Razones de Consumo del programa “Combate” entre jóvenes y niños costarricenses
-
Upload
daniel-salazar-murillo -
Category
Documents
-
view
228 -
download
0
description
Transcript of Razones de Consumo del programa “Combate” entre jóvenes y niños costarricenses
Julieta Alarcón Quirós, Ana Catalina Muñoz Roldán,
Lucas Peinador Fallas, Daniel Salazar Murillo.
Bajo la dirección de:
Msc. Gustavo Araya
Razones de Consumo del programa “Combate” entre
jóvenes y niños costarricenses
Resumen: El objetivo principal de esta investigación es conocer las razones de consumo del programa transmitido por la
televisión nacional “Combate” entre jóvenes y adolescentes de clase media en los meses de mayo y junio del 2012. El paradigma
utilizado es de carácter cualitativo con la administración de entrevistas a profundidad a un grupo de seis participantes con edades
entre los 12 y 21 años, habitantes del Gran Área Metropolitana y espectadores asiduos para conocer sus razones de consumo y
elementos de identificación entre “Combate” y otros programas. Los hallazgos de las entrevistas evidencian una similitud en el
patrón de consumo televisivo en el horario nocturno, un interés por el factor lúdico ofrecido por el programa y una
trascendencia de “Combate” a otros medios como las Redes Sociales. Se concluye que si la televisión constituye un espacio de
ocio y una evasión o escape a las obligaciones y al trabajo o estudio, el consumidor espera encontrar material que responda a ese
espacio. Combate presenta un contenido ajustado a la franja horaria y a los esquemas de consumo.
Palabras Clave: “Combate”, programas de concursos, shows, consumo, televisión.
Abstract : The aim of this research is to find out the reasons why young and teenage viewers from mid-class consume the
national broadcast program “Combate” between May and June, 2012. The qualitative approach is implemented through the
administration of in-depth interviews to a group of six participants with ages ranging from 12 to 21 who are heavy viewers living
in the Central Metropolitan Area with the purpose of knowing the elements of identification found between “Combate” and other
programs as well as the reasons encouraging to watch it. The finding of the interviews reveals a similar pattern in the habits of
consumption of TV shows at night time, an interest in the ludic components of the program and its transcendence to other types
of Mass Media including Social Networks. It is concluded that television becomes a space of leisure and a escape from work or
school duties. As a result, “Combate” becomes a symbolic product meeting such characteristics expected by the viewers.
Tema de investigación:
Razones de consumo de la audiencia en jóvenes de 12 a 21 años de clase media a la oferta
televisiva de la población costarricense de clase media respecto del programa de televisión
Combate entre los meses de mayo y junio del 2012.
Justificación:
Si bien la televisión pública está orientada
originalmente hacia distintos tipos de
audiencias y grupos de la sociedad, se puede
identificar un esfuerzo de parte de los
medios de comunicación por homogeneizar
y crear patrones de conducta, gustos o
intereses que respondan a determinados
productos televisivos. De esta manera,
logran crearse fórmulas diseñadas que
entregan a los espectadores contenidos
generalmente característicos de culturas de
masas y que, tiene un porcentaje
considerable de éxito, en algunas ocasiones
podría limitar el acceso a otro tipo de
información que se encuentra dentro de la
misma franja horaria.
Particularmente, en el caso de la parrilla u
oferta televisiva costarricense, resulta
conveniente analizar el fenómeno que
algunos productos televisivos han
significado. Si bien, el objetivo principal de
la televisión radica en su valor inherente
como medio de comunicación, es indudable
que la oferta televisa nacional trasciende y el
rating alcanzado por los programas de la
oferta televisiva se convierte en una
dinámica que conduce al análisis de la
misma como medio de comunicación
masiva y su impacto en la sociedad. Por lo
tanto, identificar cómo éstos programas de
televisión han logrado entregar a sus
audiencias un material que, de alguna u otra
manera, les sea atractivo, permite acercarse
más hacia ciertos grupos determinados y
observar características básicas-elementales
sobre ellos relacionados con el consumo de
productos televisivos..
Para ésta investigación se ha decidido
analizar el caso del programa de televisión
Combate, el mismo es emitido actualmente
durante 12 horas semanales (repartidas en
dos horas diarias de transmisión en horario
nocturno prime time -de 7 pm a 9 pm- )
dicho programa es uno de los que posee
mayor audiencia en Costa Rica.( Sánchez,
2012)
Combate, como producto, se ha visto
caracterizado como un fenómeno de la
televisión costarricense al atraer a gran parte
de la población del país y generar polémica
en diversos medios de comunicación
dedicados a la opinión y debate público.
Fenómenos que reúnan a una población
numerosa y variada deben ser considerados
como objetos de estudio en el análisis o
investigación de la población de un país, su
ideología y patrón de comportamiento
cultural.
El caso, sin embargo, no constituye un
fenómeno aislado de éxito, ni mucho menos
una respuesta casual de parte de la audiencia
costarricense, debe considerarse más bien
como el diseño o creación de un producto
especialmente planificado y estructurado
que buscó desde un inicio homogenizar a
gran parte de una población bajo un
concepto de entretenimiento antiguo y
conocido anteriormente por la población de
Costa Rica. No es casualidad que programas
anteriores producidos por la misma cadena y
bajo la misma fórmula obtuvieran el mismo
éxito (“A todo dar”, “Gladiadores
Mundialistas”, entre otros). Es el propósito
de ésta investigación identificar éstas
características que han permitido al
programa de entretenimiento “Combate”
tener éxito y analizar si responden a los
deseos o demandas de información de
quienes consumen dicho programa o si
consiste en una necesidad creada. Es
esencial reconocer los elementos que atraen
a la audiencia e identificar si realmente
tienen relación directa con su
comportamiento y consumo.
La investigación busca, por tanto, establecer
relaciones entre la producción de programas
de televisión, sus patrones de consumo, pero
especialmente los factores que les
convierten en programas de alto rating. Ésta
investigación permite también reconocer las
implicaciones que un producto simbólico -
televisivo- podría eventualmente tener en
una sociedad. Analizar un fenómeno
televisivo de ésta magnitud es, sin duda
alguna, analizar un fenómeno social . El
trabajo buscará también brindar información
importante para el estudio de la
comunicación en Costa Rica,
específicamente en materia de consumo de
productos televisivos.
Se ha diseñado el término “Producción
Televisiva para Grandes Masas” para
designar a aquella elaboración de productos
televisivos que en su público meta y
audiencia contemplan a amplios sectores de
población (distintas edades, condiciones
económicas, etc) . Éstos programas
generalmente forman parte de las parrillas
televisivas públicas y se presentan en
horarios accesibles para distintos tipos de
población.
La necesidad de analizar el fenómeno de
“Combate” como producto simbólico,
conduce al planteamiento de la siguiente
interrogante: ¿Por qué las personas de 12 a
21 años de clase media, residentes en el área
metropolitana, se inclinan por ver el
programa Combate en la franja del Prime
time en Costa Rica?
Objetivos: General:
Explorar la percepción de la audiencia de
“Combate” como producto simbólico en la
televisión abierta costarricense.
Específicos:
Detectar si la población de estudio encuentra
elementos de identificación con el programa
“Combate”
Vislumbrar si la población de estudio
encuentra relación entre los elementos de
identificación percibidos y otros programas
de televisión abierta costarricenses.
Describir si la población de estudio
identifica una correlación de factores
comunes con otros programas
Estado de la Cuestión: Marcela Farré Rusculleda (2005), en su
investigación presenta indicadores básicos y
específicos del medio para buscar y alcanzar
la calidad como objetivo deseado en la
programación. A pesar de que la autora
señala que los criterios para definir una
televisión de calidad son muy relativos,
enfatiza que existen diversos atributos como
la necesidad de difundir valores positivos
para la sociedad, entre los que se destacan:
la tolerancia, la justicia, la paz y el respeto
por la diversidad. Además, otros criterios
que definen la calidad destacando el
profesionalismo (solidez, preparación
adecuada) y la calidad artística; pero, insiste
sobre el valor de la diversidad (la pluralidad
en todos los aspectos, en el contenido y en el
formato de los programas). De igual manera,
Lucio Blanco Mallada (2005) coincide en su
artículo Estándares de Calidad en
Televisión y su Valoración que mediante el
estudio de las técnicas de programación y de
realización en la producción de programas
vemos cómo la “estrategia de la seducción”,
conjunto de recursos con los que opera la
televisión actual para la captación y la
fidelización de la audiencia, convierte los
programas en formatos donde los criterios
para el establecimiento de una televisión de
calidad sucumben.
En Consumir como espectadores y no como
consumidores de José Claver y Lidia
Santiago (2005), se expone la situación
actual del fenómeno de la televisión. Se ha
generado un cambio en el que el espectador
prefiere programación basada en el
entretenimiento y espectáculo. Producto de
este mismo efecto se retratan las acciones de
personas consideradas personajes por sus
acciones o atributos.
Se menciona cómo la influencia de la
televisión y la inclusión en la vida privada,
genera en el público un interés a las acciones
cotidianas de los artistas y famosos; que
incluyen a cualquier persona que haya
estado en la televisión.
Otro punto que se rescata en el texto es la
importancia de la generación de televisión
de calidad, con originalidad; donde las
televisoras no se copien unas a otras los
formatos que poseen. El formato televisivo
que se ha venido manejando no busca los
intereses de la variedad de públicos a los
cuáles se dirige, las televisoras proponen y
los espectadores se acostumbran a ello.
Las investigaciones mencionadas en el
artículo hablan acerca de un cambio, de ser
espectador a un convertirse en un
consumidor; esto indicaría que el espectador
tomaría conciencia de su papel dentro el
proceso comunicacional, generando una
actitud crítica hacia lo que quiere ver
exigiendo contenidos más valiosos.
La variedad de oferta con la televisión
satelital, según lo indican Clavero y
Santiago (2005), llega a convertirse en una
opción con más variedad a la dada por la
televisión abierta, pero el contenido
observado va a depender de la
responsabilidad del emisor y del receptor.
En Usos y gratificaciones de la televisión
según los receptores infantiles, Antonio
Flores (2005) expone los resultados de su
investigación, en la cual se buscaba retratar
las causas del consumo de televisión en una
población de 10 a 12 años. Como resultado
se obtuvo que entre dos y cuatro horas
diarias tienden a ser la cantidad de tiempo
que se dedica a la televisión. El consumo de
este medio y los programas “favoritos”
responden a la necesidad de satisfacer
necesidades básicas por parte de la
población estudiada. Tales necesidades
pueden ser cariño, comprensión, atención.
La televisión, según el autor, se convierte en
un instrumento de compañía, en una
sociedad donde ambos padres trabajan. Estas
necesidades se convierten en la entrada para
el consumo de los medios, el espectador es
moldeado por la programación de la
televisora.
Alfonso Sánchez (2006), en su artículo La
medición de la calidad, instrumento de
gestión de las empresas audiovisuales,
refleja una inquietud de cierto segmento de
la población la disminución en la calidad de
los productos televisivos.
Primeramente, la caída de la calidad no ha
sido demostrada si no un supuesto empírico;
el autor menciona que la calidad televisiva
no responde a la producción audiovisual con
altos contenidos culturales sino a la que
complace las demandas implícitas y
explícitas de la población. Al mismo tiempo
se basa en elementos como el ingenio,
respeto, armonía, coherencia, innovación,
entre otros.
El autor menciona que el público no se ha
alejado de su papel de espectador, es por
este motivo que las organizaciones de
telespectadores no han tenido respuesta a sus
peticiones de mejora en la calidad de los
productos televisivos. El público tiene la
última palabra sobre los productos, si no son
consumidos no serán transmitidos, las
tendencias en programación no reflejan
necesariamente los gustos del público, pero
si la oferta es escasa y va a dirigido a la
generalidad, se puede atraer un poco más de
público. Se elige lo más parecido a los
gustos, o por lo menos así se refiere el autor
a la escogencia del público por los productos
televisivos
El autor establece una relación entre los
precios de los medios y la programación,
menciona el caso de la televisión por pago y
como esta debe establecer una relación más
estrecha con su público
El tipo de contenidos depende de las
decisiones relacionadas con las
características de la programación, la
competencias, el talento de los profesionales
o y las decisiones de consumo del público
(Sánchez, 2006).
Hugo Berti (2000) realiza lo que podría
considerarse un intento por estandarizar lo
que puede ser considerado como “televisión
de calidad”. A pesar de lo abierto y
debatible del concepto, el autor reconoce
una serie de parámetros que podrían, desde
perspectivas definidas, definir la calidad de
un programa de televisión. Sin embargo, el
enfoque que decide tomar es el
correspondiente a la gratificación del
espectador.
En “La experiencia del espectador. Una
propuesta teórica para investigar la calidad
de los programas de televisión” Berti (2000)
ofrece la comprensión del programa
televisivo como un texto que carga con una
“promesa de placer”, una especie de
contrato tácito que se establece entre el
productor que debe tener una idea definida
de lo que su presunta audiencia encontrará
placentero. Este convencimiento implica que
se tiene que tener una imagen clara del
espectador meta para sintetizar el modo de
destinación del programa. En el sentido más
“comercial” o “frívolo” el programa será
colocado en una franja horaria para ese
público meta, y su calidad será medida en
tanto alcance sus objetivos de audiencia. No
obstante, la visión “gratificacionista”
presenta la idea de calidad medida con
parámetros de placer, la relación
“experencial” entre la televisión y el
espectador que lo pasará por el filtro de sus
vivencias y su subjetividad, he ahí lo
esencial de tamizar el público meta.
De un tema similar hablan Eugenio Sulbarán
y Juan Pablo Boscán (2004) cuando nos
hablan de la televisión de modelo temático y
su opuesta, la generalista. Aunque para
ambas es esencial el estudio de audiencia,
sus fines son diferentes, la primera tiene más
de la mitad de sus ingresos por medio de
suscripciones, mientras que la segunda
depende totalmente de la publicidad.
Mencionan que los espacios informativos,
los bloques de noticias funcionan como
elementos estructurales que dividen el día de
emisión en inicio, mediodía y cierre, además
de que para la televisión venezolana (en
donde estos autores basan su análisis) estos
programas otorgan prestigio a las cadenas.
Hoy en día las audiencias se han convertido
en el último fin y objeto de las televisoras,
en ocasiones importa más la cantidad de la
audiencia que su calidad, puesto que así se
pueden obtener mejores precios en pauta
publicitaria. Para garantizar el mejor
funcionamiento de su sistema, es vital para
las televisoras generalistas dividir la oferta
de programación en franjas horarias.
Concluyen haciendo una síntesis del
modelo generalista actual en donde se
presentan generalmente dos alternativas de
difusión de contenidos para atrapar los más
altos índices de recepción con una sola
oferta de programas.
Por su parte, Dominique Wolton (1995)
discute si el producto televisivo tiene alguna
injerencia con respecto a los contenidos y
juicios que con la información transmitida
proponen, expone sobre la existencia o no de
un filtro creado por el público o la audiencia
y examina el papel social y cultural de la
oferta televisiva. Debate también sobre el
papel de los programas de televisión en la
creación de una cultura de masas y la
homogenización que representa la televisión
pública con sus contenidos.
Si bien el trabajo Guillermo Orozco Gómez
(2001) en “Televisión: Audiencias y
Educación” se basa principalmente en la
propuesta de mayores y mejores
intervenciones pedagógicas de las
televidencias, expone también las audiencias
como sujetos susceptibles a la
transformación por medio de los mensajes
comunicados, y cómo éstos mensajes
influyen en su forma de pensar. De ésta
forma propone que es posible mirar la
televisión desde otra perspectiva, no sólo
como agente de entretenimiento sino
también como objeto para la educación y
aprendizaje. Por lo tanto, según el autor, la
falta de ésta clase de contenidos en la
televisión puede tener también un efecto
negativo en una sociedad, al no incentivarse
la crítica y el conocimiento.
En “Televisión, Audiencias y estudios
culturales” Morley expone cómo se
interpretan las audiencias y cómo pueden
analizarse en relación con su estructura de
clases, construcciones ideológicos, entre
otros, y, consecuentemente, como pueden
crearse productos especialmente diseñados
para éstos grupos.
Para finalizar, Aguaded expone cómo debe
de educarse un individuo para responder a
los medios de comunicación, y
principalmente a la televisión, de forma que
sea posible convivir con la televisión para
que la comunicación y educación sean los
ejes fundamentales de la demanda de la
audiencia al recibir determinados productos
televisivos.
Marco Teórico En primer lugar se partirá de la creación de
objetos simbólicos según la teoría expuesta
por Patricia Pallavacini (2008, pág 6) que
encuentra en el objeto simbólico valores y
mensajes que son “ofrecidos como
satisfactores simultáneos de diversas
necesidades, tanto de aquellas que están
directamente asociadas con la naturaleza
del objeto, como de otras que pueden ser
incluso más importantes para el sujeto
consumidor.” . Sin embargo, el objeto
simbólico también debe ser observado como
un constructor del mundo social y la
identidad de quien recibe éstos objetos: tanto
así que el objeto puede responder al
inconsciente del sujeto: sus pensamientos,
sentimientos, entre otros. Ésta relación entre
objetos y símbolos permite, sin duda,
transmitir mensajes y apelar a los sujetos
más allá de un sistema o camino de
comunicación explícita.
Ahora bien, el objeto simbólico es, por
supuesto, el resultado de un proceso de
invención (consciente) que, como explica
Pallavacini, responde a las necesidades de
determinados grupos o individuos. Éste
mismo proceso o relación que establece el
objeto simbólico es también utilizado en la
creación de algunos productos en
comunicación (entiéndase aquí el producto
como “cualquier cosa que se puede ofrecer
a un mercado para satisfacer un deseo o
una necesidad.” (Kotler, s.f). )
Por tanto, aquel objeto simbólico creado
conscientemente con el objetivo de
responder a necesidades o deseos de una
población, y que busca en dicha respuesta el
consumo será definido, para efectos de ésta
investigación, como producto simbólico.
Con respecto al consumo, mencionado
anteriormente, partimos de la definición de
que consiste en utilizar o adquirir productos
(de cualquier índole: servicios, objetos,
bienes, etc). Sin embargo, la obtención de
éstos productos llega a significar también la
adquisición de símbolos. Baudrillard señala
que “el consumo no puede considerarse
como un simple deseo de propiedad de
objetos, sino como una organización
manipulada de la función significante que
transforma al objeto en signo, el consumo
pasa a ser una actividad de uso expresivo e
identificado de signos (...) Consumir
significa, sobre todo, intercambiar
significados sociales y culturales” 1 .
Es esencial reducir este concepto al
consumo de productos diseñados para
televisión: éste consumo es también una
manera de compartir símbolos, comunicar a
grupos y responder a necesidades. Existe
una relación directa entre la forma de
consumo de productos y la sociedad en la
que ésta se desarrolla, ésta relación
posiblemente define e identifica a una
población
Con relación al aspecto de la identificación
con los programas, Mónica Figueras (s.f.) en
“Las Series son como la vida” El
significado para las adolescentes de la
ficción televisiva, menciona cómo se crean
un serie de similitudes entre los personajes o
la temática de una serie de televisión y los
aspectos que pueden estar pasando en la
vida cotidiana. Este elemento de
identificación va a caracterizar el consumo
1 Baudrillard homogeniza el significado de los
productos y su relación con el consumidor al utilizar
el término “signo”: para efectos de ésta investigación
se prefiere el término “símbolo” que manifiesta
diversidad de significados relacionados con la
subjetividad de quien los percibe y que establece una
relación directa a nivel inconsciente.
mediático que se de; es por lo anterior que
se hace relevante crear con la audiencia
elementos de identificación, que puedan
garantizar el consumo de dicho producto
simbólico.
Se tomará una definición de oferta que vaya
acorde con la de producto, de esta forma se
entenderá como la combinación de
productos, servicios, información o
experiencias que se ofrecen en un mercado
con el objetivo de satisfacer necesidades o
deseos. Sin embargo, se debe tener en
consideración que en el presente caso de
estudio no se trata de un producto físico.
Entonces debemos tomar en cuenta dentro
de la oferta productos como servicios
actividades o beneficios. (Kotler,
Armostrong, 2001).
La televisión como producto con una cierta
oferta tiene características especiales, está
regulado por una parrilla televisiva, ésta
consiste en una organización horaria en la
cual un canal dispone de los diferentes
programas, generalmente organizados según
su contenido y forma.
Las distintas opciones de la oferta o parrilla
televisiva tienen sus respectivas audiencias:
entendidas en general como el grupo de
personas que reciben un mensaje por medio
de algún medio de comunicación y , para
ésta investigación, observadas como aquella
población que consume un producto
televisivo. Para la creación de ésta clase de
productos resulta fundamental segmentar la
población, con el fin de crear mensajes más
directos y, posiblemente, más efectivos: éste
concepto de segmentación es conocido
como “público meta” . El público meta
consiste en “la segmentación de audiencias
en grupos homogéneos en función de
determinadas características pertinentes”
(Schiffman, 2005)
Existe un diferencia fundamental entre la
televisión pública y la televisión abierta.
La televisión abierta, también conocida
como televisión terrestre, está conformada
por las señales de los diversos canales que
transmiten de manera gratuita. Bellio
(2006), menciona que estas señales se
encuentran en frecuencias que son de
dominio público administradas por el
Estado, y por lo cual la audiencia no debe
pagar un importe por la recepción de la señal
de dicho canal.
Mientras que cuando se habla de televisión
pública o estatal se está tratando no en
términos de televisión gratuita o pagada,
sino de quién administra el canal. Ésta es
dirigida por el Estado y no incluye cuñas
publicitarias, sino que es utilizada para
propaganda de obras del mismo Estado. La
alternativa de la televisión pública es la
privada, cuyos propietarios son particulares.
Para finalizar, se ha diseñado el término
“Producción Televisiva para Grandes
Masas” para designar a aquella elaboración
de productos televisivos que en su público
meta y audiencia contemplan a amplios
sectores de población (distintas edades,
condiciones económicas, etc) . Éstos
programas generalmente forman parte de las
parrillas televisivas públicas y se presentan
en horarios accesibles para distintos tipos de
población.
Metodología Para investigar la percepción de la audiencia
de “Combate” como producto simbólico en
la televisión abierta costarricense y la
existencia de elementos de identificación
que eventualmente pueden encontrarse en
otros programas de televisión, el paradigma
utilizado será de carácter cualitativo, debido
a que permite un acercamiento más
profundo y particular a fin de profundizar
más en relación a la diferentes percepciones
del público e identificar la diversidad de
razones que motivan el consumo de este
producto simbólico. Por lo tanto, debido al
tipo de investigación cualitativa, se recurren
a las entrevistas a profundidad debido a que
éstas están más acorde con la naturaleza de
la investigación que comprende la
indagación de características psicográficas
como pensamientos, gustos y actitudes de la
población entrevistada.
Se trata de entrevistas a profundidad por
medio de preguntas y objetivos claros que
permitan responder a los objetivos
planteados para ésta investigación, siempre
dejando espacio a la inclusión de temas que
sobresalgan a lo largo de la entrevista y que
se considere que puedan aportar a la
investigación. Se operacionalizarán los
conceptos de modo que el entrevistado se
sienta cómodo y comprenda fácilmente las
preguntas planteadas.
Se preve que la entrevista en su aplicación
para las personas que apliquen al
instrumento tardará aproximadamente entre
media hora a una hora, para ello los
reactivos que se diseñen no podrían superar
en número entre las 15 y 30 preguntas, cuya
duración promedio de respuesta se ubique
entre uno y dos minutos.
Las entrevistas serán realizadas en lugares
donde exista poca distracción, relativamente
cómodos para el entrevistado, donde el
sonido o el ruido no afecte la entrevista. El
espacio será seleccionado de forma que
también permita una entrevista prolongada,
deberá de contarse con al menos una
grabadora de sonido. Por lo anterior, y por la
accesibilidad al lugar, las entrevistas se han
designado realizarse en aulas de la
Universidad de Costa Rica, previendo que
estén disponibles durante la duración de la
entrevista y procurando no ser interrumpidos
a lo largo de ésta.
Se seleccionarán al menos seis televidentes
y asiduos “consumidores” del programa
Combate, que vivan en el Gran Área
Metropolitana y que sus edades comprendan
entre los 12 y los 21 años. Como
“televidente asiduo” se entenderá aquella
persona que se exponga al consumo del
programa bajo estudio al menos en cuatro
oportunidades por semana y que observe el
programa completo en cada emisión.
Se seleccionan estos participantes dentro del
Gran Área Metropolitana debido a la
facilidad de traslado geográfico que existe
para los entrevistadores. Con respecto a la
edad, pese a que la audiencia tiene un
amplio rango de televidentes, la población
seleccionada tiende a consumir programas
similares, lo cual permite establecer o
identificar la relación con otros elementos
(gusto por concursos, reality shows, música,
juegos, etc).
Las preguntas de la entrevista se traducirán a
un menor nivel de complejidad para
operacionalizar cada uno de los conceptos
contenidos en los objetivos de la
investigación, lo cual permitirá a los
entrevistados entender cada una de las
interrogantes con un mayor grado de
familiaridad y brindar respuestas más
precisas.
La estructura y los tipos de preguntas de la
entrevista a profundidad se plantearon con el
objetivo de no sesgar las respuestas de los
investigados desde un inicio. Para dicho fin,
las interrogantes no apelan de manera
inmediata al programa “Combate”, por el
contrario, al inicio buscan indagar poco a
poco cuáles son los patrones de consumo
mediático de los entrevistados hasta que de
los mismos surja su preferencia por
“Combate”o no, y a partir de dicha
afirmación las interrogantes se enfocan en la
búsqueda de los elementos de identificación
con el programa y las razones por las cuales
es o no visto.
Las preguntas iniciales se relacionan con las
actividades que el entrevistado realiza en su
tiempo libre y derivar si entre las mismas
existe un consumo frecuente o no de
programas televisivos. Cabe señalar que el
término “consumo” no se apela
directamente y se desglosa en una serie de
interrogantes relacionadas con los tipos de
programas, música y canales favoritos. Entre
las preguntas se encuentran las siguientes:
● ¿Qué hace usted en un día normal?
● ¿Realiza alguna actividad especial o
hobbie?
● ¿Escucha radio?
● ¿Qué emisora escucha?
● ¿Le gusta escuchar música?
● ¿Qué tipo de música le gusta?
● ¿Qué actividades realiza fuera de su
casa y cuales dentro de su casa?
● ¿Qué actividades realiza los fines de
semana y cuales realiza entre
semana?
● ¿Le gusta ver televisión?
● ¿Tiene algún canal favorito?
¿Porqué? ¿Cuál?
● ¿Cada cuanto ve televisión?
● ¿A qué hora normalmente ve
televisión?
Durante la segunda etapa, si el entrevistado
menciona entre sus programas preferidos
“Combate”, se empieza una serie de
interrogantes con el objetivo de conocer y
establecer una relación entre los elementos
preferidos del programa y otros de carácter
similar. En esta etapa se enfatiza la
subjetividad del espectador y los aspectos
relacionados a la visión “gratificacionista” y
“experencial” cuya misión es “tamizar” al
público meta. Por lo tanto, las interrogantes
apelan a la búsqueda de respuestas ligadas a
los gustos y razones que motivan la elección
de ese programa.
● ¿Tiene algún programa preferido?
● ¿ Cual es su programa preferido?
● ¿Ve algún programa de producción
nacional? ¿Cuales?
● ¿Tiene alguna preferencia por algún
programa de televisión nacional?
(enlistar programas de producción
nacional) con respecto a esta
pregunta incluir ¿Cuáles? ¿Porqué?
(3 porqués)
● ¿Qué es lo que más le gusta de ese
programa?
Con las siguientes preguntas se apela a un
cierto sentido de identificación con el
programa, lo cual trasciende del papel del
espectador únicamente frente a la televisión.
● ¿Le agradan los participantes y
conductores del programa? ¿Cuáles ?
¿Por qué?
● ¿Le gusta algún equipo en
particular? ¿cuál? ¿porque?
● ¿Ha participado en el programa ?
(por medio de mensajes de texto,
llamadas, visita al estudio)
● ¿Le gustaría participar en el
programa?
● Sigue en Facebook la página de
Combate o de los concursantes
● ¿Ha visto algún programa similar?
● ¿Le gustan?
● ¿Qué es lo que más le agrada?
La última pregunta hace referencia a la
generación de oferta televisiva a la misma
hora que se transmite el producto estudiado.
● ¿Cambiaría Combate por otro
programa que dieran a esa hora?
Análisis
Resultados Generales La identificación del consumidor de un
producto o un programa determinado puede
desarrollarse a partir de sus gustos,
preferencias y espacios de esparcimiento, en
donde algunos individuos buscan escaparse
de los espacios que implican algún tiempo
de obligación y trabajo.
Las entrevistas realizadas permiten obtener
información no sólo sobre los hábitos de
consumo de medios de algunas personas,
sino también de sus prácticas cotidianas,
costumbres y preferencias personales.
Logran también mostrar las opiniones de
algunas personas con respecto al programa
en específico y analizar el impacto que
presenta en la vida de sus consumidores.
Primeramente, deben resaltarse los hábitos
cotidianos de las personas entrevistadas,
hábitos en los que la radio o la música juega
un papel al menos digno de ser mencionado.
Resaltan diferencias con respecto a los
medios utilizados para escuchar música,
divididos entre el uso de aparatos
especialmente diseñados para tal propósito
(como radios, grabadoras o equipos de
sonido) y los celulares móviles, que
permiten directamente seleccionar la música
que las personas desean escuchar a través de
la descarga o intercambio de canciones.
Entre los estilos o ritmos de música
mencionados pueden encontrarse la bachata,
el pop, el rock y el reggaetón. Hacia este
último, en particular, se observan algunas
contradicciones en entrevistados, quienes en
algún momento mencionan expresamente su
disgusto por el reggaetón (adjetivizado a
veces como “reggaetón pesado”) pero a la
hora de mencionar sus canciones preferidas
destacan obras pertenecientes a dicho género
e incluso a cantantes que anteriormente
reconocieron como artistas que muchas
veces “no les gustaba escuchar”. Con
respecto a artistas, mencionados en
específico, se mencionan como los
preferibles Ricardo Arjona, Michel Teló,
Don Omar, Wisin y Yandel, entre otros.
Exceptuando actividades generalizadas
como la alimentación, el
tiempo de reposo (entre otras),
el tiempo destinado para ocio
gira en
ocasiones
entorno a el uso
del Internet
(específicamente Facebook) y el observar
televisión. Se presentan prácticas como
jugar videojuegos o practicar algún deporte
en un entrevistado.
Con respecto al consumo de programas
televisivos sí resulta importante resaltar que
la totalidad de los entrevistados consume
programas televisivos en horas nocturnas,
después de las obligaciones como el trabajo
o el estudio.
Valorando los horarios de consumo, se
puede mencionar que en horas de la noche,
es donde se presenta una mayor cantidad de
audiencia de cualquier programa. Éste
tiempo (denominado generalmente “prime
time”) es utilizado por los programas para
vender publicidad a mayor precio, ya que
llega a mayor cantidad de personas.
Dentro de la programación abierta de Costa
Rica es uno de los primeros programas de
“juegos” de producción nacional. Este
formato incorpora el factor lúdico o de
diversión por medio de los juegos, y además
le incluye un componente emocional
relacionado con las expulsiones de algunos
de los concursantes del programa.
Durante las entrevistas se consultó acerca de
un programa similar a Combate. Los
entrevistados mencionaron nombres de
programas similares a Combate pero de
origen extranjero.
Las características que se repiten en los
programas que mencionaron los
entrevistados, Combate (Perú) y Calle 7,
están relacionadas con el uso de concursos o
juegos durante el mismo
Combate como un producto mediático de
consumo, trasciende de la presencia
únicamente en la televisión, se transforma
en un tema de conversación para muchas
personas, genera involucramiento de los
televidentes en los perfiles de las redes
sociales de dicho programa, para mantenerse
“informados” de lo que sucede diariamente.
Además dependiendo del grado de
identificación de la persona, esta llega a
invertir dinero en la participación en el
programa por medio de llamadas o mensajes
de texto.
Los entrevistados no manifiestan que
consuman programas nacionales
precisamente por un apoyo hacia las
producciones realizadas en el país. Sin
embargo rescatan entre sus programas
preferidos “Informe 11”, “Lo que pone la
Gallina”, y “La Media Docena”. Aquellos
que no poseen servicio de cable, afirman no
tener ningún canal preferido y que buscan en
la oferta pública televisiva.
La mayor parte de los entrevistados
concuerdan que entre los elementos que
promueven el consumo de “Combate”
destacan el juego y los participantes, este
aspecto coincide con las características de
los programas de televisión abierta
costarricense que han tenido mayor
popularidad y niveles de audiencia, por
ejemplo “A Todo Dar”.
La oferta de la televisión pública.
Aquellos entrevistados que no contaban con
servicios de cable o televisión por satélite
afirmaron no tener ningún canal preferido y
que en ocasiones observaban algunos
programas de televisión nacional
básicamente por ser los únicos que se
encuentran a su disposición.
Desde éste punto podría considerarse que el
consumo de Combate se produce en algunas
ocasiones por una reducida oferta televisiva
que no presenta variedad de contenidos que
sean de gran interés para algunas personas.
Combate podría representar una alternativa
para muchas personas que, aunque no
esperan precisamente los contenidos
mostrados en el programa, se conforman con
un producto algo más interesante que el
resto de la oferta.
Sin embargo, dos entrevistados mencionaron
contar con televisión por cable y consumir
Combate pese a toda la oferta disponible. E
incluso, buena parte de las personas
consultadas afirmaron no tener otro
programa preferido, y
no pudieron
describir
precisamente qué
características
tendría un
programa que les interesara más.
Según las entrevistas, argumentar la baja
variedad u oferta de programas en la
televisión nacional como una de las posibles
razones de consumo del programa es
completamente válido, pero no
necesariamente una de las principales
razones.
Quizás, observar a otra persona jugando o
participando en actividades de
entretenimiento, podría producir en algunas
personas una asimilación de una sensación o
sentimiento de otra persona, causado por
empatía. De alguna manera podría
asemejarse a la respuesta que obtienen
algunas personas en el cine o al observar a
una persona jugar videojuegos, cuando
sustituyen una actividad de cualquier índole
por la de observar a otra persona
realizándola. Es quizás así como el
programa no sólo forma parte de un espacio
de ocio, sino que también representa y
muestra actividades relacionadas con el
tiempo libre que pueden emular en el
espectador sensaciones distintas.
El trabajo y el juego constituyen entonces
dos de los puntos más importantes en ésta
discusión. Si la televisión constituye un
espacio de ocio y una evasión o escape a las
obligaciones y al trabajo o estudio, el
consumidor espera encontrar material que
responda a ése espacio. Combate presenta
un contenido ajustado a la franja horaria y a
los esquemas de consumo de algunas
personas.
Como anteriormente se definió aquel objeto
simbólico creado conscientemente con el
objetivo de responder a necesidades o
deseos de una población, y que busca en
dicha respuesta el consumo es un producto
simbólico. De acuerdo con lo anterior el
programa Combate es un producto
simbólico, el cuál fue creado para satisfacer
una necesidad de ocio que poseían los
televidentes del horario estelar de la
programación, ya que tradicionalmente esa
franja horaria está conformada por
telenoticieros.
La oferta de contenido dentro de
Combate:
Los entrevistados destacaron variedad de
razones por las que les agrada Combate.
Resaltan la música, los juegos, los
participantes, el trabajo en equipo, entre
otros.
Debe plantearse como teoría que la variedad
de contenido ofrecida por Combate permite
la convergencia de variables tanto positivas
como negativas. Por lo tanto, tomando en
cuenta la amplia gama de gustos de los
espectadores, algunos de ellos pueden
considerar la existencia de factores positivos
que apelan a sus preferencias y que pueden
superponerse a los factores negativos o
críticos del programa.
La amplia gama de variables presente en
Combate como producto, en comparación
con otros programas, posibilita la existencia
de elementos que apelen a una mayor
cantidad de consumidores. Estos contenidos,
característicos de un producto televisivo
diseñado para grandes masas, apelan a
públicos distintos de muy diversas formas.
Así, según la hipótesis, el consumo de
Combate dependerá de la percepción del
espectadores de los factores positivos, los
cuales reflejan sus gustos y preferencias:
como resultado los elementos considerados
negativos no interfieren en dicha decisión.
Es importante, entonces, resaltar que la
variedad de opciones y variables que
presenta el programa (música,
presentadores, participantes, juegos,
conflicto entre equipos, trabajo en equipo,
entre otros) se perfilan como una posible
razón de consumo.
Combate como producto:
Existen diversos factores presentes en
Combate que permiten identificarlo y
catalogarlo como un producto. No sólo tiene
una promesa de marca, una serie de
seguidores, sino que también su presencia va
más allá del medio televisivo: no se limita a
ser un programa de concursos o juegos, sino
también incorpora otros elementos como el
reality, para dar continuidad a los eventos.
En éste sentido, Combate posee las
características de un producto, ya que busca
que las personas lo consuman no solo con el
espacio en el cual se encuentra al aire en
televisión, si no que se convierta en un
aspecto de la interacción en redes sociales o
en conversaciones.
Dicha propuesta se representa en la afinidad
por algún equipo en particular, además de la
identificación con los integrantes que
participan en el programa especialmente
cuando son nominados para eliminación.
Combate posee las características básicas de
un producto al brindar una solución a un
problema. . En su caso, resuelve la
necesidad concreta de disponer un espacio
de ocio o de entretenimiento, completamente
opuesto a las actividades cotidianas como el
trabajo o estudio.
Combate, como producto, presenta también
un elemento de compatibilidad permitiendo
a la producción de un programa dirigido a
una gran audiencia que, posiblemente,
dentro de su público meta no separa entre
edades, sexos, lugar de habitación ni
condiciones económicas, buscando una
producción para una gran masa.
Han de resaltarse otros elementos, como la
competencia, que crea también en los
televidentes la necesidad de conocer la
dinámica entre los participantes: una especie
de vigilancia o expectación por la vida de
otras personas. Algunos de los entrevistados
señalaron tener algún tipo de relación o
conexión con los participantes que se veía
evidenciada a la hora de enviar mensajes de
texto o participar en el set para tener
contacto con la persona. Éstos lazos
afectivos que se han formado en algunos de
los televidentes deben analizarse a futuro,
pues, sin duda alguna, en éstos
consumidores la relaciona directamente con
la personalidad de los presentadores y/o
participantes.
Conclusiones
Antes de destacar algunas de las conclusiones, debe de insistirse en que, por el carácter de ésta
investigación, los resultados obtenidos sólo tienen injerencia en la población estudiada. Sin
embargo, pese a que muchas de las teorías y preguntas aquí formuladas deben de responderse
mediante otras investigaciones -de preferencia cualitativas- deben considerarse estas
conclusiones como posibles rutas de investigación o soluciones a la pregunta originalmente
propuesta para esta investigación.
Primero debe resaltarse que cierta población que observa el producto simbólico
Combate siente una identificación con los jugadores y los equipos del programa, esto
reflejado especialmente en el espíritu de trabajo en equipo y compañerismo, en los
casos donde entre los jugadores se presentan desavenencias, esto incomoda a los
televidentes.
También, el aspecto del ocio se relaciona con la afinidad hacia programas con juegos
que poseen concursos, ya que genera cierto estado de relajación. Existe una relación
directa entre el tiempo de ocio y el entretenimiento (rutas de escape o de relajación
de las obligaciones) y Combate.
El programa Combate se puede considerar un producto, ya que brinda un valor de uso
relacionado con la recreación por medio de los juegos que se observan. Además posee
factores que lo ligan afectivamente con los televidentes.
La gran gama de contenidos y oferta dentro del programa constituye un factor
positivo en la elección del programa.
No es oportuno considerar en todos los casos que Combate es observado como
respuesta a una pequeña oferta televisiva de la televisión pública.
Existe una relación directa entre el tiempo de ocio y el entretenimiento (rutas de
escape o de relajación de las obligaciones) y Combate.
Bibliografía ________________________
● Aguaded, J. (1999). Convivir con la
televisión. Familia, educación y
recepción televisiva. Buenos Aires,
Paidós Editorial.
● Baurdrillard, J. (2009). La sociedad
de consumo: sus mitos, sus
estructuras. [En línea] Siglo XXI de
España Editores. Recuperado el
(04/04/2012), de http://books.google.co.cr/books?hl=es&l
r=&id=vaz4i5xYSMoC&oi=fnd&pg=P
A50&dq=consumo&ots=5Mdu_rJ4Hq&
sig=SrOc6dWYCrzI8dGGWV6UGfz4P
8w&redir_esc=y#v=onepage&q&f=fals
e ● Belolio R. , Jaime (2006).TV digital
en Chile: evolución, adaptación y
desafíos. Recuperado el (04/04/2012)
de http://www.anatel.cl/cgi-
bin/noticias.cgi?id=106 ● Berti, H. (2000). La Experiencia del
Espectador. Una Propuesta Teórica
para Investigar la Calidad de los
Programas de Televisión. Revista
Latina de Comunicación Social, 34
(3), n.p. Recuperado de
http://www.ull.es/publicaciones/latin
a/aa2000kjl/w34oc/48s5hugo.htm
● Blanco, L. (2005). Estándares de
Calidad en Televisión y su
Valoración. Comunicar: Revista
científica Iberoamericana de
Comunicación y Educación, 25
(2),1134-3478. Recuperado de
http://dialnet.unirioja.es/servlet/artic
ulo?codigo=2926238
● Clavero,J & Santiago, L. (2005)
.Consumir como Consumidores y no
como Espectadores. Comunicar, 25,
n.p. Recuperado de
<http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/s
rc/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=15825
086>
● Fenollar, P & Ruiz, S. (s.f). Efectos
de los Medios de Comunicación, la
Imagen Social de la Publicidad y los
“Otros” en el Consumo Simbólico.
Recuperado el (04/04/2012) de http://www.epum2004.ua.es/aceptados/2
58.pdf ● Figueras Maz, Mónica (s.f). “Las
series son como la vida”. El
significado para las adolescentes de
la ficción televisiva. Recuperado el
(04/04/2012) de http://www.miescuelayelmundo.org/IM
G/pdf/monicafigueras.pdf ● Flores, A. (2005). Usos y
Gratificaciones de la Televisión
según los Receptores Infantiles.
Comunicar, 25, n.p. Recuperado de
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/
ArtPdfRed.jsp?iCve=15825056
● Kotler, P & Armstrong, G. (s.f).
Fundamentos de Marketing. (Sexta
Edición). [En línea] Pearson
educación. Recuperado el
(04/04/2012), de http://books.google.co.cr/books?id=sLJ
XV_z8XC4C&printsec=frontcover&vq
=la+gente+satisface+sus+necesidades+y
+deseos&hl=es#v=onepage&q=la%20g
ente%20satisface%20sus%20necesidade
s%20y%20deseos&f=false ● Kotler, P & Armstrong, G. (2001).
Marketing. [En línea] Pearson
educación, México. Recuperado el
(04/04/2012), de http://books.google.co.cr/books?id=J0zq
snlGXqEC&printsec=frontcover&hl=es
&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v
=onepage&q&f=false ● Morley, D. (1996) Televisión,
audiencias y estudios culturales.
Buenos Aires, Argentina. Amorrortu
Ediciones.
● Orozco, G. (2001). Televisión,
audiencias y educación. Colombia:
Grupo Editorial Norma.
● Pallavicni, P. (2008). Los objetos de
consumo en la construcción de los
procesos de individuación de
adolescentes, Última década, 16
(29). Recuperado el (04/04/2012) de http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S07
18-
22362008000200003&script=sci_arttext ● Rusculleda, M. (2005). Hacia un
Índice de la Calidad Televisiva: la
Experiencia de Argentina.
Comunicar: Revista Científica
Iberoamericana de Comunicación y
Educación, 25, (2), n.p. Recuperado
de
http://dialnet.unirioja.es/servlet/artic
ulo?codigo=2927693
● Sánchez, A. (2006). La Medición de
la Calidad, Instrumento de Gestión
de las Empresas Audiovisuales. La
ética y el derecho en la producción y
el consumo del entretenimiento,4,
59-82. Recuperado de
http://dialnet.unirioja.es/servlet/artic
ulo?codigo=2339491
● Sánchez, A (2012, 8 de mayo).
Según Ibope, Combate gana pulso a
ojo con la pared. La Nación.
Recuperados de
http://www.nacion.com/2012-05-
08/Entretenimiento/segun-ibope---
combate-gana-pulso-a-ojo-con-la-
pared.aspx
● Schiffman, L. (2005)
Comportamiento del consumidor.
Mexico. Pearson Education.
● Sulbarán, E & Boscán, J (2004).
Repercusiones del Comportamiento
de las Audiencias en la Construcción
de la Programación Televisiva
Generalista. Signo y Pensamiento, 45
(23), 66-77. Recuperado de
http://recursostic.javeriana.edu.co/cy
l/syp/components/com_booklibrary/e
books/4506.pdf
● Wolton, D. (1995). Elogio del gran
público: Una teoría crítica de la
televisión. Barcelona, España.
Editorial Gedisa.