Quiero Amarte Sobre Todas Las Cosas

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Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34 En aquel tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas. Oración introductoria Señor, quiero amarte por sobre todas las cosas, pero Tú sabes cómo me cuesta dejar mi propia manera de pensar y de actuar. Por ello te pido ilumines mi oración para que, creyendo y confiando en Ti, aproveche tu gracia para realmente vivir una caridad universal y delicada. Petición Señor, ayúdame a amarte con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Meditación del Papa Benedicto XVI

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Del santo Evangelio segn san Marcos 12, 28-34

En aquel tiempo, uno de los letrados se acerc a Jess y le pregunt: Cul es el primero de todos los mandamientos? Jess le contest: El primero es: Escucha, Israel: El Seor, nuestro Dios, es el nico Seor, y amars al Seor, tu Dios, con todo tu corazn, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amars a tu prjimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que stos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razn al decir que El es nico y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazn, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prjimo como a si mismo vale ms que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jess, viendo que le haba contestado con sensatez, le dijo: No ests lejos del Reino de Dios. Y nadie ms se atreva ya a hacerle preguntas.

Oracin introductoria

Seor, quiero amarte por sobre todas las cosas, pero T sabes cmo me cuesta dejar mi propia manera de pensar y de actuar. Por ello te pido ilumines mi oracin para que, creyendo y confiando en Ti, aproveche tu gracia para realmente vivir una caridad universal y delicada.

Peticin

Seor, aydame a amarte con todo mi corazn, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas.

Meditacin del Papa Benedicto XVI

Antes que un mandato -el amor no es un mandato- es un don, una realidad que Dios nos hace conocer y experimentar, de forma que, como una semilla, pueda germinar tambin dentro de nosotros y desarrollarse en nuestra vida. Si el amor de Dios ha echado races profundas en una persona, sta es capaz de amar tambin a quien no lo merece, como precisamente hace Dios respecto a nosotros. El padre y la madre no aman a sus hijos slo cuando lo merecen: les aman siempre, aunque naturalmente les sealan cundo se equivocan. De Dios aprendemos a querer siempre y slo el bien y jams el mal. Aprendemos a mirar al otro no slo con nuestros ojos, sino con la mirada de Dios, que es la mirada de Jesucristo. Una mirada que parte del corazn y no se queda en la superficie; va ms all de las apariencias y logra percibir las esperanzas ms profundas del otro: esperanzas de ser escuchado, de una atencin gratuita; en una palabra: de amor. Pero se da tambin el recorrido inverso: que abrindome al otro tal como es, salindole al encuentro, hacindome disponible, me abro tambin a conocer a Dios, a sentir que l existe y es bueno. Amor a Dios y amor al prjimo son inseparables y se encuentran en relacin recproca. Jess no invent ni el uno ni el otro, sino que revel que, en el fondo, son un nico mandamiento, y lo hizo no slo con la palabra, sino sobre todo con su testimonio: la persona misma de Jess y todo su misterio encarnan la unidad del amor a Dios y al prjimo, como los dos brazos de la Cruz, vertical y horizontal. (Benedicto XVI, 4 de noviembre de 2012).

Reflexin

Quin es mi prjimo? No nos compliquemos investigando quin es nuestro prjimo. Ser aqul que nos encontramos en la calle, el pobre, el sucio...? S, l es nuestro prjimo. Pero tambin recordemos que prjimo es sinnimo de prximo. Algunas veces nos cuesta trabajo amar verdaderamente a nuestro prjimo que est ms cercano a nosotros, en el trabajo, en la escuela. Aquella persona con la que tengo contacto personal cotidiana y que a veces humanamente me es difcil convivir, que es una cosa muy normal, pero en esos momentos es donde verdaderamente entra el verdadero amor a nuestro prjimo.

"No hagas a los dems lo que no quieras que te hagan a ti". Cuntas veces hemos escuchado esta frase? Muchas ocasiones, verdad?, No nos parece que se queda un poco corta? Es un poco pasiva, indiferente. Le falta algo. Es un poco seca!

Cambimosla a alguna frase ms activa, ms dinmica, que nos mueva a realizar algo y que nos ayude a quedarnos en el "no hagas a los dems". Sera mejor decir: "haz a los dems lo que quieras que te hicieran a ti". Interpretndola de forma correcta, no esperando en realidad que por nuestros actos tenemos que recibir el mismo pago. O esta otra que dice hacer el bien sin mirar a quien. Pero aqu en lugar del sin mirar a quin veamos a Cristo representado en mi prjimo

A quin no le gusta recibir una sonrisa, un buenos das, un comentario positivo? La sonrisa es un buen detalle prctico de amor al prjimo. Sonrer plcidamente, ser amable cordial y abierto con todos. Es un lenguaje universal; lo mismo lo entiende un polaco que un chino; muchas veces ayuda a quitar aquel polvillo rutinario del trabajo, que se ha ido acumulando a lo largo de las jornadas. Que ms prueba de amor al prjimo podemos dar? Esta es una forma sencilla y prctica. As construiremos un clima de benevolencia en nuestro alrededor. Hagamos la prueba!

El escriba hace una anotacin, que estos mandamientos valen ms que todos los holocaustos y sacrificios hechos a Dios para el perdn de sus pecados y para pedir gracias especiales. Que mi vida no tenga ya otra motivacin, ni otro sentido, ni otra meta que el amarte en los dems..

Dilogo con Cristo

Jess, la ms grande realidad de mi vida consiste, no en que yo te quiera, sino en que T me has amado primero. Aydame a vivir en el amor, a vivir para el amor y a vivir de amor, y as, poder entrar en ese estupor que coment el Papa Francisco: Qu es este estupor? Es algo que hace que estemos un poco fuera de nosotros por la alegra: esto es grande, muy grande. No es un mero entusiasmo, tambin los hinchas en el estadio se entusiasman cuando gana su equipo, no? No, no es solamente entusiasmo, es algo ms profundo: es el estupor que viene del encuentro con Jess (4/3/2013). Que mi vida no tenga ya otra motivacin, ni otro sentido, ni otra meta que el amarte en los dems.

Propsito

Luchar por erradicar toda falta de caridad, en mi familia y/o en mis relaciones sociales, e invitar a otros a hacer lo mismo, con gentileza y prudencia.

EL AMOR DE DIOS

SU AMOR EN NOSOTROS Y DESDE NOSOTROS

Carlos Padilla, Octubre 2004

La mayor historia de amor que jams se ha escrito y la mas apasionante es la que encontramos en la Biblia, la historia de amor entre Dios y Su esposa, nuestra alma.

Pero el hombre que no ha nacido de nuevo, de lo alto, es decir del Espritu, no comprende el amor de Dios. Por ello nuestro propsito ha de ser capacitarnos para que podamos amar con amor de Dios, haciendo uso de las herramientas que Dios nos da en Su Palabra, para que amemos con amor del Espritu, tanto a los dems como a nuestro esposo espiritual, el Seor.

DIFERENCIA ENTRE EL AMOR DE DIOS Y EL AMOR DEL HOMBRE

La diferencia bsica entre el amor de Dios y el del hombre es que Dios ama a los enemigos, la humanidad entera, y no espera la recompensa, es decir no necesita ser amado antes, sino que ama por naturaleza, porque el poder de Su amor es mayor que todo sentimiento que conocemos, y Su benignidad nos gua al arrepentimiento. Dios sabe cual es el resultado del amor por los enemigos, lo ha visto en la Cruz, El sabe el resultado en nuestras almas para la eternidad y le ha merecido y le merece la pena la gran batalla por nosotros, por sus hijos. Un buen padre lucha por sus hijos en el mundo, cmo no luchara nuestro Padre por nosotros para la eternidad?

El amor de Dios es tan fuerte hacia nosotros que ha dado a Su Hijo Unignito entregndole en la Cruz para morir en nuestro lugar, por nuestro pecado, o error, debido a nuestra desobediencia a Dios, esto es que queremos que Dios sea como cada uno de nosotros lo concibe en lugar de hacer Su Palabra: ...Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1Juan 2:17. Esa voluntad es que recibamos al Hijo de Dios como nuestro Salvador, porque l es el que bautiza con el Espritu Santo. Esto para los que le hemos odo estando en este cuerpo, pero tambin se encontrarn con l y Le oirn tras la resurreccin los que tuvieron y tienen un corazn volcado hacia Dios pero no conocieron el Evangelio.

El amor del hombre sin embargo est enfocado bsicamente en dos cosas, primero en sus instintos animales, incluida la maternidad, y segundo, el amor del hombre natural le gua a buscar el disfrute egosta de lo que tiene a su alcance, sin mirar al prjimo. El hombre por lo tanto ama el dinero, el poder, el xito ante los dems, busca ser reconocido, ser el lder, ganar en la competicin a base de humillar y batir a su prjimo, y para ello mata y est matando diariamente, como vemos en las noticias cada da. El amor del hombre solo piensa en l mismo, es enemigo de Dios, es del diablo, ni siquiera mira a su Creador.

El amor del hombre se diferencia poco del amor animal, que es por instinto de supervivencia meramente y como mucho de su propio clan, a veces ni eso, Can y Abel. Si tuviramos que hacer un resumen de la humanidad que presentarle a Dios y ver desde fuera el resultado del mundo del hombre, Cmo explicaramos las atrocidades cometidas, el hambre, las guerras, los gobiernos buscando solo el dinero y el poder? No podemos decir que el hombre tenga amor, sino afn por dominar, no tiene amor de Dios.

EL AMOR DE DIOS HACIA NOSOTROS Y DESDE NOSOTROS

Debemos entender estos dos enfoques de este amor:

Primero, el amor de Dios en Su obra eterna en nosotros, y el amor de Dios cada da en nuestras vidas.

Segundo, nuestro amor hacia nuestro prjimo en cuanto a la eternidad y nuestro amor a nuestro prjimo diariamente. ...amad a vuestros enemigos..., ...porque si solo amis a los que os aman, que mrito tenis...Lucas 6:32.

HACIA NOSOTROS

Para el primer enfoque sobre el amor de Dios hacia nosotros veremos el siguiente:

TEXTO CLAVE: ...16Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17Porque no envi Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por l. Juan 3.

Adems de lo que ha hecho por nosotros, Dios nos ama de tal manera que si andamos con l en nuestro caminar diario, en nuestras vidas, si le preguntamos a l en oracin, no dejar de ensearnos en Su Palabra, de avisarnos, de guiarnos y de darnos seales o sueos para que no erremos en todo lo que emprendamos. Esa compaa Suya es la que nos muestra cada da el amor que nos tiene, y esto lo experimenta cada uno en su intimidad.

Las cualidades del amor de Dios son infinitas, pero podramos vislumbrar que el amor de Dios procede de la esencia eterna y espiritual de la naturaleza divina; esta le confiere unas cualidades que por naturaleza no sentimos, pero que podemos comenzar a experimentar por el acercamiento de Dios a nosotros.

Al mismo tiempo, el amor de Dios ve mas all de los lmites de nuestro corazn, ve el resultado de Su obra en la dimensin eterna y es paciente, no se queda en el enojo, ni en la ira o en la venganza. En definitiva tiene la mira puesta en lo espiritual.

Por ello Jesucristo nos libra, adems de la muerte fsica en la resurreccin, de la verdadera muerte, la muerte espiritual en la relacin con Dios, si creemos en l ...18El que en l cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha credo en el nombre del unignito Hijo de Dios. 19Y esta es la condenacin: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron ms las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Juan 3.

Toda esa culpa de enemistad de la humanidad de todo tiempo, es la que por amor a nosotros Jesucristo ha bebido en aquella copa que el Padre le dio en el huerto de Getseman, y peda al Padre siendo el Hijo: ...Padre mo, si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hgase tu voluntad. Mateo 26:42, y un ngel vino a consolarle, Lucas 22:43. Ese ngel bien pudo ser el enviado que llevaba el amor de cada uno de nosotros hacia l, de cada uno de los que le hemos recibido, para que viese un atisbo del resultado de la obra que iba a hacer para la eternidad dentro de nuestras almas.

DESDE NOSOTROS

TEXTO CLAVE: ...En esto hemos conocido el amor, en que l puso su vida por nosotros; tambin nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 1Juan 3:16. Jesucristo es nuestro hermano.

En este texto se halla la respuesta a la pregunta que la humanidad ha buscado desde su existencia y que an hoy busca: Que es el amor? El amor es que Dios ha venido en la carne de Jesucristo, para dar Su vida por nosotros, porque nos ama, para salvarnos y darnos vida eterna en Su Reino de bendicin. Y yo le hago al lector otra pregunta: Recibir Ud. el amor de Dios, Le creer? Reciba a Jesucristo hoy si an no Le ha recibido.

Y adems de amar a Dios en Jesucristo, Cmo se manifiesta el amor de Dios hacia nuestro prjimo? Veamos la respuesta otra vez en 1Juan 3: ...tambin nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra l su corazn, cmo mora el amor de Dios en l? 18Hijitos mos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

Es decir, que nuestras vidas han de estar dispuestas para llevar la carga espiritual de nuestros hermanos, para sobrellevarlas y aliviarlas y compartirlas, y esto se hace por medio de oracin, en peticin a Dios en nuestro sacerdocio pero tambin fsicamente en las necesidades de la vida de cada da, como en la parbola del buen samaritano, y en la amistad espiritual con afecto fraternal.

Dos formas de obrar por los hermanos: una es la ayuda material, las buenas obras, pero la mayor es semejante a lo que Dios hace por nosotros, poner nuestras vidas por los hermanos. En el texto Griego la palabra usada para vidas es "psiche", mente y alma; poner nuestras almas en los sentimientos y nuestras mentes en la oracin por los hermanos nos lleva de nuevo al sacerdocio, donde una vida se ofrece en lugar de otra.

Dentro de nuestro sacerdocio de llevar nuestra propia cruz y las cargas en el yugo junto a Cristo, al encontrar la palabra mente, nos damos cuenta de que implica la oracin. Al orar por los dems, uno se niega a si mismo y dedica su mente a pedir por su prjimo, est poniendo su mente al servicio de Dios, de los hermanos y del prjimo, est poniendo su vida tambin.

Ahora bien, cmo se pone la vida o alma por los hermanos?.Vea el estudio Sacerdocio para encontrar la respuesta. NOTA: La traduccin de vida en lugar de alma es mas completa espiritualmente, ya que implica todo nuestro ser, y eso es lo que Jesucristo hizo, poner su vida fsica en cuanto a la sangre, su vida afectiva y emocional en cuanto al alma, su vida psquica en cuanto a su mente en la oracin, porque or por nosotros, se angusti, sufri en su corazn, en sus sentimientos, llev la pena nuestra, poniendo sobre todo Su vida espiritual, porque siendo el Espritu Santo en la tierra, no escatim morir y entregarse al Padre: ...en tus manos encomiendo mi espritu... Lucas 23:46 y sabemos que Espritu tena. Por ltimo su vida fsica, la del cuerpo.

LO QUE PRODUCE EL AMOR DE DIOS EN EL HOMBRE

Una vez que hemos recibido a Dios, y conocemos bien a Jesucristo, nuestro corazn se vuelca hacia nuestro prjimo y hacia nuestros hermanos.

Y el principal mandamiento "ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prjimo como a ti mismo", que nos recuerda Jesucristo, es lo mismo que la conclusin sobre cul es el fin de la Ley de Dios, por ello concuerda el mensaje y vemos a continuacin cual es la ley de Cristo: ...sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid as la ley de Cristo. Glatas 6:2.

Por lo tanto resumimos que tenemos dos maneras de amar al prjimo como Dios ama: una orar por nuestros hermanos y por los enemigos del Evangelio, y otra las buenas obras, pero ...Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos... Juan 15:13.

HACIA NUESTRO PRJIMO en cuanto a que por amor de Dios hacia ellos les anunciaremos la buena noticia del Evangelio, sabiendo que el mundo nos aborrece, como aborreci a Cristo crucificndole. Por ello vemos que la evangelizacin es por amor a nuestro prjimo, adems de la ayuda fsica que podamos aportar a los que necesitan y todo esto en el nombre de Jesucristo.

HACIA NUESTROS HERMANOS porque vemos en ellos que no hay temor porque hay amor, "...en el amor no hay temor..." 1Juan 4:18. Recibimos amor de Dios de personas que a veces ni conocemos, pero que al ser hermanos, hijos del mismo Padre espiritual, el amor entre los hermanos es alimentado por el Espritu Santo.

A veces hay que esforzarse, ya que por la carnalidad de cada uno hay personas que al ser de diferente etnia, edad, sexo o clase social pueden tener mayor o menor dificultad para amar a sus hermanos, pero esto es solo cuestin de crecimiento espiritual. ...Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte...1Juan 3:14 ...si os amarais los unos a los otros, todos conocern que sois mis discpulos... Juan 13:35.

La ltima parte de este estudio est dedicada a nuestro amado Seor.

COMO MOSTRAR A DIOS NUESTRO AMOR DE DIOS

Lo primero que hemos de demostrarle al Seor es que aceptando el Evangelio, recibiendo a Su Hijo Jesucristo, aceptando Su obra en la Cruz para perdn de nuestros pecados y para resurreccin, hemos llegado a recibir un cambio de mente "arrepentimiento", naciendo de nuevo y pidindole el Espritu Santo con el cual nos bautiza Jesucristo.

Lo segundo es estudiar la Biblia, con el fin de conocerle bien a l, y para conocer al ser humano y poder amarle con sus errores de manera que nos conozcamos a nosotros mismos. Que nos capacite para predicar el Evangelio, convirtindonos en discpulos, no en meros creyentes, cumpliendo sus mandamientos.

...Como el Padre me ha amado, as tambin yo os he amado; permaneced en mi amor. 10Si guardis mis mandamientos, permaneceris en mi amor; as como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Juan 15:9.

Finalmente poniendo nuestras vidas por Jesucristo al llevar Su yugo sobre nosotros y compartir la carga diaria de nacimiento y mantenimiento de los hijos de Dios en el mundo, hasta Su venida. Nuestro sacerdocio y nuestro calor y amor como hizo Abisag, la sunamita sirviendo a su seor el rey David en su ancianidad.

Pero hay dos cosas mas con las que mostrarle a Dios nuestro amor de Dios:

La primera es que el Seor, estando an en la tierra pidi a sus discpulos que en Su memoria partieran el pan y tomaran el vino; la Santa Cena. En ella se anuncian a los cielos, a la dimensin celestial donde est el Seor, los ngeles y potestades, que Jesucristo ha sido aceptado por nosotros, que damos gracias a Dios por tener ese pan que es Cristo, y que al comerlo, comemos Su esencia y nos reconocemos parte de Su cuerpo, y ese vino que representa Su sangre, la cual nos ha limpiado de nuestra esencia enemiga de Dios, del pecado o error, nuestra vestidura delante del trono de la Gloria, por la cual tenemos entrada en el reino eterno de Jesucristo.

Tomen la Santa Cena, queridos hermanos, mejor con hermanos en intimidad, a los que conocen bien, no en grandes congregaciones. Jesucristo lo hizo con los 11 discpulos. Hganlo a menudo, y si no tienen a ningn hermano para hacerlo, tmenla solos en alguna ocasin de necesidad, no pierdan el vnculo con Jesucristo, mustrenle su amor al Seor.

Y la segunda es la alabanza, porque en ella derramamos nuestro corazn delante de Dios, y Le demostramos nuestra alegra y nuestro amor por haberle conocido, compartir con l nuestras vidas y ser librados por l del mal, siendo nuestro Salvador y protector. Para terminar con la alabanza lea los Salmos 33 y 34 en su Biblia. ...Cantadle cntico nuevo... Salmo 33:3. Apocalipsis 14:3 y 14:7, Apocalipsis 15:3 y 4.

TEXTOS BBLICOS DESTACADOS

SALMO 91

14 Por cuanto en m ha puesto su amor, yo tambin lo librar; Le pondr en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

PROVERBIO 10

12El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrir todas las faltas.

JEREMAS 31

3Yahweh se manifest a m hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongu mi misericordia.

MATEO 24

12...y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriar. 13Mas el que persevere hasta el fin, ste ser salvo.

JUAN 15

12Este es mi mandamiento: Que os amis unos a otros, como yo os he amado. 13Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14Vosotros sois mis amigos, si hacis lo que yo os mando. 15Ya no os llamar siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su seor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que o de mi Padre, os las he dado a conocer. 16No me elegisteis vosotros a m, sino que yo os eleg a vosotros, y os he puesto para que vayis y llevis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, l os lo d. 17Esto os mando: Que os amis unos a otros.

JUAN 17

26Y les he dado a conocer tu nombre, y lo dar a conocer an, para que el amor con que me has amado, est en ellos, y yo en ellos.

ROMANOS 8

35Quin nos separar del amor de Cristo? Tribulacin, o angustia, o persecucin, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como est escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37Antes, en todas estas cosas somos ms que vencedores por medio de aquel que nos am. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podr separar del amor de Dios, que es en Cristo Jess Seor nuestro.

1CORINTIOS 13

1Si yo hablase lenguas humanas y anglicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o cmbalo que retie. 2Y si tuviese profeca, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8El amor nunca deja de ser; pero las profecas se acabarn, y cesarn las lenguas, y la ciencia acabar... ...13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

EFESIOS 2

4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos am, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jess, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jess. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se glore. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess para buenas obras, las cuales Dios prepar de antemano para que anduvisemos en ellas.

EFESIOS 3

19y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seis llenos de toda la plenitud de Dios.

EFESIOS 4

2con toda humildad y mansedumbre, soportndoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3solcitos en guardar la unidad del Espritu en el vnculo de la paz; 4un cuerpo, y un Espritu, como fuisteis tambin llamados en una misma esperanza de vuestra vocacin; 5un Seor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos... ...15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre s por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, segn la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificndose en amor.

COLOSENSES 3

14Y sobre todas estas cosas vestos de amor, que es el vnculo perfecto.

1PEDRO 4

8Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrir multitud de pecados.

1JUAN 4

7Amados, ammonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9En esto se mostr el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envi a su Hijo unignito al mundo, para que vivamos por l. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que l nos am a nosotros, y envi a su Hijo en propiciacin por nuestros pecados. 11Amados, si Dios nos ha amado as, debemos tambin nosotros amarnos unos a otros. 12Nadie ha visto jams a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13En esto conocemos que permanecemos en l, y l en nosotros, en que nos ha dado de su Espritu. 14Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15Todo aquel que confiese que Jess es el Hijo de Dios, Dios permanece en l, y l en Dios. 16Y nosotros hemos conocido y credo el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en l. 17En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el da del juicio; pues como l es, as somos nosotros en este mundo. 18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en s castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero. 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, cmo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21Y nosotros tenemos este mandamiento de l: El que ama a Dios, ame tambin a su hermano. Amn.

EL AMOR DE DIOS

Objetivo del tema: Creer y experimentar el amor personal e incondicional de Dios que es nuestro Padre.A. Dios te ama personalmente porque l es tu PadreAs dice Yahv tu Creador, el que te hizo: No temas porque Yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre, t eres mo (Is. 43,1).

Con amor eterno y gratuito te he amado (Jer. 31,3).Dios ama a todos los hombres pero tambin ama a cada uno de manera personal, como cada uno necesita ser amado. Si t fueras el nico habitante de todo el universo, Dios no podr amarte ya ms de lo que te ama, porque te ama con todo el amor de un Dios Poderoso.

Dios no nos ama por lo que nosotros hacemos, sino por lo que El es:Cual la ternura de un Padre para con sus hijos, as de tierno es Yahv para quienes le temen (Sal 103, 13).B. Dios te ama incondicionalmente porque l es amorPodr una madre olvidarse del hijo de sus entraas? Pues yo de ti nunca me podr olvidar (Is. 49, 15)

Dios es amor (1 Jn. 4,8)Dios no te pone ninguna condicin para amarte, El te ama precisamente como t eres en estos momentos: No importa lo que hayas sido o seas en el presente: pecados vicios o defectos. Dios te ama incondicionalmente, porque su amor no cambia. Incluso, todo fracaso, problema y hasta pecado en tu vida son ahora una oportunidad para que experimentes el amor de Dios que es siempre fiel.En la veleta que seala la direccin de los vientos, un hombre quito el gatillo y puso el siguiente letrero: Dios es amor. Queriendo decir que no importaba de dnde soplaran los vientos, si haba tempestad o calma, Dios siempre nos amaba. No importan las dificultades y los cambios. Dios siempre nos ama.Los montes se corrern y las colinas se movern, pero mi amor de ti no se apartar (Is. 54, 10)T no necesitas aparentar otra cosa de lo que t eres para que Dios te ame. Te ama como eres. Es ms, El te hizo as.

Dios te ama con tus cualidades y defectos. El no te ama por tus cualidades, sino con tus cualidades. Dios no te deja de amar por tus defectos. Te ama con ellos. Dios no ama lo que t haces, pero El te ama a ti. Te acepta y te acepta con amor.

Dios te ama con tus pecados y tus esfuerzos, seas rico o seas pobre. No necesitas ponerte mscaras delante de l. El te ama porque eres su hijo y no por otra cosa. No te ama porque t seas bueno, sino porque el bueno es l. Vean los pjaros del cielo. Ellos no siembran ni cosechan y Dios les da cada da su alimento. Nosotros valemos para Dios mucho ms que las aves y todos los animales juntos Vean los lirios del campo. Ellos no hilan ni tejen, y Dios los viste con belleza inigualable.Cunto ms a nosotros que somos sus hijos, aunque seamos pecadores. Es ms, El ama de manera especial a los pecadores. El peor de todos los pecadores es el ms amado de Dios, porque donde abunda el pecado sobreabunda su amor misericordioso. El ms pecador es quien puede experimentar ms perdn, gozo y esperanza, porque es el ms necesitado.C. Dios quiere lo mejor para ti porque eres su hijo.Dios, ciertamente te ama como eres, pero te ama tanto que no te quiere dejar as. l quiere algo mucho mejor para ti.

Precisamente porque Dios te ama. l quiere lo mejor para ti. El tiene un plan que El hizo con toda su sabidura y amor para ti.l tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que nosotros podemos pedir o pensar, con su Poder que acta en nosotros (Ef. 3, 20)

Su plan supera mucho lo que tu te imaginas o puedes pensar para tu bien. Como el cielo aventaja la tierra, as aventaja su plan al tuyo (Is. 55,8) Desde un principio nos cre a su imagen y semejanza, llenos de su amor y cocreadores con l, capaces de ser sus representantes en este mundo. Nos cre en armona perfecta: con l: una relacin personal, ntima y permanente. con los dems: relaciones de justicia, verdad y servicio. con nosotros mismos: con seguridad, paz y dominio propio. con toda la creacin: siendo libres y no esclavos de las cosas de este mundo Nos llen de felicidad con su gozo, paz y unin.

D. Dios tom la iniciativa para amarteDios te ama, y lo nico que te pide es que creas en su amor, que creas en l, que confes en su plan, ms que en el tuyo.

Lo primero que Dios nos pide no es que le amemos, sino que nos dejemos amar por l. Slo manifistale que quieres experimentar su amor por ti.

No se trata de que nosotros intentemos llegar a l. Es l quien quiere llegar a nosotros. No se trata de que nosotros lo alcancemos a l, sino de que nos dejemos alcanzar por l. Antes de que nosotros comenzramos a buscarlo. El ya nos andaba buscando. l tom la iniciativa.

Un da, Saulo de Tarso decidi perseguir a Jess y emprendi el camino de Damasco para apresar a los cristianos. Sin embargo, era Jess quien lo iba persiguiendo a l, hasta que lo alcanz y lo tir del caballo. En ese momento Saulo qued preso, preso del amor de Jess.Dios lo sedujo y l simplemente se dej seducir. (Jer. 20, 7)

Escribiendo a los Glatas les dice:Ahora que amis a Dios; o mejor dicho, ahora que Dios los ama a ustedes... (Gal. 4, 9).Es que no fueron los Glatas los que amaron a Dios. Primero Dios los am a ellos.

El amor no consiste en que nosotros amemos a Dios sino en que l nos am primero (1 Jn. 15, 16). No fuimos nosotros los que lo elegimos a l. l nos eligi primero (Jn. 15, 16).Nosotros no le hacemos a Dios el favor de amarlo. Es l quien nos favorece a nosotros con su amor que es eterno.

A veces nosotros buscamos a Dios y lo queremos amar. Pero nadie puede amarlo si antes no ha experimentado su amor. Hay que hacer un alto, detenernos y dejarnos alcanzar por l, por su amor.CONCLUSION

Dios ama a todos los hombre porque todos somos sus hijos y hechura de sus manos.

Ama a los buenos y a los malos, hombres y mujeres, catlicos y protestantes, ateos y perseguidores de la Iglesia, Sacerdotes, lderes sindicales, cabareteras o prostitutas. Nos ama a todos porque todos somos sus hijos.

Dios no nos ama por lo que hacemos, sino por lo que somos: sus hijos. Dios no nos ama porque nosotros somos buenos sino porque el Bueno es l. No nos ama porque nosotros lo amamos, sino porque l es amor (1 Jn 4, 8).TE SALUDA TU AMIGOSEBASTIAN AGERO (MONITOR)