Pureza y Juventud Mons Toth Completo

7/24/2019 Pureza y Juventud Mons Toth Completo

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Monseor Tihamr Toth

Pureza yJuventud

EDICIONES GLADIUS1989

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Prlogo

Querido joven:Me piden que presente este antiguo y nuevo libro. Es como presentarte un

viejo amigo. Los libros que nos han hecho bien son amigos, a los cuales uno vuelvesiempre, pero sobretodo en los momentos difciles, que no faltan en la vida. oncomo de la familia.

En mis a!os de adolescente me lo prest" otro amigo del alma# despu$s querecib de $l tanto bien, empec$ a darlo, a comprar varios y regalarlos. %s se fueformando un maravilloso encaje de almas limpias y fuertes.

&' preguntar(s: )e puede hoy hablar de pure*a+ )e puede hoy hablar decastidad+

&e contesto: n alud de lodo ha desbordado las almas. -rovocado ha sido poraquellos que quieren gobernar bestias y no se!ores. Es evidente que la subversi"nactual de valores es total. /oy es la impure*a y la vile*a las que parecen las m(se0celsas virtudes. /oy hablar de pure*a parece fuera de lugar. Los medios decomunicaci"n social se han encargado de hacerlo creer, sobretodo a los j"venes. 1ohay audici"n de radio, programa de televisi"n, pelcula donde no apare*ca la tesis.Los videos, en la intimidad del hogar, no hacen sino repetir lo mismo.

El muchacho o la chica que viven su pure*a, o bien su castidad, seg'n suestado, son catalogados de e0tra2terrestres. 1o est(n en la onda del alud de lodo.3esgraciadamente no pocos se dejan seducir.

El diablo, el mundo y la carne hacen estragos incluso entre los que llevan el

ttulo de cristianos. 4ecuerdo que con respecto a este libro, dijeron: est( fuera demoda, ya no sirve para nada, es hora de liberarse de antiguos tab'es# basta detraumati*ar las conciencias de los j"venes. -idieron la liberaci"n, pidieron eldestape, y el e!or les dio lo que pedan: los entreg" a sus propios deseos, comodice an -ablo a los 4omanos.

)Qu$ pas" entonces+ )5u(les fueron los frutos+ &odo el mundo los puede ver:familias destruidas, los hijos de las mismas destruidos, las j"venes sin dignidad, losj"venes sin ojos claros, sin pure*a y buscando nuevas sensaciones en la droga, lahomose0ualidad, el alcoholismo y el m(s desenfrenado libertinaje.

)5"mo contest" el e!or+ 5omplejos psicol"gicos, traumas familiares,des"rdenes sociales y una masa inmensa de psiquiatras y psic"logos, adem(s denuevas enfermedades desconocidas hasta hoy en el cat(logo.

)Qu$ prueba esto+ Lo siguiente: 3ios perdona a quien se arrepiente, pero la leynatural, la ley moral no perdona.

)% d"nde conduce el adagio yo soy due!o de mi cuerpo y hago con $l lo quequiero+ 5onduce a la transformaci"n del hombre en bestia# a transformar lasociedad en piara de cerdos para poder ser bien conducidos por los que provocan ydirigen todo esto.

Me dir(s: Estos mandamientos est(n en se0to y noveno lugar, )son tan

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importantes+ &e contesto: Es verdad que est(n en el se0to y noveno lugar por ra*"nde la gravedad de los mismos. Es m(s grave la apostasa y la blasfemia que laimpure*a. -ero tambi$n hay que leer los mandamientos de abajo para arriba, noatendiendo a la gravedad moral sino al sustento, o al cimiento de los m(simportantes.

Los mandamientos que est(n ubicados num$ricamente despu$s son los que

sostienen a los principales. 1o se da el orden sobrenatural sin el natural. 1o se dan, ose dan muertas, las virtudes teologales sin las morales, listas virtudes morales ocardinales son cuatro: la prudencia, la justicia, la fortale*a y la templan*a. on loscimientos donde se edi6can las ojivas g"ticas de la fe, la esperan*a y la caridad.

)-uede uno tener fe sin la pure*a+ . -ero esa fe est( muerta. La fe sin lasobras est( muerta# dice el %p"stol. )-uede la esperan*a sin la castidad estar viva+1o. Est( muerta. 7 la caridad, )puede subsistir+ 1o. La fe, la esperan*a, como todaslas dem(s virtudes viven de la caridad. Ella es la 'nica reina.

8uelvo, pues, nuevamente a presentarte este libro, viejo amigo. Espero que te

haga tanto bien como me hi*o, hace ya muchos a!os, a m.&e ensenar(: Que frente al alud de lodo, debes ser como el sol sobre elpantano. Que frente al barro que la nieve forma cuando se derrite, debes tener lapure*a de la nieve en las cumbres eternas. Que frente a las bestias, debes ser (ngel.Que frente a los sin voluntad, debes ser se!or, se!or de ti mismo. Que frente a laspasiones, ser(s, sin negarlas, due!o y no esclavo. Que frente a las ideas queesclavi*an ser(s libre en la verdad, con la libertad de los hijos de 3ios. Que frente auna joven la respetar(s como respetas a tu madre o a tu hermana. Que frente a laincredulidad de los necios tendr(s las certe*as de la fe. Que frente a ladesesperaci"n de los sin rumbo, tendr(s la esperan*a de un cielo sin nubes. Quefrente a los que confunden la caridad con cualquier amor, tendr(s la verdaderacaridad y, con ella, el fuego que quema los falsos y aviva los verdaderos amores.Entender(s, al 6n, que la pure*a es ardiente como el fuego cuyo resplandor sevislumbrar( en tus ojos.

9e h$roe, s$ puro, s$ santo5on esa ilusi"n se reedita este libro. Los que miran abajo, al barro, no miran las

cumbres, no miran al cielo. ;ntenta mirar a lo alto. Los ojos m(s puros de la 8irgenMadre te ayudar(n y yo me alegrar$.

&uyo aqu y en el cielo.

P. CARLOS LOJOYA

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INTRODUCCIN

LOS DOS LAGOS

5uando yo era estudiante, iba con frecuencia a dar un paseo a lo largo de unlago perdido en la monta!a. n rayo de sol jugaba con las peque!as ondas. 7 veaagitarse entre las piedras los (giles peces que se estremecan de go*o al contactodel sol. Los miosotis a*ules so!aban inclinados sobre las ondas y los lirios acu(ticosparecan hacer la guardia con las espadas de sus hojas.

Los sauces abran su follaje, maravillados de ver tanto cielo y tanta pure*a enel agua. El viento pasaba a trav$s de las ramas y al llegar a los ca!averales, $stossecreteaban y se contaban el go*o del vivir.

El lago era como un alma de joven llena de vida, de esperan*a, de felicidad#tena el candor cautivador de un ojo de ni!o, abierto sin temor.

/ace varios a!os volv a ver de nuevo ese lago despu$s de una larga ausencia.7 encontr$ una laguna amarillenta, verdosa, un f$tido loda*al..

Las algas escondan la putrefacci"n que despeda olores nauseabundos# dellimo sala el canto entorpecido de las ranas# cuando alguien pasaba, un horrorosoreptil apareca un instante para desaparecer entre el fango.

)3"nde est(n los lirios que hacan la guardia+)7 los sauces que desplegaban su verdor+)-or qu$ el cielo no re


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CAITULO I

LOS PLANES DEL CREADOR

3ios cre" al hombre a su imagen: lo cre" a la imagen de 3ios#lo cre" hombre y mujer. 7 los bendijo y les dijo: ed fecundos, multiplicaos, poblad la

tierra.>?en. @, AB2ACD

/aca millares de a!os que la tierra continuaba su camino alrededor del sol. Ensu seno bulla a'n la ardiente lava. 3e ve* en cuando se abra su corte*a que se ibaendureciendo, pero el enfriamiento estaba casi acabado. Las vastas selvas cubran latierra. La primavera e0hiba sus deslumbrantes rique*as, los p(jaros cantaban con elviento. &odo anunciaba la vida, la fuer*a, la energa dispuesta a la acci"n. n serfaltaba a'n.

-ara $l cantaba el ave, para $l la


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educaci"n de sus hijos y regocijar con una sonrisa la frente preocupada del marido alvolver de su trabajo. u fuer*a no iguala a la del hombre, pero es en cambio m(spaciente y perseverante.

3ios ha reali*ado el ideal de la humanidad al crear al hombre y la mujer. Losatractivos incomparables de la vida de familia, el amor conyugal, el cari!o de loshijos, aun el patriotismo, tienen su fundamento en la distinci"n de los se0os.

El mundo tiene necesidad del hombre# tiene necesidad de la mujer. 1ecesita lafuer*a del primero y la ternura de la segunda. 1ecesita la tena* energa del hombre,y el afecto, la belle*a, la sensibilidad de la mujer. /e ah la ra*"n por la cual 3ioscoloc" en el paraso terrenal la primera mujer al lado del primer hombre.

Los !"anes #e" Crea#orLos planes de 3ios eran m(s grandes a'n. -uso en la uni"n de los dos se0os

una fuer*a creadora. Quiso que los hombres tomasen parte en su obra y llenasen asu ve* el vaco causado por la muerte. 5on este 6n instituy" el matrimonio.

ien sabes por la historia sagrada que 3ios mismo cre" a %d(n y a Eva, sinservirse de intermediario alguno. -ero tarde o temprano te preguntar(s: )Qui$n haformado los otros hombres+ El no los ha hecho inmediatamente, como a nuestrosprimeros padres, entonces, )c"mo han venido a este mundo+ )5"mo yo mismo estoyen $l+ 7 por 6n, )c"mo nacen los ni!itos+

La pregunta es grave. Mejor que e0ponerte a hacerla a los dem(s, voy aresponderte yo mismo.Esc'chame.

abes, sin duda, que los sabios dividen el conjunto de las cosas de este mundoen dos grandes grupos: el de los seres org(nicos y el de los inorg(nicos. % los quepertenecen a la primera categora 2plantas, animales, hombres2 3ios ha dadoadem(s de la e0istencia, una fuer*a creadora, de suerte que pueden transmitir lavida a otros seres semejantes a ellos mismos. La planta produce la planta, el animaltrae al mundo sus peque!uelos, y los ni!os nacen del hombre.

% los seres inorg(nicos >el sol, las estrellas, los minerales, las montanas, losmares, etc..D 3ios no ha dado esta fuer*a. )-or qu$+ -orque perecen con menosrapide* que los seres vivientes# no tienen necesidad de asegurar por s mismos sucontinuidad.

El pe* y el p(jaro, el (rbol y la planta, el animal y el hombre, envejecen,

declinan y dejan de e0istir. Miles y miles de organismos perecen as cada a!o. i sucontinuidad no estuviese asegurada, bien pronto la vida tocara a su 6n. Es ciertoque por cada ser org(nico que desaparece, 3ios hubiera podido crear otro. -ero noha sido $ste el decreto de su santa e insondable voluntad. % cada ser viviente hadado la fuer*a de transmitir la vida a sus semejantes, seg'n un misterioso procesocuyo secreto aun los hombres m(s sabios con6esan ser incapaces de penetrar.

)/as visto en el invierno las yemas discretamente ocultas sobre losadormecidos (rboles+ 5ada uno de esos botoncitos es el nido de una nueva


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octubre a dejar sobre el pistilo de una


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-or lo tanto, t', joven, no pienses jam(s en esto, sin pensar al mismo tiempocu(n grande es ser hombre. 1o abuses jam(s del cuerpo que 3ios te ha dado, no lomanches nunca por pensamiento, palabra u obra.

3ios quiere que el cuerpo y el alma conserven una perfecta pure*a a'n en elmatrimonio. 7 si alguien, por un 6n superior >por ejemplo, para salvar las almas,como el sacerdote cat"lico, o como alg'n gran sabio, para entregarse

completamente a la cienciaD no se casa, debe vivir casto hasta la muerte. 3ios no hapermitido la uni"n de los dos se0os, sino en la manera ordenada por El: elmatrimonio indisoluble, cuyo 6n primordial es la procreaci"n. Quien de cualquiermanera que sea, solo o con otro, emplea esta fuer*a de vida en busca de un placercarnal, peca contra s mismo, contra la familia, contra la sociedad, contra la voluntadsagrada de 3ios.

%lgunos j"venes pueden tal ve* preguntarse, )c"mo una cosa puede ser almismo tiempo buena y mala, permitida, m(s a'n, santa en el matrimonio y unenorme pecado fuera de $l+

G(cilmente encontrar(n la respuesta a esta pregunta. 3ios cre" el cuerpo y susfunciones y lo que El cre" no puede ser malo. -ero el hombre es culpable cuandobusca el placer en circunstancias prohibidas por 3ios.

Htros podran objetar )-or qu$ 3ios lo ha ordenado as+ 3ios es e!or absoluto,no tiene que dar ra*"n ninguna. El que ha construido una m(quina sabe mejor quening'n otro por qu$ la ha hecho as# sabe c"mo manejarla para que d$ el mayorrendimiento. 3ios ha creado al hombre y sabe mejor que ning'n otro c"mo debenvivir los hombres para no corromperse.

%dem(s, por poco que re


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hijos.El plan divino se nos revela en toda su claridad: la uni"n del hombre y la mujer

en el matrimonio ha sido establecida por causa de la generaci"n.En cambio, en nuestra $poca, las representaciones esc$nicas y cine2

matogr(6cas, los cuadros, las fotografas, las novelas, los peri"dicos, los libros y milprofetas de desgracia, proclaman ante la sociedad que el hombre y la mujer tienen

derecho a ejercitar su facultad se0ual aun antes de la uni"n conyugal, en la edad dela adolescencia, y m(s tarde, sin que tengan obligaci"n de fundar una familia.=oven que lees estas lneas, tambi$n llegaran a tus odos esas voces

seductoras.% la edad de quince a!os 2cuando el cora*"n del ni!o se desarrolla de una

manera m(s intensa2 ver(s c"mo se ha e0tendido esta opini"n por nuestra sociedad.En la calle, en el teatro, en los libros, en compa!a de los amigos, por doquiera,

ver(s c"mo se burlan de los planes del 5reador, las tentaciones te acometer(n,dragones terribles de inmoralidad y de inmundicia. 5u(ntos vemos todos los das,

aun entre los m(s j"venes, perderse por causa de las burlas malditas, hechas,diramos, para manchar cuanto se re6ere al misterio de la vida.

E" misterio sa.ra#o-obres almas, j"venes verdaderamente dignos de compasi"n, porque si

conocieran su deber, santsimo por cierto, el 6n sublime que 3ios ha impuesto alhombre, seguramente que no hablaran de esa manera.

3ime, t' lo comprendes, )no es verdad+ Es necesario ignorar todo noble yelevado goce para escupir, permteme la palabra, en lo que hay de m(s sagrado enel hombre: )1o sab$is que vuestro cuerpo es templo del Espritu anto que habitaen vosotros+ >@ 5or. I,@JD. &odo es santo en una iglesia, y en nuestro cuerpo todo essanto, porque tanto la una como el otro han recibido la unci"n del Espritu.7 si a la edad de quince a!os te das cuenta que en t se despierta esta fuer*a deprocreaci"n, y que tienes en dep"sito, de parte de 3ios, la vida de una nueva ra*a, elporvenir de la patria, )tendr(s ganas de rer y de bromear+

3ios arroja un velo sobre el matrimonio del insecto, de la semilla, de la moradaamatista que se forma en el seno de la roca. Los m(s afamados sabios se vendesconcertados y si quieren ser sinceros, han de inclinarse pronunciando el santonombre de 3ios.

Los que se llaman tus amigos, hacen de este secreto el objeto de susescandalosas conversaciones. &', por lo menos, comprendes que si m(s tarde tecasas ser(s el instrumento de la transmisi"n de la vida. ientes tu responsabilidad.5onserva intactas las fuer*as de tu cuerpo hasta ese momento solemne. abes quela incontinencia es la p$rdida de tu dignidad de hombre, que si caes ahora, caer(stambi$n despu$s del matrimonio, que el porvenir de toda una generaci"n est( en tusmanos... 9%cu$rdate

Las races del (rbol, ocultas a los rayos del sol, desarrollan un gran trabajo parapoder lan*ar la savia vivi6cante a las ramas y al tronco. 3eja que ocultamente se

realice en ti el trabajo de la vida, sin una mirada indiscreta, sin un pensamiento

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voluntario, sin alusiones indecentes, sin compromiso alguno, aunque tengas para elloque apartar tus ojos de las m(s grandes obras de arte. &en piedad de tu futurafamilia: una multitud de ni!os enfermi*os, neurast$nicos, ciegos antes de podercontemplar la lu* del da, paralticos, criminales 2malditos2 son las vctimas de lospecados que los padres han cometido en la juventud.

in duda tus buenas resoluciones de hoy van a ser tomadas por asalto por

todas las tentaciones de la vida, que se presentar(n pronto en tropel: libros,grabados, pie*as de teatro, pelculas, carteles, tarjetas ilustradas, revistas,canciones, vidrieras, peri"dicos... 91o seas bobalic"n )%'n no eres capa*, tonto deti, de despegarte de las faldas de tu mam(+ &onto, si ahora no te diviertes con lavida, ya puedes esperar para rato despu$s del matrimonio.

El mundo te gritar( a grandes voces: ?ocemos, amemos.-ero t' sabr(s d"nde est( el camino del deber.

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CAITULO II

EL CAMINO DEL DEER

El ni!o que desde sus tiernos a!os haya sido educado en la honestidad y rectitud,cumplir( noblemente su destino cuando llegue a hombre#

surcar( la vida sin peligro de naufragar.

>-lat"nD.

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)5onoces la historia de /$rcules, el gran h$roe de las leyendas griegas+ Era unmodelo de fuer*a y de arrojo. u enemigo quiso hacerlo perecer desde la cuna: pusoen ella dos serpientes pero el ni!o las ahog". M(s tarde /$rcules mat" la hidra deLerna y dom" el toro de 5reta. 8enci" a las %ma*onas, acab" con las caballeri*as de%ugas, se apoder" de las man*anas de oro de las /$sperides... n da lleg" a un

cruce de caminos. )5u(l habr( de tomar+

E"e--i'n #e" -amino/aba llegado a la $poca de la adolescencia. 3os mujeres se le presentaron.

na de ellas le habl" en estos t$rminos:8eo tu angustiosa situaci"n, /$rcules. 1o sabes por d"nde dirigir tu vida.

igueme: te llevar$ por un camino agradable, mientras vivas no disfrutar(s sino deplaceres, las di6cultades se allanar(n a tu paso. 1o tendr(s otra preocupaci"n quecomer y beber. 8en. 7o cono*co el camino del placer sin dolor.

/$rcules le pregunt": Mujer, )cu(l es tu nombre+.2Mis amigos me llaman Gelicidad, mis enemigos, 8icio.La segunda mujer se volvi" hacia $l y le dijo: 1o quiero deslumbrarte con una

mentira. &e digo la verdad. Los dioses no dan la felicidad sin trabajo. i me sigues, tulabor ser( dura. i quieres que ?recia alabe tu virtud, esfu$r*ate por colaborar conella al bien general. i quieres que la tierra sea rica para ti, toma el arado y trabaja.i quieres distinguirte en el combate, aprende de los h$roes el o6cio de las armas. iquieres que tus m'sculos sean fuertes como la piedra, somete tu cuerpo a tuespritu, soporta la pesada tarea y sufre.

E" /i-io "a interr+m!i':7a ves /$rcules, por qu$ caminos quieres conducirte esta mujer# yo en

cambio, 9te conducir$ tan f(cilmente a la felicidad.Miserable, replic" la 8irtud, )qu$ felicidad puedes dar t'+ )5"mo puedes

pronunciar su nombre, si nada haces por adquirirla+ 5omes antes de tener hambre,bebes antes de tener sed. Empujas tus adeptos al amor antes de la edaddeterminada por la naturale*a. 3eshonras la tierra con la deshonestidad del hombrey la mujer. %costumbras a tus secuaces a hacer el mal durante la noche y dormirdurante el da. 7 aunque eres inmortal, los dioses te arrojan de su compa!a, y los

hombres de bien te desprecian. &us j"venes amigos arruinan su cuerpo, y los m(savan*ados en edad, su alma. En su juventud se hartaban de placeres y ahora, en laedad madura, est(n desilusionados de la vida. -or lo que a m hace, vivo encompa!a de los dioses y de los mejores de los hombres. 1o hay acci"n digna que sehaga sin m, los dioses y los hombres me honran. Los artistas me veneran como a susost$n, los padres de familia me admiten como guarda de su hogar. El pan y el vinotienen un gusto agradable en la boca de los que me siguen, porque no comen sinocuando tienen hambre y no beben sino cuando tienen sed. El sue!o les es m(s dulceque al pere*oso, porque no lo cambian por ninguno de sus deberes. us amigos los

estiman, la patria los colma de honores. 7 cuando llega su 'ltimo momento, no caen

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en el olvido, sino que su recuerdo sobrevive. /$rcules, hijo de una ra*a ilustre, siprocedes as, adquirir(s una gloria sin 6n.

/e aqu la historia de /$rcules, tal cual se encuentra en el tercer libro de lasMemorias de =enofonte.

&e la he contado, porque t' tambi$n te encuentras delante de dos caminos,seg'n dice la Escritura: La carne tiene deseos contrarios a los del espritu. >?al. K.

@BD. &' tambi$n tienes que escoger.Esc'chame.

E" 0o$en se -on$ierte en a#o"es-ente% partir de los trece a!os te das cuenta de los cambios misteriosos que se

levan a cabo en ti: el alma y el cuerpo, los pensamientos y los deseos, se renuevan.El ni!o inconsciente, se transforma en el joven que conoce.

Esta importante transformaci"n agita aun las m(s peque!as mol$culas de tuser. /ay en ti una lucha entre el ni!o condenado a desaparecer y el adolescente que

lo reempla*ar(. El ardor de una nueva vida hierve en tus venas, como la savia de laprimavera hace abrirse los botones en las ramas al terminar el invierno.)7 en qu$ estado de espritu te encuentras+Medio desconcertado, confuso y avergon*ado, echas sobre tu alma una mirada

nueva, y en el caos de tus sentimientos desconocidos, te sientes casi e0tra!o a timismo. na 6ebre, una inquietud se apodera de ti. Eres como el p(jaro que emigra alas primeras manifestaciones del oto!o. )1o es as+

E" or.anismo se transorma%nte todo, tu organismo cambia de una manera e0traordinaria. &us miembros

se alargan, no sabes qu$ hacer con tus manos. &us primeros pantalones son muycortos, y las vacaciones te bastan para crecer die* o quince centmetros# en tresa!os alcan*as proporciones e0traordinarias. 1o corres ya como los peque!os ycaminas con m(s di6cultad que los grandes. &us pulmones ganan en capacidad, tushuesos se endurecen, tu pecho se desarrolla. Los primeros rasgos graves y viriles sedibujan en tu bigotillo de joven. &u bella vo* de tiple se enronquece. 7 cuando nadiete mira, te pones delante de un espejo a atusar tu bigotillo que apunta.

)1o es verdad+&odo anuncia la primavera de tu vida. %hora bien, la primavera es la $poca del

trabajo y del valor# ella decide de la cosecha del a!o. 3espu$s de una malaprimavera, el verano es est$ril y el oto!o espantoso.

1o es solamente tu apariencia e0terior la que cambia. Los m(s nobles "rganosse desarrollan asimismo en tu interior: el cora*"n, los pulmones, el cerebro, elsistema nervioso, se forti6can para ser instrumentos 'tiles de tu evoluci"n.

Esta transici"n de la ni!e* a la adolescencia es una verdadera tempestad.&ienes dolores de cabe*a, v$rtigos, echas sangre por las narices, el cora*"n palpitamuy fuerte y r(pidamente. 1o temas: esos fen"menos son naturales a tu edad.5ont$ntate con tomar una alimentaci"n abundante, con dormir su6cientemente, con

procurarte distracciones agradables. &odo pasar( feli*mente.

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-ero es necesario que te persuadas que esta $poca es la m(s importante de tue0istencia.95u(ntos, sin embargo, por ignorancia, malbaratan desgraciadamente y sin remedioesta $poca tan importante de su desarrollo

Seme0ante a" mes #e Setiem(re

En este tiempo tu conducta psquica es sumamente variable: eres col$rico,egosta, terco, no soportas autoridad alguna, e0iges para ti todos los honores ydignidades. Eres semejante al mes de etiembre: por la ma!ana sale el sol en mediode un juego m(gico de lu*, media hora m(s tarde la lluvia te sorprende en la calle# ycuando entras a casa, bien mojado, el sol vuelve a aparecer. &an pronto teentusiasmas, como decaes abatido. &' mismo ignoras la causa de estos desacostum2brados caprichos. ientes brotar, *umbar y apoderarse de ti e0tra!os deseos deviajes inverosmiles, de celebridad, de aventuras. 95u(ntos j"venes se escapanentonces de su casa

La m(s peque!a corriente de aire te produce 6ebre 2en lo moral2. Murmuras,est(s descontento, te enojas, haces tonteras, gansadas. %penas si eres capa* dehablar como todo el mundo, necesitas estallidos de vo*, insultos, reproches. En unapalabra: la 6ebre, sobre todo, el deseo de ser ya un hombre completo. 95u(nto nodaras por tener cinco a!os m(s Entre tanto, imitas a las personas mayores, no ensus virtudes, sino en sus vestidos, en su andar, su peinado, sus conversaciones, yevidentemente hay que fumar como los mayores.

Los que no comprenden esta edad, se burlan de ti con cierta fastidiosa falta detacto. &al ve* ni tu mam( te comprende. %ntes eras tan d"cil y juicioso, ahora...

Los peque!os reh'yen tu trato, enojas a los grandes. &odo eso te agria.Eres un verdadero misterio para ti mismo y te das cuenta que no deban

recha*arte sino ayudarte.95u(n feli* es quien encuentra entonces un alma amiga, discreta y prudente a

quien con6ar la suya 93esgraciado, mil veces, por el contrario, quien confa estasdudas, estos problemas angustiosos, a la atro* voracidad de un mal compa!ero

N+e$os !ensamientos) n+e$os #eseos%'n tienes otras congojas. En tu alma, que hasta entonces era un alma de

ni!o, sin preocupaciones, alegre y juguetona, se produce un completo desbarajuste:

obscuros sentimientos se dibujan detr(s de nublados brumosos, de repente brotanpensamientos obsesionantes que no se sabe de d"nde nacen. na incierta y terribleduda se presenta: )me convertir$ en un ser inmoral+-obre joven, nada de eso# a'n no tienes qu$ temer. in embargo, debo decirtecon6dencialmente una cosa.

%hora es cuando se traba la lucha entre la bestia que llevas y el alma que es la'nica digna de reinar# ahora es cuando tienes que elegir# )quieres ser el caballero denobles sentimientos, o m(s bien el esclavo de tus desgraciadas costumbres+ 5uantovas a encontrar en estas p(ginas, est( escrito para los que han llegado al umbral de

esta $poca.

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na fuer*a nueva se deja sentir en ti: es el instinto se0ual. Los caminos del%ltsimo son admirables.

El ni!ito nace impotente y poco a poco adquiere las fuer*as necesarias amedida que va teniendo necesidad. %l principio no tena dientes porque no tenanada que hacer con ellos# al cabo de un a!o, cuando ha de comen*ar a masticar unpoco, aparecen los dos primeros. u n'mero va aumentando con las necesidades de

la nutrici"n. El instinto se0ual duerme en el ni!o hasta la edad de trece o catorcea!os. Entonces se despierta e inquieta al adolescente que de ello se da cuenta. Estaefervescencia dura m(s o menos hasta los veinticinco a!os. u perodo m(s fuerte esentre los quince y los dieciocho.

)Qu$ es esa nueva cosa que t' e0perimentas+En primer lugar esta verdad te impresiona: la humanidad comprende los dos

se0os# el hombre y la mujer.7a lo sabas antes, pero no te interesaba casi nada. Las ni!as eran ante todo

compa!eras de juego, a quienes tirabas fuertemente del pelo y gritaban hasta

hacerte reventar de risa.i ahora te encuentras en compa!a de chicas, te esfuer*as por apareceramable y no ridculo. Les insin'as tus buenas cualidades, verdaderas o imaginarias, yen ve* de tirarles del pelo les ofreces tus insigni6cantes servicios, y si puedesrecogerles cualquier cosa que se les haya cado, se lo presentas sonriente, temiendoconstantemente que vaya a estallar tu cora*"n de dicha.

E" !rimer amor/ete aqu un alumno de tercero o cuarto a!o, instalado delante de tu mesa de

trabajo: se trata de hacer una composici"n, de e0traer una ra* cuadrada... pero...)qu$ pasa+... la ra* cuadrada, lentamente, lentamente >ojos, orejas, boca, sonrisaD,se transforma en una linda chica. Htras veces tienes que aprender de memoria unapoesa. -oco a poco los caracteres y en seguida el libro, se esfuman, y t' mismo tepones a escribir versos.

7 sin embargo no se trata sino del comien*o. -ronto te das cuenta que esossue!os te dominan. &ienes que confesar que est(s enamorado... 7 la conciencia serebela. )Qu$ es eso+ na espiga misteriosa crece dentro de ti y con inquietud tepreguntas: )es trigo, es ci*a!a+

arte #e" !"an #i$inona ve* m(s, querido joven, te repito: en eso no hay nada que deba turbarte.

&odo ello es cosa natural, que tarde o temprano les llega a todos. M(s a'n, para serfranco, a!adir$: es una cosa que 3ios ha querido.

%cu$rdate de lo que deca al principio: seg'n el plan del 5reador, la mayorparte de los hombres han de encargarse de la propagaci"n de la especie. 7 el amordel hombre y la mujer, unidos indisolublemente en el matrimonio, est( llamado aproducir este fruto. -or consiguiente, las nuevas impresiones que e0perimentastienen su origen en la ley natural, santa y querida por 3ios, mientras el hombre no la

manche con el pecado. El alma es santa, si vive seg'n la voluntad de 3ios: santo

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asimismo es el cuerpo, espl$ndida habitaci"n de 3ios.%h tienes el plan del 5reador. El adolescente, que pronto llegar( a ser hombre,

siente atractivo por las j"venes, entre las cuales elegir( la compa!era de su vida. Elamor, es decir, el atractivo de los dos se0os, si se ejerce a su tiempo y en su lugar,no solamente no constituye un pecado, sino uno de los m(s hermosos dones de labondad y sabidura divinas.

El amor es fuerte como la muerte. >5ant.C, ID.

+ro hasta e" a"tareg'n la santa voluntad de 3ios, no puedes ejercer esta facultad, fuera de los

lmites del matrimonio. -ero, a'n est(s muy lejos de casarte.&u deber es entonces, conservar esa fuer*a intacta y pura hasta el da en que

condu*cas a tu prometida al altar del e!or. &odo hombre, no casado, comete unpecado grave, si con conocimiento de causa y voluntariamente, se deleita enpensamientos, sentimientos o acciones que tengan relaci"n con esta facultad.

i durante el desarrollo de tu organismo, im(genes obscenas se presentan a tuimaginaci"n, desde el momento en que te des cuenta, piensa en otra cosa, y nopierdas nunca de vista que, hasta que no vayas al altar, no puedes dar cabida a esastentaciones. i procedes as, vas por el buen camino. Es una verdad de capitalimportancia.

El gran peligro durante este perodo proviene de tu imaginaci"n. &odos losadolescentes, m(s o menos, se convierten en so!adores a esta edad.

3urante semanas y meses piensan en los h$roes de sus lecturas, viven en suimaginaci"n verdaderas novelas# tra*ando dibujos fant(sticos para el porvenir,descuidan los deberes de su estado a la hora presente. 95uidado 91ada deembrollos, sentimentalismos, delirios

4epito lo que acabo de decir: estos nuevos deseos se despiertan en lodoadolescente. El instinto que sientes en ti, es digno de respeto: es la participaci"n dela fuer*a creadora del e!or. 1o te preocupes por tanto de la e0istencia de susmanifestaciones. Ellas te dicen que, conforme a los planes celestiales, la corriente dela virilidad ha empe*ado en ti y que debes acumular fuer*a para tu futuro destino depadre de familia.

3e desear es, que esa corriente empiece lo m(s tarde posible. Los ni!osenfermi*os y nerviosos pasan por esas transformaciones muy pronto >@ a @N a!osD,

los que tienen una constituci"n sana, solamente a la edad de @K a @B. %l$grate,pues, si eres a'n un ni!o. Los frutos precoces no son los m(s suaves.

8as al jardn y ves el man*ano cargado de frutos, la mayor parte no est(n a'nmaduros, pero por ac( y por all( apunta una roja man*ana: la agarras, le das unbuen mordisco, y en seguida la arrojas porque un gusano se esconda en ella.

5uando el instinto llega a su completo desarrollo, tu m(s sagrado deber es nodespertarlo por medio de lecturas sensuales, conversaciones, miradas,pensamientos.

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e"i.ros 2 Tem!esta#%s llegas al cruce de los caminos. El 8icio y la 8irtud se te aparecen, como se

aparecieron a /$rcules, y cada uno te invita a seguir su camino. El 8icio se muestraseductor y te brinda todos los placeres.

El instinto de que he hablado m(s arriba, quiere dominarte de una manera m(stir(nica.

5omo los gritos de la hiena causan escalofro al viajero internado en el ahara,as los ataques del instinto se agitar(n algunas veces en tu juventud. El placer semuestra bajo un aspecto atrayente. Las tentaciones te piden a vo* en cuello que tealejes del camino de la pure*a y de la moral, parece que un demonio desencadenadose sacudiera a veces dentro de ti, en medio de un vertiginoso torbellino deamena*as, promesas y sarcasmos.

Entre el ruido de esta tempestad, apenas si puedes reconocer la 8irtud: /ijomo, no escuches al 8icio. 1o manches tu pure*a con un pensamiento obsceno,conserva tu cora*"n y tu alma libres de la impure*a para el da futuro de la

paternidad, seg'n la voluntad que OP %ltsimo te ha dado a conocer. nicamente aeste precio, llegar(s a ser un hombre honesto y dichoso.3urante a!os enteros tendr(s que sostener valientemente la lucha 5uando ella

se presente# de esos a!os depende tu porvenir. 9%y una cada basta, te ser( difcildetenerte en medio de la pendiente. &an f(cil como es el primer paso, as es de difcilla vuelta.

9Hh 3ios qu$ guerra m(s cruel3os hombres encuentro en m:El uno amante de ti,Mi cora*"n guarda 6el,El otro se busca a s1o quiere aceptar tu ley.

=. /%5;1E >5(nticosespiritualesD

/ijo mo, )quieres conservar tu alma pura, quieres preservar el jardn de tucora*"n de los destro*os causados por el grani*o, quieres poner freno a tu pasi"n+

)Quieres poner orden en tus pensamientos, encadenar las fuer*as inferiores quepretenden reinar sobre tu alma, re


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CAITULO III

GRANI!O DE "NA NOC#E

/as llegado al cruce de los caminos. 5uidado, no tomes el m(s ancho. &enpuestos de continuo los ojos en el desgraciado que ha tomado el camino de lainmoralidad. En $l, como en todo hombre, el instinto se despierta un da, se deja

sentir la m"rbida curiosidad de indagar los orgenes de la vida, el ansia de satisfacerlos deseos que nacen, la avide* de escuchar las palabras de quienes saben hablar deesas cosas.

Escucha el caso de un alumno#n da, tendra qui*(s quince a!os, se va al cine. La pelcula e: grotesca y poco

buena: en un bar hombres y mujeres se divierten# lo: hombres se encenagan en losplaceres, las mujeres est(n a medio vestir, hay abundancia de champagne, loschistes siguen su curso ordinario...

En el alma de ese pobre joven se deja sentir algo nuevo: algo as como elderrumbamiento interior de su pasado.

2)&e gustara+ )Quieres que ensayemos+ 3e ese modo lo instiga su vecino llenode concupiscencia.

, grita una vo* en $l. 1o, suplica otra.El no responde...-ero mira esa escena que lo e0cita. La sangre le calienta las sienes y cuando,

pasada la representaci"n, el aire de la calle refresca su rostro ardiente, una grande eine0orable triste*a se apodera de su alma: 9/e pecado

Llega a su casa, toma el libro para estudiar la lecci"n del da .siguiente. &rabajoin'til. u imaginaci"n est( turbada y su alma ;nerve, es necesario irme a confesar.

1o recupera su calma hasta despu$s de haber escuchado las ben$volas

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palabras de su confesor:En adelante, ten cuidado, hijo mo.R1o lo volver$ a hacer, -adre, se lo prometo.-ero, pocos meses despu$s vuelve a caer.8a al teatro. El ttulo es en apariencia inofensivo: El despertar de la

primavera. 95"mo iba a pensar que en esta pie*a ellos y ellas iban a sacar a lucir en

la escena, por deseo de dinero, inmoralidades que, cometidas en la calle, haranintervenir a la polica 1o se domina, devora con la vista esa escena, su cora*"npalpita con violencia. %l dirigirse a su casa los malos pensamientos y deseos loatormentan. -ero al meterse en la cama, al empe*ar las oraciones de la noche, vecon toda claridad: /e pecado de nuevo. u alma gime en $l. Ma!ana ir$ aconfesarme. 5almado con este pensamiento logra conciliar el sue!o. %l despertar,su resoluci"n se esfuma: 9oy ya un alumno de clases superiores, debo saber esascosas, ya no soy un ni!o %dem(s, todo eso me interesa desde el punto de vistacient6co.

%lgunas semanas m(s tarde, durante el recreo, uno de los mayores lo llamaaparte, le deja cuidadosamente entre las manos un folleto# &oma, lee eso. Est( bienhecho y lleno de fotografas artsticas. Espera entonces con impaciencia que toquena 6n de clases. 5orre a su casa, contempla esas artsticas fotografas: un des6le deinmundicias. 3e ve* en cuando su conciencia se deja or a'n, despu$s calla. 4einauna negra y pesada calma, es el silencio de la muerte. )1o era eso lo que $l quera+3eseaba vivir su vida... en esos momentos la viva.

La !en#iente

-oco a poco ese joven lo conoce todo. Los primeros meses se contenta conescribir poesas dudosas. %l principio no haca versos sino en sus ratos libres,me*clando en ellos la luna, el sol, las estrellas. 3espu$s no pensaba sino en ella. Eranecesario estudiar# solamente pensaba en las rimas que faltaban a su 'ltimo poema#durante el paseo de la tarde, espiaba atormentado, el efecto de un nuevo pantal"n...en los ojos de las chicas... %h lo tienes hecho todo un maniqu. u profesor, alcru*arse con $l en la calle se siente embriagado de perfumes. )-odra reconocer enese %donis, perfumado, brillante, al discpulo que en clase permanece sentado, conla boca abierta, cuando se trata de responder a sus preguntas+ %unque... es ciertoque tambi$n el tronco de un (rbol podrido brilla en la obscuridad. 7 el jovenenamorado se dice: 9Qu$ elegante soy Las personas serias que le encuentran,sonren: -reparativos de 5arnaval tenemos.

5on los compa!eros%s engalanado se pasea con sus compinches, sosteniendo una conversaci"n

edi6cante. %tenci"n a esa joven que dobla la esquina. 7a le dan la bienvenida conuna mirada de pasi"n. Mientras pasa, dejan escapar una agude*a, que celebran,ufanos de ser tan atrevidos, hasta que vuelvan a encontrar otra vctima.

Entre tanto, uno de ellos tiene algo que decir con6dencialmente: el librero hahecho nuevas adquisiciones. El grupo entra en la librera: Higa, don =uan, )no podra

usted vend$rnoslos+ 1osotros ya no somos unos ni!os, y pagan esos libros mortales

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con el dinero sorprendido en la cartera de la mam(. En seguida, para recrearse unpoco, van a la con6tera, dici$ndose: -or lo menos aqu no corremos riesgo de quenos pesquen.

Encienden cigarrillos, abren los folletos obscenos, y con las piernas cru*adas yel vaso de alcohol en la mano, entablan noblemente la conversaci"n. 7 revuelven elbarro con su lengua, hasta que se hartan de obscenidades y se quedan sin un

centavo. Entonces vuelven a casa.%h tienes un ejemplo# otros caen de diversa manera. Muchos descubren por smismos el mal, pero la mayor parte toman el camino de la inmoralidad por elejemplo y las palabras de los malos compa!eros.

La -risis1uestro pobre joven no puede conciliar el sue!o por la noche. 1o es,

ciertamente, la composici"n que ha de presentar al da siguiente, lo que laintranquili*a. 7a encontrar( c"mo salir del paso en el momento oportuno. La

conversaci"n de esa tarde, los cuentos de sus camaradas, son los que turban sualma y obsesionan su imaginaci"n.Los pensamientos se van entrela*ando: cosas que le horrori*aban hace pocos

a!os, le dominan ahora por completo. u cora*"n no puede calmarse, sus instintosse e0citan, su sangre se rebela. Quera saber... Est( solo, nadie lo ve. abe que es unpecado incali6cable delante de 3ios, de su honor, de la dignidad humana. -erobasta... 9un pecado... el instinto lo e0ige, e0citado por el aliciente de la lectura y delas emociones de esa tarde.

roana-i'n #e" tem!"o/a cometido el primer pecado solitario. 9-obre joven, ha cado

La conciencia adormecida ha dado un grito de alarma: se ha despertado. 3e una solamirada abarca todos los a!os de su vida pura hasta ese momento. 7 en un instanteha sobrevenido la ruina, y $l duerme confuso entre los escombros de sus m(s carasilusiones. 1o de otra suerte debi" encontrarse 1apole"n con los bra*os cru*adosdelante de Mosc', que arda en la llanura rusa cubierta por la nieve.

3e esa manera debi" lamentarse =eremas sobre las ruinas de =erusal$n. En unentierro lloramos por el cuerpo que el alma ha abandonado. 95on cu(nta mayorra*"n deberamos llorar por esa alma que ha obligado a 3ios a abandonarla

3esgraciado el que no llora por la destrucci"n del templo de su alma# porquemil iglesias no valen lo que ese templo vivo de 3ios, el alma pura de un joven.

&al es el pensamiento de an -ablo al escribir a los 5orintios: )1o sab$is quesois el templo de 3ios y que el espritu de 3ios habita en vosotros+ -orque el templode 3ios es santo y vosotros sois ese templo >;5or. ,@I2@BD.

-ero esa desa*"n no dura sino unos das. -ronto vuelve a encontrarse con suantigua compa!a, recibe nuevas noticias y celebran bromas a'n in$ditas. %l cabo deuna semana repite su pecado de hace poco, lo mismo a la semana siguiente, y por6n cada ve* con m(s frecuencia. u conciencia le hace de ve* en cuando un

reproche, como la llama moribunda de un cirio se levanta, dos, tres veces, y se

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e0tingue silenciosa y tranquila.9-obre, pobre jovenLa rica energa de tus frescos a!os se ha sepultado en el polvo. &ienes quince

a!os, 9c"mo llorar(s a los veintei pudieras ver ahora c"mo tu cora*"n se convertir( entonces en una fra lava,

a causa del pecado.

En el juego de ajedre*, si uno se equivoca puede volver atr(s la pie*aadelantada. En lo moral no se vuelve f(cilmente atr(s.

La 0+$ent+# mar-hita1oble*a, generosidad, amor de la patria, piedad 6lial, entere*a, caballerosidad,

todas las hermosuras del alma humana, ceden su lugar en ese joven a la mohna ypeligrosa apata.

1ada m(s triste que un (rbol seco en plena primavera.La pure*a es el roco matinal hecho perlas sobre las


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6sonoma, es cansancio y de desaliento. )-or qu$ evita la mirada de los que leestiman+ )-or qu$ est( tan p(lido y sus ojos est(n ce!idos de a*ul+ Le es imposibleaplicarse al estudio# se siente como e0tra!o entre los compa!eros honestos# losentretenimientos de los dem(s le cansan. )-or qu$+ -orque est( demasiado alcorriente...

Lo sabe todo y no es feli*. abe que su b'squeda de la felicidad continuaba

hasta no poder m(s, sacri6c(ndole su integridad moral, su car(cter, su honor, hasido en vano: la ha buscado donde no estaba.9-obre joven %quellas nobles aspiraciones que tuvo en otros tiempos se dejan

or aun de ve* en cuando en sus deseos, en sus posares, en sus dolores, elencantador pajarillo de su felicidad ha volado, llev(ndose consigo para siempre latranquilidad de su alma. olo le queda un horrible vaco sin esperan*a, sin go*o# elnegro abismo del pecado.

5arlos ;8, el rey desterrado de /ungra, en el momento de morir rog" por sussiete hijos de esta manera: e!or ha* que mueran antes que te ofendan con un

pecado mortal.lanca de 5astilla dijo un da a su hijo, el futuro an Luis: /ijo mo, te amom(s que a mi propio cora*"n, eres el 'nico consuelo que puedo tener a'n en estemundo# eres la esperan*a de mi pas, y a pesar de todo, pre6ero verte muerto antesque saber que has cometido un solo pecado grave.

%ntes morir que cometer un solo pecado mortal.9Las l(grimas de los padres seran tan amargas, sera tan dolorosamente

herido el cora*"n maternal, y en su silencioso dolor estara tan profundamente tristeel alma del padre, si viesen la derrota de su hijo en la lucha contra el pecado, siconociesen el estado lamentable de su hijo&', hijo cruel, )por qu$ no has evitado a tus padres semejante dolor+

Le"nidas, uno de los primeros m(rtires cristianos, bes" piadosamente el pechode su hijo Hrgenes, porque saba que en ese cora*oncito haba establecido sumorada el &odopoderosos. 97 t', tu manchas con el barro del camino el alma que,hace poco, llena de la m(s pura primavera, era templo escogido del e!or

7 no obstante, eso no es sino el comien*o de la bajada, eso no es a'n el fondodel abismo.

La "e* #e "a .ra$e#a#

La fsica nos dice que todo cuerpo que cae acelera su velocidad de cada amedida que se acerca al centro de la tierra.

Esta ley no e0iste solamente en el mundo fsico: ella gobierna tambi$n elmundo de las almas, en lo ntimo de nuestro ser se esconde una terrible fuer*a parael mal, que, si se adue!a de nosotros, hace caer el alma en las sombrasprofundidades del pecado. na sola ligere*a, la primera cada, y la ley de gravedadcomien*a a obrar.

-or dondequiera que pasa la inmoralidad, las j"venes cabe*as se abajan, laespina dorsal se encorva, las mejillas palidecen, el car(cter se debilita.

/ijo mo, chacales hambrientos se esconden en el fondo de la naturale*a

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humana# no les des a beber la generosa sangre de tu juventud.&odo pecado que comete el hombre, queda fuera de su cuerpo, pero quien se

entrega a la impure*a peca contra su propio cuerpo >@ 5or, I, @CD.

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CAITULO I/

EN EL $ONDO DEL AISMO

Que no se oiga decir que e0iste entre vosotros la fornicaci"n, la impure*a o laavaricia, como conviene a los justos. 1ada de palabras deshonrosas, ni bufoneras, ni

bromas groseras, cosas todas inconvenientes.>. -ablo, Ef. K, 2ND

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1o hay adolescente que no oiga tarde o temprano el canto de la sirena de losdeseos impuros. "lo un alma de ideales elevados, un cora*"n virgen, un noble ideal,pueden librarlo del desastre. n toque de alarma sonar(: 9%tr(s 7 sin embargo, lavo* de la seductora cautivar(, el deseo sensual cegar( al joven.

&' no ves sino el instante del placer# el abismo est( all y no sospechas enmanera alguna la cada, en la cual todo tu sistema nervioso se destro*ar(. n paso y

vendr( la cat(strofe.El joven est( en la pendiente.3esgraciado de $l si adelanta el pie.En este mundo no hay placer m(s efmero que el de la impure*a# pero no hay

uno solo que se pague m(s caro# su precio es la ruina total del alma y del cuerpo.8oy a describir sin e0ageraci"n la suerte del joven que ha dado el primor mal

paso. &al ve* este cuadro parecer( inverosmil: un solo pecado, se dir(, no puedecausar tanta miseria. Lo que voy a decirte no es sino un re


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te acosan aun durante las horas de trabajo, te sea necesario ceder para que te dejentranquilo. /ay adolescentes que creen ahogar la tentaci"n cometiendo el pecado.9Error 3espu$s del primer pecado impuro las tentaciones se echan encima en tangran cantidad y vienen con tanta insistencia, que no hay manera de hacer un trabajocontinuo y en$rgico.

olamente en esos momentos comprende el desgraciado que los chacaln que

hace poco ladraban hambrientos en busca de su alma, estaban encadenados, peroque al presente $l ha soltado las cadenas y ellos se embriagan con su sangre.Los cachorrillos de le"n son poco temibles mientras no han probado carne de

donde brote sangre# una ve* probada, se vuelven feroces. 4esiste desde el primerataque, porque se enga!a quien piensa que al llegar a la virilidad se adquiere uncar(cter de acero despu$s de haberse mostrado d$bil en la juventud >ar"n =.EotvosD. 5on frecuencia el remedio llega muy tarde para quien tiene esta enferme2dad, desde hace mucho tiempo.

)Qui$n puede decir en qu$ momento comien*a el oto!o+ %c( y acull( una hoja

cae, poco despu$s algunas ramas quedan desnudas, despu$s un viento de inviernosacude la espectral


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5onsidera todo el peso de estas palabras: el pecado, 9una necesidad Lose0ploradores del Sfrica del ur nos hablan de una serpiente que fascina los p(jaroscon su mirada. La vctima salta durante alg'n tiempo de rama, pero no puede dejarde mirar esos ojos# una fuer*a irresistible la obliga a acercarse cada ve* m(s alhorrible reptil, que al 6n la agarra y la estrangula.

Las primeras faltas han podido ser involuntarias. En el momento en que se dio

cuenta que haba pecado contra naturale*a, la costumbre haba echado ya races. &alve* era a'n un peque!uelo, cuando uno de sus compa!eros le ense!" a e0citar eseplacer. %un entonces $l sinti", por ventura, que era una cosa prohibida: lanaturale*a proclam" a gritos la verdad, y antes que hacerlo delante de su madre,antes que hablarle de ello, se habra cortado la mano.

nicamente la virtud puede soportar la claridad. El vicio, siempre sombro, esamigo de la oscuridad. -ara mostrarse en plena lu* necesita enmascararse. Fl esquien ha alejado de nuestras costumbres la franque*a >oileauD.

En historia natural se habla de ciertas


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cotidianas+ 1o puede avergon*arse por una mentira: debe siempre ocultar acualquier costo. Mentir en su arte supremo, mentir en el colegio, mentir en la casa.La verdad es hermana de la inocencia, la mentira lo es de la impure*a.

&odas las dem(s virtudes de la juventud se oscurecen a una con la pure*a:cortesa, franque*a, gratitud, afecto, consagraci"n a todo lo que es puro, a todo loque es noble, pues la pure*a es la piedra de toque de todo valor moral. in vida

casta, el alma perece.)Qu$ vale una roja man*ana cuando en su interior abriga a un gusano+ )Qu$vale un dorado ata'd repleto de podredumbre+ el alma se marchita, sus encantos deotros tiempos se evaporan, como el perfume de una rosa deshojada entre los dedos.

/i$e sin i#ea") sin $o"+nta#,/ace ya miles de a!os que cerca de 4oma los pantanos envenenaban el aire y

los habitantes de la regi"n, p(lidos y e0tenuados, aguantaban su trabajo cotidiano# ysi un e0tranjero les preguntaba amistosamente: )5ome sta+, pregunta a que en

toda ;talia se contestaba: i vive# respondan: i muore.i muore... muchos j"venes podran repetirlo.-ero es natural, las rosas no crecen en las bodegas.)5omprendes ahora por qu$ esa sonrisa c(ndida ha desaparecido+, )por qu$

las arrugas, capaces de hacer llorar, vienen a envejecer esa frente joven+En materia de justicia ya no tiene una conciencia muy delicada. Evidentemente lehace falta dinero para comprar la revista favorita, para ir al cine, cuando los anunciosdicen: 1o apto para menores de @I o @C a!os.

La vida del espritu pierde entonces su sabor, se hace desabrida y los bra*oscaen l(nguidamente. El go*o que el trabajo proporciona, 9qu$ pavada, qu$ tonteraLa voluntad est( debilitada, la imaginaci"n se sumerge en las obscenidades. Laenerga, la fuer*a de resistencia, >C nula. 97 van arrastrando as su vida,


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)1o crees que los grandes sabios que la humanidad e0alta, han estudiadotambi$n un poco+

Me viene a la memoria el epita6o que le sobre la tumba del gran inventorenjamn GlanTlin, compuesto por $l mismo. /e aqu la traducci"n.

Aqu yace, hecho pasto de los gusanos,

El cuerpo de Benjamn Franklin.Semejante a las tapas de un librocuyas hojas han sido arrancadas;

ero espera que ese libro no se habr! perdido,Sino que bien re"isado y corregido,Aparecer! bajo una #orma nue"a.

n hombre que espera una nueva vida despu$s de su muerte no es unincr$dulo. 97 Uepler, 1eVton, oyle, Linneo, /erschel, Leverrier, Gresnel, Graunhofer,

Goucault, Garaday, Lavoisier, Liebig, -ascal, %mp$re, ?alvani, 8olta, -asteur...>nombres que te son conocidos por tus estudiosD )no conocan esas cosas, por lomenos tan bien como un alumno de clases superiores+ 7 sin embargo, todos erancreyentes y muchos de entre ellos buenos cat"licos. )Hsar(s decir en adelante que laciencia ha conducido a tus condiscpulos a la incredulidad+

Es verdad que -asteur deca: ?racias a haber estudiado y reab. I, A@D#pero el hombre terreno no percibe las cosas que son del Espritu de 3ios >@ 5or. A,@ND.

or 6+ no ha* DiosLa corrupci"n del cora*"n es la que ha conducido a tu compa!ero a la

incredulidad. u vida, que la fe condena, las perturbaciones de conciencia que seagitan siempre en el fondo de su alma le molestan, como la e0istencia de un dios aquien tendr( que dar cuenta, 9he ah el secreto, no busques m(s all(9Qu$ descanso, si 3ios no e0istiera 9Qui$n sabe si su e0istencia no es m(s que unespantajo imaginario+

1o, no, no, no hay 3ios.3e seguro que si la intransigencia de las leyes morales fuera ense!ada, no en

el curso de religi"n, sino de matem(ticas, nadie sera incr$dulo, pero no pocos

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dudaran del valor del (lgebra.La incredulidad tiene ordinariamente su origen en la incontinencia, coincide

con los a!os del ardor de las pasiones para e0tinguirse con ellos. El ni!o no esincr$dulo, se siente feli* con 3ios# el anciano tampoco lo es: su esperan*a est( en lareligi"n y la fe. -ero entre esas dos edades, la incredulidad hace de las suyas, cuentacon la complicidad del cora*"n, que en esta materia encuentra ra*ones que la ra*"n

nunca comprende. 1adie niega la e0istencia de 3ios, fuera de los que tienen alg'ninter$s en ello.El joven que en el tiempo del desarrollo logra conservar su pure*a, no tiene

duda alguna sobre la religi"n, las tentaciones contra la fe no hacen que renuncie aella.-ero el joven que lleva una vida depravada, no re*a ya con gusto# se le hacenfastidiosos y pesados los actos religiosos, y empie*a pronto a encontrar molesto todoese f(rrago de la religi"n: para terminar, puede ya perder su fe# m(s a'n, debeperderla# quiere justi6car la triste vida que $l arrastra y no hay, por consiguiente

so6sma que $l no e0plote hasta el 'ltimo detalle.u vida es una negaci"n pr(ctica de 3ios. -ara poner orden en ese revoltijo demiserias, necesita una justi6caci"n te"rica inventada demasiado tarde: 1o hay3ios.

La vida pura no es 'nicamente el resultado de la fe, sino que es su condici"nindispensable. -ara que el espritu no se haga pagano, es necesario que el cuerpo nolo sea.

El avestru*, cuando se le persigue, oculta su cabe*a en la arena: de ese modono ve al ca*ador y se siente seguro. /ay j"venes que no quieren ver, para no tenernada que temer de 3ios, ellos mismos imponen la incredulidad a su alma para notener que cambiar de conducta# todo el mundo evita encontrarse con los acreedores.Quisiera, escribe La ruy$re, ver a un hombre sobrio, moderado, casto, justo, decirque no hay 3ios# no hablara a lo menos desinteresadamente# mas ese hombre noe0iste.

95u(ntos han e0perimentado lo que Grancisco 5opp$e escribi" despu$s de suconversi"n: 7o fui educado cristianamente y despu$s de mi primera comuni"ncumpl mis deberes religiosos durante varios a!os con un fervor sencillo. La crisis dela adolescencia y la vergWen*a de ciertas declaraciones, fueron las que me hicieronrenunciar a mis costumbres piadosas# hablo con toda sinceridad. 1o pocos hombres

que se encuentran en el mismo caso confesaran, si fuesen sinceros, que lo que losha alejado principalmente de la religi"n, ha sido la severa regla que se impone atodos, en lo referente a los sentidos, y que solamente m(s tarde es cuando han ido abuscar en la ra*"n y las ciencias argumentos metafsicos que los libren de todamolestia.

ienaventurados los limpios de cora*"n, porque ellos ver(n a 3ios, dijo1uestro e!or =esucristo. )7 los que tienen el cora*"n manchado+ 1o ver(n m(s quela podredumbre del mundo.

e!ores, deca 5hateaubriand en una reuni"n de sabios, poned la mano sobre

el cora*"n y decidme bajo palabra de honor si serais capaces de vivir castos, si no

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fueseis creyentes.5ada ve* que oigo hablar de un joven incr$dulo, pienso sin querer en las

palabras de an %gustn: 1emo incredulus, nisi impurus. 1adie es incr$dulo, sino elimpuro. -on 6n a tus pecados y ma!ana tendr(s una fe 6rme.

7Es esa "a e"i-i#a#

%hora, por lo menos, amigo mo, eres feli*. /as tenido que sacri6car muchascosas Rtodas tus ilusionesR, pero por 6n eres feli*, )no es verdad+7 contestas: 3e una u otra manera algo hubiera tenido que ver durante mi

vida...-or desgracia, no eres franco contigo mismo# cierras los ojos delante de una

verdad tan tristemente mani6esta. i fueras en realidad feli*, )de d"nde te vendraen ciertos momentos ese peso insoportable de un inmenso descontento+ 9E0plicaesas horas enteras de malhumor, esas horas de mucho dolor, esa mirada dirigidahacia el vaco )-or qu$ te pasas la mano por la frente+ /as querido llevar una vida

alegre, )por qu$ entonces est(s triste+ )5u(l es ese gran po*o de sufrimiento quepermanece abierto en el fondo de tu cora*"n, a pesar de todo el c'mulo de placeresy delicias... tan dolorosamente triste... como un eterno pesar+

&e acuerdas de ese encantador pajarito que se llama la pure*a: haba cantadotanto en tu alma y estaba ella tan acostumbrada a su alegra# un da lo for*aste aescaparse para siempre. )-or qu$ te dices en las horas en que la gracia te toca: 1o,yo ya no soy el de hace poco tiempo...+ )-or qu$+ &' lo sabes, el pecado te brindacon una mano el bajo placer y con la otra te roba toda la alegra, toda la felicidad detu alma...

)7 esa fuer*a de voluntad que te dijo: s$ libre+ -ues bien, al presente te veslibre de las leyes del 5reador, pero esclavo del vicio. Mira tus condiscpulos que a'nsaben rer con una franca sonrisa. 9&en valor, a lo menos un minuto, para ver ydecirte la verdad# conceder(s que buscando el placer por los caminos prohibidos, hasbebido la hiel de todos los pesares

E" r+to mor#i#o !or e" .+sanoEste no es a'n m(s que un castigo del que ni un solo pecador se libra, pero

sucede que se le a!ade un segundo: el castigo fsico. /ay j"venes cuya constituci"nrobusta resiste a este pecado, mas los hay cuyo organismo, al cabo de algunos a!os,

e0pa su pecado, porque el precio del pecado es la muerte >4om. I, AD# la muertedel alma, siempre# la del cuerpo, algunas veces.

)5onoces la leyenda de la hermosa %tl(ntida, sumergida entre las olas+5uando el mar est( tranquilo, dicen que se ven en el fondo del agua torres, c'pulas,casas fant(sticas... y los pasajeros pasan y lo creen...

En cu(ntos j"venes esta leyenda se convierte en realidad. Enfermos antes detiempo, sue!an con las belle*as de su alma, que abrigaba la esperan*a del porvenir,belle*as sumergidas entre las negras olas riel pecado.

/e dicho que el pecado de impure*a es un verdadero atentado contra los

planes de la divina -rovidencia. Quien lo comete va contra las leyes de la naturale*a#

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no se le comete impunemente: el castigo va unido a la falta.Las pruebas abundan. &odo pecado degrada al hombre# $ste puede al mismo tiempoarruinar su salud. Es un pecado cuyo castigo comien*a en esta vida, y ese castigo esterrible. La naturale*a es m(s severa con $l que los jueces humanos. Las aguas deldiluvio y el fuego de odoma lo castigaron# 9cu(ntos culpables han sufrido un castigom(s temible que el agua y el fuego e han convertido en ruinas humanas desde los

a!os de su juventud.i a veces sientes que la tentaci"n te acosa, si te parece que las re


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Es evidente que el humor continuamente desa*onado de un joven ha de tenerrepercusi"n en todo el cuerpo. La continua tensi"n de los nervios y la prodigalidadcon que malbarata la savia vital durante a!os enteros, no pueden quedarse singraves consecuencias. 3urante varios a!os la naturale*a halla en sus propiosrecursos manera de reempla*ar la materia perdida, pero m(s tarde esa sustituci"n sehace a e0pensas del organismo. 1inguna actividad 6siol"gica del joven in


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Esas enfermedades contaminar(n tu sangre y si un da llegas a establecer unhogar, ellas pasar(n como e0ecrable herencia a tu esposa, a tus hijos, a tus nietos,quienes maldecir(n al padre cuyos placeres de joven, pagan ellos tan caramente.

)1o sabes cuan frecuentes son esas enfermedades entre los hombres+ Lamedicina a6rma que quien ha pecado con una mala mujer, se contamina casi concerte*a. En nuestros das la sociedad honesta busca el medio de inmuni*arse contra

ese horrible castigo. e ha pensado en hacer e0aminar todos los ciudadanos ymarcar en la frente a todos los que tuvieran esas enfermedades./ay tres clases de enfermedades ven$reas. "lo una de ellas, la s6lis, hace

m(s vctimas entre los hombres, que el c"lera, la peste y la 6ebre amarilla, tomadasen conjunto. )7 no es cierto que temblamos de temor cuando pensamos en el c"lerao en la peste+

Quien ha contrado esta enfermedad, aunque logre hacerse curar, acorta die*a!os su vida, seg'n el c(lculo hecho por las compa!as de seguros.

5uando la s6lis llega a su tercer perodo forma 'lceras en el cuerpo, produce

6ebre, causa dolores de los huesos, irrita los m'sculos, provoca fuertes jaquecas,causa enfermedades de la piel, de los p(rpados, de la laringe y de los intestinos. Lafatiga es constante, hay necesidad de dormir y sin embargo se pasan las noches declaro en claro.

e est( predispuesto para todas las enfermedades, y el cuerpo, agotado, no escapa* de luchar contra ellas. 3espu$s de alg'n tiempo, el paladar se agujerea, elhueso nasal se corrompe, el rostro del enfermo parece el de un espectro.

%parecen calambres cardacos. Las arterias, incapaces de resistir a la presi"nde la sangre, se dilatan sobre medida y al 6n se rompen. El pobre enfermo desearasanar, y en efecto, a veces parece completamente restablecido: el m$dico mismo sedeja enga!ar. 3e repente, el da menos pensado, el mal reaparece con nueva fuer*a#los bacilos que se encontraban en el organismo han tomado nuevo vigor. 7 de ahotra ve* todo el cortejo de miserias: el agotamiento dorsal, la locura, la par(lisis, laceguera. 1unca se puede hablar de curaci"n completa, y ese hombre que en sujuventud daba cabida a todas las esperan*as, parece ahora como un desecho,maldecido por todos.

1o quiero hablarte de los dolores terribles que produce la consunci"n dorsal, nila angustiosa certidumbre que se tiene de estar camino de la locura. 9i todo jovenpudiera considerar esta larga tragedia antes de meterse por esos caminos e!or,

ha* que yo vea >Le. @C,N@D. El placer de breves instantes conseguido a cambio dela consunci"n dorsal y la casa de salud >manicomioD no es un negocio ventajosociertamente.

1o pienses que e0agero o que quiero espantarte. 1o digas: i todo esto fuesetan terrible como se pretende, se sabra con m(s frecuencia que fulano o *utano hansido vctimas de esta enfermedad. Es muy natural que los que sufren de esasenfermedades vergon*osas hagan todos los esfuer*os para ocultarlas: se echa manode otros nombres. nicamente los m$dicos son testigos de esos interminableshorrores.

El rey Minos haba encerrado en el laberinto de 5reta un monstruo semi2

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hombre, semi2toro, el minotauro. 5ada ocho das le daban siete j"venes y siete ni!asde %tenas. Es una leyenda, pero )qu$ signi6can todos esos destro*os horrendos encomparaci"n con los desastres que causa en nuestros tiempos entre los j"venes elpecado impuro+

n m$dico franc$s, especialista en esta materia, deca: i no temes a 3ios,teme a la s6lis.

Que la s6lis sea un mal terrible, lo saben bien quienes han visto los desastresque causa. /emos de or sobre todo a los m$dicos: 5onocemos casos en que las6lis hereditaria no se ha manifestado durante treinta o cuarenta a!os, peroentonces se deja sentir bajo la forma de consunci"n dorsal o de par(lisis.

/as odo hablar de Leonardo da 8inci. -robablemente has visto una copia de suobra maestra: La 'ltima cena, que adorna la pared de un convento milan$s. Mas espoco probable que cono*cas el hecho tr(gico que se relaciona con ella. uscaba elartista un modelo para la noble 6gura de 5risto. -or fortuna vio en el coro de unaiglesia a un joven hermoso llamado -ietro andinelli. 3os a!os m(s tarde, Leonardo

recorra las calles de mala fama en busca de un =udas. %l 6n descubri" un jovencuyos rasgos revelaban la corrupci"n. En el instante en que el artista quiso empe*ara pintar, ese joven se ech" a llorar amargamente. e reconoca en el 5risto de la5ena# se llamaba andinelli.

i en el cementerio fuera posible or la vo* de los sepulcros, quedaramosaterrados del n'mero de j"venes muertos por consecuencias del vicio impuro.5ierra, joven querido, un momento el libro y re@ 5or. ,@BD.

Terri("e res!onsa(i"i#a#i a lo menos te perdieras t' solo... -ero un placer basta para que te conviertas

en un perpetuo peligro para los que te rodean, y hace que los dem(s, inocentes,tengan que soportar el peso de tu castigo.

-ones la mano sobre el picaporte de una puerta, se la das a tu mejor amigo yle trasmites, qui*(s, el microbio de tu enfermedad. asta que alguien toque un l(pi*que has tenido entre los dientes, que use una m(quina u hojita de afeitar de qu$ tehas servido, una cuchara, una toalla, para que contraiga la s6lis. 5ono*co un ni!o dequince a!os que tena ya el hueso nasal y el paladar perforado por la enfermedad#

sin embargo, era puro. 3urante las vacaciones haba empleado un vaso en quebeban algunos obreros que trabajaban en su casa.

i conservas el m(s mnimo sentimiento de honor, debes alejar a tu madre,dici$ndole: %p(rtate, mam(, no me abraces, tengo el in6erno en el cuerpo.3espu$s del 'ltimo e0amen retornas a tu casa y tu madre, feli*, te estrecha entre susbra*os. 3esgraciado, puede ser que la hayas contagiado.

Lo que la hace m(s peligrosa a'n, es que no se cae en cuenta de tenerla desdeun principio# ning'n dolor lo mani6esta# con frecuencia solamente por casualidad lavctima nota que hay algo en su organismo que no funciona como deba. )ientes tu

responsabilidad cuando vives tu primera noche de pecado+

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T+s #es.ra-ia#os hi0os5on este veneno en el cuerpo fundas una familia. )1o te avergWen*as de hacer

pagar tu crimen a una joven dulce y candorosa, que durante toda su juventud no hapensado sino en hacer feli* a un hombre de cora*"n+ -ero ah est(s t' y es necesarioque ella e0pe a una contigo. La vida nos da de ello terribles ejemplos. /ay j"venes

que, cautivada el alma por un ideal, han contrado matrimonio y pocas semanas m(starde, contagiadas por sus esposos, se van pudriendo lentamente durante largosa!os.

7 si tiene hijos... /aga el cielo que nunca puedan nacer, pobres e inocentesvctimas... % su tercero o cuarto mes comien*an a aparecer los sntomas de laenfermedad y la mayora mueren cuando apenas tienen seis meses. i logran vivirm(s# las consecuencias se mani6estan entre los die* y los veinte a!os. er(n d$bilesy su triste herencia pasar( tambi$n a sus hijos.

Htra enfermedad ven$rea, la blenorragia, tiene por consecuencia la ceguera

para muchsimos hombres. i un microbio entra en el ojo, una in


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tierra, ni en lo restante de la provincia las haba. %l da siguiente leo en un peri"dicoque en una regi"n distante haba tenido lugar una fuerte tempestad# el ro nos traael limo que lo haba manchado en su nacimiento, en su juventud, a pesar de quehaba recorrido centenares de Til"metros y las lmpidas fuentes haban engrosado sucaudal con sus aguas cristalinas. Ese ro es la ;magen de la vida de un pecador: hamanchado su juventud, no volver( ; adquirir nunca su pure*a. 5onserva bien grabado

en tu memoria que es m(s f(cil permanecer puro que lavar una vida manchada.%l publicarse la primera edici"n de este libro, no pocos de sus ejemplarescayeron en manos de estudiantes# todas las ma!anas el correo me traa cartas dej"venes que lo haban ledo. %lgunas se me cayeron de las manos y no teniendofuer*a m(s que para mirar mi 5ruci6jo, e0clam$: 9=es's bondadossimo, socorre aesas pobres almas hechas presa del pecado 95u(ntas esperan*as tronchadas Lamayor parte de esos desgraciados lamentaba sus primeros pasos en el camino de laperdici"n, cuando no tenan a su lado nadie que pudiera detenerlos.

/e aqu algunas de esas cartas: suprimo los nombres. Quiera el e!or que

nunca vayas a tener que escribir una carta semejante.

$%e"erendo adre&'o s( por d)nde comen*ar. +na #uer*a m!s poderosa que yo mismo me dice

que debo escribirle. Esccheme, re"erendo adre. -al "e* tendr( que eplicarmelargamente, mas usted me escuchar! porque as de"ol"er! el go*o a un almadesgraciada. /0o era la esperan*a de mi pobre madre, "iuda1 2ace dos a3osabandon( la casa, ella me abra*) y pidi) a 'uestro Se3or que me protegiera. Ene#ecto, 'uestro Se3or me ayud). 4is cali5caciones eran ecelentes. ero... 6estea3o7 /Ay1 he tenido que repetir mi curso. 6or qu(7 +n pecado se apoder) de m; sunombre es tan triste... Soy su escla"o, me ha quitado toda la #uer*a, todo cuanto soy.8urante las "acaciones de 'a"idad "i y le en casa de un amigo 98ios lo bendiga: sulibro& $ure*a y ju"entud$. 6u( sent7 4i alma luchaba intensamente; bajo lain


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leerlas... ?igame.$adre mo, 6c)mo me eplicar(7 2ace cinco a3os que lle"o dentro de m un

instante maldito... @a cuerda de mi hermoso "ioln se rompi), la cadena se hi*opeda*os... las tinieblas han cubierto el cielo de mi eistencia... Si la noche eternahubiera sido la continuaci)n de esa noche, si la cadena se hubiera despeda*ado porcompleto, hubiese sido menos lamentable. ero ella cruje nicamente de "e* en

cuando desde hace tanto tiempo, y estoy condenado a "er c)mo mi cielo seoscurece cada "e* m!s.$@o que es m!s triste an, es que yo saba que eso era un pecado; saba que

haba alguien que poda ayudarme, saba que el dulcsimo ess me alargaba sumano para socorrerme. or desgracia no tu"e "alor para agarrarme de esa mano. Apesar de todo, despu(s de cada pecado me arrepent; m!s an, despu(s del primerome dije& Este ser! el ltimo. /4as ya era demasiado d(bil1

$adre mo; s, mi adre espiritual, 6"erdad que no recha*ar! a aquel a quienya ha lan*ado el sal"a"idas, a quien lucha en un abismo que amena*a tragarlo7

$4i dolorosa llaga se me hace m!s tolerable con el solo pensamiento de haberpodido mani#estarme a alguien 9hasta el presente a nadie me haba descubierto:.8esde que comet el pecado en m mismo, desapareci) mi #ranque*a, e"it( lacompa3a de gente honesta, es decir, que no me encontraba a gusto en susreuniones. En mis estudios no haca progreso alguno; nada me satis#aca; mi "ida eraun continuo aburrimiento. Si no he puesto 5n a mis das, se debe a que all! lejos, enla tierra querida de la -ransil"ania, tengo una madre que me quiere y que juntandosus manos benditas pide todos los das al Se3or que condu*ca a su hijo por el buencamino... /Si supiera la pobre d)nde me encuentro1... ero mejor es que lo ignore;morira si supiera la realidad, cuando le escribo que me encuentro bien.

$4e hice Scout$. ui*!s ah hallar( m!s #uer*a de "oluntad, me deca. ero nome encontraba a gusto en medio de esos rostros resplandecientes. 'o me atre"a air a mi casa, a mi hogar paterno; en ninguna parte poda estar bien. Ahora, lejos demis seres queridos y de mi patria, me prosterno delante de 8ios y le doy gracias dequererme sal"ar por medio de usted. uesto que escribe que an hay manera de"ol"er, que (se no es an el #ondo del abismo, puedo comen*ar una nue"a "ida, s, loquiero. /adre1 apoyando mi mano en su mano, de lo contrario no tengo #uer*a,tengo con5an*a, le miro a los ojos... y digo&

$>on la ayuda de 8ios quiero ingresar de nue"o, como ltimo de todos, y si de

ello soy an digno, entre los que son puros como un lirio. /ess mo, aydame, yoquiero ser castorermteme que te presente an otra cartita. Es de un jo"en que escribe a su amigoque le haba propuesto que "iniera a "erme, pues por "entura yo podra anayudarle. 4ira la terrible respuesta.

$4i querido amigo&S( que me has esperado, pero yo no he ido. erd)name haberte hecho esperar. 4icrisis sobre"ino& no tengo ya sentimientos. 'o #ui a tu casa porque he perdido todaesperan*a de "uelta y dejo las consecuencias de mis pecados a las leyes naturales

de la destrucci)n. 4is das est!n contados. Ceo que comien*o mi condenaci)n sobre

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la tierra, tengo que estar dispuesto a la muerte, no s)lo a la del cuerpo sino tambi(na la del alma. uisiera arrepentirme, mas ya no tengo esa #uer*a que se llama #e.8urante dos meses he andado el cal"ario del su#rimiento, pero me ha sido imposiblecon"ertirme. Si he mostrado un ligero cambio en mi "ida espiritual, ha sido por puromiedo. Ahora el mundo me es indi#erente. Espero que caiga el tel)n. 'o tepreocupes m!s por m. S)lo 8ios puede socorrerme. $-odo tuyo.

$-u amigo 9si es que lo soy an:.Algunos meses m!s tarde ese jo"en haba muerto.

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CAITULO /

EL COMA%E CON%RAEL DRAGON DE SIE%E CAE!AS

Mrame, querido joven, 6jamente a la cara. ien... esa era te mirada que yoesperaba.En tus ojos veo el resplandor de una santa 6rme*a, tu cora*"n lat al impulso

de una resoluci"n sagrada, tus labios tiemblan al recuerde de tu buen prop"sito, tumirada resplandeciente y tu cora*"n en ascuas me dicen claramente el prop"sito queacabas de hacer: decididamente, con la gracia de 3ios, no quiero volver aencontrarme en ese estado. El mundo entero puede rodar hecho peda*os, la tierrapuede abrirse a mis pies, las estrellas pueden caer del cielo, pero no ceder$ lo m(smnimo. -re6ero morir antes que mancharme. 9ravo, no esperaba otra cosa de ti.-or eso te repito: )1o quieres volver a ese estado, no quieres caer como frutopodrido del (rbol de la humanidad, no quieres verte obligado a evitar la mirada

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escudri!adora de tu madre, a alimentar en tu cuerpo la muerte que lo agotar(, atemer constantemente contagiar a tu allegados# no quieres convertirte en una ruina,estropear tu salud, destruir en ti todas las caractersticas del hombre, no quieres quese lea la degradaci"n en tus ojos+ 1o temas, si tu voluntad est( a la altura de laresoluci"n que acabas de tomar, ciertamente no volver(s a descender de esamanera.

:a* +n -amino #e $+e"ta&al ve*, es otro sentimiento el que leo en tu mirada: )un dolor, una vergWen*a+

El recuerdo de un pecado cometido por ignorancia, te agita en diversos sentidos, unainconsolable triste*a se apodera de tu ser: )-or qu$, 3ios mo, no le yo este librohace tres a!os+ 5omprendo todo eso, hijo mo, te veo vacilar bajo el peso del dolorporque las p(ginas precedentes te han abierto todo un hori*onte. &e das cuenta,temeroso, que muy joven qui*(s y bajo el in3ios sabedespu$s de cu(nto tiempoD, pens" en el porvenir que se manifestaba radiante antesus ojos, y se encamin" hacia la casa paterna. &odos los hombres, aun aquellos quehan cado m(s hondo, conservan una centellita del bien, discerni"le por aquellos quelos aman y les tienen con6an*a. =oven querido, aunque hayas tocado el fondo delabismo, aunque hayas all despeda*ado tu alma, aunque del templo primitivo noqueden sino ruinas, ten con6an*a en ti mismo, sin que jam(s te canses de esperar.

-ars sanitatis velle sanari fuit, dice $neca. Quien desea curarse, ya tiene la mitad

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de la curaci"n.5ono*co muchos j"venes de cursos superiores y de las universidades, que han

sido corrompidos por sus compa!eros desde muy peque!os. 5reyeron al principioque no se trataba sino de un juego. En el momento en que vieron la verdad en todasu crude*a, ya eran esclavos de la costumbre. 5omen*aron la lucha, combatierondurante largo tiempo, y a veces volvieron a caer. %hora a la edad de veinte a!os y

despu$s de una heroica resistencia, viven en la m(s completa pure*a, y reparan lasfaltas de su adolescencia. )Qui$n podr( describir el go*o de un alma que vuelve assobre sus pisadas+ /e aqu las palabras que escriba un joven despu$s de suconversi"n: 1o dara un solo da de mi vida presente por todo mi pasado.

Quien vuelve a tiempo al buen camino, ni siquiera puede temer lasconsecuencias fsicas de su incontinencia. 5uanto m(s pronta es la vuelta, tanto m(sr(pida es la restauraci"n del organismo. na acci"n hecha sin re


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desesperar al ver que fracasan tus m(s sinceras resoluciones. Luchar(s, forcejear(s,te agitar(s entre el bien y el mal, al agotarse tus fuer*as dir(s: /e cado una ve*m(s y sin embargo pensaba que esta ve* mi enmienda sera de6nitiva.

Los valientes que van a e0plorar los polos aumentan cada a!o. %traviesaninmensas e0planadas de nieve y enormes t$mpanos de hielo, luchando contra losm(s grandes peligros y todava no ha habido uno que haya obtenido hasta el

presente el coronamiento del $0ito. in embargo surgen constantemente nuevose0ploradores. 7 aun cuando alguno hubiera reali*ado sus proyectos )qu$ provechosacaran de ello los dem(s hombres+ 5asi no hay otro que el de poderse gloriar dehaber franqueado un suelo que ninguna persona haba pisado hasta entonces. 7 porobtener eso se desafa la misma muerte. En vista de ello )puedes desanimarteracionalmente, aun cuando las luchas sean continuas, siendo as que se trata deconquistar, no el polo norte, sino la vida+

, un encarni*ado combate te espera, pero, te repito, no te desanimes lo m(smnimo. -uedes volver a ser puro. Los poderes todos del in6erno no lograr(n hacerte

caer si t' no lo quieres. 5on la energa que comunica el deseo de llegar a ese 6n,vencer(s. -asa sin desmayo varias semanas, varios meses, y habr(s ganado elcombate. /abr(s podido darte cuenta de tus fuer*as y cobrar nuevo valor.

Querido joven# si tu alma no ha sido a'n manchada por el pecado, ponte derodillas y da gracias a 3ios nuestro e!or: conserva este tesoro. i has cado, te pidoencarecidamente que trabes inmediatamente combate contra el drag"n de laimpure*a. e trata de tu bien y del porvenir de tu querida patria. 1o quiero decirnada m(s.

E" !or$enir #e "a !atria%mas, sin duda alguna, a tu patria no puedo menos de alabar ese noble

sentimiento. )-ero ignoras que los j"venes que marchitan la pure*a de su alma, sontraidores a su patria+ ;gnoras que si la ra*a ha de sobrevivir, ha de ser, en granparte, gracias a la fuer*a de los j"venes de hoy+ Los enemigos de nuestro pueblo losaben y por eso inundan el comercio con tantas publicaciones inmorales. na ve*que hayan corrompido el alma de los j"venes >y, por el mismo hecho, el cuerpoD,podr(n distribuirse entre ellos un territorio que carece de defensores. La vida de lajuventud, es la vida futura del pas.Lee lo que &(cito escribi" sobre la tumba del antiguo pueblo romano, que fue en

otros tiempos el intr$pido conquistador del mundo, y ver(s c"mo e0alta al mismotiempo la vida intacta de los b(rbaros, victoriosos en el suelo donde pereca sunaci"n, por haber dado acogida a las costumbres relajadas del Hriente: la mujer viveentre ellos al abrigo de costumbres puras y no es corrompida por espect(culose0citantes o comidas voluptuosas. El adulterio es muy raro en ese pueblo, su castigoest( reservado al esposo, quien lo aplica inmediatamente: a la vista de sus parientesla mujer culpable es arrojada de su casa# el esposo ofendido va detr(s de ellaa*ot(ndola con varas hasta la salida del pueblo. na persona que ha sacri6cado suvirginidad, es tratada sin compasi"n. % pesar de su belle*a, de su juventud, de su

fortuna, no logra casarse. En efecto, entre ellos no hay quien soporte tales crmenes.

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1o se alega por e0cusa: Es la manera de ser del siglo, para disculpar al seductor oa la mujer que se deja seducir >La ?ermania, @JD.

3ifcil se nos hace creer que los antiguos germanos hayan tenido un conceptotan elevado de la moral. 3e todos modos, nosotros, los cristianos, deberamosavergon*arnos cuando lo vemos en un escritor pagano.

i amas a tu patria, si su porvenir te preocupa, estima la sangre que corre por

tus venas, mira con veneraci"n la juventud inmaculada.n da at(n pas" revista a sus legiones. &odos los espritus cados se gloriabande su poder. El demonio de la c"lera, el de la envidia, el de la gula, el de la pasi"n deljuego, pretendan ser cada uno el que mayor mal haca a la humanidad. 3espu$s deorles. at(n dio la victoria al demonio de la impure*a con estas palabras: Estemaneja la espada m(s cortante, el veneno m(s mortal, porque puede echar a piquenaciones enteras.

)-iensas que quiero hacerte un pesimista+ En manera alguna. 3eja cantar laprimavera en tu alma, deja palpitar la energa en tu cora*"n. Quiero que seas

hombre. Estimo la juventud. El ni!o es una cosa sagrada. &e estimo porque sonmuchas las obligaciones que te esperan. M(s, temo por ti, porque tambi$n sonmuchos los peligros que te aguardan. Este doble sentimiento me hace decirte: /ijomo, estima ese destello de la divinidad que posees: tu alma. Ella es una joya m(spreciosa que todas.las obras maestras del arte.

La inte.ri#a# #e" "irio$ valiente. 5ontesta a cualquier solicitaci"n al mal: ad maiora natus surn. /e

nacido para cosas m(s nobles. /e nacido para cosas m(s grandes. 1o toleres que eladolescente viva en el pecado a los quince a!os, sea un hastiado a los dieciocho, yun enfermo a los veinte. i as es, la bandera de la patria ser( mirada con desprecio.

Qui$n me diera poder decir a todos los j"venes: reali*(is lo que esper(bamosde vosotros, no hab$is fracasado en la vida. La ine0hausta pubertad de &(cito, lafuer*a viril conservada en su integridad os invita a un trabajo de construcci"n.8uestros m'sculos son d"ciles, vuestra frente, pura# vuestros ojos, brillantes# lapatria puede contar con vosotros. Estad siempre dispuestos al trabajo, sed entu2siastas por la virtud, aguerridos en la lucha. La suerte de la patria est( en vuestrasmanos y no tenemos sino una sola patria.

-or encima de las leyes de la est$tica est(n las de la moral. &odo acto que

desarrolla la energa moral del hombre, es un acto patri"tico y su contrario es unatraici"n. El se0to mandamiento es una salvaguardia de la fuer*a de la humanidad.-uede decirse de ti lo que alviano escriba del imperio romano: 1o es a susenemigos a quienes debe temer, sino 'nicamente al pecado. El pecado envenena lasangre de la patria.

En el festn de altasar una mano misteriosa escribi" en el muro el castigo dequienes se burlaban de las cosas santas. Esa mano escribe siempre.

8osotros, j"venes, sois la patria. La patria no es el peda*o de tierra que se veen los mapas, no es una sucesi"n de monta!as y valles. La semilla de la patria est(

latente en vuestra sangre, la patria crece, si vuestra sangre se conserva.

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/en.an3a #e "a nat+ra"e3aLa naturale*a se venga. &(cito indicaba ya como fuente de la fuer*a de los

?ermanos la ine0hausta pubertad. La salvaci"n de la nueva generaci"n dependedel concepto que nosotros tengamos de las relaciones entre el hombre y la mujer.)1o ves que la patria te necesita, hijo mo+ El almirante 1elson dijo antes de la

batalla de &rafalgar: England e0pects every man to do his duty. ;nglaterra esperaque todos sus hijos cumplan con su deber.8olver de la batalla herido y mutilado, es un sacri6cio por 3ios y por la patria,

pero tener el cuerpo mutilado por una vida desordenada es un horrible pecadocontra la patria y contra 3ios.

-uede decirse que un estudiante no es nada en acto para su patria, pero lo estodo en potencia. &al ve* no me comprendes todava, pero da vendr( en que te descuenta de ello. na naci"n es m(s rica si posee una juventud casta, fuerte, llena deesperan*as, que si tiene abundancia de ferrocarriles, de minas de oro y de grandes

industrias.


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%cu$rdate de los tres ni!os del horno. 5anta como ellos un himno deglori6caci"n y de acci"n de gracias al todopoderoso cuando el fuego impuro torturetu carne.

)&e quejas de tener que luchar con frecuencia+ -iensa que si las tentacionesson en ciertos momentos numerosas, nadie puede obligarte a entregar tus armasmientras luches. La victoria es siempre posible. i a'n no has cado puedes

permanecer en pie hasta el 6n. i yaces tendido sobre el campo de batalla, puedeslevantarte# la lucha que tienes que sostener contra ti mismo es la m(s ruda de todas,pero si de ella sales victorioso, eres el m(s glorioso de los triunfadores.

Resiste&us amigos echar(n de ver pronto la resoluci"n que has tomado. &ragados ya

por el cenagal ni siquiera piensan en salir de $l. 3esde que se den cuenta de tusesfuer*os se dedicar(n a hacerte la guerra con sus burlas, sus insultos, con toda sumanera de proceder. &e digo esto, porque son muchas las buenas resoluciones que

han fracasado ante el obst(culo del respeto humano.8amos, que eres un santo canoni*able. H bien, )tendr(s miedo+ 3esde aquestoy oyendo toda su burla. Mrame, nene. Que los cobardes vayan a sentarse sobrelas rodillas de su mam(. Ea, cobarde. i yo te acompa!ar$... )Quedamos as+

5u(ntos j"venes han sucumbido a esos golpes. El peligro es grande, sobre todopara los alumnos de internados y los j"venes militares. Es f(cil conservarse puroentre los puros, pero el permanecer puro como un lirio en medio de la corrupci"n,supone un gran temple de car(cter.

Muchos j"venes que haban permanecido castos durante todos sus a!os decolegio, han cado en el cuartel o en la niversidad. 1o queran ser del n'mero de losmiedosos. )3"nde se encuentra por consiguiente la verdadera cobarda y elverdadero valor+

7=+ines son "os -o(ar#es5onque, )decididamente eres un cobarde, un miedoso+ -ues bien, que lo sea#

m(s a'n# soy un nene, un mosquita muerta. -ero no lograr(s seducirme. )-ara qu$se necesita m(s valor, m(s voluntad, para vencer en medio de las tentacionesimpuras o para doblegarse ante ellas como una d$bil ca!a, )Qui$n es m(s entendidoen equitaci"n, quien domina su cabalgadura o quien se hace arrojar en un charco de

agua+Qu$ cobarde eres# ni siquiera te atreves a eso. La virilidad consiste en

saberse sobreponer a s mismo. 5obarde es quien se deja dominar por la pasi"n. $hombre y no mu!eca. El que a pesar de todas las burlas permanece 6rme en suresoluci"n, acaba por imponer respeto. % ese tal lo saludo y le dirijo las palabras dela Escritura: /a hecho maravillas durante su vida >Eccl. @, JD.

i todos mis compa!eros se portan mal, yo no los imitar$# no he de ser unmono. i te parece bien, cambia de vestido por condescender, pero no cambies deconducta. 95"mo )&e dejaras seducir por esas tonteras+ )5u(l es entonces tu valor

moral+ 5ero.

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En la f(bula, a los animales les parece ridculo que el hombre no obre comoellos. En los manicomios los locos se burlan del m$dico. )-or ventura $l les daimportancia+ i disgustas a los malos no pienses que eres un cobarde. )&al ve* elm(s valiente ser( quien bebe con ansiedad el agua fangosa de la inmoralidad+ El6l"sofo pagano deca en su tiempo: i haces una cosa que conoces ser obligatoria,no temas hacerla abiertamente, aun cuando la masa tenga convicciones contrarias.

olamente debes avergon*arte cuando hagas una cosa indebida. i obras bien notengas miedo de los que te reprenden sin ra*"n >EpictetoD.1o quiero obrar como los dem(s, no quiero ser un hombre que cambie como

una veleta: para cosas grandes he nacido.

D0a"os !"anta#os-uede suceder que te encuentres en la obligaci"n de abandonar antiguas

amistades. 1o has sonredo a una palabra inconveniente o has dicho que iban encontra de tus convicciones morales. %lejandro Magno era un modelo de castidad en

la $poca de sus mayores proe*as.

Pureza y Juventud Mons Toth Completo

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