R. A. Versaei Miguel Ipohorskl
Transcript of R. A. Versaei Miguel Ipohorskl
eNEA 485
ComisiónNacionalde EnergíaAtómica
República Argentina
Buenos Aires, 1986
ISSN 0325 • 1403
Microscopía Electrónicade Aleaciones de Zirconiode Interés Nuclear
R. A. Versaei
Miguel Ipohorskl
INIS CLASSIFICATION AND KEYWOROS
822.00A13.10
ELCTRON MICROSCOPYZIRCONIUM ALLOYSMETALLOGRAPHYMICROSTRUCTUREALLOY-ZR98SN-2ALLOY-ZR68SN-4LAYERS
COMTSION NACIONAL J)I~ I~NI~lH~IA ATOMlCA
DEPENDIENTE DE LA PRESIDENCIA DE LA NACION
MICROSCOPIA ELECTRONICA DE ALEACIONESDE ZIRCONIO DE INTERES NUCLEAR
I{' A. Ve rS:lC'Í * y Mi gll(' 1 1p oh o r sk í 1<
Tr-ah nj o p re serit .ulo en .l u l io 19R6
RESlJMEN
En el presente trabajo se descrihen las experiencias de microscopia electrónica de transmisión realizadas para obsevar ye '1 r a c ter- iza r l;.;¡ !TI i e r o e s t r u c t u r a (1 e a 1 e a e ion e s de 7. J. r e o 11. i o 11 t L 1 _iz a d a s en vo Ln a s d e elementos cnmbustibles de reactores depotencia. Se a n a l izan muestras después oc d l s t Ln t.o s tr-atamientostermomec5ni~os utilizados durante el proceso de fahricaci6n delas vaJnas. Se muestr~n también micrograf1as electr6nicas y diar¡ r a rn FI s (1p (1 i f rile ció 11. d p 1 ,1 S P a r t. '1 e 1] 1 a s oe s e g u [1 (1 a f a s e> q 11e a p a recen en las alpacionns zircaloy-2 y zlrcaloy-4, y s~ obtienenlos valores de par~metros que caracterizan su natllrale~a. Se obt l r- n o n irnáqenp~; d r> -los h i d r u r o s y óxj,~os frecuentemente> p r e s e n «
1 P!, 011 ].15 a Le a rv l : nes de zLrc o n i o mencionadas. Finalmente sedescribe 1;1 estr'lctnra (le l a s aleciones Zr-2,5~ Nh utilizada enla fahricación oc tllhns oc presión de reactores tipo CANDU.
ABS'l'RACT
rn th e p r o s o n t w o r k , transmission electron mi c r o s c o p y·)bservations uf the mLcroestruclure oE zirconium alloys used infuel sheaths uf nuclear power reactors are reported. Specimenswere observed affer difEerent thermal and mechanical treatment,similar to those actually used during fabrication of thesheaths. Electron micrographs and electron diffraction patternsuf second phase> particles present in zircaloy-2 md zircaloy-4were 03.180 obtained, as well as sorne characteristic parameters.Images uf oxides and hydrides most commonly present in zirconiumalloys are also s h o w n , Finally, the structure o f a Zr-2,5% Nballoy u s e d in CANDU r e a c t o r s pressure tubes, is observed byelectron micruscopy.
'~CNEA - Dpto. Materia]('s.
INIS CLASSIFICATION AND KEYWQRDS
B22.00A13.10
ELCTRDN MICROSCOPYZIRCONIUM ALLOYSMETALLOGRAPHYMICROSTRUCTURBALLOY-ZR9BSN-2ALLOY-ZR68SN-4LAYERS
- 4 -
INDICE
1 - Aleaciones de Zr de Interés Nuclear.
11 - Preparación de Láminas para Microscopía Electrónica.
111 - Diagramas de Difracción de Láminas Delgadas.
111.1.1. Efectos de Ensanchamiento de los Nodos en el Espa
cio Recíproco.
111.1.2. Doble Difracción.
111.1.3. Efectos Provenientes de la Estructura de los Preci
pitados.
IV - Imágenes de Partículas de una Segunda Fase.
1 V • 1 . Contraste de Matriz.
IV.2. Contraste de Precipitado.
IV. 3. Contraste Debido al Fa e to r de Estructura.
IV.4. Contraste de Orientación.
IV.S. Contraste de Desplazamiento.
IV.6. Formación de Franjas de Moiré.
V - Observación de la Microestructura de la Aleación Zircaloy-4.
V.1.
V.2.
V.3.
Material Recristalizado - Estructura Widmanstatten
Tamaño de Grano.
Material Tratado Térmicamente.
VI - Precipitados de Segunda Fase en Zircaloy-2 y Zircaloy-4.
VI. 1 .
VI.2.
VI. 3.
VI.3.1.
VI.3.2.
Estructura.
Microestructura y Composición de los Precipitados.
Distribución de las Partículas de Segunda Fase enFunción de los Tratamientos Termomecánicos.
Muestras Templadas desde la Fase (a+8), 850 0 C.
Muestras Templadas desde la Fase 8, 1000 0 C.
VII - Observación de Hídruras y Oxidas.
VII.1. Imágenes de Oxidos.
VII.1.1. Observaciones Realizadas en la Aleación de Zircaloy
4.
VI1. 2.
VIL3.
Imágenes de Hidrures.
Observación de la Aleación de Tubos de Presión
Zr-2,5%Nb.
- 5 -
PREFACIO
La presente publicación resume numerosos trabajos realizados
en los laboratorios del Departamento de Materiales, Gerencia de
Desarrollo.
Lo¿ autores desean expresar aq~l en forma g~neial su agrade
cimíento al personal de dicho Departamento que colaboró de dis
tíntas maneras en la realización de los trabajos, y en partic~
lar:
Al Sr. Néstor Juan Marcone, por su asistencia técnica en las
observaciones de microscopía electrónica.
- A los Sres. Silvia Leonardo Zalcman, Ramón Castillo Guerra y
a la Srta. Susana Bermúdez por su colaboración en la obten
ción de las metalografías ópticas y la preparación de probe
tas
- A los Sres. Pablo Nicolás Nieto y Félix Reinaldo Segovia por
todo el trabajo de fotografía.
A la Srta. Gloria María Fernandez por el esmerado trabajo de
tipografía.
- Al personal del Proyecto Planta Piloto F§brica de Aleaciones
Especiales por su colaboración durante el desarrollo del pr~
sente trabajo.
- Al Sr. Antonio Binda, por la impresión de este trabajo.
- 6 -
1 - ALEACIONES DE Zr DE INTERES NUCLEAR
En la fabricación de vainas para elementos combustibles
de reactores de uranio natural se deben utilizar materiales de
baja sección eficaz para neutrones térmicos, de razonables pr~
piedades mecánicas, y de buena resistencia a la corrosión. El
zirconio es uno de los metales de muy baja sección de captura
neutrónica, pero para poder ser utilizado en elementós combusti, -
bIes requiere una optimización de sus propiedades mec~nicas y
de corrosión. A temperatura ambiente y hasta los 862°C presenta
una estructura hexagonal compacta, fase a, y por pncima de dicha
temperatura pasa a la fase cGbica de cuerpo centrados. Este pu~
to de transformación a + S puede considerarse como una temperat~
ra de fusión aparente desde el punto de vista de las propiedades
mecánicas. Es conveniente entonces elevar este punto de transfor
~aci6n mediante aleantes adecuados (1) pero con la limitación de
que las temperaturas de trabajo permitan el trabajado en caliente
a temperaturas razonables. Asimismo es importante que los mismos
aleantes sean los que mejoren las propiedades a la corrosión.
La primer aleación para vainas de elementos combusti
b Le s se obtuvo a g ro g a n d o 2.5% en peso de Sn, elemento también
baja sección de captura neutrónica y eleva el punto de trans-•formación a + R. El Sn mejora a su vez la resistencia a la co
rrosi6n a temperaturas medias, pero no a temperaturas altas.
Esta a l o a c i ó n se denominó Zircaloy l.
Otra de las aleaciones desarrolladas es la denominada
zircaloy-2, que tambi~n contiene Sn, pero con agregados adici~
nales de Fe, Cr y Ni. El inconveniente que presenta en la alta
absorción de hidrógeno por parte del Ni. Por esta razón se desa
rrolló finalmente la aleación zircaloy-4 con Sn, Cr y Fe. El
Ni fue reemplazado aquí por mayores cantidades de Cr y Fe. Los
tres elementos alcantes del zircaloy~4 mejoran las propiedades
de resistencia a la cerrosión del Zr. La proporción de cada una
de ellas en el zircaloy-4 es próxima a la correspondiente al m~
jor comportamiento a la corrosión en la respectiva aleación bi-
- 7 -
naria a la correspondiente al mejor comportamiento a la corro
sión en la respectiva aleación binaria.
Las propiedades mec¡nicas del zircqloy-4 así como de
las dem¡s aleaciones de Zr, dependen fuertemente de su micro
estructura, que a su vez est¡ determinada por los tratamientos
t~raicos a los que fue sometido el material. Tal es el caso de
la estructura de placas Widmanstetten formada despu~s de, un
templado desde la fase S a lOOO°C, que constituye el primer
tratamiento de la fabricación de vainas para elementos combu~
tibIes. Esta estructura de templado tiene gran influencia en
la distribución de precipitados que determiriaron directamente
las propiedades del material frente a la corrosión.
La microestructura de la aleación varía según las dis
tintas rutas de fabricación que se siguen despu¡s de este pr!
mer templado: porcentajes de deformación, temperaturas y tiem
pos de recocido.
Las t¡cnicas que permiten la caracterización de las
distintas microestructuras son las de Microscopía Electrónica
d. ~",,~••,.r., .t~. Transmisión. A partir de Lám i.n a s delgadas cuidadosamente._ • "..".- .~ti tl.#1Pl" ~
preparadas es posible observar directamente y obtener infor-
mación estructural sobre los granos cristalinos de la aleación,
la estructura interna de dislocaciones, en cada uno de ellos,
los precipitados de segunda fase presentes, así como los hidru
ros de segunda fase presentes, así como los hidruros y óxidos
(2).
El objeto del presente trabajo es entonces resumir
las experiencias de microscopía electrónica realizadas en el
l.~oratorio para observar y caracteri~ar la microestructura
d~.J~ aleaeiSn de vainas de zircaloy-4 despu~s del templado
deS4le fase a y después de. distintos. tratamientos teraomeca
nieoa
- DiatribuciSn' y taaaño de las segunf!aa fase s precipi tadas
~ ..
- 8 -
en zirca10y-2 y zircaloy-4 en funci6n de los tratamientos
termomecanicos.
- Naturaleza de los precipitados visibles.
- Estructura de la aleaci6n Zr-2.5% Nb usada en tubos de pre
si6n.
- 9 -
1I - PH.EPl\R¡\Cl~~~~~~~_MIN¡\..§ DELGAOAS VARA MICROSCOPIA ELECTRO
NICA.
La obtención de una buena muestra es el primer paso de
toda observación en el microscopio electrónico de transmisión.
Las muestra~ deben ser laminas suficientemente delgadas, de eso
pesor comprendido entre unos 500 y sOOOA, según el material que
se quiera observar. En el caso particular del ~irconio, las 1&-o
minas no deben sobrepasar los 2000A. Las superficies deben es-
tar cuidadosamente pulidas, preferentemente paralelaS 9 o en t~
do caso formando una cuña de bajo angulo. Deben estar adem&s
limpias de toda capa de material amorfo, o de restos de mate
rial de pulido (3) (4). En caso contrario, a d e má s de reducir
se la transparencia de la lamina, disminuye el contraste de la
imagen electrónica por la difusión inelástica de los electro
ne. por las sustancias amorfas presentes.
Las técnicas de pulido electrolítico permiten la obte~
ción de buenas láminas delgadas en la mayoría de los metales
y aleaciones, y son las que se utilizan en el caso específico
del Zr y HUY ~]eacioneH.
Un b u e n ;¡ulido electrolítico en' microscopía electrónica
es el que permite ohtcne~ una muestra suficientemente delgada
como para poder ser observada por transmisión, con superficies
lisas y brillantes. Una superficie es lisa cuando no contiene
irregularidades superiores al micrón aunque pueda tener micro
imperfecciones que originan una,baja reflectividad óptica. E~
te estado de una superficie, y en forma mas general este tipo
de pulido se denomina "pulido matell y no caracteriza una bue
na mueatra para microscopio electrónico. Una superficie se d~
nomina brillante cu~ndo no contiene estas micro-imperfecciones,
aunque no necesariamente tenga que ser lisa. Es la combinación
de estas dos propiedades, suavidad y brillo, la que caracteri
za un buen pulido electrolítico. Una l~mina delgada que posea
estas propiedades es adecuada para su observación en el micros
copio electrónico.
- 10 -
La variación de la intensidad 1 con la tensión V descri
be las características de una celda electrolítica. Una forma
típica se representa en la Fig. 11.1.
o«Off)ZW~
z e d
a
Fig. 11.1.
VOLTAJE
Varj~ción de la intensidad 1 con la ten
sión V, en una celda de pulido electro
lítico.
Para valores de tensión más bien bajas, el anodo (mue~
tra) sufre un fuerte ataque, zona a-b-. La zona c-d correspon
de al "plateau" o zona estable, dentro de la cual el ano do se
pule rápidamente. Este plateau se presenta solamente en las
celdas donde la superficie del catado es sufieientemente gra~
de respecto de la muestra. El pulido electrolí~ico de muestras
para microscopía electrónica se lleva a cabo cuando la tensión
Vesta comprendida en el rango determinado por el plateau. Fi
nalmente en la parte d-e de la curva el pulido aún se mantie-'
ne, pero la suavidad de la muestra se puede ver afectada por
el gran desprendimiento de burbujas del anodo.
1 1
Desde el punto de vista químico las etapas de la cu~
va de pulido se pueden asociar a la formaci6n de pelrculas o
capas superficiales sobre el ánodo, Fig. 11.2. Ya a muy bajas
tensiones, zona a, se forma una película s6lida que es la res
ponsab1e del brillo de la superficie. Cuando se aumenta el p~
tencia1 V hasta valores comprendidos dentro dél plateau se for
ma otra capa, denominada viscosa, de gran resistencia eléctrica,
electrolito
~ - .... -- - - - _.
11111111
muestra
._..--pe 1icu la sól ida
rruc r o pulido
Fig. 11.2. Formaci6n de capas superficiales en una
muestra (ánodo) pulida electrolíticamen
te.
muestrA
\.
bañotermlco
12 -
,---------------+fUllrlte
zona deobservacidn ,
----1> I
fellCtivobañot~¡'ml______1..- ----'
Fig. 11.3.
tig. esquema si,!,plifica~o del pulido con doble Jet
Esquema de un dispositivo de pulido ra
pido con doble flujo de electrolito (d~
ble jet).
- 13 -
que contiene una gran concentración de los iones que se van r~
moviendo de la muestra. El espesor de esta capa viscosa suele
ser de algunos micrones y es visible a simple vista en electr~
litas transparentes. Esta capa es la responsable del proceso
de alisamiento de la superficie. La acción simultánea de las
dos capas es la que produce normalmente un buen pulido electr~
lítico de la muestra. En cuanto a la zona d-e de la curva, la
evolución de gas puede romper la capa viscosa y originar irr~
gu1aridades en la superficie, aunque ésta puede permanecer
brillante.
Estas son las principales variables que intervienen en
el proceso de pulido de una muestra para microscopio electróni
ca. En cada caso particular es necesario establecer la verdade
ra influencia de cada una de las variables hasta poner a punto
la técnica que proporcione buenas muestras con un grado acept~
ble de reproducibilidad.
En los últimos años se han desarrollado técnicas de p~
1ido rápido que permiten obtener láminas delgadas a partir de
muestras masivas en muy pocos minutos, y sin disminución algu
na en la calidad del pulido. Este es el caso de las técnicas
de doble chorro de electro1ito (doble jet) (5). En estos ca
sos es necesario obtener primero pequeños discos del material
a observar, de espesor comprendido entre 0,1 y 0,3mm y 3mm de
diámetro. Si el material es policristalino se puede partir de
chapas, y obtener los discos mediante an sacabocado, aunque
e8 necesario tener en cuenta que esta operación puede introdu
cir una cierta deformación plástica. Esta deformación puede
minimizarse si se utiliza el maquinado por electroerosión. Los
discos pueden obtenerse con una herramienta de corte en forma
de c~lindro de sección interna circular de 3mm. Para obtener
un corte parejo a lo largo de toda la circunferencia es nece
sario centrar correctamente la herramienta, y tener cuidado
especial de interrumpir la tensión cuando el corte se ha com
pletado, -para evitar una posterior disminución del diá~etro
de los discos. Sí el espesor de los discos es mucho mayor que
- 14 -
O.lmm, puede reducirse mediante un pulido mecánico con papel
abrasivo N° 600 montando los discos en tela adhesiva. También
pueden aplanarse los discos en la máquina de electroerosi6n p~
ra ello se pegan los discos con un adhesivo conductor (p.ej.
grafito en polvo, celuloide, acetona) y con la herramienta gi
ratoria de aplanado se reduce su espesor hasta los valores de
seados. Sumergiendo el conjunto en acetona, se despegan los
discos. Eliminando todos los restos de adhesivo las muestras
quedan listas para la operaci6n siguiente de pulido electro
lítico rápido (5).
En este método, dos chorros (jet) de reactivo son di
rigidos hacia las caras planas de los discos. La fuerte agit~
e i 6 n q u e s e pro d u ce d u r a n t e e 1 pro e e s o de pul ido e v ita 1 a a e 11
mulaci6n de la película viscosa mencionada anteriormente. De
esta manera el pulido es más intenso en el centro geométrico
de las muestras y se evita el efecto de disminuci6n en la ve
locidad del pulido de las zonas inferiores de la muestra.
En la 11.3 se esquematiza el dispositivo de pulido rá
pido de doble chorro. La muestra se monta en un portamuestras
ndecuado que se interpone en el haz luminoso de una lámpara.
Dí' o s t a manera Sl' p uo d o determinar visualmente el instante en
el cual se produce la perforaci6n del disco en su zona central.
Si inmediatamente después detectarse 1. perforaci5ri se interrum
pe el voltaje aplicado y la circulación de electrolito, la zona
anular que rodea el orificio es generalmente una buena lámina
delgada. Su espesor es variable, creciente a partir del borde,
y su extensión útil depende del espesor original del disco, y
de la geometría del dispositivo, en particular de las caract~
rísticas del flujo electrolítico sobre las caras de la mues
tra.
Los reactivos que mejor resultado han dado, según las
experiencias de numerosos autores, son aquellos basados en á
cido perclorito en mentanol y butanol. En la Tabla 11.1. se da
una lista de las proporciones que han sido ensayadas en labo
ratorio (6), de las respectivas condiciones de corriente y te~
peratura, así como una pequeña estadística del número de ensa
yos o del número de láminas delgadas efectivamente obtenidas.
15 -
Es claro que en cuanto a reproducibilidad el mejor resultado
se obtiene utilizando el reactivo N° 1. Se comprob6 ademis que
convenía disminuir la temperatura del baño de pulido por deba
jo de los DOC. Utilizando alcohol enfriado por nitr6geno líqui
do, se podía disminuir r5pidamente la temperatura del electro
lito desde unos +5° e hasta unos -LDoC. Aún en estas últimas
condiciones, los tiempos necesarios para obtener una lámina del
gada nunca fueron superiores a 1 minuto.
Para la observaci6n directa de los precipitados de ,s~
gunda fase que aparecen en varias aleaciones de Zr de uso nu
clear, conviene utilizar una técnica diferente (7). En efecto,
mediante un procedimiento adecuado es posible extraer los pr~
cipitados de la matriz mediante una réplica de carbono. El mé
todo general para preparar una de estas réplicas, denominadas
de extracci6n, es el siguiente. La superficie de la probeta se
prepara metalográficamente, y se ataca con un reactivo tal que
disuelva preferentemente la matriz, pero que deje los precipi
tados sin atacar, sobresaliendo de la superficie. Luego se d~
posita una capa de carbono mediante los procedimientos conven
cionales de evaporaci6n en vacíp. Mediante el mismo reactivo
se disuelve la matriz por debajo de la capa de carbono. La ré
plica se desprende así rápidamente, quedando adheridos a ella
los 'precipitados extraídos de la matriz. De esta manera pueden
realizarse experiencias de microanálisis directamente sobre
estas partículas, Sln contribuci6n alguna de la matriz. Además
en un diagrama de difracci6n de electrones se puede obtener i~
formaci6n acerca de su estructura y eventualmente de su' natura
leza.
El procedimiento para obtener una réplica de extracci6n
es relativamente simple, como se ha mencionado. Pero ~n el ca
so particular de las aleaciones de Zr de interés nuclear, exis
ten todavía algunas dificultades para encontrar los reactivos
adecuados para atacar selectivamente la matriz sin disolver los
precipitados. En efecto, varios autores (8, 9) solo lograron
observar mediante estas técnicas los precipitados del tipo Zr
- 16 -
(Fe, Cr)2 pero no pudieron extraer los del tipo ZrZ
(Fe,Ni) que
habían sido tambi6n atacados por los reactivos -ver secci~n VI-
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- 18 -
111. DIAGRAMAS DE DIFRACCION DE ELECTRONES DE LAMINAS DELGADAS.
En la observación de láminas delgadas por microscopía
electrónica, es necesario relacionar el contraste que presen
tan las distintas fases o defectos cristalinos, con la orie~
tación cristalográfica de la muestra (3) (10). El diagrama de
difracción correspondiente, correctamente identificado, es el
que provee esta información, así como los parámetros que cara~
terizan las condiciones de difracción. Entonces, es sumamente
importante poder identificar de manera rápida y fácil los di~
gramas que aparecen en la pantalla del microscopio electróni
co. La manera más fácil de identificación es ciertamente la
comparación con una serie de diagramas patrono En difracción
de electrones de alta energía, los diagramas de difracción
corresponden a planos enteros de la red recíproca del cristal,
perpendiculares a la dirección del haz incidente. Entonces,
conociendo la red recíproca de la estructura hexagonal compac
ta del zirconio a, es posible visualizar los distintos planos
que pueden aparecer en los diagramas de difracción. Carpenter
y Watters, en una publicación interna de AECL (11) reproducen
mediante técnicas de computación, la geometría de los planos
recíprocos mas importantes. Para cada uno de ellos, se inde
xan además las distintas reflexiones, y se dan otros datos
cristalográficos, como p.ej. los índices del eje de zona, que
indican la dirección del haz electrónico incidente. En la Fig.
111.1. se reproducen los diagramas de Carpenter y Watters.
La escala de cada uno de los diagramas corresponde al
caso de una longitud de la cámara de difracción igual ao
1.SA cm. Estos diagramas son también válidos para otros mate
ria1es hexagonales de cociente c/a = 1.593, aunque la escala
puede variar según los valores absolutos de los parámetros
e y~. Entonces, un diagrama de difracción desconocido se i
dentifica en una primera aproximación por una comparación di
recta con los diagramas patrón. Para una confirmación del in
dexado, se verifica además la coincidencia de los siguientes
parámetros:
- 19 -
a) el cociente R = a/b entre los dos vectores recíprocos a y b
indicados en cada diagrama.
b) el ángulo e entre los vectores a y ~ indicados.
c) el espaciado dhkil = rhkil/AL de la familia de planos
cristalinos que dió origen al haz difractado (hKil) dista~
te rhKil del centro del diagrama. Es necesario conocer la
constante AL de la cámara de difracción.
En algunos casos puede existir alguna dificultad en di~
criminar entre dos diagramas de geometrías muy parecidas, p.ej.
las correspondientes a los ejes de zo n a [120) y (122). Conviene
entonces rotar en estos casos la lámina hacia otras orientacio
nes cercanas para evitar estas indeterminaciones.
En el mismo trabajo de Carpenter y Watters(11) se mue~
tran tambi~n los conjuntos de lineas de Kikuchi que aparecen
asociadas a los diagramas de difracción de altas simetrías. En
microscopía electrónica de láminas cristalinas, la posición re
lativa de las líneas de Kikuchi respecto de los puntos del dia
grama de difracción, es la que da la orientación precisa de la
muestra. Es por ello que debe conocerse la configuración de es
tas líneas en las diferentes orientaciones del cristal, o por
10 menos aquellas correspondientes a ejes de zona de mayor si.
metría. En él trabajo mencionado se muestran las líneas asocia
das a los ejes principales de la estructura hexagonal compacta,
y su orientación relativa en una proyección estereográfica.
Más detalles sobre el origen de las lineas de ~ikuchi,
y sobre la interpretación d~ diagramas de difracción en el mi
croscopio electrónico, pueden consultarse en las referencias
(3) (lO).
111.1. Efectos de una segunda fase.
La prese~cia de una segunda fase influye sobre el dia
grama de difracción de una lámina delgada. Es inmediato que
- 20 -
[no 1J[noo 1] . 11.0.60° [01Ij[iiI3] 11.15,64° [121][0111] 11.3.50° [221][2201] 11.17,53°<111> ~~--
• 01 io '· . . i 10.10· •
• C'b';100 •· . . ., ,
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1120"1012 '/'
.·0112 •, , ,• • •· . . . o o
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•
[021][2423] 11.48.70° f031][12111 11.92.75° [411][7253] I 1.68,80° [312][5146] 1,.82.72°, (221)
• • •
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"[411][3211] 12.31.77° [313] [5149] 12.38,75° [401][8443] 12.4',71° [013)[1219] 12.70,80°
<323 )
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[023][2429] 1 2. 86 ,80° [323][8119] /2.73,840 [414][32141 J3.50,180 [331][330J] 11. U~8~','fl,
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Fig. 111.1. Planos m¡simportantes de l~ re~ recípr~•
ca de la estruc"tura. hexagonal. ·compac·t&
del a Lr e cn í c-eu , seglin el tr.abajo de Ca!,
penter y Watteis, ref~Teneia (11),
- 21 -
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· 011\ 2132 · · . . · . . . .1431 :
.· 000 i . i I I· 1430\ 2023 - 1120· e -. O ... 12\0 (j)--' .· · · e -. · . ·· . .·· . · . . .
· · . . · .-
[ 104 J[211 12] I3. 5I. 9,0 ~ 13Q4!!7114\ 12.83.90° !42\ 1110 823JT 1.38,83° [234][78112] 11.01,82°--~ - --
2021 3213· 0112 123 O .
O1IO 4131 UI 1U41JJ • ·: · ¡· · · I 112Z
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0, I 422J ,o --o o 0 ~_. ('J G)- -' 9--·· ·· · · . . · . .· · · •• · •
• •
[412][3212] 11.4.82° l321Ha1i3J 11.23. 70° [412][7256J 11.23,77° [234][ 145 l2J t1. 14 ,1l5° .
0221 123 í 0112 ii31 1012 2203~ .-·o . .. · 1121 i i: '11
12 H 1232I I •· • o •
1012~o ,I <:). G)~--. E)---' o
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[431][11 ¡Oí ~ 1.06, BOo [314][ 5-¡ 412 J [1. 14,85 ° [334J[3304] 11. 49,snQ [434][52112] 13.84.00°
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• · o • ·• • •
- 23 -
ademis del diagrama propio de la matriz, aparecen las reflegi~
nes correspondientes a los precipitados o fases presentes. El
diagrama resultante consta, en primera aproximación, de la su
posición de ambos diagramas. Sin embargo una observación mis
detallada muestra variaciones en la geometría de los diagramas
debidas a los siguientes efectos.
- Ensanchamiento de los nodos por las dimensiones de los precio
pitados.
- Doble Difracción.
- Efectos de la estructura de los precipitados.
111 . 1 • l. ~te.;..c_t_o_s__d_e__E_n_s_a_n_c_h_a_m_i_e_I!..t.o__<Le__to_s_Ji.o_<Lo_s__e_n__e_l__E_s..lLa_<;..:\...Q..
R_e_C':..í]_r_0_':.0_ •
Cada nodo de la red recíproca de un cristal en en rea
lidad un pequeño dominio cuyas dimensiones según los tres ejes~ * ~ * ~ * ~recíprocos al ' a 2 ' a 3 ' estan dados por
1Ll
1L2
113
donde 1.1
, L2, L3
son las dimensiones reales del cristal
en las direcciones 81 , az' s3' respectivamente. Entonces, para
un cristal de dimensiones apreciables, las condiciones de di-
f r ac.cLé n son sumamente selectivas frente a un apartamiento de
la orientación exacta de Bragg. En efecto, una pequeña rela
ei6p lle.va a la esfera de Ewald fuera del pequefio dominio que
rodea a todo nodo de la red ~ecíproca.
Pero estos dominios pueden extenderse apreciablemente
en otros casos. Por ejemplo para un precipitado delgado de e~
pesor t normal ál haz incidente, cada nodo (hkl) se extiende
una longitud recíproca igual a lIt en la dirección del haz in
cidente. Entonces existe un rango de orientaciones 6~ alrede
dor de la posición de Bragg dado por
dl\<P .... hkl
t
- 24 -
donde dh k l
es el espaciado de los planos cristalinos correspo~
dientes al nodo recíproco (hkl). Para un precipitado de un es-o
pesar de 300A, resulta A~ del orden de los ¡ngulos de Bragg.
Por lo tanto se sigue observando el mismo diagrama de difrac
ción aunque se rote el cristal en el ¡ngulo 6Q.
Si el mIsmo precipitado de espesor t es paralelo al haz
incidente, el ensanchamiento de los nodos (hkl) próximos al o
rigen es claramente visible en el diagrama de la difracción.
Cada una de las reflexiones aparece entonces extendida en la
dirección perpendicular al plano del precipitado (spike) ver
p v e j . Fig.ll1.2.
En general, para una orientación intermedia de un pre
cipitado plano dentro de la l¡mina delgada, las manchas de di
fracción se desplazan frente a una rotación de la muestra, y
este efecto debe tenerse en cuenta al medir espaciados crist~
linos d11k 1
a partir del diagrama de difracción de electrones.
En la referencia (2) puede verse la geometría de los ensancha
mi e n t o s d (' los n o d o s r e e í pro e o s e n e 1 e a s o d e p r e c i p itad o s e n
forma de agujas, placas, o pequeñas esferas.
111.1.2. Doble Difracción.
En el caso de una l¡mina delgada compuesta par dos f~
ses, un haz difractado originalmente por la matriz puede inci
dir sobre un precipitado de segunda fase y dar origen a su vez
a varios haces. Otro tanto puede suceder con cada uno de los ha
ces difractados originalmente por la matriz. Entonces, el dia
grama de difracción del precipitado se repite alrededor de ca
ca una de las reflexiones de la matriz. Considerando todas las
posibilidades de doble difracción, se obtienen diagramas com
plejos como el de Fig. 111.3. Estos efectos de desdoblamientos
múltiples de los diagramas de difracción también se óbservaron
en l¡minas delgadas met¡licas recubiertas por algún tipo de ~
xido, o después de la evaporación de otro metal sobre su supe~
- 25 -
FIG. 111.2 - Diagrama de difraccion de un precipitado en laaleación zircaloy-4 en el cual se ve claramentela extension de las manchas (spike) en el espacio recíproco.
o•
O·
•O
o•
•Oa
o•
.0
•O
- 26 -
oo
o o
oO
oo
00
oo
b
oo
pO
oO
0°0o • oo o o
o o o0·0o o o
o o oo • o000
000o • oo o o
o o ooeo000
o o oo • o00 0
e
000o • oo o o
o o ooeO000
o o oo • o000
FIG. 111.3 - Doble difracción a través de una lamina delgadade una aleación conteniendo una segunda fase.
a) Diagrama de la matriz (o) y de un precipita.' '-do ce).
b ) Haces doblemente d í f r ac tad o s , o r IgLn ado s porla refre~lónvP' .
e) Diagrama compl~to, considerando todas las p~
sibilidades de doble difracción.
- 27 -
f i c í e ,
El efecto de doble difracci6n tambi~n puede ocurrir en
el caso de dos rrecipi tados id~nticos, superpuestos y rotados
e n un pe q u (~ ñ o ,í n g ti 1o. II n haz d i f r a e t a d o por e 1 p r e e i p ita d o s u
rerior puede volver a ser difractado por el inferior. Como es
ta posibilidad se presenta para todos los haces difractados
por el cristal superior, se observan finalmente diagramas con
desdoblamientos mii l tiples, como en el caso de dos fases distin
taso
111.1.3. ~!~~!~~_~E~~~~i~~!~~_~~_1~_~2}E~~~~!~_~~_lE2_~E~~i~i=
tados.
Los efectos de difracci5n de una segunda fase depen
den fuertemente de la relaci5n que pueda tener con la matriz.
Entonces, el diagrama de difracci5n se ve afectado de manera
distinta según que los precipitados sean coherentes, semi-ca
herentes, o incoherentes.
Precipitados coherentes.
Un precipitado es coherente con la matriz que 10 con
tiene, cuando ambos tienen la misma estructura cristalogrifi
ca, aunque los espaciados at5micos puedan ser ligeramente dia
tintos. En e-s t e último-'caso; la continuidad de los planos se
ajusta por medio de dislocaciones en la interfase. Un caso de
interfases totalmente coherentes es el de las fallas de apil~
miento en estructuras compactas, por ejemplo, las interfases
que permiten pasar de un plano (IIl} fcc a un plano {OOOl} hcp
sin ninguna dislocaci5n de ajuste.
>Un primer efecto sobre el diagrama de difracción pro-
viene de la forma geom~trica del precipitado cohere~te.--_Por ~
jemplo, precipitadas l a mi n a r e s o en forma de discos, o,riginan
una deformaci6n de cada nodo de difracci5n enla direcci5n re-
- 28 -
c Lp r o c a perpendicular al p Lan oc de L p r e c Lp Lt a do c vEn ciertas 0-"~ '.
rientaciones, los nodos aparecen extendidos, o incluso puedenaparecer otras reflexiones.
En otros casos pueden observarse desplazamientos de
las manchas de difracción de la matriz en direcciones parale
las a la deformación. El sentido del desplazamiento depende
del sentido de la deformación, y su magnitud aumenta con el
orden de reflexión. Este efecto no aparece en las manchas ce~
trales o en las reflexiones de planos perpendiculares a la de
formación. Entonces, los efectos originados por partículas co
herentes sobre el diagrama de difr~cción, están asociados a
deformaciones o desplazamientos de las reflexiones de la ma
triz. En general, son muy intensos y fáciles de distinguir. De
esta manera los diagramas de difracción resultan más sensibles
que las imágenes electrónicas para detectar la presencia de p~
queños precipitados coherentes.
Otro efecto fácilmente apreciable son las reflexiQnea
de super red originadas por sigan grado de orden dentro de las
partículas. Los diagramas de difracción obtenidos para di8ti~
tas estructuras ordenadas hah sido extensamente analizados
por diversos autores (12) (13).
Precipitados Semi~coherentes~
Una partícula sem~-coherénte presenta una estructura
que esta ligada de alguna manera a la .atri~, existiend~ u~a
relación de orientación bien determinada. Tal es el easo de
un precipitado h c p en una mati'iz' lce donde 10's' plarl.'"ós é'ompa.E,
tos de ambas estructuras son paralelos.;
Un precipitado semi-coherente no produce distorsiones
en las reflexiones de la matriz, sino que difracta de acuerdo
a su estructura y orientación frente al haz electrónico. El e
fecto es más apreciable cuanto mayor es la fracción en volumen
- 29 -
sario tener en cuenta que las intensidades dadas en las tablas
corresponden al caso de la difracción de rayos X. En el caso
de ¡¡minas delgadas, las intensidades dependen del espesor del
cristal y de la desviación de la posición exacta de Bragg.
- 30 -
IV - IMAGENES DE PARTICULAS DE UNA SEGUNDA FASE
Un precipitado de una segunda fase dentro de una matriz
cristalina se hace visible en una micrografía electrónica debi
do a dos fenómenos.
1) Alteración de la amplitud y fase de las ondas que atravie
san las columnas cercanas a la partícula, donde existe una
fuerte deformación de la red cristalina de la matriz.
2) Alteración de la amplitud y fase de las ondas en las colum
nas que contienen a la partícula.
El primer mecanismo se denomina generalmente contraste
de matriz puesto que se origina en la deformación elástica de
la red, y se interpreta en forma análoga al contraste que ori
ginan las dislocaciones. El segundo mecanismo de formación de
imagenes es más complejo, y se denomina contraste de precipita
do.
IV.l. Contraste dp Matriz
El efecto de una imperfección cristalina sobre la intensi
dad electrónica emergente de una columna dada, se describe por
un parametx:o
d .... ....a' s • T (g • R)z
....donde g es el vector de la red recíproca representativo de la
.. - ... '
familia de planos que esta orientada cerca de la posición de....
Bragg, y R(2) es el desplazamiento de la red producida por la
imperfección en una celda de la columna ubicada a la profundi
dad 2 dentro de la lamina delgada, ver p.ej. referencia (3).
Si una imperfección origina un desplazamiento ¡ tal' que 8.1.0no existe contraste. Este hecho se observa en el caso de par
tículas con campos de desplazamiento radiales, puesto que pa--+. .... ....
ra todo g, siempre existe una zona para la cual es g.a-o, de-
- 31 -
dentro de la matriz. Puede ocurrir que, dada la relación de o
rientación, en ciertas condiciones las manchas de difracción
del precipitado cst6n asociadas a las reflexiones de la matriz
y aparezcan roJc~ndo a 6stas.
Algunos precipitados suelen presentar fallas de apil~
miento en su interior, caso de una estructura fcc que por una
falla pasa a la estructura hcp. Pero en el diagrama de difra~
ción no es posible discriminar entre estas fallas de apilamie~
to o placas muy finas de precipitados hcp dentro de la estruc
tura fcc.
Precipitados Incoherentes.
Las partículas poseen estructura cristalina diferente
de la matriz y no guardan una relación de orientación defini
da. El diagrama de difracción corresponde entonces a una sec
ción plana de dos redes recíprocas orientadas al azar.
Es muy frecuente que al observar el diagrama de di frac
c í ó n de una lámin' delgada no existan reflexiones de la presen
cia de una segunda fase, llevando a la conclusión errónea de
que los precipitados son amorfos.
En estos casos es necesario observar la imagen que pr~
sentan los precipitados mientras se rota la lámina. Si en alg~
na orientación una partícula aparece m~s oscura, entonces el
diagrama de difracción muestra las reflexiones correspondien
tes al precipitado.
Finalmente, conviene tener en cuenta que a partir de
las posiciones angulares de las manchas de difracción, es p~
sible identificar las estructuras de los precipitados pres~~
tes en una lámina delgada. Para ello, conociendo la longitud
de la cámara, se calculan los espaciados cristalinosdhk1
y
se buscan las estructuras en las tablas ASTM. Solamente es nece
- 32 -
nominada línea de contraste nulo.
Ashby y Brown (14) estudiaron sistemáticamente la apa
riencia de las imágenes de precipitados con campos de deforma
ciones de simetría esférica. Sus cálculos de contraste mostra
ron que el ancho de las imágenes no depende de la desviación
de la posición de Bragg, y que su forma depende fuertemente de
la profundidad de la partícula dentro de la lámina delgada. La
imagen de campo claro es simétrica solamente cuando el preci
pitado se encuentra en el centro de la lámína. Las imágenes de
campo claro y campo oscuro son iguales solamente para precipi
tados cercanos a la superficie superior de la lámina delgada.
Cerca de la superficie inferior, las imágenes son complementa
rias. Este efecto permite discriminar entre ambas posibilida
des. Si la partícula está ubicada dentro de la lámina, alejada
de cualquiera de las dos superficies, la imagen es asimetrica.
En campo claro, el sentido de la asimetría depende de la pro
fundiddd, pero en campo oscuro depende únicamente del signo de+g.
En el caso de precipitados en forma de disco los des
plazamientos orginados en la matriz son ma~imos en la direc
ción perpendicular al plano del disco. Por ello, la imgen ele~
trónica es similar a la de un anillo prismático de dis1ocacio
nes de vector de Buiger fraccionario
donde ~t es el espesor del precipitado y E la compresión de la
red. Como el radio del disco es normalmente mucho mayo~ que el
espesor, resulta:
e = él
donde o es el desajuste real. Para precipitados coherentes muy
delgados, las imágenes son difíciles de distinguir frente al
contraste que presentan anillos cerrados de dislocaciones. Para
poder discriminar entre ambas posibilidades es necesario dis-
- 33 -
poner de una buena platina goniométrica y observar el contraste
en ctondiciones de difracci6n de la matriz. En el caso de que el
contraste provenga de anillos de dislocaciones, conviene reali
zar tratamientos térmicos convenientes, y observar la evoluci6n
de las im5genes.
IV.2. Contraste de Precipitado.
El contraste electr6nico originaooen el precipitado mis
mo se origina en alguno de los siguientes efectos:
1) Diferencia entre el factor de estructura del precipitado y
de la matriz.
2) Orientación favorable de alguna familia de planos cristali
nos del precipitado y por lo tanto fuerte efecto de difrac
ci6n de la partícula observada.
3) Cambios de fase originados en desplazamientos de la matriz
debidos al precipitado dando lugar a efectos de interferen
cia y franjas oscuras y brillantes.
4) Interfereticia de haces difractados ~or la matriz con haces
difractados por el precipitado, dando lugar a la formaci6n
de franjas de tipo Moire.
S) Contraste debido a la geometría particular de la interfase.
IV.3. Contraste debido al fa~tor de estructura.
Este tipo de contraste electr6nico aparece cuand6 el fac
tor de estructura de un precipitado coherente es diferente al
de la matriz. Este es el caso de las imagenes que presentan
los pequeños dominios ordenados en una soluci6n s6lida.
En general, una partida de espesor 6t incrementa el es-
- 34 -
pesar efectivo de una columna de la lamina delgada en una canti
dad
donde:
16t ( D-
g
_1_)~Q'..,
~ : distancia de extinción de la matriz.g
~P ; distancia de extinción del precipitado.g
Se puede demostrar (3) que el maximo contraste de los pr~
cipitados corresponde a espesores t de la lamina delgada dados
por
siendo
t 1~= 4
brillante
oscuro
3 5• 7; • 4
t 1 5para --= 4' ¡sg
t l. 7para --= ¡~g 4
Este tipo de contraste es claramente visible en las zo
nas mas delgadas de la lamina, donde los efectos de absorción
anómala no son apreciables.
IV.4. Contraste de orientación.
Este contraste aparece cuando la orientación de la 1ami
na delgada es tal que un cierto conjunto de planos de la red
del precipitado difracta fuertemente y a la vez la matriz no
difracta apreciablemente, o viceversa. Por 10 tanto, existe
contraste' electrónico solo ~uando existe una fuerte diferen-
- 35 -
cia entre la estructura de la matriz y del precipitado. Este
tipo de imágenes se observa frecuentemente en grandes precipi
tados incoherentes, o parcialmente coherentes.
Una lmgen de campo oscuro obtenida con una reflexión del
precipitado muestra imágenes brillantes sobre un fondo oscuro.
Es necesario aclarar que no siempre el contraste observado ca
rresponde a la estructura interna del precipitado, ya que la
amplitud y la fase de la onda incidente puede estar determina
da por la estructura o imperfecciones de la matriz. Sin embar
go, estas técnicas de campo oscuro permiten obtener rápidame~
te imágenes claras de los precipitados presentes, así como
determinar a partir de ellas la distribución de tamaños o la
densidad. En una micrografía de campo oscuro obtenida con un
haz doblemente difractado se observa una imagen brillante del
precipitado, siempre que éste se encuentre totalmente dentro
de la lámina delgada.
Los efecto~ de absorción tambié~ pueden originar fran
jas en los bordes d? los p~ecipitado8, similares a las fran
jas que ~parecen .en los bordes de grano cuando solo un grano
difracta fuertemente. Cada franja corresponde a un contorno
de espesor constante, y el conjunto de franjas es paralelo a
la línea de intersección de la partícula con la superficie de
la lámina.
IV.S. Contraste de Desplazamiento.
Este tipo de contraste se observa cuando se produce un
cambio abrupto en las fases de las ondas incidentes y difra~
tadas, debido a un precipitado laminar que ha desplazado los
planos de la matriz en direcciones opuestas a cada lado del
precipitado.
El desplazamiento Rn producido por un precipitado par
cialmente coherente es normal al plano de la placa, y está
- 36 -
dado po~;
donde:
Rn
Ó ~t nbn
~t espesor del precipitado.
ó factor de desajuste.
n nGmero de dislocaciones estructurales en lainterfase.
bn
componente normal al precipitado del vectorde Burger.
Sustituyendo en las ecuaciones de la teoría dinamica, se
obtiene el valor de la intensidad transmitida
12 1 2 nt 2 1
cos 2 a - cos (~) + sen 2 ag
2(2nz)cos ---.~
g
~= 2n g
donde:z profundidad del precipitado dentro de la lamina.
+R cambio de fase originado por el des
nplazlmiento.
La periodicidad es independiente del valor de R • Estándada por S /z para pequeños valores de z, y por el valor de a
g .para las oscilaciones profundas. En el caso de un precipitado
delgado inclinado un cierto ángulo respecto de la superficie
de la lámina las oscilaciones de intensidad sonsimil~res a
las producidas por las fallas de apilamiento. Las franjas de
desplazamiento corresponden a regiones de espesor constante en
la lámina delgada, y por 10 tauto son paralelas a la línea de
intersección del precipitado con la superficie de la lamina.
Si el precipitado no es plano las franjas no son rectas, y p~
queñas irregularidades sobre la superficie pueden alterar la
regularidad de las mismas. Normalmente, las franjas ~e obser
van cuando la matriz esta orientada cerca de la posiei5n de
- 37 -
Bragg, y el precipitado no difracta.
IV.6. Formaci6n de Franjas de Moir~.
Las franjas de Moir5 se originan por la superposici5n de
dos redes de espaciado diferente y/o de distinta orientaci5n (3).
La expresi6n general Moir~ est5 dada por
Dcos
( IV. 1)
donde
espaciados de las dos redes.
angula entre los planos.
En el caso de franjas de Moiré paralelas (~=O) es
(IV.2)
Para el caso de franjas de Moiré de rotaci5n (d¡=dZ) resulta
.. . .. ...... (IV.3)
En zonas donde la lamina delgada varía o esta deformada,
pueden producirse variaciones localizadas en el espaciado de
las franjas, y éstas pueden curvarse, ver p.ej. referencia
(3) •
En el caso de partículas coherentes las franjas son de
tipo paralelo. El criterio más simple sobre coherencia fue d~
do por Brooks quien sugiri5 que una interfase de longitud 6t
pasa a ser incoherente cuando el desplazamiento total es igual
al vector de Burger de una dislocaci5n de la interfase. Es de
- 38 -
Es decir que
Si O ~t < b partícula coherente
El desajuste 6 entre las dos redes está dado por
2 (di - d 2) di - d2
6 Sl di '" d 2= --
di + d2 di
El caso de un precipitado parcialmente coherente( o no
coherente) es analogo al de dos redes superpuestas, puesto que
el desajuste en la interfase es similar al desajuste de las
dislocaciones estructurales. En el caso de franjas paralelas,
el espaciado Moiré está dado por
Dn
d6"
El espaciado entre las dislocaciones estru¡turales es
= liL6
+donde b es el veclor de Burger de las dislocaciones. Los esp~
ciados Moiré y los de mallas de dislocaciones son idénticos
s í ibi=d.
Las dislocaciones de la interfase son fácilmente observa
bles en el caso de precipitados con desajuste muy pequefio res
pecto de la matriz. Para grandes desajustes las dislocaciones
se encuentran muy próximas, y son mas difíciles de resolver.
En un caso intermedio, espaciados comprendidos entre unos 20o
y 200 A, la visibilidad de las dislocaciones interfaciales de
pende de condicones más rigurosas.
En resumen, se observan franjas de Moiré cuando existe
una fuerte reflexión de la matriz y del precipitado. El con-~
traste de franjas de desplazamiento aparece cuando- hay una
fuerte reflexión de la matriz. Las ~ranjas de espesor son vi-
- ~-
- 39 -
sibles cuando ¡Iay una fuerte reflexi6n de la matriz o del pr~
cipitado.
- 40 -
V. OBSERVACION DE LA MICROESTRUCTURA DE LA ALEACION ZIRCALOY-4
Como se ha mencionado en la sección anterior, las propí~
dades de las vainas de elementos combustibles fabricadas con
zirca10y-4 dependen de la microestructura final del material.
En la sección V.l. se describen las características de
la estructura Widmanstatten que aparece después de un templ~
do del material desde fase S a 1000 C. Este es el primer proc~
so de toda la secuencia de fabricación de vainas, y es el que
determina la distribución de la segunda fase precipitada, y
por 10 tanto la resistencia a la corrosión.
Las propiedades mecánicas en cambio dependen fuertemente
del tamaño medio de grano. Es importante entonces poder conocer
las variables que determinan el crecimiento de los granos cris
linos desde sus primeras etapas de formación.
A partir del materíal templado se pueden seguir distin
tas rutas de fabricación y llegar por 10 taRto a dístíntas es
tados metalGrgicos. En la sección V.2. se describe la secuen
cia de tratamient, o termomecanicos empleada originalmente por
Co1eman y Rumba11 (15) y se muestran las micrografías electro
nicas que caracterizan la estructura resultante.
Finalmente, en la sección V.3. se describen las observa
ciones de las primeras etapas de la recrístalizaci6n de un ma
terial sometido a los tratamientos termomecanicos típicos de
la secuencia de fabricación de las vainas.
V.l. Material Templado - Estructura Widmanstatten.
Durante la transformación S ~ a la estructura cGbíca de
cuerpo centrado característica de la fase S de altas temper~
turas, pasa a una estructura hexagonal compacta. En el zirco_
nio puro, la fase a crece en forma de placas orientadas cría
- 41 -
cristalográficamente respecto de la matriz original S. La re
lación de orientaciones de ambas fases fue estudiada por Bur
gers (16) quien propuso la siguiente relación
En cambio en el zircaloy-4 se observan dos estructuras
de templado, fácilmente identificables en una metalografía ó~
tica, Fig. V.1.(a) y (b). Ambas corresponden a estructuras ti
po Widmanstatten (17) (18) (19). La estructura de la Fig. V.l
(a) se denomina "paralela" puesto que las placas de fase aman
tienen la misma relación de orientación con la fase original
S. En la Fig. V.1. (b) se observan en cambio, dos orientacio
nes distintas y la estructura se denom.ina así "canasta". Origi
nalmente se pens6 que la a~arición de un tipo u otro de estruc
tura probablemente estaba determinada por la existencia de pa~
tículas de segunda fase. Pero actualmente existen evidencias
de que la velocidad del templado es el factor que determina
uno u otro tipo de estructura.
Se ha determinado también que las placas creten con un
rechazo de los aleantes, es decir que la concentración de Fe
y Cr es mayor entre dos placas contiguas. Por ser estos ele
mentos difunden tes muy rápidos en la matriz de zirconio es
probable que estos elementos sean los que controlan el tam.año, .
final de l~s placas.
En la Fig. V.2. (a)(b) y (c) se muestran las microg~a
fías electr6nicas correspondientes a estructuras de templado
desde lOOOoC en agua, del tipo "canasta" con una alta densi
dad de dislocaciones en cada grano. No se observa la prese~
cia de ningún tipo de partículas de segunda fase. En algu~os
granos se observan pequeñas rugo~idades, que correspond~n a
la presencia de óxidos sobre las superficies de las l'.i~as
delgadas.
En la Fig. V.2 (a) se puede observar un conjunto de pl~
- 42 -
30 w
1'0 •
Fig. V .1. Micrografías ópticas de una estructura
Widmanstatten tipo canasta.
- 43 -
cas Widmanstatten con un grano cristalino pequeño, de dimensiQ
nes inferiores al micrón. La desorientación de estos pequeños
granos respecto de las placas es mínima, hecho que hace difí
cil la obtención de imágenes de campo oscuro convencionales.
Solamente mediante las técnicas denominadas 2 1/2 dimensiona
les" es posible observar estos granos separados de sus granos
vecinos (20)(21)(22).
V.2. Tamaño de Grano.
El tamaño de grano del zircaloy-4 puede ser controlado
por medio de distintos tratamientos termomecanicos. En el ca
so del zircaloy-2 se había sugerido que el crecimiento del
grano era controlado por pequeñas partículas de segunda fase.
Posteriormente, estudiando la aleación (Zr, Cr, Fe), Coleman
y Rumball (15) determinaron que las partículas podían inhibir
la migración del borde de grano, pero no controlar su tamaño.
Con el objeto de estudiar el efecto de los tratamientos
termomecanicos sobre la microestructura de la aleación zirca
10y-4, se observaron por microscopía electrónica dos grupos
de muestras sometidas a las siguientes secuencias de tratamien
tos,
rTemplado desde la Fase S (1000°C)
I
Grupo BRecocido 8he a 760°C
______¡ J
Deformado en Frío de 3 a 45%
Recocido 2 hs. a 760°C
Grupo ADeformado en Frío 50%
Recocido 2hs. a 760 0 C
1.
que son las mismas que las empleadas por Coleman y Rumba!l. La
diferencia entre ambos tratamientos es la siguiente:
- 44 -
- b
Fig. V.2
- e -
1~ 1~
Zircaloy-4 templado desde 100°C. Se obser
van estructuras de tipo canasta con alta
densidad de dislocaciones. No se observan
en ningún caso partículas de segunda fase.
- 45 -
- En el grupo A la estructura Widmanstatten del templado es
destruída por la deformación en frío.
- En el grupo B se efectuó un largo tratamiento térmico.
En ambos casos los templados se realizaron en agua con
rotura del sellado, y los tratamientos isotérmicos se efectua
ron en vacíos mejores que 10-smm de Hg.
Las meta10grafías ópticas de las Fig. V.3 (a) y (b) mue~
tran que los granos de las aleaciones del grupo A son de menor
tamaño y mas uniformes que los del grupo B. En este último ca
so, se observan grandes granos junto a otros muy pequeños. Pa
ra ambos casos se determinó el tamaño medio de grano por técni
cas convencionales de metalografía cuantitativa. Los resultados
se grafican en la Fig. V.4. donde se representa la variaci6n
del tamaño medio de grano con el porcentaje de la deformaci6n
final a la que son sometidas las muestras. Las diferencias me~
clonadas son apreciables para deformaciones bajas, pero para
deformaciones mayores que un 40% el tamaño medio de grano viene
a ser el mismo para ambas secuencias.
Las micrografías electrónicas, Fig. V.5 y Fig. V.6 (a) y
(b), muestran que los diferentes tratamientos afectan también
la estructura de dislocaciones. En efecto, en las muestras del
grupo A los granos estan prácticamente libres de imperfecciones
Fig. V.s, mientras que en los granos de muestras B se observan
subgranos y mallas de dislocaciones, Fig. V.6 (a) y (b). También
se puede observar que la diferencia de tratamientos termomecáni
cos no influye en el tamaño y distribución de las partículas de
segunda fase. Este resultado es coincidente con las observacio
nes de Co1eman y Rumbal.l en la aleac~ón Zr, Cr, Fe. Es d,cir que
las partículas de segunda fase no controlan el tamaño final,de1
grano, aunque si pueden tener algún. efecto sobre la migración
de los bordes de grano.
46
-a-
-b -
Fig. V.3 Micrografías óptica de la estructura del
Zircaloy-4 templado desde lüüüoC y luego
tratado termomecánícamente.
a) Grupo A b) Grupo B
- 47 -
N VJ +:>O O O O
tamaño medio deN x grano en l.lo ,
\\ *\ \
e; 'C')
\ ;:o
\:;o
c::: c:\ -e '"do o\ ~ ·te
VI IX \o
\ *\ /\\ /\ •
~ \/
*/\
/!'/'
V1,/!
o x *;/I
IIIIIIII
X
'ig. V.4 Tamaño medio de grano en funciSn del po~
centaje de deformación final,. para do.
secuencias de tratamientos termomec'llicos
despúes de un templado illieial desde lOOO·C.
Fig. V.S
- 48 -
,•
.. ..• a
6
•'.,, , :
Zircaloy-4 templado desde lOOO°C. luego 'd.~
fOTmado en frio y recocído. y finalmente
deformado en frio y recocldo""'bs a 760 o e .Se observan granos libre~ de',d±sloeaciones.
,." ..,,.. ..,~--
- 49 -
V.3. Material Tratado Termomecánicamente.
Para que las valnas de elementos combustibles satisfagan
las especificaciones exigidas es necesario realizar una serie
de tratamientos termomecánicos del material original. Una de
las secuencias utilizadas en la fabricaci6n de estos tubos es
tá dada en la Tabla V.l.
Estas deformaciones en frío y posteriores tratamientos
térmicos son los necesarios para:
- Reducir el material de partida al tubo de dimensiones reque
ridas.
Asegurar que las propiedades mecánicas y estructurales cum
plan las especificaciones de las vainas de elementos combus
tibIes.
La última deformaci6n en frío y el último tratamiento
térmico de la secuencia determinan las propiedades mecánicas
finales de los tubos, mientras que los tratamientos anteriores
influyen en la textura y en menor grado en el tamaño de grano
final.
En general cada deformaci6n en frío y posterior recocido
de recristalizaci6n tienden a di~minuir el tamaño de grano. En
esta secci6n se analiza la microestructura de los primeros es
tados de recristalizaci6n después que el material es sometido
a una deformaci6n en frío del 67% y su recocido de 2hs entre
400 y 700°C.
Las técnicas usuales para caracterizar el proceso de r~
cristalizaci6n han sido las de resistividad eléctrica, dureza,
o ancho de línea de rayos X. Para todas ellas son altamente
promediantes y no permiten el seguimiento de las primeras et~
pas de recristalización. Es por ello que se han preparado l!
minas delgadas para caracterizar estructuralmente estas prim~
ras etapas en la aleación zircaloy-4. Se han utilizado chapas
- 50 -
1 ~
Fig. V.6 Micrografías electrónicas de zircaloy-4,
templado, recocido 8hs a 760°C, deforma--d o e n f r ~ ;" , y re e oc ido 2h s a 76 O° e .
-a-
-b-
- 51 -
ligo V.7. Precipitados en zircaloy-2 y zircaloy-4.
- 52 -
.... .~"; ;'.,'-
F
\~ .;'.•...:'I~". .:
".'\. 'il:I":'. .. .', ;::. ':
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1).1.........~.", ,._. _."~;> :.......~ .»
.... •~,. ~,9 .• " -, ~.,- ..~" " !il' \ ~. ,
';¡,., .
Fig. V.8 Pequeños granos recristalizados rodeados
por granos todavía deformados, en las
primeras etapas de la recristalizaci6n
de zircaloy-4. Tratamiento ~inal: 67%
de deformaci6n en frío, recocido de 2hs
a SüüoC.
- 53 -
de este material, sometidas a las mismas secuencias utilizadas
en la fabricación de tubos.
Resta Levi y Arias (23) observaron por metalografía ópti
ca que después del tratamiento final ya mencionado recociendo
a 500° e, el material continuaba totalmente deformado. Sin em
bargo, las observaciones de microscopía electrónica realizadas
en el laboratorio han permitido detectar granos recristaliza
dos, hecho que permite afirmar que el proceso de recristaliza
ción comienza a temperaturas del orden de los 500°C. En la Fig.
V.8 (a) y (b) se observan en efecto pequeños granos de aproxi
madamente l.s~ sin deformación en su interior, y rodeados de
granos deformados. En cambio, en muestras recocidas 2 horas a
403°e se observan forestas de dislocaciones, Fig.V.9(a) y (b),
son primer indicio de la presencia de granos recristalizados.
En muestras tratadas 2hs a 700 oe, Fig. V.9 (c), el material
está totalmente recristalizado."
En las muestras recocidas a soooe se observa ademas un
contraste electrónico muy característico. En efecto ciertas
zonas presentan imágenes de franjas, visibles en las microgr~
fías de campo claro, Fig. V.IO (a) y de campo oscuro, Fig.
V.10 (b).
En el diagrama de difracción aparecen además dos refle
xiones cercanas al haz central, siendo la recta que los une
perpendicular al sistema de franjas.
El espaciado de las franjas está comprendido entre un 70°
Y 100 A. hecho que sugiere la presencia de franjas de Moiré
del tipo de rotación, descartindose la posibilidad de crist~
les de óxidos ,al de franj as de Moiré por superposición, pues
no se pudo indexar los diagramas de difracción en terminas de
dos estructuras de espaciados parecidos. Considerando una re
flexión del zirconio del tipo (lOIO)cuyo espaciado correspono -
diente es de2.S A, y según la expresión del espaciado D de las
franjas de Moiré por rotación, ver expresi5n(IV.].), se obtie-
Fig.V.9
- 54 -
a)b) Zircaloy-4 tratado 2 hs. a 4ü3°C.
e) Material tratado,2 hs. a 7üüoC
-a-
o. 1]J
-b-
o. 1 ]J
-c-
- 55 -
TABLA V.l
SECUENCIA DE TRATAMIENTOS TERMOMECANICOS
DE LAS CHAPAS DE ZIRCALOY-4
Templado desde l050°C
Laminado en Caliente 77% a 800°C
Laminado en Frío 33%
Recristalizado 4hs a 750°C
Laminado en Frío 48i.
Recristalizado 2hs a 700°C
Laminado en Frío 55%
Recristalizado 2hs a 520°C y
2hs a 700°C
Laminado en frío 67%
Recocido Final 2hs (403 a 700°C)
56
aO. 1]..1
. ....-.. ' ....;~.'" ~
b
Fig. V.IO Primeras etapas de la recrístalízación
en zírcaloy-4. Se observan claramente
franjas de Moiré.
a) Campo claro.
b ) Campo oscuro.
- 57 -
nen desorientaciones a entre cristales muy pequeñas del orden
de 1.5 a 2 grados. Este resultado es razonable, puesto que el
material esta fuertemente texturado y los pequeños granos re
cristalizados pueden tener orientaciones muy parecidas.
En la Fig. V.Il (a) se muestra un contraste electrónico
que se suele observar en el material recristalizado. El borde
entre dos granos recristalizados contiene una familia de dis
loca€iones, hecho que es mas frecuente en los bordes de bajo
angulo. También se pueden observar otros tipos de defectos
(24, 25, 26, 27), como partícui~ sobre los bordes de grano,
Fig. V.ll(c) o hidruros provenientes del hidrógeno incorpora
do durante el pulido, Fig. VII.9(b).
No es muy común encontrar partículas de segunda fase an
ciando bordes de grano, como el caso de la Fig. V.ll(b).
En la Fig. V.12 se muestra una micrografía correspon~
diente a la microestructura de una vaina de zircaloy-4 tipo
Atucha 1, que se encuentra precisamente en las primeras eta
pas de la recristalización. En efecto, los tratamientos ter
momecanicos a los que se somete la vaina antes del arenado
del elemento comLustible, producen una estructura en la cual
se observan granos fuertemente deformados, con mallas de dis
locaciones, bordes de alto angula, y algunos granos completa
mente recristalizados, como el que se observa en el cen~ro de
la micrografía.
- 58 -
I- a - - b -
"
.....~
, ~.",. "
"
#"C. p# .•.. '
.'. t
,...... ,-~ -
.. '
1> f•
•.,\. '.
'...l • 1 f' ~ f'
. t .. ..
,. , (
, .,.
J' •
"
" .
- e -o.su
Fig. V.ll a) Borde de grano con dislocaciones en
zircaloy-4.
b ) ,e) Bordes de grano anclados por pa,!.
tículas de segunda fase. Se obser
van también hidruros.
- 59 -
Fig. V.12. Micrografía de una vaina de zircaloy-4
tipo Atucha, en las primeras etapas de
la recristalización.
- 60 -
VI. PRECIPITADOS DE SEGUNDA FASE EN ZIRCALOy-2 y ZIRCALOY-4.
VI.l. Estructura.
Las aleaciones Zircaloy-2 y Zircaloy-4 son utilizadas
en la fabricaci6n de elementos combustibles y diversos comp~
nentes de los reactores de uranio natural moderados con agua
pesada. Los aleantes de Zircaloy-2 son: Sn J Fe J Cr J y Ni, con
reemplazo por mayores cantidades de Fe y Cr. La composición
trpica del Zircaloy-4 es lJ5%Sn 0,2%Fe, O,l%Cr. Analizando los
diagramas binarios del zirconio con los aleantes Fe, Cr y Su
(28)(29)(30) es de esperar la precipitaci6n de partrculas de
segunda fase de distinta composici6n y natu~aleza cristalogr!
fica, como por ejemplo, Zr Fe2;
Zr4Sn.
En el zircaloy-2 se ha
determinado la presencia de dos tipos de precipitados. Uno de
ellos esta caracterizado por una estructura tetragonal centra
da en el cuerpo, conteniendo Ni y Fe. El otro tipo, también
observado en el Zircaloy-4, es hexagonal compacto, y contiene
Fe y Gr. La distribución de estas fases precipitadas dentro
de la aleación, así como su naturaleza, determinan la resis
tencia a la corrosión del material. Es por tllo que es de su
mo interés el conocimiento de la estr~ctura~ distribución,
morfología y concentración de Fe, Cr y Ni d~ntro de ios preci
pitados que aparecen en ambas aleaciones. ._
La Tabla VI.l resume la información existente sobre ta
maño, forma y subestructura de los precipitados observados
en el Zircaloy-2 y el Zircaloy-4, (8)(3l). Los distintos ti
pos de partículas intermetalicas se clasifican por su tamaño,
forma y subestructura (32). En Zircaloy-2 no se han detectado
partículas que contengan Ni y Cr sillult'neamente •. En eata mi!,
ma alea~i6n son fre~uentes ~OB conglomerados d& varias'partt
culas, sonde aparentemente precipita primero la partícula que
contiene Ni, y luego alrededor 4e 'sta, las que contienen Ci,referencia (8).
Cada una de las fases est' caracterizada ~or una compo
- 61 -
sición y una estructura bien definidas. Así, la fase te trago
gonal tipo ZrZNi tien parámetros de redo
a :: 6.51 Ao
c = 5.30 A
donde el Fe sustituye parcialmente al Ni, resultando una com
posición aproximada
La fase hexagonal tipo ZrCr2
tiene parámetro de red
o
a = 5.079 Ao
c = 8.279 A
donde el Fe sustituye parcialmente al Cr, y resulta un~ comp~
sición
Zr Cr 1 . 1
en la aleación zircaloy-2, prácticamente t~do el Fe se distri
buye entre estos dos tipos de partículas. Existe además una
relación de orientación entre ambas, dada por
// (loIl)Zr (Cr;Fe)2
(002)Zr2{Ni,Fe) // (Z110)Zr {Cr; Fe)2
No se han observado precipitados de Zr-Fe
TABLA VI.1
Composición Estructura Parametros de Red
a-Zr hexagonal a = 3.232 e = 5.147Zr Cr2 hexagonal a = 5.079 e = 8.279ZrzNi te tragonal a = 6.499 e = 5.270Zr Fe2 cúbico a = 7.070
Zr2 (Ni; Fe) ~ tetragonalZr2 NiO.4 FeO.6 Tipo Zr2 Ni a = 6.51 c = 5.30
Zr(Fe;Cr)2 z hexagonalZr Cr1.1 FeO. 9 tipo Zr Cr2 a = 5.1 c • 8.3
- 62 -
- a - - b -
- e - - d - O.2~
Fig. VI.l. Imágenes de precipitados del tipo ZrCr Zen zircaloy-4.
a) Campo claro b)c)d) Campo oscuro.
- 63 -
En la Fig. VI.l(a) se puede observar una imagen de cam
po clato típica de un precipitado del tipo ZrCr2' El diagrama
de difracción correspondiente es el de la Fig. IV.2(a) y el e~
quema aclaratorio de la Fig. VI.2 (b) muestra que corresponde
a un corte (5143) del espacio recíproco del precipitado. La
Fig. VI.l (b) muestra la imagen de campo oscuro del mismo pr~
cipitado obtenido en la reflexión (Olír)~ndicada con A en el
esquema anterior. Esta imagro presenta un mejor contraste, y
se rotan claramente las franjas correspondientes a la estruc
tura de politipos. La Fig. VI.l (c) corresponde a la reflexión
(1014) indicada con B en la Fig. VI.2 (b).
En la Fig. VI.l (d) correspondiente al mismo precipita-r
da se observa ademis un sistema de franjas de espaciado próxio -
mo a los 62 A. Esta imagen, tambi~n de campo oscuro, fue obt~
nida rotando la limina delgada en unos 6 0 respecto de la o
rientación anterior. Es fácil ver que las franjas son de tipo
Moir~ paralelas, originadas en las familias de planos de esp!.
ciados.
o
dI • 2.43 A c.o r r e e p on d í e n te a losplanos (531 ) de la variante cúb Lc a ,
o
d 2 = 2.34 A correspondiente a losplanos (lOr3) de la va....rian te hexagonal.
1'"'
Reemplázando en la expresi6n (IV.2) del espaciado de lae fren'"6'
jas de Moir~ paralelas, se o,btiene un valor cercano a los 6JA,
coincidente con los valores medidos que se suele observar en
las dos aleaciones.
En la Fig. VI.3 se muestran las imigenes de un precipi
tado de características singulares.
Las Fig. VI.3 (a) y (b) corresponden a dos orienta~io
nas l~geramente distintas de un precipitado ~e mayor tamafio
que contiene en SU. interior uno más pequeño. En la Fig.VI¡3(4)
- 64 -
o
Ao
o
Bo
*
o
Q
o
o
Fig. VI. 2 a) Diagrama de difracción de un precipi
tado de ZrCrZ en una lámina delgada
de zircaloy-4
b) Esquema aclaratorio. El diagrama co
rresponde a un cort~ (5143) del esp~
cío recíproco del precipitado.
A: (0111) - B: (1014).
- 65 -
se observa la imagen de campo oscuro obtenida con una reflexión
del precipitado mayor, se obtienen imágenes de la estructura de
politipos, y se observan además franjas de igual espesor, Fig.
VI.3 (d).
VI.2 Microestructura y Composición de los Precipitados~
Las aleaciones de Zirconio han sido ampliamente estudia
das desde el punto de vista de sus propiedades mecánica y de
su resistencia a la corrosión, pero los datos referentes a su
microestructura y composición son más limitados. Las partícu
las de segunda fase en zircaloy-2 fueron estudiadas por Ost
berg (33), Vitikainen y Nenonen (34), Krasevec (35),Northwood
Chemelle y col. (8). Van der Sande y Bement (36) estudiaron
las partículas del zi~caloy-4, y Rao y col.(37) los precipit~
dos de ambas aleaciones. El rango de temperaturas de forma
ción de los precipitados del tipo Zr(CtFe)2 en zircaloy-4 ha
sido estudiada por Miquet y col.(38). Estos aütores determina
ron que los precipitados aparecen en el ra~go de temperaturas
comprendidos ent~e 750 y 850°C. En otro trabajo, Miquet y col.
(39) estudiaron el efecto del agregado de aleantes como Cr,
Sn, y 0, sobre las temperaturas de formaeipn de los precipi
tados determinando que no producen un efecto importante sobre
las mismas. Pero la proporción de cada uno de los elementos.en las partículas de segunda fasé así como sus respectivas
temperaturas, todavía son tema de discusión.
En el laboratorio se han efectuado experiencias de mi
croscopía electrónica de transmisión y microanálisis dispe~
sivo en energía (EDAX) para o~tener información sobre la co~
posición química de los precipitados del tipo Zr(CrF~)2 pre
sentes tanto en zircaloy-2 como en zircaloy-4. Para la real!
zación de las experiencias se utilizaron flejes de zircaloy
2 y zircaloy-4 cuya composición se da en la Tabla VI.2.
- 66 -
- a - - b -
- e - - d -O. 1]J
Fig.VI.3 Imágenes de precipitados en zircaloy-4
a) Campo claro b)c)d) Campo oscuro.
- 67 -
TABLA VI.2
Sn Cr Fe N~ u
Zircaloy-2 1.20-170 0.05-0.15 0.07-0.20 0.03-0.08 1400ppm
Zircaloy-4 1.20-1.70 0.07-0.13 0.18-0.24 - 1400ppm
Para la obtención de las láminas delgadas para microsco
pía electrónica de transmisión, se cortaron discos de 3mm de
diámetro y 0.1 mm de espesor, que fueron luego electropulidas
en un doble jet con un electrolito compuesto por
35% alcohol butílico
55% alcohol metílico
30% ácido perclórico
Para la obtención de las réplicas de extracción las mues
tras fueron atacadas químicamente con una solución de
de tal manera d~ dejar las partículas en relieve, las que lu~
go fueron extraídas mediante una réplica de carbono. Más deta
lles experimentales se dan en las referencias (6)(9)(40). Los
contenidos de Zr, Fe y Cr de la~ partículas de segunda fase
fueron determinados utilizando la relaci6n propuesta por Cliff
y Lorimer
donde:
intensidades de los rayos X característicasemitidas por los elementos A,B.
fracciones en peso de los elementos A y Ben la muestra
- 68 -
Fig. VI.4 a) Precipitados en los bordes de placas
Widmanstatten, en zirca1oy-4 templa
do desde lOOO°C y recocido 48 hs a
SOO°C
b) Precipitado de tipo Zr(CrFe)2 en zir
caloy-4 templado desde lOOO°C y recg
ciclo durante 6hs a 700°C.
- 6~ -
KAB
factor de escala.
ya se ha mencionado que, después de un templado desde la fase
S(lOOO°C) las aleaciones de zirconio pueden presentar dos ti
pos de estructuras Widmanstatten, según la velocidad del tem
plado. Para las velocidades empleadas en el presente trabajo,
del orden de los lOOO°C/seg., se observan solamente las del t~
po "canasta", con una alta densidad de dislocaciones, ver por
ej.Fig. V.2. Cuando esta estructura es tratada térmicamente,
por ejemplo 48 horas a SOO°C, se comienza a observar la forma
ción de pequeños precipitados del tipo Zr(CrFe)2 en las zonas
entre las placas ricas en Fe y Cr, Fig.VI.4(a). Estos precipi
tados tienen una estructura hexagonal (C14) del tipo ZrCr 2. En
un material tratado 6 horas a 700°C e s.t o s precipitados crecen,
y en una micrografía electrónica por t~ansm~sión presentan c1a
ramente una subestructura de po1itipos, Fig~ VI.4(b). Esta sub
estructura de politipos proviene del hecho de que el ZrCr2 a
temperaturas mayores que 900°C tiene una estructura cúbica cen
trada en las caras (CI5) del tipo Mg CuZ. E~tas dos estructu
ras son las correspondientes a las fases de' Laves, y por lo ta~
to su estabilidad depende principalmente de la densidad elec
tr6nica. Durante el crecimiento de los precipitados se va for
mando una estructura de politipos, creciendo alternadamente
placas de Zr(CrFe)Z con estructura hexa80Aa~ y placas de la
fase Zr(CrFe)2 de estructura cúbica. .
Para la confirmación de la coexistencia de estas dos f~
ses distintas fue necesario implementar y poner a punto en el
laboratorio las técnicas de campo oscuro denominadas "2 1/2
dimensionales" , ver p.ej. referencia (22). Las técnicas con
vencionales de campo oscUro no permiten la separaci6n de las
dos estructuras dado que las manchas de difracción correspo~
dientes son muy próximas. En las Figs. VI.5 (a)(b), se muestra
un par estereoscópico 2 1/2 dimensional, obtenido mediante una
sobre foca1izaci6n y una sub-focalizacion de una imagen de
campo oscuro. Este par, colocado en un' estereoscopio ~ptico,
pe~.ite ~bservax una imagen tridimensional ficticia, en la cual
- 70 -
- a -
- b -
Fig.VI.5
O. 1u
Imágenes de campo oscuro de un precip!
tado en zircaloy-4 con subestructura de
politipos.
a) Imagen sobrefocalizada.
b) Imagen subfocalizada.
- 71 -
las dos fases aparecen en dos planos distintos.
Las manchas mis intensas de ,los diagramas de difracción
corresponden a la componente de estructura hexagonal, indican
do que esta es la estructura dominante. Las manchas correspon
dientes a la fase de Laves cGbi~a de caras centradas son en g~
neral débiles, y a veces difíciles de detectar. Correspondeno
a un parimetro de red a=7.2 A ,y estin orientadas respecto
de las hexagonal de tal manera que se cumplen las relaciones
esperadas entre las estructuras hexagonal y cúbica de las fa
ses de Laves del ZrCr2
( 4 Z) Fig. ,VI.6(a) y (1').
fooolJ H (111)fcchcp
Las observaciones de microscopía electrónica de trans
misión han mostrado que en la estructura de poli tipos de los
precipitados, la estructura hexagonal es la dominante respec
to de la estructura cúbica.-Estos resultados estin de acuerdo
con la hipótesis de que la estabilidad de lfs fases de Laves
depende principalmente de la concentr~ción flectrónica. Cono
ciendo la valencia efectiva del zirconio y ~e los elementos
de transición presentes como aleantes,' y La : composición de los
precipitados, es posible determinar entonce~ cual es la fase
estable de la estructura de politipos.
Los rangos de concentraciones electrónicas para los
cuales son estables las fases del tipo Mg Zn Z y MgCu Z que son
los tipos de subestructura intervinientes en la subestructura
de los precipitados, fueron calculados por Elliot y Rostoker "
(43). Tomando las valencias
Zr 3,25 Fc 0,92 Cr : 1.69
dichos autores deter~inaron que la fase cúbica es estable para
concentraciones electrónicas comprendidas entre 1.60 y 1.80, y
que la estructura hexagonal es e~~ab1e en'el rango ,cpmprendido..entre 1.80 y 2.32 electrones/~tomo. La com~os{¿ign de los pre-
72.-
o
'.O
.0
•
• [0001]HEX.0 O X./ [1~1]FCC
~G> °xx
o
bx
G>
O ~.O
x Oo·
o
O
•
O
O
O
e
ZdCrFe)zIhu O
fcc •
ZrSiZ x
Illatrill •
Fig. VI.6. Diagrama de difracci5n y esquema aclaratorio,
cerrespondientes a un precipitado compuesto
por fases de Laves hexagonal y cúbica de ca
ras centradas.
73 -
cipitados fue det~rminada en el laboratorio mediante r~plicas
de o x t r a c c i Sn de carbono (rn a y o r c s detalles pueden consultarse
en las r e f c r o n c i a s (6) (9) (40). El análisis d e composición fue
r f' a 1 í 7. a do jl il r a los P r l' e i p ita d o s d o I t i po Z r ( e r Fe) 2 en 1 a s a 1 e a
Clones zircaloy-4 y zircaloy-2, y los r o s u Lt a d o s se encuentran
r o s um i d o s o n la Tabla VI.J.
TABLA VI.3
Composición dc- los Precipitados del tipo Zr(CrFe)2
Valor medio de la Composición electrones/átomo'J" ¡- desviación standard" ato
Zr Cr Fe------------- - ,
Zirc:aloy - '2 36 I '3 43 I '3 21 1- 2 2.10
Zi r c a I oy-4 32 ! 2 2l f I 2 44 _1 2 1. 85
En e'l caso del zircaloy-4, a pesar del alto contenido
d (' It i l' r ro (4 tf ;] t . :Y.) 1 a con e e 11 t r a e ion e 1 e e t r ó ni e a e s del. 85
siendo por lo tanto la hexagonal la fase estable. En el Zir-
e al (1 y - 2 C' 1 e o n t l' n ido ti o Cr e s a 1 t o (4 3% a t ) Y 1 a con ce n t r a ció n
l' [pctroniea- (2. LO e Le c t r o ne s Zá tom o ) t amb i é n corresponde al ran
go d c la I a s o h e x a g o n a L, De b i d o a su mayor valencia (1.69) el
Cr es el elemento estabilizante de la es~ructura hexagonal.
Por 10 tanto, a pesar de las diferencias de composición
entre precipitados del tipo Zr (CrFe)2 en las aleaciones zirca
loy-2 y zircaloy-4, la estructura estable es la hexagonal. En
consecuencia, un precipitado que crece desde pequefios nGcleos
en la aleación toma la estructura hexagonal con los espaciados
del ZrCr2,
conteniendo Cr y Fe en concentraciones variables.
Los precipitados prpsentan finalmonte una estructura de polit!
pos, alternando placas de estructura hexagonal estable, con al
gunas placas de estructura cGbica formadas por las tensiones
- 74 -
- a -
o.s,
- b -
O.SlJ
Fig. VI. 7 Zirca10y-4 templado desde 850°C j.rec~
cido 6 horas a 700°C.
a) Ubicación preferencial de los prec!
pitados en el borde de grano.
b) Grano con malla de disl~caeiones.
- 75 -
producidas durante el crecimiento, o por fluctuaciones locales
de la composición.
VI.3. Distribución y Tamaño de las Partículas de Segunda Fase
en Función de los Tratamientos Termomecanicos.
En la sección anterior se decribieron las experiencias
realizadas para determinar la composición de los precipitados
del tipo Zr Cr2
en las aleaciones zircaloy-2 y zircaloy-4, y
la estructua interna de los mismos.
En la presente sección se detallan los resultados exp~
rimentales obtenidos a partir de experiencias de microscopía
electrónica, acerca del tamaño y distribución de la segunda
fase precipitada en la aleación zircaloy-4, en funcion de los
tratamientos termomecanicos. Las deformaciones, temperaturas,
y tiempos de recocido, son los mismos que se utilizan en las
Gltimas etapas de fabricacion de las vaina~ para elementos
combustibles~ La temperatura desde l~ cual: se efectGa el tem
plado inicial es el primer par5metro que influye en la distr!
bucion de la se~llnda fase precipitada. Se eligieron'las temp~
raturas
=
=
fase S
fase (a + S)
siendo el tiempo de homogeneización igual a 30 minutos en am
bos casos.
También se analizó la influencia del porcentaje de de
formación y el tiempo de recocido en el tamaño de los preci
pitados.
- 76 -
El material utilizado en estas experiencias fue defor
mado en frío un 70% y recocido en vacío durante 30 minutos a
850°C. Desde esta última temperatura fue templado en agua y re
cocido durante 6 horas a 700°C.
Las observaciones de las l§minas delgadas muestran que
después de este tratamiento los precipitados se ubican prefe
rencialmente en los bordes de grano de la fase a~ Fig. Vl.7(a).
Este hecho se debe a que a 850°C aún no se han disuelto todos
los precipitados, y al crecimiento del grano de la fase a cu
ya migración se frena al alcanzar las partículas de segunda fa
se.
Asimismo, en otras experiencias efectuadas en el labo
ratorio, Menoni (44) observó que a 850°C~ en los bordes de gr~
no a comienzan a crecer pequeñas zonas de fase 8, que al tem
plarse transforman en una estructura Widmanstatten. Estas zonas
se encuentran enriquecidas en Fe y Cr, y durante los tratamien
tos térmicos posteriores al templado, se forman allí nuevos pr~
cipitados que permanecen ubicados en los bordes de grano de la
fase a.
También se suelen observar algunos granos en'los cuales
no fué eliminadala deformación inicial por los tratamientos
térmicos efectuados, Fig. VI.7 (b).
De la misma manera que en el caso anterior. _,1••' 'lItues",. ~ ~ ,,',',;
tras fueron de formadas un 70% en frío, recocidas en- vaeío d!,
rante 30 minutos y templadas en agua. Finalmente fueron reco·
cidas durante 6 h o r a s a 700° C. Las mi,erogr4f!as elec't'('5llieaa'
muestran una distribución uniforme de' l'os' precipitados. L~', -eA>tios de nucleación son las placas Widmanstatten de l"iue) a',.:",.
- 77 -
Durante el recocido postério~ estas placas dan origen a los
granos equiaxiados a del material recrista1i~ado, dentro de
los cuales se encuentran u~iformemente distii~u{dos los p~~
cipitados. Resulta claro entonces que el templado inicial de~
de la faSe B es fundamental para obtener una distrihuci6n u
niforme de precipitados.
El tamaño medio de los precipitados resulta del orden de
los O.S~. En muestras recocidas solamente 2 horas a 700°C el
tamaño de los precipitados es de alrededor de 0,2~.
Otra serle de muestras, después del mismo templado desde
1000°C, fue recocida durante 48 horas a SOO°C. A esta tempera
tura el material no llega a recrista1izar. Pero, de acuerdo a
10 sugerido por Ostberg (45), se observan pequeños precipita-°dos de aproximadamente" lOOA en los bordes de la est~uct~ra
Widmastatten donde existe la mayor concentraci6n de Fe y Cr.
En la Fig.VI.4.(a) ya se mostr6 una imagen de campo oscuro de
estos precipitados.
Muestras deformadas y enfriadas lentamente.
Muestras sin templado previo, deformadas 70% y recocidas
durante 6 horas a 700o~, contienen precipitados de aproximada
mente O.8~,tamaño mayor que el correspondiente a las muestras
templadas. Esta variaci6n es debida a que el material contie
ne precipitados, que crecen luego con el tratamiento térmico.
En cambio, en el material templado desde la fase B los yreci
pitados existentes se disuelven.
Otra se rie de mue s t ras fue homogene izada a 1050 O"C. ert
friada lentamente hasta 830°C y luego templada en agua. A esta
G1tima temperatura existe una fracci5n de fase a, que se trans1-.. . • '. _
forma en fase a Widmanstatten, presenta una subestructura
como la de la Fig. VI.8 (a) y (b). Las zonas claras en estas
micrografías son las regiones en~iquecidas en Fe y Cr donde se
nuc1ean los precipitados de segunda fase. La Fig. 8(c) es una
- 78 -
- a -
0.5].1 0.2]J
Fíg. VI.8 a) Subestructura dentro de uua placa
a-widmanstatten obtenida templando
desde fase B.b ) Detallé.
e) Campo oscuro.
d ) Diagrama de difracción.
- 79 -
imagen de campo oscuro, y la Fig. VI.8Cd) es el diagrama de di
fracción.
De nuestras experiencias se concluye entonces que:
- El templado desde la fase S es fundamental para obtener una
distribución uniforme de precipitados.
- Temploododesde la fase (a + B) los precipitados se ubican pr~
ferencialmente en los bordes de grano de la fase a.
- Para muestras templadas desde la fase S(1000°C)y tratadas e~
tre 2 y 6 horas a 700° C, los precipitados crecen hasta dimen
siones comprendidas entre 0.2 y 0.5~.
- El material deformado y recocido, con tratamiento de homog~
neización a 1000° C, los precipitados alc~nzan dimensiones
de hasta 0.8~.
- En muestras templadas desde la fase ,S, y recocidas a 500° C,°aparecen pequeños precipitados de unos 100 A en los bordes
de las placas Widmanstatten, donde la concentración de Fe y
Cr es mayor.
- Disminuyendo lentamente la temperatura de homogeneización,
desde unos 1050° C hasta unos 830° e y templando en agua,
se observa dentro de las placas una subestructura muy fría,
cuyo diagrama de difracción tiene alta coincidencia con el
diagrama de la estructura ZrCr 2.
- 80 -
VII - OBSERVACION DE HIDRUROS y OXIDOS.
En esta sección se detallan las imágenes que se suelen
observar en aleaciones de zirconio~ debidas a impurezas o con
taminación introducida durante la obtención y observación de
láminas delgadas.
En primer lugar se describen las características del con
traste que presentan los cristales de óxidos en campo claro y
campo oscuro. Los diagramas de difracción correspondientes se
analizan con un cierto detalle con el objeto de poder separar
los efectos de los óxidos en los diagramas de difracción de
los precipitados.
Asimismo se analiza el contraste que presentan los hidru
ros formados por el hidrógeno incorporado durante el pulido y
se lo compara con las imágenes de los hidruros producidos por
el hidrógeno originalmente presente en la aleación. Finalmente
se describen otras partículas que pueden originarse en las im
purezas existentes en la aleación.
VII.l. Imágenes de Oxidas.
La formación de óxidos en el zirconio y sus aleaciones
ha sido ampliamente estudiada por su influencia en el proceso
de corrosión. Las capas superficiales de óxidos son muy adh~
rentes y aumentan las propiedades del material frente a la ca
rrosión. Por otro lado~ y de acuerdo al diagrama de equilibrio
Zr-O, el oxígeno es un fuerte estabilizador de la fase a. De
esta manera el contenido de oxígeno puede producir variaciones
apreciables en las propiedades mecánicas.
En el caso de las laminas delgadas de Zr observadas en
el microscopio electrónico de transmisión, una capa compuesta
por cristalitos de óxido se encuentra siempre presente. El ~
xido más frecuentemente observado es el Zr0 2 de estructura mo
- 81 -
----......,..,.......... 4.9% error
- - - - - o· - - - - --- --- ----O-~-
<101>11<1120>/\o-- ..oV
/\ooo
v
o....0-- -
(101)//(1010)
o _-i==-_----- - - O- - -- - - --.. -.. --..---
to~
N;Po
_n Q --i_......- ..-- - ---- - --- -"'0--- - -
o ~-----o- --
Fig. VII.l - Esquema de la superposición del plano
(lOTO) del Zr hexagonal con el plano
con el plano (101) del ZrO 2monoc.líni
co.
- 82 -
noclínica y parámetros
o
a = 5. 142 Ao
b 5.205 AZr °2 o
e = 5.315 A
S 99 0 9 '
Para poder explicar algunas reflexiones en el diagrama
de difracción, algunos autores sugirieron una estructura cú
bica (45) o una estructura ordenada de Zr03
(46).
Normalmente el óxido de zirconio en una lamina delgada
esta compuesto por pequeños cristalitos de aproximadamenteo
150 A. La orientación entre la matriz de zirconio y el óxido
monoclínico ha sido estudiada por Ploc (47)(48) ~uien propuso
la siguiente relación
(01)m <101>mIlOOIO) <lIZO>
En la Fig. VII.1 se observa la superposición del plano
([al) del óxidu de zirconio monoclínico con un plano (1010)
del zirconio, indicándose los respectivos desajustes según
las distintas direcciones. Por lo tarito el .trecimiento de los
granoe de oxido no es el mismo en todos los granos.
La estructura monoclínica es de baja simetría, y existen
24 orientaciones equivalentes para el crecimientode los crista
les de óxidos. Los diagramas de difracción resultantes presen-
tan entonces una ci~~ta complejidad. En la Fig. se mues-
tra un esquema de construccirin de uno de los diagramas posi
bles según Ploc.
En la Fig. VII.2 (a) se muestra un posible corte del e~
pacio recíproco de la estructura del ZrO Z• Si este diagrama
es rotado 180 0 según la dirección [iO!) y superpuesto con el
- 83 -
: ·•· ·· ·
I I ~ ..1() 1 · : ·1
· ·I .. .. I
·101 : • •x x · •
'. . t • :• •• .. •• •
• · .• . .
• ·· •A ·. . B•
. •·.. '.'
• • • • ..\ oo• ...... .. .. •• <• l' • ~.
• C· ~. lo .:-.. .. .. •• ..... • • '" ••
x I , x , •.. .. , •• .. ••• • .. ,. .. .. .:.- •.. ... ., f' ~
.. .. •e ~
Dea o)
Fig. VII.2 - a) Esquema de uno de los planos del espa_
cio recíproco del Zr02·
b) Diagrama rotado 180 0 alrededor de la
dirección [i O1J y superpuesto con el
anterior.
c) Diagrama rotado 180 0 alrededor de la
dirección [10 1J y supuesto con a) •
d) Diagrama resultante constituído por
la superposición de b) y c)
84 -
a b eO.1U
do. 1U
Fig. VII.3 - Imágenes de laminas delgadas de Zr con
cristales de oxido s en sus superficies.
a) Campe Claro b)c)d) Campo Oscuro.
- 85 -
original de la Fig. VII.2 (a), se obtiene el de la Fig.VII.2(b).
Rotando el diagrama (a) respecto de la dirección [101) y supe~
poniendo con (a) se obtiene el diagrama (e). Superponiendo fi
nalmente (b) con (e) se obtiene el diagrama esquematizado en
la Fig. VII.2 (d). Se puede observar cómo esta superposición
distorsiona el tamaño y la forma del diagrama original(a). De
la misma manera es posible obtener diagramas para otras orient~
ciones, que reproducen los diagramas de difracción de electr~
nes observados en el microscopio electrónico. Las reflexiones
más débiles van desapareciendo a medida que crece la capa de
óxido por la superposición de cristalitos. Los efectos de doble
difracción asimismo disminuyen con el aumento del espesor de
la capa.
Temperatura ambiente - Se realizaron primeramente ob
servaciones en láminas delgadas de muestras totalmente recris
talizadas, deformadas un 70% y recocidas durante 48 horas a
770°C. En la Fig. VII.3 (a) se muestra una imagen típica de
campo claro donde los puntos negros corre~ponden a los cris
tales de óxido. El diagrama de difracción de esta zona se ob
servó en la Fig. VII.4.(a), y en la Fig.VII.4 (b) se muestra
el mismo diagrama, obtenido reduciendo la corriente en la le~
te proyectara, de manera de registrar en la placa un mayor nú
mero de haces difractados. En el esquema aclaratorio de la Fi8'
VII.5. las reflexiones marcadas con A corresponden a efectos
de doble difracción del haz correspondiente a la matriz (B)
nuevamente difractado por el óxido (D).
Las observaciones de campo oscuro se realizan con dis
~intas reflexiones. En la Fig. VII.3 (b) se observa una imagen
de campo oscuro obtenida" con un haz doblemente difractado. Bnéste caso, solo unos pocos cristales están en condiciones de
difracción. En la Fig. VII.3 (e) se muestra en cambio una im~
gen de campo oscuro obtenida con la reflexi6n B. Se nota así
- 86 -
a
b
Fig. VII.4 - a) Diagrama de difraccion correspondiente
a la micrografía de la Fig. VII.3 a).
b) El mismo diagrama, reducido de manera
de hacer visibles una mayor cantidad
de haces difractados .•
- 87 -
* .c• •
•• O •
• A
• .B• *
~
'ig. VII.S. Esquema aclaratorio de la Fig. VII.4.
A: haz doblemente difractado.
B: haz correspondiente a la matriz.
C: haz difractado por el oxido.
Con las ref1exi~nes A,B y C se obtuvieron
las imágenes de campo oscuro de la Fig.
VII.3.
- 88 -
a b
e dO. 1]J
Fig. VII.6 - Formación de óxidos en una lamina del
gada de zirconio, observada en la plati
na de calentamiento del microscopio e
lectrónico.
a) Muestra inicial
c) 20 min a 450°C
b) 10 mino a 450 0 ú
d) 35 mino a 450°C
- 89 -
una mayor densidad de cristales y se comienzan a observar fran
jas de Moiré originadas por la superposición de crista1itQs.
El campo oscuro obtenido con la reflexión e, Fig.Vll.3 (d) de
índices de Mi11er de tipo (312) muestra una mayor cantidad aún
de crista1itos de tamaño variado, así como una mayor proporción
de franjas de Moiré.
Para observar el crecimiento de los p~quefios cristales
de óxidos se realizaron experiencias en el portamuestras de c~
1entamiento del microscopio electrónico. El proceso de oxida
ción es así acelerado, y es posible observar en tiempos re1atl
vamente cortos las variaciones de las imagenes electrónicas y
los cambios en los respectívos diagramas de difracción. Las
laminas delgadas fueron obtenidas a partir de un material de
formado 70% en frío y recocido durante 48 horas a 770°C para
una recrista1ización completa. La Fig. VlI.6 (a) muestra una
zona típica antes del comienzo de los tratamientos térmicos.
Las laminas fueron luego llevadas a 450° e durante distintos
tiempos. En la columna del microscopi0 electrónico, el creci¡ -
miento de los cristales de óxido es ~uy lento, y por 10 tan. -to fácilmente observable, dadas las p~queñas cantidades de ~
xígeno presentes d la presión de 10-Siorr. Después de 10 mínu~ -
tos a 450°C S(~ observan cristales de'óxidos que ya presentan
franjas de Moiré debidas a superposición, Fig. VlI.6 (b). El
diagrama de difracción correspondiente en el cual se observan
además efectos de doble difracción, se muestra, en la F~g.Vll.
7(a) y (b). En la Fig.Vll.6 (e) se puede ver la zona anterior
después de 20 minutos de tratamiento, notándose un aumento de
contraste de franjas de Moire ptovenientes de la superposición
de cristalitos.
Despu~s de 35 minutos a 450~C , se observa un apreciable
aumento de la capa de óxido, Fig. Vll.6 (d). La~ micrografías
de las Fig. VIl.8 (a) y (b), corresponden a las mismas mues
tras, pero fueron obtenidas en el microscopio electrónico de
barrido. Se puede apreciar que el oxido no crece de la misma
manera en todos los granos en las primeras etapas de formación.
- 90 -
a
b
Fig. VII.7 a) Diagrama de difracción correspondiente
a la micrografía de la Fig. VII.6
b) El mismo diagrama, reducido de manera
de hacer visible una mayor cantidad
de haces difractados.
, 91 -
a
b
Fig. VIlo8.
10lJ
Micrografías de barrido de zircaloy-4.
Las muestras fueron pulidas, atacadas,
y oxidadas 1 hora a 45üoC. Algunos gr~
nos muestran una capa de óxido. Los
puntos blancos corresponden a precipi
tados.
- 92 -
VII.2. Imágenes de Hidruros.
En una micrografía electrónica suelen aparecer imágenes
características alargadas o en forma de aguja, que pueden cre
cer baio la acción del haz electrónico. Estos son los hidruros
de zirconio, ampliamente estudiados por su efecto perjudicial
sobre las propiedades fractomecánicas del material (49).
Estos precipitados son parcialmente coherentes, y crecen
con una relación de orientación definida con la matriz. En el
zirconio puro los hidruros precipitan en el plano (10IO), y cre
cen en la dirección <1120>. En el zircaloy-4 el plano de hábi
to es del tipo (1017).
Existen tres tipos de hidruros, ~, y, siendo estables
las fases o y y la fase metaestable (50) (51). En la tabla de
resumen los datos estructurales de los tres tipos posibles.
TABLA VII.l
Fase Coraposicion Estructura P.támetrosi
o Zr H2. 66 fcc a .. 4·778
E Zr H2fct'", s .. 1.980
{c • 4.445
Zr H fcta .. 4.596
Y{c .. 4.969
\
La r1~. Y.lí.9 (a) muestra una imagen típica de un hi
druro residual contenido en la matriz. Durante su crecimiento,
se generan dislocaciones en la matriz veeina. Suelen estar as~
ciados a partículas de segunda fase o bordes de grano.
En la ligo VII.9.(b) se muestra otro tipo de imlgen fr~
cuentemente visible en láminas delgada•• La su.-encia de dislo-
93
a
O. 5]J
..
....-r
. ,-
, .'\11\"<
" .. "'. '.~.~ ..... "'.
b
Fig. VII.9. Micrografías electrónicas de hidruros.
a) Crecido a partir del hidrógeno di-
suelto en la aleación.
b) Crecido a partir del hidrógeno in-
corporado durante el pulido electro
lítico.
- 94 -
caciones asociadas sugiere la presencia de hidruros superfici~
les crecidos a partir del hidrógeno incorporado durante el puli
do electrolítico. Experiencias de estéreo microscopía electróni
ca realizadas en el laboratorio permitieron comprobar efectiva
mente que se hallaban sobre las superficies de las laminas.Estos
hidruros suelen crecer bajo el haz electrónico, y alcanzar dimen
siones del orden de los micrones en pocos minutos de observación.
Además de las partículas de segunda fase. óxidos, o hidr~
ros, sp observan en las aleaciones zircaloy-4 y zircaloy-2,otras
partículas originadas en las impurezas presentes. La mas común
de ellas es el ZrC. También se observan partículas de ZrSi2,
Ver
Fig. VI.4 (b) y su diagrama de difracción, Fig. VI. 6(a) y (b).
VII.3. Observación de la Aleación de Tubos ~e Presión Zr-2.5%Nb
Esta aleación fue desarrollada como reemplazo del zirca
10y-2 para ser utilizada en 10s~tubos de presión de los reacto-,
res nucleares CANDU. La estructura con~iste en granos e10ngados
y achatados de la fase hexagonal a y placas delgadas de la fase
S de estructura cúbica de cuerpo centrado. Los granos de la fa
se a contienen gran cantidad de dislocaciones producidas por la
deformación en frío, que es la última etapa del proceso de fa
bricación. Los granos de fase a estan,e1ongados en la dirección
longitudinal de los tubos. Las placas de fase S, rica en Nb
(~ 17 a 20%) estan ubicados en los bordes de grano de la fase
a. El contenido de H después del proceso de fabricación es de
unos 7 a 10 ppm, dando origen a una pequeña cantidad de hidru
ros orientados en la dirección circunferencial, Ver Fig. VII.10.
La Fig. VII.ll muestra una micrografía electrónica de una lami
na delgada obtenida directamente de un tubo de presión. Se ob
servan granos de fase a de unos 0.5~ de espesor, alargados unos
30~ en la dirección longitudinal del tubo. Entre estos granos
se observan laminas mas delgadas correspondientes a la fase Spresente a altas temperaturas.
- 95 -
0.10
Fig. VII.IO. Micrografía electrónica de una lámina
delgada de un tubo de,presión de reac
tores tipo CANDU.
- 96 -
Templando desde la fase 8 se obtiene una estructura maE
tensítica. Esta martensita resulta sobresaturada en Nb dado que
el límite de solubilidad de este elemento en el Zr es menor que
el 1% . Recociendo a temperaturas por debajo de 610°C comienzan
a aparecer precipitados en los bordes de las placas de martensi
ta, así como en los límites de macla. La fase martensítica se
transforma en la fase a de equilibrio.
En el laboratorio se han realizado observaciones despu~s
de distintos tratamientos t~rmicos de esta aleación. La Fig.
VII.11 muestra la estructura martensítica internamente maclada,
del material templado desde 1000 0 C. Después de un recocido a
500 0 C durante 94 horas se comienzan a observar pequeños preci
pitados en los bordes de las maclas, Fig. VII.12 (a).
Estos pequeños precipitados corresponden a la fase 8,
que precipita debido a la sobresaturación de Nb de la fase
martensítica. Si el material es recocido a @OO°C durante 1 ho
ra aparecen precipitados muy fríos que presentan un contraste
de franjas de Moir~ , Fig. VII,12 (b) de espaciado próximo a°los 52 A. Estas franjas provienen de la superposición de los
planos (110) de la estructura bcc de la fase B-Nb, y los pla
nos (1121) de la tase hexagonal a-Zr. Ambas estructuras guar
dan una relación de orientación tal que
(0001) #hex
(110)b cc
Conservando esta relación de orientación, la superposi
ción de los planos mencionados anteriormente origina franjas
de Moir~ de espaciado similar al observado en las micrografías.
Despu~s de un recocido de 4 horas a 600°C los precipitados cr~
cen y dan lugar a imagenes como las mostradas en la Fig. VII.12.
(b) •
La micrografía de la Fig. VII.13 muestra un material de
formado 70% en frío y recocido durante 1 hora a 600°C~ Se obser
van zonas enriquecidas en Nb en los bordes de grano de la fase
- 97 -
O. 1u
Fig. VII.ll. Lámina delgada de Zr-2.5%Nb templado desde
lOOO°C. Se observa una estructura martensí~
tica internamente maclada.
- 98 -
a del Zr. En la Fig. VII.14 (a) se muestra otra zona de la mis
ma lamina delgada, con un precipitado aislado de Nb-S. El diagra~
ma de difracción correspondiente, Fig. VII.14 (b), muestra el
corte (111) del espacio recíproco del precipitado, superpuesto
al corte (2201) del espacio recíproco de la matriz.
- 99 -
- a -
o. 1)J
- b -O. 1 )J
Fig. VII.12. Micrografía electrónica de una aleación
Zr-2.5%Nb templada desde 1000 0 e y reco
cida.
a) 94 h s , a 500 0 C.
b) 1 h a 600 0 c.
,. " ~
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• 1 ~
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100
..,
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"' ..•AI"'"
Fig. VILl'}. Micrografía electrónica de una lamina
delgada U\' Zr-2.5% Nb deformado 70% y
recocido durante 1 hora a 600 0 C.
101
a0.5)1
b
Fíg. VII.14. a) Micrografía electrónica de un prec!
pitado de S-Nb.
b) Diagrama de difracción...
- 102 -
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- 1'07 -
A P E N DIe E 1
Espaciados cristalinos del Zr - a
a = 3,2312 c = 5,1463
o ohkil d(A) hkil d(A)
O 001 5.146 2.130 1.059
0.002 2.753 2.131 1.036
1.010 2. 798 2.132 0.978
1.011 2.459 2.133 0.900
1.012 1.894 2.134 0.81 7
1.013 1.463 2.240 0.808
1 .014 1.169 2.241 O. 798
1.120 1.616 2.242 0.771
1.121 1 .541 2.243 0.731
1.122 1. 368 2. 350 0.642
1.123 1.176 2.351 0.637
1.124 1.006 2.352 0.623
2.020 1.399 3.031 0.918
2. 021 1. 350 3.032 0.877
2.022 1.230 3.140 0.776
2.023 1. O84 3.141 0.767,,! 2.024 0.947 3.142 0,743[
De referencia 11