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C o p y r i g h t b y N o t f o r Q u i n t e s s e n c e Not for Publication 171 Volumen 20, Número 3, 2010 REVISIÓN REVISIÓN Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles Arne F. Boeckler, Falk Zschiegner, Daniel Voigt, Jürgen M. Setz INTRODUCCIÓN El tratamiento protésico de pacientes edéntulos presenta numerosos desafíos. A una situación anatómica particular, caracterizada por reabsorciones del pro- ceso alveolar de tipo y grado diversos, el desplazamiento de la relación inter- maxilar, unos tejidos blandos distintos a los del paciente no edéntulo y las ten- siones producidas por la musculatura, se suma de forma recurrente la ausen- cia de anclajes útiles para la retención de la prótesis dental. Por consiguiente, dependiendo de diversos factores, como el tipo y nivel de atrofia, la anatomía del lecho útil receptor, el tono muscu- lar, el nivel de flujo salival o las dificul- tades derivadas de la edad a la hora de incorporar y adaptar funcionalmente una nueva prótesis completa, que con frecuencia es la primera, todo ello hace que la confección de una prótesis com- pleta convencional no ofrezca, a me- nudo, el resultado funcional deseado tanto por el paciente como el odontó- logo que realiza el tratamiento. En los pacientes con una prótesis completa funcionalmente satisfactoria también puede producirse una atrofia creciente de los procesos alveolares durante la fase de uso. Existen diferentes alternativas para incorporar implantes intraóseos en un maxilar edéntulo, aunque básicamen- te se dividen en prótesis fijas y removi- bles. Las rehabilitaciones protésicas fi- jas se atornillan o cementan a los implantes, directamente o por medio de superestructuras, en analogía con los pilares naturales, mientras que para el anclaje y la estabilización de prótesis removibles sobre implantes intraóseos existe un gran número de aditamentos. En sus inicios, la mayor parte de estos aditamentos (en inglés, attachement Arne F. Boeckler OA Dr. Medicina Dental Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg Centro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico Dental Grosse Steinstrasse 19 06108 Halle/Saale (Alemania) Falk Zschiegner Asistente científico Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg Centro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico Dental Grosse Steinstrasse 19 06108 Halle/Saale (Alemania) Daniel Voigt Dentista Clínica dental Voigt Bahnhofstrasse 35 39345 Flechtingen (Alemania) Jürgen M. Setz Prof. Dr. Medicina Dental Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg Centro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico Dental Grosse Steinstrasse 19 06108 Halle/Saale (Alemania) Correspondencia a: Dr. Arne F. Boeckler e-mail: [email protected] Palabras clave: aditamento, anclaje de bola, magnético, locator, barra, parte hembra del anclaje, corona telescópica, tasa de supervivencia, retención, estrés, mantenimiento. Resumen: El artículo presentado ofrece un estudio de los distintos aditamentos para el anclaje y apoyo de prótesis removibles sobre implantes intraóseos. La búsqueda bibliográfica de artículos en inglés y alemán se realizó en MEDLINE y se complementó con una búsqueda manual. En el artículo se describen y comparan los aditamentos comercializados, y se debaten distintos criterios para la selección clínica de aditamentos, como tasas de supervivencia y protocolos de carga, pérdida ósea periimplantaria y reacción del tejido blando, estrés y carga del implante y del lecho receptor de la prótesis, retención, tamaño, número de implantes y distancia entre ellos, mantenimiento y coste, satisfacción del paciente, función y fuerza masticatorias. Para lograr un tratamiento a largo plazo estable y satisfactorio deberían tenerse en cuenta tanto estos criterios como los aditamentos prostodónticos adecuados a cada situación clínica.

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ISIÓ

NR E V I S I Ó N

Estudio sobreaditamentosprostodónticos para el anclaje de prótesisremovibles

Arne F. Boeckler, Falk Zschiegner, Daniel Voigt, Jürgen M. Setz

INTRODUCCIÓN

El tratamiento protésico de pacientesedéntulos presenta numerosos desafíos.A una situación anatómica particular,caracterizada por reabsorciones del pro-ceso alveolar de tipo y grado diversos,el desplazamiento de la relación inter-maxilar, unos tejidos blandos distintosa los del paciente no edéntulo y las ten-siones producidas por la musculatura,se suma de forma recurrente la ausen-cia de anclajes útiles para la retenciónde la prótesis dental. Por consiguiente,dependiendo de diversos factores, comoel tipo y nivel de atrofia, la anatomíadel lecho útil receptor, el tono muscu-lar, el nivel de flujo salival o las dificul-tades derivadas de la edad a la hora deincorporar y adaptar funcionalmenteuna nueva prótesis completa, que confrecuencia es la primera, todo ello haceque la confección de una prótesis com-

pleta convencional no ofrezca, a me-nudo, el resultado funcional deseadotanto por el paciente como el odontó-logo que realiza el tratamiento. En lospacientes con una prótesis completafuncionalmente satisfactoria tambiénpuede producirse una atrofia crecientede los procesos alveolares durante lafase de uso.

Existen diferentes alternativas paraincorporar implantes intraóseos en unmaxilar edéntulo, aunque básicamen-te se dividen en prótesis fijas y removi-bles. Las rehabilitaciones protésicas fi-jas se atornillan o cementan a losimplantes, directamente o por mediode superestructuras, en analogía con lospilares naturales, mientras que para elanclaje y la estabilización de prótesisremovibles sobre implantes intraóseosexiste un gran número de aditamentos.En sus inicios, la mayor parte de estosaditamentos (en inglés, attachement

Arne F. BoecklerOA Dr. Medicina DentalUniversidad Martin-Luther de Halle-WittenbergCentro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico DentalGrosse Steinstrasse 1906108 Halle/Saale (Alemania)

Falk Zschiegner Asistente científicoUniversidad Martin-Luther de Halle-WittenbergCentro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico DentalGrosse Steinstrasse 1906108 Halle/Saale (Alemania)

Daniel VoigtDentistaClínica dental VoigtBahnhofstrasse 3539345 Flechtingen (Alemania)

Jürgen M. SetzProf. Dr. Medicina DentalUniversidad Martin-Luther de Halle-WittenbergCentro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico DentalGrosse Steinstrasse 1906108 Halle/Saale (Alemania)

Correspondencia a:Dr. Arne F. Boecklere-mail: [email protected]

Palabras clave: aditamento, anclaje de bola, magnético, locator, barra, parte hembra del anclaje, corona telescópica, tasa de supervivencia, retención, estrés, mantenimiento.

Resumen: El artículo presentado ofrece un estudio de los distintos aditamentos para el anclaje y apoyo de prótesis removibles sobre implantes intraóseos. La búsquedabibliográfica de artículos en inglés y alemán se realizó en MEDLINE y se complementó con una búsqueda manual. En el artículo se describen y comparan los aditamentoscomercializados, y se debaten distintos criterios para la selección clínica de aditamentos, como tasas de supervivencia y protocolos de carga, pérdida ósea periimplantaria yreacción del tejido blando, estrés y carga del implante y del lecho receptor de la prótesis, retención, tamaño, número de implantes y distancia entre ellos, mantenimientoy coste, satisfacción del paciente, función y fuerza masticatorias. Para lograr un tratamiento a largo plazo estable y satisfactorio deberían tenerse en cuenta tanto estoscriterios como los aditamentos prostodónticos adecuados a cada situación clínica.

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system) se empleaban en las prótesis hí-bridas convencionales para anclar lasprótesis removibles en los dientes re-manentes o las raíces de los dientes. Losaditamentos mencionados se confec-cionan individualmente o comerciali-zan en forma de componentes prefabri-cados adaptados a los distintos sistemasde implantes existentes en el mercado.

Los aditamentos, que técnicamen-te pueden ser totalmente distintos en-tre sí, pueden insertarse en el maxilarsuperior o la mandíbula edéntulos oparcialmente edéntulos. Básicamentese distingue entre las barras de bloqueoprimario y el grupo de los anclajes in-dividuales. El gran número de adita-mentos existentes en el mercado com-plica la selección, sobre todo entre losespecialistas con menos experienciaclínica, a lo que se añade que las reco-mendaciones relativas a las indicacio-nes no se basan tanto en datos cientí-ficos y estudios individuales o estudiosbasados en la evidencia, como en lasexperiencias clínicas y opiniones dedistintos autores.

El objetivo de este estudio es pre-sentar y describir los aditamentos pros-

todónticos para prótesis removibles, de-batir sus ventajas e inconvenientes es-pecíficos, aspectos funcionales, bioló-gicos y técnicas de cada uno de lossistemas, y presentar criterios para la se-lección clínica de los aditamentos.

ADITAMENTOS PARA EL ANCLAJEDE PRÓTESIS REMOVIBLES

ANCLAJES DE BOLA

El anclaje de bola es un aditamento uti-lizado desde hace décadas en prótesisparcial removible, adoptándose direc-tamente en los implantes al anclaje delas prótesis híbridas sobre cofias radicu-lares, sobre las que se suelda o fundeuna bola prefabricada de diámetro de-finido, a modo de elemento de reten-ción. Se trata de un tipo de anclaje quese atornilla al o en el implante, según sedesee. En el mercado pueden encon-trarse anclajes de bola para la mayoríade sistemas de implantes existentes.Para compensar las alturas gingivales,los fabricantes ofrecen anclajes de al-turas distintas. Las superestructuras em-pleadas sobre implantes suelen ser de

una aleación de titanio (Fig. 1), mien-tras que los de bola convencionales sonde alto contenido de oro. Dependien-do del sistema pueden tener que utili-zarse herramientas especiales para in-sertarlos.

Los sistemas de bola utilizados so-bre implantes se distinguen, sobre todo,por las matrices empleadas. La partehembra del anclaje clásico está hechade una aleación de metal noble y pre-senta una pieza retentiva de laminillas,que se activan al colocarlas sobre labola con ayuda de un anillo elástico desilicona que rellena el espacio entreaquéllas y la base de la prótesis. Unerror frecuente, sobre todo tras el reba-se o polimerizado de la parte hembradel anclaje, es la extracción de este ani-llo de silicona. La falta de espacio nopermite la expansión de las laminillasy puede repercutir en una menor reten-ción, desgaste de la bola y posteriorfractura de las laminillas.1

Para activar y desactivar estas ma-trices existen herramientas especiales,que permiten activar o desactivar deforma homogénea todas las laminillasde la parte hembra del anclaje dispues-

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P e r i o d o n c i a y O s t e o i n t e g r a c i ó n

Fig. 1 Anclaje de bola de titanio sobre implantestransgingivales en mandíbula edéntula.

Fig. 2 Activación (izquierda/centro) y desactivación(derecha) de la parte hembra del anclaje de oro de bolaconvencional con instrumental especial (Cendres & Metaux,Biel-Bienne, Suiza).

Fig. 3 Parte hembra del anclaje de dos piezas titanio-oroen una prótesis de mandíbula.

Fig. 4 Activación (izquierda) y sustitución (derecha) de un retentor de oro (Cendres & Metaux, Biel-Bienne, Suiza).

Fig. 5 Implante temporal con bola integrada y partehembra, sintética, del anclaje (Straumann, Basilea, Suiza).

Fig. 6 Retentor, estructura y atornillador especial de un anclaje de tipo bola (Straumann).

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tas en círculo (Fig. 2). La parte hembradel anclaje debe separarse de la base dela prótesis para sustituirla.

Los anclajes de dos piezas formadospor la estructura de la parte hembra delanclaje y las laminillas son un desarro-llo posterior (Fig. 3), mediante el cualse atornilla un elemento prefabricadoque comprende las laminillas hecho enuna aleación de oro en una estructurade titanio pegada a la base de la próte-sis utilizando un cono central (Fig. 4).De este modo, la retención del adita-mento puede ajustarse sin escalas, uti-lizando una herramienta especial. Encaso de fractura de una de las lamini-llas, se desatornilla la totalidad del ele-mento defectuoso sin por ello tener queextraer la estructura de la base de laprótesis.

Los sistemas de bola alternativosposeen matrices sintéticas, que apenaspermiten la activación y que sólo pue-den renovarse mediante un nuevo po-limerizado (Fig. 5). También existenmatrices para anclajes de bola (en in-glés, O-Ring) y cilíndricos (p. ej.: cilin-dro de retención de Gerber) que pre-sentan un anillo de retención (anillode silicona o arandela elástica) en lu-gar de lamillas (Fig. 6).2 En todos estossistemas, la retención está preajustada,no puede ajustarse en una sola sesióny sólo puede modificarse sustituyendola arandela de retención o el anillosintético.3,4

Los anclajes de bola pueden em-plearse en la confección de una próte-sis nueva o integrarse a posteriori en unaprótesis existente, para lo cual los fabri-cantes ofrecen análogos de bolas paralaboratorio.

Contrariamente a lo que suelecreerse, las indicaciones de los anclajesde bola en prótesis sobre implantes di-vergentes son limitadas.5 Las diferentesinclinaciones de las bolas existentes enestos casos repercuten en unos cortesdistintos de las laminillas de retenciónde la parte hembra del anclaje corres-pondiente, debido a la necesidad dedisponer todas las matrices vertical-mente a la dirección de inserción de laprótesis antes de la polimerización. Enconsecuencia, cuando la angulación esmarcada, se produce una expansióndesigual de las laminillas, que repercu-

te en una pérdida acelerada de la reten-ción y en una posible fractura. Lo mis-mo ocurre, aunque en menor medida,con las matrices que trabajan con ele-mentos sintéticos o arandelas metáli-cas. Además, el desgaste desigual de labola obliga a sustituir a medio plazo elanclaje que ha dejado de ser funcional.

En la actualidad, los anclajes debola se emplean en los llamados micro-implantes, mini-implantes o implantesauxiliares –con frecuencia fabricadosde una pieza junto con la bola– utiliza-dos para la carga inmediata de prótesiscompletas ya existentes o plantillas deperforación o computerizadas (Fig. 5).

También encontramos aditamentossimilares a los anclajes de bola, sobretodo en los países anglo-americanos, enlos que la parte hembra del anclaje estáintegrada en el pilar del implante. Elpatrix en forma de bola, ya sea en me-tal acanalado y, por consiguiente, acti-vable (p. ej.: Ceka Revax, Alphadent,Bélgica) o a modo de elemento sinté-tico removible (p. ej.: Zaag, Zest An-chors, EEUU), está unido a la base dela prótesis.3,6 El inconveniente es el

riesgo de acumulación de restos de ali-mentos o placa en el interior del pilarcónico del implante. Además de losproblemas higiénicos, puede producir-se una obstrucción de la parte hembradel anclaje, que puede resultar en unadisminución de la retención y en cam-bios en el asentamiento de la prótesis.7

ADITAMENTOS DE SEMIPRECISIÓN

Los anclajes locator (Zest Anchors, Es-condido, EEUU) se utilizan, de formasimilar a los anclajes de bola, a modode aditamentos individuales de semi-precisión sobre cofias radiculares e im-plantes (Fig. 7).8 Se trata de un adita-mento que en la actualidad se ofrecepara 50 sistemas de implantes, para elque también existen pilares de alturadistinta destinados a compensar las di-ferentes alturas gingivales según el sis-tema de implantes empleado. Los an-clajes locator presentan un diseñoespecífico con un corte interior y unoexterior, están hechos en titanio y re-vestidos con nitruro de titanio. Para in-sertarlos, se emplea una herramientaespecial. La parte hembra del anclaje

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Fig. 7 Aditamentos locator (Zest Anchors, Escondido, EEUU) sobre implantes,en mandíbula edéntula.

Fig. 8 Estructura de locator polimerizada en la base de la prótesis con parteshembra del anclaje insertadas.

Fig. 9 Estructuras de locator y partes hembra del anclaje definitivas con retenciones diversas para implantes con distintas angulaciones.

Fig. 10 Sustitución de una parte hembra del anclaje locator mediante un instrumento especial (Zest Anchors).

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polimerizada en la base de la prótesisconsta de una cofia de titanio, que pre-senta un corte en el borde. La reten-ción se logra por medio de un retene-dor sintético en poliamida (nylon)(Fig. 8), que se introduce en los cortesinterior y exterior del pilar.1 Existentres tipos de retenedor estándar codifi-cados a color con niveles de retencióndistintos, según informan los fabrican-tes (Fig. 9).8 También se ofrecen dos re-tenedores especiales provistos de unúnico corte exterior que, según datosde los fabricantes, son aptos para im-plantes no paralelos con una divergen-cia de los ejes de hasta 40º.9

Las propiedades de la poliamida yla fijación no rígida de la parte hembradel anclaje en la cofia metálica resul-tan funcionalmente en un aditamento

articulado giratorio entre el pilar y labase de la prótesis. Cuando la retencióndisminuye no hace falta activar las ma-trices. Para sustituir los retenedores bas-ta con extraer las matrices de nylonejerciendo presión con una herramien-ta especial y así retirarlas de la cofia detitanio, que permanece en la base de laprótesis. (Fig. 10).

En caso de tener que utilizar un lo-cator para anclar una prótesis nuevapuede transferirse el pilar ya atornilla-do utilizando una cofia de impresiónespecial y un análogo para laboratoriodel locator sobre el modelo protésico,además de la impresión convencionaldel hombro del implante. Este tipo deaditamentos también pueden inte-grarse posteriormente en prótesis yaexistentes.

El anclaje ERA (Sterngold Dental,Attleboro, EEUU) es similar al ancla-je locator y también se sirve de una par-te hembra del anclaje removible sinté-tica y de un pilar provisto de un corte.10

No obstante, en comparación con el lo-cator, en este caso el pilar no presentaningún corte retentivo exterior, no estáfijado a la estructura metálica de la ma-triz por medio de una articulación gira-toria y sólo es apto para compensar di-vergencias de implantes de hasta unmáximo de 30º. En un estudio destina-do a evaluar el desgaste, Gamborena ycols.11 no registraron ninguna diferen-cia en la retención de las matrices ERAcodificadas a color testadas, y con dis-tintos niveles de retención (según in-formación del fabricante) tras realizar1 500 ciclos.

ANCLAJES MAGNÉTICOS

Al igual que los anclajes de bola, losmagnéticos también se emplean desdehace décadas en las prótesis híbridasconvencionales. El desarrollo de losimanes samario-cobalto (Sm-Co)12 yposteriormente el de los imanes deneodimio-hierro-boro (Nd-Fe-B)13 cons-tituyeron la base para el uso intraoralde imanes con suficiente retención ytamaño reducido. La elevada tenden-cia a la corrosión de los imanes prima-rios obliga a encapsularlos con una fun-da de titanio o de acero fino (Fig. 11).14

Desde los años ochenta del siglo pa-sado se señala el empleo de anclajesmagnéticos combinados con implantesintraorales.15 En sus inicios, el ámbitode aplicación se limitaba a grupos deindicación específicos, como prótesisen caso de defectos craneofaciales y laepitética. Con el tiempo, los anclajesmagnéticos se han establecido con éxi-to como anclaje de prótesis removiblessobre implantes (Fig. 12).16 Diversos es-tudios clínicos17 e in vitro18 demuestranque una de sus ventajas es la apariciónde fuerzas elevadas en el desacopla-miento del anclaje magnético que per-mite evitar una sobrecarga de, porejemplo, los implantes cortos. Ademásde la facilidad en la higiene, otra de lasventajas es la posibilidad de emplear-los en restauraciones protésicas con im-plantes divergentes de una forma com-parativamente más sencilla.19

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P e r i o d o n c i a y O s t e o i n t e g r a c i ó n

Fig. 11 Anclaje magnético (Z-line,Steco, Hamburgo, Alemania) sobreimplantes (longitud 8 mm) en unamandíbula con atrofia severa.

Fig. 12 Base de prótesis conpartes secundarias magnéticaspolimerizadas tras tres años defuncionamiento.

Fig. 13 Anclaje magnético y su correspondiente imán para laprótesis. Izquierda: sistema “mono”cerrado (Magfit-IP BFN/IFN, Aichi,Tokio, Japón); derecha: sistema “dúo”abierto (X-line, steco).

Fig. 14 Pérdida de retencióncausada por el cálculo dental sobre el anclaje magnético.

Fig. 15 Desgaste mecánico yperforación de la cápsula de titaniode un anclaje magnético.

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En la actualidad se utilizan distintostipos de sistemas magnéticos según seasu estructura técnica. Los anclajes mag-néticos disponibles en el mercado se di-viden en sistemas de campo magnéticoabierto y cerrado (Fig. 13).20 Los siste-mas abiertos presentan un campo mag-nético estático alrededor de las parejasde imanes. Al separar las parejas de ima-nes polarizadas se produce una reduc-ción no lineal de la fuerza de adheren-cia magnética,21 cuyo efecto se debilitamediante un campo magnético abierto.También permiten cierto grado de auto-centrado de la prótesis. En los sistemascerrados, su construcción obliga, en lamayoría de los casos, a mantener elcampo magnético dentro de las parejasde imanes en contacto.22 De este modose reduce significativamente el campomagnético en la cavidad bucal.20 Laefectividad del anclaje magnético es su-perior a la de los sistemas abiertos delmismo tamaño. No obstante, tambiénse produce una reducción significativa-mente superior de la retención que enlos sistemas abiertos, incluso al mante-ner una distancia comparativamenteinferior entre los imanes.23

Asimismo se distinguen los llamadossistemas “mono” y los “dúo” (Fig. 13).En los sistemas mono, la porción de lapareja de imanes presente en la bocaestá hecha en una aleación “blanda” fá-cil de magnetizar y exenta de campomagnético estático propio,20 que puedeemplearse a modo de pilar confecciona-do sobre implantes para ahorrar espa-cio.21 El sistema dúo consta de dos ima-nes de polaridad contraria, de los queuno se encuentra permanentemente enla cavidad bucal. En comparación conlos sistemas mono, estas unidades sonmás voluminosas, pero permiten el en-capsulamiento completo con titanio oacero fino. El encapsulamiento de losanclajes magnéticos modernos evita lacorrosión intraoral anteriormente obser-vada con frecuencia.14

Las investigaciones realizadas a lolargo de las últimas décadas tambiénhan demostrado que los temores relati-vos a los efectos negativos de los cam-pos magnéticos de este tipo de anclajedental sobre los tejidos blandos pare-cen ser infundados.20

A lo largo de los últimos años sehan desarrollado sistemas especialmen-

te pequeños y con gran poder de reten-ción, según datos de los fabricantes.21

También se han modificado y mejora-do tecnológicamente los anclajes mag-néticos ya establecidos y probados. Losavances técnicos y una aplicación clí-nica16 comparativamente más sencillay económica que la de los anclajes deprecisión han convertido los anclajesmagnéticos en una alternativa a los an-clajes tradicionales, sobre todo en la es-tomatología geriátrica.

Los estudios in vitro realizados tam-poco han podido probar una reducciónsignificativa de la retención, en com-paración con otros aditamentos.24,25 Apesar de la estabilidad de la retenciónmagnética, la adhesión de sarro, porejemplo, puede conducir a una sepa-ración de las parejas de imanes y, enconsecuencia, a una reducción paula-tina de la retención (Fig. 14).26 Uncontrol insuficiente del asentamientode la prótesis y el efecto directo de lacarga resultante también puede con-ducir a daños mecánicos de la cápsulametálica (Fig. 15). La corrosión pro-ducida tras la perforación conducetambién a una reducción de la reten-

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Fig. 16 Coronas telescópicas primarias atornilladas hechasen aleación de alto contenido de oro.

Fig. 17 Coronas telescópicas primarias de dióxido dezirconio confeccionadas mediante CAD/CAM.

Fig. 18 Corona telescópica primaria de cerámica (ZrOa)con adhesivo sobre los implantes, sin canal expuesto.

Fig. 19 Corona telescópica primaria de una pieza hecha de una aleación de alto contenido de oro y la parte secundariacorrespondiente galvanizada.

Fig. 20 Partes secundarias galvanizadas antes del ajustesobre la estructura terciaria perforada.

Fig. 21 Partes secundarias galvanizadas integradas sinranura en la base de la prótesis.

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ción, además de a eventuales compli-caciones biológicas.27

En el caso de tener que utilizar unanclaje magnético en una prótesis nue-va, se recomienda, al igual que con otrosanclajes confeccionados, la impresiónconvencional del hombro del implan-te. Algunos fabricantes de anclajes mag-néticos ofrecen además pilares de im-presión magnéticos especiales para latoma de impresión directa del anclajemagnético ya atornillado. Para su trans-ferencia sobre el modelo protésico exis-ten análogos magnéticos del anclaje. Deeste modo pueden polimerizarse de for-ma segura los imanes de la prótesis du-

rante, por ejemplo, el rebase. Tambiénpermiten la fijación intraoral de losimanes a la base de la prótesis.

CORONAS TELESCÓPICAS

Las coronas telescópicas sobre implan-tes para el anclaje de prótesis removi-bles y sus distintas versiones técnicasestán documentadas desde principiosde los años noventa del siglo pasado.28

Los diversos conceptos de los sistemasconvencionales de coronas telescópicaspara dientes naturales, como las telescó-picas de paredes paralelas, telescópicasresilentes o cónicas, se transfirieron a losimplantes intraóseos.29,30

Las aleaciones descritas con mayorfrecuencia en la bibliografía para la con-fección de coronas primarias ancladas so-bre implantes son las de alto contenidode oro (Fig. 16). Sin embargo, tambiénse emplean las de titanio, aleaciones detitanio, aleaciones Co-Cr y distintas ce-rámicas de silicatos y de óxidos.31-33 Laspartes primarias cerámicas están desper-tando mayor interés gracias al buen ni-vel de compatibilidad ofrecido y a suspropiedades estéticas (Fig. 17).31,32

Las coronas primarias pueden ce-mentarse sobre los implantes por mediode pilares atornillados, de forma similara los pilares naturales. En estos casos,

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P e r i o d o n c i a y O s t e o i n t e g r a c i ó n

Fig. 22 Barra primaria en mandíbula edéntula (oro) con cofias y barra confeccionada de sección transversal(Straumann).

Fig. 23 Barra fresada individualmente (Co-Cr) en maxilaredéntulo.

Fig. 24 Barra de oro montada a partir de piezas sintéticasy luego fundida para matrices sintéticas de semiprecisión en mandíbula edéntula.

Fig. 25 Barra de dióxido de zirconio hecha por CAD/CAMen maxilar edéntulo (Cercon, Degudent, Hanau, Alemania).

Fig. 26 Barra articulada confeccionada de oro en prótesisde mandíbula reforzada con metal.

Fig. 27 Activación (izquierda) y desactivación (derecha) de una barra articulada con un instrumento especial (Cendres & Metaux).

Fig. 28 Base de prótesis con matrices sintéticas de semiprecisión (Bredent, Senden, Alemania).

Fig. 29 Estructura terciaria de cobalto-cromo con partesecundaria confeccionada por galvanizado.

Fig. 30 Estructura secundaria (Co-Cr) con pasadores de fricción activables (SAE, Bremerhaven, Alemania).

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3028 29

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para poder acceder al pilar en caso decomplicación, la parte primaria debeperforarse (Fig. 18). Otra posibilidad esla confección de la parte primaria enuna única pieza mediante colado o pro-ceso CAD/CAM para posteriormenteatornillar directamente la parte prima-ria al implante. Los posibles inconve-nientes en relación con la retención delas coronas telescópicas pueden resultarde la posición y la extensión del canalabierto por el tornillo (Fig. 19).

Para la confección de la parte secun-daria también existen diversas técnicas.Además de las coronas secundarias con-vencionales fundidas confeccionadas enuna aleación de alto contenido de oro,también se ofrecen partes secundarias detitanio, aleaciones de titanio y aleacio-nes Co-Cr. Las características específi-cas de los materiales obligan a incorpo-rar retenedores adicionales34 o varillasde fricción.35 Desde hace más de diezaños también se confeccionan partes se-cundarias para coronas telescópicas me-diante galvanización (Fig. 19).31,32

La cofia de oro puro de 150 μm a250 μm ofrece un nivel alto de bioto-lerancia, además de gran precisión enel ajuste y una ranura de inserción mí-nima. En las partes primarias galvani-zadas, las superficies de adhesión estánfresadas paralela o cónicamente; noexiste descarga horizontal, como la delas coronas cónicas convencionales. Laretención se produce, sobre todo, porlas fuerzas hidráulicas entre la parte pri-maria cónica, la parte secundaria gal-vánica y la saliva, además de por la re-sistencia al deslizamiento y una fuerzade adhesión menor. Estos componen-tes conforman lo que se conoce por sis-tema tribológico, cuya retención finalpuede definirse en la boca del pacien-te dependiendo de la consistencia de lasaliva.31 Las cofias galvánicas confec-cionadas se pegan a la estructura tercia-ria hecha en un aleación exenta de me-tales preciosos (Figs. 20 y 21). Tambiénpuede realizarse intraoralmente.

Los estudios en torno a la carga y losestudios clínicos realizados han demos-trado un nivel alto de estabilidad de laretención de estos sistemas.31,36 No obs-tante, clínicamente también se ha se-ñalado una reducción de la retención.Las causas parecen ser complejas y de-

pender estrechamente de la situaciónindividual del paciente. Las posibles ac-tivaciones requeridas son limitadas.Existen, por ejemplo, barnices con oroque se aplican sobre la cara interna dela cofia (SD-Friktionslack, Servo Den-tal, Hagen, Alemania). Una alternati-va económica a la costosa nueva con-fección de la parte secundaria afectadaes el galvanizado posterior selectivo delas cofias pegadas (p. ej.: AGC MicroPlus, Wieland, Pforzheim, Alemania).

El diseño de la estructura terciariaes una de las causas debatidas en rela-ción con los cambios en la retención delos sistemas galvánicos.37 La estabilidadde las dobles coronas galvánicas se lo-gra, en gran parte, por medio de la es-tructura terciaria pegada. El inconve-niente de este tipo de sistemas es elconsiderable espacio requerido por lascapas de cemento, la corona primaria,la corona secundaria, la estructura ter-ciaria y el revestimiento. Para evitar uncontorneado excesivo de los dientes pi-lar, suele optarse por una estructura ter-ciaria reducida hacia bucal. El apoyoinsuficiente de la cofia galvánica porparte de la estructura terciaria puedeproducir un alabeo. En tales márgenesexternos, formados exclusivamente porlas cofias galvánicas y el revestimien-to, la deformación debida a las fuerzasmasticatorias y a las fuerzas mecánicasejercidas al incorporar y retirar la pró-tesis puede resultar en el descascarilla-do del revestimiento. Los cambios enel dimensionado definido de la ranurade inserción también pueden conllevarpérdidas en la retención.

Las coronas de Renaissance (Cera-platin) son una alternativa a las partessecundarias galvanizadas. Los estudiosin vitro y clínicos realizados en torno aeste sistema no han registrado pérdidade retención relevante tras un perío-do de uso prolongado.38 La activaciónampliando la ranura de compensaciónhorizontal puede realizarse separando yretirando la pieza oclusal de la cofia.

BARRAS ARTICULADAS Y ANCLAJESDE BARRA

La barra a modo de aditamento tambiénse ha adoptado en implantología, y esun sistema utilizado desde 1950 en lasprótesis híbridas convencionales.39 Las

primeras aplicaciones documentadashacen referencia a sistemas de implan-tes subperiósticos.40 La barra empleadaen los implantes atornillados o cilíndri-cos da lugar, en comparación con losaditamentos alternativos, a un bloqueoprimario de los implantes. Aprovechan-do este conocimiento, en 1970 se reali-zaron las primeras rehabilitaciones pros-todónticas inmediatas utilizando unabarra sobre cuatro implantes.41 Existendistintos tipos de barras implantosopor-tadas, que se clasifican de acuerdo a cri-terios diversos. Entre los aditamentosempleados se diferencia entre las barrasarticuladas y los anclajes de barra.42

Las barras articuladas más sencillasson la barra de perfil circular y la barrade perfil ovalado de Dolder (Fig. 22).39

El nivel de libertad funcional de estetipo de barra resilente es máximo al uti-lizar una barra de Dolder sobre dos im-plantes en una mandíbula edéntuladispuesta hacia el eje intercondilar ar-bitrario. Si la barra se utiliza sobre másde dos implantes, los movimientos ro-tatorios son limitados o inexistentes. Latraslación vertical se realiza alternati-vamente por medio de un anclaje de ba-rra (Fig. 23).43 Lo mismo ocurre en lasconstrucciones con barras sobre dos ymás implantes con extensiones distales(en inglés, cantilever). Existe controver-sia en torno a las ventajas y los incon-venientes de este tipo de barra y de lasacodadas.44-47 Las prótesis de extensióndistal de más de 10 mm de longitud in-crementan las fracturas de la estructuray el estrés en la unión implante-pilar.48

En la confección de construccionescon barras se emplean tecnologías ymateriales diversos, como barras metá-licas prefabricadas adaptables (titanio,aleaciones de oro o de titanio) combi-nadas con cofias atornilladas para ba-rras unidas mediante soldado o láser ala propia construcción con barras (Fig.22).49,50 Otra posibilidad es la utiliza-ción de barras sintéticas prefabricadasde perfiles diversos que se unen a laconstrucción deseada mediante estruc-turas para barras concretas (Fig. 24).25,51

La transformación en metal se realizacon fundición dental convencional (ti-tanio, aleaciones de oro, de Co-Cr o detitanio) debiendo respetar una distan-cia máxima de 18 mm y una altura ver-

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V o l u m e n 2 0 , N ú m e r o 3 , 2 0 1 0

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tical mínima de 2 mm.48 Alternativa-mente puede optarse por la construc-ción y la confección asistida por orde-nador de barras en metales diversos ocerámicas de óxido utilizando tecnolo-gías CAD/CAM (Fig. 25).52,53

El tipo parte hembra del anclaje esotra de las posibles distinciones aplicablesa las barras. La parte hembra del anclajesiempre debe adaptarse al perfil de la ba-rra. Existen matrices para anclajes debarra y barras articuladas prefabricadasadaptables (titanio, aleaciones de oro o detitanio; Fig. 26). Según deban incorporar-se a una base sintética o a una estructurametálica, pueden adquirirse con o sinretenedores. El ajuste de la retención serealiza con herramientas especiales me-diante la activación o la desactivación delas laminillas posteriores más sometidas acarga (Fig. 27). La laminilla anterior asu-me la función de superficie guía.

Otro tipo de aditamento prefabri-cado para barra son las matrices sinté-ticas de semiprecisión (p. ej.: Hader,Sterngold ImplaMed, Attleboro, MA,EEUU) (Fig. 28).3,8,54 Estas matricessintéticas codificadas a color que, se-gún información de los fabricantes,ofrecen diferentes niveles de retención,se anclan a la base de la prótesis por me-dio de retenedores metálicos por fric-ción. De este modo puede ajustarseindividualmente la retención de la pró-tesis, seleccionando las matrices.55 Encaso de pérdida de retención, las matri-ces se sustituyen utilizando una herra-mienta especial. La polimerización di-recta de la parte hembra del anclaje enla base de la prótesis repercute en unapérdida significativa de retención y di-ficulta la sustitución posterior.

Además de los aditamentos prefa-bricados, también se utilizan otros con-feccionados de forma individualizadapara las barras.56,57 Se conoce el éxito deanclajes para barra galvanizados sobreconstrucciones con barras fresadas in-dividualmente (Fig. 29).52,58 Debido alprincipio tribológico mencionado al pre-sentar las coronas telescópicas, cabecontar con una retención constante.No obstante, de producirse una reduc-ción en el nivel de retención, puede op-tarse, al igual que en el caso de las co-ronas telescópicas, por la incorporaciónde un retenedor adicional, la galvaniza-

ción posterior o la costosa sustitucióndel anclaje para barra. Una posibilidadalternativa para controlar la retenciónde las construcciones con barras con-feccionadas individualmente es la uti-lización de varillas de fricción (Fig.30).51,57,59,60 En estos casos, la pérdida deretención se recupera fácilmente en elsillón, activando las varillas. Asimismose tiene conocimiento de distintas for-mas de retenedores pasivos a modo deelementos de seguridad combinadoscon las construcciones para barras (Fig.30).58,61 Por norma general, el costeconstructivo y, en consecuencia, finan-ciero es superior sin llegar a sustituir lafuncionalidad de los aditamentos. Enla bibliografía americana se describecon frecuencia una forma de barra fresa-da de forma individualizada cuya únicafunción es el bloqueo primario del im-plante. La retención en sí se realiza me-diante aditamentos atornillados, comoanclajes de bola, locator, ERA, Zaag oCeka Revax.62-64 Como ya se ha indica-do, también en este caso el ajuste de laretención se lleva a cabo activando o sus-tituyendo el anclaje en cuestión.

La bibliografía debate dos factorescomo causa de la pérdida de retenciónobservada a nivel clínico en los siste-mas que emplean barras. Por un lado,puede tratarse del uso incorrecto porparte del paciente al, por ejemplo, la-dear la prótesis al retirarla o insertarla,y, por el otro, puede tratarse de una dis-locación tridimensional,44,45,65 sobretodo en el caso de extremos libres. Lossimuladores y aparatos existentes paracomprobar los materiales no permiten,por el momento, simular tales cargas.66

Estudios in vitro propios llevan a supo-ner que, dependiendo de la combina-ción de materiales empleada, puedenproducirse procesos de desgaste signifi-cativos inherentes a la construcción yla física de los materiales.

CRITERIOS PARA LA SELECCIÓNDE LOS ADITAMENTOS

TASAS DE SUPERVIVENCIA DEIMPLANTES Y PROTOCOLOS DE CARGA

El éxito a largo plazo de los implantespara el anclaje de prótesis removiblesen el maxilar superior y la mandíbula

ha podido demostrarse en distintos es-tudios.5,67,68 En uno de los primerosestudios a largo plazo respecto a dosimplantes en mandíbula edéntula,Steenberghe y cols.69 reportaron unatasa de supervivencia a los 52 mesesdel 98%. Diversos autores han seña-lado tasas de supervivencia de los im-plantes a cinco años de 95% a 97% enpacientes con prótesis sobre barra obola.70,71 En varios estudios las tasasde supervivencia de las prótesis sobrebarra, magnéticas o de bola a los cin-co años fueron de 99% y 100%.71-73 En41 pacientes con anclaje de barra so-bre cuatro implantes en maxilar supe-rior edéntulo, la tasa de superviven-cia a los cinco años fue del 94,2%.43

Por su parte, Weng y Richter74 regis-traron una tasa de supervivencia delos implantes a los dos años del 49%en prótesis en maxilar superior sobredos coronas telescópicas.

En prótesis removibles, también hapodido probarse el éxito de la cargatemprana e inmediata de implantes,además del de la carga retardada.75,76 Enun estudio prospectivo realizado en 17pacientes, Stephan y cols.77 no registra-ron ninguna pérdida de implantes en lacarga inmediata de tres implantes conbarra de oro en mandíbula edéntula.Marzola y cols.78 tampoco registraronpérdidas a los 12 meses en dos implan-tes de carga inmediata con anclaje debola en mandíbula edéntula. Degidi ycols.79 obtuvieron el mismo resultado alos 43 meses en 200 implantes de car-ga inmediata con anclaje para barra.Diversos estudios comparativos de car-ga temprana y retardada de prótesis enmandíbula con anclajes de bola sobredos implantes tampoco mostraron di-ferencias en la cicatrización y tasa desupervivencia de los implantes.76,80

El estudio de la posible incidenciade los distintos aditamentos existentessobre la tasa de supervivencia del im-plante ha sido objeto de varios estudios.La comparación de los anclajes para ba-rra y los anclajes de bola en mandíbu-la a los 72 meses no arrojó diferenciasen relación con la tasa de superviven-cia del 90%.81 Bergendahl y Engquist82

observaron que no existían diferenciasa los siete años entre los aditamentos alcomparar las tasas de supervivencia de

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las barras articuladas y los anclajes debola en maxilar superior (75%) y lamandíbula (100%). En otro estudio acinco años tampoco se registró ningu-na diferencia en la tasa de superviven-cia de los implantes entre los anclajesde bola y los aditamentos tipo bola (O-Ring).83 En una comparativa realizadacon prótesis telescópicas, cónicas y debarra en mandíbulas edéntulas tampo-co se registró ninguna diferencia en re-lación con la tasa de supervivencia delimplante y los parámetros periimplan-tarios.84 La comparación de estos pará-metros en los anclajes de bola y las ba-rras sobre dos y cuatro implantes a los19 meses tampoco puso de manifiestoninguna diferencia.85 En un estudio clí-nico prospectivo aleatorizado a diezaños, Naert y cols.5 registraron una tasade supervivencia de los implantes del100%, en las prótesis con anclaje parabarra, de bola y magnético.

PÉRDIDA ÓSEA PERIIMPLANTARIAY REACCIÓN DEL TEJIDO BLANDO

La estabilidad del tejido duro y delblando periimplantario es un criterioimportante en el pronóstico de la res-tauración prostodóntica. En un estudioretrospectivo a doce años, van Steen-berghe y cols.68 no pudieron probar lainfluencia de los aditamentos sobrela pérdida ósea periimplantaria en lasprótesis híbridas. Turkylmaz y cols.75 noregistraron ninguna diferencia a dosaños en el tejido periimplantario en im-plantes de carga inmediata o retardadacon anclajes de bola. A los 12 meses losimplantes de una pieza con anclajes debola no presentaban pérdida ósea peri-implantaria y la situación del tejidoblando era buena.86 Heckmann y cols.87

también documentaron buenos pará-metros periimplantarios a diez años en46 telescópicas resilentes implantoso-portadas en 23 pacientes.

Assad y cols.88 registraron una acu-mulación de placa significativamentesuperior a 18 meses en las prótesis conanclaje magnético al comparar pacien-tes con dos implantes cada uno de ellosen mandíbula edéntula, y un aumentode la inflamación periimplantaria enlas prótesis para barra.

En diversos estudios, la comparaciónde las barras y anclajes de bola o adita-

mentos tipo bola (O-Ring) sobre im-plantes en maxilar superior y mandíbu-la edéntulos no registró ningún tipo dediferencia en relación con la pérdidaósea periimplantaria y el estado del te-jido blando a dos y cinco años.70,81,83,89,90

Naert y cols.5 y Quirynen y cols.91 tam-poco registraron diferencias significati-vas a los diez años en la formación deplaca, el nivel óseo y de retención entrelas prótesis con anclaje para barra, debola y magnético en mandíbula.

ESTRÉS Y CARGA DEL IMPLANTEY DEL LECHO RECEPTORDE LA PRÓTESIS

La fuerza transmitida desde la prótesissobre los implantes por medio de losaditamentos produce un estrés por ten-sión y dilatación en los implantes y lostejidos circundantes. Este estrés se re-laciona con las deformaciones y lasfracturas de los implantes, así como conlas reacciones inflamatorias periim-plantarias y la pérdida ósea. Cekic ycols.44 compararon in vitro el compor-tamiento de la tensión alrededor de dosimplantes en mandíbula edéntula. Elestrés por tensión en el caso de cargadirecta y retardada de la prótesis resul-tó ser superior en los anclajes de bolaque en las barras sin y con extensióndistal. En los anclajes de bola no se de-tectó distribución de la carga entre losimplantes. El resultado se correspondecon los obtenidos en estudios anterio-res en los que se había registrado unacarga superior del lecho receptor conlos anclajes de bola individuales.82,93

Akca y cols.94 obtuvieron resultadoscomparables en los estudios realizadosen implantes colocados en alvéolos hu-manos tras la extracción de la pieza enla mandíbula. En este caso, el estréstambién fue inferior en los implantesferulizados con distintos tipos de barrasque en los anclajes de bola. Los estu-dios fotoelásticos in vitro de Sadowskyy Caputo45 realizados en torno al estrésen implantes producido por los ancla-jes de bola y barras, con y sin extensio-nes, no registraron diferencias signifi-cativas entre los aditamentos testadosen el asentamiento sin ranura del so-porte estructural.

Duyck y cols.95 tampoco registrarondiferencias significativas entre los mis-

mos aditamentos en los estudios in vi-tro realizados en cinco pacientes em-pleando extensímetros. Merickse-Sterny cols.96 sólo pudieron probar in vivo unefecto escaso de las extensiones dista-les sobre la distribución de la carga enimplantes interforaminales. Los auto-res de este artículo también han regis-trado, in vivo e in vitro, una carga ho-mogénea de los implantes con barrasen comparación con los de los cilindrosde retención.97 En otro estudio in vivo,los mismo autores testaron la carga delimplante producida por las barras arti-culadas, los anclajes para barra y los debola.98 En el caso de las barras, la cargade los implantes fue homogénea, tantosometidos a fuerza vertical como trans-versal. Menicucci y cols.99 registraronuna distribución más homogénea de lacarga en un estudio realizado en tres pa-cientes mujeres con anclajes de bola,en comparación con los de las barras.Sheikh y Hobkirk100 demostraron in vi-tro una reducción del estrés por tensiónen las barras de extensión al retirar losanclajes de las extensiones. Porter ycols.101 registraron diferencias signifi-cativas entre los productos en una com-parativa in vitro realizada con nueveaditamentos dependiendo del lugar so-bre el que se aplicaba la fuerza. Las car-gas más elevadas fueron las de los an-clajes Zaag y las barras, mientras que losanclajes ERA y los de bola fueron losque menos carga mostraron.

En las secciones maxilares edéntu-las, la presión funcional de la prótesispor encima del umbral crítico repercu-te en cambios y destrucción en el lechoreceptor.102 El hecho se ha probado clí-nicamente en la mandíbula y el maxi-lar superior.103,104 En las prótesis ancla-das sobre implantes se han registradocambios en la carga soportada por el le-cho receptor en comparación con lasprótesis completas convencionales.103,105

En diversos estudios se ha comprobadola dependencia de este hecho con eltipo de aditamento empleado. En unestudio comparativo a 18 meses, Assady cols.88 registraron una pérdida óseahacia distal significativamente superioren pacientes con dos implantes enmandíbula edéntula que la registradacon anclajes magnéticos. Jacobs ycols.103 también registraron en este tipo

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de prótesis con barras una pérdida óseaen la región posterior entre dos y tresveces superior en comparación con lade las prótesis completas convenciona-les. Estas diferencias desaparecían trasun período funcional de diez años.

Assuncao y cols.105 registraron me-diante análisis por elementos finitosuna carga menor del lecho receptor enprótesis con barras sobre dos implantesen mandíbula edéntula en compara-ción con el de los anclajes de bola.Heckmann y cols.18 evaluaron en un es-tudio modelo, en el que emplearon unextensímetro, la transmisión de fuerzasobre los implantes y el lecho de cincoaditamentos prostodónticos. Para po-der transferir los valores in vitro sobrela carga soportada por el lecho a la si-tuación clínica, primero se testó clíni-camente la fiabilidad del modelo.106

Las coronas telescópicas cilíndricasfueron las que produjeron los mayoresmomentos de carga en el implante, ra-zón por la cual los autores valoran deforma crítica su utilización. En las pró-tesis con barras también se registraronvalores relativamente altos, que se atri-buyeron a la situación individual delpaciente. Las telescópicas resilentes,los anclajes de bola y los magnéticosprodujeron momentos de carga en losimplantes reducidos escasos, que se

atribuyeron a las fuerzas de avance.Setz y cols.66 testaron in vitro la influen-cia de distintos aditamentos sobre dosimplantes en mandíbula edéntula enrelación con la estabilidad a largo pla-zo de la prótesis. La posición oclusal enel momento de introducir la fuerzaejercía una influencia significativa-mente superior que la elección de unanclaje de bola o de barra.

Por el contrario, en las prótesiscompletas inferiores implantosoporta-das, no se ha observado pérdida óseahacia distal de los implantes anteriores,o una pérdida progresiva escasa.103 Da-vis y cols.107 registraron un incrementode la altura ósea de 1 mm de promedioen 33 pacientes a seis años. Wricht ycols.108 también observaron un incre-mento de la altura ósea en pacientescon prótesis implantosoportadas, aun-que, en concordancia con los resulta-dos de Jacobs y cols.,103 detectaron pér-dida ósea vertical en los pacientes conprótesis para barra sobre dos implantes.

Diversos autores han estudiado lainfluencia del anclaje de la prótesis enla mandíbula en relación con la reab-sorción ósea del maxilar superior conprótesis completa. Kresiler y cols.109 ob-servaron una reabsorción ósea superioren la región anterior del maxilar supe-rior edéntulo en las prótesis mandibu-

lares con anclajes para barra de la man-díbula. Jacobs y cols.104 detectaron re-absorciones mínimas en pacientes conprótesis ancladas con barras en la re-gión anterior en comparación con lasprótesis completas convencionales y prótesis fijas. Narhi y cols.110 no pu-dieron confirmar este hecho en el es-tudio realizado en un colectivo de pa-cientes comparable. A los seis años noregistraron ninguna influencia de larestauración en la mandíbula en la re-absorción del maxilar superior. Glantzy Nilner111 descubrieron que la adapta-ción de la supraestructura, la utilizaciónde una estructura protésica metálica, eltipo de alimentos y la posición oclusalde los dientes protésicos eran un factordecisivo en la carga de los implantes yel lecho receptor. Los autores reco-miendan, además, la utilización de unabarra articulada con anclaje para barrade gran tamaño.

La selección del aditamento debe-ría tener por objetivo lograr un equili-brio entre la carga del lecho receptor ylas tensiones producidas en el implan-te. La unión rígida de la prótesis redu-ce hasta un cierto nivel el riesgo de reabsorción del lecho receptor, peropuede conducir a cargas críticas del implante y el hueso periimplantario.Dado que estos parámetros dependen

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P e r i o d o n c i a y O s t e o i n t e g r a c i ó n

Tabla 1 Resumen de la retención inicial in vitro de aditamentos individuales sobre un implante (dirección axial)

Aditamento Mínimo [N] Autor Año Máximo [N] Autor Año

Anclaje de bola con 9,80 Ludwig1 2005 39,60 Gulizio183 2005distintas matrices metálicas

Anclaje de bola con matriz 6,90 Ludwig1 2005 19,50 Stewart118 1983parte hembra del anclaje

Aditamento tipo bola 3,70 Rutkunas125 2007 16,67 Fromentin124 1999(O-Ring)

Retentor (diversos) 6,22 Besimo4 2003 12,10 Stewart118 1983

Zaag 18,00 Fromentin124 1999 18,00 Fromentin124 1999

Locator (distintas matrices) 13,30 Ludwig1 2005 13,30 Ludwig1 2005

ERA (distintas matrices) 9,90 Rutkunas125 2007 24,71 Gamborena11 1997

Magnético 0,67 Boeckler21 2008 2,98 Boeckler21 2008(sistema abierto)

Magnético 2,61 Boeckler21 2008 5,76 Boeckler21 2008(sistema cerrado)

Corona doble 0,39 Besimo33 1996 20,88 Weigl31,36 2000(distintos materiales)

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de las particularidades específicas delpaciente, la selección del aditamentodebería conceder una importancia es-pecial a la protección del lecho recep-tor y a la minimización del estrés en elimplante.

RETENCIÓN

La satisfacción del paciente está estre-chamente relacionada con la retenciónde su prótesis.112-114 Por consiguiente, laretención es uno de los criterios másimportantes en la selección del adita-mento.17,115 Además de la rigidez deladitamento condicionada por la cons-trucción, también se debate la posibleinfluencia de la retención individualsobre la estabilidad a largo plazo de unaprótesis y las posibles atrofias funciona-les del proceso alveolar.66

En el pasado, las cifras sobre la re-tención necesaria para anclar una pró-tesis removible oscilaban entre los0,2N116 y los 20N.117-119 Según Leh-mann y Armin,120 para asegurar una re-

tención suficiente, cada aditamento de-bería ejercer una retención mínima de4N. Frank y Nicholls121 abogan por unaretención del aditamento protésico deentre 2,9N y 7,4N. Debe tenerse encuenta que los aditamentos tambiéndeben resultar fáciles de extraer e in-corporar para el paciente.122

Los numerosos tipos de aditamen-to empleados presentan diferencias sig-nificativas, tanto entre los mismos ti-pos como entre los fabricantes. Comoya se ha dicho, los mecanismos de re-tención se basan en principios cons-tructivos diversos, así como en princi-pios físicos y mecánicos. El tipo y lasuperficie de los materiales tienen unpapel importante en la fricción de ad-herencia, al igual que en la adherenciade los sistemas cónicos o a presión. Asi-mismo se debate sobre la influencia delmaterial de los componentes de los lla-mados sistemas tribológicos sobre la re-tención. En los anclajes magnéticos, eltipo y la disposición de las parejas de

imanes son decisivos. Por norma gene-ral, se distingue entre la fuerza de ad-herencia máxima inicial y la evolucióndinámica de la fuerza a medida que au-menta la distancia entre las partes (p.ej.: la parte hembra y la parte machodel anclaje). Esta evolución de la fuer-za de adherencia es específica en la ma-yoría de los aditamentos y depende engran medida de los parámetros del ensayo. Antes de alcanzar la típica cur-va de la fuerza de adherencia, la ma-yoría de los aditamentos empleadospasa por una fase de hasta 3 000 ciclos,conocida como fase inicial.4,123

A lo largo de los últimos años, di-versos autores han estudiado los pro-blemas de la retención de los aditamen-tos (Tablas 1 y 2). Los estudios handemostrado que, en muchos casos, laretención registrada se situaba por de-bajo de los valores indicados por los fa-bricantes.21 Cabe decir que la compa-ración de los resultados es complicadadebido a la ausencia de un testaje es-

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V o l u m e n 2 0 , N ú m e r o 3 , 2 0 1 0

Tabla 2 Resumen de la retención inicial in vitro de pares de aditamentos sobre dos implantes (dirección axial)

Aditamento Mínimo [N] Autor Año Máximo [N] Autor Año

Anclaje de bola con 17,80 Petropoulos127 2002 82,00 Setz24 1998distintas matrices metálicas

Anclaje de bola con 8,00 Setz24 1998 19,00 Setz24 1998parte hembra del anclaje sintética

Aditamento tipo bola 5,07 Rutkunas125 2007 11,07 Svetlize3 2004(O-Ring)

Ceka revax 21,88 Svetlize3 2004 21,88 Svetlize3 2004

Zaag 15,74 Svetlize3 2004 37,20 Petropoulos127 2002

Locator (distintas matrices) 12,33 Chung8 2004 28,95 Chung8 2004

ERA (distintas matrices) 12,70 Petropoulos127 2002 35,24 Chung8 2004

Magnético (sistema abierto) 3,53 Svetlize3 2004 6,88 Svetlize3 2004

Magnético (sistema cerrado) 1,13 Michelinakis54 2006 10,60 Rutkunas125 2007

Barra articulada 12,00 Setz24 1998 74,00 Setz24 1998(distintos materiales)

Anclaje para barra 16,00 Setz24 1998 33,02 Svetlize3 2004(distintas matrices)

Barra tipo Hader con parte 10,20 Walton126 1995 24,15 Chung8 2004hembra del anclaje metálica

Barra tipo Hader con parte 13,60 Walton126 1995 28,34 Breeding131 1996hembra del anclaje sintética (distintas)

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tandarizado y a los distintos diseños delos estudios. En los estudios in vitro setestaron, por ejemplo, aditamentos porpares o sueltos, tanto rígidos como re-silentes.1,21,24,124 Los medios selecciona-dos fueron el aire, la saliva y el agua atemperaturas distintas.1,3,31,125,126 Tam-bién fueron distintas la dirección en laque se retiraron las matrices y las pró-tesis,125,127 las fuerzas de apriete,1,25,31

las mediciones repetidas,124,128 y las in-clinaciones y distancias de los implan-tes.54,125,128 La velocidad de la cabeza demedida de un dispositivo de test de 40a 50 mm/min debe corresponderse conla velocidad de extracción clínica invivo de una prótesis anclada sobre im-plantes,129 pero en diversos estudios invivo encontramos velocidades de ex-tracción de 0,5 a 150 mm/min, que enel caso de los anclajes magnéticos in-fluye considerablemente en la reten-ción máxima.126,130 Además de compa-rar distintos aditamentos, también secompararon diversos anclajes combi-nados en un número distinto sobre ba-rras y la retención total resultante.62

Por consiguiente, es imposible informarsobre el efecto de cada aditamento.

Además de los valores correspon-dientes a la retención inicial, tambiénse estudió in vitro el comportamientode los distintos aditamentos tras unacarga a largo plazo. Para ello, el perío-do de uso clínico se simuló con un nú-mero determinado de ciclos de carga,ya fuera carga de extracción o incorpo-ración o carga masticatoria. En base aello, 1 100 ciclos representaron un pe-ríodo de carga de 12 meses y 50 000 ci-clos una carga de nueve años.1,3,118 Lafase de uso clínica de 21 meses se simu-ló con 345 600 ciclos.131 Tanto los es-tudios in vitro como los pocos estudiosclínicos documentaron una reducciónde la retención durante la fase de usoen la mayoría de los aditamentos.132-137

Tan sólo los anclajes magnéticos y lasmatrices sintéticas sobre barras tipoHader demostraron in vitro mantenerla retención tras un período funcionalprolongado.24,131,138

Van Kampen y cols.139 no observa-ron ninguna modificación in vivo en laretención máxima durante los tres pri-meros meses posteriores a la incorpora-ción de una prótesis en mandíbula so-

bre dos implantes con anclajes magné-ticos (8,1N), anclajes de barra (31,1N)y anclajes de bola (29,7N). Naert ycols.27 observaron a 36 pacientes conprótesis ancladas en dos implantes enmandíbula edéntula durante diez años.Durante este tiempo la retención de lasbarras articuladas y de los anclajes mag-néticos se redujo de 16,8N a 10,7N yde 3,7N a 2,2N respectivamente. En losanclajes de bola, los autores reportaronun aumento de la retención de 6,6N a13,3N. Cabe destacar que durante elperíodo de observación hubo que sus-tituir varias veces la estructura de laparte hembra del anclaje.

Además de causas específicas de lospacientes, como una manipulacióninadecuada de la prótesis y la disloca-ción tridimensional del soporte estruc-tura,98,140 las causas más debatidas en re-lación con la pérdida de retención sonlos procesos de desgaste inherentes a laconstrucción y a la física de los mate-riales, que conducen a una pérdida dematerial en la parte macho y la partehembra del anclaje correspondientes.Las causas y mecanismos que con ma-yor frecuencia conducen a este tipo decambios en la superficie son la abra-sión, la adhesión, los defectos en la su-perficie y las reacciones tribológicas dela saliva.123

La influencia de la selección de losmateriales sobre la retención inicial yla posterior pérdida de retención clí-nica no está suficientemente asegura-da, especialmente en los aditamentosconfeccionados individualmente. Elrestablecimiento de la retención es amenudo insuficiente, dependiendo deltipo de aditamento, o sólo es posiblecon una importante inversión detiempo y técnica y, por consiguiente,económica.

TAMAÑO DE LOS ADITAMENTOS

En la confección de una prótesis remo-vible anclada al implante se requiere deun espacio definido para integrar el adi-tamento en la prótesis, que depende deltipo de sistema empleado. Cuando elespacio es escaso se producen proble-mas estéticos, fracturas del material sin-tético e incluso de la base de la próte-sis.141 Con un grosor de la mucosa de 3 mm y una altura de la barra de alre-

dedor de 3 mm, el espacio vertical mí-nimo requerido es de unos 12 mm, me-dido desde el hombro del implantehasta el borde incisal de los dientes cen-trales.122 Cuando el espacio es limitado,los autores recomiendan la utilizaciónde una base metálica en la prótesis.Además de la altura vertical marcadapor la estructura de la parte hembra delanclaje empleada, también se requierede una extensión horizontal suficientepara poder asentar la parte hembra delanclaje por todos sus lados. Estos pro-blemas se dan con mayor frecuencia enlas construcciones con barra que en losaditamentos individuales prefabrica-dos.122 En un resumen realizado por Tra-kas y cols.,122 los autores presentaron lasalturas verticales de los distintos adi-tamentos sin las matrices correspon-dientes ni los anclajes. En el caso de lasbarras, las alturas eran de 1,8 mm a 8,0 mm. El espacio vertical requeridode los aditamentos individuales se situa-ba entre 1,5 mm y 4,0 mm.

La altura vertical disponible pare-ce que tiene un papel decisivo en la re-tención, sobre todo en los aditamen-tos confeccionados individualmente.Ohkawa y cols.142 estudiaron la reten-ción de las coronas cónicas con alturasde 4 mm, 5 mm y 6 mm, y reportaronque el ángulo del cono ejercía una in-fluencia mayor sobre la retención quela altura de la construcción de las do-bles coronas.

NÚMERO DE IMPLANTES Y DISTANCIAENTRE IMPLANTES

En la bibliografía sólo encontramosunos pocos estudios en torno al núme-ro de implantes necesarios para inser-tar con éxito los distintos tipos de adi-tamento existentes. Lo mismo ocurreen relación con la distancia recomen-dada específica del implante con el adi-tamento.

En un estudio realizado en 62 pa-cientes edéntulos a más de seis años nopudo probarse ninguna diferencia en latasa de supervivencia de los implantescon anclajes de bola y barras sobre dosimplantes y anclajes de barra sobre cua-tro implantes.143 Tampoco se registra-ron diferencias a los 12 meses en los pa-rámetros periimplantarios en dos ocuatro implantes con barra en 60 pa-

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cientes144 ni en 425 pacientes a los cin-co años.145 Tras realizar un repaso de labibliografía, Batenburg y cols.144 consi-deran que la rehabilitación estándar enun maxilar edéntulo debería empleardos implantes. Sólo en el caso de mu-cosa sensible, soportes mandibularesdemasiado estrechos, reabsorción im-portante en la mandíbula y el maxilarsuperior deberían insertarse cuatro im-plantes.146 También se ha intentado an-clar una prótesis en una mandíbulaedéntula con sólo un anclaje de bola.147

Por el momento no puede hacerse nin-guna recomendación sobre su uso clí-nico debido a la ausencia de resultadosa largo plazo.

La longitud óptima reportada paralas barras rectas sobre dos implantes esde 22 a 27 mm.47 Gómez-Román ycols.148 observaron en 159 pacientes lainfluencia de la distancia periimplan-taria en barras y anclajes de bola sobreel estado del tejido periimplantario.Cuando la distancia es inferior a los 25 mm, la pérdida ósea es significativa-mente superior que manteniendo unadistancia entre implantes superior o deutilizar cuatro en lugar de dos implan-tes. De poder mantener una distanciaente implantes de 10 a 14 mm en unaprótesis con barras en el maxilar supe-rior, puede confeccionarse una barracon anclaje. Cuando la distancia entreimplantes es muy escasa, o la posiciónpoco conveniente, debería optarse poruna barra fresada individualmente.57

Tras repasar la bibliografía de 1999a 2007, Klemetti y cols.149 comproba-ron que en la mandíbula y el maxilaredéntulos la función de la prótesis y lasatisfacción del paciente no dependíandel número de implantes ni del tipo deaditamento empleado.

Michelinakis y cols.54 estudiaron enun experimento in vitro la influencia dela distancia de dos implantes sobre laretención máxima de barras articuladasde semiprecisión tipo Hader, anclajesde bola y anclajes magnéticos. La dis-tancia (23 mm) sólo influía positiva-mente de forma significativa en la re-tención máxima en la barra tipo Hagercon dos anclajes sintéticos rojos (dis-tancia óptima 7 mm). Doukas y cols.25

registraron una reducción de la reten-ción de todas las barras y anclajes de

bola en un estudio de igual diseño queel experimento anteriormente mencio-nado tras seis meses de carga a largoplazo simulada. Tan sólo en las barrastipo Hager con dos anclajes sintéticosrojos y dos amarillos la distancia entreimplantes (29 mm) influía positiva-mente sobre la retención máxima. Sa-dowsky150 concluyó que en los maxila-res sin atrofia severa el número deimplantes y el tipo de aditamento noinfluían significativamente en la satis-facción de los pacientes. El autor tam-bién consideró que la utilización de másde dos implantes para anclar una pró-tesis removible en una mandíbulaedéntula sólo es beneficiosa en deter-minadas condiciones: en maxilares su-periores no edéntulos o con prótesisfija, implantes de menos de 8 mm de lon-gitud y diámetros inferiores a 3,5 mm,mucosa hipersensible, músculos de in-serción alta, línea milohihoidea mar-cada, mandíbula en forma de V o unasituación clínica que requiera de una re-tención elevada de la prótesis. A esterespecto, en la Conferencia de Con-senso McGill celebrada en 2002 seafirmó que el anclaje de prótesis remo-vibles en una mandíbula edéntula conaditamentos sobre dos implantes debe-ría considerarse el tratamiento están-dar con respecto a las prótesis con másimplantes o las prótesis completas con-vencionales.151

MANTENIMIENTO Y COSTES

Durante la fase funcional, los pacien-tes a los que se ha incorporado una pró-tesis removible implantosoportada de-ben someterse a controles regulares,medidas destinadas a la mejora de la sa-lud del tejido periimplantario, repara-ciones, rebases, activaciones y desacti-vaciones de los aditamentos o a lasustitución de la prótesis dental.152-154

Los autores examinaron en diversosestudios la posible relación entre loscostes de mantenimiento y el tipo deaditamento empleado.155 El estudiodemostró que el gasto más importanterecae en el primer año posterior a la in-corporación de la prótesis.27,150,153,156

Además de modificaciones en el con-torno de la prótesis debidas a puntos depresión, el problema más frecuente fue-ron las reparaciones en la parte hem-

bra y la parte macho del anclaje.45 Aeste respecto, existe controversia so-bre el mantenimiento de los distintosaditamentos.

La comparación del mantenimien-to protésico realizada a tres años en 37prótesis de barra, magnéticas y de bolaancladas sobre dos implantes en man-díbula mostró diferencias evidentes en-tre los distintos aditamentos. En lasprótesis con barras hubo que realizarnueve tratamientos posteriores, en lasmagnéticas 23 y en las de bola 38.157 Enun estudio prospectivo con 58 pacien-tes con barras articuladas y anclajes debola, el número de tratamientos reque-ridos anualmente a lo largo de seis añosfue de entre 1 y 5.155 La vida útil pro-medio de los anclajes empleados fue de20 meses. En un estudio prospectivo adiez años en torno a prótesis ancladassobre implantes en mandíbulas, la ac-tivación o la sustitución de los ancla-jes de bola representó el 23% de todaslas complicaciones.67 En un estudioprospectivo a cinco años se registraronmás complicaciones protésicas en lasbarras articuladas que en los anclajes debola.89 En un estudio clínico aleatorio,Walton y cols.158 comprobaron, al cabode tres años, que el mantenimiento delas prótesis con barras había sido signi-ficativamente inferior que el de los an-clajes de bola. En un estudio clínicorealizado en 110 pacientes con prótesisancladas sobre implantes, Stocker ycols.159 observaron el mantenimiento y los costes derivados. El estudio pusode manifiesto que las prótesis con dosanclajes de bola habían requerido de unmantenimiento significativamente su-perior que las prótesis de barra sobredos o cuatro implantes, aunque los cos-tes iniciales de estas últimas eran losmás altos. Naert y cols.160 registraronen 207 pacientes con dos implantes res-pectivamente en mandíbula edéntulaun mantenimiento significativamentesuperior al cabo de nueve años de losanclajes de bola y los magnéticos, queen los de la barra de Dolder. Kampen ycols.139 también registraron un mante-nimiento claramente superior durantelos tres primeros meses posteriores a laincorporación en el caso de los ancla-jes magnéticos y de bola que en las ba-rras, con las que no se registró ninguna

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complicación durante el corto períodode tiempo estudiado. Tras realizar unabúsqueda bibliográfica, Klemetti ycols.149 descubrieron que las prótesis debarras sobre dos implantes en mandí-bula eran las que menos complicacio-nes presentaban.

Payne y cols.161 comprobaron en unestudio prospectivo a tres años que enel 70% de los anclajes sobre dos im-plantes y el 40% de los anclajes sobrecuatro implantes había tenido querealizarse una activación posterior. Du-rante el período analizado, en el grupocon cuatro implantes se fracturaron el30% de los anclajes y tan sólo el 16%de los anclajes sobre dos implantes. Enambos grupos hubo que realizar un re-base en el 40% de las prótesis. En unacomparativa a dos años de prótesis debarras en mandíbula sobre cuatro im-plantes se registraron más fracturas dela estructura en barras con extensionesque en barras sin extensiones.162 Dudicy Mericske-Stern136 analizaron duran-te un período promedio de nueve añosen 119 pacientes las complicaciones delas prótesis según los aditamentos em-pleados. Los anclajes de bola y las ba-rras circulares articuladas mostraron,en comparación con los anclajes de ba-rra con y sin extensiones, una tasa decomplicaciones de las matrices clara-mente superior y también más fractu-ras; además, también fueron necesariosmás rebases de las bases de la prótesis.En los anclajes de barra la activaciónde los anclajes fue el problema más fre-cuente. MacEntee y cols.163 tambiénregistraron en 68 pacientes con nueveprótesis ancladas sobre implantes unatasa de complicaciones a tres añossignificativamente superior al utilizaranclajes de bola que en las barras arti-culadas. Según Sadowsky,150 el proce-samiento de los anclajes de bola escomparativamente más sencillo, a pe-sar de que la retención es inferior encomparación con la de las barras, loscostes de material muy inferiores y lasventajas mayores cuando la forma ma-xilar no es la idónea. También destacóla poca fiabilidad a la hora de calcularel mantenimiento de los anclajes debola y las barras. Basándose en unabúsqueda bibliográfica, Goodacre ycols.137 evaluaron en un artículo resu-

men el tipo y la frecuencia de compli-caciones de las prótesis fijas y las remo-vibles cargadas sobre implantes. Lacomplicación más frecuente con unvalor del 33% era la pérdida de reten-ción de los aditamentos. La frecuenciade las fracturas de los aditamentos(parte hembra del anclaje y anclaje)fue del 16%.

Watson y cols.156 reportaron unmantenimiento de 72 a 98 minutosdurante el primer año posterior a la in-corporación de prótesis ancladas enimplantes en la mandíbula, con inde-pendencia del tipo de aditamento em-pleado. Chafee y cols.164 cifraron loscostes promedio del tratamiento poste-rior de una prótesis removible con dosanclajes de bola en 218,00 dólares ame-ricanos durante los primeros 36 meses.Durante el primer año posterior a laincorporación de la prótesis, ya seaanclada sobre dos o más implantes, escuando se producen los costes máselevados.150

Payne y cols.165 y Sadowsky150 rea-lizaron, en sus artículos resumen, unaevaluación crítica del tipo y la frecuen-cia de mantenimiento protésico poste-rior en prótesis ancladas sobre implan-tes y mucosoportadas y demostraronque el nuevo contorneado de las basesde la prótesis destinado a eliminar pun-tos de presión y el mantenimiento dela parte hembra y la parte macho delanclaje de cada uno de los aditamen-tos eran la complicación más frecuen-te. Los autores echaron de menos unaclasificación unitaria destinada a resu-mir el coste del mantenimiento, lasmedidas de mantenimiento y las repa-raciones, así como los costes resultan-tes, motivo por el cual la comparaciónde los resultados del estudio resulta li-mitada. Takras y cols.122 compilaron di-versos resultados teniendo en cuentalas medidas de mantenimiento nece-sarias descritas. Parece que no es evi-dente que el mantenimiento de las ba-rras o los aditamentos sueltos seasuperior, entre otros aspectos. Asimis-mo, remitieron el mayor manteni-miento requerido durante el primeraño a una fase de adaptación. La co-rrecta colocación de los implantes esde gran importancia y reduce signifi-cativamente el mantenimiento.

SATISFACCIÓN DEL PACIENTE,FUNCIÓN Y FUERZA MASTICATORIAS

Diversos estudios han probado que elanclaje de la prótesis removible sobreimplantes en una mandíbula edéntularedunda, en comparación con las pró-tesis completas convencionales, en unamejora de la función y fuerza mastica-toria,140,167,168 estado alimenticio,169 ca-lidad de vida relativa a la salud bu-cal,170,171 actividades sociales172,173 ysatisfacción general del paciente.83,174,175

También se ha evaluado la influenciade los aditamentos prostodónticos so-bre los factores mencionados.

Timmermann y cols.176 señalaronque, a los ocho años, se observa una re-ducción evidente en la satisfacción delos pacientes con prótesis sobre dos im-plantes con anclajes de bola, mientrasque la satisfacción de los pacientes por-tadores de prótesis con barras sobre doso cuatro implantes se mantenía igual.Otros autores no registraron diferenciasen la satisfacción a los 16 meses en 110pacientes con rehabilitaciones idénti-cas en relación con el tipo de adita-mento.173 El análisis de satisfacción delpaciente en relación con prótesis nue-vas ancladas sobre implantes en man-díbula realizado por MacEntee y cols.163

no reportó diferencias significativas alos tres años entre los anclajes de bolay las barras articuladas. En un estudioa largo plazo, no se registró ninguna di-ferencia a los diez años en la satisfac-ción de los pacientes con prótesis an-cladas sobre implantes con barras,anclajes de bola o magnéticos.91

En un estudio prospectivo se colo-caron dos implantes en la mandíbulaedéntula de 18 pacientes. Las prótesisse anclaron aleatoriamente durante tresmeses con una barra, un anclaje de bolao uno magnético. Al cabo de nuevemeses, la satisfacción de los pacientescon barra presentaba la tasa más alta yla de los pacientes con anclajes magné-ticos la más baja. Se demostró que lasfuerzas masticatorias de los pacientesno estaban relacionadas con su nivel desatisfacción.177

La mejora de la función masticato-ria mediante prótesis ancladas sobreimplantes parece ser más evidente enpacientes con reabsorción severa de lamandíbula.168 El nivel de retención pa-

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rece ejercer una influencia mayor en lamejora de la función masticatoria queel apoyo de la prótesis sobre los implan-tes.178 La comparación de un anclaje debarra convencional y una barra conaditamentos adicionales de precisiónen sentido distal arrojó fuerzas masti-catorias superiores en la barra de ancla-je con un nivel de satisfacción del pa-ciente similar.179

En un estudio clínico, se incorporóen 18 pacientes, durante tres meses res-pectivamente y de forma aleatoria, unaprótesis mandibular sobre dos implantescon anclajes de bola, de barra o magné-ticos.180 En comparación con las próte-sis completas convencionales, las fuer-zas masticatorias máximas registradasfueron dos veces superiores. No se de-tectaron diferencias significativas entrelos aditamentos. Bilt y cols.181 aplicaronel mismo diseño a un estudio en torno ala función masticatoria mediante elec-tromiografía. La mejora de la funciónmasticatoria fue general y no se registróninguna diferencia en la actividad de lamusculatura masticatoria al emplear losdistintos aditamentos. En un estudio a diez años, Naert y cols.27 observaron a36 pacientes con prótesis anclada sobredos implantes en mandíbula edéntula.Los pacientes más satisfechos fueronaquellos en los que se habían utilizadoanclajes de bola. Con los anclajes mag-néticos, tanto la estabilidad de la próte-sis como el confort al masticar fueronsignificativamente peores que con lasbarras y los anclajes de bola.

Partiendo de los resultados obteni-dos en una investigación bibliográfica,Fueki y cols.182 consideran que la me-jora de la función masticatoria conprótesis ancladas sobre implantes encomparación con la obtenida con las

prótesis completas convencionales sóloes evidente en el caso de una mandíbu-la atrófica. La influencia del aditamen-to sobre la función masticatoria de laprótesis anclada sobre implantes nopudo asegurarse. Tras repasar la biblio-grafía se comprobó que la satisfacciónde los pacientes con prótesis con ancla-jes magnéticos era, por lo general, me-nor que la de los pacientes con ancla-jes de bola y barras.122

El éxito de la rehabilitación prosto-dóntica con prótesis removible y supronóstico depende de criterios bien es-tablecidos:

■ Tasa alta de supervivencia de losimplantes

■ Pérdida ósea marginal escasa■ Pocas complicaciones a nivel de

tejidos blandos■ Introducción de la fuerza con poco

estrés a través del aditamento■ Carga escasa del lecho de la

prótesis■ Retención suficiente y duradera■ Poco espacio requerido por los

aditamentos■ Poco mantenimiento y■ Nivel de satisfacción resultante del

cliente

Para alcanzar estos objetivos, la plani-ficación de la prótesis removible sobreimplantes debe incluir distintos aspec-tos que interaccionan entre sí. Ade-más del número y la posición de losimplantes, otro de los aspectos másimportantes en la planificación pros-todóntica es la selección individuali-zada de los aditamentos a emplear. Eléxito a largo plazo de un aditamentodepende, a su vez, de diversas varia-bles, como la morfología y anatomía

maxilar, el hueso disponible, el estadodel tejido blando, las relaciones inter-maxilares, el tipo de rehabilitaciónexistente en el maxilar opuesto, elprotocolo de carga previsto, la higie-ne bucal y la motivación del pacien-te, la retención requerida, la carga dellecho de la prótesis, el estatus social ylas expectativas del pacientes, asícomo el coste de la restauración.45,122

El gran número de factores que in-fluyen en las prótesis y las numerosas ydiversas situaciones clínicas no permi-ten, de acuerdo con las investigacionesactuales, establecer recomendacionespara un aditamento concreto. Depen-diendo de la situación del paciente, de-berá adoptarse una decisión individua-lizada en relación con el aditamento aelegir, teniendo en cuenta los criteriospresentados y los parámetros técnicos.

CONCLUSIONES

La comparación entre los aditamentosexistentes para prótesis removibles an-cladas sobre implantes ha puesto demanifiesto diferencias evidentes entrelos distintos sistemas, tanto técnicascomo clínicas. Teniendo en cuenta loscriterios de selección establecidos y labibliografía existente, en la actualidadno puede hacerse una recomendacióngeneral para un aditamento concreto.La selección del aditamento deberá to-marla el dentista teniendo en cuentalos criterios mencionados y la situacióndel paciente.

NOTA

Los autores declaran no tener ningúninterés económico por parte de ningu-na de las empresas o los productos men-cionados en el artículo.

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