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T ras un parØntesis de un aæo, UNRISD Informa estÆ aqu de nuevo¡y los lectores descubrirÆn que el Instituto no ha estado precisa- mente de vacaciones! En esta edicin de 44 pÆginas ofrecemos abundante informacin sobre nuestro trabajo en los œltimos 12 meses, inclusive 23 pu- blicaciones, nueve eventos y un sitio Web totalmente rediseæado. UNRISD tiene el gusto de ofrecer a los lectores una excelente serie de contri- buciones en las que se abordan temas tales como el racismo, la ciudadana y la justicia social. En la presente edi- cin, ocho especialistas destacados Hans-Georg Betz, Robert D. Bullard, George M. Fredrickson, Ray Jureidini, Khoo Boo Teik, Glenn C. Loury, Tracey McIntosh y Rodolfo Stavenhagen reflexionan sobre la construccin social de la raza y la ciudadana, la dinÆmica social del racismo y la desigualdad, las respuestas a la diversidad cultural, y el modo en que las polticas pœblicas in- fluyen en las relaciones raciales. Contenido . . . TEMAS BASICOS La raza y la ciudadana en los Estados Unidos La raza, el gØnero y la poltica pœblica en Aotearoa/ Nueva Zelandia El trabajo contractual temporal y las prÆcticas xenfobas en el Medio Oriente El populismo exclusionista y la ideologa diferencialista en Europa Occidental La moralidad superficial de la ceguera racial en los Estados Unidos El conflicto Øtnico posterior a la crisis en Indonesia La lucha contra el racismo ambiental a escala mundial en el siglo XXI LECTURA OBLIGADA REPORTAJES INTERNOS Conflicto, participacin y movimientos ambientales Mejorando el conocimiento sobre el desarrollo social en las organizaciones internacionales Estructura Øtnica, desigualdad y gobernabilidad del sector pœblico Envejecimiento, desarrollo y proteccin social UNRISD en el Foro Social Mundial El Pacto Mundial y la sociedad civil Cambio agrario, gØnero y derechos agrarios La necesidad de reconsiderar la economa del desarrollo La responsabilidad social y ambiental de las empresas en Perœ La tecnologa de la informacin y las comunicaciones en Senegal Donald McGranahan, 19172001 DESDE OTRAS LATITUDES UNA ULTIMA PALABRA Reflexiones sobre racismo y poltica pœblica, por Rodolfo Stavenhagen D os cuestiones importantes en ma- teria de poltica pœblica han in- fluido en los debates sobre el racismo y la xenofobia. La primera es la com- plejidad con la que las brechas racia- les han determinado la evolucin de la ciudadana, particularmente en los pases caracterizados por profundas di- visiones etnoraciales. Puede conside- rarse que gran parte de la historia de los esfuerzos desplegados para crear un entorno pœblico receptivo y responsa- ble han sido luchas encaminadas a eli- minar las barreras raciales y a integrar a los grupos anteriormente excluidos en el sistema de los derechos y las obli- gaciones que definen la ciudadana. Racismo, ciudadana y justicia social Yusuf Bangura Las luchas para lograr la ciudadana universal han subrayado la necesidad de respetar la diversidad cultural y sus valores subyacentes, es decir, la tole- rancia, el acogimiento y la solidaridad. La segunda cuestin es la promocin de la justicia social y de sistemas de gobierno equitativos, considerados como condiciones fundamentales para lograr la estabilidad y consolidar los valores de la ciudadana. Sin embar- go, las reformas basadas en la justicia social enfrentan a menudo dificultades, ya que abordan cuestiones redistribu- tivas. Pueden ser consideradas por al- gunos como un juego de suma cero. Las partes perjudicadas !pÆgina 2 otoæo/invierno 2002 Nœmero 25 Boletn del Instituto de Investigacin de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social

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Tras un paréntesis de un año,UNRISD Informa está aquí de

nuevo�¡y los lectores descubriránque el Instituto no ha estado precisa-mente de vacaciones! En esta ediciónde 44 páginas ofrecemos abundanteinformación sobre nuestro trabajo enlos últimos 12 meses, inclusive 23 pu-blicaciones, nueve eventos y un sitioWeb totalmente rediseñado.

UNRISD tiene el gusto de ofrecer a loslectores una excelente serie de contri-buciones en las que se abordan temastales como el racismo, la ciudadanía yla justicia social. En la presente edi-ción, ocho especialistas destacados�Hans-Georg Betz, Robert D. Bullard,George M. Fredrickson, Ray Jureidini,Khoo Boo Teik, Glenn C. Loury, TraceyMcIntosh y Rodolfo Stavenhagen�reflexionan sobre la construcción socialde la raza y la ciudadanía, la dinámicasocial del racismo y la desigualdad, lasrespuestas a la diversidad cultural, y elmodo en que las políticas públicas in-fluyen en las relaciones raciales.

Contenido . . .TEMAS BASICOS � La raza y la ciudadanía en los Estados Unidos � La raza, el género y la política pública en Aotearoa/

Nueva Zelandia � El trabajo contractual temporal y las prácticas xenófobas en el Medio Oriente � El populismo

exclusionista y la ideología diferencialista en Europa Occidental � La moralidad superficial de la ceguera racial en los

Estados Unidos � El conflicto étnico posterior a la crisis en Indonesia � La lucha contra el racismo ambiental a escala

mundial en el siglo XXI LECTURA OBLIGADA REPORTAJES INTERNOS � Conflicto, participación y movimientos

ambientales � Mejorando el conocimiento sobre el desarrollo social en las organizaciones internacionales � Estructura

étnica, desigualdad y gobernabilidad del sector público � Envejecimiento, desarrollo y protección social � UNRISD en

el Foro Social Mundial � El Pacto Mundial y la sociedad civil � Cambio agrario, género y derechos agrarios � La necesidad

de reconsiderar la economía del desarrollo � La responsabilidad social y ambiental de las empresas en Perú � La tecnología

de la información y las comunicaciones en Senegal � Donald McGranahan, 1917�2001 DESDE OTRAS LATITUDES

UNA ULTIMA PALABRA � Reflexiones sobre racismo y política pública, por Rodolfo Stavenhagen

Dos cuestiones importantes en ma-teria de política pública han in-

fluido en los debates sobre el racismoy la xenofobia. La primera es la com-plejidad con la que las brechas racia-les han determinado la evolución de laciudadanía, particularmente en lospaíses caracterizados por profundas di-visiones etnoraciales. Puede conside-rarse que gran parte de la historia delos esfuerzos desplegados para crear unentorno público receptivo y responsa-ble han sido luchas encaminadas a eli-minar las barreras raciales y a integrara los grupos anteriormente excluidosen el sistema de los derechos y las obli-gaciones que definen la ciudadanía.

Racismo, ciudadaníay justicia social

Yusuf BanguraLas luchas para lograr la ciudadaníauniversal han subrayado la necesidadde respetar la diversidad cultural y susvalores subyacentes, es decir, la tole-rancia, el acogimiento y la solidaridad.La segunda cuestión es la promociónde la justicia social y de sistemas degobierno equitativos, consideradoscomo condiciones fundamentales paralograr la estabilidad y consolidar losvalores de la ciudadanía. Sin embar-go, las reformas basadas en la justiciasocial enfrentan a menudo dificultades,ya que abordan cuestiones redistribu-tivas. Pueden ser consideradas por al-gunos como un �juego de suma cero�.Las partes perjudicadas !página 2

otoño/invierno 2002 Número 25

Boletín del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social

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TEMAS BASICOS

asociadas con el estatus quo puedencontrariar o socavar las reformas, mien-tras que las partes beneficiadas puedenno ser suficientemente fuertes para de-fenderlas. La preocupación por la pru-dencia fiscal bajo las condiciones de losmercados liberales competitivos tam-bién puede ser un obstáculo para ce-rrar la brecha de las desigualdades.

En la Conferencia sobre Racismo y Polí-tica Pública de UNRISD (Durban, del 3al 5 de septiembre de 2001)�celebra-da para que coincidiera con la Confe-rencia Mundial de las Naciones Unidascontra el Racismo, la DiscriminaciónRacial, la Xenofobia y Formas Conexasde Intolerancia�se abordaron cuatroamplias cuestiones relativas a las men-cionadas anteriormente: la construcciónsocial de la raza y la ciudadanía; la di-námica social del racismo y la desigual-dad; respuestas organizadas a la diver-sidad cultural; y el efecto de las políticaspúblicas en las relaciones raciales.

Más de 40 expertos de renombre inter-nacional procedentes de varias regionesdel mundo aceptaron la invitación deUNRISD a redactar informes y dirigirdebates en la reunión. La presente edi-ción de UNRISD Informa es una recopila-ción de documentos presentados por ochode estos expertos: George M. Fredrickson,Tracey McIntosh, Ray Jureidini y Hans-Georg Betz, tratan cuestiones relativasa la ciudadanía; Glenn C. Loury, KhooBoo Teik y Robert D. Bullard, abordanlos temas de la gobernabilidad y la jus-ticia social; y Rudolfo Stavenhagen ana-liza los cambios en las ideas sobre laraza, la ciudadanía y la justicia desde elestablecimiento de las Naciones Unidas.

Cuestiones relativas a la ciudadaníaLa investigación genética ha desacre-ditado la práctica de clasificar a los se-res humanos según distintas razas. Sinembargo, sigue observándose una bre-cha entre los conocimientos científicosy las creencias populares acerca de laraza. Las diferencias físicas pueden pa-recer triviales, pero estructuran percep-ciones y constituyen una fuente impor-

tante de prejuicios en las relaciones so-ciales. George M. Fredrickson aborda lastradiciones opuestas de pensamientocon respecto a la evolución de la ciuda-danía en los Estados Unidos. En estepaís, el compromiso con los derechoshumanos universales coexistió con unafuerte tendencia histórica a negar elderecho de ciudadanía a grupos que nofueran de raza blanca. La Guerra Civily la utilización de tropas integradas porpersonas de raza negra para defenderla Unión constituyeron el primer inten-to de ampliar la ciudadanía a los afro-americanos. Sin embargo, este logro fuemenoscabado en el Sur durante la erade Jim Crow, que abarcó prácticamen-te un siglo, en que se discriminó, privóde sus derechos civiles y atemorizó a lapoblación negra en el Sur. Las luchaspor la igualdad racial se intensificaronentre los decenios de 1930 y 1960, yculminaron con las Leyes de los Dere-chos Civiles de 1964 y 1965, gracias alas cuales se respetaron más los derechosde ciudadanía. Sin embargo, como ob-serva Fredickson, la igualdad formal enlos Estados Unidos no ha conducido a laciudadanía social. En efecto, es proba-ble que el encarcelamiento, el desempleo,el aislamiento social y la indigencia afec-ten a un porcentaje más alto de perso-nas de raza negra que de raza blanca.

La discriminación racial afecta de dis-tinta forma a las mujeres que a los hom-bres, lo que pone de relieve la necesidadde comprender el concepto de ciuda-danía desde la perspectiva de la distin-ción por género en sociedades divididasracialmente. Tracey McIntosh desarro-lla este tema a la luz de las experienciasde las mujeres maoríes en NuevaZelandia. La raza, el género y la claseson cuestiones entrelazadas�y es peli-groso imaginar una �mujer� universalo grupos etnoraciales homogéneos. Lasmujeres maoríes, por ejemplo, compar-ten con los hombres maoríes las lacrasy desventajas asociadas a la coloniza-ción, a saber: una educación y un esta-do de salud deficientes, bajos niveles deingresos y de empleo, una vivienda in-adecuada y una tasa de criminalidad

excesivamente alta. Sin embargo, lasmujeres maoríes se hallan en una situa-ción de desventaja en relación con loshombres maoríes y la población neo-zelandesa de raza blanca. McIntosch se-ñala que las políticas deben centrarse enfomentar la participación de las mujeresmaoríes en las instituciones dominadaspor hombres maoríes, así como en lasinstituciones nacionales que regulan lasvidas de todos los neozelandeses.

Ray Jureidini también aborda la cues-tión de la discriminación al hacer refe-rencia a la migración laboral y la xeno-fobia en el Medio Oriente, donde estáproduciéndose la llegada masiva deinmigrantes para realizar trabajos a cor-to plazo. La migración de trabajadoresde bajo costo procedentes de Asia y deÁfrica ha dado lugar al surgimiento deun mercado laboral secundario de ca-rácter racial en aquella región. Estostrabajadores se asocian con trabajossucios, peligrosos o difíciles que los na-cionales se niegan a realizar, no obstantela pobreza y el desempleo generalizados.Una característica fundamental del con-trato en que se basa el reclutamientode mano de obra para estos trabajos, esel régimen de sumisión a que dichamano de obra se somete. Es decir, a lostrabajadores no se le permite el accesoa los mercados de trabajo locales sin laaprobación estatal y están sujetos a unpatrocinador durante la vigencia detodo el contrato. Jureidini señala que lascondiciones de esclavitud, tales como,amenazas de violencia, restriccionespara el movimiento, condiciones de tra-bajo inhumanas y abuso generalizado,afectan a muchas trabajadoras domés-ticas internas. Jureidini hace un llama-miento para que se introduzcan yrefuercen leyes laborales locales y con-venios internacionales con el fin de pro-teger a dichos trabajadores.

El racismo a menudo precisa de gruposmovilizadores, organizaciones y un dis-curso para activarlo o sostenerlo. SegúnHans-Georg Betz, el surgimiento de unanueva forma de populismo exclusionistapor partidos políticos de derecha, su-

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TEMAS BASICOS

pone una amenaza para el orden libe-ral establecido en Europa. Estos parti-dos abogan por una ciudadanía deforma restrictiva, es decir, sólo los ciu-dadanos coétnicos o los ciudadanos quegozan de este estatus desde hace tiem-po deberían disfrutar del pleno derechode ciudadanía. La transformación de lospartidos de izquierda en organizacionesde centro, en las que el trabajador pro-medio se siente abandonado, ha per-mitido a la derecha populista colmar lalaguna. Sin embargo, Betz confía en quelas instituciones de la democracia occi-dental serán suficientemente fuertescomo para hacer frente a este desafío.

Gobernabilidad y justicia socialEn el documento presentado por GlennC. Loury, el autor desafía la ideologíadominante�el individualismo liberal�contraria a la acción afirmativa de losEstados Unidos. Esta ideología defien-de una política de ceguera racial, es de-cir, la práctica de no considerar la razaal aplicar una política. El autor distin-gue la ceguera racial de la indiferenciaracial, es decir, la práctica de no consi-derar el modo en que una norma de-terminada puede afectar a diversosgrupos raciales. Ambas pueden benefi-ciar a las minorías o agravar su desven-taja social. Sin embargo, Loury señalaque, dada la historia de racismo en losEstados Unidos, deberían evaluarseasimétricamente los efectos de las polí-ticas regidas por la ceguera racial o laindiferencia racial, de forma que se es-tableciera un nuevo orden de preocu-paciones morales. Esto supondríaanteponer la justicia racial a la cegueraracial o la indiferencia racial. Concluyeobservando que, cuando las universida-des más destacadas recurren a la acciónafirmativa en los procesos de admisión,refuerzan considerablemente la reorga-nización de las prioridades morales�lanecesidad de crear un marco de liderazgoestadounidense que incluya tanto a la po-blación afroamericana como a otros gru-pos minoritarios.

Khoo Boo Teik aborda los efectos de laspolíticas de acción afirmativa en Malasia

y sus consecuencias para Indonesia. Lainestabilidad económica que predomi-na desde la crisis financiera de 1997 haprovocado disturbios raciales y étnicosen Indonesia, mientras que en Malasia,que tiene una historia de violencia ra-cial, parece haberse evitado la implosiónetnoracial. Por el contrario, la presión afavor de un cambio en Malasia ha atraí-do a una coalición de organizacionesprocedentes de diversos grupos, afilia-ciones religiosas e ideologías. Losanalistas atribuyen el éxito relativo deMalasia en la gestión de las relacionesetnoraciales a su programa de acciónafirmativa anterior a la crisis�la Nue-va Política Económica (NPE). Este pro-grama redistributivo ha beneficiado alos malasios vis à vis los chinos. Khoopone de relieve que la NPE incorporóotros objetivos relacionados con unagran capacidad para la formulación depolíticas, la intervención del Estado enla economía y otras formas de gobiernoasociadas con el estado del desarrollode Asia Oriental. Parece que los efectosgenerales de la estrategia han sido la re-composición radical de la estructura declases en Malasia, el cambio de equili-brio de poderes entre diferentes gruposy el empoderamiento del Estado paraofrecer resultados económicos y políti-cos. Sin embargo, Khoo señala que laaplicación sistemática en Indonesia depolíticas de acción afirmativa como lasde Malasia podría ser difícil en un en-torno global que desalienta el naciona-lismo económico.

El artículo de Robert D. Bullard analizael racismo ambiental, definido comopráctica que beneficia a las empresasque contaminan el medio ambiente yque responsabiliza de ello a las perso-nas de color. Bullard señala que el ra-cismo ambiental influye en la utilizaciónlocal de la tierra, fomenta la inobser-vancia de la regulación ambiental, y le-galiza la exposición de las personas aproductos químicos nocivos y a tecno-logías peligrosas. La lucha contra el ra-cismo ambiental requiere aceptar laprotección ambiental como derechohumano fundamental; el cumplimien-

to no discriminatorio de las leyes relati-vas al medio ambiente, la salud, la vi-vienda y los derechos civiles; el cierrede brechas de la ley tributaria en lasempresas, que alientan a estas últimasa contaminar los entornos de las perso-nas más pobres y desfavorecidas; y laformulación de regulaciones y acuerdosinternacionales efectivos.

Los cambios operados desde 1948En �Una última palabra�, RodolfoStavenhagen realiza un seguimiento dela evolución de las ideas acerca de la raza,la ciudadanía y la justicia desde el esta-blecimiento de las Naciones Unidas. LaDeclaración Universal de los DerechosHumanos de 1948 confirmó el principiode los derechos y libertades fundamen-tales, y prohibió la discriminación pormotivos de raza y otras divisiones hu-manas. Las luchas anticoloniales quecaracterizaron los decenios de 1950 y1960 condujeron a la incorporación delderecho de autodeterminación en la De-claración de 1960 sobre la Concesión dela Independencia a los Países y PueblosColoniales. Esta declaración marcó uncambio en las actitudes e ideologías ra-ciales hacia los derechos de los pueblos yel establecimiento de un orden mundialequitativo. La migración del Sur a lassociedades industriales del Norte dio lu-gar al surgimiento de nuevas formas deracismo en los años 70 y 80, lo que tuvoconsecuencias en las vidas de las mino-rías raciales, los trabajadores migrantesy los refugiados. Sin embargo, la migra-ción también dio lugar al concepto demulticulturalismo, o al derecho de serdiferente, y, en los últimos tiempos, a lanoción de interculturalidad. Este últimoconcepto propone reforzar la diversidada través de formas flexibles de gobiernoque no se ciñan exclusivamente a un mo-delo de �Estado-nación�.

Yusuf Bangura es Coordinador de

Investigación en UNRISD. Los ocho

documentos seleccionados en esta edición

pueden consultarse en www.unrisd.org.

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TEMAS BASICOS

Muchas naciones han basado suidentidad en su ascendencia de

una serie de antepasados comunes, quesupuestamente legaron a sus descen-dientes una lengua y una cultura dis-tintivas. Sin embargo, Estados Unidos�como corresponde a una �nación deinmigrantes��normalmente se hadefinido a sí misma más bien por unaserie de ideas y valores políticos aso-ciados a sus orígenes revolucionariosque por el origen y carácter étnico desu población. No obstante, su �nacio-nalismo cívico� no impidió la utiliza-ción de �raza� física, especialmente envista de las diferencias de pigmenta-ción establecidas, al determinar elestatus social y político durante la ma-yor parte de su historia.

Aunque la Revolución Americana fue unllamamiento a los conceptos universa-les de los derechos humanos que se des-prendían de la Ilustración, la Constitu-ción de 1789 autorizó la denegación delderecho de ciudadanía a las personasde ascendencia africana, como conse-cuencia de su esclavitud, y confinó alos pueblos indígenas conquistados a unestado de dependencia. La Ley de In-migración de 1790 puso explícitamen-te de manifiesto las diferencias racialesal limitar el derecho de naturalizacióna los �blancos libres�. En los deceniosde 1820 y 1830, el sufragio se extendióa todos los hombres de raza blanca,pero se negó a la mayoría de los �ne-gros libres�. Al aumentar la polémicasobre la esclavitud en los decenios de1830, 1840 y 1850, los defensores dela esclavitud de la población negra ba-saron cada vez más sus argumentos enideologías racistas pseudo-científicas.Tras el fallo Dred Scott de la Corte Su-prema en 1857, se denegó el derechode ciudadanía a todos los afroamerica-nos�libres o esclavos.

El racismo era un fenómeno nacionalcuando estalló la Guerra Civil. A me-nudo se marginaba a �los negros libres�en los Estados del Norte y se les dene-gaban derechos legales y políticos. Enalgunos Estados y territorios incluso seles prohibía la entrada. Sin embargo,durante la Guerra Civil, la emancipa-ción y la utilización de tropas integra-das por personas de raza negra fueron

La verdadera ciudadanía

supone algo más que una

igualdad legal formal.

También conlleva una

igualdad en el respeto y

el deseo de una mayoría

etnoracial de reconocer, de

palabra y obra, que los

miembros de una minoría

pertenecen a la nación.

esenciales para defender la Unión, porlo que los afroamericanos pudieron so-licitar la igualdad de ciudadanía, quese les otorgó al aprobarse la Enmien-da 14 a la Constitución, introducidaen 1868. Así pues, se concedió la ciu-dadanía nacional a todas las personasnacidas en los Estados Unidos, con in-dependencia de su raza, a excepciónde los indios que vivían en comunida-des tribales. En 1870, la Enmienda 15a la Constitución declaró ilegal negarel derecho de voto por motivos de�raza, color, o condición previa de es-clavitud�. A partir de entonces, la des-igualdad legal y política no podíabasarse explícitamente en la diferen-cia racial.

Sin embargo, la reforma constitucio-nal igualitaria no se tradujo en unaigualdad sustancial para los afroame-ricanos. La verdadera ciudadanía su-pone algo más que una igualdad le-gal formal. También conlleva unaigualdad en el respeto y el deseo deuna mayoría etnoracial de reconocer,de palabra y obra, que los miembrosde una minoría pertenecen a la na-ción. Durante la era de Jim Crow, esdecir, desde principios del decenio de1880 hasta finales del decenio de1960, se discriminaba, privaba de susderechos civiles y atemorizaba a lapoblación negra en el Sur. En los Es-tados Unidos, el racismo ideológico�orientado no sólo a las personas deraza negra, sino a todo aquel que nofuera definitivamente blanco�alcan-zó su punto más álgido a finales delsiglo XIX y principios del XX. La ma-yor parte de la inmigración china, quecomenzó en 1882, estaba prohibida.También se cuestionó la forma físicade los inmigrantes procedentes del Sury Este de Europa por motivos de raza,y las leyes de inmigración aprobadasen el decenio de 1920 establecieronun sistema de cuotas basado en creen-cias sobre las características inheren-tes a diversas poblaciones. El �ame-ricanismo atribuido� había triunfadoaparentemente sobre el liberalismouniversalista que había inspirado elmovimiento abolicionista y las en-miendas constitucionales posterioresa la Guerra Civil.

La extensión e intensificación del ra-cismo entre los decenios de 1880 y1920 fue consecuencia de la interacciónentre estereotipos raciales ya integra-dos en la cultura, y de tensiones aso-ciadas con el establecimiento de la clasey del estatus en una sociedad capita-lista que experimentaba una rápida

La construcción histórica dela raza y la ciudadanía en los Estados Unidos

George M. Fredrickson

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 5

TEMAS BASICOS

industrialización. Las personas de razablanca pertenecientes a clases traba-jadoras o más bajas podían llegar a laconclusión de que los trabajadoresracialmente diferentes y mal remune-rados constituían una amenaza parasu situación económica, y de que, comoindemnización por su propia pobrezay falta de oportunidades, podría apo-yarse su estatus racial o étnico en cali-dad de �salario psicológico�. Las clasesselectas establecidas podrían impedirel conflicto de clases alentando las di-visiones etnoraciales entre las clasesmenos favorecidas, o podrían apoyarsu estatus y autoridad como america-nos privilegiados oponiéndose a la in-migración de las personas consideradasracialmente inferiores.

Entre los decenios de 1930 y 1970, losmiembros de las minorías raciales y suspartidarios lucharon por establecer unconcepto de ciudadanía más amplio yaplicable�que cumpliera la promesaigualitaria contenida en la Declaraciónde la Independencia de 1776. El pro-grama conocido como New Deal difun-dió un nuevo concepto de ciudadaníasocial en 1933��liberarse de la nece-sidad�, como diría Roosevelt�pero enun principio las nuevas políticas de se-guridad social no contemplaban a lamayoría de la población negra. Sinembargo, la migración masiva de lapoblación negra del Sur hacia el Nortedio lugar a que ésta recuperara su de-recho de voto y a que aumentara suinfluencia política. Al mismo tiempo,los científicos sociales y naturales lu-chaban contra el racismo científico.Pero, fundamentalmente, el reformis-mo racial se impulsó a consecuenciade la Segunda Guerra Mundial y larepulsión ante el racismo nazi durantela posguerra. El movimiento de dere-chos civiles, que tuvo un éxito parcialen los años 50 y 60, también adquiriólegitimidad debido a la necesidad es-tratégica de los Estados Unidos decompetir con la Unión Soviética por�las mentes y las almas� de las perso-nas de color recientemente descoloni-

zadas en África y Asia. Las leyes deDerechos Civiles de 1964 y 1965, y laeliminación al mismo tiempo de lascuotas de inmigración justificadas pormotivos de raza, pueden atribuirse alresurgimiento de las ideas igualitariasaparentemente olvidadas cuando, alcambiar las circunstancias, pareció queaquellos ideales servirían el interés na-cional, al igual que los intereses de gru-pos influyentes de la sociedad.

La conciencia étnica cada

vez mayor de las personas de

raza negra y el deseo de los

inmigrantes hispanos y

asiáticos de preservar su

cultura han dado lugar a que

el �multiculturalismo�, más

que el simple integracionismo

o asimilacionismo, sea la

ideología antirracista

dominante en los Estados

Unidos en la actualidad.

Gracias a las Leyes de Derechos Civi-les, los derechos legales y políticos dela ciudadanía pudieron respetarse enmayor grado, pero no se estableció elderecho a igual respeto para las per-sonas aún consideradas �distintas� poruna mayoría de americanos de razablanca. Además, en el decenio de 1980,la ciudadanía social anunciada por elprograma New Deal comenzó a des-integrarse y sus consecuencias fueronnefastas para las minorías. Las esta-dísticas contemporáneas que revelanel encarcelamiento, el desempleo, elaislamiento social y la indigencia de unporcentaje más alto de personas de razanegra que de raza blanca ponen demanifiesto que la desigualdad estruc-tural asociada a la raza sigue siendoun problema central en la sociedad es-

tadounidense. Aunque ya no está san-cionada legalmente, la discriminaciónpersiste�no sólo contra afroamerica-nos, sino también contra la poblaciónhispana de bajos recursos. La discri-minación contra los inmigrantes asiá-ticos persiste igualmente, pero adoptaformas más sutiles. La concienciaétnica cada vez mayor de las personasde raza negra y el deseo de los inmi-grantes hispanos y asiáticos de preser-var su cultura han dado lugar a que el�multiculturalismo�, más que el simpleintegracionismo o asimilacionismo, seala ideología antirracista dominante enlos Estados Unidos en la actualidad.

La construcción histórica de la raza yla ciudadanía en los Estados Unidoses única entre las naciones occidenta-les, debido a la coexistencia de una tra-dición universalista de derechos huma-nos y una fuerte tendencia históricahacia la exclusión racial. Pueden esta-blecerse comparaciones útiles conFrancia, que también cuenta con unatradición universalista de derechoshumanos, pero cuyas conclusiones másbien se han basado en motivos cultu-rales o religiosos que en la raza en unsentido físico; y también con la tradi-ción alemana de tajante nacionalismoétnico que se materializó de una for-ma atroz en la época nazi. La identi-dad alemana anterior a 1945 suponíaun rechazo categórico de las ideas delibertad individual y gobierno demo-crático propias de la Ilustración, a lasque se adherían la mayoría de los es-tadounidenses de raza blanca�sin queello les impidiera, no obstante, discri-minar a los que consideraron biológi-camente incapaces de autogobernarse.

George M. Fredrickson es el

Edgar E. Robinson Profesor Emérito

de Historia de los Estados Unidos, de la

Universidad de Stanford, California.

El documento completo del cual

este artículo es un extracto se puede

consultar en www.unrisd.org.

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otoño/invierno 20026UNRISD Informa Núm. 25

TEMAS BASICOS

La identidad, tanto personal comocolectiva, se forja en la realidad

material en que vivimos. Nuestrasidentidades de género determinan engran medida la percepción propia yajena de nosotros mismos. En el mar-co de esta percepción también tienecabida la ubicación de nuestra clasesocial. Sin embargo, el origen étnico seencuentra en otra dimensión y algu-nas identidades étnicas provocan unareacción mucho mayor y más marca-da que otras. La experiencia maorí dela colonización y la realidad contem-poránea de la marginación y las pri-vaciones en su vida cotidiana, ponende manifiesto que la identidad étnicaen Aotearoa/Nueva Zelandia1 es unacuestión de lucha y resistencia. Comotangata whenua (nativos, indígenas),la presencia de los maoríes en la socie-dad neozelandesa es una cuestión muycontrovertida. No hay una experien-cia maorí única, ya que no todos se en-frentan a los mismos obstáculos nidisfrutan de los mismos privilegios.Aunque han desarrollado un fuerte sen-timiento de conexión�un sentimien-to de pertenencia a un grupo por laascendencia, la tierra o por una histo-ria compartida�la experiencia de sermaorí tiene miles de inflexiones.

Si entendemos que la política social con-siste en directivas y acciones que inci-den en el bienestar de los miembros dela sociedad, al influir en el modo en quese distribuyen los bienes y recursos, en-tonces debemos reconocer asimismo queeste proceso beneficiará a algunos gru-pos y personas y redundará en perjui-cio de otros. La consecución de tinorangitiratanga (autodeterminación, so-beranía) es fundamental para la ma-yoría de los maoríes, pero su interpre-tación y los medios empleados a talesfines suscitan polémica. Asimismo, lapoblación no maorí muestra una opo-

Realidades controversiales: La raza, el género yla política pública en Aotearoa/Nueva Zelandia

Tracey McIntosh

sición considerable a los programas ypolíticas encaminados a erradicar las di-ferencias sociales y económicas. Si bienel gobierno actual de Nueva Zelandiaha expresado su intención de respetarel Tratado de Waitangi (firmado en 1840entre representantes de la corona inglesay jefes maoríes)�y a �cerrar las bre-chas� entre la población maorí y nomaorí en los ámbitos de la educación,la fuerza laboral, la vivienda y la salud�estos objetivos fueron recibidos concierto cinismo por muchos maoríes y conuna oposición rotunda en otros sectoresde la sociedad neozelandesa. En los úl-timos 30 años, la política social de Nue-va Zelandia se ha caracterizado por es-tos debates y por el cumplimiento delas obligaciones contempladas en el Tra-tado de Waitangi. Sin embargo, muchosmaoríes dudan que la conciencia y lavoluntad políticas basten para hacerfrente a los motivos de las continuasdesigualdades sociales y económicas, yalgunos sectores de la población nomaoríes se oponen terminantemente alestablecimiento de políticas y progra-mas que, a su juicio, favorecen más alos maoríes que a otros neozeolandeses�comunes�. En este contexto, todas lascuestiones maoríes son políticas.

Los estudios exhaustivos realizados so-bre las condiciones de los maoríes de-muestran que, desde su nacimiento, sehallan en una situación de obvia des-ventaja. Un niño maorí tiene más pro-babilidades de morir que un niño nomaorí, y menos probabilidades de reci-bir una educación en la infancia tem-prana. Aunque apenas se dispone dealguna información importante sobre surendimiento en la escuela primaria, esbien sabido que los niños maoríes con-cluyen la escuela secundaria con nive-les de calificación muy inferiores a losniños no maoríes. Asimismo, es muchomás probable que se expulse temporal

o definitivamente de la escuela a los ni-ños maoríes, por lo que también au-mentan las probabilidades de que surendimiento escolar sea bajo y de quese involucren en la criminalidad juve-nil. La tasa de desempleo de los maoríeses mucho más alta que la de la pobla-ción no maorí, y sus ingresos conside-rablemente inferiores. Es más probableque los maoríes soliciten ayuda estatalo que dependan totalmente de los be-neficios estatales. Muchos maoríes ca-recen de una vivienda adecuada, y suestado de salud física y mental es másdelicado que el de la población nomaorí. Las diferencias entre maoríes yno maoríes, y las desventajas de estosúltimos en la jurisdicción penal son evi-dentes; su representación es excesivacomo víctimas o como infractores.2 De-masiadas personas asocian la condiciónde maorí con el desempleo, un mal es-tado de salud, enfermedades psiquiá-tricas, pobreza o prisión.

Las políticas dirigidas a los maoríes sus-citan polémica. Las elaboradas parahacer frente a la discriminación racialpueden beneficiar a algunos sectoresmaoríes más que a otros y, en algunoscasos, pueden perpetuar la opresión pormotivo de clase o de género. Las muje-res maoríes, por ejemplo, encabezan lalucha para mejorar la situación social desus comunidades, pero continúan car-gando el mayor peso de la opresión so-cial, política y económica. Las represen-taciones de las mujeres maoríes en el sigloXIX dejaron un legado de marginacióndentro y fuera de la sociedad maorí. Porejemplo, muchas organizaciones maoríesmodernas que se consideran estructu-ras indígenas tradicionales, en realidadson entidades con una administración ynormas coloniales. Estas organizacionesa menudo benefician a determinadosgrupos de personas y, en muchos casos,hacen de las posiciones de poder y toma

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 7

TEMAS BASICOS

de decisiones, un espacio exclusivamen-te masculino.

La desvalorización de las mujeresmaoríes ha tenido consecuencias ne-gativas en todos los aspectos de la vidamaorí�niños, relaciones, familias ycomunidades han sufrido las conse-cuencias, en detrimento de las vidas delos hombres y mujeres maoríes. Sinembargo, también ha permitido a loshombres maoríes ampliar sus ámbitosde poder y dominio con respecto a lasmujeres maoríes. Las mujeres maoríescultas han observado que los hombresmaoríes llegan a considerarse en granparte protectores, promotores e intér-pretes legítimos de la cultura maorí, loque ha propiciado que los intereses delos hombres maoríes se perciban sim-plemente como intereses de los maoríesen general. Si bien el Tratado deWaitangi reconoce y promete protegerlos derechos de los maoríes, la políticade estado, histórica y actual, relativa alos maoríes, se ha propuesto acabar conestos derechos y sustituirlos por dere-chos individuales, de conformidad con

la política legal y social del mundo oc-cidental/no maorí. Este enfoque bene-ficia fundamentalmente a los hombres.Las mujeres maoríes siguen esperan-do que se les vincule y considere almismo nivel que los hombres maoríes,basándose en el reconocimiento de quela solidaridad es esencial para lograrobjetivos y para preservar los valoresen su cultura. Sin embargo, estas mu-jeres también siguen luchando por os-tentar cargos de igual importancia yresponsabilidad. Para que la políticasocial, la legislación y la acción fomen-ten el bienestar, es necesario estable-cer un mecanismo de reparto depoderes y de inclusión participativa enlugar de reproducir y legalizar relacio-nes de poder desiguales.

No obstante el sorprendente renaci-miento de la cultura maorí en los últi-mos 30 años, apenas se han realizadoprogresos al tratar otras desigualdadessociales a las que se enfrentan diaria-mente los maoríes. Si bien la cultura esfundamental para el bienestar físico yespiritual, esto sólo podrá lograrse ple-

namente cuando las luchas cotidianasy sus soluciones se aborden con la mis-ma determinación que las consideracio-nes culturales. Por consiguiente, no sóloes preciso luchar para mantener y fo-mentar la cultura, sino también paraasegurar la equidad en el ámbito eco-nómico y político, y tener el acceso a losrecursos, el poder y los conocimientos.

Tracey McIntosh es Lectora del Departa-

mento de Sociología en la Universidad de

Auckland, Nueva Zelandia.

1 Aotearoa (�la tierra de la larga nube

blanca�) es el nombre que dieron al país

los primeros colonizadores polinesios.

2 Te Puni Kokiri (Ministro de Fomento

Maorí), Progress Towards Closing Social

and Economic Gaps Between Maori and

Non-Maori, Te Puni Kokiri, Wellington,

Nueva Zelandia, mayo de 2000.

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La emigración masiva de trabaja-dores a los países árabes del Medio

Oriente tras el auge de los precios delpetróleo a mediados del decenio de1970, la consiguiente sustitución (a par-tir de mediados de los años 80) de ungran número de trabajadores árabes portrabajadores de Asia Oriental y Sud-oriental, y el constante flujo y reflujo dela economía en los años 90, constituye-ron una de las grandes sagas de la mi-gración en la segunda mitad del siglo XX.

Como en la mayoría de los países delmundo, las normas aplicables a los tra-bajadores extranjeros en los estados

El trabajo contractual temporal ylas prácticas xenófobas en el Medio Oriente

Ray Jureidini

árabes del Medio Oriente impiden suintegración en los mercados laboraleslocales. En estos países en particular,estos trabajadores se incorporan a losmercados bajo la responsabilidad de unempleador convenido de antemanoque actúa como su patrocinador, y conun contrato de empleo de duración li-mitada. Se exige al patrocinador quetramite los permisos de trabajo y deresidencia que permiten la contrata-ción del trabajador extranjero. Éste noestá autorizado a cambiar de empleoen el país�al menos no sin el permisoexpreso de las autoridades estatales. Alexpirar un contrato, se exige al traba-

jador que abandone el país, salvo quese renueven tanto el contrato como elpermiso gubernamental apropiado.Por lo general, los trabajadores extran-jeros temporales no tienen derechos deciudadanía ni sindicales. Así pues, pue-de clasificarse a estos trabajadores, in-dependientemente de sus calificacio-nes, como fuerza de trabajo �no libre�en el país receptor.

De 1980 a 1985, aproximadamente 4millones de trabajadores tanto califi-cados como no calificados, emigrarona los países del Consejo de Coopera-ción del Golfo (CCG), es decir, a

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otoño/invierno 20028UNRISD Informa Núm. 25

TEMAS BASICOS

Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, ArabiaSaudita y los Emiratos Árabes Unidos.La mayoría de ellos procedían de otrospaíses árabes�Egipto, Jordania, Lí-bano y Yemen�pero también se con-trató a trabajadores de Sudán, de losterritorios palestinos, de Pakistán y dela India. En Arabia Saudita y Kuwait,por ejemplo, la población práctica-mente se duplicó a raíz de la inmigra-ción. A mediados de los años 80, elporcentaje de trabajadores asiáticosestaba creciendo continuamente en lospaíses del CCG. Estos últimos proce-dían sobre todo de Bangladesh,Indonesia, Filipinas, Corea del Sur ySri Lanka (en 1990, la fuerza laboralmigrante de Bangladesh y Sri Lankarepresentaba más del 20 por ciento dela fuerza laboral asiática en la región).La contratación de asiáticos se incre-mentó en parte porque esta mano deobra era más barata que la de otrosestados árabes, pero también porquese consideraba que una diversificaciónde nacionalidades desviaría la invasiónpolítica de otros árabes (particular-mente yemeníes, palestinos y egipcios)hacia los países receptores. Así pues,la creciente incorporación de asiáticosa la fuerza laboral migrante fue con-veniente desde una perspectiva tantopolítica como económica.

La caída de los precios del petróleo amediados de los años 80 provocó lareducción proporcional de los ambicio-sos programas de desarrollo de la in-fraestructura donde trabajaban nume-rosos extranjeros en los países del CCG.Pero este cambio de perspectivas eco-nómicas raramente afectó a la deman-da de mano de obra extranjera en lossectores de los servicios y, en particu-lar, la demanda por trabajadores nocalificados. Dado que los trabajadoresextranjeros �baratos� de los países asiá-ticos y africanos satisfacían esta de-manda, los trabajos en los mercadosde trabajo secundarios fueron cada vezmás �raciales�. Es decir, los trabajossucios, peligrosos y difíciles se asocia-ron con trabajadores extranjeros, y losnacionales se negaban a realizarlos,

aun estando desempleados. Por lo ge-neral, los nacionales activos laboral-mente realizaban trabajos más espe-cializados y en el sector de los serviciospúblicos. La demanda de trabajado-res domésticos tampoco mostró indi-cios de estar en decadencia�de he-cho, cada vez abundaba más este tipode trabajadores, fundamentalmentemujeres procedentes de Bangladesh,Indonesia, Filipinas y Sri Lanka.

El sentimiento xenófobo contra lostrabajadores migrantes (y en particu-lar contra los trabajadores domésti-cos) en el Medio Oriente se caracterizapor tres aspectos. En primer lugar, semuestra preferencia por los trabaja-dores de contratos temporales; por loque es más fácil prescindir de ellos yse les impide la posibilidad de obte-ner la ciudadanía.

En segundo lugar, los nacionales ge-neralmente reciben un trato preferen-cial, aunque algunos tipos de trabajode baja categoría se �asignan� a ex-tranjeros. En algunos países del Gol-fo se han introducido políticas enca-minadas a reducir la �dependencia�del país de la fuerza laboral extranje-ra, lo que está traduciéndose en unafuga de miles de millones de dólaresanuales de sus economías en forma deenvío de dinero a los países emisoresde mano de obra. La falta de incenti-vos incluye el aumento de los impues-tos sobre los permisos trabajo y de re-sidencia, la eliminación del acceso aservicios de salud y educación gratui-tos (Kuwait, Emiratos Árabes Unidos),y la prohibición de contratar a deter-minados trabajadores muy califica-dos�con el objetivo de promover la�indigenización� en sectores particu-lares (Arabia Saudita).

El tercer aspecto del sentimiento xe-nófobo (y racista) es la actitud de des-precio y abuso hacia las personas queson visiblemente �diferentes� (en par-ticular nativos de Sri Lanka, Filipinasy Etiopía, y otros africanos), que semanifiesta evidentemente en el trato

que reciben de los nacionales, especial-mente de los empleadores. El trato alas empleadas domésticas constituye elmejor ejemplo, debido a su presencia�extranjera� en la esfera doméstica pri-vada. En efecto, son constantes lasquejas sobre �las sirvientas��en loshogares, y en las reuniones familiaresy sociales.

En los estudios realizados en Jordania,Kuwait, Líbano y los Emiratos ÁrabesUnidos se muestra que las relaciones ycondiciones de empleo de las trabaja-doras domésticas extranjeras constitu-yen una forma contemporánea deesclavitud. Además de numerosos infor-mes presentados sobre el abuso físico,sexual, mental y emocional de estas tra-bajadoras, la amenaza de violenciasiempre está presente si �escapan� (eluso extendido de este término es reve-lador) de sus empleadores. Las restric-ciones a la libertad son severas, ya quemuchas empleadas no pueden abando-nar el hogar sin permiso o sin compa-ñía, o se les impide comunicarselibremente con el mundo exterior. Dadoque los empleadores generalmente re-tienen los pasaportes de sus trabajado-ras domésticas, la �fuga� de las mismasgeneralmente se traduce en su arresto,detención y deportación (a menos quesean rescatadas por su empleador), contodos los peligros que esto conlleva. Porúltimo, la explotación económica es ab-soluta; se exige a los empleados que tra-bajen entre 14 y 18 horas diarias, susdormitorios son inadecuados y suprivacidad es mínima o inexistente.

Si bien existe una legislación penal lo-cal que puede utilizarse en casos deabusos graves, los trabajadores domés-ticos extranjeros generalmente no es-tán amparados por las leyes laboraleslocales, las convenciones de las Nacio-nes Unidas ni los convenios de la Or-ganización Internacional del Trabajo.Está ampliamente aceptado que laconvención más aplicable a los traba-jadores migrantes, y a las empleadasdomésticas en particular, es la Conven-ción internacional de las Naciones

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 9

TEMAS BASICOS

Unidas para la protección de los dere-chos de todos los trabajadores migra-torios y miembros de sus familias(1990). Sin embargo, esta convenciónno ha sido ratificada por 20 países, porlo que aún no ha entrado en vigor.

No puede afirmarse que se maltrate atodos los trabajadores migratorios do-mésticos y otros trabajadores migra-torios. Sin embargo, unos convenios

legales, administrativos y contractua-les establecidos pueden crear un en-torno que propicie su vulnerabilidad aprácticas similares a la esclavitud, elracismo y la xenofobia. Para protegera estos trabajadores, no sólo es precisointroducir leyes laborales locales, y con-venios y convenciones internacionales,sino que estos instrumentos debencumplirse en los planos tanto localcomo internacional.

Ray Jureidini es Profesor Asociado del

Departamento de Ciencias Sociales y del

Comportamiento en la Universidad

Americana de Beirut.

El documento completo del cual

este artículo es un extracto se puede

consultar en www.unrisd.org.

Los partidos populistas radicales dederecha son uno de los nuevos acto-

res políticos más importantes en las de-mocracias contemporáneas de EuropaOccidental. En efecto, en los últimosaños, el éxito electoral de la derecha po-pulista ha sido menos impresionante queen los años 80 y principios del 90. EnFrancia, la escisión del partido FrontNational representó un duro golpe paraJean-Marie Le Pen, con respecto a sus ex-pectativas de las elecciones presidencia-les. En Austria, los votantes expresaronsu desencanto retirando masivamente suapoyo al Freiheitliche Partei, después deque éste constituyera una coalición gu-bernamental de centro-derecha con elVolkspartei. En Italia, el apoyo a la LegaNord liderada por Umberto Bossi haquedado limitado a las zonas interioresde Lombardía y Véneto. En Dinamarcay Noruega, el apoyo a la derecha popu-lista se ha estancado. Incluso en Bélgica,el ritmo de los progresos realizados has-ta ahora por el partido Vlaams Blok hadisminuido. La derecha populista sólo haprogresado en Suiza, desde que elSchweizerische Volkspartei adoptó unaimagen populista.

Sin embargo, sería un error permanecercomplaciente ante el desafío que la de-recha populista supone para la demo-cracia liberal. La inclusión de partidospopulistas de derecha en los gobiernos

El populismo exclusionista y la ideología diferencialista en Europa Occi-dental: ¿Una amenaza para la democracia liberal y los derechos civiles?

Hans-Georg Betz

nacionales de Austria e Italia es un casosignificativo. Las ideas y programas ex-clusionistas de la derecha populista plan-tean un desafío incluso mayor, ya quehan demostrado ser atractivos para otrosfocos de población distintos del habitual.Los principales elementos de esta doctri-na política son: un concepto restrictivode ciudadanía según el cual la verdade-ra democracia se basa en una comuni-dad, si no étnicamente, por lo menosculturalmente homogénea; el conceptode que solamente los ciudadanos que go-zan de tal estatus desde hace tiempo seanmiembros de pleno derecho de la socie-dad civil; y el convencimiento de que losbeneficios de la sociedad deberían limi-tarse a aquellos que contribuyen consi-derablemente a la misma. El espíritu dela doctrina está expresado más intensa-mente en el concepto �nuestra gente pri-mero� y en la exhortación a la �preferen-cia nacional�. En su expresión extrema,el populismo exclusionista es análogo auna nueva forma de nacionalismo cultu-ral que, en lugar de promover ideas desuperioridad étnica y cultural, tiene porobjeto proteger la sociedad, el estilo de viday los valores �propios� frente a la intru-sión y contaminación de lo extranjero.

La lógica y la justificación del populismoexclusionista y el nativismo cultural sedesprenden de una ideología diferencia-lista que la derecha populista ha adopta-

do en los últimos tiempos de la nouvelledroite francesa. Éste fue un movimientointelectual que adquirió notoriedad du-rante un breve periodo en el decenio de1970, a pesar de no tener gran influenciaen el discurso político en Francia ni fueradel país. Según los principios fundamen-tales de la ideología diferencialista, los se-res humanos son iguales pero diferentes,la diversidad enriquece el mundo, y debehacerse todo lo posible por preservar laidentidad cultural. En los últimos años,la derecha populista se ha centrado cadavez más en �el derecho de las personas aser ellas mismas�, tanto para justificar surechazo fundamental de la inmigracióny el multiculturalismo, como para justifi-car sus ataques contra las clases políticase intelectuales�acusadas de promover eluniversalismo, el desarraigo y, sobre todo,la mundialización. En una época en quela mayoría de los partidos tradicionalesde izquierda han relegado considerable-mente al trabajador promedio para cen-trarse exclusivamente en las vicisitudes delcapitalismo globalizado, la derecha po-pulista se ha apresurado a llenar la lagu-na ideológica. En la actualidad, es másprobable hallar a los defensores actualesdel proletariado en las filas del Front Na-tional y sus imitadores europeos que en-tre socialistas y demócratas sociales.

En los últimos años�y no solamentedesde los eventos del 11 de septiembre

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otoño/invierno 200210UNRISD Informa Núm. 25

TEMAS BASICOS

de 2001�la derecha populista se ha es-forzado por promover su imagen deguardián y defensor de la civilización, delos valores occidentales y, lo que es máscurioso, del cristianismo. Al mismo tiem-po, la derecha populista ha cambiadogradualmente su opinión sobre la inmi-gración. Si bien sigue siendo contraria ala misma en términos generales, ha se-ñalado que no todos lo inmigrantes soniguales y que, más bien, la medida enque puede aceptarse a los inmigrantesdepende ante todo de su capacidad yvoluntad de asimilación. Esta línea derazonamiento sostiene que la asimilaciónes más fácil para los inmigrantes quecomparten valores culturales con el paísreceptor que para aquellos que proce-den de culturas totalmente diferentes.

Al establecer sus fundamentos, la dere-cha populista redescubrió el cristianis-mo y los valores tradicionales; lo que esirónico ya que, tradicionalmente, lospartidos populistas de derecha habíanmostrado una firme tendencia contrala Iglesia. Con el descubrimiento delIslam como enemigo principal, la dere-cha populista ha comenzado a reconsi-derar su relación con la Iglesia y el cris-tianismo. Por ejemplo, el FreiheitlichePartei de Austria enfatiza en su progra-ma más reciente que el cristianismo,junto con el mundo antiguo, es �el fun-damento espiritual de Europa�. Paraproteger este fundamento y defender susvalores, el partido exhorta actualmentea la constitución de una cristiandadmilitante. En Italia, la Lega Nord creórecientemente una asociación católicaencaminada a revivir y reforzar el com-promiso con los valores cristianos tra-dicionales. Asimismo, tras los eventos del11 de septiembre, algunos miembros di-rigentes del partido�que, después detodo, es miembro de la coalición guber-namental de centro-derecha estableci-da en la actualidad�hicieron un lla-mamiento para que las fronteras deItalia se cerraran completamente a losmusulmanes que desearan entrar en elpaís y se diera preferencia a los inmi-grantes procedentes de países católicos.

Las opiniones antiislámicas expresadaspor la derecha populista no deberían serconsideradas como sustituto del antise-mitismo, ahora que este último se consi-dera una postura política inaceptable enEuropa. En el discurso de la derechapopulista, el antiislamismo ha reempla-zado el anticomunismo, que para la ex-trema derecha sólo fue una mitad de lahistoria, siendo la otra mitad el antiame-ricanismo. Tanto el anticomunismo comoel antiamericanismo fueron motivadospor el temor fundamental a la filosofíaconsiderada por la derecha extremacomo la naturaleza subversiva de �la cul-tura VodkaCola�, que inevitablementeconduciría a la destrucción de la identi-dad nacional y de la cultura autónoma.En el discurso actual de la derecha po-pulista, la mundialización, como procesoy como ideología, es decir, lo que el FrontNational ha denominado �mondialisme�,constituye la gran amenaza. La derechapopulista se halla entre los oponentes másmarcados y elocuentes de la mundiali-zación�su ideología armoniza los tér-minos y conceptos de la izquierda tradi-cional con la retórica xenófoba de laderecha para constituir una nueva ideo-logía populista concebida al objeto deatender una serie de preocupaciones yresentimientos comunes en la EuropaOccidental actual.

Aún es demasiado pronto para determi-nar si esta nueva ideología ayudará a laderecha populista a recuperar el apoyoelectoral que había perdido y a atraer anuevos electores potenciales. En los úl-timos años, la base electoral de la dere-cha populista ha experimentado unaproletarización considerable, lo que noes muy sorprendente, dados los grandesesfuerzos desplegados por el movimien-to para atraer a aquellos grupos de lasociedad de Europa Occidental que seconsideran fundamentalmente amena-zados por la �gran transformación� quecomenzó tras el fin de la Guerra Fría.Estos grupos están constituidos en granparte por trabajadores manuales, que sesienten marginados por su falta de cali-ficaciones necesarias para realizar los tra-

bajos creados por la �nueva economía�,pero también hay trabajadores califica-dos, que consideran desvaloradas su ex-periencia y calificaciones profesionalescomo consecuencia de la incesante cam-paña para promover la automatizacióny la digitalización. Éstos y todos los de-más grupos partidarios de la derecha po-pulista tienen en común una marcadadesconfianza hacia la elite política esta-blecida y al proceso democrático en ge-neral, que a menudo parece opaco, dis-tante e interesado. Al mismo tiempo,comparten el resentimiento profunda-mente enraizado contra los extranjerosque viven en su entorno, a quienes vencomo competidores para la obtención derecursos y beneficios sociales que cadavez son más escasos.

Dada la confluencia actual de presio-nes competitivas cada vez mayores de-rivadas de la mundialización, de pre-siones demográficas cada vez másfuertes debidas al rápido envejecimien-to de las sociedades europeas, y del con-siderable descontento político que per-siste entre la población; parece probableque el populismo exclusionista diferen-cialista continúe siendo un gran desafíopara la democracia liberal en EuropaOccidental. Aunque la estabilidad y so-lidez de las instituciones y cultura polí-ticas en Europa Occidental probable-mente impidan que la democracia sevea amenazada por la derecha popu-lista, ésta necesita ser vigilada cuidado-samente y, al mismo tiempo, se le de-bería comprometer�y desafiar susposturas de forma objetiva y mesurada�cuando menos, a reforzar la confian-za en la democracia liberal y apoyarla.

Hans-Georg Betz es Profesor Asociado

de Ciencias Políticas en el Centro

Canadiense de Estudios Alemanes

y Europeos de la Universidad de York,

Toronto, Canadá.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 11

TEMAS BASICOS

En este artículo cuestiono la perti-nencia del individualismo liberal

como paradigma filosófico para abor-dar cuestiones de justicia racial en losEstados Unidos. Mis inquietudes sonde carácter normativo (al tratar deevaluar la moralidad pública de lasrespuestas políticas alternativas al fla-gelo que supone la desigualdad racial)y conceptual (al intentar aclarar nues-tra comprensión de los delicados pro-cesos que crean y mantienen unaduradera desigualdad racial).

Mi principal argumento es que el inex-tricable problema de la injusticia ra-cial estira al máximo los recursos fi-losóficos del individualismo liberal.Esto significa que, en vista de las con-siderables y duraderas diferencias encuanto a oportunidades vitales obser-vadas entre los grupos raciales en Es-tados Unidos, los ideales en que seapoya el liberalismo de este país de-muestran ser inadecuados para en-cauzar la realización de una acciónpública moral. Una implicación del li-beralismo individual a la que parti-cularmente me opongo es la idea deque la respuesta apropiada a una his-toria de racismo y opresión, es el es-tablecimiento de una política contem-poránea de �ceguera racial�. Esto es,la no atención a la identidad racial delos ciudadanos.

De manera sucinta, mi problema conel individualismo liberal es que no lo-gra comprender cómo las dinámicas,influidas por el estigma, en los ámbi-tos tanto de la interacción social comode la representación de la imagen desí mismo, pueden inducir una des-igualdad racial objetiva (independien-te de los actos discriminatorios de las

Justicia racial y políticas de acción afirmativa:La moralidad superficial de

la ceguera racial en los Estados UnidosGlenn C. Loury

personas) que se transmite de gene-ración en generación, determinandola sensibilidad política y sociocognos-citiva de los ciudadanos de tal mane-ra que la disparidad racial parezca

Adopto el término �ceguera

racial� para identificar la

práctica de no tener presente

la raza al aplicar una

política, mientras que el

término �indiferencia racial�

lo utilizo para referirme a

la práctica de no pensar en

la raza cuando se determinan

las metas y objetivos por los

que se adopta una política

determinada. La cuestión

moral clave con respecto a la

raza está relacionada con la

indiferencia, no con la ceguera.

natural y no discordante, obstaculicecualquier reforma y termine cerran-do en la desigualdad. Para mí, el pun-to central es que los mismos preciadossujetos de la teoría liberal�individuosautónomos y de porte digno cuyo va-lor infinito (que acaba en sí mismos yque nunca es un medio para un fin)ha sido ensalzado por Immanuel Kantcomo centro del proyecto liberal�no�nacen�, sino que �se hacen�. Es de-cir, son producto de las relaciones so-ciales y de las instituciones económicas

y políticas�son frutos de los propiossistemas legislativos, del intercambiosocial y de las relaciones económicasque una teoría normativa pretendeevaluar. Ni sus ideas sobre la buenavida ni (lo que es fundamental paramis propósitos) su conciencia de símismos como seres �raciales�, se for-jan fuera de la dinámica de la histo-ria y de la red de la cultura. Así pues,no puedo tolerar la imposición de crí-ticas abstractas de neutralidad sobreun juego en el que las prácticas noneutrales sistemáticamente han de-jado a tantas personas estigmatiza-das y excluidas por razones de raza,con tan pocas buenas cartas parapoder jugar.

Adopto el término �ceguera racial�para identificar la práctica de no te-ner presente la raza al aplicar unapolítica, mientras que el término �in-diferencia racial� lo utilizo para refe-rirme a la práctica de no pensar en laraza cuando se determinan las metasy objetivos por los que se adopta unapolítica determinada. Por ejemplo, siuna regla de selección para la admi-sión a la universidad puede aplicarsesin conocer la identidad racial de loscandidatos, entonces se entiende quedicha regla se rige por el principio dela �ceguera racial�. Si, por otro lado,se elige una norma de selección sinconsiderar cómo podría afectar losdiversos grupos raciales, entoncespuede decirse que esta norma aplicael principio de la �indiferencia racial�.La cuestión moral clave con respectoa la raza está relacionada con la indi-ferencia, no con la ceguera (lo que noniega, desde luego, que las �cuestio-nes de ceguera� pueden tener granimportancia en algunas ocasiones).

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otoño/invierno 200212UNRISD Informa Núm. 25

El poder de esta distinción entre �in-diferencia� y �ceguera� resulta evi-dente al considerar que la mejoría oexacerbación de la desventaja socialde la población negra se puede dar,de igual manera, con la aplicación depolíticas ciegas a la raza. Sin embar-go, mientras que una política de ce-guera racial explícitamente orienta-da a perjudicar a la población negrajamás podría ser moralmente acep-table; la adopción de tales políticascon el propósito de reducir la des-igualdad racial es común y nocontroversial. Esto es, dados los he-chos en la historia de los EstadosUnidos, las medidas adoptadas so-bre la base de la indiferencia racialson y deberían ser evaluadas de ma-nera desigual. Es decir, las que per-judican a la población negra son uni-versalmente sospechosas, mientrasque las iniciativas con un enfoque deno indiferencia racial que los benefi-cian, son ampliamente reconocidascomo necesarias para lograr una po-lítica social justa.

Para ilustrar este razonamiento, re-cientemente un tribunal federal emi-tió un fallo que prohíbe la prácticade la acción afirmativa en el procesode admisión a las universidades deTexas. La legislatura estatal respon-dió garantizando un lugar en cual-quier universidad pública al 10 porciento de los alumnos de todas lasescuelas secundarias en el Estado.Esa iniciativa, también llamada la�norma del 10 por ciento� beneficiaprincipalmente a los estudiantes deescuelas secundarias menos compe-titivas�en su mayoría alumnos ne-gros e hispanos�lo que sin duda fueel propósito; por lo que esta norma,si bien se adhiere al principio de laceguera racial, definitivamente no esindiferente a la raza. Así pues, tene-mos en Texas una situación en don-de, por un lado, se prohíbe la consi-deración explícita de la raza en losprocesos de admisión a la universi-dad; mientras que por el otro, su uso

intencional está permitido a travésde la aplicación de un mandato pú-blico adoptado para lograr un resul-tado similar. Todavía queda la dudade que, si se hubiera adoptado unmandato diferente sobre ceguera ra-cial, con el fin de excluir a estudian-tes negros e hispanos de las institu-ciones públicas de Texas, ¿hubierasido moralmente inaceptable? Esteejemplo muestra por qué la elecciónde ser indiferente a la raza es, a me-nudo, más ética que la opción de ce-guera racial.

Ahora debería ser más fácil ver la per-tinencia de la controversia en torno ala acción afirmativa para mi mayorargumento sobre las insuficienciasdel liberalismo. Aquí, la cuestión másimportante es: ¿Cuándo deberíamosproponernos explícitamente reducirlas diferencias raciales y cuáles sonlos medios más apropiados para con-seguir este objetivo? Considero quedebe establecerse un orden de prio-ridades morales: la justicia racial de-bería anteponerse a la ceguera ra-cial�lo que supone que las medidasadoptadas sobre la base de la �ce-guera racial� para promover la igual-dad racial no deberían excluirse poruna cuestión de principios. La acep-tación general de este punto de vistaen la sociedad estadounidense ten-dría profundas consecuencias. Cuan-do las instituciones de renombre re-curren a la acción afirmativa paralimitar el acceso a las mismas, con-firman este orden de prioridadesmorales de un modo firme y desta-cado. Al no ser �indiferentes� a losefectos raciales de sus acciones, op-tan por no estar �ciegos� en cuantoa la identidad racial de sus candida-tos. Si se ven forzados a adoptar unaactitud de ceguera racial, recurrirána otras medidas para conseguir susobjetivos de igualdad racial. ¿Debe-rían actuar de este modo? Ésta es lacuestión clave, y el individualismoliberal no nos puede orientar muchoal respecto.

Al abordar la misma, me gustaría dis-tinguir tres ámbitos de acción públi-ca en una sociedad racialmenteestratificada, donde pudieran apli-carse las intuiciones de �ceguera� dela neutralidad liberal:

� El primero es el ámbito dela aplicación de políticas�elcual determina los instrumentosde acción pública. Aquí estamoshablando de la admisión deestudiantes en la universidad,de la contratación de empleadoso de la distribución de beneficiossociales. Algún mecanismo estásiendo usado para hacer estoy dicho mecanismo pudierao no reconocer oficialmente laraza de la persona. En esteámbito, la �ceguera� significaestructurar la conducta públicade tal manera que las personasde diferentes grupos raciales,quienes fuera de eso son simila-res, pueden esperar un tratosimilar. Esto es lo que la mayoríade las personas tienen en mentecuando insisten en que la políticadebería ser �ciega al color�.

� El segundo es el ámbito dela evaluación de políticas�que sopesa las consecuenciasde la acción pública. Aquíestamos decidiendo construiruna escuela, por ejemplo, ysi ésta debería servir a lapoblación en general o sóloa los estudiantes más destacados.Por lo general, antes de elegir elcurso de una acción pública, espreciso evaluar los costes ybeneficios relativos de lasacciones alternativas. El efectode una alternativa sobre gruposraciales en particular pudiera ono, ser considerada explícita-mente en esta evaluación. La�ceguera� en este caso significano considerar una política máso menos deseable teniendo encuenta la raza del grupo afectado.

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� El tercero es el ámbito dela construcción cívica�quefomenta el sentimiento deuna nación con un objetivoy un destino en común. Eneste caso, estamos erigiendomonumentos, creando historiaspúblicas, estableciendo ritualesy, por lo general, siguiendopolíticas que tienen un efectoinevitablemente expresivoy directamente instrumental.La �ceguera racial� en esteámbito significa el desplieguede los instrumentos de lapedagogía cívica para promoverun sentimiento de comunidadnacional que transcienda lasdivisiones raciales.

Estos tres ámbitos�aplicación depolíticas, evaluación de políticas yconstrucción cívica�dan lugar a trestipos de cuestiones públicas. ¿Cómodeberíamos tratar a las personas?¿Cómo deberíamos elegir los objeti-vos a conseguir por medio de las po-líticas? ¿Qué tanto conocimientodeberíamos tener de las formas enque la conducción de los asuntospúblicos puede perpetuar aún en otrageneración el heredado estigma de laraza?

Me parece que el individualismo li-beral milita fuertemente a favor dela ceguera racial como postura moralen el primer y segundo ámbito. Sinembargo, el peso de mi argumento espara rechazar esa postura por ser nohistórica y sociológicamente ingenua.Los procedimientos que se rigen porla �ceguera racial� no son adecuadoscomo norma moral, entre otras ra-zones porque no pueden tener encuenta debidamente las consecuen-cias de su propia infracción. Además,una postura basada en principios so-bre la indiferencia racial también esinaceptable porque descarta políticas(como la norma del 10 por ciento deTexas) reconocidas casi universal-mente como necesarias y apropiadas.

Yo sostengo que es sólo en el tercerámbito, donde el interés principal esla construcción de una comunidadnacional, en donde alguna noción de�ceguera racial� debería ser elevadaal nivel de principio fundamental. Laidea moral operativa debería ser queno se debiera erigir ningún límite cí-vico condicionado por la raza y, enlos casos en que existan límites, esimperativo acabar con los mismos.

De esta manera, cuando las universi-dades practican la preferencia racialen los procesos de admisión, en efec-to, se están esforzando, entre otras

Donde el interés principal

es la construcción de una

comunidad nacional, alguna

noción de �ceguera racial�

debería ser elevada al nivel

de principio fundamental.

La idea moral operativa

debería ser que no se debiera

erigir ningún límite cívico

condicionado por la raza y,

en los casos en que existan

límites, es imperativo acabar

con los mismos.

cosas, para construir un cuadro delíderes afroamericanos de elite. Deacuerdo con un estudio, la tasa pro-medio de admisiones de personas deraza blanca es alrededor del 25 porciento; y se calcula que, de eliminarsetoda acción afirmativa, esta tasa au-mentaría aproximadamente al 27 porciento.1 Es decir, de cada 75 blancosrechazados bajo el sistema de admi-siones que practica la preferenciaracial en la actualidad, se seguiríarechazando a 73 de ponerse fin a la

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acción afirmativa. ¿Para qué enton-ces tanta angustia, por qué retorcer-nos tanto las manos, por qué tantapreocupación de que se destruyannuestras normas? ¿De qué sirve en-tonces tanta resistencia cuando,como revelan los datos, apenas se hamodificado el límite de la jerarquíaracial en los Estados Unidos?

Considero que ningún aspecto del li-beralismo político debería llevarnosa rechazar tal objetivo público. Nohay nada malo en emprender inicia-tivas liberales y preocupadas por lajusticia social para luchar contra elestigma racial. No hay nada malo enconstruir una elite racialmente inte-grada en Estados Unidos. Y, claro,e staría asombrado de que algunapersona reflexiva que esté conscien-te de la historia y estructura contem-poránea de la sociedad estadouni-dense, pudiera pensar de otro modo.

Glenn C. Loury es el fundador y

director del Instituto sobre Raza

y División Racial de la Universidad

de Boston, Massachusetts.

1 William G. Bowen y Derek Bok,

The Shape of the River: Long-Term

Consequences of Considering Race

in College and University Admissions,

Princeton University Press,

Princeton, 1999.

El documento completo del cual

este artículo es un extracto se puede

consultar en www.unrisd.org.

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La crisis financiera de julio de 1997desencadenó un derrumbamien-

to económico en Indonesia que acabócon el régimen del Nuevo Orden deSuharto. A continuación surgió la vio-lencia étnica�contra la población chi-na en Yakarta y en zonas rurales deJava, entre comunidades cristianas ymusulmanas en Malaku, y por partede los Dayak contra los Madureses enKalimantan. La violencia étnica enMalasia posterior a la crisis sobrepasólos brotes de violencia anteriores, al serde mayor escala y más espantosa, y alser más variadas sus causas, antago-nistas y puntos álgidos. Condensadaen un periodo breve y tumultuoso, yagravándose mientras los regímenesposteriores a Suharto ofrecían pocassoluciones, la violencia (consideradajunto con las luchas etnonacionalistasen Aceh y Papua) indicaba que las re-laciones étnicas en Indonesia se hun-dirían en el caos.

En el país vecino de Malasia, el pano-rama de las relaciones étnicas era muydistinto. Si bien sufrió igualmente losefectos adversos de la crisis, Malasiasólo experimentó dos incidentes deconfrontación étnica menos graves (enKampung Rawa y Penang, en abril de1998, y en Kampung Medan y KualaLumpur en marzo de 2001). Éstos co-braron pocas víctimas, se controlaronrápidamente y, lo que es más impor-tante, estuvieron libres de la tensiónentre malasios y chinos, que es la fuen-te de conflicto étnico potencialmentemás desestabilizadora en Malasia.Sorprendentemente, en el movimien-to Reformasi que surgió tras la desti-tución y acusación del ex vice primerministro malasio Anwar Ibrahim, enseptiembre de 1998, se constituyó unFrente Alternativo (como oposición alFrente Nacional en el poder) integra-

El conflicto étnico posterior a la crisis en Indonesia:¿Lecciones de la Nueva Política Económica de Malasia?

Khoo Boo Teik

do por una coalición multiétnica departidos con diversas asociacionesétnicas, afiliaciones religiosas y com-promisos ideológicos.

En resumen, resulta irónico queIndonesia, considerada normalmentelibre de problemas étnicos inextrica-bles, fuera objeto de una terrible vio-lencia étnica, mientras que Malasia,por lo general descrita como �una so-ciedad multiétnica profundamente di-vidida�, experimentara unas relacio-nes étnicas estables, si no mejores. Estecontraste indujo a políticos y analistasen Indonesia y Malasia a argumentarque, posteriormente a la crisis, Malasiapudo evitar el conflicto étnico graciasa su Nueva Política Económica (NPE)de acción afirmativa, entrada en vi-gor en 1970. Al extrapolar, algunos ob-servadores se han interesado por laNPE como instrumento para mane-jar las tensiones étnicas en Indonesiay en otros lugares.

La idea de la replicabilidad de la NPEcomo política pública es de por sí in-trigante. No obstante, para evaluarapropiadamente la NPE con el obje-tivo de valorar su utilidad como mo-delo para adopción, no podemosabstraerla del contexto histórico en quese ideó, se aplicó y se suspendió en unaocasión. Existen razones de peso paratomar estas precauciones. La NPE sepromulgó tras los primeros brotes deviolencia étnica en Kuala Lumpur, el13 de mayo de 1969. Sin embargo,era esencialmente una declaración vi-sionaria de objetivos�en particular�erradicar la pobreza con independen-cia de la raza� y �proceder a una re-estructuración para abolir la identifi-cación de la raza con la funcióneconómica� a los fines de lograr una�unidad nacional�. Los programas de

acción afirmativa adoptados posterior-mente en nombre de la NPE a menu-do eran cuestiones de controversia po-lítica, intervención estatal e invenciónburocrática. Su retórica se regía porel origen étnico, pero la NPE fue enúltima instancia un proyecto masivode ingeniería social que recompuso lasociedad y la estructura de clases deMalasia, lo que en ciertas ocasionestuvo consecuencias inesperadas. Dehecho, la NPE llegó a considerarse unproyecto estatal que redefinía el con-cepto de nación, cambiaba el equili-brio de poderes económicos y políti-cos, creaba capacidades tecnocráticaspara la intervención económica, mo-dificaba las formas de gobierno y pro-movía una ideología de desarrollo.

Sin embargo, no debería exagerarseel éxito de la NPE. De 1970 a 1990,la �política de la NPE� cautivó a lasociedad malasia, aunque más quedisminuirla, aumentaba la recrimina-ción interétnica. Sólo a mediados deldecenio de 1990, cuando Malasia ha-bía alcanzado niveles de prosperidadsin precedentes, no directamente atri-buibles a la acción afirmativa, se de-sarrolló un sentimiento de objetivonacional más fuerte que la rivalidadinterétnica. Pero ya que la NPE tocóla �esencia económica� de los proble-mas étnicos en Malasia, quizá sea ne-cesario reconsiderar las siguientesenseñanzas que pueden adquirirse dela NPE:

� En primer lugar, las reformassocioeconómicas de la NPEexigieron un alto grado deintervención económica. Losregímenes sucesivos posterioresa 1969 �gobernaron el mercado�y brindaron oportunidades a lacomunidad malasia, regularon

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las empresas e invirtieron ensectores fundamentales.

� En segundo lugar, los artíficesde la NPE trataron de destruirsimultáneamente las barrerasétnicas y de clases que dividíana la sociedad malasia. La NPEofreció soluciones a los problemasétnicos, pero su dinámica declases era igualmente importante.Para transformar la sociedad y laestructura de clases de Malasiase combinaron varias políticas,a saber, llevar a cabo una re-estructuración para apoyar alos capitalistas, las clases pro-fesionales y medias de Malasia;iniciar programas de repoblaciónde tierras para aliviar la pobrezarural; y atraer a empresas multi-nacionales para que generaranempleo industrial.

� En tercer lugar, se redefinieronlos parámetros de la nación yla nacionalidad para consolidarel dominio político malasio frentea la población no malasia, y paraestablecer una cultura nacionalmalasio-musulmana. Estosparámetros dieron lugar a quelas identidades y culturas nomalasias fueran objeto de un�rechazo benigno�, pero noeliminaron la infraestructuraeconómica y social de las co-munidades no malasias.

� En cuarto lugar, el nacionalismoeconómico de la NPE adoptódiferentes formas y se practicóen diferentes grados. Si bienla NPE redujo una forma másantigua de propiedad extranjera�en beneficio del capitalnacional�favoreció la inversiónextranjera directa en el sectorindustrial que apoyaría laindustrialización orientadaa la exportación. La reestruc-turación empresarial fue unaexpresión del nacionalismo

económico malasio frente alcapital no malasio, pero aislóa las pequeñas y medianasempresas chinas. En un mo-mento oportuno, la posturadel primer ministro MahathirMohamad con respecto a�Malaysia Inc.� volvió a inter-pretar la NPE para expresaruna visión de �capital nacional�multiétnico capaz de conducira una nación unificada.

� En quinto lugar, el FrenteNacional en el poder mantuvoformas institucionalizadas dereparto interétnico de poder.Los partidos no malasios quelo integraban eran representantesreales, si bien limitados, de �sus�comunidades. El reparto depoder fue factible porque ladivisibilidad étnica de Malasiase limitó fundamentalmentea las diferencias entre malasiosy chinos.

� En sexto lugar, los regímenessucesivos mantuvieron lapremisa de la NPE de promoverun alto nivel de crecimiento parafacilitar la redistribución, sinejercer una presión excesivasobre las relaciones étnicas.Durante una recesión a mediadosdel decenio de 1980, el régimende Mahathir suspendió tempo-ralmente la reestructuración afavor del crecimiento.

� En séptimo lugar, las condicionesen continua evolución afectaronde diversas formas los resultadosde la NPE, pero el Estado apren-dió a hacer frente a los efectosdesestabilizadores de las crisiseconómicas y a aprovechar lascondiciones favorables. El augede los precios del petróleo yde los productos en el deceniode 1970 impulsó la reestruc-turación. Su caída repentinacondujo a la suspensión de la

NPE en 1986. Los cambios enel sistema industrial mundialatrajeron la inversión extranjeradirecta para el sector manufactu-rero en los años 70 y nuevamentemás tarde, a finales de los años 80.

Para estudiar la situación en Indonesia,o de cualquier otra sociedad azotadapor las tensiones étnicas, desde la pers-pectiva de la NPE, es necesario man-tener un equilibrio realista entre �con-trastes y obstáculos� y �similitudes yoportunidades�. La transformaciónsocioeconómica de la NPE no es unalabor que el país puede realizar fácil-mente por sí solo para solucionar elproblema del deterioro étnico�enparticular cuando, para la mayoría delos Estados, las circunstancias mun-diales dificultan practicar el grado denacionalismo económico que llevó a lapráctica Malasia al intervenir en laeconomía, imponer un programa dereformas al capital extranjero y local,utilizar la �nueva división del trabajointernacional� emergente para acabarcon la división étnica laboral, y apo-yar a las empresas estatales. En lamedida en que las relaciones étnicasestán integradas en la política econó-mica, la sociedad y la cultura, la cues-tión crítica que se plantea no es siIndonesia necesita aplicar con poste-rioridad a la crisis una NPE similar ala de Malasia para solucionar suscomplejos y graves problemas étnicos,sino más bien si el movimientoReformasi �reestructurará� la econo-mía política de Indonesia al objeto deerradicar verdaderamente la pobrezapara la gran mayoría.

Khoo Boo Teik es Profesor Asociado

y Subdirector de la Facultad de

Ciencias Sociales en la Universidad

Sains de Malasia.

El documento completo del cual

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En tan sólo dos décadas, el movi-miento de justicia ambiental, ori-

ginario de los Estados Unidos, se ha ex-tendido por todo el mundo: se ha hechoun llamamiento a la justicia ambientaldesde el Centro Sur de los Ángeles has-ta el Sur de Durban. Este movimientopopular responde en gran parte al ra-cismo ambiental�cualquier política,práctica o directiva que afecta o perju-dica de formas diferentes (voluntaria oinvoluntariamente) a personas, gruposo comunidades por motivos de raza ode color. Por ejemplo, el saturnismo esuna enfermedad (evitable) que afectade manera desproporcionada a niñosafroamericanos. Más del 28.4 por cientode niños afroamericanos de familias debajos ingresos padece de saturnismo,en comparación con el 9.8 por cientode los niños blancos de familias de ba-jos ingresos.

Los efectos de la mundializaciónLa mundialización creciente de la eco-nomía mundial ha ejercido particularpresión sobre los ecosistemas de mu-chas comunidades y países pobres ha-bitados en gran parte por personas decolor y pueblos indígenas. Puedenfacilitarse numerosos ejemplos sobre elmodo en que esto está sucediendo.

La mundialización facilita la fuga decapital y de las empresas multinacio-nales hacia zonas donde la regulaciónambiental es más débil, los incentivosfiscales más numerosos, las oportuni-dades de obtener beneficios mayores,y la mano de obra más barata. Las in-dustrias de extracción de recursos,como las del petróleo, la madera y losminerales, son particularmente perti-nentes en este contexto.

El tráfico transfronterizo de residuospeligrosos constituye otro ejemplo de

La lucha contra el racismo ambientala escala mundial en el siglo XXI

Robert D. Bullard

racismo ambiental, debido a que talesflujos son generalmente de países in-dustrializados y ricos del Norte haciapaíses en desarrollo del Sur. Sin em-bargo, en la última década numerosospaíses en desarrollo han desafiado la�política no escrita� de los países per-tenecientes a la Organización para laCooperación y Desarrollo Económicos(OCDE) de exportar sus residuos pe-ligrosos a países mal equipados parasu tratamiento. Como respuesta al cre-ciente tráfico transfronterizo de resi-duos, la Organización de la UnidadAfricana y el G-77 han adoptado laConvención de Bamako y modificadola Convención de Basilea. No obstan-te, aún se permite la salida de algunoscargamentos transfronterizos, así comola exportación y el comercio de pesti-cidas prohibidos, residuos peligrosos,productos reciclables dudosos, produc-tos tóxicos y tecnologías �peligrosas�.

Existen más de 2,000 maquiladoras(fábricas de montaje) dirigidas porempresas estadounidenses, japonesasy por otras firmas extranjeras, ubica-das a lo largo del Valle Bajo del RíoGrande, en la frontera entre México ylos Estados Unidos. Estas fábricas uti-lizan mano de obra mexicana baratapara ensamblar partes importadas yprocesar materias primas, y enviarposteriormente los productos termina-dos a los Estados Unidos. Vierten susresiduos tóxicos en el Río Grande, delque el 95 por ciento de los residentesde la región obtienen su agua para be-ber. La desconsideración de las fábri-cas tanto por el medio ambiente comopor la seguridad pública ha puesto enpeligro la salud de los residentes fron-terizos y el entorno físico.

Los trabajadores de color son especial-mente vulnerables al chantaje econó-

mico debido a la amenaza del desem-pleo y a su concentración en ocupacio-nes mal remuneradas, no especializa-das, peligrosas y donde carecen derepresentación sindical. En los EstadosUnidos, más del 80 por ciento de lostrabajadores agrícolas migrantes sonhispanos�de los cuales, entre 3 y 5millones realizan trabajos duros a cam-bio de salarios bajos y en condicionesinseguras, insalubres e injustas. La in-cidencia de daños causados por los pro-ductos químicos es mucho mayor en-tre los trabajadores agrícolas que entrelos demás trabajadores en los EstadosUnidos, y los niños son los migrantesmás vulnerables. Más del 50 por cien-to de todos los niños migrantes ha tra-bajado en campos aún mojados por lospesticidas, y más de un tercio ha sidorociado directamente. En los EstadosUnidos, cada año emigran aproxima-damente 250,000 hijos de trabajado-res agrícolas, 90,000 de ellos a travésde una frontera internacional. Cerca del73 por ciento de los niños migrantescarecen de seguro de enfermedad.

La subvención de empresascontaminantes en Estados UnidosEl sur de Estados Unidos se convirtióen una �zona de sacrificio�, un pozonegro para los residuos tóxicos del país.Además, esta región (el Sur Profundo)se caracteriza por un singular legadode esclavitud, de segregación racial yde resistencia blanca a la justicia igualpara todos. Un efecto duradero de estasituación es que se trata de la regiónecológicamente más sucia de los Esta-dos Unidos.1 Numerosas comunidadesafroamericanas (muchas fundadas porantiguos esclavos) situadas a lo largodel Corredor Industrial del BajoMississippi en Luisiana están afecta-das por la contaminación industrial.En este corredor se han establecido

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más de 125 empresas que fabrican di-versos productos, desde fertilizantes, agasolina, pintura y plástico. Losecologistas y residentes locales lo hanapodado �el Callejón del Cáncer�.

Las fábricas contaminan rutinaria-mente el aire, el suelo y el agua paraconsumo humano, al tiempo que go-zan de deducciones fiscales. Los ciu-dadanos de Luisiana subvencionan laprotección a las empresas con su saludy su ambiente. Sin embargo, los sub-sidios fiscales de que gozan las empre-sas contaminantes han creado unpuñado de empleos con un coste muyelevado. En el decenio de 1990,Luisiana canceló 3,100 millones dedólares de impuestos sobre propieda-des de empresas contaminantes. Lascinco compañías que más contaminanen el Estado han recibido durante laúltima década 111 millones de dóla-res en deducciones fiscales.

El colonialismo radioactivoy los residuos tóxicos delas fuerzas militaresEl colonialismo radiactivo tiene lugaral producirse energía (la minería deluranio) y al verterse residuos en lastierras de los pueblos nativos e indí-genas. El ejército estadounidense hadejado una estela tóxica de armas nu-cleares en estas tierras, desde Neva-da hasta las Islas del Pacífico. Porejemplo, las 1,000 bombas atómicasque se explosionaron en las tierras delos shoshone occidentales convierte alpaís en �la nación más bombardeadade la tierra�. El gobierno de los Esta-dos Unidos ha propuesto la construc-ción de un vertedero de residuosnucleares en la Yuca Mountain, tierrasagrada para los shoshone. Los pue-blos nativos de Alaska y sus tierrasutilizadas tradicionalmente para lacaza y la pesca también corren peli-gro por la contaminación de las basesmilitares. Los residentes de Vieques enPuerto Rico�la pequeña isla asocia-da al Commonwealth con los EstadosUnidos, con una población de 9,000

habitantes�participan activamenteen una férrea lucha para echar de sustierras a la Marina de los Estados Uni-dos, que ha utilizado la isla comocampo de tiro desde 1941. Además,los residentes de las Islas Marshall vi-ven con el triste legado de una conta-minación radioactiva debido a laprueba de armas de las fuerzas mili-tares de Estados Unidos.

El movimiento popular mundialA raíz de los peligros ambientales a quese enfrentan, las personas de color delos países industrializados tienen mu-cho en común con las poblaciones delos países en desarrollo del Sur. El cam-bio climático mundial es representati-vo del dilema ambiental. La elevacióndel nivel del mar puede obligar a losresidentes de las Islas Marshall a aban-donar sus tierras. El deshielo de losglaciares, el cambio de la fauna y ladisminución del grosor del hielo estándesestabilizando los medios de vidatradicionales de los habitantes del Cír-culo Polar Ártico. Están constituyén-dose alianzas mundiales de víctimas deeste tipo de racismo ambiental, queexigen �justicia climática�.2 De igualmodo, grupos populares de Luisiana,el Delta del Níger, Ecuador y Colom-bia han identificado a las grandes com-pañías petroleras como una amenazaambiental. Estos grupos se han orga-nizado, educado y capacitado a sí mis-mos para desafiar a los agentescontaminantes gubernamentales e in-dustriales que transforman sus comu-nidades en zonas de residuos tóxicos.También han conseguido llevar sumensaje y su lucha al ámbito interna-cional, incluida la Comisión de los De-rechos Humanos de las NacionesUnidas, el Banco Mundial, la Organi-zación Mundial del Comercio y la Con-ferencia Mundial de las NacionesUnidas contra el Racismo.

Los residuos peligrosos y las industrias�sucias� han seguido el camino másfácil. Se ha ofrecido a los pueblos y lascomunidades pobres una alternativa

falsa: �si no hay trabajo no hay desa-rrollo� contra �trabajos peligrosos ymal remunerados y contaminación� Esevidente que el mecanismo de protec-ción del medio ambiente ya no fun-ciona y que debe repararse. El movi-miento de justicia social tiene objetivosbien definidos para eliminar el desigualcumplimiento de las leyes sobre el me-dio ambiente, los derechos civiles y lasalud pública. El movimiento ha cam-biado las vidas de las personas y elentorno físico, al ayudar a las autori-dades políticas a identificar poblacio-nes �en riesgo�, zonas tóxicas y lagu-nas en la investigación, así como adesarrollar modelos de acción con mi-ras a corregir los desequilibrios actua-les y a impedir amenazas futuras. Elsiglo XXI presenta tanto viejos comonuevos desafíos, y debe hacerse frentea todos ellos si nos proponemos lograruna sociedad mundial justa y sosteni-ble para todos.

Robert D. Bullard es Director del En-

vironmental Justice Resource Center

en la Universidad de Atlanta, Atlanta,

Georgia. Es autor de Confronting En-

vironmental Racism: Voices from the

Grassroots (South End Press, 1996).

Para más información sobre el racismo

ecológico, consulte el sitio Web del En-

vironmental Justice Resource Center,

www.ejrc.cau.edu.

1 Véase Dumping in Dixie: Race,

Class and Environmental Quality,

Robert D. Bullard, Westview Press,

Boulder, Colorado, 2000.

2 Véase People of Color Environmental

Groups Directory, Robert D. Bullard,

Charles Stewart Mott Foundation,

Flint, Michigan, 2000.

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LECTURA OBLIGADA: LIBROS

Whose Land? Civil Society Perspectives on Land Reform and Rural PovertyReduction: Regional Experiences from Africa, Asia and Latin Americaeditado por Krishna B. Ghimire, con la contribución del editor Bruce H. MooreContenido: Prólogo � Introducción: Capacitar a los pobres de las zonas rurales a través de la reformaagraria y el acceso mejorado a los bienes productivos � Perspectivas regionales sobre la reforma agraria:Considerar la función de las organizaciones de la sociedad civil � Las reformas agrarias en Asia Sudoriental:El papel de las ONG y otros agentes � La experiencia de Asia Meridional respecto de la reforma agraria:Las ONG, el Estado y los donantes � Perspectivas para la reforma agraria y los movimientos de la socie-dad civil en el Cercano Oriente y el Norte de África � El destino de la reforma agraria en África Meridional:El papel del Estado, el mercado y la sociedad civil � Reformas a la tenencia de la tierra en África Occidental y Central:Legislación, polémica y movimientos sociales � Visión general de las reformas agrarias y las organizaciones de campesinosen América Central � Cuestiones e iniciativas relativas a la reforma agraria en tres países andinos de SudaméricaKrishna B. Ghimire es Coordinador de Investigación en UNRISD; Bruce H. Moore es Coordinador de la Coali-ción Popular para Erradicar el Hambre y la Pobreza.Whose Land? es una copublicación de la Coalición Popular para Erradicar el Hambre y la Pobreza y el Fondo Internacional de Desarro-llo Agrícola; edición rústica, ISBN 92-9072-012-3, 253 páginas, 2001, $25. " Coalición Popular para Erradicar el Hambre y la Pobre-za, c/o FIDA, via del Serafico 107, 00142 Roma, Italia; tel. +39 06 5459 2445, fax +39 06 504 3463, [email protected], www.ifad.org.

Shifting Burdens: Gender and Agrarian Change under Neoliberalismeditado por Shahra RazaviContenido: Introducción � La distinción por género y la expansión de la exportación de productos agrícolasno tradicionales en Uganda � La reforma agraria y la capacitación de las mujeres rurales en la Sudáfricaposterior al apartheid � Las mujeres trabajadoras en los mercados no tradicionales de México � Distinciónpor género, diversificación de los medios de vida y crecimiento en beneficio de los pobres en el Vietnamrural � Efecto de los programas microfinancieros en la pobreza y la igualdad de género: Algunas pruebasproporcionadas por ONG establecidas en la India � ¿Está cambiando el panorama? La distinción por géneroy el desarrollo de la participación Shahra Razavi es Coordinadora de Investigación en UNRISD.Shifting Burdens es una publicación conjunta con Kumarian Press; edición rústica, ISBN 1-56549-143-2, 288 páginas,2002, $29.95. " Kumarian Press, 1294 Blue Hills Avenue, Bloomfield, Connecticut 06002, Estados Unidos; tel. +1 860243 2098, fax +1 860 243 2867, [email protected], www.kpbooks.com.

Ghana�s Adjustment Experience: The Paradox of ReformEboe HutchfulContenido: Introducción I / La crisis económica y los antecedentes del proceso de ajuste � Lagestación de la crisis: De Nkrumah a Limann � Las dimensiones sociopolíticas de la crisis � El origen delprograma II / Políticas de ajuste y resultados � Política macroeconómica y resultados � Política secto-rial � Reforma del sector público � Dimensiones sociales del proceso de ajuste III / Las políticas deajuste � Dimensiones institucionales y políticas � Fuerzas sociales IV / Del ajuste a la democracia � Eldesafío de la liberalización política: Reestructuración del paisaje � La Cuarta República: ¿El fracaso de lapolítica de ajuste?Eboe Hutchful es Profesor de Ciencias Políticas en el Departamento de Estudios Africanos de Wayne StateUniversity, Detroit, Michigan.Ghana�s Adjustment Experience es una publicación conjunta de James Currey, Heinemann y Woeli; edición rústica, ISBN0-85255-166-5, 268 páginas, 2002, £16.95; edición empastada, ISBN 0-85255-167-3, 268 páginas, 2002, £40. " JamesCurrey, 73 Botley Road, Oxford OX2 OBS, Reino Unido, www.jamescurrey.co.uk; Heinemann, 361 Hanover Street, Portsmouth,New Hampshire 03801-3912, Estados Unidos, www.heinemann.com; Woeli Publishing Services, P.O. Box NT 601, AccraNew Town, Ghana, www.africanbookscollective.com.

Voluntary Approaches to Corporate Responsibility:Readings and a Resource GuideNGLS y UNRISDContenido: Prólogo � Introducción � Códigos de conducta empresariales: Autorregulación y economíamundial�Rhys Jenkins � Regular las empresas a través de iniciativas de múltiples partes interesadas:Una evaluación preliminar�Peter Utting � La responsabilidad social y ambiental de las empresas, fuentesde información seleccionadas: Bibliografía y sitios Web�Renato Alva PinoRhys Jenkins es Lector de Estudios sobre Desarrollo en la Universidad de East Anglia, ReinoUnido; Peter Utting es Coordinador de Investigación, y Renato Alva Pino fue Asistente de Investigación, enUNRISD.Voluntary Approaches to Corporate Responsibility es una publicación conjunta con el NGLS y forma parte de la serie�Development Dossier�; edición rústica, 211 páginas, 2002, gratuito. " UN-NGLS, Le Bocage, Palais des Nations, 1211Ginebra 10, Suiza, o consulte el sitio Web www.unsystem.org/ngls.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 19

LECTURA OBLIGADA: LIBROS

The Greening of Business in Developing Countries:Rhetoric, Reality and Prospectseditado por Peter UttingContenido: Introducción�¿Hacia una responsabilidad ambiental de las empresas? I / La trayectoria am-biental del sector privado � Grandes empresas y compañías nacionales: La orientación ecológica del sectorempresarial en México � Gestión ambiental como indicador de la responsabilidad empresarial en AméricaCentral � Perspectivas biológicas en Costa Rica: Hacer frente a las nuevas dimensiones de la responsabili-dad social y ambiental � Los efectos ambientales y sociales de la política ecológica de las empresas en laindustria de la pulpa en Brasil � Responsabilidad ambiental de las empresas en Singapur y Malasia: El poten-cial y los límites de las iniciativas voluntarias II / Promover la responsabilidad ambiental de las empresas: Mecanismos yestrategias � Un desarrollo perturbador: Polémica entre las tendencias ecológicas empresariales, el orden económico internacio-nal y la sostenibilidad � Regulación ambiental de las empresas multinacionales: Necesidades y perspectivas � Promover la res-ponsabilidad ambiental de las empresas: ¿Qué papel deben desempeñar los instrumentos políticos �de autorregulación� y �decorregulación� en Sudáfrica? � Nuevas alianzas para el desarrollo sostenible: El carácter evolutivo de las relaciones entre lasempresas y las ONG � Hacia una regulación civil: las ONG y la política ecológica empresarial � La política ecológica empresarialen el Sur: Evaluación de límites y perspectivas Peter Utting es Coordinador de Investigación en UNRISD.The Greening of Business in Developing Countries es una publicación conjunta con Zed Books; edición rústica ISBN 1-84277-089-6, 312 páginas, 2002, $27.50; edición empastada, ISBN 1-84277-088-8, 312 páginas, 2002, $69.95. " Zed Books,7 Cynthia Street, Londres N1 9JF, Reino Unido; tel. +44 (0)20 7837 4014, fax +44 (0)20 7833 3960, [email protected].

Global Media Governance: A Beginner�s GuideSeán Ó Siochrú y Bruce Girard, con la colaboración de Amy MahanContenido: Prólogo � Introducción I / � Introducción a la regulación nacional de los medios de comunicación �Instituciones mundiales de gobernabilidad � Tendencias observadas en los medios de comunicación II / � La UniónInternacional de Telecomunicaciones � La Organización Mundial del Comercio y el comercio de los productos de losmedios de comunicación � La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura � LaOrganización Mundial de la Propiedad Intelectual y los Derechos de Propiedad Intelectual � La Corporación de Internetpara la Asignación de Nombres y Números III / � Regulación mundial de los medios de comunicación � Actores ytendencias de la gobernabilidad mundial � Perspectivas sobre la gobernabilidad de los medios de comunicación �Referencias bibliográficas seleccionadas � URL seleccionados Seán Ó Siochrú es Director de Nexus Research en Dublín, Irlan-da; Bruce Girard es mediaworker e investigador y Amy Mahan es investigadora en la Universidad Tecnológica de Delft, Países Bajos.Global Media Governance está publicado conjuntamente con Rowman y Littlefield; edición rústica, ISBN 0-7425-1566-4, 202páginas, 2002, $19.95; edición empastada, 0-7425-1565-6, 202 páginas, 2002, $65. " Rowman and Littlefield PublishersInc., 4720 Boston Way, Lanham, Maryland 20706, Estados Unidos, www.rowmanlittlefield.com.

Popular Development and Democracy: Case Studies withRural Dimensions in the Philippines, Indonesia, and KeralaOlle TörnquistContenido: I / El discurso � Desarrollo y democracia � Argumentos principales � Propuestas alternativas� El marco analítico II / Los casos de Filipinas, Indonesia y Kerala en un marco comparativo y teórico� Casos, diseño y fuentes � La puesta en práctica de conceptos teóricos o los resultados contextuales espe-rados � Ideas frescas pero trabajo arduo en las aguas turbias de Filipinas � Opciones democráticas nuevaspero poco arraigadas en Indonesia � Esfuerzos pioneros para renovar el modelo de Kerala III / Conclusio-nes: El eslabón perdido � La democratización elitista y los nuevos esfuerzos populares � Problemas de lapolítica popular de la democratizaciónOlle Törnquist es Profesor de Ciencias Políticas y Estudios sobre Desarrollo en la Universidad de Oslo, Noruega.Popular Development and Democracy es una publicación conjunta con el Centro para el Desarrollo y el Medio Ambiente de laUniversidad de Oslo; edición rústica ISSN 0807 1195, ISBN 82-90391-43-9, 150 páginas, 2002, $25. " UNRISD o al Centropara el Desarrollo y el Medio Ambiente, Universidad de Oslo; P.O. Box 1116 Blindern, N-0317 Oslo, Noruega, www.sum.uio.no.

Resistiendo al olvido: Tendencias recientes del movimientosocial y de las organizaciones campesinas en ColombiaStephan SuhnerContenido: Introducción � El movimiento social y campesino de 1980 a 1996 � La situación del movimientocampesino, afrocolombiano e indígena a partir de 1996 � Unidad y alianzas en el movimiento popular yespecialmente en el movimiento campesino � Los cultivos ilícitos, la guerra contra las drogas y las marchascocaleras de 1996 � La reforma agraria: entre la paz y la mundialización � Tres casos ejemplares: Cacarica,la CIMA y la ACVC � Conclusiones Stephan Suhner es activista e investigador independiente.Resistiendo al olvido es una publicación conjunta con Taurus; edición rústica, ISBN 958-704-011-2, 199 páginas, 2002,diríjase a la editorial para informarse sobre el precio. " Distribuidora y Editora Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A., Calle80, No. 10�23, Bogotá, Colombia; tel. +57 653 12 00.

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otoño/invierno 200220UNRISD Informa Núm. 25

LECTURA OBLIGADA: LIBROS

People, Power and the Environment: 15 Years of UNRISD ResearchSíntesis y bibliografía anotada preparadas para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002compiladas por Catherine Agg y Peter UttingContenido: Prólogo � Introducción I / Resultados de la investigación � Cuestiones teóricas y debates� Conexiones sociales y ambientales � Intervenciones principales para proteger el medio ambiente � Laaplicación de �nuevos� conceptos � Algunas consecuencias para la política y el análisis II / Bibliografíaanotada � Participación del público en general en la conservación y el desarrollo sostenible � Población,género y medio ambiente � Dinámica social de la deforestación � Dimensiones sociales y ambientales delas zonas protegidas y el turismo � Responsabilidad empresarial para el desarrollo sostenible � Otraspublicaciones Anexo 1 / Proyectos de UNRISD sobre el medio ambiente y el desarrollo sostenible Anexo 2 / Principalesestudios de caso por países Anexo 3 / Autores y editores Anexo 4 / Colaboradores de los volúmenes editadosPeter Utting es Coordinador de Investigación, y Catherine Agg es Asistente de Investigación, en UNRISD." UNRISD; edición rústica, ISBN 92-9085-042-6, 60 páginas, 2002, gratuito.

Vidimye Ruki: Otvetstvennost za sotsialnoye razvitiyeTraducción al ruso de Visible Hands: Taking Responsibility for Social Development, UNRISD, 2000.Contenido: Mundialización con una mascara humana � ¿Quién paga? Financiamiento del desarrollo so-cial � Democracias frágiles � Una nueva misión para el sector público � Convocación a las corporacionestransnacionales para que rindan cuentas � Sociedades civiles � Lograr que el desarrollo sea adecuadopara las mujeres � Sustentación del desarrolloComité editorial: el presente informe de UNRISD fue elaborado por Peter Utting (Coordinadorde proyecto); Cynthia Hewitt de Alcántara, Yusuf Bangura, Thandika Mkandawire, Shahra Razavi,Peter Utting and David Westendorff (Coordinadores de capítulos); y Peter Stalker y Cynthia Hewittde Alcántara (Editores principales). La traducción al ruso de la versión original en inglés fue realizada por NataljaKulakova, con un prólogo de Valery Tishkov.Vidimnie ruki es una publicación conjunta con la Academia Rusa de las Ciencias; edición rústica, ISBN 5-201-13755-5, 192páginas, 2001, diríjase a la editorial para informarse sobre el precio. " Instituto de Etnología y Antropología, AcademiaRusa de las Ciencias, Leninskii Prospect 32-A, Moscú 117334, Federación de Rusia.La mano visible también se publicó en francés y español (véase más arriba) en 2001; el Resumen Ejecutivo se publicó enportugués en 2002; y las ediciones en chino y persa estarán disponibles en breve.

La mano visible: Asumir la responsibilidad por el desarrollo socialTraducción al español de Visible Hands: Taking Responsibility for Social Development, UNRISD, 2000.Contenido: Mundialización con una mascara humana � ¿Quién paga? Financiamiento del desarrollo social� Democracias frágiles � Una nueva misión para el sector público � Convocación a las corporacionestransnacionales para que rindan cuentas � Sociedades civiles � Lograr que el desarrollo sea adecuado paralas mujeres � Sustentación del desarrolloComité editorial: el presente informe de UNRISD fue elaborado por Peter Utting (Coordinador deproyecto); Cynthia Hewitt de Alcántara, Yusuf Bangura, Thandika Mkandawire, Shahra Razavi, PeterUtting y David Westendorff (Coordinadores de capítulos); y Peter Stalker y Cynthia Hewitt de Alcántara(Editores principales). La traducción al español de la versión original en inglés fue realizada por Sergio Alcántara Ferrer." UNRISD; edición rústica, ISBN 92-9085-037-X, 188 páginas, 2001, $25.La mano visible también se publicó en francés y ruso (véase más abajo) en 2001; el Resumen Ejecutivo se publicó enportugués en 2002; las ediciones en chino y persa estarán disponibles en breve.

Women�s Employment in the Textile ManufacturingSectors of Bangladesh and Moroccoeditado por Carol Miller y Jessica VivianContenido: Introducción � La discriminación salarial por distinción de género entre la fuerza laboral urbanaen Marruecos: Pruebas y consecuencias para la política industrial y laboral � La distinción por género y elempleo en las industrias textiles de Marruecos � Dimensiones de distinción por género en la migración laboralen el sector manufacturero formal de la Ciudad de Dhaka � El trabajo en la industria textil: La movilización delas mujeres en las fábricas textiles de Bangladesh � Sindicatos, cuestiones relativas a la distinción por géne-ro, y la industria de la confección en Bangladesh � El empleo de las mujeres bajo el modelo de la industriali-zación orientada a la exportación: Perspectivas de asimilación de las oportunidades mundiales en el sector textil de BangladeshCarol Miller es analista de políticas relativas a las cuestiones sobre la distinción por género en ActionAid, ReinoUnido. Trabajó durante algunos años como Asociada de Investigación en UNRISD. Jessica Vivian trabajó durantevarios años como Coordinadora de Investigación en UNRISD, y actualmente está afincada en Estados Unidos, dondeejerce como asesora independiente." UNRISD; edición rústica, ISBN 92-9085-039-6, 264 páginas, 2002, $25.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 21

LECTURA OBLIGADA: DOCUMENTOS

INFORMACIÓN SOBRE PEDIDOSPara pedir las publicaciones conjuntas: Diríjase a la editorial respectiva.

Para pedir publicaciones internas: Diríjase al Centro de Información de UNRISD, Palaisdes Nations, 1211 Ginebra 10, Suiza; tel. +41(0)22 9173020; fax +41(0)22 9170650;[email protected]; www.unrisd.org.

Formas de pago para las publicaciones internas: Mediante un cheque en dólares delos Estados Unidos girado con cargo a un banco de EEUU, o mediante una transferenciabancaria en dólares de los Estados Unidos o su equivalente en francos suizos.

No se aceptan tarjetas de crédito.

* Documento del programa sobresociedad civil y movimientos sociales� PP CSSM 5 The Women�s Movement

in Egypt, with Selected Referencesto Turkey, Nadje S. Al-Ali, abril de 2002

* Documentos del programa sobredemocracia, gobernabilidady derechos humanos� PP DGHR 5 Human Rights and Social

Development: Toward Democratizationand Social Justice, Yash Ghai,octubre de 2001

� PP DGHR 6 Gender of Democracy:The Encounter between Feminismand Reformism in Contemporary Iran,Parvin Paidar, octubre de 2001

� PP DGHR 7 Multiculturalism, Univer-salism and the Claims of Democracy,Anne Phillips, diciembre de 2001

* Documentos del programa sobrepolítica social y desarrollo� PP SPD 9 Gender and Education: A

Review of Directions for Social Policy,Ramya Subrahmanian, abril de 2002

� PP SPD 10 Agrarian Change, Genderand Land Reform: A South AfricanCase Study, Cherryl Walker, abril de 2002

� PP SPD 11 Agrarian Reform, Genderand Land Rights in Uzbekistan,Deniz Kandiyoti, junio de 2002

� PP SPD 12 Women�s Employmentand Welfare Regimes: Globalization,Export Orientation and Social Policyin Europe and North America,Ann Shola Orloff, junio de 2002

* Documentos del programa sobretecnología, empresas y sociedad� PP TBS 5 Regulating Large International

Firms, E.V.K. FitzGerald, noviembre de 2001

� PP TBS 6 Corporate Social Responsi-bility in Indonesia: Quixotic Dream orConfident Expectation?, Melody Kemp,diciembre de 2001

! UNRISD Conference News� CN 7 Promoting Socially Responsible

Business in Developing Countries:The Potential and Limits of VoluntaryInitiatives, Informe sobre el tallerorganizado por UNRISD en Ginebra,Suiza, 23�24 de octubre de 2000

� CN 8 Les technologies de l�informa-tion et de la communication et ledéveloppement social au Sénégal,Informe sobre la reunión organizadapor UNRISD en Dakar, Sénégal,16�17 de julio de 2001

� CN 9 Racism and Public Policy,Informe de la conferencia internacionalde UNRISD en Durban, Sudáfrica,3�4 de septiembre de 2001

* $8 cada uno para los lectores del Norte; $4 cada uno para los lectores del Sur. ! Gratuito.

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otoño/invierno 200222UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: EL INSTITUTO AL DIA

El 24 de junio de 2002, despuésde más de un año de trabajo,

UNRISD lanzó su totalmente nuevositio Web (www.unrisd.org). El nuevodiseño se emprendió para mejorar laexperiencia de los visitantes del sitio ysatisfacer plenamente su necesidad deobtener información de gran calidadsobre cuestiones claves relativas al de-sarrollo social.

Servir a un público amplioEl nuevo sitio proporciona informaciónprecisa y actualizada sobre proyectos,eventos, publicaciones y noticias deUNRISD. Nos hemos propuesto crearun sitio que permita a los visitantesbuscar la información que les interesaen el menor tiempo posible, alentán-doles igualmente a navegar por el mis-mo y a descubrir aspectos desconocidosde la labor de UNRISD. Hemos pues-to referencias cruzadas a toda la infor-mación del nuevo sitio, lo que aumentalas posibilidades de investigación, alofrecer numerosos enlaces entre ám-bitos conexos del trabajo realizado porel Instituto tanto en el pasado como enel presente.

El nuevo sitio también apoya los es-fuerzos realizados por UNRISD paracumplir su mandato, lo cual implicaque brindamos a la comunidad aca-démica, a los responsables de la for-mulación de políticas en los planosinternacional, regional, nacional y lo-cal; al sector no gubernamental y a losmedios de difusión, los resultados yanálisis de las investigaciones, paraayudarles a comprender el modo enque las políticas de desarrollo y los pro-cesos del cambio económico, social yambiental afectan a los diferentes gru-pos sociales.

Más orientado al usuarioAl rediseñar el sitio, nos esforzamos porsimplificar al máximo su utilización. Lanueva estructura presenta la extensalabor desplegada por UNRISD, al mis-

¡Nuevo y mejorado! UNRISD rediseña su sitio Webmo tiempo que permite una navega-ción sencilla e intuitiva. Dado quemuchos de nuestros visitantes no tie-nen acceso a ordenadores de alta gamao a conexiones de telecomunicacionesfiables, el diseño del sitio es simple ydirecto. Gracias a una información or-ganizada jerárquicamente y a una na-vegación sistemática, los usuariospueden navegar por el nuevo sitio confacilidad.

ContenidoLas principales secciones del nuevo si-tio son: Acerca de UNRISD � Investi-gación � Publicaciones � Actualidades& Perspectivas � Eventos � Enlaces

Para garantizar la difusión puntual delos resultados de las investigaciones deUNRISD, se incorporan al sitio Webnumerosos documentos no publicados,que se encuentran en la sección de In-vestigación, con enlace a través delproyecto pertinente.

Además de estas tres áreas de conteni-do, se ofrecen los siguientes servicios:Buscar � Alertas e-mail � Denos suopinión y foro de discusión � Ayuda ypreguntas frecuentes � English/Français/Español (selector de idiomas)

Opciones para teneracceso a documentos largosLa accesibilidad del contenido es unaspecto importante que facilita la uti-lización�especialmente en un sitio quecontiene numerosos documentos ínte-gros y que está orientado a todos losusuarios del mundo. El nuevo sitio deUNRISD ofrece tres opciones para te-ner acceso a la mayoría de los textosíntegros, ya sean publicaciones forma-les del Instituto o proyectos de docu-mentos de investigación. Los usuariospueden elegir la opción que más lesconvenga, por ejemplo: visualizar undocumento en la pantalla, descargarloo abrir una versión en PDF, o recibirun e-mail con un anexo en PDF.

Alertas e-mailEl nuevo sitio ofrece un servicio de sus-cripción sofisticado, que permite a losusuarios crear o modificar su perfil, deconformidad con la frecuencia y el con-tenido de las alertas de actualizaciónque deseen recibir. Los usuarios pue-den elegir recibir las alertas e-mail dia-ria, semanal o mensualmente, yespecificar sus ámbitos de interés�porejemplo, �investigación�, �eventos�,�publicaciones��o pedir que se lesenvíen actualizaciones de todas las sec-ciones del sitio.

Invitación a formularopiniones y foro de discusiónSe exhorta a los usuarios a visitar lasección �Denos su opinión� y a cum-plimentar la breve encuesta en líneapara dar a conocer a UNRISD su opi-nión sobre el nuevo sitio. En breve seofrecerá el servicio de �Foro de discu-sión� moderado. Este es un espaciodonde los Coordinadores de Investiga-ción de UNRISD pueden dialogar conlos usuarios del sitio sobre diversos as-pectos de las actividades del Instituto.

Desde el principioEl proyecto de rediseño comenzó aprincipios de 2001, con una investiga-ción sobre cómo UNRISD podría re-estructurar y rediseñar su sitio Webpara reflejar las tendencias actuales encuanto a facilidad de manejo y mayororientación al usuario. Este ejercicioorientado a recabar información fuerealizado entre enero y mayo de 2001por Jenifer Freedman (editora deUNRISD y coordinadora del proyectode rediseño del sitio Web) y TonyFormoso (que entonces trabajabacomo asesor técnico informático enUNRISD), a través de consultas direc-tas a los usuarios, el personal deUNRISD y profesionales externos. Serecabaron propuestas detalladas conmiras a examinar exhaustivamente lapresentación y el atractivo del sitio, asícomo su estructura y mantenimiento.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 23

REPORTAJE INTERNO: EL INSTITUTO AL DIA / CONFERENCIA

En junio de 2001, UNRISD presentóespecificaciones detalladas a la Secciónde Adquisición de Naciones Unidas, quea su vez envió una solicitud formal depropuestas a 15 empresas. En julio yagosto, Freedman y Formoso realizaronuna evaluación técnica de siete propues-tas y documentos de licitación recibi-dos y, en septiembre, el contrato seotorgó a Blue Sky CommunicationsLimited, con sede en Londres. Otra

empresa, Blue Ice Web Technology, es-tablecida en Cheltenham (Reino Uni-do), colaboró en un aspecto del rediseñodel sitio. La construcción real del sitiocomenzó en octubre de 2001 y el nue-vo sitio www.unrisd.org apareció en ju-nio de 2002.

UNRISD se complace en anunciar ellanzamiento de su nuevo sitio Web, unescaparate de la producción intelectual,

actividades y publicaciones del Instituto.Se invita a los lectores de UNRISD Infor-ma a consultar el sitio www.unrisd.orgpara obtener información más completay puntual sobre toda la labor que elInstituto realiza. Confiamos en que elnuevo sitio responda a las expectativasde los usuarios y en que pueda seguirdesarrollándose como fuente de infor-mación valiosa para la comunidad deldesarrollo social.

UNRISD y la Universidad deWitwatersrand patrocinaron una

conferencia sobre conflictos y movi-mientos ambientales en el Norte y elSur, que se celebró conjuntamente conla Cumbre Mundial sobre el Desarro-llo Sostenible.

En su discurso de apertura, JuanMartinez-Alier, de la Universidad Au-tónoma de Barcelona, consideró �elecologismo de los pobres��un ecolo-gismo de justicia y de subsistencia, re-lacionado no sólo con la seguridadeconómica en el mercado, sino tam-bién con el acceso a recursos ambien-tales y servicios fuera del mismo. Elautor describió un gran número degrupos que participan activamente encampañas de justicia ambiental enentornos locales, y señaló que éstos es-tán uniéndose gradualmente a un mo-vimiento mundial a través de redesinternacionales orientadas al proble-ma. Muchos conflictos entre empre-sas y grupos locales interesados en elsector del combustible fósil y de laminería, o relacionados con las plan-taciones de árboles, por ejemplo, handado lugar a la aparición de redes queexigen que las empresas rindan cuen-tas. De manera similar, al percibir lainjusticia de las normas del régimencomercial internacional, se ha consti-

La economía política del desarrollo sostenible:Conflicto, participación y movimientos ambientales

30 de agosto de 2002, Johannesburgo, Sudáfrica

tuido un movimiento social para lucharpor un �comercio justo�. Via Campesina(www.viacampesina.org) está impul-sando un nuevo programa agrario mun-dial y OilWatch (www.oilwatch.org.ec),que es contraria a la extracción depetróleo en zonas frágiles, está crean-do vínculos con iniciativas para lucharcontra la injusticia de las políticas ac-tuales relativas al cambio climático.

En sus observaciones sobre la confe-rencia, Krishna Ghimire, Coordinadorde Investigación de UNRISD, expresósu preocupación por lo que realmentesupone la �movilización popular� ycómo puede ser apoyada en contextosconcretos. Señaló que el papel que des-empeña esta movilización en la reduc-ción de la pobreza rural al llevar a caboreformas de los derechos agrarios ymejorar los sistemas de gestión terri-torial, ha sido reconocido a nivel in-ternacional. Sin embargo, en lamayoría de los casos se ha demostra-do que cambiar las estructuras de po-der predominantes para facilitar unasubsistencia remunerada y aumentarla influencia política de los grupos so-ciales rurales más débiles y pobres, esuna tarea extremadamente compleja.Según Ghimire, la insistencia en losmecanismos de mercado y la falta dedeterminación para alienar los pode-

rosos intereses comerciales, a menudosignifica que las medidas políticas tien-den a desarrollarse en torno a progra-mas y proyectos de desarrollo agrícolay rural no polémicos desde el punto devista político.

En los últimos años, el discurso do-minante sobre la conservación y eldesarrollo ha adquirido un matizprogresivo�en algunos casos hastaradical�con la incorporación de tér-minos como �empoderamiento�,�rendición de cuentas� y �estrategiascentradas en las personas�. Esto nosólo se aplica a las agencias de desa-rrollo y organizaciones no guberna-mentales internacionales (ONG), sinotambién a las empresas multinacio-nales. Las grandes empresas se iden-tifican cada vez más con causassociales y ambientales, y promuevenla idea de �ciudadanía corporativa�,que implica un cierto equilibrio dederechos y responsabilidades. En supresentación, Peter Utting, Coordina-dor de Investigación de UNRISD,analizó los movimientos que estánsurgiendo en torno a cuestiones rela-tivas a la responsabilidad social y am-biental de las empresas y señaló laexistencia de dos tendencias claras:por una parte, grandes empresas queactúan bajo la presión social, tenden-

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REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIA

cia a la que se ha llamado también�movimiento de responsabilidad em-presarial�; y, por otra, grandes em-presas que constituyen por iniciativapropia un movimiento para influir ycontrolar el programa del cambio.Utting sostiene que tanto los �movi-mientos� activistas como empresaria-les necesitan mostrar más sensibilidadacerca de las preocupaciones y la si-tuación real de los países en desarro-llo. También señala que los gobiernosy el sistema de las Naciones Unidasdeberían considerar seriamente losllamamientos de algunos sectores dela sociedad civil para que la cuestiónde la regulación empresarial se inclu-ya definitivamente en la agenda parael desarrollo internacional.

En su presentación, María PilarGarcía-Guadilla, de la UniversidadSimón Bolívar, evaluó el relativamen-te poco interés y apoyo que gobiernos,ONG y movimientos sociales deLatinoamérica han mostrado para la�Agenda 21�. A su juicio, esto obede-cía, por una parte, a que se había es-perado que la consolidación de lademocracia en casi todos los países dela región sirviera como mecanismopara llegar a un consenso sobre la dis-tribución de la riqueza y los escasosrecursos. También puso énfasis en lacrítica, hecha tanto por los gobiernoscomo por los movimientos sociales,sobre el �discurso oficial� de la �Agen-da 21�, tal como había sido adoptadopor países industrializados. Al igual queen la mayoría de los países en desa-rrollo, las principales preocupacionesde la región desde 1992 han sido eldesarrollo económico y social, la esta-bilidad política y la consecución degobiernos democráticos; no el desarro-llo sostenible. Señaló que la conside-rable divergencia de perspectivas queexiste actualmente, implica la necesi-dad de una participación mayor y másefectiva de la sociedad civil, en los pro-cesos de formulación de políticas; loque sólo puede lograrse si los movi-mientos sociales son capaces de au-mentar su poder de negociación.

Cyril Obi, del Instituto Nigeriano deAsuntos Internacionales, realizó unanálisis crítico de los movimientosambientales en el África Subsaharia-na, señalando que, en esta zona, lasluchas por el poder sobre los recursosambientales se habían enlazado conotras luchas sociales más amplias porel empoderamiento popular y la de-mocracia. Obi mostró cómo dos mo-vimientos destacados�el Movimien-to para la Supervivencia del PuebloOgoni en el Delta del Níger en Nigeria,y el Movimiento Cinturón Verde deKenya�habían combinado la movi-lización local efectiva y el apoyo in-ternacional mantenido, obteniendo unéxito parcial al resistir más expropia-ciones en su espacio ambiental, mien-tras que llevaban su causa a nivelescentrales en la lucha por la democra-cia. En efecto, en el África Subsaha-riana existe una corriente de movili-zación social que está desafiando lasdominantes relaciones de poder sobreel ecosistema, en particular el mono-polio del Estado sobre los recursosambientales y el interés externo porla extracción, así como algunas for-mas de acumulación global que des-pojan de sus bienes a las personas ydegradan el ambiente. Según Obi, losmovimientos populares a los cuales elEstado y el capital mundial se enfren-tan diariamente provocarán, en últimainstancia, la aparición de programassociales y democráticos alternativos�ecológicamente sostenibles, que garan-ticen a las personas el derecho de ejer-cer un poder real sobre los ecosistemasde África.

Por último, David Fig, de la Universi-dad de Witwatersrand, examinó la for-mulación de la política ambiental enla Sudáfrica democrática. Fig explicóque el final del apartheid había brin-dado una oportunidad de estableceruna nueva política ambiental que pu-diera subsanar las injusticias ambien-tales cometidas en el pasado, regularla industria de una forma más seria enun esfuerzo por mejorar la gestiónambiental, y establecer una cultura de

derechos humanos que contemplaraigualmente los derechos ambientales delos ciudadanos tanto en la legislacióncomo en la práctica. Fig describió enparticular el enfoque realizado por losgrupos interesados, sobre la formula-ción de políticas, que culminó en la LeyAmbiental Nacional de 1997; y anali-zó el porqué de lo moderadamente lo-grado en términos de aplicaciónconcreta. En primer lugar, el Estadoha acabado reflejando una ética enbeneficio de las empresas, poniendoénfasis en la �modernización�, losgrandes proyectos industriales y de altatecnología, y la agricultura de alto ren-dimiento; lo que se contrapone a lanecesidad real de establecer un nuevosistema de valores vinculado a los ob-jetivos de un desarrollo equitativo ysostenible, basado en la construcciónde la prosperidad desde abajo. En se-gundo lugar, los movimientos ambien-tales de la sociedad civil se handebilitado. Por último, el sector em-presarial ha recuperado la posiciónhegemónica que ocupó durante elapartheid, consolidado su posiciónideológica sobre cuestiones ambienta-les, y logrado influir considerablementeen la formulación de políticas.

Los documentos en que se basaron

las presentaciones de la conferencia

se publicarán como Documentos del

programa de UNRISD.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 25

REPORTAJE INTERNO: RETIRO

Una forma de mejorar el flujo de in-formación entre los funcionarios de

las Naciones Unidas interesados en lainvestigación para el desarrollo social esreunirlos ocasionalmente en un entor-no informal, donde puedan discutircuestiones fundamentales relativas aldesarrollo mundial fuera del contextode las reuniones formales interagencia-les. Doce organizaciones pertinentes es-tuvieron representadas a tal efecto, enel segundo retiro anual organizado porUNRISD para tal efecto. A largo plazo,estos retiros deberían contribuir a me-jor la coherencia de las Naciones Uni-das con respecto al desarrollo social, ya reforzar la capacidad colectiva de susistema para influir en la agenda socialy economía global.

El tema de la reunión de este año fue lamundialización y la desigualdad, y elseminario se estructuró con miras a losdebates. Cuatro expertos no pertene-cientes al sistema de las Naciones Uni-das presentaron documentos queUNRISD les había encomendado sobreeste tema. El primero analizó los mode-los cambiantes de distribución de recur-sos en el sistema mundial, el segundoexploró los orígenes de la mundializa-ción neoliberal, y los otros dos revisarondiferentes estrategias para el análisis dela mundialización, la liberalización y ladesigualdad dentro y fuera del sistemade las Naciones Unidas.

Análisis de la desigualdad:Los modelos cambiantesde distribución de recursosJohn Quiggin, de la Universidad Nacio-nal de Australia, comenzó la primera se-sión con un examen de la mundializa-ción desde una perspectiva histórica.Comparó la explicación neoliberal de lamundialización con: (i) la �opinión es-céptica�, que no sólo pone en duda latrascendencia de la mundialización, sinoque también sostiene que la liberaliza-

Mejorando el conocimiento sobre el desarrollo social enlas organizaciones internacionales: Segundo retiro anual

29�30 de mayo de 2002, Prangins, Suización financiera ha sido desestabilizado-ra; (ii) la teoría antimundialización, queafirma que la mundialización es perjudi-cial, y (iii) la perspectiva internacionalis-ta, basada en la postura neoliberal de quelos flujos internacionales de productos,servicios y capitales son benéficos, y queéstos deberían complementarse con elmovimiento de la fuerza laboral y la co-laboración entre instituciones públicas,sindicatos y ONG, con miras a una co-operación internacional consciente.

En su presentación, Quiggin tambiéncuestionó la hipótesis de que los avancestecnológicos de finales del siglo XX hu-bieran impulsado el proceso de mundia-lización. Otros participantes debatieronesta postura, al discutir si el vínculo entrela tecnología y la creciente desigualdadmundial en los últimos 20 años era dife-rente de lo que había ocurrido anterior-mente en épocas de cambios acelerados.Sin embargo, los participantes convinieronen que los avances tecnológicos no haceninevitable la mundialización neoliberal.En efecto, la naturaleza de bien públicode la información plasmada en muchosavances tecnológicos parecería apoyar undesarrollo más internacionalista y coope-rativo, y dar lugar a un programa econó-mico y social más progresista.

Los orígenes de lamundialización neoliberalEsta discusión se basó en un documentoy una presentación de Jan Aart Scholte,de la Universidad de Warwick, que sos-tiene que la mundialización contempo-ránea ha sido dominada por una políticaneoliberal�y que es importante exami-nar por qué ha sucedido esto. Identificócuatro áreas de causalidad interrelacio-nadas: la gobernabilidad, la producción,los conocimientos y la comunidad. En laprimera sugirió que la aparición del go-bierno descentralizado había sido un ori-gen de la mundialización neoliberal, enparte a través de la liberalización, que

había debilitado el papel del Estado en elámbito económico y había provocado elaumento de mecanismos multilateralesaislados de procesos democráticos. Ensegundo lugar, en lo concerniente a la pro-ducción, la privatización, la liberización yla deregulación han favorecido a losinversionistas y las empresas, cuyo obje-tivo es aumentar su rendimiento y susmárgenes de utilidad, y éstos han ejerci-do presión para el establecimiento de lasmismas. En tercer lugar, el dominio deuna interpretación racionalista del cono-cimiento ha propiciado la separación dela economía de otras ciencias sociales �y ha ganado supremacía sobre ellas. Porúltimo, en cuarto lugar, ha surgido unaclase gerencial a escala mundial, que hacreado vínculos entre intereses comercia-les, organismos generadores de conoci-miento e instituciones reguladoras, y haestablecido un consenso entre los mismosa favor de las políticas neoliberales. Losgrupos perjudicados por la mundializa-ción neoliberal han carecido de recursosy de imaginación política para presentaruna oposición efectiva.

A raíz de la presentación de Scholte, mu-chos participantes insistieron en la impor-tancia que reviste el papel del Estado. Losparticipantes estuvieron de acuerdo enque es necesario aclarar las responsabili-dades de los gobiernos nacionales paraque asuman su deber de rendir cuentaspor las políticas que adoptan respecto dela mundialización y la desigualdad.

Mundialización, liberalización ydesigualdad: El análisis de laONU y de otrosEn su escrito y su presentación, Roy Cul-peper, del Instituto Norte-Sur, se centróen la desigualdad intranacional; mien-tras que Albert Berry, del Centro de Es-tudios Internacionales de la Universidadde Toronto, insistió en que la falta dedatos cuantitativos impide comprenderplenamente los efectos de la mundiali-

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otoño/invierno 200226UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: RETIRO / TALLER

zación neoliberal en la desigualdad deingresos y la pobreza.

Culpeper afirmó que la mundializaciónposiblemente no sea el único factor res-ponsable de la tendencia hacia el incre-mento de la desigualdad observada en lospaíses. Los factores nacionales podrían serlas principales causas, por lo que las inter-venciones políticas en el plano nacional alobjeto de distribuir los recursos podríanser la solución clave para reestablecer elequilibrio. Por consiguiente, una cuestiónfundamental es la viabilidad de tales po-líticas en el contexto de la liberalización yla mundialización. Culpeper propusouna serie de fórmulas políticas que, sibien podrían ser susceptibles de discu-sión, podrían elaborarse de forma quela oposición fuera mínima y se obtu-vieran resultados positivos, disminu-yendo la desigualdad y al mismo tiem-po apoyando el crecimiento económico.

Las reflexiones de Culpeper dieron lugara una discusión general sobre la impor-

tancia relativa de la desigualdad intrana-cional contra la internacional. Si bienhubo acuerdo general en que la existen-cia de más instrumentos políticos concre-tos propicia que se preste más atención ala desigualdad dentro de los países que anivel mundial, muchos participantes pre-sentaron argumentos convincentes sobrela necesidad de fortalecer los mecanismosredistributivos en los ámbitos regional ymundial.

En su presentación, Berry sostuvo que,no obstante los puntos débiles del análisisde la causalidad que vincula la mundiali-zación neoliberal con la desigualdad y lapobreza, es importante considerar de igualmanera sus otros factores determinan-tes�incluyendo la concentración de lastierras, la tendencia a privilegiar la po-blación urbana y el acceso desigual a laeducación. También recordó a los parti-cipantes que la mundialización puedemitigar la desigualdad entre los países;así, algunos países pobres que han lleva-do a cabo políticas para explotar el pro-

ceso han logrado tasas impresionantes decrecimiento económico.

Orientaciones futurasLos participantes propusieron tres temaspara debate en el próximo retiro organi-zado por UNRISD para funcionarios delas Naciones Unidas: la gobernabilidadmundial, las Naciones Unidas y la mun-dialización neoliberal; la acción globalcontra la polarización nacional y la mun-dialización mundial; y respuestas nacio-nales a la mundialización. Se llegó a unconsenso acerca de la necesidad de cen-trarse en pruebas empíricas y fórmulaspolíticas específicas en estos tres ámbitos.

El informe completo de la reunión sepublicará en un próximo número deUNRISD Conference News. Los cuatrodocumentos encomendados para estareunión se incluirán en un volumenque editará UNRISD próximamente.

El retiro y las próximas publicacioneshan sido financiados por la FundaciónRockefeller y el presupuesto básicode UNRISD.

Este taller congregó a investigadoresde África, Asia y Europa para discu-

tir métodos y propuestas de los países conmiras a elaborar un nuevo proyecto deUNRISD sobre estructura étnica, des-igualdad y gobernabilidad del sector pú-blico. Desde el decenio de 1990, la ma-yoría de los países han llevado a caboreformas para cambiar las estructuras deincentivos, administración y gobierno desus sectores públicos. Sin embargo, ape-nas se ha investigado la medida en quelas divisiones y desigualdades étnicasafectan a la reforma del sector público.La eficiencia y el buen gobierno puedenser objetivos difíciles de alcanzar en el sec-tor público si surgen conflictos o si las cla-ses privilegiadas se muestran insatisfechascon las normas que determinan la selec-ción de instituciones públicas o abrigantemores en torno a la exclusión. Así pues,el proyecto de UNRISD se centra en cues-

Estructura étnica, desigualdad y gobernabilidad del sector público27�28 de mayo de 2002, Ginebra

tiones de diversidad, representación y co-hesión respecto de la constitución y ges-tión del sector público.

Tres hipótesis que orientaron el estudioproporcionaron un telón de fondo paralas discusiones del seminario. En primerlugar, contrariamente a la opinión demuchos analistas, la fragmentaciónétnica no conduce necesariamente amalos resultados. La configuración de lasdivisiones étnicas varía según las estruc-turas sociales, y éstas son menos polé-micas en algunos países que en otros. Ensegundo lugar, aún en los casos en quela cuestión étnica constituye un proble-ma, pueden crearse instituciones parafrenar la inestabilidad y promover lacohesión o el acuerdo. En tercer lugar,un sector público inclusivo puede desa-rrollarse de conformidad con un gobier-no democrático.

Se organizaron debates en torno a unaclasificación de los países por polariza-ción étnica. Se realzaron cinco tipos deestructuras. En primer lugar, la conoci-da como unipolar, se refiere a casos don-de una etnia es claramente dominante.Se discutió la situación de Botswana yLituania. En Botswana, los tswana re-presentan aproximadamente el 70 porciento de la población. A través de unpacto de grupos selectos multiétnicos fir-mado en el momento de la independen-cia, la lengua setswana fue declaradalengua oficial (junto con el inglés), a cam-bio de una distribución equitativa de re-cursos entre todos los grupos. El creci-miento económico sostenido ayudó aconsolidar el pacto y a despolitizar lacuestión étnica. En Lituania, el grupoindígena representa aproximadamente el80 por ciento de la población. En estepaís, los gobiernos han logrado prescin-

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 27

REPORTAJE INTERNO: TALLER

dir de las estrictas leyes de ciudadaníaque determinan la participación en lasinstituciones estatales en Letonia y Es-tonia, países profundamente divididos.

Durante el taller se prestó particularatención a la hipótesis de que la compe-tencia para la representación en el sec-tor público probablemente se caracteri-ce por una polarización étnica menosmarcada en los entornos unipolares. Lapolítica electoral puede provocar conflic-tos en el grupo étnico dominante, per-mitiendo a los miembros de grupos mi-noritarios participar activamente enpartidos integrados por miembros delgrupo étnico dominante.

Fiji y Letonia sirvieron de ejemplo paradiscutir el segundo tipo de estructura,denominada bipolar, que representa ca-sos en que sólo existen dos grupos étnicos,o en los que predominan dos gruposaproximadamente iguales en un entor-no multiétnico. En Fiji, los grupos étnicosfijianos representan cerca del 50 porciento de la población y los grupos deorigen indio el 45 por ciento. En Letonia,los grupos étnicos letones constituyencerca del 58 por ciento de la población ylos rusos el 30 por ciento. Sin embargo�si bien las políticas de la rusificaciónhan puesto en desventaja a los gruposétnicos letones�en virtud de las leyesde ciudadanía introducidas en el mo-mento de la independencia, más del 76por ciento de los ciudadanos del país sonletones, y sólo el 17 por ciento rusos.

El tercer tipo de estructura, denominadatripolar, se refiere a los casos en que exis-ten sólo tres grupos, o tres grandes gru-pos en un entorno multiétnico. Se discu-tió la situación de Bosnia y Nigeria. EnBosnia, los musulmanes, serbios y croatasconstituyen respectivamente el 44, 31 y17 por ciento de la población. La guerray la intervención extranjera han conduci-do al establecimiento de una serie de ins-tituciones de gobierno muy complejas eneste país: administración internacional,una confederación relajada, dos entida-des políticas distintivas, y una legislacióncantonal y comunal. Por su parte, Nigeria

es una federación de 36 estados integra-dos por más de 370 grupos étnicos. Noobstante esta diversidad, hay tres grupos,que representan aproximadamente el 55por ciento de la población, y que han in-fluido considerablemente en la política demanera histórica. Se han establecido com-plejas instituciones gubernamentales anivel federal, estatal y local para manejarla diversidad y la tripolaridad.

Una hipótesis importante que orienta elestudio sobre los casos bipolares y tripo-lares es que, si la etnia está politizada,los grupos privilegiados probablementeapliquen políticas hegemónicas que pro-voquen una gran inestabilidad y una re-presentación desproporcionada en lasinstituciones estatales. Esto puede estarrelacionado con una negociación de al-cance limitado y con el establecimientode múltiples alianzas en continuo cam-bio. En tales contextos, probablementeno sean sostenibles las instituciones degobierno que no ven por los demás gru-pos étnicos y que se basan en las reglasde la mayoría.

Los dos últimos tipos de estructuras serefieren a casos de fragmentación étnica:multipolaridad fragmentada�un altogrado de fragmentación; y multipolari-dad concentrada�fragmentación quebrinda a algunos grandes grupos la po-sibilidad de organizar coaliciones selec-tivas. Se discutieron los casos de la In-dia, Papua Nueva Guinea y Tanzania,que corresponden al primer tipo, y deGhana y Kenya, que se ajustan al segun-do. En Tanzanía existen más de 130 gru-pos étnicos, y los tres grupos más gran-des tan sólo representan el 23 por cientode la población. La (bi)polarización hatenido lugar únicamente en la pequeñaisla de Zanzíbar. En Papua Nueva Gui-nea se hallan más de 800 grupos lingüís-ticos y numerosos clanes, y el grupo másgrande representa tan sólo el 4 por cien-to de la población. La multipolaridadfragmentada de la India se atribuye a ladiferenciación de lenguas, religiones ycastas�aunque los conflictos religiososamenazan con una orientación hacia labipolaridad o tripolaridad.

La estructura étnica es mucho más no-toria en Ghana y Kenya que en Tanzaníay Papua Nueva Guinea, y afecta menosen Ghana que en Kenya. Cinco gruposétnicos representan aproximadamente el70 por ciento de la población de Kenya.Cuatro de ellos son relativamente igua-les en proporción (entre 11 y 14 por cien-to cada uno), mientras que el grupo másgrande representa tan sólo el 21 por cien-to de la población. Esto revela que laidentidad étnica puede adoptar formasmuy importantes en países con gruposrelativamente grandes e iguales. EnKenya, por ejemplo, los políticos de cadauno de los cinco grupos principales pue-den creer que, al crear coaliciones étnicasselectivas, tienen las mismas oportuni-dades de gobernar. En Ghana, los akanesrepresentan el 44 por ciento de la po-blación, pero la división interna del gru-po parece que reduce su dominio: el con-flicto étnico es más marcado entre unsubgrupo de los akanes�los asante�yel segundo grupo más grande, los ewe.El comportamiento político basado enla identidad étnica probablemente seamenos dominante en los casos de multi-polaridad fragmentada que en los demultipolaridad concentrada y, es proba-ble que se constituyan partidos nacio-nales de coalición étnica, en el caso enque los partidos políticos tengan que re-currir a una gran variedad de gruposétnicos para ganar las elecciones.

Los participantes del seminario aborda-ron igualmente dos enfoques metodológi-cos que orientarán la investigación en elmarco del proyecto. El primero se cen-trará en recabar datos y analizar las divi-siones y desigualdades étnicas. Los inves-tigadores determinarán las divisionesétnicas, incluidas las diferencias en el in-terior de cada grupo, y analizarán asimis-mo, en la medida de lo posible, cómo otrostipos de divisiones, como las de clase ygénero, afectan a las divisiones étnicas.Se esforzarán también por identificar mo-delos o estructuras de las divisiones y ana-lizar la evolución de las mismas. Tambiénestudiarán las normas que determinan losnombramientos para cargos en las insti-tuciones públicas, así como sus resulta-

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otoño/invierno 200228UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: TALLER / CONFERENCIA

dos, centrándose en cuatro institucionesprincipales: servicio civil, sistema de par-tidos, gabinete y parlamento. Analizaránsi la distribución de los gabinetes es re-presentativa de la variedad étnica o des-igual, al igual que las percepciones detal distribución y las normas que la ri-gen. Los investigadores también exami-narán el grado en que las desigualdadessocioeconómicas se reflejan en la asig-nación de cargos en las instituciones delsector público. Además, dado que lasnormas para la representación en los sis-temas del gabinete, el parlamento y lospartidos dependen en parte de la deci-sión de los ciudadanos, estudiarán la pre-ferencia de los votantes al establecer es-tas instituciones.

El segundo enfoque tratará con institu-ciones para el manejo de la diversidad, ladesigualdad y la competencia, abarcan-do desde las normas electorales hasta losacuerdos de gobierno con respecto al re-parto de poderes, la descentralización, elfederalismo y la protección de los dere-chos de las minorías. También se exami-narán las políticas de acción afirmativaencaminadas a corregir la representacióndesproporcionada. Los investigadoresadoptarán una perspectiva histórica altratar de responder a las siguientes pre-guntas: ¿En qué medida son efectivas lasinstituciones establecidas en la actualidaden lo que respecta al manejo de la divi-sión y la desigualdad? ¿Promueven estasinstituciones resultados mayoritarios o

consensuales? ¿Se excluye necesariamen-te a grupos étnicos minoritarios de los re-sultados mayoritarios? Si las institucio-nes se esfuerzan por promover unosresultados mayoritarios, ¿contienen asi-mismo garantías que pueden dar resul-tados consensuales? ¿Qué alternativaspueden proponerse teniendo en cuenta laspruebas obtenidas del estudio de las es-tructuras étnicas, las desigualdades y elcomportamiento electoral?

En el próximo número de UNRISD Confe-rence News se publicará un informe com-pleto sobre este seminario. El seminario y elproyecto están financiados por la FundaciónFord y el presupuesto básico de UNRISD. Losinformes sobre el proyecto de investigaciónestán previstos para septiembre de 2003.

Esta conferencia, contribución deUNRISD a la Segunda Asamblea

Mundial de las Naciones Unidas sobreel Envejecimiento, congregó a exper-tos internacionales y gerontólogos derenombre internacional para presen-tar sus trabajos, y se centró en tres te-mas interrelacionados: las trayectoriasdel desarrollo, el cambio social y elbienestar en la vejez; la protección so-cial formal para las personas mayo-res; y la economía de la atención.

En su presentación introductoria, PeterLloyd-Sherlock puso de relieve las di-versas experiencias del envejecimientoy desaconsejó presentar a las personasmayores como un grupo de interés es-pecial con inquietudes distintas y po-siblemente en conflicto con las de otrosgrupos de edad. Señaló que los deba-tes actuales sobre el envejecimiento dela población y la política pública sebasan fundamentalmente en la geron-tología de los países del Norte y en laeconomía política neoliberal, marcos dereferencia que pueden ser de poca per-tinencia para muchos pueblos de paí-ses del Sur, donde actualmente vive lamayoría de las personas mayores.

Envejecimiento, desarrollo y protección social8�9 de abril de 2002, Madrid, España

Trayectorias del desarrollo, el cambiosocial y el bienestar en la vejezEl creciente número de personas ma-yores repercute en los modelos actualesdel desarrollo en todos los países, tantoen el Norte como en el Sur. En las pre-sentaciones de esta sesión se analizó elmodo en que los cambios socioeco-nómicos producidos en los diferentesentornos regionales han repercutido enel bienestar de las personas mayores.

En Gran Bretaña, la situación so-cioeconómica de las personas mayorescambió considerablemente en el siglopasado. En su presentación, PaulJohnson examinó desde una perspec-tiva histórica, cómo el mejoramientoen el acceso a los beneficios de la pen-sión, la atención de la salud y la parti-cipación política; habían cambiado conel tiempo las expectativas de las per-sonas con respecto a la vejez.

Las mejoras introducidas en los pro-gramas sociales orientados a personasmayores generalmente se basan en de-cisiones políticas. En su estudio de Bra-sil, Ana Amélia Camarano examinócómo, en el contexto de un rendimiento

económico modesto, la situación so-cioeconómica de las personas mayoresy sus familias mejoró tras adoptarse ladecisión política de establecer una se-rie de programas sociales�especial-mente los beneficios de la pensión�orientados a las personas mayores. Sinembargo, señaló que en Brasil existendiferencias regionales importantes, yque los progresos realizados en lo con-cerniente a las personas mayores con-trastan con el deterioro de la situacióneconómica de otros grupos de edad.

En contraste, en el decenio de 1990 seobservó una decadencia de los siste-mas de protección en muchos paísesde Europa del Este, lo que incidió con-siderablemente en el bienestar de laspersonas mayores. Según VladislavBezrukov, entre 1986 y 1998 enUcrania, la pensión básica se redujo del40 por ciento del salario del trabaja-dor promedio, al 28 por ciento. Porconsiguiente, las personas mayores sevieron obligadas a buscar fuentes deingresos complementarias y basadas enel mercado, y/o a depender del apoyode familiares más jóvenes. Sin embar-go, en un contexto caracterizado por

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 29

REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIA

una alta tasa de desempleo y por ladiscriminación contra solicitantes deempleo de edades mayores, podríaafirmarse que esta situación es de mu-tua privación.

En la presentación de Du Peng sobreChina, éste cuestionó la viabilidad alargo plazo del apoyo a la protecciónintergeneracional en este país, dondelos mecanismos tradicionales de apo-yo a la familia cada vez son menos ca-paces de cubrir el creciente número depersonas mayores. Puso de relieve loscambios demográficos y socioeco-nómicos que estaban produciéndose enChina a un ritmo y una escala sin pre-cedentes, y señaló que en los casos enque la pensión estatal tenía una cober-tura limitada, se precisarían más leyesque garantizaran los derechos y pres-taciones a las personas mayores.

La protección social formaly las personas mayoresEn la segunda sesión de la conferenciase consideraron diferentes enfoques depolítica pública sobre prestaciones devejez, y servicios de atención a largoplazo y asistencia médica.

Los gobiernos de los países del Sur hanadoptado diversas estrategias en mate-ria de prestaciones de vejez. En su pre-sentación, Armando Barrientos compa-ró los regímenes de pensiones establecidosen Chile, Singapur, Sudáfrica y Brasil.Con el apoyo del Banco Mundial, Chiley Singapur transformaron radicalmentesus regímenes de pensiones en planes dejubilación individuales. En algunos lu-gares, se ha puesto de relieve el éxito deesta iniciativa, que ha impulsado el de-sarrollo económico al aumentar la tasade ahorros privados y mejorar los mer-cados de capitales y del trabajo. Sin em-bargo, según Barrientos, el coste de estosregímenes privados ha sido considera-blemente superior al de los regímenes depensiones universales establecidos enSudáfrica y Brasil�que, a su juicio, hantenido consecuencias manifiestas en lapobreza, el bienestar de las personasmayores y el desarrollo económico.

La prestación de servicios de atencióna las personas mayores es un motivode creciente preocupación en los paísesindustrializados. En Japón, donde lamayor parte de la población supera los60 años de edad, se introdujo en 2000un seguro de asistencia social. TetsuoOgawa evaluó el éxito de este sistemay señaló que podía servir de ejemplopara otros países industrializados.

La prestación de servicios de atención ala salud se ha considerado en menor gra-do que la reforma de los regímenes depensiones. Sin embargo, en muchos paí-ses aumenta continuamente el porcen-taje de personas mayores que requiereservicios de salud. El desinterés por laprestación de servicios de atención a lasalud de las personas mayores se obser-va igualmente en el África Subsaharia-na. En su presentación, Di McIntyre ex-presó su preocupación por la evidentepredisposición a prestar cuidados dematernidad y de la infancia en detrimen-to de la atención de salud de las perso-nas mayores en muchos países africanos.

Los distintos seguros privados de en-fermedad�que están introduciéndoseen un número creciente de países�pro-bablemente discriminen a las personasmayores y discapacitadas, salvo que secreen fondos específicos. Dichos fondosexisten en los Estados Unidos y Argen-tina y, al establecer una comparaciónentre los mismos, Nélida Redondo des-cubrió que ninguno de ellos había lo-grado contener los gastos devengadospor la prestación de servicios de aten-ción de salud, por lo que afirmó quedebería tenerse en cuenta el considera-ble costo que supondría desviarse de losprogramas públicos universales.

Las personas mayores yla economía de la atenciónEn la última sesión de la conferenciase examinó el modo en que los cam-bios producidos en las estructuras fa-miliares, los valores tradicionales, losmodelos de empleo y la economía es-tán afectando a la prestación informalde atención a las personas mayores.

Nana Apt consideró algunos procesosde modernización y cambios operadosen el sistema de apoyo informal en elÁfrica Subsahariana. Argumentó que laurbanización, la migración de las ge-neraciones más jóvenes en busca deempleo y el colapso de las estructurasde hogares extensos, han propiciado elaislamiento y la vulnerabilidad econó-mica de las personas mayores, parti-cularmente en zonas rurales.

A menudo se afirma que las familias ex-tendidas �tradicionales� están siendosustituidas por estructuras �nucleares�en los países en desarrollo. Sin embar-go, en México se observa el caso con-trario, como señalan Cristina Gomes daConceição y Verónica Montes de OcaZavala. Dado que las personas mayo-res viven más años y en vista de las ba-rreras económicas que impiden a los jó-venes comprar su propia casa, hahabido un incremento en la proporciónde familias donde conviven tres gene-raciones. En muchos casos, el cuidadode los familiares más jóvenes recae so-bre las mujeres mayores de la familia,por lo que, según este estudio, estas úl-timas preferirían vivir solas.

Así, en algunas situaciones, las perso-nas mayores también realizan una im-portante labor como prestadores deatención. En Tailandia, la epidemia delVIH/SIDA ha tenido implicaciones im-portantes para las personas mayores,que a menudo atienden a sus hijos en-fermos, ofreciéndoles tanto medios devida como cuidados. En su presenta-ción, John Knodel y Chanpen Saeng-tienchai mostraron la gran carga queeste papel supone para los padres demuchas personas infectadas por el VIH/SIDA, cuyo cuidado no sólo conlleva es-fuerzos físicos, sino también importan-tes consecuencias económicas.

Para la organización de este evento,

UNRISD recibió el apoyo del Departa-

mento de Asuntos Económicos y Sociales

de las Naciones Unidas (UNDESA), el

gobierno de España y las principales

entidades de financiación del Instituto.

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otoño/invierno 200230UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: SEMINARIO

En el Foro Social Mundial celebradoeste año, UNRISD y el Instituto Bra-

sileño de Análisis Social y Económico(IBASE) patrocinaron un seminario sobrela Regulación de las instituciones mun-diales. El evento congregó a expertos yactivistas interesados en cuestiones degobernabilidad y desarrollo mundial. Seisponentes discutieron y debatieron sobrelos tipos de reforma que se necesitan conrelación a las organizaciones financierasinternacionales, las empresas multinacio-nales y las grandes organizaciones no gu-bernamentales (ONG) de desarrollo.

El seminario comenzó con un debate so-bre el papel del Banco Mundial y el Fon-do Monetario Internacional (FMI).Thandika Mkandawire, Director deUNRISD, señaló las formas en que lasinstituciones de Bretton Woods habíanadaptado sus políticas en los últimos añospara abordar las cuestiones del alivio dela pobreza y �buen gobierno�. Sin em-bargo, señaló cuatro limitaciones de estecambio de política: en primer lugar, estascuestiones generalmente tienden a serabordadas de un modo tecnocrático; se-gundo, dichas organizaciones siguen ig-norando aspectos importantes relativos ala distribución de ingresos y a la equidadsocial; en tercer lugar, su concentraciónen los problemas de determinados gruposha creado una estructura dual de servi-cios sociales que tiene poco éxito en mu-chos países; y cuarto, su creciente reco-nocimiento del papel del Estado estáviéndose menoscabado por el hecho deque numerosas políticas neoliberales handebilitado considerablemente la capaci-dad del Estado en muchos países.

En su presentación al seminario, PeterEvans, Profesor de Sociología de la Uni-versidad de California, Berkeley, recono-ció que el Banco Mundial y el FMI tienenun papel que desempeñar en la promo-ción del desarrollo, pero insistió en que lospaíses del Sur deberían participar de ma-nera más activa en las estructuras de go-

UNRISD en el Foro Social Mundial: Regulación de las instituciones mundiales3�4 de febrero de 2002, Porto Alegre, Brasil

bierno de estas organizaciones. Refirién-dose en particular al FMI, Evans afirmóque las opiniones de los gobiernos de lospaíses del Sur, en el sentido de considerar-se víctimas pasivas de las políticas del FMIo clientes pasivos que la Organización es-taba recuperando, son un malentendido.A su juicio, era preciso que la mejora de lasrelaciones entre el Sur y el FMI se basaraen esfuerzos más activos, organizados y co-lectivos desplegados por los países del Surpara reformar las políticas del Fondo, yaque, si bien la estructura de gobierno delFMI no es democrática, existen espaciospara que el Sur aumente su poder e in-fluencia en la Organización.

Reinaldo Gonçalves, Profesor de Econo-mía de la Universidad Federal de Río deJaneiro, defendió en su presentación quetanto el FMI como el Banco Mundial soninstrumentos poderosos de política exte-rior utilizados por los países desarrolla-dos, particularmente los Estados Unidos,y que estas instituciones más bien habíancreado problemas, en lugar de solucio-narlos. Al identificar los problemas prin-cipales que necesitan abordarse, destacóla falta de transparencia en las institucio-nes y organizaciones que constituyen lossistemas monetarios y financieros inter-nacionales, la falta de regulación de de-terminadas áreas dentro de las operacio-nes financieras internacionales, como loscentros en el exterior; y la condicionalidady el �riesgo moral� asociados con los prés-tamos del FMI. Hizo un llamamiento paraque se invirtiera el proceso de liberaliza-ción financiera, con más control del capi-tal y determinadas restricciones tanto alas salidas como a las entradas de capital,bienes y servicios. Gonçalves tambiénabogó por que el Banco Mundial y el FMIse sustituyeran por un Fondo de Desa-rrollo Internacional que financiara pro-yectos sociales, económicos y ambienta-les en los países en desarrollo.

Peter Utting, Coordinador de Investiga-ción de UNRISD, evaluó la efectividad de

las iniciativas emprendidas en los últimostiempos para mejorar los resultados so-ciales y ambientales de las empresas mul-tinacionales, a través de normas estable-cidas por las diferentes partes interesadas,vigilancia y programas de certificación queinvolucran organizaciones multilateralesy no gubernamentales. Consideró que al-gunos de estos programas tienen mejorasrespecto a iniciativas voluntarias asocia-das con la �autorregulación empresarial�(como por ejemplo los códigos de con-ducta de las empresas), las cuales gene-ralmente son débiles en términos de dise-ño, aplicación e impacto. No obstante,observó cierta flaqueza en las iniciativasde las contrapartes interesadas, así comolímites con respecto al grado en que talesprogramas pueden ampliarse. En la ac-tualidad, no sólo participan relativamen-te pocas empresas, sino que además losprocesos de vigilancia, de presentación deinformes y de certificación que éstas pro-mueven suelen ser complejos y costosos.Utting consideró improbable que tal en-foque llegara a ser un sistema mundialefectivo para la regulación de las empre-sas multinacionales, y señaló la necesidadde prestar más atención a la creación oexpansión de �procedimientos de presen-tación de quejas�, que permitieran iden-tificar y hacer frente a la vulneración delas normas por parte de dichas empre-sas. Los sistemas de regulación basadosen la presentación de quejas abarcaríanvarios tipos de actores y procesos, inclu-yendo agencias de la ONU, marcos legis-lativos nacionales, organizaciones no gu-bernamentales de control, sindicatos,medios de comunicación, institucionesmediadoras (con funciones similares a lasdel Defensor del Pueblo), y activismo deaccionistas y consumidores.

En su contribución a los debates, DavidKorten, Presidente del People-CenteredDevelopment Forum, hizo un llamamien-to para que se emprendiera una ampliareforma de la gobernabilidad y de la ren-dición de cuentas de las empresas multi-

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 31

REPORTAJE INTERNO: SEMINARIO / PUNTO DE VISTA

nacionales a escala mundial. Señaló que,dado que la empresa de responsabilidadlimitada que cotiza en la Bolsa se habíaestablecido como una forma institucionallegal para explotar a los pueblos, merca-dos y recursos de los territorios colonia-les, y para proteger asimismo los podero-sos intereses económicos de la rendiciónde cuentas, ésta no debería desempeñarun papel en el establecimiento o lareformulación de la política pública y delas prioridades en las sociedades demo-cráticas. A su juicio, ni las iniciativas vo-luntarias ni la regulación pública, poco sis-temática, podrían hacer frente a losnegativos efectos ambientales y socialesde las actividades realizadas por las em-presas multinacionales. Abogó por el es-tablecimiento de varios requisitos alter-nativos para abordar los siguientesproblemas: la eliminación de formas ins-titucionales que concentran el poder eco-nómico y que son inmunes a la rendiciónpública de cuentas; la desintegración delos monopolios; la redistribución equita-tiva de los derechos de propiedad; el for-talecimiento y la democratización de las

Naciones Unidas, y la desarticulación delBanco Mundial, el FMI y la OrganizaciónMundial del Comercio.

Al retomar la cuestión de las grandes ONGde desarrollo, Deborah Eade, editora dela publicación Development in Practice,identificó las tendencias recientes conrespecto a sus criterios y funciones. És-tas incluían el creciente reconocimientode las limitaciones de las actividades rea-lizadas en el marco de proyectos paraluchar contra la pobreza y la necesidadapremiante de establecer una política deapoyo para cambiar el entorno político;el énfasis cada vez mayor en la demo-cratización y la gobernabilidad; la pre-sión ejercida sobre las ONG para queparticipen en la prestación de servicios;y la competencia cada vez mayor entrelas ONG para tener acceso a los mediosde difusión y acaparar la atención delpúblico, al objeto de conseguir más in-fluencia y recursos. Teniendo en cuentaestas tendencias, se plantean cuestionesimportantes sobre el modo en que se es-tablecen los programas; la legitimidad

de que las ONG asuman la defensa deuna política en nombre de terceros y suobligación de rendir cuentas a una granvariedad de partes interesadas; y la di-visión de la fuerza laboral entre las ONGdel Norte, que participan en una políti-ca de apoyo destacada, y las ONG delSur, que se limitan a llevar a cabo pro-yectos y a proporcionar información.Eade hace un llamamiento para que seabandone la �política de apoyo pater-nalista� y se adopte una �política de apo-yo participativa�, cambio de orientaciónque supondría el establecimiento deamplias alianzas de la sociedad civil yde los movimientos ecologistas, una �po-lítica de apoyo centrada en las perso-nas�, que permita a las mismas nego-ciar sus propios derechos; y�en lugarde establecer programas y destinar re-cursos en proporción�la actuaciónsolidaria de las ONG internacionales.

Los resúmenes de estas presentaciones

del seminario están disponibles en

www.unrisd.org.

C ualquier funcionario de las Nacio-nes Unidas que asistiera al Foro

Social Mundial (FSM), celebrado enPorto Alegre, Brasil en 2002, se hubierasorprendido ante el hecho de que mu-chos activistas, no obstante su crítica delas Naciones Unidas, siguen creyendo enla organización. Contrariamente a lasdemandas de reducción radical o deabolición de organizaciones como la Or-ganización Mundial del Comercio, elBanco Mundial y el Fondo Monetario In-ternacional; muchas organizaciones dela sociedad civil están solicitando la re-forma de las Naciones Unidas, perotambién su fortalecimiento. Sin embar-go, las relaciones de las Naciones Uni-das con las empresas multinacionalesson motivo de considerable inquietud.La reciente formación de �alianzas�entre organizaciones de las Naciones

El Pacto Mundial y la sociedad civil: Previniendo un curso de colisiónPeter Utting

Unidas y empresas multinacionales ponede relieve la naturaleza cada vez másestrecha de esta relación. El perfil másdestacado de estas asociaciones es elPacto Mundial, donde, a finales de 2001,se ha registrado el apoyo de aproxima-damente 400 empresas en 30 países.Estas empresas han acordado respetarlos nueve principios relacionados con losderechos humanos, las normas labora-les y la protección ambiental. En el ForoSocial Mundial, el Pacto Mundial fueobjeto de duras críticas.

En el artículo �Las asociaciones entre laONU y el sector empresarial: ¿Qué es loque está en juego?� (UNRISD Informa,Núm. 23, otoño/invierno de 2000), elautor (del presente documento) señalóque uno de los riesgos asociados al es-trechamiento de las relaciones entre las

Naciones Unidas y las empresas multi-nacionales era el aumento de las tensio-nes entre las Naciones Unidas y deter-minadas partes integrantes de lasociedad civil. En efecto, estas tensio-nes se han incrementado en los dos úl-timos años, lo que se pone claramentede manifiesto en las comunicacionesentre la oficina del Pacto Mundial y laONG Corpwatch, con sede en EstadosUnidos. No deberían sorprendernos losdesacuerdos entre una oficina de Na-ciones Unidas y una ONG particular. Sinembargo, en este caso suscita inquietudque Corpwatch actúe como Secretaria-do de la Alliance for a Corporate-FreeUN (Alianza para unas Naciones Uni-das sin empresas), integradas por algu-nos grupos de investigación y apoyo muyconocidos y respetados establecidos tan-to en el Norte como en el Sur, tales como

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otoño/invierno 200232UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: PUNTO DE VISTA

Third World Network, el Instituto de Es-tudios Políticos, Focus on the GlobalSouth, y el Instituto Brasileño de Análi-sis Social y Económico (IBASE). En elForo Social Mundial, se mostró clara-mente que estos miembros de la Alian-za habían asumido un papel de liderazgoen el �movimiento� mundial encamina-do a imponer una alternativa al modelode la mundialización económica actual.Entre las 5,000 organizaciones presen-tes en el FSM, y muchas otras que nopudieron asistir a Porto Alegre, estas or-ganizaciones tienen un grado conside-rable de legitimidad.

Dado que parte del fundamento del Pac-to Mundial es la promoción de nuevasformas de �buen gobierno� basadas enel diálogo y la colaboración de las múlti-ples partes interesadas, es de lamentarque tal iniciativa proporcione una basede confrontación con algunos sectores dela sociedad civil. ¿Por qué surgen estastensiones? Se han expresado los siguien-tes motivos de inquietud:� Se han establecido pocos mecanis-

mos efectivos para asegurar quelas empresas cumplan con losprincipios del Pacto Mundial.

� En lugar de mantenerse paraabordar y asimilar los nueveprincipios de un modo con-sistente, las empresas puedenelegir los principios y actividadesempresariales que desean acometer.

� El Pacto Mundial se ocupa másen mejorar la imagen y la legitimi-dad de las grandes empresas queen mejorar las normas socialesy ambientales.

� La teoría del �aprendizaje social�y el enfoque sobre �las mejoresprácticas� que sostienen el PactoMundial contienen imperfecciones,ya que generalmente ignoran laspresiones claves y los marcosinstitucionales que alientan alas empresas a mejorar sus princi-pios, a evitar �las malas prácticas�y a ignorar factores estructuralesfundamentales y de otro tipoque fomentan la irresponsa-bilidad empresarial.

Los estudios realizados actualmente enel marco del proyecto de UNRISD sobreResponsabilidad Empresarial para elDesarrollo Sostenible�donde se exami-nan las asociaciones empresariales y laresponsabilidad social de las empresas�ha suscitado igual preocupación, porlo que se precisa otro enfoque. ¿Cómopuede evolucionar la situación? Cabecontemplar tres perspectivas.

En primer lugar, las Naciones Unidaspueden seguir captando empresas mul-tinacionales a través de iniciativas vo-luntarias relativamente débiles. Dejan-do a un lado la cuestión de si este tipode captación es efectiva para la pro-moción de la responsabilidad social delas empresas, la continuación de estapráctica puede enfrentar a las Nacio-nes Unidas a un vociferante sector dela sociedad civil. Este tipo de tensiónaparentemente contradiría el espírituque las Naciones Unidas han tratadode lograr por más de una década, entérminos de acuerdos relativos a la go-bernabilidad global que implican me-jores relaciones con la sociedad civil.

En segundo lugar, las Naciones Unidaspueden tener en cuenta no sólo los lla-mamientos de la Alliance for a Corporate-Free UN, sino también del Alto Comisio-nado de las Naciones Unidas para losDerechos Humanos y otras partes inte-resadas en el Pacto Mundial, que han pro-puesto la modificación o reelaboración delPacto para garantizar el cumplimiento delos nueve principios fundamentales porparte de las empresas. Algunas ideas opropuestas de reforma suponen la pro-tección de empresas participantes poten-ciales; una mayor transparencia de la par-ticipación de las empresas en el Pacto;obligar a las empresas a presentar infor-mes sobre los nueve principios fundamen-tales; prestar más atención y revelar pú-blicamente informaciones y observacionesde partes interesadas no empresariales;vigilancia independiente del cumplimien-to; controles más estrictos del modo enque las empresas �utilizan� su asociacióncon las Naciones Unidas; y otras medi-das de protección contra empresas que

utilizan el Pacto fundamentalmente a losefectos de las relaciones públicas.

Si se modificaran tales formas, el Pactopodría servir para mejorar las relacionesentre las Naciones Unidas y la sociedadcivil, y para promover de un modo másefectivo la responsabilidad empresarial.Por supuesto, una consecuencia inespe-rada podría ser que las empresas se reti-raran. (Una de las mayores partidariasdel Pacto, la Cámara Internacional delComercio, ha expresado claramente que�se mostraría desconfiada� ante tales cam-bios.) Algunos sostienen que esto no puedeser perjudicial: muchas grandes empre-sas multinacionales ya participan en lasiniciativas voluntarias de responsabilidadempresarial y en la presentación de in-formes sobre �las mejores prácticas� y,desde la perspectiva del desarrollo socialy sostenible, su participación en el Pactoapenas supone un valor agregado. Perola retirada de las empresas podría soca-var algunos beneficios potenciales delPacto. En algunos países desarrollados yen transición, el Pacto serviría para crearconciencia sobre cuestiones relativas a laresponsabilidad empresarial. Otra ven-taja del Pacto sería que las empresas mul-tinacionales se hallarían bajo la compe-tencia de la legislación internacional�aunque algunos tipos de legislaciónsean �blandos�. A menudo se cree equi-vocadamente, por ejemplo, que la De-claración Universal de los Derechos Hu-manos está orientada a los Estados y noa las empresas. El Pacto Mundial podríaayudar a subsanar este error al hacer másexplícita la conexión entre las empresasy la legislación internacional sobre dere-chos humanos.

La tercera perspectiva supone continuarcon el experimento del Pacto Mundial,con o sin mayores reformas, y buscar unenfoque alternativo, dentro del sistemade las Naciones Unidas. El Pacto estipulaque no pretende sustituir otros enfoques�reguladores� a nivel internacional ba-sados en la vigilancia y el cumplimiento.Sin embargo, en la práctica, éste es casiel único enfoque existente en el que par-ticipan un número considerable de em-

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 33

REPORTAJE INTERNO: PUNTO DE VISTA

presas. Un motivo de inquietud funda-mental acerca de las alianzas entre lasNaciones Unidas y las empresas multi-nacionales en general es el hecho de queéstas reflejan un cambio de perspectivaa través del cual algunas iniciativas vo-luntarias poco entusiastas han despla-zado mecanismos y acuerdos institucio-nales importantes que implican laadopción de las siguientes medidas: nue-vas formas de legislación internacional;vigilancia o control de las actividades delas empresas multinacionales; mediacióny arbitraje de conflictos; y estudios críticossobre las alternativas reguladoras y los

efectos sociales, ambientales y de desa-rrollo en las empresas multinacionales.

Se han presentado algunas ideas y pro-puestas relativas al sistema de las Nacio-nes Unidas que podrían servir paracorregir este desequilibrio (véase el cua-dro), aunque las iniciativas emprendidasde conformidad con aquellas han sidoextremadamente lentas o no existen. Silas Naciones Unidas se compromete apromover la responsabilidad social de lasempresas, así como la gobernabilidad yla participación de múltiples partes inte-resadas, entonces este sería sin duda el

momento de considerar más seriamentedichas alternativas.

Peter Utting, Coordinador de Investi-

gación en UNRISD, dirige la labor del

Instituto en materia de responsabilidad

social y ambiental de las empresas. Se

reconoce y agradece la colaboración de

Désirée Abrahams, Asistente de Investigación.

Este artículo se encuentra igualmente,

en su forma modificada, en Development

in Practice, vol. 12, núm. 5, noviembre

de 2002, pp. 644�647.

Reconsiderar las relaciones entrelas Naciones Unidas y las empresas

� Amigos de la Tierra Internacional propuso que enla Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sosteni-ble se considerara una Convención sobre respon-sabilidad empresarial que estableciera y cumplie-ra unas normas sociales y ambientales mínimas,alentara la presentación efectiva de informes, yofreciera incentivos para que las empresas mul-tinacionales tomaran medidas para evitar efec-tos negativos.

� El Foro Internacional sobre la Mundialización haabogado para la creación de una Organizaciónde las Naciones Unidas para la ResponsabilidadEmpresarial que proporcionaría información so-bre prácticas empresariales, como base para lasacciones legales y los boicoteos de los consumi-dores. Christian Aid ha propuesto crear una Au-toridad Reguladora Mundial que establecería lasnormas de conducta de las empresas multina-cionales, vigilaría el cumplimiento de las mismasy se encargaría de las infracciones. Otros hansolicitado la reactivación del antiguo Centro deEmpresas Multinacionales de las Naciones Uni-das, algunas de cuyas actividades se transfirie-ron a UNCTAD hace un decenio.

� La Subcomisión de Promoción y Protección de losDerechos Humanos ha establecido un Grupo deTrabajo sobre empresas multinacionales, que estáconsiderando el Código de Conducta para éstas yotras empresas y ha redactado los Principios yResponsabilidades de Derechos Humanos para lasEmpresas Multinacionales y otras. El Grupo deTrabajo también ha propuesto la creación de enti-

dades que colaboren en la aplicación de los Prin-cipios y en la vigilancia del cumplimiento.

� Se ha propuesto que la Comisión de DerechosHumanos de las Naciones Unidas establezca unRelator Especial sobre las empresas multinacio-nales, y que otros relatores especiales actualesse encarguen de abordar los problemas relativosa las empresas multinacionales. También se haseñalado la necesidad de ampliar las obligacio-nes legales internacionales en el ámbito de losderechos humanos, y de poner las empresas bajola jurisdicción del Tribunal Penal Internacional.

� Al negociar con las empresas, las Naciones Uni-das podrían imponer o ampliar las normas de ad-quisición relativas a las normas sociales yambientales.

� Los sindicatos y otras partes interesadas han ex-hortado durante muchos años a la OIT a fortale-cer sus actividades de seguimiento y sus procedi-mientos para analizar los conflictos relacionadoscon la Declaración tripartita de principios sobre lasempresas multinacionales y la política social, quehan seguido siendo extremadamente débiles.

� Las agencias especializadas de las Naciones Uni-das, como la UNCTAD, el PNUD, el PNUMA y laOMS, así como la OIT, no deberían desenten-derse del estudio crítico y el análisis de políticassobre las empresas multinacionales, y sobre susefectos sociales, medioambientales y de desa-rrollo en los países en desarrollo y en las iniciati-vas reguladoras.

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otoño/invierno 200234UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIA

Esta conferencia congregó a miem-bros del equipo de UNRISD que

habían realizado estudios de campo enlos dos últimos años en varios paísesdel África Subsahariana, Brasil yUzbekistán, en el marco del proyectode UNRISD sobre cambio agrario, gé-nero y derechos agrarios. También par-ticiparon algunos especialistas que sededican al análisis de cuestiones relati-vas al cambio agrario en otros contex-tos regionales. La conferencia brindóal equipo de investigación la oportuni-dad de presentar los resultados de susestudios, de obtener retroalimentaciónal respecto y de identificar cuestionescomparativas resultantes de los estu-dios de caso por países, antes de con-cluir y publicar sus documentos. Laspresentaciones y discusiones fueronmuy variadas; no obstante, se plantea-ron tres temas generales.

El primer tema hace referencia a laspolíticas e instituciones relativas a la te-nencia de la tierra, y a la medida enque éstas pueden incluir los intereses delas mujeres y facilitar su representacióny participación en las decisiones de ad-ministración de la tierra. En uno de losestudios detallados se hace referencia alsurgimiento de un consenso aparente,entre los actores de diferentes posturasideológicas y políticas, sobre la cuestiónagraria en el África Subsahariana. Endicho estudio se descubre que la Divi-sión de Política Agraria del Banco Mun-dial, tras un proceso de replanteamien-to, rechaza en esencia la reforma de latenencia de la tierra basada en inter-venciones estatutarias (tales como la ob-tención de títulos de propiedad de lastierras)�lo que supone una rupturatajante con los sistemas tradicionales�y, en su lugar, subraya la importancia de�basarse en el sistema consuetudinario�.En teoría, esto reduciría tanto los gastoscomo los conflictos agrarios. Al mismotiempo, muchas fuerzas progresivas, in-cluidas algunas organizaciones interna-

Cambio agrario, género y derechos agrarios6�7 de noviembre de 2001, Ginebra

cionales no gubernamentales, comoOxfam UK, consideran que insistir enpotenciar la gestión agraria a nivel localsupone apoyar los procesos de enajena-ción y �apropiación de las tierras�.

Sin embargo, se plantearon cuestionesen torno al papel que desempeñan lasinstituciones locales en la gestión de latenencia, la administración y el arbitrajede las tierras�asunto particularmentepertinente cuando la tendencia actualhacia la descentralización está condu-ciendo a la reorganización de los pape-les y poderes de los actores locales ennombre de su participación más activaen las cuestiones de gobernabilidad.¿Estos sistemas de gestión a nivel localfavorecerán en mayor grado los intere-ses de las mujeres que las intervencio-nes estatutarias a nivel nacional? Estono es seguro, ya que posiblemente lasmujeres no tienen suficiente voz políti-ca en cuanto a la toma de decisionesrelativas a las cuestiones agrarias, in-cluyendo los sistemas de gestión local.Además, si bien algunos participantespusieron en duda las limitaciones de lalegislación y la reforma legal como ins-trumentos orientados a impartir justi-cia en la distinción por género, tambiénse señaló que era engañoso el dualismomantenido por algunos defensores de losderechos de las mujeres y por autori-dades políticas, que yuxtaponían los tér-minos �estatutario� a �consuetudina-rio�. En primer lugar, existen numerosaspruebas de que estos dos ámbitos seconstituyen mutuamente y de que, enla práctica, las mujeres recurren a estasdos series de principios al reclamar susderechos a los recursos rurales. En se-gundo lugar, se temía que si el Estadoabdicaba sus responsabilidades en losámbitos de la política económica y social,el discurso del �sistema consuetudina-rio� podría reforzar una nueva políticade �tradicionalismo��el resurgimien-to del caciquismo, por ejemplo�lo quepodría entrar en conflicto con los prin-

cipios democráticos y la agenda de losderechos de las mujeres.

El segundo tema de discusión en la con-ferencia se refiere a la naturaleza con-tingente de la cuestión agraria y al gra-do en que su importancia varía endiferentes contextos. De forma más es-pecífica, ¿cómo puede formularse lacuestión agraria y del género de formaque se tengan en cuenta las diferentesvariables que intervienen y determinandónde y en qué situaciones la tierra lle-ga a ser un recurso crítico y a formarrealmente parte de las luchas de los pue-blos, y de las mujeres, por la supervi-vencia y la mejora de su situación so-cioeconómica, y cuándo llega a ser unaresponsabilidad? Ya sea en el contextode los debates nacionales sobre la re-forma de la tenencia de la tierra o en ladinámica política asociada con la des-centralización, los intereses de las mu-jeres por la tierra se han convertido enuna cuestión controversial. En algunospaíses, han surgido tensiones y divisio-nes en la sociedad civil: si bien algunosdefensores de la política han considera-do que reconocer los derechos agrariosinequívocos de las mujeres constituyeuna intervención política �acertada�(porque supuestamente aumenta supoder de negociación en los hogares, conindependencia de fuerzas contextualesmás amplias), otros se han opuesto ca-tegóricamente a los derechos agrariosde aquellas, porque consideran que estoempeoraría la situación, ya que los gru-pos de presión a favor de la liberaliza-ción aprovecharían la ocasión para abrirlos sistemas �consuetudinarios� de lagestión agraria a las fuerzas de merca-do y los intereses comerciales extranje-ros. Esta dicotomía es peligrosa, ya quedescarta el tipo de análisis matizado quese precisa para identificar situaciones enque el acceso inadecuado a las tierraslimita seriamente las empresas agríco-las administradas por las mujeres. Tam-poco puede facilitar la presentación de

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 35

REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIAS

propuestas políticas apropiadas paraimpartir justicia en lo concerniente a laasignación de recursos a las mujeresrurales�como viudas/ hijas que vivenen hogares dominados por hombres ycomo miembros de clases y comunida-des sociales vulnerables que corren elriesgo de enajenación de sus tierras yde que no se reconozcan sus derechosen el contexto de la liberalización.

Por último, los efectos de los dos pilaresgemelos del sistema neoliberal�las po-líticas macroeconómicas deflacionistasy la liberalización externa�en los me-

dios de vida agrarios en los países endesarrollo, han despertado la preocu-pación. Uno de los participantes de laconferencia especificó los mecanismosque habían movido la ralentización dela economía mundial hacia el ámbitoagrario, provocando una crisis de pro-porciones considerables en muchas par-tes del mundo en desarrollo. Las políti-cas de liberalización externa, la caídade los precios de muchos productos ex-portados por los países en desarrollo; laamenaza que las importaciones de gra-no a un costo excepcionalmente bajo su-pusieron para los agricultores de los

países en desarrollo; los consiguientescambios en los modelos de cultivo; y losrecortes del gasto público destinado aldesarrollo rural, se consideraron facto-res importantes que contribuían a la cri-sis actual de los medios de vida.

Esta conferencia fue una iniciativa

conjunta de UNRISD y el Foro para

los Estudios Sociales de Addis Abeba,

Etiopía. Los resultados del proyecto

de UNRISD sobre cambio agrario,

género y derechos agrarios se publicarán

en enero de 2003 en un número especial

del Journal of Agrarian Change.

Esta conferencia, una iniciativa con-junta de UNRISD y la Fundación

Ford, congregó a 29 científicos socialesprocedentes de países desarrollados y endesarrollo para que intercambiaranideas sobre un enfoque alternativo a laperspectiva neoliberal de las cuestionesde desarrollo. Se discutió cómo podíaservir la economía para habilitar al Sury cómo reactivar la economía del desa-rrollo�no como una rama divergentede la economía dominante, sino comouna disciplina cuya función es abordarlos problemas fundamentales a que sue-len enfrentarse los países en desarrollo.

Las discusiones mantenidas en esta re-unión de dos días se estructuraron encinco temas principales: la caída de laeconomía del desarrollo, las tendenciasintelectuales actuales, los nuevos desa-fíos, las perspectivas regionales, y lasestrategias y actividades futuras.

Al intercambiar opiniones sobre el pri-mer tema, los participantes de la con-ferencia dieron diversas explicaciones almenoscabo de la economía del desarro-llo en los decenios de 1970 y 1980. Has-ta los años 70, los problemas del bien-estar y el desempleo en los paísesdesarrollados, y los de la pobreza y sub-

La necesidad de reconsiderar la economía del desarrollo7�8 de septiembre de 2001, Ciudad del Cabo, Sudáfrica

desarrollo en los países en desarrollo, sehabían interpretado, respectivamente,desde la perspectiva de la economíakeynesiana y la �economía del desarro-llo�. Los participantes convinieron enque la crisis del petróleo, la inflaciónacompañada del estancamiento de laeconomía y el consecuente endeuda-miento de los países en desarrollo su-pusieron una dura prueba para los mo-delos y teorías que habían sostenido laspolíticas tanto del bienestar como deldesarrollo. Los participantes afirmaronque la contrarrevolución neoclásica y elpredominio del monetarismo en los paí-ses altamente industrializados tambiéncontribuyeron a la mengua de la eco-nomía del desarrollo en el Sur. Algunosparticipantes señalaron que la econo-mía del desarrollo fue igualmente con-siderada culpable debido a su asocia-ción con estructuras de gobiernoautoritarias, lo que menoscabó el atrac-tivo para muchos movimientos socialesemergentes asociados con la tendenciahacia la democratización.

Además de atribuir la caída de la eco-nomía del desarrollo a las crisis econó-micas de los decenios de 1970 y 1980�y al predominio ideológico del neolibe-ralismo en las instituciones financieras

internacionales y en los países de laOrganización para la Cooperación yDesarrollo Económicos (OCDE)�losparticipantes observaron que la desapa-rición de la disciplina estaba estrecha-mente relacionada con la interpretaciónde la experiencia del desarrollo en laposguerra. Hasta 1993 se había hechoreferencia al rendimiento económicoespectacular de los países de Asia Orien-tal, para probar que la confianza en lasfuerzas del mercado era una decisiónacertada. Por el contrario, las �décadasperdidas� de gran parte de África yLatinoamérica se atribuyeron a la �pla-nificación del desarrollo�, que distorsio-nó los precios y provocó un crecimientomás lento. Así pues, se evocaron las ex-periencias de los Estados quintaesen-ciales del desarrollo como evidencias encontra de la economía del desarrollo.

Las discusiones sobre el segundo temaadoptaron la forma de respuestas di-vergentes a la pregunta: �¿Cuál debe-ría ser la relación entre una nuevaeconomía del desarrollo y la economíadominante?� Un grupo propuso unaclara separación de la economía domi-nante, que insiste en aplicar �parches�políticos o sociales para explicar por quélos resultados económicos se diferencian

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otoño/invierno 200236UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIA

de los anunciados por la teoría neoclá-sica. Así pues, la reactivación de la eco-nomía del desarrollo debería tener lugarfuera de los modelos y métodos de laeconomía dominante, es decir, deberíaestablecerse en marcos históricos espe-cíficos, y tener en cuenta instituciones,prácticas y valores socioculturales, y es-tructuras de gobierno. Sin embargo,otro grupo de participantes consideróque muchas críticas importantes en laeconomía dominante podrían utilizarsetanto para denunciar las políticasneoliberales como para contribuir alnuevo replanteamiento del desarrollo.Estas críticas rigurosas podrían y de-berían emplearse en enfoques no orto-doxos. A juicio de estos participantes, lametodología en sí misma debería sermenos importante que los esfuerzos sin-ceros para conseguir el auténtico desa-rrollo en diferentes entornos históricose institucionales.

Los activistas recomendaron actuar concautela, al señalar que, si bien las teo-rías económicas �erróneas� habían des-empeñado un papel fundamental entodo esto, la adopción de modelos eco-nómicos particulares por parte de lasautoridades políticas es en esencia unaelección política. En los últimos añosvarios regímenes conservadores en paí-ses desarrollados se han visto en la ne-cesidad, aún en contra de sus principiosideológicos, de adoptar solucioneskeynesianas para hacer frente a las pre-siones políticas.

A continuación, los participantes abor-daron los nuevos desafíos. La exhorta-ción a establecer una nueva economíadel desarrollo no obedece a un senti-miento de nostalgia por la �edad de oro�de la política del desarrollo, sino que másbien está motivada por la aplicacióninmediata del programa inherente a laeconomía del desarrollo�la erradica-ción de la pobreza a través del desarro-llo económico y una distribuciónequitativa. Sin embargo, los participan-tes convinieron en que, en vista de lasdiferentes circunstancias y las experien-cias acumuladas, el nuevo modelo de-

bería hacer frente a nuevas cuestionesde índole muy diversa en un entornomundial totalmente cambiado. Éstasincluyen el entorno internacional dis-tinto, cambios en la economía, nuevasopiniones del Estado, y el nuevo pro-grama social.

Con relación a estos nuevos parámetros,se llegó a un consenso acerca de la ne-cesidad de realizar un enfoque más in-tegrado sobre la economía. No obstan-te, tuvo lugar un intenso debate en tornoa los medios que debían emplearse parala consecución de este objetivo. Si bienalgunos participantes señalaron la ne-cesidad de enfocar los esfuerzos haciala integración práctica, en lugar de bus-car una �gran teoría� para rebatir elmodelo neoclásico, otros pusieron derelieve el valor de una nueva teoríaeconómica. Se precisarían fundamen-tos intelectuales sólidos para luchar con-tra el sistema predominante. Los par-ticipantes insistieron igualmente en lanecesidad de establecer un fuerte vín-culo entre la investigación y la políti-ca�en particular en cuanto a la inves-tigación que ayudaría a las autoridadesdecisorias a formular políticas de desa-rrollo acertadas.

El cuarto tema de discusión giró en tor-no a experiencias regionales. Las obser-vaciones de algunos participantes deLatinoamérica se centraron en los flu-jos de capital internacional, la inversiónextranjera directa y el papel que des-empeñan las instituciones financieras enlos procesos de desarrollo nacionales.Las discusiones sobre Kerala, India pu-sieron de relieve el modo en que el pro-ceso de descentralización había sido unaexperiencia exitosa de la transición de-mocrática desde abajo. Asimismo, enCanadá, lo que comenzó como un mo-vimiento provincial para desafiar lasasignaciones presupuestarias, ha alcan-zado progresivamente un nivel nacio-nal, ya que el presupuesto federal al-ternativo se determina mediante unproceso participativo de los ciudadanosen todo el país. Esto podría servir demodelo sobre cómo lograr que la políti-

ca económica sea más democrática.También se describió un enfoqueparticipativo sobre la formulación depolíticas en algunos países del Sur deÁfrica, si bien una serie de limitaciones�incluyendo la capacidad limitada delgobierno y las estructuras instituciona-les mal adaptadas�han impedido quese hayan alcanzado todos los objetivos.Por último, se señaló que, al analizarlas experiencias de las economías entransición, debía aprenderse que la ra-pidez de las reformas reviste menos im-portancia que la solidez de las institu-ciones. En efecto, en muchos de estospaíses, la reforma democrática, cuan-do el Estado de derecho es débil, puedetener consecuencias negativas tanto enla capacidad de las instituciones comoen el crecimiento económico.

El último tema abordado durante laconferencia giró en torno a las estrate-gias y actividades futuras. Gran parte deesta discusión se basó en un acuerdogeneral sobre la falta de visibilidad quecaracteriza la investigación sobre el de-sarrollo en los países en desarrollo, ysobre la necesidad apremiante de pro-ducir una nueva generación de econo-mistas del desarrollo que combinen sucompetencia profesional con perspec-tivas críticas. Un resultado concreto dela conferencia fue el establecimiento,por parte de algunos participantes, dela organización International Develop-ment Economics Associates (IDEAs),asociación internacional de investigación,independiente de UNRISD, que tendrápor objeto crear una red pluralista deeconomistas heterodoxos comprometi-dos con la enseñanza, la investigacióny el análisis crítico del desarrollo eco-nómico. Para obtener más informaciónsobre esta iniciativa, puede consultarseel sitio Web www.networkideas.org.

Se publicará un informe completo de

la conferencia en el próximo número

de UNRISD Conference News.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 37

REPORTAJE INTERNO: TALLER

Este seminario congregó a más de 30representantes de organizaciones no

gubernamentales (ONG) establecidas enPerú, empresas del sector privado, ins-tituciones académicas y organizacionesinternacionales. Las discusiones mante-nidas durante esta reunión de dos días,organizada con la colaboración de laFacultad de Ciencias Sociales de laPontificia Universidad Católica del Perú,sirvieron para enriquecer los resultadospreliminares de la investigación realiza-da por UNRISD sobre la responsabili-dad social y ambiental de las empresas(RSAE) en Perú.

Peter Utting, Coordinador de Investiga-ción de UNRISD, inauguró la reunióncon una evaluación de las fortalezas ydebilidades de la política internacionalactual de la RSAE. Su presentación fueseguida de una discusión sobre la efecti-vidad de diferentes tipos de enfoquesvoluntarios y reguladores en los contex-tos de los países en desarrollo. Los par-ticipantes subrayaron que, en talescontextos, las empresas tanto estatalescomo nacionales a menudo carecen dela voluntad política y los recursos nece-sarios para mejorar las normas socialesy ambientales, y las organizaciones y re-des de la sociedad civil pueden no sersuficientemente firmes o tener otras pre-ocupaciones más apremiantes.

El seminario continuó con una presen-tación de Renato Alva Pino, Asistente deInvestigación de UNRISD, que destacólos resultados preliminares obtenidospor UNRISD sobre la RSAE en Perú.Varias empresas multinacionales, enparticular en el sector de la minería, hanadoptado el discurso de la responsabi-lidad empresarial en los últimos años, yuna serie de empresas nacionales y aso-ciaciones comerciales están promovién-dolo igualmente. Este concepto comen-zó a despertar interés a principios deldecenio de 1990, en un contexto de cri-sis económica, social y política, cuando

La responsabilidad social y ambiental de las empresas en Perú4�5 de septiembre de 2001, Lima, Perú

algunos líderes de empresas nacionalesse esforzaron por desempeñar un papelmás importante en el desarrollo nacio-nal, haciendo frente a cuestiones no sóloeconómicas, sino también sociales y po-líticas. Sin embargo, las medidas volun-tarias que se han adoptado generalmen-te se limitan a unas pocas iniciativasasociadas con la educación, la atencióna la salud, proyectos de desarrollo co-munitario y ayuda humanitaria. Algu-nas de las empresas que adoptan las ini-ciativas de la RSAE están respondiendofundamentalmente a la presión exter-na�como las inquietudes expresadaspor consumidores y activistas de paísesdel Norte. Alva Pino concluyó afirman-do que la política de la RSAE en Perúno concede necesariamente prioridad acuestiones y preocupaciones nacionalescomo la corrupción y la discriminación.Sin embargo, con relación a la respon-sabilidad ambiental, la regulación gu-bernamental ha desempeñado un pa-pel importante.

Existe una brecha considerable entre lateoría y la práctica de la RSAE. La difí-cil situación económica en que se hallala mayoría de las industrias nacionalesy la falta de presión concertada por par-te de la sociedad civil son dos restric-ciones claves para el progreso en relacióncon la RSAE. Algunos participantes se-ñalaron importantes impedimentos deíndole estructural y cultural con rela-ción a la RSAE, por ejemplo, en cuantoa las características específicas del ca-pitalismo nacional en Perú y a las rela-ciones sociales en el lugar de trabajo.También pusieron énfasis en el modoen que las políticas económicas neoli-berales y el sistema político autocráticoestablecido durante el decenio de 1990habían creado un marco desfavorablepara la RSAE.

En el segundo día del seminario, dosempresas destacadas expusieron susestrategias para promover la RSAE.

Barrick, una gran empresa multinacio-nal de minería, presentó su programasocial para las comunidades de las zo-nas mineras. Si bien la empresa habíaadoptado una gran diversidad de ini-ciativas, el gran potencial de las mis-mas se veía limitado por la extensiónde la pobreza, la falta de apoyo estataly de servicios en las zonas mineras, ylos problemas generados por la descon-fianza de las comunidades. La segun-da empresa, Corporation Backus, unacompañía peruana, describió las ini-ciativas que había adoptado en los ám-bitos de la educación, la cultura, el artey la atención a la salud. En las discu-siones que tuvieron lugar a continua-ción, los participantes del seminario ex-presaron su inquietud por la falta deindicadores de responsabilidad socialy ambiental en estos programas, porla sustentabilidad de los proyectos dela RSAE y por sus relaciones con par-tes interesadas, como organizacionesde trabajadores y consumidores.

En la última sesión, la asociación de em-presas Perú 2021 presentó su proyectoCadena, encaminado a adoptar siste-mas de gestión ambiental a través de laISO 14000. La ONG Centro de Aseso-ría Laboral del Perú (CEDAL), presen-tó a continuación una serie de indica-dores basados en los convenios de laOrganización Internacional del Traba-jo, que se utilizan actualmente para eva-luar la responsabilidad social de las em-presas con respecto a sus trabajadores.

En conclusión, los participantes esta-ban de acuerdo en que hay una necesi-dad de integrar a las pequeñas ymedianas empresas en la política de laRSAE, y de crear una cultura y un mo-vimiento de responsabilidad empresa-rial más coherente con las característicasespecíficas de la situación en Perú.

Este taller fue financiado por

la Fundación MacArthur.

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otoño/invierno 200238UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIA

Esta conferencia marcó la conclu-sión oficial de un año de investi-

gaciones intensivas llevadas a cabo porun equipo de proyecto de UNRISD so-bre el papel de la tecnología de la in-formación y las comunicaciones (TIC)en la economía y sociedad senegalesas.Los intereses económicos, políticos yculturales de la TIC en Senegal�y susconsecuencias en el desarrollo social yla lucha contra la exclusión social enel país�fueron preocupaciones gene-rales que determinaron los diez estu-dios del proyecto.

La conferencia se estructuró en tornoa los tres temas siguientes: la TIC y eldesarrollo económico; la integraciónde la nueva tecnología en los mediosde comunicación y la educación; y laTIC, el desarrollo y la democratiza-ción. En sus observaciones iniciales,Abdoulaye Baldé, Secretario Generaldel Gabinete Presidencial, puso de re-lieve el interés del gobierno senegalés,así como su apoyo al trabajo realiza-do por los investigadores, y confió enque éste prepararía el terreno para unautilización más equitativa de la tec-nología a favor del desarrollo de lospaíses africanos.

La TIC y el desarrollo económicoEn la primera sesión de la conferen-cia se presentaron tres estudios. En dosde ellos se examinó el modo en que latecnología de la información estaba in-corporándose a las empresas forma-les del sector privado en Senegal. Enuno de ellos se hizo referencia a las opor-tunidades y amenazas que suponía elInternet para las pequeñas y media-nas empresas en Dakar, y cómo 79 deestas empresas estaban adaptándosea la nueva situación (por ejemplo, uti-lizando sitios Web y el correo electró-nico, formulando nuevas estrategias demercadotecnia, modificando políticasde personal, y estableciendo nuevas

La tecnología de la información y las comunicaciones en Senegal16�17 de julio de 2001, Dakar, Senegal

formas de trabajo). En el otro estudiose plantearon cuestiones similares para50 empresas industriales medianas ygrandes representativas (incluidasempresas activas en el sector pesquero,en el procesamiento de alimentos, laindustria textil y partes de máquinas),y se realizó un seguimiento de los cam-bios en la gestión, las relaciones conlos proveedores y los clientes, y la ela-boración de nuevos contratos interna-cionales. En dicho estudio también seevaluaron los supuestos costes y be-neficios de la adaptación al nuevo en-torno comercial.

En la tercera presentación se analiza-ron los resultados del estudio sobre lasconsecuencias de la tecnología de lainformación en el crecimiento y losmodelos de desarrollo económico enSenegal. Ésta incluía un componenteempírico que examinaba el modo enque esta tecnología estaba introdu-ciéndose en varios sectores de la eco-nomía senegalesa, que ha experimen-tado una crisis y sufrido los efectos devarios programas de ajuste estructu-ral. Se analizaron los cambios produ-cidos en las relaciones sociales y eco-nómicas debidos a la incorporación dela TIC en las industrias y sectores deservicios existentes, al igual que losesfuerzos desplegados para impulsarla economía local a través de la ocu-pación de nuevos segmentos en el cre-ciente mercado internacional de ser-vicios basados en Internet. Tambiénse señalaron algunas de las principa-les dificultades a las que posiblemen-te se enfrente un país como Senegalcuando comience a beneficiarse y aparticipar en la �nueva división labo-ral internacional�.

La TIC en los mediosde difusión y la educaciónEn dos de los cuatro estudios presen-tados en la segunda sesión de la con-

ferencia se expresó inquietud por laTIC y los medios de comunicación enSenegal. En uno de ellos se examinóel papel de los sistemas informáticosen la modernización del periodismo.El futuro del periodismo africano de-penderá en gran medida de su capa-cidad de utilizar la tecnología de lainformación para responder a las ne-cesidades locales. En este estudio sedescubrió que el acceso de los perio-distas a una parte de la tecnología�Internet en particular�y la utilizaciónde la misma sigue siendo limitado,mientras que el uso de teléfonos celu-lares, por ejemplo, está muy extendi-do. Esto obedece fundamentalmentea las limitaciones económicas del sec-tor. En el segundo estudio sobre losmedios de comunicación se examinó laevolución experimentada por la radio,que�especialmente tras la creación deemisoras de FM en 1990�se ha con-vertido en una fuente esencial de infor-mación en las lenguas locales para lamayoría de los senegaleses. La rela-ción de las preocupaciones locales ymundiales está complicándose cada vezmás en este medio, ya que la radio yla televisión por satélite comienzan aser nuevas fuentes de información yesparcimiento.

En los otros dos estudios abordados enesta sesión se examinaron la promo-ción y utilización de la TIC en el siste-ma educativo de Senegal, tanto en lasescuelas secundarias como en las uni-versidades. La introducción de orde-nadores en las escuelas secundariassigue siendo irregular y obedece casiexclusivamente de proyectos piloto quehan recibido subvención externa. Loslimitados recursos financieros y huma-nos han impedido la amplia utilizaciónde ordenadores en todo el país. Sinembargo, el 80 por ciento de las per-sonas encuestadas en el estudio consi-deraban indispensables la conectividad

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 39

REPORTAJE INTERNO: CONFERENCIA

y los ordenadores, ya que pueden ayu-dar a mitigar algunos tipos de proble-mas estructurales y organizativos quesurgen en la enseñanza secundaria;también pueden facilitar el acceso a ladocumentación y fuentes de informa-ción que, en caso contrario, no esta-rían disponibles; y pueden contribuira la adopción de la educación a dis-tancia y de otras estrategias que po-tencian la iniciativa tanto del personaldocente como de los alumnos.

Senegal se enfrenta a una serie de li-mitaciones en lo concerniente a laaplicación de la TIC en las universi-dades. Menos del 5 por ciento de lapoblación está matriculada en ins-tituciones de educación superior enel país. Si bien ya está saturada lacapacidad de las universidades, la de-manda sigue aumentando. Este pro-blema podría solucionarse parcial-mente si mejoraran la infraestructura,el equipo informático y la conectivi-dad, ya que se ofrecerían oportuni-dades para la educación a distancia yla investigación. Sin embargo, siguenplanteándose cuestiones importantessobre las mejores formas de integrarla TIC y sobre el papel que ésta des-empeña en la generación y transmi-sión de conocimientos. Además, lasfacultades universitarias no sólo de-ben seguir dominando un tema enparticular, sino que ahora tambiéndeberán tomar medidas para estaractualizadas en el �entorno de la tec-nología de la información�.

La TIC, el desarrolloy la democratizaciónLos participantes de la conferencia es-cucharon tres presentaciones duranteesta sesión. La primera se basó en unestudio donde se analiza el cambio enla política oficial sobre la informacióny la libertad de expresión en Senegal.Se examinó la gradual relajación delcontrol que el Estado ejerce sobre losmedios de comunicación y las inicia-tivas recientes para mejorar la comu-nicación con los ciudadanos a través

de la creación de oficinas a nivel devecindarios, donde cualquier personapuede tener acceso libremente a losregistros públicos y obtener documen-tos oficiales. En la presentación tam-bién se hizo referencia al papeldesempeñado por la TIC en las elec-ciones presidenciales de marzo de2000, que transfirieron el poder a unpartido de la oposición por primeravez desde la Independencia, en 1960.Las emisoras privadas de radio y losteléfonos celulares contribuyeron a ga-rantizar la transparencia y precisiónde los resultados electorales mostran-do así, de manera concreta, el modoen que las fuerzas sociales habían uti-lizado la TIC para ejercer presión porun cambio democrático en Senegal.

En la segunda presentación de estasesión se analizó el papel de la TIC enla transformación urbana de Senegal.El estudio se centró en el modo en quela tecnología de la información estásiendo utilizada para reforzar los in-tereses religiosos y comerciales de lacofradía de los Murides en Tuba, la se-gunda ciudad más grande de Senegal,en donde el rápido crecimiento de estahermandad se debe fundamentalmen-te a su papel ceremonial en las estruc-turas religiosas tradicionales de lasociedad Wolof. En el estudio se reve-la cómo los intereses de los Muridesestán siendo reforzados en los planostanto local como mundial�a travésdel crecimiento del sector comercialinformal multinacional, y de la crea-ción de vínculos religiosos multinacio-nales. También se muestra cómo lasnuevas oportunidades están cambian-do las identidades y las relaciones so-ciales�entre hombres y mujeres,líderes espirituales y seguidores�enun entorno históricamente tradicional.

Por último, los participantes asistie-ron a una presentación del estudiorealizado sobre el modo en que la TICfacilita las �relaciones a distancia�financieras y sociales, entre los mi-grantes senegaleses y su país de ori-

gen. El rápido crecimiento y la diver-sificación de los servicios de telefoníay las opciones de Internet están cam-biando la forma en que los migrantespueden participar en las decisionescotidianas sobre cuestiones familiaresy administrar empresas que depen-den de sus inversiones. La TIC tam-bién está estimulando el estableci-miento de nuevas empresas en lospaíses donde los migrantes trabajan,en respuesta a las demandas de suscompatriotas en Senegal en lo querespecta a servicios de transferenciade dinero, comunicaciones internacio-nales baratas y nuevas formas de can-jeo transnacional.

Se ha publicado (en francés) un

informe completo de la conferencia

en un número de UNRISD Conférence

Infos (véase la página 21), que también

puede consultarse en www.unrisd.org.

Algunos de los estudios discutidos en

la conferencia están disponibles en

www.unrisd.org. Los 10 estudios

están publicados conjuntamente (en

francés) en un volumen publicado por

UNRISD y Les Editions Karthala.

Estamos haciendo esfuerzos para

traducir los estudios al inglés.

El estudio sobre Senegal realizado

en el marco del proyecto sobre la

Tecnología de la Información y el

Desarrollo Social, incluida la

presente conferencia, fue financiado

por el Ministerio de los Países Bajos

para la Cooperación para el Desarrollo.

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otoño/invierno 200240UNRISD Informa Núm. 25

REPORTAJE INTERNO: IN MEMORIAM

Don McGranahan, uno de los fun-dadores de UNRISD y director del

Instituto de 1967 a 1977, falleció decáncer a finales de 2001 en una clíni-ca de reposo en Estados Unidos. Trasuna prestación meritoria del serviciomilitar en Europa durante la SegundaGuerra Mundial, cursó estudios de psi-cología experimental en Harvard. Acontinuación se incorporó a la que en-tonces era la Oficina de Asuntos So-ciales de las Naciones Unidas en Nue-va York, y adquirió renombre por sutrabajo sobre las interrelaciones entreel desarrollo económico y social, des-crito particularmente en el Report onthe World Social Situation de 1961.Como secretario del Comité de Exper-tos de Mahalanobis sobre la evaluaciónde los niveles de vida, y en reunionesinteragenciales llevadas a cabo en losaños 50 y principios de los 60, esta-bleció los cimientos para la labor delas Naciones Unidas con respecto a losindicadores sociales. En la publicaciónInternational Definition and Measure-ment of Levels of Living: An InterimGuide, identificó indicadores que hanpermanecido prácticamente igualeshasta la fecha.

Sobre la base del estudio de los perfi-les e indicadores del desarrollo, y conel objetivo de proseguir su labor, obtu-vo una subvención del gobierno de losPaíses Bajos para fundar un institutode investigación social en 1963 en elseno de las Naciones Unidas. Conclu-yó las formalidades organizativas parael Instituto de Investigación de las Na-ciones Unidas para el Desarrollo So-cial, escribió su mandato y se incorpo-ró al mismo en calidad de director en1967.

Sus primeros años como director ge-neralmente se asocian con el atractivoinducido por la presencia de los Pre-

Donald McGranahan1917�2001

mios Nobel Jan Tinbergen y GunnarMyrdal en el Consejo Ejecutivo del Ins-tituto. También destacaban otras per-sonalidades, incluyendo EleanorSheldon, el espíritu orientador de lavigilancia social en los Estados Unidos;Phillip Hauser, el ilustre demógrafo; y,por poco tiempo, Jacques Delors antesde que volviera a la política europea.Menos valorada es la dura labor des-plegada para amoldar estas influyen-tes, pero heterogéneas personalidadesen un instrumento efectivo para la di-rección del Instituto. Es decir, conci-liar los intereses econométricos deTinbergen con el sentido práctico deMyrdal, por ejemplo. El factor deter-minante en última instancia fue la per-sonalidad de McGranahan�su devo-ción inquebrantable por los principioscientíficos y por la búsqueda de méto-dos prácticos al objeto de promover eldesarrollo social, como medio para lo-grar desarrollo general. La mayoría delas divergencias desaparecieron en labúsqueda de conocimiento, y lo mis-mo sucedió con respecto a su gestióndel personal del Instituto.

Los proyectos destacados durante eldecenio en que ejerció como director,labor que desempeñó personalmentecon la colaboración de su personal, in-cluyeron estudios sobre las consecuen-cias sociales de la Revolución Ecológi-ca; el papel de las cooperativas en eldesarrollo; el enfoque unificado sobreel desarrollo económico y social; e in-dicadores a nivel local (un proyectopropuesto por Myrdal para poner aprueba la pertinencia en las condicio-nes reales de empleo y otras estadísti-cas de uso común).

McGranahan tenía predilección por laevaluación del desarrollo y su aplica-ción al análisis social y económico, la-bor a la que tanto él como sus colegas

se dedicaron fundamentalmente fueradel horario habitual de trabajo. Exa-minaron críticamente los conceptos ydatos tradicionales, rechazando aque-llos que fueran claramente falsos (in-cluidas algunas estadísticas �manufac-turadas� derivadas de modelos) ycuestionando la aplicación indiscrimi-nada de técnicas estadísticas popula-res. El resultado de este estudio fueplasmado en la publicación Measure-ment and Analysis of Socio-EconomicDevelopment (volumen publicadomucho después de que McGranahanse jubilara), donde se presentaban per-files de desarrollo�en lugar de indi-cadores agregados�basados en aná-lisis de correspondencia y en un nuevoconcepto de líneas perfectamenteadaptadas, todas ellas innovaciones ex-traordinarias.

Como recuerdos personales cabe des-tacar su amabilidad; su negativa aaceptar más viáticos de los que utili-zaba realmente para el alojamiento yla comida (el resto se ingresaba en elfondo común del Instituto para su uti-lización con fines sociales); sus parti-dos de squash con sus resignados co-legas tres veces por semana antes dedesayunar; y una vida familiar sose-gada�si bien breve en ciertos mo-mentos debido a la presión profesio-nal. Don McGranahan deja tres hijosque, en sus carreras científicas, son dig-nos merecedores de su ilustre padre.

Wolf Scott, Investigador Principal

de UNRISD de 1965 a 1986, ha

escrito el presente texto en memoria

de su amigo y colega.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 41

DESDE OTRAS LATITUDES

UNRISDen el ciberespacioEl sitio Web de UNRISD(www.unrisd.org) ha sidoseleccionado para su inclusiónen la Social Science InformationGateway (SOSIG)��autoridadprincipal de Internet reconocidasobre los temas que deben con-sultarse en materia de cienciassociales�. SOSIG tiene comoobjetivo proporcionar unafuente confiable de informaciónde gran calidad en Internet ainvestigadores y profesionalesde las ciencias sociales, el sectorempresarial, y la legislación.Forma parte de UK ResourceDiscovery Network.www.sosig.ac.uk

UNRISDen la traducciónLa publicación de Solagral,Courrier de la planète (núms.64 y 68) ha traducido al francésextractos de las publicaciones deUNRISD: Business Responsibilityfor Sustainable Development porPeter Utting (OPG 2) aparececomo �Un intérêt bien compris�;�UN-business partnerships: Whoseagenda counts?� por Peter Utting(UNRISD Informa, núm. 23) figuracomo �Les pièges du partenariat�;Corporate Codes of Conduct: Self-Regulation in a Global Economypor Rhys Jenkins (PP TBS 2)aparece como �Conduite à risque�;y Toward Integrated and Sustain-able Development? por SolonL. Barraclough (PP OC 1) seha traducido como �A la modede chez nous�.www.solagral.org

Los documentos de trabajopara la conferencia de UNRISDsobre Racismo y Política Públicahan sido traducidos al portuguésy publicados en Internet, en

Afirma Revista Negra Online,por la ONG brasileña AfirmaComunicação e Pesquisa.www.afirma.inf.br

UNRISDen los mediosde difusiónEn un artículo publicado enel diario Le Monde (11 deseptiembre de 2001), se hizoreferencia a la publicación deUNRISD Visible Hands: TakingResponsibility for Social Devel-opment como señal de lareaparición de la disidenciaeconómica en el sistema de lasNaciones Unidas. �El título �VisibleHands� apenas refleja la violenciadel ataque contra la desregulaciónneoliberal contenida en el informe�,comentó la periodista LaurenceCaramel. �Esta ofensiva deUNRISD indica la reaparicióndel discurso radical ignorado enlas Naciones Unidas desde eldecenio de 1970�, afirmó.

La Conferencia de UNRISDsobre racismo y política pública(Durban, septiembre de 2001)fue objeto de una ampliacobertura periodística en Sud-áfrica y en medios de difusióninternacionales. Se publicaronartículos inspirados en lascontribuciones a la conferenciay los resultados de la mismaen African Development Forum,allAfrica.com, Business Day,Conference News Daily/The EarthTimes, Daily Mail & Guardian,Fletcher Forum of World Affairs,Le Monde, Social DevelopmentReview, y Xinhua News Agency.Guardian Unlimited, la ediciónen línea de The Guardian, tambiénpresentó un �enlace útil� con elsitio Web de la conferencia deUNRISD en su cobertura diariaen línea de la Conferencia Mundialcontra el Racismo.

En los diarios de DakarQuotidien le Soleil y SudQuotidien se publicaronartículos tras la conferenciade UNRISD sobre tecnologíasde la información y desarrollosocial, celebrada en Senegal(julio de 2001). En un ámbitode investigación del Institutose examinó la utilización de latecnología de la información ylas comunicaciones por partede los medios de difusión enSenegal, estudio que fue objetode amplia cobertura periodística.

India Abroad, un periódicosemanal de la comunidadindioamericana publicadaen Chicago, Dallas, Los Angeles,New York y Toronto, ha reimpreso�Hindutva as a savarna purana�y �Violence and survival�, elcapítulo 4 de Creating a National-ity: The Ramjanmabhumi Move-ment and Fear of the Self, porAshis Nandy, Shikha Trivedy,Shail Mayaram y Achyut Yagnik(UNRISD y Oxford UniversityPress, 1995).

UNRISDen la capacitaciónCuatro de los documentoselaborados para el proyectode conferencia de UNRISD sobreracismo y política pública estánutilizándose en el curso �Teoríacrítica de la raza�, impartido enGeorgetown University duranteel semestre de invierno de 2002.Los documentos son los siguien-tes: Cataracts of Silence, porVijay Prashad; The Social Con-struction of Race and Citizen-ship in the United States, porGeorge Fredrickson; Immigration,Multiculturalism and the Nation-State in Western Europe, porJeroen Doomernik; y ContestedRealities: Race, Gender and PublicPolicy in Aotearoa/New Zealand,por Tracey McIntosh.

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otoño/invierno 200242UNRISD Informa Núm. 25

DESDE OTRAS LATITUDES

El documento Structural Racismand American Democracy: Histori-cal and Theoretical Perspectives,elaborado por Manning Marablepara el proyecto de la conferenciade UNRISD sobre racismo y políticapública, está utilizándose comomaterial de curso en la Universi-dad del Sur de Florida.

Transition to What? Cambodia,UNTAC and the Peace Process, porGrant Curtis (DP 48); The SocialImpacts of Light Weapons Avail-ability and Proliferation, porChristopher Louise (DP 59); y�The terrible toll of post-conflict�rebel movements� in Africa�, porel Director de UNRISD, ThandikaMkandawire (Journal of ModernAfrican Studies, vol. 40, núm. 2,2002) son las lecturas obligadaspara el curso universitario avanzadoo de posgrado de otoño 2002 llamado�Conflicto y desarrollo�, impartidoen la Escuela de Servicio Interna-cional de la Universidad Americana,Washington, DC (ProgramaInternacional de Desarrollo).

Business Responsibility for Sus-tainable Development, por PeterUtting (OPG 2) fue utilizadopor la fundación �ConsumersInternational� como fuente deinformación clave para prepararun �conjunto de herramientas�,que fue distribuido para su utili-zación en el Día Mundial de losDerechos del Consumidor en2001. Estas herramientas sonuna selección de iniciativas quepueden emprender los individuos,los grupos comunitarios y lasorganizaciones de consumidoresen su labor para promover larendición de cuentas empresariala través de campañas de sensibiliza-ción, recopilación de evidencia einvestigación de pruebas, el lanza-miento de campañas con códigos, yla política de apoyo en colaboracióncon gobiernos y empresas.

Visible Hands: Taking Responsibilityfor Social Development (2000) hasido utilizado por una serie de

instituciones educativas desde supublicación. Entre ellas se encuentranel Centro Internacional de Formaciónde la Organización Internacional delTrabajo en Turín, Italia, la Escuela deDerecho de la Universidad de NuevaYork; y la Escuela de Planificación dela Universidad de Cincinnati, Ohio.

Difusión de lainformación deUNRISDEn 2001 y 2002, se difundieron másde 16,500 ejemplares de DocumentosEspeciales, Documentos del Programay otras publicaciones de UNRISD en40 eventos en todo el mundo�deAddis Ababa a Wellington, de Bejing aGuadalajara, y de Estambul a NuevaDelhi. UNRISD recaba informaciónsobre conferencias importantes através de búsquedas en Internet y decomunicaciones proporcionadas porlos organizadores de los eventos.

Ámbitos de accióndel personal deUNRISDYusuf Bangura�Strategic policy failure and statefragmentation: Security, peacekeepingand democratization in Sierra Leone�,en R. Laremont (ed.), The Causes ofWar and the Consequences of Peace-keeping in Africa, Heinemann,Portsmouth, New Hampshire, 2002.

�Globalization and African develop-ment�, en R. Suttner (ed.), Africa inthe New Millennium, Nordiska Afri-kainstituet, Uppsala, Suecia, 2001.

Krishna Ghimire�Changing rural power structures throughland tenure reforms: The current dismalrole of international organizations�,Canadian Journal of Development

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Huck-ju Kwon�Welfare reforms and future chal-lenges in the Republic of Korea:Beyond the developmental welfarestates?�, International Social SecurityReview, vol. 55, núm. 4, 2002.

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Thandika Mkandawire�The terrible toll of post-conflict�rebel movements� in Africa: Towardsan explanation of the violence againstthe peasantry�, Journal of ModernAfrican Studies, vol. 40, núm. 2, 2002.

�Thinking about developmentalstates in Africa�, Cambridge Journalof Economics, Special Issue on AfricanEconomic Development in a Compar-ative Perspective, vol. 23, núm. 3,mayo de 2001.

Shahra Razavi�Mondalisation, emploi et droits desfemmes�, Cahiers Genre et Dévelop-pement, núm. 3, L�Harmattan, Parisy el Instituto Universitario de Estudiosde Desarrollo, Ginebra, 2002.

�Women in contemporary democra-tisation�, International Journal ofPolitics, Culture and Society,vol. 14, núm. 4, junio de 2001.

Peter Utting�La responsabilité des entreprisesdans la perspective d�un dévelop-pement durable�, Annuaire Suisse-Tiers Monde 2001, núm. 20,Instituto Universitario de Estudiosde Desarrollo, Ginebra, 2001.

�Verantwortung der Unternehmenfür die Nachhaltige Entwicklung�,Jahrbuch Schweiz-Dritte Welt2001, núm. 20, Instituto Univer-sitario de Estudios de Desarrollo,Ginebra, 2001.

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otoño/invierno 2002UNRISD Informa Núm. 25 43

UNA ULTIMA PALABRA

UNRISD es una agencia autónoma quese encarga de hacer investigación mul-tidisciplinaria sobre las dimensiones so-ciales de los problemas contemporáneosque afectan al desarrollo. Su labor estádirigida por la convicción de que paraformular políticas de desarrollo efecti-vas, es crucial comprender el contextosociopolítico. El Instituto trata de pro-porcionar a los gobiernos, agencias dedesarrollo, organizaciones de base yacadémicos, un mejor entendimientosobre cómo las políticas de desarrollo ylos procesos de cambio económico, so-cial y del medio ambiente afectan a di-ferentes grupos sociales. Trabajandocon una extensa red de colaboración decentros de investigación nacionales,UNRISD tiene como meta promoverestudios originales y fortalecer la ca-pacidad de investigación en los paísesen desarrollo.

UNRISD agradece a los principales paí-ses que patrocinan su presupuesto ge-neral�Dinamarca, Finlandia, México,Noruega, el Reino de los Países Bajos,el Reino Unido, Suecia y Suiza�elapoyo que aportan a sus actividades.

UNRISDPalais des Nations1211 Ginebra 10, [email protected]

Editora: Jenifer FreedmanAsesor de este número: Yusuf BanguraTraducción del inglés: Mónica MorenoCorrectora de pruebas de la versión en español: Katrien De MoorFormato por: Pamela Smaridge

Las opiniones expresadas en los artí-culos, son exclusiva responsabilidadde sus autores. Su publicación en esteboletín no refleja necesariamente laopinión de UNRISD.

Impreso en papel reciclado.

multicultural. Se tenía que sustituir este escurridizo �crisol� de diversas culturaspor un aromático �potpurrí� multicultural.

Los mecanismos polarizadores de la mundialización tienen implicaciones raciales,étnicas y culturales. Lejos de considerarse fenómenos aleatorios, la inclusión y laexclusión están vinculadas a procesos de construcción y de diferenciación étnica yracial generados históricamente. Los marginados a escala mundial, los que vivensumidos en una pobreza continua, los hambrientos y los enfermos�más de la mi-tad de la población, según las estimaciones de las Naciones Unidas�también sonvíctimas de la discriminación por motivos étnicos, raciales y culturales. ¿Acaso noes una forma de racismo el contraste de la pobreza que azota al Sur con la riquezaque predomina en el Norte? ¿Acaso no es una forma particularmente severa dediscriminación la destrucción de ecosistemas y comunidades vibrantes y viablesdebida a las necesidades de la acumulación capitalista? ¿No es un ejemplo extre-mo de intolerancia y exclusión la creación de fortalezas de prosperidad rodeadasde mundos de miseria y desesperación? En efecto, el racismo estructural es el mar-co general en que se inscriben otras expresiones de discriminación racial y étnica.

Dado que las transiciones económicas y sociales entre grupos y comunidadesclaramente diferenciados siguen siendo �racializadas� en muchas sociedades, elconcepto de la raza adquiere una gran importancia social y es preciso entenderel racismo como parte del sistema de las relaciones de poder entre actoresracializados, que no sólo incluyen a personas, sino también a las instituciones, alEstado y a la economía mundial.

No obstante, culpar al �sistema� en teoría no es una forma constructiva dehacer frente a los problemas, ya qe esto conduce al viejo planteamiento, bastan-te inefectivo, de que �nada podemos hacer si no cambia el sistema�. Pero, ¿quiéncambiará el sistema y cómo? Si bien las estrategias mundiales son necesarias,las políticas nacionales y locales siguen siendo esenciales.

Identidad e identificación, dignidad y diversidad, poder y política, derechos yrecursos: éstas son algunas cuestiones controvertidas en la lucha contra la dis-criminación y el racismo en nuestro mundo globalizado posterior al colonialis-mo. Demostrar nuestra capacidad para hacer frente a estos problemas constituyeuno de los principales desafíos de este nuevo siglo. Cada vez se habla más deinterculturalidad en lugar de multiculturalismo propiamente dicho. Este térmi-no no negaría la diversidad cultural entre los grupos, sino que más bien la refor-zaría a través de estructuras flexibles de gobierno no vinculadas culturalmente aun modelo particular de �Estado nación�. La cuestión de cómo se interpretarála idea de interculturalidad en los ámbitos de la educación, la comunicación, elcontrol social, la creatividad cultural, la administración de la justicia, la repre-sentación política, entre otros, sigue abierta. Pero el debate ya ha comenzado.

Rodolfo Stavenhagen es Profesor de Sociología en El Colegio de México y el Relator Especial

de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la situación de los

derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas. El documento

completo del cual este artículo es un extracto se puede consultar en www.unrisd.org.

Reflexiones sobre racismo y política públicacontinuación de la página 44

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UNA ULTIMA PALABRA

Printed in Switzerland GE.03-003153-December 2003-1,500 UNRISD/NEWS/25/03/2 ISSN 1020-6841

En el umbral del siglo XX, W.E.B. du Bois�el preemi-nente intelectual del pueblo afroamericano�vaticinó

que sería el siglo de la �línea de color�. En las décadassiguientes, el mundo fue testigo del surgimiento y la deca-dencia del nazismo y el holocausto, el movimiento por losderechos civiles en Estados Unidos, el final del colonialis-mo y el apartheid, la aparición de los pueblos indígenascomo actores políticos en el escenario internacional, el re-surgimiento del racismo en Europa, y el espeluznante es-pectáculo de la limpieza étnica y el genocidio en Bosnia yRuanda. Sin embargo, cien años más tarde, la �línea decolor� aún sigue presente, separando a pueblos y culturas,y dividiendo a los poderosos de los oprimidos. Aunque estalínea forja fuertes vínculos entre comunidades étnicas, tam-bién ata a muchos otros en un �nudo conceptual�.

La visión sobre el racismo ha experimentado algunos cam-bios importantes desde la fundación de las Naciones Uni-das. Durante la fase inicial, el racismo se identificófundamentalmente con el legado de la ideología nazi. El ra-cismo nazi se basó en una ideología pseudocientífica de pu-reza y superioridad racial, cuyo origen se remonta anumerosas corrientes de pensamiento occidental, y que seexpresó a través de la antropología, la biología, la psicologíay otras disciplinas. Hoy en día, el racismo científico ya nogoza de ningún reconocimiento académico en absoluto. Losprimeros esfuerzos de las Naciones Unidas en su lucha con-tra el racismo estuvieron relacionados con la eliminación delpernicioso legado del mundo de la posguerra, tal como seexpresó en la Declaración Universal de los Derechos Huma-nos de 1948: �Toda persona tiene todos los derechos y liber-tades proclamados en esta Declaración, sin distinción algunade raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o decualquier otra índole, origen nacional o social, posición eco-nómica, nacimiento o cualquier otra condición� (artículo 2).

La siguiente fase fue producto de la lucha librada contra elcolonialismo�y para acabar con el apartheid. En los de-cenios de 1950 y 1960, muchas antiguas colonias obtuvie-ron la independencia y la categoría de Estado, y de igualmanera, en Estados Unidos surgió el movimiento por losderechos civiles. La Organización de las Naciones Unidasproclamó el derecho de autodeterminación en la Declara-ción sobre la Concesión de la Independencia a los Países yPueblos Coloniales de 1960, incorporado ulteriormente alos Pactos Internacionales de Derechos Humanos adopta-dos por la Asamblea General en 1966: �Todos los pueblos

tienen el derecho de libre determinación; en virtud de estederecho, determinan libremente su condición política ypersiguen libremente su desarrollo económico, social y cul-tural� (párrafo 2). Así, el énfasis cambió, de actitudes indi-viduales e ideologías racistas estructuradas, a los derechosde las personas y el establecimiento de un nuevo orden in-ternacional más equitativo. Sin embargo, la creciente im-portancia del Tercer Mundo fue el precedente de un nuevoescenario de desigualdades internacionales.

Durante los decenios de 1970 y 1980, el racismo volvió amanifestarse de un modo distinto, esta vez en los centrosindustriales del Norte, y afectando fundamentalmente a lostrabajadores migrantes de las zonas periféricas, los refugia-dos y los súbditos de las antiguas colonias. Los incidentesprovocados por la violencia racial aumentaron en los ba-rrios urbanos de Europa Occidental; y la discriminaciónracial se dio a conocer en la educación, la vivienda, el em-pleo, los servicios de salud y el sistema de justicia penal.Los jóvenes pertenecientes a minorías raciales han sufridoen mayor grado las consecuencias, a través de un procesode �criminalización�. En los Estados Unidos, por ejemplo,la población negra e hispana ha sido víctima destacada delracismo y la discriminación y, desde los ataques terroristasdel 11 de septiembre de 2001, los árabes se han convertidoen los objetivos más recientes de tales prácticas.

Una serie de Estados comenzaron a entender el racismo,no como una serie de incidentes aislados, sino más biencomo un problema social estructurado y basado en mode-los. Si bien algunas personas apoyaron abiertamente la dis-criminación racial fenotípica, en el nuevo entorno mundiallos conceptos de la raza y las relaciones raciales propia-mente dichos estaban cambiando. Al multiplicarse las co-munidades de inmigrantes en los países industriales, lasdiferencias biológicas percibidas armonizaron con las dife-rencias culturales reconocidas. En algunos países, el térmi-no �relaciones raciales� llegó a ser un código para lasrelaciones entre comunidades de distintas culturas. Los de-fensores de los derechos humanos ya no abogaban por laigualdad general (que para muchos parecía inalcanzable),sino por un nuevo concepto: el derecho a ser diferente. Seesperaba que los Estados llegaran a ser menos asimilacio-nistas y más pluralistas. No sólo no debía ponerse fin a lasdiferencias culturales, sino que éstas debían respetarse ycelebrarse. Si bien la fusión parecía difícil de conseguir, es-taba a punto de lograrse una sociedad !página 43

Reflexiones sobreracismo y política pública

Rodolfo Stavenhagen