¿Puede el almacenamiento del dióxido de carbono … · evaluación de 2001 se centró en las...

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¿Puede el almacenamiento del dióxido de carbono contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero? c Guía simplificada del "Informe especial sobre captura y almacenamiento de dióxido de carbono del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ASPI CO 2

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¿Puede el almacenamiento del dióxido decarbono contribuir a reducir las emisionesde gases de efecto invernadero?

c Guía simplificada del "Informe especial sobre captura y almacenamiento de dióxido de carbono del GrupoIntergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático

ASPI CO2

Acerca del IPCC

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)fue establecido en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM)y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). ElIPCC no lleva a cabo nuevas investigaciones. Su mandato consiste en realizarevaluaciones relevantes desde una perspectiva política de lo que se ha publi-cado en todo el mundo sobre los aspectos científicos, técnicos y socioeconó-micos del cambio climático. La mayor parte de esta literatura especializadaha aparecido en publicaciones revisadas por otros expertos.

El IPCC ha producido una serie de informes de evaluación, informes espe-ciales, documentos técnicos y metodologías que se han convertido en obrasnormalizadas de referencia en materia de cambio climático para los encar-gados de formulación de políticas, expertos y estudiantes. El Grupo deExpertos está organizado en tres grupos de trabajo: El Grupo de Trabajo I secentra en los aspectos científicos del sistema climático; el Grupo de TrabajoII, en impactos, vulnerabilidad y adaptación; el Grupo de Trabajo III en miti-gación, vocablo utilizado para describir las intervenciones humanas destina-das a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ampliar los“sumideros” (bosques, océanos y otros sistemas naturales que puedenabsorber el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero de laatmósfera y almacenarlos).

El primer Informe de evaluación del IPCC se completó en 1990 y contribuyóa inspirar las conversaciones intergubernamentales que culminaron con laConvención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de1992. Su segundo Informe de evaluación se publicó en 1996 y sirvió de apor-tación a las negociaciones sobre el Protocolo de Kyoto. El tercer Informe deevaluación de 2001 se centró en las nuevas conclusiones extraídas desde1995 y prestó especial atención a lo que se conoce sobre el cambio climáticoen el plano regional- El cuarto informe estará finalizado en 2007.

Publicado por la División de Convenios Ambientales del Programa de las Naciones Unidas para elMedio Ambiente en abril de 2006. Pueden solicitarse otros ejemplares al PNUMA, Information Unitfor Conventions, International Environment House, 15 chemin des Anémones, CH-1219 Châtelaine(Ginebra), Suiza; [email protected]; o +41-22-917-8244/8196. Véase asimismo www.ipcc.ch, www.unep.org,y www.wmo.ch.

Impreso en papel reciclado. GE-06-000840/S-1,500

Los combustibles sólidos representan del75 al 80 % del uso actual de energía en elmundo y las tres cuartas partes de las emisiones totales de dióxido de carbonode la humanidad. Si no se adoptan medidas específicas para reducir almínimo nuestro impacto sobre el clima,las emisiones de dióxido de carbono (CO2)asociadas a la energía obtenida de com-bustible fósiles van a incrementarsemucho durante el siglo XXI según todaslas proyecciones . Las consecuencias, esdecir, un aumento de la temperaturamundial de 1,4 a 5,8ºC y la evolu-ción de los modelos meteorológi-cos y los episodios extremospodrían ser desastrosas para lasgeneraciones futuras.

La estabilización o reducción delas emisiones mundiales dedióxido de carbono y otros gasesde efecto invernadero en lospróximos decenios ha de repre-sentar un desafío al ingenio

humano. Afortunadamente, el tercerinforme de evaluación del IPCC, publi-cado en 2001, llegó a la conclusión deque las tecnologías actuales y nuevaspara limitar las emisiones, si están apoya-das con las políticas correctas, podríanayudar a estabilizar las concentracionesatmosféricas de gases de efecto inverna-deros para fines del siglo a niveles quelimitarían el alcance del cambio climático.

Ninguna tecnología puede hacerlo por sísola; será necesaria una combinación de

tecnologías. Muchas de las tecno-logías más prometedoras han decontribuir al objetivo buscado, almejorar la eficiencia energéticade determinados procesos y pro-ductos o mediante la conversiónde las fuentes de energía solar,eólica y otras fuentes no derivadasdel carbono en energía utilizable.

Pero puesto que el petróleo, elcarbón y el gas van a seguir siendo

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Introducción

las fuentes primordiales de energíadurante los próximos decenios, losgobiernos y la industria también estánexaminando tecnologías para reducir lasemisiones de estos combustibles. Una deesas tecnologías se conoce como la cap-tura y almacenamiento del dióxido decarbono. Esta tecnología, que lleva laabreviatura de CCS, podría utilizarse engrandes fuentes estacionarías, tales comolas centrales térmicas y las grandes insta-laciones industriales alimentadas concombustibles fósiles, para prevenir quesus emisiones de CO2 entren en la atmós-fera y contribuyan al cambio climático.

Para aprender más acerca de las posibili-dades de esta tecnología, los gobiernosmiembros de la Convención Marco de lasNaciones Unidas sobre el CambioClimático pidieron al IPCC que evaluara elestado actual de los conocimientos acercade la captura y almacenamiento deldióxido de carbono. El IPCC respondiócongregando a unos 100 expertos de másde 30 países para que redactaran el"Informe especial del IPCC sobre capturay almacenamiento del dióxido de carbono". Numerosos expertos y gobier-nos examinaron el texto antes de queestuviera finalizado en septiembre de2005. El informe se presentó a continua-ción a los gobiernos en diciembre, conocasión de la reunión anual de laConferencia de las Partes en laConvención.

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El PNUMA ha elaborado este breve folleto de información pública con elobjeto de que las conclusiones técnicasdel informe sean más accesibles para ellector ordinario.

La tecnología de captura y almacenamiento(CCS) del dióxido de carbono consiste encapturar el dióxido de carbono antes de quepueda emitirse a la atmósfera, transportarloa un lugar seguro y aislarlo de la atmósfera,por ejemplo, en una formación geológica.

1 – Captura del dióxido de carbono. Enprimer lugar, el CO2 debe ser separado deotros gases resultantes de la combustión o elprocesamiento. A continuación se lo com-prime y purifica, para facilitar su transportey almacenamiento. Algunas corrientes degases resultantes de los procesosindustriales, tales como la purifica-ción del gas natural y la producciónde amoníaco, son sumamente purasdesde un principio, mientras queotras no lo son.

El dióxido de carbono resultantede la combustión, en particular enel sector de la electricidad, puedeser capturado utilizando uno detres sistemas. Un sistema

poscombustión separa el CO2 de los demásgases de combustión mediante la utilizaciónde un solvente orgánico.

Un sistema precombustión comienza pro-cesando el combustible primario con vapor yaire u oxígeno. El monóxido de carbonoresultante luego reacciona con vapor en unsegundo reactor. Esto produce hidrógenopara generar energía o calor, así como CO2,que se separa para almacenamiento.

Estas dos tecnologías se han utilizado en elmercado durante décadas, en otrasaplicaciones conexas. Los sistemasactuales de poscombustión y pre-combustión para las centrales deenergía permiten capturar entreel 85 y 95% del CO2 producido. Sinembargo, como para la captura yel almacenamiento de carbono senecesita aproximadamente 10 a40% más de energía que en elcaso de una central equivalentesin captura, el importe neto de

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¿Qué se entiende por captura y almacenamientodel dióxido de carbono?

CO2 "evitado" es de aproximadamente 80a 90%.

El tercer sistema de captura se denominacombustión de oxi-fuel u oxy-combus-tión, ya que se utiliza oxígeno puro enlugar de aire para quemar el combustible.Da como resultado un gas de combustiónque contiene principalmente vapor deagua y CO2. El vapor de agua se retiraenfriando y comprimiendo la corriente degas. Esta tecnología, que está aún en fasede demostración, puede captar casi todo

el CO2 producido, si bien debido a la nece-sidad de sistemas adicionales de trata-miento del gas para producir el oxígeno ypara retirar los contaminantes como losóxidos de azufre y nitrógeno, el CO2

evitado disminuye a cerca del 90%.

2 – Transporte del CO2. Salvo cuando lafuente se encuentra directamente sobreun lugar de almacenamiento, es necesariotransportar el CO2. Hay varias maneras dehacerlo.

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Materiaprima

Combustiblesfósiles,biomasa

Proceso industrial

Combustión

GasificaciónReforma

Combustión

Séparación industrial

Posterior à la combustión

Previa a la combustión

Oxy-combustion

SéparaciónCO2

SéparaciónCO2

SéparaciónO2

Separaciónde H2 y CO2

Aire

Aire/O2 + vapor

O2

Aire

CO2

CO2

CO2

CO2

Compresión

Compresión

Compresión

Compresión

Calor yelectricidad

Calor yelectricidad

Calor yelectricidad

Otrosproductos

Representación esquemática de los sistemas de captación

Producto

H2

Las corrientes concentradas de CO2 pue-den transportarse con seguridad a unapresión elevada a través de gaseoductos.Los gaseoductos de CO2 se utilizan desdeprincipios del decenio de 1970, y en laactualidad son el principal medio de trans-porte del CO2. Los Estados Unidos, por ejem-plo, tienen en la actualidad más de 2500 kmde gaseoductos de CO2, principalmente enTexas, para proyectos de recuperación asis-tida de petróleo. Los costes son superiorescuando los gaseoductos deben instalarsemar adentro o atravesar zonas sumamentecongestionadas, o con montañas o ríos.

El CO2 también puede transportarse enestado líquido en buques, de manera simi-

lar a la que se utiliza con frecuencia paratransportar gas licuado de petróleo. Eltransporte en camiones cisterna o auto-motores con tanques aislados es viabledesde el punto de vista tecnológico, perono resulta económico.

3 – Almacenamiento del CO2. Las forma-ciones geológicas son la opción de almacen-amiento para el CO2 más viable desde elpunto de vista económico y aceptabledesde el punto de vista ambiental, parti-cularmente teniendo en cuenta la expe-riencia ya adquirida en la industria delpetróleo y el gas. El CO2 comprimidopuede inyectarse en formaciones rocosasporosas por debajo de la superficie de la

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Visión general de las opciones de almacenamiento geológico1. Yacimientos de petróleo y gas agotados2. Utilizacion de CO2 para la recuperación mejorada de petróleo y gaz3. Formaciones salinas profundas - a) maritimas - b) terrestres4. Utilización de CO2 para la recuperación mejorada de metano en capas de carbón

Petróleo o gas producidos

CO2 inyectado

CO2 almacenado

tierra, utilizando muchas de las mismastecnologías de perforación de pozos ymétodos de inspección ya empleados enla industria del petróleo y el gas.

Los tres tipos principales de almacen-amiento geológico son los depósitos depetróleo y gas, las formaciones salinasprofundas y los estratos carboníferos noextraíbles. Los lugares de almacen-amiento pueden generalmente comenzara una profundidad de 800 m o más baja,donde las presiones y temperaturas imperantes suelen mantener al CO2 enestado líquido.

Existen posibles formaciones geológicasen todo el planeta, tanto en tierra firmecomo mar adentro. Las estimaciones delvolumen de almacenamiento total disponible varían considerablemente,pero en general indican que existe espaciopara decenas de cientos de años de emisiones de CO2 en los niveles actuales.Además, una gran proporción de lasactuales centrales de energía y otras fuenteslocalizadas se encuentran dentro de los300 km de zonas que podrían contenerdepósitos de almacenamiento.

Si bien la capacidad de almacenamientodisponible en los sumideros geológicos

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Visión general de conceptos de almacenamiento oceánico

CAPTURA Gasoducto fijoBuque en

desplazamiento

Plataforma

DISOLUCIóN

DISOLUCIóN

LAGO

CO2

liquido

CO2 liquido

CO2

gaseoso o liquido

Penache ascendente

Penache descendente

sería "probablemente" suficiente paracontribuir a reducciones importantes delas emisiones de CO2 en el futuro, la cantidad exacta es todavía incierta. Y estoes especialmente incierto en algunasregiones que atraviesan por un rápidocrecimiento económico, como Asia meridional y oriental.

Otra forma de almacenar el CO2 captu-rado puede ser inyectarlo en los océanos.El CO2 puede liberarse en la columna deagua oceánica mediante un conducto fijoo un buque en desplazamiento. Tambiénpuede depositarse en el lecho marino profundo, por debajo de los 3000 m, enque el CO2 es más denso que el agua. Sin embargo, estas tecnologías todavíaestán en la fase de investigación, no hansuperado una prueba de plena escala ypodrían tener efectos negativos en elmedio oceánico.

Se encuentran también en la fase deinvestigación tecnologías para almacenarel CO2 prácticamente de forma perma-nente, convirtiéndolo en carbonatosminerales inorgánicos mediante reaccionesquímicas. Se han hecho demostracionesde algunas aplicaciones en pequeñaescala. Sin embargo, para esta tecnologíase necesitan grandes cantidades de energíay minerales. Podría ser necesario introducir muchas mejoras antes de queésta se convierta en una verdaderaopción.

Por último, le utilización del CO2 captadopara procesos químicos en la industria esposible desde el punto de vista técnico,pero las posibilidades de reducir real-mente las emisiones son pocas.

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Los tres componentes principales del sistema de captura y almacenamiento delCO2 (CCS), es decir: captura, transporte yalmacenamiento, ya se aplican por sepa-rado. En la actualidad, normalmente sesepara el CO2 para purificar otras corrientesde gases industriales, tales como el gasnatural o el amoníaco. Además, a media-dos de 2005 hay tres proyectos comercialesque combinan los tres componentes con elfin de limitar las emisiones de CO2 a laatmósfera (véase recuadro en la página 10).

En el futuro, los principales posi-bles usuarios del proceso CCS seránlas fuentes localizadas de CO2 esta-cionarías y grandes. Este grupo noes tan restringido como pudieraparecer: las centrales de energía,las plantas industriales y otrasgrandes fuentes localizadas repre-sentan cerca del 60% de las emisiones mundiales de CO2 decombustibles fósiles. Las cualida-des por las que estas fuentes se

prestarían particularmente a la tecnologíamencionada son las siguientes:

• Gran tamaño. Actualmente funcionansistemas para captar el CO2 parainstalaciones de menor escala, y en lospróximos años y decenios será necesarioproceder a nuevas demostraciones en instalaciones más grandes. Con todo, es obvio que cuanto más grande sea la instalación, mayores serán las economíasde escala, y menor será el costo por cadatonelada de CO2 evitado mediante una

inversión en la tecnología CCS. Lasgrandes fuentes emisoras de CO2,candidatas para utilización de latecnología CCS, están distribuidaspor todo el mundo. Sin embargo,hay cuatro regiones dignas demención: la parte oriental y centrooccidental de América delNorte, Europa noroccidental, lacosta oriental de China y Asiameridional. Resulta muy probableque entre ahora y 2050 se asista a

¿Quiénes son los usuarios potenciales?

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un aumento significativo de las grandescentrales energéticas y plantas industrialesen Asia oriental y Asia meridional.

• Corrientes de CO2 altamente concen-trado. La captura de CO2 es más eficaz eco-nómicamente cuanto más concentrada seala corriente de partida. Sin embargo, la gran mayoría de las posibles fuentes pro-ducen corrientes con concentraciones deCO2 inferiores al 15%. Menos del 2% detodas las fuentes industriales basadas encombustibles fósiles tienen concentracio-nes de CO2 superiores al 95%. Estas fuentesson las primeras que se prestan a la técnicade CCS, ya que para la captura se necesitarán solamente operaciones de deshidratación y de compresión.

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• Localización cerca del lugar de alma-cenamiento. En general, hay potencial-mente una buena correlación entre lasfuentes principales y los posibles lugares dealmacenamiento, ya que muchas fuentes seencuentran directamente por encima o dentro de menos de 300 km de los posibleslugares de depósito.

Para evitar un impuesto a las emisiones deCO2 que se aplica en Noruega a las instala-ciones mar adentro, la empresa estatalnoruega de gas y petróleo Statoil establecióel proyecto Sleipner en el Mar del Norte,a unos 250 km de la línea de costa. Se separael CO2 contenido en el gas natural que fluyedel campo petrolífero occidental deSleipner, que tiene una concentración del9%. A continuación se inyecta el CO2 en unaamplia y profunda formación salina situadaa unos 800 m por debajo del lecho del mar.

La operación de inyección de CO2 comenzóen octubre de 1996. Para principios de 2005,se habían inyectado más de 7 millones detoneladas métricas de CO2 a un ritmo deaproximadamente 2.700 toneladas por día.Se prevé que el proyecto permita almacenarun total de 20 millones de toneladas de CO2

durante su período de vida útil.

El proyecto Weyburn de recuperaciónmejorada del petróleo con CO2 está locali-zado en la cuenca de Williston, una estruc-tura geológica que se extiende desde laparte sur del Canadá central, hacia losEstados Unidos. El CO2 proviene de laempresa de gasificación Dakota, situadaaproximadamente a 325 km al sur deWeyburn, en el estado de Dakota del Norte,de los Estados Unidos. La instalación gasificacarbón para fabricar gas de síntesis, ygenera una corriente relativamente pura deCO2 como subproducto. Esta corriente deCO2 se deshidrata, se comprime y se encamina por conductos hacia el Canadá,para su utilización en el campo

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petrolífero de Weyburn, donde se inyectapara ayudar en la extracción de petróleo.

El proyecto Weyburn está concebido parautilizar CO2 durante 15 años y mantenerloalmacenado de forma segura ulterior-mente. La intensa vigilancia del lugar dealmacenamiento se basa en encuestas sísmi-cas de alta resolución y vigilancia de lasuperficie. Hasta la fecha, no ha habidoindicaciones de fugas de CO2 a la superficieo el entorno cerca de la superficie.

El proyecto de gas In Salah, en la regióndel Sahara central de Argelia, es unaempresa conjunta entre Sonatrach, BritishPetroleum y Statoil. El campo de Krechba enIn Salah produce gas natural que contienehasta un 10% de CO2 procedente de variosyacimientos geológicos. El gas se entrega alos mercados europeos después de habersido procesado, y el CO2 se quita para aten-der a las especificaciones comerciales.

Desde abril de 2004, se ha reinyectado CO2

por medio de tres pozos en un sumidero dearenisca, a una profundidad de 1800 m.Durante la vida del proyecto se almacena-rán geológicamente unas 17 millones detoneladas métricas de CO2. Se prevé que elCO2 inyectado migre con el tiempo a lazona del actual campo de gas, una vez quela zona de gas se haya agotado. Se han trazado mapas del campo utilizando datossísmicos 3D y otros.

Los tres primeros proyectos de captura y almacenamiento del carbono

Para los encargados de la formulación depolíticas que hacen frente al complejo yenorme desafío de reducir o eliminar lasemisiones de gases de efecto inverna-dero, las tecnologías de captura y alma-cenamiento de CO2 (CCS) ofrece dos posibles beneficios. En primer lugar,puede ampliar su cartera de opciones, dar-les más flexibilidad y más oportunidades.En segundo lugar, puede ayudarles a reducir los costos generales de mitigación.

Una serie de estudios basados enproyecciones indica que la utili-zación de la CCS junto con otrasopciones tecnológicas (comoaumento de la eficiencia de laconversión de energía, susti-tuyéndola por combustibles conun menor coeficiente de carbonoy la utilización de más fuentes deenergías renovables) podríareducir considerablemente elcosto de estabilización de las

concentraciones atmosféricas de dióxidode carbono.

Estos estudios determinaron que, en lospróximos 100 años, la CCS podría dismi-nuir el costo de la mitigación del cambioclimático en un 30% o más. También lle-garon a la conclusión de que los sistemasbasados en captura y almacenamientodel CO2 serán competitivos con otras tec-nologías de gran escala, tales como lastecnologías basadas en la energíanuclear y las energías renovables.

Otro atractivo de la CCS es quepuede completar y facilitar eldespliegue de otras tecnologíasposiblemente importantes quepodrían reducir las emisiones deCO2 a largo plazo. Entre éstaspueden mencionarse las instala-ciones que, empleando poco oningún carbono, producen hidró-geno a partir de combustiblescarbonosos para el sector del

¿Cuáles son los posibles beneficios?

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transporte, y los sistemas de energía debiomasa a gran escala, que dotados conla técnica de captura y almacenamientode CO2, pueden de hecho llegar a "emi-siones de CO2 negativas", desde elmomento en que la biomasa creada deformas sostenible elimina CO2 de laatmósfera.

Debido a la competitividad de sus costesy a la cantidad probable de capacidad dealmacenamiento, el almacenamientogeológico con utilización de la tecnolo-gía CCS podría hacerse cargo de una altaproporción (del 15 al 55%) de todas lasreducciones de emisiones necesariasentre ahora y el 2100 para la estabiliza-ción de las concentraciones de gases deefecto invernadero en la atmósfera. Elloequivaldría de 220 a 2.200 millones detoneladas de CO2 (Gt).

Para los propietarios y operadores decentrales térmicas de potencia y plantasindustriales, las tecnologías basadas en lacaptura y almacenamiento del carbonopodrían un día ofrecer un instrumentoeficaz y competitivo para limitar sus emi-siones. Sin embargo, a menos que losgobiernos adopten políticas nacionalessobre cambio climático que asignen uncosto a las emisiones de CO2, no habráningún incentivo para que los operado-res privados utilicen estas tecnologías demitigación. Todos los estudios indicanque es muy poco probable que los siste-mas basados en CCS (y muchas otras

medidas de mitigación) se utilicen a granescala, a menos que haya políticas explí-citas para limitar sustancialmente lasemisiones de gases de efecto inverna-dero a la atmósfera. Sin este incentivo,esta tecnología sólo ofrecerá oportuni-dades de nicho.

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El informe del IPCC determina que lasestimaciones para los costes actuales yfuturos de la captura y almacenamientodel carbono son bastante inciertas.Normalmente el componente de costosmás importante es el costo de la cap-tura y compresión. Este y otros costosdependerán no solamente del sistemaparticular que se utilice (incluido el tipode almacenamiento y la distancia detransporte), sino de variables como eldiseño, el funcionamiento, la financia-ción, el tamaño y la localización de laplanta, y el tipo y el coste decombustible.

En las condiciones actuales, laproducción de electricidad cuestacerca de 0,04 dólares-0,06/Kwh.(kilovatio por hora). La adop-ción de las tecnologías actualesde captura y almacenamientode CO2 elevaría este costo enuna cantidad estimada de entre0,01 y 0,05 dólar/Kwh. Este

coste se reduciría en unos 0,01 a 0,02dólares/Kwh si los ingresos de la recu-peración mejorada del petróleo com-pensaran parcialmente los costos decaptura y almacenamiento del CO2.

Cuando la CCS se compara con otrasopciones técnicas para reducir las emi-siones de CO2, se debe tomar en cuentael 10 al 40% de energía adicional queexige ese sistema para producir lamisma cantidad de electricidad. Los cos-tos de los sistemas de captura y almace-

namiento del carbono por tone-lada de CO2 evitado pueden sermuy diversos. Una parte impor-tante del potencial tecnológicototal de esta tecnología estaríadisponible a costes superiores alas de otras opciones para mejo-rar la eficiencia de energía,pero serían inferiores a los delas mayorías de opciones basa-das en energía solar.

¿Cuáles son los costes?

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Cuando se planifique la construcción deuna nueva planta, el cálculo de lasconsecuencias de la adopción CCS entérminos de costes podría influir en eltipo de planta que se escoja. La CCSpuede aplicarse a las tecnologías parageneración de potencia, tales comociclo combinado de carbón pulverizadoo gas natural. Sin embargo, los costosadicionales serán inferiores cuando laCAC se integre en nuevas tecnologíastales como los ciclos de gasificaciónintegral en ciclo combinado (GICC) y lasinstalaciones de producción de hidró-geno por pre-combustión. Si bien la mayor parte de las instalacionesactuales podrían reacondicionarse paradar cabida a los sistemas CCS, los costosserían considerablemente mayores que los de nuevas plantas con esa tecnología.

Los costos futuros de la captura y alma-cenamiento del carbono podrían dismi-nuir a medida que avance la tecnologíay que se obtengan economías de escala,tal vez en un 20 a 30% durante elpróximo decenio. Por otra parte, elincremento gradual de los precios delos combustibles fósiles podría impulsarel aumento de los costos de la CCS.

Los costos para aplicaciones de CCS nobasadas en la producción de electrici-dad podrían ser inferiores que los de lascentrales de electricidad. Para las plantas de biomasa con captura y alma-

cenamiento de carbono, los costosserían relativamente elevados habidacuenta de su pequeño tamaño en laactualidad.

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Además de las cuestiones tecnológicas y decostes, el uso de la tecnología de captura yalmacenamiento del CO2 requiere de laconsideración de los posibles riesgos sobrela salud, la seguridad y el medio ambiente,así como de los aspectos jurídicos y de per-cepción del público. Los principales obstá-culos y riesgos que deberían abordarse son:

• Fugas durante la captura, transportey almacenamiento. Las fugas localesrepentinas de CO2 de las instalaciones decaptura o conductos podrían plantear posi-bles riesgos para los trabajadores yotras personas del vecindario, simi-lares a los que se plantean en laindustria del petróleo y el gas ycon los gasoductos. La exposiciónal aire que contenga concentracio-nes de CO2 superiores al 7- 10%plantea un peligro inmediato parala vida y la salud humana. Sinembargo, la probabilidad de queello ocurra es baja.

Hay también riesgo de fuga de CO2 deldepósito geológico. Además de contribuiral cambio climático, las fugas lentas pue-den causar daños a las plantas y los anima-les. Sin embargo, la probabilidad de esasfugas sería baja en la medida en que lossumideros se seleccionen cuidadosamentey se utilicen las mejores tecnologías dispo-nibles. En el plano mundial, es probableque las formaciones geológicas bien selec-cionadas retengan más del 99 % del mate-rial almacenado durante un período de1000 años. En general, los riesgos de alma-

cenamiento de CO2 son compara-bles a los que se plantean en ope-raciones industriales similares talescomo el almacenamiento subterrá-neo de gas natural y la recupera-ción mejorada de petróleo.

• Impactos ambientales delalmacenamiento oceánico. Lainyección de dióxido de carbonoen los océanos puede dañar la vidamarina. Aunque las repercusiones

¿Cuáles son los riesgos y obstáculos?

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ambientales a largo plazo que resulten decambiar la química del océano no son cla-ras, la inyección de CO2 en gran escalapodría acidificar localmente los océanos yafectar negativamente los organismos yecosistemas marinos.

• Falta de claridad jurídica y reglamen-taria. Persiste la incertidumbre acerca dela legalidad de inyectar CO2 dentro o pordebajo de los océanos del mundo; estacuestión se está considerando activamenteen varios tratados internacionales. LaConvención sobre el Cambio Climático y elProtocolo de Kyoto también deberán esta-blecer normas y procedimientos de rendi-ción de cuentas para los sistemas CCS. En elplano nacional, pocos países han estable-cido marcos jurídicos o reglamentarios queaborden el aspecto de los emplazamientosde almacenamiento geológico. Entre lasposibles cuestiones jurídicas pueden men-cionarse la responsabilidad en el caso deaccidente o fuga y los derechos de propie-dad de los propietarios de la tierra situadapor encima de los emplazamiento de alma-cenamiento geológico.

• Escepticismo del público. En la actuali-dad, el público en general no está bieninformado sobre la captura y el almacena-miento del carbono. Los pocos estudios lle-vados a cabo hasta la fecha indican queesta tecnología puede ser percibida demanera menos favorable que otras opcio-nes, tales como el mejoramiento de la efi-ciencia de la energía o la adopción de ener-gías renovables. No está claro cómo res-

pondería el público a una mejor informa-ción sobre esta opción, frente a otrasopciones para reducir las emisiones yfrente a los desafíos más generales delcambio climático.

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El informe del IPCC llega a la conclusión deque la CCS puede desempeñar una funciónimportante en la reducción de las emisionesde gases de efecto invernadero durante elsiglo en curso. Con todo, antes de quepueda desplegarse la tecnología en granescala es necesario resolver una serie decuestiones.

En primer lugar, es necesario que la tecnolo-gía madure más. Si bien cada uno de loscomponentes de la captura y el almacen-amiento del carbono están bastante desar-rollados, deben todavía integrarseen proyectos en plena escala en elsector eléctrico. Tales proyectosdemostrarían si la tecnología fun-ciona cuando se la aplica a plenaescala y se aumentan los conoci-mientos y la experiencia en las téc-nicas de CCS. Se necesitan más estudios para analizar y reducir los costes y estimar la posible capacidad de los sitios de almacen-amiento adaptados, en particular

en las zonas en que actualmente se disponede escasos datos.

Es también necesario seguir desarrollandoel entorno jurídico y reglamentario correcto. Ello debería incluir métodosconvenidos para estimar y presentar informes sobre la cantidad de CO2 evitadomediante la técnica de captura y almacen-amiento del CO2, así como las cantidadesque podrían perderse por fugas con eltiempo. La técnica de CCS será examinadaen la próxima revisión de las directrices que

ha desarrollado el IPCC para ayudar a los países en la elaboraciónde los inventarios de los gases deefecto invernadero que exige laConvención.

Una cuestión particularmente crítica sigue siendo la de losincentivos. Es probable que los sistemas de captura y almacen-amiento del CO2 sólo sean adoptados de forma generalizada

Conclusión:¿Tiene futuro la captura y el almacenamiento

del carbono?

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para la generación de energía (sector en elcual ofrece con creces las máximas posibili-dades) cuando el precio de emisión de unatonelada de CO2 exceda de 25 a 30 dólares(en dólares de 2002) durante el período devida útil del proyecto. El precio sobre la emi-sión de CO2 sólo puede derivar de las políti-cas nacionales para la limitación de las emi-siones de CO2.

En los países en desarrollo, que no se hanfijado metas cuantificadas para la reducciónde emisiones en virtud del Protocolo deKyoto, se podría introducir la tecnologíaCCS mediante proyectos bilaterales, talescomo la nueva iniciativa de la UniónEuropea y China de construir una instala-ción de captura y almacenamiento del CO2.También podría hacerse a través deMecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), sise considerase esta técnica como elegible.Una vez más, deberán elaborarse normas derendición de cuentas para calcular y conta-bilizar las reducciones conseguidas con estatécnica en relación con los proyectos, y esta-blecer los incentivos necesarios.

Si se reúnen todas estas diversas condiciones,los sistemas CCS podían desplegarse a granescala en el sector de la energía dentro de laspróximas décadas, desde el inicio de cual-quier régimen significativo que impongalímites a las emisiones de gases de efectoinvernadero. Para materializar las posibilida-des económicas de la tecnología, serían nece-sarios varios cientos o incluso miles de siste-mas de este tipo en todo el mundo.

Atendiendo a la mayor parte de los escena-rios para estabilizar las concentracionesatmosféricas de CO2 para el año 2100, seconstruirían una cantidad significativa desistemas CCS en la primera mitad de estesiglo, pero la mayoría se construiría en lasegunda. El consenso que surge de la biblio-grafía muestra que las técnicas de captura yalmacenamiento del CO2 podría ser un com-ponente importante de la cartera generalde políticas y tecnologías que serán necesa-rias para abordar de forma satisfactoria ycon el costo mínimo el problema del cambioclimático.

Para más informaciónconsulte:

www.ipcc.ch

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El Programme de las Naciones Unidaspara el Medio Ambiente

11-13, chemin des AnémonesCH-1219, Châtelaine, Ginebra, Suiza

E-mail:[email protected] - web:www.unep.org/dec