Rafael H. Bouttier y Leopoldo H....

217

Transcript of Rafael H. Bouttier y Leopoldo H....

3

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Ediciones Bicentenario

E L R O S A R I O

Rafael H. BouttierLeopoldo H. Bouttier

COBAES - Comisión de los festejos - Asociación cronistas - Ayuntamiento de El Rosario - La Crónica de Culiacán

4

El Rosario

Lic. Jesús Aguilar PadillaGobernador del Estado de Sinaloa

Profra. Maira Lorena Zazueta CorralesSecretaria de Educación Pública y Cultura

M.C. José Ángel Pescador OsunaCoordinador General

Comisión Estatal para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia yCentenario de la Revolución Mexicana

Lic. Policarpo Infante FierroDirector General

Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa (COBAES)

Lic. José de Jesús Medina T orresDirector de Extensión de la Cultura y los Servicios de COBAES

M.C. Francisco Padilla BeltránPresidente

La Crónica de Sinaloa A.C.

Dr. César Arnoldo Ramírez PatiñoPresidente Municipal

H. Ayuntamiento de El Rosario

Primera edición, 2010Especial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenariode la Revolución Mexicana.

ISBN: 978 - 970 - 9823 - 15 - 8

C. Rafael H. Bouttier . Cronista oficial de El Rosario

Supervisión General : Adrián García Cortés.Instituto de Investigaciones Históricas y Archivísticas La Crónica de Culiacán

Diseño editorial: Gilberto Covarrubias Rodríguez:Diseño de portada : Sergio Alberto García LugoImagen de portada: Don Gaspar de Bracamontes y Guzmán, quien en 1660 concedea El Rosario el título de Alcaldía Mayor

Corrección de estilo y ortografía : Graciela Andrea Fernández y Jesús HidalgoMendoza

Comisión Estatal para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenariode la Revolución MexicanaGral. Antonio Rosales 252 Pte.Centro Histórico, C.P. 80000Culiacán, Rosales, SinaloaTel. (667)[email protected]

Hecho en MéxicoPrinted in México

5

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

INDICE

Presentación.........................................................................................9

Introducción........................................................................................11

I. Geografía física del municipio....................................................15a) Localización....................................................................................15b) Clima ..............................................................................................15c) Edafología.......................................................................................16d) Geomorfología................................................................................17e) Hidrografía.....................................................................................17

II. Toponimia y Escudo...................................................................19

III. Perfil sociodemográfico ...........................................................21a. Grupos étnicos................................................................................21b. Dinámica demográfica...................................................................21c. Evolución demográfica..................................................................22d. Natalidad, nupcialidad y mortalidad...............................................23

IV. Reseña histórica del municipio libre y su desarrolloen El Rosario....................................................................................25a. Origen del municipio.......................................................................25b. Origen del ayuntamiento de El Rosario..........................................31c. El ayuntamiento de El Rosario y la jura del Plan de Iguala...........34d. El municipio libre y su evolución histórica en El Rosario...............37

6

El Rosario

V. Gobierno .......................................................................................57a. Caracterización del ayuntamiento..................................................57b. Organización y estructura de la administración pública municipal...........................................................................58 c. Presidentes municipales................................................................59

VI. Actividades económicas e infraestructura social.................61a. Agricultura......................................................................................61b.Ganadería.........................................................................................63c.Pesca...............................................................................................65d. Minería............................................................................................67e. Turismo...........................................................................................68f. Industria...........................................................................................69g. Salud...............................................................................................70h. Educación.......................................................................................72i. Vivienda...........................................................................................73j. Comunicaciones...............................................................................73k. Servicios públicos...........................................................................74

VII. Desarrollo de los hechos que forman la historia del municipio...........................................................................77

VIII. Lugares históricos y turísticos Edificios históricos y emblemáticos................................161a.El edificio de la cárcel real............................................................161b.Los portales virreinales..................................................................163c.Panteón español.............................................................................165d.Iglesia de San Pedro de Chametla.................................................171e.La capilla y la santísima cruz del milagro......................................173

IX. Personajes destacados..........................................................187a.Don José María de la Riva y Rada...............................................187b.Teófilo Noris Cibrián......................................................................206c.Gilberto Owen...............................................................................208d.María Luisa Lizárraga Saucedo....................................................209e.Margarita Lizárraga Saucedo........................................................210

X. Bibliografía ................................................................................213

7

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Agradecimientos

A nuestro querido hermano Orlando Espinosa de los Monteros Macías que nos indujo

siempre al buen leer y a la investigación histórica.

A nuestro querido amigo Fernando Estrada que con su ayuda ha sido posible la confección de

esta monografía.

8

El Rosario

9

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Presentación

De los objetivos de la Comisión Estatal Conmemorativa del Bicentenariode la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, el delMunicipio Libre ha sido uno de los más inquietantes y de mayor relevanciapara la vida institucional de la entidad.

Sabido es que la conmemoración de ambos eventos, aparte de losfestejos que puedan mostrar las artes, las costumbres, los testimonios quedan cohesión a nuestra identidad, y los monumentos que simbólicamentenos den perennidad, es ocasión para una revisión de la enseñanza de lahistoria para depurar aciertos y desaciertos reforzando los hechos realesy desmitificando los que en su momento fueron exaltados para consolidarun sentido de patria.

Muchas instituciones y legiones de investigadores se han sumadoa ese propósito, atendiendo a una historiografía que ya deslinda la veracidady la documentalidad de los hechos, empezando por conocer las fuentesde que se valieron los redactores de los textos históricos.

Considerada como uno de los primeros logros supremos de laRevolución Mexicana la liquidación del antiguo sistema de prefecturas yla expedición del municipio libre, dictados ambos por Venustiano Carranzaa principios de diciembre de 1914 en Veracruz, era ilustrativo escudriñarla evolución de esta nueva figura política al correr del tiempo para que,junto con el Centenario, se valorara en su integridad y la validez delconcepto de municipio libre.

Fue la Asociación Civil La Crónica de Sinaloa, presidida por el MCFrancisco Padilla Beltrán, con la asesoría del Instituto de InvestigacionesHistóricas y Archivísticas La Crónica de Culiacán, quien emprendió latarea de hacer esa revisión con la colaboración de los cronistas de cadamunicipio, y con ellos forjar un programa que la Comisión acogió conentusiasmo y ha apoyado con el mayor de su interés.

10

El Rosario

Fue así, también, como surgió el Proyecto de Ensayos Monográficosde los 18 municipios del estado, ponderando, precisamente los logros y lasfrustraciones de su casi centenario desarrollo. A esta tarea se sumó, conigual entusiasmo, el Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa el cualse haría cargo de la edición e impresión de todos los ensayos, cuidando deque el costo global se prorrateara entre la Comisión, el COBAES y losmunicipios en sus respectivas jurisdicciones.

COBAES agradece, en este caso, al presidente municipal CésarArnoldo Ramírez Patiño su aportación; a la Comisión, y en especial alinterés aplicado en ello, al coordinador de la Comisión, licenciado JoséÁngel Pescador Osuna; y por supuesto por haber hecho posible estearduo trabajo editorial del Ensayo Monográfico de El Rosario, de RafaelH. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier. Igualmente, agradece a La Crónicade Culiacán su participación al haber asumido la responsabilidad de revisarlos textos y de autorizar la impresión en la etapa final del proceso editorial.

Este volumen del proyecto, pretende ser un acicate para loscronistas que trabajan el resto de los municipios, particularmente paraquienes sueñan en porvenires de grandeza y no olviden que un presentesin pasado se desvanece, y que futuro sin presente se resuelve en lainoperancia.

Lic. Policarpo Infante FierroDirector de Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa

11

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Introducción

Hablar del Municipio Libre, que como tal fue inscrito en el artículo 115 dela Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, vamás allá del tiempo y la circunstancia en que este hecho se produjo. Hacemás de tres mil años que las formas municipales de la organización urbanase perfilaron como una solución a los problemas de convivencia en suscomunidades.

Lo que en esta ocasión atañe, es la relación directa de esa formade asociación natural, que los juristas señalan como anterior al conceptoy la creación del Estado, con la secuela de una institución que llega hastanuestros días en un caminar donde la libertad y la autonomía se conjugancomo el anhelo, indiscutible e indisoluble, de generaciones tras generacionesde seres humanos que amaron los beneficios de esta convivencia porque,en suma, es la casa donde se nace, se habita y se desarrolla el ser humano,forja familia y conforma sociedades para el beneficio común.

Empero, no ha sido fácil, sino todo lo contrario, mantener esenivel de libertad, seguridad y autonomía que le han sustentado su existenciatodos los códigos que norman sus gobiernos. Investigar, revelar, documentary describir los avatares que ha debido sortear, es alcanzar madurez en suconcepción y existencia.

En nuestro caso, el Municipio, no obstante ser parte de la identidadque avala la existencia de un origen, preservarlo en las magnitudes de susfunciones y alcances de servicio a la comunidad, ha sido una tarea cotidianade enfrenamiento a escaseces, recursos naturales y apropiación de éstos,

12

El Rosario

y sobre todo, poderes alternos o superiores que lo limitan, lo someten y, enocasiones hasta los desaparecen.

Por otra parte, el Municipio Libre ha sido el ideal con que Méxicoconsolidó su independencia, forjó una nación, y ahora se empeña enintegrarlo a un concepto de Estado donde sea o siga siendo la base de laorganización política y el eslabón primario para cualquier tipo de sistemaque se le imponga. De ahí la necesidad de que, a partir de habérseleconsiderado en la Constitución de la República con esa característica delibertad y autonomía, se analice y describa su evolución a la fecha denuestro Centenario de la Revolución Mexicana.

Es obvio que, si al Municipio Libre se le considera como uno delos primeros y fundamentales logros de la Revolución, no está por demásponderar qué tanto se ha cumplido del prístino ideal, cuánto le falta paraalcanzar su cabalidad, y qué deba hacerse para lograrlo.

Un breve referencial histórico podría ayudar a entender el clamorcon que el Municipio Libre logró, al menos, su denominación: —1903. Los municipios existían sólo de nombre; los ayuntamientoseran manejados por los gobernadores y los jefes políticos; los presidentesmunicipales carecían de autoridad. Porfirio Díaz promulgó una nueva leyque reafirmaba a los prefectos políticos como la primera autoridad y delos servicios en las municipalidades respectivas, subordinadas al gobernadordel Estado.

—1906. El Partido Liberal Mexicano de los hermanos FloresMagón postuló la supresión de los jefes políticos. Su programa exponía,además: Reorganización de los municipios que han sido suprimidos yrobustecimiento del poder municipal.

—1912. (2 febrero) En el Plan de Santa Rosa los zapatistas aludenal proceso electoral en los municipios y piden penas para quienes burlensu voto.

—1912 (25 marzo). Pascual Orozco en Chihuahua, en el Pactode la Empacadora, también se pronunció por suprimir a los jefes políticos,cuyas funciones serían desempeñadas por los presidentes municipales, yproclamó la independencia y la autonomía de los ayuntamientos paralegislar sus arbitrios y fondos.

—1913 (26 marzo). El Plan de Guadalupe, elaborado por Carranzay sus seguidores, se pronunció contra Victoriano Huerta; quien días anteshabía ordenado el asesinato de Madero.

13

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

—1914 (12 diciembre). Adiciones al Plan incluyeron “elestablecimiento de la libertad municipal como institución constitucional”;y entre las diecinueve que se enumeraron, cinco corresponden a cuestionesmunicipales, entre ellas, “la organización política del municipio libre,administrado por un ayuntamiento de elección popular directa y sin quehaya autoridad intermedia entre éstos y el gobierno del Estado”.

—1914 (26 diciembre). Carranza decretó en Veracruz la reformadel 109 de la Constitución de 1857, estableciendo la libertad municipal,antecedente del 115 de la Constitución de 1917.

—1914 (29 diciembre). Eulalio Gutiérrez, presidente provisionalde la Convención de Aguascalientes, expidió un decreto –publicado 11enero 1915-, donde prescribe la libertad municipal como base de lademocracia y uno de los ideales, quizás el primero de la Revolucióntriunfante, y derogó la ley de 1903.

—1915 (11 enero). El decreto de Eulalio Gutiérrez expuso:“la libertad municipal es la base de la democracia; y uno de los

ideales, quizás el primero de la Revolución triunfante, ha sido la restituciónde la libertad municipal y con ella de los bienes y rentas propios de lasmismas corporaciones, por lo que se deroga la ley de 26 de marzo de1903 y se restituyen a los ayuntamientos del Valle de México los bienespropios, impuestos y rentas de que disfrutaban antes de la vigencia de laley referida”.

—1915 (25 marzo). El gobernador interino de Sinaloa, ManuelRodríguez Gutiérrez hizo efectiva la prohibición de las Prefecturas y ladisposición de que los presidentes municipales asumieran el mando político

—1915 (8 abril). Decreto 14, artículo único. Se reforma el Art.109 de la Constitución Federal de los EUM de 1857: “los estados adoptaránpara su régimen interior la forma de gobierno republicano, representativoy popular teniendo como base para su división territorial y de su organizaciónpolítica el Municipio Libre administrado por los ayuntamientos de elecciónpopular directa y sin que haya autoridad directa intermedia entre éstas yel gobierno del Estado”.

—Decreto 15: “Que habiéndose publicado por bando solemne laSuprema Resolución del Primer Jefe de la Revolución y encargado delpoder ejecutivo de los EUM, el C. General Venustiano Carranza, de 31de diciembre de 1914, este gobierno de mi cargo, para llevarla a debidoefecto decreta:

14

El Rosario

Primero: De acuerdo con lo mandado por el C. Primer Jefe de laRevolución y encargado del Poder Ejecutivo de la Nación Mexicana,desde hoy quedan suprimidas en todo el Estado las Prefecturas de losDistritos.

Segundo: Los presidente municipales de los Distritos asumirán elmando político, nombrando al efecto los empleados necesarios para eldespacho de sus oficinas”.

—1916 (diciembre). Texto enviado por Carranza al Constituyente:—”Los Estados adoptarán para su régimen interior la forma de

gobierno republicano, representativo y popular, teniendo como base de sudivisión territorial y de su organización política, el Municipio Libre,administrado por un Ayuntamiento de elección popular directa y sin quehaya autoridades intermedias entre éstos y el gobierno del Estado”.

—1917 (5 febrero). El Constituyente en el 115 expresó que “losmunicipios administrarán libremente su hacienda, la cual se formará delas contribuciones que señalen las legislaturas de los Estados y que, entodo caso, serán las suficientes para atender a sus necesidades”.

Desde la inserción del Municipio Libre en la Constitución, lasreformas, más bien, adaptaciones a las conveniencias de cada ciclo político,fueron frecuentes, pero ninguna que llegara al fondo de su estructuracomo la que le dio en 1983 el Presidente Miguel de la Madrid, al asignarlesus funciones que enumeró en ocho rubros, como fueron: agua potable yalcantarillado, alumbrado público, limpia, mercados y centrales de abasto,panteones, rastro, calles, parques y jardines, y seguridad pública y tránsito;para añadir al final cuanto “las legislaturas locales determinen según lascondiciones territoriales y socio-económicas de los municipios, así comosu capacidad administrativa y financiera”.

Analizar, evaluar y describir, en el estudio de su evolución, máximecuando ya se tiene un parámetro al cual acudir, es el objetivo de la seriede Ensayos Monográficos de los municipios sinaloenses. <>

Adrián García CortésCronista Secretario

de La Crónica de Culiacán

15

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO I

Geografía física del municipo

a. Localización

Desde el punto de vista geográfico, el municipio de El Rosario se localizaen la parte sur del estado de Sinaloa, entre las coordenadas extremas de105°, 22’ 16’’ y los 106° 16’ 20’’ de longitud oeste del meridiano delGreenwich entre los paralelos 22° 45’ 00’’ y 23° 27´ 200’’ de latitud norte.Colinda al norte con el municipio de Concordia y el estado de Durango, alsur con el municipio de Escuinapa y el estado de Nayarit y al poniente,con el Océano Pacífico.

El municipio esta asentado en una superficie de 2723 km2 queocupa el 4.7% de la superficie total del estado, convirtiéndose así en eldécimo lugar por su extensión territorial.

b. Clima

El clima que predomina es de tipo tropical lluvioso en verano, contemporadas de sequía muy marcadas.

La temperatura media anual es de 22°C, la mínima es de 0.5°C yla máxima de 40°C. Tiene una precipitación anual de 1453 mm.

16

El Rosario

Litoral

Las costas del municipio de El Rosario se extienden a lo largo de 40 km yestán conformadas por sedimentos propios de las playas.

Al norte y al sur del lado continental se encuentra el sistemalagunario Huisache- Caimanero.La unión de estos dos cuerpos de aguaforman un estrechamiento que se conoce con el nombre de “El pozo de lahacienda”.

El sistema lagunario abarca una superficie aproximada de 175 km2,en este ecosistema se encuentran recursos pesqueros como el camarón,langostino y especies de escama fina.

La marisma de El Huisache, de 40.7 km² recibe afluencia marítimade los esteros El Ostial y agua dulce por un canal de desviación procedentedel río Presidio.

Los esteros de la “anona”, y el paso de “El caimán” reciben aguade los ríos Presidio y Baluarte

c. Edafología

Los suelos que predominan en la mayor parte del municipio son, en sucomposición orgánica de tipo podzólico y laterítico. Los primeros, conrotativos de suelos con un horizonte eluvial fuertemente blanqueados, ypor ser suelos de climas húmedos templados o semifríos. El suelo estáenriquecido con humus o sustancias abundantes en hierro de colores negroy rojizo, generalmente son arenosos y ácidos, son de escasa utilidad en laagricultura por su insuficiente fertilidad y por la topografía accidentadaque se presenta en esta región, pero son aprovechables para bosquesmadereros y para el pastoreo.

Los lateríticos son connotativos de suelos con acumulación de arcillay grava, los cuales pertenecen al tipo ectodinamórficos o zonales, queestán constituidos por depósitos de talud, grava, arena, limo y arcilla,presentándose en pequeños mosaicos de suelos rojos y amarillos, propiosdel clima subtropical con alteraciones de humedad y sequía, encontrándoseen las zonas de planicies y en la costa.

17

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

d. Geomorfología

La orografía del municipio está determinada por las ramificaciones de laSierra Madre Occidental, tiene como litoral la vertiente del OcéanoPacífico. En la región nororiental se localiza la Sierra de las Calaveras,que se extiende en dirección este-oeste registrando elevaciones de 100 a2000 metros sobre el nivel del mar, naciendo en su vertiente sur occidentalen el arrollo Plomosas. En el extremo sur oriental se encuentra la SierraCorral de Piedra con ramificaciones al noroeste, con alturas que van de100 hasta 1700 metros.

En la parte suroccidental se encuentra la Sierra de las Minitas, ensentido suroeste a lo largo del lindero municipal con Escuinapa con unaaltitud que fluctúa entre los 50 y 900 metros sobre en nivel del mar. En laladera suroriental nace el río Matatán. En el extremo noroccidental seencuentran las sierras del Perihuete y la de Matadero, extendiéndose endirección noroeste, manifestando elevaciones comprendidas entre los 50y 900 metros sobre el nivel del mar.

e. Hidrografía

Sobre el accidente orográfico de la sierra del Espinazo del Diablo, seforman el río Pánuco, la Cañita, el Arco, Potrerillos, Chele, Arrayanes yCacalotán desembocando en el río Baluarte en las proximidades del pobladodel Aguacate. El segundo se interna al suroeste del municipioencontrándose en sus márgenes Ojo de Agua, Matatán, Copales, Aguacate,El Rosario, San Rafael, Pozole, Apoderado, San Pedro, Chametla, AguaVerde y Jarrillo, recorriendo un total de 130 km. por la región paradesembocar en el Océano Pacifico sobre el flanco occidental del municipio.

Tiene una cuenca de 4700 km², con escurrimiento medio anual deun 1519 millones de metros cúbicos con un máximo de 3046 millones y unmínimo de 675 millones de metros cúbicos, por lo que se considera a éstecomo uno de los ríos más caudalosos del estado.

El río Matatán topa con los poblados del Tecomate, La Estancia,Buenavista, Barbecho y Jalpa, para desembocar a la altura del pobladode Matatán, sobre el río Baluarte. Sobre la estribación de la Sierra de lasCalaveras nace el arrollo de Plomosas, que escurre en dirección oeste y

18

El Rosario

toca al poblado de Plomosas antes de desembocar en el Baluarte. Losarroyos de la Estancia, Tecomate y Jalpa se deslizan en dirección oestesobre el río Matatán, y el arrollo de Matatán que nace en la Sierra de lasMinitas, desemboca sobre el río Baluarte.

El arroyo de Potrerillos nace en la vertiente suroccidental yoccidental de la sierra del Perihuete, en las márgenes de los poblados dePotrerillos y Nieblas. Su desembocadura se registra en el río Baluarte, enlas proximidades de Aguaverde.

El arroyo de la Plancha se orienta en dirección suroeste dentro delmunicipio, lo que permite verter sus aguas sobre el rico sistema lagunarioHuisache-Caimanero.

19

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO II

Toponimia y Escudo

Rosario es un vocablo cuyos orígenes se encuentran en la lengua castellanay que se refiere a una serie de cuentas engarzadas con el propósito religiosode elevar con cada cuenta una oración al creador y a la virgen María, detal manera que la iglesia católica encuentra una advocación de NuestraSra. del Rosario, advocación en cuyas manos sostiene dicho rosario, siendoel primer domingo de octubre la fiesta instituida por el Papa Gregorio XIIIpara la confraternidad del Rosario, y hecha de universal observancia, trasla victoria de Carlos VI y don Juan de Austria, sobre los turcos en Lepanto,en gratitud a la virgen del Rosario.

EscudoLa cruz que cuelga de unascuentas y el metal fundidorepresentan la leyenda deldescubrimiento realizado porBonifacio Rojas; en cuanto ala ruptura del rosario hacereferencia a lo mismo.

La flama, el grillete y lagota de sangre, son unrecordatorio a la batalla querealizó en el real José MaríaGonzáles de Hermosillo, endiciembre de 1810 y vencer alas tropas realistas del coronelVillaescusa.

20

El Rosario

21

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO III

Perfil sociodemográfico

a. Grupos étnicos

En la actualidad El Rosario representa el mestizaje por la unión de gruposétnicos como el mayo, tepehuano, huichol y cora, los cuales podemosencontrar en la parte alta o sierra del municipio. Como es natural a muchosde estos grupos étnicos conservan costumbres, tradiciones, lenguas propiasde sus ancestros, entre los que podíamos señalar a totorames, xiximes, yacaxes.

En la época prehispánica y primeros años de la conquista, lostotorames fueron una nación indígena que se extendía desde las costasde Jalisco hasta la desembocadura del río Piaxtla, por lo que ocuparonparte del territorio del actual municipio de El Rosario. Mientras que en laparte serrana próxima a Durango, se encontraban xiximes, acaxes,tepehuanos y coras.

En la actualidad en las comunidades de Matatán, Chele, SantaMaría, y otras que colindan con el estado de Durango podemos encontrarlo más significativo de estos pueblos que entre sus dialectos tienepreponderancia el tepehuano. De manera oficial están registrados un pocomás de 100 indígenas que aún se comunican en su lengua o dialecto.

b. Dinámica demográfica

Por su distribución en la población de las comunidades, el municipio de ElRosario puede ser considerado como un municipio eminentemente rural.

22

El Rosario

Pueden considerarse el 59.26 % de la población concentrada en la zonarural en 214 comunidades con una población menor a los 2500 habitantes.Quedando como poblaciones urbanas y sus respectivas características lacabecera municipal y la sindicatura de Agua Verde de mayoresproporciones.

c. Evolución demográfica

El crecimiento demográfico de El Rosario se ha visto con épocas de lentaevolución y tasas de crecimiento, también bajas, debido a las condicionesque imperan por cuestiones de nivel socioeconómico, circunstancia queobliga a la población económicamente activa a emigrar; cuyo procesomigratorio se da hacia los principales centros económicos y de desarrollocomo Mazatlán, Culiacán, las regiones fronterizas, y de manera muymarcada a los Estados Unidos.

Hacia los años 80 el municipio de El Rosario contaba con unapoblación de 44 mil 740 habitantes que podríamos decir representaba el2.42% de la población total. Pero, de 1990 a 1995, el crecimiento en lapoblación del municipio tiene un ligerísimo incremento al subir de 47 mil416 habitantes en 1990 a 49 mil 240 habitantes en 1995.

A partir de la década que inicia con el año 2000 se ve una involuciónpoblacional, ya que registra una disminución de 1306 habitantes menos encomparación a la cifra poblacional de 1995. Incluso del 2005 a la fecha seha podido registrar un descenso todavía gradual de las anteriores cifras.

La tasa de crecimiento anual que hasta el año de 1960 era del2.5% anual, vemos cómo a partir del 2000 ésta descendió al 0.1 %.

Este descenso también se ha registrado en las principalessindicaturas y comisarías en las pequeñas poblaciones serranas y en lacabecera municipal.

A pesar de estos datos un tanto negativos se ha visto que los gruposde edad más representativos están entre los 25 y 44 años con una poblaciónde aproximadamente 15 mil individuos que reclaman un espacio dentrode la estructura económica.

A este grupo le siguen aquellos que se encuentran entre los 10 y 20años de edad con 11 mil 26 y 9 mil 474 respectivamente en todo elmunicipio.

23

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

d. Natalidad, nupcialidad y mortalidad

Nacimientos

La tasa de nacimientos se mantuvo prácticamente estancada del año2001 al año 2005. En 2001 se registraron 1215 nacimientos, en el 2005 lacifra fue de 1216 nacimientos y entre el año 2006 y 2007 se registraronun total de 1050 nacimientos de los cuales 557 fueron varones y 493mujeres.

Matrimonios y divorcios

En cuanto a las cifras de nupcialidad podemos señalar que en el municipiode El Rosario se ha reducido el matrimonio formal y han aumentado losdivorcios, entre el año 2006 y 2007 se registraron 1185 matrimonios y 223divorcios.

Defunciones

El registro que se ha dado en defunciones ha disminuido si se consideraque en el año 2001 fallecieron 254 personas, en el 2005 fueron 240 y enlos años del 2006 y 2007 hubo un ligero aumento ya que la cifra de 262 asílo señala, habiendo una mayor incidencia en hombres que en mujeres.

24

El Rosario

25

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO IV

Reseña histórica del municipio libre y su desarrollo en El Rosario

a. Origen del municipio

La organización municipal tiene su origen, al igual que la civilizaciónoccidental, en la antigua Grecia. La sociedad griega, al pasar de las tiraníasy monarquías, fundaron su gobierno en la igualad, autonomía y libertad delas llamadas “polis” o ciudades-estado. Atenas alcanzaría la mayor gloriaentre todas y en donde tiene su más puro y verdadero origen el municipio,tan admirado y comentado por sus más insignes varones; Platón,Aristóteles, Solón y aplaudido por los grandes magistrados de Roma.

El poder que alcanzaron estas ciudades-estado se debió a suorganización municipal, pues tanto el pueblo como los grandes teníanderechos de igualdad y aspiraban al engrandecimiento moral y materialde sus ciudades, circunstancias que sólo fueron posibles por el régimenmunicipal que custodiaba la independencia administrativa e igualdad dederechos. Por esto, Grecia, cuna de la democracia, es la fuente inalterabley perfecta de donde emanó el municipio.

Roma, que hizo de Grecia su madre, bebió de ella además de lasartes, la democracia y con ésta su modelo principal; desarrolló a lo largode sus conquistas y de las luchas que se dieron en el foro entre los patriciosy los plebeyos, el ayuntamiento y dos formas de régimen municipal quelas legiones plantaron a lo largo y ancho del imperio. Por un lado, seencontraba la Municipia Federata, con autonomía de poder y el privilegiode la ciudadanía romana concedida a sus integrantes. Por otro, laMunicipia Caritas, la cual el imperio respetaba su autonomía de poder,pero que no gozaba del privilegio de la ciudadanía romana.

26

El Rosario

Las figuras legales que representaban el municipio romano eranlos decenviros que estaban investidos con las facultades de juez legislador.Así mismo, estaban los defensores civitatis, que eran los que debíanpreservar los derechos fiscales del municipio y de sus miembros.

La figura que ha prevalecido a través de los siglos y que surgió dela organización del municipio romano, es el edil, cuya funcion consistía,signo prominente del espiritu romano, en preservar a toda costa la moralromana, que como recordaremos, fue precisamente la moral estoica loque llevó a aquella pequeña ciudad del Lacio a sujetar bajo su planta losimperios de la antigüedad.

El edil, antefigura del actual regidor, también debía preservar lahigiene y la salud del pueblo.

En el año 214 de nuestra era, el emperador Caracalla, de la familiade los Severos, por edicto imperial convirtió a todos los integrantes delimperio en ciudadanos romanos, figura capital que gozaba de todas lasprerrogativas del municipio romano.

Una de las conquistas más antiguas realizadas por Roma,glorificadas y cantadas por poetas y filósofos, fue la sujeción de Hispania,lograda por el legendario Escipión el Africano donde Roma implantó elregimen municipal en la Península Ibérica, que al paso de cuatro siglos,las provincias españolas desarrollarían como ninguna otra el espíritu únicoromano.

Las conquistas visigoda y musulmana imprimieron al viejo modelomunicipal romano-español, una serie de adiciones que llevaron a la creaciónde la alcaldía y los consejos, desafortunadamente los privilegios de losmunicipios castellanos fueron atacados por la nobleza feudal, brillandocomo defensores del municipio, Alfonso VII de Castilla; Jaime elConquistador, rey de Aragón y Cataluña, quienes defendieron los fuerosde las ciudades, pero aquel que fue considerado el mayor monarca de laEspaña medieval, don Alfonso X el sabio, inició la disminución del poderde las ciudades, por el edicto de la siete partidas.

La Guerra de las comunidades y la supresión del municipiocastellano

El antecedente de la rebelión comunal en Castilla no se circunscribe alreinado de Carlos I, pues es sabido que los abuelos de Carlos, Isabel y

27

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Fernando, trataron a toda costa en los reinos de Castilla y de Aragón, desuprimir o bien de disminuir la autonomía de las ciudades en beneficio delpoder real; al morir éstos, nombraron heredero de ambos tronos a Carlos,conocido como Carlos V de Alemania.

La tragedia castellana se dio por la ignorancia del joven monarcade las cosas españolas, pues fue criado como heredero de su padre Felipeel Hermoso en la corte de los Países Bajos.

Al llegar a España, el joven Carlos era visto como un extranjero,aunque acatado como monarca legítimo, venía acompañado de unnumeroso séquito de flamencos, como su tutor, Guillermo de Croix, quieninmediatamente fue nombrado ministro de hacienda de Castilla, su otrotutor, Adriano de Utrecht, futuro Papa Adriano VI, a quien hizo obispo deTortosa; Le Sauvage, otro favorito flamenco, quien se enriqueció de manerafabulosa, vendiendo las primeras dignidades del reino al mejor postor,pero lo que vino a colmar la indignación del pueblo español, fue elnombramiento que hizo de Arzobispo de Toledo en un joven flamenco de16 años, Guillermo de Croix.

Las vejaciones que sufrieron la nobleza y el pueblo españolescausadas por petulantes extranjeros, quienes motivaron al rey a disminuirel poder de los municipios, situación que llevó a las 15 principales ciudadesde España, a reunirse en Ávila, y declarar la rebelión contra el monarca,defendiendo de esta manera la ya precaria autonomía de los municipios yciudades, a esta rebelión se le conoció con el nombre de “Guerra de lascomunidades”, fueron sus caudillos don Juan de Padilla, procurador deToledo, y el 31 de octubre de 1521 se decidió la defensa de los fuerosmunicipales, contra el poder centralista del rey.

Toledo, cabeza y punta de lanza de estas libertades, sufrió losembates del joven emperador; el castillo toledano de San Servando fue elúltimo bastión del municipio castellano y alcázar de doña María de Pacheco,heroína de la libertad castellana.

Desafortunadamente, los ejércitos de las comunas, confiando ladirección de la batalla al marqués de Mondejar o Villena quien viendo losestandartes imperiales en la planicie de Villamar y a lo lejos la figura delemperador, abandonó a los comuneros, pasando sus banderas alemperador.

Con la defección de este militar, la causa municipal se sepultó enlos campos de Villamar.

28

El Rosario

La voluntariosa autoridad real sólo se satisfizo al ver humilladas alas tres ciudades que contradijeron su voluntad; la primera de ellas fueToledo, le siguió Segovia y finalmente Salamanca, haciendo decapitar enla plaza mayor de Valladolid los tres idealistas de la libertad municipal, asaber; Juan de Padilla, Juan Bravo y Pedro Maldonado.

Hernán Cortés, al llegar a las costas en donde actualmente estáVeracruz, con el afán de legitimar su conquista y su título de capitángeneral decidió fundar el ayuntamiento de la Villa Rica de la Vera Cruz, el22 de abril de 1519, asentando el primer cuerpo municipal de la NuevaEspaña. El segundo ayuntamiento lo estableció en Coyoacán en 1521 y lotrasladó a la ciudad de México en 1524.

Los ayuntamientos se arreglaron conforme a las ordenanzas deFelipe II y reformadas posteriormente por las ordenanzas de Carlos III.El ayuntamiento que gozó de mayor esplendor fue el de la capital virreinal,pues estaba constituido por un alcalde mayor, un mayordomo, dos alcaldesordinarios y ocho regidores. El título de regidor en la época virreinal,denotaba prestigio y buen tono, premiando muchas veces el rey a losvecinos más distinguidos de las ciudades, con el título de regidor perpetuo.

En el caso particular de Sinaloa y muy especialmente en El Rosario,en donde no existieron cabildos a la manera de las ciudades, sin embargo,las villas de San Miguel de Culiacán y San Sebastián, tuvieron un cuerpode regidores, como muestra la que dispuso Nuño Beltrán de Guzmán, el29 de septiembre de 1531, por la que designó a Diego Hernández deProaño, alcalde mayor de la villa de San Miguel de Culiacán y suayuntamiento, constituido por los regidores; Juan de la Bastida, Diego deGuzmán, Cristóbal de Tapia, Juan de Almesto, Pedro de Bobadilla y Diegode Rojas.

Desarrollo del los hechos que forman la historia del municipio

“La historia -según la frase de Cicerón- es el mejor testigo de los tiempospasados, maestra de la vida y mensajera de la antigüedad”

La poderosa mano de la Iglesia de la Nueva España, que concarácter patriarcal se consagró guardiana de la edad de oro del Méxicovirreinal, era de intrigas, de munificencias, de solemnidad y del esplendorde las formas reverenciales, época en la que esta Iglesia e institución fue

29

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

testigo y a la par juez en el nacimiento del Real de Minas de NuestraSeñora del Rosario.

Como hubo de verificarse el 23 de marzo de 1656, en que quedópor primera vez asentado en los anales y archivos de la iglesia catedraldel reino de la Nueva Vizcaya (Durango) la existencia de nuestro rosario,pues aquel día, estando en la sala capitular y ayuntamiento de la iglesiacatedral de Durango, cabeza del reino, los venerables señores Deán ycabildo eclesiástico en sede vacante, pues la mitra episcopal no teníatitular, ya que su señoría ilustrísima Gálvez había muerto y en presenciadel señor inquisidor y fiscal del santo oficio, Lic. don Francisco de Rojasy Ayora, principal autoridad y arcediano de la catedral, y del doctor donFrancisco Saiz de Espinosa Chantre, fue presentado y leído un pliego quecon el carácter de urgente procedía de la antigua provincia de NuestraSeñora de Guadalupe de Chametla. Pues, así consta que era llamada laprovincia de Chametla en la documentación de la Real Audiencia deGuadalajara desde mediados del siglo XVI.

Pliego en el que el padre fray Francisco de Torres, monje agustinoy vecino de Chametla, informaba al inquisidor y al doctor, del litigio ypleito que había surgido entre el licenciado don Pascual de Villela, curapor su majestad de la provincia de Chametla y el padre fray Diego de losSantos, monje de la observancia de San Juan de Dios y cura beneficiadopor su majestad de la provincia de Maloya, alegando uno y otro,pertenecerles el nuevo descubrimiento de Nuestra Señora del Rosario,que así era designado a escasos meses de su descubrimiento y fundaciónel real minas.

En la controversia, que quedaba sujeta a la decisión del señor fiscaly del doctor Saiz de Espinosa, el beneficiado de Chametla esgrimía comoprincipal argumento a su favor el crecido número de vecinos con que seestaba poblando la vieja provincia de Chametla, merced al nuevodescubrimiento de plata, que como dato de reveladora circunstanciahistórica, ya era llamado de nuestra señora del Rosario, signo inequívocode esa perenne y particular devoción del pueblo hacia la Virgen del Rosario.

Villela hizo acompañar su solicitud de un memorial en el que“numerosos vecinos españoles” suplicaban a su señoría, de que el nuevodescubrimiento quedase sujeto al gobierno de la provincia de Chametla.Ante tales probanzas el fiscal inquisitorial y el cabildo eclesiástico de lacatedral, aprobaron plenariamente, que el nuevo descubrimiento de nuestra

30

El Rosario

señora pasara a integrar el territorio y jurisdicción de la provincia deChametla, ínterin el reverendísimo doctor don Pedro de Barrientos yLomelí, que para beneplácito de Felipe IV y el trono pontificio le habíaungido con la mitra de la Nueva Vizcaya, quien se encontraba en Zacatecasy desde ahí decidiera otra cosa sobre el Rosario.

Así se acordó y firmó en la sala capitular de la iglesia catedral deDurango a 30 de marzo de 1656, ante el secretario mayor de cámara donNicolás de Hita y Osorio.

No había transcurrido todavía un mes en que el nuevodescubrimiento del Rosario había sido agregado al territorio de la provinciade Chametla, cuando su riqueza y fama fueron de nuevo objeto de litigioen el cabildo catedralicio en la capital del reino, ya que el 30 de junio1656, el licenciado y presbítero Juan Francisco de Gascue y Navarro,solicitó el título de cura por su majestad y juez eclesiástico del nuevodescubrimiento del Rosario, además de que en ese momento se encontrabavacante el dilatado y rico beneficio cural de la provincia de Maloya pormuerte del bachiller en sagrados cánones don Antonio Rubio Félix, curaque fue de Maloya.

Llama la atención que desde sus primeros días los títulos que ibanunidos al nombre del Rosario eran de poderosa atracción, síntoma de sufama entre los principales personajes del reino, pues el licenciado deGascue y Navarro perteneció a una familia cuyos hechos le hicieronnotables en la capital, Guadiana, ya que sus padres fueron los donantesdel palacio episcopal de Durango.

Ante la petición del señor Gascue el Arcediano y la sala capitular,otorgaron su voto para que el beneficio cural de la provincia de Chametla,que “había aumentado y dilatado por haber crecido el número de vecinoscon el nuevo descubrimiento del “Rosario” para así nombrarse dos curasque administraran alternativamente un mes la provincia de Chametla yotro, el nuevo descubrimiento del Rosario.

Sobre el segundo punto, el antiguo fiscal de la inquisición de México,ahora arcediano y dignidad de la catedral de Durango, licenciado donFrancisco de Rojas y Ayora, ordenó que aquel que tuviere bajo su tutela yjurisdicción del nuevo descubrimiento de Nuestra Señora del Rosario,tendría expresa gobernación de la provincia de Maloya por su cercanía,argumento, al real, por que el gobierno de ambos beneficios quedarían enmanos tanto del licenciado Pascual de Villela como de Juan de Gasque yNavarro.

31

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Sin embargo, la segunda dignidad de la sala capitular, el doctor y chantreFrancisco Sáiz de Espinosa, contradijo la decisión de la primera dignidad,por considerar el notable perjuicio que acarrearía a la provincia deChametla, por lo que la decisión final, aunque dividida entre ambasdignidades, se ratificó la unión de la antigua y sufrida provincia de Chametla,con el nuevo y prometedor Real de Minas de Nuestra Señora de el Rosario,ordenándose así por un tercer voto, el del canónigo don Pedro RamírezJofre, dignidad capitular, ratificando la decisión del chantre Espinosa,quedando asentado por auto en los meses de marzo y junio de 1656,en ellibro segundo capitular del cabildo sede vacante de la Santa Iglesia Catedralde Durango, reino de la Nueva Vizcaya.

Este documento, legado elocuente y esclarecedor de nuestrahistoria, no es sólo el preludio histórico de nuestro real de minas, queconfirma con nítidas luces, aquel mítico y legendario 3 de agosto de 1655,que ante los incrédulos y pedantes ha sido piedra de escándalo, sino queplasma, como pintura histórica, aquel rosario de cuentas que funda piadosonuestro noble y antiguo mineral.

b. Origen del ayuntamiento de El Rosario

El Real de Minas de Nuestra Señora del Rosario recibió su estatuto jurídicohasta el año de 1660 en que el real y supremo Consejo de Indias, en susdeliberaciones, concluyó concederle el estatuto y privilegio de alcaldíamayor, y como tal, el real carecía de cabildo, por lo que el alcalde mayortuvo las facultades propias del cabildo como la de administrar justicia, losjuicios de residencia, los tributos, la verificación de los envíos de metalespreciosos al monarca, el resguardo de la moral y el buen funcionamientode caminos, e impulsar el trabajo de las minas y el comercio.

El alcalde, tal y como sucedió en el Real del Rosario, era asistidopor tres clases de diputados, a saber; los diputados de barrio, quienesveían por las necesidades y obligaciones de los vecinos, los diputados delcomercio, que velaban por el adelanto del comercio de El Rosario, comocentro de distribución de la provincia y el tercer lugar lo ocupaban losdiputados de minería, veían por el engrandecimiento del ramo, y sobretodo, de que ninguna circunstancia afectara ni a los dueños de las minasni a los operarios.

32

El Rosario

Citaremos como ejemplo de lo anterior, lo expuesto por el cuerpode minería y comercio de nuestra señora de El Rosario, el 20 de diciembrede 1734. el documento en cuestión es una solicitud que los diputados delreal elevan a los ilustrísimos señores Deán y Cabildo sede vacante de lacatedral de Durango, por la que pedían que el edicto del 12 de diciembrede 1734 fuera suspendido o reformado, pues afectaba la tranquilidad y elbuen funcionamiento del comercio y no alterar las tradiciones ya arraigadasde los mineros, ya que dicho edicto prohibía, bajo las penas que el derechoameritaba, de vender mercadería y géneros en días festivos en los que laIglesia conmemoraba a sus santos, incluyendo el de guardar el domingo.

La principal inquietud de los diputados de El Rosario era la deseñalar que después de “alzada” la misa mayor del domingo, era costumbreinmemorial que los mineros concurrieran a las negociaciones y tiendas delos mercaderes del real a pagar lo fiado o a comprar géneros, pues eldomingo era el día en que recibían sus jornales por su trabajo semanal y“como así mismo (declaraban los diputados de minería) muchos de nosotros,que necesitamos que nos ayuden ya nuestros sirvientes (operarios) quehasta el domingo no podemos ocurrir por estar toda la semana trabajandoen beneficiar la plata, que tenemos para nuestros avíos que generalmentedura hasta el sábado en la noche y el domingo, ocurrimos para que nosden a los aviadores y al mismo tiempo para que les den a los peones avíode ropa, que si no ven la plata, poca o mucha que sacamos, suelen noquererlo dar, y llevamos pedido de conceder la licencia solamente losdomingos y que los demás días de fiesta que se observe lo determinadopor su señoría ilustrísima…que la minería por su parte obedeceráciegamente, cuya súplica y pedimento que así asemos, es practicada y seobserva en todos los reales de minas de ambos reinos de Nueva Españay Nueva Galicia y lo han tenido y tienen a bien los ilustrísimos señoresobispos.

A la benignidad de sus señoría ilustrísima y de su merced nosamparamos en toda forma de derecho”.

Los diputados de minería y comercio de El Rosario firman:

Diego García Rodríguez Sebastián González de la Mata

Clemente Martínez de Bocanegra y RoblesNicolás López Portillo y Sotomayor

José santiago de Balmaceda y Revilla Francisco Núñez de Miraelrío

33

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

De la capital de la Nueva Vizcaya llegó la respuesta a la solicitud y fuedel tenor siguiente:

Durango, febrero 3 de 1735

Concedemos a la minería y vecindad de El Rosario quepueda libremente comerciar en los domingos del año, al tiempo ycon las circunstancias que expresa el auto precedente, cuyo tenor secumpla en conformidad de las ordenes y decretos de su señoríailustrísima, que no comprenden los domingos, la forma expresada,por ser así costumbre en los reales de todo el reino.

Así lo acordó, mando y firmo el señor doctor donFrancisco José Pérez de Aragón, abogado de las reales audienciasde estos reinos, canónigo doctoral de la santa iglesia catedral deesta ciudad, juez ordinario de testamentos, capellanías y obras pías,provisor y vicario general de este obispado.

Doctor Pérez de Aragón Martín de Urrutia Notario receptor

De la anterior auto y resolución, se desprende la actividadrepresentativa que con visos de popular, desempeñaba el cuerpo dediputados de nuestra señora, que nos recuerda al cabildo secular de Castilla,que estaba formado por miembros de la clase rectora.

A pesar de esta circunstancia, vemos la intención de que el buenfuncionamiento, tanto de las minas como del comercio, dependía de granmanera de que no fueran perturbadas las costumbres que tenían losmineros, pues los aviadores y mercaderes exigían dinero en efectivo alhabilitarlos de géneros y ropa, viéndose en la actividad conjunta de alcaldesy diputados, claros matices de un ayuntamiento en ciernes.

A partir de 1788, conforme a las ordenanzas de Carlos III y a lasupresión de las alcaldías mayores, el alcalde mayor de nuestra señora deEl Rosario, es convertido en subdelegado de las cuatro causas, que erana saber: de justicia, policía, real hacienda y guerra, subordinado al intendentegobernador con sede en Arizpe.

34

El Rosario

Aquí hay una clara diferencia de subordinación, pues mientras elsubdelegado dependía del intendente, el antiguo acalde mayor de Rosariose sujetó de grado o contra su voluntad a los designios de tres poderesdiferentes; el virrey, la real audiencia de Guadalajara y los siempre celososde su poder y autonomía, los gobernadores del reino de la Nueva Vizcayay provincias de Chamela.

Con el cautiverio del rey Fernando VII en Bayona, escenario delgrotesco drama que vivió la familia real española por la desmedida ambiciónde Napoleón. La regencia gobernante en ausencia del monarca y losconstituyentes de Cádiz, instituyeron la monarquía constitucional de corteliberal, decidiendo que para estrechar aun más los lazos entre la metrópolisy los reinos de ultramar, ordenaron la formación de los ayuntamientos,quedando asentado, que en octubre de 1814, se instaló el primerayuntamiento de El Rosario, conforme a lo dispuesto por la constituciónpolítica de la monarquía constitucional.

c. El ayuntamiento de El Rosario y la jura del Plan de Iguala

De cómo el ayuntamiento participó como cuerpo de elección popular, demanera fundamental y destacada en la jura de nuestra independencia.A continuación se hace una trascripción íntegra de este hecho importante:Don Pedro Cañedo, alcalde constitucional de primera elección, subdelegadode Hacienda Pública y juez de partido interino del Real del Rosario y sudistrito en la provincia de Sonora.

“Certifico en la más legal forma que se requiere en derecho: Queel día 16 de julio último, regresando en la prospección de la SantísimaVirgen del Rosario, al salir para la plaza, oí una descarga de la tropa queallí estaba congregada, sin percibir voz alguna por razón de ir cantando laletanía, por la música y los repiques, creyendo sólo que en ocasión dehacer sus ejercicios militares en los días anteriores, le hacían honores a lamadre de Dios, pero concluido el acto católico en el templo y retirado lasacristía, con el reverendo cura fría Agustín José Chirlin, vi que lo estabanesperando el capitán Francisco de la Viña y el teniente don Joaquín Norisde los Ríos Morales, quienes en mi presencia le dieron recado de partedel comandante don Fermín de Tarbe avisándole que con los oficiales, latropa existente en el lugar, y paisanos que se habían congregado, acababa

35

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

de jurar la independencia del reino, bajo los planes del señor Iturbide, yque en virtud esperaba que en su parroquia se cantara el Te Deum y sesoltara un repique al que correspondería la artillería y descargas de lastropa.

Oído por el expresado párroco, concitó que nada podía hacer, hastaver el acuerdo entre el ilustre ayuntamiento, empleados, vecinos principalesy el resto del pueblo.

Así mismo certifico que inmediatamente paso dicho cura en uniónmía, por solicitud del expresado comandante, y encontrándolo en la plazale hizo ver la falta de no haber acordado con las autoridades y que paraimpedir que el orden público padeciere alguna alteración, y todo quedaseasegurado, pasaran los oficios correspondientes, en que quedaron acuerdo,instándome a mí para que en el momento juntase al ayuntamiento concitación de todos los empleados, ofreciéndome dicho párroco concurrir aél.

Así mismo certifico que habiéndose congregado los regidores yempleados en la sala consistorial, en ella recibió el ayuntamiento yempleados los oficios del comandante acordados con el reverendo padrecura, y éste hizo ver la necesidad del juramento explicando la cantidad delos tres puntos que abraza: guardar la religión, reconocer por emperadoral señor don Fernando VII o alguno de su familia y guardar la unión conlos europeos españoles; de manera que preguntado a un regidor españolsi el señor cura juraba, al momento procedió dicho párroco por sí y antetodos, a hacerlo en la forma legal y acostumbrada, con cuyo echo, acontinuación procedimos todos hacerlo en sus manos.

Así mismo certifico que concluido este acto y tratándose de disolveresta junta, expuso el reverendo padre cura, que sin separarse los individuos,se contestase al comandante su aviso de oficio, participándole que elcuerpo de regidores en unión de los empleados, acaban de hacer eljuramento y que sin disolverse el ayuntamiento, se esperaba su persona ylas de los oficiales, para pasar todos a la parroquia a dar gracias a Dios, yhabiéndose así verificado, salimos de la sala consistorial formando cuerpocon un gran golpe de música militar hasta la expresada parroquia que yatenía el reverendo señor cura iluminada majestuosamente, en donde seentonó el Te Deum acompañado de la música militar y parroquial,concluyendo el acto con el mayor decoro, siendo inmenso el concuerdode la iglesia, el que llenaba al mismo tiempo toda la plaza mayor, donde

36

El Rosario

con esto con un golpe de consuelo en sus opiniones, y un freno a los quepudieran apetecer el desorden y desunión y en obsequio de sus depravadaintenciones, como se temía por el precipitado celo del comandante, quesin malicia alguna, procedió sin violencia y sin acuerdo de las autoridades.

Así mismo certifico que dispuesto el juramento público, se dispusopor el relacionado párroco, la más clásica función en la iglesia, conasistencia del ayuntamiento, que abrió masas para los empleados y vecinosprincipales, presididos por el comandante don Fermín De Tarbe a quienpor votación general se había constituido jefe político, por ser la primerapoblación de la provincia, que voluntariamente había abrazado el sistemaínterin, se resolvía en la capital, con asistencia también de todo el cuerpode oficiales y habiéndose comenzado la misa de gracias, y pasado elevangelio, pronunció dicho reverendo padre, un discurso en que explicópara consuelo y seguridad del juramento de sus feligreses, los tres puntosque abraza sobre la guarda de la religión, reconocimiento como emperadordel reino al señor don Fernando VII y la unión entre europeos y americanos;tomando por tema “El benedictus Qui venit in nomine Domoii” haciendover al mismo tiempo el estado tan infeliz en que ya estaba la religión, lapersecución de las cortes españolas a las religiones y el desafuero de loseclesiásticos, esperándose en lo de adelante su mayor ruina.

Manifestando lo que Dios protegía las intenciones del señor Iturbidepara salvar al reino de la esclavitud y mantener ilesa nuestra sagradareligión, sostenida en la América por María Santísima de Guadalupe,exhortando por último a todos, que reconocidos a nuestro libertador,pidiésemos a Dios lo favoreciere en todo y lo llenara de bendiciones. Asímismo certifico que concluido este discurso y estando en el presidiumuna mesa adornada de damasco con un crucifijo entre dos luces y el librode los evangelios, se dirigió dicho párroco al cuerpo del ayuntamientopara reproducir el público juramento y habiéndose comenzado por elcomandante, a continuación subimos todos (el alcalde constitucional y elcuerpo de regidores) y después la oficialidad, otorgándolo en manos delreverendo cura, bajo la forma siguiente:

¿Juráis la independencia del reino bajo los planes del señor Iturbide?

¿Juráis guardar la religión católica, apostólica y romana como única,verdadera y que profesamos en el bautismo?

37

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

¿Juráis reconocer como emperador del reino Mexicano al señordon Fernando VII o en su defecto, cualesquiera de los señores infantes yfamilia por el orden de la naturaleza?

¿Juráis guardar unión verdadera entre españoles europeos yespañoles americanos?

Continuación se dirigió al pueblo (el cura) interrogándolo bajo laexpresada forma y todos llenos de gozo respondieron consecuentes”.

d. El municipio libre y su evolución histórica en El Rosario

El municipio libre surgió como tal tras la reforma que se hizo al artículo109 de la constitución federal de los Estados Unidos Mexicanos el 5 defebrero de 1917, por la iniciativa del caudillo constitucionalista y jefe delejecutivo don Venustiano Carranza con el propósito de darle autonomía eindependencia económica a las viejas formas de gobierno distritales oprefecturas, herencia del siglo XIX y principios del siglo XX.

Las discusiones y debates a esta iniciativa dieron por resultado untexto que a la letra dice:

“Los municipios administraran libremente su hacienda, recaudarantodos los impuestos y contribuirán a los gastos públicos del estado queseñalan las lesgilauras de los estados y que, en todo caso serán lassuficientes para atender a sus necesidades”.

Esta segunda fracción que se añadió es el que da origen al artículo115 de la constitución de 1917 y que asienta la base del municipio libredesde hace más de 97 años.

Ante esta situación, se hace necesario e indispensable el estudiode la labor edil para tener la justa medida de los beneficios democráticosque iniciaron por iniciativa Carrancista en 1917, pasando del trabajo de laépoca porfirista, maderista y culminando en los años posteriores alconstitucionalismo.

Año de 1903. Época porfirista.Sesión ordinaria del día 6 de abril de 1903

Expediente No. 7

38

El Rosario

Asunto 1.- El ciudadano prefecto participa, que el director políticode Cacalotán, nombró interinamente director de la escuela de aquellugar al señor Juan Flores.

Asunto 2.- El prefecto acompaña el plano y titulo de los ejidos libresde esta ciudad.

Asunto 3.- El ciudadano prefecto participa que el gobierno del estadonombró al señor Martiniano Osuna, director de la escuela deChametla.

Asunto 4.- El ciudadano prefecto participa haber nombrado ayudantede la escuela de Chametla a la señorita Rosario Mercado.

Asunto 5.- El ciudadano prefecto acompaña un recibo de diez pesosdel director de la escuela de Escuinapa.

Asunto 6.- El señor José G. Zamudio avisa haber tomadointerinamente la directoria de Escuinapa.

Asunto 7.- El señor Francisco Salido Rodríguez manifiesta habersehecho cargo de la alcaldía segunda de esta Ciudad.

Asunto 8.- Don Antonio de la Peña pide el libre tráfico del caminoantiguo (antiguo camino real de Tepic a Álamos)

Asunto 9.- El tesorero pide que se le pague la cantidad que lecorresponde por las multas impuestas de animales vagos del año de1896 a 1901.

Sobre el primer asunto se dirige al ciudadano presidente municipal.

Presente.-

Tengo el honor de participar a usted, que con esta fecha, se haencargado interinamente de la dirección de la escuela de niños deeste lugar (Cacalotán) el señor Juan Flores por enfermedad del señor

39

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

José Fermin Raigoza, explicando a usted se sirva comunicarlo a latesorería municipal para que ordene a la colectaría se le pague elsueldo al empleado expresado.

Y lo inserto a usted para conocimiento de la honorablecorporación que dignamente preside y a efecto que se sirva librarorden a la tesorería municipal para que le pague sus sueldos alnuevo director, tal como lo ordena el artículo número 43 de la ley deinstrucción pública vigente.

Rosario, marzo 23 de 1903

El prefecto Jesús Astengo.De enterado de aviso a la tesorería.

El presidente Jesús Ramírez, secretario Marco Jarero

El año de 1903 es muy importante pues lo municipios sólo existían denombre ya que los ayuntamientos eran controlados por los gobernadoresy los jefes políticos; con los presidentes municipales, carentes de todaautoridad, subordinados a los prefectos políticos, por haber promulgadodon Porfirio Díaz una ley, en la que se reafirmaba el poder y autoridad delprefecto y los servicios provenientes del municipio se sujetaban aun másal gobernador del estado. Por lo que se sugieren dos artículos; el artículo60, que declara que los prefectos serán la primera autoridad local, y elartículo 61, que expresa que los mismos prefectos serán lo jefes de losservicios municipales, pero que estarán subornidados esos servicios algobernador del estado.

En el primer asunto se hace patente cómo el presidente municipalconfirma la orden del prefecto en el nombramiento interino de la escuelade Cacalotán confirmándose lo ordenado en los artículos 60 y 61, por otrolado vemos que quienes detentan el poder político son los miembros de lavieja aristocracia porfirista rosarense. Destacando el prefecto don JesúsAstengo, quien estaba enlazado con una de las familias más ricas y antiguasdel mineral; los López Portillo Fletes, pues fue su mujer doña ÁngelaLópez Portillo Fletes, gran latifundista, don Ignacio Gadea Fletes, quien atitulo vitalicio se desempañaba como director político de Cacalotán, quehabía recibido como premio por sus esfuerzos militares en la guerra de

40

El Rosario

intervención francesa de manos del presidente Benito Juárez y que eramiembro notable de la oligarquía rosarense. Esta situación nos muestraque tales funcionarios eran surgidos de las familias terratenientes del lugary que como sabemos fue el motivo lo que dio origen a la revolución de1910.

Sobre el segundo asunto declara el prefecto:

Al ciudadano presidente del honorable ayuntamiento.Presente.-

Como resultado de la autorización que me concedió la honorablecorporación que usted dignamente preside para adquirir por sucuenta de la compañía “Luís Martínez de Castro y compañía”, losterrenos que tuviera libre esta ciudad por ejidos, le acompaño austed un plano y el título de dichos ejidos expedidos por el gobiernofederal a favor de don Luís Martínez de Castro, en virtud de habersenegado a extenderlo a favor de usted por las razones expuestas alanexo número 3.

A efecto de que la propiedad valla definitivamente alayuntamiento, se hace necesario que el mismo, autorice una personaen Culiacán para que allí otorgue la escritura de venta respectiva elseñor Martínez De Castro, quien actualmente vive en Culiacán.

Renuevo a usted mis distinguidas consideraciones y particularaprecio

Rosario, mayo 20 de 1903Jesús Astengo

De este segundo asunto visto por la corporación municipal vemosconfirmada la concentración de grandes extensiones de terrenos en manosde unas cuantas familias o empresas, rasgo distintivo del porfirismo, puesel poseedor de las tierras en mención, don Luís Martínez de Castro, fue

41

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

miembro de la élite política de Culiacán durante la época de Porfirio Díaz;aunque por otro lado, el documento nos arroja un atisbo de preocupaciónsocial, pues se busca la formación de los ejidos.

Respecto al tercer asunto el prefecto comunica al ciudadano presidentemunicipal:

Presente.-

Para conocimiento de la honorable corporación que dignamentepreside, a usted que fue nombrado el señor Martiniano Osuna, porel gobierno del estado, director de la escuela municipal de niñosnúmero 5 de Chametla, habiendo tomado posesión de su empleo,con fecha del 28 del corriente.

Renuevo a usted mi distinguida consideración.

El Rosario, mayo 29 de 1903El prefecto

Jesús Astengo

A la luz de este documento se reitera la subordinación de los serviciosmunicipales, en este caso particular, en el de la educación hacia elgobernador, además de los esfuerzos realizados en la época porfirista,por las escuelas, época que se distinguió por la culturización del país yaque se realizó la apertura de un número muy amplio de escuelas ybibliotecas en toda la república.

El asunto cuarto no sólo revela la preocupación por la enseñanzade corte francés, pues es sabido que el porfiriato tomó como modelo lacultura francesa, además de mostrar que las decisiones que no erantomadas por el gobernador, eran tomadas por el prefecto, como se verificaal nombrar Jesús Astengo al ayudante de la escuela antes mencionada.

En el asunto sexto se dirige un documento a la corporación municipalque a la letra dice:

42

El Rosario

Al honorable ayuntamiento del distrito

Rosario.-

Tengo la honra de participar a esa corporación que con fechaprimero del actual, he tomado posesión interinamente de la directoríapolítica de este lugar, previas las formalidades de ley.

Lo que digo a ustedes para su conocimiento y demás fines.

Libertad y constituciónEscuinapa, 2 de abril de 1903

El D. P. J

José Zamudio

Rosario 6 de abril de 1903.De enterado el presidente Jesús Ramírez

Secretario Marcos Jarero

Escuinapa, en esta época, era directoría política de El Rosario, y comotal, dependencia de El Rosario, por lo que no es de extrañar que el directorpolítico de la era cañedista y al que interinamente se suple, pertenecieraal grupo de ricos de El Rosario, don Antonio Murúa Lizárraga, quienademás era dueño en unión de otras familias rosarenses de grandeslatifundios en los alrededores de Escuinapa, uniendo estos funcionariosintereses políticos, económicos y familiares: la hacienda del Palmito,Palmillas, las Salinas de Chametla, El Caimanero y otras.

En el asunto sexto se informa lo siguiente:

Ciudadano secretario del honorable ayuntamiento.

Presente.-

43

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Tengo la honra de participar a usted para los efectos legales,que con esta fecha me hice cargo del jugado segundo constitucionalde esta ciudad, en virtud de haber concedido licencia al propietario,el supremo tribunal de justicia del estado.

Protesto a usted la seguridad de mi respetuosa consideración.

El Rosario, mayo 26 de 1903

El alcalde segundo suplente

Francisco Salido RodríguezRosario, abril 16 de 1903 de enterado y aviso a la tesorería

El presidente Jesús P. RamírezSecretario Marcos Jarero.

El licenciado Francisco Salido Rodríguez, siendo miembro de unas de lasmás antiguas familias del mineral era un decidido porfirista y cañedista,por tal razón, le vemos desempeñar a partir de este nombramiento, comojuez del juzgado segundo constitucional de El Rosario, completando lainfluencia del grupo de poder en la esfera judicial.

En la era de Cañedo, como a lo largo de toda la era porfirista se ledio vital importancia al mejoramiento y desarrollo de las vías decomunicación para fortalecer la economía de el país y de Sinaloa, de ahíque cualquier asunto relativo a los caminos, ferrocarriles, correos, etc.;siempre se atendieran con rapidez y cuidado pasando por las manos delos ayuntamientos.

La sesión ordinaria del 6 de abril de 1903, abrió el asunto ocho enla que don Antonio la Peña dirige el siguiente escrito al ayuntamiento, elcual dice:

Antonio de la Peña, contratista de coches correos entre Tepic yÁlamos, domiciliado en el puerto de Mazatlán, ante esa honorablecorporación:

44

El Rosario

Con el debido respeto expongo, que siendo perjudicial para elrecorrido de los coches correos, el camino que actualmente se usa, yhabiendo estado anteriormente al servicio público el camino antiguoque fue cercado de orden particular.A esa honorable corporación se sirva ordenar el libre tráfico porlos puntos que anteriormente recorrían de conformidad con el artículo1119 del código de procedimiento vigente.

Es justicia que pidoMazatlán, mayo 10 de 1903

El contratista del correo

Antonio de la Peña

Al honorable ayuntamiento:

Rosario, mayo 23 de 1903, a la Comisión de Mejoras Materiales

Pero como en el acto del comisionado del ramo, señor GumaroLizárraga, dijo que estaba impedido de conocer en este asunto y propusoque se nombrara en comisión especial al regidor presidente de estacorporación, después de un ligero debate se declaró por mayoríainsubsistente el trámite; y puesta a discusión la propuesta del señorLizárraga, fue aprobada por unanimidad, habiéndose observando sobre elparticular los mismos anteriores procedimientos.

Lo firma el vicepresidenteTomas Rendón

Secretario, Marcos Jarero.

Honorables colegas:

Examiné el ocurso fecha 10 del mes actual en que el contratista decoches correos entre Tepic y Álamos, el señor Antonio de la Peña,

45

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

pide con fundamentos en el artículo 1119 del código de procedimientociviles que este ayuntamiento ordene el libre tráfico del caminoantiguo, que fue cerrado por orden particular, por ser perjudicial alos coches correos el camino que actualmente se usa.Ese ocurso no lo expresa, pero la comisión sabe que el contratista serefiere al tramo de camino que pasaba por la orilla occidental de lalaguna llamada “Bastidas” por el terreno particular de la señoraFrancisca Rojas, tramo que fue cerrado por la dueña del terreno,hace más de dos años.

Por el lapso de ese tiempo no procede la solicitud del señorAntonio de la Peña, porque así lo dispone el artículo 1140 del citadocódigo de procediditos civiles. Con fundamento de esta últimadisposición legal, pido que previa dispensa de trámites se apruebela siguiente disposición.

Única:

Con inserción de la parte expositiva de este dictamen, dígase al señorAntonio de la Peña, que no procede la solicitud que hace en suescrito con fecha 10 de la actual, porque haciendo más de un añoque está cerrado el tramo de camino, cuyo libre tráfico pide pormedio de una providencia gubernativa de este ayuntamiento, se oponea su pretensión la disposición del artículo 1140 del código deprocedimientos civiles vigente.

Rosario, marzo 28 de 1903El comisionado de dictaminar

Jesús P. Ramírez

Rosario, abril de 1903Aprobado el presidente Jesús P. Ramírez

Secretario Marcos Jarero.

46

El Rosario

El asunto nueve de la sesión, trata de algunos puntos sobre larecaudación de ingresos del distrito, que con el título de “aprovechamiento”se obtenían recursos para el pago de algunos funcionarios municipales.

El documento en cuestión señala:

Señor presidente municipal

Presente.-

Rafael Choza, tesorero municipal de este distrito ante usted,con el debido respeto expongo:

Que según consta del cargo hecho en los libros de estatesorería, a título de “aprovechamiento”, recaudé durante los añosde 1896, 1897,1898, 1899, 1900 y 1901, la cantidad de cientoochenta y cinco pesos 23 centavos producto de los animales vagos,que remate conforme a lo que dispone el artículo 92, conforme albando de policía vigente.

De esa cantidad, sólo me aboné el cuatro por ciento dehonorarios y pagué también lo que les correspondió a los encargadosde recoger esos animales; quedando a mi favor según la liquidaciónque le acompaño, 43 pesos y 3 centavos.

Por lo expuesto y por el digno conducto de usted, suplicoatentamente a la honorable corporación que usted preside, se sirvareconocerme ese crédito y disponer a que partida del presupuestodebo datar ese egreso.

Es legal lo que solicito, protestando no proceder de malicia.

Rosario, noviembre 19 de 1902Rafael A. Choza.

47

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Acuerdo.-

A la comisión de hacienda.- sala de sesiones del HonorableAyuntamiento. Rosario, noviembre 2 de 1902

El presidente Jesús P. Ramírez

Marcos Jarero, secretario.

Honorables colegas:

Las multas que se pagaron por infracción al artículo 92 del bandode policía desde el año de 1896 al de 1901, inclusive importan los185 pesos y 23 centavos a que refiere el tesorero municipal en lanota que antecede, según los asientos respectivos.

De esa cantidad se pagaron 49 pesos 50 centavos que importala retribución asignada a los aprehensores de 198 cerdos quecausaron las multas a razón de 25 centavos por cabeza y había dedistribuirse el sexto, es decir 135 pesos con 73 centavos.

De esta cantidad corresponde al tesorero una tercera partesegún el artículo 32 de bando de policía, es decir, 45 pesos con 24centavos, que no se pagó, si no que la cargó en el ingreso conocidocomo aprovechamiento.

Justo es abonable lo que legalmente le corresponde, pero nodeben ser los 45 pesos y 24 centavos de la tercera parte referida,porque a títulos de honorarios, recibió de lo recaudado por dichasmultas 5 pesos con 43 centavos, alcanza líquido al tesorero 39 pesoscon 81 centavos que debe pagarse al mismo ramo que indebidamentelos abonó.

Por lo expuesto pido que, con dispensa de trámites, se apruebenlas siguientes proposiciones:

1.-Se reconoce a favor del tesorero municipal la cantidad de 39 pesoscon 81 centavos, que por la tercera parte le asigna el artículo 92 delbando de policía, dejó de pagarse de la venta de animales vagos, desde elaño de 1896 al de 1901.

48

El Rosario

2.- Esa cantidad la pagará con cargo el ramo de aprovechamiento.

Rosario, abril 6 de 1903, el comisionado Jesús P. RamírezRosario abril 6 de 1903, aprobado

El presidenteJesús P. Ramírez

Secretario.Marcos Jarero

Visto el acuerdo anterior podemos darnos cuenta de las dificultadeseconómicas por las que tenían que atravesar los ayuntamientos, debido ala falta de libertad respecto a la economía y la recaudación de ingresos,controlados ambos por el gobierno estatal, de tal manera que elayuntamiento tenía que valerse de procedimientos un tanto primitivos yvergonzosos, como era el de valerse de la venta de cerdos vagos parapoder obtener los fondos con que cubrir los sueldos de los funcionariosmunicipales, urgía pues, una reforma al manejo de los fondos municipales,que no era otra que la libertad en el manejo de los bienes propios, impuestosy rentas que el mismo municipio recababa.

Inicios de movimiento revolucionario por la libertad del régimenmunicipal

El primero de julio de 1906 el partido liberal mexicano de los hermanosFlores Magón proclamó la supresión del jefe político. En el programaelaborado por estos hermanos se buscaba la reorganización de losmunicipios suprimidos por el régimen porfirista y robustecer con ladesapariciones del jefe político y la autonomía respecto al gobernador,fortaleciendo así el poder y autonomía municipales, pudiendo considerarsecomo el primer paso hacía el establecimiento de la libertad municipal yaque unos de los principales triunfos de la Revolución Mexicana fue laautonomía municipal y su independencia hacía la autoridad estatal.

49

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Época maderista

La ciudad de México fue el escenario en mayo de 1909 del movimientoantirreelecionista encabezado por Francisco I. Madero, ya en francaoposición al gobierno de don Porfirio Díaz, con miras a la elecciones de1910. En su paso por Sinaloa, Madero logró formar los clubesantirreelecionistas en Mazatlán, Angostura y Culiacán. Como es de todossabido, los verdaderos detentores del poder municipal, los prefectos ydirectores políticos leales al régimen, manipularon las elecciones de 1910,siendo electo presidente Porfirio Díaz y Ramón Corral como vicepresidente.

Consumado el fraude, los seguidores de Madero decidieron defendersus derechos con las armas, por lo que el 5 de octubre Madero proclamael Plan de San Luis, para dar inicio a la Revolución el 20 de noviembre deese año. En el mes de febrero de 1911 se disputan el rico distrito minerode El Rosario, don Justo Tirado, Lino Cárdenas y otros jefes maderistas,contra el teniente coronel don Luis Morelos al mando de los rurales y delejército federal, distinguiéndole este último por la ferocidad con quepersiguió en Sinaloa a los revolucionarios.

A pesar de esto el movimiento maderista- antirreeleccionista habíatriunfado en Sinaloa para mayo de 1911, resultando electo Madero parala presidencia de la república tomando posesión el 6 de noviembre de1911.

Actas de cabildo de la época maderista

En los resultados que arrojan las deliberaciones en los acuerdos ordinariosde septiembre de 1911, emanados del distrito de El Rosario, podemos ver,primero, que los funcionarios y miembros del ayuntamiento, a pesar deque algunos forman parte del viejo grupo de poder, hay apellidos ypersonajes que se enlazan fuertemente, no sólo en El Rosario sino tambiénen Mazatlán y Culiacán, al caudillo Francisco I. Madero.

De éstos, uno que brilla con notoriedad, es el de don Genaro Noris,quien tiene el cargo de tesorero municipal, y que con el tiempo abrazó elpartido de Álvaro Obregón que lo habría de premiar con la diputaciónlocal. Miguel Choza que por mucho tiempo se desempeñó en el puesto detesorero municipal en la época porfirista lo encontramos después comoprefecto político de Mazatlán.

50

El Rosario

Además de estas filiaciones, otro rasgo importante que encontramosen estos acuerdos, son los reclamos que hacen los viejos propietarioslatifundistas de El Rosario contra los cabecillas de las fuerzas maderistasque ocuparon la Plaza del Mineral, quienes quitaron el poder a lasautoridades refractarias al movimiento revolucionario, quedando ya inscritoen las actas y expedientes del Honorable Ayuntamiento la premisamaderista “sufragio efectivo no reelección”, y el nombramiento defuncionarios municipales de irreprochable filiación maderista: GenaroNoris, Ignacio Ocaña, Dámaso Cazesus y el prefecto Juan FranciscoPérez. Además de quedar expresados algunos jefes revolucionarios, entreellos Casimiro Rendón y Emiliano Rodríguez.

Aunque ya se ha dado el paso fundamental para la libertad, todavíael régimen municipal se encuentra estancado por la ya consabidadependencia y subordinación hacía el poder ejecutivo estatal, comoconstatamos del documento que Severino Conde, prefecto del distrito deMocorito, que dirige al ayuntamiento de El Rosario comunicándole quetomó posesión de la prefectura por nombramiento directo del gobernadorJuan M. Banderas, atestiguando este hecho los rescoldos antidemocráticosque aún persistían del viejo régimen. Ilustrando esta etapa municipal deEl Rosario, veremos el siguiente expediente, que nos sirve de ejemploclásico del trabajo edilicio de esta etapa de nuestra historia.

Expediente No.15Acuerdo ordinario del día 23 de septiembre de 1911

Asuntos

Asunto 1.- El tesorero municipal informa que no existe contrato algunocon la compañía “Minas del tajo”, de la luz que suministra al mercado.

Asunto 2.- El mismo: comunica que el pago de la luz de los puestos delmercado, no da el gasto de 46 pesos que importa el recibo de “Minas deltajo”.

51

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Asunto 3.- Dictamen del ciudadano regidor M. Choza relativo al cobroque debe de hacer la tesorería.

Asunto 4.- El tesorero informa a este ayuntamiento de sobre lo mismo.

Asunto 5.- No hay asunto.

Asunto 6.- El prefecto del distrito se refiere al mismo cobro.

Asunto 7.- El tesorero acompaña a la carta contestación de sus gestionesante la institución bancaria de Mazatlán.

Asunto 8.- Carta que se refiere el tesorero municipal del banco occidentalde México en Mazatlán.

Asunto 9.- El tesorero municipal manifiesta el oficio del señor UrbanoParra, donde justifica la entrega que hizo de 200 pesos al señor CasimiroRendón.

Asunto 10.- Recibo del señor Casimiro Rendón relativo a lo mismo.

Informe del tesorero municipalTesorería municipal del distrito del Rosario

Ciudadano presidente del honorable ayuntamiento

Presente.-

En contestación del atento aviso de usted, de fecha 24 de loscorrientes, hónrame manifestar a usted, referente a si existe algúncontrato de la luz que suministra al mercado de esta ciudad lacompañía “Minas del tajo”, que no existe ningún contrato, sino quela cobranza de esa luz, y el pago de su suministro lo hacen los queocupan los puestos en el mercado.

Como dije en mi anterior oficio, los puestos existentes, nocubren el importe que cobran las minas del tajo, por haber disminuidolos puestos en dicho mercado.

52

El Rosario

Reitero a usted mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio efectivo no reelecciónRosario, agosto 28 de 1911

El Tesorero MunicipalGenaro Noris

Rosario septiembre 1 de 1911

Primera lectura

El presidente municipalIgnacio Ocaña

El secretarioDámaso Cazesus.

Rosario septiembre 23 de 1911

Contéstese que se revoque el pago de la luz cuando se celebre contactorespectivo con el tajo.

E. P. MIgnacio Ocaña

SecretarioDámaso Cazesus

Por el documento anterior vemos cómo el adelanto material y técnicoque promovió la época porfirista aún persistía en El Rosario ya en plenomaderismo, pues a pesar del movimiento revolucionario en el municipiose contaba con el suministro de energía eléctrica, servicio que disfrutabatoda la ciudad.

Habrá que aclarar que el ayuntamiento, en su afán por el adelantode El Rosario, pagaba la iluminación de las calles a pesar de los reveses

53

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

y dificultades que existían para la recaudación de fondos, ocasionadospor los gastos de la revolución. También se había comprometido lacompañía minera del tajo, propiedad de la familia Bradbury Martínez asuministrar el servicio de luz a las casas a razón de tres pesos por focomensualmente a los que no trabajaban en el tajo, y a dos pesos por foco alos trabajadores del tajo.

En el documento en cuestión se habla de un hecho común a todaRevolución: la caída del comercio, pues como lo declara el tesorero GenaroNoris “por haber disminuido los puestos del mercado”, seguramentepor el temor justificado de los comerciantes ante el saqueo, pues granparte de éstos, eran europeos que en su calidad de extranjeros eran losprimeros en sufrir las consecuencias de la revolución.

En el oficio número 89, el tesorero municipal Genaro Noris dirigeal ciudadano presidente de ayuntamiento el siguiente informe.

Al ciudadano presidente del honorable ayuntamiento

Presente.

Tengo la honra de poner en el superior conocimiento de usted,y para los efectos que tengan para bien disponer esa honorablecorporación que dignamente preside, los que sigue:

En virtud de la superior disposición expedida por el supremogobierno, de fecha 31 de mayo del corriente año, participo a esailustre corporación que:

La oficina que es a mi cargo tiene hasta esta fecha canjeados,y aceptados como efectivo, en pago de las contribuciones quecorresponden, a los causantes de esta oficina municipal del distrito,las cantidades expresadas a continuación:

Canjeo del mes de junio_________________ 23 pesos 81 centavosCajeo del mes de agosto_________________1067 pesos 27 centavosCanjeo de este mes hasta la fecha___________62 pesos 27 centavos

Total___________ 1153 pesos 35 centavos

A esta suma hay que agregar la cantidad de 200 pesos.

54

El Rosario

En junto: 1353 con 35 centavos que le entrego el ex tesoreroUrbano Parra, al jefe de las fuerzas maderistas Casimiro Rendón,sin comprobante pero que ya este último debe haberle entregado alprimero.

En consecuencia como verá esa honorable corporación porlo expuesto, esa cantidad hace falta en las arcas de esta oficina ycomo el plazo fijado para hacer los reembolsos está por expirar, hede merecer a usted y a esa respetable corporación, se sirvan gestionarlos conducentes para la recuperación de esos fondos.

Reitero a usted mi atenta y distinguida consideración.Sufragio efectivo no reelección

Rosario, a 9 de septiembre de 1911

El TesoreroGenaro Noris

Del anterior informe y solicitud, se desprende una de lascaracterísticas de la Revolución, que consistía en disponer del dinero delopositor para sostener el movimiento subversivo, caso que ocupa estedocumento, pues como el mismo tesorero hace mención, al momento enque los jefes maderistas irrumpieron en el palacio de la prefectura, queera sede de los que consideraban un gobierno espurio, se creyeron con elderecho a tomar de las arcas de la tesorería aquello que considerabannecesario para el sostenimiento de la tropa.

Otro echo que llama la atención es el que sustenta como reclamantede esos fondos se un maderista a carta cabal don Genaro Noris, quecomo otros muchos idealistas que creían firmemente en los ideales deFrancisco I. Madero se contraponían contra las arbitrariedades queaprovechaban algunos jefes de la revolución.

Del seno de la familia Noris, surgieron fuertes militares de la causarevolucionaria, como el licenciado don Ignacio Noris, quien se destacócomo uno de los más importantes jurisconsultos de la era maderista enSinaloa y que llegara a convertirse durante la época constitucionalista enmagistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en jefe deldepartamento de justicia de la Secretaria de Guerra y Marina en 1915, en

55

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

diputado de la vigésimo sexta legislatura y Secretario General de Gobiernodel estado de Sinaloa.

Otro destacado fue don Joaquín Noris, quien abrazó la causaantirreeleccionista desde 1910, siendo coronel de las fuerzas del generalBenjamín Hill en el cuerpo del ejército del noroeste, además dedesempeñarse como cónsul en Viena, y como visitador general deaduanas, este último tuvo un lugar destacado al lado del general FelipeRiveros, quien nombró a don Joaquín, Secretario General de Gobiernopero no será sino hasta el reconocimiento que haga don VenustianoCarranza de la legitimidad del gobierno de Riveros, cuando Noris tomaráparte activa del gobierno.

Vemos en esta familia rosarense una profunda vocación libertaria,pues los tres hermanos, constitucionalistas de cepa, terminarán sus días,en el caso de Genaro siguiendo al presidente Álvaro Obregón quien lepremiará nombrándole diputado y posteriormente siendo uno de suscandidatos para la gobernatura de Sinaloa y don Ignacio, menos militanteterminará como funcionario en el gobierno del Distrito Federal.

A continuación se transcribe el oficio que el prefecto FranciscoPérez dirige al Honorable Ayuntamiento el 23 se septiembre de 1911

Al ciudadano presidente del honorable ayuntamiento.

Presente.-

Teniendo conocimiento esta prefectura de mi cargo, que fueaprobado por esa corporación, en la sesión ordinaria del 19 delactual, el dictamen de la comisión de hacienda, relativo al cobroque la tesorería tiene que hacer a la comisión consultiva deindemnizaciones en la capital de la república, del dinero del quedispusieron durante la pasada revolución, algunos jefes maderistas(Casimiro Rendón), y que el referido dictamen aprobado, autorizaal ciudadano tesorero municipal nombre un apoderado, a quienademás del poder correspondiente se le entregarán los comprobantespara que hagan las gestiones necesarias para conseguir el pago deesos valores.

Apoyado en la fracción tercera del artículo 60 capitulosegundo de la Ley Orgánica para la Administración Municipal

56

El Rosario

vigente, me permito hacer la siguiente observación, y es que sereconsidere por esa H. corporación, el acuerdo de referencia, sinoencuentra inconveniente para ello, en el sentido de que se consulteal ejecutivo del estado, lo que debe hacerse para intentar el cobroreferido previamente y hasta después de oír el dictamen que tenga abien emitir, proceder a efectuarlo.

Protesto a usted mi atenta consideración y respetoSufragio efectivo no reelección

Rosario, Sinaloa 23 de septiembre de 1911

El prefectoJuan Francisco Pérez

El Rosario 23 de septiembre de 1911. Se acordó de conformidad E.P. M Ignacio Ocaña.

Por lo anteriormente expuesto podemos darnos cuenta de que enla ciudad de México existió un organismo consultivo que tenía laencomienda de indemnizar los daños ocasionados por la revolución, conlo que vemos ya sea de paso el espíritu conciliador que profesó donFrancisco I. Madero, pues en cuanto se instaló en la silla presidencial,evitó a toda costa la destrucción de la propiedad privada y de evitar ladestrucción de los vencidos por parte de los caudillos revolucionarios,efecto para el cual, además de reparar los daños, no sumir al país y aSinaloa en la anarquía, enviando como su delegado al ingeniero ManuelBonilla.

Otro punto importante que podemos extraer de este documento esla ya varias veces señalada influencia del ejecutivo estatal, en los asuntossólo concernientes a la división de autoridad y jurisdicción del HonorableAyuntamiento y su cuerpo de regidores.

57

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPITULO V

Gobierno

a. Caracterización del ayuntamiento

En primer lugar y como cabeza de la administración está el presidentemunicipal; existe un síndico procurador que apoya en la tareaadministrativa, 8 regidores de mayoría relativa, que dependiendo de lacomisión que desempeñen aprobarán o no la propuestas y resolucionesdel presidente municipal, a los que se añaden 5 regidores de representaciónproporcional.

Conforme a la ley de gobierno municipal vigente en el estado deSinaloa, el ayuntamiento deberá tener las siguientes comisionespermanentes:

I. GobernaciónII. HaciendaIII. Urbanismo, Ecología y Obras PúblicasIV. Turismo y ComercioV. Industria y ArtesaníasVI. Agricultura y GanaderíaVII. Pesca y acuiculturaVIII. EducaciónIX. Salubridad y asisatenciaX. Trabajo y Prevención SocialXI. Acción social y culturalXII. Juventud y DeporteXIII. De Equidad género y familiaXIV. Rastros, Mercados y Centros de AbastosXV. De Concertación política

58

El Rosario

b. Organización y estructura de la administración pública municipal

Secretaría del H. AyuntamientoLa secretaría tiene por objetivo la organización de las políticas internasdel ayuntamiento, además de dar apoyo a la presidencia municipal en suslabores, así como en las demandas generales de audiencias.

Tesorería MunicipalEs la encargada de administrar, controlar y recaudar los fondos económicospara los gastos del ayuntamiento y de cada una de las direcciones que loconforman.

Dirección de Obras y Servicios PúblicosTiene por objeto el mantenimiento y mejoramiento de los servicios y delas obras públicas del municipio.

Dir ección de Acción Social y Participación CiudadanaPromueve, coordina y participa en toda aquellas actividades que sean enbeneficio del pueblo con el apoyo de otras instituciones.

Dirección de DeporteCoordina las actividades deportivas que se realizan en el municipio, siendoasí promotora del deporte y su difusora entre la juventud y la sociedad.

Dirección de Desarrollo EconómicoEsta dirección busca ante todo el desarrollo de la actividad económica dela entidad, fortaleciendo con su actividad la economía del municipio.

Dirección de Planeación y Desarrollo SocialTiene por objeto la promoción de proyectos encaminados al mejoramientode la vida en el municipio destacando la construcción de viviendas yescuelas dignas.

ContraloríaEste departamento tiene por objeto el que los recursos del municipio nosean mal usados y sean aplicados a sus correspondientes fines.

59

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Dirección de egresosRealiza la cobranza de todos los conceptos que dispone la ley de haciendaproporcionándole al ayuntamiento un control adecuado de sus fondos.

Dirección de comunicación socialEsta dirección tiene por objeto informar a los medios de comunicación ya la sociedad en general de todo aquello relativo a la obras y beneficiosque el presidente municipal en turno realiza y llevar un archivo visual(fotos videos, periodicos, y otros medios digitales) detallado de la labordel presidente.

Autoridades auxiliaresEl Rosario está integrado por 265 localidades que se rigen por unaagrupación política-administrativa compuesta por ocho sindicaturas queson: Chametla, Agua Verde, Potrerillos, Matatán, Cacalotán, La Rastra,El Pozole y Maloya.Los representantes de las sindicaturas, llamados síndicos, tienen lasfunciones de gobierno y administración y se les considera losrepresentantes de los intereses de las poblaciones de las cuales son sussíndicos y representantes.

Presidentes municipales

José L. Castillo (1928–1929)Pascual Ledon (1930–1931)José L. Castillo (1932–1933)José María Salazar (1934–1935)Ramón Uzeta Millán (1936–1938)Juan José Cristerna (1940–1942)Ángel Solorza González (1941)Dr. Francisco Sotomayor (1942–1943)Juan Millán (1943–1944)José Figueroa (1944–1946)Arturo García (1947)Jesús Aguilar (1948–1950)Guillermo Elizondo (1951–1953)

60

El Rosario

Gonzalo Gómez Monreal (1954 –1956 y 1969–1971)Salvador Lizárraga (1957–1959)Pablo Llama Quevedo (1960–1962)Manuel Sánchez Guerra (1963–1965)Daniel Cañedos Estolano (1968)Isaac Quintero Beltrán (1972–1974)Félix López Lizárraga (1975–1977)Francisco Javier Luna Beltrán (1978–1980)Jesús Héctor Osuna Fitch (1981–1983)Mario Pechir Rubio (1984–1986)Luis Villegas Murguía (1987–1989)Luis Octavio Crespo (1990)Moisés Valencia Arámburu (1991–1992)Roberto Rodríguez Ontiveros (1993–1995)Pedro Ibarra Angulo (1996–1998)Aron Flores Estrada (1999–2001)Teresa Osuna Crespo (2002–2004)Manuel Gilberto Duran Hernández (2005–2007)Cesar Arnoldo Ramírez Patiño (2008–2010)

61

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO VI

Actividades económicas e infraestructura social

a. Agricultura

La agricultura es la principal actividad económica del municipio debido alos empleos directos e indirectos que genera y el volumen y el valor de suproducción.

El Rosario cuenta con un total de 44 mil 633 hectáreas abiertas alcultivo, de las cuales 3052 son de riego y 41 mil 513 que representan el42.4 % de su superficie son de temporal. La agricultura de riego estáconcentrada en el valle agrícola de Agua Verde–La Guásima–Los Pozos,sobre la margen del río Baluarte, en la zona de Potrerillos–Higueras yChilillos, donde hay canales de riego y pozos artesianos para atender lademanda de agua que requiere la agricultura intensiva.

En contraparte la agricultura de temporal se concentra en la parteserrana y en las faldas de los cerros con superficies comprendidas dentrode las cuencas del río. El municipio de El Rosario esta conformado por 50ejidos y comunidades con vocación agrícola y cuenta con un padrón de4040 productores.

La agricultura es básica para la economía local porque desarrollaalrededor de 15 cultivos entre éstos el fríjol, maíz grano, sorgo grano,sorgo forrajero y escobero, elote, tomate, sandía, calabaza y chile verde.

FruticulturaEn superficie de frutales se cultiva el cocotero, ciruelo, limón, tamarindoy más recientemente el mango que por su extensa superficie de siembray producción se ha convertido en la principal fuente de ingresos junto conla producción de hortalizas.

62

El Rosario

Existen en el municipio de El Rosario unas 9000 hectáreas de mangoque cada año producen un aproximado de 110 mil toneladas con un valorestimado de 132 millones de pesos. El auge que ha cobrado la producciónde mango en el municipio, durante los últimos años, ha generado unainfraestructura agroindustrial equipada con cinco empaques con sistemahidrotérmico y capacidad para tratar unas 37 mil 500 toneladas.

También opera una planta para la extracción de paste de mangocon capacidad de molienda de 30 mil toneladas y dos deshidratadotas demango con capacidad de proceso de fruta de 1600 toneladas cada una.

Esta cadena productiva en torno al producto “mango” es la másfortalecida en el sur de Sinaloa y El Rosario, desde junio de 1994 envíaembarques de mango y derivados al mercado exterior y gran parte de susingresos se derivan de las divisas que generan los selectos mercados deEstados Unidos, Japón, Europa, Nueva Zelanda y Canadá.

HorticulturaEs la segunda más rentable en la agricultura Rosarense. En el valle agrícolaAgua Verde–La guásima y sus alrededores, se cultiva una superficieaproximada de 4000 hectáreas de chile en distintas variedades y en menorescala, el tomate.

Los niveles de rentabilidad en estos cultivos se alcanzan debido ala tecnología de uso de riego y usos de abonos y fertilizantes para obtenermayores rendimientos por hectáreas en las cosechas.

En los últimos años la inestabilidad que reporta el chile en el mercadonacional ha abierto un nuevo mercado a este producto a partir de ladeshidratación y venta en el interior del país.

Esta nueva presentación del chile ha propiciado el establecimientode seis plantas deshidratadoras en las zona agrícola del valle de AguaVerde y Los Pozos, enviando embarques de chile seco, hasta los estadosde Jalisco, Puebla, Nuevo León, D. F, y últimamente hasta Houston, Texas.

La superficie destinada a la siembra de granos, para alimentar elhato ganadero, es de alrededor de 1000 hectáreas donde se cultivan, elsorgo forrajero y sorgo de grano. El maíz y el fríjol que se cultivan en elmunicipio se comercializan en el mercado regional y en muchos casos secultivan para el autoconsumo.

El cultivo del cocotero se concentra principalmente en el valleagrícola, próximo al Caimanero. Cuando se estableció la siembra de la

63

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

palma cocotero a través de un plan presidencial, las comunidades delvalle crearon un corredor de palmeras muy amplio, pero después de losfallidos cálculos en la comercialización de la producción y la bajarentabilidad, empezó a reducirse la plantación, al grado que actualmentehay solamente unas 1200 hectáreas.

Organizaciones productivasSe cuenta con una asociación de agricultores conformada con productoresdel sector privado y social. La mayor parte de éstos pertenecen al llamadoComité Municipal Campesino, la CNC y otra parte a la Central Campesina.

b. Ganadería

Explotación del ganado vacuno

La ganadería se puede considerar como la segunda actividad económicamás importante en el municipio, y en ganado bovino, El Rosario es elsegundo en importancia en el estado, ya que concentran el 5.7% del hatobovino que tiene Sinaloa.

A nivel zona sur, El Rosario es el municipio con mayor existenciade ganado ovicaprino en el estado y dispone de 16 mil 609 hectáreas deagostadero, es decir el 7% de la superficie estatal destinada para la críade ganado.

En la zona serrana se encuentra la mayor superficie de agostaderoy por consiguiente, las condiciones de su hábitat son ideales para elcrecimiento y desarrollo a menor costo.

La explotación del ganado bovino tiene una doble tendencia. En losúltimos años la engorda de becerros en pie constituye una fuente deingresos cada vez mayor al grado que la proporción entre la producciónde ganado cárnico es mucho mayor que la productora de leche.

Sin embargo, el déficit de producción de leche que tiene el estadode Sinaloa propicia condiciones para la incursión en la tecnificación yequipamiento de establos para consolidar a El Rosario como una microcuenca lechera.

La actividad ganadera en el municipio ha logrado un despegueimportante a partir de su vinculación con la integradora ganaderasinaloense que se encarga de establecer precios estándares para lacomercialización; evitando intermediarios en los contratos de compraventa.

64

El Rosario

Esta red de comercialización llega hasta los Estados Unidos a travésde la gestión de esta integradora. La base de la economía precuaria sefundamenta en la cría de bovinos con un hato de aproximadamente 91 mil586 cabezas de ganado, le sigue la porcicultura con 10 mil 444, 7 mil 598de ganado ovicaprino y 586 mil en avicultura.

PorciculturaDe los municipios del sur del estado, El Rosario es el que tiene el nivelmás bajo en la explotación porcícola. En el contexto estatal la región surno representa una posición destacada frente a la tecnificación y produccióndel centro y norte del estado.

Explotación ovicaprinaComo unidad territorial El Rosario es el municipio que tiene mayorpoblación de ganado ovicaprino con más de 7 mil 598 cabezas y con unligero incremento en los últimos años.

AviculturaLa cría y engorda de pollos en el municipio tiene una importancia relevante,pues aun y cuando sólo hay tres grajas avícolas, la producción essignificativa si se toma en cuenta que tienen una población que asciendea los 2 millones y medio de aves.

ApiculturaEn los últimos años la apicultura ha incrementado su actividad al contarcon 1087 colmenas tecnificadas que producen entre 40 y 45 toneladas demiel en greña en todo el municipio. Además de producir miel, la apiculturaes una actividad muy importante en el ciclo biológico porque los apiariossirven como agentes polinizadores. De ahí el interés de promover estaactividad debido al efecto multiplicador que tiene en una región altamentehortofrutícola.

Organizaciones productivasSe cuenta con la Asociación Ganadera local, que tiene poco menos de 3mil ganaderos agremiados. En el sector avícola existe una extensión de laasociación estatal de avicultores.

65

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

También funciona la fundación Produce Sinaloa, que es una instituciónconstituida por productores y establecida para financiar la investigación,validación y transferencia de tecnología sustentable que dé respuesta alas necesidades y demandas de las cadenas agroindustriales.

c. Pesca

Pesca ribereñaLa actividad pesquera en el municipio de El Rosario con todo y la caídaestrepitosa que reporta el sector pesquero estuarino, sigue siendo unaimportante generadora de ingresos y empleos para El Rosario.

La pesca de extracción directa del camarón que actualmente sepractica en ese sistema lagunario del Caimanero y las Cabras le dio tiemposde bonanza muy significativos a la economía de los pueblos cercanos a lacosta porque de las marismas se extraía no solamente el mejor Camarónde estero del país, sino que el volumen de la producción alcanzaba las1500 y 2000 toneladas.

El sistema lagunario soportaba un esfuerzo pesquero razonable.Se establecía una vigilancia muy estrecha para evitar el saqueo del productoen épocas de veda. Los esteros no registraban problemas de azolvamientotan marcados, mientras que las cooperativas pesqueras operaban consaldos financieros positivos, y el camarón sinaloense tenía un precio muyaceptable en el mercado internacional.

Estas condiciones permitieron a las comunidades pesqueras mejorarsus niveles de bienestar y tener en la pesca un ingreso económico que lesgarantizaba el sustento diario por períodos prolongados de tres a cuatromeses que duraba la zafra camaronera.

Sin embargo, partir de la década de los 90 la proliferación de lascooperativas pesqueras, el incremento en el número de pescadores, lasobreexplotación del recurso camarón, la reducción de la zafra a escasasdos semanas, la depredación exagerada de especies juveniles durante elperíodo de veda y la falta de apoyos financieros y de infraestructura parasostener la actividad del camarón, propiciaron junto con otros factores eldeclive y caída de esta actividad que en su mejor momento llegó a generarhasta 25 mil empleos directos e indirectos.

66

El Rosario

A principios de la década el sector social pesquero de este municipiotodavía reportaba una producción que estaba por arriba de las 966toneladas por temporada con lo que se beneficiaban 2465 familias.

Con todo y el mencionado estancamiento en que se encuentra estaactividad, el potencial pesquero que tiene el municipio de El Rosario estodavía muy alto, dado que los 40 kilómetros que tiene de litoral y elsistema lagunario, (que sumando el Caimanero y las Cabras dan un totalde 19 mil hectáreas) más los embalses de agua continental, como laspresas de las Higueras con 30 hectáreas, permiten la posibilidad de rescatarla actividad pesquera con un programa integral sustentable que nosolamente se aboque a la explotación de especies pesqueras como elcamarón, sino que inicie un programa de diversificación de especies, comoescama fina y mariscos, que además les permita crear canales formalesde comercialización para sus productos.

La infraestructura instalada para el almacenamiento y procesamientodel camarón se integra por cuatro plantas procesadoras congeladorasque al desplomarse la producción pesquera entraron en un proceso dedesmantelamiento gradual.

AcuiculturaSegún los datos de la junta local de sanidad acuícola, en El Rosario estánestablecidas siete granjas acuícolas productoras de camarón que en totalcosechan un aproximado de 2500 toneladas anuales, el 18.5% de laproducción estatal y generan 267 empleos y divisas por el orden de los 13millones de dólares.

Producción de post–larvasHay cinco laboratorios productores de post-larvas con una producción de3810 millones de nauplios y generan un total de 635 empleos directos conun valor aproximado de 24.8 millones de dólares en divisas.

Organizaciones productivasActualmente el sector productivo del ramo pesquero ribereño del municipio,está integrado por 25 sociedades cooperativas con un padrón total de1992 socios, que comparado con el número de pescadores libres y familiasque se dedican y dependen de esta actividad, es poco representativo.

67

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Las cooperativas pesqueras están afiliadas a la Federación Regionalde Cooperativas “Guerreros del sur”, y la Federación de CooperativasPesqueras “Unidos de la laguna del caimanero”. Existe también unaagrupación de acuicultores del estado y una asociación nacional delaboratorios productores de post-larvas que tiene su sede en Sinaloa.

d. Minería

Potencial natural e histórico

Por su conformación en la historia del noroeste del país y el papel que hajugado, como la cuna del mestizaje y la puerta de entrada de laevangelización hacia los pueblos del pacífico mexicano, el municipio de ElRosario está llamado a ser una pieza clave en la planeacion y el desarrollode la actividad turística en Sinaloa. Desde siglos atrás esta franja de tierrafértil y abundante en producción pesquera ha sido el principal proveedorde alimentos de nuestros antepasados y en el antiguo señorío de Chametla,que abarcaban toda la región sur del estado, desde el río de las Cañashasta San Ignacio, y que tuvo por centro principal en poblado de Chametla,ahí se encuentra depositado todo el legado prehispánico de la naciónTotorame.

Las expediciones españolas realizadas un siglo después en buscadel oro y la plata, dejaron a El Rosario un aporte cultural fundamental enlos asentamientos, como el Real de Minas de Nuestra Señora de El Rosario,Cacalotán, Chele, Chametla, La Rastra, Plomosas, La Hacienda delTamarindo, Matatán, Maloya, y otros pueblos que ahora son testimoniodel auge de la minería durante la época virreinal.

Esta presencia india y española vigente en los sitios arqueológicos,en las casas de arquitectura vernácula y virreinal, en los templos defachadas austeras y retablos bañados en oro o en cantera, en sus leyendas,costumbres y tradiciones nos concede el privilegio de ser un municipiocon un potencial enorme para amalgamar naturaleza y cultura en un plande trabajo que permitirá, con el esfuerzo conjunto de autoridades ycomunidades, hacer del turismo un pilar importante en el desarrollo local.En la Sierra Madre Rosarense esta escondido un potencial natural muygrande para desarrollar el llamado turismo alternativo. Hay pueblos mineros

68

El Rosario

y virreinales con una tradición cultural muy rica para la convivencia einteracción con el medio ambiente y entorno rural.

Las montañas de la Sierra Madre en El Rosario tienen unadiversidad de ecosistemas con flora y fauna endémica y paisajes idealespara la contemplación, el senderismo interpretativo y demás actividadespropias para el turismo de aventura.

Hacia la costa, con los 40 kilómetros de litoral y la amplia superficiede esteros y lagunas se ha desarrollado el turismo de sol y playa.

En este contexto se hace necesario iniciar de manera formal eldespegue turístico del municipio mediante la aplicación de una política deplaneación y desarrollo compatible con el medio ambiente y respetuosade la conservación y defensa de nuestra herencia cultural.

Servicios al turismoEl Rosario cuenta con una infraestructura hotelera y de servicios al turismodistribuida de la siguiente manera: en la cabecera municipal se cuentacon cinco centros de hospedaje con categoría turística y uno en lasindicatura de Chametla: el Yauco, De Lola, San Ángel, Las glorias,Baluarte y Galindo.

En total se dispone de 97 habitaciones, desde suites hastahabitaciones sencillas, y restaurantes. La oferta de servicios de alimentosse compone de ocho restaurantes de los cuales seis están en la cabeceramunicipal, una en Chametla y otro en la playa del Caimanero en AguaVerde.

Agencias de viajesDos agencias de viajes operan en la cabecera municipal para proporcionarservicios al turismo. Una ofrece venta de boletos en vuelos domésticos einternacionales, denominada agencia “Gadea Viajes” y la otra agencia deviajes llamada “Baluarte” se dedica a ofrecer paseos a los pueblospintorescos del municipio.

e. Turismo

Aunque la minería absorbe solamente el 1.4% de la población ocupadaen el municipio y el impacto social es mínimo, el distrito minero de El

69

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Rosario tiene posibilidades muy grandes de ser desarrollado debido a lapresencia de reservas minerales como el oro, la plata, el cobre, el zinc.Esta considerado como unos de los distritos mineros de más trascendencia.

Los depósitos más importantes en la región demuestran la presenciade oro y plata en las inmediaciones de la Rastra y Picachos.

Al noroeste de El Rosario, en la región minera de Picachos, seencuentran otras importantes zonas mineras, como San Agustín y la minade Tecomates. Cerca de Cacalotán se encuentra otra Región mineraconocida como la Valenzuela, donde anteriormente se instaló una plantade beneficio de minerales.

Sobre las pilas de la Estancia se ubican dos placeres de oro queson explotados por excavadoras y en otras áreas serranas del municipio,se han detectado minerales de plomo, zinc, cobre, cuarzo, coabortita, ymolibdeno. En El Rosario el plomo, el zinc y el cobre se extraen con másdel 50% en el estado de Sinaloa.

Compañías minerasSe encuentran en Sinaloa seis compañías mineras, de las cuales dos vemosen El Rosario, estas compañías son canadienses, una es AurcanaCorporation y Timmins Silver Standard Resources. En Plomosas semuele oro, plata, cobre, plomo y zinc. Se encuentra en Bellavista unaplanta que cianuriza oro y plata y otra en Picachos también con oro yplata.

SelviculturaDe la superficie total de El Rosario el 54.07% es selvática y el 19.71% esboscosa. La explotación forestal se dedica al pino real, el encino, el cruseto,y las maderas tropicales como el tepehuaje, jicote y copal. Podemos decirque la población de pinos esta en su etapa de repoblamiento, de estopodemos decir que aunque no figura en el estado esta producciónimportante, su crecimiento va en aumento.

f. Industria

Las fábricas de El Rosario están enfocadas a la producción de refrescosembotellados por una parte y por otra, lo que se ha convertido en ejefundamental de la industria Rosarense, la fruticultura.

70

El Rosario

Una de las fábricas embotelladoras de más prestigio en El Rosario y en elestado de Sinaloa en general, es la planta denominada “El Manantial” endonde se industrializa gran parte de la bebidas embotelladas que seconsumen en todo el territorio Sinaloense y gran parte de Nayarit y generamás de 120 empleos fijos.

Respecto a la fruticultura, la producción es abundante ya que laexportación principalmente del mango se lleva a cabo hacia los EstadosUnidos de Norteamérica, Australia, Japón y la Unión Europea generandoaproximadamente 1200 empleos. En el ramo de la fruticultura podemosmencionar: empacadora “Don Jorge”, empacadora “Juan de Dios”, y lasmás importante y destacada de éstos, que es la denominada “CultivaresMexicanos”.

En el año de 1975, los señores don Luis Villegas Murguía y suhermano don Rafael Antonio Villegas Murguía se iniciaron comoproductores de frutas tropicales, fundando “Cultivares Mexicanos” parala comercialización de productos hortofrutícolas para el mercado nacionale internacional. Esta empresa es considerada como una de las dosprincipales exportadoras de mango fresco a los Estados Unidos, Japón,Australia, Nueva Zelanda, Europa y Canadá. En México se destaca porser unos de los más importantes proveedores de las principales cadenasde supermercados.

A Nueva Zelanda se exportan las variedades de mango Tommy,Atkins, y Kent; a Europa son exportadas las variedades Tommy, Atkins,Kent y Keith; a Japón se envía Kent y Keith; a Australia se exportaTommy y Kent, mientras que al mercado de Estados Unidos se hacen losenvíos de las variedades de Haden, Ataulfo, Tommy, Kent y Keith.

g. Salud

La infraestructura de los servicios de salud en el municipio se integra porseis Centros de Salud rurales localizados en la Tebaira, Matatán, Chametla,Agua Verde, Los Pozos y el Tablón I, más un centro de salud municipalen la cabecera, cada uno de estos centros tiene un médico a su servicio,enfermeras y una promotora de salud.

En éstas se ofrecen los paquetes fundamentales de salud así comoen la medicina preventiva y vacunación que son servicios de primer nivel,que son completamente gratuitos.

71

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

El hospital integral, que se le puede considerar como una unidad desegundo nivel, que ofrece las especialidades básicas de medicina interna,pediatría, cirugía, ginecología y anestesiología con un total de 20 camasacreditadas con calificación del 98 al 100% a nivel estatal.

El IMSS tiene en el municipio de El Rosario 8 unidades médicasrurales distribuidas en la Rastra, Maloya, Chele, Cacalotán, Potrerillos,La Guásima, Laguna de Beltranes y Santa María. Su estructura y nivelde servicios es similar al que tienen los centros de salud rural de laSecretaría de Salud, las unidades médicas rurales del IMSS tienen comoreferencia el hospital de Villa Unión, que ofrece servicios médicos desegundo nivel.

El ISSSTE tiene una clínica de primer nivel que da servicios deatención básica a los trabajadores del estado, con referencia en Mazatlánpara los servicios de especialidades de segundo nivel.

Se debe de tomar en consideración, que hay una unidad de rescatey traslado de personas accidentadas o de urgencias por parte de la CruzRoja El Rosario.

Cobertura médicaEn el sistema municipal de salud es necesario aumentar y consolidar elservicio de atención médica social respecto a la población rosarense. Dela totalidad de habitantes en el municipio, un 36.12% no es derechohabientede ningún tipo de salud.

El 34.93% de la población tiene acceso a la cobertura del seguropopular y un 26.86% de los habitantes del municipio tiene acceso a losservicios de salud del IMSS y el ISSSTE, según el censo del INEGI 2005.

DerechohabientesEn El Rosario existen la cantidad de 29 mil 161 derechohabientes de loscuales 14 mil 72 son hombres y 15 mil 89 son mujeres. De esta cantidadla mayoría, es decir, 16 mil 557 tienen cobertura médica a través delseguro popular, 8 mil 222 están adscritos al IMSS en una proporción de 4mil 88 hombres y 4 mil 134 mujeres. Afiliados al ISSSTE hay 4 mil 510derechohabientes, de los cuales son 2 mil 539 mujeres y el resto sonhombres. Podemos encontrar 119 personas afiliadas a instituciones privadasy a otras instituciones.

72

El Rosario

Conforme a los expresado por el censo del INEGI del año 2005, enEl Rosario había 17 mil 120 personas que no contaban con ningún tipo decobertura y atención médica.

En este sentido, 9 mil 475 son personas del sexo masculino y 7 mil645 del sexo femenino. Se puede decir que esta población noderechohabiente corresponden a los grupos de edad más desprotegidosentre los 0 y 30 años de edad.

Médicos en servicioEl personal médico de las instituciones de salud que dan atención en elmunicipio de El Rosario lo forman 67 profesionistas, de los cuales 45corresponden a la Secretaría de Salud, 11 al IMSS, 9 al IMSS –oportunidades y 2 al ISSSTE.

h. Educación

La infraestructura escolar que tiene el municipio de El Rosario atiende enla demanda escolar los niveles básico, medio, medio superior y profesional.Cuenta con 134 planteles con un total de 608 aulas, de las que 34corresponden a jardines de niños, 70 planteles de escuelas primarias, 19de nivel secundaria, 9 de preparatoria y 2 centros de educación superior.

La población con escolaridad en el municipio es de 42 mil 222habitantes, mientras que la población analfabeta llega a los 2 mil 674.

En el municipio se cuenta con un centro de atención múltiple, 29laboratorios, 22 talleres y 9 bibliotecas distribuidas tanto en la cabeceramunicipal como en las principales sindicaturas. Y que hasta el año 2005se tuvo un registro de 15 mil usuarios.

En el mencionado censo del INEGI del año 2005 existíanmatriculados 13 mil 941 alumnos desde el nivel preescolar al bachillerato.El 52% de la población escolar se concentra en el nivel de primaria concerca de 8 mil alumnos, el 20.6% es decir 2797 alumnos en secundaria,un 14% en nivel preescolar con 1987 alumnos, un 11.6% que correspondea 1626 alumnos de preparatoria y el resto, una población de 273 a 300alumnos de nivel profesional técnico.

Conforme a los datos que arrojan los estudios el proceso dealfabetización no señala un avance importante en la educación para adultos,

73

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

la atención a adultos de nivel primaria fue de 714 alumnos y de nivelsecundaria de 1051. En el sistema de bachillerato abierto en el fin decursos del estudio en cuestión se inscribieron 128 alumnos de los cuales117 se presentaron con regularidad y muchos de éstos finalizaron el curso.

Educación especialEn este nivel se atendieron 256 alumnos de los cuales 2017 se hancanalizado a unidades de servicio de poyo a la educación regular siendoatendidos por 14 maestros y 39 al centro de atención múltiple en dondelaboran 4 maestros.

i. Vivienda

La población del municipio se encuentra distribuida en 11 mil 895 viviendasparticulares, con una proporción de 4 ocupantes por cada una de estasviviendas. El 9.6% de las viviendas particulares cuentas con piso de tierra,mientras que el 73.1% tienen pisos que están construidos con cemento yun 16.8 % con madera mosaico u otro material. Del 93.34% de estasviviendas cuentan con servicio de energía eléctrica.

En cuanto al servicio de agua, se puede decir que el 86.31% tieneneste servicio, y el 82.66 % tienen servicio de drenaje. El 93.34% disponende bienes disponibles como televisión, refrigerador, lavadora ycomputadora.

j. Comunicaciones

El municipio de El Rosario se encuentra conectado al sistema nacional decarreteras por medio de la carretera federal No.15 libre, y la autopistaque ambas confluyen en la cabecera municipal y unen a El Rosario conlas autopistas hacia la frontera norte de México y con la capital de país.

En cuanto a las sindicaturas y principales poblaciones se unen a lacabecera municipal por unas series de caminos que en total suman 195kilómetros de carpeta asfáltica y contando 225 kilómetros de terraceríaque podemos encontrar en las partes altas del municipio.

74

El Rosario

TelefoníaEn El Rosario encontramos una central de teléfonos de México con unservicio que data de 1968, a la fecha con 5 mil líneas que comunican deesta manera a la cabecera y a las diferentes sindicaturas como AguaVerde, Chametla, Pozole, Matatán, Potrerillos, Cacalotán, La Rastra yMaloya. Este importante servicio lo hemos visto fortalecido y ampliamenteenriquecido con el aporte que significa la telefonía celular.

TelégrafosEl servicio telegráfico lo atienden Telecomunicaciones de México“Telecom”, organismo público descentralizado. Hemos visto en los últimosaños como este servicio ha ido cayendo de manera paulatina, por conceptode los telegramas recibidos y transmitidos debido ésto al empleo delInternet. En el año 2001 había un promedio de 247 telegramas enviados y445 recibidos. En el 2005 esta cifra cayó a 40 enviados y 10 recibidos.

Estación radiofónicaEn El Rosario encontramos la estación de radio XEHW la Rosarense,que transmite con una frecuencia de 3000 kilowatts de potencia que lepermiten tener una cobertura que llega a todo el sur de la entidad y zonanorte del estado de Nayarit.

Servicio Postal MexicanoPodemos decir que tiene un papel fundamental en el municipio porqueademás de dar los servicios de envío y entrega de cartas, añade a susservicios el de Mexpost el cual consiste en entregar mensajería rápida alos usuarios.

VialidadesDebido al incremento en el parque vehicular sobre todo en la cabeceramunicipal y en las principales sindicaturas se ha hecho necesaria lareestructuración vial con lo que se ha brindado mayor seguridad a peatonesy conductores.

k. Servicios públicosSe puede considerar que las obras y los servicios públicos de un municipioson fundamentales en el plan de desarrollo y de trabajo de cualquier entidad,

75

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

de ahí que gran parte de las inversiones gubernamentales seanencaminadas al mantenimiento y ampliación de tales servicios.

El municipio de El Rosario proporciona los servicios de agua potabley alcantarillado, alumbrado público, calles y pavimentación, parques yjardines, aseo y limpia, rastros, mercados, cementerios y panteones.

Agua potable y alcantarilladoEl municipio instala, mantiene y conserva las redes de agua, supotabilización, distribución y vigilancia de la calidad del agua. Elalcantarillado es de drenaje sanitario y pluvial.La junta municipal de agua potable abastece a 7 localidades incluyendo lacabecera municipal, Loma del Zorrillo, Monte Alto, Tablón I, Portezuelo,Chametla y Nieblas, a las que suministra agua potable para beneficiar a15 mil 77 familias, con 8 fuentes de abastecimiento formados por 5 pozosprofundos, 3 galerías filtrantes que producen 11 mil 274 metros cúbicosdiarios.

DistribuciónLa red de distribución de agua potable en la cabecera municipal estaformada por tuberías con una longitud de 16 kilómetros.

CoberturaLa población de El Rosario, es de 47 mil 394 habitantes, de estos 44 mil395 tienen servicio de agua potable, y 12 mil 589 tienen servicio dealcantarillado.

Alumbrado públicoEl municipio cuenta con 2 mil 593 luminarias instaladas en la comunidadesurbanas, suburbanas y rurales.

76

El Rosario

77

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO VII

Desarrollo de los hechos que forman la historia del municipio

“La historia es el mejor testigo de los tiempos pasados,maestra de la vida y mensajera de la antigüedad”.

Cicerón

La poderosa mano de la Iglesia de la Nueva España, que con carácterpatriarcal, y celoso espíritu se consagró guardiana de la edad de oro de lahistoria de México, el virreinato novo hispano, era de intrigas, demunificencia, de solemnidad y del esplendor de las formas reverenciales,época en que esta Iglesia fue testigo y a la par de juez en el nacimientodel Real de Minas de Nuestra Señora de El Rosario. Como hubo deverificarse el día 23 de marzo de 1656, quedó por primara vez asentadoen los anales piadosos de la Iglesia del reino de la Nueva Vizcaya, laexistencia de nuestro Rosario, pues aquel día, estando en las salas capitulary ayuntamiento de la santa iglesia catedral de Durango, cabeza de reino,los venerables señores den y cabildo eclesiástico en sede vacante, puesla mitra espicopal no tenía titular, pues su señoría ilustrísima Gálvez, habíamuerto, y en presencia del señor fiscal del santo oficio, don Francisco deRojas y Ayora, principal autoridad y arcediano de la catedral, y del doctordon Francisco Saiz de Espinosa, Chantre, fue presentado y leído un pliegoque con el carácter de urgente procedía de la antigua provincia de nuestraseñora de Guadalupe de Chametla, como era llamada por el presidente yoídores de la real audiencia de la Nueva Galicia desde mediados del sigloXVI.

78

El Rosario

Pliego en el que el padre fraile Francisco de Torres, monje agustino yvecino de Chametla, informaba al inquisidor y al doctor, del litigio y pleitoque había surgido entre el licenciado don Pascual de Villela, cura por sumajestad de la provincia de Chametla, y el padre fray Diego de los Santos,monje de la observancia de San Juan de Dios y cura beneficiado por sumajestad de la provincia de Maloya, alegando uno y otro, pertenecerle elnuevo descubrimiento de Nuestra Señora del Rosario, que así eradesignado a escasos meses de su descubrimiento y fundación el Real deMinas de Nuestra Señora de El Rosario.

En la controversia que quedaba sujeta a la decisión del señor fiscaly del doctor Saiz de Espinosa, el beneficiado de Chametla esgrimía comoprincipal argumento a su favor, el crecido número de vecinos con que seestaba poblando la vieja provincia de Chametla, merced al nuevodescubrimiento de plata, que como dato de reveladoras circunstanciashistóricas ya era llamado “De Nuestra Señora de El Rosario”, signoinequívoco de esa perenne y particular devoción del pueblo hacia la virgende El Rosario. El licenciado Villela hizo acompañar su solicitud de unmemorial en el que “numerosos vecinos españoles” suplicaban a Su Señoría,de que el nuevo descubrimiento quedase sujeto al gobierno de la provinciade San Pedro de Chametla. Ante tales probanzas, el fiscal de la inquisicióny el cabildo de la catedral, aprobaron plenariamente, que el nuevodescubrimiento de Nuestra Señora, pasase a integrar el territorio yjurisdicción de la provincia de Chametla ínterin, el reverendísimo eilustrísimo doctor don Pedro de Barrientos Lomelí, que para beneplácitode Felipe IV, el trono pontificio le había ungido con la mitra de la NuevaVizcaya, se encontraba en Zacatecas y desde ahí dicho obispo Barrientosy Lomelí decidiera otra cosa sobre El Rosario. Así se acordó y firmó en lasala capitular de la catedral de Durango a 30 de marzo de 1656, ante elsecretario mayor de cámara don Nicolás de Hita y Osorio.

No había transcurrido todavía un mes, en que el nuevodescubrimiento de El Rosario había sido agregado al territorio y jurisdicciónde la provincia de Chametla, cuando su riqueza y fama fueron de nuevoobjeto de litigio en el cabildo catedralicio en la capital del reino, ya que el30 de junio del mismo año de 1656, el licenciado en cánones y presbíterodon Juan Francisco de Gascue y Navarro, solicitó ante sus señorías eltítulo de cura por su majestad y juez eclesiástico del nuevo descubrimiento,además de que en ese momento se encontraba vacante el dilatado y rico

79

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

beneficio cural de la provincia de Maloya, por muerte del Bachiller ensagrados cánones don Antonio Rubio Félix.

Llama la atención que desde sus primeros días los títulos que ibanunidos al nombre de El Rosario eran de poderosa atracción, síntoma desu fama entre los principales personajes de las 10 provincias del norte dela Nueva España, pues el licenciado don Francisco de Gascue y Navarropertenecía a una familia cuya tradición en el servicio real les hicieronnotables y distinguidos en la capital de la Nueva Vizcaya, ya que suspadres fueron los donantes del palacio episcopal.

Ante la petición del señor Gascue, el arcediano y la sala capitular,otorgaron su voto para que el beneficio cural de la provincia de Chametla,el cual “había aumentado y dilatado por haber crecido el número de vecinoscon el nuevo descubrimiento de El Rosario”, para así nombrarse dos curasque administraran alternativamente, un mes la provincia de Chametla yotro el nuevo descubrimiento de El Rosario.

Sobre el segundo punto, el antiguo fiscal de la inquisición de laciudad de México, ahora acerdiano y dignidad de la catedral de Durango,don Francisco de Rojas y Ayora, ordenó que aquel que tuviese bajo sututela y jurisdicción el nuevo descubrimiento y real de Nuestra Señora,tendría expresa gobernación la provincia de Maloya, por su cercanía,argumentó, al real, por lo que el gobierno de ambos beneficios, quedaríanen manos, tanto del licenciado don Pascual de Villela, como en don Juande Gascue y Navarro.

Sin embargo, la segunda dignidad de la sala capitular, el doctor ychantre Saiz de Espinosa, contradijo la decisión de la primera dignidad,por considerar el notable perjuicio que acarrearía a la provincia deChametla, por lo que la decisión final, aunque dividida entre ambasdignidades capitulares, ratificó la unión de la antigua y sufrida provinciade Chametla, con el nuevo y prometedor Real de Minas de Nuestra Señorade El Rosario, así se ordenó por un tercer voto, el del canónigo don PedroRamírez Cofre, también dignidad capitular, ratificando la decisión delchantre, y quedando asentado por auto en los meses de marzo y junio de1656 en el libro segundo capitular del cabildo sede vacante de la santaiglesia catedral de Durango, reino de la Nueva Vizcaya.

Este documento, legado elocuente y esclarecedor de nuestrahistoria, no es sólo el preludio histórico de nuestro Real de Minas, queconfirma con nítidas luces, aquel mítico y legendario 3 de agosto de 1655,

80

El Rosario

que ante los incrédulos ha sido piedra de escándalo, sino que plasma,como pintura histórica, aquel Rosario de cuentas, que funda piadoso nuestronoble y antiguo mineral.

Esta tierra, siguiendo el sendero que trazó su fama y que labró suprosperidad en el breve lapso de 5 años, vio sellar su nombre en las tierrasde ultramar, pues en rápida y fulgurante carrera, el nombre del Real deMinas de Nuestra Señora, hizo eco en el real y supremo Consejo deIndias, en Sevilla. Consejo que debatía no sólo el destino del imperioespañol, haciendo corto y breve paréntesis, y concederle al real de ElRosario, los estatutos y privilegios de alcaldía mayor, estatutos y privilegiosen pie de igualdad a los concedidos en los Reinos de Indias y en los reinossujetos a la corona de Castilla. De entre el espeso y abigarrado follajeque fue el cuerpo de la altiva burocracia imperial castellana, el personajea quien debió el Real de Minas de Nuestra señora de El Rosario, el títuloy privilegio de alcaldía mayor, conforme a los fueros y reales ordenanzas,fue un elevado personaje de la corte de Madrid, antiguo embajador en lascortes de Alemania y Flandes, don Gaspar de Bracamonte y Guzmán,Pacheco de Mendoza, el diligente y austero tercer conde de Peñaranda,y grande de España, a la sazón, presidente del real y Consejo Supremo deIndias, en cuyo carácter y autoridad, otorgó en el año de 1660 el primerestatus jurídico y político a nuestro Real de Minas.

Don Gaspar de Bracamonte y Guzmán III conde

de Peñaranda, quien en su carácter de presidente

del Consejo de Indias, concedió a El Rosario en

1660 el titulo de alcaldía mayor.

81

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

No obstante el valor jurídico e independiente que representaba estetítulo, no fue siempre respetado y mantenido en sus límites jurisdiccionales,pues las disposiciones y el proceder de algunos gobernadores del reino dela Nueva Vizcaya, como en el caso de don Antonio de Oca Sarmiento,marcan otra realidad ya que este gobernador en el nombramiento quehizo en don Alfonso Pita de la Torre, como alcalde mayor y capitán deguerra por su majestad, de Real de Minas de San José de Cópala, seincluyen en dicho título, las provincias de San Sebastián, Maloya, Chametlay la provincia de Piaxtla, quedando El Rosario dentro de la esferajurisdiccional de Cópala, a pesar del echo fundamental que el Consejo deIndias había concedido seis años atrás, el título de alcaldía mayor. Enconsecuencia, el gobernador de Oca Sarmiento, procedió a despachar eltítulo de alcalde mayor y capitán a guerra de Nuestra Señora de El Rosarioel 8 de febrero de 1666, que recayó en don Juan de Uribigel, por susméritos.

Podemos aseverar, sin alterar el bosquejo histórico de nuestrarelación, que con juiciocidad los ministros y gobernadores de la NuevaVizcaya, juzgaron con claros sentido de hombres de estado, pues habráque recordar que muchos de éstos formaron parte de aquellos altos cuerposde gobierno, que fueron los reales y supremos consejos de Italia y Flandes,eran pues, hombres de estado en muchos casos fogueados en la granpolítica imperial española, y no como meros miembros de una burocraciadecadente. Época esta que ya anunciaba el crepúsculo y la caída delimperio español, miras en fin que les hicieron colegir la importancia queocupaba nuestro mineral en el entonces vasto y prometedor horizonteeconómico en el reino de la Nueva España ya que lo anuncia el gobernadorde Oca Sarmiento, al decidir el 14 de enero de 1668 que el general de losreales ejércitos don Juan de San Martín y Vértiz, sea teniente degobernador y capitán general, y que con dichos títulos pasara a las regionesde la provincia de Sinaloa, además de intitularle “visitador general delas provincias y alcaldías mayores de tierra caliente”, y queadministrara y guardara el Real de Minas de Nuestra señora de El Rosario,al parecer como justicia y alcalde.

Don Juan de San Martín y Vértiz, en ese largo y tortuoso caminoque llevaba de la capital neovizcaina a las tierras de Nuestra Señora de ElRosario, se hizo acompañar de un nutrido grupo de ministros de guarda“por estar siempre la tierra alzada y en guerra”.

82

El Rosario

Como buen burócrata español, rasgo tan común para la época, leacompañaban su segunda esposa, doña Isabel de Cárdenas y Guzmán ydos pequeñas niñas, doña María y doña Isabel sus hijas, ambas de clararesonancia histórica para nuestro real, pues la primera doña María fue lafundadora de la familia López Portillo de El Rosario, al desposarse en1686 con don Francisco López Portillo y Gonzáles, “Señor de la plata”.

El 18 de abril de 1667 quedó consignado el más antiguo bautismocelebrado en la parroquia de Nuestra Señora de El Rosario, partidabautismal, que atestigua ya en época tan temprana la notoria y alta posiciónde la familia López Portillo, apareciendo como padrinos del niño rosarense,el joven capitán Francisco López Portillo y su madre doña Juana González.

Se hace necesario la descripción de esta familia por serhistóricamente hablando una de las más destacadas en los dos primerossiglos de existencia del mineral y por tener una parte destacada en suformación. En el año de 1672, el fundador de esta casa y solar rosarense,don Nicolás López Portillo recibió en El Rosario la visita de don JoséGarcía de Salcedo, caballero de la Orden de Santiago, maestre de campoy gobernador de la Nueva Vizcaya por ser don Nicolás dueño de la miinade “Las benditas ánimas”, la cual llegó a superar a la mina de la fundación,denominada “Mina de Nuestra Señora de El Rosario”, por ser la mina de“Las benditas ánimas” la que registró en las cajas reales de Durango elmayor pago de quintos al rey y la compra de azogue.

En esta visita el maestre de campo García de Salcedo consignó ensu visita que la mina de “Las benditas ánimas”, “por su limpieza y arte”,era la más recomendable, también consignó la mina de “Nuestra señora odel tajo”, que era propiedad del capitán de los reales ejércitos de donFrancisco de Rojas, circunstancia que nos lleva irremediablemente a unirla realidad con la leyenda de la fundación de El Rosario, cuyo personajecentral es Bonifacio Rojas, con una tercer mina, llamada “La mina deoro” también propiedad de Francisco de Rojas.

Hecho que tratará la figura de Bonifacio Rojas de mítica a históricay veraz, en la presencia viva y documental del capitán Francisco de Rojas.

Personaje también central de la primera edad de nuestro pueblo,que arrojó la simiente de su futura grandeza, fue el capitán don BartoloméVerde de Rojas, que al igual que el capitán Francisco de Rojas vuelve asurgir el apellido legendario en relación estrecha con la fundación delreal.

83

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Desde que su señoría, el venerable Deán, don José López de Olivas,en su carácter de visitador general del obispado, verificó en su visita almineral, el 20 de marzo de 1667, las partidas sacramentales que guarda elarchivo de Nuestra Señora de El Rosario, confirman el espíritu militar deaquella oligarquía, pues de los años de 1667 a 1670 estos memoriales noshablan con insistencia de personajes de El Rosario pertenecientes a lasfilas de los ejércitos españoles.

Citaremos como primer ejemplo a alférez real don Juan Bautistade Anguiano, cuya notoriedad se hace evidente por el crecido número deahijados que apadrina, y a los que la Iglesia para efectos rigurosos designacon el piadoso nombre de “hijos de la Iglesia”, por quienes dicho alférezaligeró su ilegitimidad, otorgándoles su nombre, apellidos y protección.Otro militar de El Rosario, también de reconocida probidad como lo declaranlos diferentes documentos, bondad que mostró hacia indios guasaves,sinaloas, castas y españoles, fue el capitán don Francisco Carrasco, quienademás de ser rico mercader de Nuestra Señora, fue dueño de la “minade oro”, cuya fama no sobrevivió con el paso de los siglos, pero quemereció ser consignada en 1672 por el maestre y caballero santiaguinoGarcía de Salcedo, gobernador del reino, pues a Carrasco lo encontramosal menos de 1683, con el título de alcalde mayor y capitán de guerra porsu majestad de la provincia de Sentispac, político, mercader, militar ydueño de minas en Nuestra Señora de El Rosario, características ycualidades comunes de los miembros de la oligarquía barroca de aquelsiglo. Este pretensioso militar fue sobrino del general Juan Carrasco,fundador de la hacienda de Santa Cruz de Chele, a estos nombres seañade el de su tío, el ya citado don Bartolomé Verde de Rojas, fundadorde aquella vasta, rica y opulenta heredad que dio brillo por tres siglos al ElRosario, la hacienda del Palmito del Verde.

A este rasgo de la sociedad rosarense en las tres últimas décadasdel siglo XVII, contribuyeron no poco los gobernadores del reino de laNueva Vizcaya, quienes ponen en evidencia su admiración y celosocuidado por el Real de Minas de El Rosario, ya que en 1671 el caballeroprofeso de Santiago, don Antonio de Estrada, quien detentaba entonces laautoridad de viceregio patrono o gobernador, deciden nombrar por justiciamayor de Nuestra Señora de El Rosario, al general don Francisco Lópezde Dicastillo y Azcona, concediéndole las mayores prerrogativas yprivilegios, para que así pueda guardar dicho mineral. Azcona llegó a El

84

El Rosario

Rosario, intitulado teniente de gobernador, capitán general de las costasde la mar del sur, con lo que El Rosario se convierte en sede de la capitaníageneral, uniendo a sus dos títulos militares, este capitán ostenta un tercertítulo con carácter jurídico, pues era Juez Real de Apelaciones.

El orgulloso y rico círculo de los oligarcas, en su mayoría “Señoresde la plata”, y “Señores del ganado”, de El Rosario, se adornaron con losgalones de los reales ejércitos. El primero y más destacado ejemplo lorepresenta la familia López Portillo, en la que el fundador del solarrosarense, don Nicolás López Portillo, fue capitán de lanzas, mientrasque su hijo y sucesor en la propiedad de las minas rosarenses también fuecapitán, y que para 1690 el joven Francisco López Portillo, se intitulabaSargento Mayor de Nuestra Señora de El Rosario, grado militar que porlo común lo concedía el gobernador y la Real Audiencia de México o deGuadalajara o en su caso, el monarca, para premiar militarmente a aquellossúbditos que por diferentes méritos se distinguieron “en el real servicio”.

Siguiendo la línea de esta familia, encontramos a la hermana dedon Francisco, doña Francisca López Portillo y González, quien se casóhacia 1685, en alarde de su riqueza y aristocráticas pretensiones, con unalto graduado militar de los reales ejércitos, don Diego de Inzunsa y Suazo,quien fue capitán comandante vitalicio del presidio del Cerro Gordo, queguardaba el camino de “tierra adentro”, ministro tesorero principal de lasreales cajas de Guadalajara, caballero profeso de la Orden de Santiago ycapitán, justicia mayor de Nuestra Señora de El Rosario, quien recibiópor anuencia del monarca el título de caudillo militar, por su destacadaacción en sujetar la rebelión de los indios conchos.

No en vano vemos el claro toque militar que impregnó a aquellavieja y esforzada generación de rosarenses, que llegaron a defender conla espada y el mosquete esta lejana y rica provincia de nuestra señora, deaquellos que pretendían minar en muchos casos vano esfuerzo, el imponenteedificio que era la monarquía española. Pues, habremos de recordar queen el año de 1688, siendo teniente general de estos territorios don FranciscoLópez Portillo, quien por superior despacho de excelentísimo señor virreyde la Nueva España, don Gaspar de Sandoval de la Cerda Silva y Mendoza,el altivo y justiciero conde de Galve, pusiera en estado de guerra al Realde El Rosario, por la inminente invasión del enemigo inglés, misma ordenque recayó en el gobernador de la Nueva Vizcaya, el sargento mayor donIsidro de Pardiñas y Villar de Francos, para que este asistiese con armas,

85

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

municiones, así como bastimento de maíz y carne a El Rosario, Cópala ysus territorios, este despacho fue firmado el 7 de mayo de 1689 en elpalacio de los virreyes de la ciudad de México.

Es llamativo que entre las filas de los reales ejércitos de El Rosarioencontremos además de españoles peninsulares y criollos, a varios mulatosrosarenses con grados militares. Llegado el año de 1678 visita El Rosariodon José Fernández de la Canal teniente de gobernador. El carácter deesta visita fue con el objeto de inspeccionar el estado del comercio y delas minas, que iban en aumento, lo recibe el general don Francisco de laConcha y Revollar justicia mayor del mineral, haciendo asentar en loslibros de visita, “el decoro arte y limpieza de la mina de las benditasánimas”, ahora en propiedad de Andrés López Portillo y González quienera teniente de cura de Nuestra Señora de El Rosario, al menos desde1672, y bachiller en sagrado cánones por la Real y Pontificia Universidadde México aunque habrá que consignar que era una circunstancia untanto extraña, el hecho de explotar una mina a un sacerdote, porque deacuerdo a la leyes de Indias vigentes, le estaba prohibido tanto al cleroregular, como secular la posesión y explotación de minas.

En dicha visita el teniente de gobernador, señalaba que tambiénestaba en explotación la mina del descubrimiento o de Nuestra Señora deEl Rosario, que a diferencia de 1672 la mina se encontraba en copropiedad,por un lado con el dueño original el capitán Francisco de Rojas, y por otro,su yerno el alférez real don Juan Bautista Gambino.

De esta última mina, en la inspección don José Fernández de laCanal la califica de “labrada y limpia” de la que también se hace constarque tenía su hacienda de beneficio. También es de notar que este año de1678 surge por primera vez, en la minería de El Rosario, la mina que tienepor protectora a Nuestra Señora de Guadalupe o “Guadalupana”descubierta por la familia Gambino y Rojas con su tiro, y “labrada limpiay con su hacienda de beneficio”. ¿Será acaso el origen de laGuadalupana del siglo XIX?

La fuente documental nos vuelve hablar de las propiedades delalcalde mayor de Sentispac, capitán don Francisco Carrasco, quien poseeen ese año de 1678 la mina de San Nicolás Obispo, que por encontrarseen el límite jurisdiccional de Nuestra Señora de El Rosario, es decir enCacalotán ya pertenecía a la provincia de Santa Cruz de Maloya.

86

El Rosario

La fuente en cuestión que lleva el título “Visita General de losReales de Minas de San Bartolomé de Cópala Provincia de NuestraSeñora de El Rosario Chametla, Maloya y sus jurisdicciones año de1678” fue acreditada por el teniente de gobernador don José de la Canal,quien la presentó al capitán general de la Nueva Vizcaya don Lope deLeón Mendoza y Alencastre de Sierra, quien por sus múltiplespreocupaciones, no pudo realizar la visita personalmente, como lo hizoseis años atrás su antecesor García de Salcedo.

Dato revelador, el número de establecimientos comerciales de laépoca, llamados negociaciones, los que han aumentado en el real, que yapara el año de 1678 han aumentado a 15 sin tomar en cuenta los llamadostendajotes, de los que había muchos, lo que muestra la creciente importanciaeconómica y mercantil del distrito minero de El Rosario, que a título decomparación podemos ver, al mismo tiempo, la ruina económica del realde San José de Cópala que de manera inequívoca se reflejaba en el númerode sus negociaciones o comercios, que sólo eran tres. Esta situación nosdice que para fines del siglo XVII nuestro real de minas es la boca ygarganta de las provincias del noroeste virreinal, pues nuestro suelo recibefilipinos (caso particular el de Felipe de Jesús y Navia) mulatos libresprovenientes de Oaxaca, Guanajuato, Guadalajara y México.

El continente humano que nutrió nuestro real para el trabajo de lashaciendas y el servicio personal de los españoles, no eran de esta región,pues en su mayoría provenían del norte, siendo de diferentes nacionesindígenas, como se puede constatar en los diferentes documentoseclesiásticos en los que quedaron consignados los nombres de estasnaciones y que sí fueron los indios los que se integraron a la sociedadrosarense y no de la tan mencionada y algo equivocada afirmación deque los totorames formaron parte de la población que se formóoriginalmente por españoles provenientes de poblaciones vecinas y aquienes se les concedieron encomiendas y repartimientos de indios, en sumayoría originarios del norte de las provincias de Sinaloa y Sonora, de loscuales los registros eclesiásticos de nuestra señora nos da cumplida cuentade su origen o nación, a saber: mayos, tahues, navojoas, guasaves, otomies,escasos yaquis, y siendo predominante el grupo de los indios de la naciónSinaloa, y quedando consignados cuatro indios de Cocula.

Cabe señalar que sólo se mencionan dos indígenas “ladinos” el 7de mayo de 1671, es decir, sólo dos de todos lo indios traídos a El Rosario

87

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

hablaban español de nacimiento que fueron “El Indio Bonifacio y su esposala India María” ambos ladinos, y de los que no se asienta su apellido.

Esta población flotante, avencindada por la fuerza en el real y queformaron abundantes cuadrillas de indios, fue necesaria su presencia porla escasez de esclavos negros de origen africano, aclarando que estanecesidad de mano indígena comprendió desde 1670 hasta 1680aproximadamente, ya que a partir de esta última fecha es cuando comienzaa crecer la población de esclavos negros, haciendo la observación de quela población de esclavos que encontramos en El Rosario del siglo XVIItiene la particularidad de conservar casi en su mayoría la integridad racial,es decir son negros puros, que a diferencia de los esclavos que existen enEl Rosario del siglo XVIII son todos mulatos, con excepción de dos negritasdel Congo.

La población mulata de El Rosario es de un origen variado, puesunos provienen desde la cercana Villa de San Sebastián y otros mulatos eincluso negros tienen su origen en Portugal.

Por citar algunos ejemplos, en 1689 se convierte en vecino de ElRosario Juan de Santiago, mulato libre, que recibe su nombre por su lugarde origen, la ciudad de Santiago de Guatemala, quien después de pasarpor una serie de vicisitudes sufridas en su camino hacia este real, lo vemosque termina sus días como sirviente doméstico o “criado” del capitán donAndrés Fernández Pacheco, justicia mayor de El Rosario en 1690.

Guadalajara fue también exportadora de emigrantes mulatos, comoel caso de Felipe de la Cruz quien ya vive en El Rosario en 1692 y se ledesigna con el calificativo de negro libre, aunque su padre, él mismo lodeclara era esclavo del bachiller don José de Vidarte en Guadalajara, loshay también aquellos que vienen del arzobispado de México, de donde esoriginario Juan de Peralta vecino de El Rosario desde 1695, el cual se lecalifica como morisco, es decir hijo de mulato y español, o tal vez eradescendiente de mulsumanes que en muchos casos tenían la condición deesclavos en la Nueva España, mientras que la esposa de este morisco,Francisca de la Reátiga, se le declara como mulata recién liberada de suesclavitud. Un matrimonio típico, que refleja la realidad un tanto triste ysin aparente solución que vivieron mulatos y negros en El Rosario deentonces, lo retrata el cuadro familiar de Nicolás de Esquivel, quien esmulato y esclavo de don Andrés García Ressuárez, rico propietario ycomerciante del real orgulloso amo por ser originario de la villa de Gijón,

88

El Rosario

en el principado de Asturias en Castilla la vieja. Al parecer Nicolás fueadquirido por don Andrés García cuando este último venía de la ciudad deMéxico a El Rosario, acompañando al general don Juan Bautista deEsparza y Bentemilla, y al pasar por la Villa de Zamora lo compró doñaGertrudis de Álvarez.

La esposa de Nicolás también era forastera pues era natural deZacatecas, que aunque mulata libre era de condición servil, ya que erasirviente del sargento mayor don Francisco López Portillo. Insufrible seríala travesía desde la tierra de África oriental, en aquellos barcos quellevaron el odioso nombre de “negreros”. Los tres meses de hacinamiento,no saber el destino que tenían, ni entender la lengua de sus raptores,llegaban a la Nueva España por Veracruz y por Acapulco. Al llegar eranerrados y puestos en la moneda pública al mejor postor. Este fue el destinode Domingo de la Cruz, negro del Congo que llega a El Rosario en 1698para ser propiedad de don José de Rivera, rico hacendado rosarense.

Sobre esta faceta de la historia novohispana podemos ver que enla capital del reino de la Nueva Vizcaya, Durango y en Parral, quedaronhacendados con más de 800 actas de esclavos destinados a los reales deminas.

Se debe de señalar que quien efectuaba la venta de esclavos negrosy mulatos en el reino de la Nueva Vizcaya era el colegio de Jesuitas deDurango quienes eran intermediados de los grandes comerciantes deMéxico y los mercaderes y mineros de las tierras del norte novohispano,aclarando que la compañía de Jesús abarcó toda la ramas del comercioen la que entraba esta actividad.

Los negros que eran traídos a estas tierras eran originarios de ÁfricaCentral y Oriental, sobre todo de Mozambique, Guinea y El Congo. Laescasez de los esclavos “bozales” en El Rosario, como se les decía a losnacidos en África se debía a dos causas, la primera fue la sublevación dePortugal, encabezada por el duque de Braganza contra el rey de España,siendo Portugal la que tenía el monopolio de esclavitud y la segunda ymás importante, el costo, que representaba de un esclavo bozal o negronacido en África, ya que era más fácil o menos oneroso, la adquisición deun esclavo mulato, que por ser nacido en la Nueva España era de fácilcontrol y hecho a las costumbres españolas.

Usualmente las compras de estas piezas, realizadas por la familiaadineradas de El Rosario eran individuales, es decir de un solo esclavo,

89

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

cuyo valor monetario equivaldría a los ingresos de una casa rica demedianos vuelos, y rara vez eran adquiridos por lotes, privilegio de unospocos, lo que nos trae a la memoria las adquisiciones hechas por dosrosarenses, el primero, el sargento mayor don Francisco López Portillo yGonzález quien por herencia y compra llegó a tener decenas de esclavosmulatos y negros, siendo al parecer el ejemplo más significativo de unseñor esclavista en El Rosario.

En menor proporción pero también dueño de una casa llena deesclavos, fue el señor de los ganados, el rosarense don Marcos de GaxiolaTorres, dueño de una de las haciendas que se distinguió por su riqueza enla producción ganadera de la Nueva España, la hacienda del “Palmito delVerde”, quien dejó en su voluntad testamentaria la declaración de poseerpara su exclusivo servicio personal y el de su familia más de diez esclavosmulatos, sin contar los adquiridos, vendidos y liberados, que fueron muchos,a lo largo de su vida.

Toda buena familia consideraba que para conservar su buenaposición debía por obligación, tener cuando menos un esclavo a su servicioy cuando la casa era rica se le vestía de gala con una librea bordada conencajes de Bretaña y Brujas, algunos con hilos de oro y plata. No todoslos esclavos domésticos recibían igual trato pues dependía del carácterdel amo.

Hubo en aquel siglo sucesos que conmovieron en menor o mayorgrado el orden moral del mineral, auque hubo algunos que fueron nota deescándalo, como aquella que tuvo por protagonista a don José Rojo deBriones, en 1690, siendo El Rosario escenario de su licenciosa conducta,fue este personaje un rico mercader viandante, de la provincias de Sinaloay Sonora a quien el comercio, le llevó a establecerse en el Real de NuestraSeñora en el año de 1689 y que como tal, era reputado por hombre honestoe íntegro, hasta que el 18 de mayo de 1689 don Juan de Santa Cruz ySaldívar vecino de nuestra señora, lo denunció ante el tribunal eclesiástico,a quien solicitó el real auxilio, para que repare la deshonra con la que donJosé Rojo de Briones ha manchado su casa.

La causa es que este mercader ha embarazado a su hija doñaLorenza de Santa Cruz, a quien por medio del engaño y de la falsa promesade matrimonio “le ha hurtado la virginidad”. No es la primera vez enque Rojo de Briones se ve en medio del escándalo y de la polémica, puestres años atrás en 1687, le vemos como unos de los principales instigadores

90

El Rosario

de aquel célebre litigio que hubo entre la Real Audiencia de Guadalajaray el virrey Conde de la Monclova, por la fundación del Real de Guadalupey Santo Tomás de Paredes, pleito de jurisdicciones en el que Rojo deBriones tomó el partido de la audiencia contra el enérgico don MelchorPortocarrero Lazo de la Vega, mejor conocido como “brazo de plata”.

Pintura virreinal que representa elmatrimonio de un español o criollo y unanegra con su hija que según la clasificaciónracial de la época era considerada mulata,muestra de la unión de razas que caracterizólos siglos XVII y XVIII en El Rosario.

En el curso de juicio se descubrió un cómplice de don José, Domingode los Santos mulato, esclavo del capitán Juan Cañedo, pues a este esclavose le probó que era el que llevaba regalos y recados a la engañada. Erala segunda vez que el esclavo Domingo de los Santos tenía problemascon la real justicia, porque en el momento en el que se ordenó suinterrogación, tenía por prisión y cárcel, la mina de las benditas ánimas,que como recordaremos era propiedad del sargento mayor Francisco LópezPortillo, que a la sazón era teniente general de El Rosario. Esta circunstanciaera un tanto común, ya que las ordenanzas de los virreyes establecíandeterminantemente, que cualquier mulato negro o casta ya fueran libres o

91

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

esclavos, bajo ninguna circunstancia podían portar dagas, puñales oespadas, pues si era así, eran acreedores a las penas que imponían lasordenanzas, que los condenaban a trabajos forzosos en el desagüe de lasminas, con prisiones o grilletes, tal era el temor que infundían las castasen la sociedad virreynal. Retomando la relación aparece un tercer esclavoen este drama, Bernabé de Picazo, quien corrobora el delito de su hermanode raza, un dato revelador este segundo esclavo, a quien dan el mote de“arlequín” es esclavo a pesar de la lógica racial de la época de otro mulato,José de Nava, su amo.

El asunto ventilado ante el inquisidor, licenciado don José López deOlivas de Elizondo y Urdiñola, cura del real, parece ser que terminó en lacondenación de los tres implicados. Estos hechos nos hablan de que apesar de carecer de presencia jurídica y moral, los esclavos, dentro de lasfronteras morales y jurídicas que trazaban su esclavitud participaron, ocultao abiertamente en los acontecimientos que enriquecieron oensombrecieron a aquella sociedad.

Matrimonio de español e india consu hija mestiza.

Hechos que venían a conmover el continuo y tranquilo reposo deaquella sociedad o motivo de gran júbilo, era siempre la elevación al tronode un nuevo monarca, el nacimiento de un príncipe de la casa real o lainfausta noticia de la muerte del rey. Al avisarse la muerte de Carlos II“el doliente”, último vástago de la casa de Austria que ciñó sobre su

92

El Rosario

frente la corona de San Fernando, se celebraron en este real por orden dela Real Cédula, dada en el palacio del “Buen retiro” de Madrid, “a 13 denoviembre de 1700, se hagan las honras, exequias y sufragios porel alma del rey en la parroquia de Nuestra Señora de El Rosario,como ha sido costumbre con otros miembros de la real familia, conlos lutos y túmulos debidos”. Tras el real despacho se celebraban consingular elegancia los funerales, a los que asistían el pueblo y los personajesmás importantes de El Rosario, aunque con moderación, como se ordenóal morir la reina madre doña Mariana de Austria, el 17 de mayo de 1696,en que por real pragmática se ordenaba que los gastos de los lutos fuerancon moderación, y por cuenta de los ministros de la real hacienda. El díaseñalado se congregaban en las Casas Reales de El Rosario, los oficiales,el alcalde mayor, su teniente y las personas más distinguidas, todos deluto y capas negras largas que arrastraban por el suelo. Al son de losdobles y redobles de las campanas del templo de Nuestra Señora, sereunían en la sala principal los clérigos con capas negras y sobrepellices,y los religiosos de las órdenes con sus hábitos. Todos se alineaban frentea una mesa grande, cubierta de balleta negra, paños negros de Segovia,sobre la cual había un cojín forrado de terciopelo negro, en la quedescansaba una corona de plata, un cetro y una espada recubierta de oro,tras cantar los solemnes responsos, se recogían las insignias del rey difunto.

Formados todos los oficiales reales, los principales, los religiosos yel pueblo, en procesión, se dirigían por la calle real, procesión generalmenteescoltada por una compañía de infantería severamente enlutada, conbanderas negras que arrastraban por tierra, portando arcabuces adornadoscon bandas negras y con el cañón al suelo, mientras la caja de guerra,toca destemplada en señal de duelo, y dos caballos cubiertos de luto, enlas calles se hacen pozos poniendo las insignias del rey sobre una mesaentonando responsos.

Ya en el templo se dispone bajo el crucero de la iglesia el realtúmulo cubierto de negro hasta el piso, rodeado “de cera labrada deCastilla”, hachas, sirios y candelas, y además “adornos que fueremenester”, puestas las insignias sobre el túmulo regio, el cura entonabalas vigilias, terminando las reales exequias al día siguiente, celebrándosemisa solemne de difuntos con lo establecido por las leyes vigentes. Losgastos exequibles celebrados en El Rosario en memoria de los reyes,seguramente variaron en opulencia, segunda riqueza de la época minera.

93

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Don Diego de Salazar y Ovalle, rico minero, matriculado en el realde Nuestra Señora y su esposa doña Juana Barrón, donaron a la iglesiados esclavos, uno para que fuera propiedad de la imagen de NuestraSeñora de El Rosario, esclavo que llevaba por nombre Juan de Dios Lerma,y el otro para que fuera propiedad del santísimo y que llevaba el nombrede Luis Ramírez, verificado esto en 1692.

Circunstancia no menos reveladora como desinhibe en la formaciónde nuestra historia, es el origen y las raíces castellanas del pueblo rosarense,que en las tres úiltimas décadas del siglo XVII, Nuestra Señora de ElRosario, se consagró destino y solar de numerosos hijos de las tierras deCastilla, quienes contribuyeron con ese viejo y austero afán del espíritucastellano al engrandecimiento de esta afable y acogedora tierra.

El origen y la sangre hispánica que animaron con singular empuje,la vitalidad de El Rosario se dibuja con toda rigurosidad en las actas yregistros del orden eclesiástico y civil de nuestros siglos barrocos XVII YXVIII. Salta a la vista el predominio de la sangre extremeña de Andalucía,predominancia en los de origen en los vecinos españoles de El Rosario,por encontrarse en la provincia andaluza, los dos principales puertos delimperio español: Sevilla y Cádiz, que apenas en 1669 había ocupado elprimer lugar, evidencia que nos muestra esta tenencia andaluza.

Un buen ejemplo es el extremeño Juan Nieto de Andrade, llegadoa El Rosario, “en el año del señor de 1685” siguiendo aquel largo caminode las tierras Sevillanas al real de El Rosario, verdadero peregrinaje, parala época y como era común no estuvo carente de lazos con los personajesy hechos históricos que conmovieron el siglo XVII. Nieto de Andrade eranatural de la ciudad de Toro, en las Andalucías y desde muy pequeño, asílo declara: “en la dicha ciudad de Toro, se ocupó trabajando en las viñasal lado de su padre Juan Nieto de Andrade, hasta los 30 años de edad, enque salió a la provincia de Andalucía, reino de Córdoba, pero antes desalir de la ciudad de Toro -siguiendo aquel natural e inconfundiblepatriotismo hispano- sirvió por tres años a su majestad Carlos II “eldoliente” en el real ejercito que había en aquella ocasión contra el reinode Portugal, y alcanzó de tres años de servicio en las guerras lucitanas, seestableció de vuelta en Castilla”.

La declaración testimonial del matrimonio del andaluz y rosarensepor adopción Nieto de Andrade, nos confirma que la sangre del viejoreino de Córdoba predomina entre los primeros vecinos de El Rosario.

94

El Rosario

No le costaría mucho a este veterano de los tercios españoles serbien visto en El Rosario, ya que sus tres testigos son castellanos quehicieron de El Rosario su nueva patria, los gaditanos Diego Rodríguez ydon Juan Pérez de Velasco, vecino principal de nuestra señora y JuanNegrete, que era natural del condado de Borgoña.

Legajo tras legajo, el acervo documental manifiesta el predominode la sangre gaditana, entre los fundadores de las familias españolas delantiguo real de minas al morir el siglo XVII y nacer el siglo XVIII, quedieron nuevos bríos a la rica e incipiente sociedad rosarense de aquelsiglo.

Afirmación que se cumple en don Juan de Balmaceda Revilla deVillavicencio, natural de la ciudad y puerto de Cádiz, progenitor no sólo dericos mercaderes y de ricos mineros de El Rosario, sino de hombres quedieron lustre a Nuestra Señora en las letras y en las artes. Este personajeque ya vemos como vecino de El Rosario desde 1682, es consideradocomo rico mercader, como lo atestigua su matrimonio con doña Catalinade Osuna de Ochoa y Galárraga, perteneciente a una casa de vieja tradiciónmilitar en Sonora y Sinaloa, y de raigambre inconfundible en la provinciade Nuestra Señora de Guadalupe de Chametla. Destacan entre susdescendientes su hijo don Juan de Balmaceda y Revilla, capitán de losreales ejércitos, su nieto don Santiago de Balmaceda quien fue diputadodel comercio de Nuestra Señora en 1734, sin dejar a un lado a su bisnietoel bachiller don Buenaventura de Santamaría y Balmaceda, cuyareprensiones hacia los pueblos de indígenas de Chametla, Escuinapa yAuchen, quedaron plasmadas en los frisos y vanos de las puertas deltemplo de San Pedro de Chametla, a los que fulminó con la leyenda quereza así: “para esta iglesia no contribuyeron los hijos de este pueblo, nicon el valor de una cuartilla ni otro mérito alguno”, no en vano, a estelejano descendiente del primer Balmaceda gaditano, hemos vistodestacarse como piadoso benefactor rosarense, al cubrir a sus costas laobra material del templo de San Pedro de Chametla, gesto que no quedóoculto al monarca, ya que Carlos IV de Borbón, le premió con una de lasdignidades más distinguidas, y no carente de elevada autoridad, pues eltítulo eclesial que le concedió el rey en 1804, elevó al antiguo teniente decura de la parroquia de Nuestra Señora de El Rosario, bachillerBuenaventura de Santamaría y Balmaceda a dignidad de la iglesiametropolitana de México.

95

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

La trama documental no sigue hablando de españoles extremeños,presencia predominante, pero no única. Vemos como a Francisco DíazCano y García, extremeño, natural de la Villa de Ornachos, en Andalucía,al hacer su declaración testimonial el 17 de junio de 1682 para casarsecon una rosarense le acompaña como testigo don Domingo de Sotomayor,Búrgales decir de Burgos, ya que ambos comparten el oficio de mercaderesdel Rosario, y al parecer Sotomayor es el único de los rosarenses poradopción de aquel siglo en tener por origen a Burgos que era entonces elcentro comercial más importante de Castilla la vieja.

Aunque menos numerosos, la sangre del antiguo principado deAsturias, sembró y floreció en nuestro mineral. El ejemplo más evidentede la presencia Asturiana en El Rosario es don Andrés García Ressuarezy Fernández de Arana. La influencia que ejerció la familia fundada poreste asturiano en El Rosario fue muy significativa por lo que no estará demás dar una descripción biográfica del personaje. En principio era ésteoriginario de la villa de Gijón, en el principado de Asturias, hijo de AndrésGarcía Ressuarez y de la señora doña Catalina Fernández de Arana. Porlo pronto los apellidos de sus padres lo hacen vástago de la pequeñanobleza asturiana y lo enlazan con los primeros gobernantes de la NuevaVizcaya, ya que la mayor parte de los asturianos avecindados en Durango,Sinaloa y Sonora, eran del séquito de tres importantes personajes:Sebastián Gonzáles de Valdez, Sebastián Fernández y del tío de éstos donLuís de Valdez y Rejano, gobernador y capitán general del reino de laNueva Vizcaya, del que el historiador Vito Alessio Robles, en sutrascripción que hace de la leyenda que estaba en la pintura de estepersonaje, pintura que se encontraba en Mazatlán, en casa de don LuísBradbury, quien fuera dueño de las minas del tajo, asegura dicha leyendaque don Luís de Valdez fue “teniente del castillo de Gante” y “miembrodel consejo de guerra de los estados de Flanders”.

Es indudable que existen lazos que unen a don Andrés García conestos personajes, pues en la información que presentó en el juzgadoeclesiástico de El Rosario el 13 de mayo de 1690 declaraba que “habrátiempo de 7 años, que pasó de España a Indias, y que de estos 7 años,estuvo un año y siete meses, en México Chalco, Zacatecas y Parral (lugardonde vivían sus deudos los Valdez García y Fernández)” y de dichoParral vino a este real, con residencia de 5 años 5 meses, es decir desde1685 y hecho 3 viajes a México y uno a Guadalajara.

96

El Rosario

Su primer testigo, el alférez real Miguel de Alviazu, que es sucompadre declara que vinieron juntos en la flota de España, y al bajar delnavío en Veracruz comenzó su amistad y que venían con muchas personaspaisanas suyas, de Gijón en Asturias y que con él hizo dos viajes a laciudad de México pues ambos eran mercaderes, y que en el último viajea México, que fue en el año de 1689, “concurrieron” en la misma ciudad,paisanos de don Andrés, que acababan de llegar a la Nueva España en laúltima flota de 1689, y en presencia del declarante, es decir del alférezAlviasu, le dieron a don Andrés cartas de su patria y noticias de la muertede su padres.

En dicha reunión, quienes le entregaron las cartas fueron donFrancisco de Valdez Llanos y Andrés de Valdez Llanos, primos de nuestropersonaje rosarense, y Pedro Alonso de la Bandera, Tomas De Cifuentes,todos originarios de la Villa de Gijón. La razón de estas reuniones enMéxico era de que sus parientes Alonso de Valdez y Julián de ValdezLlanos eran los comerciantes que militaban de productos europeos a Parraly a Sonora, de lo que es casi seguro es de que don Andrés García,rosarense por adopción sería el mediador de estas transaccionesmercantiles entre la capital virreinal y el norte con los productos que susparientes traían de España siendo Parral y El Rosario los centros dedistribución.

Este giijonés tuvo prole y descendecia en El Rosario de su matrimoniocon doña Francisca Rodríguez de Arregui, perteneciente a una familia devieja estirpe militar de la villa de San Sebastián, como se comprobara enlos alardes de armas que se hicieron en dicha villa, fue de distinción elcapitán don Juan Rodríguez ascendiente directo de esta dama, entre loshijos rosarenses de este matrimonio figuran el bachiller Andrés García,cura de San Padre de Chametla y teniente de cura de nuestra señora deEl Rosario en 1731, quien tiene un lugar importante en la jura solemne deNuestra Señora de El Rosario como patrona del mineral celebrada en1731, en la que dicho bachiller García Resuarez juró tener por patrona ala virgen de El Rosario en nombre del estado eclesiástico. Por otro lado,la hermana de este sacerdote doña María Josefa García enlazó con losDíaz Borrego y que a finales del siglo XVIII su descendientes serán losMurua.

Guadalajara, principalísima ciudad, cabeza del reino de la NuevaGalicia y sede muy católica del obispado del mismo reino, fue con mucho,

97

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

el origen común de aquellos criollos (hijos de españoles nacidos enAmérica), que con sus sueños y aspiraciones, ennoblecieron los dos siglosde nuestra historia barroca, mereciendo especial mención, tres apellidoscuya raíces rindieron frutos en el siglo XVIII. El primero de ellos, siguiendoel orden cronológico fue el de Castillo y Pescara, que planta sus pies enEl Rosario en 1694, cuando Nicolás del Castillo y Pescara oriundo deGuadalajara, se casa con María de Arce, que será de los matrimonios delograda descendencia pues sus vástagos además de reunir los títulos denotarios públicos reales y eclesiásticos, fueron principales mercaderes yotros oficios, hasta que una nieta del primer Pescara doña María Josefadel Castillo y Pesquera, se convertiría en 1771, por los meritorios logrosde su esposo, en primera marquesa de Pánuco y vizcondesa de la casa deVizcarra, por quien tantas misas y solemnes exequias, celebró de maneradevota su esposo el marqués de Pánuco, en el año de 1774 al fallecer lamarquesa, honras fúnebres que se celebraron en aquel templo que ladevoción del rosarense marqués había levantado.

También de gallegas raíces fue el apellido Vizcarra, que aunque nose traza hasta los orígenes de El Rosario, como lo es el blasonado ehidalgo López Portillo, el apellido Vizcarra resplandece, sino por laantigüedad de su escudo de armas, si por el brillo imperecedero de lasacciones nobles y justas de sus miembros. Al parecer ya hay Vizcarrasen El Rosario a principios del siglo XVIII, una tal doña Mariana de Vizcarradueña de esclavos y madrina de pretenciosos rosarenses, no echarácimiente este apellido vasco hasta 1724, año en que Juan Antonio deVizcarra se casa con la rosarense doña Francisca Moreno, de estematrimonio se logrará descendencia que dará brillo a la historia de ElRosario pues el segundo hijo, alcanzará hacia la mitad de su vidaconvertirse en el señor de la plata de mayores logros en el noroeste virreinal.

Don Francisco Javier Blas Vizcarra y Moreno, que con generosalealtad restituyó a su tierra rosarense de la misma manera en que estamisma, con la riqueza de sus entrañas, cual madre pródiga, le elevó a esterosarense desde los socavones de sus minas hasta el alcázar de Madrid,cuando el rey Carlos III, el gran Borbón, ordenó por su voluntad quepartir del 2 de diciembre de 1771, se antecediera al nombre de donFrancisco Vizcarra, el doble título de marqués y vizconde, concediéndolepor “feudo” Pánuco, y ennobleciendo su casa a la que le daba el timbrede vizcondado.

98

El Rosario

Este rosarense, que por padre era de origen Vasco y que cuyasinmediatas raíces estaban en Guadalajara por su nacimiento, y por elmanifiesto cariño que seguramente sintió a la tierra de la madre, diomuestras de una gratitud que atestigua su grandeza de ánimo dejandocomo herencia y legado a El Rosario el más bello templo virreinal, eledificio de las cajas reales (hoy perdido), diseñado y construido por elcreador del alcázar de México, el ingeniero de los reales ejércitos ytenientes de dragones, don Manuel Mascaro. Vizcarra veló también porel bienestar y la seguridad pública, al construir de su propio peculio lacárcel real, de El Rosario, sin mencionar las casas-palacios que mandóconstruir para su propia vivienda.

Retomando sus antecedentes familiares su padre Juan Antonio deVizcarra era originario de Guadalajara y al parecer tenía el oficio de capitán,iniciándose en la explotación de las minas de plata de El Rosario en ladécada de 1730, gracias al apoyo que le brindó don Antonio de Vizcarra,también militar y acaudalado hacendado de Guadalajara. Sus abuelosfueron originarios de las provincias vascas don Diego de Vizcarra y doñaIgnacia de Rendón. Su origen vasco se confirma en el momento mismoen que el marqués se convierte en cofrade de nuestra señora de Aranzazuen Guadalajara, cofradía para cuyo ingreso se exigía ser miembro de lanación vasca.

Aunque no de tan pródigas riquezas, ni de tan logrados blasones,fue otro caballero de Guadalajara que fundó en El Rosario su familia, elcapitán Clemente Martínez de Bocanegra y Robles, que de su matrimoniocon doña Josefa de Silva, logró una importante dote, pues su esposa erade la familia de Zea y Tobar, propietarios de la hacienda de Chilapa, en lajurisdicción de la Villa de Acaponeta.

A este señor al poco tiempo le encontramos como “apartador de laplata”, primer diputado de la minería de El Rosario en 1734, señor delazogue, y uno de los principales y más inspirados promotores de la elevaciónde Nuestra Señora de El Rosario como patrona principal del Real deMinas, verificándose su destacada posición en la jura solemne de la virgenen 1731.

La riqueza y la notoriedad que logró este tapatío en El Rosario, lepermitieron que sus dos hijas, doña Gabriela y doña Juana contrajerannupcias con partidos a fines a las aspiraciones paternas. Doña Gabrielase casó con el andaluz Juan Gómez de Trujillo, natural del puerto de Santa

99

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

María en España, quien en su primera juventud fue administrador generalde la hacienda de “Arrona”, jurisdicción del real de San José de Cópala,y que en la década de 1720 se convertirá en mercader del azogue en lamisma jurisdicción, oficio mercantil al que seguramente su rico suegrodon Clemente Martínez influiría por el comercio que ejercía en el real deminas, además del apoyo que recibió de su padre el capitán don EstebanGómez de Trujillo y Palacios.

La segunda hija de don Clemente, doña Juana se casó con unos delo más ricos hacendados de la provincia, el capitán don Marcos Gaxiola yTorres, quien fue dueño de la hacienda del palmito del Verde, de la haciendade Bayona y de la hacienda de Palmillas, quien tuvo el monopolio deltransporte de todas las mercancías que la compañía de Jesús trasladabade Guadalajara a las misiones del norte de la Nueva España.

Cierta resultaba la creencia en aquel tiempo, de que los hijos decomerciantes y hacendados se distinguían como notables caballeros,hombres de letras y que sobresalían en el servicio de las armas y de lareligión, siendo el ejemplo de los nietos de don Clemente Martínez, pruebairrecusable de logrado fruto que nacía del seno de nuestra sociedad barrocay criolla. Su nieto mayor, hijo único de su hija doña Gabriela, el bachillerJosé León Gómez de Trujillo, fue muy celebrado en sus dotes deadministrador de los bienes de la Iglesia, así como en sus facultades dejuez eclesiástico y cura rector del templo de Nuestra Señora de El Rosario.

No menos significativo será el destino de sus primos rosarensesque tanto en las armas, en el comercio, como en los oficios de Dios o dela iglesia, se recordará que de los hermanos Gaxiola, Francisco AndrésManuel Gaxiola y Martínez de Bocanegra, fue cura, vicario y juezeclesiástico de nuestra señora, por cuya mano se hicieron traer aquellascampanas de mítica antigüedad de la capilla ya centenaria de las haciendadel Palmito del Verde, para que sirvieran en el oficio divino de esquirlasdel nuevo y magnífico templo que el señor marqués de Pánuco acababade elegir de sus propios caudales en honor de Nuestra Señora de ElRosario.

Como dato interesante, las esquirlas que el bachiller Gaxiola destinópara llamar al rezo del rosario y que todavía, seguramente, son las quellaman en la actualidad a los fieles de El Rosario, algunos historiadores seaventuran a datar tales esquirlas al año de 1531.

100

El Rosario

El hermano del donante de las campanas, Diego María GaxiolaMartínez de Bocanegra, alcanzó notoriedad en el servicio a los reyes dela casa de Borbón, primero como alcalde mayor y capitán de guerra denuestra señora en el año de 1764, y años después recibe el título de justiciamayor de la villa de San Miguel de Culiacán, y ejerciendo este cargo fueelevado militarmente al rango de comandante y teniente general de lasprovincias de San Miguel de Culiacán, real de minas de las once milvírgenes de Cosalá, y Santiago de los Caballeros, brillante y destacadacarrera militar que bien le valió un lugar en la burocracia virreinal.

Un tercer hermano de los Gaxiola y Martínez, que a la luzdocumental es consignado como don Gregorio Raimundo, fue consideradocomo hombre de letras y versado en el derecho canónico, se graduó debachiller en sagrados cánones por la real y pontífice Universidad de México,por lo que no le fue difícil recibir el nombramiento de notario público denuestra señora, y al parecer el de teniente de justicia mayor de San Ignacio.Manuel, otro de los hermanos, dejó su tierra rosarense para establecerseen Madrid, buscando alcanzar en la metrópoli mayores logros que sushermanos ya que consta que don José María de la Riva y Rada, asientaque don Juan Ortiz De Rosas, ministro tesorero principal de la real cajade El Rosario había recibido una carta de Madrid en la que se notificabael fallecimiento de don Manuel Gaxiola Martínez de Bocanegra y de suentierro en unas de las parroquias de Madrid, tal como se hace constar enlos autos sobre el cumplimiento de la obra piadosa que a favor de laparroquia de El Rosario dispuso el bachiller Francisco Gaxiola, entre loshermanos sabemos que el mayor de éstos, Clemente, quedó testimoniode haber sido clérigo de la órdenes menores de la regular observancia deSan Francisco.

Al morir el hermano mayor, fray Clemente, la administración de lahacienda del Palmito, vasta heredar que era la fuente indiscutible de lariqueza y prestigio de la familia Gaxiola y que le valió más de medio siglopara convertir dicha propiedad en unas de las más grandes de la provinciade Sinaloa, pues recordaremos que era un hacienda con más de 22 milhectáreas, en donde llegaron apacentar 20 mil cabezas de ganado mayor,siendo convertida con la constante y misionaria labor del cura de NuestraSeñora, don Francisco Gaxiola, en unos de los puntos más ricos de laeconomía virreinal de la Nueva España, llegando sus dueños a obtenermayores ganancias en la producción de ganado mayor, que los dueños delas minas de El Rosario con la explotación de la plata.

101

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Sus propietarios llegaron a rivalizar con los mayores explotadoresde ganado de la Nueva España, disputando el sacerdote rosarense Gaxiolael monopolio de dicho comercio en la capital virreinal, con hasta 10 mil 47cabezas de ganado enviadas, sin contar el ganado que enviaba de susotras dos haciendas a la segunda ciudad del virreinato, “La Puebla de losÁngeles”, y el importantísimo puerto de Veracruz, provocando envidia enel conde de Miravalle y en la casa de los condes de Miraflores, quienessiempre pretendían controlar el abasto de la carne y su monopolio en esastres ciudades.

Cañedo es otro apellido que tiene su origen en Guadalajara, y quesembró y se ramificó en El Rosario al menos desde 1683, y sus miembrosdieron un notable impulso al progreso mercantil, haciendo notablereconocimiento por sus logros en la extracción de la plata, el primero enestablecerse en el mineral fue el capitán Antonio Cañedo y su esposadoña María Serrano, quienes tuvieron una descendencia que a todas lucessería una de las casas y solares rosarenses de mayor distinción durante elsiglo XVIII.

En 1745 el hijo del anterior matrimonio, don José Cañedo y Serrano,es señalado como alférez real y dueño de la hacienda de San José, ademásde mercader muy principal de la provincia, reuniendo pues tres requisitosfundamentales en aquella cerrada y selectiva sociedad. Como hacendado,militar y mercader no le sería difícil colocarse bien dentro de la éliteprovincial, como lo comprueba la política matrimonial que había seguidoél y su familia, al casar con doña María Rosa Ifigenia Jiménez de Alcaraz,enlace que lo unió a un poderoso personaje de la Iglesia, el bachiller donJuan Antonio Jiménez de Alcaraz, quien ejerció profunda influencia en elobispado del reino de la Nueva Vizcaya, habiéndosele confiado a estepersonaje rosarense la parroquia de san Pedro de Chametla, laadministración eclesiástica de Santa Cruz de Matatán en la provincia deMaloya, y cura rector de Nuestra Señora de El Rosario, añadiendo a estaamplia lista de títulos parroquiales, a la par temibles y considerados dealta discreción, de comisario del real y apostólico tribunal de la santacruzada, inquisidor del santo oficio de la inquisición, examinador sinodal yvisitador general del obispado del reino, concedidos todos por elexcelentísimo señor obispo don Pedro Tapiz, del consejo de su majestad.

En la siguiente generación de los Cañedo, maduraron los anhelos yaspiraciones de esta familia, surgiendo de entre el ramaje de clérigos,

102

El Rosario

capitanes y mercaderes un joven que por sus inclinaciones y sus logrosera la realización del espíritu criollo, novohispano y rosarense, al quevemos bautizar el 24 de octubre de 1727, con el nombre de don ManuelAntonio Calixto Cañedo y Jiménez de Alcaraz. Desde muy joven, yanimado por el espíritu de su juventud, se dedicó en cuerpo y alma junto aotro insigne rosarense don Francisco de Vizcarra y Moreno, a abrir minas,buscar nuevas y más ricas vetas, esfuerzo que le permitió convertirse, alpaso de los años en unos de los mayores empresarios mineros del noroeste,aunque en menor proporción que Vizcarra, porque habremos de recordarque en la sociedad que ambos fundaron don Manuel Cañedo figuró comosocio minoritario o subordinado. Con la fortuna acumulada, Cañedo sedecidió, como era la moda entonces, a invertir en lo que era consideradola fuente del prestigio social en aquella época, la tierra.

En 1765, ya radicado en Guadalajara, sin dejar sus lazos con supatria, El Rosario, viviendo en un palacio detrás de la catedral, rodeadode candelabros, candiles, pinturas, colgaduras de seda, encajes y esclavos(así se consigna en varios documentos) adquirió las haciendas de la Vega,el Cabezón y las haciendas de Buenavista y la Calera, propiedades queen conjunto le costaron una verdadera fortuna, cerca de 80 mil pesos deoro común de minas.

La tierra rosarense, tan pródiga entonces, le permitió adquirir yhacerse dueño de las más fértiles y productivas haciendas de Guadalajara.En estas haciendas, tanto de labor como de pastos, llegó a juntar 15 milvacas, 600 bueyes, 4 mil 300 caballos, divididos en 177 manadas, 1300caballos mansos, 2 mil mulas y 520 potros. En Ameca fue fama de habersido dueño de la finca más grande y hermosa, apasionado por los diamantesel inventario de su testamento sería la envidia y la admiración de losgrandes coleccionistas.

Riquezas míticas y legendarias que surgieron del seno fértil de sutierra natal, El Rosario, tierra a la que él, don Manuel Cañedo y sucompañero don Francisco Vizcarra, hermanos en ansias y aspiraciones ledieron a cambio de tantas riquezas, edificios civiles y religiosos, que demedieval silueta la convirtieron en barroca y urbana, pues el marquéshizo levantar la inmensa mole, que vistió de filigrana y churriguera, mientrasdon Manuel Cañedo remató el cuerpo de la nave eclesiástica con unatorre de audaces proporciones, con la ligereza y donaire que el arte denuestro barroco le imprimieron. Esta obra, reconocible por su piedad y

103

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

por sus méritos artísticos, los fondos para su erección surgieron de lamina de Santa Gertrudis y de las reales salinas de Chametla, ambasnegociaciones de Cañedo.

Sobre su familia, sabemos que contrajo primeras nupcias con doñaMaría Andrea Cabrían y Cárdenas, con quien procreó seis hijas, y que alenviudar de doña María Cabrían en 1773, volvió a casarse con doña MaríaAntonia Zamorano de la Vega. Y de ambos matrimonios fuerondescendientes personajes muy destacados en la historia de Jalisco.

El 18 de abril de 1790, el rey Carlos IV firmó la Real Cédula queconfirmaba la escritura de fundación del mayorazgo de Cañedo. Doshijos de esta prole rosarense gozaron del privilegio de una merced deCastilla, don José Ignacio Jacinto, que desde el 12 de octubre de 1794 fuemayorazgo de Cañedo, y candidato al título de conde, título condal que nole fue concedido a final de cuentas por haber sido preso el rey en Bayona,mientras su hermana doña María Josefa Cañedo el 3 de enero de 1795 seconvirtió en baronesa de Santa Cruz de San Carlos, y marquesa consortedel real del mezquital por haberse casado con el gaditano don GuillermoCaserta Daenens Stuart de García.

Copiosa y dilatada descendencia dejaron estos apellidos en el Realde Minas de Nuestra Señora de El Rosario, logrando muchos de susvástagos la plausible distinción y elevada fama.

El mundo de la Nueva España, giró en torno a dos realidades: laiglesia y el poder real, por un lado, la iglesia es la madre y protectora, porel otro el poder real es la figura del padre, el dispensador de bienes. Apesar de esta balanza hubo tolerancia a los desvaríos del cuerpo y rigideza los desvaríos del alma, estando aquella sociedad siempre en lucha entrelos dos opuestos, y por la que siempre veló la Iglesia. Sería inconcebiblesin la institución eclesiástica el desarrollo y la realidad histórica de ElRosario, pues el mineral no fue sólo el arca de donde los oficiales del reyhicieron aumentar a la hacienda y al tesoro real, para continuar el mayoro el menor grado el crecimiento de esa monarquía, a la que contribuyócon creces nuestro suelo.

En el catolicismo hispánico, la autoridad del príncipe se originabaen el pueblo, sin embargo, el príncipe no era responsable ante la sociedadsino ante Dios, de ahí el concepto de la universalidad del catolicismohispánico, se bifurcaba en una doble universalidad, de la Iglesia y lamonarquía, de donde se desprende que el sustento y a la vez fundamento

104

El Rosario

del sistema político imperial español, en el caso concreto de la NuevaEspaña sea ejemplar, en tal sentido pues, del seno de este catolicismosurge en aparente contradicción el particularismo criollo, de la sombra dela Iglesia. Por esto la historia de la Iglesia tiene tal influencia en el desarrollode aquellos tres siglos de nuestra historia.

Ya desde sus inicios, Nuestra Señora de El Rosario recibió laprofunda influencia de la Iglesia, con sede en la capital de la Nueva Vizcaya,por lo que podemos asegurar, en líneas generales la obra heroica de talempresa, de la Iglesia, que al igual que sus conventos y monasterios,vastos y magníficos, se extendieron por el paisaje no menos vasto ymagnífico de la Nueva España.

El siglo XVII fue para la Iglesia un siglo arquitecto y evangelizador,fue también la época de nuestras primeras grandezas en el que el paisajede El Rosario se cubrió con blasones de castizas reminiscencias, querevelan el secreto orgullo de su pueblo y su sincera y a la vez profunda feen lo intangible pues, de los hechos memorables que registra la historiaeclesiástica de nuestro real, y que guarda ecos que hasta hoy en díatienen influencia, fue el que tuvo lugar el 28 de marzo de 1680, en que elilustrísimo señor don fray Bartolomé García de Escañuela, obispo de lacatedral de Durango, capital de la Nueva Vizcaya, “de sus provincias yconfines”, hizo su solemne entrada al Real de Minas de Nuestra Señora,tributándole el pueblo rosarense, los honores propios de “vicerregiopatrono”, levantándole arcos triunfales, símbolos tan comunes del ritualbarroco, que el pueblo de El Rosario habría de conceder a otros preladossucesores de Escañuela. Ritual que como barroco, estaba impregnado desimbolismos a la usanza de los romanos, prueba de fidelidad que en arcostriunfales hechos de flores, madera o piedra o en algunos casos deterciopelo salpicado en encajes de Flanders o Bretaña, eran levantadosdesde la entrada del estadio hasta las puertas del templo parroquial.Muestras y honras dedicadas al personaje no carentes de la simbologíaculterana imperante en México, que nos recuerdan la entrada de losarzobispos y de los virreyes a la ciudad de México, de ahí que se lesllamaran “horras de vicerregio patrono”.

Así pues, dirigió sus pasos este benemérito sacerdote al dintel ypuerta de Nuestra Señora de El Rosario, verificando con la solemnidadque era propia de las “santas visitas generales”, la inspección del culto,conforme a los cánones instituidos por los pontífices en los Reinos de

105

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Indias y “habiéndolos visto su ilustrísima agradeció la decencia con queencontró el depósito del santisimo sacramento, los tres vasos de los santosóleos y la pila bautismal, conminando al bachiller don Lorenzo De Cárdenasy Guzmán, cura de el real a asentarlo según el ritual romano.

García de Escañuela no sólo confirmó su buena voluntad hacia loshijos de la tierra rosarense, sino que los alentó “para mayor honra deDios” a la devoción de María Santísima, abriendo con sus propias manos,los cimientos del lugar en donde debía de erigirse el templo dedicado a lavirgen de El Rosario, suceso que se verificó entre el 28 de marzo y el 28de abril de 1680, así lo consigna un documento de la época.

Después de trazar con sus manos la planta latina del nuevo templo,abrir sus cimientos y poner la primera piedra, su ilustrísima Escañuelabautizó “solemnemente” al vástago del dueño de la mina deldescubrimiento, el alférez real don Juan Bautista Gambino y de su esposadoña María de Rojas, bautismo que dio doble nota de distinción de estacasa rosarense y que daba favorables augurios al rosarense bautizado altener por padrino a tan alto personaje del reino.

Ya antes de que fuera predicador de Carlos II, Escañuela, inspiradorde aquel primer templo que bajo el palio episcopal honrara a la virgen deEl Rosario, otro benemérito clérigo de la diócesis de la Nueva Vizcaya,que pisó su planta en nuestro real, siguiendo el natural impulso de los másilustres miembros de la iglesia de Indias, buscando mitigar el dolor y elsufrimiento de la raza vencida, es decir de los indios, a pesar de las piadosasdisposiciones que los monarcas de España habían dispuesto sobre el asuntoen el cuerpo de las leyes de Indias, para la defensa y protección de losindios que en particular profesaron hacia los naturales de la Nueva Españay entre éstos a los de Nuestra Señora de El Rosario. Hubo algunos vasallosespañoles vecinos de El Rosario, entre ellos un militar, que por su conductahacia los indios violó las justas disposiciones que los protegían, pues el 7de abril de 1667, por comisión de don Juan de Gorozpe y Aguirre obispode la Vizcaya, envió a El Rosario al Deán don Josepe López de Olivas,quien en carácter de visitador general al ver la lastimosa servidumbre devarios indios, hizo levantar los testimonios necesarios para castigar al queresultara reo de la culpa, de la llamada república de indios.

Compareció Baltazar, indio gobernador de San Juan de laConcepción, Pablo indio alcalde del mismo pueblo, Juan Zacarías, indioalcalde de San Marcos, y ratificando la denuncia de sus hermanos de

106

El Rosario

raza, Nicolás Pablo, capitán de San Marcos, San Juan de la Concepcióny Santa Catalina. Ante sus ojos y a la luz de las acusaciones, el Deánfulmina al reo, que resulta ser un distinguido militar de la provincia, elalférez don Juan de Cánsales, quien por merced gozaba de encomiendade indios por título dado por el gobernador don Luis de Valdez y Rejano,faltando a las piadosas disposiciones de su encomienda pues el alférez, lorentaba como si fueran esclavos encontrando arrendatarios entre losvecinos de El Rosario que los empleaban sembrando la tierra en sushaciendas y en las salinas de Chametla, mientras que el sueldo que estosindios ganaban era entregado a su encomendero, quien los ataba y azotaba“con todo rigor y no les dejaba criar sus pollos y gallinas, porque se lastienen que dar” los vecinos de El Rosario acusaron a esta cruel actividada Cenizales presentando la queja ante los protectores de indios y sobretodo al Deán.

Estos testimonios documentales nos hacen reevaluar lo que fue elpropósito principal de esta centenaria institución.

Sobre la obra capital de la peculiar civilidad castellana que vemosen los siglos XVI Y XVII, y que justificó la acción histórica de España yde su imperio en estas tierras, fue sólo una, la propagación de la fe yevangelización, de ahí que tras el triunfo militar de los españoles en laconquista de un sólo tajo quedaron en la orfandad espiritual los indios, porlo que el cristianismo, la divinidad, las vírgenes y los santos se idealizaron.Excepcional y a la vez ideal resultó para el cristianismo castellano, elalma india.

El catolicismo, alimentado por la contrarreforma de Trento, yenvuelto en la fronda del barroco, fue el vehículo sutil y no carente deinigualables ejemplos, por el que el indio y el criollo, tuvieron cabida en lasociedad y el mundo hispánico de la edad de oro. El arraigo y la profesiónde fe de los indios en nuestra tierra, fueron ejemplos notables de eseparticularismo católico novohispano, del que la historia de El Rosario esejemplo elocuente.

En los archivos eclesiásticos y los archivos de lo que llamaban loslegistas novohispanos del brazo secular, encontramos estos ejemplos: losindios Alonso Martín y Ángela Pascuala, a los que con particular insistenciaseñaló el licenciado don José López de Olivas, comisario inquisitorial deEl Rosario, por un hecho en que nos recuerda esa muy devota y a vecessacrílega fe que algunos indígenas de El Rosario mostraron en un aparente

107

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

arrebato de profunda devoción. Además de un ligero toque de superstición,hurtaron la virgen a la que el comisario de la inquisición la llama “la virgendel hospital”, este hecho que trasluce la vitalidad de la institución católicay de sus profundas raíces en el espíritu indio, primero porque los autoresdel plagio, al ser originarios de una encomienda tan lejana de El Rosario,en Culiacán, sentían el deber de llevarse la imagen transgrediendo unosprincipios por enaltecer otros, y por otra parte la imagen de la virgen queera de la capilla del hospital que sin lugar a dudas sería el hospital deindígenas de El Rosario.

Siguiendo esto, vemos aquel otro personaje que una y otra vezsurge de entre los legajos del siglo XVIII y al que los curas de NuestraSeñora, llaman José el Ermitaño o José el Eremita “que vive en la otrabanda del río”, de oficio arriero y que se encargaba de cruzar lasmercancías que venían de Guadalajara a El Rosario. El espíritu indio y sufe les llevaron a fundar cofradías o hermandades que buscaban enaltecerel culto. La cofradía de indios de Nuestra Señora de Auchen y de SanPedro en la provincia de Chametla, de la que hace fiel recordatorio elbachiller don Tomás de Vittorica López Portillo el 26 de abril de 1734, alhacer el inventario de bienes, señala que se debía a esos indígenas untabernáculo o nicho de Nuestra Señora de Auchen, cuyas imágenes,adornos y alhajas estaban bajo el cuidado de las indígenas “Tenanchis”,muestra de la piedad indígena, memoria hoy perdida.

Más que en el siglo XVII, el siglo XVIII hará de El Real de ElRosario escenario de procesiones, ritos y solemnidades en los que larepúblicas de indios y sus principales caciques ofrecieron sus primicias ytributos al trasmundo católico siguiendo su particular manera de profesaresta fe.

Pareciera como si de las más opulentas y distinguidas casas enaquellos siglos surgiera el germen de hombres doctos y caritativos,hombres de la Iglesia, que eran a la par industriosos y mecenas del artedel siglo XVIII, de los que por sólo citar un ejemplo vemos que de unmatrimonio rosarense, fértil en clérigos, fue el que conformaron el generalde los reales ejércitos don Francisco de Vittorica, y doña Catalina LópezPortillo, padres de don Juan de Vittorica, distinguido bachiller y cura porsu majestad de la Villa de San Miguel de Culiacán. El bachiller por la Realy Pontificia Universidad de México, don Tomas de Vittorica, cura por SuMajestad (Felipe V), de San Pedro de Chametla, de Nuestra Señora deEl Rosario y en el nuevo reino de León; terminando esta familia de clérigos

108

El Rosario

en su hermano don Francisco Javier de Vittorica, también bachillergraduado por la Real y Pontificia, sin saber a ciencia cierta si fue en arteso en gramática, aunque muy docto y a quien los libros de la santa fábricaparroquial de Nuestra Señora de El Rosario elogian, al asentarse la solemnepompa de sus honras fúnebres, que a pesar de habérsele levantado untúmulo mortuorio, considerado el más rico, y de gozar el privilegio de lasrentas de tan rica parroquia, como era la de El Rosario murió como “humildereligioso en túmulo de 100 pesos, con fama de pobre”, en diciembre de1775; su feliz gobierno eclesiástico coincidió con la constricción de laaltiva y soberbia parroquia esculpida con los encajes de Churriguera, y lasolemne visita del ilustrísimo doctor don Pedro Tamaron y Romeral, quienpresidió aquella magnífica función al estrenar la primera capilla “de medianaranja”, es decir con cúpula, que tuvo lo que son actualmente las ruinas.

El drama de nuestra historia, forjada en tintes claroscuros, solemnesy brillantes, hemos visto que creció bajo el doble signo de la cruz y de lasarmas de Castilla, cuya soberanía encarnaron la vara de la real justicia oalcaldes mayores empuñadas por hombres al igual que la iglesia, distinguidosen el servicio prestado al monarca, y que en muchos casos habían forjadosu prestigio desde los reinos peninsulares.

Los alcaldes mayores de El Rosario, que por lo general deberíanser por designación y nombramiento del rey, los hay aquellos que fueronnombrados por el gobernador de la Nueva Vizcaya, a quien se le reconocíasu derecho a otorgar una provisión o título de alcalde con el carácterinterino, es decir, mientras llegaban a El Rosario los nombrados por el rey,circunstancia que fue el origen de múltiples conflictos entre el gobernadordel reino y la Real Audiencia de la Nueva Galicia. De estos funcionariosreales, nuestra historia apenas registra suceso notable, a pesar de quehubo algunos que fueron figuras centrales en los sucesos de las provinciasde Sinaloa y Sonora durante el siglo XVIII.

El alcalde mayor de Nuestra Señora de El Rosario administraba elrepartimiento de indios en el trabajo de las minas y de las haciendas, dabasu beneplácito y aprobación en las elecciones de gobernadores indígenas,y dada la guerra que de carácter endémico se mantenía en estas tierrascon los indígenas rebeldes, el rey le concedió al alcalde mayor de ElRosario la tarea de organizar y encabezar las milicias para enfrentarlos,de ahí que al título de alcalde mayor de Nuestra Señora de El Rosario sele agregaba el de “capitán a guerra por su majestad”, sin olvidar que

109

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

entre las funciones más importantes del alcalde o justicia era el cobro delreal quinto, y los derechos que debían cubrir los dueños de minas al tesororeal para la explotación de las minas de plata y oro de El Rosario.

Un segundo título que dio prestigio y fama a la alcaldía mayor deNuestra Señora era la previa intitulación de “capitán general de las costasde la mar del sur”, que acompañaba al título de alcalde. Uno de estostenientes de capitán general, que fue piedra de escándalo en la vida de ElRosario fue el general don Juan Bautista de Esparza y Venteimilla, que apesar de haber sido ministro honrado y justiciero, características que unióa su natural impetuoso el despotismo y la poca prudencia que los hombresde armas muestran en el gobierno, celoso de su investidura militar, buscócortar añejos abusos en El Rosario, lo que le causó un abierto conflictocon la Real Audiencia de Guadalajara; al haber despojado al capitán donDiego de Salazar y Ovalle, aristócrata de El Rosario y dueño de minas, demás de 362 marcos y 4 onzas de plata, despojo equivalente, a más de 100kilos de plata labrada por lo que el orgulloso señor de minas de El Rosarioacudió a la justicia del rey representado por los oidores de la Audiencia.

No sería esta la primera vez que este alto graduado militar, deEsparza, se viera envuelto de litigios y pleitos, ya que solicitó a sus señorías,el superior auxilio, para que don Tomás de la Hojuela, capitán a guerra yalcalde de Nuestra Señora de El Rosario, le restituyera sus preeminenciasy privilegios como teniente de capitán general de las costas del mar delsur. Solicitud de justicia que tuvo buena respuesta por parte de la RealAudiencia, que sirvió para la paz y el decoro del Real de minas, pues lareal provisión o documento que fue enviado al capitán don Juan de Monroy,a la sazón, justicia mayor de la real Villa de Acaponeta, que por serAcaponeta límite del reino de la Nueva Galicia, Monroy tenía poder de laReal Audiencia para pasar a El Rosario y presentarse ahí con la realprovisión “en alto” para que el alcalde mayor de nuestra señora, Tomásde la Hojuela, besara dicha provisión “tacto pectore et corona” por ser enel nombre de su majestad Carlos II, y en consecuencia restituir eltenientazgo del mar del sur, al general don Juan de Esparza y Venteimilla.

El real gobierno y la Iglesia, paralelos pero no enemigos, se fundieron,fecundando la sociedad barroca de El Rosario dieciochesco, vemos comoel altar de la iglesia y la vara de la real justicia son el doble signo quesimbolizó nuestro siglo XVIII, siglo en que podemos considerar como unhomenaje a la vida urbanística, preconizado por el barroco y las leyes de

110

El Rosario

Castilla, pues fue un siglo edificante, constructor y sobre todo un homenajea la vida mercantil de la que nuestro Rosario, “fue garganta del noroestenovohispano”.

No es de extrañar que los reyes y monarcas del trono de España,reservaran para sí, al menos desde Carlos II “El doliente”, el nombramientode alcalde mayor de Nuestra Señora de El Rosario, para premiar a aquellosque se distinguían como su más diligentes súbditos, como lo verificamosen 1704, cuando la Real Audiencia de México, confirma al coronel de losreales ejércitos don José Ramírez de Arellano, vecino de la ciudad deVeracruz y del puerto de San Juan de Ulúa, al que dieron su pase deoficio a la alcaldía mayor del Real de Nuestra Señora de El Rosario, quele fue otorgada por la real merced de Su Majestad don Felipe V de Borbónpor un término de 5 años.

Cronología de los acontecimientos

El Rosario, 1703

El caudaloso río de plata que fluía en las minas de Nuestra Señora desdefinales del siglo XVII, llevaba la fama del real a los 4 vientos, pues almorir aquel siglo, se extraían anualmente 272 mil pesos de plata y oro desu subsuelo, aunque no siempre halagüeña se mostró la balanza de lafortuna hacia el esfuerzo de aquellos hombres que hacían brotar de susentrañas estos ríos de plata, pues las principales minas de El Rosario, ElTajo, Buenavista, y la de San Francisco en Plomosas se inundaron, porser los tiros muy profundos, por lo que los escurrimientos naturales deagua eran de gran volumen, pues hasta el año de 1703 el desague de lasminas se realizaba con gran gasto en dinero y vidas; pues cuadrillas detenateros, en su gran mayoría negros, mulatos y esclavos que por algúndelito eran condenados al trabajo de las minas, se afanaban acarreando elagua en tenates o recipientes de cuero que cargaban sobre los hombros yque subían desde el fondo de los inmensos tiros a través de escaleras.

Entre 1700 y 1715, se volvió imposible el desagüe de las minas, porla cantidad de agua que había inundando las galerías y la profundidadalcanzada en los tiros, y no menos por el descomunal trabajo querepresentaba para las cuadrillas conformadas por las “castas” de dicho

111

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

desagüe. Fue entonces que los dueños de las minas trataron de solucionarel problema que era económicamente una sangría por los costos elevadosen el desagüe, a la vez que no se extraía plata, problema que se trató desolucionar instalando malacates o poleas sobre las salidas de los tirosprincipales, cambiando la fuerza de trabajo de negros y mulatos, por mulasy caballos en la tracción o movimiento de los malacates. Podemos darnoscuenta del tamaño del tiro principal de las minas del tajo, en donde secolocaron 2 poleas, uno en el tiro de Buenavista y otro en el de la mina deSan Francisco, solución que tuvo efecto por 5 años, pues para 1710 seguíael problema, por los que los dueños de las minas, ante la gravedadeconómica que representaba para El Rosario, recurrieron ante la RealAudiencia de Guadalajara, que envió un grupo de ingenieros en minas, yen 1713 , por medio de socavones de desagüe, soluciones técnicas muyusadas en Guanajuato y Zacatecas; lográndose habilitar y poner enfuncionamiento de nueva cuenta las principales minas y tal como seasentaron se habilitaron: “muchas y ricas minas (de El Rosario) conabundancia considerable de metales, que ni en este reino (reino de laNueva Galicia) ni en el reino del Perú, hay reales de minas que les iguale”.

El Rosario, 1707

El acta 340 del libro segundo de matrimonios, que se celebraron en elReal de Minas de Nuestra Señora de El Rosario, guarda una informaciónmatrimonial no menos interesante que rarísima, que nos habla de lasperipecias un tanto librescas de un hombre que adoptó a El Rosario comosu segunda patria y cuya vida trasciende y toca, los sucesos históricosque en su tiempo trastocaron la integridad de la monarquía española. Estepersonaje, Felipe de Jesús y Navia, es para nosotros un ejemplo de lariqueza histórica de El Rosario. Era natural de la ciudad de Manila, en laislas Filipinas, con residencia en El Rosario desde el año de 1705, al casarseel 28 de diciembre de 1707 otorga un testimonio de limpieza y soltura(soltería) para casarse con María de Porras, originaria y vecina de ElRosario.

Al comenzar el relato de sus testimonios, arroja datos reveladoresy preciosos de su vida, pues declara que estando en la ciudad de Caviteen las Filipinas, había corrido la voz de que ahí se encontraba en calidad

112

El Rosario

de desterrado, Su Excelencia don Fernando de Valenzuela y Enciso, elque fuera en otro tiempo el ministro todopoderoso de doña Mariana deNeoburgo, reina madre de Carlos II y regente del imperio español durantela minoría de edad de su hijo, y en su fortuna nuestro personaje, Felipe deJesús y Navia, rosarense por adopción, entró al servicio y con el tiempo alcercano séquito de don Fernando de Valenzuela, al que se le llamaba“duende de palacio”.

La razón del destierro de tan poderoso ministro en la lejana Filipinafue a causa de los odios políticos del principe don Juan José de Austria,llamado “el bastardo”, pues al morir su padre Felipe IV de Habsburgo,esperaba convertirse en primer ministro de su medio hermano Carlos II,siendo atacado en su intento político, por los amores de doña Mariana deAustria, quien elevó al “duende de palacio”, desde su humilde esfera,hasta convertirlo en su favorito, amante y primer ministro, y una vez queel joven Carlos pudo empuñar el cetro cortó la relación adúltera de sumadre y al hacer triunfar el partido que en la corte apoyaba la candidaturade don Juan de Austria; siendo doña Mariana confinada en un conventolejos de Madrid mientras que su amante Valenzuela fue obligado a atravesarlos mares hacia su destierro en la Filipinas. Es aquí donde unen la vida dela gran figura y nuestro personaje rosarense, pues llegado el año de 1691,la benevolencia del rey le permitió a don Fernando de Valenzuela volver aEspaña, y como el mismo Felipe de Jesús y Navia nos dice en su testimonio,que el salió de las Filipinas hacia esta Nueva España, en el séquito delmarqués de Villasierra, es decir el “duende de palacio”. Pero al llegar aMéxico, la orden del rey le revocó radicándose don Fernando deValenzuela en la capital y con el futuro vecino de El Rosario.

“Durante su permanencia en México el duende, como se le decía,ostentaba gran lujo, frecuentaba su casa el virrey y las personas de calidady de ahí salían, cabalgatas y mascaradas en los días de regocijo popular”.

¿En cuántas de estas escenas estaría nuestro rosarense?,seguramente en presencia de los virreyes, el arzobispo o los condes deSantiago que eran asiduos visitantes a la casa del “duende de palacio”.Pero no siempre la fortuna mantiene un rostro benévolo, pues el 7 deenero de 1692 murió don Fernando de Valenzuela, de resultas de unapatada de caballo, y como dice un cronista de la época “tanta fue la genteque ocurrió (fue) a verle que no se le pudo enterrar hasta el dia 9 en quesu cuerpo fue llevado a la sala del capítulo de San Agustin, con asistencia

113

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

del virrey, la nobleza etc.; en una caja de cuatro llaves, dos días y dosnoches continuas doblaron las campanas en San Agustín”. Con estedesafortunado suceso la fortuna de Felipe de Jesús y Navia acababaquedando sin protector pues tras el entierro del señor el marqués deVillasierra, declara entrar al servicio del capitan de Puga, a quien acompañahasta Tepic y de ahí se establece en el Real de Nuestra Señora de ElRosario en 1705, en donde contraerá nupcias y finalmente establecerá suhogar con amplia descendencia.

El Rosario, 1721

A los nueve días de 1721 el bachiller don Juan Antonio Jiménez de Alcaraz,en su carácter de cura rector por Su Majestad, comisario del santo oficioy del real y apostólico tribunal de la santa cruzada de Nuestra Señora deEl Rosario, asentó que en la santa general visita que hizo de este obispadode la Nueva Vizcaya realizada en el año de 1720 con el título de visitadorgeneral, compareció ante él don Juan de Zea, vecino que fue de El Rosarioasegurándole ser albacea de su madre doña Josefa de Tovar, dueña de lahacienda de Chilapa, y que no se había cumplido ninguna de las mandas yobras pías que en su lecho de muerte había dispuesto su madre para lahonras de Dios y Nuestra Señora de El Rosario, pues el segundo hijo deesta rica dama, el capitán Diego de Zea y de Tovar ocultó el testamentoy dispuso de los bienes que en gran parte estaban destinados a “obraspías”, por lo que ante tales hechos el inquisidor mandó al capitán Diegode Zea que hiciera exhibición del testamento y dar cumplimiento a suscláusulas.

Con atrevimiento y descaro el que se había distinguido como padrinode muchos rosarenses, respondió al inquisidor que no tenía tiempo “porestar muy emborucados”, su papeles y muchísimos lo negocios pararegistrarlos, que después de terminada la visita general, lo buscaría y leexhibiría para su aprobación, por el ilustrísimo señor obispo. Entre lasdemandas que estaban por cabeza de este asunto, fue la que expuso laespañola Petronila Bargueño de la Peña, que aunque el capitán don Diegode Zea había recibido un plazo del obispo don Pedro Tapiz, “no ha cumplidoen cosa alguna, ni ha pagar lo que por cláusula piadosa dejó en sutestamento doña Josefa de Tovar para el funeral y entierro de doña María

114

El Rosario

de Riquelme”. A quienes recuerda la historia de la Iglesia de esta regióncomo benefactora del convento Franciscano de Huaxicori, habiendo juradohacerse con toda atención y fasto, se le conminó al capitán Diego de Zea,que bajo la pena de excomunión mayor “late sentencia ipso facto incurrendacanónica monisione” su nombre se colocara en la tablilla de losexcomulgados que a la vista de todos y para su escarnio se exhibirá en lapuerta mayor del templo de Nuestra Señora de El Rosario, además dehacerle notorio que no salga del real, hasta que el señor provisor de esteobispado lo de por libre… so pena de la misma excomunión mayor y los100 pesos aplicados para el colateral o retablo (que se estaba esculpiendo)de nuestra señora de El Rosario de esta parroquia, remitiéndose el asuntoal señor licenciado don Pedro José Galindo y Vidal, abogado de la RealAudiencia de México y Guadalajara, y arcediano de la iglesia catedral deDurango. Este documento es una prueba que nos muestra tanto la defensaexhaustiva del legado de las familias criollas de El Rosario destinadas a laIglesia, y por la otra de que a pesar de que ya habían transcurridos cuarentaaños de que el ilustrísimo Escañuela colocara la primera piedra del temploantiguo, sus retablos y particularmente el retablo mayor, era todavía motivode embellecimiento y mayor decoro, y al parecer el maestro petardistadel colateral mayor de nuestra señora, del que se hace mención en estedocumento, fue el queretano Diego de Montoro.

El Rosario, 1724

Ante el material consultado y su análisis hemos de contradecir aquellahistoria fría y descarnada muchas veces desfigurada que nuestra historiaoficialista, claro está, ha dibujado o ha pintado la figura de aquellosespañoles que gobernaron estas tierras, que si bien es cierto, sus actos losdenuncian altivos, soberbios, pagados de sí, e incluso crueles; el análisisobjetivo y profundo de las huellas documentales, a la par de una críticaque salga de ese sectarismo antiespañol nos permitirá, porqué no, ver laotra cara de la moneda, adentrarnos en esos espíritus de un carácter leal,imbuidos por el progreso y la grandeza del imperio español, sino por eladelanto de sus tierras de adopción.

Uno de esos tantos castellanos, funcionarios al que podemos citarcomo ejemplo, contra el modelo generalmente falseado de nuestra historia

115

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

oficialista, lo fue don Sebastián González de la Mata, quien llegó a NuestraSeñora de El Rosario en 1724 con la patente y título de alcalde mayor ycapitán de guerra por su majestad de estos territorios.

El ligero análisis de sus antecedentes, nos dan una idea de lapreocupación que mostraron los monarcas de la casa de Borbón, porquelas tierras de indias fueran gobernadas por personas con ampliosantecedentes en el servicio real.

Don Sebastián había nacido en la Villa de Carreño, tierras de campos,en Castilla la Vieja, lugar de resonancia medieval, en otro tiempo señoríode los yernos del Cid; tierra en la que don Sebastián había probado coneficacia su carrera como funcionario real, en donde se ostentó, como fiely alcalde de la santa hermandad por el estado de la nobleza de Correón ypor el estado noble Servillas de la merindad de campos en Castilla, títulosy privilegios, que como consta de las probanzas, gozaba su familia desdesu bisabuela don Gregorio González de la Mata quien además se distinguiópor los títulos de capitán de ganaderos y regidor perpetuo de Correón delos Condes. Muy bien le vino a don Sebastián la vieja tradición que existíaen su familia desde mediados del siglo XVI como oficiales reales, pues elsentimiento que existía de honra y de cristiano viejo, que predominaba enla mentalidad rosarense durante los siglos XVII y XVIII obtuvo elnombramiento de justicia mayor y capitán comandante de las miliciasurbanas de nuestra señora de El Rosario, en 1724 y el segundo título en1748. Renunció además, al pasar de España a indias o América a supersonalidad jurídica como procurador general del estado noble deCorreón, para finalmente establecerse en el mineral en donde fundó suhogar al casarse con la rosarense doña Ignacia Catarina de Urdiain,matrimonio que alcanzó rendidos frutos, pues habrá que recordar que elhijo de ambos, el rosarense don Manuel Telesforo González de la Mata yUrdiain fue el primer aspirante (y logrado) al Real e Ilustre Colegio deAbogados de México, recibiendo dispensa y pasantía de jurisperito, pororden directa del rey de la Nueva España. Rosarense a quien vemoscomo exitoso abogado de la Real Audiencia de México desde el 20 deoctubre de 1778, pudiendo considerársele como unos de los primerosabogados del noroeste mexicano.

116

El Rosario

El Rosario, 1727

Nace en El Rosario el 14 de octubre de 1727, el legendario dueño deminas y señor de la plata, don Manuel Calixto Cañedo y Jiménez deAlcaraz, a quien debe el Rosario la urbanización de su traza, la construcciónde la torre del templo antiguo y de haber embellecido a El Rosario con laconstrucción de portales del orden barroco.

Desde muy joven se inició en la explotación de su mina y haciendade Santa Gertrudis, fue también socio minoritario del marqués de Pánucoen las minas que este último tenía en las jurisdicciones del real de SanJosé de Cópala, Real de Minas de Nuestras Señora de El Rosario y SanAntonio de Plomosas.

Por su patrocinio en obras piadosas puede distinguirse como lamás importante la construcción de la torre parroquial; se distinguió por elazogue consumido a la real hacienda y otros servicios en beneficio delpueblo, la iglesia y la monarquía. El rey don Carlos IV de Borbón leconcedió por la Real Cédula del 18 de abril de 1790, el mayorazgo deCañedo, por el cual quedarían indivisibles para sus descendientes, lashaciendas de la Vega, el Cabezón, Buenavista y la Calera. La fortuna deeste rosarense, aunque inmensa, no se puede comparar a la de su socio elmarqués de Pánuco.

Además de su mina y hacienda de Santa Gertrudis, era propietariode la hacienda de San José en la jurisdicción de la alcaldía mayor deMaloya; teniendo por privilegio real, las reales salinas de Chametla, de lasque consta que por su propia voluntad, el beneficio y ganancias que éstasrindieran por 5 años, se destinaran a la construcción de la torre del templode Nuestra Señora de El Rosario, tal como lo refiere don Pedro Tamarony Romeral obispo de la Nueva Vizcaya, en su “santa general visita al realde minas”.

Sus casas fueron esculpidas por los mismos maestros conterosque esculpieron la fachada barroca del templo de Nuestra Señora, losmaestros Juárez y Ocampo. En Guadalajara, en donde residió a partir de1759, tenía un palacio a espaldas de la catedral, en Ameca fue propietariode la finca más hermosa. La plata de El Rosario y de Pánuco le permitióa este rosarense, según se declara en el inventario de sus bienes, atesorabajoyas de oro con diamantes, tenía cerca de mil marcos de plata en cofres,equivalentes a 2 mil 300 kilos de plata, candiles y candelabros que llegaban

117

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

a pesar 15 kilos de plata. Diversos comerciantes le adeudaban cerca de70 mil pesos y en la ciudad de México tenía depositados con don EugenioMoreno de Tejada y don Antonio Pesquera, cerca de 100 mil pesos, enormecantidad, si se considera que el templo de Nuestra Señora de El Rosarioal momento de su consagración con sus retablos, imágenes estofadas,alhajas, ornamentos de oro y plata, sumaban la cantidad de 50 mil pesos.

Los depósitos de Cañedo bien hubieran bastado para construir unacatedral. A los empeños de estos rosarenses, el arte de churriguera, y elarte estípite del barroco Mexicano, se debió a una joya que se encuentraen la capilla familiar de los Cañedo, en la hacienda del cabezón, el magníficoretablo dedicado a Nuestra Señora de la Ascensión.

Esta hacienda fue realmente importante, no sólo por su superficie,que era de 35,000 hectáreas, sino por la dedicación de la familia rosarensede los Cañedo, que le dieron con esfuerzo su edad de oro, al fundarescuelas y capillas, y en particular, el maravilloso retablo de Nuestra Señorade la Candelaria, fruto de la generosidad y fe sin límites de don ManuelCalixto Cañedo, de cuya piedad surgió aquella leyenda de la “virgen delmaíz”. En el fatídico año de 1785, “el año del hambre”, la virgen le concedióa este rosarense aliviar la pena de muchos necesitados de la intendenciade Guadalajara de aquella calamidad, recibiendo el nombre de “el padrede los pobres”. La hacienda del Cabezón tiene relación directa con otrospersonajes de El Rosario, pues antes de Cañedo, fue su propietario donBernardo de Miranda Villa y Zan, regidor perpetuo y alcalde de primervoto de Guadalajara, quien fue dueño de las minas de El Rosario desde1739, y quien dejó en herencia la hacienda del Cabezón a la mitra deGuadalajara, de donde la adquiere en 1765 don Manuel Cañedo.

Esta hacienda recibió a manos llenas la fe del espíritu rosarense,encarnado en la devoción a la virgen de la Candelaria y se engrandeciócon las riquezas de la plata del suelo rosarense, tanto desde la época dedon Bernardo de Miranda, como de don Manuel Cañedo, quienes laembellecieron con el caudal de El Rosario.

118

El Rosario

Retrato de don José Ignacio JacintoCañedo, mayorazgo de la casa Cañedo,hijo de don Manuel, y representante delespíritu emprendedor Rosarense en lastierras de Jalisco, en donde fue variasveces Gobernador entre 1830 y 1832. Fueel que aseveró, en una carta dirigida a supadre, que su padrino, el marqués dePánuco, tenía en El Rosario más decuarenta mil marcos de oro. Figuracentral en las luchas por la independencia,en la capital de la intendencia deGuadalajara, pues tanto influía sobre el

amo Torres como en los oidores de la Real Audiencia o en el ánimo delmariscal don José de la Cruz.

Retablo de lavirgen de laCandelaria,maravilla delarte barrocoMexicano,f r u t omerecido dela fe ypiedad que eli l u s t r em i n e r orosarense ,don ManuelA n t o n i oCalixto Cañedo y Jiménez de Alcaraz fundó en su hacienda del Cabezónen la jurisdicción del reino de la Nueva Galicia hoy Jalisco, que compruebacon creces el noble afán constructor que movió a los rosarenses en elsiglo XVIII.

119

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

El Rosario, 1730

Hacia este año, las principales minas en explotación fueron: la del tajo, lasBenditas ánimas, Lo de verde, Buenavista y La Esperanza, mientras queen la provincia de Maloya las principales minas del real de San Sebastiánde Plomosas fueron la de San Francisco y la de San Antonio.

Existían también dos reales de minas de menor explotación, el realde cabeza de caballo con cuatro minas, y el real de Santa Rita, por la quelos rosarenses sintieron predilecta devoción, como se desprende del hechode habérsele erigido un colateral en el templo de Nuestra Señora, paracuya decencia y ornamentos, seguramente se aplicaron los beneficios delas dos minas del real que tenía por patrona a la santa.

Entre 1730 y 1740, sólo habían cuatro grandes propietarios de minasen el real; el bachiller don José de Ochoa y don Diego García Rodríguez,ambos tenían el complejo minero formado por la mina y la hacienda debeneficio; el primero, don José de Ochoa, era propietario de la mina deltajo y de una hacienda de beneficio, y don Diego García Rodríguez, erapropietario de la mina de Buenavista y de la hacienda de beneficio llamadaCasafuerte.

Otros dos personajes de los que hacen mención los documentos,como dueños principales de minas, son don Juan Nepomuceno LópezPortillo, a quien se le consigna como dueño de la antigua mina de lasBenditas animas, propiedad que su familia detentó desde el fundador dela casa López Portillo de El Rosario, don Nicolás López Portillo, es decirque dicha mina a estado en manos de esa familia al menos desde 1672.

El cuarto propietario de minas, ya fuera de El Rosario, fue donDiego del Corral, dueño de la hacienda de San Francisco de Plomosas.Un ejemplo de la riqueza estimada de estos cuatro grandes propietariosde minas, los señala el hecho de la plata extraída en el año de 1723 de lamina del tajo, que como hemos dicho es propiedad del bachiller de Ochoa,cuya producción tan sólo en ese año, fue de 355 mil pesos.

A pesar de esto, don Diego García Rodríguez, dueño de la mina deBuenavista, era considerado como el señor de la plata en aquella época,pues en su mina reptaban más de 80 barreteros y proporcional número detenateros y pepenadotes, como se les designaba a los operarios de lasminas, y por otro lado, esta fuerza laboral se ve opacada por los muchosbrazos que se esfuerzan en el beneficio o extracción de los metales en suhacienda de Casafuerte, en donde se afanaban 17 fraguaros y carboneros,

120

El Rosario

7 repasadores, 43 jalpacadores, 34 quita pepenas, 5 barreneros, 2quemadores y 6 maestros de azogue siendo estos últimos quienes teníanla encomienda de dirigir el delicado y peligroso proceso de separación dela plata, sin contar los 3 carpinteros, 2 herreros, muleros y 15 caporales.Esta numerosa fuerza de trabajo sólo fue superada por las grandesexplotaciones mineras que encabezó el Marques de Pánuco, en El Rosarioy en Cópala, 25 años más tarde.

Esta riqueza y auge siempre enfrentó un problema: el abasto delazogue. El azogue o mercurio además de la sal, era el elemento vital en elproceso de purificación del la plata, y que para obtenerlo los dueños delas minas de El Rosario, tenían que traerlo desde Guadalajara, lo querepresentaba enormes gastos, no sólo en su compra, sino en su trasporte,porque se tenían que pagar elevadas sumas a los comerciantes deGuadalajara que se encargaban de trasladar el azogue desde la caja realde dicha ciudad hasta los lejanos reales de minas del norte, a lo que seañadía el que los ministros y oficiales de la real caja de Guadalajara exigíanel pago en efectivo del azogue, por ser este monopolio de la monarquíaespañola. Por eso vemos que la familia de don Diego García Rodríguezcontrolaba el comercio interno del mercurio en El Rosario, de tal maneraque les permitía no dejar de explotar sus minas, además de vender dichometal a un costo muy elevado a los pequeños y grandes mineros de estasprovincias. El comercio del azogue fue le origen de que varios ricosmercaderes de Guadalajara llegaran a convertirse en figuras de primerorden dentro de la élite minera rosarense.

Casos particulares fueron los de don Buenaventura Núñez y donAntonio Fernández Chasco, quienes de comerciantes de Guadalajara seconvirtieron en poderosos mineros de El Rosario; tan sólo en el caso deFernández Chasco, a quien le vemos en 1739 como minero matriculadodel real, de quien se hace constar en actas y protocolos notariales, serapoderado general y administrador de las minas y hacienda que tenía enEl Rosario don Bernardo de Miranda Villa y Zan, vecino de Guadalajara,de la casa del oidor de Cano de la Real Audiencia don Antonio de MirandaVilla y Zan. Al poco tiempo don Antonio Fernández Chasco recibe eltítulo de alcalde mayor y capitán de guerra por Su Majestad de la provinciade Maloya, antes de 1745, lo que demuestra el poder y la influencia quealcanzaron tener estos mercaderes del azogue, recién llegado a El Rosario.

121

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

El Rosario, 1730

El nueve de febrero de 1730, consignamos como efeméride deimprescindible resonancia histórica por haber visto la luz aquel día, donFrancisco Javier Blas Vizcarra y Moreno, marqués de Pánuco, vizcondede la casa de Vizcaya, forjador de la grandeza y del emporio minerovirreinal de este pueblo, quien eligiera en piedra y oro con el caudal de susarcas, en vetusto y magnífico templo de Nuestra Señora de El Rosario.

Proclamación de Nuestra Señora de El Rosario, 1731

El espíritu y la sangre del rosarense del siglo XVIII eran en esencia elpensamiento y la fe, los cuales han permanecido como fragmentospreciosos de un templo o un monumento en ruinas, permitiéndonoscontemplar con su belleza una civilización ya olvidada no únicamente porel afiligranado genio ornamental de sus capiteles, pilastras y cúspides,sino por el perenne legado de su espíritu, la honrosa y antigua veneracióna su santa madre, la virgen de El Rosario, humilde y gloriosa, sobre todacriatura y objeto intocable de los designios del eterno.

Los forjadores de la grandeza y del emporio virreinal de este pueblo,erigieron en piedra y oro, con el caudal de la plata y de sus arcas, untemplo vetusto y magnífico, digno de fama, meritorio tabernáculo deNuestra Señora de El Rosario.

Estos insignes rosarenses, impelidos como decían los antiguos porel engrandecimiento moral y artístico de su patria, a no cejar, a no condenar,a yacer en el fondo, sino ascender con el arte y los actos a la cima quellaman posteridad, formaron entonces, el 26 de agosto de 1731, la junta denotables que proclamó como patrona de este real a la virgen de El Rosarioy como patrono menos principal al “glorioso patriarca Santo Domingo deGuzmán”.

Citando a son de campana a la vecindad y a los principales de ElRosario, el bachiller don Juan Antonio Jiménez de Alcaraz, inquisidor delsanto oficio, vicario, juez eclesiástico comisario del real y apostólico tribunalde la santa cruzada, visitador general y cura de este real por su majestad,Felipe V de Borbón, y por el ilustrísimo señor doctor don Benito Crespo yMonrroy, obispo de Durango, pie del reino de la Nueva Vizcaya, sus

122

El Rosario

provincias y confines, caballero proceso de la orden de Santiago (de laque fue rector de su real colegio).

Exhortó este venerable sacerdote a los miembros de esta junta denotables a no faltar en ningún tiempo ni lugar a las obligaciones temporalesy espirituales de vidas a la santísima señora de El Rosario, obligacionesque recaían sobre el estado eclesiástico, presidido por el teniente de curadon Andrés García Ressuarez (sic) y el bachiller don José de Ochoa,virtuoso sacerdote y letrados lectores canónicos de esta iglesia parroquialde El Rosario.

Y las mismas obligaciones de honrar y venerar a la Señora, con eltítulo de El Rosario, recaían sobre el estado secular y de gobierno, en elcapitán de los reales ejércitos, don Francisco José de Medina, alcaldemayor y capitán de guerra por el rey, y por la minería don Diego GarcíaRodríguez, dueño de las minas y fondos mineros, fuentes inagotables detorrentes de plata, que regaron por la Nueva España, y que aliviaron a lapostrada economía de la metrópoli.

Por el comercio el capitán don Marcos Gaxiola y Torres, benefactorde la primera parroquia y de la diócesis, dueño de la hacienda de Palmito,de la hacienda de Bayona, de la hacienda de Palmillas de Santa Rosa yseñor de ganados. Dobló también su rodilla ante el ara del altar el señordon Alonso de Valenzuela, antiguo teniente general, alcalde mayor deNuestra Señora y teniente de capitán general de las costas del mar delsur; don Francisco y don Antonio Núñez de Miraelrío, don Francisco delvalle y don Manuel del Castillo y Pesquera abuelo que fue del segundotitular del marquesado del Pánuco, doctor don José Apolinar de Vizcarradel Casillo y Pesquera.

Todos y cada unos de ellos, rosarenses de nacimiento y alma,proclamaron y juraron como patrona principal a la Soberana Señora conel título de “El Rosario”, y por patrono menos principal al glorioso patriarcaSanto Domingo de Guzmán, obligándose así ellos como los ausentes, aver y venerar a la virgen de El Rosario como patrona y a celebrarlaanualmente con pompa y solemnidad señalándose los primeros domingosde octubre.

De esta manera se encontraba presente en ese acto el señor donFrancisco de Echeverría y Aguinaga, notario público, y real asentando elriguroso protocolo y ritual de esta proclamación solemne. Así juramentóel presbítero don Andrés García Ressuarez “in verbo sacerdotis, tacto

123

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

pectore et corona”, en nombre del estado eclesiástico de este real, parahonrar y tener por patrona principal a la virgen de El Rosario y por patronomenos principal a Santo Domingo de Guzmán.

Consecuentemente, don Diego García Rodríguez a nombre de losprincipales y del pueblo de El Rosario, de rodillas, puesta la señal de lacruz y la mano sobre un misal, dijo: “yo, don Diego de García, os juro porDios Nuestro Señor y la señal de la cruz y por los santos evangelios, dever y tener yo y todos los mineros y todas las personas de este real, porpatrona principal a la santísima virgen y por patrono menos principal alpatriarca Santo Domingo de Guzmán, por mí y en nombre de todos, ahoray siempre”.

Antes de dar el repique solemne a las campanas, el sacerdote donJuan Antonio Jiménez de Alcaraz, dirigiéndose hacia la puerta principal ymandando abrirla completamente dijo: “entrar, pero tener entendido quedesde hoy vuelve a quedar afuera aquel que mire atrás perdiendo la graciavolviendo al pecado pero restituyéndose de ahora en adelante la graciadel creador por intersección de esta gran señora”.

De tal manera giraron sobres sus goznes las hojas de esta puerta,de madera y bronce, y en breve al primer sonido que sonó se escucharonlas voces de los que ahí celebraban, entonando acentos sacros del TedeumLaudamus y al mismo tiempo decían, clamando “viva la madre de Dios,viva la Virgen del Rosario, viva Santo Domingo de Guzmán”.

Sabia y justa decisión de estos notables próceres, el elevar al pedestaldel altar a nuestra señora de El Rosario, cuya virtud se levantara como eláguila hasta fama eterna, así permanecerá como ejemplo poderoso parahombres aún no nacidos, modelo de honor y su nombre será ornamentopara tiempos venideros.

Las diputaciones de minería y comercio de El Rosario, 1734

El 20 de diciembre de 1734, las diputaciones de minería y de comercio deNuestra Señora, elevan una solicitud al Deán y cabildo eclesiástico ensed de vacante del obispado de la Nueva Vizcaya, para levantar laprohibición de la venta de productos de Castilla en domingo, por serconsiderado un día santo, explicándose en el pliego de petición lo siguiente:“por el grave perjuicio que trae al comercio y vecindad de este real, y

124

El Rosario

sobre todo a los mineros que reciben los pagos los sábados y compran losdomingos”, documento firmado por Diego García Rodríguez, primerdiputado de minería, el capitán don Clemente Martines, dueño de minas yazoguero, don Sebastián González de la Mata antiguo alcalde mayor, yrepresentando el comercio Francisco Núñez de Miraelrío y don NicolásLópez Portillo y Sotomayor.

El juez eclesiástico, que era entonces don Tomás de Vitorica, viendola premura que se necesitaba para solucionar el problema de los minerosratificó la petición de la diputación, siendo escuchada y resuelta de manerafavorable pues se otorgó la licencia de vender los domingos, después decelebrada la misa mayor declarándoles el provisor y vicayo general, queesta venta debería ser con “medias puertas abiertas”, así lo autorizó elseñor doctor don Francisco Pérez de Aragón, abogado de las realesaudiencias, juez de testamentos, capellanías y obras pías provisor, vicariogeneral y canónigo doctoral de la santa catedral de Durango, el 13 defebrero de 1735.

El Rosario, 1753

El Rosario ya por estos años, era la puerta de entrada y en donde tomabanlegalmente posesión, los gobernadores de las provincias de Sinaloa ySonora, gobernación creada por Cédula de Felipe V. De estosgobernadores que tuvieron que ver con hechos directos de la historia deEl Rosario la relación histórica recuerda cuatro nombre: don Agustín deVildolsola, don Diego Ortiz Parrilla, don Pablo de Arce y Arrollo, y donJuan Claudio de Pineda.

En el caso de don Agustín de Vildolsola, le vemos que contraematrimonio en El Rosario, además de que su familia había contribuidocon sumas considerables para la construcción del templo antiguo de adobe,como se desprende del testamento de su tío, el capitán don Francisco deGaribay Gamarra, quien había dejado 2 mil pesos de su caudal para eltemplo que había ordenado construir en El Rosario, monseñor García deEscañuela de 1680; de un carácter más enérgico que su antecesor, fuedon Diego Ortiz, quien al llegar a El Rosario, ratificó el nombramiento dedon José María de Loaiza, como comisario inquisitorial de El Rosario,Cópala, Cósala y Culiacán; además de ordenar la reorganización de las

125

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

poblaciones de indígenas de la sierra, y la fundación de San Juan de Padillatambién en la sierra de El Rosario, en aquella época jurisdicción de laprovincia de Maloya.

Su sucesor, don Pablo de Arce y Arrollo en su visita de inspeccióna El Rosario en 1753, ordenó la reconstrucción de las casas reales y laconstrucción de la cárcel y en cuanto a don Juan Claudio de Pineda aquien vemos en El Rosario en febrero de 1763, confió considerables sumasde plata en barras al teniente de gobernador don Manuel Antonio de laRiva y Rada, reputado como unos de los comerciantes más ricos de lasprovincias de Sinaloa y Sonora.

El Rosario, 1758

En el año de 1758 se levanta el primer arco de lo que posteriormentesería el templo dedicado a Nuestra Señora de El Rosario, construido ensu totalidad de cal y canto.

El edificio eclesial fue erigido al pie de la loma de Santiago debidoa la munificencia del excelentísimo señor marqués de Pánuco, donFrancisco Javier Blas Vizcarra y Moreno, quien con los ríos de plata desus minas, elevó el suntuoso alcázar, para servir de asiento y baldaquinode la imagen de Nuestra Señora de El Rosario, consagrando la elevadasuma de 50 mil pesos. El diseño eclesial fue concebido en el más puroestilo barroco churrigueresco, tan apreciado entonces. Su planta fue decruz latina que como hemos visto fue iniciada en 1758 como quedó impresoen numerables barrocos esculpidos en el arco de la puerta occidental.

El ingenio que trazó la bella fábrica eclesiástica, al que se le llamabamaestro mayor o maestro alarife, concibió el frontis a la usanza retablarde conventos e iglesias de estilo salomónico, antecedente inmediato albarroco estípite, que cubrió en relieves de prodigioso ingenio las obrasretablares del presbiterio y del resto del cuerpo de la nave eclesial (iglesia).

Del nombre del maestro alarife sólo se puede conjeturar debido aque los libros de fábrica que abarcan de 1758 a 1771, que son precisamentelos años que duró la construcción del templo, se han perdido, sin embargo,en el libro de cuentas de la negociación de don Manuel de la Riva y Rada,y en una denuncia que se hizo en el juzgado eclesiástico de Nuestra Señorade El Rosario se hace referencia a dos maestros escultores: Juan Antonio

126

El Rosario

Juárez y Antonio Ocampo, probables artistas de la filigrana barroca queadornan los capiteles y lastras, tarjas, rostros de ángeles y querubines quecubren el frontispicio, arcos y muros del templo.

Para el interior del templo Vizcarra mandó a los maestros retablistas,esculpir 7 retablos que son descritos en un inventario que monseñor de laRiva y Rada hizo asentar los días 29 y 30 de enero de 1799, con motivo dela visita del ilustrísimo señor don Fray Francisco Rousset de Jesús de laRosa y Cardazo, cuarto obispo gobernador de Sonora, y en dicha relaciónse consigna:

Un retablo mayor, que tiene de bulto al padre eterno, los 7 príncipesdel cielo (visibles en la cornisa que remata el primer cuerpo del retablo)San Francisco Javier, San Juan Nepomuceno, Santo Domingo de Guzmán,San Joaquín, señora Santana y en dos mesas, Jesús Nazareno y SanIgnacio de Loyola.

El retablo de Santa Rita, sin dorar “sin oro” un retablo de laConcepción, un retablo de Nuestra Señora de los Dolores, un retablo debenditas ánimas, con un lienzo o pintura de ellas y una Santa Gertrudis deBulto, un retablo del Sagrario, con un santo cristo de marfil, un lienzo denuestra señora de Guadalupe y cuatro lienzos de sus apariciones, unaseñora de los dolores (pintura) con su vidriera, un San Francisco en esculturay un Santo Domingo en el retablo del sagrario.

En la capilla de nuestra señora de las maravillas que está (estaba)bajo la torre, hay un retablo de madera sin dorar, una imagen colocada enél, con corona de plata, un señor San Joaquín y señora Santana. En elcoro, un órgano (no se especifica si era monumental) con el flautante deminuto de los artífices que idearon estas maravillas, los documentosenmudecen, aunque en los años inmediatos a la época de la terminacióndel templo, es decir entre 1771 y 1772 se asentó el entierro de don Tomásdel Castillo y Riva el 13 de septiembre de 1772 y en otro documento seseñala como el escultor del Castillo, veremos que en años posteriorespero todavía cercanos a la terminación de los retablos, su mantenimientoy restauración las dirige el maestro escultor Ignacio Navia.

El modelo original del retablo mayor de El Rosario lo podemosencontrar en la capilla Franciscana de Aranzazu, en Guadalajara, esto esdebido a que el marqués de Pánuco, según lo refieren algunos historiadoresy estudiosos del arte sacro, era miembro de la hermandad vasca, de lacofradía de Nuestra Señora de Aranzazu. De lo anterior se puede decir

127

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

que el origen del diseño retablar de Nuestra Señora de El Rosario surgiódel genio retablista de Francisco Martínez Gudiño, a quien se atribuye laautoría del retablo de Aranzazu.

En la concepción original del benefactor de la obra material de laiglesia parroquial de El Rosario, el marqués de Pánuco, en el retablo mayorse preveía la colocación de San Miguel de Arcángel no de pie, sino sentadosobre un trono de plata, bellísima concepción artística que no se dio porfalta de patrocinador, pues al morir el marqués de Pánuco, sus hijos ydescendientes no continuaron la obra artística a pesar de que su padre asílo había ordenado en su testamento.

Siguiendo el hilo del recuerdo, podemos asentar lo siguiente: en laposición cardinal de la antigua edificación eclesial de Nuestra Señora deEl Rosario, la fachada principal estaba orientada hacia el levante, por loque en tiempo de primavera, al aparecer el sol y levantarse por atrás delcerro del Yauco, los rayos solares producían un efecto luminoso, incidiendoestos rayos sobre el sagrario. El edificio sagrado se construyó al pie de laloma de Santiago, cerca del lugar en donde se descubrió El Rosario, ysegún se cuenta, en épocas de lluvia, la precipitación del agua hace quesurjan de la tierra roja chispas de oro. Para darle mayor dignidad y caráctersagrado a la edificación, ésta tuvo de 80 a 100 centímetros de alturasobre el nivel de la calle. La cruz atrial nos muestra características delarte escultórico de las escuelas Sevillanas. A la par del atrio las callesalrededor del antiguo templo presentaban un hermoso embaldosado depiedra labrada. Según la tradición la piedra rosa que se usó para laconstrucción del antiguo templo se extrajo del cerro Cabeza de Caballo.

Águila bicéfala que representa el escudo dearmas de los Habsburgo.

128

El Rosario

Querubín losangito adornando la ventana coral dela fachada parroquial.

Genio mitológico o atalante quesostiene el nicho del último cuerpode la fachada, muy propio de lasimbología barroca de la región,en la que se une elementospaganos con símbolos cristianos.

129

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Conjunto escultórico que simboliza lacoronación de la virgen de El Rosario, yla cruz florenzada de la orden de SantoDomingo de Guzmán.

Nicho ornamentado con un ángel losangico, rematando la conchaque en la simbología cristiana representa el nacimiento del almacon el bautismo, viéndose de nuevo la unión de elementos de lamitología griega y romana con las ideas que impulsaba el Conciliode Tr ento.

130

El Rosario

Detalle de la ventana coral de laportada parroquial, que nos permitever la maestría de los maestrosescultores “de la santa fábrica” deNuestra Señora de El Rosario, alesculpir el rostro de un querubínlosangico con sus atributos.

Arcángel con yelmo corintioornamentando el cornisón delretablo, muestra elocuente dela talla maravillosa queesculpieron manos mestizas.

131

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Uno de los siete príncipes del cielo,con celada corintia cubre su cabezay de su cuerpo y pectoral surge lafronda barroca.

Príncipe del cielo oarcángel que forma partedel conjunto escultóricoque remata el cornisón delprimer cuerpo retablar,que a diferencia de losanteriores, sostiene con lamano su yelmo o bien enactitud de vuelo, conrosetón al pecho, surgiendofronda barroca.

132

El Rosario

Figura escultórica que remata lacalle principal del retablo,cargada de simbología barroca,con roleos, rosetones, laurel,conchas, fronda, y los atributosangélicos con sus alas y pectoral.

Medallón de talla mistilínea con la imagen de San Juan Bautista.

133

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Medallón mistilíneo que en altorrelieves estofados representala imagen de Santa Isabel, que en la genealogía cristiana erala madre de San Juan Bautista. Este medallón se encuentra enla calle lateral de la disposición retablar, entre los dos estípitesque enmarcan esta porción del retablo.

Retablo de Nuestra Señorade Aranzazu, en el templofranciscano de Guadalajara,que fue tomado comomodelo para la talla ydiseño del retablo deNuestra Señora de ElRosario. La configuraciónretablar es la misma, consus cuatro estípitescolumnas, sosteniendo elprimer cuerpo del retablo,sus medallones mistilíneosen las calles laterales, susseis esculturas, losmedallones de la base yrematando el conjunto elpadre eterno, llegando aaseverar que incluso lamisma mano fue la queesculpió el retablo de ElRosario.

134

El Rosario

Retablo de la iglesia de El Rosario

135

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Don Francisco Javier Blas Vizcarra y Mor eno marqués de Pánucoy vizconde de la casa de Vizcarra

La vida de este rosarense es la materialización más brillante de lasaspiraciones y sueños de los criollos y rosarenses de la Nueva España, desu nacimiento que hemos visto realizarse el 9 de febrero de 1730, sedesprende que su madre era natural de El Rosario y su padre de origenvasco, aunque nacido en Guadalajara. De este hecho ser de sangrerosarense y por la otra vasca, surgirán sus logros futuros, desde muyjoven se dedicó a la explotación de las minas de El Rosario en compañíade su padre don Juan Antonio de Vizcarra y para 1760, es dueño casiabsoluto de las minas de El Rosario, Cópala, Pánuco y Maloya. En Pánucoera propietario de la hacienda de San Nicolás Tolentino, de arte mayorpor beneficio de agua para el beneficio de metales de azogue, con 9rastras, molinos, lavadero, casas y oficinas y sobre todo, su más rica minade la que surgió la leyenda de su inmensa fortuna, El Faisán.

En el mismo Pánuco construyo la capilla y contigua a ésta, sumorada. En su patria, El Rosario, era dueño de la antigua mina de lasbenditas ánimas, seis casas de cal y canto, entre las que estaba su casaprincipal, que era casi un palacio con más de 20 habitaciones, cuya hermosafachada se enriquecía con dinteles, basas, claves y gárgolas del más puroestilo dieciochesco, coronada por un friso con altorrelieves que ledeclaraban al contemplarte de la fachada, jaculatorias piadosas en lasque se agradecía a Dios y a la virgen el bienestar de esa casa.

En la jurisdicción de Nuestra Señora de El Rosario, el marquésadquirió por compra que hizo a los herederos de don Marcos Gaxiola, dela rica y dilatada hacienda del Palmito del Verde, vasta propiedad en laque apacentaban más de 20 mil cabezas de ganado mayor. También fuepropietario de una haciendita de moler metales llamada Santa Gertrudis,que estaba frente a su mina de El Faisán, otro de sus bienes fue la haciendade Guadalupe y dos minas del mismo nombre.

Otra hacienda que figuraba entre sus bienes, como copropietariofue la hacienda de San Marcos, cuyo codueño era su cuñado, don Tomásde Aguirre, y a quien donó en su testamento la totalidad de esa hacienda,con la condición de que pasara a sus sobrinos, hijos de su hermana doñaRosa de Vizcarra.

136

El Rosario

El Caimanero y pesquería de El Rosario también figuran en la listade sus bienes. En la Nueva Galicia (hoy Jalisco) el marqués supo invertirparte de su fortuna minera en el negocio del ganado, al adquirir cuatrograndes haciendas consideradas como las primeras del ramo ganadero:Estipac, Toluquilla, San Jerónimo de la Sauceda y Santa Cruz, propiedadesque en conjunto lo convertían en amo y señor de una extensión territorialde 50 mil hectáreas.

En Guadalajara adquirió un palacio de dos pisos, contiguo al palaciode los obispos, que después lo convirtió el gobierno en casa de moneda. Aeste exitoso rosarense por su notoriedad económica y su influencia políticale permitieron casarse en segundas nupcias con las descendientes delMayorazgo del reino de la Nueva Galicia, doña María Ana Arzubialde yPorres Baranda. Vemos que como minero grabó en grado eminente elespíritu de un hombre ilustrado de aquella época. En su tierra natal ElRosario, emprendió y llevó a su conclusión obras admirables, sobre todo,la erección del soberbio templo y alcázar de María del Rosario, obramagnífica que inició en 1758 y terminó en 1771; en Cópala elevó sobrecerros y cañadas el digno templo dedicado a la devoción del señor SanJosé, y en la Villa de San Sebastián, el edificio eclesial, aquella maravillade la filigrana barroca, muestra de su empeño y de las liberalidadesespléndidas de su piedad.

La catedral de Guadalajara recibió la bondad de sus arcas, al invertiren su construcción 20 mil pesos en oro, también en Guadalajara promoviócon gran empeño ante el monarca, la fundación de la Real y LiterariaUniversidad de Guadalajara. Junto con el obispo de la intendencia Tapatía,fray Antonio Alcalde, fundó la primera fábrica de hilados y tejidos delnoroeste Mexicano.

La real hacienda recibió de este rosarense más de 240 mil pesospor concepto del pago del mercurio a los oficiales reales. Patrocinó unaexpedición pacificadora y colonizadora en Sonora, además de enviar alrey, caros y ostentosos regalos, por estos y otros relevantes servicios fueagraciado por el soberano Carlos III de Borbón, sin pretensión suya, eltítulo de marqués de Pánuco y vizconde de la casa de Vizcarra, el 2 dediciembre de 1771.

Con mano generosa socorrió de su peculio a mochos pobres en elreparo de sus penas. Su desinterés, su patriotismo y su afabilidad decarácter, lo hicieron un raro conjunto de virtudes cristianas y civiles que leconsiguieron el respeto y la veneración universal.

137

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Falleció a la edad de 60 años en su solar y patria, pues sintiéndose moriren su hacienda de San Nicolás de Pánuco, pidió que se le trasladara paraver la luz por última vez en la tierra que lo vio nacer, entregando el almael 28 de enero de 1790 en la tierra de sus afanes y sueños el Real deminas de Nuestra Señora de El Rosario.

Construcción de la caja real o casa de moneda, 1783

Podemos asegurar que tras la visita de don José de Gálvez, nombradovisitador general por Carlos III, a las provincias de Sinaloa y Sonora, tuvocomo consecuencia, entre sus principales logros la fundación de la tesoreríageneral en El Rosario en 1783. Para la realización de esta obra tuvieronparte fundamental los mineros de El Rosario, Cópala, Maloya y los de laprovincia de San Miguel de Culiacán. La razón que llevó al establecimientode una casa de moneda en El Rosario era porque los mineros tanto delsur como del norte de Sinaloa tenían que llevar a quintar su plata hastaGuadalajara o bien a Álamos, lo que representaba un enorme gasto en eltrasporte del metal, además del peligro que representaba para los minerosun viaje de más de un mes. La minería, que era la fuente principal de lariqueza de la época en mención era contrastante, en el caso de Cópala endonde la “élite minera” estaba formada por el marqués de Pánuco y elconde de Valle de Suchil, quienes tenían el complejo minero mina-hacienda,con una fuerza laboral de 180 a 220 operarios por mina, mientras que porotro lado estaban los empresarios mineros de medianos vuelos que parapoder seguir con la explotación de sus minas necesitaban de los“aviadores”, sobre todo de El Rosario, por encontrarse ahí los comerciantescon mayores posibilidades para prestar dinero necesario para el trabajode las minas.

Otra de las constantes problemáticas por la que tenían que atravesarlos empresarios mineros era el abasto del mercurio por la lejanía con loscentros de distribución, en este caso Guadalajara. El norte minero,Culiacán, Cósala e incluso Álamos siempre padecieron la falta del azogue,mientras que los grandes mineros del sur, el conde del Valle de Suchil enCópala, y sobre todo el marqués de Panuco en El Rosario, gozaron deremesas importantes de mercurio para el trabajo de sus minas, inclusoeste último ejercía una especie de monopolio del azogue que era anualmente

138

El Rosario

traído de Guadalajara; también gozaron de este privilegio otros mineroscomo el socio del marqués de Pánuco don Manuel Calixto Cañedo yJiménez de Alcaraz con su mina de Santa Gertrudis, don Miguel de Esparzaen su mina de La Estafa, don Pedro Celestino López Portillo con el fundominero llamado La Romana, que formaban parte del selecto grupo demineros hacendados de El Rosario.

Una vez zanjada la traba burocrática, se inició la construcción dela real caja de Nuestra Señora de El Rosario, acordando para suconstrucción la cooperación de los más ricos mineros y comerciantes dela provincia “para aminorar los gastos que debe sufrir la real hacienda.Los propietarios prestaron su bueyes, carretas y mulas tres días a la semanaa lo largo de los meses para acarrear el material necesario para suconstrucción, el impuesto que se cobraba por obras públicas le fuedestinado durante tres años, además el real que era cobrado por los alcaldesmayores de El Rosario por carga de comestibles que entraban al mineralse le asignó en beneficio su edificación en la construcción de esta realcaja, fueron empleados como peones “los reos de leves delitos, y losociosos jugadores y vagabundos… a ración y sin sueldo”.

El capital que en un principio se destinó para este edificio fue de 3mil 881 pesos, producto de donaciones, mientras que el solar paraconstruirse fue donado por el munificente marqués de Pánuco, el edificiouna ves terminado llegó a ocupar una manzana entera, señalándose en lacrónicas como un edificio de proporciones señoriales, pues el monto totalque alcanzó su construcción lo revelan, 25 mil pesos. Es muy importanteseñalar algo sobre esta construcción que muestra la importancia que teníapara los rosarenses y para el gobierno virreinal, pues su constructor ydiseñador fue el afamado científico don Manuel Mascaró, quien fue elmismo que diseñó el palacio de recreo de los virreyes de México hoycastillo de Chapultepec.

En el informe hecho por don Francisco de la Rocha y don AntonioGarcía, oficiales reales, señalaban la variedad de cobros y funciones de lacaja real del Rosario: los derechos cobrados por el registro y quinto de laplata y oro, el diezmado del azogue, cobro del impuesto sobre el papelsellado, la media anata, los tributos, alcábalas salinas, los ramos de tabaco,pólvora y naipes que estaban a cargo de los factores; se veían tambiénlos ingresos por las mesadas eclesiásticas, inválidos, diezmos, licencias(impuestos sobre los fieros para marcar el ganado), impuesto al mezcal,

139

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

expolios, temporalidades, donativos para la fábrica de la caja real y resultas,asientos de gallos y otros.

Los beneficios que trajo consigo la fundación de la real caja deNuestra Señora de El Rosario fueron inmediatos como lo señala el hechode que de 1785 a 1789 ingresaron a esta casa de moneda la enormecantidad de 2 millones 269 mil 992 pesos, muy superior a lo obtenido porla real caja de Álamos. Esto permitió que El Rosario se convirtiera en eleje fundamental de la economía y la cultura del noroeste, dando granimpulso a las empresas mineras, beneficiadas además por haber disminuidoel costo del mercurio.

El Rosario, 1787

Conforme a las reformas impulsadas por el visitador general de la NuevaEspaña, don José de Gálvez, presidente del real y supremo consejo deindias, el rey Carlos III dispuso la división de la Nueva España enintendencias, por tal razón se creo la intendencia de Sonora y Sinaloa en1787, por lo que el estatuto jurídico y político que tenía el Real de Minasde Nuestra Señora como alcaldía mayor, se cambió por el subdelegacióndependiente del intendente gobernador de Sonora, por lo que en elmencionado año don José Lorenzo de Murua que detentaba el título dealcalde mayor de nuestra señora, pasaba a intitularse subdelegado en lasCuatro Causas de Justicia, Policía, Real Hacienda y Guerra de El Rosario;a pesar del nuevo orden, en los documentos de 1788 y 1789 se le siguellamando alcalde mayor.

Los subdelegados recibieron su nombramiento del intendente.Nuestra historia registra a varios de estos subdelegados de El Rosariodestacándose varios de ellos en sus funciones, sirviéndonos de muestradon Martín Vásquez Franco, sevillano de origen durante el gobierno delos intendentes don Alonso Tresierra y Cano y don Alejo García Conde.También hubo algunos subdelegados que causaron controversia en elmineral, como lo hizo don José de Tapia, que en su carácter de subdelegadoen las Cuatro Causas violó la inmunidad eclesiástica, lo que motivó que elcomisario y subdelegado general de la santa cruzada y cura de El Rosario,don José María de la Riva y Rada, lo declarara incurso en la pena deexcomunión mayor, haciendo que don José de Tapia huyera de el Real, y

140

El Rosario

fuera nombrado subdelegado interino el ya citado intendente don AlonsoTresierra y Cano, teniente letrado y asesor ordinario de la intendencia deSinaloa y Sonora.

El 27 de enero de 1792, nace en el Real de El Rosario, en un sitio,el cual queda hoy en un lugar bardeado, propiedad que fue del señor JoséPalomares, contra esquina de las Calles de Zacatecas y de José MaríaMorelos, el escritor don Pablo de Villavicencio “El Payo del Rosario” yque fue muerto en el camino de México a Toluca en el año de 1832. DonPablo de Villavicencio al igual de don José Fernández Lizardi, “El PensadorMexicano”, combate con la pluma el régimen español en el período de laguerra de Independencia.

Documento del 2 de octubre de 1788, en elque todavía recibe el título de alcaldemayor de Nuestra Señora de El Rosariodon José Lorenzo de Murua, a pesar de queen tal año el título había cambiado por elde subdelegado en las Cuatro Causas.

El Rosario, 1796

Don fray Damián Martínez de Galizonga, tercer obispo gobernador deSonora dispone, por las características urbanas y por los alcances y bellezadel templo de Nuestra Señora de El Rosario que el real de minas sea lasede de la silla episcopal de Sinaloa, Sonora, la Alta y Baja California,dejando como gobernador de la diócesis a monseñor don José María de laRiva y Rada, ya que el obispo Galinzoga acababa de ser promovido por elrey Carlos IV a la mitra de Tarazona en España dejando pues, en resguardodel rosarense de la Riva y Rada aquella dilatada diócesis con su sedecapital en El Rosario.

141

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

En el mismo año tiene lugar en El Real de minas la fundación de laprimera escuela pública del noroeste, siendo su fundador el gobernadorde la diócesis don José María de la Riva y Rada, sostenida de su propiopeculio y nombrando por maestro de los niños, que eran de todas lasrazas, el sacristán mayor bachiller don Francisco López Portillo. Podemosconsiderar que esta es la primera iniciativa de un centro de educacióndestinada para las castas, negros y mulatos, debido a la generosa manodel gobernador de la mitra.

El Rosario, 1800

El real tribunal del consulado de Guadalajara, unos de los tribunales decomercio más poderosos de la América Española, buscando promover elcomercio y la industria del Real de minas de El Rosario, envían unainstrucción el 2 de septiembre de 1800 por orden de don Andrés Ignaciode Arzamendi, secretario del real tribunal del consulado, con el fin de

obtener conocimientos sobre lasmanufacturas, caminos, materiasprimas pueblos, número dehabitantes y sobre todo delcomercio, para incrementar yfomentar su desarrollocumpliendo “con los encargosque el rey le hace en los artículos22, 23 y 24 de la Real Cédula desu erección.

Esto nos habla de laimportancia económica que teníaya en esta época El Rosario parala intendencia de Guadalajaraque consideraba a El Rosariocomo unos de los puntoscomerciales más importantes delnoroeste.

142

El Rosario

Instrucción de la junta de gobierno del real tribunal del consulado de Guadalajara,con la orden de recabar datos de los diferentes ramos mercantil minero e industrialde El Rosario en el año de 1800.

El Rosario, 1810

En este año llega al Real de minas el presbítero don José Perfecto Gómez,con el carácter de agente de los inquisidores doctor don Isidoro Sainz deAlfaro y Beaumont, haciendo una descripción de la vida económica yreligiosa de El Rosario, esta relación reza de la siguiente manera:

En el real de Nuestra Señora de El Rosario, en la provincias internasde Sonora, a 14 de agosto de 1810.

Carta del presbítero José Perfecto Gómez, dirigida al señor inquisidordoctor don Isidoro Sainz de Alfaro y Beaumont:

“Señor inquisidor, muy venerado señor, para la mayor honra y gloriade Dios y el bien de las almas, para consuelo y quietud de mi espíritucomo ministro que soy de la iglesia católica:Con todo, este curato de Nuestra Señora de El Rosario, se puede decirque es “la corte” en esta diócesis de Sonora; es el que tiene más comercio,por ser la garganta de las provincias internas. Este es el curato mas pingüe,mas reducido y mas cómodo de la diócesis: tiene muchas fincas ydotaciones de misas cofradías, aniversarios y muchas obvenciones, tiene

143

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

pagadas las misas de los sábados, de los lunes, de los primeros domingosdel mes, las del santísimo, los terceros domingos, que llaman de la minería;como otras misas cantadas que hay cada mes de tabla, algunas con vísperasy sermón. Tiene también dotadas varias funciones de la semana santa,sin otras misas y funciones extraordinarias como sucedió en el octavariodel Corpus este año, que en 11 días hubo 17 misas solemnes con diáconosy otras que hay con frecuencia.

La iglesia material de este curato es de bóveda, y la mejor delobispado. Toda esta noticia Señor, es necesaria para mi consulta y todoesto lo juro in verbo sacerdotis, tacto pectore et corona.

Hace 14 años que es cura de este lugar don José María de la Rivay Rada, vicario foráneo, juez eclesiástico y subdelegado de la santa cruzaday que ha sido gobernador de la mitra 2 veces, es rico, por haber heredadode sus padres y por lo pingüe del curato, es nacido y creado en este lugar.

Es hijo de matrimonio, este sujeto se tiene por hombre docto y muyinstruido; este cura habla muy bien de Napoleón y lo ha alabado mucho,yo le oí muchas alabanzas de Napoleón y me dijo que le habían escritoque Napoleón era comparable a San Luís Gonzaga en la castidad y le oídecir varias veces que Napoleón era un fino católico y el hombre de másgrandes talentos que se ha conocido y que cuando vino la noticia de lamaldita abdicación de la corona, compuso este cura un soneto en quedecía que dudaba que Nuestro Fernando VII volvería al trono de España.Don José María de La Riva y Rada, tenía como prenda principal de suestudio, y a la cabecera de su mesa, los retratos de Napoleón y de Josefina.

A un niño, hijo de una sobrina suya hizo que le pusieran el nombrede Napoleón.

En este real de El Rosario muchos dicen que estamos en Franciay que no se declaran (los rosarenses) a favor del emperador, porque nohay francés que los proteja, ¿Quién pasara el libertinaje de las costumbresentre los plebeyos? Lo dejo a la sabia consideración de vuestra señoría.Pongo todo esto porque me consta y todo lo escrito aquí he procuradopensarlo y escribir la verdad y no me ha movido ni me mueve otra cosasino el deseo de mayor gloria a Dios.

Todo esto lo juro in verbo sacerdotis, tacto pectore et corona.

Presbítero José Perfecto Gomes.El Rosario, a 14 de agosto de 1810

144

El Rosario

El Rosario, en diciembre de 1810

El 21 y 22 de diciembre de 1810 fuerzas insurgentes al mando del tenientecoronel José González de Hermosillo, enviado por don Miguel Hidalgo yCostilla, para hacerse de recursos económicos en los Reales de Rosarioy Cósala, toman por asalto a El Rosario, después de dos días de luchaHermosillo envió a don Miguel Hidalgo y Costilla desde el Real de ElRosario, 8 ocho marcos de oro (cada marco de 230 gramos).

La muerte del administrador de alcabalas, el español don DiegoPérez, en ese día 22 de diciembre de 1810, fue un hecho que dejó huellaen la memoria de los habitantes del Real de El Rosario. Pues los indios dela hueste de Hermosillo cortaron los genitales del Alcabalero, a un cordely a lomo de asno, fueron paseados por las calles del Real.

El Rosario, 1814

En los libros parroquiales de Nuestra Señora de El Rosario se asentó losiguiente:

“En los días 22 y 23 de enero de 1814 se publicó y juro en este realla constitución política de la monarquía española. El día 2 de febrero sepuso el ayuntamiento.”

Así mandó anotar don José María de la Riva y Rada, cura deNuestra Señora de El Rosario y candidato a diputado para las Cortes.

Un mes después, en marzo, hizo escribir en las actas la anotaciónsiguiente:

“En la Junta Electoral de Provincia, celebrada en el Real de losÁlamos en los días 25 y 26 de marzo de 1814, quedo elegido a la primeravotación con las dos terceras partes de los votos, Diputado Primero deCortes, propietario para las de los años de 1815 y 1816 el señor curapropio don José María de la Riva y Rada, quien fue secretario de la dichajunta, con todos los votos que hizo el discurso propio de las circunstanciasconforme al articulo 86 de la constitución política de la monarquíaespañola”.

Además de quedar establecido el Real Ayuntamiento de El Rosario,antecedente indispensable de nuestro actual ayuntamiento, con la elecciónque se hizo de don José María de la Riva y Rada como diputado a las

145

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

cortes, se inicia la labor legislativa en México, siendo este rosarense, aligual que otros sinaloenses, precursores de la labor legislativa de losprimeros congresos generales de la república, semilla legislativa que surgióal propugnar una monarquía constitucional.

El Rosario, 1819

Para este año El Rosario viene a ocupar un lugar muy destacado en eldesenvolvimiento político de la intendencia de Sonora y Sinaloa y lasprovincias internas de occidente; este acontecimiento se da durante elgobierno del intendente gobernador, el brigadier don Antonio Cordero yBustamante, quien fuera gobernador de las provincias de Texas y Coahuila.

Antes de que don Antonio Cordero tomara posesión del cargo degobernador intendente, el comandante general de las Provincias Internas,don Alejo García Conde, antiguo intendente gobernador de Sonora y Sinaloaa quien recordaremos como hábil militar por su campaña contra elinsurgente don José Maria González de Hermosillo a quien derrotó enSan Ignacio; fue este militar García Conde quien ordenó a don AntonioCordero que se estableciera, en su carácter de intendente al sur de laintendencia de Sonora, en algún lugar cercano al puerto de Mazatlán,para estar prevenido “en caso de una invasión por los insurgentes delPerú y enemigos extranjeros”, así consta en el oficio que le envió elintendente don Antonio Cordero al virrey don Juan Ruiz de Apodaca desdeEl Rosario el 22 de diciembre de 1819.

En atención a la orden que le dio el mariscal de campo GarcíaConde y a la anuencia del virrey, Codero decidió establecerse y organizarel gobierno de la intendencia en el Real de El Rosario, donde tomo posesiónde su cargo y estableció la capital en el mes de octubre de 1819. El 22 dediciembre el mismo año proveyó un auto en el que declaraba:

“El señor don Antonio Cordero y Bustamante, gobernador político,militar e intendente de la provincia de Sonora y Sinaloa… deseando darel lleno a las obligaciones de sus importantes empleos, establece por ahoray mientras lo requieran las circunstancias del día, su residencia en esteReal de El Rosario, por cuanto que es la población más grande de todascuantas abraza el gobierno de su mando y en virtud de que en ella existela real caja… de Sinaloa, la factoría de tabacos de toda la gobernación y

146

El Rosario

sede de la administración principal de alcabalas de este suelo (alcabatorio),el de Mazatlán, Maloya, Cópala, San Sebastián y San Ignacio de Piaxtla,y con estos ministros y jefes de oficinas, podrá descansar el gobierno dela intendencia en sus determinaciones gubernativas y económicas de realhacienda, para su progreso y demás arbitrios que exija la necesidadpresente”.

Así se hace constar en el auto proveído anteriormente mencionadopor el gobernador intendente don Antonio Cordero, datado en el Real deEl Rosario el 22 de diciembre de 1819, dirigido a don Juan Ruiz de Apodacay Elisa López de Letona, conde del Venadito y virrey de la Nueva España,en un documento del ramo de las provincias internas.

El rango y categoría de capital de la intendencia de Sonora y Sinaloa,fue de corta duración para El Rosario pues en 1821 volvía la capitalidad asu antigua sede. Pero esto nos habla de la importancia estratégica, política,económica y cultural que el Real de Minas había alcanzado al fin de ladominación española, al ser considerada por las primeras autoridades delreino de la Nueva España como la población de mayor adelanto delnoroeste novohispano.

Lista de alcaldes mayores y capitanes de guerra que tuvo elReal de Minas de Nuestra Señora de El Rosario durante la

dominación española

* Capitán don Juan de Uribigel (8 de febrero de 1666)

* Capitán don Blas García de Dicastillo y Azcona (1672 - 29de junio- 1674)

* General don Francisco de la Concha y Rebollar (1678)

* Capitán don Diego de Insunza y Suazo, caballero de la ordende Santiago (1679-1682)

* El general don Juan Bautista de Esparza y Bentemilla,teniente de capitán general de las costas de la mar del sur(1686-1688)

147

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

* General don Domingo de Soto Cevallos y Villagutierre,teniente de gobernador, capitán general de estos territorios(1688-1690)

* Capitán don Andrés Fernández Pacheco (1690)

* Don Francisco Cortés (1695, por nombramiento del rey)

* General don José Marco Arce, teniente de capitán generalde las costas del mar del sur (22 de mayo de1709)

* Capitán don Antonio Núñez de Seixas, teniente de capitángeneral de las costas del mar del sur, alcalde mayor de lasanta hermandad de Nuestra Señora de El Rosario (febrerode 1716)

* General don Francisco de Vitorica y Rumayor, alcaldemayor de la provincia de Maloya (1710) teniente de capitángeneral de las costas de la mar del sur (desde 1712) yalcalde mayor de El Rosario (1721)

* Capitán don Sebastián González de la Mata (1724) capitáncomandante de las milicias españolas de El Rosario en(1748)

* Don José Francisco de Medina (1731)

* Don Fernando de Lugo y Arrieta (1733)

* Don José Peláez de Estrada (1733-1734)

* Capitán don Alonso Galindo y Parga (1735)

* Don Bartolomé Urbano de Llerena y Villaseñor alcaldemayor de El Rosario (1739) alcalde mayor de la provinciade Maloya (1745)

148

El Rosario

* Don Alonso Plácido de Contreras (1751)

* Don José Álvarez, juez agrimensor y alcalde mayor (1762-1763)

* Capitán don Diego María Gaxiola Martínez de Bocanegray Silva, alcalde mayor de El Rosario (3 de agosto de 1763-1766) teniente comandante de las provincias de Culiacán,Sinaloa, Santiago de los Caballeros y Cósala (1772)

* Don José de Quevedo y Palacio, alcalde mayor de lasmilicias españolas de Nuestra Señora de El Rosario y justiciamayor del Real de San José de Cópala y su partido (1771-1772)

* Don José Miguel Moreno y Lodosa, justicia mayor (1775)

* Don Nicolás Patricio de Peraza, justicia mayor (28 deseptiembre 1779)

* Don José Antonio de Mesa (1780-1783)

* Don José Lorenzo de Murua y Baragoitia (1787-1788)primer subdelegado en las Cuatro Causas de justicia, policía,real hacienda y guerra de El Rosario sustituyéndose el títulode alcalde mayor por el de subdelegado.

* Don Vicente Vázquez Franco y de la Parra, subdelegadoen las Cuatro Causas (13 de diciembre de 1797)

* Don Manuel Antonio Núñez de Murguía y Bracamonte,subdelegado en las Cuatro Causas de Nuestra Señora (19de septiembre de 1798)

* Don José de Tapia, quien se titula subdelegado en las CuatroCausas por el caballero de San Hermenegildo, don AlejoGarcía Conde (1805-1809)

149

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

* Don Alonso Tresierra y Cano, asesor ordinario y tenienteletrado, intendente de Arizpe y subdelegado del real de ElRosario (1809-1810)

* Don Ramón Imperial, subdelegado de las Cuatro Causas deNuestra Señora (1816)

* Don Antonio Cordero y Bustamante, toma el gobierno delReal de minas con el carácter de intendente, en el momentoen que El Rosario se convierte en capital de la intendenciade Sonora y Sinaloa, y al parecer se sigue desempeñandocomo delegado don Ramón Imperial (1819)

El Rosario en la época independiente

* 16 de julio de 1821, se jura el plan de Iguala en la Parroquiadel Real de El Rosario, realizándose con especial solemnidadla jura de la independencia, siendo El Rosario el primero endeclararse en todo el noroeste por la libertad y el Méxicoindependiente.

* 9 de noviembre de 1827, el Gobierno Supremo del Estado deOccidente (Sonora y Sinaloa) por decreto número 35concede al mineral de El Rosario el titulo de Ciudad, bajo ladenominación: Ciudad Asilo de El Rosario.

* 9 de enero de 1829, nace don Teófilo Noris, que el 13 deseptiembre de 1847, defendió con sus compañeros cadetes,el Castillo de Chapultepec, en contra de las arremetidasdel Regimiento de Nueva York, fue el único supervivientede los heroicos cadetes de 1847 y murió en la ciudad deMéxico en el año de 1906.

* 23 de enero de 1845, es creado por segunda ocasión elAyuntamiento de El Rosario, en unión de los de Mazatlán,Cósala y Sinaloa. Al separarse el Estado de Sinaloa, del

150

El Rosario

Estado de Sonora, (Estado de Occidente) el 13 de Octubrede 1830, sólo había tres departamentos: El Fuerte, Culiacány San Sebastián (hoy Concordia). El Departamento de SanSebastián comprendía lo que hoy es los distritos deEscuinapa, El Rosario, Concordia, Mazatlán y San Ignacio.

* 18 de Octubre de 1864, los generales Corona y Rosalesdespués de estudiar las dificultades políticas y económicasdel Estado de Sinaloa, dan a conocer el plan de Rosario,logrando la deseada unificación para combatir al francésinvasor.

* 1870, se inicia la época de mayor bonanza minera del distritode El Rosario, que terminó el año de 1902.

* Abril de 1872, (según la tradición oral) arriba a esta ciudadel general Porfirio Díaz, es recibido en la casa del Sr.Saturnino Osuna. El Gral. Díaz al saludar a sus partidariosen lo que hoy es esquina de las calles de 22 de Diciembrey Ángel Flores, los incita a guardarse de manifestacionespartidaristas y estar listos para nueva prueba. (El generalDíaz huía en derrota después del fracaso del Plan de laNoria). De El Rosario es llevado a Cacalotan, en donde esfavorecido por don Pedro Alcaraz “El Tapatío”, quien lorefugió en La Finca “El Encanto”. Después de algunos díasy habiendo notado que no había persecución, después derecibir ayuda y consejo de Alcaraz e Ignacio Gadea Fletesy Doña Ignacia Fletes, partió para Concordia, Culiacán,Chihuahua y Paso del Norte.

* 27 de enero de 1873, el 70 Regimiento de caballería, unido afuerzas de infantería y artillería, todo el contingente al mandodel coronel Modesto Cristerna, desalojando la Ciudad deEl Rosario, a las Tropas Lozadistas que estaban al mandode Agatón Martínez O.

151

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

* 20 de septiembre de 1884 y el 7 de octubre de ese año,soplan huracanes que causan graves daños en Plómosas yMatatán, y fuertes avenidas del río Baluarte. En el distritode Mazatlán, provocan el naufragio de varios buques ydestrozos en la costa.

* Septiembre de 1887, una de las más grandes avenidas delrío Baluarte que se menciona con el nombre de “Crecientegrande”.

* 1894 se inicia en el distrito de El Rosario el servicio de aguapotable.

* 12 al 16 de octubre de 1895 se abate fuerte turbonada sobreEl Rosario, hay fuertes daños en la hacienda Vieja delBeneficio del Tajo, pues llueve por espacio de cinco días,además sufren por causa del efecto meteoro, Cópala,Pánuco y El Arco.

* 1902 a 1906 se inicia el cambio del sistema de Beneficio demetales de las Compañías minas del Tajo, S.A., pues delsistema del amalgamación se pasó al de cianuración y setrasladó la Hacienda de Beneficio de orillas del río Baluarte(Hacienda Vieja) al lugar en donde subsistió hasta el añode 1946 (Loma de la Cruz).

* 15 y 16 de septiembre de 1910, se inaugura el servicio de luzeléctrica y reloj público. A la vez que se inaugura la escuela“General Antonio Rosales”, que se encontraba en lo quehoy es esquina de las calles de Benito Juárez e Hidalgo,mismo sitio en donde se hallaba el llamado cuartel de lasCajas Reales, subsistieron los dos edificios de la escuelade Rosales hasta 1932 y de donde fue trasladada al lugaren donde hoy se encuentra en la esquina de las calles de 20de Noviembre y Venustiano Carranza. También se declaróinaugurada la Plazuela Hidalgo misma que subsistió hasta

152

El Rosario

1934. Esta nueva edificación que fue completamentemejorada sustituyó a la erigida en 1892. La Plazuela Hidalgofue destruida en 1932 y En 1936 fue sustituida por el ParqueGabriel Leyva, todas estas mejoras se llevaron a efecto,siendo prefecto político don Enrique Castañeda.

* Febrero de 1911, combatieron Justo Tirado, Lino Cárdenasy otros jefes maderistas contra fuerzas federales al mandodel coronel Morelos.

* 1912 mes de abril, el prefecto don Mariano Rivas en uniónde las principales autoridades y al mando de la policía yfuerzas rurales, rechazan a las fuerzas zapatistas quehabían atacado la Plaza, dichas fuerzas estaban al mandode Juan Cañedo.

* Mayo de 1913, el prefecto Sr. Ignacio García y empleados,así también el comandante del Destacamento de Ruralesdel Estado Sr. Inés Osuna, se rebelan en contra del Gobiernodel general Victoriano Huerta. Por la tarde del día de lasublevación son atacados los revolucionarios por fuerzasdel coronel Valdivieza quienes disparan una pieza de artilleríade 75 mm. y los rebeldes se dispersan, con la fatalcoincidencia que en ese día caen más de 16 mineros queson muertos por los soldados del coronel Valdivieza alconfundirlos con los revolucionarios.

* 15 de octubre de 1913, las tropas revolucionarias al mandodel general Rafael Buelna, Juan Torres Sánchez, RafaelGaray y Jesús Madrigal, atacan la Plaza de El Rosario y latoman al día siguiente.

* 21 de febrero de 1915, después del combate en Villa Unióndonde las tropas del general Juan Carrasco derrota a losbuelnistas a las órdenes del general Parra. Las tropasbuelnistas derrotadas, después de abandonar El Rosario,

153

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

se repliegan hasta la Muralla, Nayarit, perseguidas por elcuerpo de caballería “Los Herreras”.

* 27 de septiembre de 1915, entre las 9:00 y las 10:00 de lamañana tuvo lugar la catástrofe dinamitera en el almacénde los hermanos Berryman, pues al disparar el Sr. JoséGómez contra una rata, provoca la explosión de la dinamita,muriendo Felipe Berryman, José Gómez, Víctor Luna, unaniña Ocaranza y un talabartero apodado “El Camichines”.

* 15 de septiembre de 1917 se coloca la primera piedra deledificio de la Sociedad Mutualista “Miguel Hidalgo”. El 27de septiembre, se estrenó el edificio del Teatro Crespo conel drama “Malditas sean las Mujeres”, llevada a escenapor el cuadro dramático mexicano de la Compañía RojasMoreno. El 31 de diciembre, se sacrifican las primeras resesen el actual rastro y que fue construido por la negociación,“Minas del Tajo”.

Edificio construido en 1915, que es un ejemplo clásico de la arquitectura señorialy neoclásica que todavía imperaba en el gusto rosarense, como claro remanentede la época porfirista

154

El Rosario

Detalle del acceso principal de la sociedad Miguel Hidalgo y Costilla, con loselementos arquitectónicos tan propios del neoclásico francés.

* 1920, se construye la Capilla del culto católico en donde,desde 1932 se oficia a diario hasta que sea acabado deconstruir el nuevo templo, que es copia exacta en lo posiblede la antigua joya barroca.

* El 28 de septiembre de 1928, una gran inundación pordesbordamiento del río Baluarte, anegándose la ciudad ytoda la vera del río, hubo grandes pérdidas en casas,sementeras y animales domésticos.

* Abril de 1929, se registra un fuerte tiroteo entre las avanzadasde las fuerzas del general Lázaro Cárdenas y fuerzas delos “renovadores”.

* 1932, se inicia el desmantelamiento del templo y su edificaciónen el lugar que se encuentra actualmente.

* 1934, se inicia el desmantelamiento y destrucción de la PlazaHidalgo y la Casa Municipal.

155

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

* 15 de septiembre de 1936, se inaugura el Palacio Municipaly Plaza Gabriel Leyva en su sitio actual.

* 26 de septiembre de 1936, de las 10:00 hasta las 15:00 horas,sopla un fuerte huracán sobre el distrito de El Rosario,destruyendo grandes cantidades de árboles y derrumbandocasas. La impresión de esa destrucción provoca la muertedel Sr. Miguel K. Campbell, gerente de Minas del Tajo,S.A., pues los sucesivos gerentes de la negociación minerano acertaron en la dirección de la empresa, teniendo queentregarla a los trabajadores más tarde.

* 28 de octubre de 1936, vuelve a soplar fuerte huracán de las15:30 a las 17:00 horas, que no causó mayores daños debidoa la altura de las ráfagas de aire que pasaron muy por encimade la población.

* 1 de septiembre de 1939, los dueños de la negociación deminas del Tajo, hacen entrega de esa fuente de trabajo alos obreros de la seccion 16 del Sindicato de TrabajadoresMineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana,quienes se constituyeron en cooperativa para continuar laexplotación del fundo minero que les fue entregado. Recibensubsidio de la Federación, lo que permitió la explotacióncontinua por seis años.

* 9 de octubre de 1943, sopla un fuerte huracán desde las 7:00hasta las 15:00 horas, causando grandes estragos en todoel sur de Sinaloa; días más tarde es visitado este lugar porel Sr. Presidente de la República, general Manuel ÁvilaCamacho en viaje de inspección por toda la zonadestrozada.

* Abril de 1945, trabajan por última ocasión en las plantas deLuz y Fuerza que fueran de Minas del Tajo, S.A., y demineros de El Rosario.

156

El Rosario

* Mineros: 1946, al liquidarse la Cooperativa de Mineros deEl Rosario, los miembros de la misma, venden sus derechosy se inicia una destrucción casi completa de lo que fueMinas del Tajo. Se repartió y se vendió la maquinaria delos talleres de carpintería, herrería y mecánica, y el edificioque le era propio fue derribado. La maquinaria de la plantade Luz y Fuerza eléctrica, fue dinamitada y vendida porhierro viejo. Se concluyó con la instalación de los trabajosmineros del Tiro Real y San Antonio, así también con todoel sistema de beneficio y se derribaron hasta los cimientosde los edificios que le eran propios.

* 1946, Rosario perdió más de la tercera parte de su población,pues según el Censo de 1940 poseía 10,482 habitantes y en1946 por motivo de una campaña antivariolosa, se levantóun censo local y se encontró que El Rosario tenía 5764habitantes, parecía que la ciudad de El Rosario estabadestinada a perecer. En el Censo de 1950 se contaron 7624habitantes, cifra muy similar a la de 1928, donde se contaron7050 habitantes.

* Eléctricos: 16 de septiembre de 1950, después de más de7 años de carecer de alumbrado público, vuelven a estariluminadas las calles de El Rosario debido al esfuerzo yempeño del Sr. Carlos Serrano y a la Comisión Federal deElectricidad, por dotar a la ciudad de El Rosario de unaunidad eléctrica compuesta de tres plantas termoeléctricasde 75 H.P. cada una y que fueron inauguradas oficialmenteen junio de 1951, por el señor presidente de la República,licenciado Miguel Alemán Valdés.

* 1 de enero de 1951, toma posesión del Gobierno del Estadode Sinaloa, el rosarense señor licenciado Enrique PérezArce, legislador, historiador, poeta y orador distinguido.

* 18 de octubre de 1951, gracias a los esfuerzos de los vecinosy en la especial manera del Club de Leones y empeño

157

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

mayor del señor doctor Julio Ríos Tirado, inícianse lostrabajos escolares de la Escuela secundaria por cooperaciónE.S. 631—3 “Maestro Julio Hernández”.

* 5 de octubre de 1952, es inaugurado el Jardín de Niños Dr.Martiniano Carvajal, que fue construido por órdenes delseñor licenciado Enrique Pérez Arce, con la especialcooperación del Club de Leones y vecinos de esta ciudad.

* 1 de Agosto de 1953, se inicia el tránsito sobre el puente deEl Rosario de la carretera Panamericana No.15 México-Nogales, salvando las aguas del río Baluarte en unadistancia de 723 metros de longitud.

* 27 de diciembre de 1953, se declara formalmente inauguradoel mercado de “Miguel Hidalgo y Costilla”, que fueconstruido en el mismo lugar que ocupó el mercado deFrancisco Cañedo, después de Francisco I. Madero, de1884 a 1952.

* 30 de julio al 7 de agosto de 1955, los vecinos de la ciudadconmemoran el Tricentenario de la Fundación de El Rosario,Sinaloa.

La ciudad de El Rosario, Sinaloa, cabecera del municipio del mismonombre, está fundada sobre la margen derecha del río Baluarte o delRosario, y está situada a los 26 grados, 4 minutos y 30 segundos de latitudNorte, y 105 grados, 51 minutos y 15 segundos longitud Oeste del meridianode Greenwich, y aproximadamente 92 kilómetros al Sur del Trópico deCáncer, y con una altura media sobre el nivel del mar de 27 metros; alSur-este de la población y a una distancia de 10 Kilómetros, se levanta elcerro “Yauco” o “Juan Bautista del Yauco”; esta elevación montañosaestá íntimamente ligada a la historia y a la leyenda del Real de Minas deNuestra Señora de El Rosario. Yauco era una palabra de origen Nahoa,que significa lugar del Yau (planta que usa ron los herbolarios Nahoascomo medicinal mágico y ritual).

158

El Rosario

El mineral del Rosario, Sinaloa, a quien le fue concedido al título deCiudad de noviembre de 1827, era a fines del siglo XIX un centro mineroque para 1898 había rendido productos por más de $ 90,000,000.00 y queen la época del gran auge minero de toda la república mexicana del octavoal décimo decenio del siglo XIX (1880 a 1900), había sido conocido con elnombre de “La ciudad de la plata”.

La potencia de sus vetas argentouríferas permitía los trabajos dedos explotaciones mineras “El Tajo” y “La Guadalupana”, y era la Ciudadde El Rosario un centro minero. La Mina del Tajo y la mina de laGuadalupana, permitían la actividad de 2,000 hombres turno diurno y 1800hombres en pueble nocturno; aparte que dentro de los 4,084 kilómetroscuadrados que tenía el distrito de El Rosario, había gran cantidad detrabajos gambusinos y existían los trabajos de las minas de Plomosas,Coabortita, Cuauhtemotzin, Noche Buena, La Española, Granada, El Tajitoy La Internacional.

A fines del siglo XIX, era la ciudad de El Rosario, un buen centrocomercial y agrícola. Los productos de mar y tierra, afluían en grandescantidades a su mercado. Los 11,287 habitantes que por entonces teníaEl Rosario recibían los beneficios de la situación topográfica de la ciudad,distante de 40 Kmts. de la serranía y 28 Kmts. del mar.

Los productos marinos y los productos agrícolas de la serranía yde sus 40,000 hectáreas de terrenos labor, que del Valle del río Baluartehacían que el sustentamiento del individuo medio de El Rosario, fuerabueno y barato. Las principales casas comerciales residentes en la ciudadde Mazatlán, distante en aquel entonces a 68 Kmts. de El Rosario,mantenían bien surtidas las sucursales, cuyas mercaderías aumentabancon la llegada al puerto de Mazatlán de las grandes embarcaciones quetraían de la lejana Europa los productos del viejo mundo. Medicinas, laterías,telas, encajerías, vinos de Francia y Bélgica; dulcería, jamonería, tocinería,pescado enlatado, y vinos, todo ello procedente de España, Portugal eItalia; herramientas y maquinaria liviana, así como medicina y vinos deAlemania; productos lácticos de Holanda; entre otras cosas.Era el plácido final del siglo XIX, Europa en paz y en plena producción.Todo era en ese entonces, bueno, fino y barato.

Hoy para los habitantes de El Rosario, lo antes mencionado es elrelato de sus pasadas muertas glorias. Lo viejos añoran la época en queel oro amonedado se veía circular por entre todas las manos y un peso de

159

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

plata con su poder adquisitivo, mantenimiento de una familia de seispersonas. Los trabajos mineros se terminaron. La Guadalupana en 1902y El Tajo en 1946.

La retorcida geometría de las antiguas calles de la ciudad ha idodesapareciendo; algunas calles se han ido desvaneciendo del todo por sucompleta destrucción y han sido borradas de los planos. Hundimientos,destrucciones de viviendas y emigraciones de sus habitantes, dio fin a lascalles desaparecidas, otras calles apenas subsisten en parte, y las calleshan soportado las injurias del tiempo y de los hombres, han perdido en sumayoría sus antiguos nombres.

Era El Rosario en 1898, una ciudad tendida irregularmente en Nortea Sur, Este y Noroeste; los nombres de sus viejas calles subsisten desdela época virreinal, recibían sus nombres de los centros mineros másrenombrados de la República y algunos lugares del viejo mundo, porejemplo: Avenida de Catorce, hoy calles de Gral. Rafael Buelna, recordabael gran centro minero potosino del mismo nombre, que fue llamado decatorce por los españoles, por haber perecido los españoles a manos delos naturales dentro del fundo del hoy célebre mineral de ese mismonombre.

Las calles fueron así llamadas a petición de don Manuel SalasGallardo, que fuera administrador de los trabajos mineros de “LaGuadalupana”, siendo prefecto político el teniente coronel don RicardoCarricarte, hombre fuerte del “cafiedismo” y que según el decir de CarlosFilio, para 1902 ya no se enfurecía al oír decir los “perros”. El corrido querelataba la protesta armada de Valentín Ponce se fortificó ante la exigenciade pagar cuota anual por cápita canina. Ponce se fortificó en el sitiollamado “El Tambo Colorado” y allí se retira cerca de Matatán, hasta queel general Cañedo puso final a esta anomalía.

Calles que recuerdan el nombre de minerales del Estado de Sinaloa:de la Joya, de Cósala, de Pánuco, de Plomosas, de Cópala, de Guadalupe,de los Reyes, de Granada, del Tajo, de la Guadalupana, de Cometa, etc.

Calles que recuerdan en nombre de minerales de otros lugares: DeCatorce, en S.L.P.; de Zacatecas en Zacatecas; de Bolaños, Jalisco;Almadén (minas de azogue) España; de Guanajuato, Guanajuato; dePomilil, Durango; Motaje Nayarit; de Batopilas, Chihuahua.

Nombres de otras calles: de la Aurora, Zamora, Comercial, dePorfirio Díaz, Callejón del Yauco, de las Haciendas, A. 22 de Diciembre,

160

El Rosario

de Gral. Antonio Rosales, de Cristerna, de Allende, de La Aurora, de laReforma y Callejones de Babel y Cometa

161

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO VIII

Lugares históricos y turísticos

a. El edificio de la cárcel real

La edificación de la cárcel real correspondió a la época en que El Rosariose consolidó como centro indiscutible del comercio y la minería de lasjurisdicciones del sur de la intendencia de Arizpe. Buscando el adelantomaterial del Real de Minas, el marqués de Pánuco, don Francisco XavierBlas Vizcarra y Moreno, adquirió por compra hacia 1785 del terreno parala construcción de la real cárcel a doña Juana de Padilla, teniendo quederrumbarse en primer lugar la cochera de la anterior construcción, comoconsta del testamento del marqués, quien al parecer no alcanzó a terminarlapor haber fallecido, pero dejando en una de las cláusulas de dichotestamento, fondos para su terminación.

Su fachada corresponde a la arquitectura de transición entre elbarroco y el neoclásico, que encontramos en la arquitectura civil propiade la región, pues algunos de los elementos decorativos de la portada dela cárcel, los hallamos en la casa de dos pisos que construyó el marquésen la Villa de San Sebastián, en contra esquina de la edificación eclesial.La cárcel real de El Rosario ostentaba torreones en sus ángulos, torreonesmuy propios de la arquitectura de finales del siglo XVIII, que le conferíanel aspecto de un pequeño fortín; su portada, aunque austera, se enriqueciócon pilastras exornadas con elementos decorativos del gusto barrocotodavía imperante en El Rosario de aquellos años; de estas pilastras nacenlistones pétreos que nos recuerdan la casa que tenía el marqués en laVilla de San Sebastián, imprimiendo así su gusto personal a las edificacionesque patrocinaba.

162

El Rosario

La herrería que protege los dinteles de sus ventanales son todavía losoriginales de finales del siglo XVIII, mientras que sus pilastras, cornisas ymarcos de ventanas y puertas son cantera rosa en la misma portada yrematándola se encuentra el águila nacional, seguramente añadida a laedificación virreinal en la época inmediata a la independencia, pues lapostura del águila y los elementos que muestra lo delatan. La cárcel de ElRosario es uno de los pocos edificios de la arquitectura no religiosa de laera virreinal que se conservan en Sinaloa.

Portada de la antigua cárcel real que corresponde a la época arquitectónicade transición entre el barroco y el neoclásico y en la que encontramosalgunos de los elementos decorativos que tiene la casa que construyo elmarqués de Pánuco en la Villa de San Sebastián, entre los que destacanlos listones pétreos que nacen de la parte central de las pilastras queenmarcan la puerta principal del edificio civil.

163

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Aguila nacional queremata la fachada de laedificación virreinal,seguramente añadidadespués de la inde-pendencia.

b. Los portales virreinales

Los portales representan el más claro ejemplo de la arquitectura civilbarroca que tenemos en Sinaloa, además de ser la muestra más elocuentede las aspiraciones de los rosarenses de aquel siglo XVIII. Su fachada secubre con diez arcos de medio punto, sostenidos por seis columnas delorden dórico, cuyo fuste (circunferencia) era originalmente más robustoal actual; sus piedras claves ostentan mascarones, tan distintivos de nuestrobarroco, que muestran figuras de hombres con peluca y gorguera al cuello.La portada interior, donde en una de sus ventanas luce un basamentoricamente adornado, rematado por un cornisamento igualmente adornado;mientras que su puerta principal, con sus jambas y dintel, ostenta en suclave una bellísima talla en piedra que simboliza a un céfiro, divinidad dela mitología antigua, de cuya boca surgen vientos y sobre su cabeza unaconcha, lo que demuestra el efecto expresivo del dinamismo de las figurasbarrocas, realzando de esta manera la belleza del conjunto de la puerta.

Una composición artística que une elementos de la antigüedadpagana con la idea cristiana del nacimiento del alma desde el agua delbautismo. Volviendo a la fachada exterior, entre los arcos de medio punto,vemos piedras claves en las se hace alusión a la virgen y a Jesús, con susrespectivos anagramas, y que en conjunto declaran “Viva IHS, Viva

164

El Rosario

Vista general de losportales virreinales,testimonio de laarquitectura civil deEl Rosario en el sigloXVIII.

Piedra clave con jaculatorias piadosas exaltando ladevoción y la fe, con la expresión esculpida en relieve“SU FE”.

María”, y en los otros sólo el anagrama IHS, Jesús o Iesus HominoSalvator, que significa “Jesús salvador de los hombres”; y el anagramade María, esculpido en ingeniosos relieves y roleos barrocos.El edificio en cuestión era casa habitación, no como se ha consideradoque era la casa de moneda, la cual estaba a unos pasos de la parroquiaantigua y que abarcaba una manzana entera, mientras que de la casadescrita, existen otros ejemplos en El Rosario; como la casa habitaciónde la familia López Portillo, que también ostentaba portales, y en cuyafoto vemos las mismas características de los arcos virreinales. Estas casasde los vecinos ricos del mineral eran generalmente usadas comonegociaciones y casas habitación, además de permitirnos ver cuales eranlas posibilidades monetarias de los rosarenses y de sus aspiraciones deconvertir a El Rosario en una población de primer orden.

165

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Puerta principal osten-tando en su clave unahermosa talla en piedraque simboliza a un céfiro,o bien un ángel que enambos casos simboliza elefecto expresivo de lasfiguras barrocas.

Puerta en la que seconjugan el barrocotablerado, con reminis-cencias del barrocochurrigueresco, con susjambas y dintel ricamenteadornados y que con suclave, ya céfiro o ángel,son en conjunto la mezcladel arte barroco mexi-cano.

c. Panteón español

Don Ignacio Fletes, uno de los gentiles hombres y caballeros más ilustresdel reino de la Nueva España (México) forjó y labró su vida siguiendo sunatural inclinación de hombre de acción tras sus dos sempiternasinquietudes: el engrandecimiento político y cultural de México y la defensade la fe católica y de la libertad.

166

El Rosario

Nacido el día 23 de octubre de 1784 en el antiguo reino de la NuevaGalicia (hoy Jalisco), transcurrió su niñez y su adolescencia en una épocaen la que todavía imperaba la apoteosis o grandeza arquitectónica ycultural de la Nueva España, educado en las estrictas normas de la cortevirreinal presidida por el señor Virrey don Juan Vicente de Guemes, Condede Revillagigedo, teniendo como maestro y ejemplo a su padre don FelipeFletes, gran colaborador y fiel vasallo de Carlos III de Borbón, rey deEspaña y de las Indias (América).

Tan imperecederas y constantes fueron las causas y proezas deeste hombre, don Ignacio Fletes, que no dio hito o punto alguno en lausurpación de las altas consignas de su pueblo, sosteniendo siempre sobresí el estandarte victorioso de la nación independiente, tan cara y preciosapara él; capitaneando y siendo presidente de la Junta de Notables, formaday establecida en El Rosario, la cual constituyó a Sinaloa en el año de 1824en estado libre y soberano asestando con esto un golpe de muerte a losdecrépitos pilares del gobierno de la febril España.

Para conmemorar y recordar siempre esta victoria de la libertadtan viva y tan noble en nuestros ancestros, hizo levantar como puerta deeste antiguo y respetable cementerio un arco triunfal, testigo grandilocuentedel nacimiento de un estado y de las glorias pasadas. Don Ignacio Fletesconcibió la edificación y ornamentación de su obra bajo los auspicios quesus ideales le inspiraban, ideales que se remontaban a la antigüedad clásica,aquellos que habían erigido a un pueblo que alcanzó las máximas preseasde la humana historia, la Roma imperial, la eterna Roma.

Don Ignacio Flete encaminó su existencia con estos altos principiosde humanidad que tanto alabó y exaltó durante su vida. Los cuales eran“gobernar a los pueblos con la equidad de la justicia y de la ley, conquistara los soberbios y tiranos, y mostrarles misericordia una vez que han sidovencidos”.

Estas sentencias se vieron impresas en la puerta de este cementerioerigida en arco triunfal que simboliza la alianza de un pueblo, el de losmexicanos y la grandeza de un hombre, del señor don Ignacio Fletes, endonde yacen las cenizas de la pérfida e inmolada tiranía española a lospies de la monumental alegoría de la victoria y la libertad.

La enérgica arrogancia de la puerta de este cementerio comonobilísimo y sobrio portal, que trazado y esculpido, siguiendo los modelosestilísticos de los arcos conmemorativos o triunfales levantados en el

167

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

antiguo foro romano a Tito Flavio Vespasiano, noveno emperador de Roma,a quien se le dedicó tras la gloriosa toma de Jerusalén en el año 70 denuestra era por las legiones del imperio.

El frontispicio o puerta de este cementerio, según la idea originalde su autor don Ignacio Fletes se encuentra fundamentado sobre susbasamentos y fuertes pedestales también llamados acosas cuadratascuyos capiteles vienen a constituir el zócalo sobre el que descansan cuatromonumentales columnas.

Estas cuatro columnas, esculpidas en el regido orden dórico yligeramente trastocadas por el ingenioso orden toscano se ven adornadasdesde su base ascendiendo por su liso y esbelto fuste el capitel o cabezade la columna ostentando el gracioso equino, el ábaco y los collarines.Dichos ornamentos de la puerta de este cementerio se continúan en suparte superior con el entablamento, perteneciente al mismo orden dóricoen cuya expresa projilidad de pequeños altos relieves sobresalen los triglifosdel friso o metopa, por encima de la intencionada aridez de su arquitrabe.

Brillante término de dicho orden se presenta en la gran cornisa ocornisón que con arrogantes líneas y formas produce un efecto admirable.Esta puerta o sitial de la libertad, como nos mostraría Ignacio Fletes, noha sido destinada para la soberbia y encanto del pueblo rosarense, sinopara enseñarle que en ella se encuentran esparcidas la luz y las ilustresfatigas de sus próceres.

Sobre este vetusto y regio cuerpo arquitectónico se encuentra ladedicatoria en donde su edificador don Ignacio Fletes, hizo esculpir, enpiedra aquellas palabras que perpetuarían su pensamiento y su ideal devarón piadoso hacia aquellos que estuviesen necesitados y oprimidos, quea la cabeza de la puerta de este cementerio reza así:

“Ignacio Fletes consagra este asilo a los restos de la humanidaddoliente, El Rosario 1830”, de dicha, el pensamiento de los antiguosromanos dirían: Ita aemulario honoris cum princeps et consorstribuniciae potestatis, he ahí aquel que por sus hechos iguala a lospríncipes y es consorte del poder.

Toda esta puerta o arco triunfal se ve coronada por un nicho debarrocas y platerescas proporciones en cuyo principalísimo sitial seencontraba la imagen escultórica de San José Victorioso, santo patronode este cementerio y santo protector de la familia Fletes; y a los lados deeste nicho se observan cuatro columnas sobre las cuales se apoyan arcos

168

El Rosario

en miniatura, siendo estas columnas y estos arcos la alegoría de cuatrochimeneas y unos portales representando en conjunto la ilustre y centenariaCasa Fletes de San Luis Potosí.

Su entrada se ve flanqueada por arcos de medio punto invertidosque nacen del cornisón y mueren en torreones de flamígero y almenadoremate.

Cuan buen gusto y pericia supone la simétrica armonía de estosarcos, entrelazados en ambos sentidos y por todas partes, produciendo lamás elegante y altiva impresión. Cruzando por tan majestuoso y soberbiodintel se yerguen ante nuestros ojos sus vigorosos muros que con octágonadisposición y con su innegable toque herreriano nos recuerdan las moriscasfortalezas y los granadinos torreones de la baja edad media.

Como religiosa impronta se levantaba en otro tiempo orgulloso, lacapilla sepulcral o velatoria, asilo postrero consagrado al patriarca SanJosé, en cuyo fiel y casto resguardo tenía el capellán o guardia de capilla,noble oficio encomendado al embellecimiento y protección del santodescanso. En este cementerio notable es de ver la osadía y la aparenteligereza de su construcción en donde la belleza del todo es grande y dignade conocerse más, obra consagratoria a la que justamente llamaríamosnuestra piedra máxima.

Tal obra consagratoria fue edificada según los antiguos preceptosy lineamientos dados por el consejo supremo de arquitectura de Madrid, yla arquitectura neoclásica que con pie firme se había impregnado en elespíritu de los mexicanos y en el gusto artístico de los rosarenses de lasegunda década del siglo XIX.

Estos impasibles muros de venerable ancianidad, envejecidos porel paso de los siglos nos revelan la antigua grandeza de nuestro pueblo.Don Ignacio Fletes, soldado valiente en tiempos de guerra, hombre virtuosoen tiempos de paz, lo aclamaría Menandro diciendo, “sus empresasconstituyen el punto culminante del encomio, cuya peroración es el trasmitirlas costumbres y los hechos de este hombre preclaro, ni siquiera en nuestrotiempo lo ha omitido la edad aunque incuriosa de los suyos”.

169

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Arco de acceso del panteón de San José, réplica de los antiguos arcostriunfales romanos, rematado por un nicho en donde se encontraba laimagen de San José.

Detalle del nicho que remata el arco, apreciándose la dedicatoria quemandó a esculpir don Ignacio Fletes en la que reza la leyenda “IgnacioFletes consagra este asilo a los restos de la humanidad doliente”.

170

El Rosario

Fachada principal del panteón deSan José “Panteón español”.

Interior del panteón de san José “panteón español”, con detalle de la tumbade la familia Noris Cabría

171

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Vista desde uno de sus ángulos, se aprecian los remates flamígeros y arcos demedio punto invertidos.

d. Iglesia de San Pedro de Chametla

Hacia 1771 los indígenas de Chametla solicitaron al cura propio de suparroquia la reparación del techo del edificio eclesiástico por encontrarse“muy destruido”, años después el cura propio de San Pedro de Chametlabachiller don José Buenaventura, acaudalado vecino del Real de Minasde Nuestra Señora de El Rosario decide construir un nuevo templo enlugar del antiguo, a sus costas, aunque al principio recibe donaciones dealgunos ricos vecinos de El Rosario, como en el caso del administrador delas reales salinas de Chametla don Manuel Coleta del Campo. El nuevotemplo se terminó el 29 de septiembre de 1798 a expensas del curaSantamaría. Una vez terminado el templo y con la previa autorización delcuarto obispo gobernador de la mitra de Sonora y Sinaloa, don frayFrancisco Rousset se hizo la consagración con festejos que duraron 12días.

La portada principal muestra el acceso enmarcado por dos pilastrasmientras que el vano de la puerta es sostenido por un arco de medio puntocuya enclave se encuentra esculpida la imagen de San Pedro apóstol; y

172

El Rosario

en la parte superior de dicha portada se abre la ventana del coro. Lapuerta lateral izquierda sigue el mismo orden arquitectónico que vemosen la portada que es el barroco tablerado, mientras que en la puerta lateralderecha del edificio eclesial se hizo esculpir en su friso la colaboración dedon Manuel Coleta del Campo.

Según el detallado informe que el sacerdote le envió al obispo, seiniciaron los festejos el día viernes 10 de mayo de 1799 con músicos,tambores, chirimías y juegos de artificio.

Al siguiente día con la asistencia de las autoridades militares yeclesiásticas se hizo la bendición de la iglesia, dedicándola don JoséBuenaventura Santamaría a María Santísima cuya imagen fue sacada enprocesión, acompañada por la imagen de San Pedro apóstol, que fueconfiscada de la antigua iglesia de los indígenas y la imagen de San NicolásTolentino. En la puerta principal se hizo la bendición del estandarte queportaba el alférez, quien encabezaba las escaramuzas entre moros ycristianos, tradición muy española que se remonta hasta el siglo XII y quefue introducida en la Nueva España por los franciscanos, y que simbolizabael triunfo del bien sobre el mal.

El padre Santamaría donante de la edificación dio una verbenapopular con ayuda de las autoridades reales, autorizándose juegos dechuzas, de naipes, anclas y otros, que duraron 12 días, que como hemosdicho con la autorización del subdelegado de Nuestra Señora y de losoficiales de la real caja.

Cuenta el hilo de la narración que se instaló una fuente llena devino en medio de la Calle Real, para “todos los que fuesen aficionados aese licor y a su salmo bebieran lo que la naturaleza o vicio les permitatomar”, e informando a su ilustrísima Rousset que la fuente arrojó sincesar vino por más de dos horas por lo que al día siguiente se volvió acolocar “para que bebieran todos los plebeyos aficionados”.

Todas las noches se levantaba un teatro improvisado frente a lacasa del cura Santamaría en donde se representaban entremeses“seguramente cervantinos” y pequeñas obras de teatro, y una vezterminadas en la plaza el pueblo bailaba desde las nueve de la nochehasta la madrugada, y presidiendo las festividades desde la plaza se habíacolocado la imagen de San Pedro en una especie de trono o castillo.

Las corridas de toros fueron la nota más significativa de estasfestividades, por ser festejos patrocinados por criollos o españoles. En

173

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

estos festejos participaron las personas provinentes de la provincia queentre españoles y criollos fueron los que donaron los fondos necesariospara la construcción del templo y los festejos de su consagración; haciendoénfasis el cura Buenaventura en sus relaciones escritas al obispo que losnaturales o indígenas de la provincia de Chametla no aportaron nada parasu construcción, pues para tal efecto mandó esculpir en el friso de lapuerta lateral izquierda del templo la siguiente leyenda:

“Para esta santa iglesia no contribuyeron los hijos de este pueblo nicon el valor de una cuartilla ni otro mérito alguno”.

Portada de la iglesiabarroca de San Pedro deChametla.

e. La capilla y la santísima cruz del milagro

El miércoles 7 de abril 1683, Bernardo Pascual Asensio de Loyola en lacalle y frente a su casa, dejaba erigida y afianzada en una peaña depiedra y lodo, una cruz de madera de remo, de dos tres cuartos de vara deuna de palma que allí había.

Aquel lugar era precisamente el asignado por el ilustrísimo señorobispo de la Nueva Vizcaya don fray Bartolomé García de Escañuela,para que allí se construyera la iglesia para el Real de Minas de Nuestra

174

El Rosario

Señora el Rosario, y había sido el propio señor obispo quien con sus manoscomenzó abrir los cimientos, y celebró ahí su primer misa.

El 15 de ese mismo mes, jueves santo cuando Bernardo Pascualtenía encalada la peaña de la cruz y le preparaba una especie de ermitaacondicionándola con colchas entre las 2 y 3 de la tarde y a la vista devarias personas que allí mismo estaban, la cruz comenzó a moverse y atemblar la parte superior solamente de la misma, toda la Cruz, y tambiénla peaña, el suelo donde se asentaba.

Esta intervención de Dios nuestro señor, en su santísima cruz queduró varios días y que fue presenciada y palpada por millares de personas,hizo que primero el Sr. don Lorenzo de Cárdenas y Guzmán, curapropietario y juez eclesiástico del Real de Minas de Nuestra Señora de ElRosario, el 24 de abril de 1683 por su propio oficio levantara un auto oinformación dirigida a ilustrísimo señor obispo de la Ciudad de Durango,que consta de las declaraciones juramentadas de ocho testigos de vista yde un informe sucinto de lo acaecido; posteriormente el ilustrísimo señorobispo de la Ciudad de Durango, el 24 de mayo del mismo año, encontestación a esta información, por su propia autoridad y como delegadode la Santa Sede, mandó hacer una mayor y más plena averiguación detodo lo sucedido, ordenando además, que los testigos examinadosratificaran de nuevo su declaración y juramento, “Para que con suspalabras..-”en toda tiempo conste y quede autorizada ad perpetuam reimemoriam; una maravilla según parece tan extraordinaria y sirva de aviso,recuerdo y aliento a la devoción de los fieles”.

Los testigos juramentados y examinados por mandato del señorobispo de la Ciudad de Durango en la Nueva Vizcaya, fueron los siguientes:

1. Sr. Pbro. don Juan Martínez de Guevara domiciliario de esteobispado.

2. Capitán Francisco López Portillo vecino y dueño de minas dedicho Real.

3. Juan Cañedo, vecino de este Real.4. Capitán Francisco Carrasco, alcalde mayor de la provincia de

Sentispac y estante de este real de El Rosario.5. Don Domingo de Soto Cevallos, mercader y teniente de justicia

mayor de este Real.

175

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

6. Diego de Salazar y Ovalle, vecino y dueño de minas de esteReal.

7. Don Juan de Alberro, hacendado y estante en dicho Real.8. Bernardo Pascual Asensio de Loyola, de 43 años, vecino de El

Rosario y quien hizo la cruz.9. Testimonio de verdad: lo dan el alférez don Juan Bautista Gambino,

teniente general de Nuestra Señora de El Rosario y partido deChametla; y como testigos: el general de los reales ejércitos donJuan Carrasco, Cristóbal Martínez Román y Juan Antonio deAlberro.

10. Juan Antonio de Alberro.11. Pedro Velásquez, vecino de dicho Real.12. Diego de Montoya, vecino de dicho Real.13. Juan de Zurrateaguin, vecino y mercader de dicho Real.14. Martín de Sayabedra, vecino de dicho Real.15. Antonio Jiménez, vecino de dicho Real.16. José de Segovia, vecino de dicho Real.17. Francisco de Aguilar y Escalona, vecino de dicho Real.18. Antonio Cañedo, vecino de dicho Real.19. Don Martín de Arenas Cosío, vecino y mercader de dicho Real.20. José Rendón, vecino de dicho Real.21. Juan de Padilla (y Cordoba), vecino de dicho Real.22. Francisco Jiménez, vecino de dicho Real.23. Diego de Alcaraz, vecino de dicho Real.24. Francisco Jiménez de Peraza, vecino de dicho Real.

Para cabal conocimiento de todo lo relacionado con la Santísima Cruz delMilagro, transcribimos los documentos íntegros, por su especialimportancia:

1.El informe del Párroco, de El Rosario, al señor obispo de la Ciudadde Durango.

2.Lo declarado por el que hizo la cruz y la vio moverse.

176

El Rosario

3.El testimonio del Padre Juan Martínez de Guevara a esto, añadimosfrases escogidas de algunos testigos de El Rosario, juramentadospor presentarnos aspectos interesantes que ellos observaron, asícomo las primeras gracias que fueron concedidas:

4.Terminamos con unas palabras del señor obispo de la NuevaVizcaya, fray Bartolomé García Escañuela, tomadas de la CartaPastoral que con fecha 24 de Mayo de 1683, de todo el obispadoy “señaladamente -son sus palabras- a todos los vecinos,moradores, estantes y habitantes en el Real de Minas de NuestraSeñora del Rosario”.

Informe del párroco de El Rosario al señor obispo de Durango

El Señor Bachiller Don Lorenzo de Cárdenas y Guzmán, vicario electode dicho Real, envió el siguiente informe al ilustrísimo, señor obispo deDurango:

Ilmo. y Rev. Señor: Ruego a Nuestro Señor haya dado a vuestraseñoría Ilma. Felices y Santas Pascuas, con mucha salud y vida, queprospere con muchos años, como se lo pido. En el lugar y sitio quesu señoría ilustrísima asignó en este Real para que se fabricase laiglesia, en la parte misma que Vuestra Señoría Ilma. celebró, haestado una cruz la cual por ser de palma, con el tiempo se vino apodrir, y ahora, quince las poco o más, antes de semana santa, hizoBernardo Pascual una cruz de madera, que acá llaman de remo y lalabró el mismo, nada curiosa, por no entenderlo en cuanto al pulido,pero en lo demás, bien hecha; y de piedra y lodo le hizo una peañaproporcionada a la cruz que tiene de largo dos varas tres cuartos,quedando la vara, según dice el dicho Bernardo, enterrada y metidadentro de la peaña y la vara y tres cuartos fuera que es lo que sube.Blanqueó la peaña, con cal para el día Jueves Santo, y él mismo lehizo una como ermita o baranda de otates, porque por ahí pasa laprocesión, y estando aliñando la ermita después de medio día, comoa las dos y media, él y su mujer y algunos pocos mozos les parecióque se caía la cruz porque se ladeaba da un lado a otro, hasta queadvirtieron que se movía:

177

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Acudió mucha gente a la novedad del caso, de que certificados,me vinieron a avisar. Fui luego a verla y vi que se movía y hallé alpadre Juan de Guevara, parado en la primera grada de la peaña,teniendo con la mano, el brazo izquierdo de la santa cruz, y el derecho,el Capitán Francisco López Portillo; afirmaban, que les meneaba yvencía los brazos, diéles que se bajaran, subí yo y sentí el movimiento,aunque no tan violento que ni venciera el brazo, pero con evidenciaveía y sentía que se movía: Estaba mirando y escuchando si pudierahaber alguna causa natural por aquel movimiento, y estando eneste cuidado advertí que de media vara, poco más o menos de lasanta cruz, por abajo, hacia la peaña, no se movía y de ahí paraarriba era el movimiento, que siendo el cuerpo continuo de arribaabajo, no parece poderse mover naturalmente la mitad del cuerposin mover lo demás.

Pidiéronme testimonio de que se movía la santa cruz, aquírespondí: Que pasara el tiempo santo de jueves y viernes, y que elsábado después de la gloria desbarataría la peaña para ver si habíaallí alguna causa natural que causase aquel movimiento, con estome fui a hacer los Oficios del Lavatorio y luego saqué la procesión;y junto a la ermita de la santa cruz, cuando iba de vuelta, dicen losque estaban en dicha ermita, que así que llegaba la procesión juntoa dicha ermita, fue mayor el movimiento que hizo la santa cruz y yano sólo como hasta ahí, se movía la cruz, sino toda la peaña; despuésde que se acabó la procesión me avisaron. Fui a verla y vi que eraasí, que también se meneaba la peaña, aunque no siempre peroalgunas veces, y mientras estuve yo allí, se meneó cuatro o cincoveces, las dos estando yo hincado en la misma peaña, y las otras,estando abajo, y cuando se meneó estando yo arriba hincado, oíamoverse la peaña pero no lo sentía; esto es lo que he visto que pasóel viernes santo y lo mismo el jueves santo, y sábado santo muy amenudo y aunque después de la gloria, no ha sido tanto ni a menudo:pero se ha meneado a lo que dicen, cada día algunas veces hasta eldía de hoy; diciendo personas fidedignas, aunque yo no lo he vistopor no haber podido asistir tan de continuo a dicha ermita que sólouna vez al día la he visitado por las ocupaciones del tiempo, parecióhacer de este prodigio para dar cuenta a vuestra Sria. Ilma. como lohago remitiendo la información que hice con el reverendo padre

178

El Rosario

fray Domingo Esteves, portador de ésta que -también la ha vistomoverse a la santísima cruz, como informará a vuestra Sria. Ilma;cuya disposición y orden quedó aguardando para obedecerla. Los,vecinos tratan de hacerle un ermita y sólo aguardan beneplácito devuestra Sria. Ilma. cuya vida guarde muchos años con la salud quele suplico.

Rosario, 30 de abril de 1683 años

Ilmo. y Revmo. Señor BLM. de vuestra Sria. lima. Su capellán ymenor criado. Bachiller Don. Lorenzo de Cárdenas y Guzmán.

Lo declarado por el que hizo la cruz y la vio moverse

En 25 días del mes de abril de 1683, en el Real de Minas de NuestraSeñora de El Rosario ante el señor Bachiller Don Lorenzo deCárdenas y Guzmán, cura propietario, vicario electo de dicho Real,compareció Bernardo Pascual Asensio de Loyola, para la dichainformación, y de quien dicho señor vicario recibió juramento enforma, que hizo por Dios Nuestro Señor y la señal de la Cruz dedecir verdad en todo aquello que supiere y siéndole preguntado siha estado en la ermita donde esta la santísima cruz del milagro dijo:Que sí, porque en persona con sus hijos y familia la levantó y aderezó,porque lo tenía de costumbre, desde que el Ilmo. y Rvmo. Sr. Obispode este obispado lo asignó para iglesia, y que a los años anterioresla aliñaban con luces y otros aseos para que estuviera decente, porpasar por dicha parte las procesiones de la semana santa y que eneste año determinó de hacer otra cruz más decente, y que en efecto,la labró en persona, de un madero que tenía dentro de su casa, máshabía de tres años, habiéndolo traído para otro ministerio, el cualno tuvo objeto ni se les ofreció, y que siendo menester algunosmaderos para cosas que se ofrecían en su casa, salió como salíamuchas veces de su casa a buscarlos y estando el dicho maderotirado en el patio de su casa, ni este declarante ni personas de sufamilia se acordaban o se ofrecía valerse de dicho madero teniéndolea la vista a todas horas para ocasión de usarlo.

179

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Y que para el viernes primero de cuaresma, trató de levantar yrecoger el dicho madero por tenerlo a la mano, y que por no teneruna azuela para alisar y labrar la dicha cruz, habiendo hecho muchadiligencia de dicha azuela, pidiéndola a diferentes personas, se pasóel tiempo quedándose en el estado referido, y que la determinaciónde este declarante era no hacer peaña, sino en otro madero clavarla cruz y ponerla en la parte en que está y habiendo cortado estemadero para el efecto de clavar la cruz, se le ofreció un viaje paraSentispac, y que en este ínterin habiendo mandado su mujer a unhijo suyo partiera leña para el servicio de su casa, inmediatamenterajó el referido, y que volviendo de su viaje y echando menos eldicho madero para acabar de perfeccionar la cruz y clavarla, leechó menos y habiendo entendido que su hijo lo había partido ymostrado sentimiento, o porque dicho declarante no castigase a suhijo, se ofrecieron su mujer y sus hijos, de arrancar la piedra, denoche como en efecto se arrancó, y labró la peaña y que viendo quese acercaba la semana santa; haciendo apretada diligencia por laazuela, no la hallaba, y que yendo a ver al capitán Francisco LópezPortillo a negocio muy diferente, se ofreció de tratar de una azuelaque este declarante no había hallado para acabar de limpiar unacruz que quería poner, a que le respondió el capitán Francisco LópezPortillo se la prestaría como lo hizo, y luego limpió y perfeccionó ladicha santa cruz, y martes que se contaron 6 del corriente, empezóla peaña teniendo la más parte de la piedra junta, y el día siguienteque se contaron siete, que fue miércoles, la acabó así la peaña comode afirmar la santa cruz en la peaña de tres gradas, lo cual estedeclarante con particular cuidado dice, que procuró afianzarla bien,porque otros años, la llevan la que tenían puesta los añosantecedentes para cargarlas en las estaciones y por esta causa laentró de más en la peaña, una vara, y la apretó con piedra y barrocon mucha fuerza, quedando la dicha santa cruz afuera de la peañavara y tres cuartos, y que el jueves santo próximo pasado como a lasdos de la tarde al parecer estando aderezando la dicha ermita conalgunas colcha; llegó la esposa de este declarante en compañía dedoña Juana de Tobar a ver lo que habían aderezado, luego quellegó le dijo su mujer a este declarante “Bernardo, mira que se caela cruz, a lo que le respondió ¿Como puede ser si tiene adentro de la

180

El Rosario

peaña una vara? respondió la dicha mujer: pues Bernardo, se bulle;a esto, declara que miraron con cuidado seis personas que estabanpresentes y la vieron moverse de un lado y a otro, y que después dehaberse certificado, muy bien de ello, dijeron todos que se movía,que era lo mismo que este declarante miraba, porque no queríaatenerse a su vista y hacer algún escándalo, y que repitieron todosestaban certificados del movimiento de la santísima cruz, y que eramilagro y entonces el dicho Pascual dijo que llamase a los vecinospara que vieran esta maravilla; y a las voces que este declarantedio, acudieron Pedro de Velasco y toda su familia, Juan Cañedo,Jerónimo del Corral y toda su familia y otras muchas personas, yque habiéndola visto menearse de una parte a la otra, llegó LuísRamírez, sacristán de la iglesia y le dijo este declarante que mirasebien y que certificado del milagro, fuere al Sr. vicario de este Real yle diere aviso y razón de lo que ha vista, y a poco rato, con lasnoticias que se divulgaron por el Real, llegó el padre Juan Martínezde Guevara, clérigo presbítero y el capitán Francisco López Portillo,los cuales subieron arriba de la peaña y cada uno, cogieron unbrazo de la santísima cruz, y vio este declarante, que teniendo losbrazos se estremecía la santísima cruz y que este declarante lo vioestando muy cerca, y que luego que pasó el estremecerse le santísimacruz estuvo moviéndose a un lado y a otro sin embargo de estarlateniendo, y que les oyó decir a los dos, padre Juan Martínez deGuevara y capitán Francisco López Portillo, que les vencía losbrazos, y que luego se bajaron enterados del milagro, llegó el señorvicario y vido (sic) temblar la santísima cruz y que para satisfacersemejor, dice el deponente, que comenzó dicho señor vicario a empujarla peaña y alzar una colcha que estaba sus espaldas de la santísimacruz, sin embargo de estar apartada, continuó el menearse lasantísima cruz y que habiendo subido la peaña el dicho señor vicariohizo diligencia a ver si estaba movible la santísima cruz y la hallófija, porque así, lo dijo; y que en esta ocasión llegó el alférez JuanBautista Gambino, teniente de este Real, y la vio mener a un lado y aotro y con otra muchísima gente y que este movimiento fue casicontinuo todo el día.

Del dicho día jueves santo, y que el viernes santo, estedeclarante la vio menearse al “tiempo” que estaba en los oficios

181

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

divinos en la iglesia, y que a la tarde del día viernes santo antes desalir la procesión, sonando o tocando la trompeta, al punto empezóla santísima cruz a menearse con extremo, y que al salir la procesiónvolvió a temblar y paró, hasta que la procesión asomó a una partede la ermita y empezó otra vez hasta que acabó de pasar. El sábadode gloria y domingo de Pascua a pausas, y que por la asistencia queeste, declarante tenía cuidando” de la dicha ermita, vio con grancuidado que aunque la santísima cruz estaba sosegada, en llegandosacerdote dentro de la ermita, comenzaba a moverse y no parabahasta que se iba; así mismo declara, que vio moverse cinco o seisveces la peaña desde el jueves santo en la noche, hasta el sábadosanto en la noche, y que el lunes de Pascua, salió éste declarante deoír misa en compañía del capitán don Francisco Carrasco, y Domingode Soto, don Andrés de Garibay; Juan Castro y otras muchaspersonas, y que poniéndose en oración un rato se pusieron en pié amirar la santísima cruz y que empezó a moverse nuevamente, ypreguntándole al dicho capitán don Francisco Carrasco, si veían lasanta cruz, respondió que no por tener la vista, turbada, por haberestado enfermo, que entonces empezó a moverse con extremo quepatentemente la vio el dicho capitán don Francisco Carrasco, ydespués de haberlo visto dijo que tenía deseos de ver si se movía lapeaña, y que así que habiendo dicho esta razón, se meneó tan recio,que tiene por cierto, que a no ser milagro se habría zafado y,deshecho la peaña, lo cual vieron muchas personas y que así mismodespués, acá ha visto moverse con la asistencia que tiene a lasantísima cruz, algunas veces aunque no con el extremo “de los tresdías” últimos de la Semana Santa y uno de la Pascua, y fue el lunes;y, que esta es la verdad y lo sabe, so cargo del juramento que fechótiene, en que se afirmó y ratificó siéndole leído.

Bachiller Don Lorenzo Cárdenas de Guzmán, Bernardo PascualAsensio de Loyola. Ante mi Jerónimo, del Corral

Notario Público

182

El Rosario

Testimonio del padre Juan Martínez de Guevara

En 24 días del mes de abril de 1683 años, ante el Sr. Bachiller donLorenzo de Cárdenas y Guzmán, cura propietario, vicario de dichoReal, pareció el padre Juan Martínez de Guevara o presbíterodomiciliario de este obispado, recibió en forma que hizo In VerboSacerdotis, puesta la mano en el pecho de decir verdad en todoaquello, y siéndole preguntado si ha visto moverse a santa cruz queesta puesta en una peaña, en el lugar que su Sria. ilustrísima comenzoa abrir lo cimientos para que se hiciera la iglesia, que, declare loque en esta parte supiere y hubiere visto, dijo: Que el jueves santopróximo pasado, poco antes de las dos de la tarde, le enviaron allamar para que viera cómo se movía la santa cruz y habiendo llegadoa la ermita de dicha santa cruz, vio que se movía de un lado a otroella sola, y que para certificarse más subió por un lado a la peaña,y el capitán Francisco López Portillo que había venido a la mismanovedad y que cada uno por su lado, se pusieron a tener con lamano los brazos de la santa cruz, la cual con el movimiento quehacía les vencía los brazos y que estándola así sosteniendo seestremeció y se sacudió la dicha santísima cruz, y que después deesto; el viernes santo y el sábado santo todas las veces que llegó lavio moverse y según afirmaban y afirman los que presentes estabande continuo, estando la santísima cruz sosegada; en llegandocualquiera de los dos sacerdotes; se movía, y que así hasta el lunessegundo día de Pascua, siempre que llegó a dicha ermita a haceroración, la vio moverse, y que lo advirtió, advirtieron otros, fue estemovimiento de la santa cruz, era poco más de la mitad para arriba yde la mitad para abajo estaba inmoble (sin mover), y que esto eraestando, mirando la santa cruz por el pie, que la veía moverse arribay no sentía ni veía moverse abajo; lo cual no le sucedió cuando latuvo del brazo y que esta es la verdad de lo que ha visto y sabe;socargo del juramento que tiene hecho, en qué se afirmó y ratificósiéndole leído y lo afirmó.

Bachiller don Lorenzo de Cárdenas y Guzmán Juan Martínez deGuevara ante mí Jerónimo del Corral, Notario Público.

183

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Frases escogidas de algunos testigos

1.Capitán Francisco López Portillo:“Vio que no sólo se movía la cruz, pero que también la peaña bamboleaba,a un lado y a otro”.

2.Juan Cañedo:“Que el jueves santo entre las dos y tres de la tarde, vio moverse lasantísima cruz con extremo como a un lado y a otro y con tan admirablesuavidad, que causó admiración y temor reverencial. Y que se ha idocontinuando el movimiento de la santísima cruz hasta el día de ayer quese contaron 23 del corriente.

3.Domingo de Soto: “Que se movía tan recio, que le causó tanta devoción que se puso derodillas a alabarla.

4.Diego de Salazar y Ovalle:“Que no sólo se movía la santísima cruz y la peaña, sino la tierra y suelodonde estaba asentada la dicha peaña, que le causó gran temor reverencialasí mismo, jura y declara este testigo, que el jueves santo estaba la santísimacruz derecha y el viernes santo empezó a, torcerse de manera que elbrazo derecho para la iglesia y tuvo esta forma a los dos días últimos de lasemana santa, hasta el segundo día de la Pascua que la vio derecha hastael día de hoy, (25 de abril), estando de pie derecho y fijo.

5.Padre Juan Martínez de Guevara:“Las veces que llegó al dicho lugar la vio mover y así mismo todos los tresdías de Pascua de resurrección, siempre que llegó a dicha ermita, la viomoverse como tiene declarado, y que después, un día que fue domingo 2de mayo próximo pasado que fue víspera de la invención de la santa cruz,estando haciendo oración para decir misa presentes unas mujeres y algunosvecinos de este vio y vieron todos moverse la santísima cruz y oyó quecrujió con el movimiento, y volviendo a don Martín de Arenas que estabaa su lado, le preguntó si había visto moverse la santa cruz y respondió,que no la había visto mover a la santa cruz, que sólo había oído crujir yque entonces le volvió a decir que atendiese a la santa cruz y que entonces,

184

El Rosario

la santa cruz se movió con más fuerza y el crujido fue tan recio, que seoyó en más de diez varas de distancia, y que exclamaron diciendo, benditosea Dios, porque fue tan grande el movimiento, que se movió la peaña,cruz y candelas y que esto vio día víspera de la cruz, y que dos o tres díasantes, la vio moverse también en compañía del padre fray, DomingoEsteves, religioso de nuestro padre San Francisco”. (Declaración hechael 28 de junio de 1683).

6.Juan de Alberro:“La vio temblar y estremecerse en tanta manera que le causó grandísimotemor y casi le faltó el aliento para poder hablar, y queriendo llamar aBernardo Pascual para que le viese, no pudo que todos, vieron y admiraronesos prodigios que siente en su ánimo por milagros; además de que en síha experimentado, estando como ha estado enfermo de ‘calenturas’continuas que lo tenían consumido se le quitaron sólo con beber un pocode tierra de la peaña de la santísima cruz”.

7.Bernardo Pascual:“No solo se movió la santísima cruz, sino también la peaña con grandemovimiento de oriente a poniente; que a su parecer fue querer Dios NuestroSeñor estorbar el que se desbaratase la peaña, pues no habiéndose movidohasta entonces más que sólo la santísima cruz, después que su merced dedicho señor vicario propuso el quererla desbaratar, se movió la peaña”.(Declaración hecha el 8 de julio de I683).

8.Diego de Montoya:“Cuando la veía moverse, le causaba una interior devoción de ternuraque le sacaba las lágrimas de los ojos”.

9.Juan Zurrateaguin:“Siéndole preguntado si tubo y tiene aquellos movimientos porextraordinarios y sobrenaturales a su parecer dijo: que los tuvo y lostiene por sobrenaturales, porque no encuentra causa natural quediera causa a aquel movimiento y que en su interior le causócertidumbre que no le dejó duda ninguna cuando la vio, porque lojuzgo obra de Dios”.

185

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

10. Antonio Jiménez:“Tan fuertemente, que vio y vieron todos los que presentes estaban,moverse todas las candelas que estaban en la peaña, y una de ellas secayó con candelero y todo, al movimiento de la peaña”.

Primeras gracias concedidas por la santísima cruz del milagro

1.La primera es la citada anteriormente de Juan de Alberro.

2.Diego de Montoya vecino de este Real:“Siéndole preguntado si vio alguna vez moverse la dicha santísima cruz,que diga lo que hubiere visto, dijo: Que habiendo oído decir a diversaspersonas que el jueves santo se había movido la santa cruz, fue aldía siguiente a la ermita, que fue el viernes santo próximo pasado, yestando haciendo oración a la santísima cruz pidiéndole la salud deun achaque que padecía, un año y diez meses había, vio de repenteque se empezó a mover la dicha santísima cruz y se estuvo moviendocomo por espacio de un credo rezado y que entonces llamó desdedonde estaba, a algunas personas que estaban apartadas para quelo viesen, y que entonces cogió un poco de tierra de la cruz, lo cualdeshizo en agua y bebió, y se untó de la dicha tierra y un poco decebo de una candela que había encendida en la peaña de la dichasantísima cruz, en la parte donde tenía el dolor que padecía el tiempoque tiene dicho, y que al punto se sintió bueno de todo punto, siendoasí que el dicho achaque le afligía continuamente de día y de nochecon grandísimos dolores, y que desde entonces se ha sentidoenteramente bueno”.

3.Antonio Cañedo:“Vio y vieron todos los que presentes estaban, que se movía y que así, nole queda duda ninguna para entender que aquellos movimientos fueronmilagrosos, y que con esta vez, había caído una poca de tierra de la peañay la bebió para un achaque que padecía dos años, de úlceras en el estómagoy que lo tenían consumido, y que desde entonces que la bebió ha idomejorando, y que se siente casi libre del achaque y que lo atribuye a queha sido obra de la santísima cruz y que esta es la verdad y lo que sabe, socargo del juramento que fecha tiene en que se firmó y ratificó.

186

El Rosario

“Jesucristo nuestro redentor, por esta tu santísima cruz a la que señalastecon prodigios, concédeles sus peticiones a todos los de El Rosario, a todoslos de la diócesis y a todos los demás que te invocaren a tí acudieren”.

Fachada principal de lacapilla de la cruz, quenos recuerda la arqui-tectura formal de lasmisiones, estableci-das en el norte de laNueva España.

Retablo de líneas barrocas en el interior de la capilla de la cruz,en cuyo nicho principal se resguarda la llamada cruz de losmilagros, este retablo sigue los lineamientos del barroco estípite,retablo de un sólo cuerpo flanqueado por dos estípites.

187

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

CAPÍTULO IX

Personajes destacados

a. Don José María de la Riva y Rada y Camacho de Contreras

La historia de nuestro pueblo, El Rosario, casi siempre mítico y libresco,lleno de alambicados arcaísmos y rico como un altar churrigueresco, noshabla, como vetusto y honroso vestigio, del pasado de los siglos y de lagrandeza de su pasado. Este pasado, antiguo y noble, tuvo por madreconstante y preceptora fiel a la iglesia católica de la Nueva España, insigney centenaria institución, cuna de hombres ilustres que alcanzaron sugrandeza con el cultivo de las artes -a la sombra del claustro- y con ladefensa de la fe en el estrado o en el púlpito.

A este venerable cuerpo de la iglesia católica de la Nueva Españaperteneció el presbítero don José Maria de la Riva y Rada, ilustre prócerrosarense, fruto bien dado de los colegios fernandinos y franciscanos,verdadero espíritu del siglo de la ilustración.

Natural del Real de Minas de Nuestra Señora de El Rosario, endonde vio la luz por primera vez el día 12 de octubre de 1760, de cunapatricia, pues fueron sus padres don Manuel Antonio de la Riva y Radade Marsella y Moyedo, originario de los Reinos de Castilla, gran benefactorde la fábrica del templo parroquial de Nuestra Señora de El Rosario e hijotambién de la señora doña Francisca Xaviera Narcisa Camacho y DíazBorrego, de cuyo linaje (el cual se traza hasta los orígenes de este pueblo)se asentó en los memoriales más antiguos de este Real: “ sus padres yabuelos es (sic) y fueron de clara estirpe y notoria hidalguía y nobleza,limpios de toda raza de moros, judíos y herejes ni recién convertidos a

188

El Rosario

nuestra santa fe, ni penitenciados por el santo oficio de la inquisición” asíreza el testimonio de verdad de limpieza y pureza de linaje, buenos yhonrados procederes levantado por el capitán de los reales ejércitos donFrancisco Tovar de Avendaño, notario público del Santo Oficio de lainquisición de El Rosario en 1748.

Su padre, don Manuel de la Riva y Rada (siguiendo la vieja tradiciónNavarra en los reinos de Indias), fue poderoso y acaudalado mercader deNuestra Señora de El Rosario, llegando a estos reinos en los primerosaños de la década de 1750. Años capitales para la Nueva España, en quelas fructíferas leyes benignamente expedidas por Carlos III, el gran Borbón,dieron poderoso influjo y empuje para su adelanto y su progreso, viniendoa estas tierras don Manuel en compañía de su hermano, don FranciscoXavier Antonio, quienes habrán de llevar con éxito la llamada “carrera deIndias” dejando atrás la casa y heredad paterna, para establecerse en losreinos de ultramar, ambos naturales de la villa de Laredo, en el obispadode Santander, en los reinos de Castilla.

Villa de antiquísima memoria en las páginas de España, de la quesus padres y señores, don Manuel de la Riva y Rada y dona María deMarsella y Moyedo fueron vecinos principales y distinguidos, quedandoen el solar español una hermana, doña Francisca, a la que habrán deasistir sus hermanos, desde las lejanas y míticas tierras del nuevo mundo,la Nueva España, como consta de los testimonios y voluntadestestamentarias de don Manuel y de don Francisco.

Estos dos caballeros santanderinos, ya vecinos del Real de Minasde Ntra. Sra. de El Rosario en 1758, pronto pasaron a formar parteintegrante de la aristocracia provincial, acuciados por su incipiente apegoa la nueva tierra y al ansia de legitimarse en ella, como alentados por suorgullo peninsular y su no poca ilustración, casando don Manuel de laRiva y Rada, futuro progenitor de nuestro personaje, con doña FranciscaXaviera Narcisa Camacho y Díaz Borrego, miembro de una de las casasde más antigua prosapia de este Real. Familia de vieja estirpe militar, quecontó entre sus genes arcas y fundadores, al andaluz don Juan Camachode Contreras, alférez real de Ntra. Sra. de El Rosario en 1698 y donDomingo Díaz Borrego, quien también fuera agraciado por su majestadcon el título de alférez real de estas provincias y origen común, los dosmilitares, de una larga línea de fieles servidores del rey y de honrados yletrados sacerdotes que prestaron su beneficio cural a Ntra. Sra. De ElRosario.

189

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Don Manuel de la Riva y Rada, merced a su matrimonio con doñaNarcisa, como a su ingenio e industria en las cosas del comercio, establecióy consolidó su casa en el Real de Minas de Ntra. Sra. de El Rosario,llegando a gozar de crédito y distinción en toda la provincia, corno loseñala de manera irrecusable, el hecho de haber sido depositario de losbienes del señor don Juan Claudio de Pineda, gobernador de Sinaloa ySonora, de estrechar lazos de amistad y afianzar relaciones mercantilescon poderosos mineros y hacendados corno lo hizo con don Diego de laBarcena y Ponce de León, rico minero de la coronilla y justicia mayor delReal de San José de Cópala, y de su amplia correspondencia y tratoscomerciales que por largos años sostuvo con don Joaquín de Arriscoreta,almacenero mayor de la ciudad de México.

Los libros de cuentas de su negociación, verdadero tesorodocumental en donde se entretejen las relaciones sociales y mercantilesde una sociedad olvidada, nos muestra no sólo el paciente trabajo deladministrador, sino un espíritu ordenado y diligente, en donde no hay cabidaal error y al descuido, espíritu de diligencia y de orden que heredará suhijo, don José María de la Riva y Rada, nuestro ilustre personaje. Espírituque este habría de dirigir por los caminos de la iglesia y de las letras, delpúlpito y del estrado, y no del comercio.

Trayéndonos el ejemplo de don Manuel lo escrito por un juiciosopensador e historiador mexicano, que por sus consideraciones reveladorassobre el verdadero papel que tuvo el español peninsular en el destino de laNueva España y en la forja de la nación mexicana: “ el mercader (en suinspirado dinamismo fue el constructor e incansable promotor de la creaciónde una vigorosa nación) y no el conquistador es el verdadero padre españolde la sociedad mexicana”. Consideración que por una parte coincide conla vida laboriosa de don Manuel, y que por otra enalteció con los idealesde su tiempo, siendo ferviente católico y señalado servidor de su majestad,al que llegó a servir corno teniente general de estos territorios.

Es en suma, la familia de don José María de la Riva y Rada,circunstancia reveladora de sus hechos y de sus logros.

190

El Rosario

Contraportada del libro de cuentas ode tienda de don Manuel Antonio dela Riva y Rada, con la imagen deNuestra Señora de la Soledad desombrerete, año de 1752.

El rosarense don José María de La Riva y Rada por pertenecer auna familia opulenta y distinguida, y no menos que por su católica yesmerada enseñanza, fue alentado desde su infancia en los severos estudiosde los colegios de la compañía de Jesús, recibiendo las cátedras de lasletras humanas en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, aspirandoa colegial beca de honor del muy insigne Colegio de San Ildefonso deMéxico, centro del saber enciclopédico e ilustrado de la época, de cuyosdestinos en 1782, en la misma ciudad de México, fue ungido con las órdenessacerdotales por el eminentísimo señor doctor don Alonso Núñez de Haroy Peralta, arzobispo primado de de la santa iglesia catedral de México, endonde dicho señor arzobispo fue virrey, presidente de la Real Audiencia ycancillería de la Nueva España.

Que con el ardiente celo de su ministerio y el peso de su temibleautoridad inquisitorial dio siempre oportuna defensa, declarándose suprotector y enérgica voz, abriendo procesos y redactando memorialescontra aquellos que, torciendo el sendero de la justicia, causaron gravesagravios y ofensas a una raza a la que don José María, alzaba vivaz elrecuerdo de una patria, la india, que había gozado de épocas gloriosas yque con noble heroísmo habían sucumbido, y por cuya causa este

191

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

venerable clérigo rosarense invocaba sus virtuosas aptitudes y el secretoorgullo de los vástagos, de un pueblo al que el consideraba en la orfandad,pero que perseveraba en silencio, su misión fundamental en la edificaciónde la nación mexicana.

Este ilustre rosarense, don José María de la Riva y Rada, dueño deun despejado talento que lo convertía en un preclaro orador sagrado,consumado latinista y hombre docto cultivado en el derecho canónico ycivil, le fue conferido, en el año de 1796, el honroso y grave cargo de curabeneficiado por su majestad del Real de Minas de Nuestra Señora de ElRosario, vicario y juez eclesiástico por el Ilustrísimo señor obispo de Sonora,distinguiéndose de inmediato don José María, ocasión que le dio de ensayarsu talento y su oratoria, convirtiéndose en el más ferviente defensor de lajurisdicción eclesiástica, en los tiempos en que el rey don Carlos IV deBorbón promovía a don José Damián Martínez de Galinsoga del obispadode Sonora a la silla episcopal de Tarazona en los reinos de Castilla; siendotan loable y digno de encomio en don José María de la Riva y Rada suvicariato, que tras la partida del obispo fraile Damián Martínez de Galinsogaa su nuevo obispado en Tarazona, fue considerado este rosarense, donJosé María, el único digno de ser guardián de los destinos de la iglesia enestas provincias, siendo elevado a la dignidad de Gobernador de de Sonora,Sinaloa y las Californias en 1796 (sin dejar de ser cura de El Rosario),año memorable en que uno de sus hijos fue elevado a tan alta distinción yen que su suelo fue erigido en sede episcopal.

Notable y plausible distinción que sólo prueba el elevado conceptoque de este prócer rosarense tenía monseñor Martínez de Galinsoga, elvenerable cabildo metropolitano de México y el gobierno real, quienesvotaron su designación.

Don José María de la Riva y Rada, desde su advenimiento a estadignidad, se mostró siempre discreto, continuo y virtuoso en el desempeñode su gobierno y constante defensor de los fueros eclesiásticos, motivopor el cual, su majestad Carlos IV de Borbón, rey de España e Indiastuvo a bien concederle la gracia y merced del nombramiento de inquisidormayor y subdelegado general de la santa cruzada de este obispado, envirtud de sus grandes servicios a la corona, a Dios y en atención a su celoapostólico. La intitulación declara: “El primero de octubre de 1796 elexcelentísimo señor don Diego Gardoqui, Secretario de Estado y deldespacho universal de Hacienda e Indias previno por las cláusulas

192

El Rosario

siguientes: Conforme a la real voluntad nombró el rey (Carlos IV deBorbón) para comisario (Inquisidor mayor) subdelegado general de lasanta cruzada de la diócesis de Sonora a don José María de la Riva yRada, cura del Real del Rosario”.

Tan justa y celebrada fue esta designación que don fray FranciscoRousset de Jesús de la Rosa y Cardoso, cuarto obispo gobernador deSonora, le manifiesta en una carta: “el nombramiento que hizo el rey deusted para ejercer un primer lugar el comisariato de la Santa Cruzada deesta Provincia es para mi bastante apreciable así por el honor con que secondecora su distinguida persona, ¿córno porque no dudo se hará acreedorde mayores y nuevas gracias del Soberano? Dios guarde a usted muchosaños”. Fechado en Mazatlán el 20 de abril de 1797. Lo firma fray FranciscoRousset de Jesús, obispo gobernador de Sonora, en su santa general visita.

Alabado en sus facultades de hombre público y autoridad diligentey mayormente por su erudición en las letras sacras y profanas, logróreunir, al paso de los años, distinciones y dignidades sin cuento, con lasque engrandeció su nombre y su patria, El Rosario; ostentando las altascomisiones de juez eclesiástico, vicario visitador ordinario, SubdelegadoGeneral de la Santa Cruzada, provisor, vicario general, inquisidor mayor,juez de testamentos, capellanías y obras pías, gobernador de la mitra deSinaloa, Sonora, de la Vieja y Nueva California y en los años inmediatosa dejar el curato de El Rosario, recibió el rango honorífico de juez apostólicoprivativo y general, ejecutor del breve pontificio del 4 de marzo de 1750.

Buscando don José María de la Riva y Rada aliviar la penuria y lainestable situación que aquejaban a la mitra de Sonora y Sinaloa y lasCalifornias, entonces vasto y dilatado obispado, aunque uno de los máspobres del virreinato novohispano, pues mermadas las preeminencias yprivilegios episcopales por la pérdida que sufrieron sus obispos del diezmo,adjudicado al real patroriato de los monarcas de España y a la vehementerenuencia que opusieron los oficiales del rey a tomar de las reales cajas ydel tesoro de su majestad, lo que conforme a la bula pontificia de DivinaePietatis y la obligación y a las leyes de castilla reconocían los herederosde la Casa de Borbón a favor de los prelados de Sonora; usando donJosé María como armas inmejorables en la defensa del obispado, la RealCédula del nombramiento episcopal. La superior orden del virrey y laresolución de la junta superior de real hacienda de la Nueva España,logró la total restitución, no sin larga lucha y amargos encuentros, de unas

193

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

rentas, que sin ellas se veía amenazada la obra humanitaria de la mitra, yque el mencionado real patronato dotaba con largueza a otros obispados,dejando en el olvido la obra evangélica de la diócesis de Sonora y de susdistantes misiones, por lo que, venciendo la renuencia de los oficialesreales y humillando su despótica oposición, entregaron éstos las pensiones,que correspondían a los años de 1796 y l797, y que el Real Patronatotenía destinadas a don fray Francisco Rousset de Jesús de la Rosa yCardoso, IV obispo de Sonora y su humanitario esfuerzo.

Además de la caridad y benevolencia que animaron su espíritu,don José María de la Riva y Rada fue poseedor, como hombre de elevadacultura y discreción, de la severidad en el cumplimiento del protocoloeclesiástico y las solemnidades del gobierno civil, siendo en virtud de talconcepto, que los altos prelados de Sonora le confiaron la delicada yardua comisión de dar el cumplido y solemne recibimiento a los intendentes,gobernadores y otras autoridades que enviadas desde la capital de laNueva España, hacían su primera entrada a estas provincias por el Realde Minas de Ntra. Sra. de El Rosario, como se verificó en los primerosdías del mes de enero de 1797 en los que don José María de la Riva yRada rindió pleitesía y tributó, conforme al protocolo virreinal, elrecibimiento del intendente de Arizpe don Alejo García Conde, que porrecomendación expresa del 7 de enero del mismo año, le hizo saber donfray Francisco Rousset de Jesús: “que ante la inmediata entrada a estasprovincias del señor intendente coronel don Alexo García Conde, le tributarálas mismas muestras y honores de viceregio patrono”, por ser (don JoséMaría) de experiencia más rica, de temperamento más moderado y conmejores dones para tratar con el poder civil.

Estas y otras causas particulares le hicieron merecedor a don JoséMaría de que su casa en las visitas generales de los obispos al Real de ElRosario y de otros personajes de la intendencia, fuese diligentementedispuesta para residencia del prelado, acomodadas las piezas regularespara las recepciones, otras para el altar, la secretaria de cámara, la familiadel obispo y los religiosos apostólicos que formaban el séquito episcopal,razón que movió al mitrado a externarle, en palabras llenas de elogios, sugratitud: “le hago acreedor de justo aprecio por el esmero gustoso que mesignifica estar preparando para mi habitación su propia casa -y terminadeclarándole- y agradezco su constancia y sus muchos logros, ínterinruego a Dios guarde la vida de usted muchos años como desea su

194

El Rosario

afectísimo amigo y servidor que su mano besa”. Fray Francisco, obispode Sonora.

Al reconocer en estas provincias la mendicidad y la pobreza de lasclases menesterosas y oprimidas, don José María de la Riva y Rada,siguiendo el inestimable ejemplo de aquellos frailes que se cubrieron conel palio episcopal de Sonora y que curtieron su espíritu en las misiones deindios de la frontera septentrional, así don José María de la Riva y Rada.Con el caudal de su casa y la piedad de su espíritu fundó, en el Real deNtra. Sra. de El Rosario, la escuela de primeras letras, noble centrodestinado a la enseñanza de la gramática castellana y latina, de losrudimentos de la filosofía y otras disciplinas, cuya enseñanza estuvoencaminada a limpiar de la sombra de la ignorancia, sobre todo, a losindígenas y a las llamadas castas, nombrando don José María, en su carácterde patrono benefactor y fundador, para ejercer el oficio de profesor yguardián, al bachiller y Pbro. don Javier López Portillo, Sacristan Mayory Capellán de la iglesia de Ntra. Sra. de El Rosario y a quien el mitradoRousset de Jesús llama, en carta del 4 de agosto de 1797 “el mas idóneoy a propósito para la crianza y dirección de los niños de esas jurisdicciones”.

Su fama de hombre de letras, su esmerada y reconocida aficiónpor el cultivo de las artes, le hicieron siempre recomendable candidato ydocto aspirante de los mayores y más opulentos cabildos catedralicios,incluso antes de aquella merced con la que el rey le agraciara en 1816,como consta del 22 de diciembre de 1797, en que por edicto convocatoriode su superior prelado, fue llamado a la provisión y otorgamiento, poroposición, de la “muy ilustre canonjía penitenciaria de la Real e InsigneColegiata de Ntra. Sra. de Guadalupe de México”, una de las más dignasy altas distinciones del reino de la Nueva España, Colegiata en la que suscanónigos y abades se distinguieron devotos guardianes y defensores deaquel símbolo que ha confirmado, al paso de los siglos, el carácter único ysingular de México, el culto guadalupano.

De esta manera, el alma de don José María de la Riva y Radahubo de debatirse entre los sueños y las aspiraciones de los criollos quevivieron en los últimos años en que los herederos de la Casa de Borbón ysus virreyes ejercieron dominio soberano sobre los pueblos de ultramar,sueños que fueron en don José María su raigambre y cariño a la tierramexicana, y su fidelidad a las costumbres y a la corona de Castilla. Diatribay encrucijada en la que su corazón habría de inclinarle por la primera,

195

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

pues siempre veló con esmero, como otros varones de la iglesia, por launión de dos mundos, en apariencia irreconciliables, el indio y el español,que le llevó a convertirse en protector y bienhechor de los que el llamaba“sus queridos indios”, pugna constante que le hizo ser temido por unos(españoles), y venerado por otros (indígenas).

En el año de 1806, don José María de la Riva y Rada hubo delevantar la voz ante la Real Audiencia gobernante de Guadalajara, siendoescuchado por el señor don Manuel del Campo y Rivas, del consejo de sumajestad, oidor decano de la Real Audiencia y Juez de Provincia, quienatendiendo las demandas y quejas del ilustre presbítero levantó procesocontra don Joaquín de Angulo Norzagaray, Factor y administrador generalde la Real renta de tabacos de la ciudad de Guadalajara y miembropoderoso e influyente de su oligarquía. La causa imperante que movió adon José María a levantar proceso judicial en contra de este alto oficialde su majestad, fue la defensa del legado piadoso que don fray DamiánMartínez de Galinsoga, III obispo de Sonora y electo de Tarazona en losreinos de España, había destinado a la causa de la Fe y a aliviar lamendicidad de los pueblos y misiones de indios de su obispado, legadoque había puesto en resguardo, en consideración al prestigio y al rangosocial, de don Joaquín de Angulo Norzagaray, quien aseguró poner dichosbienes y caudales en mano de don José Robledo, apoderado de suilustrísima en la villa y corte de Madrid, quien a pesar de las reiteradas ysuaves reconvenciones que le hizo nuestro cura don José María, rehusóentregarlos, por lo que declaró “ni los medios de la atención, ni de lapolítica llegaron por fin al día de la devolución” así declara don José Maríaen los folios del juicio ventilado ante la Real Audiencia.

El Pbro. de la Riva y Rada fue representado ante el Real Tribunalpor don José María Parra, notable y famoso jurisconsulto que ganó prestigioen la defensa de la voluntad testamentaria del marqués de Pánuco, donFrancisco Javier Blas de Vizcarra y Moreno, distinguido benefactor delos pobres y promotor incansable del adelanto de la “república de indios”,a cuyo amparo alcanzó siempre benéfica la munificencia de su casa,luchando sin cesar en el cumplimiento de la real pragmática sanción quemandó expedir don Carlos III, el Gran Borbón, en 1776 y 178l, en virtudde las cuales se habría de advertir y señalar a los indígenas los gravesperjuicios “que para la pureza de su raza y el bien de su república traíanlos enlaces con negros y mulatos, que además los avasallaban y procuraban

196

El Rosario

hacerse dueños de su trabajo, de sus bienes y de sembrar discordias ensus pueblos y congregaciones”, y pues, con esto dejaban a su descendenciaincapaz de obtener los honrosos oficios de su república, ya que sólo puedenservirlo los que son indígenas puros y por último declara la Real Cedula:“Y se les hará entender a los indígenas la obligación que tienen de buscarel consentimiento de sus padres y mayores para estos y semejantes casos,por el honor y respeto que deben tributarles conforme a los preceptos denuestra Ley. Dado en San Lorenzo del Escorial a 3 de noviembre de1781”. Firma el Rey.

En el juicio y pleito alegato se sucedieron los autos y las resoluciones,en el que el espíritu combativo de don José María de la Riva y Radachocó con resolución definitiva del superior tribunal de la Real Audiencia,presidido por don Manuel del Campo y Rivas, quien concedió de maneraplena la restitución de los caudales y la reparación irrestricta del legadodel ilustrísimo señor Galinsoga. Acrecentó don José María con este triunfo,su prestigio corno defensor de los fueros de la iglesia y del pueblo llano,en el que su brazo protector se levantó contra los mismos oficiales del reyy a cuya sombra, siempre vigilante y siempre benigna, encontraron losdesvalidos indios segura fortaleza a sus quebrantos y aliento en susesperanzas. Por lo que en su abierta y altiva pugna contra los transgresoresde esta raza y de la dignidad eclesial alcanzaría su punto culminante en elaño de 1809, año en que don José de Tapia, Subdelegado en las CuatroCausas de Justicia, Policía, Real Hacienda y Guerra del Real de Minasde Ntra. Sra. de El Rosario vio lento, que haciendo gala y ostentación desu autoridad, violentó la inmunidad eclesiástica de Ntra. Sra. de El Rosario.Dicho desacato y desobediencia que contravenían a las leyes imperantesno podían menos de traer sobre su cabeza el rayo de la censura eclesiástica,declarándolo don José María de la Riva y Rada incurso en la pena deexcomunión mayor y mandando exhibir su nombre en las tablillas de losexcomulgados “como a hereje, apostata y relapso”, condenación y estigmaque obligaron al subdelegado a huir del Real y que orilló al intendente deArizpe y Mariscal de Campo de los reales ejércitos don Alejo GarcíaConde, a nombrar un subdelegado interino, nombramiento que recayó enun personaje que ante la iglesia y la autoridad real gozaba de buen créditoy reputación, don Alonso Tresierra y Cano, teniente letrado y asesorordinario de la intendencia y su antiguo gobernador intendente, hombrede ilustración.

197

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Fue el Real de Minas de Ntra. Señora de El Rosario, espejo claro ybrillante, en el que se reflejó, de manera elocuente, las aspiracionesuniversales de la Nueva España, las cuales se fundaron en el ideal de unaIglesia y una monarquía triunfantes, en las que los hijos, prohombres ymineros munificentes de este antiguo y abnegado Real, que entre encajesy gongorismos, sonetos e himnos sacros, e impregnados de devota piedadcatólica, prestaron honroso homenaje con el caudal de sus arcas y ellustre de sus fatigas, consagrando el siglo XVIII rosarense, como sigloarquitecto y constructor, en el que su plaza real ostentó, a sus cuatrocostados, los símbolos de los ideales novohispanos encarnados en sutemplo, prodigio señero del barroco mexicano, impregnado con susinnegables reminiscencias churriguerescas que proclamó el triunfo de lafe y de la razón. Frente al templo, el otro poder, el del Rey, encarnado enunos edificios que el orgullo y la ostentación, un tanto dramática y orgullosa,que su pueblo rosarense mostró al levantar, en proporciones desusadas yen el más puro estilo dieciochesco, las casas reales y la Real Casa deMoneda.

Fue en esta sociedad, disimbola y exuberante, barroca y solemne,en la que don José Maria de la Riva y Rada habría de ser guía y balanza(en su carácter de cura por su majestad de este Real de Minas yrenombrado eclesiástico de la diócesis) de una Iglesia que rigió las manerasde amar y de comer, de velar a los muertos, de celebrar los natalicios y dellorar las ausencias, grave cuidado que le llevó a declarar, en un extensomemorial elevado a don fray Francisco Rousset de Jesús de la Rosa yCardoso, obispo gobernador de Sonora, aquellas inclinaciones que llevabana la sociedad rosarense a mostrar el contraste violento entre la severidady la disolución, entre la austeridad y la relajación, aun y cuando lesdeclaraba y exhortaba en sus sermones, la primacía, perfectamenteortodoxa, de los fines espirituales sobre los temporales, memorial de largasy sinuosas líneas, que expresa, en esencia, su natural inclinación por elbien de las almas y el adelanto de sus aptitudes con las letras y las artes,que dice al pie: “este pueblo es dócil y subordinado, pero se cuida poco deaprovechar sus buenas disposiciones para su propia felicidad. Las buenasimpresiones que recibe con gusto, en las pláticas doctrinales que les hago,tiene poca duración por las ocasiones que se le permiten para disiparse.Son muy frecuentes las licencias para los bailes y músicas para las calles;unos y otros suelen durar hasta muy cerca del amanecer perturbando con

198

El Rosario

su bulla el sueño de los enfermos y de los sanos que lo necesitan paradedicarse al día siguiente a tareas útiles, en los días que la iglesia consagrócon un descanso santo y culto público, se aumentan son y necesarias.Transgresores del precepto de oír misa a proporción del número defandangueros. Este desorden, señor ilustrísimo, ha subido a un gradoincreíble. En la peste de los últimos abril y mayo se acercó a nosotros laira del Señor y la cercanía del riesgo no pudo turbar la paz de muchos,que siendo reos de iguales culpas no habían tenido igual castigo; a lasrogativas públicas según los fandangos, a éstos las rogativas públicas querepetían los ministros celosos en medio de los muertos y moribundos, aimitación de monjes, sin temer el soplo que destrozaba este y los vecinosrebaños (de las provincias de Maloya y Cópala) en que se contaron cincomuertos tendidos y cuatro bailes en este Real, en la que yo recibí elSantísimo Sacramento de la Extremaunción, pasaron por mi calle dospandorgas.

Carta copia que envía frayFrancisco Rousset el 20 deabril de 1797 a don JoséMaría de la Riva y Rada,notificándole el nombra-miento que le hace el Reydon Carlos IV de comisariosubdelegado general de lasanta cruzada de la Diócesisde Sonora y Sinaloa, y comosu subalterno a don JuanFrancisco de Aguirr e yVizcarra, cura de la Villa deSan Sebastián y sobrino delmarqués de Panuco.

199

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Esta especie de inhumanidad sufrieron todos los enfermos de aqueltiempo, sobre todo los indios (de los tuvo especial cuidado don José María).Aquí se acostumbran a poner altares con la santa cruz en las casasparticulares, ocho días antes y después del tercero de mayo, y en el que laiglesia celebra su invención.

En aquellos que ponen muchas luces por las noches, y hay músicaque sirve para los bailes que suelen hacerse en distinta pieza de la queocupa el altar o en los patios; pero en el año presente, y en lo más rigurosode la peste, según me han informado, un altar de cruz, la mujer de donVicente de la Encina (padrastro de don José María y que casó en segundasnupcias con doña Florentina Moreno, que es de la que aquí se hacemención) y en la misma pieza y en presencia de la cruz se hicieron muchosbailes, es de esperar por esto en los años venideros, tome cuerpo tanperniciosa profanación... Dios guarde a vuestra señoría ilustrísima muchosaños”. Rosario, 20 de agosto de 1801. Don José Marìa de la Riva y Rada.

Tuvo la iglesia de Nuestra Señora de El Rosario, a lo largo de lossiglos, páginas ilustres que no sólo proclaman el adusto y barroco dintelde la portada, ni las elevadas y soberbias cúspides de su recinto, sinopoderosos y notorios ejemplos de santos varones piadosos, que ante elara del altar de Ntra. Sra. de El Rosario, inclinaron la frente para prodigarsus cuidados y celos apostólicos, derramando sobre los feligreses de esteantiguo Real, su espíritu preclaro y que encarnaron, en algunos casosinsignes, el alma de su época. Así, el sabio y heroico jesuita, el padreFrancisco Eusebio Kino, faro luminoso y eminente de la Compañía deJesús, cosmógrafo y matemático, evangelizador y civilizador de Sonora yArizona, en su camino hacia su genial obra de evangelización de los pimasy ópatas, y de otras naciones consideradas bárbaras e indómitas, a lasque sujeto, con suave yugo, a la civilidad y a la religión, tras estos pasosde preclara humanidad detuvo su andar en el templo que la devoción y lapiedad rosarense erigieron, en oro y piedra a la virgen de El Rosario, quea la sombra de sus muros y al resguardo de sus bóvedas señaló, estereligioso misionero, el sagrado crisma del bautismo, y en su púlpito,proclamó la fe en lo intangible y llamó a los hijos de este Real a unaempresa a la que él consideró santa y justa. La conversión de aquellasnaciones indígenas allende las fronteras de estos reinos, que en su idolatríay envueltos en las tinieblas de la ignorancia afrentaban su nombre debuenos cristianos, dejando el padre Kino entre los antiguos rosarenses

200

El Rosario

(del mes de abril al 9 de junio de 1682), la impronta de su fama y ejemplaresvirtudes.

A este venerable nombre se añade el del licenciado don JosephLópez de Olivas de Elizondo y Urdiñola, Deán de la Catedral del reino dela Nueva Vizcaya, visitador general del obispado, cura por su majestaddel Real de Minas de Ntra. Sra. de El Rosario, eminente latinista y acérrimodefensor de la causa de los indios, raro y singular émulo de Sor JuanaInés de la Cruz, pues las líneas de sus poemas sacros lo revelan:

“Vives Aquea Siantingaris DivesAquí se sella la fuente,

que es de la gracia el abismo,y es riqueza permanente,

que aunque sentado el bautismo,esta la gracia en corriente”.

Su personalidad afable y su brillante carrera eclesiástica lepermitieron no sólo ascender por los peldaños que llevaban a las dignidadesde la iglesia, sino a granjearse, en la entonces arrogante y altiva sociedadvirreinal, de amistades prominentes e ilustres, como la que le brindé unelevado personaje del palacio y de la corte de los virreyes, don JoséFrancisco de Guerra Manzanares, caballero profeso de la Orden deSantiago, secretario del departamento de guerra del virreinato de la NuevaEspaña y sargento mayor de dragones de San Carlos de la ciudad deMéxico, pero más honrosa fue la amistad que cultivó con el insignehistoriador e inspirado propagador de la obra literaria de los hijos de México,don José Mariano Beristáin y Souza.

Meritorio logro de su vida intelectual, con el cual rindió alto eimperecedero tributo a la historiográfia nacional, con la que se consagróprofundo admirador y erudito conocedor de la obra pía y heroica del padreKino, cuando, al desenterrar de los archivos virreinales, hizo el notable ymemorable hallazgo de la obra capital del jesuita, ornada con el dobletimbre de apostólica y científica, y con el no menos singular y academicistatítulo, tan propio de la época de: “Relación diaria de la entrada que de iday vuelta fue de 309 leguas desde el 22 de septiembre hasta el 15 deoctubre de 1698, descubrimiento y desembarque del río Grande en la marde California y del Puerto de Santa Clara; reducción de más de 4000

201

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

almas de la costa y bautismo en ella de 400 párvulos; estado pacífico dela Pimería y de la de Sonora en este año de 1698 por el padre EusebioKino, de la Compañía de Jesús”. Laudable circunstancia que le valieronlos elogios y los aplausos de otros eruditos novohispanos, con manifiestoentusiasmo y especial gratitud del eminente bibliógrafo e incansablerecopilador mexicano, don José Mariano Beristain y Souza, de gratamemoria en las letras de México, por su monumental obra titulada“Biblioteca Hispanoamericana Septentrional”, en la que habría de inscribir,con plena reivindicación el doctor Osores Félix, el nombre de don JoséMaría.

El arrogante y despótico del oficial real y al que por su evidente ydescarado cinismo, don José María clama y fulmina su espíritu licencioso,al decirle: “niega la responsabilidad a este justísimo crédito, siendo delnotorio talento e instrucción que acredita como factor de su majestad, ymucho más de admirarse semejante conducta, pretendiendo aprovecharjudicialmente eludir la obligación”.

Don Joaquín de Angulo Norzagaray pretendió esgrimir en sudefensa un argumento harto falaz y notoriamente culpable, y que enapariencia daba solidez a su pretendida honestidad y rectitud, argumentandola imposibilidad de dirigirse a la villa y corte de Madrid, por ser esostiempos de guerra, evitando así los peligros de la navegación y de trasportar“tan crecidas sumas”. De las acusaciones y justos reclamos que habíavertido sobre su cabeza don José María de la Riva y Rada, lo único queconfesaba ser cierto y que caía en su detrimento, era de que el legadopiadoso que su señoría ilustrísima fervorosamente había destinado para elalivio de los infelices pobres y de los indios, entró en la Factoría de Tabacosde Guerra y él lo disfrutó comprando una casa en el paseo nuevo de laciudad de Guadalajara, pues en una carta del 5 de junio de 1803, externandoa don José María, en un acto de aparente sumisión y como requiriendo desu favor, le escribe: “Vuestra merced en buena justa conciencia estimaque debo devolver los caudales (que tan loable fin busca, el bien de losindios), en esto lo haré, pero tendrá vuestra merced una poca de paciencia,porque compré una casa en el paseo nuevo y gasté allí todo el dinero,cuya venta quiero ejecutar y restituir”.

La benevolencia y bonhomía de este ilustre sacerdote don JoséMaría de la Riva y Rada, tan respetuoso de las instituciones reales (quedespués revocó en las republicanas) y considerando el honroso cargo de

202

El Rosario

servidor del rey, condescendió ante las vehementes súplicas deladministrador general de la factoría, gesto al que correspondió el oficialreal con la injuria y la indiferencia. Ante tales circunstancias, y pasadostres años en que no llegaba a cumplirse la obra benefactora de los indios,don José María, acuciado por su espíritu de lucha y el anhelado bienestarde esos pueblos, obtuvo la real aprobación a su solicitud y demanda.

La erudición de este eclesiástico no fue menor por el hecho de nohaber recibido los grados mayores doctorales; acreditando su piedad yvasta literatura en su obra fundamental, titulada “Explicación de la bulapontificia de la santa cruzada, acomodada a las instrucciones, declaracionesy providencias que gobiernan en los pueblos de Indias (América)”, impresaen la ciudad de México en 1802 a instancias del ilustrísimo señor don frayFrancisco Rousset de Jesús, obispo gobernador de Sonora (dicha obra eseditada todavía hoy por la prestigiosa Editorial Porrúa, que difunde susobras tanto en América como en Europa).

Un contemporáneo la calificó como “una obra del buen gusto delsiglo: escrita y trabajada según el modelo de los sabios y que en ella seostentaba un vastísimo estudio”. Supo añadir mucho en cuanto al origen ynaturaleza del patronato que los monarcas españoles tenían en las iglesiasde Indias y apreciarse en su entero alcance la causa de fe de los indios.

En los libros de gobierno del antiguo juzgado eclesiástico de Ntra.Sra. de El Rosario se hizo constar lo siguiente: “En los días 22 y 23 deenero de 1814 se publicó y juró en este Real la constitución de la monarquíaespañola, y el día 2 de febrero se instaló el Real Ayuntamiento”. Todoesto en El Rosario, siguiendo la disposición que en nombre de FernandoVII expidió la Junta Suprema Gubernativa de España e Indias, declarando“que la Nueva España y sus provincias eran parte esencial e integrantede la monarquía, deseando estrechar de un modo indisoluble unos y otrosdominios, y que por el bien de los súbditos se nombrasen diputados deestas provincias (Sinaloa y Sonora) y reino de la Nueva España, para queestos se presentasen ante la Real persona (el rey don Fernando VII) yconstituyesen parte de las Cortes”.

Conforme a lo anterior, se procedió a asentar en los folios degobierno: “En la Junta Electoral de estas provincias, celebrada en el Realde los Álamos en los días 25 y 26 de marzo de 1814, quedó elegido a laprimera votación, diputado a las cortes (de España) para los años de 1815y 1816 el señor cura don José María de la Riva y Rada que fue secretario

203

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

de la dicha junta e hizo el discurso propio de las circunstancias conformeal artículo 86 de la constitución política de la monarquía española”.

Llegado el año de 1816 y para dejar legal constancia de laadministración espiritual de las almas de este Real de El Rosario, donJosé María, haciendo uso de su prudente pluma, escribió: “Hoy 10 deabril de 1816, hace más de 20 años que tomé posesión de este curato, y el5 del mismo mes recibí el real título (dado en Palacio a 13 de diciembreúltimo) en que el rey nuestro señor don Fernando VII me presenta parauna media ración y canonjía de la santa iglesia catedral de Guadalajara”,razón que lo obligó a apartarse de esa parroquia que fue de sus mayorescuidados.

Elocuente muestra de la cultura y del saber novohispanos, de laque varios religiosos sacerdotes del Real de Minas de El Rosario fuerondignos y acabados modelos, y que nos enseña que la iglesia, en su inmensaobra educativa y en su profunda caridad hacia la raza vencida, propagóhasta los mismos confines del septentrión el saber académico e ilustradode su tiempo.

En el año 1806, don José María de la Riva y Rada, hubo de levantarla voz ante la Real Audiencia gobernante de Guadalajara, siendo escuchadopor el señor don Manuel del Campo y Rivas, del Consejo de su majestad,oidor decano de la Real Audiencia y juez de provincia, quien atendiendolas demandas y quejas del ilustre presbítero levantó proceso contra donJoaquín de Angulo Norzagaray, factor y administrador general de la realrenta de tabacos de la ciudad de Guadalajara y miembro poderoso einfluyente de su oligarquía.

La causa imperante que movió a don José María a levantar procesojudicial en contra de este alto oficial de su majestad, fue la defensa dellegado piadoso que don fray Damián Martínez de Galinsoga, III obispo deSonora y electo de Tarazona en los reinos de España, había destinado a lacausa de la fe y a aliviar la mendicidad de los pueblos y misiones de indiosde su obispado. Legado que había puesto en resguardo, en consideraciónal prestigio y al rango social, de don Joaquín de Angulo Norzagaray, quienaseguró poner dichos bienes y caudales en manos de don José Robledo,apoderado de su ilustrísima en la villa y corte de Madrid, quien a pesar delas reiteradas y suaves reconvenciones que le hizo nuestro cura don JoséMaría, rehusó entregarlos, por lo que declaró ni los medios de la atención,ni de la política llegaron por fin al día de la devolución, así declara donJosé María en los folios del juicio ventilado ante la Real Audiencia.

204

El Rosario

Después de que la aurora del 16 de septiembre de 1810 iluminaraa un pueblo que se lanzaba a la conquista de su independencia y queguiado por un grupo de esforzados hombres que se proponían derribar loque parecía irreconciliable y contrario con su bien y el de la patria. Alta yheroica empresa en la que don José María de la Riva y Rada dio unaprueba irrefutable de que no fue ajeno a la lucha por la independencianacional y que le dio oportunidad de señalar sus patrióticas disposicionesen bien de la causa libertaria y en la que su hacienda de La Labor fueescenario presencial de su ofrenda a la patria.

La hacienda de La Labor, vieja heredad de la familia de la Riva yRada, que su padre don Manuel adquirió en 1763, de manos de doñaGertrudis de Loaiza, y en la que don José María González de Hermosillo,el otrora triunfante heraldo del generalísimo Hidalgo en estas provincias,lugar en el que habría de curar sus heridas y acallar su conciencia (por sutrágica derrota) tras sus paredes y sus muros. Generosidad y gesto galantede don José María de la Riva y Rada que otorgó por resguardo y asilo, enun momento en que el destino de la causa libertaria parecía incierto ypróximo a su extinción, no siendo infundados estos hechos, a los quecontribuyeron sobremanera la encarnizada resistencia y la crueldad delas armas reales, encabezadas por el intendente don Alejo García Conde,a las que se unieron, con profusión, las decretales y circulares, que desdeel 10 de octubre de 1810 ordenaban a los vecinos de estas provincias,bajo pena de la vida, de que no fuese violado el juramento de fidelidadprestado al soberano (Fernando VII), juramento al que se permaneciófiel (el pueblo llano y la oligarquía) y por el que buena parte de la poblacióncombatió a González de Hermosillo y que determinaron su caída, no sinestrépito, ante las puertas de San Ignacio.

Solo y ante la inminente muerte que le esperaba a manos delintendente, González de Hermosillo recibió de la mano amiga y caritativade don José María de la Riva y Rada, oportuno abrigo y oculto refugio, (yal parecer dinero y salvoconducto a Guadalajara) apreciable conductaque le merecen a este sacerdote su buen nombre, (además de dejar enresguardo de este benemérito religioso, el estandarte de la virgen deGuadalupe, que Hidalgo concediera a Mercado y a González de Hermosillo,y que desde entonces ha permanecido, como pía reliquia de la libertad, ensu capilla) hecho que nos advierte otra insospechada faceta de su espíritu:su índole patriótica y de profesar una abierta sincera simpatía a su nación.Iglesia Catedral de Guadalajara.

205

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

Riva y Rada, al lado de otros grandes literatos que florecieron enAmérica, y que por la fecundidad y maestría de su pluma se encontraronpocos ejemplos. Habría de reconocer a don José Mariano Beristain ySouza especial gratitud a don José María de la Riva y Rada, pues alparticiparle de su hallazgo documental, le permitió dar feliz término a untrabajo que la erudición y los años rindieron los más merecidos frutos y elreconocimiento de las academias, su Biblioteca HispanoamericanaSeptentrional.

Una vez promovido a la prebenda y canonjía catedralicia deGuadalajara, los primeros próceres y dignidades de aquella catedral ycabildo eclesiástico le reconocieron y apreciaron sus talentos y su singularingenio. Con especialidad mereció el favor y estimación del excelentísimoseñor don Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, sabio y beneficentísirnogobernante de esa diócesis, e insigne benefactor de aquella ciudad,asistiéndole don José María de la Riva y Rada con puntual esmero en laobra piadosa del hospicio y casa de misericordia para huérfanos, conocidacomo “Hospicio Cabañas”, y en la laudable erección del colegio clerical,señalándole favorablemente el mitrado al elevarle a dignidad demaestrescuelas de la iglesia catedral, a la que unida su prebenda y canonjía,le colocaban a don José María en un lugar distinguido y prominente queconforme al mérito del que lo ostentaba y a la tradición, podía aspirar alos ilustres oficios de cancelario y rector de la entonces llamada Real yLiteraria Universidad de Guadalajara.

Fueron estas aspiraciones justas a las que habría de renunciar alser llamado por la provincia de su origen y nombrándole ésta su diputadopara representarla en el primer congreso general y constituyente de lanación, que tras la consumación de la anhelada independencia, asistió alas legislaturas de 1825 y 1826, legislaturas en las que brillaron suscualidades de legislador y en las que sembró la benéfica semilla de laigualdad de una raza, la india, a la que consideró, en justa apreciación,raza tres veces secularmente olvidada, debiéndole sus feligreses, suprovincia, y sobre todo, sus amados indios, todos los afectos y cariños deun tierno padre.

Fue Don José María de la Riva y Rada último y brillante crepúsculode la sociedad virreinal e hispánica de este Real y por otra, clara auroraque anunció el nacimiento, entre tempestades de un mundo nuevo. En unjuicio crítico y general sobre su vida, se determinaría intitularle virtuoso y

206

El Rosario

pacífico sacerdote, celoso del bien de las almas, digno de memoria e hijoesclarecido de El Rosario.

b. Teófilo Noris Cibrián

Teófilo Noris puede considerarse como niño héroe, por haber participadoen la heroica defensa del castillo de Chapultepec en el año de 1847, en lashoras trágicas antes de que este castillo fuera tomado por las fuerzasinvasoras norteamericanas.

En este hecho de armas don Teófilo Noris lució en su chaquetín lasespiguillas de sargento segundo como compañero de armas de los niñoshéroes. Noris nació en el Real de Minas de El Rosario el día 9 de enerode 1829, fueron sus padres don Joaquín Noris de los Ríos Morales, y doñaVictoriana Cibrián de la Riva y Rada.

Cuando cumplió los 16 años de edad, siguiendo la vocación militarde su padre, quien como recordaremos fue jefe político del departamentode San Sebastián, teniente de caballería, y a quien vemos en 1821 firmando,con el grado de capitán, la independencia en el templo parroquial de ElRosario. Por estas razones Teófilo Noris ingresó al colegio militar deMéxico, permaneciendo dos años en el proceso formativo, y alcanzandocon méritos propios el grado de sargento segundo, tomando parte muyactiva en la defensa del castillo de Chapultepec en aquel inolvidable hechode armas del 13 de septiembre de 1847.

Encontrándose en la octava década de su vida, don Teófilo describióaquella epopeya: “A nosotros se nos había confiado la guardia del hospitalde sangre. Este se encontraba situado al lado oriente de Chapultepec; enel occidente del colegio, que estaba defendido por la primera compañía, almando del general Monterde, el tiroteo había principiado desde la mañanadel día 13. Los de la segunda (compañía), que éramos cuarenta alumnos,cuatro cabos y yo, que era el sargento, no habíamos sido molestados ennada.

Como a las 12 del día recibimos aviso de que la posición llamada“caballero alto” se había rendido y que ya los americanos se dirigíanhacia nosotros. El oficial de nuestra compañía, Miguel Poucel, nos ordenóinmediatamente ponernos sobre las armas. Lo recuerdo perfectamente,era Andrés Mellado quien estaba de centinela avanzado y quien, entre la

207

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

emoción profunda que nos embargaba a los cadetes, dejó repercutir elesperado grito:

-¡Alto! ¿Quién vive?¡Qué momento aquel! Pensamos en un segundo en los nuestros,

en el hogar, en los amigos, en la patria, en el honor…Y un aliento de glorianos trastornó, nos embriagó, y, anonadados corrimos a las armas, volamossobre las cajas del parque, tomamos nuestras posiciones y no hicimosesperar la respuesta a los primeros tiros de la fusilería enemiga.

Sobre los parapetos estábamos inmóviles, cargando los fusiles, yveíamos al centinela, sonriente, que se detenía de cuando en cuando, paracontestar alguna bala que de cerca le pasaba silbando siniestramente. Yhabía un muchacho, ¡que diablo, vaya que era valiente!, que siempre sedistinguió en el tiro al blanco y que ahí, tras de su parapeto, parecía muydivertido en casar americanos.

De pronto oímos al centinela que gritaba:-¡Relevo! ¡Estoy herido!Se le relevó, luego; estaba ligeramente rozado por una bala en el

carrillo. Pousel dirigió esa defensa como un león. ¡Vaya si era bravoPousel! Era de vérsele multiplicándose en los sitios de mayor peligro,infundiéndonos ánimo, cargando personalmente los fusiles, y haciendofuego certero. De pronto, oí a alguien que me llamaba. Era Pousel.

¡Sargento¡ -me dijo- deje usted de tirar. Ocúpese de cargar lasarmas de los muchachos porque estos malvados nos acosan por todoslados.

Entonces tomé lugar cerca de cuatro cajas de parque que teníamos,y comencé a cargar fusiles y a llenar cartuchos. No llevaba mucho tiempoen esa tarea, cuando vi aparecer, por la puerta del “rastrillo”, acerca de150 hombres, los cuales comenzaron a hacer fuego, un fuego de infierno.A poco, aparecieron otros 150 hombres que redoblaron su ataque sobrenuestras posiciones. Notaba yo que las cajas de parque quedaban vacíaspor momentos, cuando se acercó nuevamente Pousel y me dijo:

-¡Sargento, los muchachos aflojan!-Ay razón -le contesté- el parque se ha agotado.El general Monterde -sigue la voz del héroe- no podía transmitirnos

sus órdenes en aquellos momentos, porque estaba preso en la parteoccidental del colegio. Los tiros estaban agotados y la rendición se imponía.Agustín Melgar no estuvo conforme y se fue a encerrar a la biblioteca.

208

El Rosario

Después cuando entraron los americanos, los recibió a balazos ymató a uno de ellos. Él también fue herido. Después de que sufrió laamputación de una pierna, murió.

Al rendirnos no entregamos personalmente las armas, Pousel nosordenó que las colocáramos en tierra y el hizo lo mismo con su espada. Alacercarse a donde estábamos, las fuerzas del general Smith, subió primerosobre el reducto un joven oficial americano.

Inmediatamente se dirigió a nuestro oficial, exigiéndole que rindierasu espada. Pousel nada dijo y solamente con altivo gesto, le señaló elarma, que se encontraba en el suelo.

-Si quieren recogerlas –nos dijo– que se inclinen a tomarlas; nosotrosjamás se las entregaremos.

Después fuimos encerrados en los dormitorios de Chapultepec y aldía siguiente se nos condujo a Tacubaya, en donde negamos juramento deno tomar las armas contra la invasión. El día 15 se nos puso en libertad enMéxico, a condición de no salir de la capital. Todo lo recuerdoperfectamente. Me parece ver, ahora mismo, a Montes de Oca, que murióa mi lado, a Suárez, a Hilario Pérez de León, a Escutia, a Pablo Banuet, aAgustín Melgar…”

c. Gilberto Owen

En febrero de 1904 nace en El Rosario Gilberto Owen Estrada, hijo delirlandés Gilberto Owen y de Margarita Estrada. Escritor, poeta, ydiplomático, sus biógrafos han enfrentado dificultades para reconstruir lomás destacado de su vida, sobre todo sus primeros años y su familia en ElRosario. Se dice que Owen a los 21 años se le podría considerar como unpoeta de personalidad propia, en contrapartida con lo que se conoce y seha estudiado de su obra que vemos producida en un lapso de 22 años, alestar incorporado a la revista Ulises (1926-1928) y el importantísimo grupode los contemporáneos (1928-1931) y a la revista “El hijo pródigo” en1942.

El grupo de los contemporáneos estaba formado por lo más granadode los intelectuales mexicanos de aquella época: Carlos Pellicer, JoséGorostiza, Jaime Torres Bodet, Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta, SalvadorNovo, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo y GilbertoOwen.

209

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

En la escuela nacional preparatoria conoció a Jorge Cuesta, quieninfluyó de manera definitiva en la formación intelectual de Owen. Despuésconoció a Villaurrutia con quien inició el proyecto de la revista Ulises,antecedente de los contemporáneos.

Después lo encontramos en el servicio exterior desempeñándoseen estas funciones en varios países, en Estados Unidos, Ecuador, Perú yColombia, en donde se casó. Hacia 1942 regresa a México y trabaja en larevista “El hijo pródigo” y cinco años después regresa a Filadelfia y es endonde muere en 1952.

Su primera obra, fue “Desvelo” con los poemas “Canción efusivadel crepúsculo” y “Melodía arbitraria”, “Canción de juventud”, “La cancióndel tardío amor”. Owen es el renovador del arte dramático en Méxicojunto con Villaurrutia y Novo, forman el teatro de Ulises. Su obra, en granparte condensada en la edición titulada “Poesía y prosa de Gilberto Owen”.Vanguardista e innovador Gilberto Owen no deja de ser un artista universal.

Gilberto Owen.

d. María Luisa Lizárraga Saucedo

María Luisa Lizárraga, afamada pianista y concertista, es la encargadade la dirección de música del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Descubrió su vocación desde los 10 años debido a que su madreera maestra de piano. Aunque en un principio no fue estimulada, la clara

210

El Rosario

inclinación hacia este arte le trasmitió sus conocimientos de tal maneraque su iniciación musical se dio en El Rosario. En la ciudad de México yen Guadalajara pudo ampliar sus conocimientos musicales, y en 1953,siendo maestra de música en la secundaria Mtro. Julio Hernández de ElRosario, comenzó a asistir en los meses de julio y agosto al ConservatorioNacional de Música y en 1955 repartió su tiempo durante 8 meses en laescuela superior de música en Guadalajara sin dejar de ser maestra en ElRosario. En 1956 comienza a estudiar en el conservatorio nacional; en1956 gana el premio Federico Chopin, en 1958 los dos premios nacionalesde juventud mexicana, en piano y música de cámara. En los años de1957, 1959, y 1960 gana el premio de piano el conservatorio nacional.

En 1971 fue directora de música del departamento de bellas artesde Jalisco, y después como coordinadora de la Orquesta Sinfónica deGuadalajara. En París hizo cursos de piano con Nadia Boulanger y conJeanne Etienne Marie. Y en 1976 es nombrada directora del departamentode música; encargándose desde entonces de las labores de difusión de laOrquesta Sinfónica Nacional, concertistas, orquestas de cámara y coros.

e. Dra. Margarita Lizárraga Saucedo

En la vida de Margarita Lizárraga la pesca fue su máxima pasión, por loque estuvo ligada a la Organización de las Naciones Unidas para laAgricultura y la Alimentación (FAO). En efecto, cuando la FAO iniciósus actividades de asistencia técnica en México, una de las primerasáreas cubierta por ésta, fue la pesca estableciéndose como primer contactocon la doctora Margarita Lizárraga Saucedo, quien se desempeñaba comouna de las personalidades más destacadas del sector pesquero de México.

Se debió en gran parte a su alta responsabilidad, su sobresalientepreparación, seriedad y profesionalismo. Por esa razón, cuando la sedede la FAO tuvo la necesidad de un especialista en pesca y que fueseoriundo de los países hispanoamericanos, escogió a la doctora. En estaprimera época Margarita colaboró con la FAO, diseñando y poniendo enpráctica los proyectos pesqueros de inversión que la FAO preparaba anivel internacional para Hispanoamérica.

Puede considerarse esta etapa como científico diplomática, en quela constante y dedicada labor de Margarita, y del equipo de México

211

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

presidida por el secretario de pesca, se dieron unas series de compromisosinternacionales para México, en la cuestión pesquera, y de los que se hizocargo Margarita. Esta etapa le permite conocer a la FAO, no comofuncionaria, sino como miembro de los países que forman la AsambleaPlenaria de la FAO.

El grupo de los países latinoamericanos y del caribe, por la destacadalabor de Margarita siempre preocupada, por su país y el mundo, lemerecieron el cariñoso denominativo de “La Reina”.

El gobierno de México la llamó para que regresara al país y sehiciera cargo del Instituto Nacional de Pesca para ayudar a resolver losproblemas que habían surgido como consecuencia de las corrientesambientalistas internacionales. Un segundo embargo atunero, protecciónde las tortugas marinas, protección de las ballenas, coordinar laConferencia Internacional de Pesca Responsable,de Cancún, y otros.

Como en ese momento dejaba la FAO temporalmente el directorgeneral decidió distinguirla con una ceremonia homenaje, en la que se leconsideraba como uno de los miembros más distinguidos. Tras tres añosal frente del instituto y como resultado de los compromisos de la FAO conMéxico, que había adquirido durante la conferencia internacional de pesca,celebrada en Cancún, Margarita fue una alta funcionaria, encargada delos programas internacionales de pesca responsable, puesto en el queestuvo hasta sus últimos días.

La FAO para honrarla, ha preservado su nombre y memoria alinstituir el premio “Margarita Lizárraga”.

212

El Rosario

213

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

X. Bibliografía

* Archivo de la notaria parroquial de Nuestra Señora de El Rosario(libros de matrimonios nacimientos, defunciones y sobre todocensos, cartas y circulares de los diferentes obispos, documentosque abarcan desde el 18 de abril de 1667 hasta agosto de 1821.

* Archivo de la Real Audiencia de Guadalajara (hoy BibliotecaPública de Jalisco), en donde se consultó diferentes legajos delsiglo XVII y XVIII.

* Archivo del Palacio Episcopal de Durango, en donde se consultólos libros de las actas del cabildo eclesiástico desde la década de1650, y los libros de las visitas de fray Bartolomé García deEscañuela (1680), Pedro Tamaron y Romeral (1768-1769) y librosde gobierno relativos a obras pías, tributos, testamentos y asuntosvarios.

1. Libro y de bautismos, folio 120v. Archivo de la notaría parroquialde Ntra. Sra. de El Rosario.

2. Biblioteca Nacional, Fondo reservado, Archivo Franciscano, caja32, exp.679, ff 2v al 4.

3. Juzgado General de Bienes de Difuntos, Archivo de la RealAudiencia de Guadalajara. Testamento de don Francisco Antoniode la Riva y Rada c-2, ff2 - 40.

4. Libro y de matrimonios, ff20 y 20v. Archivo de la notaría parroquialde Ntra. Sra. de El Rosario.

5. Libro 1 de matrimonios, acta 249, ff73-73v. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

214

El Rosario

6. Libro 4to de Tienda, febrero 20 de 1762, f36. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

7. Libro 4to de Tienda, febrero 20 de 1762, f32. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

8. Alumnos distinguidos del Colegio de San Pedro, San Pablo y SanIldefonso de México. p.847. Doctor Osores Félix.

9. México a través de los siglos. Tomo XII, p. 69810. Breve y compendiosa narración de la ciudad de México, por el

insigne Jesuita, Juan de Viera, en l777.11. Libro IX de bautismos, ff 57v. y 58. Archivo de la notaría parroquial

de Ntra. Sra. de El Rosario, 1796.12. Ibíd. ff 64-64v.13. Despacho de don fray Francisco Rousset, obispo gobernador de

Sonora, al Comisario Subdelegado de Cruzada, don José Maríade la Riva y Rada, fechado en Mazatlán, el 20 de abril de 1797.Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

14. Ibíd.15. Libro IX de bautismos, ff 64-64v. Archivo de la notaría parroquial

de Ntra. Sra. de El Rosario.16. Libro de la Santa Fábrica del Templo de Ntra. Sra. del Rosario,

sin numeración los Folios. Archivo de la notaría parroquial deNtra. Sra. de El Rosario.

17. Carta de diciembre de 1797, a don José María de la Riva y Rada.Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

18. Carta de don fray Francisco Rousset de Jesús de la Rosa yCardoso, a don José María de la Riva y Rada. Archivo parroquialde Ntra. Sra. de El Rosario.

19. Carta del obispo Rousset a José María de la Riva y Rada, enerode 1798. Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. de ElRosario.

20. Carta del obispo Rousset, a don José María de la Riva y Rada,del 7 de enero de 1 797. Archivo de la notaría parroquial de Ntra.Sra. de El Rosario.

21. Ibíd.22. Carta del 4 de agosto de 1797, del obispo Rousset a don José

María de la Riva y Rada Archivo de la notaría parroquial deNtra. Sra. de El Rosario.

215

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

23. Carta del 22 de diciembre de 1797, con el adjunto edictoconvocatorio. Archivo de la notaría de Ntra. Sra. de El Rosario.

24. Edicto episcopal, del 15 de diciembre de 1784, ff 1-2v. Archivode la notaría parroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

25. Documentos vados del juicio entablado por don José María de laRiva y Rada, contra don Joaquín de Angulo Norzagaray. Archivode la notaría parroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

26. Libro VI de matrimonios, sin número de folio. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

27. Documentos para la historia de El Rosario, p. 27-30. AntonioNakayama, y originales del mismo texto en el Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

28. Libro 1 de bautismos, fo 60, partida del 22 de abril y partida del 9de junio de 1682.Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra.de El Rosario.

29. Libro 1 de bautismos, fo 2v.30. Libro III de bautismos, del 1 de enero de 1708 al 20 de diciembre

de 1727, folio sin numeración. Archivo de la notaría parroquial deNtra. Sra. de El Rosario.

31. Libro IV de tienda, fo 31v, y correspondencia del hijo de doñaGertrudis de Loaiza, don Ignacio de la Motta Padilla; con donManuel Antonio de la Riva y Rada. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

32. Alumnos del Colegio de San Pedro, etc. p.847. Dr. Osores Félix.33. Carta del Lic. don Manuel María Moreno (que fue diputado a las

Cortes de Cádiz), al Br. don José María de la Riva y Rada, sinfecha. Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

34. Libro VI de matrimonios (1806-1823), fo 50. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

35. Libro VI de matrimonios (1806-1823), fo 51. Archivo de la notaríaparroquial de Ntra. Sra. del Rosario.

36. Ibíd. fo 66. Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. de ElRosario.

37. Carta poder de don José Francisco Guerra Manzanares, 30 dejunio de 1810. Archivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. deEl Rosario.

216

El Rosario

38. Diccionario de México a través de los siglos. Tomo XII, p. 528-529.

39. Alumnos distinguidos de San Pedro, San Pablo y San Ildefonsode México. p. 847. Dr. Osores Félix.

40. Ibíd. Correspondencia de don José María de la Riva y Rada en elArchivo de la notaría parroquial de Ntra. Sra. de El Rosario.

217

Rafael H. Bouttier y Leopoldo H. Bouttier

El RosarioSe terminó de imprimir en el mes de octubre de 2010

en los talleres gráficos deColegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa.

Su tiraje consta de 1,000 ejemplares.

Diseño de portada: Sergio Alberto García LugoFormato y diseño: Gilberto Covarrubias Rodríguez