Quebradas de Valparaíso: Memoria social autoconstruida. Andrea Pino Vásquez 2015.

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Quebradas Andrea Pino Vásquez Prólogo de Lautaro Ojeda & Ximena Galleguillos de Valparaíso Memoria social autoconstruida

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La presente obra es una síntesis de la tesis doctoral de Andrea Pino Vásquez. Un trabajo minucioso, interdisciplinario, que resultó ser el espejo de una exhaustiva experiencia de campo y de investigación. Más allá de las proporciones escalares del campo de trabajo (doce quebradas de Valparaíso) su trabajo explora el campo de la etnografía, la sociología y la geografía cultural y los aplica en un(os) territorio(s), estigmatizado(s), invisible(s) y desconocido(s) para y por gran parte de la sociedad, haciendo un valioso aporte a su campo disciplinar como arquitecta y urbanista. Su trabajo es un ensayo crítico que visibiliza objetivamente un problema sistémico de la planificación chilena: la falta de integralidad e interrelación en la prospección, comprensión, diseño, ejecución y apropiación del hábitat, formal o informal. Extracto prólogo Lautaro Ojeda & Ximena Galleguillos.

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  • Quebradas

    Andrea Pino VsquezPrlogo de Lautaro Ojeda & Ximena Galleguillos

    de ValparasoMemoria social autoconstruida

  • QUEBRADASde ValparasoMemoria social autoconstruida

    Andrea Pino VsquezPrlogo de Lautaro Ojeda & Ximena Galleguillos

  • Quebradas

    Quebradas de Valparaso

    Memoria social autoconstruida Andrea Pino Vsquez

    Andrea Pino VsquezPrlogo de Lautaro Ojeda & Ximena Galleguillos

    Financia: Patrocina:

    de ValparasoMemoria social autoconstruida

    Regin de ValparasoConvocatoria 2014

    FINANCIADO POR: FONDART MBITO REGIONAL DE FINANCIAMIENTO CONVOCATORIA 2014El otro patrimonio valorizacin del patrimonio inmaterial de autoconstruccin en Valparaso FOLIO: 55479.EJECUTORA RESPONSABLE: Andrea Pino Vsquez CO-EJECUTORES: Lautaro Ojeda Ledesma Ximena Galleguillos Araya.

    PATROCINADO POR:CIGIDEN: Centro Nacional de Investigacin para la Gestin Integrada de Desastres Naturales, Chile.Universidad Tcnica Federico Santa Mara, Chile.

    Esta obra presenta un extracto de la tesis doctoral Habitat informel dans les quebradas de Valparaso: dynamiques dappropriation de Andrea Pino Vsquez defendida en diciembre 2012 en la Universit de Bretagne Occidentale en Francia.

    EDICINLautaro Ojeda Ledesma y Andrea Pino Vsquez

    CORRECCIN DE ESTILORubn Dalmazzo Peillard

    DISEO PORTADAAndrea Pino Vsquez

    DIBUJO PORTADAJennifer Vera (Quebrada La Rinconada)

    IMPRESO EN CHILEGRFICAS LOM

    REGISTRO DE PROPIEDAD INTELECTUAL n250690.Quebradas de Valparaso: Memoria social autoconstruida, Andrea Pino Vsquez.ISBN: n978-956-358-451-6

    2012 Andrea Pino VsquezDe las imgenes: The British MuseumDerechos reservados. Prohibida cualquier forma de reproduccin total o parcial de este libro por ningn medio, sea ste electrnico, qumico, mecnico, ptico o de fotocopia, sin previa autorizacin de la autora.

    Primera edicin: 670 ejemplaresSantiago, Chile.

  • AgradecimientosEste libro est dedicado especialmente a las familias de las quebradas de Valparaso, quienes sin reparos me abrieron su casa y me permitieron inmiscuirme en su intimidad, en su historia, en su vida y realidad. Mis sinceros agradecimientos a Ximena C., Silvana H., Fernando H., Hctor P., Ernestina G., Doraliza C., Mara Cristina F., Mara Lucinda V., Na-talia P., Mara Ins A., Luis L., Jeannette P., Yolanda M., Manuel P., Juana Rosa V., Ana A., Juana N., Trinidad G., Ximena C., Carmen Gloria H., Norman O., Marta C., Nancy A., Valeria P., Ana Julia R., Isidro R., Juana R., Rosa P., Mara Aurora F., Elizabeth C., Christopher, Juan R., Gloria O., Elena C, Roberto C y Eric C.

    Adems, quiero agradecer a Lautaro Ojeda Ledesma, por su gran ayuda en la edicin de este libro y por su compaa incondicional en este proyecto. A Ximena Galleguillos por su colaboracin y crticas positivas. A Madalen Malare, por su colaboracin en este proyecto.

    A Nina Hormazbal, Pablo Sills, Patricio Cataln, Roberto Moris, Rosario Walker, por su apoyo en el proceso de esta investigacin durante el ao 2014, lo cual, me permiti, entre otras cosas poder terminar este libro. Adems, agradecer a mis directores de tesis (2009-2012), Frdrique Chlous-Ducharme y Ren-Paul Desse, por su comprensin y aliento a trans-gredir las barreras disciplinarias propias de la arquitectura, para aventurarme en una comprensin e investigacin etnolgica del territo-rio.

    Y finalmente quiero agradecer a toda mi familia.

  • INDICE

    Introduccin:

    Captulo: Qu es una quebrada?

    Captulo: Relatos de vida

    Captulo: Procesos que intervienen en la apropiacin informal de las quebradas.

    Captulo: Quebrada-Estado

    Captulo: Quebrada-ciudad

    Captulo: Quebrada-barrio

    Captulo: Quebrada-casa

    Final abierto

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  • Prlogo

    La quebrada como unidad urbana y su proceso de invisibilizacin

    1.0- Territorio de estudio, Quebradas de Valparaso: Qu es una quebrada?2.0- Cuntas quebradas hay en Valparaso?3.0- La quebrada y su estado de consolidacin 4.0- Seleccin de tres quebradas: Las Chanas, La Rinconada, Las Caas.

    1.0- Metodologa 2.0- Seleccin de los informantes 3.0- El hbitat informal de la quebrada como una construccin social.

    1.0- Las trayectorias residenciales [hacia una quebrada]

    1.0- Intervencin del Estado: Accin e inaccin.2.0- Vivienda social

    1.0- Acceso a la ciudad 2.0- Movilidad urbana

    1.0- Arraigo al territorio de las quebradas.2.0- Apropiacin social que implica un arraigo social3.0- Apropiacin espacial que implica un arraigo espacial. 4.0- Participacin al interior de la quebrada

    1.0- La casa como espacio simblico y fsico.2.0- Valoracin de la casa como patrimonio y producto del esfuerzo familiar.3.0- Representaciones sociales que poseen los habitantes de las quebradas en relacin con sus viviendas.4.0- Representaciones sociales en torno a la idea de la casa.5.0- Construccin fragmentaria de la casa Germen de la casa autoconstruida6.0- Conjuntos Residenciales Familiares (CRF): Palimpsesto urbano informal.

    Quebradas, territorios invisibilizados

    Bibliografa

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  • 7Prlogo La presente obra es una sntesis de la tesis doctoral de Andrea Pino Vsquez. Un trabajo minucioso, interdisciplinario, que result ser el espejo de una exhaustiva experiencia de campo y de investigacin. Ms all de las proporciones escalares del campo de trabajo (doce quebradas de Valparaso) su trabajo explora el campo de la etnografa, la sociologa y la geografa cultural y los aplica en un(os) territorio(s), estigmatizado(s), invisible(s) y desconocido(s) para y por gran parte de la sociedad, haciendo un valioso aporte a su campo disciplinar como arquitecta y urbanista.Su trabajo es un ensayo crtico que visibiliza objetivamente un problema sistmico de la planificacin chilena: la falta de integralidad e interrelacin en la prospeccin, comprensin, diseo, ejecucin y apropiacin del hbitat, formal o informal. En este sentido, no se trata de un inventario de reivindicaciones, deseos y anhelos por las quebradas, sino la puesta en escena de una ciudad real, la ciudad informal.La intensa prospeccin de las doce quebradas estudiadas y analizadas mediante entrevistas (relatos de vida), encuestas, cartografas georreferenciadas, levantamientos planimtricos de casos paradigmticos, bien pueden responder a la inquietud planteada por Thierry Paquot en Lespace public frente a la planificacin tecnocrtica e insensible, quien seala que raras son las cartografas temporales, suertes de electrocardiogramas del cuerpo urbano, que informan a los planificadores de cmo hacer ciudad [...]. Estos evitaran las urbanizaciones poco graciosas, inhspitas, brutales, anodinas o sin cualidad y estandarizadas, que desgraciadamente se repiten de forma incesante (2009: 98-99).

    Pr

  • 8En Latinoamrica, el acceso a la tierra y a la vivienda representa uno de los principales problemas sociales y Chile no est exento de ello, lo que ha generado una apropiacin informal del territorio, la que posee sus propias reglas, espacialidades, imaginarios, representaciones, construcciones y economas (Agier, 1999; Paquot, 2006; Juregui, 2008). Este fenmeno alcanza una media de 75% del espacio urbano construido (Montaner & Mux, 2012), hecho que lo convierte en una de las principales caractersticas o paradigmas de la urbanizacin latinoamericana (Antier, 2005; Fernndez, 2008, Agier, 2010).En trminos infraestructurales y urbansticos, actualmente Chile experimenta un crecimiento exponencial. Sin embargo, la lgica de mercado es lo que ha regulado el crecimiento urbano, lo que se ha traducido en un suelo desregulado con altos ndices de segregacin socio-espacial por localizacin y en una extrema centralizacin de recursos en la capital (Santiago).A nivel nacional, la conurbacin Valparaso y Via del Mar (Chile) posee la mayor cantidad de tomas de terreno, hoy denominados campamentos. Esta concentracin tiene una directa incidencia en las construcciones sociales y representaciones que se vehiculan en la sociedad portea, y donde quienes las habitan, construyen y sostienen, histricamente han sido estigmatizados e invisibilizados. La autora sostiene que la apropiacin socio-espacial de la quebrada es un proceso evolutivo que vehicula representaciones sociales e imaginarios colectivos, y que se materializa mediante la autoconstruccin y auto-urbanizacin de su hbitat. Ambas formas de apropiacin legitiman y afirman la conciencia y/o inteligencia territorial de sus habitantes, expresada en cuatro territorios de apropiacin (Quebrada-Estado, Quebrada-Ciudad, Quebrada-Barrio, Quebrada-Casa), conciencias que se inscriben en las lgicas de las micro resistencias planteadas por Michel De Certeau, generando una compleja red de prcticas microbianas denominada como el systme D que aqu se plantea como hbitat informal.La autora hace una precisa alusin a Henry Lefebvre cuando define el hbitat informal como una apropiacin socio-espacial que se contrapone al espacio dominado (Lefebvre, 2009), presentando la arquitectura verncula como paradigma de dicha contraposicin. En este contexto, esta investigacin, adems de demostrarnos aquel principio, nos permite comprender por qu debemos superar

  • 9la planificacin moderna absolutista, paternalista y autoritaria representada y vehiculada con los Planes Reguladores, dado que hoy la ciudad es per se informal, y que uno de sus principios es la reivindicacin del derecho a la ciudad para quienes la habitan y construyen, es decir, sus habitantes. Franois Ascher (2004) en Los nuevos principios del urbanismo, plantea que el mejoramiento de la calidad de vida urbana se sostiene en una planificacin urbana inclusiva y participativa, donde los ciudadanos son los principales actores de dicho mejoramiento (Borja, 2007). Es en este contexto que el concepto de el derecho a la ciudad erigido por Henry Lefebvre (1960) se revitaliza y aparece en obras contemporneas tales como La ciudad conquistada de Jordi Borja (2003); La rue est nous... tous! de Franois Ascher y Mireille Apel-Mller (2007); o Rebel cities de David Harvey (2012), que ponen en el centro de la planificacin urbana al usuario y, paralelamente a esta tendencia, aparece en experiencias de planificaciones urbanas de ciudades alternativas como Medelln (Colombia), Bogot (Colombia), Amberes (Blgica), Ro de Janeiro y Curitiba (Brasil). El saber-hacer que esta investigacin hace emerger desde sus habitantes, acua conceptos como soberana comunitaria, la toma portea, o los Conjuntos Residenciales Familiares, como puntales para sostener cualquier proceso de planificacin urbana integral, es por ello que este libro ser de gran utilidad, tanto para las autoridades que toman decisiones, investigadores, planificadores, organismos pblicos, estudiantes, pero sobre todo para los usuarios de la ciudad.

    Lautaro Ojeda L.Ximena Galleguillos Valparaso, 07-01-2015

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    La quebrada como unidad urbana y su proceso de invisibilizacin Habitualmente, cuando se habla de Valparaso, salen a colacin sus 42-44 cerros, son su marca registrada; cada uno de ellos posee un nombre y una historia ligada a ese nombre, cada porteo ha transcurrido sus vidas en uno o varios de estos cerros e historias. Sin embargo, qu sucede con las quebradas? Sabemos cuntas son y cules son sus nombres? Si bien este libro no busca responder a cabalidad estas dos preguntas, nos interesa exponer el estado de invisibilizacin y anonimato urbano en que las quebradas han estado por dcadas ante un sistema centralizado y una planificacin urbana regulatoria y segregadora, un anonimato que slo se ha revertido ocasionalmente por tragedias que dejan en evidencia lo abandonados y desestimados que estn estos territorios de la ciudad. Las quebradas de Valparaso se configuran como unidades urbanas y constituyen una realidad socio-espacial compleja, en los trminos definidos por Guarn Cobos, quien define una unidad urbana como una unidad de anlisis representada en la porcin de espacio urbano que ha construido y habita la Comunidad, por tanto la reconoce y apropia culturalmente como su territorio y lucha por su mejoramiento y consolidacin. Es la unidad de identificacin de la ciudad hacia el barrio y de sus habitantes hacia este, entendida como el resultado de la articulacin de elementos fsicos, sociales, econmicos, polticos y culturales (Guarn Cobos, 2003:101). Esta idea de las quebradas como unidad urbana se funda, primariamente, en su identificacin como una unidad diferenciada y diferenciable, y parte estructurante de la morfologa de la ciudad de Valparaso. En cuanto confluyen un conjunto de elementos

    0Introduccin

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    topogrficos, biofsicos, sociales y espaciales que la constituyen como un todo reconocible, tanto por sus habitantes como por el resto de los habitantes de Valparaso. Vicua Mackenna (1936), en su obra Historia de Valparaso, cuando hace referencia al primer poblamiento de Valparaso, menciona que la ciudad est delimitada por la quebrada de Elas (Cumming) y la quebrada Juan Gmez (Carampangue), y las define como los lmites extremos de la ciudad. De esta misma manera, en el Censo Nacional de 1813, se mencionan y censan siete quebradas y solo cinco cerros, cada uno de los cuales era identificado en virtud de su nombre y de la ocupacin que presentaban. Sin embargo, esta situacin se revierte progresivamente en la medida que las quebradas se van ocupando e identificando como espacios de habitacin de la clase trabajadora, para luego, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, estas desaparezcan casi en su totalidad de las cartografas oficiales de la ciudad. Un hito importante en este proceso es el terremoto de 1906, el cual gener una visibilizacin brutal de la clase obrera en los espacios pblicos del plan de la ciudad, causada por la destruccin de los conventillos donde habitaban, lo cual, propici una migracin masiva de las familias hacia las partes altas de los cerros y quebradas (Rubio, 2007). Este proceso histrico de invisibilizacin socio-espacial de las quebradas de Valparaso se funda en el imaginario colectivo negativo que se ha construido histricamente en torno a estos territorios. Imaginario que tiene su origen en los relatos de historiadores y viajeros que escribieron sobre Valparaso y, tangencialmente, se refirieron a las quebradas y las sealaron y las fijaron como los espacios de vida de las clases populares.

    Max Radiguet en la Revue des deux mondes escribe un artculo titulado Valparaso et la socit Chilienne, donde seala que En el puerto, la ciudad se presenta bajo uno de sus ms extraos y siniestros aspectos. Entre los tres cerros se extienden les ravins llamadas quebradas. Nada es ms miserable que las habitaciones apiadas en estas quebradas, surcos profundos de la montaa, donde fermentan toda clase de restos impuros. Las casas, bajas y horribles pegadas por un lado al suelo, sostenidas por el otro sobre estacas dispuestas a manera de pilares, escalan desordenadas, sin aproblemarse por la vecindad. Aqu, una puerta se abre sobre un techo; una chimenea vomita torrentes de humo negro en una ventana abierta; all las cuerdas colgadas soportan

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    harapos, horrorosos andrajos; en fin senderos tortuosos, rotos y solamente indicados por el uso, algunas planchas estrechas y vacilantes, conducen a ciertos antros donde los murcilagos y los Lazzaroni de Valparaso solo pueden entrar en la noche. Esta parte de la ciudad es, por lo tanto, el dorado de los marinos extranjeros (1847:62). Vicente Carvallo, historiador chileno, refirindose a los porteos y a sus viviendas seala que Por excavaciones hacen pequeos planos en que fabrican sus casas pequeas y muy incmodas (Vicua Mackenna, 1936:104). Ugarte Yvar en su obra Valparaso 1536-1910. Recopilacin histrica, comercial y social escribe que, hacia 1722 La moralidad en el Puerto era desconocida y las indias, en chinganas establecidas en el fondo de las quebradas, hacan lujo de sus liviandades con la plebe y los marineros de los buques (1910: 102). Vicua Mackenna en su obra Historia de Valparaso, en el segundo tomo, seala que en el fondo de sus cauces se escondan cien nauseabundas pulperas y chinganas en que los indios y sus hijas servan a la plebe de la baha el festn de las ms repugnantes liviandades (1936: 534). Edwards Bello (1934), en su obra El bombardeo de Valparaso y su poca, seala que la ciudad de Valparaso, hacia 1865, mostraba una clara inequidad y segregacin socio-espacial y seala que la ola europea triunfante, va repeliendo hasta las quebradas pobres a los residuos o sobrevivientes de changos, mulatos y mestizos (Caldern, 2001: 271). El diario El Mercurio del 7 de abril de 1907, escriba en cuanto a la densificacin de los cerros de Valparaso y sealaba que sin contar las terribles quebradas a donde no se atreve a ir siquiera la polica como la de Los Litres, Las Caas, La Calaguala y otros barrios extramuros (Rubio, 2007: 76).Estos relatos, finalmente, se fueron anclando y enraizando poco a poco en el imaginario colectivo de porteos y forneos y, sobre todo, en los tcnicos y profesionales que inciden en la planificacin urbana de la ciudad. Sin embargo, las quebradas, en cuanto unidades urbanas, se han constituido como lugares de habitacin de un grupo socialmente invisibilizado, pero que, por el contrario, ha sabido desarrollar y consolidar all su hbitat desde la carencia.Henri Lefebvre en su obra La production de lespace plante una diferenciacin entre el espacio dominado y el espacio apropiado, definiendo los espacios dominados como los espacios que fueron transformados por una tcnica y una prctica precisa

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    asociadas al poder poltico, un ejemplo, la arquitectura militar, las fortificaciones, canalizaciones de ros, etc. y en la poca moderna esto estara representado con la auto-ruta y los edificios de hormign armado. Y como contraposicin, defini el espacio apropiado como un espacio natural modificado para servir a las necesidades y posibilidades de un grupo (la choza, el igl, la cabaa) (2000: 193). En este caso consideramos que el hbitat informal presente en las quebradas es una apropiacin socio-espacial, que se materializa mediante prcticas autogestionarias, como la autoconstruccin y la auto-urbanizacin. Para Gasnier, la apropiacin es un uso social, testimonio de una relacin estrecha entre los hombres y el espacio para satisfacer diferentes necesidades (exhibicin, contestacin, sociabilizacin, reivindicacin) (2004: 53). Esta apropiacin socio-espacial de las quebradas se constituye en una ausencia de todo, Moles & Rohmer (1978) afirman que el hombre aprehende el espacio apropindoselo. En las quebradas es la aprehensin de un territorio no planificado, desestimado e invisibilizado, donde los habitantes han desarrollado variadas formas de asirlo, tomarlo, manejarlo, ordenarlo y consolidarlo.Desde esta perspectiva, contraria al estigma que han cargado por aos las quebradas, y en pos de visibilizar sus dinmicas y procesos de apropiacin, es que este libro presenta y recurre a sus actores principales, sus habitantes, quienes mediante sus relatos evidenciaron y revelaron, desde sus experiencias vividas, sus expectativas y sus proyectos, las representaciones e imaginarios que ellos poseen de estos territorios. Hoy en da, internacionalmente, frente al desarrollo desenfrenado de viviendas por medio de la informalidad, el estudio de este fenmeno (hbitat informal) ha adquirido una real importancia, tanto en las investigaciones urbanas como sociales actuales, donde las temticas desarrolladas guardan relacin con la intencin de reintegrar estas formas habitables al medio urbano y, por sobre todo, a la cultura arquitectnica, rescatando sus valores sociales y espaciales, reconociendo el carcter y germen de una autntica arquitectura local. Autores como Edsio Fernndez, John Turner, Jorge Mario Juregui, Teolinda Bolvar, Esther Wiesenfeld, Mauricio Hernndez, Alicia Lindn & Daniel Hiernaux, Paola Berenstein, Jean Paul Loubes, Michel Agier, Gouverneur, entre otros, consideran que los asentamientos informales latinoamericanos, antes que todo, son una construccin social

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    en permanente evolucin. John Turner, ya en los aos setenta y a partir de su estudio en Per, enunciaba que esta forma de produccin del hbitat deba ser tomada en consideracin para las futuras intervenciones urbanas en la ciudad. Adems, que la participacin de los usuarios o habitantes era esencial en las polticas de vivienda que pretendan proponer un mejoramiento a este tipo de hbitat. Finalmente, debemos sealar que la investigacin en torno a las quebradas y, especficamente, de los asentamientos informales presentes en ellas, an se encuentra en un estado embrionario. Slo existen cuatro referencias que abordan el sujeto de manera tangencial: Luis lvarez (2001), en su artculo Origen de los espacios pblicos en Valparaso: discurso higienista y las condiciones ambientales en el siglo XIX; Giulietta Fadda y Alejandra Corts, investigacin FONDECYT 1061179 Calidad de vida del adulto mayor en el hbitat urbano: estudio del caso de Valparaso; Hugo Romero, investigacin FONDECYT 1080080 Sustentabilidad ambiental urbana, justicia socio ambiental y escenarios de calidad de vida futura en las metrpolis de Santiago-Valparaso y en la ciudad intermedia de Chilln; Paula Kapstein, en su artculo Anlisis de asentamientos precarios en Valparaso y su incidencia en el crecimiento urbano (2004), en el marco de su investigacin doctoral La periferia interior. Un problema de vulnerabilidad no resuelto por el planeamiento urbano en Chile (2009). De esta manera, la presente investigacin aborda exclusivamente el hbitat informal presente en las quebradas de Valparaso desde la perspectiva de sus habitantes. Sin embargo, ante la reflexin de cmo afrontar el estudio de estos territorios y con el objetivo de entender sus lgicas y procesos de conformacin, se determina que solo es posible mediante una mirada interdisciplinaria, con un enfoque cualitativo que movilice, conjuntamente, herramientas de la arquitectura y de la etnologa, con el objetivo de asir la mayor cantidad de variables posibles, que nos permitan conocer los procesos sociales y espaciales que influyeron en la ocupacin, construccin, transformacin y consolidacin de estos territorios.

  • Figura 1: Quebrada de SantElias Valparaso, 1834. Conrad Martens. Fuente: The British Museum, numero de orden FI-000668898, 1868, 1114.378AN303554.

  • Figura 2: Quebrada de San Agustine Valparaso, 1834. Conrad Martens. Fuente: The British Museum, numero de orden FI-000668904, 1868,1114.372AN303531.

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    Qu es una quebrada?1.0- Territorio de estudio, Quebradas de Valparaso.Una quebrada, en cuanto unidad geogrfica, topogrfica e hidrolgica, est definida a partir de los cerros que la conforman. Las cimas de los cerros actan como lneas divisorias de aguas, las cuales separan dos cuencas o micro-cuencas contiguas.Desde esta perspectiva, la quebrada es el conjunto compuesto por el borde superior o divisor de aguas, las laderas y el fondo de la quebrada, como un conjunto natural en equilibrio.Segn el glosario de trminos geogrficos de la biblioteca del Congreso Nacional de Chile, una quebrada es un lecho seco o de escurrimiento espordico y efmero, por lo general de gran pendiente1. Efectivamente, las quebradas de Valparaso son de escurrimiento espordico, constituyndose como micro unidades hidrolgicas de origen pluvial2, las cuales, hasta mediados de 18803, constituan las principales fuentes de agua dulce que posea la ciudad (Vela-Ruiz, 2004). Y estaban cubiertas por un bosque esclerfilo4 exuberante que permita incrementar la capacidad de retencin hdrica al interior de las cuencas (lvarez, 2001: 8).1 http://siit2.bcn.cl/glosario/index_html2 La ciudad dispona de tres importantes quebradas con disposicin de agua dulce permanente, necesidad prioritaria para la travesa marinera de la costa chilena. Las Quebradas de Juan Gmez (actual Carampangue), San Francisco, y Elas (actual Toms Ramos) (lvarez, 2001:8).3 La gran cobertura de los aguadores, es advertida con preocupacin debido a sus eventuales repercusiones sanitarias por la comisin directiva del Servicio Sanitario del Clera de Santiago, que en 1888 recomienda como medida sanitaria para Valparaso, inutilizar para la bebida las aguas de las quebradas y las de los pozos (Vela-Ruiz, 2004:218). Los aguateros o aguadores, eran personas que se dedicaban al transporte y venta de agua en Valparaso. Su labor era buscar agua en las vertientes de las quebradas de Valparaso y llevarla a los domicilios y plazas pblicas de la ciudad, en dos barriles transportados por caballos o burros. A finales del siglo XIX existan 638 aguateros en Valparaso. 4 Las quebradas contaban con bosque nativo esclerfilo, compuesto por especies como, Litre, Boldo, Peumo, Pataguas, Arrayn, Quillay coexistan con unidades de palmas chilenas (lvarez, 2001).

    1C a p t u l o

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    Sin embargo, en los instrumentos de planificacin territorial no existe una definicin clara de qu es una quebrada en un contexto urbano. Desde el punto de vista normativo en el cual se encuentran las quebradas de Valparaso, hoy en da es difuso y escueto, segn la Ordenanza Municipal re-difundida en el 2010, del PRV, que en el artculo n24 define como zona G: areas verdes, plazas y paseos-miradores. Segn esta zonificacin del PRV-O1, las quebradas corresponderan a dicha zona, como lo explicita el artculo n25, donde se detallan los usos permitidos y los prohibidos de la ZONA G. Como usos permitidos menciona: reas verdes, plazas, parques, jardines, paseos miradores, quebradas y en general usos que propendan a la recreacin y el esparcimiento, (juegos infantiles) entre otros.

    Anteriormente, la Ordenanza difundida el 21 de marzo del 2005, solo se refera a ciertas restricciones que regan en estas reas de la ciudad; en su artculo 22-d sealaba que:Las fajas comprendidas dentro de 5m a cada lado del eje de las quebradas graficadas en el plano PRV-01 (modificado por P.I.V.). Debern permanecer libres de edificacin de cualquier tipo, permitindose solamente obras de proyeccin de las aguas lluvias y las propias a la infraestructura vial, incluyendo veredas y paseos peatonales.De este artculo se subentenda que esta restriccin, aplicaba solo para las quebradas graficadas en el PRV-01; sin embargo, aqu cabe preguntarse: y qu sucede con las quebradas que no estn graficadas en el PRV-01? Dejan de ser quebradas y, por ende, no aplica tal restriccin?A su vez, la Ordenanza re-difundida en marzo de 2011, elimina la explicacin del art. 22-d y nos deriva al decreto N103 del MINVU, el cual modific el Plan Intercomunal de Valparaso. As, en el artculo nico del Decreto N 103 se seala que:

    En los casos en que el escurrimiento de las aguas sea intermitente u ocasional (que es el caso de las quebradas de Valparaso), la Quebrada estar constituida por su fondo y faldeos laterales que queden incluidos en fajas no inferiores a 30 m horizontales medidos a cada lado de su eje. Estas fajas podrn disminuirse a 15 m horizontales cada una, en el caso que los faldeos correspondientes tengan una pendiente inferior a 405. Tanto a nivel comunal como intercomunal, cada una de las ordenanzas son claras en definir las fajas de restriccin en las

    5 Plan regulador comunal de Valparaso, Ordenanza local refundida, 2011, Tipo Norma: Decreto 103 Fecha Publicacin: 03-08-1987, Fecha Promulgacin: 08-07-1987.

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    quebradas, sin embargo, esta medida es insuficiente, si se quiere realizar un manejo integral de estos territorios de las ciudad.

    Figura 3: Esquema de una quebrada y las partes que la conforman.

    Figura 4: Fotografa quebrada La Rinconada, vista desde Cancha Las Palmeras.

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    2.0- Cuntas quebradas hay en Valparaso?En relacin con su compleja topografa, Valparaso posee al menos 39 quebradas. Estas se despliegan en funcin de sus 42-44 cerros, los cuales, constituyen 10 cuencas hidrolgicas (lvarez, 2001), cada una de las cuales est conformada por varios afluentes o quebradas.

    Frente a este gran nmero de quebradas las cuales han sido siempre percibidas como barreras naturales que fragmentan la ciudad, se construye el Camino Cintura o Avenida Alemania6, con el objetivo de conectar la casi totalidad de los cerros de Valparaso. Esta avenida est construida a una altura promedio de 100msnm, y era considerada, a finales del siglo XIX, como el lmite urbano de la ciudad, definiendo la periferia o los extramuros de la ciudad (Rubio, 2007).

    3.0- La quebrada y su estado de consolidacin Las quebradas de Valparaso, en cuanto unidades hidrolgicas, topogrficas y urbanas, se extienden desde las cimas ms altas de Valparaso, a la altura del Camino La Plvora, desde unos 430 metros de altitud (en promedio), hasta su desembocadura en el mar. Consideramos que las quebradas se encuentran claramente fraccionadas en dos tramos, una parte baja consolidada y una parte alta no consolidada. El estado de consolidacin hace referencia al estado urbano actual en el que se encuentran las quebradas, en relacin con: la existencia o inexistencia de espacios pblicos; con la calidad de las viviendas que all se erigen; y con el tipo de tenencia de la propiedad privada. Para situarnos territorialmente, al primer tramo lo denominaremos como tramo de las Quebradas Consolidadas, que se extiende desde el pie de cerro hasta el Camino Cintura y/o Avenida Alemania. Todas las quebradas de este tramo estn abovedadas y presentan un estado de consolidacin con respecto a la trama urbana de la ciudad y al hbitat. Estas quebradas consolidadas muestran un estado de durcificacin o de solidificacin en relacin con el espacio construido, con la red viaria y con el suelo natural; 6 Segn Vctor Domingo Silva (2004) los trabajos del camino Cintura comenzaron en 1884, y se extendieron por varias dcadas, dejando una tramo inconcluso entre el cerro La Rinconada y el Cerro Merced. Tramo que recin hoy comienza a ser tema de discusin, tras el incendio de abril del 2014 y en funcin del Plan de Reconstruccin.

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    este ltimo se encuentra en un estado de impermeabilizacin extrema. Las laderas de los cerros exhiben una durcificacin en relacin con su suelo natural, materializado en zcalos en piedra y terrazas en hormign. Esta zona corresponde a lo que el PRC define como cerros fundacionales, primera parte habitada de los cerros. Todos los fondos de quebradas de este tramo comenzaron a ser canalizados a finales del siglo XIX, al momento de la construccin del camino Cintura. Por consecuencia, ellas se constituyen como las principales vas de acceso hacia los cerros. Sin embargo, es de nuestro inters el segundo tramo, el cual llamaremos Quebradas No-consolidadas. Son todas aquellas quebradas que se extienden desde el Camino Cintura por sobre la cota 100 hacia el sur de la ciudad, limitando con el camino la Plvora (430 msnm). Como lo mencionamos anteriormente, uno de los indicios de la durcificacin o solidificacin es la definicin de los lmites, entre el espacio privado (familiar) y el espacio pblico (colectivo) de la calle. Por el contrario, las quebradas no consolidadas presentan una durcificacin muy baja, la capa vegetal del suelo est an presente y existe una ausencia de muros de contencin y de pavimentos. La red viaria es mayoritariamente en tierra, y la definicin de los lmites entre la propiedad privada y pblica es ambigua, irregular y aleatoria. Es decir, las quebradas presentan un estado semi-natural con una considerable degradacin ambiental, resultado de la accin antrpica no planificada. Si recorremos todas aquellas quebradas de este segundo tramo, nos percataremos que todas estn habitadas, y el hbitat es de carcter mixto, una mezcla de asentamientos formales e informales; sin embargo y en contradiccin con lo anterior, gran parte de estas reas de la ciudad son consideradas por el PRC como reas verdes. En cuanto a las obras hidrulicas, en este tramo las quebradas no estn abovedadas; slo existe un sistema de contencin de aguas lluvias mediante muros desarenadores, que suman 37 en total.

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    Figura 5: Cartografa de 43 quebradas identificadas.

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    Figura 6: Cartografa que muestra la zona de los cerros fundacionales y las quebradas consolidadas versus las quebradas no-consolidadas.

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    Figura 7: Cartografa de los 29 cauces subterrneos, y 27 desarenadores situados en diferentes quebradas, Fuente cartogrfica D.G.A. I.Municipalidad de Valparaso.

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    Figura 8: Fotografa de dos quebradas, a la derecha quebrada consolidada El Litre y a la izquierda quebrada no consolidada, Las Chanas.

    En relacin con sus caractersticas socio-culturales, las quebradas, histricamente, han sido consideradas como lugares de mala reputacin y poco atractivos para vivir, en vista de las deplorables condiciones sanitarias que presentaban a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo, esta visin no ha cambiado mucho, ya que hoy an existe una fuerte estigmatizacin hacia estos lugares, hacia sus habitantes y, por ende, hacia el hbitat que all se ha desarrollado. Finalmente, las quebradas hoy da son territorio que se encuentra en un constante proceso de reconfiguracin socio-espacial y en un estado de indefinicin en relacin con las normativas e instrumentos de planificacin, ya que estos ltimos son escuetos en referirse a la forma en que las quebradas deberan ser manejadas.

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    4.0- Seleccin de tres quebradas: Las Chanas, La Rinconada, Las Caas.En funcin del gran nmero de quebradas existentes, se realizaron dos selecciones sucesivas. Inicialmente se identificaron doce grandes quebradas no consolidadas, las cuales poseen sus respectivas ramificaciones de afluentes entre diferentes cerros. Estas quebradas se sitan entre el Camino Cintura y/o Avenida Alemania y el Camino La Plvora.La seleccin de estas doce quebradas est determinada principalmente por su accesibilidad. Cada una de ellas est directamente conectada hacia el norte con la Avenida Alemania o Camino Cintura, que se constituyen como su principal va de acceso y las interconecta con la trama urbana consolidada de la ciudad.Luego de esta primera seleccin, se reconoce que estas doce quebradas poseen claras diferencias con respecto a su estado de consolidacin urbana, y es a partir de esta constatacin que se definen tres niveles de consolidacin.

    4.1- Criterios de seleccin de las tres quebradasLas quebradas presentan diferencias y similitudes entre ellas, en relacin con el estado de consolidacin y con su organizacin urbana. Para poder definir estas diferencias y similitudes se analizan cuatro aspectos en cada quebrada, aspectos que nos permitieron clasificar las 12 quebradas: tipo de tenencia del sitio, conectividad y red viaria, calidad y apariencia esttica de la vivienda, degradacin ambiental y contaminacin. a. Tipo de tenencia del sitio o lote: se evala y catastra la propiedad privada y se identifican los lotes regulares y los irregulares.b. Conectividad y organizacin de la red viaria: se evala la movilidad de cada quebrada a partir de la conectividad que cada una posee en relacin con tres escalas: a escala macro, con el plan de la ciudad; a escala meso, con los cerros y barrios aledaos; y a escala micro, conectividad al interior de la quebrada. Se evalu la existencia y estado de accesos peatonales y vehiculares, y si estos formaban parte de una red interconectada. Por ejemplo, en algunas quebradas solo existen accesos peatonales en tierra y en otras existen calles pavimentadas.c. Calidad y apariencia esttica de las viviendas: En relacin

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    con los materiales utilizados y con la superficie construida, se evalu las caractersticas materiales de las viviendas y sus tcnicas constructivas, as como los diferentes materiales empleados. Por ejemplo, algunas quebradas exhiben viviendas en albailera armada, mientras que otras viviendas son muy precarias con materiales de recuperacin. d. Degradacin ambiental y contaminacin: generada por la carencia de redes de alcantarillado para la totalidad de las viviendas existentes, y por la presencia de micro basurales. Por lo tanto, los cuatro aspectos analizados en cada una de las 12 quebradas, definen tres niveles de consolidacin.

    1-Consolidacin primaria: Corresponde a la construccin del refugio bsico, que asegura la tenencia del sitio. La construccin de la vivienda est poco desarrollada, suele ser una pieza o una mediagua, construidas con materiales de recuperacin y que da cobijo a toda la familia. En una sola pieza se desarrollan todas las actividades de la vida cotidiana. Normalmente, las quebradas en estado primario carecen de uno o ms servicios bsicos y la conectividad al interior de la quebrada es mala. 2-Consolidacin secundaria: Implica la evolucin, incremento y mejora del refugio bsico, generado por la necesidad de mejorar la calidad de vida; es la etapa donde habitualmente se asegura la tenencia del sitio, es decir, se busca su regularizacin. Habitualmente, en las quebradas de consolidacin secundaria, un porcentaje de las viviendas carece solo de un servicio bsico (red de alcantarillado), y la conectividad al interior de ellas es regular. 3-Consolidacin terciaria: La consolidacin se revela tanto a nivel de la vivienda, como del espacio pblico, el cual logra consolidarse mediante la autogestin de los habitantes. Es decir, existe una preocupacin de cmo acceder a la vivienda y cmo esta se conecta con la ciudad. La vivienda presenta mejoras tanto a nivel estructural como material, expresado en la uniformidad de los materiales utilizados. Existe una preocupacin por el entorno inmediato a la vivienda, lo cual influye directamente en la consolidacin de los espacios pblicos. En esta etapa se implementan, por lo tanto, la totalidad de los servicios bsicos y la conectividad al interior de la quebrada es buena.A partir de lo anterior, se clasifican las 12 quebradas segn su nivel de consolidacin, para luego seleccionar tres quebradas representativas de cada uno de los niveles. La Rinconada

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    (consolidacin primaria), Las Chanas (consolidacin secundaria), Las Caas (consolidacin terciaria).

    4.1.1- Quebrada La Rinconada. Consolidacin primariaEsta quebrada recibe variados nombres: La Rinconada, Pocuro y Las Palmeras, este ltimo relacionado con las cinco palmeras que se encuentran ubicadas a la altura de la Avenida Alemania, a un costado del Fundo Pajonal. La Rinconada forma parte de la cuenca Uruguay y desemboca en el cauce Uruguay. Se sita entre los cerros Las Caas hacia el oeste y los cerros La Virgen y La Merced hacia el este, conectndose directamente con la avenida Alemania hacia el norte, y hacia el sur con el cerro Pajonal. Desde el punto de vista de la planificacin urbana, la quebrada se sita en una zona limtrofe, ya que por el fondo de esta quebrada, actualmente pasa la lnea imaginaria que define el lmite urbano de Valparaso, dejando la mitad de esta quebrada en zona urbana y su otra mitad en zona rural (lmite urbano que, seguramente, ser modificado en funcin de nuevos proyectos inmobiliarios que se llevarn a cabo en el fundo Pajonal). -Tipo de tenencia de los lotes. Esta quebrada presenta un 70% de irregularidad con respecto al tipo de tenencia de los lotes. Podemos decir que es la quebrada menos consolidada de toda la ciudad, lo que se evidencia en la precariedad constructiva de las viviendas y en la mala calidad de la conectividad al interior de la quebrada. -Conectividad y organizacin de la red viaria. El mayor problema es la conectividad intra-quebrada, debido al mal estado de calles, pasajes y escaleras, los cuales son en su totalidad de tierra y, por ende, dificultan la movilidad de los habitantes en pocas de lluvias. Por el contrario, la conectividad con el resto de la ciudad es beneficiosa, ya que la quebrada est muy prxima al centro de la ciudad y, por ende, las familias pueden descender al plan a pie o en locomocin colectiva. -Calidad y apariencia esttica de las viviendas. Antes del incendio del 2014, las viviendas eran muy precarias, construidas, en su mayora, con materiales de recuperacin en un estado primigenio de pieza o mediaguas. Hoy las viviendas han sido reconstruidas por sus propietarios y presentan mejoras significativas con respecto a la calidad constructiva, a los materiales y al tamao de las viviendas. -Degradacin ambiental y contaminacin. La Rinconada se

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    sita en un sector donde an exista, antes del incendio, una exuberante vegetacin, debido a que los terrenos colindantes son dos fundos privadas: el Fundo Pajonal y el Fundo Santa Rosa de Pajonal. Caracterstica que se revel como una gran amenaza a la hora del incendio de abril del 2014, porque al no existir regulacin sobre la distancia mnima entre reas boscosas y reas habitadas, el incendio se propag rpidamente hacia el sector de las viviendas, lo que gener una degradacin ambiental significativa.

    4.1.2- Quebrada Las Chanas. Consolidacin secundariaLa quebrada Las Chanas recibe variados nombres: Las Chanas, los Chanos y San Francisco. Forma parte de la cuenca Cajilla-Clave y es una de sus ramificaciones en conjunto con la quebrada San Francisco. Se sita entre los cerros Cordillera hacia el oeste y el cerro Chaparro hacia el este, conectndose hacia el norte con el camino Cintura y hacia el sur con el cerro Playa Ancha. Ambas quebradas (Las Chanas y San Francisco), se encauzan desde el camino Cintura hacia el mar por medio de un sistema de cauces subterrneos, los cuales derivan en el plan, en el cauce Cajilla-Clave7.Las calles que se sitan en las cimas de los cerros que conforman esta quebrada, definen su lmite superior, constituyndose como un Borde Cornisa, que desde el punto de vista geogrfico se constituye como el divisor de aguas. Estos lmites son: Hacia el sur est definido por las calles Levarte y Gumercindo Daz Reyes sobre la curva de nivel 250. Hacia el oeste, el lmite queda definido por la calle Vapor Biobo y Detective Barahona, descendiendo desde la curva 250 hasta la curva 180. Hacia el este, el lmite queda definido con la calle Caera, calle 5 y calle Uno, descendiendo desde la curva 250 hasta la curva 100. -Tipo de tenencia del sitio o lote. Esta quebrada presenta 30% de irregularidad con respecto al tipo de tenencia de los lotes. -Conectividad y organizacin de la red viaria. La quebrada a nivel macro est conectada con el resto de la ciudad; su problema mayor es la conectividad intra-quebrada, ya que solo existen accesos peatonales, senderos, pasajes y escaleras y no hay conectividad entre laderas.7 Los nombres de los cauces estn determinados por la calle que definen. Recordemos que al momento de canalizar las quebradas estas se convirtieron en las principales calles que atraviesan transversalmente el plan litoral.

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    -Calidad y apariencia esttica de las viviendas. En relacin con la calidad constructiva, la mayora de las viviendas presenta una buena calidad; sin embargo, en relacin con la esttica, estas aparentemente son muy antiguas y con poca mantencin. -Degradacin ambiental y contaminacin. En cuanto a la degradacin ambiental, la quebrada presenta una grave contaminacin por aguas servidas, debido a que alrededor del 40% de las viviendas no est conectada al sistema de alcantarillado.

    4.1.3- Quebrada Las Caas. Consolidacin terciariaLa quebrada Las Caas forma parte de la cuenca Uruguay y desemboca en el cauce del mismo nombre. Se sita entre los cerros El Litre hacia el oeste y el cerro Las Caas hacia el este, conectndose directamente con la avenida Alemania hacia el norte, y hacia el sur con el cerro Las Caas. La quebrada queda definida y delimitada, en su borde superior, por las calles situadas en las lneas divisorias de aguas de los cerros que la conforman. Estas son: al este encontramos las calles Demstenes y La escalera los Obreros; al oeste la calle La Fontaine y hacia el sur, la calle Los Chonos, desde donde comienza esta quebrada a la cota 245 snm. -Tipo de tenencia del sitio o lote. Esta quebrada presenta menos del 30% de irregularidad con respecto al tipo de tenencia de los lotes. -Conectividad y organizacin de la red viaria. Si bien los pasajes no estn pavimentados y faltan algunas escaleras, existe un puente que atraviesa las dos laderas de la quebrada y que es clave para la conectividad intra-quebrada, aumentando las posibilidades de conectividad con el exterior y con los bordes superiores de ella. Esto implica que sus habitantes pueden acceder a la quebrada por medio de la avenida Alemania, pero tambin por el borde superior, por la calle Demstenes (150snm), por donde existe un trnsito constante de locomocin colectiva. -Calidad y apariencia esttica de las viviendas. En cuanto a las viviendas, en general presentan una buena calidad constructiva, en relacin con las tcnicas y materiales utilizados, presentando una consolidacin considerable. Antes del incendio de abril del 2014, se aprecia que las viviendas han trascendido su tamao inicial de pieza o mediagua mediante sucesivas ampliaciones, dando origen a casas de tamaos adecuados para

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    familias numerosas. As, tambin existe una clara delimitacin entre los espacios sitios y los espacios pblicos. Cada habitante se ha dedicado a delimitar lo que le pertenece, lo que nos revela un indicio sobre el tipo de tenencia de los sitios que aqu prima. Hoy post-incendio, muchas familias han reconstruido sus viviendas tratando de alcanzar el estado de consolidacin previa que posean sus viviendas, sin embargo, muchas otras familias dejaron la quebrada. -Degradacin ambiental y contaminacin. Las Caas posee un nmero mnimo de viviendas que no estn conectadas a la red de alcantarillados, menor al 10%.

    Figura 10: Fotografa de la quebrada La Rinconada. Octubre 2014.

    Figura 9: Fotografa de la Quebrada Las Caas. Enero 2011.

    Figura 11: Fotografa de la quebrada Las Chanas. Enero 2011.

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    Relatos de vida1.0- Metodologa Para comprender y dar cuenta de las significaciones y representaciones que poseen los habitantes de las quebradas sobre los procesos y los mecanismos sociales insertos en la construccin social de estos territorios, se utiliz como herramienta investigativa el mtodo de los relatos de vida, metodologa que se inscribe dentro de la perspectiva etno-sociolgica. Perspectiva definida por Daniel Bertaux como: un tipo de investigacin emprica fundada en la entrevista de terreno y en los estudios de caso, que se inspira de la tradicin etnogrfica por sus tcnicas de observacin, pero que construye su objetos por referencia a problemticas sociolgicas[...] una investigacin que no se inscribe en el mismo espacio epistemolgico que aquel que se elabora a partir de otra forma de entrevista, la entrevista por cuestionarios sobre una muestra representativa (2010: 15).El relato de vida es un tipo de entrevista no-directiva, que se caracteriza por el hecho que el entrevistador (en este caso quien suscribe) plantea al interrogado una sola pregunta directa, llamada consigna inaugural. Para que las sucesivas intervenciones que haga el entrevistador solo sean pequeas injerencias con el objetivo de relanzar el discurso y motivar a la persona entrevistada a profundizar y a enriquecer su relato. Bertaux propone que hay relato de vida en la medida que un sujeto cuenta a un otro sujeto, investigador o no, un episodio cualquiera de su experiencia vivida (2010: 35). Este mtodo nace de un tipo particular de entrevista.Por lo tanto, en el relato de la vida en tanto que narrativa, el sujeto (en nuestro caso, los habitantes de las quebradas

    2C a p t u l o

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    de Valparaso), cuenta y desarrolla su discurso en relacin con una consigna inaugural. En nuestro caso, la consigna o la nica pregunta planteada a los entrevistados fue: Podra usted contarme su historia, cmo lleg a vivir a la quebrada y cmo construy su casa?La consigna inaugural tiene por objetivo enmarcar la realidad social estudiada, tratando de asir una parte de la experiencia de los habitantes de las quebradas, especficamente las experiencias relacionadas con la construccin y consolidacin de sus hbitats. De esta manera la consigna inaugural acta como el filtro a travs del cual puede seleccionar inconscientemente en el universo semntico, la suma interna de sus experiencias, y que sera capaz de cumplir con las expectativas del investigador(Bertaux, 2010:48). As, el relato de vida es construido por el habitante y aprehendido por el investigador con una intencin de conocimiento especfico.

    De esta manera, el estudio de la realidad social de las quebradas de Valparaso, mediante el mtodo del relato de vida result ser muy eficaz, ya que hemos sido capaces de captar y comprender una variedad de situaciones, acontecimientos, acciones y proyectos, desde la experiencia de sus habitantes. Esto nos permiti comprender la lgica interna de cmo fueron construidos social y espacialmente estos territorios en la ciudad, tanto a nivel familiar como comunitario.

    2.0- Seleccin de los informantes En la investigacin centrada en los relatos de vida, Esther Wiesenfeld seala que la seleccin de los informantes es intencional, es decir, los actores se escogen con algn propsito definido, y es primaria, ya que permite detectar informantes que tienen el conocimiento y la experiencia requeridos para la investigacin (2001: 152).Esto nos permiti identificar en forma previa a los habitantes que presentaban ciertas caractersticas de inters en relacin con el objeto de la investigacin, y que nos podran entregar la informacin necesaria para comprender el proceso y las causas que llevaron a la ocupacin de estas quebradas. A este respecto, Wiesenfeld seala que la seleccin de informantes permite un mayor alcance y rango de los datos, aumenta la probabilidad de que toda la gama de mltiples realidades sean

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    develadas, maximiza la incorporacin de condiciones y valores locales que eventualmente podran transferirse a otros contextos (2001: 152). En nuestro caso, el objetivo era recoger el mximo de puntos de vista posible para obtener una diversidad de posiciones y opiniones. Desde estos diferentes puntos de vista, hemos reconocido repeticiones, reiteraciones y contradicciones en los discursos recogidos: por ejemplo, personas que han llegado a vivir en una quebrada, pero que quieren salir de all, y otros que, por el contrario, no se imaginan vivir en otro lugar.Ante esta realidad, establecimos cuatro categoras de informantes, que desde sus propias opiniones fueron alimentados y dieron forma a la historia comn de cada una de estas quebradas. Los grupos de informantes son:-Los habitantes fundadores (HF)Este grupo est conformado por las primeras familias que llegaron a las quebradas y que han sido testigos de los primeros cambios, tanto espaciales como sociales. Estos informantes han sido testigos del poblamiento progresivo de la quebrada. Por lo tanto, son informantes que nos aportaron datos claves en lo que respecta a la lnea de tiempo de ocupacin de las quebradas. -Los habitantes de conjuntos residenciales familiares (HCRF)En segundo lugar, reconocimos una forma particular de apropiacin y gestin del espacio mediante Conjuntos Residenciales Familiares (CRF) (Pino, 2012), entendido en el sentido propuesto por Michel Agier (2009) que se refiere a como las familias se recomponen en el espacio urbano y se mantienen conectadas, teniendo varias ramificaciones residenciales. (Agier, 2009). Estos informantes fueron elementos clave para la comprensin de los mecanismos de apropiacin y construccin del espacio construido, revelando una organizacin social que resulta de una estructura de familias extendidas8 que da cuenta de un estilo de vida reflejado fsicamente en esta particular tipologa del hbitat de las quebradas (CRF). Con el HCRF, la diversidad de las posturas se define por distintas generaciones de entrevistados, estableciendo un arco temporal que puede ir hasta cinco generaciones sucesivas.-Los habitantes dirigentes sociales (HD)En tercer lugar, buscamos personas que formaran parte de una organizacin social y con un rol importante en la comunidad, 8 Una familia extendida (Familia extendida) para el censo nacional Chile Glosario es un tipo de familia basada en los lazos consanguneos de mucha gente. Incluye padres, hijos, abuelos, tos, tas, sobrinos, primos y otros. http://www.bcn.cl/ecivica/concefamil

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    como por ejemplo, los dirigentes o representantes sociales, los miembros de las juntas de vecinos o los coordinadores municipales. La eleccin de estos informantes apunt a develar si exista o no un tipo de organizacin social en el interior de las quebradas. Esto nos permiti conocer el nivel de participacin de los habitantes sobre proyectos y objetivos en comn. La incorporacin del HD nos aport el marco administrativo y/u organizacional, proceso ausente en el origen de una toma en una quebrada, donde su forma de apropiacin es de carcter familiar informal y no necesariamente colectiva. La variedad de posiciones encontradas entre los HD obedece a la funcin que desarrollan en la actualidad. Existen informantes que participan activamente en la funcin administrativa y otros que son ms bien disidentes, es decir, que han abandonado o renunciado a sus cargos9. -Los habitantes nuevos (HN) En cuarto lugar, hemos buscado a los recin llegados. En promedio, las quebradas tienen una antigedad de ocupacin del orden de 30 aos. La mayora de las familias se conocen desde hace aos y han construido una historia en comn. Adems, la movilidad residencial es baja, es decir, muy pocas familias de las quebradas se van vivir a otro lugar. Frente a esta aparente cohesin de grupo, nos pareci importante integrar a la minora de los recin llegados, teniendo en cuenta que podran aportar un punto de vista opuesto al de los habitantes fundadores, quienes estn emocionalmente vinculados a estos territorios. Por lo tanto, el objetivo fue revelar si los nuevos habitantes posean o no las mismas representaciones sociales que los fundadores. Tambin esta visin nos permiti identificar opiniones negativas sobre el hecho de vivir en una quebrada, lo que, sin lugar a dudas, es producto de una visin, que al ser desprovista del peso de la historia, tiende a ser ms objetiva.Anlisis temticoEl anlisis del contenido de las entrevistas se realiz mediante un anlisis temtico. El objetivo de este anlisis como mtodo de anlisis de contenido, es de identificar las unidades semnticas que constituyen el universo del enunciado. En estas condiciones, se trata de producir una reformulacin del contenido del enunciado bajo una forma condensada y formal. Para realizar esta tarea, se procede en dos etapas: la identificacin de las ideas significativas y su categorizacin. As, mediante la categorizacin, obtenemos 9 Cabe sealar que estas personas son elegidas democrticamente por el voto y son de carcter voluntario.

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    una modalidad prctica para el tratamiento de la informacin que tenemos a granel (Negura, 2006).

    3.0- El hbitat informal de la quebrada como una construccin social.El hbitat informal presente en las quebradas de Valparaso, es una construccin social en el sentido expresado por Nogu (2007), es decir, es un producto social que resulta de una proyeccin cultural sobre un espacio determinado y explica que Las sociedades humanas han transformado a lo largo de la historia los originales paisajes naturales en paisajes culturales, caracterizados no solo por una determinada materialidad (formas de construccin, tipos de cultivos), sino tambin por los valores y sentimientos plasmados en el mismo (Nogu, 2007: 12), y agrega que estos son construidos y responden a una lgica que busca transmitir una determinada forma de apropiacin del espacio. Henri Lefebvre sostiene que La prctica espacial consiste en una proyeccin sobre el terreno de todos los aspectos, elementos y momentos de la prctica social (2000: 15). Es desde esta perspectiva que consideramos que el hbitat de las quebradas de Valparaso genera cdigos sociales tcitos y explcitos, que determinan una forma particular de apropiacin de estos territorios. Guy Di Mo explica que el hbitat Lejos de reproducir una estricta subjetividad, tambin refleja los cdigos de la sociedad en la cual se inscribe el individuo (Di Mo, 1998: 98), expresando una forma particular de sociabilidad. Esta sociabilidad, en el caso de las quebradas, es expresada tanto a nivel material y formal. No podemos entender el espacio construido sin haber visualizado, al menos a grandes trazos, cmo se estructuran las relaciones sociales al interior de una quebrada. Nicols Reeves (1993) explica que los barrios informales (bidonvilles) son originados por la unidad de un grupo social determinado y por las particularidades del terreno donde se emplazan, y que la claridad con la cual se expresa y se desarrolla la sociabilidad se debe al modo en cmo se gener el barrio informal, que se hace por acrecin local de viviendas, sin planificacin previa (Berenstein, 2001: 22). La construccin social que genera el hbitat informal es la caracterstica comn a todos los asentamientos informales de los pases latinoamericanos (Agier, 2009). Por ejemplo,

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    Teolinda Bolvar describe los barrios informales de Caracas como el reflejo de la sumatoria de las mltiples intervenciones y transformaciones que se van produciendo en momentos distintos [] como una obra en permanente construccin (Meza, 2009: 84), intervenciones que, indudablemente, son el resultado de un complejo proceso de sociabilizacin. Alicia Lindn explica que La idea de que el territorio es construido socialmente no se refiere al sentido material de la palabra construir, sino que a la construccin de una microsociedad y un territorio por parte de los habitantes locales (Lindn, 2002: 31). Pierre Jeudy (2001), en relacin con las favelas, seala que La arquitectura de las favelas toma toda su relevancia esttica en su relacin implcita asociada a la vida cultural y social que refleja. Es sin lugar a dudas una de las fortalezas de su concepcin arquitectnica sin arquitectos- que hace que el hbitat sea un acto cultural colectivo y singular (en Berenstein 2001: 7).El estudio de este fenmeno adquiere una real importancia en las investigaciones urbanas y sociales actuales, donde las temticas desarrolladas guardan relacin con la intencin de reintegrar estas formas de habitar el medio urbano y, por sobre todo, su cultura arquitectnica, rescatando sus valores estticos, sociales y de micro-economas, reconociendo en el hbitat informal un carcter y germen de una autntica arquitectura local. Autores como Berenstein Jacques, Bolvar, Wiesenfeld, Hernndez, Loubes, Juregui, Turner, Lindn, Agier, Gouverneur, Etcheverri, consideran que los asentamientos informales latinoamericanos, antes que todo, son una construccin social en permanente evolucin.Las quebradas de Valparaso como paisajes son el resultado de una construccin social del espacio. Entendemos la quebrada como un paisaje, en el sentido expresado por Joan Nogu: el paisaje puede interpretarse como un producto social, como el resultado de una transformacin colectiva de la naturaleza y como la proyeccin cultural de una sociedad en un espacio determinado (2007: 12). Y agrega que los paisajes son construidos y responden a una lgica propia que busca transmitir una determinada forma de aprehensin y de apropiacin del espacio. Las quebradas, en este sentido, han sido formadas y construidas socialmente por sus propios habitantes, mediante un hbitat de carcter informal, el cual es el producto de una determinada forma de apropiarse el espacio, mediante prcticas cotidianas

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    socio-espaciales. El hbitat informal, en tanto que construccin socio-espacial, nace y evoluciona a partir de la proyeccin en el espacio de todos los aspectos culturales, materiales, sociales, simblicos y espirituales, as como tambin de los sentimientos, emociones, deseos, sueos y valores compartidos por el grupo de los habitantes de las quebradas. De esta manera consideramos que el hbitat informal genera cdigos implcitos (sociales) y explcitos (materiales), que permiten apropiarse del espacio de la quebrada.Serfaty-Garzon seala que La apropiacin es a la vez la aprehensin del objeto y una dinmica de accin sobre el mundo material y social con la intencin de construir el sujeto (2003: 27-30).As, entendemos la apropiacin del espacio como un proceso que abarca tanto los aspectos socio-culturales como los aspectos espacialesmateriales, y que en este caso permiten la aprensin de los diferentes aspectos constituyentes de la realidad del hbitat informal. Moles & Rohmer (1978) plantean que el hombre aprehende el espacio apropindoselo. Es decir, en la medida en que los habitantes se apropian de las quebradas construyen un conocimiento, el cual proviene tanto de prcticas y representaciones sociales, como de prcticas materiales concretas.La apropiacin, por lo tanto, no slo tiene un carcter instrumental, sino tambin uno simblico expresivo. El proceso de apropiacin sera entonces consubstancial al territorio. Es un proceso marcado por conflictos, que permiten explicar de qu manera el territorio es producido, regulado y protegido en relacin con los intereses de los grupos (Gimnez, 2001).As, la apropiacin de un espacio no implica necesariamente apropiarse fsicamente de un lugar, ya que podemos apropiarnos de un espacio o de un lugar mediante las representaciones sociales que circulan en torno a ellos. Moles&Rohmer agregan que: Una apropiacin del espacio no es necesariamente la apropiacin de un lugar [...] sino la extensin de un control permitiendo al individuo dominar su entorno, en lugar de ser dominado por este (1978: 57).Esta apropiacin inmaterial (aspectos socio-simblicos) que permite a un individuo dominar su entorno, es una apropiacin en el sentido cultural, en la medida que se asimilan, se transmiten y se comparten representaciones e imaginarios que circulan en

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    torno a un lugar, a un hecho, a una accin, a una actitud o a una situacin determinada. Por lo tanto, entendemos la apropiacin de la quebrada como un proceso socio-espacial10. Por una parte, los habitantes, mediante las representaciones sociales y el imaginario colectivo, se apropian socialmente del espacio, construyendo as un significado que les permite actuar y posesionarse con respecto al mundo externo a la quebrada. Y, por otra parte, se apropian materialmente del espacio, mediante la auto-construccin de la vivienda y la auto-urbanizacin del espacio pblico. Ambas formas de apropiacin legitiman y afirman la decisin de habitar en las quebradas, construyendo de esta manera su identidad individual y colectiva.Esta apropiacin del espacio, en tanto que proceso socio-espacial, genera diferentes territorios de apropiacin, entendiendo un territorio como el espacio apropiado por un grupo social y soporte de la identidad individual y colectiva (Fournier, 2007). Yves Barel define el territorio como el entorno de vida, de pensamiento y de accin en el cual y gracias al cual un individuo o un grupo se reconoce, dota lo que lo rodea de sentido y se dota a s mismo de sentido, desatando un proceso identificatorio e identitario (Tizon, 1996: 21).De esta manera, el territorio, en tanto que espacio apropiado, es de naturaleza multiescalar e intersubjetiva, es decir, puede ser aprehendido a diferentes escalas, donde el territorio ms elemental sera la casa y el ms global sera el vasto mundo exterior (Rapoport, 1969). En este sentido, los habitantes de las quebradas definen y construyen una serie de territorios de aproximacin a la realidad, a partir de los cuales definen su identidad y legitiman el hecho de habitar una quebrada. Moles & Rohmer definieron estos territorios de aproximacin como las coquilles (caparazones) del ser humano. Distinguiendo nueve caparazones11 o esferas de proximidad, desde las cuales el hombre acta y se relaciona con el entorno.

    En el caso de los habitantes de las quebradas, estas caparazones las entendemos como diferentes territorios de accin, de dominio, 10 Henri Raymond, en relacin con el hbitat residencial, define la apropiacin (de hbitat) como todas las prcticas y, en particular, las marcas que le dan las cualidades de lugar personal. En este enfoque, el marcado por la disposicin de los objetos o las intervenciones en el espacio vital se considera como el mayor aspecto de apropiacin material. Los modelos de apropiacin se asimilan en disposiciones que engendran prcticas en el sentido del habitus de Pierre Bourdieu.11 Las nueve coquilles definidas por Moles son: el cuerpo, el gesto, el dormitorio, el apartamento o la casa, el barrio, la ciudad, la regin, la nacin y el vasto universo.

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    de aprehensin y de apropiacin del espacio, los cuales delimitan una posicin y una relacin dialctica entre el mundo interior de la quebrada y el mundo exterior a ella. De esta manera se define la realidad en la cual est inmerso el hbitat informal.

    En los relatos de vida de los habitantes de las quebradas aparecen implcitamente cuatro territorios de aproximacin que abarcan diferentes escalas: Estado, ciudad, barrio y casa.As, a partir de la relacin dialctica que se genera con cada una de estas escalas, definimos los territorios como: Quebrada-Estado, Quebrada-ciudad, Quebrada-barrio, Quebrada-casa. Definiendo la relacin entre la quebrada en tanto que paisaje y lugar de expresin- con cada una de las escalas territoriales mencionadas.Grosso modo, podemos decir que los tres primeros territorios son extra familiares, pues se sustentan en las representaciones e imaginarios colectivos que son compartidos y transmitidos por el grupo. Y el ltimo es ms bien intra familiar, sin que ello excluya las representaciones colectivas que tienen una influencia directa en el ncleo familiar.

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    Procesos que intervienen en la apropiacin informal de las quebradas.Ocupar informalmente una quebrada significa apropiarse de un lugar desconocido. Cuando una persona o familia se desplaza o se traslada y se toma un terreno en una quebrada, debe hacer frente a sitios no urbanizados, poco accesibles y con caractersticas topogrficas poco favorables para la construccin de viviendas. A pesar de lo anterior, los habitantes consideran que lo que poseen hoy es slo gracias a un gran esfuerzo personal y familiar, ya que piensan que la accin del Estado ha sido poco efectiva o inexistente. Edsio Fernandes (2008) seala que uno de cada cuatro latinoamericanos tiene acceso a la tierra urbana y a la habitacin mediante procesos informales. Los habitantes de las quebradas consideran y se reconocen como los gestores y constructores de su propio hbitat, en un contexto de polticas habitacionales insuficientes e ineficientes que no han logrado dar abasto a la demanda de habitacin.A partir del anlisis de los relatos de vida se reconocieron siete procesos sociales que intervienen en la ocupacin y apropiacin informal de las quebradas. Estos procesos tienen una causa comn: la falta de medios econmicos y la inaccesibilidad a la vivienda de carcter formal.

    1.0- Las trayectorias residenciales [hacia una quebrada]Uno de los primeros aspectos que desarrollan los habitantes entrevistados, hace referencia a su lugar de procedencia, es decir, de dnde provienen y dnde nacieron, de esta manera hemos establecido que los procesos que motivaron la ocupacin informal

    C a p t u l o3

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    de las quebradas estn ntimamente ligados con las trayectorias residenciales de cada familia. Adems, los relatos de vida nos revelaron que existen recurrencias en las trayectorias residenciales de los habitantes de las quebradas. Sin importar en la quebrada que habiten, se reconocen coincidencias en relacin con los procesos vividos por las familias, en cuanto al lugar de procedencia y al tipo de alojamiento previo a la toma. Estas recurrencias en las trayectorias residenciales dejan entrever las causas de ocupacin, a partir de las cuales hemos logrado diferenciar tres grupos de trayectorias residenciales.a) El primer grupo est compuesto por aquellas familias que consideran que la quebrada es su lugar de origen, es decir, aquellos que mencionan haber nacido en la quebrada. Sus padres o abuelos ocuparon estos espacios de la ciudad, por lo cual la quebrada ha sido su nico hogar, barrio y forma de vida conocida. La frase comnmente utilizada por los habitantes que pertenecen a este grupo es: yo nac aqu.b) El segundo grupo est compuesto por las familias que previamente a la toma de terreno en la quebrada habitaban en otro cerro, en otra quebrada o en el plan de la ciudad. Su condicin habitacional era de arrendatarios de piezas en viviendas colectivas o conventillos -que an existen- en Valparaso, o de allegados en la vivienda de algn familiar o amigo. En este caso, la toma de terreno se visualiza como una solucin accesible y viable ante la carencia de habitacin y, por ende, representa la posibilidad de devenir algn da propietario. Esta trayectoria residencial se expresa mediante las siguientes frases: yo estaba aburrido de estar de allegado, yo quera ser propietario.

    c) El tercer grupo est compuesto por las familias que llegaron a una quebrada desde otra regin o comuna a Valparaso, en busca de nuevas oportunidades laborales. Circunstancia por la cual se instalaron en una quebrada por eleccin o porque fue la nica opcin de habitacin que tuvieron frente a su condicin de migrantes. La frase comnmente utilizada por los habitantes que pertenecen a este grupo es: yo llegu aqu buscando trabajo.Antes de comenzar las entrevistas, los procesos sociales que motivaron la ocupacin de las quebradas parecan obedecer slo a una causa: la falta de medios econmicos de las familias residentes. Sin embargo, gracias a la historia particular de cada familia entrevistada, pudimos comprender la complejidad de

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    la situacin, y dilucidar los procesos y dinmicas que motivaron a las familias a tomar la decisin de habitar y de autoconstruir su casa en una quebrada.

    1.1- La toma [en una quebrada] para devenir propietariosEl sueo de la casa propia

    (HN, hombre 53 aos, quebrada Las Caas).

    Una de las motivaciones que propici la ocupacin informal y que resuena implcitamente en cada relato, independientemente de la causa que gener el traslado a una quebrada, es la ms lgica y natural, que se sustenta en aquel dicho popular que todo chileno conoce: el sueo de la casa propia. Las familias visualizan en la toma de terreno la posibilidad de devenir, algn da, propietarios de un terreno, es decir, tener un sitio propio, el cual se convertir en el patrimonio familiar y, por ende, transferible a su descendencia.Este fenmeno no es exclusivo de Chile. Alicia Lindn, refirindose al crecimiento de loteos irregulares en las periferias de la ciudad de Mxico, identifica un fenmeno similar llamado el mito de la casa propia. El trmino mito es utilizado para designar una creencia que reenva a elementos concretos expresados de forma simblica y compartida por un nmero significativo de personas. Este mito es una idea fuerte y se constituye a partir de fragmentos de la subjetividad colectiva, en el momento que las familias deciden trasladarse y ocupar informalmente espacios perifricos en la ciudad (2005: 6). As, esta expresin el sueo de la casa propia aparece implcita en cada relato, cuando los habitantes piensan en el futuro y en aquello que podrn transmitir como herencia a su familia, este anhelo aparece con mucha fuerza. Es un sueo que se construye da a da en tanto que las familias se van arraigando al lugar y se lo van apropiando social y espacialmente. La situacin de vivienda que posean previamente las familias que habitan las quebradas era de arrendatarios de piezas o de allegados en las viviendas de familiares o de amigos. En este caso, la toma es visualizada por los habitantes como la posibilidad de convertirse en propietarios de un terreno en la ciudad.Esto se ve claramente ilustrado en el relato del seor Luis y su esposa, Jeannette, quienes habitan en la quebrada Las Caas, y

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    fueron una de las ltimas familias que llegaron a esta quebrada y que an no logran regularizar la tenencia de su sitio.

    Nosotros despus del terremoto del 85 (1985) no queramos seguir de allegados, queramos tener algo propio, algo de nosotros, para los nios, por eso nos metimos aqu. Nosotros no podamos seguir en una sola pieza; esto a nosotros nos cost (HN, hombre 53 aos, quebrada Las Caas).

    La decisin de habitar una quebrada por medio de una toma de terreno es percibida por las familias como una posibilidad de movilidad y ascensin social, ya que cambia su condicin de vivir hacinadas en la casa de algn familiar o amigo, o de arrendatarios, para transformarse en propietarios informales. Lindn, refirindose al hecho anhelado de ser propietario, seala que el tener suele presentarse como una alternativa en lo que respecta a la integracin de las personas en una estructura social, pero tambin para la definicin del s mismo, la identidad, el quin soy (2005: 6).

    1.2- La toma [en una quebrada] ante la falta de medios econmicos.

    A m no me qued otra opcin, yo no tena

    la plata para comprar un terreno (HF, mujer 76 aos, quebrada La Rinconada).

    Este fuerte deseo de devenir propietario se ve normalmente truncado por falta de medios econmicos. Es por ello que la toma de terreno como solucin habitacional, se percibe como el nico recurso viable para aquellas personas que no poseen otra posibilidad, frente a la falta de recursos econmicos. Y por lo tanto, las familias han debido auto gestionar y auto proveerse de una vivienda o de un lugar donde vivir. La seora Nancy y su esposo fueron desplazados de su toma de terreno original en el sector de la Quebrada de La Rinconada, hacia un sector situado fuera del lmite urbano en un costado del Fundo Santa Rosa de Pajonal, cuando el municipio pretendi, hace varias dcadas, pavimentar la continuacin de la Avenida Alemania, proyecto que, desde mediados de los aos ochenta, se encuentra sin terminar, en su tramo entre el Cerro Las Caas y el Cerro La Virgen.

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    A m no me qued otra, si mi jubilacin no me alcanza para arrendar, aqu de a poquito hemos construido esta chocita con mi esposo [] y para la ficha CAS no me alcanza, porque ve usted que soy vieja y si yo no tengo ya nios que cuidar, no tengo derecho a nada, as que qu voy hacer? Quedarme aqu no ms. Desde siempre hemos querido ser propietarios. Estamos aqu, pero tememos que un da alguien nos diga que debamos irnos, cmo ocurri la ltima vez con la construccin de la Avenida Alemania (HF, Mujer 76 aos, quebrada La Rinconada).

    En esa poca, las familias se reubicaron en otra toma al interior de la misma quebrada, ya que el municipio no gestion ni ofreci ninguna otra solucin habitacional ante el desalojo. Los vecinos comentan que aquellos vecinos que eran propietarios recibieron un pago mnimo por sus antiguos sitios, el cual no fue suficiente para comprar un terreno o una vivienda al exterior de la quebrada. Es por ello que fueron ellos mismos quienes trasladaron sus antiguas mediaguas, casas y/o piezas a otros sitios cercanos.

    1.3- La toma [en una quebrada] como una opcin viable Aqu nadie nos molesta, esto est as desde que tengo uso de razn

    (HD, mujer 53 aos, quebrada La Rinconada).

    La toma en una quebrada se percibe como un proyecto viable en el sentido que las quebradas se presentan como territorios estigmatizados y supuestamente tierra de nadie. Son espacios que frente a una ocupacin ilegal no son reclamados inmediatamente por los eventuales propietarios de los sitios, por lo tanto, no existe una presin inmediata que implique ser expulsados, erradicados y/o desplazados. Bien que con el tiempo, esta situacin cambie y sea casi contraproducente el hecho de tratar de pasar desapercibidos, puesto que, a largo plazo, en las familias se ha generado una angustia ante un devenir incierto. Sin embargo, sabemos que, por ley, los sitios poseen un propietario, pero que para los habitantes de las quebradas son desconocidos. Carlos Paredes (2004) seala que en la legislacin chilena, el derecho de propiedad definido en el Art.590 del cdigo civil especifica que: No existen en Chile terrenos sin dueo, ya que a la falta de propietario particular es el Estado el titular del dominio. Todo inmueble est inscrito en los registros Conservadores, y por lo mismo, y en general, la prdida de la tenencia material no los afecta porque dicha inscripcin constituye la mejor garanta del dominio de un bien raz (2004: 6).

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    De esta manera, cuando una persona se apropia materialmente de un sito, es decir, lo ocupa fsicamente y construye un recinto habitable en l, esto no le garantiza ser propietario, puesto que el ocupante siempre puede ser expulsado si aparece el real propietario del sitio. Esto es habitual cuando los sitios poseen una tasacin fiscal importante, porque los grandes propietarios especulan en relacin con este fenmeno. En cierta poca era habitual que los propietarios dejaran hacer o realizar tomas de terreno en sus propiedades, puesto que saban que, a largo plazo, el Estado podra intervenir proveyendo de servicios bsicos a la toma de terreno con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus ocupantes, lo que implicaba una plusvala de los terrenos. Por ejemplo, en las tradicionales tomas de terreno en la ciudad de Santiago, estas se localizaban en grandes terrenos agrcolas, y deban organizarse porque los dueos de los terrenos se presentaban de forma inmediata tratando de expulsar a las personas.De esta manera, el acto o hecho de tomarse un terreno en una quebrada, se concibe como una ocupacin viable, con ms posibilidades de permanencia, ya que las quebradas se presentan como territorios de bajo avalo fiscal, de fcil acceso, sin control municipal efectivo, con poca o nula oposicin de propietarios privados12, y por ser territorios histricamente estigmatizados. En el caso de la quebrada La Rinconada, por ejemplo, la toma situada en los olivos bajos, medios y altos, es una gran propiedad que pertenece, segn los habitantes, a una familia de Santiago, la cual fue identificada por la ONG Un Techo para Chile en una ocasin que se construan mediaguas en el sector. Sin embargo la familia no tena inters alguno en el sitio, pero tampoco, quera deshacerse de l. En definitiva se especula con los sitios cuando se ve que ya estn ocupados y que representan una posibilidad de negocio entre el privado y el Estado, el que con el fin de solucionar el tema ofrece, la mayora de las veces, la compra de los sitios a sus dueos.Esto lo relata la seora Juana Nez de la quebrada La Rinconada:

    Este es el fundo Santa Rosa de Pajonal, el del frente es el Pajonal, son distintos dueos, y ac era duea una viejita, que dej un grupo de 17 herederos, y de los 17 herederos, nosotros

    12 Existen casos paradigmticos, como en algunas quebradas donde los supuestos dueos nunca aparecieron u otras, como en La Rinconada en el sector de los olivos bajos, altos y medios, donde ms de 150 familias an ocupan terrenos privados y del SERVIU sin ser regularizados. Con propietarios reconocidos y que incluso viven en las inmediaciones de la toma. O el caso de Rocuant, donde nunca se pudo verificar el dueo y finalmente se regularizaron todas las tomas.

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    encontramos a una doctora en Santiago, pero ella no quiere saber nada de esto, porque dice que para poder vender tienen que estar todos juntos, y creo que andan para Espaa para Suecia, as que tendra que ser el gobierno no ms. Que el gobierno pesque y diga a tantas familias se les va a vender como estn, o los mt2 que les correspondan, porque hay gente que tiene terrenos muy chicos y hay otros que tienen 2 terrenos para una casa, es a la suerte no ms, lo que uno se tome (HD, mujer, 53 aos, quebrada La Rinconada).

    La permanencia en una toma es clave para la posterior legalizacin de los sitios, de acuerdo con el decreto de ley 2695, que fija las normas para regularizar la posesin de la pequea propiedad raz y para la constitucin de dominio sobre ella. En el artculo 2 se estipula que quienes quieren legalizar un sitio en el cual se encuentran en ocupacin material deben, por lo menos, acreditar una posesin material igual o superior a cinco aos de antigedad. Por otra parte, la cercana que presentan las quebradas con respecto al centro de la ciudad, es valorada por sus habitantes, quienes consideran que si bien existen ciertas necesidades a nivel urbano, esto es intercambiable por el hecho de estar cerca de la ciudad y aprovechar de todos los servicios que esta ofrece. Es decir, la toma en una quebrada es viable por dos razones fundamentales: su condicin de ser considerada como terreno de nadie, es decir, si existe dueo, no ha sido reclamado y, por otra parte, que muy pocas veces ser reclamado por un propietario, por las caractersticas de conectividad urbana que presenta cada uno de ellos.

    Aqu estamos abandonados, aqu nunca viene nadie, ellos no saben cmo vivimos(HF, Mujer, 76 aos, quebrada La Rinconada).

    Cuando alguien extrao se pasea por una quebrada, la cuestin de la propiedad es una preocupacin de los vecinos. En cada trabajo de terreno, los vecinos, intrigados por nuestra presencia en la quebrada, constantemente nos preguntaban si trabajbamos para el gobierno. Esto delata la constante preocupacin con la que viven los habitantes de las quebradas, por miedo a ser erradicados debido a la condicin irregular de sus viviendas. Luego de saber que la finalidad era un estudio independiente del gobierno, las personas se mostraron ms accesibles a entablar una conversacin, con toda libertad y sin el temor de ser descubiertos. El primer reclamo que plantean es que estn olvidados, que nadie nunca va a las quebradas.

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    1.4- La toma [en una quebrada] como lugar de origen. Siempre he vivido aqu, siempre he vivido en tomas

    (HD, Mujer, 53 aos, quebrada La Rinconada).

    La quebrada como lugar de origen es la causa de ocupacin ms comn; algunos vecinos son oriundos de la quebrada, siempre han vivido all, la quebrada y la toma se constituyen como la nica forma de vida que conocen. Evidentemente son los vecinos ms antiguos, aquellos que llegaron a ocupar una quebrada cuando no haba nada o era un bosque. Son aquellos vecinos reconocidos como los fundadores de las quebradas, aquellos que son mencionados en los relatos de todos los otros habitantes. Ese es el caso de la seora Trinidad Gonzlez, quien vive en los olivos bajos en la quebrada Las Caas. Ella nos cuenta que antes viva en la quebrada La Rinconada, que queda a metros de su nueva ubicacin; podemos decir que se trata de una misma quebrada, pero que antes era reconocida por sus habitantes como dos quebradas por poseer distintos nombres.En la quebrada La Rinconada, vivan ms de 60 familias que fueron desplazadas cuando el municipio comenz las obras para la continuacin de la avenida Alemania, obra que consista en unir el cerro Las Caas con el cerro La Virgen, mediante un aterrazamiento del terreno natural a la altura de la cota 100 como en los otros cerros, dejando el trazado de una calle horizontal que dio origen al relleno artificial que hoy encontramos all y que gener una cancha de futbol. Todas las familias que viven en aquella quebrada fueron obligadas a desplazarse, sin embargo no se les ofreci ninguna solucin. Como se encontraban en tomas, las familias, a partir de la misma lgica de ocupacin, se trasladaron solo algunos metros y se tomaron nuevos terrenos.

    Yo viva en otra quebrada que es la quebrada de La Rinconada, yo nac y crec all, vendieron y me sacaron de all (HF, Mujer, 54 aos, quebrada Las Caas).

    La seora Ana de la quebrada La Rinconada, nos cuenta como fue aquel proceso de traslado de la toma al interior de la misma quebrada, generada por la falta de un programa de reubicacin de las familias frente a la ejecucin de un proyecto urbano importante como era la continuacin de la avenida Alemania.

    Yo soy nacida y criada aqu en este cerro, en estos mismos lugares; yo viva en un predio para all pa arriba, como la casa amarilla de la seora Fernndez (situada en los olivos bajos).

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    Una casa inmensa, con rboles con flores, pero supuestamente con el arreglo del camino sacaron las casas que estaban ah y pasaron la mquina. Eso fue ms o menos en el ao 86. Desde esa vez expropiaron las casas porque supuestamente iban a hacer un camino, este camino iba a colindar, iba a pasar por el fundo para que llegar abajo, para que pasaran los camiones supuestamente, pero como usted ve, por ac hasta el momento nada. Se perdieron muchas casas, por ejemplo, mi pap se tuvo que ir para all arriba en los olivos en el cerro, porque antes ah haba olivos y despus la gente se fue toda para all, porque en realidad les dieron unas monedas por el terreno pero no se quisieron ir de ac, se tomaron los sitios que estaban para all, cortaron los rboles, todos se tomaron porque nadie se quera ir de este lado (HF, mujer, 52 aos, quebrada La Rinconada).

    Por otra parte, la toma como nica opcin habitacional conocida, en una errtica por varios sitios en un mismo sector; en este caso, una misma quebrada. Un nomadismo de corto alcance. El relato de la seora Juana Nez, quien, a sus 53 aos, nos cuenta que siempre ha vivido en tomas.

    Yo he vivido en tres diferentes terrenos, aqu en este mismo cerro, ahora tambin estoy en toma. Yo vena de aqu del Yelcho (calle) un poco ms abajo. En el cerro de al lado (HD, mujer, 53 aos, quebrada La Rinconada).

    1.5- La toma [en una quebrada], solucin frente a la migracin

    Yo me vine trabajando (HF, Mujer, 78 aos, quebrada Las Caas).

    La toma en una quebrada como solucin para personas que llegaron de otra ciudad a instalarse a Valparaso por causas laborales. Esta causa es la ms habitual cuando hablamos de una toma de terreno en Santiago, donde muchos campesinos llegan a la ciudad en busca de trabajo. En los relatos solo encontramos dos casos de familias que se instalaron en una quebrada de Valparaso por razones de trabajo: la familia de la seora Doraliza Catril, de origen mapuche, puesto que este lugar se presentaba como su nica opcin, y la familia de don Romualdo, que lleg luego del terremoto de 1906 para trabajar en la reconstruccin de la ciudad. Entrevistamos al abuelo de la seora Ana y al seor Isidro.En el caso de las quebradas, son muy pocas las personas que aseguran haberse trasladado de otra regin o ciudad a causa de un trabajo, sin embargo existen, y este es el caso de la seora Doraliza, de la quebrada Las Caas, quien lleg a los diez

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    aos para trabajar como asesora del hogar en la ciudad de Via del Mar, ciudad vecina de Valparaso. Ella lleg del sur del pas, junto con la familia para la que trabajaba, quienes se instalaron en la ciudad de Via del Mar, ciudad caracterizada por poseer un nivel socioeconmico superior al de Valparaso, ella en aquel trabajo conoci a su esposo, quin era oriundo del cerro El Litre.

    Yo soy del sur, de Concepcin, y me vine a Valparaso trabajando con unos patrones muy buenos que tuve. Dur 20 aos trabajando en esa casa, prcticamente desde los diez aos, y solamente sal de all para formar mi hogar; ah me termin de criar, ah aprend a trabajar. En ese entonces, el que fue mi compaero trabajaba en esa casa tambin y ah nos conocimos y l viva en este cerro, el Cerro El Litre (HF, mujer, 78 aos, quebrada Las Caas).

    Por esta misma razn, llegaron a Valparaso el abuelo, el padre y el to de la seora Ana, desde Nirivilo, ciudad de la Regin del Maule, para trabajar en la reconstruccin de la ciudad luego del terremoto de 1906. La causa principal de su migracin hacia Valparaso fue el trabajo, bien que el terremoto como evento est implcito en ella.

    Tambin por el terremoto de 1906, mi pap dice que se vino (a Valparaso), porque su pap trabajaba en construccin, y aqu (en Valparaso) qued todo botado, entonces mucha gente emigr, y as llegaron al Cerro Mesilla a vivir con sus padres y despus casado l se vino para ac, el ao 1939. Mi abuelo... mi abuelo se llamaba Romualdo, l se llamaba as, y llegaron emigrando por el trabajo, y trabajaban en las construcciones. Eran albailes, La familia de l y un hermano, el to Domingo. Se vinieron a trabajar a la reconstruccin aqu, se vinieron ellos y despus mand a buscar a la familia, mi papa tena 7 aos cuando lleg aqu, pal terremoto, mi pap era nacido en 1897; l nos contaba que ellos hicieron, por ejemplo, un muro. Usted va por Las Torpederas y detrs ve unos muros de piedra, esos se dice que los hizo mi abuelo, y la Escuela Naval antigua tambin trabajo ah, la que estaba all en la subida Artillera (HF, mujer, 75 aos, quebrada Las Chanas).

    1.6- La toma [en una quebrada] como resultado de la movilidad familiar. Con el concepto de movilidad familiar nos referimos a un tipo de movilidad residencial, que establece una lgica de ocupacin administrada por las familias integrantes de la toma. Es un mecanismo solidario de acceso al suelo urbano, donde una persona o familia que se encuentra materialmente en posesin de un sitio, propone o invita a sus familiares y/o amigos a instalarse junto