¿Qué hemos aprendido de la cultura árabe?

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Alá deia huella óQué hemos aprendido de Ia cultura árabe? Majestuosa y eterna Giralda de Sevilla. mina- rete de la Gran Mezouita. fue construida en el siglo Xll oor el almohade Abou Youssef Taqoub al-lllansur. Bten pot.' sigl.o.s et'Lteros (Le tnn1u1acrcl1 0 p)r el ittllujo de utlttu'cts vecü'tas,lo cierto es que el islam ntnrcct tm sinfín de nmrifestn- ciones cuhtu'ctles, nrtístícns r científicas. os átabes r c'l islam- no han manifestado a lo lar. la magia de las columnas Patio de los Leones de la Alham- bra de Granada. Las inscriDciones de sus muros acreditan a lllujam- mad V (1354"1391) como su autor. L ::i::':|;::iti ill:,:':i rnunclc¡ de las ider-s r la especu lación. El Cor'án csl.in L.'rto que parece clesaninar la r-eilerión filosófica, r' no deja dc sel sieni- ficatilo quc curnclo ésta se pro cluce cn el nunclo islinrico !.s gra- cias al descubriniento de autores occiclentales como Plarón r Alis- trjteles. Dc man!'ra 5entciitntr', la rpalición de ll mÍstic¡ cn,,'l scnr.r clel islam palccc habcl estado le, lacionada directamenlc con to- rrientes espirituales orientales quc han inplcgnado sus dotcs crca tir as. A pcsar cLc todo, los ár'al¡cs postr'fiofes ai sLrrginlienro del is- lan'i clei¡ostlalon rLna espccial ha, bilidad para asinriLal los Losr'os naalr:Los en otras cLlltufas \ e\- panciirlos en lo-r tcllitor-jos so- mctidos it su dominio. \o succ- -> Iemplo hispano. Vista inter¡or de la mezquita de cor. doba levantada entre el siglo Vlll y el Xl. El arco de herra. dura sobre cap¡teles de penca es una técn¡ca que sustitu. ye a los arcos romanos utilizados en un primer momento. I .l

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Artículo de divulgación sobre distintas manifestaciones de la herencia islámica.

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Page 1: ¿Qué hemos aprendido de la cultura árabe?

Alá deia huellaóQué hemos aprendido de Ia cultura árabe?

Majestuosa y eternal¡ Giralda de Sevilla. mina-rete de la Gran Mezouita.fue construida en el sigloXll oor el almohade AbouYoussef Taqoub al-lllansur.

Bten pot.' sigl.o.s et'Lteros(Le tnn1u1acrcl1 0 p)rel ittllujo de utlttu'ctsvecü'tas,lo ciertoes que el islam ntnrcct

tm sinfín de nmrifestn-ciones cuhtu'ctles,nrtístícns r científicas.

os átabes r c'l islam- nohan manifestado a lo lar.

la magia de las columnasPatio de los Leones de la Alham-bra de Granada. Las inscriDcionesde sus muros acreditan a lllujam-mad V (1354"1391) como su autor.

L ::i::':|;::iti ill:,:':irnunclc¡ de las ider-s r la especulación. El Cor'án csl.in L.'rto queparece clesaninar la r-eileriónfilosófica, r' no deja dc sel sieni-ficatilo quc curnclo ésta se procluce cn el nunclo islinrico !.s gra-cias al descubriniento de autoresocciclentales como Plarón r Alis-trjteles. Dc man!'ra 5entciitntr', larpalición de ll mÍstic¡ cn,,'l scnr.r

clel islam palccc habcl estado le,lacionada directamenlc con to-rrientes espirituales orientales quchan inplcgnado sus dotcs crcatir as. A pcsar cLc todo, los ár'al¡cspostr'fiofes ai sLrrginlienro del is-lan'i clei¡ostlalon rLna espccial ha,bilidad para asinriLal los Losr'osnaalr:Los en otras cLlltufas \ e\-panciirlos en lo-r tcllitor-jos so-mctidos it su dominio. \o succ- ->

Iemplo hispano. Vista inter¡or de la mezquita de cor.doba levantada entre el siglo Vlll y el Xl. El arco de herra.dura sobre cap¡teles de penca es una técn¡ca que sustitu.ye a los arcos romanos utilizados en un primer momento.

I.l

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Una huellaen el plato

Ariba, un cocineroprepara donef, tro-

zos de cordero asa-do cortado en tifas,

A la derecha, unamuestra de la rioue-za de sabores, colo-

res y condimentosde la coc¡na jordana,

comercio -r de manera especialel tráfico de esclalos- el nenio deia economía árabe en Espaila.

Cuando las deuotas militaresimpidieron la realización de acei-fas r la captura de esclalos -lle-garon a escribirse manua.les alres-pecto-, la economía andalusí se\'ro sometida a un deterioro del queno podrÍa \a reponerse de] todohasta el final de-la Reconquista.

A los aportes económicos, unie-ron los árabes un er.idente inte-rés por la ciencia, aunque limita-do a cuestiones relacionadas conla lida cotidiana como las mate-

. máticas, la medicina lP la astronomía. A ello!*

debemos los númerosque actualmente se uti-lizan en Occidente v es-pecialmente el cero, queaprendieron de los in-dios. Los nombres dematemáticos musulma-nes du¡ante los sislos XIXI son numerosfsimosr debe tenerse en cuen-! ta que eJ criltiador mas

Abulcasim al-Zahrauí (93ó- 10 I 3 )escribió el lisrlf, mienrras otroscolegas su\os popularizaban lasobras de Dioscórides. En astro-nomÍa destacó el citado Maslamaque comento el Plalrslerio de pto-lomeo r Arib ben Said que fueautor de un calendario astronó-mico.

Sin embargo, sin duda, el astró-nomo más imporlanre fue el tole-dano AJ-Zarqali o AzarquieJ, muer.-to en 1087, quien creó una moda-lidad de astrolabio de uso unir.e¡-sal que perrnitía a los marinos uti-lizarlo sin tener que cambiar laspiezas al lariar el hemisferio.

a Arte sen¡prohibidoPrecisamente porque el Corán

prohíbe la realizáción de imáse-nes -lo_que implica la negación dela €scultura \' enormes limitacio-nes a la pintura-, los musulmanesdestacaron de manera especial enel terreno de la arquiteciu¡a r delas artes ornamentales. La mez-quita de Córdoba, la Alhambra deGranada, Ia Aljafería de Zarasozao la Giralda dé Ser.illa son tai só-lo alsunas de ias muestras de unaarqurtectura prolista de una in_mensa belleza, aunque no en to- :

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dió así en el caso de Espaia, don-de ios á¡abes no se most¡aronabicrtos a aprovechar los loerosprer ios de la cuitura risieoda, da-do que ésta en furdametitalmenteDrDICa.

Sin.embargo,.la llegada de losmusulmanes a la peninsula lbe-nca sr se tradulo, por elemplo, enla ¡ntroduccidn de nueras espe.cres mttales \ \'esetales como ellimonerc, el arroz, la caña de azi-car o el algodón. De manera si-milar, se intensificó el cultilo delolr\ o -aceituna es una palabra deongen arabe- r'se im¡ulsci la nro_ducción del lino, el álsodon l elesparto. En la ganadeiía se esti-muló la cría caballar -ra erisren-te-, dado el uso militar que podíatener, \, se impuso la cría de pa-lomas

O lmpubo a tos tejidos

. En lo que a la industria se re-trere, los arabes continuaron laexplotación de las minas de oro,nlerro, cobre \ mercurio _aunque\'aliéndose de los mérodos urili,zados por los ¡omanos con an-terioridad- r', a la lez, impulsa-ron la industria de tejidos-comoias sedas (Almería, Có;doba) l' losbrocados, en los que destacaríanextraordinariamente. Asimismolograrian un alto nir.el en la pro-ducción industrial de tapicis l

l-s

cueros, sobre todo en los conoci-dos cordobanes r guadameciles.

De similar importancia fue laarlesanía que establecieron en tor-no a producciones como los cur-tidos, la cerámica, las armas, ellidrio o el papel.

Con todo, posiblemente fue el

I a üsidn det¡slam enL¡os autores occi-denbles no siempre hasno nt exacta ni equili-brada, pero no puededudarse de que haelercido su influjo so.bre modas y estilos al0 iargo de los siglos.5r Es muJeres abraza-ron con entus¡asmovestrmentas como eltuñante o los pantalo-nes anchos, los pinto-res que Intentamn re-ffejar un mundo islám¡-co ideal fueron ¡eÉ¡ón.En el sigo Iñ/lll eipin-tor g¡nebrino Jean-Et¡enne Liotard coniu-ÉFba ambas corien¡esal pintar atav¡ada a laturca a Mar¡a Adelaidade Francia. No fue elúnico. Entre los pinto-res que reflejaban elexotismo islámico sedarian cita l\4ariano

imponante de esta cien-cia dur¿nte Ia Edad X{e-dia fue precisamente el

madrileño Abulcasim Maslama.fallecido en 1007, de culas obrastomaría referencia Adélardo deBath (111ó-1142), uno dc Jos pen-sadores que sentó las bases de lasmatemáticas occidentales poste-nofes.

En el terreno de la medicina,

Fortuny, José l\4aríaSert, Ingres, David Ro-berts, Henri ReÉnauft oDelacro¡x. La liúraturano rec¡bió una ¡nfluen-c¡a menor. Del Eot¡e¡de K¡ngake a [os sietep¡lares de la sab¡duríade l"awence de Ambiapasando por los Cuen-tos de Ia Nhambm deWashington lrv¡ng sepuede apfeciar un ¡n-

terés cont¡nuo por elmundo ¡slámico. Ni si-qu¡era el séptimo arte-que ha orignado pelí-culas como las mil yunan@hesoHladronde Eagdad- ha esca-pado de ese sugestivopoder de atracc¡ónque, de maneE mas omenos fidedigna, ejer-ce el ¡slam sobre occi-oente. a

Ariba, E'ecüci,jn sinjuic¡o bajo el mandato

¡i'|r,r1 ] ite tos ráyes moroi-,':t'¡ de Gnnada, ot/.a;ixt i de Henri ReÉnault'ilá" I (1870). tzquierda,'i 1 Tntado de gamátical_ ánóe det s¡gto x t.

124 ffntry

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"lr,5ii,iii3.1B$[Jno de los princi-pales escollos conlos que cuenta laexpans¡ón de lacultura ¡slámica enel mundo occiden.tal es la carenciade figuras popula-res que s¡rvancomo portavocesde la ¡magen delculto. Aun así, hayun puñado de fa.mosos, sobre todoen Estados Unidos,que han serv¡dopara llamar laatención sobre elislamismo en occi.dente, bien porsus creencias opor su prgcedenc¡afamiliar. Estos sonalgunos de ellos.

dos los casos orisinal. No fueron,desdc luego, las irnicas manifes-taciones ar-tÍsticas. De una mezclade sosa r sílice lograron una cla-se dc lidr-io que daba como rc-sultado piezas sencillas obteni-da-r nedian¡e la técnica del sopladoo mcdiante la del molde. Isual-

mente lograron trabajar con no-table perfección el marfil, la ce-rámica r', muv especialmente, elban'o. El alicatado r los azulejosftreron objeto de un trabajo de er,traordinaria belleza qué puedecontemplarse lo mismo en la fuen-te de la plaza de la Figuereta de

Astronomía y med¡c¡naEsas fueron dos de las disciDli.nas más quer¡das por los mu-sulmanes med¡evales. Arriba.un astrolabio del siglo XVI;a la izouieÍda, estatua delfilosofo y médico hebreo

lllaimónides. oue vivió enla EsDaña andalusi.

El arte de lascosas cotid¡anas

tuiba, decoración enestuco de veseria de la

Alhambra, que representainscriociones sobre elCorári y versos de lbn

Zamrak y otros poetasárabes. A la derecha, unaestatua del siglo X repre-

sentativa del arte árabe encobre. exDuesta en el

museo arqueológico deCórdoba, y un ¡anón de

cerámica nazari realizadoen Granada en el s¡glo XlV.

\ralencia que en los azulejosde las mezquitas de Estam-bul o en las cerámicas persas deKashan. Por su parte, ia cerámi-ca dio manifestaciones ten e\tra-ordina¡ias como los jau'ones dereflejos mctálicos del reino naza-ri de Gr-anada. Cor todo, posible-mente sea el arte mudéjar el esti-lo que mejor utilizarÍa el ladrillocomo queda de manifiesto cn mo-nunlentos como la Torle de SanI,lanín en Teruel.

O H¡elbas para CocinarEl influjo de la pasada domina-

ción árabe ha dejado su huella in,cluso en el ter-reno de la gastr-o-nomía. La cocina con hierbas aro-máticas r especias pasó de Al-Anda-lus al resto de Eurrcpa -azaftán cstambién una palabra árabe que,en este caso, signihca 'amarillo"-,como sucedió con e1 azúcar comoedulcolante. En 1651, esas apor-taciones se rier¡n eniquecidas conla que, posiblemente, .soza de car,ta de naturaleza más amplia en iaactualidad. Nos referimos al caféque causó el terror de los lende-dores de lefrescos de ErLropa porla ¡errible competencia qire re-

plesentaba para sus mercancias.\o fue la irnica rclación del is-

lam con el disfrute de los senti-dos. El juego indio del ajedrez.cl laúrd, notablementc pcr'feccio,nado en.\l-Andalus, I otros ins-trumentos de cuerdá, asÍ comoel baño -en r ealidad, r.rna inno-t'ación de los consnlidos por losromanos ser'ían algunos de losaspectos impulsados por una feque es posiblc que hubiera naci-do en el desierto pero cur os fie-les eustallan de la mirsica. los iar-olnes \ los estanqLles.

-trtFft??:f,7r-¿cón Jesus o con Mahoña? ,'i E P\.Ds

Lo que Europa .lebe at istañ .le España.). tet..et at )ca.úiad.. Ber..¡ana. 1999.La conspnación. EItñlna de la politic¿ á¡ahe.3. fió¡ Heñet. gaEeta.a. 1996.EI hecho rel¡Ej¡oso. Encictoped¡a .le las Érandesrel¡€t¡ones. leal Detuñeaú d)ectat Aiia.z¿adn.t¡¿¡ ¡,1¿Í.¡d. i995Dicc¡onanode las ¡rcs rclié¡ores mororeisráslj!.ta¡sno, cr¡st¡an¡sño e ¡slañ, c. \ttrtat. at¡arzaad¡t.t ¿1. irt¿¡1tid i992hrtoducció¡ a¡ Coran, R. Be| | t. |'att.¿rcter(to. nladr¡¿ 19t7.

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