QUIÉNES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS7

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QUINES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS? (II)CAPITULO III. (III)Eduardo Pedro Garca RodrguezBuenaventura Bonnet, aventura la llegada a las islas de Fuerteventura y Lanzarote, de una de las expediciones de ocupacin procedente de las costas del continente, esta expedicin parti del Cabo Num entre los aos 1.150 al1.110 a.d.n.e., (correspondiente a una segunda oleada)Conociendo como efectivamente conocan, el arte de la navegacin, bast que se apartaran un poco de la costa africana, para reconocerlas y asentarse en las tierras recin descubiertas.Es indudable que las tribus al penetrar en las Canarias encontraron en el Archipilago una poblacin troglodita perteneciente a la raza de Cro-Magnn con la que tuvo que luchar, hasta que se fusionaron en parte, o celebraron pactos respetando el territorio que ocupaban ambos y su mutua independencia.De las tribus que se arriesgaron a la empresa, la principal o directora del movimiento sera la de los Mahu-hara que antes de ahora hemos nombrado. La expedicin parti del cabo Num donde mueren las ltimas estribaciones del Anti-Atlas y desemboca en el Draa, puntos geogrficos bien sealados para indicar una nueva ruta a los pueblos emigrantes.Los invasores arribaron a las costas orientales de Fuerteventura por algunos de sus puertos, tales como el de las Lajas, Tegurame o el de Tuineje.Continua Bonnet exponiendo su teora sobre la ocupacin de diferentes partes de la isla por los recin llegados, afirmando que stos construyeron ciudades y fortificaciones desde las que se defendieron no slo de los primitivos habitantes de la isla sino de posteriores invasiones provenientes tambin del continente, dice adems que estas construcciones estaban formadas por grandes piedras muy bien trabajadas pertenecientes al tipo llamado ciclpeo o pelsgico anlogo al usado en Micenas o Argos. Igual procedencia le atribuye a la muralla que separa la Pennsula de Janda del resto de la isla, apoyndosepara esta afirmacin en la supuesta autoridad literaria del frayleJ. Abreu Galindo.Es sorprendente que autor, tan bien documentado en cuanto a las razas humanas, no nos aclare quienes eran stos habitantes trogloditas pertenecientes a la raza de Cro-maon que ya ocupaban las islas, y en que poca anterior a los Cro- man arribaron a las mismas, extremos stos que nos es aclarado por el paleontlogo don Francisco Garca Talavera, como veremos ms adelante.Creemos oportuno hacer algunas observaciones a los planteamientos de Bonnet, empezando por los habitantes que moraban en la isla cuando la arribada a sta de la segunda oleada de inmigrantes, no es probable que los antiguos habitantes fueran tan numerosos como para ofrecer una tenaz resistencia a los nuevos invasores, o por el contrario los recin llegados deban ser pocos. En cuanto a las construcciones ciclpeas, no lo debieron ser tanto ya que poco ms de dos milenios despus no existan tales construcciones, y aunque los restos que hasta nosotros han llegado son de proporciones considerables, no son lo suficientes ciclpeos como para compararlos con los de Creta o Micenas, en cuanto a la muralla que separa en dos partes a la isla muy bien pudo ser construida para formar un gran redil para concentrar el ganado guanil o como reserva de pastos en los que los rebaos pudiesen pastar en determinadas pocas del ao. Es probable que, aunque la isla estuviese dividida en dos reinos, el relativamente reducido espacio que ocupa la Pennsula de Janda no sera uno de ellos, ya que este restringido y rido territorio es insuficiente para sostener a una comunidad humana de cierta entidad, y mucho menos para sustentar los rebaos necesarios, que eran la base econmica de la poblacin.Posteriormente, se produce otra arribada a las islas de la tribusChahunprocedente del continente, esta vez parten del cabo Juby, y no del cabo Num como la anterior. Estas tribus probablemente procedan de los montes Atlas, segn se desprende de lo expuesto por Plinio en su historia natural refirindose al Atlas, (L.V, cap. I.)Los que habitanlos ms cercanos montes llenos de elefantes y fieras y todo gnero de serpientes, se llaman Canarios, porque el sustento de los perros es el mismo que el suyo, y comparten con ellos las carnes de las fieras.Por los datos que nos suministra Plinio, podemos ver que losChahunsupieron desde tiempos remotos domesticar y utilizar a los perros como ayuda en la caza y control de los rebaos y, por consiguiente, compartan con ellos parte de los despojos de las piezas obtenidas, de ah el ancestral afecto que el hombre canario a profesado a los perros.Apunta AbreuGalindo y otros autores, que la isla de Canaria toma el nombre de unas tribus que habitaban las faldas del monte Atlas y a quienes los dems habitantes de la regin llamaban Canarios o Canari, aventurando que los primeros en descubrir y habitar la isla fueron estos Canarios, dando por consiguiente nombre a la misma, la cuestin es que, a juzgar por lo expuesto, estos autores desconocan que los naturales daban a la isla el nombre de Tamarnt o Tamernt, nombre de origen pnico, por lo que creemos que el nombre de Canaria le fue impuesto a la isla por los primeros europeos que en la baja edad media aportaron a ella para efectuar razzias de esclavos y ganados. Tambin cabe la posibilidad de que la isla tomara el nombre de la tribu Canari, una de las transportadas por los fenicios cartagineses para la fundacin de factoras en las islas. Esta tribu indudablemente acab imponindose a los primitivos habitantes.Veamos la probable ruta seguida por estas tribus hasta aportar a las islas: desde los montes Atlas, losChaunoKahunse fueron acercando a las costas de Mauritania, Tholomeo (libro V, Cap. VI) afirma que exista en el continente un cabo denominadoChahun extrema, es decir la ltima canaria, lugar que se corresponde con el actual cabo Juby, (el cual toma su nombre actual delrey Juba II, quien orden un reconocimiento de las islas, usando informacin tarda obtenida de los romanos) siendo este punto el ms meridional alcanzado por las tribusChahun.Desde el caboChahun extremala nueva emigracin aportara a las costas de Fuerteventura, y desde el sur de esta isla navegaran hasta la de Gran Canaria, invadindola por la parte oriental y por el sur dominando como hemos dicho a la poblacin pre existente.Origen de los guanches de las islas de Chinech (Tenerife), Benehuare (La Palma) yEcero o Hero ( Hierro). Sobre la procedencia de estos pueblos, al igual que con los del resto de las islas, existen varias teoras, una de ellas es la que vamos a desgranar a continuacin de manera somera.Aproximadamente a unos112 kilmetrosal sur de cabo Tenez, en Argelia, al norte de Orlaenville, existe unacadena de montaas llamadaGebel Guanxeris o Guancheris, como es sabido muchas tribus y pueblos mazighios acostumbran a tomar el nombre de los lugares donde habitan, (dato ste corroborado por los gegrafos Vidal de la Blache, C. de Almeida y el historiador Cesar Cant en su Historia Universal,) teniendo en cuenta la indudable analoga de esta voz con la de guanche con que se designa a los habitantes de Tenerife, La Palma y parte de los del Hierro, (y por extensin a todos los habitantes de las islas) podemos presumir la procedencia del pueblo guanche como de los alrededores de la mencionada Gebel Guanxeris.Si bien los habitantes de Tenerife yLa Palmatenan el nombre comn de guanches; los de sta ltima tenan la denominacin particular de Haouarythes o Auaritas, (segn algunos autores) y en muy poco o en nada diferan de los de Chinet.Vamos a tratar de acercarnos a la procedencia de este pueblo, nos remontaremos a los faraones egipcios dela XIIdinasta, especialmente en el reinado de Amenemhait III. Este faran es posible que fuese el fundador de una ciudad que ms tarde se llamara Cocodrpolis, (Diodoro de Sicilia, I, 89,8) o por lo menos erigi all monumentos cuya naturaleza, mal comprendida en la poca helnica, dio origen a la leyenda del lago Moeris y a la del Laberinto, cuenta Herdoto (lib. II, CXLVIII y siguientes.) Que,Un faran Moeris, haba construido a pocas leguas ms arriba de Mnfis y al Occidente, un depsito inmenso en el cual almacenaba el exceso de aguas de la inundacin.ste depsito era el lago Moeris de los clsicos, cerca del Fayma actual, donde la cadena lbica se interrumpe bruscamente y descubre la entrada de un valle que, ahogado al principio entre las paredes de lamontaa, se ensancha a medida que se interna en direccin al poniente y acaba por abrirse en anfiteatro. Pero en fin, el hermoso lago Moeris, no pasa de ser una sugestiva leyenda, lo que realmente vio Herodoto fue la inundacinmoiri,y lo que tom por diques que constituan el recinto del depsito no era otra cosa que las calzadas que separan una de otra las cuencas. En cuanto al laberinto, no era palacio deslumbrante que nos describe el padre de la historia, sino la ciudad que Amenehait III, fund como dependencia de la pirmide, como era habitual y cuyas ruinas pueden verse cerca de la aldea deHaouarah.Caristis-Jomard, en suDescriptin des ruines situes prs de la pyramides d Hauoarahen Descriptin de lEgypte, tomo IV, pginas 478-524, y Lepsius en su Briefen ans Aegipten, pgs. 74 y siguientes, ponen fuera de dudas la fundacin de la primitiva ciudad por Amenemhait III, la que ms tarde bajo el reinado de Ramss III, sera poblada por tribus libias, stas tomaron el nombre de la ciudad que habitaron. DeHaouarahderiv la vozHaouar-ythes, terminacin sta ltima de origen griego que significa pobladores, descendientes, y tambin valientes o guerreros, como enhopl-ytes.La traduccin ser: los oriundos o los valientes de Haouarah. Unidos con losGuan-shait,los hombres de las tierras del lago,fueron emigrando en etapas sucesivas haca el occidente, hasta Argelia, invadiendo Marruecos y desde all, posiblemente impulsados por las sequas o el empuje de otros pueblos a las Islas Canarias, establecindose principalmente en las islas de Tenerife y La Palma, (Benehoare= Ben-descendientes (los de la tribu) deHaouarah.)Aunque a algunos les pueda parecer quela distancia recorrida por estas tribus pueda parecer larga, debemos recodarles que las distancias recorridas por los iberos desde el Cucaso a hasta Espaa, los germanos desde el centro de Asia, y los rabes desde el centro de su pennsula atravesando todo frika hasta Espaa y sur de Francia, fueron notablemente mayores.En buena medida se puede aplicar a la isla del Hierro lo expuesto para el resto del Archipilago, aunque algunos autores sugieren tres etnias como primitivas habitantes de la isla, y que clasifican de la siguiente manera: Tribus de crneo dolicocfalo, de gran estatura, frente ancha, rbitas rectangulares prolongadas en el sentido horizontal y coronadas de fuertes arcadas superciliares; la cara muy ancha en la parte superior y la nariz recta y corta.Entre las tribus que sucesivamente fueron ocupando la isla del Hierro, Hero oEcero,cabe destacaruna de indudable origen semtico, de estatura ms baja, de crneo dolicocfalo tambin y a veces subdolicocefalo, menos alargado que el de los guanches, y perfectamente ovalado: con cara alta y estrecha, ojos tambin altos, redondos muy abiertos, con arcadas superciliares poco salientes, nariz larga y estrecha, con escasa depresin en la raz, pmulos deprimidos, maxilares estrechos y barbilla un poco puntiaguda y saliente. Estos hombres vivan en un estadio menos desarrollado que los de las otras islas. Su economa se basaba en rebaos de cabras, ovejas y cochinos (cerdos), y del cultivo de cereales, basando su alimentacin en carne asada, leche y mantequilla, posiblemente practicaran algn tipo de pesca de costa. El marisqueo est ampliamente documentado en los antiqusimos concheros que existen en varios puntos de la isla. Tambin utilizaban races de helechos las cuales una vez limpias y secas molan, consiguiendo una harina que empleaban como gofio, con el que alimentaban especialmente a los nios recin nacidos, dndoles de comer usando como cucharas unas races hilachadas o hilachazas las cuales llamabanaguamanes.Eran de por s de carcter bastante melanclico, aunque extremadamente sociables y muy aficionados a lasGuativoasoGuatativoas, banquetes comunales en los que participaban toda la comunidad, bailaban y cantaban endechas en extremo triste acorde con su carcter natural. Careciendo de instrumentos muscales, se acompaaban con el sonido de las palmas de las manos hacindolas sonar de manera rtmica y acompasada. Vestan de manera similar al resto de las islas, y dorman sobre pieles y paja de helechos.La prctica de la religin estaba diferenciada por sexos, las mujeres adoraban a una deidad denominadaMoneibay los hombres a otra que llamabanEra Orahan, varianteEraorahan,tenan por cierto que el espritu del mal se les apareca en forma de cerdo al cual llamabanAranfaibo. La principal fuente de agua de la isla la constitua un rbol, probablemente un Til, (posiblemente unOreodaphne foetens Nees,) al que llamabanGaroeo rbol santo. El ncleo de poblacin ms importante era la aldea deAmoco,rebautizada por los espaoles como Valverde. A la leche llamabanachemen,a la mantequillamulany a las races de helechosharan.Esta ltima es la palabra de pan, pero no representa la forma silhaaggurn(deawwurn), sino que se aproxima al gadamsabaren, mzab.wargla, senhazaaren.Posiblemente se presente aquharenconho, simplementearen.En mazigio no encontramosguatibao(banquete) es posible que sea error de escritura,Tinubgaes la hospitalidad y, tal vez hayamos de leer bgael sospechoso bao. Pero tambin puede haber otra formacin anloga.Amoco,es palabra que recuerda al silha tuga pradera, que bien puede traducirse porvalle verde. Entugael artculo femenino est fusionado con el nombre. En Titoreygatra hay un cortijoUga, citado por Berthelot que quizs sea igualVga, citado por Torriani.En la costa de Ecero, hay unas rocas llamadaRoque del Zalmor, en las que haba grandes lagartos. Se trata aqu deZalmor. Nada sera ms natural que haber llamado a lasrocas roques de lagartos.En silhatazelmemuites el lagarto, en la kabiliatazermemuity en ghadamstezeruit.EnZalmorhay un colectivo sin artculo, cercano al silhaazelmamuen el Sus. Suponemoszalmum.Despus de esta digresin centremos nuestra atencin en el tercer grupo significativo, ste est compuesto por individuos braquicfalos, de crneo corto y narices anchas, cuyas caractersticas se corresponden con los habitantes deLa Gomera, como veremos ms adelante, de los que un pequeo grupo se asentaron en Gran Canaria. La mayor proporcin de la poblacin herrea estaba compuesta de guanches, tal como expone Ren Verneau, y reafirma Buenaventura Bonnet en la interpretacin que hace del gentilicio bimbace o Bimbacho, como veremos a continuacin:Opinamos sinceramente que los habitantes del Hierro, los Bimbachos, no era un pueblo distinto al de Tenerife, sino al contrario un ramal de aquellos que se traslad a la isla del Hierro, como lo izo antes en La Palma. Procuraremos demostrar tal acerto. Mr. d Avezac dice que el nombre de Bimbachos provena de la voz rabe o berbere Beny `Bachyrs o Ben Bachirs, con cuya etimologa se conforma Berthelot an cuando no explica su origen.Nosotros discrepamos de tal denominacin, ms para ello hemos de hacer presente a quien nos lea, que en rabe y en berber slo existen tres mociones o signos para expresar los cinco sonidos de nuestras vocales;unos traducen por a y otros por e, la primera de dichas mociones, denominada fataja; la segunda quesra por la e o la i; y la tercera, damma una veces por o y otras poru.Siendo esto as, vemos que segn Abreu Galindo, pg. 197, los habitantes de la isla de Tenerife haban tomado el nombre de Bincheni, corrupcin segn el seor Berthelot de Beny`Cheni, transformado en Ben-Cheni o Bin-Cheni, segn opinamos de conformidad con las reglas enunciadas. Tambin pudo deribarse esa ltima palabra de Beny`Chinerfe, y sta de Tchinerfe. Como Beny o Ben significa hijo, descendiente o tribu, y Chenerfe o Tchinerfe, Tenerife, la traduccin sera hijos deTenerife.De la voz Bin-cheni nace la de Bin-Ben-Cheni o Bin-Ba-cheni (transformada la e en a o sea Binbanche o Binbache por prdida de la segunda n, al pasar esa voz al castellano), cuyo primitivo origen fue Ben-Ben-Cheni, que quiere decir en berber hijo de los hijos de Tenerife; as el nombre de Binbachos expresa claramente que un ramal guanche de Tenerife pas al Hierro.En referencia a un modesto trabajo mo, publicado en la separataLa Prensadel peridico localEl Da,en el cual hago referencia a una interpretacin que del gentilicio Bimbache, hizo Don Buenaventura Bonnet, el investigador canario don Antonio Cubillo Ferreira, tuvo la gentileza de enviarme unas corteses lneas en las que me expone su desacuerdo en la interpretacin que del gentilicio Bimbache hizo el mencionado Sr. Bonnet. Entiendo que la aportacin del Sr. Cubillo puede ser esclarecedora del tema, por ello, me tomo la libertad de reproducir en estas pginas, parte del contenido de la mencionada nota:...De acuerdo con lo que dice sobre la piedra Zenata y sobre mi estimado amigo el Pro. Muoz. Noto sin embargo al leer su art. que admite la traduccin del Sr. Buenaventura Bonnet para el significado de Bimbache y Bincheni. Aqu el Sr. Bonnet se equivoca en la partcula BEN aunque por otro lado acierta sobre el origen de los Bimbaches. En efecto, BEN significa hijo de ...en las lenguas semitas pero no en el berber donde hijo se dice AITU y tambin AIT.Pero qu ha sucedido con los muchos BEN..., que existen en Canarias como antropnimos o como topnimos.?Cuando los castellanos llegaron a Canarias se encontraron con un pueblo y una lengua que tena la consonante W y en el castellano esta letra no exista. Sin embargo ellos deban traducirla o copiarla tal como la oan, por ello una veces empleaban la G y otras la B castellana. Publiqu algo de esto en una publicacin hecha hace unos aos donde empec estudiando el castellano del s. XV para ver como los conquistadores oan a los guanches y como lo escriban.En Canarias exista una variante dialectal dondela Ase pronunciaba cerrada convirtindose en E. Para decir el de. TAIGA.. decan los guanches WA-N-TAIGA y los castellanos oan: BENTAIGA y al escribirlo sustituan la W por una B de donde sala una palabra empezando as BEN.....WA-N berber siempre significa el de... y el plural se dice WIN, es decir los de.Aqu se da el mismo fenmeno para el odo de los conquistadores y escriban BIN.En lo de BINCHENI, es fcil de ver de donde viene: WIN-CHINET, es decir los de Chinet, podra ser una solucin. y como se llega a Bincheni?. Fcil, en guanche si dice WIN-CHINET tiene un efecto eufnico que tiende a transformarse con el tiempo, por evolucin natural de la lengua en WINCHENIT, que es ms fcil de pronunciar con inversin de la I en E y cuando los conquistadores llegaron ya se haba producido la evolucin, pero ellos oyeron y escribieron BINCHENI, con cada de la T-, final.Lo de Bimbache, hasta el momento no se de donde viene. Desde luego no tiene nada que ver con el nombre de la isla que era, HERO. Pudiera ser que era otro grupo humano venido de otra parte, o que estaban en otra parte de la isla y se diferenciaban de los primeros por otro origen; no se por el momento.Hemos querido dejar en ltimo lugar el estudio de los primitivos habitantes de la isla de Ghumara por las especiales caractersticas tnicas que muestran notables diferencias con el restode los antiguos habitantes del Archipilago. Esta particularidad es debido a que no recibi aportes poblacionales importantes despus de la primera arribada mantenindose prcticamente pura, exceptuando dos pequeos grupos compuestos de individuos con ascendencia cromaoides prehistricos y semitas histricos, el resto mayoritario de la poblacin lo compone un tipo racial del cual Verneau, dice:otro tipo de crneo corto y narices anchas y cuya procedencia se ignora, constitua una pequea minora de Canaria y Hierro, y abundaba en la Gomera. Era de pequea estatura, sepultaba sus cadveres en cuevas, y el ncleo principal resida en la Gomera.y a la cual Buenaventura Bonnet, imbuido por su espritu nacionalista se empea en encontrar para la misma un origen europeo,denominndolaraza deFurfooz.Veamoslos planteamientos que sobre los primitivos gomeros expone Bonnet, Todava florecientes las tribus de Cr-Magnn, vivan al occidente de Europa otras razas, que se distinguan por ser ms o menos braquicfalas. Estas razas estuvieron representadas por escaso nmero de individuos hasta la dispersin los cazadores del reno, en que nuevos grupos vinieron a repoblar los lugares que stos dejaron vacantes. Estos nuevos pobladores no desarrollaron su historia sino en el periodo neoltico.continua ms adelante diciendo: Una particularidad de esta raza era la frecuencia de la perforacin oleocraniana del hmero, que se encuentra en 25 individuos de ciento a principios del periodo neoltico. Esta perforacin que se interpret equivocadamente como carcter simio, o por lo menos de inferioridad, es comn en mayor o menor grado en casi todas las razas actuales. Sin embargo en las dos primeras razas fsiles, la de Canstad y la Cro Magnon, no se ha observado dicha perforacin, lo cual prueba e induce a creer que fue introducida en Europa por la tercera raza cuaternaria, la de Furfooz...Estos hombres pulimentaban la piedra; vivan en moradas o en cuevas; en estrechas canoas surcaban los lagos y las costas de los mares; disponan de alimentacin: pescado, carne, leche, frutas de todas clases, la mayor parte de nuestros cereales y algunas legumbres; posean animales domsticos, el perro, el buey, la cabra, la oveja, el cerdo y quizs el caballo; sin dejar de ser cazador y pescador, es principalmente pastor, y se ensay en los rudimentos de la agricultura; tallaba la piedra con admirable perfeccin, la puliment y supo elaborar una cermica, si tosca, no desprovista de cierta elegancia.Con el coral, mbar y otras materias, trabaj pendientes, collares y brazaletes de formas muy variadas; viva en sociedades bastantes numerosas, organizadas en clases por la divisin del trabajo; consideraba a la mujer a cuyo cargo estaban las faenas de la casa y quizs las del campo; en cuevas naturales entierra a los muertos, cree en la inmortalidad del alma y en la existencia de otra vida, practica la magia y rinde culto a los espritus, apareciendo as las manifestaciones ms primitivas del sentimiento religioso.De las descripciones anteriores se ve perfectamente que entre los crneos estudiados por Verneau en la Gomera y los de la raza Furfooz, existe una verdadera conformidad. El crneo es corto en ambas, las fosas nasales anchas, la estatura pequea y sepultaban a sus cadveres en cuevas naturales. La semejanza es tan notable que no es posible rechazarla.Del examen verificado por nosotros en el Museo Municipal de hmeros gomeros autnticos, hemos comprobado con verdadera sastifaccin que tambin tienen perforada la fosa oleocraniana. La identidad, es pues, indiscutible....Este derrotero conviene en un todo con las narraciones histricas. Gomer, fue hijo de Jophet, segn la Biblia, progenitor de los cimerianos que se establecieron en el norte del Ponto Euxino (mar negro), extendindose despus por parte de la Grecia, Italia, Alemania y Francia. Parte de la descendencia del mismo Gomer se estableci en el pas que fue de los glatas, en la Galacia, regin del Asia Menor, que en tiempos de los emperadores romanos form parte de la provincia del Ponto, afirmacin que se deduce el hecho de que los pueblos anteriores a los glatas en la posesin de aquel territorio se llamaban Gomares, descendientes de Gomer. A stos alude Ezequiel en su profesa, cuando habla de los pueblos de Gog, que se reunan contra Israel.Del Asia Menor, esos pueblos de espritu aventurero y expansivo se trasladaron al Africa. De los Gomares del Ponto descienden los Gomer, una de las cinco antiqusimas tribus que poblaron Berbera, sobre todo en las costas del Mediterrneo, desde los confines de Ceuta hasta el ro Muluya, que en otra poca dividi la Mauritania Tingitana de la Cesariense.De estas regiones, los Gomer o Gomeros, por etapas sucesivas aportaron a la Canarias, principalmente a la isla de la Gomera, que de ellos es indudable que tom el nombre, como tambin, Vlez de la Gomera.(B. Bonnet, 1925:161-168).Segn Antonio de Lebrija (Dcada 2. l.4, cap.3), en frica existe un belicoso gnero de hombres que se llaman gomeros, y se suelen asoldar para la guerra, que andan a viva quien venza, y estas mismas cualidades se encuentran en nuestros gomeros.Ante ste cmulo de incertidumbre sobre nuestros ancestros, un sabio francs enamorado de la rica cultura de nuestros antepasados, vino a ponerun poco de luz y orden en ste cajn desastre en que la historiografa oficialhaba convertido la Historia de Canarias. En su libro publicado en 1890, premiado por la Academia de Ciencias de Pars,Cinco aos de estancia en Canarias,el doctor Ren Verneau, (1852-1938) acaba suintroduccin a la obra mencionada con las siguientes palabras:...Quizs este libro interese al lector, aprendiendo enl lo que han sido son las islas Afortunadas, demasiado alabadas por unos, demasiado despreciadas por otros y mal conocidas por casi todos.Creemos que este pensamiento de Veneau, encierra todo un compendio sobre la realidad social y cultural en Canarias, ya en el encabezamiento del primer captulo de su obra nos advierte que:Estas no son ni la Atlntida, ni las Grgades, ni las Hesprides, ni los Campos Elseos de los griegos.Verneau, con toda su carga cientfica nos describe la autntica historia de este nuestro pueblo. Un pueblo otrora autosuficiente, noble y orgulloso de su patria y portador de unos valores ticos y humanos superiores, se vio sin transicin previa en una situacin donde el hombre es explotado de manera inmisericorde por el hombre hasta las mximas consecuencias. Verneau desarrolla la micro historia, alejada de las rimbombantes historias de cartn piedra creadas para satisfaccin y adulacin de unos pocos colonizadores sin historia. La historiaque nos muestra Verneau, es la real, la de unos canarios embrutecidos por el corrompido poder colonial y sus fieles cancerberos, la oligarqua y el caciquismo locales, nos muestra un pueblo plagado de enfermedades, de miserias sin cuento, infectado por los piojos, las chinches y las pulgas. Las enfermedades de piel y pulmonares son tan frecuentes que se aprende a mal vivir con ellas como si fuesen un hecho natural, y donde adems la mendicidad es la principal ocupacin de los habitantes de las islas, esta situacin de extrema miseria obliga a buscar en la brujera remedio para sus enfermedades, que una medicina sostenida por y para los ricos se niega a darles, y un consuelo espiritual que la corrompida iglesia catlica les niega simplemente porque no pueden pagarlo. Esta fue la verdadera realidad social del pueblo canario-mazigio y no la que edulcorados autores han pretendido trasmitirnos. Si bien la situacin descrita tuvo lugar en un tiempo pasado no muy lejano, estimamos oportuno recordarlo por dos razones: la primera, porque en la actualidad continua existiendo en Canarias un mayor ndice de pobreza que en tiempos anteriores, si comparamos el nmero de habitantes actuales con el de pocas pasadas; segundo porque, lamentablemente, los ciclos histricos en Canarias suelen repetirse ms veces de las que desearamos.6.4 LA PIEDRA COMO SOPORTE TRASMISOR DE CULTURASCuando consultamos algn tratado sobre la Historia del Pueblo Guanche, invariablemente nos encontramos con que, todo lo referente al periodo histrico pre-colonial, los autores lo encasillan como prehistoria guanche. Como hemos dicho, entendemos que este vocablo referido a un periodo de nuestro pasado no es adecuado, ya que este trmino se aplica a aquella parte de la historia del hombre de la cual se tiene conocimiento mediante los estudios arqueolgicos sin que medien documentos escritos.Por consiguiente, si tenemos en cuenta que la definicin de prehistoria se aplica a un pasado anterior a la historia escrita (al margen del tipo de soporte empleado para la escritura), el periodo histrico de Canarias a que nos referimos debe ser tratado como Historia Antigua o Historia Precolonial, ya que abundan los documentos escritos antes de la invasin y conquista del archipilago que tratan del mismo, estando escritos -adems- en el soporte ms perenne que el hombre ha usado para trasmitir sus mensajes a la posteridad, dejando reflejados en l sus pensamientos, perpetuar el recuerdo de hechos acaecidos, las suplicas a sus deidades e incluso sus leyes, este soporte no es otro que la piedra.En cuanto al estado actual de la cuestin sobre nuestro patrimonio arqueolgico y etnogrfico, da la impresin de que en torno al mismo se ha creado en Canarias una especie de comisarios culturales que se han autoerigido en los nicos interpretes del pasado cultural de nuestro pueblo, amparndose en la profesionalidad o especialidad que les confiere sus ttulos acadmicos, y que les sirven para formar crculos blindados donde slo unos pocos privilegiados que, creyendo estar enposesin de la verdad absoluta sobre el acontecer histrico, deciden a su antojo que parte de nuestro pasado puede ser divulgado o no, dndose el caso de que determinados medios de comunicacin no publican los trabajos que les presentan algunos estudiosos de nuestra historia sin antes pasarlos por la censura de los directores de ciertos organismos. Por otra parte, es frecuente que cuando estos profesionales realizan alguna prospeccin o estudio en los yacimientos arqueolgicos canarios, los resultados obtenidos suelen manejarse entre los miembros de un crculo muy limitado de especialistas o son publicados en revistas especializadas extranjeras, o en otras locales tambin especializadas yde difusin muy limitada porsus precios elevados, por ello los canarios de a pie nos vemos obligados a ignorar los avances habidos en este campo, a pesar de que, tanto los estudios realizados, como quienes los llevan a cabo, se sustentan de los presupuestos procedentes de los impuestos que pagamos todos los canarios. Sera deseable que, tanto estos profesionales como los organismos de que dependen, mantuviesen un contacto ms frecuente con la sociedad a travs de los medios de comunicacin populares locales, para que los ciudadanos estemos debidamente informados de los avances llevados a cabo en esta importante parcela de nuestra cultura.Cuando se hace referencia al primitivo pueblo canario, se nos dice, con cierta carga peyorativa, que ste era un pueblo estancado en la era neoltica. Es indudable que quienes as se expresan conocen de manera muy superficial nuestro pasado. Si bien es verdad que en aquellas islas donde abundan las cuevas amplias y espaciosas stas eran preferidas como habitacin, no es menos cierto que las mismas eran ocupadas por soloun 20% de la poblacin, el resto viva en poblados de casas construidas de dobles piedra seca, y con la techumbre compuestas de troncos y paja o ramas, cubiertas con una torta de barro o bien con lajas. La mayor parte de las cuevas utilizables eran dedicadas a centros culturales y hospitales, pero principalmente para guardar los ganados, principal fuente econmica de la sociedad guanche. Las cuevas situadas en lugares escarpadosde difcil acceso eran destinadas generalmente para guardar granos, otras que reunan determinadas caractersticas se usaban como sepulturas. Siendo la sociedad guanche esencialmente ganadera, y quepracticaba la trashumancia estacional desplazando grandes rebaos, como es natural, poco inters pusieron en desarrollar una cultura urbana. An as, quedan suficientes vestigios arqueolgicos para afirmar que en pocas inmediatamente anteriores a la llegada de los conquistadores europeos existieron ncleos urbanos estables donde se desarroll una cultura humanamente avanzada.Este aislamiento forz a los isleos a valerse solamente de los medios materiales que el entorno natural les ofreca. Es bien sabido, que las islas carecen de metales factibles de ser manufacturados artesanalmente, aunque es evidente que los mismos ya manufacturados se conocieron y fueron utilizados en las islas como queda patente por las obras de ingeniera llevadas a cabo y de las cuales el cronista de la conquista de Gran Canaria, Antonio Sedeo, nos da las siguientes noticias:...Tenanmuchas acequias de agua y con grande admiracin tienen una gran pea viva agujerada por espacio de un cuarto de legua que atraviesa un gran cerro por donde condujeron parte de buena cantidad de agua por aprovechar con el riego buenas tierras; que llaman la Vega, y el principio nace de unos barrancos muy hondos y la subieron por unos acueductos haciendo calzadas por donde llaman Tejeda.... (Es posible que un acueducto similar al descrito por Antonio Cedeo y que se encuentra en el barranco del infierno en Adeje,Tenerife, sea obra de la poca.)Canarias, Febrero 2012