Quiero ser cercano en especial con los pobres” -...

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Suplemento especial en páginas centrales Etapa IV - Año CXXXIII - Tomo 138 - (4478) Costa Rica Domingo 14 de mayo 2017 - V Domingo de Pascua ¢400 Quiero ser cercano, en especial con los pobres” Foto G. Mesén Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, nuevo Obispo de Cartago En la foto junto a su madre, doña Emma Luisa Quirós, repasan la historia familiar. Con María, peregrinos en la esperanza y la paz P/2-11

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Suplemento especial en páginas centrales

Etapa IV - Año CXXXIII - Tomo 138 - (4478) Costa Rica Domingo 14 de mayo 2017 - V Domingo de Pascua ¢400

“Quiero ser cercano, en especial con los pobres”

Foto

G. M

esén

Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, nuevo Obispo de Cartago

En la foto junto a su madre, doña Emma Luisa Quirós, repasan la historia familiar.

Con María,peregrinos en la esperanza

y la paz

P/2-11

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico2

Laura Ávila Chacó[email protected]

Con lágrimas en los ojos por la emoción de mirar a su hijo ordenado sacerdote, doña Emilia Monge, madre del aho-ra presbítero limonense Aldal-berto Dorati Monge, no ocultó su felicidad de entregarlo a Dios.

La celebración eucarísti-ca se realizó en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Guápiles, el sábado 6 de mayo. Dorati fue acompañado por su familia, amigos, sacerdotes, religiosas y la feligresía católi-ca de la comunidad guapileña.

El joven se convirtió en el sacerdote número 27 de la Diócesis de Limón, segundo que ordena Monseñor Javier Román.

Durante la celebración, los presentes oraron fervorosa-mente cuando el obispo impu-so sus manos sobre la cabeza de Adalberto y en silencio in-vocó al Espíritu Santo.

Doña Emilia contó que en ese momento dijo en silen-cio mientras miraba a su hijo: “Siempre te dije Dios, mis hi-jos no son míos, sino tuyos”.

De hecho, la familia siem-pre apoyó la vocación de Do-rati, quien es profesor de fran-cés. “Su padre, que está en el cielo, lo apoyó siempre, yo por mi parte se los entregué a Dios hace mucho”, dijo la señora.

Ser sacerdote no da privilegios

Adalberto optó por el sa-cerdocio porque ama con todo su corazón y con toda su alma a Dios, dijo Monseñor Javier Román Arias.

En su homilía le ofreció consejos fruto de su experien-cia de vida sacerdotal. “Ser sacerdote no te da privilegios

más allá del privilegio de ser-vir. Levántate temprano, y que tu primer pensamiento sea Dios y nada más que Dios. Que tu alma no descanse hasta encontrarte con él en la ora-ción, los sacramentos y en los hermanos que sufren”, le dijo.

“Aprovecha el tiempo, nada de perezas, la vagancia es la madre de todos los vicios. Busque qué hacer, no espere que le digan, que la iniciativa sea un rasgo de su vida como sacerdote. Que cuando se re-fieran a usted siempre digan qué sacerdote tan activo, tan comprometido y alegre. Irra-die cercanía, que las personas no teman acercarse y com-partir su vida. No sea distante ni frío, aprenda de Jesús que supo vivir en medio de las per-sonas, ponerse en su realidad, conmoverse y entregarse por completo”, agregó.

El Prelado hizo hincapié también en que el área admi-

nistrativa de una parroquia no le debe quitar tiempo que debe utilizar para ser pastor. “De-legue, confíe y sepa rodearse de la gente adecuada. Que sus compañías lo ayuden a crecer como persona y como sacerdo-te, nunca confunda la amistad con la fiesta, no se deje llevar por los excesos y aléjese de los ambientes y las personas que sabe lo pueden hacer caer. Salga a buscar a los pobres, no espere que lleguen. Vaya a sus casas, coma con ellos, siénta-se uno más en medio suyo”, le dijo finalmente.

Al final de la celebración Adalberto, agradeció al obis-po, a los sacerdotes y a su fa-milia por las oraciones y los buenos sentimientos. Recordó además que su formación la inició con los Agustinos Reco-letos en España.

Fotos L. Avila.

Actualidad

“Mi hijo no es mío, es del Señor”

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 3

Estarán el Cardenal Giu-seppe Versaldi, Prefecto para la Congregación para la Edu-cación Católica; y Federico Lombardi, conocido por haber sido portavoz de la Santa Sede durante casi 10 años y actual-

mente presidente de la Funda-ción Joseph Ratzinger.

También participarán fi-guras del campo académico y ambiental como Dr. Tomás In-sua, de la Universidad de Har-

vard, Rev. Augusto Zampini de la Universidad de Durham, Dr. Michael Green, Director Ejecutivo de Social Progress Imperative, Dr. Roberto Arta-via Loría, presidente de VIVA Trust, entre otros.

A raíz del interés que susci-ta este evento estarán presen-tes en la inauguración el Arzo-bispo de San José, Mons. José Rafael Quirós; el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, René Castro, director general adjunto de la Organi-zación de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agri-cultura (FAO).

De acuerdo con Sánchez una de las razones por las que la Universidad Católica y Cos-ta Rica se escogieron como sedes de este evento es por el prestigio que tiene el país en temas ambientales y por la ma-nera concreta en la que diseña-ron la propuesta. “Si un país tiene voz para hablar sobre la importancia de Laudato Si, ese es Costa Rica” dijo.

“Es como haber pedido ser la sede del Mundial de Fútbol pero en Teología (…) Espera-mos tener una importante par-ticipación”, añadió el rector.

Danny Solano Gómezdsolano@ecocatólico.org

“Tendremos un elenco de lujo”, así se refiere Fernando Sánchez, Rector de la Univer-sidad Católica, acerca de los invitados al Simposio interna-cional de la Fundación Ratzin-ger, el cual se celebrará este año en ese centro de estudios superiores del 29 al 30 de no-viembre.

Este evento tendrá lugar en el campus de la U. Católica en Moravia, allí se abordarán diferentes temas relacionados con el medio ambiente a la luz de la Encíclica Laudato Si y se contará con la participación de reconocidas figuras del am-biente eclesiástico y académi-co.

“No creo que otro evento haya tenido este nivel. Insisto en que seguramente después de la venida de Juan Pablo II no ha habido un evento acadé-mico del Vaticano de este nivel en Costa Rica y Centroaméri-ca”, comentó el rector de la U. Católica.

Para este congreso destaca la participación del Cardenal Marc Oullet, Prefecto de la Congregación para los Obis-pos y Presidente de la Ponti-ficia Comisión para América Latina, quien además presi-dirá la Santa Eucaristía el 29 de noviembre, en la Parroquia Inmaculada Concepción, en Heredia, la hora está por con-firmar.

Al canadiense se le suma el Cardenal Claudio Hummes, conocido porque en el más reciente conclave se acercó a Jorge Bergoglio y le dijo: “No te olvides de los pobres”, esta frase hizo que el Papa pensara en Francisco de Asís y esco-giera ese nombre para su pa-pado.

Actualidad

Bandera Azul en campus católicoRecientemente se entregó

a la Universidad Católica la Bandera Azul, este distinti-vo reconoce el esfuerzo y el compromiso de la institución en temas de desarrollo soste-nible y protección de los re-cursos naturales.

Esta designación se da en el marco del próximo Simpo-sio Internacional de la Funda-ción Ratzinger, el cual se rea-lizará este año en el campus de Moravia de ese de estudios superiores, del 29 al 30 de no-viembre.

“Una y otra vez la Iglesia ha demostrado y predicado que las palabras jalan pero el testimonio arrastra. No pode-

mos organizar un evento con este énfasis si no somos co-herentes en lo que hacemos”, comentó el rector de la Uni-versidad, Fernando Sánchez.

Y añadió: “Pensamos que el primer era hacer una intros-pección y una revisión interna para ver si estamos actuando según lo que el Papa Francis-co nos pide”

Entre las medidas que se tomaron se decidió hacer una evaluación de la calidad del agua, un día por cuatrimestre sin uso de vehículos dentro del campus, se impartieron charlas sobre ahorro de ener-gía y manejo de desechos, se instalaron recipientes para

clasificar los residuos, siem-bra de árboles, entre otras ac-ciones.

De acuerdo con el Progra-ma Bandera Azul Ecológica este centro de estudios su-periores es merecedor de la

Bandera Azul Ecológica en la categoría Eclesial Ecológica, la cual “tiene como objetivo trabajar en pro del ambiente, buscando la implementación de acciones para disminuir el cambio climático”.

Universidad Católica será sede de evento internacional

El Simposio internacional de la Fundación Ratzinger se celebrará en la Universidad Católica del 29 al 30 de noviembre próximos.

“Seguramente después de la venida de Juan Pablo II, no ha habido un evento académico del Vaticano de este nivel en Costa Rica y Centroamérica”.Dr. Fernando Sánchez CamposRector de la U. Católica

Simposio Ratzinger reunirá aquí a autoridades mundiales de ambiente e Iglesia

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico4 Actualidad

Laura Avila Chacó[email protected]

Con gran ilusión y con la esperanza puesta en que todo saldrá bien, los habitantes de Bocana, en Isla Chira, Dióce-sis de Puntarenas, se preparan para levantar nuevamente su capilla, que se construirá en un terreno de 500 metros cuadra-dos donado por el señor Diego Sandí, hace ya muchos años.

La necesidad surge porque en su mayoría, los habitantes de Bocana son adultos mayo-res, lo que imposibilita su tras-lado hasta San Antonio, donde está el templo de la Isla, que es atendida pastoralmente por la Parroquia de Jicaral.

Entre ambas comunida-des hay una distancia de unos 7 kilómetros, por un cami-no de tierra y el único medio de transporte que existe en la zona es un bus que cobra 600 colones por el trayecto.

Ante esta realidad, las cua-tro religiosas del Señor de los Corazones y de Santa María de Guadalupe que llevan adelan-te la evangelización en la Isla, junto con los vecinos, se las ingeniaron para pedir ayudas a personas de buena voluntad y levantar nuevamente la Casa del Señor.

El proyecto inició el pasa-do 4 de mayo con la llegada de los materiales, gracias a la do-nación de un grupo de perso-nas de Heredia y la colocación de la primera piedra de la obra.

Sobre esto la Hna. Reme-dios Silva Martínez, cuenta que “el proyecto obedece a que las personas de Bocana son en su mayor parte adultos mayores. Para ellos es muy difícil su traslado cuando hay celebraciones aquí en San An-tonio, y el transporte que hay para trasladarse es poco y muy caro”, dijo.

La ausencia de una capi-lla en esa filial provoca que muchos se pierdan las Misas, horas santas y demás activida-des, a pesar de que la Hermana Aurelia visita todas las sema-nas el poblado para hacer ce-lebraciones de la Palabra y dar la Sagrada Comunión.

La Hna. Remedios explicó que gracias a buenos samarita-nos, ya se donaron baldosas y otros materiales para levantar

la edificación. De hecho fue-ron trasladados en panga hasta la isla.

Ahora les toca buscar fon-dos para pagar la mano de obra y otros imprevistos. “A este momento, solo contamos con 200 mil colones , por eso se lo dejamos todo a Dios y si él quiere que se haga su obra, moverá corazones para que venga la ayuda. Vamos a apro-

vechar los proyectos de traba-jo comunal en la zona”, dijo.

Ayudará en la evangelización

La nueva capilla ayudará mucho en la labor pastoral y evangelizadora de la isla, ex-plica la religiosa Remedios. “Cuando inicia el invierno en Chira, los pobladores no sa-

len de sus casas por miedo a los rayos, a pesar de eso están contentos con nuestras visitas y nos cuentan que los herma-nos no católicos les dicen que se vayan con ellos, por no con-tar con una capilla, pero su fe es firme”.

Cuenta además que tienen cinco años de trabajar en la Isla. “Nos sentimos contentas, es una misión que nos gusta, no podemos abarcar mucho por la parte económica. La evangelización no ha sido fá-cil, hay muchos indiferentes, pero poco a poco hemos logra-do un cambio”, dijo.

El Padre Mario García, pá-rroco de la isla, presidió el acto de colocar la primera piedra y su bendición. “Cuando llegué la primera vez al templo de Bocana estaba en una situación lamentable, más bien era un peligro que se cayera encima de una persona, entonces me comentaron de la necesidad y hubo que tomar la decisión de demoler el antiguo templo, incluso pensamos en hacerlo más grande, va hacer una re-ferencia para la zona norte de la isla, prácticamente en todo el lugar hay templos, pero nos faltaba referencia en Bocana, para la evangelización”, dijo.

Acotó que el templo será prefabricado por el costo, el clima y para evitar el comején. “Deseamos tenga una capaci-dad para 200 personas, será alto por el calor, pensamos además comprar la imagen de la Inmaculada Concepción que es patrona de Bocana”, agregó el sacerdote.

Colocaron primera piedra, Isla Chira

Bocana tendrá su capilla

El Padre Mario García junto a los vecinos, en el acto de colocación de la primera piedra. Foto L. Avila.

“Deseamos esta Iglesia”

“Es un sueño que hemos deseado. Nuestra Iglesia va a ser una realidad. Es una bendición que las hermanas estén con nosotros”.

Teresa Abarca

“Es necesario”

“Tengo toda la vida de vivir en Chira. Es un deseo muy precioso que se nos va a cumplir. Es necesario porque hay muchos otros, de iglesias no católicas, y nosotros somos muy poquitos”.

Rosemary Espinoza

“Concluir la obra”

“Humanamente trato de ayudar a las hermanas, la Iglesia Católica me ha ayudado espiritualmente con valores, ánimo y esperanza, hace falta esta iglesia en Bocana, esperamos en Dios concluirla”.

Daniel Ramírez

Cuentas para ayudar

Si desea colaborar con la construcción de la capi-lla de Bocana, puede hacer-lo a través de la cuenta del Banco Nacional: 200-01-003-066929-0. Cta Cliente: 15100320010669290.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 5

María Estela Monterrosa [email protected]

Un cartaginés, profunda-mente mariano, será el nuevo obispo de la Diócesis de Car-tago a partir de este fin de se-mana. Un hombre nacido en el seno de un hogar paraiseño, que conoce y ama la diócesis.

Sus padres, Emma Lui-sa Quirós Coto y Noé Quirós Solano, le inculcaron la fe ca-tólica. “Mi madre está mayor, tiene 88 años. Mi padre murió cuando yo estaba en primero de colegio. Somos cinco her-manos, yo soy el menor. Mi hermano mayor Manuel, es agricultor, mis tres hermanas son Sonia, Pilar y Patricia”, comentó Mons. Quirós.

De su familia han surgido varias vocaciones sacerdo-tales, por ejemplo, un tío ya fallecido y un primo, Andrés Quirós, que actualmente está en Paquera, Puntarenas. Tam-bién se han dado vocaciones a la vida religiosa.

Su inquietud vocacional surgió en la ordenación sacer-dotal del Pbro. Jaime Antonio Gutiérrez Bonilla. “Yo estaba en el colegio, de unos quin-ce años. Me impactó y luego hice núcleos vocacionales, mis promotores vocacionales fue-ron el Padre Glenm Gómez y el Padre Garita (José Manuel, hoy obispo)”, recordó.

Con apenas 16 años salió del colegio, entonces ingresó a la universidad donde reali-zó cursos de Humanidades y otros en Ciencias Económicas. “Como la inquietud vocacio-nal permanecía entré al sema-nario en el 88. Sentí que me pusieron una patineta. Me dije,

‘entro, pero seriamente, para comprometerme. No para du-dar’. Tuve al padre Guido y al Padre Ulloa como rectores. La experiencia del seminario fue muy bonita”.

Su principal labor como sacerdote ha sido acompañar a los jóvenes en su proceso de formación en el seminario. Los últimos años los dedicó a sus estudios doctorales en la Universidad de Salamanca, en España.

El nuevo obispo es también amante del deporte y de la mú-sica clásica. “Para mí el de-

porte es importe, lo hago por salud no porque tenga grades cualidades. Me gusta correr y nadar. Creo que son distraccio-nes sanas, todos los días hago un poquito de ejercicio”, afir-mó.

En cuanto a la música, co-mentó que le gusta variada. “Por ejemplo, cuando estudio o leo me gusta la música clá-sica, me gusta mucho la ópera. Depende del momento, para conducir me gusta la música pop ochentera y noventera, la música latina y el jazz”, dijo.

La misa de su ordenación es este sábado 13 de mayo a las 9 a.m. en la Catedral Nues-tra Señora del Carmen. El or-denante principal será Mons. José Francisco Ulloa, adminis-trador apostólico de Cartago, y los coordenantes Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José, y Mons. Óscar Fer-nández, Obispo de Puntarenas y Presidente de la Conferencia Episcopal.

Sobre su sentir de la misión que ahora se le encomienda, así como los retos que percibe para la diócesis conversó con Eco Católico.

¿Qué ha significado en su vida la designación como obispo?

A nivel de mi experiencia vocacional, me siento agra-decido con Dios y sorprendi-do porque en el fondo está la pregunta ¿por qué yo? Porque Dios así lo quiso. Es el Espíri-tu el que suscitó todo esto. No he hecho más que contemplar el misterio de Dios en mi vida.

¿Por qué eligió como lema episcopal la frase “Christo confixus cruci sum”?

Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, nuevo Obispo de Cartago

“Quiero ser cercano, en especial con los pobres”

Entrevista

¿Por qué yo?

Porque Dios así lo quiso. Es el Espíritu el que suscitó todo esto. No he hecho más que contemplar el misterio de Dios en mi vida.

Foto M. Monterrosa

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico6

Todo cristiano asocia su vida a los misterios de la pa-sión del Señor. Un obispo al re-presentar la persona de Cristo en la diócesis, con más razón debe seguir siempre el estilo de Jesús, quien, asociado al misterio de la Cruz, entrega su vida por el bien del rebaño que se le encomienda. Por eso es-cogí ese lema. Otro detalle es que el día que se me comunicó el nombramiento, en las lectu-ras del oficio de ese día corres-pondía la Carta a los gálatas, donde venía esa frase “estoy crucificado con Cristo”. Es el misterio de la cruz que lleva a la vida, a la resurrección.

¿Qué significa para usted el ser obispo, su misión?

A nivel de fundamentación, la misión y tarea del obispo está definida de apacentar, ser-vir, organizar, enseñar a los fieles, santificar a través de la celebración de los sacramen-tos. Eso es claro. Yo creo que llevará su tiempo asimilarlo, es toda una identidad. Ser obispo es una respuesta continua, vo-cacional, de hacer la voluntad

de Dios, es una respuesta fiel que se da todos los días.

Monseñor Ulloa decía que en Cartago un obispo debe ser muy mariano. ¿Para usted, que conoce bien el clero y la diócesis, qué otras actitudes exige la diócesis cartaginesa?

A nivel de la espiritualidad, siento que un obispo debe ser una persona orante, que aus-culta la Palabra de Dios, se ve interpelado por ella, que viva de la Eucaristía, de los sacra-mentos, una persona que día a día haga su opción perso-

nal fundamental por seguir al Señor en su testimonio, en su manera de vivir. Y, en medio de eso, se le une la piedad ma-riana, que se enriquece, se ali-menta siempre del encuentro con Jesús en la Eucaristía. He dicho, dadas las situaciones de la diócesis de Cartago, que el pastor debe ser una persona siempre dialogante con los dis-tintos grupos o sectores, en la línea del Papa Francisco, estar abierto y presentar el mensaje, no imponerlo.

¿Qué retos ve en la realidad social y económica para las comunidades de la diócesis?

Cartago es una diócesis cuyo potencial económico tie-ne gran parte en la agricultu-ra, turismo, algunas industrias y el sector servicios. En cada sector hay retos que se debe seguir apoyando en las comu-nidades. El agricultor carta-ginés es muy religioso y ahí tenemos espacio para formar, evangelizar, de acompañarlos en sus momentos de lucha. En lo que podamos aportar hay que seguirlo haciendo. De frente a la pobreza, hay situa-ciones reales que nos interpe-lan y la Iglesia de Cartago dice presente a través de Cáritas, de los proyectos de bien social.

De la relación con el clero, ¿qué expectativa tiene?

De parte de ellos he recibi-do el apoyo. Es un clero joven, he tenido que ver con la mayo-ría de ellos en la formación, en esa parte más bien estoy entu-siasmado. Lo que me propon-go es escucharlos porque con ellos voy a trabajar.

¿Y de qué manera le gustaría acercarse a los laicos?

Me gustaría mucho generar cercanía, quiero visitar todas las comunidades, tenemos la facilidad que no es un territo-

Entrevista

Un obispo debe ser una persona

orante, que ausculta la Palabra de Dios, se ve interpelado por ella, que viva de la Eucaristía, de los sacramentos, una persona que día a día haga su opción personal fundamental por seguir al Señor en su testimonio, en su manera de vivir.

Me gustaría mucho generar

cercanía, quiero visitar todas las comunidades, tenemos la facilidad que no es un territorio muy extenso y es muy accesible

Foto Pbro. E. Monge

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 7

rio muy extenso y es muy ac-cesible, en resumen, quiero ser un pastor cercano, en especial con los pobres.

Su experiencia como formador en el seminario ¿de qué forma siente que le beneficiará en esta nueva etapa?

Con los sacerdotes sobre todo, porque me conocen, sa-ben cómo acercarse a mí. En el tiempo de formación traté de ser respetuoso, los escuché. Ellos tienen la seguridad de que de mi parte tienen una per-sona que los escucha y trata de dar una palabra de luz.

El Papa habla de una Iglesia en salida, ¿cómo profundizar y consolidar este anhelo en Cartago?

Una Iglesia en salida es se-guir proponiendo la novedad del Evangelio. Esto dentro de las líneas que supone el plan pastoral, cómo llevar la evan-gelización a los diferentes sec-tores, a las comunidades, es un plan concreto; pero indudable-mente sigue siendo un desafío. Es también la novedad de que habla Papa Francisco, la Igle-sia nunca se cansa de anunciar lo más valioso que tiene: Jesús muerto y resucitado. Siempre estamos en misión, la Iglesia está en salida porque es mi-sionera y si la Iglesia está en salida es porque es fortalecida, potenciada por la acción de Dios, del Espíritu Santo, quien nos llama a un compromiso particular.

Las vocaciones a la vida sacerdotal son abundantes en Cartago…

El Señor ha tenido miseri-cordia con nosotros, ha que-rido darnos vocaciones. Así como Mons. Ulloa se ha esme-rado en dar los medios, segui-remos en esa línea. Rezando, con la promoción vocacional, yo les pediría a los sacerdo-tes que sigamos con esa feliz motivación personal, testimo-nial, para que muchos jóvenes se sientan motivados. Nos ha

acompañado la oración, quizá el estilo familiar, pastoral. Al que mucho se le da mucho se le exige. Cartago tiene que dar mucho, no solo para sí sino para la misión, para la Iglesia de Costa Rica, me refiero al compromiso y las ayudas de sacerdotes.

Cartago tiene comunidades indígenas ¿cómo espera que sea su acercamiento a ellas, su cultura y realidad?

La diócesis tiene una Pasto-ral Indígena y así como Mons. Ulloa ha dado pasos para inte-resarse, para crear una estruc-tura adecuada para la atención de estas personas, de mi parte también, ahí iré a incursionar en el Chirripó, creo que la sa-lud me lo permite y me gusta-ría estar muy presente.

¿Cuál piensa que puede ser su aporte al seno de la Conferencia Episcopal?

Mi humilde aporte podría ser en lo que los señores obis-pos tengan a bien encomendar-me. Llego a servir en el seno de la Conferencia, ellos sabrán en que podría colaborar, en lo que me pidan trataré de hacer-lo lo mejor posible.

La diócesis recientemente ha iniciado con la implementación de un plan pastoral. ¿Coincide con lo que usted estima prioritario en este tema?

Siempre a la luz de las ne-cesidades, el plan pastoral se ajusta a lo que el clero expresa y a la realidad de las comuni-dades.

Cartago tiene una tradición católica, pero hay amenazas para la familia, la juventud…

Eso va más allá de Cartago y de Costa Rica. Hay que ha-cerle frente, no huir de ellos. Hacer un planteamiento de la riqueza de la experiencia de Dios en nuestra vida y no solo avocarse a tendencias que son de moda o reflejan cierta crisis.

Entrevista

Foto M. Monterrosa

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico8

María Estela Monterrosa [email protected]

Sacerdotes, amigos, fami-liares y fieles participaron en la misa de despedida de Mons. José Francisco Ulloa, organi-zada por la Diócesis de Carta-go el 3 de mayo.

Nostalgia y cariño fueron los sentimientos que afloraron en ese momento, en especial al concluir la Eucaristía, cuando el Pbro. Jaime Gutiérrez leyó un reconocimiento al minis-terio episcopal de Ulloa y el coro entonó “Tu eres mi amigo del alma”, de Roberto Carlos.

“Monseñor, queremos dar-le gracias por su dedicación, su abnegación, su trabajo y por su entrega. Reconocemos sus desvelos y su empeño”, fueron parte de las palabras de Pbro. Jaime Gutiérrez, Vicario General de la diócesis.

Por su parte, Mons. Ulloa destacó: “¡Con cuántos dones nos ha beneficiado el Señor en estos años!”, y añadió “a todos mis queridos amigos y amigas cuenten con mi amistad, como cuento con la suya. Sigamos unidos en el Señor”.

Ya al iniciar la Eucaristía, había afirmado: “Yo en el al-tar los pongo a todos, para que ésta siga siendo la diócesis que el Señor quiere, cumpliendo esa misión que Dios ha que-rido para todos nosotros”. Asimismo, confesó que vivía esta celebración con “mucha emoción y con una actitud de gratitud al Señor”.

Entre los presentes se en-contraba José Rafael Ulloa, hermano del prelado, quien comentó: “Es una satisfacción enorme tener a mi hermano 22 años de obispo y 53 de sa-cerdote. Yo y toda mi familia nos sentimos muy contentos de haberlo visto cumplir fiel-mente sus tareas, desde que nos criamos juntos, sus tareas de la casa, de estudiante; su espiritualidad, muy cercano a

la Virgen, como nos enseñó mi mamá; muy cercano a Jesús Sacramentado, como también nos enseñó mi mamá. Real-mente estamos alegres y le agradecemos a tantos amigos, sacerdotes y laicos, que han estado al lado de él, para noso-tros es una bendición de Dios y darle gracias es lo máximo que podemos hacer hoy”.

“Me quedo entre ustedes”

En la homilía, Mons. José Francisco destacó que a partir del 13 de mayo tomará el títu-lo de Obispo Emérito de Car-tago, “pero seguiré sirviendo a la Iglesia. Porque el obispo es sacerdote en plenitud y sir-ve hasta la muerte. El obispo, como el sacerdote, no se retira nunca. Deja un cargo de direc-ción (…) No quiero que tomen este momento como una des-pedida, porque me quedo entre ustedes, permanezco cercano, como cercanos son ustedes para mí”.

Y agregó, “siento que hoy, junto a ustedes constituye para mí, un espacio pleno de alegría y gratitud al Señor por tanto amor y misericordia para con-migo”. Además, pidió que las cosas buenas “se conviertan en alabanza y gloria de Dios y mis pecados en petición de mi-sericordia al Buen Pastor, para este servidor por todo aquello que no hizo bien”.

El prelado dedicó palabras de gratitud a los sacerdotes, a su familia, a los colaborado-res de la curia y a los laicos. Destacó proyectos de la Igle-sia diocesana y momentos im-portantes como el jubileo por los 375 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de los Ángeles.

Mons. Ulloa concluyó la homilía encomendando el episcopado de Mons. Mario Enrique Quirós a la Virgen María, para que “lo siga prote-giendo y acompañando”.

Reconocimento del clero

Ya al final de la Misa, el Pbro. Jaime Gurtiérrez expre-só unas palabras en nombre del clero sobre el ministe-rio sacerdotal y episcopal de Mons. Ulloa.

Recordó que el obispo na-ció el 1 de octubre de 1940, en el seno de una familia humilde y muy cristiana. Recibió el sa-cramento del orden sacerdotal el 19 de diciembre de 1964, a la edad de 24 años. “Agrade-cemos a Dios sus 53 años de sacerdocio y de servicio a la Iglesia, tanto a nivel nacional como internacional”, dijo.

Además, rememoró que después de un periodo de es-tudio en Roma, el Padre Ulloa sintió la inquietud de ir de mi-sionero a África. “Sin embar-go, la voluntad de Dios lo lle-

vó a servir a México durante cinco años con el Movimiento Conciliar por Mundo Mejor”.

A su regreso a Costa Rica, fue enviado al Seminario. “Agradecer sus veinte años y seis meses como formador y rector del Seminario Nacio-nal”, dijo Gutiérrez.

El 30 de diciembre de 1994, el Papa Juan Pablo II elevó el vicariato de Limón a la categoría de diócesis, nom-

brando como su primer obispo a Monseñor Francisco Ulloa, quien recibió su consagración episcopal el 22 de febrero de 1995, cargo que ejerció duran-te 10 años. Posteriormente, el Papa Benedicto XVI creó la Diócesis de Cartago y nombró a Monseñor Ulloa como su primer obispo el 24 de mayo del 2005, fiesta de María Au-xiliadora, y tomó posesión el 16 de julio del mismo año, fiesta de Nuestra Señora del Carmen.

“Reciba de parte del pres-biterio nuestro agradecimiento por su sencillez, su humildad, su cercanía y su paternidad para con nosotros, sus íntimos colaboradores. Disculpe los malos ratos que por nosotros ha tenido que pasar. El pueblo santo de Dios, que peregrina en la diócesis de Cartago tam-bién le agradece su cercanía, su cariño y su testimonio de vida”, dijo.

Clero cartaginés y fieles participaron en la Eucaristía

Acción de gracias y despedida de Mons. José Francisco Ulloa

Actualidad

Monseñor Ulloa se conmovió en su despedida y agradeció a Dios el servicio prestado. Foto M. Monterrosa.

Parte de los sacerdotes cartagineses presentes en la Eucaristía. Foto M. Monterrosa.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 9

EditorialMons. Mario Quirós Quirós, II Obispo de Cartago

Dios sigue escribiendo la historia de la Iglesia en nuestro país. Este sábado 13 de mayo, en el marco del centenario de las apariciones de

Nuestra Señora de Fátima, es ordenado como nue-vo Obispo de Cartago Mons. Mario Quirós Quirós, designado para tal servicio por el Santo Padre Fran-cisco.

El Padre Mario, un sacerdote joven, estudioso, entusiasta formador de seminaristas y de una pro-funda vida espiritual, asume las riendas de su propia Iglesia particular, la que ama y conoce, y por impo-sición de manos de quien fuera su obispo Monseñor José Francisco Ulloa Rojas.

Cartago, cuna histórica de nuestro país, bien podría haber sido la diócesis más antigua de Costa Rica, sin embargo, quiere Dios que sea la más joven, con apenas doce años de existencia. Este tiempo de consolidación de estructuras y de definición de rutas pastorales, ha sido guiado con entrega ejemplar por Monseñor Ulloa, quien antes había servido de igual forma en Limón por una década. ¡Gracias querido Monseñor Ulloa, que Dios lo colme de todos sus bie-nes!

Asume pues Monseñor Mario una diócesis joven, con raíces cristianas católicas muy profundas, con un marcado acento mariano, servida por un ejército de sacerdotes, la mayoría jóvenes, con un boyante número de vocaciones y legiones de laicos conscien-tes de su misión en la Iglesia, dispuestos a darse por completo por la evangelización.

Este perfil, sin embargo, como sucede en todo el país, no exime de retos muy concretos en la iglesia diocesana de Cartago. La creciente secularización, la penetración del narcotráfico, especialmente entre las generaciones jóvenes, el abandono sistemático de la actividad agrícola en el país, la desintegración fa-miliar y la pobreza, verificable especialmente en los territorios indígenas de la diócesis, son solo algunos de ellos.

En la amplia entrevista que compartimos en esta edición del nuevo obispo, Monseñor reitera su deseo de permanecer cerca de las personas en su ministe-rio, especialmente de los pobres. Esta actitud, muy propia del magisterio del Papa Francisco es clave para poder hoy, en medio de un mundo a veces des-personalizado y hasta inhumano, la misión del pas-tor.

Entre las urgencias que hoy tienen las personas, una palabra de aliento, una mirada de compasión, un abrazo, un consejo… pueden hacer la diferencia. Se trata, en el fondo, de tocar el corazón de cada uno y hacer sentir la caricia de Dios, su ternura y miseri-cordia.

Monseñor Mario es una persona prudente, de hablar pausado, reflexivo y comprensivo. Lejos de él está la estridencia o la búsqueda de lucimientos personales. Quienes le conocen lo describen como un pastor accesible, cuidadoso, sencillo y humilde, que cuida de los demás como lo hace de él mismo: con la meticulosidad del maestro y la perseverancia del atleta.

Un aspecto a su favor en la misión que Dios le ha encomendado es que fue formador de la mayo-ría de sacerdotes de su diócesis. Los conoce y ellos le conocen. Desde luego que pertenecer al clero de Cartago también es relevante, porque se trata de una realidad social y pastoral que maneja con propiedad.

El aporte del nuevo obispo a la Conferencia Epis-copal será determinante, dada su amplia formación -acaba de concluir su doctorado en Teología Dogmá-tica- y muchos carismas, así como su visión, nutri-da de una experiencia eclesial que salta de nuestras fronteras.

En fin, la llegada de Monseñor Mario es aire fres-co del Espíritu Santo en nuestra Iglesia. Correspon-de, tal y como lo ha pedido, orar por su ministerio y colaborar, cada uno desde sus posibilidades, para que pueda llevar adelante la misión que Dios le en-comienda.

¡Felicidades Monseñor, felicidades cartagineses, felicidades católicos! Que la Virgen María, a quien veneramos como nuestra amada Negrita de los Án-geles, siga cuidando de la Iglesia y de sus pastores, para que juntos orientemos nuestros pasos hacia la fuente del amor único y verdadero, Jesucristo Nues-tro Señor. Amén.

Opinión

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Créditos

Un aspecto a su favor en la misión que Dios le ha encomendado es que fue

formador de la mayoría de sacerdotes de su diócesis. Los conoce y ellos le

conocen. Desde luego que pertenecer al clero de Cartago también es

relevante, porque se trata de una realidad social y pastoral que maneja

con propiedad.

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico10 Opinión

Pbro. Manuel Rojas [email protected]

Al elegir un presbíte-ro para presidir una diócesis, es necesario

“transformarlo” en obispo. Ahora bien, ¿cómo debemos llamar a esa transformación: “ordenación episcopal” o “consagración episcopal”?

José Aldazábal, liturgista español, dice que consagrar “[…] significa hacer sagrada una cosa, una persona o un edificio, o sea, destinarlos a un uso o sentido sagrado” (Vo-cabulario Básico de Liturgia, Barcelona 2006, p. 100). De esta manera, puede llamársele consagración al bautismo, a la profesión religiosa, a la trans-formación del pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo, a la dedicación de un templo, a la ordenación de diáconos, pres-bíteros u obispos, etc.

En sí mismo, el término “consagración” no es incorrec-to, pero sí es demasiado gené-rico: de ninguna manera alude a la especificidad del acto que transforma a un presbítero en Obispo. En cambio, el término “ordenación” es mucho más preciso. Expliquémonos:

Integración en un grupo

Basta consultar un diccio-nario latino para recordar que el término ordo tiene el signi-ficado de “grupo” o “clase so-cial”. De ahí que cuando en la Iglesia antigua se hablaba del Ordo paenitentium, se hacía referencia al grupo de los esta-ban haciendo penitencia.

Esa misma raíz latina es la que dio origen al término espa-ñol “orden”, que a lo largo de la historia tomó el sentido de grupo o categoría (Real Aca-demia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid 2001, p. 1104).

En el ambiente eclesiásti-co, esta palabra poco a poco

adquirió un sentido técnico. De modo que el “Sacramento del Orden” es aquel que inte-gra a un varón cristiano en el grupo de los diáconos, de los presbíteros o de los obispos; todos ellos dentro y al servicio del Misterio de la Iglesia.

Aunque no podamos pre-cisar ahora su proceso evolu-tivo, debemos entender que la palabra “ordenación” es mu-cho más precisa. Designa el acto sacramental que integra a un bautizado en un “orden” o grupo determinado. De forma más específica, la “ordenación episcopal” es la integración de un presbítero al Orden de los Obispos, también llamado “Colegio Episcopal”.

Expliquemos -ahora- lo que significa ser parte de ese Colegio Episcopal.

Del Colegio Apostólico al Colegio Episcopal

Después de muchos años en que la reflexión acerca del episcopado estuvo descuida-da, el Concilio Vaticano II re-tomó el tema con mucha fuer-za. Mientras que hay un sólo numeral sobre el presbiterado y otro sobre el diaconado, ¡la Constitución dogmática sobre la Iglesia “Lumen Gentium” (L.G.) dedica nueve numerales a la presentación del ministe-rio episcopal!

Empieza explicando que: “El Señor Jesús […] formó

una especie de Colegio o grupo estable […] para que partici-pando de su potestad, hicieran a todos los pueblos sus discí-pulos, los santificaran y los gobernaran […]” (L.G. 19); es decir, les dio una capacidad de servicio que debemos entender desde de lo que denominamos como “eclesiología eucarís-tica”. El Colegio Apostólico fue creado porque la Iglesia es parte esencial del plan de salvación, y era necesario que contara con una estructura que le permitiera seguir desempe-ñando su servicio con la mira-da puesta en Jesucristo, Cabe-za (L.G. 8).

Por esa misma razón, y como era claro que los Após-toles no vivirían hasta el final de los tiempos, ellos mismos “[…] se preocuparon de ins-tituir en esta sociedad jerár-quicamente organizada a sus sucesores [… para] que termi-naran y consolidaran la obra que ellos empezaron” (L.G. 20). Pero la continuidad histó-rica de esta sucesión no debe entenderse de forma indivi-dualizada, sino conforme a la naturaleza comunitaria de la Iglesia; en la que actúa de maneras diversas el mismo Espíritu que Jesús comunicó a los Apóstoles (cf. L.G. 20-22; Congregación para la doctrina de la fe, Declaración “Domi-nus Iesus”, 16-17).

En efecto, la gracia sacra-mental que confiere la ordena-ción episcopal está esencial-mente unida a la integración en el Orden de los Obispos. Así lo explica el numeral 21 de la Lumen Gentium, concluyendo que: “Es propio de los obispos asumir a los nuevos elegidos hacia el cuerpo episcopal por medio del sacramento del Or-den”. De hecho, la preposición “hacia” (traducción al español del latín “in” -con acusativo y no con ablativo-) muestra que es por esa recepción en el gru-po episcopal que un presbítero es transformado en Obispo.

“Ordenado” a la sucesión para integrar en la

comunión

La explicación del episco-pado continúa hasta L.G. 27, pero con lo que hemos revisa-do es suficiente para responder la pregunta planteada. El Con-cilio no sólo nos transmite una doctrina segura, sino que nos orienta metodológicamente y nos muestra que para entender correctamente el episcopado es necesario partir de la rela-ción entre el Colegio Apostóli-co y el Colegio Episcopal.

Asumido de otra manera, el episcopado podría quedar reducido solamente a una es-pecie de listado genealógico, lo cual nos expondría a una di-fícil validación de la auténtica sucesión apostólica. En cam-bio, en el espíritu del Concilio, entendemos que solamente se llega a ser Obispo cuando se es recibido por los miembros de ese grupo que sucede al Cole-gio de los Apóstoles.

Por consiguiente, para que se lleve a cabo válidamente una Ordenación episcopal se debe contar con el “mandato apostólico”, es decir, con el nombramiento firmado por el Santo Padre (Pontifical Roma-no, Barcelona s/a, p. 37; Códi-go de Derecho Canónico, can. 1013). Pero, además, “[…] según una práctica tradicio-nal desde antiguo, el Obispo ordenante principal debe es-tar acompañado al menos de otros dos Obispos” (Pontifical Romano, p. 28; Código de De-recho Canónico, can. 1014). Porque sólo con la presencia de al menos tres obispos se puede expresar que el elegido está siendo admitido, realmen-te, en ese grupo tan especial, en el grupo que sucede al Co-legio Apostólico.

En el sentido más estricto, no se puede afirmar que un Obispo recién ordenado sea el sucesor de quien le precedió cronológicamente. Debemos ser precisos: el recién orde-

¿Ordenación o consagración episcopal?

Foto M. Monterrosa

nado ejerce el mismo minis-terio de sucesión apostólica que quienes lo precedieron, no sólo porque a través ellos lo haya recibido, sino, esencial-mente, porque -al igual que ellos- fue integrado al Colegio que prolonga en el tiempo el ministerio del Colegio Apos-tólico, para ser garante de la fe recibida.

El nuevo Obispo es sucesor de los Apóstoles, pero no de uno en particular; es sucesor en el ministerio que ellos ejer-cieron fontalmente y que ahora es continuado por el episcopa-do. De ahí que su ministerio se constituye en punto de comu-nión entre la universalidad de la Iglesia y la localidad de la comunidad para cuyo pastoreo es ordenado.

Más que un tecnicismo

Más que una sutileza, este asunto encierra una auténtica importancia para la vida ecle-sial. Prueba de ello es la prác-tica evidenciada por el ecle-siólogo Hervé Legrand, cuyas conferencias subrayaban que durante mucho tiempo se pro-hibió que un nuevo Obispo fuera ordenado por quien le precedió cronológicamente

en su cátedra. La prohibición cesó porque se llegó a la con-vicción de que era posible ha-cerlo dejando claro que no se trataba de transmitir un poder de persona a persona.

Es cierto que en algunas ocasiones se emplea con lige-reza el término “sucesor” para hablar del Obispo que conti-nuará la tarea. Así lo vemos -por ejemplo- en la ordena-ción de diáconos y presbíteros, cuando se promete obediencia al “[…] obispo y a sus suce-sores” (Pontifical Romano, p. 96). Pero esa frase ha de in-terpretarse empleando las re-glas hermenéuticas derivadas del principio lex orandi, lex credendi. Debe considerarse -entre otros aspectos- la signi-ficativa variante que aparece cuando el Obispo ordenante no es el Ordinario. Pero ante todo, debe entenderse que el término en discusión debe ser re-interpretado desde la “Ple-garia de ordenación”, que goza del mayor nivel de importan-cia ritual y doctrinal.

Al mantenerse así en la perspectiva teológica que ve-nimos señalando, se evitará cualquier desproporción. La reflexión eclesiológica man-tendrá el equilibrio que sal-vaguarda el protagonismo

cristológico en el dinamismo trinitario. Al mismo tiempo, la precisión sacramentológica, liberándonos de los riegos de la representatividad y la iden-tificación, permitirá una armó-nica integración de todos los carismas que el Espíritu susci-ta en la Iglesia.

Podemos decir, entonces, que aunque hablar de “con-sagración episcopal” no es estrictamente incorrecto, sí es una expresión demasiado vaga. De hecho, su uso se ha-bía popularizado en el tiempo en el que ser Obispo se enten-día como un honor y un pri-vilegio, no como un servicio sacramental.

Por eso es mucho más preciso y adecuado hablar de “ordenación episcopal”. Con esta expresión decimos que un presbítero es acogido por un grupo de Obispos para que -como ellos y con ellos- pro-longue en un territorio de-terminado el ministerio de gobierno, santificación y ense-ñanza que en otro tiempo ejer-cieron los Apóstoles. De modo que sea siempre el mismo Es-píritu quien continúe guiando a la Iglesia.

Es mucho más preciso y adecuado hablar

de “ordenación episcopal”. Con esta expresión decimos

que un presbítero es acogido por un grupo de Obispos para que

-como ellos y con ellos- prolongue en un territorio determinado

el ministerio de gobierno, santificación y enseñanza que en

otro tiempo ejercieron los Apóstoles.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 11Opinión

En la celebración de San José Obrero, en la Catedral Metropo-

litana el pasado 1° de mayo, puse de relieve su condición de trabajador virtuoso, quien laborando arduamente, ins-pira el trabajo de tantos que, de forma justa y honesta, se ganan el sustento. Igualmen-te, pedí que el “santo car-pintero” intercediera ante el Señor por quienes en nues-tro país no tienen un trabajo digno y por quienes luchan por mejores condiciones la-borales que garanticen el que sigamos transitando por los caminos de la justicia, la solidaridad y el diálogo.

En orden a la situación social que vivimos reflexio-né sobre aspectos, que nos corresponde asumir a todos. Creyentes o no, el bien co-mún y la solidaridad es una tarea que toca a todos pues es urgente sentirnos involu-crados en la búsqueda de ese bien común, que se coloca encima del bien particular.

Este mensaje fue inter-pretado por algunos medios como una súplica expresa por parte de la Iglesia a for-mar parte de las mesas de diálogo para rescatar, sanear, y fortalecer el fondo de Inva-lidez, Vejez y Muerte (IVM). Asimismo, se afirmó en al-gún titular: “Iglesia pide… buscar responsables por cri-sis de pensiones”. Ambas presunciones no responden a nuestra propuesta.

En primer término he querido rescatar la memo-ria histórica de nuestro país que ha visto en la Iglesia un legítimo actor social y que ha basado en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia un ideario por alcan-zar. Por eso invité a seguir transitando por esos sende-ros, a fin de fortalecer una institución como la Caja del Seguro Social, patrimonio nacional de bien común y manifestación de solidaridad social, motivando a todos pero, especialmente, a quie-

nes tienen poder de decisión, a poner total empeño en un verdadero diálogo.

Por la importancia del tema, lejos de pedir un lugar para la Iglesia cuestioné si en esa mesa de diálogo de-bería haber representación de los trabajadores agrícolas que no están asociados a las organizaciones sindicales, solidaristas y cooperativis-tas. ¿Cómo lograr la repre-sentación de los asegurados por cuenta propia? ¿Se harán amplias consultas a los sec-tores de la sociedad civil no representados en la mesa de diálogo? ¿Cómo asegurar equidad en la toma de deci-siones al interior de la mesa? Son cuestiones que conside-ro válidas y merecen una res-puesta. Sin dejar de lado, la revisión y hasta el replantea-miento de las fuertes inver-siones como las que se harán ante la imposición de la FIV.

Por otra parte, más que iniciar una persecución polí-tica, ante la situación actual del IVM, planteé preguntas que muchos nos hacemos: ¿Quién o quiénes son los responsables de la misma? ¿Qué provocó todo esto? De haber responsables, ¿se han sentado responsabilida-des? ¿Qué se está haciendo? ¿Cómo se puede resolver la crisis financiera actual? ¿Ese 1% de aumento, será objeto de discusión? Hay quiénes se preguntan, ¿No hará falta un cambio de mando en la conducción del sistema?

Reitero que lo actuado hasta el momento en esta materia, debe ser examina-do y evaluado responsable y objetivamente y que debe-mos apostar por un diálogo sincero, transparente y sin condicionamientos previos, del que esperamos solucio-nes patrióticas que favorez-can el bien común. Esta será una hermosa oportunidad para fortalecer los ideales de justicia y solidaridad, que han ser motores en el fortale-cimiento democrático.

Justicia, solidaridad y diálogo…

En diálogoMonseñor José Rafael QuirósArzobispo de San José

Foto G. Mesén

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico12 La alegría de catequizarComisión Nacional de Catequesis

Jesús nos enseña los caminos del amor

cenacat @cenacat cenacatcostarica www.cenacat.orgCentro Nacionalde Catequesis

coherencia entre sus palabras y sus actos consigo mismo, con el Padre, con el prójimo y con la creación. Amar es de valientes, porque requiere decisión, en la libertad de hijos de Dios.

La Sagrada Escritura es clara en sí misma: el amor de Dios hacia los seres humanos es eterno y nada nos podrá separar de él. Sin embargo, no es posible amar a Dios y despreciar al hermano; ni es posible dejar de ver al otro como verdadero hermano. Actuando así, no es posible permitir que éste sufra.

Así como el amor de Dios se ha manifestado en plenitud hacia los seres humanos en Jesucristo, hemos de manifestar nuestro amor a Jesucristo, profesado mediante el que guardamos hacia nuestros hermanos; para que quien no cree, pueda concluir, como los paganos respecto a la primera comunidad cristiana: ¡miren cuanto se aman! Así, seremos ejemplo de vida cristiana en medio de quienes nos rodean.

Para la profundización de este tema le invitamos a utilizar el texto para adultos “Esta es nuestra Fe”, de venta en los secretariados y oficinas de catequesis del país.

Pedro Jesús Madrigal TrejosDepartamento de Producciones y

Comunicación

Cuando alguna persona fallece, en ocasiones suele dejar herencias materiales y los herederos se sienten

obligados a respetar su “última voluntad”. En otras ocasiones, aunque no hay una herencia material, el modo de vida del fallecido, sus enseñanzas y su voluntad, son transmitidas a la siguiente generación que se siente en la obligación, por respeto a la memoria del difunto, de mantener sus valores. Sin embargo, la mejor herencia que alguien puede dejar a los demás está en lo espiritual: una buena educación, la fe en Cristo y su Iglesia, el amor a Dios a los hermanos, en especial a los más necesitados.

Como vemos, el concepto de “herencia” es fácil de entender desde una perspectiva muy humana y es también, casi siempre, fácil de seguir la voluntad de quien nos ha heredado pues muy probablemente somos heredados por alguien a quien amamos mucho.

Con la anterior analogía debería ser más fácil entender que aquel que se dice cristiano, está en la obligación de comprender y aplicar en su vida la última voluntad del Jesús: Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado (Juan 15,12).

Amar es donarse, entregarse, hacer felices a los demás desinteresadamente; pero también, es ayudar al que lo necesita, aconsejar, soportar con paciencia las ofensas del otro, contar hasta diez antes

de contestar con de mal manera; ser amable en todo momento, no considerar inferior a otra persona y, mucho menos, burlarse de ella. Respetar al prójimo como es y con lo que es, ser misericordioso y condescendiente con quien lo necesita. Amar es una decisión de comprometerse a hacer la voluntad del Padre, practicando las obras de misericordia: dar de comer, vestir y beber al hambriento, desnudo y sediento; es visitar a los enfermos y a los presos; enterrar con respeto a los difuntos; evitar peleas y confrontaciones innecesarias, y no pagar a las otras personas con la misma moneda ni tener como consigna el “ojo por ojo y diente y por diente”.

Amar, conlleva entrega, sacrificio, renuncia de sí mismo. Supone ser capaz de entender las reacciones negativas de una persona con frustraciones y dolor, y reaccionar de manera humilde, compasiva y fraterna para no provocar más violencia; es perdonar al que nos ha hecho daño por grande que este sea; amar es poner la otra mejilla; amar es… es ser como Jesús, sin condiciones, “hasta que duela”, según la expresión de Santa Teresa de Calcuta. Mientras tengamos vida, ganaremos méritos al entregarnos por quienes nos persiguen; siendo humildes. Pero sobre todo, siempre, ser el reflejo de Dios.

Jesús enseñó todo esto con obras y no sólo con palabras; su propia vida es un ejemplo de santidad que nos invita a procurar la perfección. Siempre mostró

Con María,peregrinos en la esperanza y la paz

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico

María Estela Monterrosa [email protected]

La expectativa por la visita del Papa Francisco a Portugal invade a cientos de miles de católicos del mundo, que se han dado cita en el país europeo para participar en la histórica celebración.

Se anunció la llegada del Papa a Fáti-ma para el viernes 12 de mayo. Además, el sábado 13 sería la canonización de dos de ellos, Jacinta y Francisco Marto.

En el programa se ha incluido un momento para que el Santo Padre salu-de al sacerdote más anciano de Portu-gal, que tiene 104 años de edad.

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Greg Burke, comentó días antes del viaje que es la primera vez que Francisco está en Portugal y, por tanto, también en Fátima.

“Es un viaje natural en el sentido de que es importante por los 100 años”, sin embargo, no es considerado sim-plemente un viaje, sino un “peregrina-je apostólico, esa es la palabra clave en todo”. El lema de esta visita es: “Con María, peregrino en la esperanza y la paz”.

Para la visita se acreditaron 2.000 periodistas de todo el mundo y 2.000 sacerdotes para participar en las cele-braciones. Estarán presentes 71 obis-pos, 8 cardenales y 432 voluntarios.

El Papa llegaría a Portugal el viernes 12 de mayo a las 16:20 (hora local). Ate-rrizaría en la base aérea de Monte Real, la misma que usó en 1967 Pablo VI. Lue-go rezaría en la Capilla de la base aérea, desde donde se trasladaría en helicóp-tero a Fátima.

A las 18:15 está programada una vi-sita la Capilla de las Apariciones, frente a la Basílica de Nuestra Señora del Ro-sario de Fátima y la bendición las velas de la Capilla. Allí se realizaría una ora-ción privada y luego “una sencilla bendi-ción” a la gente reunida en la plaza.

Después la cena, se espera que el Papa vuelva a la Capilla de las Aparicio-nes para participar en la Vigilia de las Ve-las, uno de los momentos más impor-tantes para todo peregrino que acude al Santuario.

El Rosario delante de la imagen de la Virgen y un segundo discurso también se esperan para ese día. La Misa en la

Vigilia sería presidida por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Pa-rolin.

El 13 de mayo a las 9:10, se progra-mó una reunión del Pontífice con el Pri-mer Ministro de Portugal. Más tarde, a las 9:40, una visita a la Basílica, donde tendrá lugar un emotivo encuentro: el Papa saludará al sacerdote más anciano de Portugal.

A continuación, rezará ante las tum-bas de Francisco y Jacinta Martos y des-pués celebrará la Misa con el rito de canonización de ambos pastorcitos, ce-remonia en la que participará cerca de un millón de personas. El Papa pronun-

ciaría los discursos y homilías en portu-gués. Al término de la misa, el Papa se encontrará y bendecirá a los enfermos.

Lema y logo del viaje papal

El logo para la visita del Papa a Portu-gal es una obra del diseñador portugués Francisco Providência, que presenta la imagen de un corazón confeccionado con las cuentas de un rosario, corona-do por una cruz y con una inscripción interna en la que se lee: Papa Francisco - Fátima 2017, junto al lema: “Con María, peregrino en la esperanza y la Paz”.

El Padre Carlos Cabecinhas, rector del Santuario de Fátima y coordinador general de la visita del Pontífice, desta-có que en la elaboración del logo se ha querido retratar “el estilo de simplici-dad y claridad” que caracteriza al Santo Padre.

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Papa presidirá misa y canonizará dos pastorcitos

En el centenario de las apariciones de Fátima

Paso a paso con el Papa en Fátima

Viernes 12 de mayo de 201714.00 Salida en avión desde el aeropuerto de Roma/Fiumicino hacia Monte Real

16.20 Llegada a la Base Aérea de Monte RealCeremonia de bienvenida

16.35 Encuentro privado con el Presidente de la República Portuguesa en la Base Aérea de Monte Real

16.55 Visita a la Capilla de la Base Aérea

17.15 Traslado en helicóptero al Estadio municipal de Fátima

17.35 Llegada al Estadio municipal de Fátima y traslado en coche descubierto al Santuario

18.15 Visita a la Capilla de las Apariciones

21.30 Bendición de las velas desde la Capilla de las AparicionesRezo del Santo Rosario

Sábado 13 de mayo de 20179.10 Encuentro con el Primer Ministro en la Casa “N.S. do Carmo”

9.40 Visita a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima

10.00 Santa Misa en el atrio del SantuarioSaludo del Santo Padre a los enfermos

12.30 Almuerzo con los obispos de Portugal en la Casa “N.S. do Carmo”

14.45 Ceremonia de despedida en la Base Aérea de Monte Real

15.00 Salida en avión desde la Base Aérea de Monte Real hacia Roma

19.05 Llegada al aeropuerto de Roma/Ciampino

Solemne consagración diocesana

En nuestro país, la Diócesis de Ciudad Quesada es consagrada este sábado 13 de mayo al Inmaculado Corazón de María en el centenerio del acontecimiento de Fátima, en

una Santa Misa presidida por Monseñor José Manuel Garita a las 7 p.m. en la catedral diocesana.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 3

María Estela Monterrosa [email protected]

El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, localizado a unos 120 km de Lisboa, en Portugal, es uno de los santuarios marianos más impor-tantes del mundo.

En una de las apariciones en 1917, la Virgen les dijo a los pastorcitos Fran-cisco, Jacinta y Lucía que quería que construyeran una capilla en aquel lugar, esa, actualmente, es la parte central del Santuario donde está guardada una pre-ciosa imagen de Nuestra Señora.

Con el paso del tiempo el Santuario se ha extendido, hoy existen dos basíli-cas, varias capillas y plazas para la acogi-da de los peregrinos.

La Capilla de las apariciones

El lugar donde se encuentra la Ca-pilla fue donde Nuestra Señora habló a los pastorcitos. De las seis apariciones de la Virgen María, cinco sucedieron en este lugar -mayo, junio, julio, septiembre y octubre- donde, por indicación de la Señora, se construiría una capilla en su honor. Fue levantada entre el 28 de abril y el 15 de junio de 1919, fue posterior-mente bendecida, celebrándose allí misa por primera vez el 13 de octubre de 1921. Dinamitada en la madrugada del 6 de marzo de 1922, fue restaurada y reinaugurada el 13 de enero de 1923.

Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima

La primera piedra fue bendecida el 13 de mayo de 1928 y la dedicación se celebró el 7 de octubre de 1953. El títu-lo de la basílica le fue concedido por Pío XII, el 11 de noviembre de 1954.

El edificio tiene 70,5 metros de lon-gitud y 37 de ancho y fue totalmente construido en piedra caliza de la región, blanca de mar.

La estatua del Inmaculado Corazón de María que se encuentra en la torre es obra del padre y escultor americano Thomas Mc Glynn. Esculpida bajo indi-caciones de la Hermana Lucía y ofrecida por los católicos americanos, fue ben-decida el 13 de mayo de 1958.

Las tumbas de los pastorcitos

En el brazo izquierdo del transepto se encuentra la capilla en la que repo-san, desde el 1 de mayo de 1951, los restos mortales de la Beata Jacinta, que murió el día 20 de febrero de 1920, y los de la Hermana Lucía, que falleció el 13 de febrero de 2005. En el extremo opuesto del transepto está la capilla donde están depositados, desde el 13 de marzo de 1952, los restos mortales del Beato Francisco, que murió el 4 de abril de 1919.

La Columnata

La Columnata está compuesta por 200 columnas y medias columnas y 14 altares, además integra un Viacrucis. So-bre la Columnata, se ven 17 imágenes. Algunas son santos cuyas congregacio-nes están presentes en Fátima, otras de aquellos santos que, por sus escritos y pregones, fueron “apóstoles marianos”.

Recinto de Oración

Es una amplia explanada, rodeada por una arboleda al norte y al sur y circunscrita, en el este y oeste, por la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y por la Basílica de la Santísima Trinidad, respectivamente. Ahí se congregan las grandes asambleas que se reúnen en Fátima en ciertas ocasiones.

Muro de Berlín

Se trata de un bloque del muro que, construido en la noche del 13 al 14 de agosto de 1961, dividió la ciudad de Berlín durante casi treinta años, lle-gando a ser demolido en noviembre de 1989.

El bloque, que pesa 2,6 toneladas y mide 3,6 por 1,2 metros, fue ofrecido por un portugués residente en Alema-nia y fue inaugurado el 13 de agosto de 1994.

Basílica de la Santísima Trinidad

La Iglesia de la Santísima Trinidad fue dedicada el 12 de octubre de 2007 por el cardenal Tarcisio Bertone, entonces Secretario de Estado del Vaticano y le-gado de Benedicto XVI para la clausura del nonagésimo aniversario de las apa-riciones de Nuestra Señora a los tres niños pastores videntes.

Las capillas

En el complejo del Santuario de Fátima hay varias capillas, entre ellas la Capilla del Santísimo Sacramento, aho-ra dedicada al Ángel de la Paz; Capillas de la Reconciliación enteramente dedi-cadas a la celebración del sacramento de la Penitencia; la Capilla de la Muerte de Jesús, situada en el área de la Galilé de los Apóstoles S. Pedro y S. Pablo, y Capilla de la Resurrección de Jesús que forma parte del complejo de la Basílica de la Santísima Trinidad.

Vía crucis en el Camino de los Pastorcitos

y Calvario Húngaro

Este Vía Crucis está en el camino ha-bitualmente recorrido por los pastorci-tos y fue ofrecido por los católicos de Hungría, junto con la capilla dedicada a San Esteban.

De las seis apariciones de la Virgen María, cinco sucedieron en este lugar

El Santuario querido por la Virgen

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico4

María Estela Monterrosa [email protected]

Un pequeño con vocación contemplativa

Francisco Marto nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de junio de 1908, fue bau-tizado nueve días después.

Cayó víctima de la neumonía en di-ciembre de 1918 y falleció en Aljustrel el 4 de abril de 1919.

Sus restos mortales quedaron se-pultados en el cementerio parroquial de Fátima hasta el día 13 de marzo de 1952, fecha en que fueron trasladados para la Basílica de Cova da Iria.

Su gran preocupación era la de “consolar a Nuestro Señor”. El Espíri-tu de amor y reparación para con Dios ofendido, fueron notables en su vida tan corta. Pasaba horas “pensando en Dios”, por lo que siempre fue conside-rado como un contemplativo.

Su precoz vocación de eremita fue reconocida en el decreto de heroicidad de virtudes, según el que después de las apariciones “se escondía detrás de los árboles para rezar solo; otras veces su-bía a los lugares más elevados y solita-rios y ahí se entregaba a la oración tan intensamente que no oía las voces de los que lo llamaban”.

Los pastorcitos de FátimaEl Papa canonizará a Francisco y Jacinta Marto el 13 de mayo en Fátima, ambos fueron beatificados en el año 2000 por el Papa San Juan Pablo II.

La incredulidad que afrontaron los pastorcitosTras la primera aparición de la Vir-

gen los niños se llenaron de entusias-mo. Lucía había prevenido a los otros de mantener a su visita en secreto, an-ticipando las dificultades que tendrían si los eventos se conocían.

Sin embargo, Jacinta no pudo con-tener la felicidad y se lo reveló todo a su madre, quien la escuchó pacien-temente, pero le dio poca credibilidad. Entre los interrogadores solo su padre, “Ti” Marto estuvo inclinado a aceptar la historia como verdad. El creía en la honestidad de sus hijos y tenía una simple apreciación de las obras de Dios, de manera que se convirtió en el primer creyente de las apariciones de Fátima.

La madre de Lucía, por otro lado, cuando escuchó lo ocurrido, creyó

que su propia hija era la instigadora de un fraude. María Rosa no pudo hacer que Lucía se retractara, aún bajo ame-nazas. El padre de Lucía, quien no era muy religioso, estaba prácticamente indiferente.

Aún después de la segunda apari-ción las dificultades con sus familias no cesaron, especialmente con sus ma-dres, quienes estaban alarmadas ya que los eventos no sólo continuaban, sino que se expandían. A esto se le añadió la ardua cautela del párroco, que sos-pechaba que esto fuera real, pero de del demonio.

Al prepararse para la cuarta vi-sita de la Virgen, bajo el pretexto de proveerles su propio automóvil, el administrador civil o alcalde del distri-to, Arturo de Oliveira Santos, llegó a

Aljustrel. Había planeado una trampa para tener a los niños bajo su custodia y forzarlos a revelar todo. Se ofreció a llevar a los tres niños y a sus padres a ver al párroco y así se fue a Cova. En la casa parroquial abandonó esta artimaña, así como a los padres, lle-vándose solo a los niños hasta la sede del distrito, a unas 9 millas de distancia. Allí intentó comprarlos, los amenazó de muerte y los encerró en una celda. Todo esto sin ningún resultado. A pe-sar de sus edades, su fe en la Señora y su coraje fueron imperturbables.

El “juicio” de los niños continuó por dos días. Finalmente, el 15 de agosto el administrador los condujo de nuevo a Fátima y los dejó a los pies de la rectoría. Este fue el único esfuer-

zo serio por parte de las autoridades por intervenir con la Señora de Fátima.

En cuanto a los planes de la Seño-ra, fueron retrasados un poco. Su visita entonces fue el 19 de agosto.

Al mes siguiente, a pesar de las bur-las de la prensa secular y atea, más de 30,000 personas se reunieron en Cova para la visita de Nuestra Señora.

En la última aparición, la Virgen rea-lizó el milagro que había prometido a los niños. Dos distintas apariciones fueron vistas ese día, el fenómeno del sol presenciado por unos 70.000 es-pectadores y una visión sólo para los niños de San José y el Niño Jesús, y lue-go Nuestro Señor y Nuestra Señora bendiciendo el mundo.

Jacinta, Lucía y Francisco, pastorcitos videntes.

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Jacinta, un corazón lleno de amor

Jacinta Marto nació en Aljustrel, Fá-tima, el 11 de marzo de 1910 y fue bau-tizada a los ocho días.

Víctima de la neumonía cayó enfer-ma en diciembre de 1918. Estuvo inter-nada en el Hospital de Villa Nueva de Ourém y por fin en Lisboa, en el hospi-tal de D. Estefanía donde murió el 20 de febrero de 1920.

Del 21 de enero al 2 de febrero de 1920, estuvo en el Orfanato de Nuestra Señora de los Milagros, en la Calle de Estrella, en Lisboa, casa fundada por la D. María Godinho, a quien Jacinta llama-ba “Madrina”.

Fue celebrada la Misa de cuerpo presente en la Iglesia de Nuestra Seño-ra de los Ángeles, en Lisboa, donde su cuerpo estuvo depositado hasta el día 24, día en que fue transportada a una urna para el cementerio de Villa Nueva de Ourém. Fue trasladada para el ce-menterio de Fátima el 12 de septiembre de 1935, fecha en que la urna fue abier-ta. El 1 de mayo de 1951 fue finalmente trasladada a la Basílica del Santuario.

Más allá de las Apariciones de la Cova de Iría, Nuestra Señora se le apa-reció a Jacinta cuatro veces más en casa durante la enfermedad, una en la Iglesia Parroquial en un jueves de la Ascensión, y aún en Lisboa en el Orfanato y en el hospital.

Su vida fue caracterizada por el Espí-ritu de sacrificio, el amor al Corazón de María, al Santo Padre y a los pecadores.

Llevada por la preocupación de la salvación de los pecadores y del desa-gravio al Corazón Inmaculado de Ma-ría, de todo ofrecía un sacrificio a Dios, como les recomendara el Ángel, di-ciendo siempre la oración que Nuestra Señora les enseñará: “Oh Jesús, es por nuestro amor, por la conversión de los pecadores (y acrecentada, por el Santo Padre) y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Cora-zón de María”.

Propagadora del mensaje

Sor Lucía fue religiosa carmelita du-rante 57 años y, tras su muerte en 2005, fue enterrada en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en el Santuario de Fátima.

Lucía Santos nació el 22 de marzo de 1907 en Aljustrel, aldea de Fátima, y allí, cuando tenía diez años, vio por primera vez a la Virgen en la Cova de Iría, mientras estaba con sus primos, los hermanos Francisco y Jacinta Martos, ambos fallecidos a temprana edad.

Lucía entró en 1921 en el colegio de las Hermanas Doroteas en la localidad de Vilar, cerca de Oporto, desde donde se trasladó en 1928 a la ciudad españo-la de Tuy, donde vivió algunos años. En 1946 regresó Portugal y, dos años des-pués, entró en el Carmelo de Santa Te-resa de Coimbra, donde profesó como carmelita descalza, en 1949.

La Virgen dijo a Francisco y Jacinta que pronto irían al cielo, pero Lucia de-bía quedar en la tierra para propagar sus mensajes. Así ocurrió. El Papa beati-ficó a Francisco y Jacinta Marto durante el año jubilar, 2000, en Cova de Iría, en el santuario de las apariciones.

Sor Lucía escribió dos volúmenes con sus “Memorias” y los “Llamamien-tos del Mensaje de Fátima”.

Murió el 13 de febrero del 2005, du-rante la novena de los beatos Francisco y Jacinta, en su querido Carmelo.

El 13 de febrero de este año, la Dió-cesis de Coimbra, en Portugal, concluyó la fase diocesana del proceso de canoni-zación de Sor Lucía Dos Santos. Ahora la Congregación para las Causas de los

Santos, del Vaticano, estudia el docu-mento llamado Positio.

Tras la aprobación por parte del Santo Padre, el proceso quedará a la es-

pera de un milagro para la beatificación y luego se requerirá un segundo mila-gro para la canonización.

Jacinta y Francisco

El milagro que los hará santosEl milagro que permitirá la cano-

nización de los pastorcitos Jacinta y Francisco Marto es la curación de un niño brasileño. Los detalles del mi-lagro se darán a conocer previo a la canonización.

“El día 11 de mayo, la familia va a hacer una declaración en Fátima sobre el milagro, y estará disponible para hablar con los comunicadores, y asistirá, el día 13, a la canonización de los pastorcitos”, se informó a través de un comunicado en el sitio web de la visita del Papa a Portugal.

“Hasta entonces, la familia no va a dar entrevistas ni hacer declaracio-nes, porque desean que su testimonio sea hecho en el Santuario de Fátima”, agrega la nota.

Asimismo, indican que “la identi-dad del menor y los detalles exactos de la curación están en reserva, no pudiendo ser divulgados por la pos-tulación de la Causa de Canonización de los Santos”.

De lo poco que se ha conocido sobre el milagro, gracias a Aciprensa, es que tuvo como protagonista a una persona que quedó en coma luego de caer desde una altura de siete metros, lo que exigió una delicada cirugía.

Los médicos esperaban que, si so-brevivía, esta persona quedaría con graves secuelas, pero tres días des-pués de ingresar al hospital fue dada de alta sin ninguna complicación.

El milagro fue aprobado por el Papa Francisco el 23 de marzo.

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María Estela Monterrosa [email protected]

“El mensaje de Fátima nos muestra una experiencia permanente y universal: el enfrentamiento entre el bien y el mal continúa en el corazón de cada persona, en las relaciones sociales, en el ámbito de la política y la economía, dentro de cada país, y a nivel internacional”.

Así se expresaron los obispos por-tugueses en un mensaje publicado a finales del 2016 como preparación al centenario de las apariciones, y agregan:

“Cada uno de nosotros tiene el reto de responder a la llamada de Dios para

combatir el mal del hombre interior, para entender el significado de la con-versión y de sacrificio por los demás, como lo hicieron los tres pastorcitos, en su pureza e inocencia”.

También San Juan Pablo II descató la vigencia de la llamada de la Virgen a la conversión y a la penitencia: “La Se-ñora del mensaje parecía leer con una perspicacia especial los signos de los tiempos, los signos de nuestro tiempo... La invitación insistente de María Santí-sima a la penitencia es la manifestación de su solicitud materna por el destino de la familia humana, necesitada de con-versión y perdón”, dijo en su mensaje

Solicitud de la Virgen en Fátima sigue vigente

Conversión, penitencia y perdón

Sus peticiones marcan el camino para combatir el mal y alcanzar la salvación de las almas.

Revelaciones del “tercer secreto”

¡Penitencia, penitencia, penitencia!

“La palabra clave de este “secre-to” es el triple grito: “¡Penitencia, Pe-nitencia, Penitencia!». Viene a la mente el comienzo del Evangelio: «paenite-mini et credite evangelio» (Mc 1,15). Comprender los signos de los tiem-pos significa comprender la urgencia de la penitencia, de la conversión y de la fe. Esta es la respuesta adecuada al momento histórico, que se caracteriza por grandes peligros y que serán des-critos en las imágenes sucesivas”.

El hombre forjó la espada de fuego

“El ángel con la espada de fuego a la derecha de la Madre de Dios recuer-da imágenes análogas en el Apocalipsis. Representa la amenaza del juicio que incumbe sobre el mundo. La perspecti-va de que el mundo podría ser reduci-

do a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha prepara-do con sus inventos la espada de fue-go. La visión muestra después la fuerza que se opone al poder de destrucción: el esplendor de la Madre de Dios, y proveniente siempre de él, la llamada a la penitencia”.

El futuro no está grabado en piedra

“Se subraya la importancia de la li-bertad del hombre: el futuro no está determinado de un modo inmutable, y la imagen que los niños vieron, no es una película anticipada del futuro, de la cual nada podría cambiarse. Toda la visión tiene lugar en realidad sólo para llamar la atención sobre la libertad y para dirigirla en una dirección positi-va. El sentido de la visión no es el de mostrar una película sobre el futuro ya fijado de forma irremediable. Su senti-do es exactamente el contrario, el de

movilizar las fuerzas del cambio hacia el bien”.

La sangre de los mártires es semilla de la Iglesia

“La conclusión del «secreto» (…) Es una visión consoladora, que quiere hacer maleable por el poder salvador de Dios una historia de sangre y lá-grimas. Los ángeles recogen bajo los brazos de la cruz la sangre de los már-tires y riegan con ella las almas que se acercan a Dios. (…) La sangre de los mártires es semilla de cristianos, ha di-cho Tertuliano. Así como de la muerte de Cristo, de su costado abierto, ha nacido la Iglesia, así la muerte de los testigos es fecunda para la vida futu-ra de la Iglesia. La visión de la tercera parte del «secreto», tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con una imagen de esperanza: ningún sufrimien-to es vano y, precisamente, una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la

búsqueda de Dios por parte del hom-bre”.

Tened confianza; yo he vencido al mundo

“«Mi Corazón Inmaculado triun-fará». ¿Qué quiere decir esto? Que el corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuer-te que los fusiles y que cualquier tipo de arma (…) El maligno tiene poder en este mundo, lo vemos y lo experimen-tamos continuamente; él tiene poder porque nuestra libertad se deja ale-jar continuamente de Dios. Pero (…) la libertad hacia el mal ya no tiene la última palabra. Desde aquel momento cobran todo su valor las palabras de Jesús: «padeceréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). El men-saje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa”.

En el documento de la Congregación para la Doctrina de la fe sobre el mensaje de Fátima, se explican las revelaciones que se desprenden del “tercer secreto”, según el cardenal Ratzinger (ahora Papa emérito Benedicto XVI):

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para la Jornada Mundial del Enfermo de 1997.

Y es que según la Congregación para la Doctrina de la Fe, el mensaje de Fátima es un angustioso llamamien-to a la conversión y a la penitencia, que impulsa hacia el corazón del Evangelio. Asimismo, describe este acontecimien-to como “la más profética de las apa-riciones modernas”, en el documento sobre el mensaje de Fátima, publicado cuando se reveló la tercera parte del secreto en el año 2000.

Mensaje de esperanza

Para el entonces Prefecto de esa Congregación, Card. Joseph Ratzinger, la exhortación a la oración como cami-no para la salvación de las almas y la llamada a la penitencia y a la conversión mantienen su validez.

Además, recuerda las palabras de Jesús: “padeceréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo” (Jn 16,33). “El men-saje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa”, dijo.

El Cardenal Angelo Sodano, con ocasión del centenario de las aparicio-nes de Fátima, afirmó:

“Hay entonces un mensaje de espe-ranza que proviene de la celebración del centenario de las apariciones de María Santísima en Fátima. Numerosas y graves pueden ser las pruebas de la vida y las tragedias del mundo, pero más grande todavía es el amor de Dios por nosotros. Desde el santuario de Fátima la madre de Jesús parece querer recor-darnos las palabras dirigidas por Jesús a sus discípulos antes de la ascensión al cielo: «he aquí que yo estoy con voso-tros todos los días hasta el fin del mun-do» (Mateo 28, 20)”.

Oración: camino de salvación

La primera y la segunda parte del “secreto” se refieren a la visión del in-fierno, la devoción al Corazón Inmacu-lado de María, la segunda guerra mun-dial y la previsión de los grandes daños que Rusia provocaría a la humanidad por su separación de la fe cristiana y su adhesión al totalitarismo comunista.

“Nadie en 1917 podía haber imagi-nado todo esto: los tres pastorinhos de Fátima ven, escuchan, memorizan, y Lucía, la testigo que ha sobrevivido, lo pone por escrito en el momento en que recibe la orden del Obispo de Lei-

ria y el permiso de Nuestra Señora”, dice el documento.

El Card. Joseph Ratzinger (Papa emérito Benedicto XVI) dijo sobre la visión del infierno y el Corazón Inma-culado de María: “Para este objetivo (la salvación de las almas) se indica como camino (…) la devoción al Corazón In-maculado de María (…) La “devoción” al Corazón Inmaculado de María es, pues, un acercarse a esta actitud del corazón, en la cual el “fiat” -hágase tu voluntad- se convierte en el centro ani-mador de toda la existencia”.

En las apariciones de Fátima, la Vir-gen también hizo un reiterado llamado a rezar el Rosario: En la primera apari-

ción, sus palabras fueron: “Rezad el Ro-sario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”.

En la tercera aparición dijo a los pastorcillos: “Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio: ‘Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, es-pecialmente las más necesitadas’”.

Asimisno, en la cuarta aparición ur-gió a las personas a rezar: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los peca-dores, porque muchas almas van al in-fierno por no tener quién se sacrifique y rece por ellas”.

“María, te damos gracias por tu fe”El camino de la fe pasa a través de

la cruz, y María lo entendió desde el principio, cuando Herodes quiso ma-tar a Jesús recién nacido. Pero des-pués, esta cruz se hizo más pesada, cuando Jesús fue rechazado. María estaba siempre con Jesús, lo seguía a Jesús en medio al pueblo y escu-chaba sus chismeríos, las odiosidades de quienes no lo querían. Y esta cruz ella la llevó.

La fe de María afrontó entonces la incomprensión y el desprecio; y cuando llegó la “hora” de Jesús, la hora de la pasión: la fe de María fue entonces la lamparilla encendida en la noche. Esa lamparilla en plena no-che. María veló durante la noche del sábado santo. Su llama, pequeña pero clara, estuvo encendida hasta el alba de la Resurrección; y cuando le llegó la noticia de que el sepulcro estaba vacío, su corazón quedó henchido de la alegría de la fe, la fe cristiana en la muerte y resurrección de Jesucristo.

Porque siempre la fe nos lleva a la alegría y ella es la madre de la alegría que nos enseña a vivir y caminar por este camino de alegría y a vivir esta alegría. Este es el punto culminante, esta alegría del encuentro de Jesús y María. Este es el punto culminan-te del camino de la fe de María y de toda la Iglesia. ¿Cómo es nuestra fe? ¿La tenemos encendida como María también en los momentos difíciles, en esos momentos de oscuridad? ¿Tengo la alegría de la fe?

María, te damos gracias por tu fe de mujer fuerte y humilde y renova-mos nuestra entrega a ti, Madre de nuestra fe. Amén

Extracto de su homilía en la Misa de la Jornada Mariana del Año de la Fe, frente a la imagen de la Virgen de Fátima. Vaticano, 12 de octubre de 2013.

“La invitación insistente de María Santísima a la penitencia es la manifestación de su solicitud materna por el destino de la familia humana, necesitada de conversión y perdón”.San Juan Pablo II

“La “devoción” al Corazón Inmaculado de María es, pues, un acercarse a esta actitud del corazón, en la cual el “fiat” -hágase tu voluntad- se convierte en el centro animador de toda la existencia”.Benedicto XVI

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María Estela Monterrosa [email protected]

Era una zona rural de Portugal en 1916. Lucía Santos, Francisco Marto y su hermana Jacinta, llevaban pequeños grupos de ovejas a pastorear en par-celas pertenecientes a sus padres en diferentes partes de la sierra. En estos lugares ocurrieron las apariciones que cambiarían el curso de la vida de estos niños y de la historia del Siglo 20.

Las primeras tres apariciones fueron de un ángel quien se identificó como el Ángel de Portugal, le habló a los niños: “No teman. Yo soy el ángel de la Paz. Recen conmigo”.

Luego el se arrodilló, doblándose hasta tocar el suelo con su frente y rezó: “¡Dios mío, yo creo, yo te adoro y yo te amo! Te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no confían y no te aman”. El dijo esta oración tres veces. Cuando se paró, le dijo a los ni-ños “Recen así. Los corazones de Jesús y María están atentos a la voz de sus suplicaciones”.

Casi 8 meses pasaron desde la últi-ma aparición del Ángel, cuando la Santí-sima Virgen, bajo el nombre de Nuestra Señora del Rosario, se les apareció en

seis ocasiones en 1917, y una vez más en 1920 (sólo a Lucía).

Era una época difícil, la Primera Gue-rra Mundial hería a Europa; en Moscú, Lenin preparaba la revolución que vol-có el orden social ruso en noviembre de 1917 y en la que se sumergió casi la mitad de los habitantes de la tierra. Fue en este contexto en el que La Virgen in-tercedió para proveer el antídoto para los males morales y sociales del mundo.

En sus apariciones la Virgen pidió a los niños insistentemente que rezaran

el Rosario, que ofrecieran sacrificios por los pecadores, además pidió la construcción de dos andas y una capilla en lugar de las apariciones en honor a Nuestra Señora del Rosario.

La Virgen había prometido a los niños un milagro para que todos cre-yeran. Así el 13 de octubre de 1917, ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima se produjo el “Milagro del Sol”, en el que, luego de la última aparición de la Virgen María a los pastorcitos, se pudo ver al sol temblar, en una especie de “danza”, según relataron los testigos.

Luego de una intensa lluvia, las nu-bes se abrieron y dejaron ver el sol, que parecía un disco de plata. Entonces, la luz del sol tomó diferentes colores y el sol pareció caer sobre las miles de per-sonas que se habían ya puesto de rodi-llas, según los relatos.

El milagro duró alrededor de tres minutos. Además del “Milagro del Sol”, los pastorcitos dijeron haber visto imá-genes de Jesús, la Virgen María y San José bendiciendo a la multitud. La Virgen se presentó como la Señora del Rosario.

Las seis apariciones…

El “secreto” de FátimaEn la aparición del 13 de julio los

niños recibieron un secreto en tres partes, que guardaron celosamente. Las primeras dos partes, la visión del infierno y la profecía del futuro rol de Rusia y como prevenirlo, fueron reve-ladas cuando Lucía las escribió en su tercer diario, en obediencia al obispo, en 1941.

La tercera parte fue transcrita por Sor Lucía el 3 de enero de 1944 y co-municada al obispo, quien la envió sin leer al Papa Pío XII. El tercer “secre-to de Fátima” se hizo público por el secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, el 13 de mayo del año 2000.

Así lo describió Lucía:

“La primera parte era la visión del infierno: “Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo que

caían hacia todos los lados, parecidas al caer de las pavesas en los grandes incendios, sin equilibrio ni peso, entre gritos de dolor y gemidos de deses-peración que horrorizaba y hacía es-tremecer de pavor. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros”. “— Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmacu-lado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y ten-drán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenza-rá otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sa-bed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comu-nión reparadora de los Primeros Sába-

dos. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promovien-do guerras y persecuciones a la Igle-sia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz”.

Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado iz-quierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una es-pada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apa-gaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel se-ñalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Peni-tencia, Penitencia! Y vimos en una in-mensa luz qué es Dios: “algo semejante a como se ven las personas en un es-pejo cuando pasan ante él” a un Obis-

po vestido de Blanco “hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre”. También a otros Obispos, sa-cerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cum-bre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del mon-te, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mis-mo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.

El 13 de octubre de 1917, ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima se produjo el “Milagro del Sol”, en el que, luego de la última aparición, se pudo ver al sol temblar, en una especie de “danza”.

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María Estela Monterrosa [email protected]

Miles de personas rodeaban al Papa Juan Pablo II, hoy santo, en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981. Él los saludaba desde un papamóvil descu-bierto cuando el turco Alí Agca sacó un arma y le disparó cuatro veces. El pontí-fice cayó gravemente herido, pero este atentado no acabó con su vida.

Estando en el hospital, Juan Pablo II pidió el sobre con la tercera parte del “secreto de Fátima” y le fueron entre-gados dos sobres: uno blanco, con el texto original de Sor Lucía en portu-gués, y otro de color naranja con la tra-ducción del “secreto” en italiano.

“Por lo que se refiere al pasaje so-bre el obispo vestido de blanco (en la tercera parte del secreto), esto es, el Santo Padre -como se dieron cuenta in-mediatamente los pastorcitos durante la “visión”-, que es herido de muerte y cae por tierra, Sor Lucía está completa-mente de acuerdo con la afirmación del Papa: ‘una mano materna guio la trayec-toria de la bala, y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte’”, afir-mó la Congregación para la Doctrina de la Fe en su documento sobre el Mensaje de Fátima del año 2000.

Consagración del mundo

Tras el evento, el Papa Juan Pablo II dispuso la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María y com-puso él mismo una oración para lo que definió “Acto de consagración”, que se celebró en la Basílica de Santa María la Mayor el 7 de junio de 1981, solemni-dad de Pentecostés.

Una imagen de Nuestra Señora de Fátima le fue llevada al Papa en Castel Gandolfo y el Santo pidió que se cons-truyera en Polonia una pequeña iglesia en la frontera con la Unión Soviética, donde fue colocada la imagen mirando hacia Rusia.

Un año después del atentado, el 13 de mayo de 1982, Juan Pablo II viajó a Fátima para “agradecer a la Virgen su in-tervención para la salvación de mi vida y el restablecimiento de mi salud”.

En el 83, el Papa le entregó la bala que quedó en el jeep después del aten-tado al entonces obispo de Leiria-Fáti-ma, para que se custodiase en el Santua-rio. La bala fue engarzada en la corona de la imagen de la Virgen.

El Santo Padre, para responder más plenamente a las peticiones de Nuestra Señora, quiso explicitar durante el Año Santo de la Redención la consagración del 81, al recordar el fiat pronunciado por María en el momento de la Anun-ciación, en la plaza de San Pedro el 25 de marzo de 1984, en unión espiritual con todos los obispos del mundo, con-vocados previamente, el Papa consagró a todos los hombres y pueblos al Co-razón Inmaculado de María, en un tono que evocaba las angustiadas palabras pronunciadas en 1981.

“La fe y la oración son poderosas”

En el citado documento de la Con-gregación para la Doctrina de la Fe, el entonces Prefecto, Cardenal Joseph Ra-tzinger (Papa emérito Benedicto XVI), hizo un comentario teológico a este secreto revelado en el que se veía a un Obispo vestido de blanco y que es muerto ante una cruz.

“¿No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del ‘secreto’, reconocer en él su propio destino? Había estado

muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado, con las siguientes palabras: ‘...fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte’ (13 de mayo de 1994)”, enfatizó Ratzinger.

“Que una ‘mano materna’ haya des-viado la bala mortal muestra una vez más que no existe un destino inmuta-ble, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisio-nes”, concluyó.

San Juan Pablo II y protección maternal de María

Una mano materna guio la trayectoria de la bala, y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte.

La bala del atentado fue engarzada en la corona de la imagen de la Virgen.

El santo consideró que la profecía del tercer secreto se refería al atentado que sufrió en 1981

Apuñalado en FátimaUn día antes de cumplirse un año

del primer intento de asesinato del Papa, el 12 de mayo de 1982, el es-pañol Juan María Fernández Krohn asistió a una Misa presidida por Juan Pablo II en Fátima – Portugal, pasó entre los agentes de seguridad con una bayoneta y consiguió hacerle un corte al sumo pontífice, siendo rá-pidamente reducido y retirado del lugar.

El sacerdote era ultraconserva-dor y estaba preocupado por las re-formas posteriores al Concilio Vati-cano II y se había convencido de que “los comunistas se habían infiltrado en la Iglesia”.

El Papa continuó con la misa como si nada hubiera ocurrido. Al revisarse se dio cuenta de que tenía un poco de sangre, pero el corte era pequeño, así que decidió vendarse y disimular. Y lo hizo bastante bien porque solo pudo saberse de este hecho después de su muerte cuando su secretario contó la anécdota en un documental

Fuente: churchpop.com

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Mons. Vittorino Girardi StellinObispo emérito de Tilarán-Liberia

San Juan Pablo II, el 15 de agosto de 1988 publicó una Carta Apostólica con el título Mulieris Dignitatem, sobre la Dignidad y la Vocación de la Mujer. En su profunda meditación, él nos propo-ne una afirmación que, como otras del grande y santo pontífice, ha nacido … “eterna”. No cabe olvidarla. Él ha es-crito: “Dios ha querido confiar la hu-manidad a la Mujer”. Y es fácil ver en la amplia meditación que nos ofrece en su Carta Apostólica, como un detallado desglose de esa fundamental afirmación.

San Juan Pablo II reconoce que “la dignidad de la Mujer y su vocación, ob-jeto constante de la reflexión humana y cristiana, ha asumido en estos últimos años, una importancia muy particular. Esto lo demuestra -continúa diciéndo-nos- entre otras cosas, las intervencio-nes del Magisterio de la Iglesia, refleja-das en varios documentos del Concilio Vaticano II, que en el Mensaje final, afir-ma: “llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la Mujer se cumple en plenitud, la hora en que la Mujer ad-quiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzado hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espí-ritu del Evangelio, pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga” (MD1).

María, Madre del Viviente

San Juan Pablo II, en esta su Carta Apostólica, guiándonos en su medita-ción, hace constante referencia a María, la Madre del Señor. En el desarrollo de su reflexión, el paralelismo Eva, la Ma-dre de los vivientes, y María, Madre del Viviente (Cristo), es constante. ¡Y es lógico que sea así! Es a Ella a quien, de una manera plena y única, cabe atribuir-le esa afirmación fundamental: “Dios ha querido confiar la humanidad a la Mu-jer”. Ante todo, el Padre le ha confiado la “sacratísima humanidad” del Verbo, Hijo de Dios en la eternidad, Hijo de María en el tiempo. Es Ella que ha traído a Jesús a la tierra, “haciéndole vivir muy cerca de nosotros, de tal modo que na-die puede prescindir de su maternidad” (Papa Francisco).

Ella cuidó de su Hijo hasta el fin: lo acogió en su seno Inmaculado en la Concepción, lo alimentó cuando Niño, lo acompañó cuando adolescente, y no “lo pierde de vista” durante su vida pú-blica de misionero itinerante, y lo vuelve a acoger en su regazo cuando, muerto, le bajan de la Cruz.

Como lo afirma el Concilio Vaticano II, María, la Nueva Eva, ya gloriosa en el Cielo, cuida con el mismo amor a todos los que su Hijo Jesús ha redimido. “Ella es nuestra Madre en el orden de la Gra-cia, y esa Maternidad perdura sin cesar” (…) pues, asunta a los Cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con múltiple intercesión continúa ob-teniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y an-siedad hasta que sean conducidos a la Patria bienaventurada” (LG 62).

“Que todos se salven”

A lo largo de la historia de la Iglesia, María Santísima, nos ha dado múltiples y variadas manifestaciones de su cuidado maternal de los “hermanos de su Hijo”, desde cuando perseveraba en oración con los apóstoles en el Cenáculo, en espera de Pentecostés, hasta nuestros días y … hasta siempre.

Durante este año, estamos cele-brando el primer centenario de una de estas manifestaciones: las Apariciones marianas en la Cova de Iría (Fátima), del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917, a Lucía de 10 años, a su primo Francisco de 9, y a la hermanita de éste, Jacinta de 7.

¡Cuánto se ha escrito, atinando y… desatinando en torno al “fenómeno Fá-tima”, particularmente acerca de sus “secretos”.

Sin embargo, más allá de tanto “rui-do”, Fátima es una expresión más, y muy

elocuente, de lo que es la misericordio-sa voluntad de Dios y que consiste en “que todos se salven” (1Tim. 2,4). Esa ha sido la “pasión” de Jesús que suplica-ba: “Padre, que nadie se pierda y quiero que donde esté yo, estén también ellos” (Jn. 17,12.24).

Es la misma “pasión” de María, la que Ella en Fátima nos transmitió por medio de tres pastorcitos analfabetos, pero que hicieron propia la misma “pa-sión” por la salvación de los pecadores y que por ellos fueron capaces de los sacrificios humanamente incompren-sibles para unos chiquillos de su edad. A dos ya beatos, Jacinta y Francisco, el Papa Francisco acaba de canonizarlos: son los santos (no mártires) más jóve-nes del calendario cristiano.

Aprendiéndolo de ellos y con ellos, también nosotros seguimos orando: “Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno, lleva al cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu misericordia”.

¡Su misión maternal perdura!

Más allá de tanto “ruido”, Fátima es una expresión más, y muy elocuente, de lo que es la misericordiosa voluntad de Dios y que consiste en “que todos se salven” (1Tim. 2,4).

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico

Laura Ávila Chacó[email protected]

¿Cómo se preparan los Heraldos para la celebración del centenario de las apariciones de Fátima?

Sin duda alguna, es una aconteci-miento importante y trascendental, los Heraldos del Evangelio entre las devo-ciones que más estimulan con respecto a las advocaciones de la Virgen es la de Fátima. Cuando los Heraldos fueron aprobados en el 2001 por San Juan Pa-blo II, el Pontífice encomendó en una audiencia en esa ocasión, la difusión del mensaje de la Virgen por medio del Corazón Inmaculado de María. Recor-demos que en una de las apariciones de Fátima, Nuestra Señora muestra el Co-razón, habitualmente nosotros vemos una imagencita de la virgen de Fátima con las manos juntas. Existe también la imagen que es la que nosotros hacemos peregrinar, que lo hicimos así por su-gerencia inclusive de la Santa Sede, en donde en esa aparición se muestran sus manos y su corazón, porque precisa-mente Fátima es un mensaje de espe-ranza. Desde ese entonces, e inclusive antes, los Heraldos se dieron a la labor de peregrinar con las imágenes de la virgen de Fátima en todo tipo de am-bientes, pero no simplemente peregri-nar por peregrinar y llevar la virgen o rezar el rosario, sino sobre todo hacer difusión del mensaje de Nuestra Seño-ra, mucha gente no lo conoce. Lo cu-rioso de esto es que hablamos de 100 años y su mensaje es actual.

¿Cómo viven la espiritualidad y la devoción a la Virgen de Fátima?

Si nosotros hablamos de tener de-voción a la Virgen de Fátima lo primero que debemos hacer es algo que la Vir-gen dijo. Si Dios tomó la decisión de te-ner esta embajadora y venir a transmi-tir su mensaje, para empezar debemos prestar atención a lo que Dios quiere decirnos. Debemos conocer qué es lo que la Virgen dijo, qué es lo que pidió, tener ese conocimiento e interesarnos en su mensaje. Todos los días debemos interesarnos en rezar el Santo Rosario, la comunión reparadora de los cinco primeros sábados de mes que Nuestra Señora pide, el ofrecer sacrificios o la penitencia, rezar por la conversión de los pecadores, en fin todos estos ele-mentos que no son nuevos pero que la

Virgen les da ese destaque por la im-portancia que tienen.

¿Cómo nacen los Heraldos del Evangelio bajo la protección de la Virgen de Fátima?

Oficialmente en el 2001, con la apro-bación Pontificia del Papa Juan Pablo II. El fundador y actual superior general Monseñor Joao S. Clá Días, desde los años 60 y 70 estaba involucrado desde jovencito en movimientos o congrega-ciones marianas, que eran movimientos parroquiales de jóvenes que se reunían para analizar documentos pontificios y formaban coros con los cuales solem-nizaban misas. Iban investigando docu-mentos y en medio de eso aparece en los ojos de Monseñor Fátima. Impresio-nantes las profecías que la Virgen dijo y se han ido cumpliendo a lo largo del tiempo. No es secreto para nadie que Fátima arrastra en todo el mundo, los Heraldos estamos presentes en 70 paí-ses, no hay país donde la advocación de la Virgen de Fátima no mueva masas. Es algo ya marcado en todo el mundo, eso ayuda a que si se hace una actividad se tenga siempre mucha acogida.

¿Qué satisfacciones han encon-trado en la misión de comunicar a otros este apostolado?

Muchísimas, por ejemplo en el caso concreto de las peregrinaciones que hacemos con la Virgen de Fátima, pues se tienen testimonios impresionantes, porque vamos a hospitales, cárceles, escuelas, colegios, casas de familias, ins-tituciones públicas, hogares de ancia-nos. Es asombroso ver como en todo lado, todos tienen necesidad de Dios y conforme pasa el tiempo y en el mundo que nos ha tocado vivir vemos cómo hay perdida de valores, la gente tiene necesidad y siente el alivio cuando qui-zá está en su oficina y de repente escu-cha los cantos, llora, pide confesiones y cuenta los milagros que ha recibido. El pasar de la Virgen es como una caricia maternal en los corazones afligidos.

¿Qué debe significar la canonización de los pastorcitos y el mensaje de Fátima para nosotros hoy?

Lo debemos tomar con muchísima seriedad, no simplemente como una de-voción más a la Virgen, sino que es muy

particular. Vuelvo a lo mismo, lo que la Virgen vino a decir es de seriedad, es un mensaje que ella transmite para to-dos, es muy actual. Muchas de las co-sas que ella dijo hace 100 años no se entendían, pero hoy si. Por ejemplo la Virgen en una de las apariciones a Ja-cinta habló de las modas que ofenderán a Dios. En 1917, si nos apoyamos en el material fotográfico, eran las señoras con vestidos largos, los hombres con saco y corbata, hoy hay unas modas que ofenden. La Virgen habla de muchos as-pectos, inclusive de la crisis global y de la propia Iglesia. Son esos aspectos que toman mucha vida en el día de hoy, per-secuciones a la Iglesia, guerras, hambres y persecución. Se han ido cumpliendo y en definitiva, es necesaria la conversión, el mismo hecho de alejarse la humani-dad de Dios, es buscarse su propio cas-tigo. La Virgen habla de la necesidad de volverse a Dios. Cien años después qué podemos decir, pues que la humanidad cumplió ese deseo de la Virgen.

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“Fátima es un mensaje de esperanza”“El pasar del Virgen de Fátima es una caricia maternal en el corazón de las personas afligidas”.

Con esas palabras se refirió el presbítero Andy Rodríguez, de los Heraldos del Evangelio al centenario de las apariciones de Nuestra Señora, y la misión que los Heraldos cumplen difundiendo su mensaje y devoción.

Este sábado 13 de mayo los Heraldos participarán en una Solemne Celebración Eucarística en conmemoración del centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima en la Catedral Metropolitana a las 5 p.m. Será presidida por Mons. Oscar Fernández Guillén,

Obispo de Puntarenas y Presidente de la Conferencia Episcopal.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico

Santa María, Madre de Dios

Semana Nacional de la Catequesis: ¡Salgamos a celebrar!

La alegría de catequizarComisión Nacional de Catequesis

casa común (LS), la comunicación asertiva, entre otros.

• Una feria de catequesis para compartir: testimonios de catequistas que han servido por muchos años en la catequesis parroquial; juegos tradicionales con la participación de la comunidad, exposición de fotografías, catecismos y subsidios, una caravana.

• Momentos de oración en la Hora Santa, un retiro, un ofrecimiento en la Eucaristía.

• Un convivio, paseo, cafecito o cena para celebrar el caminar de la catequesis y así fomentar la comunión y fraternidad.

Les recuerdo que El Centro Nacional de Catequesis tiene a disposición una biblioteca especializada en catequesis, ¡Les invitamos a visitarla!

Gracias queridos catequistas, Ministros de la Palabra, por su entrega incondicional al compartir la Palabra con una sonrisa que brota del corazón, llena de alegría, esperanza que refleja el saberse amado por Aquél que murió y resucitó para nuestra salvación.

“No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de ustedes” Neh 8,10.

Sra. Mónika Torres CastilloColaboradora - Departamento de

Formación

nosotros. Contáctenos llamando a 2257-3209 o síganos en Facebook como: Incotep CECOR, o escríbanos al correo electrónico: [email protected]

Emmanuel Barrientos Tutor del INCOTEP

“Hoy es un día consagrado a nuestro Dios” (Neh 8,10c) son las palabras que animan a un pueblo para salir alegres y agradecidos por el don de La Palabra proclamada. Cada vez que recuerdo mis primeros pasos en la catequesis, ¡el corazón me palpita! Hoy es un día para agradecer y recordar la alegría de encontrarnos con la Palabra; el optimismo que se experimenta cada vez que se vence el miedo en cada actividad organizada, con el fin de dar lo mejor en la parroquia; el amor al compartir con mis queridos compañeros catequistas…

Querido catequista, hagamos memoria… ¿Recuerdas el día que te iniciaste como catequista? ¿Cuáles catequistas te acompañaron? ¿Cuál sacerdote acompañó ese primer proceso? ¿Cómo has llevado tu camino formativo? ¿Cómo has mejorado en relación con Dios, consigo mismo y con tus hermanos?

En estos tres domingos vamos a reflexionar sobre la Virgen Madre y trataremos de sacar algunas

tareas, para que realizándolas, podamos acercarnos a la estrella radiante que alumbra el día, María de Nazaret, el orgullo de nuestra raza. Para ello nos guiaremos con una oración de San Francisco de Asís:

Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo ninguna semejante a ti entre las mujeres, hija y esclava del altísimo y sumo Rey, el Padre celestial, Madre de nuestro Santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo: ruega por nosotros ante tu

¡Cuántas experiencias en la catequesis! Con mucha alegría, agradecemos al Señor por el acompañamiento de la Comisión Nacional de Catequesis, en estos cincuenta años de servicio en favor de la organización, formación e impulsando la catequesis ante los nuevos retos de hoy.

¡Salgamos a celebrar! Organiza en tu parroquia distintas actividades dirigidas a la comunidad parroquial, a los agentes de pastoral, catequistas, catequizandos y padres de familia. Algunas sugerencias:

• Organiza encuentros formativos aprovechado el subsidio: “Cincuenta años al servicio de la catequesis nacional”, centrado en el texto bíblico iluminador: Nehemías 8,4ª.5-7b.8-12. Es importante hacer conciencia del recorrido histórico de la catequesis a nivel nacional, diocesano y parroquial. Para profundizar, les recomiendo el libro: La catequesis en Costa Rica (notas históricas), por Bolaños, J. y Madrigal, A. Lo pueden descargar en la biblioteca digital de la página de CENACAT.

• Organiza un conversatorio: “Las grandes prioridades y retos de la catequesis en Costa Rica” para replantear el caminar de la catequesis en relación con la formación de los catequistas, cómo impulsar procesos de la catequesis de adultos, juvenil y familiar, las estrategias novedosas en atención a las nuevas tecnologías y el cuidado de la

Santísimo amado Hijo, Señor y maestro. Gloria al Padre.

Lo primero que podemos decir de María es que es mujer, es la forma en la que Jesús habla de María y es que es uno de los títulos más hermosos de Nuestra Buena Madre. Ella es mujer, es decir, es un ser capaz de dar vida y de amar aquello que ha nacido de sí. Es mujer y por eso es capaz de escuchar a Dios y de responderle.

Si desea profundizar sobre este y otros temas acérquese al INCOTEP he inicie su proceso de formación teológica con

Domingo 14 de mayo 2017 Eco CatólicoOpinión

Pbro. Bosco J. Rodríguez A. Misionero Redentorista

El dramaturgo, poeta y no-velista español Ramón del Va-lle-Inclán, escribió con letras de oro la siguiente locución: “Nada es como es, sino como se recuerda”. ¿Qué significa recordar? Recordar es: “traer a la memoria propia algo per-cibido, aprendido o conocido, o retener algo en la mente”. Con el presente escrito que el lector visualiza y sostiene en sus manos, se intenta traer a su memoria lo percibido, apren-dido o conocido; y retener en la mente la labor apostólica de los padres redentoristas en la amada provincia de América Central.

San Alfonso, inspirado por Dios e iluminado por las luces de fuego del Espíritu Santo, movido por la Palabra de Dios y con un gran corazón de pas-tor, de celo apostólico, funda bajo un clima de oración pro-funda en la ciudad elevada de Scala, cerca de las costas de Amalfi, la Congregación de Misioneros del Santísimo Sal-vador, llamada más tarde, en 1749, del Santísimo Redentor. Era el memorable día del 9 de noviembre de 1732.

La Congregación del San-tísimo Redentor, gracias a la providencia de Dios, fue cre-ciendo en todo el territorio de Italia, fortaleciéndose y dando grandes frutos. Fue San Cle-mente María Hofbauer, quien llevó más allá de las fronteras de Italia el instituto religioso. San Clemente, considerado un segundo fundador, sin qui-tar mérito alguno al fundador San Alfonso María, con su don misionero y celo por las almas lleva el carisma de la Congregación a Polonia, Ale-mania, Suiza y Austria. Y es el venerable Padre José Passerat (1772-1858), hombre santo de Dios, y compañero de misión

de San Clemente, quien envía misioneros a Portugal, Bélgica y Bulgaria. Es así como el ca-risma fundado por San Alfon-so María de Ligorio empieza a derramarse como óleo santo por el mundo entero.

Los Misioneros Redentoristas en España

y México

Los hijos de San Alfonso llegan a “La madre patria”, la tierra de Miguel de Cervantes Saavedra, y de grandes escri-tores de todos los tiempos, “tierra de santos” como llamó a España San Juan Pablo II en su primera visita histórica a ese bello país. Los prime-ros Misioneros Redentoristas llegan a Madrid, España, el 15 de febrero de 1863, y el 2 de febrero de 1900 fue creada canónicamente la provincia de Madrid. Rubén Darío, el gran poeta nicaragüense, “príncipe de las letras castellanas”, decía que somos hijos de América y nietos de España. De “La ma-dre patria” hemos heredado su cultura, lengua y sobre todo el cristianismo, y por España nos vino la Congregación del San-tísimo Redentor.

El 8 de marzo de 1908, a las 2:30 p.m., llegan provenientes de España, en el navío “Alfon-so XIII”, los primeros Misio-neros Redentoristas al Puerto de Veracruz, México, que más tarde será la primera vicepro-vincia en Hispanoamérica. Comienzan las fundaciones en Monterrey, Puebla, Torreón, Pachuca y San Luis Potosí.

Como nos cuenta la his-toria, hubo en los Estados Unidos Mexicanos una gran persecución en contra de la Iglesia, en la cual derramaron su sangre varios cristianos, entre ellos sacerdotes, religio-sos y religiosas, catequistas y laicos comprometidos. Varios

de ellos han sido elevados a los altares por nuestro inolvi-dable San Juan Pablo II y el Papa emérito Benedicto XVI. Para la Iglesia los gobiernos de Díaz y Calles significaron sangre y destrucción. En su tiempo, varios cristianos fue-ron perseguidos, llevados a la cárcel y expulsados. Situación dada en la llamada Guerra de los Cristeros o Cristiada. El Papa Francisco, recientemen-te, elevó al honor de los altares al ́ niño cristero´ San José Sán-chez del Río.

Los Misioneros Redentoristas en Centroamérica

En un contexto de persecu-ción, los Misioneros Redento-ristas llegan de México a nues-tros países centroamericanos. Nuestra historia en Centroa-mérica comienza en mayo de 1927, cuando llegaron a Puer-to Limón en Costa Rica. De

la hermana república de Costa Rica se fueron expandiendo hacia Honduras y El Salvador, donde comenzaron a trabajar y a predicar el don de la reden-ción en Cristo a través de las misiones populares.

A principios del Siglo XX, el mundo vivía con expec-tación el acontecimiento de Cova de Iria: las apariciones de Nuestra Señora la Virgen del Rosario de Fátima, cuya devoción llegó a tierras cen-troamericanas, entre los años de 1940 y 1950. ¿Serían las apariciones de Nuestra Seño-ra, un preludio del alumbra-miento de la congregación del Santísimo Redentor en Améri-ca Central?

Las apariciones de Nuestra Señora empezaron un 13 de mayo de 1917 y, según cuen-ta la historia, fue el luminoso y mariano día del 13 de mayo de 1927, cuando los sacerdo-tes redentoristas Félix Ruiz de Samaniego y Pedro del Pala-cio -ambos españoles-, desem-

barcaron del vapor ´Galicia´, en el vivo y ardiente Puerto Li-món, Costa Rica. Venían bajo la sombra de la gran persecu-ción de don Francisco Plutar-co Elías Campuzano, mejor conocido como Plutarco Elías Calles. Pero impulsados por el ardor del Espíritu Santo para predicar en el istmo centroa-mericano la “redención copio-sa”: anunciar con viva voz la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Las crónicas nos dicen que, llegados a Puerto Li-món, aquellos misioneros se encaminaron a la ciudad de Alajuela, en el Valle Central de la república costarricense. Allí, los misioneros fueron recibidos por el obispo de la ciudad, monseñor Antonio del Carmen Monestel, quien les ofreció una iglesita de pocas dimensiones, del Siglo XIX. Esa iglesita, hoy en día, es un hermoso santuario dedicado al Santo Cristo de Esquipulas o de La Agonía, como se le conoce. Actualmente, es el se-gundo templo más importante de la ciudad de Alajuela y uno de los más visitados en el país; es, además, sede de la curia provincial.

Los Padres Samaniego y Del Palacio, como hijos genui-nos de San Alfonso María de Ligorio, comenzaron la labor apostólica en Alajuela, con misas, confesiones, predica-ciones y la administración de los sacramentos. En el cum-plimiento de su deber, pasaron por muchas dificultades, que con la ayuda de Dios fueron superando con paciencia de santos.

El carisma de la congrega-ción fue creciendo y desarro-llándose poco a poco, como crece y se desarrolla una plan-ta, que cumple con un ciclo vital constituido por varias etapas: la etapa germinativa de la semilla, echa sus primeras

90 años de presencia misionera redentorista en América Central

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico Opinión

hojas, su tallo, raíces y ramifi-caciones; así, como una planta, fue creciendo y desarrollándo-se el carisma redentorista en América Central.

Los años 1950 y 1960 fue-ron de gran vigor impulsador en la expansión del carisma redentorista. La redención co-piosa predicada por aquellos misioneros, fue tomando fuer-za cada vez más por toda Amé-rica Central. En los años de 1950, asistimos al nacimiento de la viceprovincia de San Sal-vador. Era el 2 de febrero de 1955, cuando el padre general, Guillermo Gaudreau, creó la nueva viceprovincia de San Salvador. La naciente vicepro-vincia, comprendía para ese entonces, todos los países de América Central y ´la perla del Caribe´, Cuba. El Gobierno general de la Congregación, nombró como primer vicepro-vincial al presbítero Manuel Cid Riesco, conocido como Agapito Martínez.

Es en estos años que se abren nuevas comunidades en los países de Guatemala, Nica-ragua y Panamá.

En febrero de 1955, se fun-da en la ciudad de Managua, Nicaragua, donde los reden-toristas se hacen cargo de las parroquias del Santísimo Re-dentor y Santísima Trinidad.

El año 2012 (MMXII), fue declarado por la Asamblea Ge-neral de las Naciones Unidas, como el año internacional de las cooperativas. Fue un año marcado por grandes aconte-cimientos de carácter social, cultural, económico, político y religioso.

Algunos acontecimientos que llenaron la página histó-rica del 2012, fueron: el salto supersónico de Félix Baum-garner, el triste tiroteo en una escuela primaria de Connecti-cut en los EE. UU., el devasta-dor paso del huracán ´Sandy´, cuyo impacto mayor lo recibió Estados Unidos de América, las elecciones presidenciales en EE. UU., y cuatro años más en la presidencia para el expresidente Barack Obama, los Juegos Olímpicos celebra-

dos en Londres, los escándalos políticos en algunos países de América Latina, el falleci-miento de famosos, la prima-vera árabe, los problemas de Wikileaks y el naufragio del Costa Concordia, llenaron el año bisiesto de 2012.

En ese año, el Papa eméri-to Benedicto XVI publicaba el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de María, su li-bro “La infancia de Jesús”, y proclamaba a inicios del mes de octubre, el Año de la Fe. Es en el marco de dicho año que la viceprovincia de San Salva-dor pasó a ser la provincia de América Central.

Actualmente, tras noventa años de presencia en América Central, el estado o panorama de nuestra Unidad provincial de América Central, es el si-guiente: ocho comunidades canónicamente erigidas (des-de las cuales se atienden once parroquias) y tres centros de formación: casa de forma-ción año introductorio, “Beato Gaspar Stanggassinger”, en la ciudad de Trojes, El Paraíso, Honduras. Postulantado “San Clemente María Hofbauer”, San José de Costa Rica, y ju-niorado “San Alfonso”, San Salvador, El Salvador, (tenien-do presencia en el noviciado

subregional “San Alfonso” en Colombia). Contamos con un equipo misionero itinerante que asiste el quehacer misio-nero desde el norte y sur del istmo centroamericano: EMI-CAR NORTE Y SUR, apoya-dos intensamente por los her-manos del equipo misionero laico redentorista EMILAR y el apoyo pastoral y espiritual de los Oblatos Redentoristas de la provincia de América Central, quienes participan, de manera especial, de todos los bienes espirituales, oraciones y trabajos misioneros.

Se cuenta también, con pre-sencia misionera en Cuba, en las parroquias Cristo Redentor (La Habana) y Nuestra Seño-ra de Los Dolores (Isla de la Juventud). En Belice, ciudad capital de Dangriga, los reden-toristas están en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús.

Una estela luminosa

Echando la mirada hacia atrás, contemplamos la “estela luminosa” que han dejado los redentoristas en América Cen-tral, esparciendo el carisma de San Alfonso María de Ligorio. Han sido 90 años de ardoroso apostolado, expresado en la

predicación de misiones. Esta labor la dirige con mucho em-peño nuestro EMICAR y EMI-LAR. Atendiendo parroquias, tanto en el área urbana como rural, y haciendo presencia en aquellos lugares donde están los más necesitados, impreg-nándolos del espíritu misione-ro heredado de nuestro santo fundador y de aquellos pione-ros de la provincia de América Central.

Damos infinitas gracias a Dios nuestro Padre, a Jesús Santísimo Redentor, y a nues-tra Madre la Virgen del Perpe-tuo Socorro, por estos 90 años de redención copiosa, de pre-sencia misionera en todos los países del istmo: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nica-ragua, Costa Rica, Panamá y Belice.

Nuestras “Prioridades Pas-torales y Plan Pastoral”, nos recuerdan que somos en Amé-rica Central, una gran comuni-dad misionera internacional. Que seguimos a Jesucristo Redentor anunciando el evan-gelio a los más pobres y aban-donados. Y que cada miembro de la congregación en estas tierras, contribuye a la realiza-ción de la misión y del carisma congregacional, y que junto a nosotros, hay muchos laicos,

mujeres, hombres, jóvenes y niños, que comparten nuestro ser redentorista.

Los redentoristas en Amé-rica Central, hemos hereda-do la gran riqueza de nuestra madre la Congregación del Santísimo Redentor: ser un ca-risma específico en la iglesia santa, católica y apostólica, y que gracias al esfuerzo y tra-bajo de muchos cohermanos, contamos con un proyecto de evangelización que contem-plan nuestras Constituciones y Estatutos. Somos en Améri-ca Central, “herederos de una tradición”, y por ello estamos llamados a “renovar nuestra misión”.

En el marco del Centenario de las Apariciones de la Virgen de Fátima, nuestra amada pro-vincia de América Central se llena de profundo sentimiento de alegría intensa, al celebrar los 90 años de presencia mi-sionera en esta franja estrecha de tierra que une a la América Septentrional con la América Meridional.

Que en este nonagenario, los redentoristas sigamos sien-do ´apóstoles de fe robusta, de esperanza alegre, de ardien-te caridad y celo encendido´. Que no presuman de sí y prac-tiquemos la oración constante. Como hombres apostólicos e hijos genuinos de San Alfonso, que sigamos gozosamente a Cristo Salvador, participando de su misterio y lo anunciemos con la sencillez evangélica de su vida y de su palabra.

Saludamos este nonage-nario bajo la mirada de San Alfonso María de Ligorio, ac-tuando en el gran estrado de la Espiritualidad Redentorista, moviéndonos en sus dos ejes: la práctica del amor a Jesucris-to, presente realmente en el sa-crosanto misterio de la Euca-ristía, y la devoción ardorosa a María, la Madre del Señor, en su Inmaculada Concepción del Perpetuo Socorro.

¡Salud, hermanos, por estos 90 años!

Somos en América Central, “herederos de

una tradición”, y por ello estamos

llamados a “renovar nuestra

misión”.

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico

Camino, verdad y vida…Comentario al Evangelio

En su discurso de despedida (Jn 14), Jesús promete a los suyos que les preparará un lugar, en la casa de su Padre,

a la que Él va, para luego volver por

ellos: “para que donde yo esté, estén también ustedes”, les dice (v.3). To-más, desorientado, le pregunta cómo será posible esto, y Jesús le responde: “Yo soy el camino, la verdad y la vida:

Nadie va al Padre sino por mí” (v.6). Él es, además, la puerta (Jn 10,1.7-8), el rostro visible de Dios Padre (v.9), en quien está en comunión de vida y de amor (v.11), manifestada en sus

obras. El camino de la Iglesia, está tra-zado por Cristo, camino al Padre.

Lectio divina

Oración inicial:

Señor Jesús, crea en nosotros el si-lencio para escuchar tu voz en la Crea-ción y en la Escritura, en los aconteci-mientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que tam-bién nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraterni-dad, de justicia y de paz. Te lo pedi-mos a Tí, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.

El Texto:

Lectura del Santo Evangelio según San Juan:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los lle-varé conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy”.

Entonces Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?” Jesús le respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”.

Le dijo Felipe: “Señor, muéstra-nos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre”.

Palabra del Señor.

Un momento de silencio:

Para que la Palabra de Dios entre e ilumine nuestra vida.

Algunas preguntas

a) ¿Qué palabras de Jesús te han llegado más al corazón? ¿Por qué?

b) ¿Qué huellas del rostro de Dios Padre, revelado por Jesús, aparecen en estos versículos?

c) ¿Qué nos revela este pasaje so-bre la relación de Jesús con el Padre?

e) ¿Cuáles son las “obras mayores” que podremos realizar según las pala-bras de Jesús?

f) Jesús dice: “En la casa de mi Pa-dre hay muchas habitaciones”. ¿Qué significan estas afirmaciones hoy para nosotros?

Oración final:

Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha hecho ver me-jor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Ma-dre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Una respuesta a las eternas preguntas del corazónOracióninicial

LecturaBíblica

Algunaspreguntas

Momento de silencio

Oraciónfinal

Lecturas para hoy: Hech 6, 1-7 / Sal 32 / 1Pe 2, 4-9 / Jn 14, 1-12 • Ciclo A • V de Pascua • Liturgia de las Horas: I del salterio.

Pbro. Mario Montes M.Animación bíblica CENACAT

Un día, Dios le dijo al pro-feta Ezequiel: Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel, pues andan diciendo: “se han secado nuestros hue-sos, se ha desvanecido nuestra esperanza y estamos destro-zados…” (Ez 37,11). Efecti-vamente, el pueblo de Israel, como ya hemos visto en la vida de Ezequiel y de Jere-mías, había sido desterrado a Babilonia (ver 2 Rey 24-25). Lo había perdido todo y, como protagonista que había sido de la historia bíblica, en esos años se sentía como un cadáver… Pero Dios mismo le anuncia su “resurrección”, cuando vuel-va de su destierro a su tierra amada (ver especialmente Ez 37,12-14, primera lectura del V Domingo de Cuaresma, del ciclo A, 2 de abril 2017).

El profeta Ezequiel había sido convocado por el espíritu de Dios a un valle tenebroso, lleno de huesos. Como hemos visto, había tenido que predi-car en los momentos más te-rribles de la vida del pueblo judío, desterrado en Babilonia, donde se sentía abatido y desa-nimado, casi sin fe ni esperan-za, pues pensaba que el Señor lo había abandonado en su cautiverio (Ez 37,1-14).

El Señor le preguntaba al profeta si aquellos huesos po-drían revivir. A lo que el pro-feta respondió que solo Él lo sabía. Y fue cuando el espíri-tu de Dios (el llamado “rual

elohim”, de Gén 1,2 y 2,7), “entra en acción” como vien-to impetuoso y ráfagas pode-rosas, que hacen que aquellos huesos se unan y finalmente vuelvan a vivir, convirtiéndose en una muchedumbre inmensa (Ez 37,1-10).

Con ello, se cumplía una de las esperanzas más añoradas de la comunidad judía, sobre la llegada del “Día del Se-ñor”, en el que Dios actuaría librando al pueblo elegido de sus sufrimientos, opresiones, dolores, muerte e injusticias. Y se imaginaban aquel día con los fenómenos cósmicos de la oscuridad o del eclipse (Am 8,9), con la del terremoto (Am 2,10.19.21), señales que hacían entender su presencia actuante y poderosa en el pue-blo, a tal punto que hasta las mismas piedras se partirían (Zac 14,4).

Y, estando en el destierro, se presenta ante Ezequiel y el pueblo de Israel, la prome-sa del Día del Señor, con otra imagen impresionante: la de las tumbas abiertas: “Yo mis-mo abriré sus tumbas, los sa-caré de ellas y los llevaré a la tierra de Israel. Y cuando abra sus sepulcros y los saque de ellas, reconocerán que yo soy el Señor. Infundiré mi espíritu en ustedes y vivirán; los esta-bleceré en su tierra y recono-cerán que yo, el Señor, lo digo y lo hago. Oráculo del Señor” (Ez 37,12-14). Una prome-sa de restauración para aquel pueblo exánime…

En el exilio, aquellos hue-sos eran el pueblo de Israel, el valle era el destierro, pero el poder de Dios (con la bella imagen del viento huracana-do), soberano y vivificador, hace que el pueblo judío pue-da retornar a su tierra, como comunidad “resucitada”. Dios puede “resucitar” a la comuni-dad, puede introducir una nue-va vida en su pueblo y en todo aquello que, a los ojos de los demás, pueda aparecer estéril, sin vida, reseco y muerto.

En la muerte de Jesús, el Viernes Santo

El Viernes Santo, día en que murió Jesús crucificado, el evangelista San Mateo cuenta que “desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región…” (Mt 27,45). Y que, al expirar Jesús, “inmediatamente, el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron y las tumbas se abrieron. Muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas des-pués que Jesús resucitó, en-traron en la Ciudad santa y se aparecieron a mucha gente…” (Mt 27,51-53). Son varias de las señales del Día del Señor, del que hemos hablado (Eco Católico, domingo 16 de abril, 2017), para enseñar que ese día tan esperado había llegado con Jesucristo, muerto y resu-citado.

Con este estilo apocalíptico e impresionante, propio de los profetas, lo que San Mateo en-señaba, es que hubo “cambios sorprendentes” al morir Jesús (cambios presentados median-te este lenguaje simbólico, de la naturaleza al borde del cata-clismo): Dios había juzgado al mundo y había inaugurado los tiempos nuevos y definitivos con la muerte de su Hijo en la cruz. El Día del Señor había llegado con la muerte y resu-rrección de Cristo. Es decir, con el misterio pascual (muer-te, sepultura y resurrección del Señor), había comenzado una nueva era para la humanidad, los nuevos tiempos de la salva-ción. Y esto es lo que estamos celebrando en este Tiempo Pascual, con alegría y espe-ranza, con convicción y con fe firme.

De manera que, tanto el profeta Ezequiel como San Mateo, anuncian una “resu-rrección”, una nueva vida, que había comenzado en el destie-rro de Babilonia y la vuelta de Israel a su tierra, y en aquella muerte sangrienta de Jesús en el Calvario… Resurrección del Israel muerto, resurrección de Jesús muerto, resurrec-ción de la humanidad nueva, como fruto de la resurrección de Cristo, desde aquel primer domingo de Pascua. El cos-mos con sus fuerzas (tinieblas, terremotos y piedras que se parten…), ha sido renovado y recreado por Cristo, lo mismo que las tumbas que se abren… es la nueva humanidad resuci-tada por el Resucitado (imagen

que San Mateo había tomado de Ez 37).

Por eso, desde el texto de Ez 37,1-14 y de Mt 27,50-53 de aquel Viernes Santo, se nos invita a proclamar nuestra fe en Cristo resucitado, vencedor de la muerte, esperanza de una humanidad que, a veces, pa-reciera que sigue en un valle de muerte, como huesos cal-cinados, sin vida, esparcidos por todas partes. Con solo que escuchemos las noticias y nos fijemos en la realidad en que vivimos, nos daremos cuenta.

El mensaje del profeta Eze-quiel es, sobre todo, un men-saje de esperanza individual y colectiva: cuando en la vida de una persona, o de una co-munidad o grupo, parece que todo está perdido, que todo es como aquellos “huesos secos”, el profeta ha de animar, ha de infundir la esperanza de la vida, porque Dios no quiere la muerte sino la vida, y él envia-rá su Espíritu para vivificarlo todo, para hacer que todo vuel-va a caminar; por encima de todo, Dios está empeñado (v. 14) en dar vida y resurrección: éste es el fundamento indes-tructible de nuestra esperanza, una esperanza que se basa en la firmeza indestructible de Dios mismo.

Y todo eso se convierte en realidad plena en la resurrec-ción de Cristo, que es nuestra vida (Col 3,4) y nuestra resu-rrección. Por eso, la Iglesia lee este bello fragmento del profeta Ezequiel al llegar a la Pascua.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico Sagradas Escrituras

Los huesos secos

Cuando en la vida de una persona, o de una comunidad parece que todo está perdido, el profeta ha de infundir la esperanza de la vida, porque Dios enviará su Espíritu para vivificarlo todo.

Domingo 14 de mayo 2017 Eco Católico

Estimada L. M.: Su correo me ha llegado hace ya varios meses, y nunca me he “atre-vido” a darle una respuesta o comentario, porque usted mis-ma me decía que no quería una respuesta pública. Sin embar-go, una y otra vez he vuelto a leer lo que usted me ha escrito. Y siempre me hacía pensar que hubiese sido útil para nuestros lectores del Eco conocer su importante punto de vista y, sobre todo, sus sentimientos de “misericordia”, de sincero cariño, hacia los sacerdotes que otros juzgan y condenan tan fácil y duramente.

Ésta ha sido la razón por la cual le he “desobedecido” y no dando publicidad a su persona,

sólo puse las iniciales de su nombre, he publicado su co-rreo.

Ante todo, muchas gracias por el amor que usted demues-tra a esta gran familia nues-tra que es la Iglesia. Todo en

ella nos interesa y, de algún modo, todo es “nuestro”, sus éxitos, su santidad, sus límites y fallas. ¡Lo bueno nos alegra y lo malo nos hiere y nos en-tristece! En cuanto a sus suge-rencias, estamos de acuerdo,

aunque su aplicación nos exi-ja prudencia, para evitar toda sorpresa, dando motivo para que se piense que en la Iglesia hay “dos medidas”: una exi-gente para los laicos, y otra,

más blanda y hasta de “manga ancha” para los clérigos.

Además, hay otra dificul-tad: Con alguna frecuencia, los sacerdotes que han dejado el ministerio no se encuentran muy a gusto trabajando en es-tructuras eclesiásticas y, a lo mejor, con quienes les trata-ban de cerca cuando ejercían el ministerio y esto es del todo comprensible.

De todos modos estas sim-ples observaciones no deben hacerle pensar que no toma-mos en serio sus amables su-gerencias… y cuento con su comprensión por haberle “des-obedecido”, publicando con algún pequeño retoque su co-rreo.

Estimada Patricia: no me consta que haya una norma de la Iglesia que establezca cuán-tas y de qué color tengan que ser las cintas en los Misales Romanos. Creo que les co-rresponde a las distintas Edi-

toriales ver cuántas convenga poner y de qué color.

Normalmente, las que ve-mos en los misales son cinco cintas y están puestas en el or-den siguiente: La primera, para

señalar los tiempos litúrgicos y sus fiestas correspondientes. La segunda, para el ordinario de la celebración Eucarística. La tercera, para el Prefacio que corresponda. La cuarta para el santoral. Y la quinta para el

Común de los Santos y las Mi-sas Votivas.

Enhorabuena para usted Patricia que quiere todo tipo de información útil para una correcta celebración.

Los sacerdotes separados del ministerio, ¿podrían seguir colaborando?

¿Cuántas cintas tiene un misal?

“He pasado una temporada marcada por dolor, angustia y tristeza. Una verdadera mezcla de sentimientos que sólo causan sinsabor y herida en el corazón de cuantos amamos a la Iglesia. Si hay sacerdotes que han sido separados de su ministerio, no me corresponde a mí ni a nadie establecer si son o no culpables. Lo que me preocupa es lo siguiente, y esa es la razón por la cual escribo: Separándolos del ministerio echamos a perder tanta preparación, tantos conocimientos, tanta capacidad… ¿No habría una manera para que toda esa riqueza no se pierda y podamos recuperarla, aunque esos sacerdotes no puedan ejercer su ministerio? ¿No podría la Iglesia encomendarles a los sacerdotes que por una razón u otra han pasado a la situación de “laicos” alguna tarea útil y de importancia, como investigar, escribir, publicar documentos, actualizar insumos catequéticos, etc., etc., y si se viera necesario, bajo seudónimo? De ese modo, no sólo realizarían un trabajo útil a la comunidad cristiana, sino, también útil a ellos mismos, porque se mantendrían así unidos al “mundo” o ambiente en que trabajaron durante años (la Sagrada Escritura, la Teología, la Pastoral….). No sé si esto pueda ayudar, Monseñor. Perdone mi atrevimiento; mi agradecimiento por leer este correo, que más que una consulta es un comentario que me tranquiliza”.

A. L. M. Díaz - Costa Rica

Un día, un sacerdote llamó la atención a los Ministros extraordinarios de la distribución de la Comunión, porque no pusieron en el debido orden las cintitas con que se indican, en el Misal, sus distintas partes o secciones.Yo también me hubiese equivocado. ¿Cuántas son y cómo las debemos disponer?”

Patricia Garro A. - Cartago

Monseñor Vittorino Girardi S.Obispo emérito de Tilarán-Liberia

¡Mereces una respuesta!Correo electrónico: [email protected] Fax: 2257-6536

Tus dudas

Domingo 14 de mayo 2017 Eco CatólicoIglesia hoy

Danny Solano Gó[email protected]

Tras 10 años de apostolado en el Centro Penitenciario El Buen Pastor, un grupo de ca-tólicos conoció la angustia de las madres privadas de libertad por la situación de abandono y desamparo en la que muchas veces quedaban sus hijos.

Ante esta situación, nació en 1992 el Hogar Santa María, ubicado en Aserrí, una obra de la Asociación Apostólica Católica Manos Abiertas, con el objetivo de brindar a estos niños la oportunidad de estar en un lugar, donde reciban la atención integral que necesitan para su desarrollo.

El pasado viernes 5 de mayo el Arzobispo de San José, Mons. José Rafael Qui-rós, llegó a conocer “esta her-mosa obra”, en el marco de su Visita Pastoral a la Parroquia San Juan de Dios, en Desam-parados.

Durante el día, en el Hogar reciben atención los pequeños 1 a 3 años que viven con sus madres en el Módulo Casa Cuna de El Buen Pastor. Esto es una manera de lograr que los bebés no estén permanen-temente rodeados de un am-biente duro como es el de una correccional.

Cuando los niños cumplen 3 años ya no pueden estar en ese módulo con sus madres, por lo tanto, los niños que no tienen un familiar que los aco-ja pueden quedarse en Santa María hasta los 12 años o bien, su madre cumpla la condena.

Por lo general, residen los varones hasta los 8 años y ni-ñas hasta los 12 años, con al-gunas excepciones en casos específicos. De acuerdo con Javier Rivera, psicólogo de la institución, se atiende a una población de 38 infantes y a cada uno se le da atención in-dividual adecuada a sus nece-sidades específicas.

La infancia que merecen

Según la fundadora, So-nia Brenes, se hacen muchos esfuerzos para que los niños sientan el calor de un hogar y crezcan en un ambiente sano y adecuado a sus necesidades infantiles. Los niños reciben alimentación, ropa, educación, atención psicológica y espiri-tual.

De acuerdo con Brenes se trata de que los niños disfruten su niñez y se sientan amados, por eso tienen espacios de juego, las niñeras los tratan con cariño y comprensión, se realizan paseos a playas y par-ques nacionales. Pero también se les inculcan valores como el respeto y el sentido de res-ponsabilidad, por ejemplo, ser cortés u ordenar su habitación.

Seguimiento a familias

La fundadora dice que cuando los niños finalizan su estancia en Santa María, se da seguimiento tanto a la madres como a sus hijos para estar al tanto de la situación que en-frentan.

A través de la Asociación Manos Abiertas se pretende ayudar con las necesidades de estas familias, en ocasiones -afirma Brenes- se han entre-gado hasta casas amuebladas y equipadas.

Sonia Brenes cuenta histo-rias de todo tipo, unas donde no siempre hay un final feliz, algunas donde todo el esfuerzo que se hace parece venirse al suelo una vez que los peque-

ños salen y se enfrentan a un ambiente insano para ellos.

Pero también habla cómo muchos, a pesar de los obstá-culos que encuentran cuando salen, llegan a ser ciudadanos de bien y deseosos de hacer cosas grandes. Dice que algu-nos han visitado el Hogar mu-chos años después, ya adultos, quizá con pareja e hijos, y su emoción es tal que acarician las paredes y comienzan a re-memorar su infancia allí.

Yerlin Barboza fue una de las niñas que creció en Santa María y ahora a sus 30 años colabora con el Hogar, con deseos de superarse cada día y obtener un título como admi-nistradora de empresas.

“Cuando llegué de nuevo fue volver a recordar tantas anécdotas, conocí lugares gra-cias a esto, uno revive todo, no tanto en tristezas sino en alegrías, porque de no haber llegado acá no sé qué hubiera sido de mí y de mis herma-nas”, comentó Yerlin.

Arzobispo compartió con ancianos del Hogar San Francisco de Asís

`Monseñor, también vi-sitó el Hogar Ancianos San Francisco de Asís, donde viven y reciben atención in-tegral personas de la tercera edad. Allí los residentes dis-frutaron de una cimarrona y mascaradas.

Muchos de los usuarios de este Hogar provienen de Hospitales Nacionales (como el San Juan de Dios, Calderón Guardia y Psiquiá-trico), donde en muchos ca-sos fueron abandonados por sus familiares.

Visita Pastoral de Monseñor Quirós a San Juan de Dios de Desamparados

Hijos de privadas de libertad tienen la infancia que merecen

El Arzobispo Metropolitano compartió con los niños del Hogar, el cual tiene 25 años de su fundación.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico 21

Martín Rodríguez [email protected]

“Dejar actuar al Espíritu para percibir su presencia en medio de las comunidades y de las personas”. Este fue uno de los llamados que hizo Mon-señor Javier Román Arias, Obispo de Limón, en la Misa Vocacional que presidió el jue-ves 4 de mayo en el Seminario Nacional en Paso Ancho.

Lo hizo frente a los semina-ristas, formadores, profesores y familiares que esa noche se congregaron para “dar gracias a Dios por el don de la voca-ción, para pedir su ayuda y perseverar en una formación que es ciertamente exigente, y que demanda de cada uno el mejor y más honesto esfuer-zo”, según dijo.

En su mensaje, Monseñor recordó que la formación es un proceso: “Nada de lo que aquí vivan es tiempo perdido”, dijo. “Sea que se confirme el día en que sean ordenados presbíteros o que Dios tenga para ustedes otra vocación, como la vida al matrimonio, esta riqueza espi-ritual la llevarán siempre con ustedes”, agregó.

Y hablando de la importan-cia de dejar actuar al Espíritu en la vida, constató que “mu-chas veces pensamos que lo que conviene en pastoral es lo que nosotros pensamos, y no

lo que la gente quiere o necesi-ta. Seamos dóciles y escuche-mos a Dios en la oración y en los sacramentos”, insistió.

A la Eucaristía asistieron varios sacerdotes de la Dióce-sis de Limón, así como un gru-po de fieles caribeños que qui-sieron mostrar de ese modo su cercanía con los futuros sacer-dotes de esta iglesia particular.

Monseñor Román termi-nó la Misa recordando el lla-mado que el Papa Francisco

hizo para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones del pasado domingo, cuando invitó a los sacerdotes a man-tenerse “confiados y serenos por haber descubierto el ver-dadero tesoro, ansiosos de ir a darlo a conocer con alegría a todos (cf. Mt 13,44)”.

Las misas vocacionales se realizan en el Seminario una vez al mes, por diócesis, y son abiertas al público.

Obispo de Limón en Misa Vocacional

“Hay que dejar actuar al Espíritu”

Mons. Javier Román, Obispo de Limón, presidió la Eucaris-tía.

Seminaristas y sus familias participaron en la celebración.

Iglesia hoy

En el Parque Nacional Santa Rosa se llevó a cabo una Lunada Bailable la no-che del sábado 6 de mayo, con el fin de recaudar fondos para el museo histórico de La Casona.

En la actividad estuvo presente el Obispo de Tilarán Liberia, Mons. Manuel Eu-genio Salazar, quien asistió para apoyar esta iniciativa.

Según informaron los or-ganizadores, la idea de este evento es que los visitantes

tengan una experiencia ame-na y familiar, que reviviera aquellos días en los que los vecinos del pueblo se reu-nían a pasar un rato alegre entre conversaciones y baile.

Monseñor Salazar des-tacó que hubiese una sana diversión y reconoció el tra-bajo que hacen los guarda-parques por mantener bien cuidado el Parque Nacional Santa Rosa.

Foto D. solano

Encuentro de Catequistas en Tilarán Liberia

En la Diócesis de Tilarán-Liberia se llevó a cabo un En-cuentro Diocesano de Catequistas, en el cual participó Mons. Manuel Eugenio Salazar, quien además presidió una Santa Eucaristía. Foto: Diócesis Tilarán-Liberia.

Mons. Salazar dio apoyo a guardaparques

Domingo 14 de mayo 2017 Eco CatólicoIglesia hoy

Danny Solano Gó[email protected]

Una joven relata que cuan-do quedó embarazada de su segunda hija contempló la idea de abortar, pero encontró ayu-da en el Centro de Ayuda a la Mujer (CAM) y según cuen-ta, allí entendió que el aborto no era una solución, recibió acompañamiento, apoyo y sa-lió adelante con su pequeña.

Muchas mujeres de Limón y Guanacaste en estado de embarazo y que han pensa-do en abortar llegan al CAM en San José. Por este motivo para brindar más facilidades, recientemente se inauguró un Centro en Liberia.

Este nuevo Centro de Aten-ción a la Mujer es el primero fuera de San José y permitirá que las muchachas no deban hacer largos viajes de hasta cinco horas y gastar dinero en pases de autobús, según co-mentó Luis Fernando Calvo, presidente de Opciones Heroi-cas, la Organización No Gu-bernamental (ONG), de inspi-ración católica a cargo de estos proyectos.

El Centro en Liberia co-menzó a funcionar a principios de este año y fue bendecido el pasado 2 de mayo por Mons. Manuel Eugenio Salazar, Obispo de Tilarán-Liberia, quien recordó que la Iglesia está a favor de la vida y esta es sagrada desde su concepción hasta el fallecimiento.

El proyecto contó con el apoyo de la diócesis y la cola-boración de laicos (cabe men-cionar que una familia prestó el local). En el poco tiempo que tienen de funcionar se han recibido a siete personas, pero

esperan atender de entre 20 a 30 mujeres por mes.

Por la vida

El nuevo centro servirá de apoyo al que está ubicado en San José. Se brindará acompa-ñamiento integral (psicológico y espiritual) a mujeres que tu-vieron un embarazo inespera-do y piensan en abortar.

Las usuarias también re-cibirán, en la medida de lo posible, asesoría legal, apoyo con trámites migratorios, asis-tencia con pruebas de paterni-dad, capacitaciones para que aprendan un oficio que les per-mita empoderarse, y subsidios como ropa para bebé, pañales y alimento.

De acuerdo con Edith Ro-dríguez, colaboradora de Op-

ciones Heroicas, una de las ne-cesidades que más tienen estas mujeres es de alguien que las escuche.

“Las que vienen en busca de ayuda requieren sentirse en confianza, por lo general de-sean ser escuchadas. Vienen muy ansiosas, nerviosas, asus-tadas… porque desconocen el lugar al que vienen, tratamos de tener un ambiente amigable

para que puedan desahogarse y brindarles apoyo que necesi-tan”, dijo Rodríguez.

De acuerdo con Calvo, la mayoría de las usuarias, entre un 70-80%, piensa en el abor-to por problemas económicos, algunas no tienen trabajo o son madres solteras.

“Hay mujeres en situación de pobreza que al quedar em-barazadas, por las razones que sean, se ven en la grave ten-tación del aborto, si logramos como país mejorar el empleo, la calidad de trabajo, dar sa-lario digno, lograríamos que muchas mujeres no caigan en la tentación del aborto, esto es un reto para las autoridades del país y los ciudadanos”, co-mentó el Obispo.

Según la Asociación Op-ciones Heroicas, casi el 100% de las mujeres que acuden al Centro deciden tener a su hijo, pero de no haber tenido esta opción probablemente hubie-ran abortado. Rodríguez expu-so que cuando las usuarias sa-len del Centro ellas se sienten muy agradecidas, su actitud cambia y pueden ver que tie-nen la opción de decir sí a la vida.

Mons. Salazar bendijo instalaciones de Centro de Ayuda a la Mujer

Una nueva opción por la vida en Liberia

Mons. Manuel Eugenio Salazar bendijo el nuevo Centro de Ayuda a la Mujer ubicado en Liberia, donde se espera ayudar a mujeres para que no opten por el aborto.

Si desea colaborar eco-nómicamente con Opcio-nes Heroicas puede hacerlo a través de los números de cuenta:

BAC: Cuenta: 920286838 Cuenta Cliente : 10200009202868381

BCR: Cuenta : 001-0313989-1 Cuenta Cliente: 15201001031398915

Para información gene-ral, voluntariado o cómo colaborar puede llamar al teléfono: (506) 2286-0503.

Domingo 14 de mayo 2017Eco Católico

ROMA - El Papa Francisco dijo que la situación que atraviesa Venezuela puede resolverse “si existe la voluntad de construir puentes”.

Así lo manifestó en un mensaje en-viado a los obispos venezolanos el pa-sado 5 de mayo pero difundido el 8 de mayo por el Servicio de Información Religiosa (SIR).

“Estoy convencido que los graves problemas de Venezuela se pueden resolver si existe la voluntad de cons-truir puentes, de dialogar seriamente y de llevar a término los acuerdos alcan-zados. Los exhorto a seguir haciendo lo necesario para que este difícil cami-no sea posible”, sostuvo el Pontífice.

En el mensaje, el Papa escribió que sigue “con gran preocupación la situa-ción del amado pueblo venezolano” y también con “profundo dolor por los enfrentamientos y la violencia de es-tos días, que provocaron numerosos muertos y heridos, lo que no ayuda a resolver los problemas sino que pro-voca más sufrimiento y dolor”.

Jorge Bergoglio sabe que los obis-pos, junto a todos los sacerdotes, las

religiosas y los laicos comparten la situación del pueblo venezolano, que “está sufriendo por la falta de alimen-tos y medicinas, y en algunos casos, han sufrido ataques personales y actos de violencia en las iglesias”.

“Deseo manifestar mi solidaridad con cada uno de ustedes y agradecer-les por la cercanía al rebaño que les ha sido confiado, especialmente los más pobres y necesitados”, escribió Fran-cisco.

El Papa les agradeció incluso por las iniciativas para “promover la so-lidaridad y la generosidad entre los venezolanos” y las continuas exhor-taciones a “evitar cualquier forma de violencia, respetar los derechos de los ciudadanos y defender y promover la dignidad humana y los derechos fun-damentales”.

Para concluir, el Pontífice hizo un llamado a “los amados hijos de Vene-zuela a no dejarse vencer por la des-confianza y el desánimo, males que penetran en el corazón de las personas cuando no ven perspectivas de futu-ro”. (ANSA).

Pidió a venezolanos “Construir puentes”

Juan José Vargas Fallas

Animador de vidag

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