Quijano Estado nacion y movimientos indígenas.pdf

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Estado-nación y movimientos indígenas en la región Andina: cuestiones abiertas Titulo Quijano, Aníbal - Autor/a Autor(es) OSAL, Observatorio Social de América Latina (año VI no. 19 ene-abr 2006) En: Buenos Aires Lugar CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Editorial/Editor 2006 Fecha Colección imperialismo; movimientos indígenas; Estado-nación; Perú; Ecuador; Bolivia; Temas Artículo Tipo de documento http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/osal/20110327050057/02Quijan.pdf URL Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Genérica http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es Licencia Segui buscando en la Red de Bibliotecas Virtuales de CLACSO http://biblioteca.clacso.edu.ar Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) Conselho Latino-americano de Ciências Sociais (CLACSO) Latin American Council of Social Sciences (CLACSO) www.clacso.edu.ar

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Estado-nacin y movimientos indgenas en la regin Andina: cuestiones abiertas Titulo Quijano, Anbal- Autor/a Autor(es)OSAL, Observatorio Social de Amrica Latina (ao VI no. 19 ene-abr 2006) En:Buenos Aires LugarCLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Editorial/Editor2006 FechaColeccinimperialismo; movimientos indgenas; Estado-nacin; Per; Ecuador; Bolivia;TemasArtculo Tipo de documentohttp://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/osal/20110327050057/02Quijan.pdf URLReconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Genricahttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.esLicenciaSegui buscando en la Red de Bibliotecas Virtuales de CLACSOhttp://biblioteca.clacso.edu.arConsejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)Conselho Latino-americano de Cincias Sociais (CLACSO)Latin American Council of Social Sciences (CLACSO)www.clacso.edu.arOSAL15[AOVII N 19 ENERO-ABRIL2006]Estado-nacin y movimientos indgenas en la regin Andina: cuestiones abiertas1Anbal Quijano*Quiero comenzar estas reflexiones sealando las difi-cultades de mirar o de pensar a los movimientos ind-genas como si se tratara de poblaciones homognea-menteidentificadas.Ecuadoreselnicolugarendonde la virtual totalidad de las identidades o etnici-dades indgenas han logrado conformar una organi-zacin comn, sin perjuicio de mantener las propiasparticularidades. El ecuatoriano es tambin el movi-miento indgena que ms temprano lleg a la idea dequelaliberacindelacolonialidaddelpodernohabra de consistir en la destruccin o eliminacin delas otras identidades producidas en la historia delEcuador,sinoenlaerradicacindelasrelacionessociales materiales e intersubjetivas del patrn depoderascomotambinenlaproduccindeunnuevo mundo histrico inter-cultural y una comnautoridad poltica (puede ser el Estado), por lo tanto,inter-cultural e inter-nacional, ms que multi-culturalo multi-nacional. *Di r e c t orde l Ce nt r ode I nv e s t i gac i one sS oc i al e s ( C E I S ) ,L i ma, Pe r .I nt e gr ant ede l Comi t Cons ul t i v ode l Pr ogr amade E s t udi oss obr e De moc r ac i ay Tr ans f or mac i nGl obalde l aUni v e r s i dadNac i onal May orde S anMar c os , Pe r .Pr of e s orde l aUni v e r s i dadde Bi nghamt on,Nue v aYor k .El proyecto de una Universidad Indgena Inter-cultural consu Instituto de Investigaciones Inter-culturales es uno de losclaros testimonios de esas ideas, aunque su desarrollo hasido hasta el momento ms bien lento e irregular. Despusde frustrneas (por apresuradas y errneas) alianzas polti-cas que llevaron a algunos lderes del movimiento a formarpartedelgobiernodelEstadocentral,bajoelCoronelGutirrez, quien pronto se revel como agente de la colo-nialidad del poder, divisiones y debates speros abrieron unperodo de grave crisis en la unidad y en la organizacin delmismo. No obstante, est en curso un claro proceso derenovacin organizacional y de relegitimacin del nuevoliderazgo tanto dentro de la poblacin indgena como res-pecto de los agentes sociales de otras identificaciones. Esoha permitido al Movimiento Indgena Ecuatoriano volver aser el principal agente y representante poltico-cultural de lapoblacin popular ecuatoriana, hasta el punto de ser el con-ductor del actual movimiento popular que ha logrado blo-queareimpedirlaaprobacindelTratadodeLibreComercio (TLC) entre Ecuador y Estados Unidos y la cance-lacin del contrato con la OXY para la extraccin de petr-leo. Sin duda, dentro del movimiento indgena ecuatorianose instalar pronto, si no lo est ya, el debate en torno deavanzar hacia el gobierno del Estado. Y en ese caso, lascuestiones de la inter-culturalidad y de la inter-nacionalidaddel Estado, sus formas de representacin y de organizacininstitucional para la prctica de ambas propuestas, nos con-vocarn a todos en Amrica Latina.En el caso de Bolivia no ha ocurrido un proceso semejan-te. Los que se auto-identifican como indgenas no hanlogrado producir ni una organizacin ni propuestas cultu-rales y polticas comunes. El Movimiento al Socialismo(MAS) no se form ni desarroll como movimiento ind-gena, sino como organizacin primero sindical y despuspoltica, aunque la poblacin que lo integra, comenzandopor su principal lder, Evo Morales, sea identificada o inclu-sive pueda auto-identificarse como indgena segn la cla-sificacin social fundante de la colonialidad del poder esdecir, en trminos de raza. Sin embargo, Bolivia es el pri-OSAL16ANLISIS[ESTADO-NACINYMOVIMIENTOSINDGENAS ENLAREGINANDINA]El Movimiento al Socialismo (MAS)no se form ni desarroll como movimientoindgena, sino como organizacinprimero sindical y despus poltica,aunque la poblacinque lo integra,comenzando por su principal lder, Evo Morales, sea identificada o inclusive puedaauto-identificarsecomo indgenamer pas latinoamericano en el cual los indgenas (en trminos ya no slo raciales, sinoante todo culturales) han terminado siendo hegemnicos en un amplio movimientopopular que ha logrado asumir, por votacin mayoritaria de la poblacin, el gobierno delEstado central del pas. Eso abre a la investigacin y al debate un complejo conjunto decuestiones. La primera y obvia es si Evo Morales y el MAS habran llegado a ser lo queson si se hubieran presentado desde el primer momento como un movimiento indgenaen lugar de formarse y desarrollarse como un movimiento poltico popular (esto es, pluri-social y pluri-tnico), cuya meta histrica sera el socialismo. Evo Morales es aymara, peroen momento alguno apareci como el dirigente aymara de mayor autoridad y reconoci-miento. Felipe Quishpe, apodado El Mallqu, estuvo y quizs an est ms cerca de eselugar y de ese papel. Y mientras que para una parte influyente de la inteligencia y delliderazgo poltico aymara, el proyecto central aymara es el restablecimiento del Collasuyo(nombre del mbito geohistrico aymara dentro del Tawantinsuyo o Imperio Incaico),para el actual gobierno del MAS el proyecto poltico central es el establecimiento de unEstado multi-cultural y multi-nacional. Esto es, la redistribucin de la representacin pol-tica de todas las culturas y/o naciones en el mismo Estado. De tener xito, esa democratizacin de las condiciones y lmites de la dominacin polti-ca implicara un proceso peculiar de des/colonializacin del Estado, y abrira sin dudacruciales cuestiones en el debate boliviano, latinoamericano y mundial. En especial, acer-ca de cules podran ser las formas de representacin multi-nacional y multi-cultural, ycules las respectivas formas de institucionalizacin en el nuevo Estado.Puesto que ningn movimiento indgena unificado ha estado debatiendo de modo orga-nizado aquellas cuestiones durante el proceso que ha llevado al MAS al gobierno delEstado, el indispensable debate est apenas comenzando. Y esa discusin sin duda seruna de las ms lgidas reas del conflicto poltico durante y despus de la AsambleaConstituyente. En lo fundamental, las opciones en debate podran ser:- si lo multicultural y lo multinacional del Estado habr de consistir en que indivi-duos de todas las varias culturas y/o naciones tengan lugar y papel en el gobiernodel Estado; - si tales roles sern distribuidos entre individuos indgenas en forma proporcional ala magnitud de cada una de las identidades, pero en un Estado con la mismaestructura institucional que el actual esto es, con su conocida y respectiva divisinde poderes;- si cada una de las poblaciones que reclama identidad diferenciada y propia ten-dr, como lo estn reclamando ya, autonoma territorial, poltica y jurdica;- si los organismos constituidos por las poblaciones pluri-identitarias en sus princi-palesmomentosdelasluchasdelosltimosaos,comoporejemplolaFederacin de Juntas Vecinales del Alto, la Coordinadora del Agua, el ConsejoOSAL17[AOVII N 19 ENERO-ABRIL2006]Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) y otros equivalentes, for-marn tambin parte de un nuevo universo institucional de autoridad colectiva ypblica, si se quiere, de un nuevo Estado. Por otra parte, aunque el trmino socialismo est inscrito en el nombre mismo de laorganizacin poltica gobernante (el MAS), el vicepresidente lvaro Garca Linera sostie-ne que en Bolivia no estn dadas ahora las condiciones para tratar de ir hacia el socialis-mo, pues no existe en el pas una clase obrera amplia, y mucho menos mayoritaria.Garca Linera propone ir ms bien hacia un capitalismo andino-amaznico. En lo fun-damental, esa frmula pareciera referirse por un lado al control estatal de una partemayor de la renta producida en la realizacin mercantil del gas y del petrleo, comoresultara de la reciente nacionalizacin de los respectivos yacimientos, para re-distribuir-la entre las comunidades, pueblos, pequeas y medianas empresas y servicios pblicos.Esa poltica podra implicar una relativa desconcentracin del control del trabajo, de susrecursos y de sus productos. Pero por otro lado, sera mantenido el control privado-empresarial del resto de la acu-mulacin capitalista, actualmente en manos, sobre todo, de la burguesa de Santa Cruz,Tarija y de otros centros menores, asociados ya al capital global. No est an esclarecidala relacin entre ambas formas de administracin del capital. Los conflictos y las asocia-ciones probablemente sern discutidos y negociados en la Asamblea Constituyente y enel Referndum Autonmico acordado para resolver la cuestin de las autonomas. Lasburguesas regionales plantean, obviamente, el control autnomo de sus respectivasregiones (sobre todo Santa Cruz y Tarija, donde estn las reservas de hidrocarburos, lams moderna agricultura comercial y algunas industrias), pero las identidades indgenasdemandan autonoma territorial por cuestiones culturales y jurdico/polticas; esto es, entanto que identidades nacionales. La historia que viene permitir contestar una crucial e ineludible cuestin: puede laredistribucin multi-cultural y/o multi-nacional del control del Estado ocurrir separada-mente de la redistribucin del control del trabajo, de sus recursos y de sus productos, ysin cambios igualmente profundos en los otros mbitos bsicos del patrn de poder? En el caso del Per, la mayor parte de la poblacin que racialmente es considerada indiao indgena no est incorporada, ni parece hasta el momento interesada en estarlo, a nin-gn movimiento indgena de las mismas dimensiones e impacto que en los otros pasesen referencia. La propuesta terica2para explicar esa diferencia es que, sobre todo des-pus de 1945, sucede una vasta des-indianizacin, en el proceso de la urbanizacin dela sociedad peruana, en los cauces de la migracin rural/urbana, de la crisis del Estadooligrquico y de la bancarrota de sus dos principales expresiones de dominacin cultural.OSAL18ANLISIS[ESTADO-NACINYMOVIMIENTOSINDGENAS ENLAREGINANDINA]La cultura gamonal-andina en las relaciones entre el seoro terrateniente y los indios,sobre todo en el campo, pero tambin en las ciudades de la Sierra, y de la cultura seo-rial-criolla en las relaciones entre la burguesa seorial, los grupos de capas medias edu-cados por aquella, y los negros, mestizos e indios, en las ciudades de la Costa. Ese proceso de des-indianizacin fue abrupto y masivo, abarc a todo el pas, y produjouna poblacin sobre todo urbana, pero tambin rural a la que dentro de la culturaseorial-criolla se le impuso el nombre de chola. La des-indianizacin produjo, as, unacholificacin de la poblacin. Esa poblacin identificada por los otros como chola fue sin duda el mayor agente delcambio en la sociedad y el poder en el Per despus de la Segunda Guerra Mundial,aunque primero fue contenida y derrotada polticamente, comenzando con los sucesivosregmenes militares que se autodenominaron revolucionarios, y despus en buena partefue cooptada por el patrn de poder post-oligrquico, en especial desde la re-privatiza-cin del control del Estado y la profunda reconcentracin del control de los recursos deproduccin y de los ingresos, que comenz con la funesta dictadura fuji-montesinista.Una amplia parte de la poblacin que no se des-indianiz fue vctima de la guerra suciaentre el terrorismo de Estado y el de Sendero Luminoso entre 1980 y 2000. Segn elOSAL19[AOVII N 19 ENERO-ABRIL2006] Nick BuxtonInforme de la Comisin de la Verdad y la Reconciliacin, la mayora de los ms de 60 milasesinados en ese perodo eran precisamente campesinos indgenas. No faltan ahoraintentos procedentes de algunos grupos de la ex izquierda por formar un movimientoindgena, e incluso se ha montado por cuenta de la primera dama del gobierno deToledo una maquinaria burocrtica, ya acusada de corrupcin fiscal, para manipular aalgunos pocos y pragmticos grupos con un discurso originario. Los nicos grupos que de verdad se mueven en esa direccin son las comunidades dela selva amaznica, donde hace unas tres dcadas, con la formacin de la Coordinadorade Organizaciones Indgenas de la Cuenca Amaznica (COICA), comenz toda la historiareciente de los movimientos indgenas del rea andino-amaznica3. Ms recientemente,bajo los impactos de los procesos de Bolivia y Ecuador, algunas comunidades campesi-nas, sobre todo aquellas enfrentadas a las corporaciones mineras multinacionales, hancomenzado a identificarse como indgenas y a plantearse como nuevos movimientospolticos identitarios. De todos modos, el mapa poltico de Amrica Latina, tanto en trminos territorialescomo culturales o tnicos, est cambiando notoriamente. Pero la cuestin central deestos procesos es la crisis de la Colonialidad del Poder. Histricamente fundado en estastierras, tambin aqu est entrando en su ms radical momento de crisis. Los estados-nacinEn el actual patrn de poder, uno de cuyos ejes centrales es el capitalismo (en el senti-do que esta nocin admite en la teora de la colonialidad del poder), la idea de un inte-rs social nacional corresponde a la existencia de una sociedad nacional dominada poruna burguesa nacional, con un Estado nacional. Es decir, a una estructura de poder con-figurada segn esas condiciones. En Amrica Latina, antes de la llamada RevolucinMexicana, esas caractersticas correspondan solamente a Chile, desde la RepblicaPortaliana en la segunda dcada del siglo XIX. Tal Estado nacional oligrquico fue conso-lidado con el exterminio genocida de los mapuches denominacin impuesta a unapoblacin de indios de diversos orgenes. Los movimientos sociales, sobre todo de lascapas medias y del proletariado minero hacia un moderno Estado-nacin, desarrolladosdesde 1920, culminaron en la dcada del treinta con el gobierno del Frente Popular, queimplic una suerte de pacto poltico entre la burguesa chilena y los partidos polticos delos trabajadores y de las capas medias para consolidar las normas y las instituciones dela democracia liberal/burguesa. Fue con estas normas que los trabajadores y sus asocia-dos en las capas medias llegaron con Allende al gobierno en 1971, pero fue tambin sulealtad con las mismas lo que facilit su derrota bajo un cruento golpe militar en 1973. OSAL20ANLISIS[ESTADO-NACINYMOVIMIENTOSINDGENAS ENLAREGINANDINA]Bajo el pinochetismo se llev a cabo una contra-revolu-cin. Se impuso una sangrienta dictadura mientras seremovan y cambiaban las ms corrodas bases socialesdel Estado para adecuarlas a la neo-liberalizacin del capi-talismo,iniciadoprecisamenteallyentonces,yalasnecesidades de la globalizacin esto es, de la reconcen-tracin mundial del control del trabajo y del Estado. Pero eso produjo tambin una nueva sociedad capitalistanacional y su nuevo Estado-nacin respectivo. Esa condi-cin explica que lo que ocurre hoy con el capitalismo enChile, no ocurriera en Bolivia a pesar de que tambin alldictaduras militares ferozmente represivas actuaron desdeantesydurantelosmismosaos,omstardeenArgentina o Uruguay. O que no ocurriera en un pas comoel Per, de lejos mejor dotado en trminos de recursos,pero cuya burguesa no ha dejado de practicar la rapiadesde el comienzo mismo de la repblica en asociacincon el capital imperialista. Por eso hoy, como ocurre en Bolivia, la demanda de laspoblaciones que precisamente fueron vctimas de estadosno nacionales y no democrticos, es no tanto ms nacio-nalismo y ms Estado, sino ante todo otro Estado; esto es,des/colonializar ese Estado, que es la nica forma dedemocratizarlo. Pero si ese proceso llega ser victorioso, elnuevo Estado no podra ser un Estado-nacin o un Estadonacional,sinounomulti-nacional,omejoran,inter-nacional. En los dems pases, procesos que iban en esadireccin, como en Brasil desde 1964 o en Per desde1990, han sido derrotados. En la imposicin global delneoliberalismo, es decir, de la re-concentracin mundialdel control del trabajo y del Estado por parte de las corpo-raciones globales y de su bloque imperial global, la ero-sin de la autonoma de los estados menos democrticosy menos nacionales es continua. Desdeesaperspectiva,lapropuestadelaTerceraInternacional de que todos los pases sometidos al impe-rialismo tuvieran burguesas nacionales con las cualesOSAL21[AOVII N 19 ENERO-ABRIL2006]Por eso hoy, como ocurre enBolivia, la demandade las poblacionesque precisamentefueron vctimas de estados no nacionales y no democrticos, es no tanto msnacionalismo y ms Estado, sino ante todo otro Estado; esto es,des/colonializar ese Estado, que es la nica forma de democratizarlolos dominados/explotados/reprimidos deban hacer alianzas, en tanto supuestamentehaba un terreno comn de intereses frente a la dominacin imperialista, fue un error tr-gico terico, poltico e histrico. La propensin homogenizante, reduccionista y dualistadel eurocentrismo se expresaba tambin en ese materialismo histrico post-Marx. Comotoda teora eurocntrica, produjo en Amrica Latina desvaros tericos, prcticas polticaserrneas e inconducentes, y derrotas cuyas vctimas fueron y son los trabajadores, las vc-timas de la colonialidad del poder. Aunque Jos Carlos Maritegui haba insistido en que en Amrica Latina no haba fun-damento histrico para ninguna burguesa nacional, a diferencia de otras reas, comoen Asia, por ejemplo, a su muerte fue impuesta sobre la inmensa mayora de lasizquierdas la doctrina de la burguesa nacional y de la alianza nacional de los trabaja-dores con ella. El nacionalismo domin virtualmente todo el debate de las izquierdasen Amrica Latina durante el siglo XX, con una asociacin puramente ideolgica con elsocialismo, sobre todo porque ambas vertientes buscaban el control del mtico Estado-nacin, precisamente en pases en los cuales, como en los andinos, la colonialidad delpoder haba hecho histricamente inviable el proyecto liberal/eurocntrico de unmoderno Estado-nacin. As, por ejemplo, Alan Garca Prez, hoy uno de los dos candidatos a la segunda vueltaelectoral en Per, fue entre 1985 y 1990 uno de los agentes de tales desvaros tericosy errores polticos, y quien llev a su pueblo a una derrota cuyas consecuencias nohemos terminado de pagar. Y, peor, al regresar ahora, de nuevo muestra que aprendi alrevs la leccin poltica de esa historia, leccin que tampoco ha sido aprendida por susrivales. Estos siguen creyendo que el nacionalismo produce naciones y estados-nacinen sociedades configuradas en torno de la colonialidad del poder y con universos pluri-culturales e incluso pluri-nacionales. Peor an, todos los eurocentristas del actual debatemundial, como los autores del muy vendido Imperio, Toni Negri y Michael Hard, persis-ten en pensar que todo pas, en cualquier contexto histrico, es por definicin unanacin, y que todo Estado central es por eso un Estado-nacin.El Bloque Imperial GlobalCon la desintegracin del campo socialista, el mundo emergi como unipolar en el sen-tido especfico de que un nico patrn de poder controlaba a toda la poblacin delglobo. Por eso, lo que era y todava es un bloque imperial global, con EE.UU. como suEstado hegemnico, fue virtualmente percibido por muchos como un nico Estado todo-poderoso, e incluso como el centro mismo de un nico imperio global. OSAL22ANLISIS[ESTADO-NACINYMOVIMIENTOSINDGENAS ENLAREGINANDINA]Los conflictos y tensiones no podan no existir en dicho bloque, por ejemplo respecto dela invasin de Irak. Pero dado que ocurran al interior de un bloque de intereses socialesy polticos comunes, no tena sentido esperar rupturas o enfrentamientos violentos. Noobstante, de ningn modo podra decirse que los conflictos han terminado, o que losintereses particulares incluso nacionales de los otros miembros del bloque han deja-do de actuar. Dados los notorios problemas del capitalismo en EE.UU. por ejemplo lams grande deuda internacional mundial, as como el mayor dficit fiscal y comercial delmundo;suscrecientesdificultadesenlasguerrascolonial/imperialistasenIrakyAfganistn; la resistencia de los migrantes en los centros mismos del bloque (las luchasen Francia, en Espaa y en EE.UU., en donde ha sucedido la ms grande manifestacinpoltica de todos los 1 de Mayo de la historia de ese pas); la resistencia social mundialde los trabajadores contra las tendencias extremas del poder; y la lucha de los indgenasen Amrica Latina y en el Asia dadas esas condiciones, las tensiones en dicho bloquepodran ser an ms fuertes. Y en la perspectiva del tiempo por venir, las tendenciasapuntan a la formacin de nuevos partcipes de las disputas hegemnicas en el mundo,y en algunos casos a realineamientos coyunturales de intereses en esas pugnas, comoChina, India, Rusia, quiz Brasil, quiz, inclusive, tendramos derecho a imaginar unaComunidad Suramericana de Naciones. Como resulta perceptible, no se trata solamenteOSAL23[AOVII N 19 ENERO-ABRIL2006] Malena Fallacarade pugnas entre estados, sino de conflic-tos en el patrn mismo de poder, cuyasexpresiones son esos estados. Nadie, en ningn espacio dentro de estepatrn de poder, podra estar fuera o librede los conflictos, de la exacerbacin de lacrisis y de sus violencias. Nadie, por lotanto,debierasiquieraimaginarquepuedeserneutralentrelascrecientesperversiones de los dominadores/explo-tadores/represores y las luchas de resis-tencia de sus vctimas. Y en la medida enque la crisis de la colonialidad del poderha estimulado estudios y debates sobreestos cambios, tambin otros horizonteshistricoshacialoscualesencaminarnuestras luchas estn levantndose.Notas1 Trascribimos aqu, bajo la forma de artculo, las respuestas a una entrevista no publicadaque el autor nos hizo llegar para su inclusin en este nmero del OSAL. Agradecemosespecialmente a Anbal Quijano por habernos facilitado el presente texto.2 Sobre ello ver Quijano, Anbal 2004 O Movimento Indgena e as questes pendentesna America Latina em Poltica Externa (So Paulo: USP) Vol. 12, N 4. 3 Ver dem.OSAL24ANLISIS[ESTADO-NACINYMOVIMIENTOSINDGENAS ENLAREGINANDINA] Rosala Pellegrini