Rayos de Sol 2

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Anécdotas para el corazón

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Anécdotas y poemas para el alma. Recopilados por Stephen S. [email protected]

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Page 1: Rayos de Sol 2

Anécdotas para el corazón

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RAYOSdeSOL

Anécdotas y poemaspara el alnla

Tomo #2

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.. .

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1era edición: 1000 ejemplares

Recopilado y editado por: RAYOS de SOL© 2001, Sunbeams International

[email protected]

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DEDICATORIA

Dedico este libro a mi ama da madre, sinduda alguna la persona más sacrificada ytrabajadora que he conocido en toda mi vida.Faltaría aquí el espacio para dar todos losdetalles de su heroica vida, sólo mencionaréalgunos:

Mi madre nos crió a mis dos hermanos,a mi hermana y a mí prácticamente sola,porquemi padre no pasaba mucho tiempo encasa, debido a que trabajaba largas horaspara poder mantenernos. Se levantabatemprano cada mañana para preparar eldesayuno. Que yo me acuerde, jamás seretrasó,nunca salimos tarde para ir al colegio.Limpiabatoda la casa, primer y segundo piso,además del sótano y del desván; la teníasiempre impecable y bien ordenada; lavabala ropa y la planchaba, hacía las camas,remendaba las medias y los pantalones,preparaba el almuerzo y la cena, lavaba lavajilla, atendía la estufa gigante de carbón enel sótano. En los cumpleaños y en los díasfestivos había pasteles y queques enabundancia, todos preparados en casa; noscuidaba cuando estábamos enfermos, y

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aunque sufría de fuertes migrañas y est~bamal del corazón no me acuerdo haberla vistoun solo día en cama. A. veces la veía sentadaen la cocina llorando de dolor, pero siemprecumplía con sus deberes cotidianos, ¡siempre!También hacía de jardinero porque teníamosun inmenso jardín con gran variedad de flores,además de vastos áreas de césped tantodelante como detrás de la casa, y encima deeso teníamos un huerto de verduras y frutascon zanahorias, papas, betarragas, pepinos,lechuga, col, espinacas, arvejitas, frijoles,espárragos, fresas, ciruelas, diferentes tiposde manzanas, peras, frutillas de todo color; yno nos olvidemos de las nueces. Todo aquellolo mantenía tan prolijo que parecía un huertodel Edén, sólo que en aquel tiempo no me dicuenta de ello. Cuando éramos chicos noapreciábamos en absoluto las labores denuestra madre. No sé cómo se las arreglabapara hacerlo todo, porque había que sacar lamala hierba y combatir invasiones dehormigas, caracoles y otras plagas, arar,sembrar, regar y cosechar. Por todo el jardínhabía senderos de 1 metro de anchobordeados de pequeños arbustos verdes, eracomo un parque, ¡hermosísimo! Pero nosotrosusábamos los caminos como pista de carrera

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para nuestras bicicletas y no siempreteníamos el debido cuidado. ¡Cómo poníamosa prueba su paciencia!

Recuerdo que teníamos una vecina ,viuda, a la cual debíamos lIevarle el almuerzotodos los días. No comprendía por qué mimamá era siempre tan bondadosa con esaseñora, porque la mujer era un pocomalhumorada y no se mostraba muyagradecida, pero aún así mi madre siemprele daba. Y cuando alguien tocaba la puertapara pedir una ayuda, se aseguraba que nose fuera con las manos vacías y siempre letrataba con amabilidad. Su ejemplo dejó unaimpresión muy profunda en mi corazón y hablómás fuerte que mil sermones.

Pronto va a cumplir los 80 años, y aúnsigue trabajando duro, aunque no tanto comoantes, parte del jardín de flores lo convirtió encésped y otra parte del jardín tuvieron quevenderlo para poder cumplir con pagos albanco.

No la he visto en casi 20 años, porquevivimos a más de 6000 kilómetros dedistancia, pero la tengo más cerca que nunca.

Stephen S.

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aunque sufría de fuertes migrañas y est~bamal del corazón no me acuerdo haberla vistoun solo día en cama. A. veces la veía sentadaen la cocina llorando de dolor, pero siemprecumplía con sus deberes cotidianos, ¡siempre!También hacía de jardinero porque teníamosun inmenso jardín con gran variedad de flores,además de vastos áreas de césped tantodelante como detrás de la casa, y encima deeso teníamos un huerto de verduras y frutascon zanahorias, papas, betarragas, pepinos,lechuga, col, espinacas, arvejitas, frijoles,espárragos, fresas, ciruelas, diferentes tiposde manzanas, peras, frutillas de todo color; yno nos olvidemos de las nueces. Todo aquellolo mantenía tan prolijo que parecía un huertodel Edén, sólo que en aquel tiempo no me dicuenta de ello. Cuando éramos chicos noapreciábamos en absoluto las labores denuestra madre. No sé cómo se las arreglabapara hacerlo todo, porque había que sacar lamala hierba y combatir invasiones dehormigas, caracoles y otras plagas, arar,sembrar, regar y cosechar. Por todo el jardínhabía senderos de 1 metro de anchobordeados de pequeños arbustos verdes, eracomo un parque, ¡hermosísimo! Pero nosotrosusábamos los caminos como pista de carrera

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para nuestras bicicletas y no siempreteníamos el debido cuidado. ¡Cómo poníamosa prueba su paciencia!

Recuerdo que teníamos una vecina ,viuda, a la cual debíamos lIevarle el almuerzotodos los días. No comprendía por qué mimamá era siempre tan bondadosa con esaseñora, porque la mujer era un pocomalhumorada y no se mostraba muyagradecida, pero aún así mi madre siemprele daba. Y cuando alguien tocaba la puertapara pedir una ayuda, se aseguraba que nose fuera con las manos vacías y siempre letrataba con amabilidad. Su ejemplo dejó unaimpresión muy profunda en mi corazón y hablómás fuerte que mil sermones.

Pronto va a cumplir los 80 años, y aúnsigue trabajando duro, aunque no tanto comoantes, parte del jardín de flores lo convirtió encésped y otra parte del jardín tuvieron quevenderlo para poder cumplir con pagos albanco.

No la he visto en casi 20 años, porquevivimos a más de 6000 kilómetros dedistancia, pero la tengo más cerca que nunca.

Stephen S.

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PRÓLOGO

Por el Dr. Herbert Adams

«En mis muchos años de trabajocientífico ha quedado confirmado una y otravez que el estado de ánimo es un factordeterminante para la prevención deenfermedades y para un rápido proceso deconvalecencia.

He tenido el privilegio de leer los libros«RAYOS de SOL» tomo #1 y tomo #2 consus hermosas anécdotas y poemasmotivadores y he sentido el poder sanadorde los mismos. Por ello no deberían faltaren ninguna prescripción médica por suextraordinaria capacidad para suscitarsentimientos nobles, suavizar los corazonese inducir al lector a buscar la tolerancia, elperdón y la reconciliación».

8

,

INDICEDedicatoriaprólogo 51 d' 8

P~o;:ct~ ';<iAYóii ·d·~··~iÓL;;···············································9

Reconocim iento .. ..'. ::::::::::::::::::::::::::::::::. :~

Sección # 1 - Amor que lo entreza todoSección #2 - Perdóname b o ••••••••••••••••••••

Sección #3 - Mamá, Papá .::..:..::::.. ::.. :: .Sección #4 - Cuando las cosas se ponen deficiles ::::

Tomo #1Tomo #1Tomo #1Tomo #1

Sección #5 - Sonríe 13

¡tJ3¡g¡~~i~iECESáA············································~~ALMUERZO CON DIOS 17

~iEtE~Eg~fZ ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: 19VIDA 20

se~~ó~U~~~~~~So~~~~~ de aliento ~.. :::::.....;:'TE FELlCITOI .kLOGIO OPOR:i················································...........24LA fUERZA DE~lENTÓ······································ ~~LLAMADA lNESPERADA 27

~~~~glA~ÚY·ESPE·¿·;~i:::::::::::··:··:::··:··:··:··:::::::: ~~

~t?2R~ Yc~t~\~1T~L·M············:::::::::::::::::::::::::::::::~~Sección #7 - Algo del otro~~d·~·::::~·..:::::~·.~·::::~·....33

~~NDi~AS~iffiE1t¡~ELLO 35~Z'A MISTERlOSA : : : : : : ::::: ~~

LA oITé~~S6ifI:5L6AD······································ 43AMOR DE VERDAD O 45

................................................... 47

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PRÓLOGO

Por el Dr. Herbert Adams

«En mis muchos años de trabajocientífico ha quedado confirmado una y otravez que el estado de ánimo es un factordeterminante para la prevención deenfermedades y para un rápido proceso deconvalecencia.

He tenido el privilegio de leer los libros«RAYOS de SOL» tomo #1 y tomo #2 consus hermosas anécdotas y poemasmotivadores y he sentido el poder sanadorde los mismos. Por ello no deberían faltaren ninguna prescripción médica por suextraordinaria capacidad para suscitarsentimientos nobles, suavizar los corazonese inducir al lector a buscar la tolerancia, elperdón y la reconciliación».

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INDICEDedicatoriaprólogo 51 d' 8

P~o;:ct~ ';<iAYóii ·d·~··~iÓL;;···············································9

Reconocim iento .. ..'. ::::::::::::::::::::::::::::::::. :~

Sección # 1 - Amor que lo entreza todoSección #2 - Perdóname b o ••••••••••••••••••••

Sección #3 - Mamá, Papá .::..:..::::.. ::.. :: .Sección #4 - Cuando las cosas se ponen deficiles ::::

Tomo #1Tomo #1Tomo #1Tomo #1

Sección #5 - Sonríe 13

¡tJ3¡g¡~~i~iECESáA············································~~ALMUERZO CON DIOS 17

~iEtE~Eg~fZ ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: 19VIDA 20

se~~ó~U~~~~~~So~~~~~ de aliento ~.. :::::.....;:'TE FELlCITOI .kLOGIO OPOR:i················································...........24LA fUERZA DE~lENTÓ······································ ~~LLAMADA lNESPERADA 27

~~~~glA~ÚY·ESPE·¿·;~i:::::::::::··:··:::··:··:··:··:::::::: ~~

~t?2R~ Yc~t~\~1T~L·M············:::::::::::::::::::::::::::::::~~Sección #7 - Algo del otro~~d·~·::::~·..:::::~·.~·::::~·....33

~~NDi~AS~iffiE1t¡~ELLO 35~Z'A MISTERlOSA : : : : : : ::::: ~~

LA oITé~~S6ifI:5L6AD······································ 43AMOR DE VERDAD O 45

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ección #8 - Tu mejor amigo 49ESA VIDA SOLITARIA 51EL AMIGO 1 VALIDO.... 53LO FICHERO DE MI VIDA 55PAL BRAS DE VIDA .:.;.............................................. 58MOME TO DE CARINO 59HUELLA EN LA ARE A 61EL GORRJO CITO..... 62DIOS VIVE E TRE ALGODO ES 63

OLEDAD 66A PI TURA DE POCO VALOR 67

JESÚS, E TI CO FÍO 70PARA UN AMIGO COMO TÚ 71¡CO FíA E MÍ! 73¡LA GANGA DE TU VIDA! 75

Sección #9 - Sin esperar nada a cambio 79BESOS E EL AIRE 81PREMiO NOBEL ,.................................. 82UN EJEMPLO A SEGUIR 83LA RECOMPENSA NO ESPERADA 87EL MENDIGO 89ANDA DO con la MADRE TERESA 91LA PIEDRA EN EL CAMINO 93LA ESPOSA DE DIOS.. 96MEJOR Y MÁS FELIZ 97AMA 98

Sección #10 - Supérate 99LA HISTORlA DE LOS CLAVOS 101ME ESFORZARÉ 102EL LADRÓ DE GALLETAS 103¿ERES U GANADOR? 106HAZ ESTq POR LO ME OS 107SABlpURIA de la MADRE TERESA 10920 A OS DE STLE CIO 111PALABRA IMPORTA TES 114CO SEJOS PARA CONDUCTORES 115ETERNAME TE JOVE 118EL V:UELO DE LOS, GA SOS 119¡QUE TAL ELECCION! 121EL VALOR DE LA ACTITUD 124

MARCA LA DIFERENCIA.. 125

~~[~~~~~L'CA'RACTER"""""''''''''''''''''''''''''''''''·: 127ANlTOS y CONTENTOS · · 129HAZLO DE TODOS MODOS 13 I, ,........................... 133~~g~Er~ol DEMAS ::::::::::: 134

O RA~E 1357 SECRETOS DEL EXITO :: 136LO ESE C¡AL 137LA CORO A ; 137LA FUERZA DEL ESPIRITU ..' 138

Sección #11 - Mi alma afligida 139EL FqRASTERO 141¿QUIE~ ES TU PASTO~? 144CIRUGTA DEL CORAZON 145¡QUIERO VIVIR! 147CARTAS DE UN NIÑO 1494 CASOS ; 151MADRE, ¡DEJAME VIVIR! 153UN MINUTO DE SILENCIO 154

Sección ~12 - La grandeza y la entrega 155EL MAS IMPORTANTE 157LA AZAFATA 163EL GRA EMPEMDOR 164PREGUNTA DIFICIL 165LAS ESPIGAS QUE VALEN ORO 167DOSPATOS,YUNARA A 168LOS TR,ES ARBOLES 169BAMBU 173SIN ESTIMAR SU PROPIA VIDA 176

A VIDA UTIL 177UN PRODUCTO DE CALIDAD 179EL BORDADO 182COMPRADA A GRAN PRECIO 183

ACISTE 184REGALO DE QUINCE AÑOS 185Cl(MPLIR CON EL DEBER 190MAS FIEL - ¡IMpOSIBLE! 191CONTEMPLARE LAS ESTRELLAS 192

Glosario 193

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ección #8 - Tu mejor amigo 49ESA VIDA SOLITARIA 51EL AMIGO 1 VALIDO.... 53LO FICHERO DE MI VIDA 55PAL BRAS DE VIDA .:.;.............................................. 58MOME TO DE CARINO 59HUELLA EN LA ARE A 61EL GORRJO CITO..... 62DIOS VIVE E TRE ALGODO ES 63

OLEDAD 66A PI TURA DE POCO VALOR 67

JESÚS, E TI CO FÍO 70PARA UN AMIGO COMO TÚ 71¡CO FíA E MÍ! 73¡LA GANGA DE TU VIDA! 75

Sección #9 - Sin esperar nada a cambio 79BESOS E EL AIRE 81PREMiO NOBEL ,.................................. 82UN EJEMPLO A SEGUIR 83LA RECOMPENSA NO ESPERADA 87EL MENDIGO 89ANDA DO con la MADRE TERESA 91LA PIEDRA EN EL CAMINO 93LA ESPOSA DE DIOS.. 96MEJOR Y MÁS FELIZ 97AMA 98

Sección #10 - Supérate 99LA HISTORlA DE LOS CLAVOS 101ME ESFORZARÉ 102EL LADRÓ DE GALLETAS 103¿ERES U GANADOR? 106HAZ ESTq POR LO ME OS 107SABlpURIA de la MADRE TERESA 10920 A OS DE STLE CIO 111PALABRA IMPORTA TES 114CO SEJOS PARA CONDUCTORES 115ETERNAME TE JOVE 118EL V:UELO DE LOS, GA SOS 119¡QUE TAL ELECCION! 121EL VALOR DE LA ACTITUD 124

MARCA LA DIFERENCIA.. 125

~~[~~~~~L'CA'RACTER"""""''''''''''''''''''''''''''''''·: 127ANlTOS y CONTENTOS · · 129HAZLO DE TODOS MODOS 13 I, ,........................... 133~~g~Er~ol DEMAS ::::::::::: 134

O RA~E 1357 SECRETOS DEL EXITO :: 136LO ESE C¡AL 137LA CORO A ; 137LA FUERZA DEL ESPIRITU ..' 138

Sección #11 - Mi alma afligida 139EL FqRASTERO 141¿QUIE~ ES TU PASTO~? 144CIRUGTA DEL CORAZON 145¡QUIERO VIVIR! 147CARTAS DE UN NIÑO 1494 CASOS ; 151MADRE, ¡DEJAME VIVIR! 153UN MINUTO DE SILENCIO 154

Sección ~12 - La grandeza y la entrega 155EL MAS IMPORTANTE 157LA AZAFATA 163EL GRA EMPEMDOR 164PREGUNTA DIFICIL 165LAS ESPIGAS QUE VALEN ORO 167DOSPATOS,YUNARA A 168LOS TR,ES ARBOLES 169BAMBU 173SIN ESTIMAR SU PROPIA VIDA 176

A VIDA UTIL 177UN PRODUCTO DE CALIDAD 179EL BORDADO 182COMPRADA A GRAN PRECIO 183

ACISTE 184REGALO DE QUINCE AÑOS 185Cl(MPLIR CON EL DEBER 190MAS FIEL - ¡IMpOSIBLE! 191CONTEMPLARE LAS ESTRELLAS 192

Glosario 193

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Page 11: Rayos de Sol 2

PROYECTO «RAYOS de SOL»

El proyecto RAYOS de SOL se inició conla impresión y distribución de anécdotas enforma de pequeños folletos. La primerahistoria que se imprimió fue «Recuerdo de unajoven madre» (véase RAYOS de SOL - Tomo#1, página 67). Debido a la impresionanteacogida de dicho folleto se imprimieron otrosdos títulos más, luego otros siete y asísucesivamente hasta llegar a más de 150diferentes títulos y más de un millón de folletosdistribuidos gratuitamente en los últimos dosaños.

RECONOCIMIENTOAprovecho para darles las gracias a

todos aquellos que han colaborado tanabnegadamente con donaciones de papelpara los folletos y el servicio de impresiónde los mismos. Sus aportes ciertamente hansido una parte esencial en nuestroshumildes esfuerzos por despertar la fuerzadel amor en los corazones de muchos.

Stephen S.

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SECCiÓN #5

SONRÍE

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PROYECTO «RAYOS de SOL»

El proyecto RAYOS de SOL se inició conla impresión y distribución de anécdotas enforma de pequeños folletos. La primerahistoria que se imprimió fue «Recuerdo de unajoven madre» (véase RAYOS de SOL - Tomo#1, página 67). Debido a la impresionanteacogida de dicho folleto se imprimieron otrosdos títulos más, luego otros siete y asísucesivamente hasta llegar a más de 150diferentes títulos y más de un millón de folletosdistribuidos gratuitamente en los últimos dosaños.

RECONOCIMIENTOAprovecho para darles las gracias a

todos aquellos que han colaborado tanabnegadamente con donaciones de papelpara los folletos y el servicio de impresiónde los mismos. Sus aportes ciertamente hansido una parte esencial en nuestroshumildes esfuerzos por despertar la fuerzadel amor en los corazones de muchos.

Stephen S.

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SECCiÓN #5

SONRÍE

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Page 13: Rayos de Sol 2

LA SONRISALa cosa que en realidad haceque valga la pena la vida,lo que cuesta menos y vale más,es una agradable sonrisa.

La sonrisa que brota de un corazónlleno de amor por su compañero,ahuyentará todo pesary hará salir el sol de nuevo.

Está llena de valor y de bondad,y tiene un toque de amor humano;vale más que un millón de dólares,pero no cuesta ni un centavo.

No hay lugar para la tristeza,pues una sonrisa se la lleva toda.Siempre se ve hermosa y radiantey nunca pasa de moda.

Nos ayuda a continuarcuando el fracaso nos quiere hundir;sus hoyuelos nos animan,nos incitan a seguir.

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LA SONRISALa cosa que en realidad haceque valga la pena la vida,lo que cuesta menos y vale más,es una agradable sonrisa.

La sonrisa que brota de un corazónlleno de amor por su compañero,ahuyentará todo pesary hará salir el sol de nuevo.

Está llena de valor y de bondad,y tiene un toque de amor humano;vale más que un millón de dólares,pero no cuesta ni un centavo.

No hay lugar para la tristeza,pues una sonrisa se la lleva toda.Siempre se ve hermosa y radiantey nunca pasa de moda.

Nos ayuda a continuarcuando el fracaso nos quiere hundir;sus hoyuelos nos animan,nos incitan a seguir.

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Rinde mayor interés,pues sólo me la h~n, presta?o,vale más de un millón de dolares,pero no cuesta ni un centavo.

ALMUERZO CON DIOS

ALGUIEN TE NECESITA

Hacía ya varios días el pequeñoSantiago tenía la inquietud de conocer a Dios.Vivía en un pueblo tranquilo y bonito.

Eran las dos de la tarde y acababa determinar sus tareas escolares, tenía por lotanto varias horas libres hasta la cena. Sepropuso salir para buscar a Dios. Comosuponía que Dios vivía bastante lejos de sucasa, alistó varios sandwiches y dos botellasde limonada, los puso en su mochila yemprendió su viaje.

Cuando había caminado sólo trescuadras se encontró con una mujer ancianasentada en el parque contemplando laspalomas. El niño se sentó junto a ella y abriósu mochila. Estaba a punto de comerse unsandwich, cuando notó que la anciana parecíatener hambre, así que decidió compartir sumerienda. Muy agradecida la anciana aceptóy le sonrió a Santiago. Su sonrisa era muybella, tanto que el niño quería verla de nuevo,así que le ofreció también una botella delimonada. De nuevo ella sonrió. Santiagoestaba encantado. Los dos se quedaron elresto de la tarde comiendo un poco Y

Alguien necesita tu sonrisa hoy,tus abrazos, tu oído atento.A alguien le hacen faltaunas tiernas palabras de aliento.

Alguien necesita que lo ayudes,que le escribas o lo que es más,le hace falta tu alegríapara levantarle la moral.

Alguien precisa tu cariñoporque no está para fiestas.Alguien llama a su amigo leal:¿Por qué no le contestas?

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Rinde mayor interés,pues sólo me la h~n, presta?o,vale más de un millón de dolares,pero no cuesta ni un centavo.

ALMUERZO CON DIOS

ALGUIEN TE NECESITA

Hacía ya varios días el pequeñoSantiago tenía la inquietud de conocer a Dios.Vivía en un pueblo tranquilo y bonito.

Eran las dos de la tarde y acababa determinar sus tareas escolares, tenía por lotanto varias horas libres hasta la cena. Sepropuso salir para buscar a Dios. Comosuponía que Dios vivía bastante lejos de sucasa, alistó varios sandwiches y dos botellasde limonada, los puso en su mochila yemprendió su viaje.

Cuando había caminado sólo trescuadras se encontró con una mujer ancianasentada en el parque contemplando laspalomas. El niño se sentó junto a ella y abriósu mochila. Estaba a punto de comerse unsandwich, cuando notó que la anciana parecíatener hambre, así que decidió compartir sumerienda. Muy agradecida la anciana aceptóy le sonrió a Santiago. Su sonrisa era muybella, tanto que el niño quería verla de nuevo,así que le ofreció también una botella delimonada. De nuevo ella sonrió. Santiagoestaba encantado. Los dos se quedaron elresto de la tarde comiendo un poco Y

Alguien necesita tu sonrisa hoy,tus abrazos, tu oído atento.A alguien le hacen faltaunas tiernas palabras de aliento.

Alguien necesita que lo ayudes,que le escribas o lo que es más,le hace falta tu alegríapara levantarle la moral.

Alguien precisa tu cariñoporque no está para fiestas.Alguien llama a su amigo leal:¿Por qué no le contestas?

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sonriendo mucho, pero ninguno de los dosdijo una sola palabra., ..

Mientras oscurecia, Santiaquito sepercató de lo cansado que estaba, se levantópara irse y emprendió el regreso a casa.Habiendo caminado unos cuantos pasos diomedia vuelta, corrió hacia la anciana y le dioun abrazo. Ella después de abrazarlo le dio lasonrisa más grande de su vida.

Cuando Santiago llegó a su casa, sumadre estaba sorprendida porque al chiquitínle brillaba el rostro de felicidad. Le preguntó:«Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?»El niño le contestó: «¡Hoy almorcé con Dios!»y antes de que su madre contestara algo,añadió: «y ¿sabes qué? ¡Tenía la sonrisa máshermosa que he visto!»

Mientras tanto la anciana, tambiénradiante de felicidad, regresó a su casa. Suhijo se quedó sorprendido por la expresión depaz en su cara y preguntó: «Mamá, ¿quéhiciste hoy que te ha puesto tan feliz?» A locual la anciana contestó: «¡Comí sandwichescon Dios en el parque! Y ¿sabes? ¡Es másjoven de lo que pensaba!»

BIEN VESTIDO

No estás del todo vestido a menos queluzcas una sonrisa.

Nadie es tan rico para no necesitarla, ynadie es tan pobre para no poder darla. Dareposo al cansado, luz al descorazonado, ale-gría al que está triste, y es el mejor antídotonatural para los problemas.

Una sonrisa de aliento en el momentopreciso, puede llegar a actuar como rayos desol para una flor cerrada: tal vez llegue justoen el momento decisivo de una vida que seesfuerza por salir adelante.

Hay veces que no le damos muchaimportancia al poder de una sonrisa, de unabrazo, de una palmada en la espalda, de unapalabra de aliento, de un oído que sabeescuchar, de un cumplido honesto, o de unacto pequeño de amabilidad. Todos esosdetalles hacen que la vida sea más bella y.que el futuro sea más prometedor.

Un díá sin sonreír es un día perdido.Un día sin amar es un día sin sentido.

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sonriendo mucho, pero ninguno de los dosdijo una sola palabra., ..

Mientras oscurecia, Santiaquito sepercató de lo cansado que estaba, se levantópara irse y emprendió el regreso a casa.Habiendo caminado unos cuantos pasos diomedia vuelta, corrió hacia la anciana y le dioun abrazo. Ella después de abrazarlo le dio lasonrisa más grande de su vida.

Cuando Santiago llegó a su casa, sumadre estaba sorprendida porque al chiquitínle brillaba el rostro de felicidad. Le preguntó:«Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?»El niño le contestó: «¡Hoy almorcé con Dios!»y antes de que su madre contestara algo,añadió: «y ¿sabes qué? ¡Tenía la sonrisa máshermosa que he visto!»

Mientras tanto la anciana, tambiénradiante de felicidad, regresó a su casa. Suhijo se quedó sorprendido por la expresión depaz en su cara y preguntó: «Mamá, ¿quéhiciste hoy que te ha puesto tan feliz?» A locual la anciana contestó: «¡Comí sandwichescon Dios en el parque! Y ¿sabes? ¡Es másjoven de lo que pensaba!»

BIEN VESTIDO

No estás del todo vestido a menos queluzcas una sonrisa.

Nadie es tan rico para no necesitarla, ynadie es tan pobre para no poder darla. Dareposo al cansado, luz al descorazonado, ale-gría al que está triste, y es el mejor antídotonatural para los problemas.

Una sonrisa de aliento en el momentopreciso, puede llegar a actuar como rayos desol para una flor cerrada: tal vez llegue justoen el momento decisivo de una vida que seesfuerza por salir adelante.

Hay veces que no le damos muchaimportancia al poder de una sonrisa, de unabrazo, de una palmada en la espalda, de unapalabra de aliento, de un oído que sabeescuchar, de un cumplido honesto, o de unacto pequeño de amabilidad. Todos esosdetalles hacen que la vida sea más bella y.que el futuro sea más prometedor.

Un díá sin sonreír es un día perdido.Un día sin amar es un día sin sentido.

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Page 19: Rayos de Sol 2

LA LEY DE LA VIDAEs cierto aunque parezca loco:Si a ti no te gusta alguien,ese alguien no gustará de ti tampoco.No entiendo por qué ha de ser así,pero lo que sé, eso sí,es que cuando estoycon cara de pocos amigos,la gente también se enoja conmigo.

A veces me levanto deprimido,deseando nunca haber nacido,a todos les digo cosas feas,y entonces ellos también lo desean.Pero cuando me pongo a cantar,todos se me unen y sonríenEs verdad, aunque parezca extraño:a la gente que te gusta a ti¡siempre le terminas gustando!

20

SECCiÓN #6

UNASPALABRAS

DE

ALIENTO

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LA LEY DE LA VIDAEs cierto aunque parezca loco:Si a ti no te gusta alguien,ese alguien no gustará de ti tampoco.No entiendo por qué ha de ser así,pero lo que sé, eso sí,es que cuando estoycon cara de pocos amigos,la gente también se enoja conmigo.

A veces me levanto deprimido,deseando nunca haber nacido,a todos les digo cosas feas,y entonces ellos también lo desean.Pero cuando me pongo a cantar,todos se me unen y sonríenEs verdad, aunque parezca extraño:a la gente que te gusta a ti¡siempre le terminas gustando!

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SECCiÓN #6

UNASPALABRAS

DE

ALIENTO

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MI QUERIDA PROFESORA

El Dr. William se sentó a escribirle a sumaestra de primaria una carta de agradeci-miento por todo el ánimo que le había dadotreinta años atrás, cuando había estado ensu clase.

A la semana siguiente recibió la respues-ta, escrita por una mano temblorosa. La cartadecía:

«Mi querido Willie: Quiero que sepas lo quesignificó tu nota para mí. Soy una anciana deochenta años y vivo sola en una pequeña ha-bitación; me hago mis comidas y me sientomuy sola e insignificante ahora que mi vidallega a su fin. Tal vez te interese saber, Willie,que di clase en la escuela durante cincuentaaños y en todo ese tiempo, la tuya es la pri-mera carta de gratitud que he recibido. Mellegó una mañana triste y fría, y trajo a mi co-razón solitario una alegría que ninguna otracosa me había dado en muchos años».

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MI QUERIDA PROFESORA

El Dr. William se sentó a escribirle a sumaestra de primaria una carta de agradeci-miento por todo el ánimo que le había dadotreinta años atrás, cuando había estado ensu clase.

A la semana siguiente recibió la respues-ta, escrita por una mano temblorosa. La cartadecía:

«Mi querido Willie: Quiero que sepas lo quesignificó tu nota para mí. Soy una anciana deochenta años y vivo sola en una pequeña ha-bitación; me hago mis comidas y me sientomuy sola e insignificante ahora que mi vidallega a su fin. Tal vez te interese saber, Willie,que di clase en la escuela durante cincuentaaños y en todo ese tiempo, la tuya es la pri-mera carta de gratitud que he recibido. Mellegó una mañana triste y fría, y trajo a mi co-razón solitario una alegría que ninguna otracosa me había dado en muchos años».

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Page 23: Rayos de Sol 2

¡TE FELICITO!

Un día me llamó la atención un texto muybien mecanografiado. Le hice llegar mi felici-tación al responsable, iY el hombre casi sepone a llorar! Había trabajado frente a unamáquina de escribir toda su vida, y durantediez años le había dedicado todas sus ener-gías a su empleo. Sin embargo en todo esetiempo nadie jamás se había tomado la mo-lestia de decirle: «[Te felicito!»

*****

Las personas muchas vecesolvidan lo que dices.

También suelen olvidartus buenas obras.

Pero nunca olvidaráncómo los hiciste sentir

24

ELOGIO OPORTUNOUn pelirrojo muchacho polaco con talento

quería ser pianista. Sin embargo, ninguno delos maestros del conservatorio se lo aconse-jaba. Le decían que tenía los dedos demasia-do cortos y gruesos para tocar el piano. Másadelante compró una trompeta. Le volvierona decir lo mismo, y que debía probar otro ins-trumento. En vista de que todos querían qui-társelo de encima, decidió volver a estudiarplano.

Amargado y desanimado ... un buen díatuvo la oportunidad de conocer al famoso pia-nista y compositor, Anton Gregor Rubinstein.El joven polaco tocó para él. Rubinstein loelogió y lo alentó a seguir estudiando. El mu-chacho prometió estudiar siete horas al día.Esas palabras de ánimo cambiaron el desti-no de Ignace Jan Paderewski y se convirtióen uno de los mejores pianistas del mundo.

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¡TE FELICITO!

Un día me llamó la atención un texto muybien mecanografiado. Le hice llegar mi felici-tación al responsable, iY el hombre casi sepone a llorar! Había trabajado frente a unamáquina de escribir toda su vida, y durantediez años le había dedicado todas sus ener-gías a su empleo. Sin embargo en todo esetiempo nadie jamás se había tomado la mo-lestia de decirle: «[Te felicito!»

*****

Las personas muchas vecesolvidan lo que dices.

También suelen olvidartus buenas obras.

Pero nunca olvidaráncómo los hiciste sentir

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ELOGIO OPORTUNOUn pelirrojo muchacho polaco con talento

quería ser pianista. Sin embargo, ninguno delos maestros del conservatorio se lo aconse-jaba. Le decían que tenía los dedos demasia-do cortos y gruesos para tocar el piano. Másadelante compró una trompeta. Le volvierona decir lo mismo, y que debía probar otro ins-trumento. En vista de que todos querían qui-társelo de encima, decidió volver a estudiarplano.

Amargado y desanimado ... un buen díatuvo la oportunidad de conocer al famoso pia-nista y compositor, Anton Gregor Rubinstein.El joven polaco tocó para él. Rubinstein loelogió y lo alentó a seguir estudiando. El mu-chacho prometió estudiar siete horas al día.Esas palabras de ánimo cambiaron el desti-no de Ignace Jan Paderewski y se convirtióen uno de los mejores pianistas del mundo.

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LA FUERZA DEL ALIENTOHace muchos años un chico de diez años

trabajaba en una fábrica en Nápoles. Su sue-ño era llegar a ser cantante, pero su primermaestro lo desanimó. «No has nacido paracantante», le dijo. «No tienes buena voz. Sue-na peor que un sapo».

Pero su madre, una campesina humilde loconsoló y le dijo que ella estaba segura quepodía cantar bien y que ya estaba haciendoprogresos, y anduvo descalza para poder aho-rrar dinero y, así pagarle las clases de músi-ca. El ánimo y aliento de aquella campesinatransformaron la vida de su hijo. Se llamabaEnrico Caruso, y se convirtió en uno de losmás grandes y famosos cantantes de óperade su epoca.

26

LLAMADA INESPERADALa operadora estaba cansada, le dolía la

cabeza; acababa de conseguir, luego de va-rios intentos, comunicar, a cierta señora conel número que le había pedido, iY otra vezvolvía a llamar la misma señora! «¿No se po-drá callar la boca por un rato?» decía parasus adentros la operadora, mientras reitera-ba: «Su numero, por favor ..», tratando de di-simular su hastío. «Operadora», dijo una vozagradable, «quiero agradecerle por habersetomado la molestia de comunicarme con elnúmero anterior Es Ud. siempre muy amabley servicial, y de veras le estoy muy agradeci-da». La sorpresa fue tan abrumadora, qu~ laoperadora sólo atinó a balbucear confundida:«Eh. .. Có-cómo ... sí señora».

Jamás le había sucedido algo así. De pron-to su dolor de cabeza desapareció y el díaparecía más hermoso; en ese instante se lehizo un nudo en la garganta y tuvo que sacarsu pañuelo. Estaba conmovida porque alguienle agradeciera.

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LA FUERZA DEL ALIENTOHace muchos años un chico de diez años

trabajaba en una fábrica en Nápoles. Su sue-ño era llegar a ser cantante, pero su primermaestro lo desanimó. «No has nacido paracantante», le dijo. «No tienes buena voz. Sue-na peor que un sapo».

Pero su madre, una campesina humilde loconsoló y le dijo que ella estaba segura quepodía cantar bien y que ya estaba haciendoprogresos, y anduvo descalza para poder aho-rrar dinero y, así pagarle las clases de músi-ca. El ánimo y aliento de aquella campesinatransformaron la vida de su hijo. Se llamabaEnrico Caruso, y se convirtió en uno de losmás grandes y famosos cantantes de óperade su epoca.

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LLAMADA INESPERADALa operadora estaba cansada, le dolía la

cabeza; acababa de conseguir, luego de va-rios intentos, comunicar, a cierta señora conel número que le había pedido, iY otra vezvolvía a llamar la misma señora! «¿No se po-drá callar la boca por un rato?» decía parasus adentros la operadora, mientras reitera-ba: «Su numero, por favor ..», tratando de di-simular su hastío. «Operadora», dijo una vozagradable, «quiero agradecerle por habersetomado la molestia de comunicarme con elnúmero anterior Es Ud. siempre muy amabley servicial, y de veras le estoy muy agradeci-da». La sorpresa fue tan abrumadora, qu~ laoperadora sólo atinó a balbucear confundida:«Eh. .. Có-cómo ... sí señora».

Jamás le había sucedido algo así. De pron-to su dolor de cabeza desapareció y el díaparecía más hermoso; en ese instante se lehizo un nudo en la garganta y tuvo que sacarsu pañuelo. Estaba conmovida porque alguienle agradeciera.

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Page 27: Rayos de Sol 2

CAMBIO TOTAL

De pequeño Sir Walter Scott eraconsiderado un necio. Su lugar habitual en laclase era el despreciado rincón del «burro»,donde siempre tenía puesto el sombrero dela deshonra.

teniendo de doce a catorce años, asistiópor casualidad a una reunión donde se aga-sajaban a ciertos famosos escritores. RobertBurns, el célebre poeta escocés, se encon-traba admirando un cuadro bajo el cual esta-ban escritas dos líneas de una estrofa. Pre-guntó quién era el autor. Nadie parecía sa-berlo. Tímidamente, un niño se le acercó,nombró al autor, y recitó el poema. Burnsquedó sorprendido y encantado. Poniendo sumano sobre la cabeza del niño, exclamó: «Ah,muchachito, algún día serás famoso en todaEscocia».

Desde aquel día Sir Walter Seott cambiópor completo. Unas pocas palabras de alien-to lo encaminaron hacia la grandeza. «Ma-nantial de vida es la boca del justo». (Prov.10: 11)

28

UNA COMIDA MUY ESPECIALFábula de Esopo

Cierta vez el Rey ordenó a una de suscocineras: «Hoy me prepararás la comida másexquisita que puedas hallar en el mercado».y la sirvienta complaciendo al Rey, le alegróel corazón con un delicioso guiso de lengua.

Unos días después el Rey hizo llamar otravez a la buena cocinera: «Hoy me gustaríacomer algo diferente; tráeme la comida másordinaria que puedas encontrar en elmercado». Y la cocinera volvió a traerlelengua.

«A qué se debe eso», preguntó el Reyun poco irritado. «La lengua, Su Majestad, esa la vez lo mejor y lo peor que hay en estemundo» le contestó la humilde sirvienta, «si,es buena, eleva los corazones al Cielo; si esmala tiene sabor a infierno».

Moraleja:No hay cosa más amargani más dulce que la lengua.

«La lengua apacible es árbol de vida. Lalengua de los sabios es medicina». (Prov. 15:4y Prov. 12: 18)

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CAMBIO TOTAL

De pequeño Sir Walter Scott eraconsiderado un necio. Su lugar habitual en laclase era el despreciado rincón del «burro»,donde siempre tenía puesto el sombrero dela deshonra.

teniendo de doce a catorce años, asistiópor casualidad a una reunión donde se aga-sajaban a ciertos famosos escritores. RobertBurns, el célebre poeta escocés, se encon-traba admirando un cuadro bajo el cual esta-ban escritas dos líneas de una estrofa. Pre-guntó quién era el autor. Nadie parecía sa-berlo. Tímidamente, un niño se le acercó,nombró al autor, y recitó el poema. Burnsquedó sorprendido y encantado. Poniendo sumano sobre la cabeza del niño, exclamó: «Ah,muchachito, algún día serás famoso en todaEscocia».

Desde aquel día Sir Walter Seott cambiópor completo. Unas pocas palabras de alien-to lo encaminaron hacia la grandeza. «Ma-nantial de vida es la boca del justo». (Prov.10: 11)

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UNA COMIDA MUY ESPECIALFábula de Esopo

Cierta vez el Rey ordenó a una de suscocineras: «Hoy me prepararás la comida másexquisita que puedas hallar en el mercado».y la sirvienta complaciendo al Rey, le alegróel corazón con un delicioso guiso de lengua.

Unos días después el Rey hizo llamar otravez a la buena cocinera: «Hoy me gustaríacomer algo diferente; tráeme la comida másordinaria que puedas encontrar en elmercado». Y la cocinera volvió a traerlelengua.

«A qué se debe eso», preguntó el Reyun poco irritado. «La lengua, Su Majestad, esa la vez lo mejor y lo peor que hay en estemundo» le contestó la humilde sirvienta, «si,es buena, eleva los corazones al Cielo; si esmala tiene sabor a infierno».

Moraleja:No hay cosa más amargani más dulce que la lengua.

«La lengua apacible es árbol de vida. Lalengua de los sabios es medicina». (Prov. 15:4y Prov. 12: 18)

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EL SOL Y EL VIENTOFábula de Esopo

El Viento, discutidor, se jactaba ante el Solde ser el más fuerte. El Sol sostenía que elmás fuerte era él. El Viento le dijo: « [Te voy ademostrar que el más fuerte soy yo! ¿Ves aese anciano ahí abajo con un abrigo? ¿Queapuestas a que se lo quito antes que tú?»

El Sol se ocultó tras una nube y el Vientose puso a soplar y soplar hasta que se con-virtió casi en un huracán. Pero cuanto mássoplaba, más se aferraba el hombre a su abri-go. Finalmente el Viento se aplacó y se diopor vencido.

Entonces apareció el Sol entre las nubessonriéndole benignamente al anciano. Al cabode un rato, el hombre se secó el sudor de lafrente y se quitó el abrigo.

iEI ~olle había demostrado al Viento quela suavidad y la amistad son más fuertes quela furia y la fuerza!

30

QUIERO CAMBIAR EL MUNDOCon frecuencia me he puesto a pensar en

el estado lamentable en que se encuentra estemundo y una y otra vez he buscado en mi mentela fórmula para solucionar los múltiplesproblemas que nos afligen. Pero siempreterminaba en un callejón aparentemente sinsalida, porque me daba cuenta de que elobstáculo más grande para tener un mundo felizson las debilidades humanas: el egoísmo, laenvidia, la flojera, los malos hábitos y vicios, lafalta de honradez y honestidad, el orgullodesmesurado, la terquedad, el odio y elresentimiento. Y también me daba cuenta de queestas cosas no se pueden cambiar con la fuerza,ni con leyes o edictos. Luego solía invadirme eldesánimo ante la magnitud del problema. Hastaque una noche tuve un sueño:

Vi una joven estudiante con un rostroradiante saliendo de la universidad y una voz medecía: «Esta joven está llena de entusiasmo,porque su madre no perdió las esperanzas ysiguió mostrándole afecto cuando en sus añosde adolescencia se había juntado con malacompañía».

Vi un niño feliz jugando con su papi y unavoz me decía: «Este niño tiene un hogar feliz,

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EL SOL Y EL VIENTOFábula de Esopo

El Viento, discutidor, se jactaba ante el Solde ser el más fuerte. El Sol sostenía que elmás fuerte era él. El Viento le dijo: « [Te voy ademostrar que el más fuerte soy yo! ¿Ves aese anciano ahí abajo con un abrigo? ¿Queapuestas a que se lo quito antes que tú?»

El Sol se ocultó tras una nube y el Vientose puso a soplar y soplar hasta que se con-virtió casi en un huracán. Pero cuanto mássoplaba, más se aferraba el hombre a su abri-go. Finalmente el Viento se aplacó y se diopor vencido.

Entonces apareció el Sol entre las nubessonriéndole benignamente al anciano. Al cabode un rato, el hombre se secó el sudor de lafrente y se quitó el abrigo.

iEI ~olle había demostrado al Viento quela suavidad y la amistad son más fuertes quela furia y la fuerza!

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QUIERO CAMBIAR EL MUNDOCon frecuencia me he puesto a pensar en

el estado lamentable en que se encuentra estemundo y una y otra vez he buscado en mi mentela fórmula para solucionar los múltiplesproblemas que nos afligen. Pero siempreterminaba en un callejón aparentemente sinsalida, porque me daba cuenta de que elobstáculo más grande para tener un mundo felizson las debilidades humanas: el egoísmo, laenvidia, la flojera, los malos hábitos y vicios, lafalta de honradez y honestidad, el orgullodesmesurado, la terquedad, el odio y elresentimiento. Y también me daba cuenta de queestas cosas no se pueden cambiar con la fuerza,ni con leyes o edictos. Luego solía invadirme eldesánimo ante la magnitud del problema. Hastaque una noche tuve un sueño:

Vi una joven estudiante con un rostroradiante saliendo de la universidad y una voz medecía: «Esta joven está llena de entusiasmo,porque su madre no perdió las esperanzas ysiguió mostrándole afecto cuando en sus añosde adolescencia se había juntado con malacompañía».

Vi un niño feliz jugando con su papi y unavoz me decía: «Este niño tiene un hogar feliz,

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porque alguien le dio a su padre un texto cuyalectura produjo un cambio en su corazón justocuando pensaba abandonar a su futura esposaembarazada».

Vi un señor de edad leyendo un libro congran expresión de paz y una voz me decía: «Estehombre antes era alcohólico hasta que un almabondadosa le ayudó a salir del camino de ladestrucción» .

Vi una madre contenta limpiando la casa yuna voz me dijo: «Esta mujer irradia satisfacciónporque una buena amiga le ayudó a tomar ladecisión correcta de no abortar al pequeño ensu vientre».

Vi mucha belleza y mucho amor y siempreoía la voz que decía que había alguien que fuelas manos de Dios para darle la oportunidad decambiar una vida en peligro.

Luego la voz me dijo: «Tú también puedesser mis manos. No siempre vas a ver losresultados de tus labores y hasta a veces te vana despreciar y muchos al parecer van a ignorartus esfuerzos por llevar un poco de luz y palabrasde vida a este mundo oscuro, pero te prometoque cada palabra de aliento, cada abrazo, cadaesfuerzo de tu corazón por derramar bondadtendrá un impacto eterno y no será jamás envano».

SECCiÓN #7

ALGODELOTRO

MUNDO

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porque alguien le dio a su padre un texto cuyalectura produjo un cambio en su corazón justocuando pensaba abandonar a su futura esposaembarazada».

Vi un señor de edad leyendo un libro congran expresión de paz y una voz me decía: «Estehombre antes era alcohólico hasta que un almabondadosa le ayudó a salir del camino de ladestrucción» .

Vi una madre contenta limpiando la casa yuna voz me dijo: «Esta mujer irradia satisfacciónporque una buena amiga le ayudó a tomar ladecisión correcta de no abortar al pequeño ensu vientre».

Vi mucha belleza y mucho amor y siempreoía la voz que decía que había alguien que fuelas manos de Dios para darle la oportunidad decambiar una vida en peligro.

Luego la voz me dijo: «Tú también puedesser mis manos. No siempre vas a ver losresultados de tus labores y hasta a veces te vana despreciar y muchos al parecer van a ignorartus esfuerzos por llevar un poco de luz y palabrasde vida a este mundo oscuro, pero te prometoque cada palabra de aliento, cada abrazo, cadaesfuerzo de tu corazón por derramar bondadtendrá un impacto eterno y no será jamás envano».

SECCiÓN #7

ALGODELOTRO

MUNDO

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Page 33: Rayos de Sol 2

CON LA SOGA AL CUELLO

Ocurrió una medianoche, hace muchosaños en la ciudad de Plymouth, Inglaterra. Doshombres se encontraban junto al gran relojde la ciudad. Al concluir las campanadas queanunciaban la hora, ambos caballeros -des-conocidos entre sí- aseguraron haber oído elreloj sonar trece veces en vez de doce. Unode los dos era el capitán Jarvis.

Poco tiempo después, el capitán se levantótemprano una mañana y se dirigió a la puertaprincipal de su casa. Al abrirla descubrió consorpresa que su criado se encontraba allí consu caballo ensillado y listo para montar. Elempleado procedió a explicarle: tuve el pre-sentimiento de que usted iba a necesitar sucabalgadura. Sentí tal urgencia que no podíaconciliar el sueño, así que me levanté y alistésu caballo.

Aquello era muy extraño. Nunca había ocu-rrido nada semejante, pero como el caballose encontraba ensillado, lo montó y se mar-chó cabalgando. Sin rumbo fijo, dejó que elnoble corcel escogiera el camino.

No mucho después se encontraban a ori-

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CON LA SOGA AL CUELLO

Ocurrió una medianoche, hace muchosaños en la ciudad de Plymouth, Inglaterra. Doshombres se encontraban junto al gran relojde la ciudad. Al concluir las campanadas queanunciaban la hora, ambos caballeros -des-conocidos entre sí- aseguraron haber oído elreloj sonar trece veces en vez de doce. Unode los dos era el capitán Jarvis.

Poco tiempo después, el capitán se levantótemprano una mañana y se dirigió a la puertaprincipal de su casa. Al abrirla descubrió consorpresa que su criado se encontraba allí consu caballo ensillado y listo para montar. Elempleado procedió a explicarle: tuve el pre-sentimiento de que usted iba a necesitar sucabalgadura. Sentí tal urgencia que no podíaconciliar el sueño, así que me levanté y alistésu caballo.

Aquello era muy extraño. Nunca había ocu-rrido nada semejante, pero como el caballose encontraba ensillado, lo montó y se mar-chó cabalgando. Sin rumbo fijo, dejó que elnoble corcel escogiera el camino.

No mucho después se encontraban a ori-

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lIas del río, muy cerca del lugar donde se to-maba el transbordador. Cabe imaginarse lasorpresa del capitán al ver tan de madrugadaal conductor de la embarcación esperándolopara transportarlo al otro lado. ¡¿Qué estabapasando?!

-¿ Qué hace aquí tan temprano, mi ami-go? -le preguntó al barquero.

-No lograba conciliar el sueño, señor. Te-nía el fuerte presentimiento de que alguiennecesitaba cruzar.

El capitán y su caballo subieron a la em-barcación y pronto llegaron a la otra ribera.¿y ahora qué?, se preguntó. Una vez másdejó a la voluntad de su corcel el rumbo aseguir. Luego de cabalgar un rato llegaron aun poblado de regular tamaño. A un transeún-te que pasaba por el lugar le preguntó si ocu-rría algo de interés en el pueblo.

El hombre le respondió que no, que tansólo estaban juzgando a un hombre por ase-sinato. Así, sin que tan inusual travesía tuvie-ra motivo aparente, decidió quedarse a ver loque pasaba. Se dirigió al lugar del juicio. Alllegar allí desmontó e ingresó al edificio don-de se celebraba el proceso. Al entrar escu-chó al juez decir al reo:

36

-¿Tiene usted algo que decir en su defen-sa? ¿Algún argumento?

El hombre repuso:-No, su señoría, lo único que puedo decir

es que soy inocente. Sólo existe una personaen todo el mundo capaz de probarlo, pero noconozco ni su nombre ni su dirección. Haceunas semanas los dos nos encontrábamos amedianoche junto al reloj de Plymouth. Am-bos oímos que el reloj repicó trece veces enlugar de doce y comentamos que nos habíaparecido de lo más extraño que repicara tre-ce veces a las doce de la noche.

-¡Aquí estoy! ¡Soy yo! -gritó el capitán des-de el fondo de la sala-. ¡Yo soy el hombre queestuvo junto al gran reloj de Plymouth esa me-dianoche y efectivamente escuché el reloj dartrece campanadas en vez de doce! ¡Lo que elacusado dice es la pura verdad! ¡Atestiguoque la noche que se cometió el crimen estehombre estaba conmigo en Plymouth y am-bos comentamos lo extraño que nos habíaresultado que el reloj repicara trece veces alas doce de la noche!

Aquel hombre condenado a muerte pudodemostrar su inocencia gracias al testimonio

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lIas del río, muy cerca del lugar donde se to-maba el transbordador. Cabe imaginarse lasorpresa del capitán al ver tan de madrugadaal conductor de la embarcación esperándolopara transportarlo al otro lado. ¡¿Qué estabapasando?!

-¿ Qué hace aquí tan temprano, mi ami-go? -le preguntó al barquero.

-No lograba conciliar el sueño, señor. Te-nía el fuerte presentimiento de que alguiennecesitaba cruzar.

El capitán y su caballo subieron a la em-barcación y pronto llegaron a la otra ribera.¿y ahora qué?, se preguntó. Una vez másdejó a la voluntad de su corcel el rumbo aseguir. Luego de cabalgar un rato llegaron aun poblado de regular tamaño. A un transeún-te que pasaba por el lugar le preguntó si ocu-rría algo de interés en el pueblo.

El hombre le respondió que no, que tansólo estaban juzgando a un hombre por ase-sinato. Así, sin que tan inusual travesía tuvie-ra motivo aparente, decidió quedarse a ver loque pasaba. Se dirigió al lugar del juicio. Alllegar allí desmontó e ingresó al edificio don-de se celebraba el proceso. Al entrar escu-chó al juez decir al reo:

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-¿Tiene usted algo que decir en su defen-sa? ¿Algún argumento?

El hombre repuso:-No, su señoría, lo único que puedo decir

es que soy inocente. Sólo existe una personaen todo el mundo capaz de probarlo, pero noconozco ni su nombre ni su dirección. Haceunas semanas los dos nos encontrábamos amedianoche junto al reloj de Plymouth. Am-bos oímos que el reloj repicó trece veces enlugar de doce y comentamos que nos habíaparecido de lo más extraño que repicara tre-ce veces a las doce de la noche.

-¡Aquí estoy! ¡Soy yo! -gritó el capitán des-de el fondo de la sala-. ¡Yo soy el hombre queestuvo junto al gran reloj de Plymouth esa me-dianoche y efectivamente escuché el reloj dartrece campanadas en vez de doce! ¡Lo que elacusado dice es la pura verdad! ¡Atestiguoque la noche que se cometió el crimen estehombre estaba conmigo en Plymouth y am-bos comentamos lo extraño que nos habíaresultado que el reloj repicara trece veces alas doce de la noche!

Aquel hombre condenado a muerte pudodemostrar su inocencia gracias al testimonio

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Page 37: Rayos de Sol 2

del capitán Jarvis, por lo que fue puesto enlibertad de inmediato.

¡Imagínense! ¡En todo el mundo, sólo unapersona podía comprobar la inocencia delacusado! ¡Fueron ángeles los que desperta-ron a aquel mayordomo y al conductor de untransbordador y les dieron un presentimiento-incomprensible para ellos- de que alguien losnecesitaba con urgencia! Aquellos mismosángeles guiaron al caballo del capitán paraque éste llegara en el instante preciso a lasala del tribunal!

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SIN DEJAR HUELLASSucedió en una pequeña cabaña de

Ankara, Alaska, una fría mañana de invierno.La señora Louise Dubay se hallaba sola y sucondición física era tan precaria que no po-día caminar si no se aplicaba periódicamenteun tratamiento de frío y calor a la pierna. Lacabaña se mantenía abrigada con una coci-na a leña. Tenía muchos amigos, pero aque-lla mañana, por alguna razón, nadie se habíaacordado de visitarla para traerle la provisiónhabitual de madera. Tampoco podía llamar porteléfono a nadie porque no tenía uno en eseentonces. En su desesperación se puso a oraren voz alta. Jamás había rezado con tantofervor. Pero nadie vino.

Finalmente, se le acabó lo último que lequedaba de leña, y el fuego se apagó. Hacíatreinta grados bajo cero. La cabaña comenzóa enfriarse rápidamente, y ella sabía que, apesar de las frazadas que la protegían, pron-to moriría congelada, a menos que alguien letrajera leña. Continuó rezando, pero nadieapareció. Entonces hizo un tipo diferente deoración. Le dijo al Señor que si era Su volun-

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del capitán Jarvis, por lo que fue puesto enlibertad de inmediato.

¡Imagínense! ¡En todo el mundo, sólo unapersona podía comprobar la inocencia delacusado! ¡Fueron ángeles los que desperta-ron a aquel mayordomo y al conductor de untransbordador y les dieron un presentimiento-incomprensible para ellos- de que alguien losnecesitaba con urgencia! Aquellos mismosángeles guiaron al caballo del capitán paraque éste llegara en el instante preciso a lasala del tribunal!

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SIN DEJAR HUELLASSucedió en una pequeña cabaña de

Ankara, Alaska, una fría mañana de invierno.La señora Louise Dubay se hallaba sola y sucondición física era tan precaria que no po-día caminar si no se aplicaba periódicamenteun tratamiento de frío y calor a la pierna. Lacabaña se mantenía abrigada con una coci-na a leña. Tenía muchos amigos, pero aque-lla mañana, por alguna razón, nadie se habíaacordado de visitarla para traerle la provisiónhabitual de madera. Tampoco podía llamar porteléfono a nadie porque no tenía uno en eseentonces. En su desesperación se puso a oraren voz alta. Jamás había rezado con tantofervor. Pero nadie vino.

Finalmente, se le acabó lo último que lequedaba de leña, y el fuego se apagó. Hacíatreinta grados bajo cero. La cabaña comenzóa enfriarse rápidamente, y ella sabía que, apesar de las frazadas que la protegían, pron-to moriría congelada, a menos que alguien letrajera leña. Continuó rezando, pero nadieapareció. Entonces hizo un tipo diferente deoración. Le dijo al Señor que si era Su volun-

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Page 39: Rayos de Sol 2

tad que muriera congelada, estaba bien. Es-taba dispuesta a morir.

En eso se abrió la puerta (la única quehabía) y entró un hombre alto trayendo en susbrazos un montón de leña. No iba vestidocomo lo hacen la mayoría de las personas deAlaska durante los meses invernales. Lleva-ba sombrero y abrigo negros. Puso la leña ensu sitio y encendió el fuego en la cocina aleña. Una vez que estuvo bien encendida,puso agua en una gran tetera y la colocó so-bre el fuego.

Todo ese tiempo daba la impresión desentarse de espaldas a ella para que no pu-diera verlo de lleno. De pronto se dio la vueltay salió por la puerta, para regresar con otropoco de leña. Pero ella no alcanzó a ver surostro. Él tampoco pronunció palabra.

Naturalmente, la señora Dubay habíaquedado atónita con lo que sucedía, hasta talpunto que no podía hablar. Estaba sentadaobservándolo, con un vivo deseo de pregun-tarle si era un ángel, pero al mismo tiempotenía miedo de hablar. Por último, le hizo lapregunta mentalmente, sin proferir una pala-bra. Al hacerla, el extraño se volvió, sonrió y

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asintió con la cabeza. Tenía un rostro tan no-ble, dice ella, que supo que no era de estemundo. Finalmente, él se dio la vuelta, abrióla puerta y se fue sin decir una palabra.

Por un rato ella se quedó sentada, comopetrificada. Hasta que al fin pensó: Si es unángel enviado por Dios, entonces no habráhuellas de pisadas en la nieve. Con gran es-fuerzo se aproximó cojeando hasta la puerta,la abrió y vio que la nieve estaba intacta. Nohabía huellas por ninguna parte. Tampoco lashabía alrededor ni cerca de la pequeña pilade madera que había afuera. ¡La nieve esta-ba perfectamente lisa!

((El ángel del Señor acampa alrededorde los que le temen y los defiende». (Salmo34:7)

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tad que muriera congelada, estaba bien. Es-taba dispuesta a morir.

En eso se abrió la puerta (la única quehabía) y entró un hombre alto trayendo en susbrazos un montón de leña. No iba vestidocomo lo hacen la mayoría de las personas deAlaska durante los meses invernales. Lleva-ba sombrero y abrigo negros. Puso la leña ensu sitio y encendió el fuego en la cocina aleña. Una vez que estuvo bien encendida,puso agua en una gran tetera y la colocó so-bre el fuego.

Todo ese tiempo daba la impresión desentarse de espaldas a ella para que no pu-diera verlo de lleno. De pronto se dio la vueltay salió por la puerta, para regresar con otropoco de leña. Pero ella no alcanzó a ver surostro. Él tampoco pronunció palabra.

Naturalmente, la señora Dubay habíaquedado atónita con lo que sucedía, hasta talpunto que no podía hablar. Estaba sentadaobservándolo, con un vivo deseo de pregun-tarle si era un ángel, pero al mismo tiempotenía miedo de hablar. Por último, le hizo lapregunta mentalmente, sin proferir una pala-bra. Al hacerla, el extraño se volvió, sonrió y

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asintió con la cabeza. Tenía un rostro tan no-ble, dice ella, que supo que no era de estemundo. Finalmente, él se dio la vuelta, abrióla puerta y se fue sin decir una palabra.

Por un rato ella se quedó sentada, comopetrificada. Hasta que al fin pensó: Si es unángel enviado por Dios, entonces no habráhuellas de pisadas en la nieve. Con gran es-fuerzo se aproximó cojeando hasta la puerta,la abrió y vio que la nieve estaba intacta. Nohabía huellas por ninguna parte. Tampoco lashabía alrededor ni cerca de la pequeña pilade madera que había afuera. ¡La nieve esta-ba perfectamente lisa!

((El ángel del Señor acampa alrededorde los que le temen y los defiende». (Salmo34:7)

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VISITA MISTERIOSAHabía una pareja atea que tenía una

hija. La pareja nunca le habló a la niña acer-ca de la fe. Una noche cuando la pequeñatenía cinco años, sus padres tuvieron una dis-cusión y el padre mató a la esposa delantede su hija. Acto seguido, el padre se pegó untiro. La niña presenció todo. Luego la peque-ña fue acogida por una familia cristiana. Lamadre adoptiva la llevó a la escuela domini-cal, donde le explicó a la profesora que la niñanunca había oído hablar de Jesús y que tu-viera paciencia con ella. Luego la profesoramostró un cuadro de Jesús y preguntó a to-dos los niños presentes: -¿Alguien sabequién es este señor? Y la pequeña fue la pri-mera en responder: - Yo sé, ese es el señorque me tomó de la mano la noche que murie-ron mis padres.

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UN LUGAR ESPECIALNo existe hogar en este mundo que no haya

conocido la muerte de algún ser querido. Todossabemos que tarde o temprano nos tocaemprender este viaje, pero pocos sabenenfrentarlo con valor. Tal vez sea, porque pareceque con la muerte todo termina, cuando enrealidad sólo es un paso a otro mundo.Lamentablemente hay quienes sostienen que nohay vida después de la muerte, negando laseternas promesas de Dios y desconociendo porcompleto miles de experiencias de personas quehan tenido un vistazo del más allá. Faltaría aquíel espacio para contárselos todos, pero nosgustaría abrirlesel apetito con la siguiente historiabien cortita:

Toby de cinco años padecía de leucemia yhabía sido internado en el hospital para serobjeto de un chequeo. Un día, en la sala dejuegos, empezó a referir a la enfermera unsueño reciente. Era, afirmó, una historia acercade su propia muerte. La enfermera sintiócuriosidad y le pidió que lo dibujara. Con laspinturas el niño trazó una imagen de color azuloscuro en el lado izquierdo y azul y gris en elderecho. A este lado pintó flores amarillas yblancas, pájaros de un azul intenso y diversosanimales domésticos.

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Page 42: Rayos de Sol 2

VISITA MISTERIOSAHabía una pareja atea que tenía una

hija. La pareja nunca le habló a la niña acer-ca de la fe. Una noche cuando la pequeñatenía cinco años, sus padres tuvieron una dis-cusión y el padre mató a la esposa delantede su hija. Acto seguido, el padre se pegó untiro. La niña presenció todo. Luego la peque-ña fue acogida por una familia cristiana. Lamadre adoptiva la llevó a la escuela domini-cal, donde le explicó a la profesora que la niñanunca había oído hablar de Jesús y que tu-viera paciencia con ella. Luego la profesoramostró un cuadro de Jesús y preguntó a to-dos los niños presentes: -¿Alguien sabequién es este señor? Y la pequeña fue la pri-mera en responder: - Yo sé, ese es el señorque me tomó de la mano la noche que murie-ron mis padres.

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UN LUGAR ESPECIALNo existe hogar en este mundo que no haya

conocido la muerte de algún ser querido. Todossabemos que tarde o temprano nos tocaemprender este viaje, pero pocos sabenenfrentarlo con valor. Tal vez sea, porque pareceque con la muerte todo termina, cuando enrealidad sólo es un paso a otro mundo.Lamentablemente hay quienes sostienen que nohay vida después de la muerte, negando laseternas promesas de Dios y desconociendo porcompleto miles de experiencias de personas quehan tenido un vistazo del más allá. Faltaría aquíel espacio para contárselos todos, pero nosgustaría abrirlesel apetito con la siguiente historiabien cortita:

Toby de cinco años padecía de leucemia yhabía sido internado en el hospital para serobjeto de un chequeo. Un día, en la sala dejuegos, empezó a referir a la enfermera unsueño reciente. Era, afirmó, una historia acercade su propia muerte. La enfermera sintiócuriosidad y le pidió que lo dibujara. Con laspinturas el niño trazó una imagen de color azuloscuro en el lado izquierdo y azul y gris en elderecho. A este lado pintó flores amarillas yblancas, pájaros de un azul intenso y diversosanimales domésticos.

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Page 43: Rayos de Sol 2

-Iré pronto a un lugar especial -dijo cuandoacabó el dibujo.

Camino a este lugar, explicó Toby, tendríaque pasar primero por un mundo oscuro queidentificó como la parte izquierda de su dibujo.Declaró a la enfermera que, sin embargo, no leasustaba, sobre todo porque sabía cuantahermosura le aguardaba al otro lado.

-¿Cuándo vas a ir? -inquirió la enfermera.-No estoy seguro -replicó-. Pero sé que será

pronto y que me gustará estar allí.Toby pasó a mejor vida al cabo de una

semana.Jesús nos prometió: «y Yo les doy vida

eterna y no perecerán jamás, ni nadie lesarrebatará de Mi mano». (Jn. 10:28) Es difícilcomprender, por qué Dios se lleva a unpequeñin, pero debe de tener Su razón. Anosotros nos toca confiar que en Su amor ysabiduría ve mucho más allá que nosotros connuestro entendimiento humano muy limitado.Aunque duela mucho ver partir a un niñoquerido, hay gran consuelo en saber que leespera un lugar especial, y tampoco es un adiospara siempre, sólo un hasta luego.

«¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? Yo soyla resurreción y la vida; el que cree en Mí,aunque esté muerto, ... no morirá eternamente».(1.Cor. 15:55, Jn. 11:25,26)

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LA ORACiÓN DEL SOLDADOEl siguiente escrito fue encontrado en el

bolsillo del uniforme de un soldado norteame-ricano desconocido, destrozado por una gra-nada en el campo de batalla durante la Se-gunda Guerra Mundial. Nos conmovió tantoque queríamos hacérselo llegar también a us-tedes:

«Escucha, Dios ... , yo nunca hablé conti-go. Hoy quiero saludarte: ¿cómo estás? ¿Túsabes ... ? Me decían que no existes y yo, ton-to de mí, creí que era verdad. Yo nunca habíamirado tu gran obra. Y anoche, desde el crá-ter que cavó una granada, vi tu cielo estrella-do y comprendí que había sido engañado ...

Yo no sé si tú, Dios, estrecharás mi mano;pero vaya explicarte y comprenderás ... Esbien curioso: en este horrible infierno he en-contrado la luz para mirar tu faz. Después deesto, mucho que decirte no tengo. Tan sóloque me alegro de haberte conocido. Pasadamedianoche habrá ofensiva. Pero no temo:sé que tú vigilas.

¡La seña!! ... Bueno, Dios: ya debo irme ...Me encariñé contigo ... aún quería decirte que,

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-Iré pronto a un lugar especial -dijo cuandoacabó el dibujo.

Camino a este lugar, explicó Toby, tendríaque pasar primero por un mundo oscuro queidentificó como la parte izquierda de su dibujo.Declaró a la enfermera que, sin embargo, no leasustaba, sobre todo porque sabía cuantahermosura le aguardaba al otro lado.

-¿Cuándo vas a ir? -inquirió la enfermera.-No estoy seguro -replicó-. Pero sé que será

pronto y que me gustará estar allí.Toby pasó a mejor vida al cabo de una

semana.Jesús nos prometió: «y Yo les doy vida

eterna y no perecerán jamás, ni nadie lesarrebatará de Mi mano». (Jn. 10:28) Es difícilcomprender, por qué Dios se lleva a unpequeñin, pero debe de tener Su razón. Anosotros nos toca confiar que en Su amor ysabiduría ve mucho más allá que nosotros connuestro entendimiento humano muy limitado.Aunque duela mucho ver partir a un niñoquerido, hay gran consuelo en saber que leespera un lugar especial, y tampoco es un adiospara siempre, sólo un hasta luego.

«¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? Yo soyla resurreción y la vida; el que cree en Mí,aunque esté muerto, ... no morirá eternamente».(1.Cor. 15:55, Jn. 11:25,26)

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LA ORACiÓN DEL SOLDADOEl siguiente escrito fue encontrado en el

bolsillo del uniforme de un soldado norteame-ricano desconocido, destrozado por una gra-nada en el campo de batalla durante la Se-gunda Guerra Mundial. Nos conmovió tantoque queríamos hacérselo llegar también a us-tedes:

«Escucha, Dios ... , yo nunca hablé conti-go. Hoy quiero saludarte: ¿cómo estás? ¿Túsabes ... ? Me decían que no existes y yo, ton-to de mí, creí que era verdad. Yo nunca habíamirado tu gran obra. Y anoche, desde el crá-ter que cavó una granada, vi tu cielo estrella-do y comprendí que había sido engañado ...

Yo no sé si tú, Dios, estrecharás mi mano;pero vaya explicarte y comprenderás ... Esbien curioso: en este horrible infierno he en-contrado la luz para mirar tu faz. Después deesto, mucho que decirte no tengo. Tan sóloque me alegro de haberte conocido. Pasadamedianoche habrá ofensiva. Pero no temo:sé que tú vigilas.

¡La seña!! ... Bueno, Dios: ya debo irme ...Me encariñé contigo ... aún quería decirte que,

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como tú sabes, habrá lucha cruenta y quizásesta misma noche llamaré a tu puerta. Aun-que no fuimos nunca muy amigos, ¿me deja-rás entrar, si hasta ti llego? Pero ... isi estoyllorando! ¿Ves, Dios mío?, se me ocurre queya no soy impío. Bueno Dios: deboirme ... iBuena suerte! Es raro, pero ya no temoa la muerte».

46

AMOR DE VERDADMoisés Mendelsohn, el abuelo del famoso

compositor alemán, distaba de ser un jovenapuesto. Además de tener una estatura bas-tante baja, tenía una joroba grotesca. Un díavisitó a un comerciante en Hamburgo, que teníauna hija encantadora llamada Frumtje. Moisésse enamoró perdidamente de ella. Pero Frumtjesintió rechazo por su aspecto deforme. Cuandollegó el momento de irse, Moisés juntó coraje ysubió la escalera hasta el cuarto de la mucha-cha para aprovechar una última oportunidad dehablar con ella. Era una visión de bellezacelestial, pero le produjo una gran tristeza porsu negativa a mirarlo. Después de variosintentos de entablar conversación, Moisés lepreguntó con timidez:

-¿Crees que los casamientos se hacenen el Cielo?

-Sí, -respondió ella-, sin apartar los ojosdel piso, ¿y tú?

-S í, -respondió él-, sabes, en el Cielo,cuando nace un varón, el Señor anuncia conqué chica se casará. Cuando nací yo, me indi-caron quien sería mi futura novia. Entonces elSeñor agregó: «pero tu mujer será jorobada».

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como tú sabes, habrá lucha cruenta y quizásesta misma noche llamaré a tu puerta. Aun-que no fuimos nunca muy amigos, ¿me deja-rás entrar, si hasta ti llego? Pero ... isi estoyllorando! ¿Ves, Dios mío?, se me ocurre queya no soy impío. Bueno Dios: deboirme ... iBuena suerte! Es raro, pero ya no temoa la muerte».

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AMOR DE VERDADMoisés Mendelsohn, el abuelo del famoso

compositor alemán, distaba de ser un jovenapuesto. Además de tener una estatura bas-tante baja, tenía una joroba grotesca. Un díavisitó a un comerciante en Hamburgo, que teníauna hija encantadora llamada Frumtje. Moisésse enamoró perdidamente de ella. Pero Frumtjesintió rechazo por su aspecto deforme. Cuandollegó el momento de irse, Moisés juntó coraje ysubió la escalera hasta el cuarto de la mucha-cha para aprovechar una última oportunidad dehablar con ella. Era una visión de bellezacelestial, pero le produjo una gran tristeza porsu negativa a mirarlo. Después de variosintentos de entablar conversación, Moisés lepreguntó con timidez:

-¿Crees que los casamientos se hacenen el Cielo?

-Sí, -respondió ella-, sin apartar los ojosdel piso, ¿y tú?

-S í, -respondió él-, sabes, en el Cielo,cuando nace un varón, el Señor anuncia conqué chica se casará. Cuando nací yo, me indi-caron quien sería mi futura novia. Entonces elSeñor agregó: «pero tu mujer será jorobada».

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Page 47: Rayos de Sol 2

En ese mismo instante grité: «Oh, Se-ñor, una mujer jorobada, sería una tragedia. Porfavor, Señor, dame la joroba y a ella hazlahermosa».

Entonces, Frumtje lo miró a los ojos, yfue sacudida por algún recuerdo profundo.Alargó el brazo para darle la mano aMendelsohn y más adelante se convirtió ensu devota esposa.

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SECCiÓN #8

TUMEJORAMIGO

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En ese mismo instante grité: «Oh, Se-ñor, una mujer jorobada, sería una tragedia. Porfavor, Señor, dame la joroba y a ella hazlahermosa».

Entonces, Frumtje lo miró a los ojos, yfue sacudida por algún recuerdo profundo.Alargó el brazo para darle la mano aMendelsohn y más adelante se convirtió ensu devota esposa.

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SECCiÓN #8

TUMEJORAMIGO

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ESA VIDA SOLITARIAEn un pueblo aislado nació,su madre mujer campesina;dicen que su nacimiento incumpliótodas las leyes de la vida.

Un libro Él nunca escribió,ni fue a la universidad;nunca en un puesto Él se colocóni puso pie en la gran ciudad.

Me quedo corto si digo que todoslos reyes que hayan reinadono han afectado al mundo tanto como Él.

Me quedo corto si digo que todoejercito que haya marchadono nos ha afectado como esa vida solitaria.

No tenía credenciales,más que Su simple poder,y sin tener pesquería o trigalesa cinco mil dio de comer.

Me quedo corto si digo que todaarmada que se haya construidono ha afectado al mundo tanto como Él.

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ESA VIDA SOLITARIAEn un pueblo aislado nació,su madre mujer campesina;dicen que su nacimiento incumpliótodas las leyes de la vida.

Un libro Él nunca escribió,ni fue a la universidad;nunca en un puesto Él se colocóni puso pie en la gran ciudad.

Me quedo corto si digo que todoslos reyes que hayan reinadono han afectado al mundo tanto como Él.

Me quedo corto si digo que todoejercito que haya marchadono nos ha afectado como esa vida solitaria.

No tenía credenciales,más que Su simple poder,y sin tener pesquería o trigalesa cinco mil dio de comer.

Me quedo corto si digo que todaarmada que se haya construidono ha afectado al mundo tanto como Él.

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Me quedo corto si digoque los parlamentos todos reunidosno nos han afectadocomo esa vida solitaria.

EL AMIGO INVÁLIDOEsta es la historia de un soldado que re-

gresó a su patria después de haber peleadoen la guerra de Vietnam.

Le habló a sus padres desde San Francisco.«Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero

les tengo que pedir un favor: Traigo a un amigoque me gustaría que se quedara con nosotros».

«Claro», les contestaron, «nos encantaríaconocerlo».

«Hay algo qué deben saber», el hijo siguiódiciendo, «él fue herido en la guerra. Pisó enuna mina de tierra y perdió un brazo y unapierna. Él no tiene a dónde ir y quiero que sevenga a vivir con nosotros a casa».

«Siento mucho el escuchar eso, hijo. A lomejor podemos encontrar un lugar en dóndeél se pueda quedar».

«No, Mamá, Papá, yo quiero que él viva connosotros» .

«Hijo», le dijo el padre, «tú no sabes lo queestás pidiendo. Alguien que esté tan limitadofísicamente puede ser un gran peso para no-sotros. Nosotros tenemos nuestras propiasvidas que vivir y no podemos dejar que algocomo esto interfiera con nuestras vidas. Yopienso que tú deberías regresar a casa yolvidarte de esta persona. Él encontrará una

Dos mil años despuésde la historia aúnla figura central de los hombreses Él, el hombre llamado Jesús.

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Me quedo corto si digoque los parlamentos todos reunidosno nos han afectadocomo esa vida solitaria.

EL AMIGO INVÁLIDOEsta es la historia de un soldado que re-

gresó a su patria después de haber peleadoen la guerra de Vietnam.

Le habló a sus padres desde San Francisco.«Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero

les tengo que pedir un favor: Traigo a un amigoque me gustaría que se quedara con nosotros».

«Claro», les contestaron, «nos encantaríaconocerlo».

«Hay algo qué deben saber», el hijo siguiódiciendo, «él fue herido en la guerra. Pisó enuna mina de tierra y perdió un brazo y unapierna. Él no tiene a dónde ir y quiero que sevenga a vivir con nosotros a casa».

«Siento mucho el escuchar eso, hijo. A lomejor podemos encontrar un lugar en dóndeél se pueda quedar».

«No, Mamá, Papá, yo quiero que él viva connosotros» .

«Hijo», le dijo el padre, «tú no sabes lo queestás pidiendo. Alguien que esté tan limitadofísicamente puede ser un gran peso para no-sotros. Nosotros tenemos nuestras propiasvidas que vivir y no podemos dejar que algocomo esto interfiera con nuestras vidas. Yopienso que tú deberías regresar a casa yolvidarte de esta persona. Él encontrará una

Dos mil años despuésde la historia aúnla figura central de los hombreses Él, el hombre llamado Jesús.

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manera en la que pueda vivir él sólo».En ese momento el hijo colgó el teléfono.

Los padres ya no volvieron a escuchar de él.Unos meses después recibieron una llamadatelefónica de la policía de San Francisco. Suhijo había muerto.

Los padres destrozados de la noticia vola-ron a San Francisco y fueron llevados a lamorgue de la ciudad a que identificaran a suhijo. Ellos lo reconocieron; para su horror des-cubrieron algo que no sabían: su hijo tan sólotenía un brazo y una pierna.

Los padres de esta historia son como mu-chos de nosotros. Encontramos fácil el amara nuestros seres queridos más cercanos, peronos cuesta mucho incluir a alguien más ennuestro círculo de amor tan reducido, espe-cialmente si eso requiere de un gran sacrificiode nuestra parte. La anécdota tiene una lec-ción muy valiosa: al no atender el llamado desocorro de algún necesitado podríamos estarcerrándole la puerta a nuestro propio hijo.

Afortunadamente, hay Alguien que no nostrata de esa manera. Alguien que nos amacon un gran amor, que siempre nos recibiráen Su familia, no importa que tan destroza-dos estemos física o mentalmente, y ese Al-guien es Jesús.

54

LOS FICHEROS DE MI VIDAAún no llego a comprender cómo ocu-

rrió, si fue real o un sueño. Sólo recuerdo quede pronto me encontré en aquel inmenso sa-lón con una pared llena de tarjeteros, comolos que tienen las grandes bibliotecas. Los fi-cheros parecían interminables.

Al acercarme, me llamó la atención uncajón titulado: «Muchachas que me han gus-tado». Lo abrí y empecé a pasar las fichas.Tuve que detenerme por la impresión, habíareconocido el nombre de cada una de ellas.¡Se trataba de las muchachas que a mí mehabían gustado!

En el resto de los ficheros estaban escri-tas las acciones de cada momento de mi vida,pequeños y grandes detalles, momentos quemi memoria había ya olvidado. Algunos metrajeron alegría y otros, por el contrario, unsentimiento de vergüenza y culpa.

El archivo «Amigos» estaba al lado de«Amigos que traicioné» y «Amigos que aban-doné cuando más me necesitaban». Los títu-los iban de lo mundano a lo ridículo: «Librosque he leído», «Mentiras que he dicho»,«Consuelo que he dado», «Chistes de mal

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manera en la que pueda vivir él sólo».En ese momento el hijo colgó el teléfono.

Los padres ya no volvieron a escuchar de él.Unos meses después recibieron una llamadatelefónica de la policía de San Francisco. Suhijo había muerto.

Los padres destrozados de la noticia vola-ron a San Francisco y fueron llevados a lamorgue de la ciudad a que identificaran a suhijo. Ellos lo reconocieron; para su horror des-cubrieron algo que no sabían: su hijo tan sólotenía un brazo y una pierna.

Los padres de esta historia son como mu-chos de nosotros. Encontramos fácil el amara nuestros seres queridos más cercanos, peronos cuesta mucho incluir a alguien más ennuestro círculo de amor tan reducido, espe-cialmente si eso requiere de un gran sacrificiode nuestra parte. La anécdota tiene una lec-ción muy valiosa: al no atender el llamado desocorro de algún necesitado podríamos estarcerrándole la puerta a nuestro propio hijo.

Afortunadamente, hay Alguien que no nostrata de esa manera. Alguien que nos amacon un gran amor, que siempre nos recibiráen Su familia, no importa que tan destroza-dos estemos física o mentalmente, y ese Al-guien es Jesús.

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LOS FICHEROS DE MI VIDAAún no llego a comprender cómo ocu-

rrió, si fue real o un sueño. Sólo recuerdo quede pronto me encontré en aquel inmenso sa-lón con una pared llena de tarjeteros, comolos que tienen las grandes bibliotecas. Los fi-cheros parecían interminables.

Al acercarme, me llamó la atención uncajón titulado: «Muchachas que me han gus-tado». Lo abrí y empecé a pasar las fichas.Tuve que detenerme por la impresión, habíareconocido el nombre de cada una de ellas.¡Se trataba de las muchachas que a mí mehabían gustado!

En el resto de los ficheros estaban escri-tas las acciones de cada momento de mi vida,pequeños y grandes detalles, momentos quemi memoria había ya olvidado. Algunos metrajeron alegría y otros, por el contrario, unsentimiento de vergüenza y culpa.

El archivo «Amigos» estaba al lado de«Amigos que traicioné» y «Amigos que aban-doné cuando más me necesitaban». Los títu-los iban de lo mundano a lo ridículo: «Librosque he leído», «Mentiras que he dicho»,«Consuelo que he dado», «Chistes de mal

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gusto que conté»; otros títulos eran: «Asuntospor los que he peleado con mis hermanos»,«Cosas hechas cuando estaba molesto», «Vi-deos que he visto» ...

Cada tarjeta confirmaba la verdad y lle-vaba mi firma. Cuando llegué al archivo «Pen-samientos egoístas y vengativos», un esca-lofrío recorrió mi cuerpo. Sólo abrí el cajónunos centímetros. Me avergonzaría conocersu tamaño. Saqué una ficha al azar y me con-moví por su contenido.

Un pensamiento dominaba mi mente: Na-die debe de ver estas tarjetas jamás. ¡Tengoque destruir este salón! Pero descubrí que nopodía siquiera sacar los cajones. Me deses-peré y traté de tirar con más fuerza, pero fueinútil.

En eso, el título de un cajón pareció ali-viar en algo mi situación: «Personas a las queles he compartido el Amor de Dios». Al abrirloencontré menos de 10 tarjetas. Caí al suelollorando amargamente de vergüenza.

y mientras me limpiaba las lágrimas, lovi. ¡Oh no! ¡Por favor no! ¡Cualquiera menosJesús! Impotente vi como Jesús abría los ca-jones y leía cada una de mis fichas.Intuitivamente se acercó a los peores archi-

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vos. Con tristeza en sus ojos, buscó mi mira-da y yo me llevé las manos al rostro y empe-cé a llorar de nuevo.

Pudo haber dicho muchas cosas, peroÉl no dijo una sola palabra. Allí estaba juntoa mí, en silencio. Fue el día en que Jesúsguardó silencio ... y lloró conmigo. Volvió alos archivos y, desde un lado del salón, em-pezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjetafirmaba su nombre sobre el mío. Me miró conternura a los ojos y me dijo:

«He terminado, yo he cargado con tu ver-güenza y culpa». En eso salimos juntos delsalón, que aún permanece abierto porque to-davía faltan más tarjetas que escribir.

Aún no sé si fue un sueño, una visión, ouna realidad ... De lo que sí estoy convencidoes que la próxima vez que Jesús vuelva a esesalón encontrará más fichas de que alegrar-se, menos tiempo perdido y menos fichasvanas y vergonzosas.

«Ten piedad de mí, oh Dios, conforme aTu misericordia; conforme a la multitud de Tuspiedades, borra mis rebeliones. Crea en mí,oh Dios, un corazón limpio y renueva un es-píritu recto dentro de mí. Lávame y seré másblanco que la nieve». (Salmo 51: 1,10,7)

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gusto que conté»; otros títulos eran: «Asuntospor los que he peleado con mis hermanos»,«Cosas hechas cuando estaba molesto», «Vi-deos que he visto» ...

Cada tarjeta confirmaba la verdad y lle-vaba mi firma. Cuando llegué al archivo «Pen-samientos egoístas y vengativos», un esca-lofrío recorrió mi cuerpo. Sólo abrí el cajónunos centímetros. Me avergonzaría conocersu tamaño. Saqué una ficha al azar y me con-moví por su contenido.

Un pensamiento dominaba mi mente: Na-die debe de ver estas tarjetas jamás. ¡Tengoque destruir este salón! Pero descubrí que nopodía siquiera sacar los cajones. Me deses-peré y traté de tirar con más fuerza, pero fueinútil.

En eso, el título de un cajón pareció ali-viar en algo mi situación: «Personas a las queles he compartido el Amor de Dios». Al abrirloencontré menos de 10 tarjetas. Caí al suelollorando amargamente de vergüenza.

y mientras me limpiaba las lágrimas, lovi. ¡Oh no! ¡Por favor no! ¡Cualquiera menosJesús! Impotente vi como Jesús abría los ca-jones y leía cada una de mis fichas.Intuitivamente se acercó a los peores archi-

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vos. Con tristeza en sus ojos, buscó mi mira-da y yo me llevé las manos al rostro y empe-cé a llorar de nuevo.

Pudo haber dicho muchas cosas, peroÉl no dijo una sola palabra. Allí estaba juntoa mí, en silencio. Fue el día en que Jesúsguardó silencio ... y lloró conmigo. Volvió alos archivos y, desde un lado del salón, em-pezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjetafirmaba su nombre sobre el mío. Me miró conternura a los ojos y me dijo:

«He terminado, yo he cargado con tu ver-güenza y culpa». En eso salimos juntos delsalón, que aún permanece abierto porque to-davía faltan más tarjetas que escribir.

Aún no sé si fue un sueño, una visión, ouna realidad ... De lo que sí estoy convencidoes que la próxima vez que Jesús vuelva a esesalón encontrará más fichas de que alegrar-se, menos tiempo perdido y menos fichasvanas y vergonzosas.

«Ten piedad de mí, oh Dios, conforme aTu misericordia; conforme a la multitud de Tuspiedades, borra mis rebeliones. Crea en mí,oh Dios, un corazón limpio y renueva un es-píritu recto dentro de mí. Lávame y seré másblanco que la nieve». (Salmo 51: 1,10,7)

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PALABRAS DE VIDA MOMENTOS DE CARIÑORecuerdo en el ayermomentos de soledad.Mi alma triste estaba,sólo había oscuridad,mis manos esposadascual ave en cautividad.

Tú, que haces caer tu lluviasobre tantas gentes,que sobre justo y pecadorhaces brillar el sol;

Tú, que nos prodigas día a día bendiciones,que nos inspiras con poemas y canciones,y que tan poco pides en retribución.Cuando oí Tu voz

susurrar en mi corazónabrí por fin mis puertas,y entraste dentro sin más.Rompiste mis cadenas,y m uy alto eché a volar.

Tan sólo pides unos momentoscada día de cariño,que nos volvamos un instante como niñosy recordemos que sin Ti no somos nada.

No hay nada como Tus palabrasque fluyen y entran en mi alma.Refrescan todo mi interior: ,son arroyos que nunca acaban.

Tú, que te contentascon tan sólo una alabanza,que nos das viday nos la das en abundancia.

Jesús, no hay nada como Tu figuraTus manos llenas de ternura 'que me acarician día y nochecreando en mí dulzura.

Tú, que te conformascon tan pocas atenciones,que te complacescon tan simples oraciones,nos haces ver Tu gloria en la Creación.

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PALABRAS DE VIDA MOMENTOS DE CARIÑORecuerdo en el ayermomentos de soledad.Mi alma triste estaba,sólo había oscuridad,mis manos esposadascual ave en cautividad.

Tú, que haces caer tu lluviasobre tantas gentes,que sobre justo y pecadorhaces brillar el sol;

Tú, que nos prodigas día a día bendiciones,que nos inspiras con poemas y canciones,y que tan poco pides en retribución.Cuando oí Tu voz

susurrar en mi corazónabrí por fin mis puertas,y entraste dentro sin más.Rompiste mis cadenas,y m uy alto eché a volar.

Tan sólo pides unos momentoscada día de cariño,que nos volvamos un instante como niñosy recordemos que sin Ti no somos nada.

No hay nada como Tus palabrasque fluyen y entran en mi alma.Refrescan todo mi interior: ,son arroyos que nunca acaban.

Tú, que te contentascon tan sólo una alabanza,que nos das viday nos la das en abundancia.

Jesús, no hay nada como Tu figuraTus manos llenas de ternura 'que me acarician día y nochecreando en mí dulzura.

Tú, que te conformascon tan pocas atenciones,que te complacescon tan simples oraciones,nos haces ver Tu gloria en la Creación.

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Page 59: Rayos de Sol 2

Tan sólo pides que en señalde aprecio y agradecimientote dediquemos, sí, tan sólo unos momentosy recordemos que sin Ti no somos nada.

Tú, que nos sorprendescon las cosas más sencillas ,que nos enseñas sin cesar Tus maravillas ,

Tú, que, aunque te ignorany desprecian tantas veces,sigues amando aún a quienesno lo mereceny te rebajas a pedir aunque eres Rey.

Tan sólo pides unos momentoscada día de cariño ,que nos volvamos un instante como niñosy te brindemos una prenda de este amor.

Mi buen Jesús, yo te dedico ahora mismoestos instantes ,para que a solas ,entre palabras de ternurate entrego otra vez mi corazón.

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HUELLAS EN LA ARENAUna noche un hombre tuvo un sueño,

en el que caminaba por la playa junto al Señor.En el cielo se veían reflejadas escenas de suvida. Ante cada escena veía en la arena dospares de huellas: las de él y las del Señor.

Luego de que pasara ante él la últimaescena de su sueño, se volvió a mirar las hue-llas en la arena. Notó que en muchas ocasio-nes, a lo largo de su vida, sólo había un parde pisadas. Se dio cuenta de que había su-cedido en los momentos más tristes y oscu-ros de su vida.

Aquello lo turbó mucho, y le inquirió alSeñor: «Señor, dijiste que una vez que deci-diera seguirte, caminarías conmigo hasta elfinal. Sin embargo he notado que en los mo-mentos más difíciles de mi vida sólo se ve lashuellas de dos pies. No entiendo por qué meabandonabas cuando más te necesitaba».

El Señor le respondió: «Hijo, mi hijitoquerido; yo te amo y jamás te abandonaría.En tus momentos de prueba y sufrimiento,cuando viste que sólo había dos pisadas, eraporque yo te llevaba en brazos».

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Tan sólo pides que en señalde aprecio y agradecimientote dediquemos, sí, tan sólo unos momentosy recordemos que sin Ti no somos nada.

Tú, que nos sorprendescon las cosas más sencillas ,que nos enseñas sin cesar Tus maravillas ,

Tú, que, aunque te ignorany desprecian tantas veces,sigues amando aún a quienesno lo mereceny te rebajas a pedir aunque eres Rey.

Tan sólo pides unos momentoscada día de cariño ,que nos volvamos un instante como niñosy te brindemos una prenda de este amor.

Mi buen Jesús, yo te dedico ahora mismoestos instantes ,para que a solas ,entre palabras de ternurate entrego otra vez mi corazón.

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HUELLAS EN LA ARENAUna noche un hombre tuvo un sueño,

en el que caminaba por la playa junto al Señor.En el cielo se veían reflejadas escenas de suvida. Ante cada escena veía en la arena dospares de huellas: las de él y las del Señor.

Luego de que pasara ante él la últimaescena de su sueño, se volvió a mirar las hue-llas en la arena. Notó que en muchas ocasio-nes, a lo largo de su vida, sólo había un parde pisadas. Se dio cuenta de que había su-cedido en los momentos más tristes y oscu-ros de su vida.

Aquello lo turbó mucho, y le inquirió alSeñor: «Señor, dijiste que una vez que deci-diera seguirte, caminarías conmigo hasta elfinal. Sin embargo he notado que en los mo-mentos más difíciles de mi vida sólo se ve lashuellas de dos pies. No entiendo por qué meabandonabas cuando más te necesitaba».

El Señor le respondió: «Hijo, mi hijitoquerido; yo te amo y jamás te abandonaría.En tus momentos de prueba y sufrimiento,cuando viste que sólo había dos pisadas, eraporque yo te llevaba en brazos».

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EL GORRIONCITO

Soy un simple gorrioncito,poco valor tiene mi vida,pero aunque soy humildeel Señor Jesús me cuida.

Sé que hay muchos más gorrionespor todos sitios y lugares,pero cuando uno de ellos cae a tierranuestro Padre Celestial lo sabe.

Somos débiles, mas no temerosos;pequeños, mas no olvidados,pues sabemos que nuestro querido Señorprotege todo lo que ha creado.

De noche guardo mis alitasdonde sea que me encuentre,pues el Padre siempre me cuida;nada malo puede sucederme.

Soy un simple gorrioncito,ave de humilde condición ,pero sé que el Padre me ama· ,¿conoces tú también Su amor?

62

DIOS VIVE ENTRE ALGODONESMiles de millones de personas se halla-

ban reunidas en una explanada ante el tronode Dios. Algunos grupos que se encontrabanen la parte del frente conversabanacaloradamente. No con vergüenza, sino conactitud beligerante.

-¿Cómo puede Dios juzgarnos? -dijo uno.-¿Qué sabe Él del sufrimiento? -espetó

una mujer de pelo castaño mientras se levan-taba bruscamente la manga para revelar unnúmero tatuado en un campo de concentra-ción nazi-o iNosotros sufri mos horrores,golpizas, torturas, muerte!

En otro grupo, un negro se bajó el cuellode la camisa. -¿Y qué les parece esto? -in-quirió con aire exigente mientras mostraba lahorrorosa quemadura producida por una cuer-da-o -iMe lincharon por el crimen de habernacido negro! Nos sofocamos en barcos deesclavos, nos arrancaron de los brazos denuestros seres queridos y nos obligaron a tra-bajar hasta que la muerte nos libró.

A lo ancho de la planicie se divisabancientos de grupos similares. Cada uno de ellostenía una queja que presentar a Dios por lamaldad y el sufrimiento que había permitido

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Page 62: Rayos de Sol 2

EL GORRIONCITO

Soy un simple gorrioncito,poco valor tiene mi vida,pero aunque soy humildeel Señor Jesús me cuida.

Sé que hay muchos más gorrionespor todos sitios y lugares,pero cuando uno de ellos cae a tierranuestro Padre Celestial lo sabe.

Somos débiles, mas no temerosos;pequeños, mas no olvidados,pues sabemos que nuestro querido Señorprotege todo lo que ha creado.

De noche guardo mis alitasdonde sea que me encuentre,pues el Padre siempre me cuida;nada malo puede sucederme.

Soy un simple gorrioncito,ave de humilde condición ,pero sé que el Padre me ama· ,¿conoces tú también Su amor?

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DIOS VIVE ENTRE ALGODONESMiles de millones de personas se halla-

ban reunidas en una explanada ante el tronode Dios. Algunos grupos que se encontrabanen la parte del frente conversabanacaloradamente. No con vergüenza, sino conactitud beligerante.

-¿Cómo puede Dios juzgarnos? -dijo uno.-¿Qué sabe Él del sufrimiento? -espetó

una mujer de pelo castaño mientras se levan-taba bruscamente la manga para revelar unnúmero tatuado en un campo de concentra-ción nazi-o iNosotros sufri mos horrores,golpizas, torturas, muerte!

En otro grupo, un negro se bajó el cuellode la camisa. -¿Y qué les parece esto? -in-quirió con aire exigente mientras mostraba lahorrorosa quemadura producida por una cuer-da-o -iMe lincharon por el crimen de habernacido negro! Nos sofocamos en barcos deesclavos, nos arrancaron de los brazos denuestros seres queridos y nos obligaron a tra-bajar hasta que la muerte nos libró.

A lo ancho de la planicie se divisabancientos de grupos similares. Cada uno de ellostenía una queja que presentar a Dios por lamaldad y el sufrimiento que había permitido

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en el mundo. -iQué suerte tenía Dios de viviren el Cielo, donde no existían el llanto, el te-mor, el hambre ni la muerte!

En efecto, ¿qué sabía Dios de lo que elhombre había tenido que soportar en el mun-do? Al fin y al cabo, Dios vive entre algodo-nes -exclamaron.

Cada grupo decidió enviar entonces unrepresentante, para lo cual eligió a la perso-na de su género que más había sufrido. Fue-ron seleccionados un judío, un negro, un in-tocable de la India, un hijo ilegítimo, una vícti-ma de Hiroshima, otra de un gulag siberiano,y así sucesivamente.

En el centro de la llanura celebraron unareunión de consulta. Al fin estuvieron prepa-rados para presentar su causa. Era bastantesencilla. Antes que Dios estuviera en condi-ciones de juzgarlos, debía sufrir lo que elloshabían sufrido. Su decisión fue que Dios de-bía ser «sentenciado a vivir en la Tierra comohombre». Pero dado que era Dios, fijaron cier-tas condiciones. Con ello se evitaría que em-pleara Sus poderes divinos para sortear difi-cultades. Estas fueron sus exigencias:

Que fuera judío.Qu~ ~e pusiera en duda la legitimidad de

Su nacimiento, a fin de que nadie supiera

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quién era Su Padre.Q~e defendiera ~na causa tan justa pero

tan radical que le valiera el odio, la condena-ción y el acoso de las confesiones religiosastradicionales.

Que tuviera que describir lo que ningúnhombre ha visto, sentido, degustado, oído uolido. Que tuviera que comunicar a los hom-bres cómo es Dios.

Que fuese traicionado por sus amigosmás queridos.

Que fuese procesado por cargos falsea-dos, juzgado por un jurado tendencioso y sen-tenciado por un juez cobarde.

Que tuviese que experimentar lo que esla soledad más terrible y el abandono totalpor parte de toda criatura viviente.

Que fuese torturado y muerto de la for-ma más humillante posible, entre delincuen-tes comunes.

Cada vez que uno de los representantespronunciaba su parte de la sentencia, surgíande la multitud murmullos de aprobación.

Mas cuando el último terminó de emitirsu fallo, se produjo un largo silencio. Nadievolvió a pronunciar palabra. Todos se queda-ron inmóviles, comprendieron que Dios yahabía cumplido Su sentencia.

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en el mundo. -iQué suerte tenía Dios de viviren el Cielo, donde no existían el llanto, el te-mor, el hambre ni la muerte!

En efecto, ¿qué sabía Dios de lo que elhombre había tenido que soportar en el mun-do? Al fin y al cabo, Dios vive entre algodo-nes -exclamaron.

Cada grupo decidió enviar entonces unrepresentante, para lo cual eligió a la perso-na de su género que más había sufrido. Fue-ron seleccionados un judío, un negro, un in-tocable de la India, un hijo ilegítimo, una vícti-ma de Hiroshima, otra de un gulag siberiano,y así sucesivamente.

En el centro de la llanura celebraron unareunión de consulta. Al fin estuvieron prepa-rados para presentar su causa. Era bastantesencilla. Antes que Dios estuviera en condi-ciones de juzgarlos, debía sufrir lo que elloshabían sufrido. Su decisión fue que Dios de-bía ser «sentenciado a vivir en la Tierra comohombre». Pero dado que era Dios, fijaron cier-tas condiciones. Con ello se evitaría que em-pleara Sus poderes divinos para sortear difi-cultades. Estas fueron sus exigencias:

Que fuera judío.Qu~ ~e pusiera en duda la legitimidad de

Su nacimiento, a fin de que nadie supiera

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quién era Su Padre.Q~e defendiera ~na causa tan justa pero

tan radical que le valiera el odio, la condena-ción y el acoso de las confesiones religiosastradicionales.

Que tuviera que describir lo que ningúnhombre ha visto, sentido, degustado, oído uolido. Que tuviera que comunicar a los hom-bres cómo es Dios.

Que fuese traicionado por sus amigosmás queridos.

Que fuese procesado por cargos falsea-dos, juzgado por un jurado tendencioso y sen-tenciado por un juez cobarde.

Que tuviese que experimentar lo que esla soledad más terrible y el abandono totalpor parte de toda criatura viviente.

Que fuese torturado y muerto de la for-ma más humillante posible, entre delincuen-tes comunes.

Cada vez que uno de los representantespronunciaba su parte de la sentencia, surgíande la multitud murmullos de aprobación.

Mas cuando el último terminó de emitirsu fallo, se produjo un largo silencio. Nadievolvió a pronunciar palabra. Todos se queda-ron inmóviles, comprendieron que Dios yahabía cumplido Su sentencia.

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Page 65: Rayos de Sol 2

SOLEDADEstando solo en tu cuartono tienes a nadie a quien contarlo que siente tu corazón.Solo estás con tu soledad.Vas caminando por las calles,no tienes a nadie a quien amarsientes que nadie te acompaña.Solo estás con tu soledad.Pero no estás solo.Hay alguien que siempre está,que nunca muere y nunca te fallará.Siempre te amará y te comprenderáy te librará de tu soledad.Por eso no pienses que estás solo,que para siempre así estarás.Hay alguien que llama a tu puertay a Su tiempo Él llegará y entrará.y entonces sé que tu dolor,que todas esas lágrimasserán como un arco iris,darán color a tu dolor y brillará.y no te olvides que hay alguienque siempre está, que nunca muerey nunca te fallará.Siempre te amará y te comprenderáy ya solo no estarás nunca más.

66

UNA PINTURA DE POCO VALORUn hombre viudo y su hijo vivían en una

casa grande en el campo en gran armonía.Cuando el conflicto de Vietnam surgió, el hijofue llamado a la guerra. Fue muy valiente ymurió en la batalla mientras rescataba a otrosoldado. El padre recibió la noticia y sufrió pro-fundamente la muerte de su único hijo. Unmes más tarde alguien tocó la puerta. Un jo-ven con un gran paquete en sus manos ledijo al padre: «Señor, usted no me ~on?ce,pero yo soy el soldado por quien su hiJodio lavida. El salvó muchas vidas ese día, y meestaba llevando a un lugar seguro cuando unabala le atravesó el pecho, muriendo así ins-tantáneamente. El hablaba muy a menudo deusted y su amor por el arte». ,

El muchacho extendió el paquete: «yo seque esto no es mucho. Y~.no soy ~n gran ar-tista, pero creo que a su hiJole hubiera gust~:do que usted recibiera esto». El padre abrióel paquete. Era un retrato de su hiJopintadopor el joven soldado. El contemplo con pro-funda admiración la manera en que el sold.~-do había captado la personalidad de su hijoen la pintura. El padre estaba tan atraído por

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SOLEDADEstando solo en tu cuartono tienes a nadie a quien contarlo que siente tu corazón.Solo estás con tu soledad.Vas caminando por las calles,no tienes a nadie a quien amarsientes que nadie te acompaña.Solo estás con tu soledad.Pero no estás solo.Hay alguien que siempre está,que nunca muere y nunca te fallará.Siempre te amará y te comprenderáy te librará de tu soledad.Por eso no pienses que estás solo,que para siempre así estarás.Hay alguien que llama a tu puertay a Su tiempo Él llegará y entrará.y entonces sé que tu dolor,que todas esas lágrimasserán como un arco iris,darán color a tu dolor y brillará.y no te olvides que hay alguienque siempre está, que nunca muerey nunca te fallará.Siempre te amará y te comprenderáy ya solo no estarás nunca más.

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UNA PINTURA DE POCO VALORUn hombre viudo y su hijo vivían en una

casa grande en el campo en gran armonía.Cuando el conflicto de Vietnam surgió, el hijofue llamado a la guerra. Fue muy valiente ymurió en la batalla mientras rescataba a otrosoldado. El padre recibió la noticia y sufrió pro-fundamente la muerte de su único hijo. Unmes más tarde alguien tocó la puerta. Un jo-ven con un gran paquete en sus manos ledijo al padre: «Señor, usted no me ~on?ce,pero yo soy el soldado por quien su hiJodio lavida. El salvó muchas vidas ese día, y meestaba llevando a un lugar seguro cuando unabala le atravesó el pecho, muriendo así ins-tantáneamente. El hablaba muy a menudo deusted y su amor por el arte». ,

El muchacho extendió el paquete: «yo seque esto no es mucho. Y~.no soy ~n gran ar-tista, pero creo que a su hiJole hubiera gust~:do que usted recibiera esto». El padre abrióel paquete. Era un retrato de su hiJopintadopor el joven soldado. El contemplo con pro-funda admiración la manera en que el sold.~-do había captado la personalidad de su hijoen la pintura. El padre estaba tan atraído por

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la expresión de los ojos de su hijo que lossuyos propios se llenaron de lágrimas. Leagradeció al joven soldado y ofreció pagarlepor el cuadro.

«Oh no señor, yo nunca podría pagarle loque su hijo hizo por mí. Es un regalo».

El padre colgó el retrato sobre la repisa desu chimenea. Cada vez que los visitantes einvitados llegaban a su casa, les mostraba elretrato de su hijo.

El hombre murió unos años más tarde ycomo no tenía heredero se anunció la subas-ta de todos sus bienes incluida su casa ymuchas antigüedades de gran valor. Muchagente importante y de influencia acudió congrandes expectativas.

Sobre la plataforma estaba el retrato delhijo. El subastador golpeó su mazo para darinicio a la subasta. «Empezaremos los rema-tes con este retrato del hijo. ¿Quién ofrecepor este retrato?» Hubo un gran silencio. En-tonces una voz del fondo del salón gritó:«¡Queremos ver las piezas de valor, olvídesede esa!» Sin embargo el subastador persis-tió: «¿Alguién ofrece algo por esta pintura?¿Cien dólares? ¿Doscientos dólares?»

Otra voz gritó con enojo: «¡No venimos por

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esa pintura!» Pero aún así el subastador con-tinuaba su labor: «iEI hijo! iEI hijo! ¡¿Quién selleva el hijo?!»

Finalmente una voz se oyó desde muyatrás: «¡Yo doy diez dólares por la pintura!»Era la vieja niñera del hijo, siendo esta muypobre era lo único que podía ofrecer.

«¡Diez dólares es la oferta! ¿Dará alguién20 dólares? ¿Alguien da 20 dólares?»

La multitud se estaba poniendo bien enoja-da. No querían la pintura del hijo. Querían lasque representaban una valiosa inversión. Elsubastador golpeó por fin el mazo: «Va una,van dos, ¡vendida por 10 dólares!»

Un hombre que estaba sentado en la se-gunda fila gritó feliz: «¡Ahora empecemos deverdad!»

El subastador soltó su mazo y dijo: «Lo sien-to mucho, damas y caballeros, pero la subas-ta llegó a su final. Cuando me llamaron paraconducir esta subasta, se me dijo de un se-creto estipulado en el testamento del dueño.Yo no tenía permitido revelar esta estipula-ción hasta este preciso momento. Solamentela pintura de EL HIJO sería subastada. Aquelque la comprara heredaría absolutamente to-

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la expresión de los ojos de su hijo que lossuyos propios se llenaron de lágrimas. Leagradeció al joven soldado y ofreció pagarlepor el cuadro.

«Oh no señor, yo nunca podría pagarle loque su hijo hizo por mí. Es un regalo».

El padre colgó el retrato sobre la repisa desu chimenea. Cada vez que los visitantes einvitados llegaban a su casa, les mostraba elretrato de su hijo.

El hombre murió unos años más tarde ycomo no tenía heredero se anunció la subas-ta de todos sus bienes incluida su casa ymuchas antigüedades de gran valor. Muchagente importante y de influencia acudió congrandes expectativas.

Sobre la plataforma estaba el retrato delhijo. El subastador golpeó su mazo para darinicio a la subasta. «Empezaremos los rema-tes con este retrato del hijo. ¿Quién ofrecepor este retrato?» Hubo un gran silencio. En-tonces una voz del fondo del salón gritó:«¡Queremos ver las piezas de valor, olvídesede esa!» Sin embargo el subastador persis-tió: «¿Alguién ofrece algo por esta pintura?¿Cien dólares? ¿Doscientos dólares?»

Otra voz gritó con enojo: «¡No venimos por

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esa pintura!» Pero aún así el subastador con-tinuaba su labor: «iEI hijo! iEI hijo! ¡¿Quién selleva el hijo?!»

Finalmente una voz se oyó desde muyatrás: «¡Yo doy diez dólares por la pintura!»Era la vieja niñera del hijo, siendo esta muypobre era lo único que podía ofrecer.

«¡Diez dólares es la oferta! ¿Dará alguién20 dólares? ¿Alguien da 20 dólares?»

La multitud se estaba poniendo bien enoja-da. No querían la pintura del hijo. Querían lasque representaban una valiosa inversión. Elsubastador golpeó por fin el mazo: «Va una,van dos, ¡vendida por 10 dólares!»

Un hombre que estaba sentado en la se-gunda fila gritó feliz: «¡Ahora empecemos deverdad!»

El subastador soltó su mazo y dijo: «Lo sien-to mucho, damas y caballeros, pero la subas-ta llegó a su final. Cuando me llamaron paraconducir esta subasta, se me dijo de un se-creto estipulado en el testamento del dueño.Yo no tenía permitido revelar esta estipula-ción hasta este preciso momento. Solamentela pintura de EL HIJO sería subastada. Aquelque la comprara heredaría absolutamente to-

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das las posesiones de este hombre. j La mu-jer que compró EL HIJO se queda con todo!»

Quien ama a Jesús lo tiene todo.

JESÚS, EN TI CONFíoCuando estoy caído, desde las profundida-des de mi alma abatida y herida, sólo grito:«Jesús, en Ti confío», pues sí es verdad quea veces he vivido alejado de Tu camino, peroaún queda en mí aquel sueño que tuve cuan-do niño; vi un ángel lleno de luz que me dijo:

-Si un día te pierdes en el camino de la vida,aunq~e estés revestido de todo lo malo quete .bnnda el mundo duro y despiadado, sólognta: «Jesús, en Ti confío, pues para resca-tarme a mí has venido».

70

PARA UN AMIGO COMO TÚCuando te levantabas esta mañana te,

observaba y esperaba que me hablaras, aun-que fuera unas cuantas palabras, preguntan-do mi opinión o agradeciéndome por algo bue-no que te haya sucedido ayer. Pero noté queestabas muy ocupado buscando la ropa ade-cuada para poder ir a trabajar. Seguí espe-rando de nuevo, mientras corrías por la casaarreglándote; supe que habría unos cuantosminutos para que te detuvieras y me dijeras«hola», pero estabas demasiado ocupado. Teobservé mientras ibas rumbo al trabajo y es-peré pacientemente todo el día. Con todastus actividades supongo que estabas dema-siado ocupado para decirme algo. Pero estábien ... aún queda mucho tiempo.

Después encendiste el televisor. Espe-ré pacientemente mientras veías televisión,cenabas, pero nuevamente te olvidaste dehablar conmigo y nada.

A la hora de dormir, creo que ya esta-bas muy cansado. Después de decirle bue-nas noches a toda tu familia, caíste en tu camay casi de inmediato te dormiste. No hay pro-blema, porque quizás no te das cuenta de que

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das las posesiones de este hombre. j La mu-jer que compró EL HIJO se queda con todo!»

Quien ama a Jesús lo tiene todo.

JESÚS, EN TI CONFíoCuando estoy caído, desde las profundida-des de mi alma abatida y herida, sólo grito:«Jesús, en Ti confío», pues sí es verdad quea veces he vivido alejado de Tu camino, peroaún queda en mí aquel sueño que tuve cuan-do niño; vi un ángel lleno de luz que me dijo:

-Si un día te pierdes en el camino de la vida,aunq~e estés revestido de todo lo malo quete .bnnda el mundo duro y despiadado, sólognta: «Jesús, en Ti confío, pues para resca-tarme a mí has venido».

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PARA UN AMIGO COMO TÚCuando te levantabas esta mañana te,

observaba y esperaba que me hablaras, aun-que fuera unas cuantas palabras, preguntan-do mi opinión o agradeciéndome por algo bue-no que te haya sucedido ayer. Pero noté queestabas muy ocupado buscando la ropa ade-cuada para poder ir a trabajar. Seguí espe-rando de nuevo, mientras corrías por la casaarreglándote; supe que habría unos cuantosminutos para que te detuvieras y me dijeras«hola», pero estabas demasiado ocupado. Teobservé mientras ibas rumbo al trabajo y es-peré pacientemente todo el día. Con todastus actividades supongo que estabas dema-siado ocupado para decirme algo. Pero estábien ... aún queda mucho tiempo.

Después encendiste el televisor. Espe-ré pacientemente mientras veías televisión,cenabas, pero nuevamente te olvidaste dehablar conmigo y nada.

A la hora de dormir, creo que ya esta-bas muy cansado. Después de decirle bue-nas noches a toda tu familia, caíste en tu camay casi de inmediato te dormiste. No hay pro-blema, porque quizás no te das cuenta de que

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Page 71: Rayos de Sol 2

siempre estoy ahí para ti. Tengo más pacien-cia de la que te imaginas.

También quisiera enseñarte como tenerpaciencia para con otros.

Te amo tanto que espero todos los díaspor una oración, un pensamiento o un pocode gratitud de tu corazón. Bueno, te estás le-vantando de nuevo y otra vez esperaré sinnada más que mi amor por ti, esperando queel día de hoy me dediques un poco de tiem-po.

iQué tengas un buen día!

Tu amigo JESÚS

72

¡CONFíA EN Mí!

¿Por qué te agitas antes los problemasde la vida? Déjame a Mí el cuidado de todastus cosas y te irá mejor. Cuando te entreguesa Mí, todo se resolverá con tranquilidad se-gún Mis designios. No te desesperes, cierralos ojos de tu alma y dime con calma: [Jesus,confío en Ti!

Evita las preocupaciones angustiosas ylos pensamientos sobre lo que pueda suce-der después. No estropees mis planes que-riéndome imponer tus ideas. Déjame ser Diosy actuar con libertad. Entrégate confiadamentea Mí. Reposa en Mí y deja en Mis manos tufuturo. Dime frecuentemente: ¡Jesús, confíoen Ti!

Lo que más daño te hace es tu razona-miento y tus propias ideas y querer resolverlas cosas a tu manera. Cuando me dices,«Jesús, yo confío en Ti», no seas como elpaciente que le dice al médico que lo cure,pero le sugiere el modo de hacerla. Déjateguiar por Mis brazos divinos; no tengas mie-do, Yo te amo. Si crees que las cosas empe~-ran o se complican a pesar de tu oración, SI-gue confiado, cierra los ojos de tu alma y con-

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siempre estoy ahí para ti. Tengo más pacien-cia de la que te imaginas.

También quisiera enseñarte como tenerpaciencia para con otros.

Te amo tanto que espero todos los díaspor una oración, un pensamiento o un pocode gratitud de tu corazón. Bueno, te estás le-vantando de nuevo y otra vez esperaré sinnada más que mi amor por ti, esperando queel día de hoy me dediques un poco de tiem-po.

iQué tengas un buen día!

Tu amigo JESÚS

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¡CONFíA EN Mí!

¿Por qué te agitas antes los problemasde la vida? Déjame a Mí el cuidado de todastus cosas y te irá mejor. Cuando te entreguesa Mí, todo se resolverá con tranquilidad se-gún Mis designios. No te desesperes, cierralos ojos de tu alma y dime con calma: [Jesus,confío en Ti!

Evita las preocupaciones angustiosas ylos pensamientos sobre lo que pueda suce-der después. No estropees mis planes que-riéndome imponer tus ideas. Déjame ser Diosy actuar con libertad. Entrégate confiadamentea Mí. Reposa en Mí y deja en Mis manos tufuturo. Dime frecuentemente: ¡Jesús, confíoen Ti!

Lo que más daño te hace es tu razona-miento y tus propias ideas y querer resolverlas cosas a tu manera. Cuando me dices,«Jesús, yo confío en Ti», no seas como elpaciente que le dice al médico que lo cure,pero le sugiere el modo de hacerla. Déjateguiar por Mis brazos divinos; no tengas mie-do, Yo te amo. Si crees que las cosas empe~-ran o se complican a pesar de tu oración, SI-gue confiado, cierra los ojos de tu alma y con-

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Page 73: Rayos de Sol 2

fía. Continúa diciendo a toda hora: iJesús,confío en Ti!

Necesito las manos libres para poderobrar. No me ates con tus preocupacionesinútiles. El enemigo de tu alma quiere eso:agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confíasólo en Mí. Reposa en Mí. Entrégate a Mí.

Yo hago los milagros en la proporciónde la entrega y confianza que tienes en Mí.Así que no te preocupes, echa sobre Mí to-das tus angustias y duerme tranquilo. Y ve-rás grandes milagros. Te lo prometo por Miamor.

Tuyo para siempre, Jesús

¡LA GANGA DE TU VIDA!Querido Amigo:

¡Te ofrezco la ganga de tu vida!Al principio me dedicaba a la carpintería,

pero ahora también hago reparaciones yrenovaciones. Me llamo Jesús y soy el mejorde Mi especialidad. Aprovecha Mi oferta deprueba, totalmente gratuita. ¡Te reparo loque tú más deseas componer!

Pero antes de apresurarte a responder,escúchame un momento:

Cuando digo que arreglo todo, quiero decirtodo. No piensas en algo tan intrascendentecomo un televisor descompuesto o en unautomóvil averiado. i Piensa en cosasimportantes! Tu salud, tu vida, tus pesares,cualquier situación imposible en la que teencuentres atrapado ... ilO que sea!

Claro que te costará creerme, si no tienesla seguridad de que este es un negocio limpio,de que soy veraz y cumplo Mi palabra.Por esa razón te voy a hacer otraoferta gratuita:¡ponme a prueba!Imagínate que tú eres un tubo deensayo. Colócame en ese tuboy experiméntame. No tienes más que pedirmeque entre en tu vida y que la mejore. Si no soycapaz de conseguirlo, olvídate de Mí y de esta

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fía. Continúa diciendo a toda hora: iJesús,confío en Ti!

Necesito las manos libres para poderobrar. No me ates con tus preocupacionesinútiles. El enemigo de tu alma quiere eso:agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confíasólo en Mí. Reposa en Mí. Entrégate a Mí.

Yo hago los milagros en la proporciónde la entrega y confianza que tienes en Mí.Así que no te preocupes, echa sobre Mí to-das tus angustias y duerme tranquilo. Y ve-rás grandes milagros. Te lo prometo por Miamor.

Tuyo para siempre, Jesús

¡LA GANGA DE TU VIDA!Querido Amigo:

¡Te ofrezco la ganga de tu vida!Al principio me dedicaba a la carpintería,

pero ahora también hago reparaciones yrenovaciones. Me llamo Jesús y soy el mejorde Mi especialidad. Aprovecha Mi oferta deprueba, totalmente gratuita. ¡Te reparo loque tú más deseas componer!

Pero antes de apresurarte a responder,escúchame un momento:

Cuando digo que arreglo todo, quiero decirtodo. No piensas en algo tan intrascendentecomo un televisor descompuesto o en unautomóvil averiado. i Piensa en cosasimportantes! Tu salud, tu vida, tus pesares,cualquier situación imposible en la que teencuentres atrapado ... ilO que sea!

Claro que te costará creerme, si no tienesla seguridad de que este es un negocio limpio,de que soy veraz y cumplo Mi palabra.Por esa razón te voy a hacer otraoferta gratuita:¡ponme a prueba!Imagínate que tú eres un tubo deensayo. Colócame en ese tuboy experiméntame. No tienes más que pedirmeque entre en tu vida y que la mejore. Si no soycapaz de conseguirlo, olvídate de Mí y de esta

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oferta. Pero si no te decepciono, si tedemuestro personalmente que soy lo queafirmo, [piensa en cuánto habrás salidoganando!

¿Qué te pido a cambio?Tu amor, nada más. Quiero que optes por

Mí cuando tengas que elegir a quién acudirpara resolver tus problemas. Que por encimade toda solución me escojas a Mí. Paramotivarte a ello, resolveré toda dificultad queme presentes. En serio.

No es una promesa para el futuro, aunquetambién tengo muchas de ésas. Me refiero almomento actual. [Cumpliré Mi palabra cadavez que me pongas a prueba! iNo te quepaduda!

¿Te suena demasiado optimista? Comote dije, ies la ganga de tu vida! Jamásencontrarás una mejor ... y espera, ¡que aún note lo he dicho todo!

¿Qué has hecho tú para merecerlo?¡Nada! Cuando alguien se enamora de unapersona, ésta no' tiene que hacer nada paraganarse sus simpatías. Los enamoradosespontáneamente tienen detalles el uno porel otro. Pues eso mismo me motiva apresentarte esta oferta: ¡el amor que sientopor ti!

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Tengo otra infinidad de ofertasinsuperables, muchas de las cuales lasencontrarás en la Biblia. Pero no soy tonto; séque a menos que tú estés convencido de queexisto y de que esas promesas son algo másque palabras bonitas, ¡ni te tomarás la molestiade leerlas!

Por eso te propongo lo siguiente: pídemeque te demuestre que soy quien afirmo ser,que haré cuanto prometo. A partir de ahí,¡verás cómo cumplo Mi palabra! Prometohacerlo con todo el que me lo pidasinceramente. Te garantizo que si lo haces tealegrarás.

Ahora bien, si una vez que me hayaspuesto a prueba quedas contento, el siguientepaso será hacerme un pequeño favor: ¡presentala oferta a otro! ¡A tantas personas comoquieras! La mejor propaganda es la que hacede viva voz un cliente satisfecho; ¡yeso es loque me gusta! No es mucho pedir cuando seha prestado un servicio eficiente y de confianzao se ha ofrecido una buena ganga.

y como en cualquier buena empresa, cadavez que me recomiendes a otros presentándoleseste ofertón, tomaré nota y te lo recompensaré!¿Qué te parece? Negocio redondo, ¿no?

Ya hace tiempo que ando por aquí y, por

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oferta. Pero si no te decepciono, si tedemuestro personalmente que soy lo queafirmo, [piensa en cuánto habrás salidoganando!

¿Qué te pido a cambio?Tu amor, nada más. Quiero que optes por

Mí cuando tengas que elegir a quién acudirpara resolver tus problemas. Que por encimade toda solución me escojas a Mí. Paramotivarte a ello, resolveré toda dificultad queme presentes. En serio.

No es una promesa para el futuro, aunquetambién tengo muchas de ésas. Me refiero almomento actual. [Cumpliré Mi palabra cadavez que me pongas a prueba! iNo te quepaduda!

¿Te suena demasiado optimista? Comote dije, ies la ganga de tu vida! Jamásencontrarás una mejor ... y espera, ¡que aún note lo he dicho todo!

¿Qué has hecho tú para merecerlo?¡Nada! Cuando alguien se enamora de unapersona, ésta no' tiene que hacer nada paraganarse sus simpatías. Los enamoradosespontáneamente tienen detalles el uno porel otro. Pues eso mismo me motiva apresentarte esta oferta: ¡el amor que sientopor ti!

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Tengo otra infinidad de ofertasinsuperables, muchas de las cuales lasencontrarás en la Biblia. Pero no soy tonto; séque a menos que tú estés convencido de queexisto y de que esas promesas son algo másque palabras bonitas, ¡ni te tomarás la molestiade leerlas!

Por eso te propongo lo siguiente: pídemeque te demuestre que soy quien afirmo ser,que haré cuanto prometo. A partir de ahí,¡verás cómo cumplo Mi palabra! Prometohacerlo con todo el que me lo pidasinceramente. Te garantizo que si lo haces tealegrarás.

Ahora bien, si una vez que me hayaspuesto a prueba quedas contento, el siguientepaso será hacerme un pequeño favor: ¡presentala oferta a otro! ¡A tantas personas comoquieras! La mejor propaganda es la que hacede viva voz un cliente satisfecho; ¡yeso es loque me gusta! No es mucho pedir cuando seha prestado un servicio eficiente y de confianzao se ha ofrecido una buena ganga.

y como en cualquier buena empresa, cadavez que me recomiendes a otros presentándoleseste ofertón, tomaré nota y te lo recompensaré!¿Qué te parece? Negocio redondo, ¿no?

Ya hace tiempo que ando por aquí y, por

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raro que te parezca, esta megaoferta es lamisma que he hecho desde el principio. Lo quepasa es que estoy actualizando Mipropaganda. El tiempo apremia, y el mundoha cambiado.

No desperdicies esta ocasión. Aventúrate.Me lo agradecerás. Y lo mismo para cualquierotra persona a quien presentes esta oferta yse anime a probar el producto.

No olvides que esta ganga no es más quela presentación. Hay mucho más ... ¡Noexagero! Todo ello está a tu alcance y es paratu bien. Prueba primero esto que te digo.Después te indicaré más.

Pídeme que entre en tu vida yrecomponga todo lo que ande mal. Me instalaréen ella dotado de un excelente programa dereparaciones. Hasta realizaré algunas mejorassi las deseas y te brindaré una amplia gamade posibilidades entre las que puedas escoger.

¿Qué te parece? Mejor, imposible.iAnímate a probarlo! ¿Qué tal ahora mismo?Empecemos ya. No tienes más que decirme:«¡Trato hecho, Jesús! Acepto Tu oferta. Pasay demuéstrame lo que eres capaz de hacer. Siquedo contento, ite recomendaré a otros!»

Se despide cariñosamente,

Jesús, tu Reparador celestial

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SECCiÓN #9

SINESPERAR

NADAA

CAMBIO

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raro que te parezca, esta megaoferta es lamisma que he hecho desde el principio. Lo quepasa es que estoy actualizando Mipropaganda. El tiempo apremia, y el mundoha cambiado.

No desperdicies esta ocasión. Aventúrate.Me lo agradecerás. Y lo mismo para cualquierotra persona a quien presentes esta oferta yse anime a probar el producto.

No olvides que esta ganga no es más quela presentación. Hay mucho más ... ¡Noexagero! Todo ello está a tu alcance y es paratu bien. Prueba primero esto que te digo.Después te indicaré más.

Pídeme que entre en tu vida yrecomponga todo lo que ande mal. Me instalaréen ella dotado de un excelente programa dereparaciones. Hasta realizaré algunas mejorassi las deseas y te brindaré una amplia gamade posibilidades entre las que puedas escoger.

¿Qué te parece? Mejor, imposible.iAnímate a probarlo! ¿Qué tal ahora mismo?Empecemos ya. No tienes más que decirme:«¡Trato hecho, Jesús! Acepto Tu oferta. Pasay demuéstrame lo que eres capaz de hacer. Siquedo contento, ite recomendaré a otros!»

Se despide cariñosamente,

Jesús, tu Reparador celestial

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SECCiÓN #9

SINESPERAR

NADAA

CAMBIO

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BESOS EN EL AIREA menudo aprendemos mucho de

nuestros hijos. Hace algún tiempo, un amigocastigó a su hija de tres años por desperdiciarun rollo completo de papel dorado paraenvolturas. Estaban escasos de dinero y élse puso furioso cuando la niña trató de decoraruna caja para ponerla bajo el árbol de Navidad.A pesar de todo, la pequeña niña le llevó elregalo a su papá la mañana siguiente y le dijo:«Esto es para ti, Papi». Él se sintióavergonzado de su reacción anterior, pero suenojo volvió cuando vio la caja vacía. Le gritó:«¿No sabes que cuando uno da un regalo, sesupone que haya algo dentro de él?» Lapequeña niña lo miró con lagrimas en sus ojosy dijo: «Papi, no está vacía, yo tiré besitosdentro de la caja, todos para ti, Papito». Elpadre se sintió destrozado. Rodeó con susbrazos a su hijita y le rogó que lo perdonara.

Mi amigo me dijo que él conservó aquellacaja dorada junto a su cama por años. Cuandose sentía desanimado, sacaba uno deaquellos besos en el aire y recordaba el amorcon que una niña los había depositado allí.

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BESOS EN EL AIREA menudo aprendemos mucho de

nuestros hijos. Hace algún tiempo, un amigocastigó a su hija de tres años por desperdiciarun rollo completo de papel dorado paraenvolturas. Estaban escasos de dinero y élse puso furioso cuando la niña trató de decoraruna caja para ponerla bajo el árbol de Navidad.A pesar de todo, la pequeña niña le llevó elregalo a su papá la mañana siguiente y le dijo:«Esto es para ti, Papi». Él se sintióavergonzado de su reacción anterior, pero suenojo volvió cuando vio la caja vacía. Le gritó:«¿No sabes que cuando uno da un regalo, sesupone que haya algo dentro de él?» Lapequeña niña lo miró con lagrimas en sus ojosy dijo: «Papi, no está vacía, yo tiré besitosdentro de la caja, todos para ti, Papito». Elpadre se sintió destrozado. Rodeó con susbrazos a su hijita y le rogó que lo perdonara.

Mi amigo me dijo que él conservó aquellacaja dorada junto a su cama por años. Cuandose sentía desanimado, sacaba uno deaquellos besos en el aire y recordaba el amorcon que una niña los había depositado allí.

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PREMIO NOBEL

Después de recibir el Premio Nobel ,muchas personas enviaron donaciones:

. 'a~l~entaron a los nuestros, trajeron ropas,hicieron cosas hermosas. Una tarde meencontré con un mendigo en la calle, vinohacia mí y me dijo: «Madre Teresa todos te, ,estan dando algo. Yo también quiero dartealgo, pero hoy en todo el día sólo recibí dosmoneditas y quiero darte eso».

No puedo contarles la alegría radiante desu rostro porque tomé esas dos moneditassabie~do qu~ si él no recibía hoy algo más,ten~na que Irse a dormir sin comer; perosabiendo también que lo habría herido muchosi no las hubiera aceptado.

N~, les puedo describir la alegría y laexpresión de paz y de amor en su cara. Sólopuedo .decirles una cosa: al aceptar las dosmoneditas ~entí que era mucho más grandeque el Pr~mlo Nobel, porque él me dio todo loque poseia y lo hizo con tanta ternura.

Madre Teresa de Calcuta

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UN EJEMPLO A SEGUIRBruno por poco no vio a la señora que

estaba parada a un lado de la carretera. Pesea la poca visibilidad del día, notó que la seño-ra estaba en apuros. Se estacionó delante delMercedes de ella y se bajó de su viejoVolkswagen que no dejaba de petardear.Aunque Bruno lucía una sonrisa en los labios ,ella estaba preocupada. Llevaba allí más deuna hora y nadie se había detenido para ayu-darla. ¿Le iría a hacer daño este hombre? Notenía muy buena pinta, se le veía pobre y concara de hambre. Bruno se dio cuenta de queella estaba asustada, parada allí en el frío. Élsabía cómo ella se sentía. Era esa misma sen-sación tensa que se siente en el estómago yque sólo el miedo puede suscitar. Le dijo: -Estoy para ayudarla, señora. ¿Por qué noespera en el auto para que esté más abriga-da? A propósito, me llamo Bruno.

Se trataba sólo de una llanta desinfla-da, pero para una señora de edad eso eratodo un problema. Bruno se metió debajo delauto buscando un lugar donde apoyar la gata,raspándose un par de veces los nudillos. Alcabo de un rato ya había cambiado la llanta.Sin embargo, para hacerla se tuvo que ensu-

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PREMIO NOBEL

Después de recibir el Premio Nobel ,muchas personas enviaron donaciones:

. 'a~l~entaron a los nuestros, trajeron ropas,hicieron cosas hermosas. Una tarde meencontré con un mendigo en la calle, vinohacia mí y me dijo: «Madre Teresa todos te, ,estan dando algo. Yo también quiero dartealgo, pero hoy en todo el día sólo recibí dosmoneditas y quiero darte eso».

No puedo contarles la alegría radiante desu rostro porque tomé esas dos moneditassabie~do qu~ si él no recibía hoy algo más,ten~na que Irse a dormir sin comer; perosabiendo también que lo habría herido muchosi no las hubiera aceptado.

N~, les puedo describir la alegría y laexpresión de paz y de amor en su cara. Sólopuedo .decirles una cosa: al aceptar las dosmoneditas ~entí que era mucho más grandeque el Pr~mlo Nobel, porque él me dio todo loque poseia y lo hizo con tanta ternura.

Madre Teresa de Calcuta

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UN EJEMPLO A SEGUIRBruno por poco no vio a la señora que

estaba parada a un lado de la carretera. Pesea la poca visibilidad del día, notó que la seño-ra estaba en apuros. Se estacionó delante delMercedes de ella y se bajó de su viejoVolkswagen que no dejaba de petardear.Aunque Bruno lucía una sonrisa en los labios ,ella estaba preocupada. Llevaba allí más deuna hora y nadie se había detenido para ayu-darla. ¿Le iría a hacer daño este hombre? Notenía muy buena pinta, se le veía pobre y concara de hambre. Bruno se dio cuenta de queella estaba asustada, parada allí en el frío. Élsabía cómo ella se sentía. Era esa misma sen-sación tensa que se siente en el estómago yque sólo el miedo puede suscitar. Le dijo: -Estoy para ayudarla, señora. ¿Por qué noespera en el auto para que esté más abriga-da? A propósito, me llamo Bruno.

Se trataba sólo de una llanta desinfla-da, pero para una señora de edad eso eratodo un problema. Bruno se metió debajo delauto buscando un lugar donde apoyar la gata,raspándose un par de veces los nudillos. Alcabo de un rato ya había cambiado la llanta.Sin embargo, para hacerla se tuvo que ensu-

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ciar y raspar las manos. Mientras ajustaba lasúltimas tuercas, la señora bajó el vidrio delauto y comenzó a conversar con él. Le dijoque era de Lima y que sólo estaba de paso.

Le agradeció efusivamente por haberlaayudado. Bruno únicamente atinó a sonreíral tiempo que cerraba la maletera. La señorale preguntó cuánto le debía. Cualquier cifrahabría estado bien con ella, pues ya se habíaimaginado todas las cosas terribles que le pu-dieron pasar de no haber sido por este hom-bre. A Bruno nunca le llamó la atención el di-nero. Lo que había hecho no era un trabajopara él. Lo único que hacía era ayudar a al-guien que lo necesitaba y Dios sabe que enel pasado muchas personas le tendieron unamano a él también ... Así era cómo había vivi-do hasta entonces y nunca se le habría ocu-rrido actuar de otra manera.

Le dijo que si de veras lo quería recom-pensar, que la próxima vez que viera a algúnnecesitado, le diera a esa persona la ayudaque precisara y -al hacerlo acuérdese de mí-añadió Bruno. Esperó hasta que arrancara elauto y se fuera. Había sido un día frío y depri-mente, sin embargo, Bruno se sintió bienmientras se iba a su casa, desapareciendo

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en la penumbra.Kilómetros más arriba la señora se en-

contró con un pequeño restaurante. Entró paracomer algo y sacarse de encima el frío antesde continuar el último tramo de su viaje. Elrestaurante era un tanto deprimente. Afuerahabía un viejo grifo. Ella no se sentía muy có-moda en ese ambiente. La caja registradoraera como el teléfono de un artista sin trabajo,no sonaba mucho. Se le acercó la camareray le trajo una toalla limpia para que se secarael cabello. La camarera tenía una sonrisa muyagradable, una que ni el hecho de estar para-da todo el día podía borrar.

La anciana se dio cuenta de que la jo-ven estaba embarazada como de unos ochomeses, sin embargo, ello no le impedía teneruna actitud positiva y amable. La anciana sepreguntaba cómo es que alguien que teníatan poco podía ser tan agradable con una ex-traña. Entonces se acordó de Bruno. Luegode que terminara de comer, le pagó a la ca-marera con un billete de $100 dólares y mien-tras la camarera fue a traerle el vuelto, la an-ciana salió calladamente del restaurante sinser vista. Cuando la camarera volvió la seño-ra ya no estaba. Se preguntaba adónde se

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ciar y raspar las manos. Mientras ajustaba lasúltimas tuercas, la señora bajó el vidrio delauto y comenzó a conversar con él. Le dijoque era de Lima y que sólo estaba de paso.

Le agradeció efusivamente por haberlaayudado. Bruno únicamente atinó a sonreíral tiempo que cerraba la maletera. La señorale preguntó cuánto le debía. Cualquier cifrahabría estado bien con ella, pues ya se habíaimaginado todas las cosas terribles que le pu-dieron pasar de no haber sido por este hom-bre. A Bruno nunca le llamó la atención el di-nero. Lo que había hecho no era un trabajopara él. Lo único que hacía era ayudar a al-guien que lo necesitaba y Dios sabe que enel pasado muchas personas le tendieron unamano a él también ... Así era cómo había vivi-do hasta entonces y nunca se le habría ocu-rrido actuar de otra manera.

Le dijo que si de veras lo quería recom-pensar, que la próxima vez que viera a algúnnecesitado, le diera a esa persona la ayudaque precisara y -al hacerlo acuérdese de mí-añadió Bruno. Esperó hasta que arrancara elauto y se fuera. Había sido un día frío y depri-mente, sin embargo, Bruno se sintió bienmientras se iba a su casa, desapareciendo

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en la penumbra.Kilómetros más arriba la señora se en-

contró con un pequeño restaurante. Entró paracomer algo y sacarse de encima el frío antesde continuar el último tramo de su viaje. Elrestaurante era un tanto deprimente. Afuerahabía un viejo grifo. Ella no se sentía muy có-moda en ese ambiente. La caja registradoraera como el teléfono de un artista sin trabajo,no sonaba mucho. Se le acercó la camareray le trajo una toalla limpia para que se secarael cabello. La camarera tenía una sonrisa muyagradable, una que ni el hecho de estar para-da todo el día podía borrar.

La anciana se dio cuenta de que la jo-ven estaba embarazada como de unos ochomeses, sin embargo, ello no le impedía teneruna actitud positiva y amable. La anciana sepreguntaba cómo es que alguien que teníatan poco podía ser tan agradable con una ex-traña. Entonces se acordó de Bruno. Luegode que terminara de comer, le pagó a la ca-marera con un billete de $100 dólares y mien-tras la camarera fue a traerle el vuelto, la an-ciana salió calladamente del restaurante sinser vista. Cuando la camarera volvió la seño-ra ya no estaba. Se preguntaba adónde se

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habría ido, entonces notó que había algo es-crito en la servilleta, debajo de la cual habíacuatro billetes de $100 dólares. Se le caíanlas lágrimas al leer lo que la anciana habíaescrito: -No me debe nada, yo también heestado en su lugar. Una buena persona meayudó, así como ahora yo la estoy ayudandoa usted. Si de veras me lo quiere devolver, lediré lo que tiene que hacer: No deje que estacadena de amor se interrumpa con usted.

. Bueno, todavía había mesas que lim-piar, azucareros que poner y atender a losclientes, con todo, la camarera logró salir ade-lante un día más. Aquella noche cuando llegóa su casa y se echó en su cama, se puso apensar en el dinero y en lo que la ancianahabía escrito. ¿Cómo pudo saber la cantidadexacta de dinero que ella y su esposo necesi-t~ban?, Ib~ a dar a luz el mes entrante y lasituación Iba a ser difícil. La camarera sabíalo preocupado que estaba su esposo y mien-tras él yacía tendido a su lado, le dio un sua-ve beso y le susurró al oído: -Te amo, Bru-no, todo va a salir bien.

«o.ad y se os dará; porque con /a mis-ma medkie con que medís, os va/verán a me-dit». (Luc. 6:38)

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LA RECOMPENSANO ESPERADA

En la ciudad de Filadelfia había un hotelitode tercera clase. Una noche se presentó enel hotel una pareja mayor de aspecto fatiga-do. Al acercarse al empleado nocturno, el via-jero le dijo, con tono de súplica: «Por favor,caballero, no nos diga que no tienen sitio. Miesposa y yo hemos recorrido toda la ciudadbuscando alojamiento. No sabíamos que ha-bía grandes convenciones llevándose a caboen la ciudad. Los hoteles donde siempre nosquedamos están llenos. Estamos agotados yya es medianoche. Por favor, no nos diga queno tiene un sitio donde podamos dormir.

El recepcionista del hotel los miró un buenrato y luego contestó: «Pues la verdad es queno me queda ni un solo cuarto, a excepcióndel mío. Pero como yo trabajo de noche yduermo de día; no es un cuarto tan atractivocomo los demás, pero es limpio, y me encan-taría tenerlos como huéspedes esta noche».La esposa dijo: «Que Dios te bendiga, hijo».

Al día siguiente, a la hora del desayuno, lapareja mandó a llamar al empleado por me-

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habría ido, entonces notó que había algo es-crito en la servilleta, debajo de la cual habíacuatro billetes de $100 dólares. Se le caíanlas lágrimas al leer lo que la anciana habíaescrito: -No me debe nada, yo también heestado en su lugar. Una buena persona meayudó, así como ahora yo la estoy ayudandoa usted. Si de veras me lo quiere devolver, lediré lo que tiene que hacer: No deje que estacadena de amor se interrumpa con usted.

. Bueno, todavía había mesas que lim-piar, azucareros que poner y atender a losclientes, con todo, la camarera logró salir ade-lante un día más. Aquella noche cuando llegóa su casa y se echó en su cama, se puso apensar en el dinero y en lo que la ancianahabía escrito. ¿Cómo pudo saber la cantidadexacta de dinero que ella y su esposo necesi-t~ban?, Ib~ a dar a luz el mes entrante y lasituación Iba a ser difícil. La camarera sabíalo preocupado que estaba su esposo y mien-tras él yacía tendido a su lado, le dio un sua-ve beso y le susurró al oído: -Te amo, Bru-no, todo va a salir bien.

«o.ad y se os dará; porque con /a mis-ma medkie con que medís, os va/verán a me-dit». (Luc. 6:38)

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LA RECOMPENSANO ESPERADA

En la ciudad de Filadelfia había un hotelitode tercera clase. Una noche se presentó enel hotel una pareja mayor de aspecto fatiga-do. Al acercarse al empleado nocturno, el via-jero le dijo, con tono de súplica: «Por favor,caballero, no nos diga que no tienen sitio. Miesposa y yo hemos recorrido toda la ciudadbuscando alojamiento. No sabíamos que ha-bía grandes convenciones llevándose a caboen la ciudad. Los hoteles donde siempre nosquedamos están llenos. Estamos agotados yya es medianoche. Por favor, no nos diga queno tiene un sitio donde podamos dormir.

El recepcionista del hotel los miró un buenrato y luego contestó: «Pues la verdad es queno me queda ni un solo cuarto, a excepcióndel mío. Pero como yo trabajo de noche yduermo de día; no es un cuarto tan atractivocomo los demás, pero es limpio, y me encan-taría tenerlos como huéspedes esta noche».La esposa dijo: «Que Dios te bendiga, hijo».

Al día siguiente, a la hora del desayuno, lapareja mandó a llamar al empleado por me-

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dio del mozo, diciendo que tenían algo muyimportante que conversar con él. El mucha-cho se presentó, reconoció a la pareja, sesentó con ellos a la mesa y les dijo que espe-raba que hubieran podido descansar bien.Ellos se lo agradecieron de todo corazón.Entonces el marido sorprendió al muchachoal decirle:

«Eres un hotelero demasiado bueno comopara seguir trabajando en un hotel como éste.¿Qué te parece si mando a construir un hotelgrande, bello y lujoso en la ciudad de NuevaYork y te nombro administrador?» El mucha-cho se quedó mudo. Pensó que quizás losviejitos no estaban en sus cabales. Por fintartamudeó: «Me parece fantástico». Su invi-tado se presentó: «Mi nombre es John JacobAstor». Así fue que se construyó el hotelWaldorf Astoria y aquel joven empleado, conel tiempo, se convirtió en el hotelero más co-nocido del mundo.

En 1976 el Waldorf Astoria de Nueva York,que tiene 47 pisos, alojó a tres cuartos demillón de huéspedes en sus mil novecientashabitaciones.

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EL MENDIGO

Cuando el zar Nicolás gobernaba Rusia,decidió poner a prueba la hosp~talidad d~ sussúbditos. Disfrazado de mendigo, llamo a lapuerta de varias casas, pidiendo comida y al-bergue. Muchos se lo negaron con rudeza.

Finalmente, al caer la noche, llamó a I~puerta de la cabaña de un humilde campesi-no. El campesino era pobre y su esposa es-taba enferma. Le dijo al extraño: «¡Tenemosmuy poco, pero lo poco que tenem?s, lo c~m-partiremos con usted!» El camp~slno alojó ~I«mendigo», y le dio una cena ~allente y nutrí-tiva. A la hora de dormir lo mejor que le,pu~~conseguir fue un colchón en el piso. ASI, dejótodo listo para ir a descansar. Al despertarpor la madrugada, el cam~esino notó que elmendigo había desaparecido. .

A los pocos días, mientras el campesino ysu esposa convaleciente se encon~r~ban sen-tados a la entrada de la cabaña, dlvlsar~~ ~ngrupo de soldados a caballo que se d~nglahacia ellos. Detrás de los soldados venia unhermosísimo carruaje, tirado por cuatro es~pléndidos caballos. «¡Ay, mujer!», exclamo

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dio del mozo, diciendo que tenían algo muyimportante que conversar con él. El mucha-cho se presentó, reconoció a la pareja, sesentó con ellos a la mesa y les dijo que espe-raba que hubieran podido descansar bien.Ellos se lo agradecieron de todo corazón.Entonces el marido sorprendió al muchachoal decirle:

«Eres un hotelero demasiado bueno comopara seguir trabajando en un hotel como éste.¿Qué te parece si mando a construir un hotelgrande, bello y lujoso en la ciudad de NuevaYork y te nombro administrador?» El mucha-cho se quedó mudo. Pensó que quizás losviejitos no estaban en sus cabales. Por fintartamudeó: «Me parece fantástico». Su invi-tado se presentó: «Mi nombre es John JacobAstor». Así fue que se construyó el hotelWaldorf Astoria y aquel joven empleado, conel tiempo, se convirtió en el hotelero más co-nocido del mundo.

En 1976 el Waldorf Astoria de Nueva York,que tiene 47 pisos, alojó a tres cuartos demillón de huéspedes en sus mil novecientashabitaciones.

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EL MENDIGO

Cuando el zar Nicolás gobernaba Rusia,decidió poner a prueba la hosp~talidad d~ sussúbditos. Disfrazado de mendigo, llamo a lapuerta de varias casas, pidiendo comida y al-bergue. Muchos se lo negaron con rudeza.

Finalmente, al caer la noche, llamó a I~puerta de la cabaña de un humilde campesi-no. El campesino era pobre y su esposa es-taba enferma. Le dijo al extraño: «¡Tenemosmuy poco, pero lo poco que tenem?s, lo c~m-partiremos con usted!» El camp~slno alojó ~I«mendigo», y le dio una cena ~allente y nutrí-tiva. A la hora de dormir lo mejor que le,pu~~conseguir fue un colchón en el piso. ASI, dejótodo listo para ir a descansar. Al despertarpor la madrugada, el cam~esino notó que elmendigo había desaparecido. .

A los pocos días, mientras el campesino ysu esposa convaleciente se encon~r~ban sen-tados a la entrada de la cabaña, dlvlsar~~ ~ngrupo de soldados a caballo que se d~nglahacia ellos. Detrás de los soldados venia unhermosísimo carruaje, tirado por cuatro es~pléndidos caballos. «¡Ay, mujer!», exclamo

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Page 89: Rayos de Sol 2

el campesino. «¿Qué habré hecho? ¡Los s?l-dados han venido a arrestarme!» ¡Pero In-mediatamente sus temores se convirtieron enalegría! Deteniéndose frente a la.cabaña, elzar Nicolás descendió del carruaje real y sa-ludó cortésmente al campesino y su esposa.Luego los colmó de valiosas recompensas di-ciéndoles que el mendigo a quien habían alo-jado varias noches atrás había sido él.

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ANDANDOcon la MADRE TERESA

Una tarde vino un señor a un hogar delas Misioneras de la Caridad y dijo: «Hay unafamilia que desde hace varios días no tienequé comer, y tiene ocho niños». Cogí suficien-te arroz para una comida -cuenta la MadreTeresa- y me fui a esa casa. Me sorprendióver que la mamá repartía el arroz en dospartes y salió de la casa llevando la mitad delarroz con ella. Yo podía notar en las caras delos niños, que allí dominaba verdaderamenteel hambre. En cuanto la madre volvió, le pre-gunté: «¿Adónde ha ido usted? ¿Qué ha he-cho?» Ella contestó: «Ellos también teníanhambre». Sabía que la familia de al lado pa-saba también hambre y estuvo dispuesta acompartir lo poco que tenía.

Recordamos el famoso pasaje bíblico:«Levantando los ojos, vio a los ricos que echa-ban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.Vio también a una viuda muy pobre, que echa-ba allí dos blancas (monedas de poco valor).y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobreechó más que todos. Porque todos aquellos

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el campesino. «¿Qué habré hecho? ¡Los s?l-dados han venido a arrestarme!» ¡Pero In-mediatamente sus temores se convirtieron enalegría! Deteniéndose frente a la.cabaña, elzar Nicolás descendió del carruaje real y sa-ludó cortésmente al campesino y su esposa.Luego los colmó de valiosas recompensas di-ciéndoles que el mendigo a quien habían alo-jado varias noches atrás había sido él.

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ANDANDOcon la MADRE TERESA

Una tarde vino un señor a un hogar delas Misioneras de la Caridad y dijo: «Hay unafamilia que desde hace varios días no tienequé comer, y tiene ocho niños». Cogí suficien-te arroz para una comida -cuenta la MadreTeresa- y me fui a esa casa. Me sorprendióver que la mamá repartía el arroz en dospartes y salió de la casa llevando la mitad delarroz con ella. Yo podía notar en las caras delos niños, que allí dominaba verdaderamenteel hambre. En cuanto la madre volvió, le pre-gunté: «¿Adónde ha ido usted? ¿Qué ha he-cho?» Ella contestó: «Ellos también teníanhambre». Sabía que la familia de al lado pa-saba también hambre y estuvo dispuesta acompartir lo poco que tenía.

Recordamos el famoso pasaje bíblico:«Levantando los ojos, vio a los ricos que echa-ban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.Vio también a una viuda muy pobre, que echa-ba allí dos blancas (monedas de poco valor).y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobreechó más que todos. Porque todos aquellos

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echaron para las ofrendas de Dios de lo queles sobre; mas ésta, de su pobreza echó todoel sustento que tenía». (Lucas 21:1-4)

El que da hasta que duele es el que dade sí mismo y de corazón.

Las recompensas celestiales no se mi-den según lo que damos, sino según cuántonos queda.

Nunca olvidaré una experiancia quetuvimos hace algún tiempo en Calcuta: Hacíameses que no teníamos azucar, y un pequeñoniño de cuatro años que escuchó de nuestraescasez, fue a su casa y le dijo a sus padres:«No voy a comer azucar por tres días. Le voya dar mi azucar a la Madre Teresa». Era tanpoq.uito lo que trajo después de tres días; perolo dio de todo su corazón. Debemos aprender,como ese niño pequeño, que no es cuántodamos sino cuánto amor ponemos al dar.

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LA PIEDRA EN EL CAMINOHabía una vez un rey que estaba muy

triste. Si bien era rey de uno de los reinosmás bellos, poderosos y ricos, su gente eramuy egoísta. Nadie movía un dedo por ayu-dar a los demás, se quejaban de cada cosa yluchaban unos contra otros por cosas vanastratando de acumular más para sí mismos.Todos discutían y se quejaban. No había na-die que mostrara amor Y consideración porsus semejantes.

Sin embargo-pensó el rey-si tan sólohubiera una persona, sólo una persona entodo mi reino que fuera fiel y honesta seríafeliz.

Aquella noche alguien envuelto en unagran capa negra salió sigilosamente del cas-tillo y descendió hasta el camino. Llevaba ensus manos una pala, con la cual empezó acavar en la ladera del camino hasta hacer ro-dar un bulto muy grande que fue a detenersejusto en el centro del sendero.

A la mañana siguiente, muy temprano,el rey se acercó al ventanal del palacio quedaba al camino. Lo que se veía era una esce-na fuera de lo común. Había una piedra

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echaron para las ofrendas de Dios de lo queles sobre; mas ésta, de su pobreza echó todoel sustento que tenía». (Lucas 21:1-4)

El que da hasta que duele es el que dade sí mismo y de corazón.

Las recompensas celestiales no se mi-den según lo que damos, sino según cuántonos queda.

Nunca olvidaré una experiancia quetuvimos hace algún tiempo en Calcuta: Hacíameses que no teníamos azucar, y un pequeñoniño de cuatro años que escuchó de nuestraescasez, fue a su casa y le dijo a sus padres:«No voy a comer azucar por tres días. Le voya dar mi azucar a la Madre Teresa». Era tanpoq.uito lo que trajo después de tres días; perolo dio de todo su corazón. Debemos aprender,como ese niño pequeño, que no es cuántodamos sino cuánto amor ponemos al dar.

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LA PIEDRA EN EL CAMINOHabía una vez un rey que estaba muy

triste. Si bien era rey de uno de los reinosmás bellos, poderosos y ricos, su gente eramuy egoísta. Nadie movía un dedo por ayu-dar a los demás, se quejaban de cada cosa yluchaban unos contra otros por cosas vanastratando de acumular más para sí mismos.Todos discutían y se quejaban. No había na-die que mostrara amor Y consideración porsus semejantes.

Sin embargo-pensó el rey-si tan sólohubiera una persona, sólo una persona entodo mi reino que fuera fiel y honesta seríafeliz.

Aquella noche alguien envuelto en unagran capa negra salió sigilosamente del cas-tillo y descendió hasta el camino. Llevaba ensus manos una pala, con la cual empezó acavar en la ladera del camino hasta hacer ro-dar un bulto muy grande que fue a detenersejusto en el centro del sendero.

A la mañana siguiente, muy temprano,el rey se acercó al ventanal del palacio quedaba al camino. Lo que se veía era una esce-na fuera de lo común. Había una piedra

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Page 93: Rayos de Sol 2

enorme en medio del camino. La gente co-menzó a arremolinarse alrededor de la pie-dra. El rey sonrió y dijo: -Ahora sabré prontoquién es fiel en mi reino.

La piedra estuvo allí todo el día. Pasa-ron delante de ella cientos de personas,incluyendo los caballeros y nobles más im-portantes del país y nadie se tomó la moles-tia de sacarla de ahí. Algunos se detenían paramaldecirla o golpearla, pero nadie la movía.Todos actuaban de forma egoísta, nadie con-sideraba que era su deber hacerlo.

El día transcurrió lentamente. Cada horaque pasaba el rey se asomaba al ventanalpara ver si la piedra había sido removida, peroseguía allí. Finalmente, cuando el sol ya seponía, el rey lleno de tristeza se acercó unavez más a su ventana, pero la piedra conti-nuaba allí. Sólo vio a un viejo pastor que traíasus ovejas por el camino.

-Pero, ¿qué es esto? --dijo el viejopastor-o ¿ Qué hace aquí esta enorme piedrabloqueando el camino? Bueno, veré quépuedo hacer para sacarla del camino, de ma-nera que la gente pueda transitar con liber-tad. ¡Uf, cómo pesa, tendré que utilizar mi ca-llado de pastor para mover esta piedra! Ya se

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está moviendo, ¡por fin la moví! ¿Qué es esto?Hay algo debajo de esta piedra. ¡Es una caja!¡Alguien la puso allí! Veamos que hay aden-tro. ¡Caramba, es oro! ¡Está llena de oro! Haytambién una carta. Ah, ¿quién escribiría esto?y leyó:

-Para la persona que haya mostradoconsideración por los demás al sacar estapiedra del camino, este oro es para usted.Afectuosamente, el rey

La mayoría de las personas más gran-des que han existido fueron personas sencillasque sólo hicieron lo que creyeron que era sudeber hacer, sin que nadie viera o supiera quelo estaban haciendo.

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enorme en medio del camino. La gente co-menzó a arremolinarse alrededor de la pie-dra. El rey sonrió y dijo: -Ahora sabré prontoquién es fiel en mi reino.

La piedra estuvo allí todo el día. Pasa-ron delante de ella cientos de personas,incluyendo los caballeros y nobles más im-portantes del país y nadie se tomó la moles-tia de sacarla de ahí. Algunos se detenían paramaldecirla o golpearla, pero nadie la movía.Todos actuaban de forma egoísta, nadie con-sideraba que era su deber hacerlo.

El día transcurrió lentamente. Cada horaque pasaba el rey se asomaba al ventanalpara ver si la piedra había sido removida, peroseguía allí. Finalmente, cuando el sol ya seponía, el rey lleno de tristeza se acercó unavez más a su ventana, pero la piedra conti-nuaba allí. Sólo vio a un viejo pastor que traíasus ovejas por el camino.

-Pero, ¿qué es esto? --dijo el viejopastor-o ¿ Qué hace aquí esta enorme piedrabloqueando el camino? Bueno, veré quépuedo hacer para sacarla del camino, de ma-nera que la gente pueda transitar con liber-tad. ¡Uf, cómo pesa, tendré que utilizar mi ca-llado de pastor para mover esta piedra! Ya se

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está moviendo, ¡por fin la moví! ¿Qué es esto?Hay algo debajo de esta piedra. ¡Es una caja!¡Alguien la puso allí! Veamos que hay aden-tro. ¡Caramba, es oro! ¡Está llena de oro! Haytambién una carta. Ah, ¿quién escribiría esto?y leyó:

-Para la persona que haya mostradoconsideración por los demás al sacar estapiedra del camino, este oro es para usted.Afectuosamente, el rey

La mayoría de las personas más gran-des que han existido fueron personas sencillasque sólo hicieron lo que creyeron que era sudeber hacer, sin que nadie viera o supiera quelo estaban haciendo.

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LA ESPOSA DE DIOSNueva York, un frío día de Diciembre:

Un niño de diez años, descalzo, estaba para-do frente a una tienda de zapatos apuntandoa través de la ventana con su dedo y tem-blando de frío. Una señora se acercó al niñoy le dijo: «Mi pequeño amigo, ¿qué estás mi-rando con tanto interés en esa ventana?» «Leestaba pidiendo a Dios que me diera un parde zapatos», fue la respuesta del niño. Laseñora lo tomó de la mano y lo llevó adentrode la tienda. Le pidió al empleado que le die-ra el par de zapatos que al niño le habían gus-tado. También preguntó si podría darle un re-cipiente con agua y una toalla. El empleadorápidamente le trajo lo que le pidió y ella sellevó al niño a la parte trasera de la tienda, lelavó los pies al niño y se los secó con la toa-lla; para entonces el empleado ya tenía loszapatos a la mano. El niño se los probó y lequedaban de maravilla. Enseguida la señorapagó por los zapatos y después de acariciar-le al niño la cabeza, se dirigía a la puerta. Elniño rápidamente la alcanzó y tomándola dela mano y con lágrimas en los ojos le dijo es-tas palabras: «¿Es usted la esposa de Dios?»

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MEJOR Y MÁS FELIZDespliega amor dondequiera que vayas:

antes que nada en tu propia casa. Brinda amora tus hijos, a tu esposo o a tu esposa, a tushermanos, a tu vecino ...

No permitas que nadie venga a ti sin quese vaya mejor y más feliz.

Sé .la viva expresión de la bondad deDios; bondad en tu cara, bondad en tus ojos,bondad en tu sonrisa, bondad en tu saludocariñoso.

El amor empieza en casa y vuelve a casa.No necesitamos bombas y armas de fuego ytoda clase de cosas para tener paz.Necesitamos tierno amor y compasión ycompartir la alegría de amarnos los unos alos otros como Dios nos ama. Eso es todo.

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LA ESPOSA DE DIOSNueva York, un frío día de Diciembre:

Un niño de diez años, descalzo, estaba para-do frente a una tienda de zapatos apuntandoa través de la ventana con su dedo y tem-blando de frío. Una señora se acercó al niñoy le dijo: «Mi pequeño amigo, ¿qué estás mi-rando con tanto interés en esa ventana?» «Leestaba pidiendo a Dios que me diera un parde zapatos», fue la respuesta del niño. Laseñora lo tomó de la mano y lo llevó adentrode la tienda. Le pidió al empleado que le die-ra el par de zapatos que al niño le habían gus-tado. También preguntó si podría darle un re-cipiente con agua y una toalla. El empleadorápidamente le trajo lo que le pidió y ella sellevó al niño a la parte trasera de la tienda, lelavó los pies al niño y se los secó con la toa-lla; para entonces el empleado ya tenía loszapatos a la mano. El niño se los probó y lequedaban de maravilla. Enseguida la señorapagó por los zapatos y después de acariciar-le al niño la cabeza, se dirigía a la puerta. Elniño rápidamente la alcanzó y tomándola dela mano y con lágrimas en los ojos le dijo es-tas palabras: «¿Es usted la esposa de Dios?»

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MEJOR Y MÁS FELIZDespliega amor dondequiera que vayas:

antes que nada en tu propia casa. Brinda amora tus hijos, a tu esposo o a tu esposa, a tushermanos, a tu vecino ...

No permitas que nadie venga a ti sin quese vaya mejor y más feliz.

Sé .la viva expresión de la bondad deDios; bondad en tu cara, bondad en tus ojos,bondad en tu sonrisa, bondad en tu saludocariñoso.

El amor empieza en casa y vuelve a casa.No necesitamos bombas y armas de fuego ytoda clase de cosas para tener paz.Necesitamos tierno amor y compasión ycompartir la alegría de amarnos los unos alos otros como Dios nos ama. Eso es todo.

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AMA ...Pero no creas que te recomiendo

el amor que pide,el amor que quiere,el amor que suplica,el torpe amor

que se considera desgraciadocuando no recibe ...

Eso no es amor

El amor del que te habloes el que todo lo da,el que sabe sacrificarlo todo

con ilusión y con entusiasmo,el que no pide, ni quiere,ni espera nada a cambio.

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Eriea

SECCiÓN #10

,SUPERATE

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AMA ...Pero no creas que te recomiendo

el amor que pide,el amor que quiere,el amor que suplica,el torpe amor

que se considera desgraciadocuando no recibe ...

Eso no es amor

El amor del que te habloes el que todo lo da,el que sabe sacrificarlo todo

con ilusión y con entusiasmo,el que no pide, ni quiere,ni espera nada a cambio.

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Eriea

SECCiÓN #10

,SUPERATE

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LA HISTORIA DE LOS CLAVOSHabía un joven que tenía muy mal carác-

ter. Un día su padre le dio una bolsa con clavosy le dijo que cada vez que perdiera los estribosdebía clavar un clavo en la cerca detrás de lacasa. El primer día clavó 37 clavos en la cerca ...Pero poco a poco fue calmándose porque des-cubrió que era mucho más fácil controlar sucarácter que clavar los clavos en la cerca. Yasífue mejorando su comportamiento.

Luego llegó el día cuando el muchachotenía que clavar un solo clavo en la cerca yfeliz se lo dijo a su padre. Entonces el papá lesugirió que por cada día que controlara su ca-rácter sacara un clavo de la cerca.

Las semanas pasaron y el joven pudofinalmente decirle a su padre que ya habíasacado todos los clavos de la cerca. Sin deciruna palabra el papá llevó de la mano a su hijoa la cerca de atrás ...

«Mira hijo, has hecho bien... pero fíjate entodos los agujeros que quedaron en la cerca.Cuando dices o haces cosas con enojo, dejasuna cicatrizen los corazones de la gente tal comoeste agujero en la cerca. Es como meterle uncuchillo a alguien; aunque lo vuelvas a sacar laherida está hecha. Y aunque pidas disculpas, aveces la herida tarda meses o años en sanar».

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LA HISTORIA DE LOS CLAVOSHabía un joven que tenía muy mal carác-

ter. Un día su padre le dio una bolsa con clavosy le dijo que cada vez que perdiera los estribosdebía clavar un clavo en la cerca detrás de lacasa. El primer día clavó 37 clavos en la cerca ...Pero poco a poco fue calmándose porque des-cubrió que era mucho más fácil controlar sucarácter que clavar los clavos en la cerca. Yasífue mejorando su comportamiento.

Luego llegó el día cuando el muchachotenía que clavar un solo clavo en la cerca yfeliz se lo dijo a su padre. Entonces el papá lesugirió que por cada día que controlara su ca-rácter sacara un clavo de la cerca.

Las semanas pasaron y el joven pudofinalmente decirle a su padre que ya habíasacado todos los clavos de la cerca. Sin deciruna palabra el papá llevó de la mano a su hijoa la cerca de atrás ...

«Mira hijo, has hecho bien... pero fíjate entodos los agujeros que quedaron en la cerca.Cuando dices o haces cosas con enojo, dejasuna cicatrizen los corazones de la gente tal comoeste agujero en la cerca. Es como meterle uncuchillo a alguien; aunque lo vuelvas a sacar laherida está hecha. Y aunque pidas disculpas, aveces la herida tarda meses o años en sanar».

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ME ESFORZARÉ

Humildemente me esforzaré ...en amar,en decir la verdad,en ser honrado y puro,en no poseer nada

que no sea necesario,en ganarme la vida con el trabajo,en vigilar lo que como

y lo que bebo,en no tener jamás miedo,en respetar las creencias

de los demás,en buscar siempre lo mejor

para los demás,en ser un hermano

para todos mis hermanos.Mahatma Gandhi

102

EL LADRÓN DE GALLETASUna mujer cuyo vuelo estaba retrasado

esperaba en el aeropuerto. Buscandomaneras de matar el tiempo, se compró unpaquete de galletas y procedió a buscar unasiento libre en la sala de espera.

«Lamentamos el retraso de nuestro vuelo.En breves momentos podrán abordar el avión».

La chica se encontraba totalmenteconcentrada en la lectura de un libro, pero nopudo menos que notar que el caballerosentado a su lado introdujo descaradamentela mano en el paquete de galletas y se sirviómuy alegremente una o dos. Ella fingió igno-rarlo, para evitar un enfrentamiento.

Siguió leyendo, comiendo galletas ymirando continuamente el reloj mientras elatrevido ladrón de galletas seguíaengulléndoselas con avidez. A medida que trans-currían los minutos, la indignación de la mujercrecía más y más. Exclamó para sus adentros:«Si no fuera una persona amable y educada, melevantaría y le daría una buena cachetada».

Con cada galleta que se servía el atrevidoladrón, ella se servía otra. Cuando ya noquedaba sino una sola, ella se preguntó qué

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ME ESFORZARÉ

Humildemente me esforzaré ...en amar,en decir la verdad,en ser honrado y puro,en no poseer nada

que no sea necesario,en ganarme la vida con el trabajo,en vigilar lo que como

y lo que bebo,en no tener jamás miedo,en respetar las creencias

de los demás,en buscar siempre lo mejor

para los demás,en ser un hermano

para todos mis hermanos.Mahatma Gandhi

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EL LADRÓN DE GALLETASUna mujer cuyo vuelo estaba retrasado

esperaba en el aeropuerto. Buscandomaneras de matar el tiempo, se compró unpaquete de galletas y procedió a buscar unasiento libre en la sala de espera.

«Lamentamos el retraso de nuestro vuelo.En breves momentos podrán abordar el avión».

La chica se encontraba totalmenteconcentrada en la lectura de un libro, pero nopudo menos que notar que el caballerosentado a su lado introdujo descaradamentela mano en el paquete de galletas y se sirviómuy alegremente una o dos. Ella fingió igno-rarlo, para evitar un enfrentamiento.

Siguió leyendo, comiendo galletas ymirando continuamente el reloj mientras elatrevido ladrón de galletas seguíaengulléndoselas con avidez. A medida que trans-currían los minutos, la indignación de la mujercrecía más y más. Exclamó para sus adentros:«Si no fuera una persona amable y educada, melevantaría y le daría una buena cachetada».

Con cada galleta que se servía el atrevidoladrón, ella se servía otra. Cuando ya noquedaba sino una sola, ella se preguntó qué

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iría a hacer este sinvergüenza. Con una risitanerviosa él tomó la galleta, la partió por la mitady se la ofreció. Sorprendida por la poca ver-güenza del joven, le arrebató la mitad y pensó:«Qué descarado, y el canalla ni siquiera se hadignado a darme las gracias». Aliviada escu-chó el llamado a abordar la aeronave.

«Aeromérica anuncia la salida de su vuelo101 con destino a Chicago. Sírvanse pasar a lasala de embarque para abordar el avión».

Tomando su equipaje de mano se dirigió ala sala de embarque, ignorando al ingrato comilón.

Al abordar el avión se instaló cómoda-mente en el asiento que había reservado y sedispuso a continuar la lectura de su libro. Alabrir su bolso para buscarlo, vio con horror queallí estaba el paquete de galletas que habíacomprado, aún intacto. «Si las mías están aquíy ni siquiera están abiertas, quiere decir quelas que nos comimos entre los dos eran de eseseñor, y que las compartió conmigo ...» En esemomento cayó en la cuenta que la grosera, laingrata y la ladrona había sido ella. Demasiadotarde para pedir disculpas.

Muchas veces juzgamos a los demáscon demasiada rapidez. Debemos analizar

104

con sumo cuidado nuestra forma de reaccionarante supuestas faltas. Hay personas que yase han creado el hábito de pensar mal de otros ,de acusar y pronunciar sentencia sin saber nila mitad de los detalles y sin tomarse la másmínima molestia de averiguar los posiblesmotivos que podrían justificar sucomportamiento.

Si quieres ser feliz, amigo, aprende abuscar lo bueno en la gente y trata las ofensascon un corazón lleno de comprensión.

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iría a hacer este sinvergüenza. Con una risitanerviosa él tomó la galleta, la partió por la mitady se la ofreció. Sorprendida por la poca ver-güenza del joven, le arrebató la mitad y pensó:«Qué descarado, y el canalla ni siquiera se hadignado a darme las gracias». Aliviada escu-chó el llamado a abordar la aeronave.

«Aeromérica anuncia la salida de su vuelo101 con destino a Chicago. Sírvanse pasar a lasala de embarque para abordar el avión».

Tomando su equipaje de mano se dirigió ala sala de embarque, ignorando al ingrato comilón.

Al abordar el avión se instaló cómoda-mente en el asiento que había reservado y sedispuso a continuar la lectura de su libro. Alabrir su bolso para buscarlo, vio con horror queallí estaba el paquete de galletas que habíacomprado, aún intacto. «Si las mías están aquíy ni siquiera están abiertas, quiere decir quelas que nos comimos entre los dos eran de eseseñor, y que las compartió conmigo ...» En esemomento cayó en la cuenta que la grosera, laingrata y la ladrona había sido ella. Demasiadotarde para pedir disculpas.

Muchas veces juzgamos a los demáscon demasiada rapidez. Debemos analizar

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con sumo cuidado nuestra forma de reaccionarante supuestas faltas. Hay personas que yase han creado el hábito de pensar mal de otros ,de acusar y pronunciar sentencia sin saber nila mitad de los detalles y sin tomarse la másmínima molestia de averiguar los posiblesmotivos que podrían justificar sucomportamiento.

Si quieres ser feliz, amigo, aprende abuscar lo bueno en la gente y trata las ofensascon un corazón lleno de comprensión.

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¿ERES UN GANADOR?

El ganador es siempre parte de la solución.

El perdedor es siempre parte del problema.

El ganador siempre tiene un programa.

El perdedor siempre tiene una excusa.

El ganador ve una respuesta en todos los pro-blemas.

El perdedor ve un problema en todas las res-puestas.

El ganador dice: puede ser difícil, pero esposible.

El perdedor dice: puede ser posible, pero esdifícil.

«Por lo demás, hermanos, todo lo que esverdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todolo puro, todo lo amable, ... en esto pensad».(Fil. 4:8)

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HAZ ESTO POR LO MENOSSi no te gusta trabajar,

no seas trabajo para los demás.

Si perdiste fuerza para subir,haz fuerza para no descender.

Si no tienes condicionespara levantar un palacio,no derrumbes la choza ajena.

Si no tienes un lecho de plumas,no pongas clavosen el colchón de otros.

Si no tienes fósforospara encender tu lámpara,no apagues las de tus vecinos.

Si no tienes vozpara llenar el mundo de sonido,no lo llenes con el ruidode tus alaridos.

Si no tienes deseos de sonreír,no hagas llorar a tu semejante.

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¿ERES UN GANADOR?

El ganador es siempre parte de la solución.

El perdedor es siempre parte del problema.

El ganador siempre tiene un programa.

El perdedor siempre tiene una excusa.

El ganador ve una respuesta en todos los pro-blemas.

El perdedor ve un problema en todas las res-puestas.

El ganador dice: puede ser difícil, pero esposible.

El perdedor dice: puede ser posible, pero esdifícil.

«Por lo demás, hermanos, todo lo que esverdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todolo puro, todo lo amable, ... en esto pensad».(Fil. 4:8)

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HAZ ESTO POR LO MENOSSi no te gusta trabajar,

no seas trabajo para los demás.

Si perdiste fuerza para subir,haz fuerza para no descender.

Si no tienes condicionespara levantar un palacio,no derrumbes la choza ajena.

Si no tienes un lecho de plumas,no pongas clavosen el colchón de otros.

Si no tienes fósforospara encender tu lámpara,no apagues las de tus vecinos.

Si no tienes vozpara llenar el mundo de sonido,no lo llenes con el ruidode tus alaridos.

Si no tienes deseos de sonreír,no hagas llorar a tu semejante.

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Si no tienes un bálsamopara cicatrizar la herida del prójimo,no le pongas vinagrepara agravarle el sufrimiento.

Si no quieres ser la rosaque perfuma el pasodel caminante cansado ,no seas el espinoapuntando hacia el camino.

En fin:

Si no tienes la bondad de un Santo ,intenta por lo menostener la postura de un hombre.

«Amarás al Señor tu Dios con todo tucorazón, con toda tu alma y con toda tu mente.Este el primero y grande mandamiento. Y elsegundo es semejante: Amarás a tu prójimocomo a ti mismo». (Mat. 22:37-39)

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SABIDURíAde la MADRE TERESA

¿Cuál es el día más bello?Hoy.¿Cuál es la cosa más fácil?Equivocarse.¿Cuál es el obstáculo más grande?El miedo.¿Cuál es el mayor error?Abandonarse.¿Cuál es la raíz de todos los males?El egoísmo.¿Cuál es la distracción más bella?El trabajo.¿Cuál es la peor derrota?El desaliento.¿Quiénes son los mejores profesores?Los niños.¿Cuál es la primera necesidad?Comunicarse.¿Qué es lo que te hace más feliz?Ser útil a los demás.¿Cuál es el misterio más grande?La muerte.¿Cuál es el peor defecto?El mal humor.

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Si no tienes un bálsamopara cicatrizar la herida del prójimo,no le pongas vinagrepara agravarle el sufrimiento.

Si no quieres ser la rosaque perfuma el pasodel caminante cansado ,no seas el espinoapuntando hacia el camino.

En fin:

Si no tienes la bondad de un Santo ,intenta por lo menostener la postura de un hombre.

«Amarás al Señor tu Dios con todo tucorazón, con toda tu alma y con toda tu mente.Este el primero y grande mandamiento. Y elsegundo es semejante: Amarás a tu prójimocomo a ti mismo». (Mat. 22:37-39)

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SABIDURíAde la MADRE TERESA

¿Cuál es el día más bello?Hoy.¿Cuál es la cosa más fácil?Equivocarse.¿Cuál es el obstáculo más grande?El miedo.¿Cuál es el mayor error?Abandonarse.¿Cuál es la raíz de todos los males?El egoísmo.¿Cuál es la distracción más bella?El trabajo.¿Cuál es la peor derrota?El desaliento.¿Quiénes son los mejores profesores?Los niños.¿Cuál es la primera necesidad?Comunicarse.¿Qué es lo que te hace más feliz?Ser útil a los demás.¿Cuál es el misterio más grande?La muerte.¿Cuál es el peor defecto?El mal humor.

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¿Cuál es la persona más peligrosa?La mentirosa.¿Cuál es el sentimiento más ruín?El rencor.¿Cuál es el regalo más bello?El perdón.¿Qué es lo más imprescindible?El hogar.¿Cuál es la ruta más rápida?El camino recto.¿Cuál es la sensación más grata?La paz interior.¿Cuál es el resguardo más eficaz?El optimismo.¿Cuál es la mayor satisfacción?El deber cumplido.¿Cuál es la fuerza más potente del mundo?La fe.¿Quiénes son las personas más necesarias?Los padres.¿Cuál es la cosa más bella de todas?El amor.

110

20 ANOS DE SILENCIOÉste es un relato verídico de algo que

sucedió hace algunos años en la USC(Universidad del Sur de California). Había unprofesor de filosofía que era profundamenteateo. Su meta principal durante uno de suscursos obligatorios era procurar demostrar lainexistencia de Dios a lo largo de todo elsemestre. Sus alumnos siempre tenían miedode discutir con él, pues su lógica eraimpecable. Durante 20 años enseñó estecurso, y nadie tuvo nunca el coraje decontradecirle. Ocasionalmente algunosargumentaron con él en la clase, pero nadiealguna vez se le opuso de verdad (más tardese darán cuenta de lo que quiero decir), puesél tenía cierta reputación.

Al finalizar cada semestre, el último día,solía decir a sus 300 alumnos: «jOue se pongade pie quien aquí todavía cree en Jesús!» Por20 años nadie se puso de pie. Ellos ya sabíanlo que él haría a continuación. Él diría:«Porque cualquiera que cree en Dios es untonto. Si Dios existe, Él podría evitar que estatiza se rompiera al chocar con el suelo. Esuna simple tarea para probar que Él es Dios ...aun así Él no puede hacerla».

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¿Cuál es la persona más peligrosa?La mentirosa.¿Cuál es el sentimiento más ruín?El rencor.¿Cuál es el regalo más bello?El perdón.¿Qué es lo más imprescindible?El hogar.¿Cuál es la ruta más rápida?El camino recto.¿Cuál es la sensación más grata?La paz interior.¿Cuál es el resguardo más eficaz?El optimismo.¿Cuál es la mayor satisfacción?El deber cumplido.¿Cuál es la fuerza más potente del mundo?La fe.¿Quiénes son las personas más necesarias?Los padres.¿Cuál es la cosa más bella de todas?El amor.

110

20 ANOS DE SILENCIOÉste es un relato verídico de algo que

sucedió hace algunos años en la USC(Universidad del Sur de California). Había unprofesor de filosofía que era profundamenteateo. Su meta principal durante uno de suscursos obligatorios era procurar demostrar lainexistencia de Dios a lo largo de todo elsemestre. Sus alumnos siempre tenían miedode discutir con él, pues su lógica eraimpecable. Durante 20 años enseñó estecurso, y nadie tuvo nunca el coraje decontradecirle. Ocasionalmente algunosargumentaron con él en la clase, pero nadiealguna vez se le opuso de verdad (más tardese darán cuenta de lo que quiero decir), puesél tenía cierta reputación.

Al finalizar cada semestre, el último día,solía decir a sus 300 alumnos: «jOue se pongade pie quien aquí todavía cree en Jesús!» Por20 años nadie se puso de pie. Ellos ya sabíanlo que él haría a continuación. Él diría:«Porque cualquiera que cree en Dios es untonto. Si Dios existe, Él podría evitar que estatiza se rompiera al chocar con el suelo. Esuna simple tarea para probar que Él es Dios ...aun así Él no puede hacerla».

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Cada año él arrojaba la tiza al piso enlazadodel salón, y ésta se partía en cientos depedazos. y ninguno de los estudiantes podíahacer nada para detenerlo, tan solo observar.La mayoría de los estudiantes estabaconvencida de que Dios no podría existir.Ciertamente, un buen número de cristianospasaron por allí, pero por 20 años ningunotuvo las agallas para ponerse de pie.

Bien, hace algunos años, un novato llegóal curso, y había escuchado las historias deéste profesor, y debía tomar el curso pues eraobligatorio. Tenía miedo, pero por 3 mesesdurante el semestre rezó pidiendo el valor paraponerse de pie, sin importarle lo que vaya adecir el profesor o qué iría a pensar el restode los alumnos. Nada de lo que hicieran odijeran podría acallar su fe, era su esperanza.

Por fin llegó el día. El profesor dijo: «¡Quese ponga de pie aquél que todavía cree en laexistencia de Dios!» El profesor y los 300alumnos del salón se quedaron atónitos al veral joven, mientras se ponía de pie al fondo delsalón. El profesor gritó, «¡TONTO! ¡Si Diosexistiera, El podría evitar que esta tiza serompa al caer al piso!»

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Enseguida procedió a arrojar la tiza, peroal hacerla, ésta se le escapó de los dedospasó por las mangas de su camisa, por lo~pliegues de su pantalón, hacia sus piernas yluego los zapatos y fue a dar al piso rodandopor el piso sin romperse. El rostro del profesorse desencajó mientras veía la tiza, levantó lamirada para ver al joven y salió corriendo delsalón. Fue la última vez que desafió a Dios.Tal vez, aunque nunca lo dijo, tuvo un cambioen su corazón ante tan evidente intervenciónsobrenatural.

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Cada año él arrojaba la tiza al piso enlazadodel salón, y ésta se partía en cientos depedazos. y ninguno de los estudiantes podíahacer nada para detenerlo, tan solo observar.La mayoría de los estudiantes estabaconvencida de que Dios no podría existir.Ciertamente, un buen número de cristianospasaron por allí, pero por 20 años ningunotuvo las agallas para ponerse de pie.

Bien, hace algunos años, un novato llegóal curso, y había escuchado las historias deéste profesor, y debía tomar el curso pues eraobligatorio. Tenía miedo, pero por 3 mesesdurante el semestre rezó pidiendo el valor paraponerse de pie, sin importarle lo que vaya adecir el profesor o qué iría a pensar el restode los alumnos. Nada de lo que hicieran odijeran podría acallar su fe, era su esperanza.

Por fin llegó el día. El profesor dijo: «¡Quese ponga de pie aquél que todavía cree en laexistencia de Dios!» El profesor y los 300alumnos del salón se quedaron atónitos al veral joven, mientras se ponía de pie al fondo delsalón. El profesor gritó, «¡TONTO! ¡Si Diosexistiera, El podría evitar que esta tiza serompa al caer al piso!»

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Enseguida procedió a arrojar la tiza, peroal hacerla, ésta se le escapó de los dedospasó por las mangas de su camisa, por lo~pliegues de su pantalón, hacia sus piernas yluego los zapatos y fue a dar al piso rodandopor el piso sin romperse. El rostro del profesorse desencajó mientras veía la tiza, levantó lamirada para ver al joven y salió corriendo delsalón. Fue la última vez que desafió a Dios.Tal vez, aunque nunca lo dijo, tuvo un cambioen su corazón ante tan evidente intervenciónsobrenatural.

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Page 113: Rayos de Sol 2

PALABRAS IMPORTANTESLas 6 palabras más importantes:«¡Ten piedad de mí, oh Dios!»

Las 5 palabras más importantes:«Reconozco que me he equivocado».

Las 4 palabras más importantes:«Estoy orgulloso de ti».

Las 3 palabras más importantes:«¿Qué opinas tú?»

Las 2 palabras más importantes:«Te quiero».

La palabra más importante:«¡Gracias!»

La palabra menos importante:«Yo».

Jesús dijo: «Mis palabras son espíritu y sonvida». (Jn. 6:63)

114

CONSEJOSPARA CONDUCTORES

Conduzca con cuidado. La vida no tiene re-puesto.

Si piensas que un cinturón de seguridad esincómodo, espera a estar en una camilla.

Un automóvil puede serte útil para conocer elmundo, pero serás tú quien decida cuál mun-do.

Un conductor imprudente no lo será por mu-cho tiempo.

Muchas personas conducen sus automóvilescomo si estuvieran ensayando un accidente.

Cada año miles de conductores descubrenque sus autos les duraron toda la vida.

No ha habido poste que golpeara a un auto-móvil, salvo en defensa propia.

Dormir mientras uno conduce es el mejor re-medio contra el envejecimiento.

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PALABRAS IMPORTANTESLas 6 palabras más importantes:«¡Ten piedad de mí, oh Dios!»

Las 5 palabras más importantes:«Reconozco que me he equivocado».

Las 4 palabras más importantes:«Estoy orgulloso de ti».

Las 3 palabras más importantes:«¿Qué opinas tú?»

Las 2 palabras más importantes:«Te quiero».

La palabra más importante:«¡Gracias!»

La palabra menos importante:«Yo».

Jesús dijo: «Mis palabras son espíritu y sonvida». (Jn. 6:63)

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CONSEJOSPARA CONDUCTORES

Conduzca con cuidado. La vida no tiene re-puesto.

Si piensas que un cinturón de seguridad esincómodo, espera a estar en una camilla.

Un automóvil puede serte útil para conocer elmundo, pero serás tú quien decida cuál mun-do.

Un conductor imprudente no lo será por mu-cho tiempo.

Muchas personas conducen sus automóvilescomo si estuvieran ensayando un accidente.

Cada año miles de conductores descubrenque sus autos les duraron toda la vida.

No ha habido poste que golpeara a un auto-móvil, salvo en defensa propia.

Dormir mientras uno conduce es el mejor re-medio contra el envejecimiento.

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Debes conducir como si tu familia viajara con- .tigo.

¡Conduzca con prudencia! Los conductorespueden ser retirados por su Fabricante.

Disminuye la velocidad y extenderás tu vida.

Conducir con prudencia evitará que tu auto-móvil vaya a parar al campo de chatarra, y tucuerpo al campo santo.

Conduzca con sensatez. Los que corren ries-gos son los que provocan accidentes.

Soñar al volante puede terminar en una pe-sadilla en el hospital.

¡Si conduces, no bebas;si bebes, no conduzcas!

Se necesitan miles de tuercas para construirun automóvil, pero sólo hace falta alguien aquien le falte un tornillo para desparramarlaspor todo el camino.

El único accesorio para el automóvil que nose puede comprar es la prudencia.

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Es mejor ser prudente mil veces que moriruna sola.

La mejor manera de evitar los accidentes esevitar las condiciones que los causan. En otraspalabras, si no quieres meterte en problemasmanténte lejos de ellos.

Si bebes como un pez lo mejor es que nades,NO que conduzcas.

Es mejor ser paciente en la carretera que serpaciente en el hospital.

Con suavidad, sin prisas.

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Page 116: Rayos de Sol 2

Debes conducir como si tu familia viajara con- .tigo.

¡Conduzca con prudencia! Los conductorespueden ser retirados por su Fabricante.

Disminuye la velocidad y extenderás tu vida.

Conducir con prudencia evitará que tu auto-móvil vaya a parar al campo de chatarra, y tucuerpo al campo santo.

Conduzca con sensatez. Los que corren ries-gos son los que provocan accidentes.

Soñar al volante puede terminar en una pe-sadilla en el hospital.

¡Si conduces, no bebas;si bebes, no conduzcas!

Se necesitan miles de tuercas para construirun automóvil, pero sólo hace falta alguien aquien le falte un tornillo para desparramarlaspor todo el camino.

El único accesorio para el automóvil que nose puede comprar es la prudencia.

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Es mejor ser prudente mil veces que moriruna sola.

La mejor manera de evitar los accidentes esevitar las condiciones que los causan. En otraspalabras, si no quieres meterte en problemasmanténte lejos de ellos.

Si bebes como un pez lo mejor es que nades,NO que conduzcas.

Es mejor ser paciente en la carretera que serpaciente en el hospital.

Con suavidad, sin prisas.

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Page 117: Rayos de Sol 2

ETERNAMENTE JOVENLos hombres nacen suaves y flexibles. En lamuerte son rígidos y duros.

Las plantas nacen tiernas y dóciles. En lamuerte son secas y quebradizas.

Entonces cualquiera que sea rígido e inflexi-ble (que no cambie), es un discípulo de lamuerte.

Cualquiera que sea suave, abierto y flexible,es un discípulo de la vida.

¿ Tienes el valor de preguntarte a ti mismo yhasta a tus amigos en qué area de tu vidatienes que cambiar? Oile a Jesús, tu amigomás fiel, que te ayude a ser más como Él,que te dé un corazón tierno y lleno de miseri-cordia.

Sé cada día un poco más amable, perdonauna y otra vez, sacrifícate un poco más, pien-sa menos en ti mismo y verás quepermaneces eternamente joven.

118

EL VUELO DE LOS GANSOS

La ciencia ha descubierto que los gan-sos vuelan formando una «v» porque cuan-do cada pájaro bate sus alas, produce un mo-vimiento en el aire que ayuda al ganso que vadetrás de él. Volando en V, toda la banda au-menta por lo menos en un 70% su poder devuelo que si cada pájaro lo hiciera solo.Conclusión: La unión hace la fuerza.

Cada vez que un ganso se sale de la for-mación y siente la resistencia del aire, se dacuenta de la dificultad de volar solo y de in-mediato se incorpora de nuevo a la fila parabeneficiarse del poder del compañero que vaadelante.Conclusión: Unidos vencemos, divididoscaemos.

Cuando un líder de los gansos se cansa,se pasa a uno de los puestos de atrás y otroganso toma su lugar.Conclusión: Obtenemos resultados óptimoscuando todos están dispuestos a asumir res-ponsabilidades y trabajos difíciles.

Los gansos que van detrás producen unsonido propio de ellos y lo hacen con frecuen-

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ETERNAMENTE JOVENLos hombres nacen suaves y flexibles. En lamuerte son rígidos y duros.

Las plantas nacen tiernas y dóciles. En lamuerte son secas y quebradizas.

Entonces cualquiera que sea rígido e inflexi-ble (que no cambie), es un discípulo de lamuerte.

Cualquiera que sea suave, abierto y flexible,es un discípulo de la vida.

¿ Tienes el valor de preguntarte a ti mismo yhasta a tus amigos en qué area de tu vidatienes que cambiar? Oile a Jesús, tu amigomás fiel, que te ayude a ser más como Él,que te dé un corazón tierno y lleno de miseri-cordia.

Sé cada día un poco más amable, perdonauna y otra vez, sacrifícate un poco más, pien-sa menos en ti mismo y verás quepermaneces eternamente joven.

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EL VUELO DE LOS GANSOS

La ciencia ha descubierto que los gan-sos vuelan formando una «v» porque cuan-do cada pájaro bate sus alas, produce un mo-vimiento en el aire que ayuda al ganso que vadetrás de él. Volando en V, toda la banda au-menta por lo menos en un 70% su poder devuelo que si cada pájaro lo hiciera solo.Conclusión: La unión hace la fuerza.

Cada vez que un ganso se sale de la for-mación y siente la resistencia del aire, se dacuenta de la dificultad de volar solo y de in-mediato se incorpora de nuevo a la fila parabeneficiarse del poder del compañero que vaadelante.Conclusión: Unidos vencemos, divididoscaemos.

Cuando un líder de los gansos se cansa,se pasa a uno de los puestos de atrás y otroganso toma su lugar.Conclusión: Obtenemos resultados óptimoscuando todos están dispuestos a asumir res-ponsabilidades y trabajos difíciles.

Los gansos que van detrás producen unsonido propio de ellos y lo hacen con frecuen-

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Page 119: Rayos de Sol 2

cia para estimular a los que van adelante paramantener la velocidad.Conclusión: Una palabra de alientoincrementa las fuerzas.

Cuando un ganso enferma o cae heridopor un disparo, dos de sus compañeros sesalen de la formación y lo siguen para ayu-darlo y protegerlo y se quedan con él hastaque esté nuevamente en condiciones de vo-lar o hasta que muere.Conclusión: Si sólo tuviéramos la inteligen-cia de un ganso nos mantendríamos uno allado del otro ayudándonos y acompañándo-nos .

«y la multitud de los que habían creídoera de un corazón y de un alma». (Hechos4:32)

120

¡QUÉ TAL ELECCIÓNI. Víctor s,iempre est~~a de buen humor y

siempre tenia algo positivo que decir. Cuan-do alguien le preguntaba cómo le iba, él res-pondía: «Gracias a Dios, de maravilla». Si unamigo tenía un mal día, Víctor estaba ahí parahacerle ver el lado positivo de la situación.Ver este estilo realmente me causó curiosi-dad, así es que un día fui a buscar a Víctor yle pregunté:

-No lo entiendo ... ¿cómo lo haces?Víctor respondió: -Cada mañana me

despierto y oro y luego una voz me dice:«Víctor, tienes dos opciones hoy: Puedes es-coger estar de buen humor o puedes escogerestar de mal humor. Escoge estar de buenhumor, desde lo alto te ayudaré.» ....y es asíque, cada vez que sucede algo malo puedoescoger entre ser una víctima o aprender deello. Escojo aprender de ello. Cada vez quealguien viene a mí para quejarse, puedo con-tagiarme de su murmuración o puedo seña-larle el lado positivo de la vida. Escojo ense-ñarle el lado positivo de la vida.

-Pero no puede ser tan fácil, -protesté.-Sí lo es, -dijo Víctor- todo en la vida es

acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo

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cia para estimular a los que van adelante paramantener la velocidad.Conclusión: Una palabra de alientoincrementa las fuerzas.

Cuando un ganso enferma o cae heridopor un disparo, dos de sus compañeros sesalen de la formación y lo siguen para ayu-darlo y protegerlo y se quedan con él hastaque esté nuevamente en condiciones de vo-lar o hasta que muere.Conclusión: Si sólo tuviéramos la inteligen-cia de un ganso nos mantendríamos uno allado del otro ayudándonos y acompañándo-nos .

«y la multitud de los que habían creídoera de un corazón y de un alma». (Hechos4:32)

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¡QUÉ TAL ELECCIÓNI. Víctor s,iempre est~~a de buen humor y

siempre tenia algo positivo que decir. Cuan-do alguien le preguntaba cómo le iba, él res-pondía: «Gracias a Dios, de maravilla». Si unamigo tenía un mal día, Víctor estaba ahí parahacerle ver el lado positivo de la situación.Ver este estilo realmente me causó curiosi-dad, así es que un día fui a buscar a Víctor yle pregunté:

-No lo entiendo ... ¿cómo lo haces?Víctor respondió: -Cada mañana me

despierto y oro y luego una voz me dice:«Víctor, tienes dos opciones hoy: Puedes es-coger estar de buen humor o puedes escogerestar de mal humor. Escoge estar de buenhumor, desde lo alto te ayudaré.» ....y es asíque, cada vez que sucede algo malo puedoescoger entre ser una víctima o aprender deello. Escojo aprender de ello. Cada vez quealguien viene a mí para quejarse, puedo con-tagiarme de su murmuración o puedo seña-larle el lado positivo de la vida. Escojo ense-ñarle el lado positivo de la vida.

-Pero no puede ser tan fácil, -protesté.-Sí lo es, -dijo Víctor- todo en la vida es

acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo

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Page 121: Rayos de Sol 2

demás, cada situación es una elección. Túeliges como reaccionas a cada situación, túeliges como la gente afectará tu estado deánimo, tú eliges estar de buen humor o malhumor. En resumen: TÚ ELIGES CÓMO VI-VIR LA VIDA. No puedes culpar a otros por tumala cara, no puedes culpar a otros por estargruñendo.

Varios años más tarde, me enteré deque a Víctor le habían disparado unosasaltantes. Fue llevado de emergencia a unaclínica. Después de 18 horas de cirugía y se-manas de terapia intensiva, Víctor fue dadode alta aún con fragmentos de bala en su cuer-po. Poco después me encontré con Víctor ycuando le pregunté como estaba, me respon-dió:

-Gracias a Dios, de maravilla.-¿No sentiste miedo?, le pregunté.Víctor continuó, -Cuando me llevaron al

quirófano y vi las expresiones de las caras delos médicos y enfermeras, realmente me asus-té ... podía leer en sus ojos: es hombre muer-to. Tenía miedo, mucho miedo, no queríamorir, no me sentía preparado para morir ysabía que yo no tenía el poder de decidir sime iba a morir o no. Me puse a orar comonunca antes había orado en toda mi vida, aver-

122

gonzado de mí mismo imploré perdón por mismuchos pecados, estos pecados que nadiemás ve, sino sólo Dios y uno mismo, y luegome invadió un calor y un cariño tan intensosque no tengo palabras para describirlo, vi unaluz más brillante que el sol, pero no me hacíadaño, me acariciaba y me envolvía y me mos-tró un vistazo de las hermosuras celestiales yentonces me preguntó: «¿Quieres venir con-migo a tu morada celestial o prefieres volvera tu cuerpo mortal por un tiempo más?» Sen-tía tanta paz, que no quería ya nada de esteviejo mundo, pero luego pensé en mis hijos,en mi esposa, y lo difícil que sería para ellosseguir adelante sin mí y aquí estoy. Estoy fe-liz, porque tengo otra oportunidad para amar.Ya no temo a la muerte y sé adónde iré algúndía. Y para terminar lo de la clínica: Uno delos médicos me preguntó si era alérgico a algoy respirando profundo grité: «Sí, a las balas».Y mientras se reían les dije: «Estoy escogien-do vivir ... opérenme como si estuviera vivo,no muerto».

Aprendí que cada día tenemos la elec-ción de vivir plenamente. Sólo se frustranaquellos que dejan de ver el lado positivo.

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demás, cada situación es una elección. Túeliges como reaccionas a cada situación, túeliges como la gente afectará tu estado deánimo, tú eliges estar de buen humor o malhumor. En resumen: TÚ ELIGES CÓMO VI-VIR LA VIDA. No puedes culpar a otros por tumala cara, no puedes culpar a otros por estargruñendo.

Varios años más tarde, me enteré deque a Víctor le habían disparado unosasaltantes. Fue llevado de emergencia a unaclínica. Después de 18 horas de cirugía y se-manas de terapia intensiva, Víctor fue dadode alta aún con fragmentos de bala en su cuer-po. Poco después me encontré con Víctor ycuando le pregunté como estaba, me respon-dió:

-Gracias a Dios, de maravilla.-¿No sentiste miedo?, le pregunté.Víctor continuó, -Cuando me llevaron al

quirófano y vi las expresiones de las caras delos médicos y enfermeras, realmente me asus-té ... podía leer en sus ojos: es hombre muer-to. Tenía miedo, mucho miedo, no queríamorir, no me sentía preparado para morir ysabía que yo no tenía el poder de decidir sime iba a morir o no. Me puse a orar comonunca antes había orado en toda mi vida, aver-

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gonzado de mí mismo imploré perdón por mismuchos pecados, estos pecados que nadiemás ve, sino sólo Dios y uno mismo, y luegome invadió un calor y un cariño tan intensosque no tengo palabras para describirlo, vi unaluz más brillante que el sol, pero no me hacíadaño, me acariciaba y me envolvía y me mos-tró un vistazo de las hermosuras celestiales yentonces me preguntó: «¿Quieres venir con-migo a tu morada celestial o prefieres volvera tu cuerpo mortal por un tiempo más?» Sen-tía tanta paz, que no quería ya nada de esteviejo mundo, pero luego pensé en mis hijos,en mi esposa, y lo difícil que sería para ellosseguir adelante sin mí y aquí estoy. Estoy fe-liz, porque tengo otra oportunidad para amar.Ya no temo a la muerte y sé adónde iré algúndía. Y para terminar lo de la clínica: Uno delos médicos me preguntó si era alérgico a algoy respirando profundo grité: «Sí, a las balas».Y mientras se reían les dije: «Estoy escogien-do vivir ... opérenme como si estuviera vivo,no muerto».

Aprendí que cada día tenemos la elec-ción de vivir plenamente. Sólo se frustranaquellos que dejan de ver el lado positivo.

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EL VALOR DE LA ACTITUD

Un señor se dirige una mañana en com-pañía de un amigo a comprar el periódico. Sa-luda muy efusivamente al vendedor. Este res-ponde con un gruñido. El comprador, como sinada hubiese oído, le pregunta por su salud,por la familia, por el trabajo. El dueño delkiosko casi molesto se limita a emitir secosmonosílabos.

Al regresar, el amigo le pregunta: -¿Tetrata siempre tan mal?

-Por desgracia, sí.Todos los días lo mis-mo. y ya hace cinco años que lo trato.

-¿Por qué entonces sigues mostrándotetan amable con él?

-No quiero que sea él quien decida comodebo comportarme.

124 .

MARCA LA DIFERENCIAMuchas veces pasamos oportunidades poralto porque estamos pregonando nuestrasideas a los cuatro vientos cuando tendríamosque estar escuchando.

Señor, lIéname la bocade cosas excelentes,y dame un codazocuando haya dicho suficiente.

Si debes decir lo que piensas, piensa lo quedices.

Nadie esta exento de decir tonterías. Lo maloes afanarse demasiado por decirlas.

Para ser franco, no es necesario ser brutal.

Ser amable es más importante que ser sabio,y entender esto es el principio de la sabidu-ría.

El tacto es la habilidad de hacer una observa-ción sin ganarse un enemigo.

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EL VALOR DE LA ACTITUD

Un señor se dirige una mañana en com-pañía de un amigo a comprar el periódico. Sa-luda muy efusivamente al vendedor. Este res-ponde con un gruñido. El comprador, como sinada hubiese oído, le pregunta por su salud,por la familia, por el trabajo. El dueño delkiosko casi molesto se limita a emitir secosmonosílabos.

Al regresar, el amigo le pregunta: -¿Tetrata siempre tan mal?

-Por desgracia, sí.Todos los días lo mis-mo. y ya hace cinco años que lo trato.

-¿Por qué entonces sigues mostrándotetan amable con él?

-No quiero que sea él quien decida comodebo comportarme.

124 .

MARCA LA DIFERENCIAMuchas veces pasamos oportunidades poralto porque estamos pregonando nuestrasideas a los cuatro vientos cuando tendríamosque estar escuchando.

Señor, lIéname la bocade cosas excelentes,y dame un codazocuando haya dicho suficiente.

Si debes decir lo que piensas, piensa lo quedices.

Nadie esta exento de decir tonterías. Lo maloes afanarse demasiado por decirlas.

Para ser franco, no es necesario ser brutal.

Ser amable es más importante que ser sabio,y entender esto es el principio de la sabidu-ría.

El tacto es la habilidad de hacer una observa-ción sin ganarse un enemigo.

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Page 125: Rayos de Sol 2

El tacto es el talento de ...

ser breve, con cortesía;ser dinámico, con una sonrisa;ser categórico, diplomáticamente,·tener razón con amabilidad.

Una palabra amable levanta al hombre caídobajo el peso de sus problemas.

A medida que un hombre se hace sabio, ha-bla menos y dice más ..

Manantial de vida es la palabra dicha comoconviene.

«Sean gratos los dichos de mi boca y lameditación de mi corazón, delante de Ti, ohSeñor, Roca mía y Redentor mío». (Salmo19:14)

126

LA PROPINA

Un niño de diez años entra en una hela-dería y se sienta en una mesa esperando a lamesera. El local está casi lleno.

-¿Cuánto cuesta un helado de dos bo-las? -pregunta el niño cortésmente.

-Dos Soles, -es la respuesta de lamesera.

Debajo de la mesa el niño empieza a con-tar sus monedas de corte pequeño, luego lepregunta a la mesera, cuánto cuesta un hela-do de una sola bola. Algunas personas esta-ban esperando ser atendidas y la mesera yaestaba un poco impaciente.

-Un Sol veinte, -fue la respuesta bruscade la mesera.

El niño volvió a contar las monedas y lue-go dijo:

-Quiero un helado de una bola, por favor.La mesera se apresuró en traerle el he-

lado y a la vez le puso la cuenta en la mesa yse alejó para atender en otra mesa. El niñoterminó su helado, pagó en la caja y se fue.

Cuando la mesera volvió para limpiar lamesa, encontró un papelito que decía «gra-cias» y una propina de ochenta centavos.

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El tacto es el talento de ...

ser breve, con cortesía;ser dinámico, con una sonrisa;ser categórico, diplomáticamente,·tener razón con amabilidad.

Una palabra amable levanta al hombre caídobajo el peso de sus problemas.

A medida que un hombre se hace sabio, ha-bla menos y dice más ..

Manantial de vida es la palabra dicha comoconviene.

«Sean gratos los dichos de mi boca y lameditación de mi corazón, delante de Ti, ohSeñor, Roca mía y Redentor mío». (Salmo19:14)

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LA PROPINA

Un niño de diez años entra en una hela-dería y se sienta en una mesa esperando a lamesera. El local está casi lleno.

-¿Cuánto cuesta un helado de dos bo-las? -pregunta el niño cortésmente.

-Dos Soles, -es la respuesta de lamesera.

Debajo de la mesa el niño empieza a con-tar sus monedas de corte pequeño, luego lepregunta a la mesera, cuánto cuesta un hela-do de una sola bola. Algunas personas esta-ban esperando ser atendidas y la mesera yaestaba un poco impaciente.

-Un Sol veinte, -fue la respuesta bruscade la mesera.

El niño volvió a contar las monedas y lue-go dijo:

-Quiero un helado de una bola, por favor.La mesera se apresuró en traerle el he-

lado y a la vez le puso la cuenta en la mesa yse alejó para atender en otra mesa. El niñoterminó su helado, pagó en la caja y se fue.

Cuando la mesera volvió para limpiar lamesa, encontró un papelito que decía «gra-cias» y una propina de ochenta centavos.

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Page 127: Rayos de Sol 2

Avergonzada de su propia brusquedad eimpaciencia, guardó cuidadosamente el pa-pelito en su mandil junto con la propina, tra-gándose la saliva y suprimiendo sus lágrimas.

Aún guarda el papelito del niño en sucajón junto con sus papeles de valor, comoun recuerdo constante de que el niño prefiriódar una propina antes de darse el placer decomerse otra bola de helado.

128

CULTIVAR EL CARÁCTER

El gran pianista polaco Ignace JanPaderewski dijo cierta vez: «Si dejo de practi-car un día, puedo notar una diferencia en mitécnica. Si dejo de practicar dos días, miesposa lo nota; pero si dejo de practicar unasemana, el público podría notar la diferencia».

La experiencia de Paderewski bien po-dría aplicarse al cultivo de nuestra vida inte-rior. Así como todo buen pianista debe ejerci-tarse cada día, la persona que desee triunfaren su carrera ¿no debería esforzarse y supe-rarse diariamente? Y esto se aplica de maneraespecial a la formación del carácter.

El joven José de la antigüedad es unadmirable ejemplo en este terreno. A los 17años fue vendido como esclavo en Egipto.Solo, despreciado y sin conocer el idioma deaquella tierra extraña, podría haberse echa-do a perder, imitando a los otros esclavos.Pero José fue un muchacho de carácter, quesupo pensar con cabeza propia y que siguióconfiando en el Dios creador en medio de laidolatría egipcia. Por eso, dondequiera quese le puso, aun en la cárcel, adonde se leenvió injustamente, tuvo prosperidad y se

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Avergonzada de su propia brusquedad eimpaciencia, guardó cuidadosamente el pa-pelito en su mandil junto con la propina, tra-gándose la saliva y suprimiendo sus lágrimas.

Aún guarda el papelito del niño en sucajón junto con sus papeles de valor, comoun recuerdo constante de que el niño prefiriódar una propina antes de darse el placer decomerse otra bola de helado.

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CULTIVAR EL CARÁCTER

El gran pianista polaco Ignace JanPaderewski dijo cierta vez: «Si dejo de practi-car un día, puedo notar una diferencia en mitécnica. Si dejo de practicar dos días, miesposa lo nota; pero si dejo de practicar unasemana, el público podría notar la diferencia».

La experiencia de Paderewski bien po-dría aplicarse al cultivo de nuestra vida inte-rior. Así como todo buen pianista debe ejerci-tarse cada día, la persona que desee triunfaren su carrera ¿no debería esforzarse y supe-rarse diariamente? Y esto se aplica de maneraespecial a la formación del carácter.

El joven José de la antigüedad es unadmirable ejemplo en este terreno. A los 17años fue vendido como esclavo en Egipto.Solo, despreciado y sin conocer el idioma deaquella tierra extraña, podría haberse echa-do a perder, imitando a los otros esclavos.Pero José fue un muchacho de carácter, quesupo pensar con cabeza propia y que siguióconfiando en el Dios creador en medio de laidolatría egipcia. Por eso, dondequiera quese le puso, aun en la cárcel, adonde se leenvió injustamente, tuvo prosperidad y se

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Page 129: Rayos de Sol 2

ganó el respeto de los demás. Y como premiofinal, gracias al buen carácter que desarrolló,fue elevado a la alta posición de gobernantede Egipto. Sólo el faraón tenía más autoridadque él. (Génisis cap. 37-40)

José adquirió semejante grandeza decarácter porque se dejó modelar por Dios. Fuefiel y obediente. No se dejó corromper. Suunión con Dios lo hizo triunfar. Y esta fórmulade éxito, ¿no es acaso válida hasta nuestrosdías?

«Bien, buen siervo y fiel; sobre poco hassido fiel, sobre mucho te pondré; entra en elgozo de tu señor». (Mt. 25:21)

130

SANITOS y CONTENTOS

Un renombrado médico y profesor uni-versitario de edad avanzada estaba a puntode partir de este mundo. A su lado se encon-traban varios colegas que lo asistían en susúltimos momentos, a quienes les dijo: «Meconsuela dejar tras de mí, al morir, a tresgrandes médicos». Como los acompañantespensaron que se estaría refiriendo a ellos, lepreguntaron: «¿Y quiénes son, maestro, esostres grandes médicos?» A lo cual el moribun-do catedrático contestó: «El agua, el ejerci-cio y la dieta».

¿No tenía buena parte de razón el viejoprofesor? Cosas tan simples como el agua,¡cuánto ayudan a conservar el vigor de la sa-lud! Agua para la higiene en 'todas sus for-mas. Agua para beber entre la comidas. Agualimpia y abundante, por dentro y por fuera,para prevenir la enfermedad.

El ejercicio era otro de los «médicos»mencionados por aquel agonizante catedráti-co. Toda forma de expansión física aumentael poder de la salud, mejora la resistencia mus-cular y estimula el buen funcionamiento detodo el organismo. Los juegos, los deportes,

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ganó el respeto de los demás. Y como premiofinal, gracias al buen carácter que desarrolló,fue elevado a la alta posición de gobernantede Egipto. Sólo el faraón tenía más autoridadque él. (Génisis cap. 37-40)

José adquirió semejante grandeza decarácter porque se dejó modelar por Dios. Fuefiel y obediente. No se dejó corromper. Suunión con Dios lo hizo triunfar. Y esta fórmulade éxito, ¿no es acaso válida hasta nuestrosdías?

«Bien, buen siervo y fiel; sobre poco hassido fiel, sobre mucho te pondré; entra en elgozo de tu señor». (Mt. 25:21)

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SANITOS y CONTENTOS

Un renombrado médico y profesor uni-versitario de edad avanzada estaba a puntode partir de este mundo. A su lado se encon-traban varios colegas que lo asistían en susúltimos momentos, a quienes les dijo: «Meconsuela dejar tras de mí, al morir, a tresgrandes médicos». Como los acompañantespensaron que se estaría refiriendo a ellos, lepreguntaron: «¿Y quiénes son, maestro, esostres grandes médicos?» A lo cual el moribun-do catedrático contestó: «El agua, el ejerci-cio y la dieta».

¿No tenía buena parte de razón el viejoprofesor? Cosas tan simples como el agua,¡cuánto ayudan a conservar el vigor de la sa-lud! Agua para la higiene en 'todas sus for-mas. Agua para beber entre la comidas. Agualimpia y abundante, por dentro y por fuera,para prevenir la enfermedad.

El ejercicio era otro de los «médicos»mencionados por aquel agonizante catedráti-co. Toda forma de expansión física aumentael poder de la salud, mejora la resistencia mus-cular y estimula el buen funcionamiento detodo el organismo. Los juegos, los deportes,

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Page 131: Rayos de Sol 2

las caminatas y los trabajos físicos adapta-dos a las posibilidades personales son alia-dos de la buena salud.

y ¿qué decir de la dieta, también men-cionada por el mismo veterano profesional?Una alimentación equilibrada contribuye de-cididamente a la conservación de la buenasalud. La abstención de todo lo nocivo y lamoderación en el consumo de lo bueno cons-tituye el mejor método para mantenernossanos y fuertes.

Salud es sinónimo de vigor, de bienes-tar. .. Sin embargo, ¡cuán poco la valoramoscuando gozamos de ella! Prevenir es mejorque curar.

132

HAZLO DE TODOS MODOSA menudo las personas son irracionales,

ilógicas y ególatras: perdónales de todosmodos.

Si eres bondadoso, te pueden acusar deinteresado, de tener motivos ocultos; sé detodos modos bondadoso.

Si tienes éxito, tendrás algunos amigosdesleales y algunos verdaderos enemigos: tenéxito de todos modos.

Si eres franco y sincero, pudieran apro-vecharse de ti; sé franco y sincero de todosmodos.

Lo que te cuesta años construir, alguienpudiera destruirlo en una noche; construye detodos modos.

Si hallas sosiego y felicidad, pudieranenvidiarte; sé feliz de todos modos.

El bien que hagas hoy la gente lo olvida-rá mañana; haz el bien de todos modos.

Dale al mundo lo mejor que tengas y qui-zá no sea nunca suficiente; dale de todosmodos lo mejor.

Es que, a fin de cuentas nunca fue entretú y ellos; es entre tú y Dios, de todos modos.

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las caminatas y los trabajos físicos adapta-dos a las posibilidades personales son alia-dos de la buena salud.

y ¿qué decir de la dieta, también men-cionada por el mismo veterano profesional?Una alimentación equilibrada contribuye de-cididamente a la conservación de la buenasalud. La abstención de todo lo nocivo y lamoderación en el consumo de lo bueno cons-tituye el mejor método para mantenernossanos y fuertes.

Salud es sinónimo de vigor, de bienes-tar. .. Sin embargo, ¡cuán poco la valoramoscuando gozamos de ella! Prevenir es mejorque curar.

132

HAZLO DE TODOS MODOSA menudo las personas son irracionales,

ilógicas y ególatras: perdónales de todosmodos.

Si eres bondadoso, te pueden acusar deinteresado, de tener motivos ocultos; sé detodos modos bondadoso.

Si tienes éxito, tendrás algunos amigosdesleales y algunos verdaderos enemigos: tenéxito de todos modos.

Si eres franco y sincero, pudieran apro-vecharse de ti; sé franco y sincero de todosmodos.

Lo que te cuesta años construir, alguienpudiera destruirlo en una noche; construye detodos modos.

Si hallas sosiego y felicidad, pudieranenvidiarte; sé feliz de todos modos.

El bien que hagas hoy la gente lo olvida-rá mañana; haz el bien de todos modos.

Dale al mundo lo mejor que tengas y qui-zá no sea nunca suficiente; dale de todosmodos lo mejor.

Es que, a fin de cuentas nunca fue entretú y ellos; es entre tú y Dios, de todos modos.

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Page 133: Rayos de Sol 2

50 CÉNTIMOS DEMÁSA un joven seminarista lo invitaro~ a

predicar en un~ iglesia en un p.ueblo ve~lno.Siguiendo un Impulso repentino, baso susermón en el tema: «No hurtarás».

A la mañana siguiente subió al autobus ypagó con una moneda de 5 Soles. El co?radorle dio el cambio y caminando por el pasillo delbus el joven religioso se puso a contar elcambio; le habían dado 50 céntimos de más.Lo primero que pensó fue: «El cobrador ni sedará cuenta de que le faltan 50 céntimos».Pero al momento comprendió que no podíaquedarse un dinero que no era suyo ydirigiéndose al cobrador le dijo: «Me ha dadomás dinero de la cuenta». Cuál no sería susorpresa cuando el cobrador le dijo: «Sí, 50céntimos de más. Verá, es que le oí predicarayer, yquería comprobar si usted también vivelo que predica».

134

PROVERBIO ÁRABENO digas todo lo que sabes,NO hagas todo lo que puedes,NO creas todo lo que oyes,NO gastes todo lo que tienes.

Porque:

El que dice todo lo que sabe,Hace todo lo que puede,Cree todo lo que oye,y gasta todo lo que tiene.

Muchas Veces:

Dice lo que no conviene,Hace lo que no debe,Juzga lo que no ve yGasta lo que no puede.

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50 CÉNTIMOS DEMÁSA un joven seminarista lo invitaro~ a

predicar en un~ iglesia en un p.ueblo ve~lno.Siguiendo un Impulso repentino, baso susermón en el tema: «No hurtarás».

A la mañana siguiente subió al autobus ypagó con una moneda de 5 Soles. El co?radorle dio el cambio y caminando por el pasillo delbus el joven religioso se puso a contar elcambio; le habían dado 50 céntimos de más.Lo primero que pensó fue: «El cobrador ni sedará cuenta de que le faltan 50 céntimos».Pero al momento comprendió que no podíaquedarse un dinero que no era suyo ydirigiéndose al cobrador le dijo: «Me ha dadomás dinero de la cuenta». Cuál no sería susorpresa cuando el cobrador le dijo: «Sí, 50céntimos de más. Verá, es que le oí predicarayer, yquería comprobar si usted también vivelo que predica».

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PROVERBIO ÁRABENO digas todo lo que sabes,NO hagas todo lo que puedes,NO creas todo lo que oyes,NO gastes todo lo que tienes.

Porque:

El que dice todo lo que sabe,Hace todo lo que puede,Cree todo lo que oye,y gasta todo lo que tiene.

Muchas Veces:

Dice lo que no conviene,Hace lo que no debe,Juzga lo que no ve yGasta lo que no puede.

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Page 135: Rayos de Sol 2

7 SECRETOS DEL ÉXITO

Sé amable

Sé honrado

Sé puntual

Busca la excelencia

No te rindas

Sonríe

Camina con Dios

136

LO ESENCIALEl éxito que obtengas en la vida

depende de tu motivación. Hay una viejafábula acerca de un perro que se jactaba delo rápido que corría. Cierto día salió tras unaliebre y no logró atraparla. Los demás perrosse burlaron de él, recordando sus anterioresjactancias. Su respuesta fue: «Tengan encuenta que la liebre corría por su vida, y queyo solamente corría por mi cena». Lo esenciales el incentivo.

LA CORONA

No hay corona sin una cruz.- No hay victoria sin una batalla.

No hay trofeo sin lucha.

La lucha es la condición esencial de la victoria.El esfuerzo tenaz vence las dificultades.La perseverancia supera en logros a lainteligencia y al dinero.

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7 SECRETOS DEL ÉXITO

Sé amable

Sé honrado

Sé puntual

Busca la excelencia

No te rindas

Sonríe

Camina con Dios

136

LO ESENCIALEl éxito que obtengas en la vida

depende de tu motivación. Hay una viejafábula acerca de un perro que se jactaba delo rápido que corría. Cierto día salió tras unaliebre y no logró atraparla. Los demás perrosse burlaron de él, recordando sus anterioresjactancias. Su respuesta fue: «Tengan encuenta que la liebre corría por su vida, y queyo solamente corría por mi cena». Lo esenciales el incentivo.

LA CORONA

No hay corona sin una cruz.- No hay victoria sin una batalla.

No hay trofeo sin lucha.

La lucha es la condición esencial de la victoria.El esfuerzo tenaz vence las dificultades.La perseverancia supera en logros a lainteligencia y al dinero.

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LA FUERZA DEL EspíRITU

Siempre ten presente que:La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,pero lo importante no cambia,tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Mientras estés vivo, siéntete vivo;no vivas de fotos amarillas.Sigue, aunque todos esperen que abandones.

Cuando por los años no puedas correr, trota.Cuando no puedas trotar, camina.Cuando no puedas caminar, usa bastón.¡Pero nunca, nunca te detengas!

138

SECCiÓN #11

MI

ALMAAFLIGIDA.

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LA FUERZA DEL EspíRITU

Siempre ten presente que:La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,pero lo importante no cambia,tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Mientras estés vivo, siéntete vivo;no vivas de fotos amarillas.Sigue, aunque todos esperen que abandones.

Cuando por los años no puedas correr, trota.Cuando no puedas trotar, camina.Cuando no puedas caminar, usa bastón.¡Pero nunca, nunca te detengas!

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SECCiÓN #11

MI

ALMAAFLIGIDA.

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r\.\\

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EL FORASTEROUnos meses antes de nacer yo, mi papá

conoció a un forastero que acababa de llegar anuestro pueblo. Desde el primer momento, mi pa-dre quedó prendado de su encanto, y al pocotiempo lo invitó a vivir con nuestra familia. Todoslo aceptaron enseguida, y pocos meses después,cuando llegué yo, él estuvo presente para darmela bienvenida al mundo.

Durante mi infancia, nunca se me ocurriópreguntarme por qué estaba en nuestra casa. Enmi mente de niño, cada miembro de la familiaocupaba su lugar. Por ejemplo mi hermanoRoberto, que me llevaba cinco años, era mimodelo. Con mi hermanita Pamela, yo teníaoportunidad de hacer de hermano mayor. Mispadres eran mis maestros complementarios: mimamá me enseñó a amar la Palabra de Dios, ymi papá a obedecerla. El forastero lo que hacíaera contarnos historias. Era capaz de imaginarrelatos de lo más fascinantes. A diario nos narrabaaventuras.. misterios y comedias. Cada nochetenía a toda la familia embelesada durante variashoras.

Cuando yo tenía alguna pregunta de política,historia o ciencias, él lo sabía todo. Era buenconocedor del pasado, comprendía el presente,

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r\.\\

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EL FORASTEROUnos meses antes de nacer yo, mi papá

conoció a un forastero que acababa de llegar anuestro pueblo. Desde el primer momento, mi pa-dre quedó prendado de su encanto, y al pocotiempo lo invitó a vivir con nuestra familia. Todoslo aceptaron enseguida, y pocos meses después,cuando llegué yo, él estuvo presente para darmela bienvenida al mundo.

Durante mi infancia, nunca se me ocurriópreguntarme por qué estaba en nuestra casa. Enmi mente de niño, cada miembro de la familiaocupaba su lugar. Por ejemplo mi hermanoRoberto, que me llevaba cinco años, era mimodelo. Con mi hermanita Pamela, yo teníaoportunidad de hacer de hermano mayor. Mispadres eran mis maestros complementarios: mimamá me enseñó a amar la Palabra de Dios, ymi papá a obedecerla. El forastero lo que hacíaera contarnos historias. Era capaz de imaginarrelatos de lo más fascinantes. A diario nos narrabaaventuras.. misterios y comedias. Cada nochetenía a toda la familia embelesada durante variashoras.

Cuando yo tenía alguna pregunta de política,historia o ciencias, él lo sabía todo. Era buenconocedor del pasado, comprendía el presente,

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Page 141: Rayos de Sol 2

y parecía poder predecir el futuro. Los dibujos quehacía eran tan naturales que yo a menudo meechaba a reír o a llorar cuando los miraba.

Era amigo de toda la familia. Fue el primeroque nos llevó a papá, a Roberto y a mí a un partidode primera división de la liga de futbol. Siemprenos animaba a ver películas, y hasta lo arreglótodo para que pudiéramos conocer a varios astrosdel cine.

Nunca paraba de hablar. A papá no parecíaimportarle; pero a veces mamá se levantaba ensilencio mientras todos los demás escuchábamoscautivados un relato del forastero sobre algúnlugar lejano, y se iba a su cuarto a leer la Biblia ya orar. Ahora me pregunto si quizás rezaba paraque el forastero se marchara.

Resulta que mi padre gobernaba nuestra casacon arreglo a ciertas convicciones morales. Peropor lo que fuera, el forastero nunca se sintióobliqado a respetarlas. Las palabrotas, porejemplo, no estaban permitidas; no se nospermitían a nosotros, ni a nuestros amigos, ni aotros adultos. Pero nuestro perenne invitadosoltaba de vez en cuando algunas palabras feasque me e~candalizaban y que ponían a mi padreen ~na sltua~ión bien incómoda. Que yo sepa,nadie le llamo la atención por eso.

142

Mi papá era abstemio, y no permitía ningúnlicor en su casa, ni para cocinar. Pero el forasteroopinaba que debíamos conocer otros aspectosde la vida, y nos tenía bien informados. Confrecuencia nos ofrecía cerveza y otras bebidasalcohólicas.

Procuraba que los cigarrillos nos parecíanapetecibles; los cigarros puros, varoniles; laspipas, distinguidas. Tenía una lengua muy suelta,y sus comentarios eran unas veces descarados,otras sugestivos, y generalmente embarazosos.Sé que influyó en el primer concepto que me forméde las relaciones entre personas de sexo opuesto.

Ahora que lo pienso, creo que fue únicamentepor la gracia de Dios que ese forastero no tuvomás influencia en mí. Innumerables veces seenfrentó a los valores que defendían mis padres.Pero ellos casi nunca lo reprendían por eso, ynunca le pidieron que se fuera.

Ya han transcurrido más de treinta años desdeque ese forastero vino a nuestra casa. Mi papá,desde luego, no está tan fascinado con él comoen los primeros tiempos. Pero el que entrecualquier día en el estudio de mis padres, aún loverá sentado en un rincón, a la espera de que,alguien quiera escucharle o verle dibujar.

¿ Que cómo se llama? Nosotros lollamábamos simplemente TELEVISOR.

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y parecía poder predecir el futuro. Los dibujos quehacía eran tan naturales que yo a menudo meechaba a reír o a llorar cuando los miraba.

Era amigo de toda la familia. Fue el primeroque nos llevó a papá, a Roberto y a mí a un partidode primera división de la liga de futbol. Siemprenos animaba a ver películas, y hasta lo arreglótodo para que pudiéramos conocer a varios astrosdel cine.

Nunca paraba de hablar. A papá no parecíaimportarle; pero a veces mamá se levantaba ensilencio mientras todos los demás escuchábamoscautivados un relato del forastero sobre algúnlugar lejano, y se iba a su cuarto a leer la Biblia ya orar. Ahora me pregunto si quizás rezaba paraque el forastero se marchara.

Resulta que mi padre gobernaba nuestra casacon arreglo a ciertas convicciones morales. Peropor lo que fuera, el forastero nunca se sintióobliqado a respetarlas. Las palabrotas, porejemplo, no estaban permitidas; no se nospermitían a nosotros, ni a nuestros amigos, ni aotros adultos. Pero nuestro perenne invitadosoltaba de vez en cuando algunas palabras feasque me e~candalizaban y que ponían a mi padreen ~na sltua~ión bien incómoda. Que yo sepa,nadie le llamo la atención por eso.

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Mi papá era abstemio, y no permitía ningúnlicor en su casa, ni para cocinar. Pero el forasteroopinaba que debíamos conocer otros aspectosde la vida, y nos tenía bien informados. Confrecuencia nos ofrecía cerveza y otras bebidasalcohólicas.

Procuraba que los cigarrillos nos parecíanapetecibles; los cigarros puros, varoniles; laspipas, distinguidas. Tenía una lengua muy suelta,y sus comentarios eran unas veces descarados,otras sugestivos, y generalmente embarazosos.Sé que influyó en el primer concepto que me forméde las relaciones entre personas de sexo opuesto.

Ahora que lo pienso, creo que fue únicamentepor la gracia de Dios que ese forastero no tuvomás influencia en mí. Innumerables veces seenfrentó a los valores que defendían mis padres.Pero ellos casi nunca lo reprendían por eso, ynunca le pidieron que se fuera.

Ya han transcurrido más de treinta años desdeque ese forastero vino a nuestra casa. Mi papá,desde luego, no está tan fascinado con él comoen los primeros tiempos. Pero el que entrecualquier día en el estudio de mis padres, aún loverá sentado en un rincón, a la espera de que,alguien quiera escucharle o verle dibujar.

¿ Que cómo se llama? Nosotros lollamábamos simplemente TELEVISOR.

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¿QUIÉN ES TU PASTOR?La televisión es mi Pastor;nada me faltará.

En delicados sillones me hará descansar' ,me desviará de la fe; destruirá mi alma.

Me guiará por sendas de perversión y violenciapor amor al dinero.

Aunque ande lejos de misresponsabilidades cristianasno permitiré interrupción alguna,porque la televisión está conmigo;sus colores y su control remotome infundirán aliento.

Prepara comerciales delante de míen presencia de muchas chicas.Llena mi cabeza con conocimientos vanosy materialismo'. 'mi codicia está rebosando.

Ciertam~n!e la flojera y la ignoranciame sequiran todos los días de mi vida.

y en mi casa mirando televisiónme quedaré hasta que me muera.

(Parafraseado del Salmo 23)

144

CIRUGíA DEL CORAZÓNEn el colegio me enseñaronque vivimos en un mundo muy avanzado,que los seres humanos son muy inteligentesy que saben inventar cosas sorprendentes.

De allí me puse a pensar,si tan brillantes son,¿cómo es que tanta locura se ve,tantas barbaridades contrarias a nuestra fe?

Hombre con hombre en lecho impuro acostado,en el vientre de la madre un bebé asesinado;violencia, perversidades, mentiras y torturas,más estupideces por TV las 24 horas.

En carteles grandes nos dicen:«Fume más cigarrillos,el placer es mayorque el daño ocasionado».

Un buen trago, nos insinúan,es la felicidad más rica,porque siempre vienecon la mejor chica.

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¿QUIÉN ES TU PASTOR?La televisión es mi Pastor;nada me faltará.

En delicados sillones me hará descansar' ,me desviará de la fe; destruirá mi alma.

Me guiará por sendas de perversión y violenciapor amor al dinero.

Aunque ande lejos de misresponsabilidades cristianasno permitiré interrupción alguna,porque la televisión está conmigo;sus colores y su control remotome infundirán aliento.

Prepara comerciales delante de míen presencia de muchas chicas.Llena mi cabeza con conocimientos vanosy materialismo'. 'mi codicia está rebosando.

Ciertam~n!e la flojera y la ignoranciame sequiran todos los días de mi vida.

y en mi casa mirando televisiónme quedaré hasta que me muera.

(Parafraseado del Salmo 23)

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CIRUGíA DEL CORAZÓNEn el colegio me enseñaronque vivimos en un mundo muy avanzado,que los seres humanos son muy inteligentesy que saben inventar cosas sorprendentes.

De allí me puse a pensar,si tan brillantes son,¿cómo es que tanta locura se ve,tantas barbaridades contrarias a nuestra fe?

Hombre con hombre en lecho impuro acostado,en el vientre de la madre un bebé asesinado;violencia, perversidades, mentiras y torturas,más estupideces por TV las 24 horas.

En carteles grandes nos dicen:«Fume más cigarrillos,el placer es mayorque el daño ocasionado».

Un buen trago, nos insinúan,es la felicidad más rica,porque siempre vienecon la mejor chica.

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Page 145: Rayos de Sol 2

Venden todo lo que se puedecon un egoísmo total,no importa las consecuenciascon tal que sea legal.

¿y por qué vivimos una vidade tan poca alegría,sin paz interior,ni divina euforia?

¿No será, porque,seamos ricos o pobres,buscamos primero lo nuestroy pensamos muy poco en el otro?

¿Dónde está en todo eso la inteligencia?¿Es brillantez de la mente o demencia?Más avance tecnológico no necesitamos,con una buena cirugía de corazón nos con-tentamos.

¡Que nos saquen el egoísmo,el odio, el rencor y el resentimientoy lo reemplacen con amor 'perdón, compasión y el ar'repentimiento!

146

¡QUIERO VIVIR!Mamá, no me dejes morir,lo pido. por caridad.Aunque sea amargo vivir,¡no me mates, mamá!

No tengo uso de razón,pero sé lo que pretendes.Parece que no comprendes,que ya tengo un corazón.

Si no me das tu perdónpor lo que hoy te hago sufrir,déjame al menos vivirpara en tus brazos morir.y aunque me llamen «mal paso»,no me dejes morir.

Tenme a mí, que soy tu hijo.Piensa madre, no te lo exijo,lo pido por caridad.¿Piensas acaso quereral que te pide mi muerte?

Recuerda, juró querertecuando ocasionó mi ser;

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Page 146: Rayos de Sol 2

Venden todo lo que se puedecon un egoísmo total,no importa las consecuenciascon tal que sea legal.

¿y por qué vivimos una vidade tan poca alegría,sin paz interior,ni divina euforia?

¿No será, porque,seamos ricos o pobres,buscamos primero lo nuestroy pensamos muy poco en el otro?

¿Dónde está en todo eso la inteligencia?¿Es brillantez de la mente o demencia?Más avance tecnológico no necesitamos,con una buena cirugía de corazón nos con-tentamos.

¡Que nos saquen el egoísmo,el odio, el rencor y el resentimientoy lo reemplacen con amor 'perdón, compasión y el ar'repentimiento!

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¡QUIERO VIVIR!Mamá, no me dejes morir,lo pido. por caridad.Aunque sea amargo vivir,¡no me mates, mamá!

No tengo uso de razón,pero sé lo que pretendes.Parece que no comprendes,que ya tengo un corazón.

Si no me das tu perdónpor lo que hoy te hago sufrir,déjame al menos vivirpara en tus brazos morir.y aunque me llamen «mal paso»,no me dejes morir.

Tenme a mí, que soy tu hijo.Piensa madre, no te lo exijo,lo pido por caridad.¿Piensas acaso quereral que te pide mi muerte?

Recuerda, juró querertecuando ocasionó mi ser;

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Page 147: Rayos de Sol 2

hoy me prohibe nacersin temor a delinquir.

Perfecciona su mentir,reniega de mi viday olvida que Dios manda vivir,aunque amargo sea vivir.

Madre, déjame nacer,aunque después me abandones.No pediré explicaciones,si acaso te vuelvo a verMadre, déjame nacer

¡Qué importa lo qué se dirá!Porque si la sociedadte acusa por tus deslices,más fuerte es mi voz, que dice:¡no me mates, mama!

148

CARTAS DE UN NIÑO

Hola mami, ¿cómo estás? Yo, muy bien,gracias a Dios hace apenas unos días me con-cebiste en tu barriguita. La verdad no te puedoexplicar lo contento que estoy de saber que túvas a ser mi mamá. Otra cosa que también mellena de orgullo es ver el amor con el que fuiconcebido ... ¡Todo parece indicar que vaya serel niño más feliz del mundo!

Mami, ha pasado ya un mes desde mi con-cepción, y ya empiezo a ver como mi cuerpecitose empieza a formar, digo, no estoy tan bonitocomo tú, pero ¡estoy MUY feliz! Pero hay algoque me tiene un poco preocupado: últimamen-te me he dado cuenta de que hay algo en tucabecita que no te deja dormir, pero bueno, yase te pasará, no te apures.

Mami, ya pasaron dos meses y medio yestoy feliz con mis nuevas manitas y tengo mu-chas ganas de utilizarlas para jugar ... Mamita,dime qué te pasa, ¿por qué lloras tanto todaslas noches? ¿Por qué cuando papi y tú se vense gritan tanto? ¿Ya no me quieren? ¿O qué?

Han pasado ya 3 meses, mami, te noto muydeprimida, no entiendo qué pasa, estoy muy con-fundido. Hoy en la mañana fuimos al doctor y te

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hoy me prohibe nacersin temor a delinquir.

Perfecciona su mentir,reniega de mi viday olvida que Dios manda vivir,aunque amargo sea vivir.

Madre, déjame nacer,aunque después me abandones.No pediré explicaciones,si acaso te vuelvo a verMadre, déjame nacer

¡Qué importa lo qué se dirá!Porque si la sociedadte acusa por tus deslices,más fuerte es mi voz, que dice:¡no me mates, mama!

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CARTAS DE UN NIÑO

Hola mami, ¿cómo estás? Yo, muy bien,gracias a Dios hace apenas unos días me con-cebiste en tu barriguita. La verdad no te puedoexplicar lo contento que estoy de saber que túvas a ser mi mamá. Otra cosa que también mellena de orgullo es ver el amor con el que fuiconcebido ... ¡Todo parece indicar que vaya serel niño más feliz del mundo!

Mami, ha pasado ya un mes desde mi con-cepción, y ya empiezo a ver como mi cuerpecitose empieza a formar, digo, no estoy tan bonitocomo tú, pero ¡estoy MUY feliz! Pero hay algoque me tiene un poco preocupado: últimamen-te me he dado cuenta de que hay algo en tucabecita que no te deja dormir, pero bueno, yase te pasará, no te apures.

Mami, ya pasaron dos meses y medio yestoy feliz con mis nuevas manitas y tengo mu-chas ganas de utilizarlas para jugar ... Mamita,dime qué te pasa, ¿por qué lloras tanto todaslas noches? ¿Por qué cuando papi y tú se vense gritan tanto? ¿Ya no me quieren? ¿O qué?

Han pasado ya 3 meses, mami, te noto muydeprimida, no entiendo qué pasa, estoy muy con-fundido. Hoy en la mañana fuimos al doctor y te

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hizo una cita para mañana. No entiendo, yo mesiento muy bien...

Mami, ya es de día, ¿a dónde vamos?Mami, ¿por qué lloras? No llores, si no va a pa-sar nada. Oye mami, no te acuestes, apenasson las 2 de la tarde, es muy temprano para irsea la cama, aparte, no tengo nada de sueño, quie-ro seguir jugando con mis manitas. ¿Qué haceese tubito en mi casita? ¿A lo mejor es un ju-

, guete nuevo? ¡Oigan!¿Porqué está succionandomi casa? iMAMI! ¡Esperen! ¡Esa es mi manita!Señor, ¿por qué me la arrancan? ¿Qué no veque me duele? ¡OUCH! ¡Mami defiéndeme!¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito yno me puedo defender? Mami, mi piernita, ¡mela están arrancando! Por favor diles que ya nosigan, te lo juro que me vaya portar bien, ya note vuelvo a patear. ¿Cómo es posible que unser humano me pueda hacer esto? Mami, ya nopuedo más, mami ... mami ... ¡ayúdame!

Mami, han pasado ya 17 años desde aqueldía y yo desde aquí observo como todavía teduele esa decisión que tomaste. Por favor, yano llores, acuérdate que te quiero mucho y aquíte estoy esperando con muchos abrazos y be-sos.

Te quiere mucho, Tu bebé.

150

4 CASOS

1.- El padre es asmático, la madretuberculosa. Tuvieronn cuatro hijos. El primeroes ciego, el segundo es sordo, el tercero estámuerto y el cuarto tiene tuberculosis. La madreestá embarazada de nuevo. ¿Recomendaríasel aborto en esta situación?

2.- Un hombre blanco viola a una niña negrade 13 años y está se embaraza. Si fueras elpadre de esta joven, ¿le recomendarías elaborto?

3.- Un predicador y su esposa quienesenfrentan problemas económicos muy fuertes,ya tienen 14 hijos, son realmente pobres.Considerando su extrema pobreza,¿recomendarías que la esposa abortara sudecimoquinto hijo?

4.- Una joven está embarazada; no estácasada y su prometido no es el papá del niñoque está esperando. ¿Le recomendarías queabortara?

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hizo una cita para mañana. No entiendo, yo mesiento muy bien...

Mami, ya es de día, ¿a dónde vamos?Mami, ¿por qué lloras? No llores, si no va a pa-sar nada. Oye mami, no te acuestes, apenasson las 2 de la tarde, es muy temprano para irsea la cama, aparte, no tengo nada de sueño, quie-ro seguir jugando con mis manitas. ¿Qué haceese tubito en mi casita? ¿A lo mejor es un ju-

, guete nuevo? ¡Oigan!¿Porqué está succionandomi casa? iMAMI! ¡Esperen! ¡Esa es mi manita!Señor, ¿por qué me la arrancan? ¿Qué no veque me duele? ¡OUCH! ¡Mami defiéndeme!¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito yno me puedo defender? Mami, mi piernita, ¡mela están arrancando! Por favor diles que ya nosigan, te lo juro que me vaya portar bien, ya note vuelvo a patear. ¿Cómo es posible que unser humano me pueda hacer esto? Mami, ya nopuedo más, mami ... mami ... ¡ayúdame!

Mami, han pasado ya 17 años desde aqueldía y yo desde aquí observo como todavía teduele esa decisión que tomaste. Por favor, yano llores, acuérdate que te quiero mucho y aquíte estoy esperando con muchos abrazos y be-sos.

Te quiere mucho, Tu bebé.

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4 CASOS

1.- El padre es asmático, la madretuberculosa. Tuvieronn cuatro hijos. El primeroes ciego, el segundo es sordo, el tercero estámuerto y el cuarto tiene tuberculosis. La madreestá embarazada de nuevo. ¿Recomendaríasel aborto en esta situación?

2.- Un hombre blanco viola a una niña negrade 13 años y está se embaraza. Si fueras elpadre de esta joven, ¿le recomendarías elaborto?

3.- Un predicador y su esposa quienesenfrentan problemas económicos muy fuertes,ya tienen 14 hijos, son realmente pobres.Considerando su extrema pobreza,¿recomendarías que la esposa abortara sudecimoquinto hijo?

4.- Una joven está embarazada; no estácasada y su prometido no es el papá del niñoque está esperando. ¿Le recomendarías queabortara?

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Page 151: Rayos de Sol 2

Si contestaste «Sí» en alguna de lassituaciones anteriores lee lo siguiente:

1.- En el primer caso el mundo no hubieratenido un Ludwig van Beethoven.

2.- En el siguiente caso Ethel Walters, una delas cantantes negras más famosas de todoslos tiempos, nunca hubiera nacido.

3.- En la tercera situación hubieras aniquiladoa John Wesley, uno de los más grandespredicadores del siglo 19.

4.- Y en el cuarto caso hubieras quitado a laVirgen María y a todo el mundo el regalo másprecioso de todos: JESÚS.

152

MADRE, ¡DÉJAME VIVIR!Soy un ángel en verdad,sonrío de felicidad.¿No me quieres?Soy tu hija.Desde el Cielo vine aquípara hacerte muy feliz.No me niegues.Soy tu hija.

~Como una tierna flor,soy un regalo de amor.¿No me quieres?Soy tu hija.Esta vida que Él me dio,no la abortes, por favor.No me rechaces.Soy tu hija.

¡Madre, déjame vivir!La vida no me quites,¡Déjame vivir!No intentes impedirque vaya a nacer;tuya quiero ser.Quiero vivir mi vida.Madre, ya verás,si la oportunidad me das,que al tenerme entre tus brazosa amarme aprenderás.

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Si contestaste «Sí» en alguna de lassituaciones anteriores lee lo siguiente:

1.- En el primer caso el mundo no hubieratenido un Ludwig van Beethoven.

2.- En el siguiente caso Ethel Walters, una delas cantantes negras más famosas de todoslos tiempos, nunca hubiera nacido.

3.- En la tercera situación hubieras aniquiladoa John Wesley, uno de los más grandespredicadores del siglo 19.

4.- Y en el cuarto caso hubieras quitado a laVirgen María y a todo el mundo el regalo másprecioso de todos: JESÚS.

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MADRE, ¡DÉJAME VIVIR!Soy un ángel en verdad,sonrío de felicidad.¿No me quieres?Soy tu hija.Desde el Cielo vine aquípara hacerte muy feliz.No me niegues.Soy tu hija.

~Como una tierna flor,soy un regalo de amor.¿No me quieres?Soy tu hija.Esta vida que Él me dio,no la abortes, por favor.No me rechaces.Soy tu hija.

¡Madre, déjame vivir!La vida no me quites,¡Déjame vivir!No intentes impedirque vaya a nacer;tuya quiero ser.Quiero vivir mi vida.Madre, ya verás,si la oportunidad me das,que al tenerme entre tus brazosa amarme aprenderás.

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Page 153: Rayos de Sol 2

UN MINUTO DE SILENCIO

Había pensado incluir en esta secciónuna lectura titulada «El grito silencioso», perodebido a la descripción tan gráfica de losmétodos empleados para abortar tuve queeliminar dicho texto para no dejar a nuestrosestimados lectores con un sabor amargo.

Hagamos un minuto de silencio por losmillones de bebés que sufren cada año deforma «legal» o «ilegal» una horripilante einnecesaria muerte, atrocidad que supera sinduda alguna en magnitud y crueldad alholocausto que causó Hitler.

Gracias.

Nota del editor: El texto «El grito silencioso»lo puedes solicitar en la siguiente direcciónde correo electrónico:

rayosdeso/@consultant.com

«El ~rito silencioso» también está disponibleen video, como también la canción «Madredéjame vivir» de la página anterior. '

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SECCiÓN #12

LA

GRANDEZAy

laENTREGA

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UN MINUTO DE SILENCIO

Había pensado incluir en esta secciónuna lectura titulada «El grito silencioso», perodebido a la descripción tan gráfica de losmétodos empleados para abortar tuve queeliminar dicho texto para no dejar a nuestrosestimados lectores con un sabor amargo.

Hagamos un minuto de silencio por losmillones de bebés que sufren cada año deforma «legal» o «ilegal» una horripilante einnecesaria muerte, atrocidad que supera sinduda alguna en magnitud y crueldad alholocausto que causó Hitler.

Gracias.

Nota del editor: El texto «El grito silencioso»lo puedes solicitar en la siguiente direcciónde correo electrónico:

rayosdeso/@consultant.com

«El ~rito silencioso» también está disponibleen video, como también la canción «Madredéjame vivir» de la página anterior. '

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SECCiÓN #12

LA

GRANDEZAy

laENTREGA

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EL MÁS IMPORTANTEÉrase una vez un rey que convocó ante

su corte a todos los líquidos de su territorio.Cada uno debía explicar qué servicio prestabay de qué modo beneficiaba al reino. El mayorde todos recibiría un premio especial. Tanpronto como la noticia se divulgó por todoslos rincones del reino, los líquidos de lacomarca enseguida se ufanaron de su utilidady atributos particulares, con la esperanza dellevarse el galardón.

Se constituyó un jurado y muchos líqui-dos se presentaron ante el rey, ansiosos deexpresar su valor.

El agua del mar intervino primero: -yo soyel mejor. Sin mí, vuestra majestad, no existiríala mayor parte del comercio de vuestro reino.Transporto los barcos que acarrean vuestrasmercaderías de un lugar a otro. Tambiénhabitan en mis aguas muchos peces yanimales nadadores, que sin mí no sobrevivi-rían. Por si fuera poco, poseo un valioso mi-neral, la sal, que rinde innumerables benefi-cios a lo largo y ancho del reino.

-¡De ninguna manera! ¡Yo soy el mayor! -interrumpió el agua fresca-o Lleno los ríos,

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EL MÁS IMPORTANTEÉrase una vez un rey que convocó ante

su corte a todos los líquidos de su territorio.Cada uno debía explicar qué servicio prestabay de qué modo beneficiaba al reino. El mayorde todos recibiría un premio especial. Tanpronto como la noticia se divulgó por todoslos rincones del reino, los líquidos de lacomarca enseguida se ufanaron de su utilidady atributos particulares, con la esperanza dellevarse el galardón.

Se constituyó un jurado y muchos líqui-dos se presentaron ante el rey, ansiosos deexpresar su valor.

El agua del mar intervino primero: -yo soyel mejor. Sin mí, vuestra majestad, no existiríala mayor parte del comercio de vuestro reino.Transporto los barcos que acarrean vuestrasmercaderías de un lugar a otro. Tambiénhabitan en mis aguas muchos peces yanimales nadadores, que sin mí no sobrevivi-rían. Por si fuera poco, poseo un valioso mi-neral, la sal, que rinde innumerables benefi-cios a lo largo y ancho del reino.

-¡De ninguna manera! ¡Yo soy el mayor! -interrumpió el agua fresca-o Lleno los ríos,

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lagos y arroyos. Hay muchos peces y criaturasque, de no ser por mí, ciertamente morirían.Lo que es más importante, yo lleno los pozosde donde beben los sedientos. Sin mí la genteperecería: soy el único capaz de aplacar sused. Yo rindo un incomparable beneficio.

-Perdón, pero os habéis olvidado que no-sotros, los jugos de fruta, también satisface-mos la sed de los hombres. Gracias a nues-tro sabroso producto, su cuerpo se fortalececon las vitaminas y los nutrientes que les pro-porcionamos. No hay líquido que se nos com-pare, pues somos los más apetecibles al pa-ladar.

La leche interrumpió la acalorada discu-sión. -¡Oigan, oigan! No es el agua o el jugolo que saborea un recién nacido, sino la le-che materna. Yo englobo ambas cosas: soybebida y alimento para los jóvenes, y la únicafuente de nutrición. Sin mí el hombre y losanimales dejarían de existir.

y así sucesivamente los demás líquidosse autoalababan ante el rey, proclamándosemerecedores del premio. Una vez finalizadaslas presentaciones, los asesores del rey setrenzaron en una acalorada discusión paradeterminar cuál de todos los líquidos mere-

158

da el galardón.-Yo digo que el vino a la cabeza está:

brinda alegría al corazón y alivia las penasdel pueblo.

-¡Eres un tonto! ¿Acaso no has percibidoel aroma de los perfumes que encienden laspasiones y nos agracian a todos? Algo tangrato merece de todas maneras el premio.

La polémica desató una grave disputa en lacorte. El rey, persona alegre y cordial, secomenzó a preocupar por el cariz que tomaba lasituación. Se retractó de hacer proclama alguna.Jamás pensó que su idea pudiera ocasionar tantorevuelo. Se disculpó y se retiró a sus aposentosprofundamente descorazonado.

Pasaron los días, y los líquidos continua-ron alabándose a sí mismos. Hasta comen-zaron a ridiculizar a los otros con comenta-rios de mal gusto. Llegaron miles de cartasde todos los rincones del reino, de gente de-seosa de influir en el dictamen del monarca.

La discrepancia terminó por dividir total-mente al reino. El rey se hartó tanto que dejóde escuchar los argumentos y se desanimóde tal manera que enfermó gravemente. Latristeza lo dejó postrado en su lecho demuerte.

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lagos y arroyos. Hay muchos peces y criaturasque, de no ser por mí, ciertamente morirían.Lo que es más importante, yo lleno los pozosde donde beben los sedientos. Sin mí la genteperecería: soy el único capaz de aplacar sused. Yo rindo un incomparable beneficio.

-Perdón, pero os habéis olvidado que no-sotros, los jugos de fruta, también satisface-mos la sed de los hombres. Gracias a nues-tro sabroso producto, su cuerpo se fortalececon las vitaminas y los nutrientes que les pro-porcionamos. No hay líquido que se nos com-pare, pues somos los más apetecibles al pa-ladar.

La leche interrumpió la acalorada discu-sión. -¡Oigan, oigan! No es el agua o el jugolo que saborea un recién nacido, sino la le-che materna. Yo englobo ambas cosas: soybebida y alimento para los jóvenes, y la únicafuente de nutrición. Sin mí el hombre y losanimales dejarían de existir.

y así sucesivamente los demás líquidosse autoalababan ante el rey, proclamándosemerecedores del premio. Una vez finalizadaslas presentaciones, los asesores del rey setrenzaron en una acalorada discusión paradeterminar cuál de todos los líquidos mere-

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da el galardón.-Yo digo que el vino a la cabeza está:

brinda alegría al corazón y alivia las penasdel pueblo.

-¡Eres un tonto! ¿Acaso no has percibidoel aroma de los perfumes que encienden laspasiones y nos agracian a todos? Algo tangrato merece de todas maneras el premio.

La polémica desató una grave disputa en lacorte. El rey, persona alegre y cordial, secomenzó a preocupar por el cariz que tomaba lasituación. Se retractó de hacer proclama alguna.Jamás pensó que su idea pudiera ocasionar tantorevuelo. Se disculpó y se retiró a sus aposentosprofundamente descorazonado.

Pasaron los días, y los líquidos continua-ron alabándose a sí mismos. Hasta comen-zaron a ridiculizar a los otros con comenta-rios de mal gusto. Llegaron miles de cartasde todos los rincones del reino, de gente de-seosa de influir en el dictamen del monarca.

La discrepancia terminó por dividir total-mente al reino. El rey se hartó tanto que dejóde escuchar los argumentos y se desanimóde tal manera que enfermó gravemente. Latristeza lo dejó postrado en su lecho demuerte.

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Llamó a sus cortesanos y les encargó bus-car y encontrar algún otro líquido del reino quefuera merecedor del premio, de suerte quepudiera determinarse quién era el mayor.

Nombró entonces otro jurado que dirimierael asunto, pero éste acabó más dividido queel primero. Los competidores, yadesesperados, empezaron a sobreestimar suscualidades, al extremo de mentir. Estas acti-tudes generaron gran confusión, amargura yenvidia. Al enterarse de esto, el monarcaseafligió aún más.

El rey oró: -iOh, Señor! Tú me encomen-daste que otorgara este premio al que másse lo mereciera, mas no he podido encontrarlíquido que no sea altivo ni falto de amor. Aquíme encuentro en este lecho, sentenciado amorir con el corazón angustiado.

En la corte, mientras tanto, las discusio-nes se tornaron más ruidosas. Súbitamente ycon el asombro de todos los presentes, hizosu aparición la reina toda vestida de negro.

Habló en voz baja. -Con gran pena debocomunicarles que nuestro querido rey acabade exhalar su último suspiro. La mortificaciónocasionada por vuestros altercados y falta deamor lo despojaron de la vida. Venid; os mos-

160

traré .P?rúltima vez a nu~st.ro honorable rey.Sigilosamente todos siqureron a la reina con

la cabeza gacha en muestra de respeto por eldifunto padre de aquellos territorios. Avergon-zados de su porfía, codicia y egoísmoobservaban el abatido rostro del monarca. Enel silencio Dios habló al corazón de loscortesanos. Entonces la hada reina del Cielose hizo presente detrás del lecho del rey y habló.

-Abrid vuestros ojos. He aquí que en estemomento el Rey de los Cielos os revelará cuálde los líquidos es realmente el mayor.

Una lágrima rodó por la mejilla de la reina ycayó en el rostro del rey. Instantáneamente lalágrima se transformó en una hermosa hada.

-Adiós, mi preciado rey. Yo soy el hada dela lágrima, de las lágrimas que brotan de uncorazón amoroso, de un corazón que sollozapor los demás. No me fue posible aparecerantes, ya que solamente brota de un corazónquebrantado. Yo limpio los corazones dequienes me lo permiten, para que puedanacercarse al Señor.

Mientras el hada de la lágrima besaba asu amado rey, el hada reina batía su varitamágica. Para sorpresa de todos, el rey volvióa la vida y se incorporó en su lecho.

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Llamó a sus cortesanos y les encargó bus-car y encontrar algún otro líquido del reino quefuera merecedor del premio, de suerte quepudiera determinarse quién era el mayor.

Nombró entonces otro jurado que dirimierael asunto, pero éste acabó más dividido queel primero. Los competidores, yadesesperados, empezaron a sobreestimar suscualidades, al extremo de mentir. Estas acti-tudes generaron gran confusión, amargura yenvidia. Al enterarse de esto, el monarcaseafligió aún más.

El rey oró: -iOh, Señor! Tú me encomen-daste que otorgara este premio al que másse lo mereciera, mas no he podido encontrarlíquido que no sea altivo ni falto de amor. Aquíme encuentro en este lecho, sentenciado amorir con el corazón angustiado.

En la corte, mientras tanto, las discusio-nes se tornaron más ruidosas. Súbitamente ycon el asombro de todos los presentes, hizosu aparición la reina toda vestida de negro.

Habló en voz baja. -Con gran pena debocomunicarles que nuestro querido rey acabade exhalar su último suspiro. La mortificaciónocasionada por vuestros altercados y falta deamor lo despojaron de la vida. Venid; os mos-

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traré .P?rúltima vez a nu~st.ro honorable rey.Sigilosamente todos siqureron a la reina con

la cabeza gacha en muestra de respeto por eldifunto padre de aquellos territorios. Avergon-zados de su porfía, codicia y egoísmoobservaban el abatido rostro del monarca. Enel silencio Dios habló al corazón de loscortesanos. Entonces la hada reina del Cielose hizo presente detrás del lecho del rey y habló.

-Abrid vuestros ojos. He aquí que en estemomento el Rey de los Cielos os revelará cuálde los líquidos es realmente el mayor.

Una lágrima rodó por la mejilla de la reina ycayó en el rostro del rey. Instantáneamente lalágrima se transformó en una hermosa hada.

-Adiós, mi preciado rey. Yo soy el hada dela lágrima, de las lágrimas que brotan de uncorazón amoroso, de un corazón que sollozapor los demás. No me fue posible aparecerantes, ya que solamente brota de un corazónquebrantado. Yo limpio los corazones dequienes me lo permiten, para que puedanacercarse al Señor.

Mientras el hada de la lágrima besaba asu amado rey, el hada reina batía su varitamágica. Para sorpresa de todos, el rey volvióa la vida y se incorporó en su lecho.

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Page 161: Rayos de Sol 2

-Gracias, mi querida lágrima, por honrar-nos con tu presencia. Realmente tú eres elmayor de todos.

Volviéndose a sus nobles y cortesanos,que boquiabiertos llenaban la habitación, con-tinuó: -Declaro, por tanto, oficialmente que elmás distinguido de todos los líquidos es nues-tra amada lágrima, que nos limpia el corazóny nos purifica el espíritu. Acerca nuestros co-razones al Señor, pues Él ha dicho que cer-cano está a los quebrantados de corazón.

Enseguida rodaron las lágrimas por lasmejillas de todos los presentes, aunque almismo tiempo se regocijaron de que Dioshubiera devuelto la vida a su rey. Eso sí, to-dos coincidieron en que la lágrima indudable-mente era el más destacado de los líquidos.

Desde entonces el reino fue un lugar más felizy apacible, en donde todos los líquidos trabaja-ban juntos para el servicio de los súbditos del rey.El Señor, movido por su alegría, decretó que deahí en adelante la lágrima no sólo asomara enmomentos de tristeza, sino también de alegría, yque su belleza pudiera conservarse siempre enel alma de la humanidad. Algún día Él enjugaráde nuestros ojos todas las lágrimas de tristeza, yúnicamente perdurarán las de alegría.

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LA AZAFATA

Hace varios años ocurrió esto en un vuelotrasatlántico de British Airways. A una dama lasentaron en el avión aliado de un hombre negro.La mujer pidió a la azafata que la cambiara desitio porque no podía sentarse al lado de unapersona tan desagradable. La azafata explicó queel vuelo estaba muy lleno, pero queiria a chequeara primera clase a ver si podría encontrar algúnasiento libre. Los demás pasajeros observabanla escena medio disgustados, no sólo por el hechoen sí sino por la posibilidad de que hubiera unsitio para la mujer en primera clase. La señora sesentía feliz y hasta triunfadora porque la iban aquitar de ese sitio y no estaría más cerca de talpersona. Al rato regresó la azafata y le informó ala señora: «Efectivamente todo el vuelo está lleno,pero afortunadamente encontré un lugar vacío enprimera clase. Sin embargo, para poder hacer estetipo de cambios le tuve que pedir autorización alcapitán. Él me indicó que no se podía obligar anadie a viajar al lado de una persona tan«indeseable». La señora con cara de triunfointentó salir de su asiento, pero la azafata en esemomento se dirigió al hombre negro y le dijo:«¿Sería usted tan amable de acompañarme a.~unuevo asiento?» Todos los pasajeros del aviónse pararon y ovacionaron la acción de la azafata.

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-Gracias, mi querida lágrima, por honrar-nos con tu presencia. Realmente tú eres elmayor de todos.

Volviéndose a sus nobles y cortesanos,que boquiabiertos llenaban la habitación, con-tinuó: -Declaro, por tanto, oficialmente que elmás distinguido de todos los líquidos es nues-tra amada lágrima, que nos limpia el corazóny nos purifica el espíritu. Acerca nuestros co-razones al Señor, pues Él ha dicho que cer-cano está a los quebrantados de corazón.

Enseguida rodaron las lágrimas por lasmejillas de todos los presentes, aunque almismo tiempo se regocijaron de que Dioshubiera devuelto la vida a su rey. Eso sí, to-dos coincidieron en que la lágrima indudable-mente era el más destacado de los líquidos.

Desde entonces el reino fue un lugar más felizy apacible, en donde todos los líquidos trabaja-ban juntos para el servicio de los súbditos del rey.El Señor, movido por su alegría, decretó que deahí en adelante la lágrima no sólo asomara enmomentos de tristeza, sino también de alegría, yque su belleza pudiera conservarse siempre enel alma de la humanidad. Algún día Él enjugaráde nuestros ojos todas las lágrimas de tristeza, yúnicamente perdurarán las de alegría.

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LA AZAFATA

Hace varios años ocurrió esto en un vuelotrasatlántico de British Airways. A una dama lasentaron en el avión aliado de un hombre negro.La mujer pidió a la azafata que la cambiara desitio porque no podía sentarse al lado de unapersona tan desagradable. La azafata explicó queel vuelo estaba muy lleno, pero queiria a chequeara primera clase a ver si podría encontrar algúnasiento libre. Los demás pasajeros observabanla escena medio disgustados, no sólo por el hechoen sí sino por la posibilidad de que hubiera unsitio para la mujer en primera clase. La señora sesentía feliz y hasta triunfadora porque la iban aquitar de ese sitio y no estaría más cerca de talpersona. Al rato regresó la azafata y le informó ala señora: «Efectivamente todo el vuelo está lleno,pero afortunadamente encontré un lugar vacío enprimera clase. Sin embargo, para poder hacer estetipo de cambios le tuve que pedir autorización alcapitán. Él me indicó que no se podía obligar anadie a viajar al lado de una persona tan«indeseable». La señora con cara de triunfointentó salir de su asiento, pero la azafata en esemomento se dirigió al hombre negro y le dijo:«¿Sería usted tan amable de acompañarme a.~unuevo asiento?» Todos los pasajeros del aviónse pararon y ovacionaron la acción de la azafata.

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EL GRAN EMPERADOR

Carlomagno dio instrucciones de que asu muerte se le enterrara sentado en lapostura real de un monarca gobernando ensu trono. Ordenó que le colocaran losEvangelios sobre las rodillas, la espada a sulado, la corona imperial en la cabeza y elmanto real sobre los hombros. Así estuvo sucuerpo por espacio de 180 años. Hacia el año1000 D.C., el emperador Otón mandó abrir elsepulcro. Se encontró el esqueleto deCarlomagno, deshecho y desmembrado endiversas posturas grotescas. La calaveratodavía tenía la corona. Y el dedo de huesodel esqueleto señalaba el siguiente versículode las Escrituras: «Porque, ¿qué aprovecharáal hombre si ganare todo el mundo y perdieresu alma?» (Mr 8:36)

*****

La grandeza de una persona nodepende de sus posesiones, autoridad

• " I

posicron social o prestigio. Se manifiesta enla bondad, la humildad, el servicio y el carácterque se tenga.

164

PREGUNTA DIFíCilDurante mi segundo semestre en la es-

cuela de enfermería, nuestro profesor nostornó un examen de sorpresa. Había estudia-do con entusiasmo y estaba bien preparadapara el examen. Con cierta satisfacción y unasonrisa en los labios leí rápidamente todaslas preguntas, hasta que llegué a la última quedecía:

¿ Cuál es el nombre de la mujer que limpiala escuela? .

Seguramente esto era algún tipo de bro-ma. Yo había visto muchas veces a la mujerque limpiaba la escuela. Ella era alta, cabellooscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómoiba yo a saber su nombre? Entregué mi exa-men, dejando la última pregunta en blanco.Antes de que terminara la clase, alguien lepreguntó al profesor si la última pregunta con-taría para la nota del examen.

-Absolutamente, dijo el profesor, -en suscarreras ustedes conocerán muchas perso-nas, todas son importantes, ellos merecen suatención y cuidado, aunque sólo les sonríany digan: «¡Hola!» o «¡Gracias!»

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EL GRAN EMPERADOR

Carlomagno dio instrucciones de que asu muerte se le enterrara sentado en lapostura real de un monarca gobernando ensu trono. Ordenó que le colocaran losEvangelios sobre las rodillas, la espada a sulado, la corona imperial en la cabeza y elmanto real sobre los hombros. Así estuvo sucuerpo por espacio de 180 años. Hacia el año1000 D.C., el emperador Otón mandó abrir elsepulcro. Se encontró el esqueleto deCarlomagno, deshecho y desmembrado endiversas posturas grotescas. La calaveratodavía tenía la corona. Y el dedo de huesodel esqueleto señalaba el siguiente versículode las Escrituras: «Porque, ¿qué aprovecharáal hombre si ganare todo el mundo y perdieresu alma?» (Mr 8:36)

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La grandeza de una persona nodepende de sus posesiones, autoridad

• " I

posicron social o prestigio. Se manifiesta enla bondad, la humildad, el servicio y el carácterque se tenga.

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PREGUNTA DIFíCilDurante mi segundo semestre en la es-

cuela de enfermería, nuestro profesor nostornó un examen de sorpresa. Había estudia-do con entusiasmo y estaba bien preparadapara el examen. Con cierta satisfacción y unasonrisa en los labios leí rápidamente todaslas preguntas, hasta que llegué a la última quedecía:

¿ Cuál es el nombre de la mujer que limpiala escuela? .

Seguramente esto era algún tipo de bro-ma. Yo había visto muchas veces a la mujerque limpiaba la escuela. Ella era alta, cabellooscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómoiba yo a saber su nombre? Entregué mi exa-men, dejando la última pregunta en blanco.Antes de que terminara la clase, alguien lepreguntó al profesor si la última pregunta con-taría para la nota del examen.

-Absolutamente, dijo el profesor, -en suscarreras ustedes conocerán muchas perso-nas, todas son importantes, ellos merecen suatención y cuidado, aunque sólo les sonríany digan: «¡Hola!» o «¡Gracias!»

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Yo nunca olvidé esa lección. No tardémucho en conocer personalmente a la mujerque se encargaba con tanta fidelidad de lalimpieza de nuestro establecimiento; se lla-ma Doris, tiene cuatro hijos ya adultos, tresde ellos casados. Además es abuela orgullo-sa de varios nietos. Todos viven en una zonapobre y alejada de la ciudad, pero tienen lonecesario para salir adelante. El otro día lellevé un pastel de manzana y se puso muycontenta.

Todos ellos son importantes, y más aúnsi trabajan con amabilidad y empeño: La em-pleada que limpia la casa, el cobrador de lacombi, la mujer que barre la calle, el porterodel edificio, el joven que trae el gas, el carte-ro, el jardinero, el vendedor de periódicos .....:todos ellos tienen nombre, todos ellos cuen-tan, todos ellos necesitan una muestra denuestro amor y preocupación por ellos.

Recuerden que Dios mide nuestra gran-deza no por la cantidad de dinero quetenemos, ni por nuestra posición social, sinopor la generosidad de nuestro corazón la can-tidad de amor que repartimos. '

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LAS ESPIGAS QUE VALEN OROUn granjero salió con su niño a recorrer

los trigales en la época de la siega. Mientrasobservaban los campos de trigo dorado, elmuchacho exclamó: «iPapá, mira aquellas es-pigas que se yerguen tan orgullosamente.Esas deben de ser las que están colmadasde grano, y supongo que aquellas otras caí-das son las que no sirven!»

«¡No te fijes en la apariencia, hijo mío!»,respondió el granjero. Tomó unas espigas yle mostró al muchacho que las que se erguíantan orgullosamente eran las que tenían unospocos granos marchitos, o bien estaban com-pletamente peladas, mientras que las que seinclinaban humildemente estaban colmadasde granos grandes y dorados.

Moraleja: La verdadera grandeza del hom-bre está en su humildad.

*****Todos podemos ser importantes, pues

todos tenemos capacidad de servir. No esnecesario un título universitario para prestarservicio al prójimo. No es preciso tener unexcelente dominio de la gramática. Basta conun corazón lleno de la gracia de Dios, con unalma impulsada por el amor

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Yo nunca olvidé esa lección. No tardémucho en conocer personalmente a la mujerque se encargaba con tanta fidelidad de lalimpieza de nuestro establecimiento; se lla-ma Doris, tiene cuatro hijos ya adultos, tresde ellos casados. Además es abuela orgullo-sa de varios nietos. Todos viven en una zonapobre y alejada de la ciudad, pero tienen lonecesario para salir adelante. El otro día lellevé un pastel de manzana y se puso muycontenta.

Todos ellos son importantes, y más aúnsi trabajan con amabilidad y empeño: La em-pleada que limpia la casa, el cobrador de lacombi, la mujer que barre la calle, el porterodel edificio, el joven que trae el gas, el carte-ro, el jardinero, el vendedor de periódicos .....:todos ellos tienen nombre, todos ellos cuen-tan, todos ellos necesitan una muestra denuestro amor y preocupación por ellos.

Recuerden que Dios mide nuestra gran-deza no por la cantidad de dinero quetenemos, ni por nuestra posición social, sinopor la generosidad de nuestro corazón la can-tidad de amor que repartimos. '

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LAS ESPIGAS QUE VALEN OROUn granjero salió con su niño a recorrer

los trigales en la época de la siega. Mientrasobservaban los campos de trigo dorado, elmuchacho exclamó: «iPapá, mira aquellas es-pigas que se yerguen tan orgullosamente.Esas deben de ser las que están colmadasde grano, y supongo que aquellas otras caí-das son las que no sirven!»

«¡No te fijes en la apariencia, hijo mío!»,respondió el granjero. Tomó unas espigas yle mostró al muchacho que las que se erguíantan orgullosamente eran las que tenían unospocos granos marchitos, o bien estaban com-pletamente peladas, mientras que las que seinclinaban humildemente estaban colmadasde granos grandes y dorados.

Moraleja: La verdadera grandeza del hom-bre está en su humildad.

*****Todos podemos ser importantes, pues

todos tenemos capacidad de servir. No esnecesario un título universitario para prestarservicio al prójimo. No es preciso tener unexcelente dominio de la gramática. Basta conun corazón lleno de la gracia de Dios, con unalma impulsada por el amor

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DOS PATOS Y UNA RANA

En el estanque de una granja del orientevivían dos patos y una rana. Los tres vecinoseran muy buenos amigos y solían jugar jun-tos todo el día. Pero al llegar el calor delverano, I~ laguna comenzó a secarse y lostres se dieron cuenta de que tendrían quemudarse. Los patos podían trasladarsefácilmente a otro lugar volando, ¿pero quépasaría con su amiga la rana?

F!nalmente decidieron que los patostomarían cada uno en el pico la punta de unpalo, y la rana se aferraría a él con la boca.De esa manera la llevarían volando hasta otralaguna. Y así lo hicieron.

~ientras volaban, un granjero quetrabajaba ..en el campo levantó la vista y alverlos, dijo: «iPues vaya, qué listos! iMepregunto a quién se le habrá ocurrido la idea!»

La rana dijo: «A mí-í-í-í-í ...»

Moraleja: El orgullo viene antes de la caída.

168

LOS TRES ÁRBOLESEn la cima de una montaña tres arboli-

tos se erguían y tejían sueños en torno a loque aspiraban ser cuando crecieran.

El primero alzó la vista hacia las estre-llas y dijo: -Deseo contener tesoros. Quierocubrirme de oro y Ilenarme de piedras precio-sas. ¡Seré el cofre más hermoso del mundo!

El segundo se fijó en un pequeño arro-yo que descendía hacia el mar. -Ansío nave-gar por vastos océanos y transportar a reyespoderosos. ¡Seré el barco más resistente delmundo!

El tercer arbolito observó el valle quehabía al pie de la montaña, donde hombres ymujeres trabajaban afanosamente en unpueblito. -yo no deseo abandonar la cima dela montaña. Quiero crecer tan alto que cuan-do la gente se detenga a mirarme, alce losojos al cielo y piense en Dios. ¡Seré el árbolmás alto del mundo!

Pasaron los años. Cayeron lluvias, bri-lló el sol y los árboles crecieron. Un día tresleñadores subieron hasta la cima. El primerode ellos observó el primer árbol y dijo: -¡Quéárbol tan magnífico! Me resultará perfecto. y

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DOS PATOS Y UNA RANA

En el estanque de una granja del orientevivían dos patos y una rana. Los tres vecinoseran muy buenos amigos y solían jugar jun-tos todo el día. Pero al llegar el calor delverano, I~ laguna comenzó a secarse y lostres se dieron cuenta de que tendrían quemudarse. Los patos podían trasladarsefácilmente a otro lugar volando, ¿pero quépasaría con su amiga la rana?

F!nalmente decidieron que los patostomarían cada uno en el pico la punta de unpalo, y la rana se aferraría a él con la boca.De esa manera la llevarían volando hasta otralaguna. Y así lo hicieron.

~ientras volaban, un granjero quetrabajaba ..en el campo levantó la vista y alverlos, dijo: «iPues vaya, qué listos! iMepregunto a quién se le habrá ocurrido la idea!»

La rana dijo: «A mí-í-í-í-í ...»

Moraleja: El orgullo viene antes de la caída.

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LOS TRES ÁRBOLESEn la cima de una montaña tres arboli-

tos se erguían y tejían sueños en torno a loque aspiraban ser cuando crecieran.

El primero alzó la vista hacia las estre-llas y dijo: -Deseo contener tesoros. Quierocubrirme de oro y Ilenarme de piedras precio-sas. ¡Seré el cofre más hermoso del mundo!

El segundo se fijó en un pequeño arro-yo que descendía hacia el mar. -Ansío nave-gar por vastos océanos y transportar a reyespoderosos. ¡Seré el barco más resistente delmundo!

El tercer arbolito observó el valle quehabía al pie de la montaña, donde hombres ymujeres trabajaban afanosamente en unpueblito. -yo no deseo abandonar la cima dela montaña. Quiero crecer tan alto que cuan-do la gente se detenga a mirarme, alce losojos al cielo y piense en Dios. ¡Seré el árbolmás alto del mundo!

Pasaron los años. Cayeron lluvias, bri-lló el sol y los árboles crecieron. Un día tresleñadores subieron hasta la cima. El primerode ellos observó el primer árbol y dijo: -¡Quéárbol tan magnífico! Me resultará perfecto. y

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esgrimiendo su reluciente hacha, lo derribó. -.Ahora me convertiré en un hermoso cofre.Contendré bellos tesoros!- dijo el primer ár-bol.

El segundo leñador miro elsegundo árbol y exclamó: -Este árbol es fuer-te, justamente lo que necesito. Con los gol-pes de su hacha, cayó el segundo árbol alsuelo. -¡Ahora navegaré por anchos mares! -pensó el segundo árbol. -¡Seré una nave quetransporta a poderosos reyes!

El tercer árbol se sintió desfallecercuando el tercer leñador miró en dirección aél. Se erguía alto y derecho y apuntaba va-lientemente hacia el cielo. Sin embargo, el le-ñador ni se molestó en levantar la vista. -Cual-quier árbol me servirá, -musitó. Y a fuerza dehachazos, tumbó el tercer árbol.

El primer árbol se alegró enormementecuando el leñador lo llevó a una carpintería.No obstante, el carpintero lo convirtió en uncomedero para animales. Aquel árbol que ha-bía ostentado gran belleza no se veía cubier-to de oro ni contenía tesoro alguno. Estabasalpicado de aserrín y lleno de paja para darde comer a animales hambrientos.

El segundo árbol sonrió cuando el le-

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ñador lo llevó a un astillero. Pero aquel día nose construyó ninguna imponente galera. Encambio, su arbusto tronco fue aserrado yen-samblado como una simple barca pesquera.Era demasiado pequeño y frágil para nave-gar en alta mar o incluso en un río. Lo lleva-ron mas bien a un lago.

El tercer árbol se sumió en el descon-cierto cuando el leñador lo cortó en fuertesvigas y lo abandonó en el aserradero. -¿Quépasó? -se preguntó el árbol que otrora se ha-bía erguido tan alto. Todo lo que quería erapermanecer en aquella cima y apuntar haciaDios ...

Pasaron muchos días y noches, y a lapostre los tres árboles olvidaron sus sueños.Pero una noche, las estrellas vertieron su luzsobre el primer árbol cuando una joven acos-tó a su recién nacido en el pesebre.

-Me gustaría construirle una cuna- su-surró su esposo. Con una sonrisa, la jovenmadre le estrechó la mano mientras la luz dela luna iluminaba la suave pero firme madera.-El comedero es hermoso- dijo ella. De pron-to el primer árbol comprendió que conteníael tesoro más valioso que pudiera haber.

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esgrimiendo su reluciente hacha, lo derribó. -.Ahora me convertiré en un hermoso cofre.Contendré bellos tesoros!- dijo el primer ár-bol.

El segundo leñador miro elsegundo árbol y exclamó: -Este árbol es fuer-te, justamente lo que necesito. Con los gol-pes de su hacha, cayó el segundo árbol alsuelo. -¡Ahora navegaré por anchos mares! -pensó el segundo árbol. -¡Seré una nave quetransporta a poderosos reyes!

El tercer árbol se sintió desfallecercuando el tercer leñador miró en dirección aél. Se erguía alto y derecho y apuntaba va-lientemente hacia el cielo. Sin embargo, el le-ñador ni se molestó en levantar la vista. -Cual-quier árbol me servirá, -musitó. Y a fuerza dehachazos, tumbó el tercer árbol.

El primer árbol se alegró enormementecuando el leñador lo llevó a una carpintería.No obstante, el carpintero lo convirtió en uncomedero para animales. Aquel árbol que ha-bía ostentado gran belleza no se veía cubier-to de oro ni contenía tesoro alguno. Estabasalpicado de aserrín y lleno de paja para darde comer a animales hambrientos.

El segundo árbol sonrió cuando el le-

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ñador lo llevó a un astillero. Pero aquel día nose construyó ninguna imponente galera. Encambio, su arbusto tronco fue aserrado yen-samblado como una simple barca pesquera.Era demasiado pequeño y frágil para nave-gar en alta mar o incluso en un río. Lo lleva-ron mas bien a un lago.

El tercer árbol se sumió en el descon-cierto cuando el leñador lo cortó en fuertesvigas y lo abandonó en el aserradero. -¿Quépasó? -se preguntó el árbol que otrora se ha-bía erguido tan alto. Todo lo que quería erapermanecer en aquella cima y apuntar haciaDios ...

Pasaron muchos días y noches, y a lapostre los tres árboles olvidaron sus sueños.Pero una noche, las estrellas vertieron su luzsobre el primer árbol cuando una joven acos-tó a su recién nacido en el pesebre.

-Me gustaría construirle una cuna- su-surró su esposo. Con una sonrisa, la jovenmadre le estrechó la mano mientras la luz dela luna iluminaba la suave pero firme madera.-El comedero es hermoso- dijo ella. De pron-to el primer árbol comprendió que conteníael tesoro más valioso que pudiera haber.

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Una tarde, un viajero cansado y sus ami-gos abordaron el viejo bote de pesca. El via-jero se quedó dormido mientras el segundoárbol se adentraba silenciosamente en el lago.Al poco tiempo se desató una feroz tormenta.El arbolito se estremeció, sabía que no teníalas fuerzas ni el porte para llevar a tantos pa-sajeros en medio de aquella tempestad. El fa-tigado viajero se despertó. Levantándose y ex-tendiendo la mano, dijo: -Haya paz-o Y la tor-menta cesó con la misma celeridad con quese había levantado. De repente el segundoárbol entendió que llevaba a bordo al Rey delCielo y de la Tierra.

Un viernes por la mañana, el tercer ár-bol se vio sobresaltado cuando alguien arran-có sus vigas del montón de leña olvidado.Arrastrado a través de una multitud queabucheaba, se estremeció de miedo. Temblócuando unos soldados le clavaron las manosde un hombre. Se sentía despreciable, duro ycruel. Pero tres días después al salir el sol ysacudirse la tierra debajo de él, el tercer árbolsupo que Dios le había transformado por com-pleto. Lo había hecho fuerte. Y cada vez quelas personas pensaban en él, se acordabande Dios. Eso era infinitamente mejor que serel árbol más alto del mundo.

172

BAMBÚEn el corazón del Reino de Oriente se

extendía un hermoso jardín. El Amo, apro-vechando el fresco de la tarde, se paseabapor sus predios. De todos los moradores deljardín, el más bello y amado era un noblebambú de grácil silueta.

Cada año aumentaban la belleza yla elegancia de Bambú. Éste era conscientedel cariño del Amo y de que aquél secomplacía contemplándolo. A pesar de elloera siempre humilde y de actitud amable.Con frecuencia, cuando el viento acudía ajuguetear en la floresta, Bambú sedespojaba de su dignidad y se ponía a bailary a balancearse alegremente, inclinándoseen jubiloso abandono. Presidía la grandanza del jardín, que llenaba de gozo elcorazón del Amo.

Cierto día el Amo se acercó a Bambúpara observarlo detenidamente. Con miradade curiosa expectativa, Bambú inclinó sumajestuoso penacho hasta el suelo en señalde reverencia. El Amo se dirigió a él:-Bambú, Bambú, necesito tus servicios.-Amo, estoy dispuesto. Dime qué deseas.-Bambú -dijo el Amo con voz grave-, meveré obligado a lIevarte de aquí, a cortarte.

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Una tarde, un viajero cansado y sus ami-gos abordaron el viejo bote de pesca. El via-jero se quedó dormido mientras el segundoárbol se adentraba silenciosamente en el lago.Al poco tiempo se desató una feroz tormenta.El arbolito se estremeció, sabía que no teníalas fuerzas ni el porte para llevar a tantos pa-sajeros en medio de aquella tempestad. El fa-tigado viajero se despertó. Levantándose y ex-tendiendo la mano, dijo: -Haya paz-o Y la tor-menta cesó con la misma celeridad con quese había levantado. De repente el segundoárbol entendió que llevaba a bordo al Rey delCielo y de la Tierra.

Un viernes por la mañana, el tercer ár-bol se vio sobresaltado cuando alguien arran-có sus vigas del montón de leña olvidado.Arrastrado a través de una multitud queabucheaba, se estremeció de miedo. Temblócuando unos soldados le clavaron las manosde un hombre. Se sentía despreciable, duro ycruel. Pero tres días después al salir el sol ysacudirse la tierra debajo de él, el tercer árbolsupo que Dios le había transformado por com-pleto. Lo había hecho fuerte. Y cada vez quelas personas pensaban en él, se acordabande Dios. Eso era infinitamente mejor que serel árbol más alto del mundo.

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BAMBÚEn el corazón del Reino de Oriente se

extendía un hermoso jardín. El Amo, apro-vechando el fresco de la tarde, se paseabapor sus predios. De todos los moradores deljardín, el más bello y amado era un noblebambú de grácil silueta.

Cada año aumentaban la belleza yla elegancia de Bambú. Éste era conscientedel cariño del Amo y de que aquél secomplacía contemplándolo. A pesar de elloera siempre humilde y de actitud amable.Con frecuencia, cuando el viento acudía ajuguetear en la floresta, Bambú sedespojaba de su dignidad y se ponía a bailary a balancearse alegremente, inclinándoseen jubiloso abandono. Presidía la grandanza del jardín, que llenaba de gozo elcorazón del Amo.

Cierto día el Amo se acercó a Bambúpara observarlo detenidamente. Con miradade curiosa expectativa, Bambú inclinó sumajestuoso penacho hasta el suelo en señalde reverencia. El Amo se dirigió a él:-Bambú, Bambú, necesito tus servicios.-Amo, estoy dispuesto. Dime qué deseas.-Bambú -dijo el Amo con voz grave-, meveré obligado a lIevarte de aquí, a cortarte.

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Horrorizado se estremeció Bambú:-¿Co ... cortarme, Amo ... a mí, a quien con-vertiste en el más hermoso de tu jardín?¿Cortarme? ¡Ah, no! ¡Eso no! Sírvete de mípara tu placer, oh Amo, pero ... ¡no mecortes!-Mi precioso Bambú -dijo el Amo con vozaún más grave-, si no te corto, no podrásserme útil.

El jardín se cubrió de silencio. El vientocontuvo su soplo. Lentamente Bambú inclinósu glorioso penacho. Se alcanzó a oír unsusurro. Bambú contestó:-Amo, si no puedo serte útil a menos queme cortes, haz entonces tu volu ntad.Córtame.-Bambú, mi amado Bambú, debo tambiéncortar tus hojas y ramas.-.Amo, te suplico, ¡ten piedad! Tálame y ponmi belleza entre el polvo. Pero ¿es necesarioque también me arranques las hojas y lasramas?-Ay, Bambú; si no te las corto no me. , ,serviras.

El sol ocultó su rostro. Una mariposa queescuchaba el diálogo alzó temerosa el vuelo.Bambú tembló, presa de terrible ansiedady asintió quedamente: '-Amo, corta ya.

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-Bambú, Bambú, debo también partirte endos y sacarte el corazón. Si no lo hago nome serás útil. '-Ay, Amo mío, corta entonces y párteme.Así pues, el Amo del jardín cortó a Bambú ,podó sus ramas, le arrancó las hojas, lopartió en dos y le sacó el corazón. Lo alzóentonces cuidadosamente y lo llevó haciaun manantial del cual surgía a borbotonesagua fresca y cristalina, en medio de lasresecas tierras del Amo.

Luego, el Amo depositó a Bambúsuavemente en el suelo, apoyando unextremo en el manantial y el otro en un canalque llevaría el agua hacia el campo. Elmanantial emitió su canción de bienvenida.El agua fresca y chispeante se lanzó conjúbilo por el cuerpo rajado de Bambú rumboa los campos sedientos.

Enseguida se plantó el arroz.Transcurrieron los días. Aparecieron losbrotes. Llegó el tiempo de cosecha. Entoncesel cuerpo de Bambú, antes erguido en suimponente hermosura, cobró más gloria aúnen su humildad y quebranto. Cuando erahermoso abundaba en vida. ¡Pero al ser que-brantado se convirtió en un canal de vida enabundancia para el mundo de su Amo!

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Horrorizado se estremeció Bambú:-¿Co ... cortarme, Amo ... a mí, a quien con-vertiste en el más hermoso de tu jardín?¿Cortarme? ¡Ah, no! ¡Eso no! Sírvete de mípara tu placer, oh Amo, pero ... ¡no mecortes!-Mi precioso Bambú -dijo el Amo con vozaún más grave-, si no te corto, no podrásserme útil.

El jardín se cubrió de silencio. El vientocontuvo su soplo. Lentamente Bambú inclinósu glorioso penacho. Se alcanzó a oír unsusurro. Bambú contestó:-Amo, si no puedo serte útil a menos queme cortes, haz entonces tu volu ntad.Córtame.-Bambú, mi amado Bambú, debo tambiéncortar tus hojas y ramas.-.Amo, te suplico, ¡ten piedad! Tálame y ponmi belleza entre el polvo. Pero ¿es necesarioque también me arranques las hojas y lasramas?-Ay, Bambú; si no te las corto no me. , ,serviras.

El sol ocultó su rostro. Una mariposa queescuchaba el diálogo alzó temerosa el vuelo.Bambú tembló, presa de terrible ansiedady asintió quedamente: '-Amo, corta ya.

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-Bambú, Bambú, debo también partirte endos y sacarte el corazón. Si no lo hago nome serás útil. '-Ay, Amo mío, corta entonces y párteme.Así pues, el Amo del jardín cortó a Bambú ,podó sus ramas, le arrancó las hojas, lopartió en dos y le sacó el corazón. Lo alzóentonces cuidadosamente y lo llevó haciaun manantial del cual surgía a borbotonesagua fresca y cristalina, en medio de lasresecas tierras del Amo.

Luego, el Amo depositó a Bambúsuavemente en el suelo, apoyando unextremo en el manantial y el otro en un canalque llevaría el agua hacia el campo. Elmanantial emitió su canción de bienvenida.El agua fresca y chispeante se lanzó conjúbilo por el cuerpo rajado de Bambú rumboa los campos sedientos.

Enseguida se plantó el arroz.Transcurrieron los días. Aparecieron losbrotes. Llegó el tiempo de cosecha. Entoncesel cuerpo de Bambú, antes erguido en suimponente hermosura, cobró más gloria aúnen su humildad y quebranto. Cuando erahermoso abundaba en vida. ¡Pero al ser que-brantado se convirtió en un canal de vida enabundancia para el mundo de su Amo!

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SIN ESTIMAR SU PROPIA VIDAEn la batalla de Sempach, librada entre

austríacos y suizos antes de la aparición delas armas de fuego, un valiente soldado suizollamado Arnold de Winkelried sacrificó su vidanoblemente en aras de su país. El ejércitosuizo era muy pequeño, y el de Austriaenorme, formando un muro de lanzas que lossuizos no podían atravesar.

Arnold les dijo a sus compañeros quelo siguieran, que él les abriría una vía hacia lavictoria. Corrió hacia los austríacos, y abriendolos brazos abarcó tantas lanzas como pudo.Atravesado por las armas del enemigo, cayóa tierra. Entonces los suizos se apresurarona penetrar por la brecha abierta por él yavanzaron hasta alcanzar la victoria.

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UNA VIDA ÚTILDorotea Dix apenas tenía 29 años y

estaba gravemente enferma: la tuberculosisle causaba constantes hemorragias y le dieronmuy pocas posibilidades de sobrevivir. Silograba sobrevivir, el doctor predecía que talvez quedaría inválida.

Viajó a Inglaterra para poder descansar.Allí leyó el Nuevo Testamento varias veces,preguntándose: «¿Qué quiere Cristo quehaga?»

Halló la respuesta cuando regresó aEstados Unidos y se le pidió que enseñara laBiblia en la cárcel de mujeres enMassachusetts. Descubrió que lascondiciones de vida en el asilo para enfermosmentales de aquella cárcel eran sumamenteinhumanas. Llena de determinación acumulóuna montaña de evidencias demostrando eltrato cruel que se daba a los enfermosmentales, y se presentó ante la cámaralegislativa de Massachusetts, diciendo:«¡Caballeros, quiero Ilamarles la atenciónsobre la situación de los enfermos mentalesque, dentro de nuestra nación, viven recluidosen jaulas, cajones, sótanos, establos y

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SIN ESTIMAR SU PROPIA VIDAEn la batalla de Sempach, librada entre

austríacos y suizos antes de la aparición delas armas de fuego, un valiente soldado suizollamado Arnold de Winkelried sacrificó su vidanoblemente en aras de su país. El ejércitosuizo era muy pequeño, y el de Austriaenorme, formando un muro de lanzas que lossuizos no podían atravesar.

Arnold les dijo a sus compañeros quelo siguieran, que él les abriría una vía hacia lavictoria. Corrió hacia los austríacos, y abriendolos brazos abarcó tantas lanzas como pudo.Atravesado por las armas del enemigo, cayóa tierra. Entonces los suizos se apresurarona penetrar por la brecha abierta por él yavanzaron hasta alcanzar la victoria.

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UNA VIDA ÚTILDorotea Dix apenas tenía 29 años y

estaba gravemente enferma: la tuberculosisle causaba constantes hemorragias y le dieronmuy pocas posibilidades de sobrevivir. Silograba sobrevivir, el doctor predecía que talvez quedaría inválida.

Viajó a Inglaterra para poder descansar.Allí leyó el Nuevo Testamento varias veces,preguntándose: «¿Qué quiere Cristo quehaga?»

Halló la respuesta cuando regresó aEstados Unidos y se le pidió que enseñara laBiblia en la cárcel de mujeres enMassachusetts. Descubrió que lascondiciones de vida en el asilo para enfermosmentales de aquella cárcel eran sumamenteinhumanas. Llena de determinación acumulóuna montaña de evidencias demostrando eltrato cruel que se daba a los enfermosmentales, y se presentó ante la cámaralegislativa de Massachusetts, diciendo:«¡Caballeros, quiero Ilamarles la atenciónsobre la situación de los enfermos mentalesque, dentro de nuestra nación, viven recluidosen jaulas, cajones, sótanos, establos y

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pocilgas; encadenados, desnudos, recibiendogolpes de vara y obligados a obedecer a puntode latigazos!»

Su denuncia estremeció al país. Al viajara otros estados, encontró las mismascondiciones. Haciendo caso omiso delridículo, aguijoneó a las autoridades para queconstruyeran hospitales y votaran reformas.

Continuó su marcha al Canadá Escocia, ,Inglaterra e Italia, invocando a la acción.Descubrió un asilo inhumano al lado delVaticano. Se quejó ante el Papa y este actuó.

Por fin, a los ochenta años, quedóinválida. En sus últimos cinco años de vidarecibió muchas distinciones y visitantesilustres. Cuando murió, el director de unhospital dijo de ella: «Acaba de fallecer lamujer más útil y distinguida que haya nacidohasta el momento en Estados Unidos».

178

UN PRODUCTO DE CALIDADSe cuenta que, en Inglaterra vivía una

pareja que en sus caminatas nocturnas solíavisitar las pequeñas tiendas del centro deLondres.

En una de sus visitas a una tienda de vajillasantiguas vieron una hermosa tacita. «¿Me per-mite ver esa taza?», preguntó la señora, «¡nuncahe visto nada tan fino como esa!»

En cuanto tuvo en sus manos la taza, es-cuchó que la tacita comenzó a hablar. La tacitale comentó:

-iUsted no entiende! ¡Yo no siempre hesido esta taza que usted está sosteniendo!Hace mucho tiempo yo sólo era un montón debarro amorfo. Mi creador me tomó entre susmanos y me golpeó y me amoldó cariñosamen-te. Llegó un momento en que me desesperé yle grité: «¡Por favor! ¡Ya déjame en Paz!» Perosólo me sonrió y me dijo: «Aguanta un pocomás, todavía no es tiempo».

Después me puso en un horno. ¡Yo nun-ca había sentido tanto calor! Me pregunté porqué mi creador quería quemarme, así quetoqué la puerta del horno. A través de laventana del horno pude leer los labios de micreador que me decían: «Aguanta un poco

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pocilgas; encadenados, desnudos, recibiendogolpes de vara y obligados a obedecer a puntode latigazos!»

Su denuncia estremeció al país. Al viajara otros estados, encontró las mismascondiciones. Haciendo caso omiso delridículo, aguijoneó a las autoridades para queconstruyeran hospitales y votaran reformas.

Continuó su marcha al Canadá Escocia, ,Inglaterra e Italia, invocando a la acción.Descubrió un asilo inhumano al lado delVaticano. Se quejó ante el Papa y este actuó.

Por fin, a los ochenta años, quedóinválida. En sus últimos cinco años de vidarecibió muchas distinciones y visitantesilustres. Cuando murió, el director de unhospital dijo de ella: «Acaba de fallecer lamujer más útil y distinguida que haya nacidohasta el momento en Estados Unidos».

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UN PRODUCTO DE CALIDADSe cuenta que, en Inglaterra vivía una

pareja que en sus caminatas nocturnas solíavisitar las pequeñas tiendas del centro deLondres.

En una de sus visitas a una tienda de vajillasantiguas vieron una hermosa tacita. «¿Me per-mite ver esa taza?», preguntó la señora, «¡nuncahe visto nada tan fino como esa!»

En cuanto tuvo en sus manos la taza, es-cuchó que la tacita comenzó a hablar. La tacitale comentó:

-iUsted no entiende! ¡Yo no siempre hesido esta taza que usted está sosteniendo!Hace mucho tiempo yo sólo era un montón debarro amorfo. Mi creador me tomó entre susmanos y me golpeó y me amoldó cariñosamen-te. Llegó un momento en que me desesperé yle grité: «¡Por favor! ¡Ya déjame en Paz!» Perosólo me sonrió y me dijo: «Aguanta un pocomás, todavía no es tiempo».

Después me puso en un horno. ¡Yo nun-ca había sentido tanto calor! Me pregunté porqué mi creador quería quemarme, así quetoqué la puerta del horno. A través de laventana del horno pude leer los labios de micreador que me decían: «Aguanta un poco

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más, todavía no es tiempo».Finalmente se abrió la puerta. Mi crea-

dor me tomó y me puso en una repisa paraque me enfriara. «¡Así está mucho mejor!»me dije a mí misma, pero apenas me habíarefrescado cuando mi creador ya me estabacepillando y pintando. ¡El olor de la pinturaera horrible! ¡Sentía que me ahogaría! «¡Porfavor detente!», le gritaba yo a mi creador, peroel sólo movía la cabeza haciendo un gestonegativo y decía: «Aguanta un poco más,todavía no es tiempo».

Al fin dejó de pintarme; ¡pero esta vezme tomó y me metió nuevamente en otrohorno! ¡No era un horno como el primero, sinoque era mucho más caliente! ¡Ahora sí estabasegura que me sofocaría! ¡Le rogué y le im-ploré que me sacara! Grité, lloré, pero mi crea-dor sólo me miraba diciendo: «Aguanta unpoco más, todavía no es tiempo».

¡En ese momento perdí toda esperanza![Nunca lograría sobrevivir a ese horno! Justocuando estaba a punto de darme por vencidase abrió la puerta y mi creador me tomó cari-ñosamente y me puso en una repisa que eraaun más alta que la primera. Allí me dejo unmomento para que me refrescara. Despuésde una hora de haber salido del segundo hor-

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no, me dio un espejo y me dijo: «¡Mírate! ¡Estaeres tú!» ¡Yo no podía creerlo! ¡Esa no podíaser yo! ¡Lo que veía era hermoso!

Mi creador nuevamente me dijo: «Yo séque te dolió haber sido golpeada y amoldadapor mis manos, pero si te hubiera dejado comoestabas, te hubieras secado. Sé que te cau-só mucho calor y dolor estar en el primerhorno, pero de no haberte puesto allí,seguramente te hubieras estriado. Tambiénsé que los gases de la pintura te provocaronmuchas molestias, pero de no habertepintado, tu vida no tendría color. Y si yo no tehubiera puesto en ese segundo horno, no hu-bieras sobrevivido mucho tiempo, porque tudureza no habría sido la suficiente para quesubsistieras. ¡Ahora eres un productoterminado! ¡Eres lo que yo tenía en mentecuando te comencé a formar!»

Igual pasa con nosotros. Dios nunca nosva a tentar ni a obligar a que vivamos algoque no podamos soportar. Dios sabe lo quehace con cada uno de nosotros. Él es el arte-sano y nosotros somos el barro con el cualtrabaja. Él nos amolda y nos da forma paraque lleguemos a ser una pieza perfecta ypodamos cumplir con su voluntad.

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más, todavía no es tiempo».Finalmente se abrió la puerta. Mi crea-

dor me tomó y me puso en una repisa paraque me enfriara. «¡Así está mucho mejor!»me dije a mí misma, pero apenas me habíarefrescado cuando mi creador ya me estabacepillando y pintando. ¡El olor de la pinturaera horrible! ¡Sentía que me ahogaría! «¡Porfavor detente!», le gritaba yo a mi creador, peroel sólo movía la cabeza haciendo un gestonegativo y decía: «Aguanta un poco más,todavía no es tiempo».

Al fin dejó de pintarme; ¡pero esta vezme tomó y me metió nuevamente en otrohorno! ¡No era un horno como el primero, sinoque era mucho más caliente! ¡Ahora sí estabasegura que me sofocaría! ¡Le rogué y le im-ploré que me sacara! Grité, lloré, pero mi crea-dor sólo me miraba diciendo: «Aguanta unpoco más, todavía no es tiempo».

¡En ese momento perdí toda esperanza![Nunca lograría sobrevivir a ese horno! Justocuando estaba a punto de darme por vencidase abrió la puerta y mi creador me tomó cari-ñosamente y me puso en una repisa que eraaun más alta que la primera. Allí me dejo unmomento para que me refrescara. Despuésde una hora de haber salido del segundo hor-

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no, me dio un espejo y me dijo: «¡Mírate! ¡Estaeres tú!» ¡Yo no podía creerlo! ¡Esa no podíaser yo! ¡Lo que veía era hermoso!

Mi creador nuevamente me dijo: «Yo séque te dolió haber sido golpeada y amoldadapor mis manos, pero si te hubiera dejado comoestabas, te hubieras secado. Sé que te cau-só mucho calor y dolor estar en el primerhorno, pero de no haberte puesto allí,seguramente te hubieras estriado. Tambiénsé que los gases de la pintura te provocaronmuchas molestias, pero de no habertepintado, tu vida no tendría color. Y si yo no tehubiera puesto en ese segundo horno, no hu-bieras sobrevivido mucho tiempo, porque tudureza no habría sido la suficiente para quesubsistieras. ¡Ahora eres un productoterminado! ¡Eres lo que yo tenía en mentecuando te comencé a formar!»

Igual pasa con nosotros. Dios nunca nosva a tentar ni a obligar a que vivamos algoque no podamos soportar. Dios sabe lo quehace con cada uno de nosotros. Él es el arte-sano y nosotros somos el barro con el cualtrabaja. Él nos amolda y nos da forma paraque lleguemos a ser una pieza perfecta ypodamos cumplir con su voluntad.

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EL BORDADOCuando yo era pequeño, mi madre solía

coser mucho. Un día me senté cerca de ella yle pregunté qué estaba haciendo. Ella merespondió que estaba bordando. Pero comoyo sólo podía observar el trabajo de mi madredesde atrás, lo que estaba haciendo tenía unaspecto bastante confuso. Le preguntaba porqué ella usaba algunos hilos de coloresoscuros y por qué todo el bordado era tandesordenado. Ella me sonreía y me sugirióque salga a jugar un rato y que me iba a llamarcuando hubiera terminado su bordado.«Entonces te sentarás en mi regazo y te dejaréverlo desde mi posición». Una media hora mástarde mi mamá me llamó y me quedésorprendido y emocionado al ver un belloatardecer en el bordado. No podía creerlo.

Muchas veces a lo largo de los años hemirado al Cielo y he dicho: «Padre, ¿qué estáshaciendo?» Él responde: «Estoy bordando tuvida». Entonces yo le replico: «Pero se ve tanconfuso, es un desorden. Los hilos parecentan oscuros, ¿por qué no son más brillantes?»y el Padre parecía decirme: «Mi niño, ocúpatede tu trabajo, que yo estoy haciendo el mío.Un día te traeré al Cielo y te pondré sobre miregazo y entonces entenderás».

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COMPRADA A GRAN PRECIOUna muchacha mulata era ofrecida en

un remate de esclavos. Era muy bella, delga-da y esbelta. La pugna era intensa, y fue cre-ciendo el monto hasta que sólo quedaron doshombres disputándose su propiedad. Uno eraun personaje tosco y grotesco que en cadaoportunidad elevaba su ofrecimiento entremaldiciones, tratando de superar a su con-tendiente, un hombre sereno y de aspecto re-finado. Finalmente cesó la pugna y el caba-llero que había pugnado con tanto interés re-cibió los papeles que lo acreditaban como pro-pietario de la muchacha. De un empujón, elsubastador acercó a la muchacha a su nuevodueño. Ella se detuvo delante de él con acti-tud orgullosa y desafiante, destilando odio. Depronto su rostro se transformó por completo:primero fue una expresión de infinito asom-bro, seguida luego por una extrema increduli-dad. Su amo estaba haciendo pedazos lospapeles de propiedad, y con una sonrisa debondad le dijo a la joven, que se había puestoa temblar: «Eres libre, hija. Te compré paradejarte en libertad». Desbordada por la emo-ción, e incapaz de expresar palabra, la mu-

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EL BORDADOCuando yo era pequeño, mi madre solía

coser mucho. Un día me senté cerca de ella yle pregunté qué estaba haciendo. Ella merespondió que estaba bordando. Pero comoyo sólo podía observar el trabajo de mi madredesde atrás, lo que estaba haciendo tenía unaspecto bastante confuso. Le preguntaba porqué ella usaba algunos hilos de coloresoscuros y por qué todo el bordado era tandesordenado. Ella me sonreía y me sugirióque salga a jugar un rato y que me iba a llamarcuando hubiera terminado su bordado.«Entonces te sentarás en mi regazo y te dejaréverlo desde mi posición». Una media hora mástarde mi mamá me llamó y me quedésorprendido y emocionado al ver un belloatardecer en el bordado. No podía creerlo.

Muchas veces a lo largo de los años hemirado al Cielo y he dicho: «Padre, ¿qué estáshaciendo?» Él responde: «Estoy bordando tuvida». Entonces yo le replico: «Pero se ve tanconfuso, es un desorden. Los hilos parecentan oscuros, ¿por qué no son más brillantes?»y el Padre parecía decirme: «Mi niño, ocúpatede tu trabajo, que yo estoy haciendo el mío.Un día te traeré al Cielo y te pondré sobre miregazo y entonces entenderás».

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COMPRADA A GRAN PRECIOUna muchacha mulata era ofrecida en

un remate de esclavos. Era muy bella, delga-da y esbelta. La pugna era intensa, y fue cre-ciendo el monto hasta que sólo quedaron doshombres disputándose su propiedad. Uno eraun personaje tosco y grotesco que en cadaoportunidad elevaba su ofrecimiento entremaldiciones, tratando de superar a su con-tendiente, un hombre sereno y de aspecto re-finado. Finalmente cesó la pugna y el caba-llero que había pugnado con tanto interés re-cibió los papeles que lo acreditaban como pro-pietario de la muchacha. De un empujón, elsubastador acercó a la muchacha a su nuevodueño. Ella se detuvo delante de él con acti-tud orgullosa y desafiante, destilando odio. Depronto su rostro se transformó por completo:primero fue una expresión de infinito asom-bro, seguida luego por una extrema increduli-dad. Su amo estaba haciendo pedazos lospapeles de propiedad, y con una sonrisa debondad le dijo a la joven, que se había puestoa temblar: «Eres libre, hija. Te compré paradejarte en libertad». Desbordada por la emo-ción, e incapaz de expresar palabra, la mu-

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Page 183: Rayos de Sol 2

chacha se quedó mirándolo fijamente, hastaque por fin lanzó un grito de dicha demasiadoprofunda como para demostrarla con pala-bras, y con el rostro bañado en lágrimas searrojó a los pies de aquel hombre, exclaman-do: «¡Oh, mi amo; te querré y te serviré todami vida!» Lo que no habían logrado los pape-les de propiedad, lo había hecho con crecesla bondad del hombre.

*****

NACISTENo naciste para estar solo y cansado;No naciste para ser un fracasado;No naciste para verte derrotado;No naciste para estar triste y errado;No naciste para abusar de otros;No naciste para hacer daño a la gente.

Naciste para incluir a otros en tu círculo deamor;Naciste para ser amado y amar;Naciste para ser un oasis de paz;Naciste para ser bendición para los demás;Naciste para ayudar a tu próximo;Naciste para amar y defender a losindefensos.

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REGALO DE QUINCE AÑOS«El día que mi hija Milagros nació, en

verdad no sentí gran alegría porque habíaquerido con mucha ansiedad un varón. A losdos días de haber nacido, fui a buscar a misdos mujeres, una pálida y aún decaída delparto y la otra radiante y dormilona. En pocosdías me dejé cautivar por la sonrisa deMilagros y por su mirada penetrante; fueentonces cuando empecé a amarla conlocura: su carita, su sonrisa y su mirada no seapartaban ni un instante de mi pensamiento».

Este relato era contado a menudo porRodolfo, el padre orgulloso de Milagros. Yotambién sentía gran afecto por la niña, que ledaba tanta alegría a su padre.

Una tarde nos fuimos mi familia y la deRodolfo al campo para un día de campo a laorilla de una laguna. La niña entabló unaconversación con su papá, todosescuchábamos:

-Papi, cuando cumpla quince años,¿cuál será mi regalo?

-Pero, mi amor, ¡si apenas tienes diezaños! ¿No te parece que falta mucho para esafecha?

-Bueno, Papi, tú siempre dices que el

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chacha se quedó mirándolo fijamente, hastaque por fin lanzó un grito de dicha demasiadoprofunda como para demostrarla con pala-bras, y con el rostro bañado en lágrimas searrojó a los pies de aquel hombre, exclaman-do: «¡Oh, mi amo; te querré y te serviré todami vida!» Lo que no habían logrado los pape-les de propiedad, lo había hecho con crecesla bondad del hombre.

*****

NACISTENo naciste para estar solo y cansado;No naciste para ser un fracasado;No naciste para verte derrotado;No naciste para estar triste y errado;No naciste para abusar de otros;No naciste para hacer daño a la gente.

Naciste para incluir a otros en tu círculo deamor;Naciste para ser amado y amar;Naciste para ser un oasis de paz;Naciste para ser bendición para los demás;Naciste para ayudar a tu próximo;Naciste para amar y defender a losindefensos.

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REGALO DE QUINCE AÑOS«El día que mi hija Milagros nació, en

verdad no sentí gran alegría porque habíaquerido con mucha ansiedad un varón. A losdos días de haber nacido, fui a buscar a misdos mujeres, una pálida y aún decaída delparto y la otra radiante y dormilona. En pocosdías me dejé cautivar por la sonrisa deMilagros y por su mirada penetrante; fueentonces cuando empecé a amarla conlocura: su carita, su sonrisa y su mirada no seapartaban ni un instante de mi pensamiento».

Este relato era contado a menudo porRodolfo, el padre orgulloso de Milagros. Yotambién sentía gran afecto por la niña, que ledaba tanta alegría a su padre.

Una tarde nos fuimos mi familia y la deRodolfo al campo para un día de campo a laorilla de una laguna. La niña entabló unaconversación con su papá, todosescuchábamos:

-Papi, cuando cumpla quince años,¿cuál será mi regalo?

-Pero, mi amor, ¡si apenas tienes diezaños! ¿No te parece que falta mucho para esafecha?

-Bueno, Papi, tú siempre dices que el

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tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo hevisto por aquí.

La conversación se extendía y todosparticipamos en ella. Al caer el sol regresamosa nuestras casas.

Unos años más tarde, una mañana meencontré con Rodolfo en frente del colegiodonde estudiaba su hija quien ya tenía catorceaños. El hombre se veía muy contento y lasonrisa no se apartaba de su rostro. Con granorgullo me mostró el registro de calificacionesde Milagros, eran notas impresionantes,ninguna bajaba de veinte ylos comentariosque habían escrito sus profesores eranrealmente conmovedoras. Felicité al dichosopadre y le invité a tomar un café conmigo.

Fue un domingo por la mañana caminoa la iglesia, cuando Milagros tropezó con algo,eso creíamos todos, y dio un traspié. Su papála agarró de inmediato para que no cayera.Ya sentados en la iglesia, vimos comoMilagros fue cayendo lentamente sobre elbanco y casi perdió el conocimiento. La toméen brazos mientras su padre buscaba un taxiy la llevamos al hospital. Después de variosdías de análisis exhaustivos le informaron aRodolfo que su hija padecía de una graveenfermedad a los riñones y que tenía que

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quedarse hospitalizada por un tiempo.Rodolfo renunció a su trabajo para

dedicarse al cuidado de Milagros; su madrehabía querido hacerlo, pero decidieron queella trabajaría, pues sus ingresos eransuperiores a los de él.

Una mañana Rodolfo estaba aliado dela cama de su hija cuando ella le preguntó:

-¿Vaya morir, no es cierto?-No, mi amor, no vas a morir. Estoy muy

confiado en que vivirás una vida larga y feliz.No muy convencida de la respuesta de

su papá, Milagros siguió preguntando:-Cuando me muero, ¿dónde voy a

estar? ¿Podré verlos a ustedes, a ti y a mami?¿Podré volar encima de los árboles?

-Preciosa, -respondió el papá- no sémucho del más allá, pero sé que existe, y quetodo es perfecto allá, porque allá reina el amor.Si yo muriera, pediría que me sea permitidocomunicarme contigo, aunque sea por mediode un suave viento que roce tu cara y unabrisa fresca que bese tus mejillas.

Eso mismo día por la tarde, los médicosle comunicaron a Rodolfo que Milagros estabamuy grave y que necesitaría un nuevo riñón,porque los de ella no resistirían sino unos

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tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo hevisto por aquí.

La conversación se extendía y todosparticipamos en ella. Al caer el sol regresamosa nuestras casas.

Unos años más tarde, una mañana meencontré con Rodolfo en frente del colegiodonde estudiaba su hija quien ya tenía catorceaños. El hombre se veía muy contento y lasonrisa no se apartaba de su rostro. Con granorgullo me mostró el registro de calificacionesde Milagros, eran notas impresionantes,ninguna bajaba de veinte ylos comentariosque habían escrito sus profesores eranrealmente conmovedoras. Felicité al dichosopadre y le invité a tomar un café conmigo.

Fue un domingo por la mañana caminoa la iglesia, cuando Milagros tropezó con algo,eso creíamos todos, y dio un traspié. Su papála agarró de inmediato para que no cayera.Ya sentados en la iglesia, vimos comoMilagros fue cayendo lentamente sobre elbanco y casi perdió el conocimiento. La toméen brazos mientras su padre buscaba un taxiy la llevamos al hospital. Después de variosdías de análisis exhaustivos le informaron aRodolfo que su hija padecía de una graveenfermedad a los riñones y que tenía que

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quedarse hospitalizada por un tiempo.Rodolfo renunció a su trabajo para

dedicarse al cuidado de Milagros; su madrehabía querido hacerlo, pero decidieron queella trabajaría, pues sus ingresos eransuperiores a los de él.

Una mañana Rodolfo estaba aliado dela cama de su hija cuando ella le preguntó:

-¿Vaya morir, no es cierto?-No, mi amor, no vas a morir. Estoy muy

confiado en que vivirás una vida larga y feliz.No muy convencida de la respuesta de

su papá, Milagros siguió preguntando:-Cuando me muero, ¿dónde voy a

estar? ¿Podré verlos a ustedes, a ti y a mami?¿Podré volar encima de los árboles?

-Preciosa, -respondió el papá- no sémucho del más allá, pero sé que existe, y quetodo es perfecto allá, porque allá reina el amor.Si yo muriera, pediría que me sea permitidocomunicarme contigo, aunque sea por mediode un suave viento que roce tu cara y unabrisa fresca que bese tus mejillas.

Eso mismo día por la tarde, los médicosle comunicaron a Rodolfo que Milagros estabamuy grave y que necesitaría un nuevo riñón,porque los de ella no resistirían sino unos

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quince o veinte días más.¡Un riñón! ¿Dónde hallar tan rápido un

riñón? ¿Lo vendían en la farmacia acaso oen el supermercado?

Ese mismo mes Milagros cumpliría susquince años. Fue el viernes por la tarde queconsiguieron un donante, las cosas iban acambiar. El domingo por la tarde, Milagros yaestaba operada. Todo salió como los médicoslo habían planeado. ¡Un éxito total! Sinembargo, en los últimos días antes de laoperación, ni en los días después de laoperación Rodolfo había. ido a visitar aMilagros. «Ahora que todo está bien, seguroque mi papá ha vuelto a trabajar», pensaba.

Por dos semanas más Milagros sequedó en el hospital. Al llegar a casa su mamála espera con lágrimas en los ojos y una cartaen las manos. Era de su papá y decía:

«Mi gran amor: Al momento de leer estacarta debes tener ya quince años. No puedesimaginarte ni remotamente cuánto lamento noestar sentado a tu lado en este instante.Cuando supe que ibas a morir, porque nosera imposible conseguir un donante a tiempod~~idí dar respuesta a una pregunta que m~hiciste cuando tenías diez años. Decidí

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hacerte un regalo muy especial, iba a darteun riñón mío. Pero los médicos me advirtieronque sería muy riesgoso, ya que por mi edadavanzada y mi estado de salud muy debilitado,tal vez yo no iba a resistir a la operación. Teníaque hacerla, aun sabiendo que tal vez tendríaque dar mi vida para que tú vivas. Lo hice conalegría, y sólo te pido que vivas una vida plena.Te amo».

Milagros lloró todo el día y toda la noche.Al día siguiente fue al cementerio y se sentósobre la tumba de su papá, lloró como nadielo ha hecho y susurró:

«Papi, ahora puedo comprender cuántome amas, yo también te amo, aunque pocasveces te lo haya dicho».

En ese instante las copas de los árbolesse movieron suavemente, cayeron algunasflores y una suave brisa rozó las mejillas deMilagros. Alzó la mirada al cielo, se levantó ytuvo paz en su corazón.

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quince o veinte días más.¡Un riñón! ¿Dónde hallar tan rápido un

riñón? ¿Lo vendían en la farmacia acaso oen el supermercado?

Ese mismo mes Milagros cumpliría susquince años. Fue el viernes por la tarde queconsiguieron un donante, las cosas iban acambiar. El domingo por la tarde, Milagros yaestaba operada. Todo salió como los médicoslo habían planeado. ¡Un éxito total! Sinembargo, en los últimos días antes de laoperación, ni en los días después de laoperación Rodolfo había. ido a visitar aMilagros. «Ahora que todo está bien, seguroque mi papá ha vuelto a trabajar», pensaba.

Por dos semanas más Milagros sequedó en el hospital. Al llegar a casa su mamála espera con lágrimas en los ojos y una cartaen las manos. Era de su papá y decía:

«Mi gran amor: Al momento de leer estacarta debes tener ya quince años. No puedesimaginarte ni remotamente cuánto lamento noestar sentado a tu lado en este instante.Cuando supe que ibas a morir, porque nosera imposible conseguir un donante a tiempod~~idí dar respuesta a una pregunta que m~hiciste cuando tenías diez años. Decidí

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hacerte un regalo muy especial, iba a darteun riñón mío. Pero los médicos me advirtieronque sería muy riesgoso, ya que por mi edadavanzada y mi estado de salud muy debilitado,tal vez yo no iba a resistir a la operación. Teníaque hacerla, aun sabiendo que tal vez tendríaque dar mi vida para que tú vivas. Lo hice conalegría, y sólo te pido que vivas una vida plena.Te amo».

Milagros lloró todo el día y toda la noche.Al día siguiente fue al cementerio y se sentósobre la tumba de su papá, lloró como nadielo ha hecho y susurró:

«Papi, ahora puedo comprender cuántome amas, yo también te amo, aunque pocasveces te lo haya dicho».

En ese instante las copas de los árbolesse movieron suavemente, cayeron algunasflores y una suave brisa rozó las mejillas deMilagros. Alzó la mirada al cielo, se levantó ytuvo paz en su corazón.

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CUMPLIR CON EL DEBER MÁS FIEL - ¡IMPOSIBLE!

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Hachi era el nombre de un perro quediariamente acompañaba a su amo hasta laestación del tren, y luego iba a esperarlocuando regresaba al atardecer. Cierta nochede 1925 su amo no regresó. Había muerto enuna ciudad vecina. A pesar de que el perritohabía vivido con su dueño sólo unos meses,durante los diez años siguientes acudió cadanoche a la estación, para luego regresartrotando melancólicamente de aguardarinfructuosamente por espacio de una hora.

La fidelidad de Hachi impresionó tantoa la nación que el Estado mandó erigir unaestatua del perro en el mismo sitio dondehabía aguardado a su amo con tantaconstancia, y luego envió pequeñas réplicasa todos los colegios del que era en aquellaépoca el imperio japonés.

Dicen que en cierta oportunidad,hastiado de la vida cortesana, Enrique deBavaria decidió recluirse en un monasterio.Se presentó ante el prior Ricardo, y el monjele comunicó las estrictas reglas de lacomunidad. El rey escuchó con interés, y llenode entusiasmo expresó su placer ante lasperspectivas de una vida de tal consagración.

El prior le advirtió que la obediencia,absoluta y expresa, era el primer requisito dela santidad. El monarca prometió acatar suvoluntad hasta en el más mínimo detalle.«Entonces volved al trono y cumplid con lamisión que Dios ya os ha asignado», fueronlas palabras que le dirigió el sacerdote. El reyrecogió su cetro, y desde aquel momento,hasta su muerte, la gente decía de él: «El reyEnrique aprendió a gobernar cuando aprendióa obedecer».

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CUMPLIR CON EL DEBER MÁS FIEL - ¡IMPOSIBLE!

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Hachi era el nombre de un perro quediariamente acompañaba a su amo hasta laestación del tren, y luego iba a esperarlocuando regresaba al atardecer. Cierta nochede 1925 su amo no regresó. Había muerto enuna ciudad vecina. A pesar de que el perritohabía vivido con su dueño sólo unos meses,durante los diez años siguientes acudió cadanoche a la estación, para luego regresartrotando melancólicamente de aguardarinfructuosamente por espacio de una hora.

La fidelidad de Hachi impresionó tantoa la nación que el Estado mandó erigir unaestatua del perro en el mismo sitio dondehabía aguardado a su amo con tantaconstancia, y luego envió pequeñas réplicasa todos los colegios del que era en aquellaépoca el imperio japonés.

Dicen que en cierta oportunidad,hastiado de la vida cortesana, Enrique deBavaria decidió recluirse en un monasterio.Se presentó ante el prior Ricardo, y el monjele comunicó las estrictas reglas de lacomunidad. El rey escuchó con interés, y llenode entusiasmo expresó su placer ante lasperspectivas de una vida de tal consagración.

El prior le advirtió que la obediencia,absoluta y expresa, era el primer requisito dela santidad. El monarca prometió acatar suvoluntad hasta en el más mínimo detalle.«Entonces volved al trono y cumplid con lamisión que Dios ya os ha asignado», fueronlas palabras que le dirigió el sacerdote. El reyrecogió su cetro, y desde aquel momento,hasta su muerte, la gente decía de él: «El reyEnrique aprendió a gobernar cuando aprendióa obedecer».

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CONTEMPLARÉ LASESTRELLAS

GLOSARIOAstor, John Jacob (4to.) (1864-1912), los Astor son unafamilia adinerada de EEUU. Su bisabuelo, John JacobAstor (1ero) fue un exitoso comerciante de pieles, compróvastas áreas en EEUU y Canadá y fue dueño de granparte de Nueva York. John Jacob Astor (4to.) mandó aconstruir el aún bien conocido hotel Waldorf Astoria. Murióahogado en el desastre del Titanic. <pág. 93>

Beethoven, Ludwig van (1770-1827), compositor alemán,compuso sus mejores obras estando completamentesordo. <pág. 157>

Burns, Robert (1759-1796), poeta renombrado deEscocia. <pág. 28>

Caruso, Enrico (1873-1921), de Italia, cantante de ópera,uno de los más famosos de todos los tiempos. <pág. 26>

Dorotea Dix (1802-1887), dedicó su vida a mejorar lascondiciones infrahumanas en las cuales vivían losenfermos mentales en EE.UU. y Europa. <pág. 183>

Enrique de Bavaria (1129-1195), duque del estadoindependiente de Bavaria (ahora parte de Alemania).Fundó la ciudad de Munich y promovió el comercio. <pág.184>

Esopo (620-560 A.C.), de Grecia, escritor de fábulas,muchas de las cuales después de 2500 años aún gozande gran popularidad por su forma cautivadora y simple detransmitir moralejas. <pág. 29, 30>

Gandhi, Mohandas (Mahatma) (1869-1948), líderpacifista de la lucha por la independencia de la India contralos ingleses. Fue encarcelado varias veces por tiemposprolongados por sus actividades políticas. Llegó a ser uno.

Si me siento deprimido, cantaré.Si me siento triste, reiré.

Si me siento cansado, redoblaré mi trabajo.Si siento miedo, me lanzaré adelante.Si me siento insignificante,recordaré a mi Mejor Amigo.Si se apodera de mí la confianza excesiva ,recordaré mis fracasos.Si disfruto de momentos de grandeza,recordaré momentos de vergüenza.Si me siento todopoderoso,intentaré detener el viento.Si alcanzo grandes riquezas,recordaré una boca hambrienta.Si me siento orgulloso,recordaré momentos de debilidad.Si pienso que mi habilidad no tiene igual,contemplaré las estrellas.

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CONTEMPLARÉ LASESTRELLAS

GLOSARIOAstor, John Jacob (4to.) (1864-1912), los Astor son unafamilia adinerada de EEUU. Su bisabuelo, John JacobAstor (1ero) fue un exitoso comerciante de pieles, compróvastas áreas en EEUU y Canadá y fue dueño de granparte de Nueva York. John Jacob Astor (4to.) mandó aconstruir el aún bien conocido hotel Waldorf Astoria. Murióahogado en el desastre del Titanic. <pág. 93>

Beethoven, Ludwig van (1770-1827), compositor alemán,compuso sus mejores obras estando completamentesordo. <pág. 157>

Burns, Robert (1759-1796), poeta renombrado deEscocia. <pág. 28>

Caruso, Enrico (1873-1921), de Italia, cantante de ópera,uno de los más famosos de todos los tiempos. <pág. 26>

Dorotea Dix (1802-1887), dedicó su vida a mejorar lascondiciones infrahumanas en las cuales vivían losenfermos mentales en EE.UU. y Europa. <pág. 183>

Enrique de Bavaria (1129-1195), duque del estadoindependiente de Bavaria (ahora parte de Alemania).Fundó la ciudad de Munich y promovió el comercio. <pág.184>

Esopo (620-560 A.C.), de Grecia, escritor de fábulas,muchas de las cuales después de 2500 años aún gozande gran popularidad por su forma cautivadora y simple detransmitir moralejas. <pág. 29, 30>

Gandhi, Mohandas (Mahatma) (1869-1948), líderpacifista de la lucha por la independencia de la India contralos ingleses. Fue encarcelado varias veces por tiemposprolongados por sus actividades políticas. Llegó a ser uno.

Si me siento deprimido, cantaré.Si me siento triste, reiré.

Si me siento cansado, redoblaré mi trabajo.Si siento miedo, me lanzaré adelante.Si me siento insignificante,recordaré a mi Mejor Amigo.Si se apodera de mí la confianza excesiva ,recordaré mis fracasos.Si disfruto de momentos de grandeza,recordaré momentos de vergüenza.Si me siento todopoderoso,intentaré detener el viento.Si alcanzo grandes riquezas,recordaré una boca hambrienta.Si me siento orgulloso,recordaré momentos de debilidad.Si pienso que mi habilidad no tiene igual,contemplaré las estrellas.

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de los políticos más impresionantes del siglo pasado y detodos los tiempos, que con su ejemplo de honestidad,honradez y simplicidad combinado con una voluntadinquebrantable y su estrategia de no-violencia forzó alimperio británico a conceder la independencia a la India.Murió asesinado a mano de un extremista hindú,posiblemente enfurecido por la gran simpatía que Gandhimostraba por la fe cristiana y la gran tolerancia hacia lareligión musulmana. (Véase también la película Gandhi)<pág. 108>

Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), una de laspersonas más sacrificadas del siglo 20. Fundadora de laorden Misioneras de la Caridad, orden que se establecióprimero en Calcuta, y luego se expandió a todos loscontinentes. La orden se caracteriza por la gran devociónde sus integrantes llevando alivio a los moribundos y losmás pobres de los pobres. <pág. 88, 97,115>

Mendelsohn, Felix (1809-1847), famoso compositoralemán. <pág. 47>

Paderewski, Ignace Jan (1860-1941), pianista,compositor y estadista polaco. Muy conocido y aclamadocomo pianista viajó por todo el mundo dando conciertos.Luego fue activo en la política y después de la 1era guerramundial fue Primer ministro y ministro de Relacionesexteriores de Polonia. <pág. 25, 135>

Rubinstein, Anton Gregor (1829-1894), pianista ruso,muy famoso en su tiempo. <pág. 25>

Scott, Sir Walter (1771-1832), renombrado novelista ypoeta escocés. <pág. 28>

Wesley, John (1703-1791), Teólogo y predicador inglés,fundador de la Iglesia Metodista. Su forma inconvencionaly conmovedora de predicar fuera de las iglesias alcanzó amuchos que nunca habían escuchado las Buenas Nuevas.<pág. 157>

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RAYOS de SOL - Tomo #2 es una impresionantecolección de 95 anécdotas y poemas que hacenvibrar el corazón de ternura. Nos ayudan acomprender lo bello que es vivir.

De la pluma de nuestros lectores:

Luis Ortega - Empleado bancario, Chile:

«Me sentí terriblemente deprimido a raíz de haberterminado con mi enamorada. Pensaba que tenía que vivirel resto de mi vida en esta espantosa oscuridad y no veíacómo podía salir de mi prisión. Los pensamientosnegativos me golpeaban como las olas furiosas del mar. Yano tenía ganas de hacer nada. Entonces un día llegó a mismanos un ejemplar de su libro. Lo hojeé por curiosidad. Eracomo si de sus páginas manaba una luz. Me dio fuerzaspara seguir leyendo y noté que mi mente se estabadespejando poco a poco, las nubes oscuras de ladepresión se estaban disipando. iQué alivio! Había visto laluz y supe que había esperanza para mí. No puedo decirque no haya vuelto a tener ataques de depresión, pero yano con la fuerza de antes y cada vez menos. Doy gracias aDios por estas páginas milagrosas. Soy una nuevacriatura».

Gabriela Benavides - Contadora, Venezuela:«Visitando una amiga tuve la oportunidad de leer unosextractos de su libro. Me conmovieron sus anécdotas y noperdí tiempo en adquirir mi propio ejemplar del libro. Lotengo aliado de mi cama y cada mañana y cada noche mebaño en sus hermosas historias».

Enrique Vasquez - Jubilado, Perú:«[Oué alegría me produjo la lectura del libro RAYOS deSOL! Me sentí joven otra vez».

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