Quizá Las Cosas No Cambian en México Porque Nosotros Mismos No Cambiamos

2
Quizá las cosas no cambian en México porque nosotros mismos no cambiamos. Desde hace ya varios años el crimen organizado ha agraviado a la sociedad mexicana. El último episodio fue el de Ayotzinapa, pero no es más que el más reciente de una larga cadena. Este caso, como algunos otros en el pasado, incrementó notablemente la indignación y las protestas al gobierno clamando una solución al problema. A estas alturas y ante el inmenso problema de inseguridad y violencia que vive el país las protestas callejeras e íntimas tienen un aporte marginalmente muy pequeño (esto sin descontar los costos económicos), nos distrae del correcto diagnóstico y, más importante, nos nubla de pensar en las soluciones más eficaces. Ya de quejas estamos saturados. La lógica ingenua parte de la premisa de que el culpable es “el gobierno” o personificado en “Peña Nieto” (antes era Calderón), y por tanto, es el gobierno quien debe solucionar el problema. Como consecuencia, a los ciudadanos pareciera que solo nos corresponde quejarnos para que el gobierno se decida a actuar. Lee: Ayotzinapa, otra violación a los derechos Así, la innovación y la energía de muchos ciudadanos —bien intencionada en la mayoría de los casos— se centra en cómo protestar. Por ejemplo, si la protesta se realiza de noche o de día, si se viste de blanco o de negro, si se realizan actividades artísticas; si encendemos veladoras o soltamos globos al aire, etc... Hay dos puntos muy importantes que a estas alturas debemos tener claros. Primero, que no es que el gobierno no quiera solucionar el problema de inseguridad, sino que literalmente no puede (al menos en el corto plazo). La razón es una mezcla perversa de incapacidad operativa, intelectual, corrupción, y escasez de recursos. Segundo, si bien el gobierno tiene la responsabilidad de proveer seguridad y esto hay que exigirlo, también es cierto que la causa de origen del problema está en las bandas criminales. Estos puntos implican que cualquier forma de protesta que se limite a “exigirle” al gobierno que solucione al problema es insuficiente, dado que el problema rebasa al gobierno. Así, la protesta debe aportar soluciones activamente a la par de la exigencia. De otra forma vamos a seguir rumiando al infinito, lamentando nuestro mal gobierno, y los problemas seguirán y empeorarán. La discusión se ha centrado en determinar si fue el “Estado” o no, si los normalistas de Ayotzinapa están vivos o no, si los desaparecidos,

description

a

Transcript of Quizá Las Cosas No Cambian en México Porque Nosotros Mismos No Cambiamos

Quiz las cosas no cambian en Mxico porque nosotros mismos no cambiamos.Desde hace ya varios aos el crimen organizado ha agraviado a la sociedad mexicana. El ltimo episodio fue el deAyotzinapa, pero no es ms que el ms reciente de una larga cadena. Este caso, como algunos otros en el pasado, increment notablemente la indignacin y las protestas al gobierno clamando una solucin al problema.A estas alturas y ante el inmenso problema de inseguridad y violencia que vive el pas las protestas callejeras e ntimas tienen un aportemarginalmente muy pequeo (esto sin descontar los costos econmicos), nos distrae del correcto diagnstico y, ms importante, nos nubla de pensar en las soluciones ms eficaces.Ya de quejas estamossaturados. La lgica ingenua parte de la premisa de que el culpable es el gobierno o personificado en Pea Nieto (antes era Caldern), y por tanto, es el gobierno quien debe solucionar el problema. Como consecuencia, a los ciudadanospareciera quesolo nos corresponde quejarnos para que el gobierno se decida a actuar.Lee:Ayotzinapa, otra violacin a los derechosAs,la innovacin y la energa de muchos ciudadanos bien intencionada en la mayora de los casos se centra en cmo protestar. Por ejemplo, si la protesta se realiza de noche o de da, si se viste de blanco o de negro, si se realizan actividades artsticas;si encendemos veladoras o soltamos globos al aire, etc...Hay dos puntos muy importantes que a estas alturas debemostener claros. Primero, que no es que el gobierno no quiera solucionar el problema de inseguridad, sino que literalmente no puede (al menos en el corto plazo). La razn es una mezcla perversa deincapacidad operativa, intelectual, corrupcin,yescasez de recursos. Segundo, si bien el gobierno tiene la responsabilidad de proveer seguridad y esto hay que exigirlo, tambin es cierto que la causa de origen del problema est en las bandas criminales.Estos puntosimplicanque cualquier forma de protesta que se limite a exigirle al gobierno que solucione al problema esinsuficiente,dado que el problema rebasa al gobierno. As, la protesta debe aportar soluciones activamentea la par de la exigencia.De otra forma vamos a seguir rumiando al infinito, lamentando nuestromal gobierno, y los problemas seguirn y empeorarn.La discusinse ha centrado en determinar si fue el Estado o no, si los normalistas deAyotzinapaestn vivos o no, si los desaparecidos, adems de estudiantes, tenan vnculos con el EPR y/o algn grupo criminal, osiha habido represin o no.Gobierno y sociedad debemospasaracuestiones ms concretasque efectivamente incidan para solucionar el problema.Y no es estar contra las marchas, es contra el formato que seguimos. Ya sea a travs de marchas, o no, pero enfoquemos nuestrasprotestas hacia algo til. Innovemosen la protestacon soluciones.Aqu van algunas posibilidades, y seguramente la energa de las marchas y las quejas dirigida a soluciones pueden lograr otras mejores alternativas, muchas de las cuales no implican la intervencin del Estado del que tanto nos quejamos.Por ejemplo,protestemos contra los criminales dejando de consumirdroga por un ao con el propsito de colapsar el mercado domstico de la droga. Finalmente, el caso de Ayotzinapay mucha de la inseguridad que sufrimos tiene unode sus orgenesen este mercado. En lugar de cerrar WalmartsoSuperamas, cerremos la tienditanarcomenudista no consumiendo.O protestemosy recordemos a los estudiantes deAyotzinapa limpiando y cuidando todos los parques pblicos y unidades deportivas en el pas para que dejen de ser espacio de delincuentes y sirvan para integrar comunidades y practicar deporte.Esto no implica quitar responsabilidad al Estado, sino reconocer su incapacidad ante el problema que nos afecta y poner manos a la obra para solucionarlo, en tanto el gobierno tambin cambia para solucionar el problema. Cambiemos para que cambien las cosas.