Puedo Confiar en La Biblia

7/24/2019 Puedo Confiar en La Biblia

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La Serie Preguntas Cruciales

por R. C. Sproul

QUINEsJESS?PUEDOCONFIAR ENlaBIBLIA?

PUEDELAOracinCAMBIARLASCOSAS?

PUEDOConocerLAVOLUNTAD DEDIOS?

CMODEBOVivirENESTEMUNDO?

QUSIGNIFICANacerDENUEVO?

PUEDOESTARSEGURO DEQUESoySALVO?

QUEsLAFE?QUPUEDOHACERconMICULPA?

QUEsLATRINIDAD?

QUEsELBAUTISMO?

PUEDOTENERGozoENMIVIDA?

QUINESelESPRITUSANTO?

CONTROLADIOSTodasLASCOSAS?CMO PUEDODESARROLLAR UNAConcienciaCRISTIANA?

QUES LACenaDELSEOR?

QUesLAIGLESIA?

QUes elARREPENTIMIENTO?

CUL ESla relacin entreLAIGLESIAy elESTADO?

ESTAMOS ENlosLTIMOS DAS?


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edo confiar en la Biblia?

009 por R.C. Sproul

licado anteriormente comoExplaining Inerrancy: A Commentary(1980) por el International Council on Biblical Inerrancy, ylaining Inerrancypor Ligonier Ministries (1996).

licado por Reformation Trust Publishing,divisin de Ligonier MinistriesLigonier Court, Sanford, FL 32771

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os los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicacin puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperacsmitido de ninguna forma ni por ningn medio, ya sea electrnico, mecnico, fotocopia, grabacin, u otros, sin el previo permisoito del publicador, Reformation Trust Publishing. La nica excepcin son las citas breves en comentarios publicados.

eo de portada: GearBox Studioseo interior: Katherine Lloyd, The DESKduccin al espaol: Elvis Castro, Proyecto Nehemasgramacin en espaol: Pamela Figueroa, Proyecto Nehemas

versin de ebook: Fowler Digital Servicesmateado por: Ray Fowler

menos que se indique algo distinto, las citas bblicas estn tomadas de La Santa Biblia, Versin Reina Valera Contemporneaechos reservados.

citas bblicas marcadas con NVI estn tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versin Internacional.

rary of Congress Cataloging-in-Publication Dataoul, R. C. (Robert Charles), 1939-plaining inerrancy]edo confiar en la Biblia? / R. C. Sproul.m. -- (Serie Preguntas Cruciales)Publicado originalmente como Explaining Inerrancy: A Commentary, por el International Council on Biblical Inerrancy, 1980, ylaining Inerrancy por Ligonier Ministries, 1996.

ISBN 978-1-56769-182-5iblia Evidencias, autoridad, etc. I. Ttulo.

480.S655 200913--dc22

2009018822
http://www.rayfowler.org/digital-services/http://proyectonehemias.org/http://www.rayfowler.org/digital-services/http://proyectonehemias.org/http://proyectonehemias.org/


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Contenido

logo

efacio

declaracin de Chicago sobre

inerrancia bblicaoLa Biblia y la autoridad

sLa Biblia y la revelacin

esLa Biblia y la Inspiracin

atroLa Biblia y la inerrancia

ncoLa Biblia y la verdad

isLa Biblia y t

cerca del autor


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Prlogo

El Concilio Internacional sobre la Inerrancia Bblica (ICBI, por su sigla en ingls) fue unaganizacin con base en California desde 1977 a 1987. Su propsito era la defensa y aplicacindoctrina de la inerrancia bblica como elemento esencial para la autoridad de la iglesia. Fuendado para contrarrestar el abandono de esta doctrina por parte de significativos segmentos de

undo evanglico y la franca negacin de la misma por parte de otros movimientos eclesisticosEn octubre de 1978, el concilio celebr un congreso en Chicago. En aquella ocasin, emiti claracin sobre la inerrancia bblica que inclua un Prembulo, una Declaracin Breve,ecinueve Artculos de Afirmacin y Negacin, y una ms extensa Exposicin. El materialregado en el encuentro haba sido preparado por los Doctores Edmund P. Clowney, James I.cker, y R. C. Sproul. Durante el congreso, grupos de delegados de la Junta de Asesores analizho material de diversas formas en varias sesiones parciales y plenarias. Adems, se solicitar

mentarios escritos y se recibieron en importantes cantidades. Un Comit de Redaccin compur los Doctores Clowney, Packer, Sproul, Norman L. Geisler, Harold W. Hoehner, Donald E. H

ger R. Nicole, y Earl D. Radmacher trabajaron arduamente da y noche para preparar unaclaracin que pudiese recibir la aprobacin de una gran mayora de los participantes. Se dedia muy especial atencin a los Diecinueve Artculos de Afirmacin y Negacin. (El Prembuloclaracin Breve tambin fueron sometidos a revisiones editoriales. La Exposicin qued en gdida tal como se recibi). Tras una considerable discusin, la entrega del Comit de Redacciibi un muy sustancial respaldo de los participantes: 240 (de un total de 268) suscribieron a lecinueve Artculos.Se indic que el Comit de Redaccin se reunira dentro del periodo de un ao para revisar necesario, corregir la declaracin. Esa reunin ocurri en el otoo de 1979, con la asistenci

Doctores Geisler, Hoehner, Nicole, y Radmacher. Los all presentes consensuaron que no seba intentar modificar una declaracin a la que tantas personas haban suscrito, tanto en el conmo despus. Pero con el fin de evitar malentendidos y proporcionar una exposicin de la postfendida por el ICBI, se consider pertinente proveer un comentario a cada uno de los artculo Sproul prepar un comentario tentativo que fue entregado a los miembros del Comit dedaccin. Se realizaron diversos cambios editoriales, y el resultado final es el contenido de esro.El Dr. Sproul est adecuadamente capacitado para escribir tal comentario. l haba preparad

mer borrador de los Diecinueve Artculos, y si bien stos experimentaron considerables camb

el proceso de edicin, el Dr. Sproul estuvo involucrado muy de cerca en todas las discusionev a cabo el Comit de Redaccin. El presente texto deja claro exactamente lo que el Consejorm y neg. Desde luego, quienes suscribieron a los artculos no necesariamente concuerdan eda interpretacin que el comentario defiende. Ni siquiera los miembros del Comit de Redaccn vinculados por ste, y tal vez ni aun el Dr. Sproul, pues su texto pas por ciertas revisionetoriales. Sin embargo, este comentario representa un esfuerzo por dejar clara la postura preciConsejo Internacional sobre la Inerrancia Bblica en su conjunto.En el proceso editorial, nos esforzamos por dar cuenta de los comentarios que nos llegaron.

unos casos, no pudimos concordar con quienes hicieron los comentarios, y por lo tanto no se

dieron hacer los cambios solicitados. En otros casos, se nos hizo ver asuntos que a nuestro jui


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recan ser considerados. Confiamos en que el comentario elimine las ambigedades y se hagactivamente cargo de los posibles malentendidos.Existe una notable unidad de posturas entre los miembros del Concilio y la Junta, y esto deb

lejarse no solo en los artculos en su forma original sino tambin en la presente publicacin. Nel propsito de los reunidos en Chicago romper relaciones con aquellos que no compartan

estras convicciones respecto a la doctrina de la Escritura. El propsito ms bien fue y sigue sir testimonio de lo que, segn estamos persuadidos, es la doctrina bblica acerca del gran tpicnspiracin de la Escritura. Al hacer esta confesin y presentar este comentario esperamos dis

malentendidos que tan a menudo se le han imputado a la doctrina de la inerrancia, y presentarma amena y clara este gran principio, para testimonio del cual nos unimos con gozo.

Roger R. N


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Prefacio

En la dcada de 1970, Harold Lindsell public un libro titulado The Battle for the Bible. Enrito, Lindsell abord algo que se haba convertido en materia de gran controversia: la veracidbilidad de la Escritura. En medio de incontables argumentos contra la inspiracin, infalibilidarrancia de la Biblia, Lindsell tom una postura y declar que la Biblia sigue siendo digna de

nfianza.

Fue este mismo deseo de hacer frente al persistente cuestionamiento de la integridad de la Bque reuni a ms de 250 lderes evanglicos en Chicago, Illinois, en octubre de 1978. Aquelngreso, convocado por el Concilio Internacional sobre la Inerrancia Bblica, pretenda trazar ea en la arena, afirmando la postura protestante histrica respecto a las Escrituras. El resultadDeclaracin de Chicago sobre la Inerrancia Bblica.

Este asunto es crucial. Es a travs de la Biblia que la iglesia ha afirmado histricamentemprender los asuntos de la fe y la vida, desde la creacin de Dios de todas las cosas a partir dda, a la significacin de la vida, muerte, resurreccin y ascensin de Jesucristo, hasta lansumacin final de todas las cosas hacia la cual avanza la historia. Si la Biblia, en lo que ense

pecto a estas cosas, no es de fiar, la iglesia queda en la especulacin y no tiene nada de valorcirle al mundo.En los ms de treinta aos transcurridos desde aquel congreso, la batalla por la Biblia no se

aciguado. Es ms imperativo que nunca que los creyentes comprendan qu es la Biblia y por qeden confiar en ella de todo corazn.

Este librito es un breve comentario sobre las afirmaciones y negaciones de la Declaracin dicago. Si bien a momentos puede parecer tcnico, confo en que realice una slida defensa de Biblia es inerrante en toda su extensin.

En ltima instancia, creemos que la Biblia es inerrante porque proviene de Dios mismo. Es

pensable considerar que Dios podra cometer un error. Por lo tanto, es imposible que su Palabntenga errores. Esta es nuestra fe: podemos confiar en la Biblia porque podemos confiar en D

R. C. S


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La declaracin deChicago sobre la

inerrancia bblica

La autoridad de la Escritura es un asunto crucial para la iglesia cristiana tanto en esta pocamo en cualquier otra. Aquellos que profesan su fe en Jesucristo como Seor y Salvador estnmados a demostrar la realidad del discipulado obedeciendo humilde y fielmente la Palabra esDios. El apartarse de la Escritura en lo que se refiere a fe o conducta es una deslealtad a nuesor. El reconocimiento de la verdad total y de la confiabilidad de las Santas Escrituras es esera la plena comprensin y adecuada confesin de su autoridad.

La siguiente Declaracin afirma esta inerrancia de la Escritura con nueva luz, poniendo en clmo la entendemos y advirtiendo sobre su negacin. Estamos convencidos de que negarla signiar de lado el testimonio de Jesucristo y del Espritu Santo, y rehusar aquella sumisin a las

everaciones de la Palabra de Dios mismo que es distintiva de la verdadera fe cristiana.nsideramos que es nuestro deber oportuno hacer esta declaracin, en vista del actual abandon

verdad de la inerrancia entre nuestros hermanos cristianos, y de los malentendidos sobre estactrina en el mundo en general.Esta declaracin consta de tres partes: una Declaracin Sumaria, los Artculos de Afirmaci

gacin, y una Exposicin adjunta. Ha sido preparada en el transcurso de una consulta de tres Chicago. Quienes han suscrito a la Declaracin Sumaria y los Artculos desean afirmar su pronviccin respecto a la inerrancia de la Escritura, e incentivar y desafiar a todos los cristianos cer en su apreciacin y comprensin de esta doctrina. Reconocemos las limitaciones de uncumento preparado en una breve e intensiva conferencia y no proponemos que a esta declaracle confiera el peso de un credo. Con todo, nos alegramos por la profundizacin de nuestras

opias convicciones a lo largo de nuestras deliberaciones, y oramos para que la declaracin qumos firmado sea usada para la gloria de nuestro Dios y conduzca a una nueva reforma de la igsu fe, su vida y su misin.Ofrecemos la presente declaracin no en un espritu de controversia, sino de humildad y amo

pritu que, por la gracia de Dios, nos proponemos mantener en cualquier futuro dilogo que sulo que hemos dicho. Reconocemos con agrado que muchos de los que niegan la inerrancia de critura no exhiben las consecuencias de esa negacin en sus dems creencias y en su conductaamos conscientes de que quienes confesamos esta doctrina a menudo la negamos en la vida cullevamos nuestros pensamientos y actos, nuestras tradiciones y hbitos, a una verdadera sujec

Palabra divina.Son bienvenidas las reacciones a esta declaracin de parte de cualquiera que vea motivos pamendar sus afirmaciones acerca de la Escritura siempre a la luz de la propia Escritura, bajo calible autoridad nos pronunciamos. No pretendemos poseer infalibilidad personal alguna enestra atestiguacin, y estaremos agradecidos por cualquier ayuda que nos permita fortalecer estimonio acerca de la Palabra de Dios.

DECLARACIN BREVE

. Dios, que es la Verdad misma y dice solamente la verdad, ha inspirado las Sagradas Escritu


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para de este modo revelarse a la humanidad perdida a travs de Jesucristo como Creador ySeor, Redentor y Juez. Las Sagradas Escrituras son el testimonio de Dios acerca de s mism

. Las Sagradas Escrituras, por ser la Palabra de Dios mismo, escritas por hombres preparadodirigidos por su Espritu, poseen autoridad divina infalible en todos los asuntos que tocan;deben ser credas, como instruccin de Dios, en todo lo que afirman; deben ser obedecidascomo mandamientos de Dios en todo lo que exigen; deben ser acogidas como el compromisDios en todo lo que prometen.

. El Espritu Santo, el autor divino de la Escritura, la autentica en nuestro interior por medio testimonio, como tambin abre nuestra mente para comprender su significado.

. Por haber sido plena y verbalmente dadas por Dios, las Escrituras carecen de error o falta todas sus enseanzas, tanto en lo que declaran acerca de los actos de Dios en la creacin,acerca de los sucesos de la historia del mundo, acerca de su propio origen literario bajo ladireccin de Dios, como en su testimonio de la gracia salvadora de Dios en la vida de cada

persona.

. La autoridad de las Escrituras queda inevitablemente menoscabada si de alguna forma se lio desecha esta total inerrancia divina, o se la supedita a una visin de la verdad contraria a

de la Biblia. Estos desaciertos causan graves prdidas tanto a la persona como a la iglesia.

ARTCULOS DE AFIRMACIN Y NEGACIN

tculo I

irmamosque las Sagradas Escrituras deben ser recibidas como la autoritativa Palabra de Diogamosque la Escritura reciba su autoridad de la iglesia, la tradicin, o cualquier otra fuentemana.

tculo II

irmamosque la Escritura es la suprema norma escrita por medio de la cual Dios ata la concieque la autoridad de la iglesia est subordinada a la de la Escritura. Negamosque los credos,ncilios o declaraciones de la iglesia posean mayor o igual autoridad que la Biblia.

tculo III

irmamosque la Palabra de Dios escrita es en su totalidad revelacin dada por Dios. Negamoe la Biblia sea meramente una testigo de la revelacin, o solo se convierta en revelacin en elcuentro con ella, o dependa de la respuesta de los hombres para su validez.

tculo IV

irmamosque Dios, quien cre a la humanidad a su imagen, ha utilizado el lenguaje como medvelacin. Negamos que el lenguaje humano est tan limitado por nuestra condicin de criaturasulte inadecuado para ser vehculo de la revelacin divina. Negamos, adems, que la corrupcla cultura y el lenguaje humanos a causa del pecado haya malogrado la obra de inspiracin deos.

tculo V

irmamosque la revelacin de Dios en las Sagradas Escrituras fue progresiva. Negamosque


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velacin posterior, que puede consumar la revelacin anterior, llegue a corregirla o contradecgamos, adems, que alguna revelacin normativa haya sido dada desde que se completaron loritos del Nuevo Testamento.

tculo VI

irmamosque la totalidad de la Escritura y todas sus partes, hasta las mismsimas palabras deginal, fueron dadas por inspiracin divina. Negamosque la inspiracin de las Escrituras puermarse adecuadamente acerca del todo y no de las partes, o de algunas partes pero no del todo

tculo VII

irmamosque la inspiracin fue la obra en que Dios, por su Espritu, a travs de escritoresmanos, nos dio su Palabra. El origen de la Escritura es divino. El modo en que se realiza lapiracin divina sigue siendo, en gran medida, un misterio para nosotros. Negamosque lapiracin pueda reducirse a una percepcin humana, o a elevados estados de conciencia de algo.

tculo VIII

irmamosque Dios en su obra de inspiracin utiliz la personalidad y el estilo literario distintlos escritores a los que haba escogido y preparado. Negamosque Dios, al hacer que estoscritores usaran las palabras exactas que l haba elegido, haya anulado sus personalidades.

tculo IX

irmamosque la inspiracin, si bien no confiere omnisciencia, garantiz una enunciacin veraznfiable sobre todos los asuntos de los cuales los autores bblicos fueron impulsados a ablar ycribir. Negamosque la finitud o el estado cado de estos escritores, necesariamente o poralquier otro motivo, introdujeran alguna distorsin o falsedad en la Palabra de Dios.

tculo X

irmamosque la inspiracin, estrictamente hablando, solo se aplica a los textos autogrficos dcritura, los cuales, por la providencia de Dios, pueden verificarse con enorme precisin a parlos manuscritos disponibles. Afirmamos, adems, que las copias y traducciones de la Escritu

n la Palabra de Dios en la medida que representen fielmente al original. Negamos que algnmento esencial de la fe cristiana sea afectado por la ausencia de los autgrafos. Negamos,ems, que a causa de esta ausencia la afirmacin de la inerrancia bblica resulte invlida oelevante.

tculo XI

irmamosque la Escritura, por haber sido dada por inspiracin divina, es infalible, de maneraos de desorientarnos, es veraz y confiable en todos los asuntos que aborda. Negamosque seasible que la Biblia al mismo tiempo sea infalible y yerre en sus afirmaciones. Es posible distire infalibilidad e inerrancia, pero no separarlas.

tculo XII

irmamosque la Escritura es inerrante en su totalidad, y est libre de toda falsedad, fraude o

gao. Negamosque la infalibilidad y la inerrancia de la Biblia se limiten a los temas espiritua


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igiosos o salvficos, y queden excluidas las aseveraciones en los mbitos de la historia y lancia. Negamos, adems, que las hiptesis cientficas acerca de la historia de la tierra puedan

arse adecuadamente para invalidar la enseanza de la Escritura acerca de la creacin y el dilu

tculo XIII

irmamosque es adecuado el uso de la palabra inerrancia como trmino teolgico en referenccompleta veracidad de la Escritura. Negamosque sea adecuado evaluar la Escritura segn noverdad y error ajenas a su uso o propsito. Negamos, adems, que la inerrancia sea desmenti

r fenmenos bblicos tales como la falta de precisin tcnica moderna, las irregularidadesamaticales u ortogrficas, las descripciones observacionales de la naturaleza, el reporte desedades, el uso de la hiprbole y nmeros redondos, el ordenamiento temtico del material, laeccin de material variante en relatos paralelos, o el uso de citas libres.

tculo XIV

irmamosla unidad y la consistencia interna de la Escritura. Negamosque los presuntos errorcrepancias que an no han sido resueltos menoscaben la pretensin de veracidad de la Biblia

tculo XVirmamosque la doctrina de la inerrancia se fundamenta en la enseanza de la Biblia acerca dpiracin. Negamosque la enseanza de Jess acerca de la Escritura pueda descartarse apelanacomodacin o a cualquier limitacin natural de su humanidad.

tculo XVI

irmamosque la doctrina de la inerrancia ha sido esencial para la fe de la iglesia a lo largo detoria. Negamosque la inerrancia sea una doctrina inventada por el protestantismo escolstico

a una postura reaccionaria postulada en respuesta a la alta crtica negativa.

tculo XVII

irmamosque el Espritu Santo da testimonio de la Escritura, garantizando a los creyentes laracidad de la Palabra de Dios escrita.Negamosque este testimonio del Espritu Santo acte cdependencia o en contra de la Escritura.

tculo XVIII

irmamosque el texto de la Escritura debe interpretarse mediante una exgesis gramtico-histmando en cuenta sus formas y recursos literarios, y que la Escritura debe interpretar la Escritu

gamosla legitimidad de cualquier tratamiento del texto o bsqueda de fuentes anteriores quenduzca a que su enseanza se vuelva relativa, no histrica o descartable, o al rechazo de susrmaciones de autora.

tculo XIX

irmamosque una confesin de la plena autoridad, infalibilidad e inerrancia de la Escritura esra una slida comprensin de la totalidad de la fe cristiana. Afirmamos, adems, que tal confebera conducir a una creciente conformidad con la imagen de Cristo. Negamosque tal confesia necesaria para la salvacin. Sin embargo, negamos tambin que la inerrancia pueda rechazar

que haya graves consecuencias tanto para la persona como para la iglesia.


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EXPOSICIN

estra comprensin de la doctrina de la inerrancia debe situarse en el contexto de las enseanzs generales de la Escritura respecto a s misma. Esta exposicin brinda un recuento del bosqula doctrina de la cual se extraen nuestra declaracin sumaria y los artculos.

eacin, revelacin e inspiracinDios trino, quien form todas las cosas por medio de sus enunciaciones creadoras y gobierna

das las cosas por el decreto de su palabra, hizo a la humanidad a su imagen para una vida demunin con l, siguiendo el modelo de la eterna comunin de amorosa comunicacin al interioDeidad. Como portador de la imagen de Dios, el hombre deba escuchar la Palabra de Dios aigida y responder con el gozo de una devota obediencia. Adems y por encima de laorrevelacin de Dios en el orden creado y en la secuencia de sucesos que lo conforman, los smanos desde Adn en adelante han recibido mensajes verbales de parte de Dios, ya seaectamente, como se constata en la Escritura, o indirectamente, a travs de una parte de la Escrsma o de su totalidad.Cuando Adn cay, el Creador no abandon a la humanidad a un juicio final sino que promet

vacin y comenz a revelarse como Redentor en una secuencia de sucesos histricos centradofamilia de Abraham y que culminan en la vida, muerte, resurreccin, el presente ministerioestial, y el prometido regreso de Jesucristo. Dentro de este marco, de tiempo en tiempo Dios blado palabras especficas de juicio y misericordia, promesa y mandamiento, a seres humanoscadores, atrayndolos de esta forma a una relacin de compromiso mutuo en un pacto entre l os, relacin en la que Dios los bendice con dones de gracia y ellos lo bendicen con una respuadoracin. Moiss, a quien Dios us como mediador para que comunicara sus palabras a sueblo en el tiempo del xodo, est a la cabeza de una larga lnea de profetas en cuyas bocas ycritos puso Dios sus palabras de liberacin para Israel. El propsito de Dios en esta sucesin

nsajes era mantener su pacto haciendo que su pueblo conociera su nombre es decir, suuraleza y su voluntad tanto de precepto como de propsito en el presente y para el futuro. Eea de portavoces profticos de parte de Dios alcanzaron su culminacin en Jesucristo, la PalaDios encarnada, quien tambin era profeta ms que profeta, pero no menos, y en los

stoles y profetas de la primera generacin cristiana. Cuando el mensaje final y culminante deos, su Palabra para el mundo respecto de Jesucristo, haba sido expresado y esclarecido por lembros del crculo apostlico, la secuencia de mensajes revelados ces. De ah en adelante, lesia deba vivir y conocer a Dios a travs de lo que l ya haba dicho, y lo haba dicho para tooca.

En el Sina, Dios escribi los trminos de su pacto sobre tablas de piedra, como su permanetigo y para una accesibilidad duradera, y a lo largo del perodo de revelacin proftica yostlica l impuls a hombres a escribir los mensajes entregados a y a travs de ellos, junto cgistros que celebraban sus tratos con su pueblo, adems de reflexiones morales sobre la vida dcto y formas de adoracin y oracin para la misericordia del pacto. La realidad teolgica de lpiracin en la produccin de documentos bblicos corresponde a la de las profecas verbalesn la personalidad de los escritores humanos se expres en lo que ellos escribieron, las palab

eron divinamente constituidas. De manera que lo que la Escritura dice, lo dice Dios; la autoridaquella es la autoridad de l, porque l es su autor ltimo, quien la dio a travs de la mente yabras de hombres elegidos y preparados que con libertad y fidelidad hablaron de parte de D


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pulsados por el Espritu Santo (2 Pedro 1:21, NVI). Las Sagradas Escrituras deben seronocidas como la Palabra de Dios en virtud de su origen divino.

toridad: Cristo y la Bibliaucristo, el Hijo de Dios, quien es la Palabra hecha carne, nuestro Profeta, Sacerdote, y Rey, e

ediador ltimo de la comunicacin de Dios hacia el hombre, como lo es de todos los dones deacia de Dios. La revelacin que dio Jess fue ms que verbal; l revel al Padre por su presenmismo que por sus actos. No obstante, sus palabras fueron crucialmente importantes. Pues l

os, habl de parte del Padre, y sus palabras juzgarn a todos los hombres en el da final.Como el Mesas profetizado, Jesucristo es el tema central de la Escritura. El Antiguo Testammir a la distancia; el Nuevo Testamento mira hacia atrs a su primera venida y hacia adelantgunda venida. La Escritura Cannica es el testigo de Cristo divinamente inspirado y por lo tanrmativo. Por lo tanto, ninguna hermenutica en la que el Cristo histrico no sea el punto focal eptable. La Sagrada Escritura debe ser tratada como lo que es esencialmente: el testigo del Pabre el Hijo encarnado.

Aparentemente, en los das de Jess el canon del Antiguo Testamento haba sido fijado. El caNuevo Testamento ya est igualmente cerrado en la medida que ya no se puede dar ningn

timonio apostlico nuevo del Cristo histrico. Ninguna nueva revelacin (a diferencia de lamprensin que concede el Espritu de la revelacin ya existente) ser dada mientras Cristo nogrese. El canon en principio fue creado por inspiracin divina. La parte de la iglesia consisticernir el canon que Dios haba creado, no en armar uno por su cuenta.La palabra canon, que significa regla o norma, apunta hacia la autoridad, que se refiere al

recho a regir y controlar. En el cristianismo, la autoridad le pertenece a Dios en su revelacinal significa, por una parte, Jesucristo, la Palabra viva, y, por otra parte, Sagrada Escritura, lalabra escrita. La autoridad de Cristo y la de la Escritura son una sola. Como nuestro profeta, Ctific que la Escritura no puede ser quebrantada. Como nuestro Sacerdote y Rey, l dedic su

renal a cumplir la Ley y los Profetas, aun muriendo en obediencia a las palabras de la profecsinica. De manera que, as como vio que la Escritura daba testimonio de l y su autoridad, as

mbin por su propia sumisin a la Escritura l dio testimonio de la autoridad de esta. As comsometi a la instruccin de su Padre dada en su Biblia (nuestro Antiguo Testamento), lo mismge que hagan sus discpulos; no en forma aislada, sino conjuntamente con el testimonio aposts mismo, el cual prometi inspirar mediante su don del Espritu Santo. De modo que losstianos se muestran fieles siervos de su Seor al someterse a la instruccin divina dada en losritos profticos y apostlicos que juntos conforman nuestra Biblia.Al autenticar cada uno la autoridad del otro, Cristo y la Escritura se funden en una sola fuent

oridad. Desde este punto de vista, el Cristo bblicamente interpretado y la Biblia cristocntriegonera de Cristo son uno. As como del hecho de la inspiracin inferimos que lo que dice lacritura lo dice Dios, as tambin de la relacin revelada entre Jesucristo y la Escritura podemualmente declarar que lo que la Escritura dice lo dice Cristo.

falibilidad, inerrancia, interpretacins Sagradas Escrituras, en cuanto Palabra inspirada de Dios que con autoridad testifica de Crisede apropiadamente llamarse infalible e inerrante. Estos trminos negativos tienen un valorpecial, pues resguardan explcitamente verdades positivas cruciales.

Infalible se refiere a la cualidad de no desorientar ni ser desorientado, y as resguarda en


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minos categricos la verdad de que la Escritura es una segura, cierta y confiable norma y guado orden de cosas.

De manera similar, inerrante significa la calidad de estar libre de toda falsedad o error, y asguarda la verdad de que la Sagrada Escritura es plenamente veraz y fiable en todas sus

everaciones.Afirmamosque la Escritura cannica debera interpretarse siempre sobre la base de que es

alible e inerrante. No obstante, para determinar lo que el escritor instruido por Dios estrmando en cada pasaje, debemos poner la mxima atencin a sus aserciones y su carcter com

a produccin humana. En la inspiracin, Dios utiliz la cultura y las convenciones del entornoritor, un entorno que Dios controla en su soberana providencia; imaginar algo distinto eslinterpretar las cosas.Por lo tanto, la historia debe tratarse como historia, la poesa como poesa, la hiprbole y la

tfora como hiprbole y metfora, la generalizacin y la aproximacin como lo que son, y ascesivamente. Las diferencias entre las convenciones literarias de los tiempos bblicos y losestros tambin deben considerarse: por ejemplo, dado que la narracin no cronolgica y la citprecisa eran convencionales y aceptables y no transgredan ninguna expectativa en aquellos ddebemos considerar estos hechos como faltas cuando los encontramos en los escritores bblic

ando no se esperaba ni se pretenda una absoluta precisin de algn tipo en particular, no es uor el no haberla logrado. La Escritura es inerrante, no en el sentido de ser absolutamente prec

gn las normas modernas, sino en el sentido de cumplir con lo que declara y alcanzar esa medverdad enfocada que sus autores pretendan.La veracidad de la Escritura no queda negada porque en ella aparezcan irregularidades

amaticales u ortogrficas, descripciones fenomnicas de la naturaleza, reportes de declaracionsas (por ejemplo, las mentiras de Satans), o aparentes discrepancias entre un pasaje y otro. Nrrecto poner los llamados fenmenos de la Escritura contra la enseanza de la Escritura sobsma. Las aparentes inconsistencias no deberan ignorarse. Su solucin, donde pueda lograrse

nvincentemente, alentar nuestra fe, y donde por de pronto no haya una solucin convincente ano, honraremos significativamente a Dios confiando en su garanta de que su Palabra es verdaesar de estas apariencias, y manteniendo nuestra confianza en que un da se considerar que fsiones.En la medida que toda la Escritura es el producto de una sola mente divina, la interpretacin

rmanecer dentro de los mrgenes de la analoga de la Escritura y evitar las hiptesis que quierregir un pasaje bblico por otro, ya sea en nombre de la revelacin progresiva o de la imperfminacin de la mente del escritor inspirado.Si bien la Sagrada Escritura nunca est atada a la cultura en el sentido de que su enseanza

ezca de validez universal, a veces est culturalmente condicionada por las costumbres y postnvencionales de un periodo en particular, de manera que la aplicacin de sus principios hoy equiere un tipo distinto de accin.

cepticismo y crtica

partir del Renacimiento, y ms particularmente desde la Ilustracin, se han desarrolladosmovisiones que implican escepticismo acerca de los principios cristianos bsicos. Tales posn el agnosticismo, que niega que Dios sea conocible; el racionalismo, que niega que l seaprensible; el idealismo, que niega que l sea trascendente; y el existencialismo, que niega laionalidad en su relacin con nosotros. Cuando estos principios no bblicos y anti-bblicos se


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iltran en las teologas de los hombres en un nivel presuposicional, como ocurre frecuentementda, la fiel interpretacin de la Sagrada escritura se vuelve imposible.

ansmisin y traduccinesto que Dios nunca prometi una transmisin inerrante de la Escritura, es necesario afirmar qo el texto autogrfico de los documentos originales fue inspirado, y sostener la necesidad de tica textual como medio para detectar cualquier error que pudiera haberse filtrado en el texto rso de su transmisin. El veredicto de esta ciencia, no obstante, es que el texto griego y hebreo

rece haberse conservado admirablemente bien, de manera que estamos holgadamente justificaafirmar, con la Confesin de Fe de Westminster, una singular providencia de Dios en esta matl declarar que la autoridad de la Escritura de ningn modo est amenazada por el hecho de qupias que poseemos no estn totalmente libres de errores.

De manera similar, ninguna traduccin es o puede ser perfecta, y todas las traducciones son uso adicional que se aleja del autgrafo. No obstante, el veredicto de la ciencia lingstica es qnos los cristianos angloparlantes hoy en da han sido extraordinariamente beneficiados con unmero de excelentes traducciones y no hay razn para que duden en concluir que la verdaderalabra de Dios est a su alcance. En efecto, considerando la frecuente repeticin en la Escritur

principales asuntos de los que trata, y adems el constante testimonio del Espritu Santo sobrvs de la Palabra, ninguna traduccin seria de la Sagrada Escritura destruir tanto su significamo para volverla incapaz de concederle al lector la sabidura necesaria para la salvacindiante la fe en Cristo Jess (2 Timoteo 3:15, NVI).

errancia y autoridad

nuestra afirmacin de la autoridad de la Escritura en cuanto a que implica su plena verdad,nscientemente estamos a una con Cristo y sus apstoles; de hecho, estamos con toda la Biblia corriente principal de la historia de la iglesia desde los primeros das hasta hace muy poco. N

eocupa la manera descuidada, distrada y aparentemente irreflexiva en la que tantos hoy en daandonado una creencia de tan extensiva importancia.Estamos conscientes, adems, de la enorme y grave confusin que resulta de dejar de sostene

al verdad de la Biblia cuya autoridad se profesa reconocer. El resultado de este paso es que lablia que Dios entreg pierde su autoridad, y en su lugar lo que adquiere autoridad es una Biblyo contenido queda reducido segn las exigencias de nuestro razonamiento crtico, y en princia vez que se ha comenzado, es an ms reductible. Es decir que, en el fondo, ahora la autoridane la razn autnoma, en contraposicin a la enseanza escritural. Si esto no se percibe y sientras tanto se siguen sosteniendo las doctrinas evanglicas bsicas, las personas que niegan l

na veracidad de la Escritura pueden atribuirse una identidad evanglica al tiempo quetodolgicamente se han desviado del principio evanglico de conocimiento hacia un inestable

bjetivismo, y desde ah no les ser difcil ir aun ms lejos.Afirmamos que lo que dice la Escritura, lo dice Dios. Que l sea glorificado. Amn y amn.


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La Declaracin de Chicago sobre la Inerrancia Bblica afirma acertadamente que la autoridadEscritura es un asunto crucial para la iglesia cristiana tanto en esta poca como en cualquier oro, como demuestra la declaracin, la autoridad no puede permanecer aislada. La autoridad dblia se basa en el hecho de que es la Palabra de Dios escrita. Puesto que la Biblia es la Palabros y puesto que el Dios de la Biblia es la verdad y habla verazmente, la autoridad de la Bibliaada a la inerrancia. Si la Biblia es la Palabra de Dios y si Dios es un Dios de verdad, entonce

blia debeser inerrante, no meramente en algunas de sus partes, como dicen algunos telogosdernos, sino en su totalidad, como ha dicho la mayor parte de la iglesia a lo largo de las pochistoria.Algunos de los trminos utilizados en el debate acerca de la autoridad y la inerrancia de la B

n tcnicos. Algunos aparecen en la Declaracin de Chicago, pero no son difciles de comprenposible dominarlos (y comprender ms cabalmente la doctrina de la inerrancia) con un poco tura y estudio. Este comentario a la Declaracin de Chicago pretende proveer ese material enerencia a los Diecinueve Artculos de Afirmacin y Negacin, que son el ncleo del documentexto completo de la declaracin se entrega como apndice.

ARTCULO I: Autoridad

Afirmamos que las Sagradas Escrituras deben ser recibidas como la autoritativa

Palabra de Dios.Negamosque la Escritura reciba su autoridad de la iglesia, la

tradicin, o cualquier otra fuente humana.

artculo inicial de la Declaracin de Chicago est elaborado con el propsito de establecer el

ado de autoridad que debe atribuirse a la Biblia. Este artculo, as como el Artculo II, le da a


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claracin un carcter claramente protestante. Si bien la Iglesia Catlica Romana continua etricamente ha sostenido una elevada visin de la inspiracin de la Sagrada Escritura, an esr resolverse el problema de la unicidad y suficiencia de la autoridad bblica para la iglesia.

Roma ha situado las tradiciones de la iglesia a la par de la Escritura como un complemento pa, y en consecuencia, como una fuente de revelacin especial que est ms all del rango de lacritura.

La Iglesia Catlica Romana ha aseverado de continuo que, como la iglesia estableci la extel alcance del canon del Nuevo y el Antiguo Testamento, en cierto sentido la autoridad de la B

subordinada y depende de la aprobacin de la iglesia. En los Artculos I y II se consideranrticularmente estos asuntos tocantes a la relacin entre la iglesia y el canon, y a la cuestin deltiples fuentes de revelacin especial.En los primeros borradores del Artculo se defini la extensin del canon, e inclua los sese

s libros cannicos que se encuentran y se aceptan en el contexto de la mayora de las edicioneBiblia de aprobacin protestante. En las discusiones entre los participantes del congreso, y deos requerimientos hechos al Comit de Redaccin, hubo una considerable tendencia a tachar labras sesenta y seis libros cannicos de los primeros borradores. Esto se debi a cierta

riacin dentro de la cristiandad en cuanto al nmero exacto de libros que deben reconocerse d

canon. Por ejemplo, la Iglesia Etope ha incluido ms de sesenta y seis libros en el canon. Elrrador definitivo simplemente afirma que las Sagradas Escrituras deben ser recibidas como laoritativa Palabra de Dios. Para la amplia mayora de los protestantes, la designacin Sagradcrituras tiene una clara referencia a los sesenta y seis libros cannicos, pero deja lugar para ienes difieren en la cuestin del canon participen en la confesin de la naturaleza de la Escritucuestin especfica del nmero de libros contenidos en dicho canon se deja abierta en esta

claracin.La cuestin del alcance del canon, o la lista de libros que conforman nuestra Biblia, puede

nfundir a muchos, especialmente a quienes estn acostumbrados a un nmero de libros clarame

finidos por sus particulares confesiones eclesisticas. Algunos han alegado que si uno cuestiortenencia al canon de un libro en particular, ello implica que uno no cree en una Biblia divinampirada. La ilustracin histrica tal vez ms clara al respecto proviene de la vida de Martn Luien, en un punto de su ministerio, tena fuertes reservas acerca de la inclusin del libro de Sanel canon del Nuevo Testamento. Aunque est totalmente claro que Lutero crea en una Bibliapirada, tena dudas sobre si un libro en particular deba ser incluido en esa Biblia inspirada.rios estudiosos han intentado usar el cuestionamiento de Lutero al libro de Santiago para negacreyera en la inspiracin. Es muy importante notar la diferencia entre la pregunta por el alcanc

canon y la pregunta por la inspiracin de los libros cuya inclusin en el canon est reconocid

otras palabras, la naturaleza de la Escritura y la extensin de la Escritura son cuestiones distie no deben confundirse.

Una palabra clave en la seccin de afirmacin del Artculo I es recibidas. El borrador iniciancionaba que las Escrituras deben ser recibidas por la iglesia. La frase por la iglesia se elimrque est claro que la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras debe ser recibida no solo poesia sino por todos. La palabra recibidatiene significacin histrica. En los conciliosesisticos que consideraron la cuestin del canon, se us la palabra latina recipimus(recibimconcilios estaban diciendo recibimos varios libros para ser incluidos en el canon. Median

e uso del trmino recibir, la iglesia dejaba claro que no estaba declarando por su propia autore determinados libros poseyeran autoridad, sino que sencillamente estaba reconociendo que la


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labra de Dios era la Palabra de Dios. Al usar la palabra recibir, los padres de la iglesia mostdisposicin a someterse a lo que ellos consideraban que ya era la Palabra de Dios. Ennsecuencia, cualquier nocin de que la iglesia crea la Biblia o es superior a la Biblia quedagada por aquellos que definieron el canon.

Si persiste alguna ambigedad acerca de la relacin de la Escritura con la iglesia en larmacin, se elimina en la subsiguiente negacin: la Escritura recibe su autoridad de Dios, no esia ni de cualquier otra fuente humana.

ARTCULO II: La Escritura y la tradicin

Afirmamos que la Escritura es la suprema norma escrita por medio de la cual Dios

ata la conciencia, y que la autoridad de la iglesia est subordinada a la de la

Escritura.Negamosque los credos, concilios o declaraciones de la iglesia posean

mayor o igual autoridad que la Biblia.

Artculo II de la Declaracin de Chicago reafirma el Artculo I y entra en mayores detallespecto a los asuntos que ste aborda. El Artculo II tiene presente el clsico principio protestasola Scriptura, el cual habla de la autoridad nica de la Biblia para at,ar la conciencia de losmbres. La Afirmacin del Artculo II se refiere a las Escrituras como la suprema norma escrrante el congreso, hubo una extensa discusin en torno a la palabrasuprema; se sugirieronabras alternativas, tales como ltimay nica, que luego se eliminaron del texto. La cuestin te ver con el hecho de que otros documentos escritos son importantes para la vida de la iglesiados y confesiones de la iglesia forman la base de la suscripcin y unidad de fe en muchas div

nominaciones y comunidades cristianas. Tales credos y confesiones poseen una especie deoridad normativa dentro de una determinada corporacin cristiana y tienen el efecto de atar la

nciencias dentro de ese determinado contexto. Sin embargo, es un principio protestante clsicoonocer que todos estos credos y confesiones son falibles y no pueden atar plena y definitivamconciencia de un creyente en particular. Solo la Palabra de Dios tiene el tipo de autoridad queede atar la conciencia de los hombres para siempre. As que, aunque los artculos reconocen qsten otras normas escritas aceptadas por diferentes corporaciones de cristianos, en la medida

an veraces, tales normas escritas se derivan de la suprema norma escrita que es la Sagradacritura y se subordinan a ella.

La negacin explica claramente que ningn credo, concilio o declaracin de la iglesia poseeyor o igual autoridad que la de la Biblia. Una vez ms, esta declaracin repudia cualquier ide

e la tradicin o los funcionarios eclesisticos tengan una autoridad igual a la Escritura. La cueuna obediencia cristiana a estructuras de autoridad aparte de la Escritura fue un tema de grancusin respecto a este artculo. Por ejemplo, la propia Biblia nos exhorta a obedecer a losgistrados civiles. Sin duda estamos dispuestos a someternos a nuestras propias confesionesesisticas y a las estructuras de autoridad de nuestras corporaciones eclesisticas. Pero la ide

ntral de este artculo es sealar que cualquier autoridad menor que pueda existir, jams posee oridad de Dios mismo. Hay un sentido en el que toda autoridad en este mundo se deriva y depla autoridad de Dios. Dios y solo Dios posee autoridad intrnseca. Esa autoridad intrnseca senfiere a la Biblia, pues es la Palabra de Dios.

Diversas corporaciones cristianas han definido el alcance de la autoridad civil y la autorida


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esistica de diferentes formas. Por ejemplo, en las iglesias reformadas, se entiende la autoridla iglesia como ministerial y declarativa ms bien que ltima e intrnseca. Dios y solo Dios tiderecho absoluto de atar la conciencia de los hombres. Nuestra conciencia est rectamente ataautoridades menores solo cuando stas se conforman a la Palabra de Dios.


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Los siguientes tres artculos de la Declaracin de Chicago tratan de la revelacin. El Artculofine a qu nos referimos cuando decimos que la Biblia esrevelacin y no meramente una testila revelacin, como aducen los telogos neoortodoxos. El Artculo IV considera el uso delguaje humano como vehculo de la revelacin divina. El Artculo V seala la forma en que la

velacin de Dios se desarrolla en forma progresiva a travs de la Escritura, de manera que lostos posteriores explican los anteriores de un modo ms completo. En estos artculos, los

muladores de la declaracin intentaron prevenir cualquier perspectiva que aminorara la naturica de la Biblia como revelacin escrita de Dios o negara la enseanza de ciertas partes de elelando a otras.

ARTCULO III: Revelacin

Afirmamos que la Palabra de Dios escrita es en su totalidad revelacin dada por

Dios.Negamosque la Biblia sea meramente un testigo de la revelacin, o solo se

convierta en revelacin en el encuentro con ella, o dependa de la respuesta de loshombres para su validez.

nto la afirmacin como la negacin del Artculo III abordan la cuestin controversial del carcetivo de la revelacin divina en la Escritura. En el siglo XX hubo un considerable debate sobe asunto, particularmente con el surgimiento de la llamada teologa dialctica o neoortodoxa. foque intentaba promover una visin dinmica de la Biblia segn la cual la autoridad de lacritura funciona en una relacin dinmica entre la Palabra y la audicin de la Palabra. Muchologos han negado que la Biblia, en s misma, sea revelacin objetiva. Ellos sostienen que la

velacin no ocurre mientras no haya una respuesta humana interna, subjetiva, a esa Palabra.


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uditos tales como Emil Brunner, por ejemplo, han insistido en que la Biblia en s misma no esvelacin, sino meramente una testigo de la revelacin que se encuentra en Cristo. En ciertosculos se ha puesto de moda sostener que la revelacin especial solo est encarnada en Cristoe considerar la Biblia como revelacin objetiva sera desmerecer la singularidad de la personisto, la Palabra hecha carne.El espritu de estos artculos es oponerse a una disociacin entre la revelacin que se nos da

persona de Cristo objetivamente y la revelacin que nos llega en trminos igualmente objetivoPalabra de Dios escrita. Aqu se considera a la Biblia no meramente como un catalizador de l

velacin sino como revelacin propiamente tal. Si la Biblia es la Palabra de Dios y su conteniocede de l, entonces su contenido debe considerarse revelacin. Aqu, revelacin se entiendemo proposicional. Es proposicional, no porque la Biblia est escrita a modo de ecuacionesgicas o frmulas analticas. Es proposicional porque comunica una verdad que puede entendermo proposiciones.

En la afirmacin del Artculo III, las palabras en su totalidad son significativas. Hay quienn aducido que la Biblia contiene revelacin de Dios aqu o all, en lugares especficos, pero qtarea del creyente en forma individual o de la iglesia en forma corporativa separar las partes critura que son revelacionales de las que no lo son. En consecuencia, este artculo repudia

mejante aproximacin a la Escritura al afirmar que toda la Escritura, su contenido total, debensiderarse como revelacin divina.

La negacin del Artculo III refuerza la objetividad de la revelacin en la Escritura y sostienvalidez de esta revelacin no depende de la respuesta humana. La verdad bblica de ningn mpende de si una persona cree la verdad.

El objetivo central del Artculo III es declarar con confianza que el contenido de la Escriturael resultado de la imaginacin humana o de opiniones filosficas sagazmente elaboradas, sinoleja la soberana revelacin de Dios acerca de s mismo y de todos los asuntos que la Escriturorda. La Biblia, entonces, encarna la verdad que nos llega desde ms all del alcance de nues

opias capacidades. Proviene de Dios mismo.

ARTCULO IV: Lenguaje humano

Afirmamos que Dios, quien cre a la humanidad a su imagen, ha utilizado el lenguaje

como medio de revelacin.Negamosque el lenguaje humano est tan limitado por

nuestra condicin de criaturas que resulte inadecuado para ser vehculo de la

revelacin divina.Negamos,adems, que la corrupcin de la cultura y el lenguaje

humanos a causa del pecado haya malogrado la obra de inspiracin de Dios.

o de los ataques ms significativos a la inerrancia bblica en el siglo XX se bas en lasmitaciones del lenguaje humano. Dado que la Biblia fue escrita por autores humanos, una y otra

gi la cuestin de si esa participacin humana, en virtud de las limitaciones de la condicinmana de criatura, no necesariamente habra hecho de la Escritura algo menos que infalible. Pue los hombres no son infalibles en s mismos, y estn propensos a errar en todo lo que hacen, sigue lgicamente de ello que cualquier cosa que salga de la pluma del hombre debe propendor? A esto respondemos que la capacidad de errar no es una cualidad concomitante inevitable

naturaleza humana. Antes de la cada, Adn muy bien pudo haber estado libre de la propensin


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ar, y Cristo, aunque era plenamente hombre, nunca err. A partir de la cada, una tendencia colos hombres es errar. Negamos, por lo tanto, que necesariamente los hombres erren siempre y

do lugar en lo que dicen o escriben, incluso aparte de la inspiracin.A causa de la inspiracin divina y la superintendencia del Espritu Santo al dar la Sagrada

critura, los escritos de la Biblia estn libres de las tendencias y propensiones normales de losmbres cados a distorsionar la verdad. Si bien nuestro lenguaje y especialmente nuestro lenerca de Dios nunca es integral y exhaustivo en su capacidad de capturar las verdades eternastante es adecuado para darnos verdad sin falsedad. Por ejemplo, si hiciramos la aseveracin

e Chicago es una ciudad en el estado de Illinois, la verdad comunicada en esa aseveracin dengn modo sera exhaustiva. Es decir, todo lo que pudiera entenderse acerca de la naturaleza yplicaciones de la ciudad de Chicago o las complejidades del estado de Illinois no sera sabid

ngn ser humano que hiciera tal aseveracin. En contraste con lo anterior, si Dios hiciera laeveracin: Chicago es una ciudad en el estado de Illinois, en su mente habra una plenamprensin de todo lo que est implicado en Chicago y en Illinois. No obstante, el hecho de quos emitiera la declaracin Chicago es una ciudad en el estado de Illinois, de suyo no la hars o menos verdadera que si la emitiese un ser humano. Aunque reconocemos que el lenguajemano est limitado por la condicin de criatura del hombre, no concedemos la inferencia de q

guaje humano necesariamente distorsione la verdad.Si se juzgara que el lenguaje humano es intrnsecamente inadecuado para comunicar revelaci

existiran medios posibles por los cuales Dios pudiera revelarnos algo de s mismo en formarbal. Sin embargo, dado que la Biblia ensea que el hombre est creado a imagen de Dios y qste cierto punto de semejanza entre el hombre y Dios, la comunicacin entre Dios y el hombresible. Dios mismo ha integrado en la creacin la posibilidad de tal comunicacin.

Respecto al aserto de que el lenguaje humano es tan limitado que es inadecuado para comunirevelacin, particularmente en vista de los efectos del pecado en nuestra cultura y lenguajemanos, debemos decir que si bien la cada del hombre nos hace culpables ante la norma del ju

vino y si bien todos los hombres son mentirosos (Salmo 116:11), no necesariamente se sigue qdos los hombres mientan en todo tiempo. Aunque todos mentimos en uno u otro momento, eso nnifica que mintamos cada vez que hablamos. La tendencia humana hacia la corrupcin y lasedad es precisamente lo que creemos que queda superado con la inspiracin y participacin

vinas en la preparacin de las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, creemos que el escepticismoerca de la integridad bblica basado en inferencias deducidas de la aptitud o ineptitud del lengmano es injustificado.

ARTCULO V: Revelacin progresiva:Afirmamos que la revelacin de Dios en las Sagradas Escrituras fue progresiva.

Negamosque la revelacin posterior, que puede consumar la revelacin anterior,

llegue a corregirla o contradecirla. Negamos, adems, que alguna revelacin

normativa haya sido dada desde que se complet el Nuevo Testamento.

s asuntos considerados en el Artculo V son de profunda importancia para la vida de la iglesiaces son muy complicados. La afirmacin es simplemente un reconocimiento de que al interior

opia Biblia hay una revelacin progresiva. Todo lo que se ha revelado acerca de Dios en la


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alidad de la Escritura no se encuentra, por ejemplo, en el libro de Gnesis. Gran parte delntenido de la actividad redentora de Dios en Cristo se vislumbra en parte y se aborda de formcuras en las primeras porciones del Antiguo Testamento. Pero a travs de las Sagradas Escritucontenido de la revelacin divina se expande, y finalmente llega a su plenitud en el Nuevostamento. Eso es lo que significa la revelacin progresiva en este contexto: que la revelacinntenida en la Escritura se despliega en una constante profundizacin y ampliacin.

La negacin deja claro que dicho progreso y expansin no niega ni contradice lo que seoporcion previamente. Si bien ciertos preceptos que eran obligatorios para las personas del

riodo del Antiguo Testamento ya no lo son en el Nuevo Testamento, esto no significa que fuerascontinuados porque en el pasado eran malvados y Dios corrigi lo que antes haba respaldads bien significa que ciertas prcticas fueron sustituidas por nuevas prcticas que eran congruen el cumplimiento de las actividades del Antiguo Testamento. Esto de ninguna forma sugiere qtiguo Testamento sea irrelevante para el creyente del Nuevo Testamento o que la revelacinerior pueda ser desechada de buenas a primeras a la luz de la revelacin ms reciente. La Bibbe considerarse como un libro holstico en el cual el Antiguo Testamento nos ayuda a comprenNuevo Testamento, y el Nuevo Testamento arroja una significativa luz sobre el Antiguostamento. Si bien se reconoce la revelacin progresiva, esto no debe tomarse como una licenc

ra abordar a la ligera ciertas porciones de la Escritura, poniendo una dimensin de la revelaccontra de la otra dentro de la misma Biblia. La coherencia y congruencia de la Biblia no sufrenoscabo con la revelacin progresiva contenida en ella.La negacin secundaria asevera que ninguna revelacin normativa se ha dado a la iglesia de

cierre del canon del Nuevo Testamento. Esto no significa que hoy Dios el Espritu Santo hayaado de obrar o que no gue a su pueblo. Parte de la dificultad radica en que las palabraslgicas se usan de formas diferentes en comunidades cristianas diferentes. Por ejemplo, puedque un grupo llama revelacin, otro grupo lo defina como iluminacin. De este modo, laabra calificativa normativaes importante para comprender la negacin secundaria. Significa

sde el siglo I no se ha dado ninguna revelacin que amerite ser incluida en el canon de lasgradas Escrituras. No se puede considerar que la orientacin o la gua privadas ovelaciones, como algunos pueden llamarlas posean la fuerza o la autoridad de las Sagradcrituras.


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La inspiracin es la forma en que Dios nos dio su Palabra por medio de autores humanos, peromo lo hizo es algo que no se entiende plenamente. En esta seccin, quienes formularon lostculos de Afirmacin y Negacin explcitamente niegan que entiendan el modo de la inspiracro afirman, al igual que la propia Escritura (2 Timoteo 3:16), que la Biblia es el producto de lpiracin divina y que la obra de Dios se extendi a travs de los escritores humanos a cada

ccin e incluso cada palabra de los documentos originales. El proceso de inspiracin no conv

os escritores bblicos en autmatas, porque sus libros manifiestan diferencias de vocabulario,ilo, y otros aspectos. Sin embargo, la inspiracin s super cualquier tendencia a errar que puber habido en ellos, con el resultado de que las palabras que ellos escribieron eran precisameque Dios, el Autor divino, pretenda que nosotros tuviramos.

ARTCULO VI: Inspiracin verbal plenaria

Afirmamos que la totalidad de la Escritura y todas sus partes, hasta las mismsimas

palabras del original, fueron dadas por inspiracin divina.Negamosque lainspiracin de las Escrituras pueda afirmarse adecuadamente acerca del todo y no de

las partes, o de algunas partes pero no del todo.

Artculo VI aborda la doctrina de la inspiracin verbal plenaria. Inspiracin plenaria signife la totalidad de la Escritura ha sido dada por inspiracin divina. Puesto que algunos han soste el todo ha sido dado por inspiracin pero algunas partes de ese todo no son de inspiracinvina, estamos hablando del origen de la Escritura, la cual no comienza con conocimientos humo que proviene de Dios mismo.

En la afirmacin del Artculo VI, leemos la frase hasta las mismsimas palabras del origina


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expresin hasta las mismsimas palabras se refiere al alcance de la inspiracin, y la frase ginal indica que son los autgrafos los que fueron inspirados. La limitacin de la inspiracautgrafos se aborda ms cabalmente en el Artculo X, aunque en este artculo es evidente qupiracin de la Biblia se refiere a los manuscritos originales.El hecho de que el Artculo VI hable de inspiracin divina hasta las mismsimas palabras de

ginal puede evocar en la mente de algunos la idea de que Dios dict las palabras de la Escritumenudo se ha dicho que la doctrina de la inspiracin verbal plenaria conlleva la implicacin a teora de dictado de la inspiracin. Ninguna teora de este tipo se expone en este artculo, ni

plica. De hecho, en el Artculo VII, los formuladores de la declaracin niegan la teora deltado.La cuestin del dictado ha suscitado problemas en la historia de la iglesia. En el Concilio de

ento, en el siglo XVI, la Iglesia Catlica Romana us el trmino latino dictante, que significa ta, respecto a la obra del Espritu en la entrega de los antiguos textos. En la parte protestante

an Calvino habl de los escritores bblicos como amanuenseso secretarios. A esto se aade echo de que algunas porciones de la Escritura al parecer fueron dadas mediante alguna forma dtado, tales como los Diez Mandamientos.En la poca moderna, el dictado cancela los estilos literarios humanos, la eleccin del

cabulario, y otros aspectos afines. Este artculo no pretende implicar un mtodo tal de inspirae negara o menoscabara el estilo literario de los autores individuales de los documentos bbsulta difcil interpretar el sentido en el que, por ejemplo, Calvino habl de secretarios, e inclsentido en el que Trento se refiri al dictado, en consonancia con los modernos mtodos detado mediante el uso de sofisticados equipos y mtodos. El contexto en que se usaron estasabras en el pasado haca especfica referencia al hecho de que la inspiracin muestra cierta

aloga con un hombre que emite un mensaje que un secretario redacta. La analoga apunta a laestin del origen del mensaje. En la doctrina de la inspiracin, lo que est en juego es la verdae el mensaje proviene de Dios ms bien que de seres humanos.

La Declaracin de Chicago deja el modo de la inspiracin como un misterio (cf. Artculo VIpiracin, segn como se usa aqu, implica una divina superintendencia que previno que los

critores usaran palabras que habran falsificado o distorsionado el mensaje de la Escritura. Asr una parte, la declaracin afirma que la superintendencia y la inspiracin de la Biblia por paros se aplicaron hasta las mismsimas palabras y, por otra parte, niega que l cancelara laluencia de la personalidad de los escritores en su eleccin de las palabras empleadas parapresar la verdad revelada.

Los cristianos evanglicos evitan la nocin de que los escritores bblicos fueran instrumentosivos como plumas en las manos de Dios, pero al mismo tiempo afirman que el resultado final

oceso de inspiracin fue el mismo. Calvino, por ejemplo, dice que deberamos leer la Biblia coyramos a Dios hablando su mensaje en forma audible. Es decir, tiene el mismo peso deoridad que si Dios mismo estuviese emitiendo las palabras (Institucin de la religin cristia.1). Esto no significa que Calvino creyera o enseara que Dios efectivamente emitiera lasabras en forma audible. No conocemos el proceso por el cual se dio la Escritura inspirada. P

bido a la inspiracin, sin importar cmo la llev Dios a cabo, cada palabra de la Escritura tieso de la autoridad de Dios.

ARTCULO VII: Inspiracin


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Afirmamos que la inspiracin fue la obra en que Dios, por su Espritu, a travs de

escritores humanos, nos dio su Palabra. El origen de la Escritura es divino. El modo

en que se realiza la inspiracin divina sigue siendo, en gran medida, un misterio para

nosotros.Negamosque la inspiracin pueda reducirse a una percepcin humana, o a

elevados estados de conciencia de algn tipo.

Artculo VII expone en mayor detalle lo que se implica en el Artculo VI. Aqu se hace una cl

erencia a los escritores humanos del texto. Se identifica a los escritores humanos como lostrumentos por medio de los cuales nos llega la Palabra de Dios. Las Sagradas Escrituras han sicamente llamadas Verbum Dei, la Palabra de Dios, o incluso vox Dei, la voz de Dios. Nostante, al mismo tiempo, las Sagradas Escrituras nos llegan como palabras de hombres. Dichoo modo, existe una agencia de la humanidad por medio de la cual se comunica la divina Palabos, pero el origen de la Escritura es divino.Aqu, los redactores del documento estn considerando el significado primario de la palabra

eopneustosde 2 Timoteo 3:16, trmino que suele traducirse como inspirada por Dios.eopneustos significa literalmente exhalada por Dios; alude primordialmente al hecho de que

os exhala su Palabra ms bien que infundir algn tipo de efecto en los escritores humanos. Porto, en lo concerniente al origen de la Escritura, exhalacines un trmino ms preciso quepiracin. Pero usamos el trmino inspiracinpara abarcar todo el proceso a travs del cual ga la Palabra. En un comienzo, ella sale de la boca de Dios (hablando metafricamente, desdego). Desde su origen, es transmitida a travs de la agencia de escritores humanos bajo la

pervisin y superintendencia divinas. El siguiente paso en el proceso de comunicacin es larehensin del mensaje divino por parte de seres humanos. Este artculo asevera explcitamentemodo preciso en que Dios realiza la inspiracin sigue siendo un misterio. El documento no intfinir el cmo de la inspiracin divina, ni siquiera sugerir que el mtodo nos sea conocido.

La palabra inspiracinpuede usarse y ha sido usada en el idioma espaol para referirse amentos de percepcin propios de un genio, de estados de conciencia intensificados, o de elevos de logro humano. Hablamos de poesa inspirada, con lo cual se quiere decir que el autor loraordinarios niveles de percepcin y genialidad. Sin embargo, en esta dimensin de inspirachay sugerencia de que la fuente de la inspiracin sea el poder divino. Hay niveles humanos dpiracin reflejados en actos heroicos, brillantes percepciones, e intensificados estados denciencia. Pero no es esto lo que se quiere significar con el uso de inspiracincomo trminolgico. La Declaracin de Chicago est dejando claro que lo que aqu est en consideracin o que trasciende a todos los estados de inspiracin humanos, algo en lo que el poder y la

pervisin de Dios estn actuando. As, los artculos estn diciendo que, si bien la Biblia es unro humano en la medida que est escrito por autores humanos, su humanidad queda trascendidtud de su origen e inspiracin divinos.

ARTCULO VIII: Autores humanos

Afirmamos que Dios en su obra de inspiracin utiliz la personalidad distintiva y el

estilo literario de los escritores a los que haba escogido y preparado.Negamosque

Dios, al hacer que estos escritores usaran las palabras exactas que l haba elegido,


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haya anulado sus personalidades.

Artculo VIII reitera que la obra divina de inspiracin no anul la humanidad de los escritoremanos que Dios us para lograr su propsito. Los redactores de la Escritura fueron elegidos yeparados por Dios para su tarea sagrada. Cualquiera haya sido el proceso de inspiracin, stencel la personalidad de dichos hombres al escribir. Aunque no lo dice explcitamente, esteculo niega cualquier forma de inspiracin mecanicista o mecnica. La inspiracin mecnica

ducira a los autores humanos al nivel de autmatas, de mquinas robticas. Un anlisis de la

critura deja claro que las distintivas personalidades y estilos literarios varan de un escritormano a otro. El estilo de Lucas, por ejemplo, evidentemente es distinto al de Mateo. Lasructuras literarias que se encuentran en el escrito de Daniel difieren de las que se encuentran,mplo, en Santiago. Los hombres de origen hebreo tendan a escribir al estilo hebreo, y los desfondo cultural griego tendan a escribir al estilo griego. Sin embargo, Dios hizo posible que rdad fuese comunicada de manera inspirada a la vez que haca uso del trasfondo, la personalidl estilo literario de estos distintos escritores. Lo que la inspiracin super o cancel no fue larsonalidad humana, el estilo o los mtodos literarios, sino la tendencia humana a la distorsinsedad y el error.


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Los artculos IX al XII abordan el asunto de mxima preocupacin actual: la inerrancia. stosetenden definir los trminos y responder las principales interrogantes que se han planteado: si blia nos ha llegado a travs de autores humanos, hecho que los artculos previos admiten, y si ural que los seres humanos yerren, hecho que todos confiesan, no podr necesariamente errar

blia? Por otra parte, si no contiene errores, es autnticamente humana? Dado que la inerranciica adecuadamente solo a los manuscritos originales, los autgrafos; y dado que no contamos

hos autgrafos, no es un sinsentido el argumento a favor de la inerrancia? No se sostieneamente apelando a documentos que no existen y cuya cualidad de inerrancia no puede verificor qu no se puede aplicar la inerrancia a las partes de la Biblia que tratan de la salvacin peras partes que tratan de historia, ciencia, y otros asuntos irrelevantes y secundarios?

ARTCULO IX: Inerrancia

Afirmamosque la inspiracin, si bien no confiere omnisciencia, garantiz una

enunciacin veraz y confiable sobre todos los asuntos de los cuales los autoresbblicos fueron impulsados a hablar y escribir.Negamosque la finitud o el estado

cado de estos escritores, necesariamente o por cualquier otro motivo, introdujeran

alguna distorsin o falsedad en la Palabra de Dios.

afirmacin del Artculo IX indica que la inspiracin garantiza que los escritos de la Biblia soraces y confiables. Es decir, no son falsos, engaosos o fraudulentos en aquello que comunican

Tal como abordamos las limitaciones del lenguaje humano en el Artculo IV, as enfrentamosora la dificultad de que criaturas no omniscientes comuniquen la verdad. Una cosa es que Dio

nfiera infalibilidad a los escritos y otra distinta que confiera omnisciencia a los escritores. La


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mnisciencia y la infalibilidad deben ser distinguidas cuidadosamente. Si bien en Dios se unen, ser humano es distinto. La omnisciencia se refiere al alcance del conocimiento de alguien, miee la infalibilidad se refiere a la confiabilidad de sus enunciados. Una persona con muchonocimiento puede hacer una declaracin falsa si tiene la intencin de engaar. A la inversa, unrsona con conocimiento limitado puede hacer declaraciones infalibles si se puede garantizar qas son plenamente confiables. Por lo tanto, decimos que, si bien los escritos bblicos sonpirados, esto no implica que los escritores supieran todo lo que se poda conocer o que en ssmos fueran infalibles. El conocimiento que ellos transmitieron no es total, pero es tan veraz y

nfiable como puede ser.La negacin del Artculo IX tiene relacin con la probable propensin de los escritores, enanto criaturas finitas y cadas, a introducir distorsin o falsedad en la Palabra de Dios. Este astoc desde otro ngulo en el Artculo IV. Pero lo que aqu se considera es la reiterada acusacique la enseanza de la inspiracin verbal o una confesin de la inerrancia de la Escritura ent

a visin doctica de la Escritura. El docetismo introdujo una particular distorsin de la visinblica de Jess. En los primeros das de la iglesia Cristiana, haba quienes, a menudo asociadoescuela del gnosticismo, crean que Jess en realidad no tena una naturaleza humana o un cuemano. Ellos aducan que l solo aparentaba tener un cuerpo fsico. A esta hereja se le llam

cetismo, de la palabra griega dokeo, que significa parecer, pensar, o aparentar. Aquellos qugaban la realidad de la encarnacin y sostenan que Jess no tena sino un cuerpo fantasmal fuusados de esta hereja. En un sentido ms sofisticado, el docetismo ha llegado a aplicarse aalquier incapacidad de tomar en serio las limitaciones reales de la naturaleza humana de Jes

La acusacin de docetismo bblico ha sido lanzada contra los defensores de la inerrancia, mtoriamente por parte de Karl Barth. l nos acusa de tener una perspectiva de la inspiracin ene la verdadera humanidad de los escritores bblicos queda cancelada con la intrusin de laacterstica divina de la infalibilidad. Para Barth, en nuestra humanidad es esencial el que sea

opensos a errar. Si el aforismo clsico es errare humanum est, errar es humano, respondem

e si bien eso es cierto, de ello no se sigue que los hombres siempre erren o que el error seacesario en la humanidad. Si ese fuera el caso, sera necesario aseverar que Adn, antes de caevo que errar o no era humano. Adems, tendramos que aseverar que en el cielo, en un estado drificacin, tendramos que seguir errando si vamos a continuar siendo humanos. No solodramos que atribuirle error a Adn antes de la cada y a los cristianos glorificados; tambindramos que aplicarlo al Cristo encarnado. El error habra sido intrnseco a su humanidad, de

odo que habra sido necesario que Jess torciera la verdad a fin de ser plenamente humano. Jas involucremos en semejante blasfemia, aun cuando confesemos la profundidad a la que hemodo y nuestra alta tendencia a errar. Incluso aparte de la inspiracin, no es necesario que un se

mano erre a fin de ser humano. As que, si es posible que una persona no inspirada diga la vererror, cunto ms lo ser para alguien que est bajo la influencia de la inspiracin.La finitud implica una necesaria limitacin del conocimiento pero no necesariamente una

torsin del conocimiento. El carcter confiable del texto bblico no debera negarse sobre la la finitud humana.

ARTCULO X: Los autgrafos

Afirmamos que la inspiracin, estrictamente hablando, solo se aplica a los textos


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autogrficos de la Escritura, los cuales, por la providencia de Dios, pueden

verificarse con enorme precisin a partir de los manuscritos disponibles. Afirmamos,

adems, que las copias y traducciones de la Escritura son la Palabra de Dios en la

medida que representen fielmente al original.Negamosque algn elemento esencial

de la fe cristiana sea afectado por la ausencia de los autgrafos. Negamos, adems,

que a causa de esta ausencia la afirmacin de la inerrancia bblica resulte invlida o

irrelevante.

Artculo X aborda directamente el persistente asunto de la relacin entre el texto de la Escritue tenemos ahora con los documentos originales, los cuales no se han conservado excepto a tracopias. En primera instancia, la inspiracin se aplica estrictamente a los autgrafos originaleEscritura, las obras originales de los autores inspirados. Esto indica que el infalible control dos en la produccin de las Escrituras originales no se ha perpetuado a travs de las pocas enoceso de copiado y traduccin. Es claramente visible que existen algunas mnimas variacionesre las copias manuscritas que poseemos y que el proceso de traduccin debe insertar variaciora aquellos que leen la Escritura en un idioma distinto al hebreo y el griego. De manera que lompositores de la Declaracin de Chicago no estn defendiendo una transmisin del texto

rpetuamente inspirada.Puesto que no tenemos los manuscritos originales, algunos han alegado que la apelacin a loginales perdidos vuelve irrelevante toda la argumentacin a favor de la inspiracin de lacritura. Pensar de este modo es menospreciar el concienzudo trabajo que se ha hecho en el camla crtica textual. La crtica textual es la ciencia que busca reconstruir un texto original mediancuidadoso anlisis y evaluacin de los manuscritos que ahora poseemos. Esta tarea debelizarse en relacin a todos los documentos de la antigedad que nos han llegado a travs de

pias manuscritas. Las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento probablemente sean los tee han llegado hasta nosotros con el ms amplio y confiable testimonio. En ms del noventa y n

r ciento de los casos, el texto original puede reconstruirse hasta lograr una certeza prctica. Apocos casos en que se mantiene cierta perplejidad, ello no incide en el significado de la Escr

sta el punto de oscurecer un principio de la fe o un mandato para la vida. As, en la Biblia cone contamos (y tal como se nos transmite a travs de fieles traducciones), efectivamente tenemora efectos prcticos, la verdadera Palabra de Dios, en la medida que los manuscritos nosnsmiten la verdad vital completa de los originales.La afirmacin complementaria del Artculo X es que las copias y traducciones de la Escritur

Palabra de Dios en la medida que representen fielmente al original. Aun cuando no poseemos ginales, contamos con traducciones y copias bien reconstruidas de las cuales, en la medida qu

rresponden a los originales, se puede decir que son la Palabra de Dios. Pero debido a la evideesencia de errores de copia y errores de traduccin, debe hacerse la distincin entre la obra dpiracin original en los autgrafos y el esfuerzo humano de traducir y copiar dichos autgrafoLa negacin atae al importante punto de que en aquellos diminutos segmentos de los manusc

stentes donde la crtica textual no ha podido corroborar la lectura original con absoluta certezngn artculo esencial de la fe cristiana se ve afectado.

Limitar la inerrancia o inspiracin a los manuscritos originales no vuelve irrelevante toda lacusin. S marca una diferencia. Si el texto original tuviese errores, la iglesia tendra la opcihazar sus enseanzas. Si el texto original es inerrante (y debemos depender de la ciencia de ltica textual para reconstruir ese texto inerrante), no tenemos ninguna base legtima para


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sobedecer un mandato de la Escritura donde el texto no est en duda. Por ejemplo, si dos teloncuerdan en que el texto original era inerrante, y si ambos concuerdan en cuanto a lo que la coual ensea y adems concuerdan en que la copia actual es una representacin precisa del origonces se sigue ineludiblemente que ambos hombres estn bajo obligacin divina de obedecer

e texto. Si, por el contrario, aseversemos que los manuscritos originales posiblemente contenores, y los dos telogos luego concordaran en cuanto a lo que la Biblia ense y ademsncordaran en que la actual traduccin o copia representa fielmente al original, ninguno estaraligacin moral de someterse a las enseanzas de ese original que posiblemente erraba. En est

dica la importancia del carcter del manuscrito original.

ARTCULO XI: Infalibilidad

Afirmamos que la Escritura, por haber sido dada por inspiracin divina, es infalible,

de manera que, lejos de desorientarnos, es veraz y confiable en todos los asuntos que

aborda.Negamosque sea posible que la Biblia al mismo tiempo sea infalible y yerre

en sus afirmaciones. Es posible distinguir entre infalibilidad e inerrancia, pero no

separarlas.

afirmacin central del Artculo XI es la infalibilidad de la Escritura. La infalibilidad se define contexto en trminos positivos que implican la veracidad y confiabilidad de todos los asunte la Escritura aborda. En forma negativa, la infalibilidad se define como la cualidad de aquelle no desorienta.

La negacin del Artculo XI toca un muy importante punto de discusin, particularmente en loca moderna. Hay quienes sostienen que la Biblia es infalible pero no inerrante. As, se separalibilidad de la inerrancia. La negacin argumenta que no es posible sostener coherentemente

o sea infalible y al mismo tiempo pueda errar en sus aserciones. Sostener tal disociacin entralibilidad e inerrancia implicara una patente contradiccin.Si bien las palabras infaliblee inerrantea menudo se han usado prcticamente como sinnim

el idioma ingls y en el espaol, permanece una distincin tcnica histrica entre ambas. Latincin es la de lo potencial y lo actual, de lo hipottico y lo real. Infalibilidad tiene que ver ccuestin de capacidad o potencial; de lo que es infalible se dice que es incapaz de cometeruivocaciones o errar. En contraste con esto, aquello que es inerrante es lo que, de hecho, no yeteora, algo puede ser falible y al mismo tiempo inerrante. Es decir, es posible que alguien qu

rra no yerre. Sin embargo, la situacin inversa no es cierta. Si alguien es infalible, eso signific

e no puede errar, y si no puede yerrar, entonces no yerra. Si realmente yerra, eso prueba que ticapacidad de errar y por lo tanto no es infalible. As, afirmar que algo es infalible pero que alsmo tiempo es capaz de errar es distorsionar el significado de infalibley/o capaz de errar, onfundido. Infalibilidad e inerrancia en este sentido no pueden separarse, aunque puedentinguirse en cuanto a significado.En situaciones en que la palabra inerrantese ha sustituido por la palabra infalible, generalm

habido un intento de articular una visin de la Escritura inferior a la que indica el trminoerrante. Sin embargo, en realidad el trmino infalibleen su significado original y tcnico es umino superior a inerrante. Una vez ms, es importante notar que algo que es falible podra,

ricamente, ser inerrante. Pero lo que es infalible no puede a la vez ser tericamente capaz de


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ar.

ARTCULO XII: La inerrancia del todo

Afirmamosque la Escritura es inerrante en su totalidad, y est libre de toda

falsedad, fraude o engao. Negamos que la infalibilidad y la inerrancia de la Biblia

se limiten a los temas espirituales, religiosos o salvficos, y queden excluidas las

aseveraciones en los mbitos de la historia y la ciencia.Negamos, adems, que las

hiptesis cientficas acerca de la historia de la tierra puedan usarse adecuadamente

para invalidar la enseanza de la Escritura acerca de la creacin y el diluvio.

Artculo XII asevera en forma clara e inequvoca la inerrancia de las Sagradas Escrituras. Enrmacin se da el significado de inerrancia en trminos negativos: aquello que es inerrante estbre de toda falsedad, fraude o engao. Aqu la inerrancia se define mediante la negacin,ableciendo parmetros de los cuales no debemos salirnos, lmites que no podemos transgredira Biblia inerrante no puede contener falsedad, fraude o engao en sus enseanzas o asercioneLa negacin rechaza explcitamente la tendencia de algunos a limitar la infalibilidad y la

rrancia a segmentos especficos del mensaje bblico, tales como los temas espirituales, religialvficos, excluyendo aserciones del campo de la historia o la ciencia. En ciertos crculos haado de moda sostener que la Biblia no es historia normal, sino que es historia redentora, con ento en la palabra redentora. Entonces se establecen teoras que limitan la inspiracin a temasdencin, permitiendo que la dimensin histrica sea capaz de errar. Sin embargo, el hecho de qBiblia no est escrita como otras formas de historia no niega la dimensin histrica con la queimamente involucrada. Si bien la Biblia es en efecto historia redentora, es tambin historia

dentora, y eso significa que los actos salvficos que Dios obr efectivamente ocurrieron en el

undo espacio-temporal.En lo que respecta a cuestiones cientficas, la segunda negacin que las hiptesis cientficerca de la historia de la tierra puedan ser usadas para invalidar la enseanza de la Escritura enuntos de la creacin y el diluvio rechaza una vez ms la idea de que la Biblia hable conoridad meramente en reas de valor espiritual o relativas a asuntos salvficos. La Biblia tienee decir acerca del origen de la tierra, acerca de la llegada del hombre, y acerca de asuntos deevancia cientfica, tales como la cuestin del diluvio. Es importante notar que la segunda negaimplica que las hiptesis o investigaciones cientficas sean intiles para el estudiante de la B

que la ciencia en nada contribuya a la comprensin del material bblico. Meramente niega que

seanza de la Escritura pueda ser invalidada por la enseanza de fuentes externas.Para ilustrar la intencin de la segunda negacin del Artculo XII, recordemos el clsico ejedebate de la iglesia con la comunidad cientfica en la Edad Media sobre las teoras geocntriocntrica. La iglesia haba adoptado la antigua postura ptolemaica de que la tierra era el cenuniverso. De ah el concepto de la posicin geocntrica. La investigacin y estudios cientfic

rticularmente relacionados con la llegada del telescopio, condujo a muchos estudiosos a conce el sol, no la tierra, era el centro al menos de nuestro sistema solar; la evidencia era concluyerumadora. Nos sonrojamos al recordar que Galileo fue condenado como hereje por afirmar lastura heliocntrica contra lo que la iglesia crea que era la enseanza de la Escritura. Sin emb

descubrimientos cientficos hicieron necesario que la iglesia reexaminara la enseanza de la


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critura para ver si esta realmente enseaba la postura geocntrica o si esto era una inferenciaroducida en la Escritura a consecuencia de una cosmovisin anterior. Tras reexaminar lo que lcritura realmente enseaba, la iglesia lleg a la conclusin de que no haba conflicto con la cicuanto a la teora geocntrica porque la Biblia no enseaba ni afirmaba explcitamente que larra fuese el centro del sistema solar o bien del universo. En este caso, el avance de la cienciaud a la iglesia a corregir una previa malinterpretacin de la Escritura. En consecuencia, deciciencia no puede invalidar la enseanza de la Escritura no es decir que la ciencia no pueda asa iglesia en la comprensin de la Escritura, o incluso corregir falsas inferencias extradas de l

critura o malinterpretaciones reales de la misma. Por otra parte, esta perspectiva no le da a unencia para reinterpretar la Escritura arbitrariamente para conformarla por la fuerza a las teorculares de los orgenes o cosas por el estilo. Por ejemplo, si la comunidad secular asevera qumanidad es el resultado de un accidente csmico o el producto de fuerzas ciegas e impersonales posible reconciliar una postura tal con la asercin bblica del intencional acto de creacinmbre por parte de Dios sin violentar radicalmente la Biblia misma.

Las interrogantes sobre la interpretacin bblica que conciernen al campo de la hermenuticaedan para mayor investigacin y discusin. Este artculo no define lo que la Escritura realmensea acerca de la creacin y el diluvio, pero s asevera que, cualquiera que sea la enseanza d

blia acerca de la creacin y el diluvio, esta no puede negarse con base en las teoras seculare


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El significado de la palabra verdaddebera ser autoevidente, pero ese no ha sido el caso en lacusiones concernientes a la veracidad de la Biblia. Qu es la verdad? Algunos han aducido Biblia no es verdadera a menos que se conforme a los estndares modernos de precisinntfica: sin nmeros redondos, una gramtica precisa, descripciones cientficas de los fenmeurales, y todo lo dems. Otros han tomado la postura contraria, aduciendo que la Biblia es vela medida que logre sus fines espirituales generales, independientemente de si de hecho hace

claraciones falsas. Los artculos XIII al XV se abren camino entre estos extremos. stos sostiee la Biblia debe evaluarse segn sus propios principios de veracidad, lo cual no necesariamenluye formas modernas de expresin cientfica, pero al mismo tiempo argumentan que las

erciones de la Escritura siempre estn libres de error y, por lo tanto, no desorientan al lector edo alguno.El Artculo XIV trata de la forma en que deberan abordarse las aparentes discrepancias que

volucran problemas an no resueltos.

ARTCULO XIII: La verdadAfirmamos que es adecuado el uso de la palabra inerrancia como trmino teolgico

en referencia a la completa veracidad de la Escritura. Negamos que sea adecuado

evaluar la Escritura segn normas de verdad y error ajenas a su uso o propsito.

Negamos, adems, que la inerrancia sea desmentida por fenmenos bblicos tales

como la falta de precisin tcnica moderna, las irregularidades gramaticales u

ortogrficas, las descripciones observacionales de la naturaleza, el reporte de

falsedades, el uso de la hiprbole y nmeros redondos, el ordenamiento temtico del

material, la seleccin de material variante en relatos paralelos, o el uso de citas


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libres.

posible que, en vista de todas las acotaciones que se enumeran en la negacin del Artculo XIunos les parezca que inerranciaya no es un trmino apropiado para aplicarlo a la Biblia. Al

n dicho que ste ha sufrido la muerte de mil acotaciones. Lo mismo podra decirse, desde lula palabraDios. Debido a la complejidad de nuestro concepto de Dios, se ha vuelto necesari

otar con mucho detalle las diferencias en lo que se afirma y lo que se niega cuando usamos elminoDios. Tales acotaciones no niegan el valor de la palabra sino que nicamente sirven par

ntualizar su precisin y utilidad.Es importante observar que el Artculo XIII denomina trmino teolgico a la palabra inerranun trmino teolgico adecuado para referirse a la completa veracidad de la Escritura. Eso es

sicamente lo que se asevera con el trmino inerrancia: que la Biblia es completamente verdae todas sus afirmaciones y negaciones se corresponden con la realidad. Trminos teolgicos tmo inerrancianecesitan de una frecuente acotacin y no se pueden tomar en un sentido craso yeral. Por ejemplo, el trminoomnipotencia, cuando se usa para referirse a Dios, no significaeralmente lo que podra parecer que significa. Es decir, omnipotenciano significa que Dios pcer cualquier cosa. El hecho de que Dios sea omnipotente no significa que pueda mentir, que p

orir, o que pueda ser Dios y no ser Dios al mismo tiempo y en la misma relacin. No obstante,mo trmino que hace referencia al completo y soberano control y autoridad de Dios sobre elndo creado, omnipotenciaes una palabra perfectamente til y apropiada en nuestro vocabulalgico.Debido a que el trmino inerranciadebe ser acotado, algunos han pensado que sera mejor

cluirlo del vocabulario de la iglesia. Sin embargo, las calificaciones del trmino no son nuevan particularmente engorrosas, y la palabra sirve como un conveniente resguardo de aquellos qieran atacar la veracida

Puedo Confiar en La Biblia

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