LA LEYENDA

DEL PUENTE DEL DIABLO

EL PUENTE EL PUENTE DE OLVENADE OLVENA

EL PARAJE

Es habitual que al circular por la carretera que asciende a Graus y al valle de Benasque, veamos en uno de sus tramos más angostos varios vehículos aparcados en la cuneta. Sus propietarios seguramente han parado para contemplar un paraje realmente bello dominado por la roca y el curso del río Ésera al fondo, e incluso algunos de ellos se habrán atrevido a escalar por los paredones rocosos que flanquean el cauce. Nos encontramos en el conocido como el Congosto de Olvena, que se convierte en la entrada o salida, según nuestra dirección, de la Comarca de Ribagorza.

El topónimo de este enclave natural se debe a la cercana población de Olvena, situada en la orilla contraria al discurrir de la carretera. De hecho, la localidad siempre ha estado en la ribera opuesta al camino. Por ello, ya hace muchos siglos, en la Edad Media sus habitantes debieron construir un puente para vadear las aguas del Ésera y salvar los murallones por los que discurre encajado. Aún hoy podemos observar ese puente de piedra que casi milagrosamente permanece en pie, aunque por él ya no se circula.

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La espectacularidad del

paisaje y la destacada

presencia de este

puente inspiró un

origen legendario, ya

que no se creía que

pudiera haber sido

construido por el

hombre.

LA LEYENDALA LEYENDA El puente, según esta leyenda, es obra del diablo, que sin duda no lo construyó para hacer el bien, sino engañado.

Se relata que le engañó una bella muchacha del lugar, la cual harta de tener que cruzar el río como todos sus vecinos ofreció su alma al diablo a cambio de que éste construyera un puente, con la única condición de que el demonio lo tenía que hacer a lo largo de una sola noche.

Satanás aceptó el trato y quedaron en que si él edificaba el puente antes de que cantara el gallo, la muchacha le entregaría su alma. Sin embargo, la chica le engañó ya que pese a que las artimañas del diablo hicieron que el puente se alzara en tan solo una noche, ella poco antes del amanecer hizo que cantara el gallo, sin que el demonio hubiera puesto las últimas piedras aunque el puente ya era practicable.

Esta leyenda nos la pueden contar en muchos otros lugares de Aragón casi con el mismo argumento pero cambiando el escenario, sin embargo uno de los lugares donde más fácil es evocarla es en el Congosto de Olvena, donde incluso la señalización vial indica la presencia de "Puente del Diablo".

FIN