que existe una legislación deficiente, por lo que se consideró necesario implementar lineamientos integrados bajo un plan de gestión que permita el desarrollo eficiente de las actividades y una gestión compartida, debido a que el patrimonio es de todos y para todos.

Aunado a lo anterior, se detectaron deficiencias en cuanto a la formación de especialistas para el rescate del patrimonio edificado, de esta manera no se hace posible comprender la dimensión de la restauración, que es lo que requieren actualmente las edificaciones.

Así mismo, se observó carencia de consensos sociales para establecer alianzas en pro del rescate o conservación de los bienes patrimoniales culturales.

Por otro lado, se evidenció que existe muy poco conocimiento por parte de la población en materia de arquitectura petrolera y bienes patrimoniales culturales, así como también la falta de sensibilización de personas hacia la protección, cuidado y mantenimiento de las edificaciones en estudio.

Otro factor sumamente significativo es el déficit presupuestario, que afecta en gran medida las gestio-nes en materia de conservación y rescate de los bienes.

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ZAMORA, Juan. (2002) “Manejo y gestión”. Memorias de los eventos desde el 2 al 5 realizados en el Centro Histórico de la habana Vieja. Videos, ponencias y pp.

Recibido: 12.11.12 / Aceptado: 17.01.13Aura Berríos Ortigoza

“Para conservar el patrimonio edificado, se necesita, más allá de enunciados y recomendaciones, talento y sensibilidad para saber ‘escuchar’ al monumento.” Graziano Gasparini (2012)

EVALUACIÓN DE LA GESTIÓN DE LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO EDIFICADO EN EL MUNICIPIO MARACAIBO

7372 Aura Berríos Ortigoza

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RESUMEN

Esta investigación tuvo como finalidad evaluar la gestión de conservación del patrimonio edificado en el municipio Maracaibo. La investigación fue de tipo descriptiva documental, con un diseño no experi-mental, de campo. El tratamiento estadístico fue descriptivo, cuantitativo. Los resultados fueron tabula-dos y analizados bajo frecuencias absolutas y relativas porcentuales. Éstos tuvieron una tendencia ha-cia las alternativas sí y no sabe; lo cual refleja por un lado, el reconocimiento de algunas atribuciones (identificación, protección, salvaguarda y rehabilitación) en la gestión, y por otro, el desconocimiento en sus procedimientos, en la cual es la valoración y no la toma de decisión, el proceso mayormente aplicado en estas instituciones, dejando de lado la participación de la comunidad. Esto es producto de la fragilidad de la estructura institucional, pues depende de áreas centrales (nacionales) patrimoniales, en políticas, legislación y dotación de recursos, lo cual crea dificultades en la comunicación y definición de roles, y a la ausencia de instrumentos eficaces de actuación frente a la conservación del patrimonio. Se recomienda crear un ente gestor capacitado en la materia que coordine a los involucrados (institu-ciones públicas y comunidad organizada) e interesados (instituciones privadas) en un plan rector con instrumentos

*Arquitecta. Auxiliar de investigación. Facultad de Arquitectura y Diseño. Universidad del Zulia. Magis-ter Scientiarum en Gerencia de Proyectos de Construcción. Aura Berríos Ortigoza [email protected].

claros que definan roles y criterios de conservación en aras de hacer de la gestión un proceso eficiente.

MANAGEMENT ASSESSMENT OF BUILDINGS’ HERITAGE CONSERVATION OF MARACAIBO TOWNSHIP

The purpose of this research was to evaluate building’s heri-tage conservation of Maracaibo Township. Research was descriptive-documentary type with a non experimental, field-type design. Statistics were descriptive and quantitative. Re-sults were tabulated and analyzed according to percentage absolute and relative frequencies. Results showed a tendency toward the yes and don’t know alternatives of response; which reflect, on one hand, appreciation of some management’s at-tributions (identification, protection, safeguarding and rehabili-tation); and, on the other hand, ignorance in its procedures in which it is appreciation and not decision making, the major process applied in this institutions, leaving aside community participation. This is the result of the institutional structure fra-gility, because it depends on heritage central areas (national), in policies, legislation and resourcing. These create difficul-ties in communication and roles’ definition, and the absence of effective tools for action against heritage patrimony. It is suggested to create a trained management entity that coor-dinates the elements involved (public institutions and orga-nized community) and interested (private institutions) within a master plan with clear instruments defining roles and crite-ria of conservation in order to make an efficient management process.

Key words: management, conservation, building heritage.

VALUTAZIONE DELLA GESTIONE DELLA CONSER-VAZIONE DEL PATRIMONIO EDILE NEL COMUNE DI MARACAIBO

Questa ricerca ha avuto come finalità valutare la gestione di con-servazione del patrimonio edile presso il Comune di Maracaibo. È stata una ricerca di tipo descrittiva documentale con un dis-egno non sperimentale, di campo. Il processto statistico è stato descrittivo, quantitativo. I risultati sono stati tabulati ed analizzati secondo le frequenze assolute e relative percentuali. Essi hanno avuto una tendenza verso le alternative sì e non sa; ciò riflette da una parte, il riconoscimento di alcune attribuzioni (identifica-zione, protezione, salvaguardia e riabilitazione) nella gestione, e dall’altra, l’ignoranza nelle sue procedure in cui è la valutazione e non la presa di decisione, il processo più applicato in queste istituzioni lasciando di un lato la partecipazione della comunità. Questo è prodotto della fragilità della struttura istituzionale, per-ché dipende da aree centrali (nazionali) patrimoniali in politiche, legislazione e provvedimento di risorse. Tutto ciò crea delle diffi-coltà nella comunicazione e nella definizione dei ruoli, così come l’assenza di strumenti efficaci di attuazione di fronte alla conser-vazione del patrimonio. Si raccomanda creare un ente gestore capace che coordini gli elementi involucrati (istituzioni pubbliche e comunità organizzata) e interessati (istituzioni private) in un piano rettore con strumenti chiari che definano ruoli e criteri di conservazione in beneficio di fare con la gestione un processo efficiente.

Parole chiave: gestione,conservazione, patrimonio edile.

El patrimonio edificado, según la UNESCO com-prende todas aquellas “obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscrip-ciones, cavernas y grupos de elementos, que ten-gan un valor (…) excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico” (Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. UNESCO, 1972).

Así, el patrimonio es un término cargado de sig-nificado que reclama de la comunidad a quien le pertenece, una actitud y conciencia de herederos. Ante esto, la Constitución de la República Bolivar-iana de Venezuela, en su artículo Nº 99 dispone que:“Los valores de la cultura constituyen un bien irre-nunciable del pueblo venezolano y un derecho fun-damental que el Estado fomentará y garantizará, procurando las condiciones legales, medios, y pre-supuestos necesarios (…) El Estado garantizará la protección y preservación, enriquecimiento, con-servación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación”

En este sentido es deber de todos los venezolanos abogar por la conservación del patrimonio, en este caso, del edificado pues representa la historia con-struida de la sociedad, cargada de valores y símbo-los que han forjado su identidad.

A este respecto, Maracaibo por ser capital de uno de los estados más importantes de Venezuela, es un territorio lleno de historia construida en edifica-ciones representativas de épocas que marcaron pauta y tienen un valor excepcional desde todo punto de vista.

Adicionalmente, existen diversas instituciones de carácter público, a nivel nacional y local, que fuer-on creadas para fomentar este tipo de actividades: el Instituto de Patrimonio Cultural de la Región Zu-liana, el Sistema de Protección y Defensa del Pat-rimonio (a través de la Secretaría de Cultura de la Gobernación del estado Zulia), Fundapatrimonio (a

1. INTRODUCCION

través de la Alcaldía de Maracaibo), el Centro Rafael Urdaneta y el Acervo Histórico del es-tado Zulia.

Sin embargo, es notorio el abandono en que se encuentran las edificaciones patrimoniales del municipio Maracaibo, y del deterioro de sus condiciones físicas. Se hace evidente la nece-sidad social, económica y cultural de rescatar, rehabilitar y reinsertar en la dinámica urbana y social estas estructuras, que suponen un prob-lema para la ciudad.

Éstas se transforman en vacíos urbanos, con un futuro derrumbe previsible, pues no hay cul-tura de conservación en la comunidad, quien desconoce la importancia y el valor de estas edificaciones, dejando a un lado las potenciali-dades culturales y/o turísticas-comerciales de estos monumentos edilicios. Evidentemente, y según lo expresa Pedro Romero, “pareciera que no existen alternativas para recrear estos espacios, y esa situación (…) es un problema de gestión (…) hay deudas con la ciudad” (Mo-rales, 2011:p.6), porque no es visible la recu-peración de estas edificaciones, degradando así la imagen urbana, dejando que el tiempo y el desdén se apoderen de la memoria constru-ida de la ciudad. Así, se hace imprescindible una evaluación de la gestión que desarrollan estas instituciones sobre la conservación del patrimonio edificado en el municipio Maracaibo, de manera de anal-izar cuáles son los procedimientos empleados por estas instituciones en materia de gestión de conservación y determinar en qué grado se cumplen los principios y reglas acuñadas en las legislaciones nacionales e internacionales.

En respuesta a la problemática planteada, esta investigación tuvo como objetivo evaluar la gestión de la conservación del patrimonio edificado en el municipio Maracaibo, cuyos objetivos específicos fueron: 1) Identificar los actores interesados e involucrados y sus com-petencias en la gestión de la conservación

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2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

2. 1 GESTION

2.2. CONSERVACIÓN

2.3. PATRIMONIO CULTURAL EDIFICADO

2.4. GESTIÓN DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO

del patrimonio edificado en el Municipio Maracai-bo; 2) analizar los procedimientos aplicados en la gestión de la conservación del patrimonio edifica-do en el municipio Maracaibo mediante el diseño y la aplicación de un instrumento de recolección de información a representantes de las diferentes instituciones interesadas e involucradas en dicha gestión; 3) analizar el proceso de gestión de la conservación del patrimonio edificado en el caso específico Plaza Baralt de Maracaibo, mediante el diseño y la aplicación de un instrumento de re-colección de información a representantes de las diferentes instituciones interesadas e involucradas en dicha gestión; 4) determinar los factores que in-ciden en el desenvolvimiento de la gestión de la conservación del patrimonio edificado en el muni-cipio Maracaibo, a través del diseño y la aplicación de un instrumento de recolección de información a los diferentes actores involucrados e interesa-dos en dicha gestión; y por último, 5) establecer estrategias para el mejoramiento de la gestión de la conservación del patrimonio edificado en el mu-nicipio Maracaibo.

Esta investigación proporciona una aproximación a la situación actual de la gestión de la conservación del patrimonio edificado en Maracaibo, y para pro-fundizar más en la evaluación, se tomó como caso de estudio un proyecto cuyo plan de conservación estuviese implantado, eligiéndose el proyecto de recuperación de la Plaza Baralt de Maracaibo, ob-jeto del Plan Integral de Renovación Urbana por parte del C.R.U.

Se selecciona la Plaza Baralt de Maracaibo por su importancia histórica, su significación dentro del quehacer comercial cotidiano, por conformar un espacio sui generis dentro de la ciudad, por su val-or cultural ya que constituye el espacio urbano de mayor historia y abolengo con que cuenta la capital del estado Zulia, reuniéndose en ella los valores arquitectónicos tradicionales de sus diferentes ép-ocas, que le identifican como centro y corazón de la ciudad.

Los conceptos básicos en los que se fundamentó esta investigación fueron los siguientes:

De las acepciones tomadas de los autores Nohria y Joyce (2003), Stepehn Robbins (2009) y Mercedes Ferrer (2012) se pudo concebir como la integración de procesos estratégicos y de los actores involucrados, que a través de la toma de decisiones, busca optimizar recursos para lograr objetivos plan-teados.

Fundamentada en los conceptos de la Carta de Cracovia (2000), Bermúdez y col. (2004) y Ciro Caraballo (2010), la conservación para los efectos de esta investigación, se planteó como el proceso que conjuga actividades como mantener, cuidar y salvaguardar un bien cultural manejando criterios de autenti-cidad e integridad, con el objeto de prolongar su permanencia en el tiempo, insertándolo en la dinámica social.

Basado en lo que dicta la Declaración de Ám-sterdam (1975), la Carta de Cracovia (2000) y Alberto Median (2011), el patrimonio cultur-al edificado se define como un Conjunto de bienes edificados, de cualquier naturaleza, a los que cada sociedad atribuye o reconoce un valor, resultado de una identificación de varios momentos asociados con la historia y contenidos socioculturales.

Según lo indican Millano (2008), Marcano (2009) y Saavedra (2011), la gestión de conservación del patrimonio involucra áreas de acción para su desarrollo: planificación, investigación, valor-ación, fase diagnóstica, protección, intervención, puesta en valor, comunicación o difusión, apro-piación y mantenimiento, siempre con la partici-pación social para garantizar su sustentabilidad. La gestión de la conservación del patrimonio edificado se ve afectado por factores políticos, sociales, económicos, culturales que le son inherentes porque es un bien que le pertenece a la sociedad.

2.5. LEGISLACIÓN SOBRE LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO EDIFICADO

2.6. GESTIÓN DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO EDIFICADO

Se han generado diversidad de tratados, convenios internacionales, leyes, normas técnicas, y de-claraciones de principios, respecto a la conservación de los bienes patrimoniales desde el año 1931 con la creación de la Carta de Atenas en donde se declaran los primeros principios serios de restau-ración. Es la primera visión de protección del patrimonio desde la modernidad.

Las principales fuentes legales para la conservación del patrimonio edificado empleadas en esta in-vestigación provienen de documentos expedidos por ICCROM, UNESCO, ICOMOS, DOCOMOMO, la Ley venezolana de Protección y Defensa del Patrimonio promulgada en 1993, y la Ley de Cultura del estado Zulia (2006). Éstas presentan normas y lineamientos de actuación que se acoplan a la sociedad de cuando se promulgaron, pero son aceptados como vigentes y aplicables.

Para efectos de la investigación, la variable operacional fue la de Gestión de Conservación del Pat-rimonio Edificado (ver figura 1), que se conceptualiza como la coordinación de recursos en cada una de las acciones administrativas (planificación, organización, dirección y control) articuladas a todas las actividades del proceso de conservación (investigación, diagnóstico, estrategias patrimoniales para la toma de decisión, valoración, protección, intervención, puesta en valor, apropiación, mantenimiento y difusión) sobre el patrimonio edificado con un tratamiento pluridisciplinar, en las que actúan en con-junto el Estado y la sociedad, con el objetivo de valorizarlo y adaptarlo funcionalmente según las nece-sidades, en beneficio de la comunidad.

Fuente: Elaboración propia (2012)

FIGURA 1. Gestión de Conservación del Patrimonio Edificado

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Page 40: REC Perspectiva Año 1 Volumen 2

Fuente: Elaboración propia (2012)

Fuente: Elaboración propia (2012)

Cuadro 1. Distribución Poblacional para Instrumento 1

Cuadro 2. Distribución Poblacional para Instrumento 2

3. METODOLOGÍA

Esta investigación fue de tipo descriptiva y documental, con un diseño no experimental, de campo, cuya población estuvo constituida por las instituciones competentes en materia de gestión de conser-vación del patrimonio edificado en el municipio Maracaibo, a saber: el Instituto de Patrimonio Cultural Región Zulia, el Sistema de Protección y Defensa del Patrimonio, Fundapatrimonio, el Centro Rafael Urdaneta y el Acervo Histórico del estado Zulia.

La muestra fue de tipo dirigida, constituida por 11 representantes de las diferentes instituciones com-petentes (ver cuadro 1) y 4 representantes de las comunidades organizadas del sector Plaza Baralt (ver cuadro 2).

Las técnicas de recolección de datos empleadas fueron la observación documental, la encuesta con-formada en 2 instrumentos, uno de 53 ítems (desti-nadas a las instituciones competentes) y otro de 30 ítems (destinada a las instituciones competentes y las comunidades organizadas) con preguntas abi-ertas y cerradas, y una entrevista semiestructu-rada para las comunidades organizadas del sec-tor Plaza Baralt, en un intento de aproximación del imaginario que tienen ellos frente a la gestión de la conservación de la Plaza.

Las encuestas fueron diseñadas a manera de afir-mación, con las categorías alternativas de sí/no/no sabe/no contesta, en la que la alternativa sí indica una tendencia favorable hacia lo que se pregunta, la alternativa no, indica una tendencia desfavor-able, la alternativa no sabe, indica desconocimien-to, y no contesta, indica que no está interesado en responder porque no quiere verse involucrado en ese ítem. La encuesta también maneja preguntas abiertas, para la medición de datos primarios de la variable, buscando así una mayor comprensión de la situación actual de la gestión.

La técnica de análisis de datos utilizada para las encuestas fue la tabulación de los datos arrojados por los instrumentos, analizados en tablas bajo fre-cuencias absolutas y relativas porcentuales. La técnica de análisis de datos para la entrevista semiestructurada fue el análisis del discurso en el que se construyó una perspectiva narrativa del caso de gestión de conservación de la Plaza Baralt desde el imaginario de las comunidades organiza-das respecto a su participación en este proceso.

4. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

En relación al primer objetivo dirigido a identificar los actores interesados e involucrados y sus com-petencias en la gestión de la conservación del pat-rimonio edificado en el Municipio Maracaibo, se tiene que 100% de las instituciones reconocieron ser competentes en materia de conservación de patrimonio, mas no se reconocen como gestores del proceso, lo que indica que ninguna ejerce la gestión, definida por Ferrer (2012) como el proceso que coordina actores y competencias en un deter-minado contexto para alcanzar un objetivo plant-

eado. De las 5 competencias que la Ley de Protec-ción y Defensa del Patrimonio (1993) indica como principales en toda institución que ges-tione el patrimonio, la identificación es recono-cida en un 81% mientras que las atribuciones de rehabilitación son las que menor porcentaje consiguieron (38%) señalando que no deciden sobre qué acción tomar en la conservación del inmueble patrimonial, ni gestionan los recursos financieros, no desarrollan lineamientos para el mantenimiento de las edificaciones, y sólo reconocen evaluar y supervisar las obras de rehabilitación. Ante esto, se proponen como estrategias: promover la modificación de leyes y normas acordes a las dinámicas sociales actuales que permitan a las instituciones gestionar sus pro-pios recursos sin depender de centralidades; promover la coordinación interinstitucional; fo-mentar la creación de un ente gestor apolítico que agrupe a las instituciones competentes.Respecto al segundo objetivo dirigido a anali-zar los procedimientos utilizados en la gestión de la conservación del patrimonio edificado en el municipio Maracaibo , de los 10 indicado-res que corresponden a los 10 procedimientos en la gestión, la valoración obtuvo un 72.73% de respuestas afirmativas, seguida de la in-tervención con un 68.19% y la protección con 60.61%, obteniendo el menor porcentaje el procedimiento de las estrategias patrimoniales para la toma de decisiones con el 36.36% de respuestas afirmativas.

En este caso los encuestados no identifican a los actores responsables en la toma de deci-siones, reconocen que la población afectada no participa en la toma de decisiones, que no existe una gestión consultiva de cuerpos espe-cializados en la toma de decisiones, así como tampoco existen programas de evaluación de impacto urbano sobre el patrimonio.

Lo anterior, contrarresta con la teoría expuesta en la Carta de Burra (1979: art. 27), en donde se resalta la importancia de la identificación de los responsables en las decisiones en el proce-so de gestión de conservación; con lo que se-

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ñala la Carta de Cracovia (2000), la Declaración de Xi’an (2005) y Ciro Caraballo (2010) sobre la nece-saria participación de las comunidades y la partici-pación multidisciplinar en la gestión; y con lo que expone Fernández-Alba (1995) sobre uno de los 3 aspectos que debe considerarse en la gestión: el territorio sobre el cual está emplazado el bien patrimonial.

Las estrategias propuestas para este caso son: promover el desarrollo de un plan rector con crite-rios de intervención global (sustentabilidad) donde se indiquen los roles y responsabilidades de los actores y la gestión eficiente de los recursos; crear oficinas de asistencia técnica a promotores y propi-etarios para asesorarlos en el mantenimiento de los bienes patrimoniales; desarrollar estrategias publicitarias para dar a conocer el patrimonio y sus valores, y fomentar el desarrollo de programas de rehabilitación e intervención del patrimonio.

Para el tercer objetivo en el que se propuso anali-zar los procedimientos utilizados en la gestión de la conservación del patrimonio edificado caso Plaza Baralt de Maracaibo, se observó que el 100% de los encuestados reconoce la Plaza como un bien patrimonial de la ciudad, su importancia histórica y cultural, pero de los procedimientos utilizados en la gestión, reconocen la valoración en un 100%, mientras que la intervención en un 5%, correspon-diendo el 95% restante a la alternativa No sabe, puesto que la mayoría de los encuestados, excep-tuando el C.R.U., desconocen todo lo relacionado con el proyecto de recuperación y conservación de la Plaza. Cabe destacar que los representantes del C.R.U. aseguraron no llevar a cabo ninguna activi-dad relacionada con la intervención y sus respec-tivas etapas de gestión: no se definen metas en el plazo establecido según plan, se ejecutan activi-dades por orden de urgencia y no de importancia, y no cuentan con un equipo de expertos en la mate-ria para realizar la planificación.

De lo anterior, se deduce entonces que la po-blación afectada no participó en este proyecto, y por tanto, no se cumple lo que indica Fernández-Alba (1995) sobre otro de los tres aspectos que deben considerarse en la gestión: la axiología del conjunto (correspondiente a la participación de las comunidades afectadas. Tampoco se cumple con

lo señalado por Robbins (2009) sobre una de las etapas que debe cumplir una gestión efici-ente: el control del proyecto; ni lo indicado en la Carta de Cracovia (2000) sobre la importancia de la capacitación del personal involucrado en este tipo de proyectos.

Para este objetivo se le hizo una entrevista semiestructurada a las comunidades organiza-das de la Plaza Baralt, en la que se indicaron tres tópicos:

Participación de las comunidades: los en-cuestados indicaron que no existe participación activa en la gestión de la conservación de la Plaza Baralt de Maracaibo, sólo participan como oyentes en la presentación de las deci-siones sobre la planificación del proyecto.

Comunicación entre actores: Es puntual, in-constante, y no hay espacio para el diálogo. La mayoría desconoce la manera de comunicarse con el C.R.U., responsable de este proyecto de recuperación y conservación de la Plaza.

Desarrollo de Proyectos Alternos: Recono-cen que existen por parte de iniciativas privadas que buscan sólo el beneficio económico propio y no en beneficio de la comunidad o de la con-servación del patrimonio edificado.

Esta realidad contrarresta la teoría señalada por Fernández-Alba (1995) anteriormente nom-brada, y lo que indica Galvis (2009) sobre la medular importancia que tiene una comuni-cación constante y precisa entre los actores involucrados, donde se geste un espacio para el diálogo y llegar así a un consenso en las de-cisiones.

Las estrategias en este caso serían: pre-sentar programas de recuperación a las au-toridades locales, junto con las comunidades afectadas, para promover su colaboración en ellos; proponer nuevos usos al patrimonio edi-ficado en desuso y abandonado, de acuerdo a las características y cualidades de su arquitec-tura, y demandas sociales; desarrollo de tall-eres, consultas, audiencias, convenios con las comunidades; promover el desarrollo de cam-

pañas de sensibilización, y capacitación destinada al público general de modo de despertar el interés de las comunidades frente a su patrimonio.

En relación al cuarto objetivo, hay un recono-cimiento del 100% de la incidencia que tiene los factores sociales, culturales y económicos en el desarrollo de la gestión de la conservación del patrimonio edificado, mientras que los factores políticos tuvieron un reconocimiento del 50%, ale-gando que el principal obstáculo que enfrente esta gestión es el individualismo institucional debido a cuestiones meramente políticas, lo que dificulta la comunicación y la cooperación entre las dife-rentes instituciones, así como la falta de personal calificado en ellas y la falta de conciencia patrimo-nial para el beneficio común.

Esto se corrobora con la teoría desarrollada por Montes (2007), Simioni y Jordán (2003) y Gaspa-rini (2009) quienes consideran que los factores sociales, culturales, económicos y políticos son inherentes al término Gestión, y que el patrimonio edificado es el más sensible a los cambios que se susciten en la sociedad pues forma parte de su estructura.

Las estrategias propuestas para este objetivo fueron: la creación de alianzas estratégicas con personal calificado de otras instituciones compe-tentes; estimular la participación privada a través de incentivos económicos: y crear convenios con las autoridades locales para garantizar la seguri-dad del patrimonio y sus visitantes.

Para el último objetivo se propone como estrate-gia la creación de un ente gestor que involucre in-stituciones públicas y comunidades organizadas, para diseñar un plan rector en el que se definan roles y responsabilidades, y criterios de conserva-ción, que impulse la coordinación interinstitucional capacite el personal en cada una de estas institu-ciones, difunde y divulgue los valores y símbolos patrimoniales, cree alianzas estratégicas con el sector privado y diseñe programas de conserva-ción integrada.

Se puede concluir que la gestión de la conser-vación del patrimonio edificado es deficiente debido a los siguientes aspectos: la desarticu-lación de las políticas gubernamentales, la falta de continuidad en las acciones, la ausencia de instrumentos para actuar, y la inestabilidad pre-supuestal.

Asimismo está siendo afectado por la fragilidad de la estructura institucional, la fuerte depen-dencia de las áreas centrales patrimoniales respecto de los niveles nacionales, tanto en políticas y legislación como en la dotación de recursos, creando dificultades de coordinación e integración entre niveles y sectores de gobi-erno, la carencia de preparación interdisciplin-aria tanto para enfrentar las especificidades de la conservación en el campo cultural e integrar los nuevos conceptos que exige el desarrollo sostenible, así como para negociar con distin-tos actores e intereses y manejar conflictos con escasos recursos.

Se propone la creación de un ente gestor que coordine las acciones de los involucrados (in-stituciones públicas, comunidad y sector priva-do) desarrollando alianzas estratégicas con otras instituciones como lo son la Academia de Historia y la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia, la Escuela de Ar-quitectura de la Universidad Rafael Urdaneta, para impulsar las estrategias propuestas con el objeto de lograr una gestión de la conserva-ción del patrimonio edificado más eficiente, así como promover la capacitación del personal de cada una de estas instituciones y desarrol-lar una política de conservación, incorporando cuatro (4) tipos de instrumentos: instrumentos de la planificación, instrumentos de la par-ticipación, instrumentos económico-finan-cieros e instrumentos normativos.

Asimismo, se sugiere crear campañas de pub-licidad, consensos, reuniones, programas de sensibilización hacia las comunidades, que

5. CONCLUSIONES

6. RECOMENDACIONES

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Referencias Bibliográficas

den a conocer los planes y proyectos que se tienen para la Plaza Baralt, y estimular su participación en el proceso de gestión, sobre todo en la toma de decisiones, mejorando así la comunicación entre ellos, y por ende, la eficiencia en la gestión de su conservación.

En el aspecto social, contar con una difusión adecuada de los valores y símbolos del patrimonio edificado, para fundar en la población el sentido de pertenencia a la ciudad como un espacio público compartido, con nuevas e imaginativas maneras de ver y disfrutar de los valores de la identidad sobre una base amplia de participación.

En el aspecto económico, se recomienda diseñar incentivos económicos para incitar a la participación del sector privado en el financiamiento de los programas de recuperación y conservación del patrimo-nio edificado.

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INCIDENCIA DE LA ARQUITECTURA PATRIMONIAL EN LA FORMACIÓN DE LA IMAGEN DE LA CIUDAD

Recibido: 30.01.13 / Aceptado: 01.03.13Raymundo Portillo Lizyllen Fernández Nava María Cristina 1 2 3

RESUMEN

El presente trabajo se centra en determinar la incidencia de la arquitectura patrimonial en la formación de la imagen de la ciudad de Maracaibo. La imagen urbana es la suma de creencias, impresiones y percepciones que una persona o grupo tienen de la ciudad; es el modo cómo los ciudadanos la representan en su mente. La importancia de esta investigación, descriptiva y aplicada radica en los aportes que hace el estudio de la imagen urbana al desarrollo de la colectividad, ya que si se las gestiona eficazmente, las ciudades potencian sus rasgos más característicos. Por los resultados obtenidos, la imagen de la ciudad de Maracaibo es de tipo contradictoria. Si bien ella posee elementos valiosos y atractivos que son recordados e identificados y por eso forman parte de la memoria e identidad del lugar, también es cierto que coexisten elementos negativos que desdeñan y condicionan la formación de la ciudad. Este aspecto determinante afecta consider-ablemente la imagen de la ciudad, debido a que las contradicciones generan ambigüedad y desconfianza al momento de compartir los puntos comunes de la imagen urbana. Por lo tanto, la misma sólo puede ser caracterizada por la dimensión distintiva, lo cual reduce y minimiza la proyección que ésta tiene en la percepción, en la memoria e identidad de la gente.

Palabras clave: Arquitectura patrimonial, imagen urbana, ciudad, memoria, identidad.

(1) Arquitecto. M.Sc. en Gerencia de Empresas, Mención: Gerencia de Mercadeo. Profesor Contratado Cátedra Funda-mentos de Mercadeo. Postgrado Ciencias Económicas y Sociales. Raymundo Portillo [email protected]

(2) Doctorante en Ciencias Sociales mención Gerencia, Investigadora y docente Titular de la Universidad del Zulia. Magis-ter en Gerencia de Empresas, mención Mercadeo. Licenciada en Comunicación Social, mención Publicidad y Relaciones Públicas. Lizyllen Fernández Nava

(3) Investigadora-Docente. Centro de Estudios de la Empresa. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. La Univer-sidad del Zulia. Economista y Magíster en Gerencia de Empresas, Mención Mercadeo. Doctora en Ciencias Económicas.María Cristina

HERITAGE ARCHITECTURE INCIDENCE IN IMAGE FORMATION OF THE CITY

The focus of this article is centered on determining the incidence of heritage architecture within the image for-mation of Maracaibo. Urban image is the sum of beliefs, impressions and perceptions that a person or group has of the city; it the way how citizens represent it in their minds. The importance of this descriptive and applied research is based on the contributions that studying ur-ban image does to the development of collectivity, con-sidering that if they are efficiently managed, cities pro-mote their most relevant features. According to results, the image of Maracaibo is contradictory. Even though it has valuable and attractive elements that are identi-fied and remembered and, for that reason, they are part of the memory and identity of the place, it is also true that some negative elements overlap which disdain and condition city formation. This determinant aspect con-siderably affects the image of the city, due to the am-biguity and mistrust generated by contradictions, when sharing common points of urban image. Therefore, the city cannot be only characterized by the distinctive di-mension which reduce and minimize the projection that the city has on the perception, in the memory and iden-tity of people.

Keywords: heritage architecture, urban image, city, memory, identity.

INCIDENZA DELL’ARCHITETTURA PATRIMONIALE NELLA FORMAZIONE DELL’IMMAGINE DELLA CITTÀ

Lo scopo di questo lavor è determinare l’incidenza della architet-tura patrimoniale nella formazione dell’immagine della città di Ma-racaibo. L’immagine urbana è la somma di credenze, impressioni e percezioni che una persona o gruppo ha sulla città; è il modo come i cittadini la rappresentano nella loro mente. L’importanza di questa ricerca, descrittiva ed applicata si fondamenta nei con-tributi che fa lo studio dell’immagine urbana allo sviluppo della collettività, perché se esse si gestionano efficacemente, poten-zieranno le loro peculiarità più caratteristiche. Da i risultati otte-nuti, l’immagine della città di Maracaibo è di tipo contradittoria. Sebbene essa possiede elementi di valore a attrattivi che sono ricordati ed individuati e per questo motivo formano parte della memoria ed identità del posto, è anche vero che coesistono el-ementi negativi che disdegnano e condizionano la formazione della città. Questo aspetto determinante colpisce considerevol-mente l’immagine della città, dato che le contradizioni creano ambiguità e sfiducia al momento di condividere i punti comuni dell’immagine urbana. Quindi, l’immagine può essere soltanto caratterizzata dalla dimensione distintiva; e ciò riduce e minimiz-za la proiezione che questa ha nella percezione, nella memoria e identità della gente.

Parole chiave: architettura patrimoniale, immagine urbana, città, memoria, identità.

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1. INTRODUCCIÓN

La ciudad de Maracaibo, capital del Estado Zu-lia es una de las principales ciudades o centros urbanos de la República Bolivariana de Ven-ezuela, la misma se encuentra ubicada en el extremo occidental de la geografía nacional, en el borde costero del mayor reservorio de agua dulce del país conocido, como Lago de Mara-caibo; fundada después de la primera mitad del siglo XVI, Maracaibo se extiende actualmente sobre 392,80 kilómetros cuadrados situados en el extremo nor-oeste del borde lacustre, la misma se encuentra sub-dividida en dieciocho parroquias, con una población aproximada de 1.428.043 habitantes (Corporación Alcaldía de Maracaibo, 2011).

Como muchas de las ciudades latinoameri-canas, el desarrollo urbano arquitectónico de Maracaibo está caracterizado por el devenir histórico de las diversas actividades políticas, económicas y sociales de sus habitantes, los cuales con el paso de los siglos fueron encon-trando nuevas formas de ver y hacer la ciudad y sus espacios urbanos; esto explica la razón del por que la urbe marabina no es fruto de una planificación ordenada, sistemática y normati-va, sino todo lo contrario, sus cambios reflejan un tinglado de acontecimientos históricos que marcaron no sólo la vida y el desarrollo de la ciudad, sino la imagen que formaron sus ciu-dadanos.

El centro histórico de Maracaibo fue fundado a mediados del siglo XVI, con característica de ciudad lacustre, enmarcada por las costas del lago, esta situación hizo del naciente en-torno urbano, un sencillo conglomerado de ha-bitantes caracterizados por la vida económica surgida precisamente del contacto con los dos kilómetros de agua dulce que le bordean, este aspecto particular dio a Maracaibo en un primer momento la vocación comercial de ciu-dad portuaria enclavada en una bahía natural (Amador, 2004).

Sin embargo el cambio trascendental del casco histórico de Maracaibo, llegó a finales del si-

glo XIX y principios del siglo XX, ya consolidada la república, la distribución urbana y espacial del lugar dio paso a la modernización y actualización de nuevas estructuras que sustituyeron los antig-uos modelos coloniales existentes, situación que se vio reflejada no solo en los diversos cambios surgidos en la actividad comercial y económica de la ciudad sino que incluso entre la conciencia y el pensamiento de sus habitantes, al respecto señala Amador (2004) el desarrollo urbano y el avancé cultural de Maracaibo de esta etapa re-fleja una vida económica pujante que constituye y transforma la ciudad para legitimarse y obtener prestigio dentro de la estructura social nacional.De esta manera, en los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX se dio en Maracaibo un salto a la renovación urbana y por ende a la concepción de su imagen urbana primigenia, es el periodo donde se generan grandes cambios en las edificaciones públicas y privadas, tanto en su escala, como en su estilo (forma) o función, así como también en la aparición de novedosos medios de transporte público como el tranvía, la modernización de la flota lacustre, la configura-ción de nuevos espacios públicos, y la adecu-ación de otros ya existentes: la Plaza Bolívar, la Plaza Baralt, el Malecón, el Antiguo Mercado, en-tre muchos otros.

Sobre este aspecto señala Amador (2004:10):

“La ciudad a principio del siglo XX conserva su imagen de ciudad puerto como en sus orígenes. El lago de Maracaibo ejercía un papel fundamen-tal en la integración económica de este espacio y el puerto de Maracaibo se imponía progresiva-mente como centro nodal”.

Esta realidad cambió con la llegada de la década de los cincuenta, el auge de la actividad petrolera trajo nuevos cambios e innovaciones, no sólo en la cultura de la gente, que de manera vertiginosa se puso en contacto con colonias extranjeras lle-gadas a la ciudad por la explotación del llamado “oro negro”, más que eso la transformación fue sustancial en el plano económico, donde se sus-

tituyó trascendentalmente la vocación origi-naria de la urbe, Maracaibo pasó de ser una ciudad portuaria y comercial a una ciudad eminentemente petrolera.

En la década de los cincuenta llega la mod-ernidad a Maracaibo, se construyen los primeros edificios de altura, los primeros conglomerados urbanos o urbanizaciones, aparecen las tiendas por departamento, los supermercados, los primeros centros comer-ciales, los ejes viales como la actual avenida 15 Las Delicias, la avenida 4 Bella Vista, la avenida 5 de Julio, entre muchas otras.

Junto con el resto de la urbe el casco históri-co de la ciudad no fue la excepción de nue-vos cambios y renovaciones, también en el punto génesis de la urbe, la actividad petrol-era dejaría su huella imborrable en la mor-fología de la misma; la primera gran inter-vención llego en los alrededores de los años setenta, en donde se introdujeron al estudio urbano conceptos como las macro parce-las, la exposición exterior de obras artísticas relacionadas a las conocidas neo vanguar-dias, las grandes áreas verdes, y un sin fin de ideas que introdujeron un nuevo lenguaje arquitectónico moderno al centro de la ciu-dad, lo que desencadenó en el primer Plan de Renovación Urbana, donde se construyó el Paseo Ciencias y la avenida Libertador, se indujo además el éxodo de un grueso núme-ro de la población que residía en el lugar; esta intervención dotó también de una nueva estructura urbana el casco central de Mara-caibo, la cual se ha mantenido vigente hasta nuestros días.

Las décadas que sobrevinieron se carac-terizan por ser un periodo de desolación y abandono que trajo como consecuencia la descomposición del centro de Maracaibo como eje fundamental de la actividad y la vida de la ciudad, los trabajos inconclusos de la intervención moderna de los setenta, así como el crecimiento descomunal del co-mercio informal, ocupante de gran parte de los espacios públicos, residuales e intersti-cios de la nueva estructura urbana, fueron la

expresión mas evidente de esta realidad. En los años ochenta y noventa, el crecimiento de Maracaibo se caracterizó por el desbordamiento del modelo urba-no representado por dos ciudad paralelas, hacia un modelo mas complejo de gran extensión territorial, mediante saltos que definen un perímetro que treinta años después no ha logrado aglutinarse (Amador, 2004).

Todo este panorama explica la razón por la que Ma-racaibo ha pasado de ser una ciudad mono céntrica a una ciudad poli céntrica desde el punto de vista funcional (Ferrer y otros, 2002) y (Amador, 2004) con más de un 65% de área urbana periférica ocupada por invasiones y asentamientos informales no con-trolados, y dividida desde el punto de vista político administrativo, en dos municipios, Maracaibo y San Francisco.

A mediados de los noventa se crea el Centro Rafa-el Urdaneta (CRU) con el fin de formular, aplicar y ejecutar un nuevo plan de rescate integral al centro histórico de Maracaibo, denominado PIRU, o Plan de Renovación Urbana del Área Central de Maracaibo, el cual se planteó con el objetivo primordial de de-sarrollar integralmente el área central de la ciudad, sobre la base de su valor histórico y, como espacio para el encuentro de la colectividad con sus raíces, adecuándolo a las exigencias de la nueva urbe. Este Plan plantea cinco políticas urbanas: 1. Reestructuración funcional. 2. Repoblamiento del área. 3. Rescate físico ambiental, recuperación de edifica-ciones y del paisaje tradicional. 4. Organización social y gestión participativa.5. Diversificación y orientación de las inversiones. (Ferrer y otros, 2002).

Enmarcado en este plan tuvo lugar la primera gran intervención urbana arquitectónica del centro históri-co de Maracaibo de los últimos años, consolidada en la primera Fase del Monumento a la Chinita, espacio público con características de plaza urbana inaugu-rada en Marzo de 2004, a la que le siguió el acondic-ionamiento e iluminación nocturna de la Plaza Baralt en 2010, así como también la primera fase del Paseo la Chinita inaugurado a finales del mismo año; inter-venciones progresivas que entre muchas otras han ido recuperando paulatinamente los espacios del casco central de la ciudad.

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En base a esta perspectiva histórica la presente in-vestigación versó sus esfuerzos a analizar la ima-gen de la ciudad de Maracaibo desde la perspec-tiva de su arquitectura patrimonial, emplazada en su casco o centro histórico.

El estudio de las características de la imagen de la ciudad es un proceso complejo donde intervienen diversos elementos que se mezclan en la configu-ración representativa que se forman las personas del hecho urbano en su integralidad y sus compo-nentes; por lo cual el objetivo general de este tra-bajo se orienta a determinar el nivel de incidencia de la arquitectura patrimonial en la formación de la imagen de la ciudad de Maracaibo. El mismo se descompuso en otros dos más específicos: deter-minar la importancia que tiene la declaración pat-rimonial sobre los bienes inmuebles patrimoniales de la ciudad de Maracaibo, y destacar la importan-cia del estado de conservación de lo mismos.

El estudio, partió de determinar aquellas edificacio-nes que inciden en la formación de la imagen urba-na del centro histórico de Maracaibo, por lo cual el presente trabajo es de tipo descriptivo y aplicado, ya que se contrastaron las posturas teóricas con la información recabada por los informantes.Además la investigación encuadra en la taxonomía transaccional no experimental, donde la recolec-ción de datos se realizó en un intervalo de tiempo previamente delimitado, sin manipular deliberada-mente la variable, sino estudiándola en su contexto propio y natural.

Se consideró como población a todos aquellos or-ganismos públicos que intervienen en la preserva-ción, mantenimiento y renovación del casco históri-co de la ciudad de Maracaibo, adscritos al ejecutivo regional, que tengan competencia para la interven-ción del casco histórico de la ciudad de Maracaibo; los mismos se determinaron, por la experticia y ex-periencia que estos poseen en torno a la conserva-ción, mantenimiento, rescate y preservación de la arquitectura patrimonial, así como también por las habilidades de planificación, diseño y gestión de los

Como unidad de investigación se consideró a todos aquellos organismos públicos del gobi-erno regional del estado Zulia que tengan com-petencia para intervenir la infraestructura y la arquitectura patrimonial del centro histórico de la ciudad de Maracaibo, universo compuesto por cinco organismos de la estructura gu-bernamental del ejecutivo regional; por ende como unidad de análisis de los mismos fueron seleccionados todas las gerencias y/o depar-tamentos de proyectos, donde desarrollan su labor profesional arquitectos con competencia y experiencia en el diseño, ejecución y control de obras; dichos profesionales de la arquitec-tura fueron los considerados como unidades básicas de observación, ya que es en base a estos, que se recolectó la información nece-saria para determinar la incidencia que tiene la arquitectura patrimonial en la formación de la imagen urbana.

Las técnicas de recolección de datos aplica-das están conformadas en primer lugar por el cuestionario como fuente primaria, y la segun-da orientada a la revisión documental, como memorias y cuentas de los gobiernos regio-nales, informes de organismos nacionales e internacionales, entre otros, utilizada para la confrontación con los resultados obtenidos en el proceso de investigación.El instrumento o cuestionario diseñado versó en torno a una serie de afirmaciones plant-eadas en torno a determinar la incidencia de la arquitectura patrimonial en la formación de la imagen de la ciudad.

2. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

2.1. TIPO Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN

2.2. POBLACIÓN

2.3. UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

2.4. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN

espacios urbanos, con todas las característi-cas y tipologías que lo componen; perfil desar-rollado por la actividad y la labor profesional del arquitecto vinculado a la gestión pública. Por abarcar la totalidad de los elementos que componen el universo de estudio; la técnica aplicada en el presente trabajo fue la de censo poblacional.

El estudio de los datos se realizó a través de un análisis estadístico descriptivo, con una técnica de presentación de datos, mediante el cruce de indica-dores, con lo cual se buscó reflejar la situación de la variable de estudio tal y como esta fue planteada y desarrollada en todo el proceso de investigación.Para el análisis estadístico se procedió a realizar una base de datos digital donde se vació toda la información recabada a través del instrumento, cla-sificada por ítems y dimensiones, luego se calcu-laron las tablas de frecuencia de cada uno de los ítems, para apreciar el comportamiento de las ten-dencias estadísticas de los resultados obtenidos; seguidamente se agruparon por indicador y sub dimensión, de modo que se facilitara y sintetizará la información para el análisis y discusión de los resultados.

Después de agrupados los ítems por indicadores, fueron identificados y re-codificados para la combi-nación de dichos elementos, de acuerdo al escalo-namiento de Lickert que se aplicó en el instrumento diseñado, de esta manera se obtuvieron nuevas tablas de frecuencia por sub dimensiones de cada uno de los elementos que componen la variable es-tudiada.

Tomando como referencia las tablas de frecuen-cia obtenidas y los gráficos por sub-dimensiones e indicadores, se procedió a analizar toda la infor-mación recabada en la investigación, para su mejor explicación y la respectiva contratación de autores.

2.4. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN

3. IMAGEN DE LA CIUDAD

La imagen de la ciudad según Friedman (2000: 21) “Es la suma de las creencias, ideas e impresiones que una persona o un grupo tiene de la ciudad”, o bien de alguna parte de la misma, en donde se agrupan diversos elementos de tipo cognitivos y emocionales, a través de los cuales las ciudadanos generan una representación a cerca de un deter-minado lugar.Dicha imagen mental urbana surge originariamente en la individualidad de cada habitante o visitante del lugar y de sus experiencias en el mismo, según lo declara Asensio (2008:149) en semejanza a lo anterior: “la imagen de una ciudad se construye

gracias a las impresiones subjetivas del individ-uo y a las evaluaciones tanto cognitivas como afectivas del lugar”.Sin embargo, en contraste con lo planteado por los anteriores, Torres y Pérez (2002:158) señalan desde una visión más integral que la imagen de la ciudad es:“La construcción mental que un ciudadano elabora en base a sus percepciones y en sus experiencias vividas. Es un “plano” de referen-cia en el que se localizan los lugares conocidos y los puntos focales de su cotidianidad. Es una “memoria” hecha de muchas memorias, que le permiten ir y venir, buscar y encontrar, recordar e imaginar su ciudad y, por extrapolación mu-chas otras ciudades”.

Lynch (1984) por su parte señala que cada in-dividuo crea y lleva su propia imagen urbana, aunque exista una coincidencia fundamental entre los miembros de un grupo, los cuales for-man imágenes públicas de la ciudad, que no son más que las representaciones comunes que hay entre la masa de habitantes de una localidad. Se trata esta de los puntos de coinci-dencia que aparecen en la memoria colectiva, fruto de la interacción de una realidad física única, una cultura común y una naturaleza fisi-ológica básica.Es desde esta perspectiva que, puede hablarse de la imagen de la ciudad desde un punto de vista colectivo, viendo la misma como una agru-pación o síntesis representativa, que forman muchos individuos de un determinado espacio o lugar. Por lo cual, la misma se construye en la mente y en la percepción de los públicos in-ternos y externos de la ciudad, a partir de un conjunto muy amplio de factores, cuyo grado de previsión y voluntariedad se caracteriza por ser complejo y variable, ya que “todas las experiencias, expresiones, sentimientos, cono-cimientos y creencias, que tiene la gente de una ciudad, conforman su imagen” e identidad (Martínez, 2006:7).

La imagen de la ciudad es la síntesis de su identidad, definida esta por un conjunto de atributos de carácter permanente, que consti-tuyen su esencia y sirven para diferenciarla de otras urbes. La misma hace referencia a un

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3.1. CONFORMACIÓN DE LA IMAGEN DE LA CIUDAD

3.2. LA IMAGEN DE LA CIUDAD Y EL MARKETING URBANO

La imagen de la ciudad se encuentra al centro del plan de marketing urbano de cualquier ciu-dad, orientado este en dos perspectivas según Asensio (2008):

- Un marketing de ciudad interno, que se iden-tifica con los habitantes de la propia ciudad y con la promoción de su auto-imagen, esta idea ayuda reforzar la autoestima colectiva de los ciudadanos, así como también a consolidar el sentido de pertenecía y orgullo del municipio,

La imagen de la ciudad se forma a través de un complejo proceso mental, dinámico y vivo, en la que no solo influyen los aspectos físico y arquitec-tónicos de la misma, sino también los elementos culturales que definen y representan a una ciudad, y por el cual se forma un constructo mental o imagi-nario urbano colectivo (Luquetta y Vidal, 2009).

Barrio y otros (2009) desde una visión más inte-gral y compleja que la mencionada señalan, que la imagen de cualquier ciudad está formada por un diverso grupo de elementos cognitivos y afecti-vos, entre los que se encuentran aquellos atributos por los cuales un individuo conoce o identifica las características de la ciudad; dicha imagen también representa los elementos afectivos que hacen ref-erencia a las actitudes y a los sentimientos de las personas hacia la ciudad y sus espacios. Por lo cual la imagen de la ciudad se forma y modifica a me-dida que el sujeto va incrementando su formación e información de la misma, de tal manera que su percepción es cada vez más compleja y rica, ya que se basa en un mayor número de elementos, que constantemente crecen según la acumulación de experiencias en el tiempo.

En la misma perspectiva Lynch (1984) señala que la imagen de la ciudad se forma como un proceso

hecho exterior que pone en marcha percepciones, situaciones, y vivencias, así como también elemen-tos íntimamente vinculados con opiniones, expec-tativas y estereotipos, que conjugados en una sola imagen urbana, representan la ciudad desde la gente (Martínez, 2006) y (Paz, 2005).Siguiendo la premisa de Lynch (1984) y de Mar-tínez (2006) la imagen de la ciudad es la repre-sentación mental que forman los diversos públicos de la ciudad, en ella influyen aspectos intangibles como creencias, ideas, recuerdos y percepciones, así como también aspectos físicos y materiales que refuerzan la imagen y la identidad del lugar; la misma aunque originariamente es individual, se transforma por la interacción social de los ciudada-nos en imagen pública, ya que forma parte de un imaginario urbano colectivo, que pone en evidencia aspectos culturales y fisiológicos comunes de una localidad.

bilateral entre el observador y su medio ambi-ente, el medio ambiente sugiere distinciones y relaciones con el observador, el cual con gran adaptabilidad y la luz de sus propios objetivos, escoge, organiza y dota de significado lo que ve, por lo cual la imagen es contrastada y fil-trada en sí misma en un continuo proceso de interacción entre el observador y el medio ur-bano; razón por la cual la imagen de la ciudad puede variar en forma considerablemente en-tre los diversos grupos de observadores. La imagen urbana del lugar tiene por ende un valor icónico y simbólico, que habla a la gente del espacio que conocen y que a través de di-versas experiencias han hecho propio, de allí la importancia que este tiene en el plano co-municacional, ya que la imagen de la ciudad se sintetiza como parte del mensaje colectivo que es transmitido de generación en generación, que habla de la ciudad y su forma de ser y evo-lucionar con el paso del tiempo, por la cual es identificada y reconocida por los propios visi-tantes.

Sobre este aspecto señala Benko (2000) que la representación de la imagen es una creación social con un esquema pertinente de lo real, por lo que el marketing territorial o urbano se perfila una nueva perspectiva de represent-ación geográfica; entendiendo dicha disciplina, desde un sentido más amplio que la simple adaptabilidad del marketing clásico a la ciudad como producto, sino a comprender la imagen urbana como mensaje transmitido, compartido y comunicado a propios y visitantes del lugar.

sector o lugar de la urbe al que se pertenece.

- Y un marketing de ciudad externo, que pretende alcanzar un conocimiento de esa ciudad y su atrac-tivo como producto, comercial, competitivo, diferen-ciado y posicionado en el mercado internacional.

Sobre este aspecto señalan Barrio y otros (2009:12) que uno de los fundamentos en los que se apoya el plan de marketing urbano de cualquier ciudad: “está relacionado con la definición de una imagen fuerte, diferente, reconocible, coherente y, sobre todo, creadora de una opinión favorable entre los dife-rentes públicos a los que se dirige”. De manera que la percepción que se haga de la misma pueda ser favorable y positiva con respecto al entorno local, nacional e internacional a la que es dirigida como mensaje promocional.

Por lo cual la imagen de la ciudad debe ser comuni-cable a otros individuos según señala Lynch (1984), ya que de esto dependerá la formación de criterios positivos donde se observe la imagen urbana desde una perspectiva promocional atractiva, distintiva y diferenciadora de otras ciudades.

Sin embargo, Benko (2000) asegura que cada col-ectividad y/o ciudad es vista por sus gobernantes, por los empresarios e inversionistas, por sus ha-bitantes y por los turistas, de diferentes modos y maneras, de allí que la imagen que estos se forman de ella como producto, no necesariamente sea fruto de una comunicación pública acertada y planificada, es por esto que las ciudades constantemente deben estudiar, comprender y aprender cómo es percibida su imagen urbana, y en base a esa información for-mar y difundir la imagen que desean, para crear a su alrededor sentimientos de pertenencia, validez, reconocimiento y credibilidad, según sea el caso.

Siguiendo las ideas planteadas por Asensio (2008) y Barrio y otros (2009), la imagen del lugar es fun-damental al momento de plantear estrategias comu-nicacionales que oferten la ciudad como producto distintivo y atractivo entre los diversos públicos ob-jetivos; por lo que se entiende que el estudio de la imagen de la ciudad esté en el centro del marketing urbano, ya que de esto depende la comprensión que tengan las personas de la ciudad como producto y del mensaje promocional comunicado de la misma.

3.3. CENTROS HISTÓRICOS

Sin embargo el estudio y análisis de la imagen de la ciudad no necesariamente debe abarcar la complejidad genérica de toda la urbe, ya que como señala Lynch (1984) la percepción que se tiene de la ciudad no es continúa, sino más bien parcial y fragmentaria, ya que los in-dividuos desarrollan con el paso del tiempo y sus experiencias urbanas, vínculos con unas y otras partes de las ciudad, por lo cual la im-agen que se forman de ella esta embebida de recuerdos y significados de no toda la ciudad, sino de partes representativas de la misma. Una de las razones que explica esta confor-mación fragmentada y parcial de la imagen de la ciudad es el proceso de evolución y cre-cimiento de la urbe.

Sobre el mismo tema Vergara (2007:2) se-ñala que en el caso de las ciudades latino-americanas estas “se encuentran en un proceso irreversible que abarca tanto creci-miento demográfico, crecimiento económico y crecimiento de la extensión urbana”. Lo cual ha obligado a dichas urbes a extenderse de manera descontrolada hacia la periferia y los límites de la misma, espacios surgidos es-pontáneamente que con el paso del tiempo se han ido consolidando y articulando en tor-no a otros centros urbanos ya existentes y de antigua tradición.

Por lo cual un lugar “ideal”, para estudiar la imagen de la ciudad son precisamente sus diferentes centros históricos, caracterizados estos por ser el nodo principal de toda la ac-tividad, y el desarrollo de la ciudad o una par-te de ella. Los mismos, son barrios céntricos de ciudades grandes con funciones comple-jas y diversificadas (político-administrativas, culturales, turísticas y religiosas), con obras arquitectónicas y características de particular importancia para la vida nacional e internacio-nal (Günter, 2007)

Vergara (2007:6) insiste en afirmar que los centros históricos son:

“el resultado de un pasado y una historia que

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4. LA ARQUITECTURA PATRIMONIAL

Gil (2002) señala que la ciudad es un patrimo-nio colectivo de quienes la habitan, entendida esta como una estructura compleja conforma-da por muchas partes; donde cada una de el-las tiene su propia identidad, su forma de ser, sus valores y su significado; los cuales son reconocibles a través de sus características morfológicas como producto histórico-cultural de las comunidades que la constituyen. Son precisamente esas características morfológi-cas, las que recrean el paso del tiempo en la ciudad, donde la arquitectura como hecho social, construido y permanente en el tiempo deja su huella en la mente y en la memoria colectiva de la misma; estas edificaciones con valor histórico suelen reconocerse como arquitectura patrimonial.La organización mundial de las naciones uni-das para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO), organismo internacional encar-gado de la proclamación de los bienes pat-rimoniales universales, define en el artículo primero de las actas constitutivas, al patrimo-nio cultural como:

“Los monumentos: obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arque-ológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal ex-cepcional desde el punto de vista de la histo-ria, del arte o de la ciencia,

Los conjuntos: grupos de construcciones, ais-ladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor uni-versal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia” (Orga-nización mundial de las naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura (UNES-CO), 1978; 141).

Es a partir de esta declaración que en el pla-no internacional, se identifica a la arquitectura patrimonial, como aquel grupo de obras de infraestructura antiguas y modernas, con per-tinencia y relevancia social, que tengan un valor particular desde el punto de vista históri-

trascendió hasta nuestros días: no importa en qué estado se encuentren, están ahí como testigos in-cólumes del pasado y como testigos del presente. Son una parte de la ciudad del pasado y son al mismo tiempo la ciudad del presente”.

Considerar la imagen urbana desde la perspectiva de sus centros históricos y todo lo que ella enci-erra es tarea prioritaria del marketing urbano, ya que el mismo debe procurar actualizar y renovar uno de los aspectos más importantes del producto ofertado: como es la ciudad desde sus espacios y lugares de origen.

Basado en lo señalado por Pancorbo y otros (2006), Günter (2007) y Vergara (2007), puede afirmarse que desarrollar la imagen de la ciudad desde la perspectiva de los centros históricos, es por tanto, tarea prioritaria al momento de gestionar eficaz-mente el marketing urbano de cualquier lugar, ya que el mismo agrupa dentro de sí aspectos físicos e intangibles que conforman y refuerzan la identi-dad y la imagen colectiva de la ciudad, siendo este criterio la postura a seguir en el presente trabajo de investigación centrado en determinar la incidencia de la arquitectura patrimonial, en la formación de la imagen de la ciudad de Maracaibo.

Por lo mencionado anteriormente puede entenderse que los centros históricos, sean la referencia inme-diata de los ciudadanos para entender y represen-tar su ciudad, ellos hablan del pasado y el presente de la urbe, así como de su proyección más allá del desarrollo generacional; es en este aspecto donde cobra importancia la arquitectura patrimonial, que en muchos casos se encuentra enclavada en los mismos centros históricos, por lo que los mismos se constituyen como iconos simbólicos de un lugar y su historia.

co, de las ciencias y las artes.En Venezuela conforme a los estatutos de conve-nios internacionales, el órgano encargado de la proclamación, defensa y resguardo del patrimonio cultural, es el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), el cual define en su articulado legal cap. 2. Art 6, nº 2, la arquitectura patrimonial como todos aquellos: “bienes inmuebles de cualquier época, que sea de interés conservar por su valor histórico, artístico, social o arqueológico” (Congreso de la República de Venezuela, 1993;7) que hayan sido o no de-clarados patrimonio nacional.

Se considera entonces que la arquitectura patri-monial, es toda aquella edificación o complejo ar-quitectónico, bien inmueble construido, antiguo o moderno, emplazado en cualquier punto de la ciudad, que contenga un distintivo valor histórico, artístico, científico y cultural por el cual cobra un determinado significado para la población y su me-moria colectiva; de allí que merezca ser conserva-do y preservado para el disfrute y el conocimiento de futuras generaciones. Generalmente son los centros históricos urbanos, los puntos referenciales donde converge la apar-ición de estos bienes inmuebles patrimoniales, ya que son los poblados de mayor data histórica en la urbe, considerados como puntos génesis de su fundación, actividad, vida y desarrollo de la ciudad. Lugar privilegiado que como escenario urbano or-questa dentro de sí un sin fin de espacios y lugares con valor e importancia histórica, artística, cientí-fica y cultural para la ciudad.

El patrimonio de la ciudad como indica Huerta y De la Calle (2007) es el hilo de la memoria en tanto que es nexo común entre generaciones, capaz de unir, presente, pasado y futuro, donde puede afirmarse que el patrimonio se hereda, pero también cada generación ejerce una acción específica sobre esa herencia, capaz de transmitirla o incluso romperla, para formar su propio patrimonio del presente.

Son precisamente los centros históricos, los lugar-es preferenciales que concentran y representan la memoria colectiva, a través de su configuración arquitectónica y urbanística, por lo cual son recon-ocidos y recordados por las habitantes de la ciu-dad, son lugares de memoria, lugares fuertes que

marcaron y lo siguen haciendo, la referencia histórica, artística y cultural de la ciudad.

Es por esta razón que la arquitectura patri-monial en las ciudades, tiene además un carácter icónico y simbólico, en el plano local, nacional e incluso internacional, ya que en muchos casos la arquitectura patrimonial del lugar, define, representa y sintetiza la imagen y la identidad del mismo; sobre este aspecto tratan Kotler y Whitehouse (2007), señalando que el marketing de lugares encuentra en la arquitectura y en la infraestructura urbana una herramienta de rápido y eficaz desarrollo para la ciudad, ya que la misma desempeña un papel determinante al momento de fortal-ecer su propio imagen urbana, transmitida y comunicada entre los diferentes públicos de la ciudad.

Como se mencionó anteriormente la declara-ción patrimonial sobre cualquier bien inmue-ble construido, depende de la relevancia y del valor histórico, artístico, científico y cultural que el mismo represente para una localidad en particular o bien para la comunidad inter-nacional dependiendo sea cada caso.

Según el catalogó patrimonial de edificacio-nes, sitios urbanos y bienes con declaratoria patrimonial referido en el Décimo Plan de De-sarrollo del Estado Zulia 2008-2012 (Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas del Estado Zulia 2009; 43) en el mu-nicipio Maracaibo existen tres niveles de de-claración, cada una determinada por la com-petencia y la escala geográfica del organismo que realiza la proclamación, a saber:

- Patrimonios nacionales. Declarados por el Instituto de patrimonio cultural nacional en consejo de ministros junto con el poder ejecu-tivo nacional.

- Patrimonios regionales. Declarados por las sedes regionales del instituto de patrimonio cultural, junto con el gabinete ejecutivo del gobierno regional de cada estado.

4.1. TIPO DE PATRIMONIO

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4.2. FORMA Y FUNCIÓN DEL EDIFICIO PATRIMONIAL

- Patrimonios municipales. Declarados por los ayuntamientos municipales, junto con el concejo o cabildo metropolitano de cada municipio.

Para todas las declaraciones priva el mismo crite-rio, la relevancia histórica, artística, científica y cul-tural que tenga la obra arquitectónica para la comu-nidad local, regional o nacional.

La función del edificio arquitectónico viene dada por el uso que en este se desarrolla, es decir las actividades que el mismo acoge dentro de sus es-pacios y por las cuales existe en un lugar deter-minado, de modo que la arquitectura con toda la complejidad de su forma y su estética se configura como contendora de un uso determinado, que al fin de cuenta da vida al edificio, concebido este como hecho construido, social y permanente, signo evi-dente de una sociedad en progreso.

Según Solà-Morales y Rodríguez (2000) en su niv-el más primario la arquitectura ha de preocuparse por dar satisfacción a las necesidades básicas de cobijo, el cual se define en el origen mismo del edi-fico como idea, y se mantiene permanentemente a lo largo de su historia, no solo como una constan-te ideológica que da testimonio de la esencia del hecho arquitectónico, sino también como una per-manente demanda a la que da respuesta a través de su uso como hecho urbano.

Norberg-Schulz (2005:33) por su parte señala que la arquitectura puede entenderse en función de dos aspectos básicos: la organización del espacio (fun-ción) y la forma construida (estilo); o resumiendo el espacio y la forma. “El primero está relacionado con la orientación del hombre en su entorno (in-cluidas las pautas funcionales de sus acciones); la segunda, con su identificación con un carácter am-biental (incluida su necesidad de expresión)”.

Pero en el caso específico de la arquitectura patri-monial, la forma tiene una permanencia mucha más rígida en el tiempo, mientras que la función no; esta segunda, tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades de un momento determinado, por lo cual no necesariamente los espacios patrimoniales

son dotados de usos y funciones, que reflejan la idea originaria para la cual fueron concebi-dos dichos espacios, sino lo contrario, aunque con el pasar del tiempo se mantenga la forma y la estética del pasado con el que fue conce-bido el edificio patrimonial, su función cambia dependiendo la demanda de un momento de-terminado.

La arquitectura patrimonial con valor histori-cista, por su permanencia en el tiempo, su du-rabilidad en el tejido urbano y por el valor origi-nario que aporta a la memoria histórica de la urbe, es foco constante de gestiones e inver-siones para su mantenimiento y conservación, lo cual da pie al indicador considerado en este apartado, que es el nivel de importancia que tiene para los ciudadanos el estado de conser-vación de los hechos arquitectónicos.

Al intervenirse cualquier espacio con caracter-ísticas patrimoniales debe ponerse en primer plano según Pérez (2006), la capacidad de identificación y apropiación que tenga la po-blación del lugar con respecto el hecho inter-venido, dicha acción urbano-arquitectónico tendrá arraigo y desarrollo entre los ciudada-nos, por encima de cualquier actitud resistente o de expulsión a la misma que pueda surgir entre estos.

En este mismo sentido la ciudad elabora nue-vos significados, en los recorridos de las per-sonas, en la vivencia y en la experiencia de la ciudad como hecho urbano social y patrimo-nial; la ciudad configura nuevos imaginarios en base a sus patrimonios que rodean y llenan las ciudades con elementos identificadores del espacio urbano, social y cultural, lo cual in-fluyen en la formación del imaginario urbano colectivo y en la identificación con los mismos (Pérez, 2006).

Para el abordaje de los resultados de este obje-tivo se consideró la importancia que tiene para los informantes el tipo de declaración patrimonial que recae sobre el mismo, así como también aspectos relacionados directamente a la forma y función de las edificaciones patrimoniales señaladas, estas dos vertientes indicarán cual es el nivel de inci-dencia que tiene la arquitectura patrimonial del centro histórico de la ciudad de Maracaibo, en la formación de la imagen urbana de la misma.

En lo referente a la importancia que poseen el tipo de declaración patrimonial sobre cada uno de los inmuebles, 84% de los encuestados se inclinó positivamente en reconocer como importante di-cha declaración, y esto se justifica entendiendo que gracias a las políticas conservacionistas de los entes gubernamentales, según el grado de declaración, le da cierta competencia para invertir sobre la misma recursos económicos, los cuales son necesarios para el mantenimiento y la perma-nencia de dicha edificación. Sin embargo, para comprender mejor este resul-tado es necesario señalar además cuales edifica-ciones y su tipo de declaratoria fue notablemente reconocida entre los encuestados. Resaltan las referidas con declaración Nacional/Regional, a sa-ber la Basílica de Ntra. De Chiquinquirá, la Casa de Capitulación, el Palacio de Gobierno, el antiguo Mercado, y el sector Plaza Baralt.

El segundo aspecto de este aparatado se relacio-na con la forma y función espacial de cada una de las edificaciones, así como también del estado de conservación, la valoración y el atractivo que estas ofrecen a la formación de la imagen urbana, tal como se desarrollan a continuación individual-mente.

84% de los encuestados consideró pertinente la intervención pronta de las edificaciones patrimo-niales, ya que las mismas requieren de un con-tinuado proceso de restauración, mantenimiento, rehabilitación, acondicionamiento y conservación, según cada caso, lo que permita el óptimo funcio-namiento de las mismas, así como su permanen-cia en el tiempo.

5. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS Sin embargo, la mayoría de las edificaciones requieren de intervenciones a corto plazo para su funcionamiento según la percepción de los informantes, en las que destaca tres espacios muy particulares como son el Con-vento San Francisco, el Sector Plaza Bolívar, y el Museo Rafael Urdaneta, esta tendencia es comprensible considerando que las in-tervenciones en el centro de Maracaibo han sido puntuales en los últimos años y no han habido políticas integrales de rescate de zo-nas urbanas históricas, sino de edificaciones y espacios particulares, sin duda la más em-blemática de esta zona es el Sector Plaza Bolívar, que como se indica posee el más alto nivel de requerimiento de intervención, con-siderando que es el intersticio sobrante de las macro parcelas del área histórica, donde tanto el Monumento a la Chinita construido en 2004, así como los jardines de la Iglesia Santa Bárbara rehabilitados en el 2010, han dejado la Plaza Bolívar y sus adyacencias en un serio estado crítico de destrucción, donde la intervención se requiere con carácter de urgencia.

La población encuestada valoró lo arquitec-tura patrimonial del centro histórico de Mara-caibo, como un atractivo digno de conservar, promocionar y mostrar, ya que el mismo sin-tetiza y representa la imagen de la ciudad de Maracaibo, esta afirmación obtuvo 86% de aceptación, con lo cual se ejemplifica el alto grado de influencia que tiene para la confor-mación dicha imagen la arquitectura con val-or histórico y patrimonial.

Casi la totalidad de las edificaciones fueron identificadas por los informantes como ico-nos referenciales para la conformación de la imagen urbana de la ciudad, ubicándose la mayoría por encima de 80%. Esto confirma el alto nivel que aporta para la imagen de la ciudad de Maracaibo, la arquitectura patrimo-nial, la misma no solo es valorada, recordada e identificada, sino jerarquizada y enfatizada del resto del cumulo de edificaciones del cen-tro de la ciudad.

Los resultados obtenidos confirman las pos-

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6. CONSIDERACIONES FINALES

turas de Pancorbo y otros (2006), Vergara (2007) y Günter (2007) ya que la conservación del edifico patrimonial debes ser tarea prioritaria de los gobi-ernos regionales, que se interesan en mejorar la imagen de la ciudad, el mismo es también fruto de un proceso surgido de la necesidad colectiva de mejorar y rescatar aquellos espacios con alto grado de significado para la ciudad, su imagen, identidad y memoria. Por lo que la arquitectura patrimonial es valorada y por ende exhibida como un atractivo urbano, ya que es una garantía que facilita la re-identificación con el lugar y por ende el aumento del sentido de pertenencia con el mismo. Por todo esto puede afirmarse el alto nivel de influ-encia que tiene la arquitectura patrimonial del cen-tro histórico de la ciudad de Maracaibo, para la for-mación de su imagen urbana colectiva, porque es una arquitectura que habla a todos sobre su origen, historia y futuro como ciudad, como indica Huerta y De la Calle (2007) el patrimonio de la ciudad es el hilo de la memoria en tanto que es nexo y punto común entre generaciones, capaz de unir y enla-zar, presente, pasado y futuro; por lo cual puede afirmarse que el patrimonio es un bien heredado pero mantenido, conservado, pero también gracias a la dinámica urbana cada generación ejerce una acción específica sobre dicha herencia, capaz de transmitirla y mejorarla para formar su propio patri-monio del presente.

Con respecto al objetivo de estudio, orientado a determinar el nivel de incidencia de la arquitectura patrimonial en la formación de la Imagen de la ciu-dad de Maracaibo.

Se confirmó que los bienes patrimoniales declara-dos son importantes para los ciudadanos, y esto gracias a la representatividad que estos tienen en la mente y la memoria de los personas, por lo que la declaración patrimonial sobro una edificación enfatiza y realza la aceptación que la misma tiene para la gente, por lo cual es necesario conservarla y mantenerla, ya que la misma habla no sólo del pasado nostálgico de la ciudad, sino del ahora y el presente de la urbe y su historia.

Sin embargo, como se ha mencionado acompa-

ñando a la declaración debe ir la intervención conservacionista de la edificación, ya que de no ser así aunque se mantenga viva la impor-tancia del espacio patrimonial, el abandono y mal estado del mismo, desdeñan la percep-ción mental que se tenga del sitio y por ende de la imagen que se forma de este. Incluso el espacio puede ser valorado y considerado como un potencial atractivo, pero si se en-cuentra en un estado de destrucción o aban-dono afectará notablemente en la represent-ación que se haga del mismo.

Se afirma entonces que la arquitectura patri-monial incide notablemente en la formación de la imagen de la ciudad, ya que esta da carácter icónico y simbólico a la misma, le dota de configuración, de una morfología concreta, capaz de recordar e identificar, por lo cual sintetiza dicha imagen urbana. La ar-quitectura patrimonial emplazada en el casco histórico de la ciudad de Maracaibo, dota de significado gráfico la imagen de la ciudad, la misma materializa y refleja la convergencia y puesta en común del imaginario colectivo urbano, sintetizado en una imagen pública y común.

Entre las edificaciones patrimoniales sobre las que se sustenta y sintetiza la imagen de la ciudad de Maracaibo, destacan la Basílica menor de Ntra. Señora de Chiquinquirá, el edificio sede de la Casa de la Capitulación o Casa Morales, el Palacio de Gobierno region-al o Palacio de los Cóndores, la Calle Carabo-bo o de la Tradición, reproducción morfológica moderna del antiguo Barrio “El Saladillo”, y el Sector Plaza Baralt, que alberga la plaza pública con el mismo nombre, la Iglesia del Convento San Francisco de Asís y el Antiguo Mercado de Maracaibo, hoy Teatro Lía Ber-múdez, ejemplo referencial del reciclaje de la arquitectura historicista en la ciudad. Las mencionadas edificaciones fueron valoradas e identificadas como atractivos propios de Maracaibo, por lo cual se concluye que las mismas sintetizan y configuran la imagen de la ciudad de Maracaibo, su memoria e identi-dad.

Por todo lo mencionado puede definirse que la imagen de la ciudad de Maracaibo es de tipo contradic-toria, ya que a pesar de poseer elementos valiosos y atractivos que son recordados e identificados, por lo que forman parte de la memoria e identidad del lugar, sin embargo co-existen elementos negativos, que desdeñan y condicionan la formación de la misma; este aspecto determinante afecta consider-ablemente la imagen de la ciudad, ya que las contradicciones, generan ambigüedad y desconfianza al momento de compartir los puntos comunes de la imagen urbana; por lo cual la misma sólo puede ser caracterizada por la dimensión distintiva, lo cual reduce y minimiza la proyección que esta tiene en la percepción, en la memoria, e identidad de la gente.

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7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Günter, Mertins (2007), La renovación de los centros históricos en Latinoamérica: fases – conceptos –estrategias, Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, número 6, disponible en: http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/memorias/article/view/318/146. Consultado el 29 de octubre de 2010.Kotler, Philip; Whitehouse, Matthew G (2007), Marketing internacional de lugares y destinos: estrate-gias para la atracción de clientes y negocios en Latinoamérica, primera edición, edición en español de Guerrero Rosa Pablo Miguel, Ciudad de México, México, Ediciones Pearson Educación, pp. 80-212.Luquetta, David; Vidal, Antonino (2009), Análisis descriptivo: Creación de imagen de ciudad y Re-cuperación de centros históricos en América Latina, Memorias. Revista Digital de Historia y Arque-ología desde el Caribe, numero 11, disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=85512905004. Consultado el 30 de octubre de 2010.Lynch, Kevin (1984), La imagen de la Ciudad, tercera edición, edición en español de Reveron Luis Enrique, Ciudad de México, México, Ediciones G. Gili, pp. 9-108.Martínez Gómez, Antonio (2006), Creación de una marca de ciudad, Documentos del V Curso de di-rección pública Madrid España, disponible en: http://www.futurelx.com/docs/jornadas/marca.pdf. Con-sultado el 12 de octubre de 2010.Norberg-Schulz, Christian (2005), Los principios de la arquitectura moderna: sobre la nueva tradición del siglo XX, primera edición, versión en español de Sainz Jorge, Barcelona España, Editorial Reverte, pp. 283.

Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO), Actas de la conferencia general Resoluciones Recomendaciones (1978), Paris Francia volumen 1, artículo 1, pp. 14.

Pancorbo de Sandoval, José; Hevia, Amaury; Anguiano, Rigoberto (2006), El Marketing urbano como herramienta de apoyo en la gestión de centros históricos, Revista Diseño y Sociedad, número 18, pp. 26-31.

Paz, Sergio (2005), Gestión estratégica y posicionamiento de ciudades. La marca de ciudad como vec-tor para la proyección internacional, Revista Venezolana de Gerencia, año 10, número 30, pp. 177-195.Pérez Romero, Jhoana (2006), El imaginario colectivo como vínculo entre patrimonio y sociedad. Caso de estudio Iglesia Santa Barbará de Rubio, Ponencia presentada en el Congreso Centenario del Archi-vo Arquidiocesano de Mérida (1905-2005), Mérida Venezuela, El patrimonio eclesiástico venezolano, volumen 3, pp. 395-400.Solà-Morales, Rubiò Ignasi; Rodríguez, Carmen (2000), Introducción a la arquitectura: conceptos fun-damentales, primera edición, Barcelona España, Ediciones UPC, pp. 156.Torres Tovar, Carlos Alberto; Pérez Hernández, Edmundo (2002), La ciudad: hábitat de diversidad y complejidad, segunda edición, Bogotá Colombia, Editorial Universidad Nacional de Colombia, pp158-161.Vergara Durán, Ricardo Adrián (2007), Transformaciones de la imagen de una ciudad: repercusiones de la renovación urbana, Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, número 6, disponible en: http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/memorias/article/view/319/147. Consul-tado el 29 de octubre de 2010.

Normas para autores

1. Los trabajos deben ser investigaciones inéditas que no hayan sido publicadas en otras revistas. Se recibirán artículos que versen sobre temas relativos al área de la arquitectura, urbanismo, sector ger-encia de la construcción y vivienda, reflejando los resultados de estudios ya concluidos o los adelantos de investigaciones en proceso, ensayos con reflexión teórica o discusión sobre problemas coyuntura-les cuyo abordaje sea necesario para la mejor comprensión de los mismos o para el esclarecimiento de aspectos relacionados con tales temas. Las propuestas se recibirán durante todo el año.

2. Los trabajos tendrán una extensión no mayor a veinte (20) cuartillas y no menor a (15), tamaño carta, escritas por un solo lado a doble espacio en letra Arial 12, con numeración consecutiva de todas las páginas, incluyendo la portada, cuadros, tablas, gráficos, anexos y las referencias bibliográficas. Para la diagramación de las páginas el (los) autor(es), están en libertad de incluir dibujos, figuras, fotografías a color y en blanco y negro según sea el caso y debe estar asociada a la naturaleza de los contenidos, cuyo requerimientos de imágenes, esquemas, etc. sean imprescindibles para su total comprensión. Los párrafos deben ser mínimo de cinco (5) líneas y máximo de doce (12).

3. Los trabajos serán evaluados por parte de un Comité de Árbitros - Especialistas de reconocido prestigio, seleccionado por el Comité Editorial de la Revista, aplicando el sistema “doble ciego”. La evaluación será realizada de acuerdo a los siguientes criterios: originalidad, pertinencia y adecuada extensión del título, adecuada elaboración del resumen, claridad y coherencia del discurso, dominio de conocimiento evidenciado, adecuada organización interna, rigurosidad científica, actualidad y rel-evancia de las fuentes, actualidad y relevancia de las referencias bibliográficas, contribución a futuras investigaciones en el área, aportes novedosos al conocimiento del objeto y cumplimiento de normas editoriales actualizadas. Recibida la respuesta por parte del Comité de Árbitros designado se infor-mará al (los) autor (es) sobre la decisión correspondiente.

4. Los artículos serán enviados a la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Arquitec-tura y Diseño de la Universidad del Zulia, núcleo técnico. Edificio Jesús Garrillo, planta baja. Correo electrónico [email protected]. Teléfono 0261-4126077. Los artículos se enviarán transcritos en procesador de palabras Word, con etiqueta identificando al (los) autor (es), título del trabajo, institución de adscripción e indicando el nombre del archivo correspondiente y curriculum vitae del autor(es) anexo.

5. Los trabajos deberán organizarse de la siguiente manera:

a. Portada, la cual debe contener: Título: El mismo debe ser corto (entre 12 y 15 palabras máximo), explicativo y contener la esencia del trabajo. Debe evitarse la utilización de símbolos, siglas y abreviaturas que no sean de uso común. Debe estar en español e inglés.Autor (es): aparecerán solamente en el original del artículo, indicando apellido (s) y nombre (s) comple-tos, sin títulos profesionales y la adscripción institucional señalando la universidad, instituto, centro o dependencia de investigación o docencia, destacando el autor principal en caso de ser dos o más de dos. Resumen: en español e inglés con una extensión entre 200 y 300 palabras escritas en un solo párrafo con oraciones completas, redactado en tercera persona, incluyendo: propósito u objetivo; metodología (en lo posible); resultados, hallazgos, descubrimientos (en lo posible); y conclusiones más relevantes.

REC PERSPECTIVARevista Electrónica Científica de la PEPG-FADLUZ

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En caso de utilizar términos poco usados o conocidos (siglas, símbolos, entre otros) deben explicarse o definirse.Palabras clave: deben contener entre 3 y 5 tanto en el resumen como en el abstract.b. Cuerpo del Artículo: se dividirá en Introducción, Desarrollo y Conclusiones (o Consideraciones Finales, según el caso). La Introducción incluirá el propósito u objetivo general perseguido. El Desar-rollo se organizará en secciones y subsecciones de acuerdo al enfoque o temática de investigación según sea el caso y debidamente identificadas con subtítulos numerados completamente en arábigos de acuerdo al sistema decimal, respondiendo a una sucesión continua y utilizando un punto para sepa-rar los niveles de división (por ejemplo: 1 ... 1.1 ... 1.2 ... 2 ... 2.1 ... 2.2 ... 3. 3.1 ... 3.2 ...). El número de subdivisiones debe limitarse hasta el tercer nivel; los subtítulos de las secciones se escribirán en mayúsculas y en negritas; los subtítulos de las subsecciones se escribirán en minúsculas y en ne-gritas. Las fechas y horas se expresarán numéricamente. En caso de existir ilustraciones (gráficos, mapas, fotos) debe hacerse referencia a los mismos en el texto. Las notas explicativas o comentarios deben reducirse al mínimo. Su justificación obedece solo a observaciones de contenido que sean imprescindibles. Los materiales complementarios se recogerán en anexos, los cuales se identificarán con una letra y un título y se colocarán después de la bibliografía.

c. Referencias Bibliográficas: la presentación de las referencias bibliográficas, incluyendo las del texto, deberá ser realizada con el sistema autor–fecha (sistema APA), indicando el apellido del au-tor, el año de publicación y la página, de la siguiente manera: (Apellido, año: pp). En caso de que se haga referencia a dos autores, deben escribirse los apellidos de ambos. Si son más de dos, úsese “y otros”. Si dos autores tienen el mismo apellido, deben emplearse sus respectivas iniciales para diferen-ciarlos. Ejemplos: (Porta Rey y Ortega García, 1975:26); (Pendergrast y otros, 1986:26) (Wonnacott, P. Y Wonnacott, R., 1984:89).; si el caso es que hay más de tres autores se debe usar el latinismo et al. Ejemplo (Rojas et al, 2005:122).

d. Cuando se haga referencia a publicaciones oficiales, debe suministrarse el mínimo de elemen-tos necesarios tomados de su título. Ejemplo: (Gaceta Oficial: 1974, Nº30:402).Si existen citas extraídas de Internet mencionar el autor (en caso de tenerlo), página web; día, mes y año en que se efectuó la consulta. Ejemplo: MINISTERIO DE PLANIFICACION Y DESARROLLO, MPD (2000). Plan Zamora 2000, Proyecto PAIS. PNUD. Caracas. (Venezuela). www.mpd.org.ve. Fe-cha de consulta: 13 de marzo del 2001.

e. En caso de que se citen varias obras que sirvan de argumento a una afirmación, debe sepa-rarse cada referencia con punto y coma. Ejemplo: (Simmet, 1934; Merton, 1980).Cuando se citan varias páginas, el guión significa numeración continua de páginas. Ejemplo 2-38. Cuando se citan páginas aisladas, no continuas, se separaran mediante una coma. Ejemplo 2, 51,136.

f. Las obras serán ordenadas alfabéticamente, de acuerdo con los apellidos de los autores cita-dos. Si se citaren varias obras de un mismo autor, se hará por orden cronológico descendente de los años de publicación.

6. Una vez recibidos, los trabajos siguen el siguiente proceso:

a) inicialmente, se acusa recibo del artículo vía e-mail;b) seguidamente, el Comité Editorial realiza una evaluación preliminar para determinar si cumple con las Normas para los autores;b-1) si las cumple, pasa al arbitraje, proceso en el cual especialistas calificados evalúan los trabajos de acuerdo con criterios de pertinencia, originalidad, aportes y virtud científica y académica, previa-mente establecidos por la Revista PERSPECTIVA y emiten un veredicto sobre la publicación o no del trabajo; este proceso tiene una duración de 25 días continuos aproximadamente.c) en cualquier caso, se le notificará al autor o autores, mediante correo electrónico, la decisión.

d) los criterios usados por los pares en el arbitraje tendrán como resultado:

1- Aceptado con comentarios 2- Aceptado sin comentarios 3- Artículo No Aceptado. Observaciones

7. El orden de la publicación y la orientación temática de cada número lo determinará el Consejo Edito-rial, sin importar el orden en que hayan sido recibidos y arbitrados los artículos.

8. La prioridad de la publicación estará orientada hacia:

a) Propuestas, reflexiones y experiencias sobre las temáticas referente a la arquitectura, urbanismo, vivienda, gerencia del sector construcción.b) Informe de investigación: Contiene el reporte (final o parcial) de hallazgos originales, producto de trabajos de investigación. Deben respetar los apartados clásicos de introducción, metodología (dis-eño, sujetos, instrumentos y procedimientos), resultados y conclusión.c) Experiencia institucional: Se describen experiencias universitarias exitosas. Debe contener una breve sustentación teórica, la descripción de la experiencia, los resultados que produjo y las conclu-siones a las que se llegó.REC PERSPECTIVA considera, además, las siguientes modalidades de manuscritos:Ensayo: Trabajo intelectual destinado a tratar un tema, un problema, una propuesta o un fenómeno con originalidad, libertad, coherencia y elegancia literaria. Es un texto expositivo, de trama argumenta-tiva y de función predominantemente informativa, que desarrolla un tema, usualmente de forma breve; en su desarrollo no se pretende consumir todas las posibilidades, ni presentar formalmente pruebas ni fuentes de información.

Reseña: textos breves, generalmente escritos por personas que poseen un criterio reconocido, que aparecen en publicaciones periódicas. Son textos básicamente descriptivos e informativos que pre-sentan a un público específico una novedad o un elemento de la más diversa índole sobre el que se desea llamar la atención. Las reseñas de literatura son evaluaciones críticas del material que ya ha sido publicado. Es un comentario descriptivo y analítico de publicaciones recientes en el campo de la Gerencia, Informática, Arquitectura y Diseño y disciplinas afines.

Documento oficial: aquellos que expiden los Organismos Oficiales o aquellos que cualquier ciu-dadano puede presentar ante un Organismo Oficial o la Administración Pública. Es una publicación de carácter oficial, pública o privada, nacional o internacional de naturaleza conceptual discursiva, programática o normativa.

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Monografía: trabajo que tiene la particularidad de versar sobre un tema único, bien delimitado y pre-ciso. Es un texto expositivo, de trama argumentativa, de función predominantemente informativa, en el que se estructura, de manera analítica y crítica, la información recogida en distintas fuentes acerca de un tema determinado.

Entrevistas: acto de comunicación oral que se establece entre dos o más personas (el entrevistador y el entrevistado o los entrevistados) con el fin de obtener una información o una opinión, o bien para conocer la personalidad de alguien. En este tipo de comunicación oral debemos tener en cuenta que, aunque el entrevistado responde al entrevistador, el destinatario es el público que está pendiente de la entrevista. Conversaciones con personalidades de reconocida trayectoria en el ámbito de la educación y en áreas afines, docentes, investigadores, escritores, pensadores, que puedan contribuir a fortalecer el campo educativo.

Conferencias: acto de disertación pública sobre un asunto científico, filosófico, literario o empresarial. También se publicarán ponencias y conferencias sobre educación que hayan sido presentadas en eventos locales, regionales, nacionales e internacionales y que pudieran contribuir en el campo de la gerencia, la informática en arquitectura, vivienda y arquitectura y diseño.

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