Que escuchemos tu voz

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¡QUE ESCUCHEMOS TU VOZ, QUE PROCLAMEMOS TU PALABRA! Escuchar y hablar son dos facultades humanas que nos permiten relacionarnos. El evangelio de hoy nos presenta a Jesús curando a una persona sordomuda. Hace mas de dos mil años una persona con esa discapacidad veía muy limitadas sus posibilidades de interacción con otras personas y, de alguna manera, vivía asilada del mundo circunstante.Por eso el milagro de Jesús cobra una importancia mucho mayor que la sola curación física. Gracias a la curación milagrosa obrada por Jesús el sordomudo podrá incorporarse a una vida social adecuada pues oír y hablar son medios utilísimos para una vida en relación El relato que hoy se proclama en el evangelio es parte de una sección del evangelio de Marcos que trata de la relación de Jesús con sus discípulos .En ese contexto la curación es anuncio a los discípulos de las nuevas relaciones que el Señor establece entre los hombres que creen en El .El SeñorJesús posibilita que también los paganos y los duros de corazón, sordos ante la Palabra de Dios, puedan ori a Dios, puedan oír a Dios si se ponen ante Jesús. La acción de Jesús no solo cura la sordera física sino que remedia la imposibilidad de oír a Dios y permite que, oyendo a Dios, se establezcan nuevas relaciones entre quienes le siguen. Los discípulos de Jesús son los que dejan que el Señor, que es la palabra, les abra el oído .Es importante recalcar que en la celebración del bautismo se prevé un rito elocuente al respeto: el ministro toca los oídos y la boca del recién bautizado y dice “El señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos, te conceda, a su tiempo, escuchar su palabra y proclamar la Fe”.El discípulo es alguien que escucha y luego proclama, ya a ello Jesús le dispone. Y al escuchar y proclamar la fe se vive un nuevo modo de relaciones entre los creyentes, sin aceptación alguna de personas, como sugiere la segunda lectura del día de hoy. LECTURA DEL LIBRO DE ISAIAS Esto dice e Señor :Digan a los cobardes de corazón

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¡QUE ESCUCHEMOS TU VOZ, QUE PROCLAMEMOS TU PALABRA!

Escuchar y hablar son dos facultades humanas que nos permiten relacionarnos. El evangelio de

hoy nos presenta a Jesús curando a una persona sordomuda. Hace mas de dos mil años una

persona con esa discapacidad veía muy limitadas sus posibilidades de interacción con otras

personas y, de alguna manera, vivía asilada del mundo circunstante.Por eso el milagro de Jesús

cobra una importancia mucho mayor que la sola curación física. Gracias a la curación milagrosa

obrada por Jesús el sordomudo podrá incorporarse a una vida social adecuada pues oír y hablar

son medios utilísimos para una vida en relación

El relato que hoy se proclama en el evangelio es parte de una sección del evangelio de Marcos

que trata de la relación de Jesús con sus discípulos .En ese contexto la curación es anuncio a los

discípulos de las nuevas relaciones que el Señor establece entre los hombres que creen en El .El

SeñorJesús posibilita que también los paganos y los duros de corazón, sordos ante la Palabra de

Dios, puedan ori a Dios, puedan oír a Dios si se ponen ante Jesús. La acción de Jesús no solo cura la

sordera física sino que remedia la imposibilidad de oír a Dios y permite que, oyendo a Dios, se

establezcan nuevas relaciones entre quienes le siguen.

Los discípulos de Jesús son los que dejan que el Señor, que es la palabra, les abra el oído .Es

importante recalcar que en la celebración del bautismo se prevé un rito elocuente al respeto: el

ministro toca los oídos y la boca del recién bautizado y dice “El señor Jesús, que hizo oír a los

sordos y hablar a los mudos, te conceda, a su tiempo, escuchar su palabra y proclamar la Fe”.El

discípulo es alguien que escucha y luego proclama, ya a ello Jesús le dispone. Y al escuchar y

proclamar la fe se vive un nuevo modo de relaciones entre los creyentes, sin aceptación alguna de

personas, como sugiere la segunda lectura del día de hoy.

LECTURA DEL LIBRO DE ISAIAS

Esto dice e Señor :Digan a los cobardes de corazón