PUBLICAS DEMOSTRACIONESDE CELEBRIDAD Y JUBILO

QUE ESTE REAL TRIBUNALDEL PROTOMEDICATO DE N. E.

HACEEN LA GLORIOSA PROCLAMACION

Y EXALTACION AL TRONO SUPREMO

DE LAS ESPANAS,DE LOS SENORES

DON CARLOS QUARTOY DONA MARIA LUISA DE BORBON

SU MUY DIGNAESPOSA,A QUIENES DIOS GUARDE MUCkOS ANOS.

Con dos Disertaciones sobre obstrucciones inflamatoriasde higado, que entreotras juzgo dicho Real Tribunal pormas dignas de la luz piiblica, y en obsequio de esta cele-bridad premio i. sus Autores, que lo son el Doftor Don

Joaquin Pio Eguia y Muro, y el Licenciado DonManuel Moreno.

CON LICENCIA.

EN MEXICO:Por Don Felipe de Zuniga y Ontiveros, calle del

Esplritu Santo.

SENIOR.

Las demostraciones religiosasy tientificasque contiene este pequeno Quaderno, fuerondedicadas d Vuestra Magestad para publicamanifestation deljubilo que inundo los kales pe~chos de los Alumnos de la facultad Medica enla faustosisima exaltation de Vuestra Mages-tady la de su mty digna Esposa al Trono delas Espanas . Este Real Tribunal, que comoCa-heza de tan Ilustre Cuerpo, debia empenarse entanta cel :bridad, confiesa lo escaso delaofren-da por carecer de aquellas proporciones nece~sarias para ampliarla conferme d sus deseosi

pero igualmente conoce que apenas habrd otraque pueda ser mas grata d el piadoso dnimode Vuestra Magestad, contimamente desvela-do por los mayores aciertos de su Reynado , ypor la salndyfeliz conservacion de sus amadosVasallos,

Nos tendremos por sobradamente felicessi llegamos d conseguir el honor del Real apre-cio de Vuestra Magestad, Este sera el mayorpremio de los que han consagrado mis talentosparaformar estas Piezas, dirigidas d la felici-dad y socorro del Publico : y tambien sera lamayor satisfaccion de este Real Tribunal pc~nerlas en el pavimento de los R, P, de V, M,que con el mas profundo respetoy filial con-fianza besamos,

SENOR.

Dr, y Mro. Joseph Giral, Dr, y Mro. Joseph Fran-Presidente. Cisco Rada, Decano.

Dr, y Mro, Joseph Ignacio Garcia Jove,

BREVE RELACIONDE LAS FESTIVAS DEMOSTRACIONES

DE CELEBRIDAD

QUE H!ZO ESTE REAL TRIBUNAL.

EL Real Tribunal del Protomedicato de esta N. E. quef en manera alguna se reconoce menos privilegiado y

distinguido, y por el tanto ni menos obligado que los de-mas Reales Tribunales e Ilustres Cuerpos de este Reyno,en la presente ocasion, en que todos estos con la generosi-dad y magnificencia que ies son propias, se empenan endar las mas expreslvas demostraciones de jubilo y de leal-tad en la gloriosa Proclamacion de nuestros Augustos So-beranoslosSenores D. CARLOS QUARTO y DONA MA-RIA LUISA DE BORBON, quisiera hallarse con fondoscompetentes de caudal, para asi dar algun desahogo a laardiente llama de amor y reconocimiento en que se abra-sa.

Pero siendo £ todos notorio, que este no teniendpfondos ni rentas algunas, subsiste con el decoro debido i.expensas de los mismos Senores que le componen, cerca-dos estos de la mayor confusion por no poder executarquanto desean en tan oportuna y feliz ocasion; habiendopropuesto en Junta general, que convoco, & todos los Indi-viduos que reconoce por miembros, la estrecha obligacionen que se hallaban y sus ardientes deseos, convinieron to-

Dos con las mas sumisas expresioties, y se esforzaron £

coacurrir cada uno por su parte quanto pudiera hasta tra-cer un fondo competente, 6. cuyas generosas ofertas dieronestos Senores las correspondlentes gracias.

Pasaron sus Senorias a dar cuenta de todo al Exmo.Senor Virrey Conde de Revilla Gigedo, y como penetraasobradamente la sagacldad y aciertos de S. E. en todosasuntos, con su superior anuencia, determinaron y resol-vieron que para obsequio mas digno y agradable de un So-benno tan solicito, e interesado por las mayores felicida-des de sus Pueblos, y que igualmente sea correspondientepara significar la vigilancia con queeste Real Tribunal, en-cargado de la salud publica, que cs el mayor bien de losVasallos, estd dedicado a ella, nada parecia mas regular enuna epoca en que se halla notablemente consternada estaCiudad, y aim el Reyno, todo por la horrorosa y tenacisi-sima enfermedad que de algunos afios a esta parte se ex-perimenta, que el convocar a todos los Facultativos, paraque segun sus conocidos talcntos y pridica, formasen unaDisertacion sobre la materia, ofreciendoles d nombre desus Magestades Soberanas premiar dos, las que entre lasdemas se reconocieran de mayor merito y utilidad, y dar-las d la luz publica, para el mayor alivio de los miserablespacientes y para universal consuelo de los habitadores deestas bellas y dilatadas Provincias. Y tambien juzgaronmuy oportuno el qnc se hicierao publicasy las mas solem-nes acciones de gracias al Todopoderoso por su soberanadignacion en habernos dado tales Prfncipes, implorandode su Mages tad suprema los auxiiios y gracias correspon-dicutes para las mayores felicidades y acierto en su Rey-nado, que tauto nos interesan, a cuyo fin parecia muy con-veniente destinar una parte, proporcionada del fondo co-ledado, que repan ir entre pobres vin das de Facultativos,medio poierosisimo para alcanzar del Senor semejantessocorros.

Ea credo, el dia 6 de Abril del ano de 90, eulaIglesia del Sagrario de esta Santa Catedral Metropolitans

se verified con quanta solernnidad fue posible csta fnncion,de que se did piiblica noticia por la Gazcta Polilica de13 del mismo mcs y ano.

Y como por la misma Gazeta se hicieron sabedo-ras las Viudas de los Profesores, que se intentaba repar-tir entre ellas algunas limosnas, comenzaron a ocurrir yde hecho sehan socorrido las de los Profesores de Pdedici-na, Cirugia y Fannada.

Por la Gazeta de 18 de Mayo del mismo ano seconvoco d todos los Facultativos del Reyno para quebaxociertas condiciones, formaran unas Disertacioncs sobre lasobstruccioncs inflamatorias de Mgado, que con tantacrueldad nos oprimen, ofreciendo que entre las que se pre-sentaran dentro del plazode dos meses, se elegirian con to-da iraparcial'idad dos, y se le daria alguna gratificacion isus A utores a n ombre de sws Magestades, y baxo el mis-mo se darian a las prensas para el mas digno premio deellas, y para la comun utilidad y beneficio del Publico,

Efedivaraente, dentro. del plazo propuesto se pre-sentaron once piezas digtias dela aplicacion y talentos deunos Profesores tan juiciosos como reconoce este Real Tri-bunal por sussubditos; y aunque este ba sentido sobre ma-nera el que no todos los que podian hubieran presentadolas suyas, ya por las notables ocupaciones y enfermedadesde unos, ya por aquella prudente desconfianza de si mismos,queengcndrala mayor instruccion en otros; ultimamenteeli-gid entre ellas una del Dodlor D. Joaquin Pio Eguia y Mu-xo Catedratico Regentequefue de Visperas de Medicina enesta Real Univcrsidad, Medico del Fiospital general de S.Andres, y Promotor Fiscal de este Real Tribunal, y laotra del Licenciado D. Manuel Moreno Profesor publicode Cirugia y primer Cirujano en los Reales Hospitales deNaturalcs y en el referido de San Andres, y Diredor delReal Anfiteatro Anatomico, a quienes este Real Tribunaldid las correspondientes y mas expresivas gracias por elcmpefio y aplicacion con que en bicn publico, servicio de

4sus Magestades Augustas, honor y lustre de la facultad sehabian dedicado & trabajarlas, y ofrecio tambfen a cadauno en sehal del premio que tan justamente merccia dosonzas de oro.

Asi dio este sabio y zeloso Tribunal el lleno de lu-cimiento y explendor que exige la solemnidad de un tiem-po tan plausible; pero como lo excesivo de sus afedos ylo recomendable de los objetos de tan justa celebridadaun pedian , sino mayores obsequies en lo substancial, alo menos mucho mas extensas demostraciones de recono-cimiento, siempre queda confundido de no poder executarlas que imagina, aunque por otra parte se consuela pene-trando, que si los meritos y relevantes prendas de unosSoberanostan heroicos,pudieran ser dignamente recompen-sados por sus Vasallos, tendrian estos la iimkacion que deninguna raanera pueden tener.

DISERTACIONSOBRE LAS OBSTRUCCIONES

INFLAMATORIAS DE HIGADO,Que el Doctor DON JOAQUIN PIO EGUIAY MURO presenta al Real Tribunal del Proto-

medicato de este Reyno &c.

Lapsis sucurrere Amiciisconveniens nostris moribus esse puta.

EN el plausible tiempo en que todo este nuevo mundose empena en celebrar la exaltacion al Trono de un

Monarca que igualmente con la Corona heredo de su he-roico Padre el zelo y amor a sus Vasallos, no podia rae-nos la conocida lealtad, exaditud y vigilancia como la delReal Tribunal del Protomedicato de esta N. E. que em-penarse en solicitar nuevos, exquisites y los mas carade-risticos modos de tributarle. reconocimiento, vasallage yfidelidad.

Nadie podrd dudar de esta verdad, si atiende conla debida reflexion la solicited con que por la Gazeta Po-litica de 18 de Mayo de 90 convoca a todos los Profeso-res del importante no menos que honorifico arte de curar,para queformaranuna instrudiva y metodica Disertacion,

con el fin de eximir en la parte que sea posible a los Kabi-tantes de este Reyno de las nuevas en su modo y funestfsi-mas obstruceiones inflamatorias de hfgado que de pocosanosd esta parte se experimentan, ofreciendo en beneficiodeb Publico y en obsequio de tanta celebridad, no sola-mente premiar las que se juzguen sobresalientes, sino tarn*bien darlas 1 la luz publica por medio de las prensas, tan-to para el mas digno premio de sus Autores, quanto paraque los Facultativos de merito, teniendo un nuevo apoyosobre que discurrir con mas acierto en estas curaciones,resulte mayor el numero de beneficiados. A vista pues, deun pensamiento tan brillante, y de un fin de tanto interes,

no conoce que no se podia imaginar obsequio maspfoporcionado ni mas sublime demostracion de fidelidadhacia un Soberano como nuestro amabih'simo Senor el Se-fior DON CARLOS QUARTO, a quien Dios prosperemuchos anos?

Tres altisimos fines (que cada uno parece disputapara si la primacia) son los que debs llenar el que intentetomar la pluma en esta ocasion. El primero: el consueloy alivio del Publico, cruelisimamente atormentadopor unmal horrendo, tenaz, casi epidemico y muy anomalo ynuevo en su historia. El segundo: que satisfaeiendo este es-collo, seauna obra digna para demostrar el correspondien-te jiibilo, reconocimiento y amor hacia un Soberano quetan £ los principles de su feliz Reynado nos esta dandolas mas genuinas pruebas de su empsno y solicitud por lamayor felicidad desus Pueblos. El tercero: que pueda dartodo el lustre que exige un Tribunal tan respetable, y quepone todo su conato en satisfacer completamente los altosdesignios de su Magestad, haciendole manifiesto quanto seinteresa en el debido cumplimiento de su importante des-tine.

La debilidad de ingenio y la falta de proporcio-nadas qualidades que en mi con toda sinceridad reconoz-co, me debian apartar de una empresa de tanto tamano;pero me alienta sobremanera la consideracion de que

tnanifestando & tan sabio Tribunal mis debiles produc-ciones, le doy la mas sobrada prueba de que pcnetradodel mismo espiritu que el se halla, quiero, aim a costade la justa censura de incauto, a que me expongo, manifes-tarle mi gratitud, mi lealtad y deseo de contribuir al be-neficio de mis semejantes: otros tres nobilisimos objetos,que haran disimulable mi arrojo y temeridad en una em-presa, que si a todas luces es interesante, a ninguno se leocultan las gravisimas dificultades que incluye,

Los Autores tcdos que ban escrito de Medicina, ycasi la misma razon natural nos enscnan, que para el me-jor acierto en las curaciones, se ban de investigar con lamayor solicitud las causas de las enfermedades; mas comola prolija inqu isle ion de estas contenga en si casi insupe-rables dificultades, no ban faltado Filosofos de la mas se-ria meditacion, que hayan computado entre los hombresmas Felices a aquellos que ban conocido las causas de lascosas.

El medio mas proporcionado y conducente a tanimportante fin, y de que se ban valido aquelios mas cele-bres Escritores, ha si do el referir con la mas exquisita pro-lixidad y exadtitud la historia de las enfermedades; y ha-ciendo yo en esta ocasion todos los esfuerzos posibles porimitarlos, no omitiendo nada aun de aquello que parecemuy anterior a esta historia, creo que executare quanto espermitido en el caso; pues una positivay absoluta decisionen esta materia, todos conocen bien quanto encierra en side temeridad, y quanta falta de reflexion y de solidez su-pone.

Lo primero que debemos tener presente para en-trar en esta historia, es, el que de algunos anos i esta par-te se ha observado en nuestro emisferio una notable va-riacion y trastorno en las estaciones del aiio. El calor ca-si succesivamente en cada una lo experimentamos mas in-tense: las lluvias 6 se ban retardado,6 anticipadas ban fal-tado en la mejor ocasion. Pero lo mas conducente a misxeflexlones ha sido una extravagante alternativa aun en un

8mismo dia, ya de un calor excesivo, ya de un frio pene-trante, ya presentarse tres 6 quatro dias continues que pa-rece anuncian una fuerte helada, y ha resultado despuesun extremado calor, no habiendo acontecido pocas vecesque este en undiasirva de anuncio a una extemporaneahelada en el siguiente.

Examinemos ya el resultado de tales disposiciones.En el Estio del ano de 83 se notaron muchas fiebres ma-lignas biliosas, y en el Otono del mismo afio, despues deunos quatro dias de continuas lluvias nieves, se comenza-ron a experimental unas horribles pleuresias y pulmoniasbiliosas, 6no se si diga mejor unas violentas y malignasfluxiones inflamatorias, que atacando a un mismo tiempotoda la cavidad y entranas del pecho, y tambien al higa-do y otras partes vecinas, pusieron en la mayor conster-nacion d esta Ciudad, y principalmente a la mayor partede las familias de distincion, a donde parece fueron susprincipales tiros, quitandonos de en medio dentro de trein-ta 6 quarenta horas a muchos individuos con tanta ano-malia, que no fueron pocos los que perecieron en el mismodia en que se juzgaban libres ya del ataque. No se dexo deexperimental' semejante estrago en todo el Reyno, aunqueno con la extension que aqui lo sufrimos.

En este tiempo se explicaba (como es costumbre )en el Real Anfiteatro del Hospital Real de Naturales laAnatomia prlftica, y con este motivo se observaron mu-chos cadaveres danados de la gangrena en todas las par-tes dichas, y llegado el dia de explicar el higado, nose pu-do esto verificar, aun proporcionados siete cadaveres, porhaberse registrado en todos esta entraha agangrenada: porloque avisando uno de los Pradicantes, que acababa de es-pirar un muchacho, que sin otro aparato que el de una an-gina, en tres dias se creia haber muerto, se mando traereste y se encontro universalmente danado en las fauces,pulmon, pleura, mediastino, diaphragrna e higado.

Continuo esta epidemia hasta pasado Febrero de84, y en este y en el siguiente ano se observe grande esca-

9sez de lluvias, notable raortandad de ganados, y escasezde viveres especialmente en tierra adentro, en donde severifiedmurieran algunas gentes de hambre.

En el Verano de 8$ casi en todo el Reyno se ob-servaron unos catarros muy acres, que acometian con talvehemencia, que en una noche se inftcionaba toda una fa-milia, de manera, que en el corto espacio de una semanacasi se puede asegurar que las tres quartas partes de lasgentes sufrieron semejante accidente, bien que en estos diasno se advirtio que algunos murieran. La mayor parte delas personas que fueron tratadas con metodo, y principal-mente las que usaron del vinagre 6 zumo de limon en lasbebidas, convalecieron perfedamente: no corrieron igualfortuna las que no fueron asi tratadas; pues quedaron conel color muy perdido, el semblante muy triste, muy cai-dos de fuerzas, con rnucha inapetencia, mal sabor y muysarrosa la lengua, con fiebre lenta, evacuaciones biliosas,y otras senates, de suerte que aun despues del ano muchosenfermos que llegaban a nuestras puertas (pues los maseran pobres) venian en estado de mucha aproximacion isn muerte. Yo me atrevo a asegurar que aquellos semblan-tes que entonces observe, son los mismos que ahora notoen ios pacientes de cuya enfermedad debo tratar. En elmismo ano de 85 y en el siguiente de 86 no se dexaronde observar tambien fiebres malignas biliosas de muy ma-la nota, y desde eutonces aca las diarreas y disenteriasse advierten de peor condicion y renuencia que antes.

Tomada asi aun tan de antemano la historia gene-ral, pasemosa la particular deeste penoso accidente, cuyanaturaleza se inquiere. En ella, ante todas cosas se debeadvertir, que asi en el modo con que ban sido acometidoslos pacientes, como en sus progresos,urgencia de sintomas,duracion y terminacion, se ha visto una gran variedadaun en aquellos miserables que casi han terminado de unmismo modo, v. g. por diarreas 6 escupiendo el material,6 que bien aparentado el tumor se han abierto.

Y asi habiando por lo general, y de aquellos enfer-

mxs que hemos asistido casi desde los principios, asf yoeoaio oti'os facultativos de juicio, cuyos informes he pro-curado tomar para hablar en esta ocasion, hemos obser-vado que han sido acometidos como de una fiebre catar-ral vehemente, con dolores vagos en toda la cavidad vi-tal, 6 como de unas pleuresias, sintiendo igualmente conla fiebre aguda, punzada sobre las costillas, y teniendo al-gun espnto desangre 6 como de una cardialgia humoral,6 como de un dolor colico, ambus circunstancias que nobien notadas por algunos incautos, han dado motivo a cu-raciones extraviadas y de fatales resultas. De semejanteataque, unos dentro de cinco 6 siete dias, y otros a los once,se han creido fibres, aunque resentidos del dolor, so-bre toda la region del hfgado, principalmente de aquellaporcion de este que cubre al estomago. Entre tanto cl do-lor se ha aumentado hasta hacer esta region muy sensiblea la impresion de los dedos: la tumorosidad se ha hechopalpable y muchas veces visible: la fiebre lenta con algu-nas exacervaciones notables, ha sido constante en todos:una gran lasitud de miembros, el color notablemente per-dido, el semblante ylos ojos muy tristes, con cierta turba-cion en la blancura de la adnata, y la lengna recargada desaburra biliosa,casi han sido las sehalescaraclerfsticas, vo-mitos flavos 6 verdes, muy acres y amargos, las orinasmuy encendidas y perturbadas, ansias, calor notable, fal-ta de apetencia y, de sueno, estitiques de vientre a los prin-cipios, aunque muy de diverso mode, todos los han sufri-do; creciendo el mal tambien los sintomas han tornado in-cremento. Algunos enfermos han permanecido largotiempo en un estado, que parece no van a peor, pero noban podido abanzar cosa alguna en la mitigacion de losprincipales sintomas. En muchos de estos miserables pa-cientes han sido los dolores continues y vehementisimos,extendiendose estos por todo el lado hasta llegar al hom-bro, sin encontrarse anodyao alguno bastante a darlesali-vio considerable.

Aumentado el mal ban sobrevenido diarreas y di-senterias biliosas muy cruentas y fetidas, el calor entoncesy las ansias, la inapetencia, la falta dc sueno y la lasitudban urgido notableQiente: la postura menos incomoda pa-ra estos miserables ha sido reclinarse casi supinamente so-bre inuchas almohadas: en pie estan siempre encorbadossobreel lado derecho, el dolor se aumenta, y se ies impi-de el andar: la respiracion se les fatiga mucho: el tumor,aun haciendose bien manifiesto, ha dado mucho que dudari los mas diestros Profesores, sobre el estado de supura-cion, y mucho mas sobre su adhercncia. Verificada lasupu-raclon ha sidocomo nos lo previene el gran Boerhave, muyimperfeda, y aun en algunos que abiertos los tumores banconvalecido, ban temido mucho los Facultativos, puesjuntocon un material perfedto, ha venido otio de muy mal apa-rato.

En estado de mayor abance del mal, a mas del au-mento de las diarreas y disenterias, y la mayor maligni-nidad de ellas, ban venido tambien copiosos esputos de unmaterial de muy mal aspedlo y fetor, habiendo sucedidoque a mas de unas y otras evacuaciones muy copiosas, clmaterial como redundante y extravasado, hay a aparecidoen forma de tumor, 6 bien sobre la misma region del hi-gado, 6 bien sobre las costillas mas superiores; y abiertoeste, como ha sido preciso, en ninguna manera ha contri-buido ni a dar algun alivio a los pacientes, ni a disminuirla copia de las evacuaciones; y en tan lastimoso estadounos en quatro, otros en nueve, quince 6 mas meses, hanperecido miserablemente.

Muchos cadaveres se han inspeccionado, y se haobservado en ellos notablemente destruida esta entraua,perforados los intestinos, comunicado el dano 6. las partesvecinas, como se noto el aho de 83. La cantidad de mate-rial ha sido tanta, que aun habiendola evacuado los pa-cientes por muchos meses en la copia que he dicho, contodo se ha encontrado notable porcion en los cadaveres, yalguna ,vez hasta el pericardio lleno de el.

Aunque algunos de estos enfermos han terminadoen hydropesias ascytica y anasarca, en ninguno se haverificado que la obstruccion inflamatoria haya degenera-do en schirrosa,comoalgunos han pensado, persuadidos aca-so para ello de notar la pennanencia del tumor por mu-cho tiempo como en un estado, y sin tomar mas incre-mento los demas sintomas.

Siendo, como he dicho, tanta la variacion que se hanotado en estos enfermos, esta es la mas exafta historiaquepuedo hacer de esta horrible enfermedad. Si a el la junta-mos las precisas nociones que un verdadero Profesor debetener de la obstruccion en general, de la inflamacion cngeneral, y tambien de la particular del higado, y diversasespecies de idericia que de ellas resultan, me parece quese tiene una completa idea de que este mal no cs otra cosaque una verdadera obstruccion inflamatoria cn cl b/gndo.

A la verdad, que leidos con atencion los dicbos tra-tados en el solidisimo Boerhave, y su digno Disdpulo Vans-wieten, no puede quedar razon alguna para dudarlo, nitampoco creo que haya sintoma por anomalo y terribleque se presente, que no se vea en ellos explicado rauypor menor, y con la solidez y claridad que acostumbran.

Alii se nos hace ver que esta entrana es de las ma-yores que encierra nuestra fabrica, y que es una glandulade muy particular construccion y artificio, destinada paraseparar el humor que conocemos por colera, de tanto usoy necesidad en la economia animal: que este humor se se-para de una muy considerable cantidad de sangre, que esllevada a ella por la vena llamada porta, cuyo calibre esde tanta consideracion, que por esto acaso creyo la An-tiguedad que esta entrana era la peculiar oficina y propioelaboratorio de la sangre. AIH se nos manifiesta que estacomo las demas partes de nuestro cuerpo, tiene tambienpara su nutricion una arteria propia, que es un ramo de lacfcliaca; se nos advierte la diversa constitucion y crasituddela sangre en estos dos generos de vasos, puesla de la por-ta, como residue de la que ha servido a la nutricion de las

partes contenidas en esta cavidad, es mucho mas espesa,despojada de particulas floridas y espirituosas, y la de laarteria es dotada de todas aquellas precisas condiciones desubtileza, espirituosidad y perfeda constitucion que se re-quiere para la nutrition*, por lo que necesariamente debe-mos inferir, quan diverse es el movlmiento circulatorio enestos vasos, y mucho mas sabiendo que las venas carecende aquellos movimientos portentosos de contraccion y di-latacion de que adorno la naturaleza a las arterias. AIH senos manifiesta la admirable distribucion por toda la subs-tancia del higado, asi del gran numero de vasos venososcomo de los arteriosos, y el armonioso enlac ede unos yotros con los que se Hainan poros biliarios, que llevan estehumorya separado para conduclrlo a su propio receptacu-lo; tambien se nos instruye de la diversa constitucion ynotable diferencia que hay de este humor, caminando pordichos vasos, a la que se advierte en el contenido en su ve-giguilla, la qual por otros condudos propios derrama suc-cesiva y proporcionalmente en el intestino duodeno la pre-cisa cantidad de este humor; luego debemos entender queobstruidos estos condudos, y lleno demasiadamente estereceptaculo, regurgita el dicho humor hacia los dichospo ros, los ensancha mas de lo natural, y entonces se verifi-ca lo que vulgarmente conocemos por idericia flava &c,&c. Se nos ensena tambien, que la substancia de esta en-trana no es muscuiosa, sino de aquella naturaleza que losantiguos ilamaron parenchymatosa, y que las membranasque la envuelven son muy tenues. Finalmente, se nos diceque hay en esta entraha, como en todas, numero compe-tente de vasos lynfaticos y de nervios: luego necesaria-mente debemos inferir que verificada la detencion de uno6 muebos globulillos sanguineos en los fines y ramos me-nores, asi de la vena llamada porta (que entrando en estaparte, se divide casi indefinitamente en muchos ramos, y es-tos en otros, haciendo funciones de arteria) como tambienen los fiqes de la arteria propiamente tal, se verifica laobs-truccion inflamatoria. Asimismo debemos estar entendidos

dela gran diversidad de resultados,quandoesta obstructionse hace en unos vasos, 6 en otros. jPero quanto mayoresestragos y feaomenos deben seguirse y presentarse a nues-tra vista, segun el mayor 6 menor numero de vasos obs-truidos. segun la diversa crasitud del humor que unos yotros contienen, y quan horrible serie de tenaces y funes-tos sintomas debe seguirse al paso que vaya creciendo elnumero de vasos danados? La rupcion de unos, la totalobturacion de otros, la notable compresion que por estaobturacion han de sufrir los vasos entretexidos en ellos: laregurgitacion del material y confusion de los humoresunos con otros; luego no se nos puede hacer extrano ennera alguna, ni la lentitud con que vemos por lo comuncaminan estos enfermos; pero ni tampoco nos debe sor-prender ver tnorir a otros casi repentinamente y con tan-to estrepito: luego bien entenderemos baxo tales supues-tos, el porque unos enfermos siente.n dofores agudisimostan propagados y tan sin mitigacion, y otros no los padez-can con tanta crueldad; luego no debemos adrairarnos queno siempre tengan los paclentes escalofrios sensibles: lue-go no se nos esconde la causa de aquella notable lasitud,la de las exacervaciones de la fiebre; la de la notable mu-tation de color y tristeza del semblantey de los ojos; ladelas diarreas, disenterias y esputos. En una palabra, nadapor extrano y grave que sea de lo qne observances en es-tos enfermos, queda por explicar en los citados tratados;por lo que no siendo concedido ni aun i. entendimientossuperiores al mio, abanzar algo de utilidad en esta parte,me parece muy conforme a la prudencia y muy justo res-pedlo de instruccion que ad vierto en los Profesores, no de*-tenerme mas en este punto*

Como mi principal intento es referir por menor ycon toda sinceridad lo que he observado, aunque no se meoculta el mode de pensar en el dia acerca de los conta-gios; con todo debo decir que he conocido siete familias,y que en una murieron seis, en otra quatro, en las otrasquatro a dos; y en una uno solamente, que hacen el numero

de diez y nueve que murieron, pues una que me toco ensuerte asistir liberto, mediante la operacion que se le hizoen tiempo proporcionado: entre las demas familias aunqued otros siete enfermos se hizo esta misma operacion; perofue ya despues de haber llegado aquel fatal estado que hedicho.

He procurado hacer manifesto que se tiene unaidea competente y un verdadero conocimiento de la natu-xaleza de este tan horrible accidente y de los graves y fu-nestos sintomas que le acompanan. No me atrevere a nse-gurar que sea tan facil atinar el porque en tanta serie deanos como precedieron al citado de 83: jno se observe se-mejante accidente en este Reyno, y despues de esta epocanos ha puesto en tanta consternacion?

Bien penetro que de la historia presupuesta se per-cibe claramente quantas causas han concur rid o despues detan extrahas mutaciones, qualcs hemos observado en lostiempos, capaces de alterar yacn inspisitud, ya en acrimo-nia al humor que conocemos por colera; pero aun con to-do me parece que en decidir sobre la causa cficiente y for-mal de esta epidemia, se aventura mucho que pueda exci-tar las plumas de verdaderos crlticos, y escandalizar a losmenos instruidos-

Y como quiera que en muchas partes de la admira-ble obra del ya citado y nunca bastantemente alabadoBoerhavc, vemos esparcidas muchas scntencias que nosprevienen, que slendo tanta la imposibilidad que hay enhac2r un perfedlo escrutinio de la naturaleza, nos debemosconrentar muchas veces con observar los fenomenos, sininquietarnos en inquirir los rnodos con que se han produ-cido: y asi mismo, como el celebre Cornelio Cclso ( aqulen per el grande acierto con que escribio de Medicina,pudiera cirarse como a uno de los mas diestros Profesores)nos haya prevenido que no importa tanto cl saber las cau-sas que producen una enfermedad, quanto las medicinasque la puedan corregir: y finahnente muchos de los mascelebres Escrilofes del dia nos hayan hecho ver quan ad-

mirable se muestra la Divina Providencia en no hacerperfedo poseedor de los arcanosde la naturaleza al hom-bre miserable y limitado, sin que por esto dexe de ser utila la sociedadcon sus conocimientos, y por ellos acreedor alos mayores elogios. En atencion, digo, a tan solidas con-sideraciones, me parece que para establecer una mctodicacuraeion de un tan penoso mal, nos basta con lo que se nosenseha por Autores tan recomendables, y que hablan fun-dados en los solidos y ciertisimos principles de una prolixaanatomia, y de una exafta y circunspedta Physiologia, ycon arreglo e instruccion sobresaliente en la naturaleza yvirtudes de las medicinas que proponen.

Pero antes de tratar de este metodo* me parecemuy oportuno advertir, que aunque es constante que des-pues de los mas poderosos esfuerzos de Profesores. muy ha-biles, hemos visto perecer a muchos enfermos, se debe no-tar que la mayor parte de estos ocurre despues de que elmal ha tornado tal dominio y extension, que casi ha aniqui-lado en ellos la mayor parte de las funciones de la natura-leza, en cuyo estado era necesario una universal reraocionde todas las causas que a esto concurren, 6 un verdaderomilagro para curarlos*

A la verdad que nos debe de llenar de la mayorconfusion, y cubrirnos de horror, el reflexar lo que acon-tece en materia tan delicada como la curaeion de las en-fermedades graves, y en punto de tanto interes para elhombre como es la vida. Unas gentes se muestran tan in-sensibles y omisas, que no solamente no buscan en tiempooportuno el remedia, sino que con insensatez reprehensi-ble se abandonan a excesos imponderables, capaces a dara su accidente no solamente mayor fuerza, sino unamalignidad inexplicable e insuperable por todo humanesocorro. Otras personas se curan, es verdad, pero con tan-ta altaneria, tropelia y recarga de medicamentos, que nosolo au men tan y agravan los sintomas de las enfermeda-des, sino que aceleran notablemente su muerte. MuchosAutores de la mayor nota tratan de esta materia y con ra-

zones solidisimas, con reiteradas experiencias, y con lasmas repetidas y circunstanciadas observaciones nos hacenbien manifiestos semejantes errores, y lo opuestos y con-traries que son a lo intrincado y arduo de los accidentesque pueden oprimir y atacar una maquina tan delicada yarmoniosa como nuestro cuerpo, y al grande tino y pro-lixidad que pide el arte de curar y restablecer esta ma-quina; pero excede sin comparacion el m'miero de los ne-cios al de los hombres prudentes. Motivo porque aun-que tanjusta esta apologia en honor de una facultad nosolo elogiada de asainbleas respetables, ni solo condeco-rada de los. Soberanos mas autorizados, sino recomendadadel mismo supremo y universal Senor de todo lo criado,yo la omitiera en esta ocasion, si no entendiera que muchoshombres de juicio muy instruidos e imparciales se condue-len y lamentan con los Profesores de esta desgracia, y laconfiesan por la mayor en la penosa y laboriosa carrerade las curaciones, y asi conel honesto fin de ver si acasose hacen mas cantos y prudentes en esta materia algunosindividuos menos tenaces e indolentes, me atrevo a pro-moverfas^

No son pocosy por la infinita misericordia y bondad,y gracias a la conocida aplicacion, juicio y solicitud demuchos Profesores de esta Corte, los pacientes que se hanlibertado de tan horrendo mal, aim en estado muy deplo-rable, y que por la malignidad del material, 6 porque esteha tenido nueva entrada, ha producido en ellos nuevas re-caidas por una 6 mas ocasiones. El metodo que estos hanseguido en su curacion, y que yo he procurado sostener,guiado de aquellos solidos fundamentos que ya expuse, esel que voy a proponer sencillamente.

En los principles he mandado al gunas sangrias, contodo el arreglo y debidas reflexiones con que estas debenpermitirse como tan poderoso socorro en toda inflamacion;pero atendiendo alo largo de este mal, no he insistido enellas, y mucho mas advirtiendo que por lo general no se hanotado en estos enfermos una verdadera y universal pie-

thora. Esta advertencia me ha hecho usar con mas liber-tad, y aun en estado mas abanzado del mal, de las sangui-juelas sobre la region dahada, cuyo exito ha sido muchasveces felidsimo; pues desde el instante en que se hau apli—-cado, han comenzado a sentir alivio los pacientes, y algu-na vez una pronta y total mejoria.

He usado de dos escrupulos de cremor y lino denitro por mahana y tarde, encargando a los enfermos lar-gas tornas de cocimientos diluentes antidogisticos y anti-putridos, con tma competente cantidad de vinagre de Cas-tilla y miel virgen.

Los simples para los cocimientos han sido, la ceba-da, la havena, la raizde chicoria, de gramma, de espar-rago 6 de altea, las flores de sauco yde borrajas, perocuidando de no recargar muchas cosas de estas en un mis-mo coclmiento.

Si la evacuacion ha estado escasn, he aurnentadola dosis del cremor 6 he dado tin par de dracmas de el enquatro onzas dc tintura de ruibarbo, y tina media onza depuipa detarnarindos, 6 he usado lavativas de coclmientoemoliente con jabon y mvel comun.

He procurado que la pane dahada se foments re-petidas ocasiones con cocimientos emolientes, resolutivesy antiputridos, los que he preferido £ las unturas, porquanto estoy convencido por la prablica,, ds io mismo quenos previenen autores exaclos, de la mucha urilidad deaquellos, y las graves resuitas que estas pueden traer enciertas ocasiones.

Continuando el mat, he insistido en los dichos co-cirliicntos, usando tambien y con el feliz exito del arcanoduplicado, del tartaro marcial soluble, y de la mixtura deMasdeval, usada esta en repetidas, pero rnuy moderadasdosis, huyendo siempre de excitar ei vdmito. A la verdadque igno.ro como sab'icndo un Medico qua! es la accion devomitar, y las partes qne en e’Ua se conmuevcn, seatrevaa excitar con vomitos esta entraha in 11amada, 6 recargadade humores tan maiignos y acres quales se suponen eri cste

y

estado: lie administrado tambicn graduadamentc del vinoantimonial de Huxan, que ha probado muy bien.

He dado con bastante milidad las pfldoras com-pirestas de iguales partes de Jabon de Venecia y del crc-mor con una quinta parte del ruibarbo en cantidad de unescnipulo 6 media dracma por manana y tarde: he admi-nistrado tambien el kermes mineral con alcanfor, hastatres 6 quatro granos. de esta masa en cada dosis, y en esteestado he avivado mas las fomentaciones con la disoluciondel jabon de Venecia y la salamoniaco.

En estado de mayor gravedad he alternado las di-chas pozimas con el vinagre y las referidas sales con losmismos cocimientos, sin el vinagre y sin las dlchas sales,para medlar la leche,. usando echo 6 diez dias unos % y dcs-pues otros rantos de los otros.

No lie visto en este estado obrar a ninguna de laspropuestas medicinas con la ventaja y milidad que alether vitriolico- mezclado en fgual cantidad con el espfri-tu de trementina, usad'o esto desde pocas gotas hasta lie-gar a las sesenta 6 mas, y de hecho he experimentado sus-admirables efedtos en deobstruir esta entraha, muy con-formes con lb que se nos asegura por los" ensayes de la aca-demia de Dijon aeerca de la disolucion de los ealculosque en ella se engendranr atendiendo a la volatilldad deesta medic ina, he administrado en ei tiempo de sir uso lasmedias leches 6 leche de hurra, y he creldo que no tienetanto lugar en los principles, qnando la inflamacion y lafiebre estan con mayor vehemencia..

En cl estado de las diarreas y disenterias he sus-pen dido esta medic ina y las pfldoras y sales dlchas, y so-lo he insistido en la media leche con coeimiento de laeorteza peruana, en el coeimiento de pan con cortezas deeidra, en el uso de la azucar rosada, el de la goma arabi-ga, y en las lavativas y fomentaciones anodinas*

En el estado de la supuracion 6 expedloracionsolo he usado de la eorteza peruana, y alguna otra yerhavulneraria para cocimientos con que medlar la leche, en

el largo uso de la azucar rosada, de la leche de burra yalgun lamedor balsdmico. Aunque he usado del quauteco-matl, y de la cicuta, no puedo asegurar bien de lo particu-lar de sus efedtos; no me parecen remedies importunesy mucho menos peligrosos en este accidente, y asi no duda-re usar de ellos.

La aplicacion del caustico sobre la parte la he juz-gado oportunaentre otras cosas para ayudar en algun mo-de a la adherencia del tumor, cosaque tanta dificultad hacostado aun aparatando por instantes su consecucion: a es-te fin he usado de varias cataplasmas y emplastros de losusuales.

Bien me he impuesto de que todo el fin en tan hor-rible accidente es la atenuacion y disolucion de un mate-rial tenacisimo, casi terreo, coleftado en una entrana quecarece de movimiento, y por eso esta disolucion se haremucho mas dificil; pero como por loscitados tratadosestoyinstruidq de la grande aerimonia deel, y por la adual ex-perieacia y reflexion sobre las historias presupuestas tengobienentendido el grado excesivode aerimonia y malignidada que llega: y asimismo se me hay a hecho saber que estaaerimonia es la causa de las funestas y cruelfsimas diar-reas, disenterias y esputos, y que movldo sernejante mate-rial con estrepito, es la poderosa causa de las muertes vio-lentas y repentinas que con notable sentimiento hemos vis-to, 6 que su mistna aerimonia, fundiendo los humores, cau-sa los derrames de ellos, la ulceracion y perforacion de losintestines y demas tan horribles fenomenos que hemos ob-servado, me he abstenido del uso del mercuric, de los banostermales, de algunos purgantes que operan con violencia,excitando aun mismo tiempo con la evacuacion fecal laorina, el sudor y el esputo, que no pocas veces han enga-nado a los miserables pacientes, para que despues 6 mue-ran mas breve, 6 con estrepito notable, comoalguna vez hepresenciado, 6 me he informado radicalmente en los lan-ces que no he visto. Aun el uso de los banos comunes ytemplados lo he observado muy nocivo, de manera que es-

ta observation meba becho prognosticar algunas veces cnque ios enfermos ban insistido endarselos de su mayor gra«vedad en lo pronto, y por consiguiente de la cercania de sumuerte, como se ha verificado.

La dieta que he aconsejado a estos enfermos ha si-do, que respiren, quanto ban permitido las circunstancias,ayres mas puros y frescos, quanta quietud de animo ha si-do posible y exercicio muy moderado: que se abstengande las carnes, solo permitiendo las de polio, ranas, cl pes-cado bianco y los ajolotes, el uso de yerbas y ensaladascocidas: algunas frutas, los caldos con yerbas apropiadas:las almendradas, el atole y algunos gnisados de leche, se-gun han permitido las constitucioncs de los pacientes.

Finalmente, seguir con quanta exaftkud me ha si-do posible las grandes y prudjntislmas maximas del soli-dfsimo Boerhave, ha sido y sera siempre todo mi cuidado,y no perder de vista a aqueila exadla menudencia con quepreviene cada evento en todas las enfermedades, y en suscuraciones, es lo que jnzgo sc puede unicamente llamares-pecifico y segurisimo medicamento de esta y otras tan gra-ves y penosas enfermedades.

Estoy bien persuadido de que siguiendo un Profe-sor con constancia y eficacia tan prudentes inaximas, qua-les se registran en sus preciosos escritos, aunque experi-mentara uno ii otro estrago, no seran tan freqlientes: qneaunque algunas voces se frustren sus deseos en el alivio delos enfermos, no seran tantas, y como por dichos escritosya csta prevcnido de esto mismo, no sera la inquietud y so'bresalto tan grave e importune; y finalmente muchisimasveces logrando el fruto de su trabajo, sera util a sus seme-jantes, y el fragosisimo y muy expuesto camino de dirigirlas curaciones, lo caminara con algunas menos inquietudesy descon suelos.

Es constante que cada dia vemos usar a los pacien-tes, de todas 6 casi todas las medicines que hasta aqui hepropuesto; pero ;que mucho no admiremos mas y mas susconocidas y prodigiosas virtudes, quando advertimos la

ridiculeza de las dosis en que se administran: la ningunadistincion de circunstancias para su administracion, quetanto se nos encarga: la altaneria con que sin aguardar aobservar sus efedos, se muda de ellas a cada paso; la osa-dia con que se mezclan unas con otras sin estar cerciora-dos de antemano del resultado de tales mixtiones: la re-carga, tropelia y ninguna reflexion con que se administran,y otros muchos crasisimos e indisculpables defedos, de queya estamos sobradarnente prevenidos, y que ban dado mo-tive a unas cnticas verdaderamente agrias y perniciosasde algunos escritores, a las justas exclamaciones de mu-chos Autores juiciosos y de muchos hombres instruidos, ya la lastimosa quexa del mismo Prihdpe de la Medlcina, en fque exclama, que esta es por si la mas ilustrey distinguidade las artesi pero la ignorancia de Jos que la exercitan , y larudeza del vulgo que estima y juzga d estos por Medicos, esla verdadera causa de la decadencia y del vituperio en quese halla eonstituida , Sentidas ,y energicas expresiones que.no pueden menosque excitar a los hombres dejuicio a unamargo llanto, aunque yo confieso que ignore quales scanlas lagrimas dignas y correspondientes a tanto daho.

Hasta aqui he propuesto unicamente las medicinesque de la clase u orden dietetico y fannaceiitico he em- -pleado en estas curaciones; pero como muchas ocasiOnesha sido necesario echar mano de la operacion chirurgicay abrir estos abcesos, parece muy necesario tratar algo enesta materia. ,

Para esto debo asentar, que-muchas veces se hapradicado semejante operacion con total socorro de los pa-cientes, quando esto se ha verificado en tiempo en que elmaterial aun no ha tocado aquellos extremes grados deacrimonia, ni ha inficionado la masa de la sangre con unacachexia de su especie, y por consiguiente no ban venidoaquelias diarreas, disenserias y esputos, ni las fuerzas sehan caido demasiadamente, y los enfermos aun han con-servado con algun tono y arreglo sus funciones y accionesasi natui;ales, como animates y vitales; aunque si es digno

de toda nota, que hayamos visto restablecerse scmejantesenFermos, aim siendo muy notable la cantidad del mate-rial que ban expurgado, y muchas 6 las mas veces conaquellas feas disposiciones que en el juicio del grande Hi-pocrates, y con el el de todos lospradicos, son muy opues-tas para una feliz prognosticacion.

Muy al contrario se ha verificado casi en la ma-yor parte de los pacientes, en quienes ha sido necesarioultimamente echar mano de esta operacion, pero ya en losfines, y habiendo llegado al lastimoso estado que he ex-puesto. Muy raro 6 casi ninguno ha escapado, y esta gene-ralidad de verlos perecer miserablemente, esla causa de lacomun consternacion y de la entrahable afliccion de losProfesores.

Por esta causa, ansiosos estosde eucontrar algun so-corro en tan lastimoso estado, han pensado algiinds, segunles he oido, y yo con e-llos he imaginado, si acaso seriaoportuno resolverse a executar semcjante operacion conmucha mayor antidpacion de la que hasta aqui, y sinaguardar todo aquel ciimulo4e ccndiciones y prerrequisi-tos que justamente previenen los pradicos hablando por locomun y mas general.

Para promover un asunto de tantay que verificado favorable, fuera el mas precioso y lauda-ble invento que se pudiera imaginar, es necesario primera-mente establecer en que consista todo el punto de la difi-cultad.

Blen se conoceque no estd en aquella mala disposiciondel material, esto es, que no todo el se haya convertido enun verdadero pus; pues sabiendo todos lo improporciona-do de esta entraua para engendrarlos de este modo, vemosque aim quando hay una porcion de material que llama-mos bien cocido y acondidonado, con todo aparece otramuy mal aparatado e indigesto: luego toda la duda se ver-sa sobre que no apareciendo sobradamente y con aquellasseuales todas que manifiestan una verdadera adherenciadel tumor a los tegumentos y paredes que cubren la entra-

ha en que este se ha oelebrado; por mas que el Profesor conarrojo se interne con el instrumento buscando el material,este se derramaria en la cavidad del abdomen, y enfonces,a mas del gravisimo accidente del tumor de higado, tenia*mos este del derrame, el de una herida penetrante, y el deherirse una entrana muy expuesta al esphacelo, cosas muyopuestas a los laudables intentos con que se propone exe-cutar esta operacion.

Esto supuesto, expohdre librementc mi sentiralajusta censura y juiciosa critica de los prudentes ledores;pues arrebatado del deseo de tan apreciabie invento, creoque si su mayor instruccion y ventajosos alcances fueranconvencidos de mi raciocinic>, estos adelantando mas susdiscursos y reflexiones mas oportunas para prevenir los es-tragos, harian poner en pradica este proyedo, y la expe-riencia desidiria de la utilidad.

Permitire por ahora, el que estando cierto el Facul-tative de no haber esta adherencia, sea temeridad intentarla operacion: digo que lo permitire, pues mi corazon tras-pasado del dolor de ver perecer a estos enfermos aguar-dando las precisas circunstancias para ella, y cercioradopor otra parte por una continua experiencia, de que pormas que esta seaparente no bastan todos nuestros esfuer-zos para abreviarla, me parece que antes fuera muchaprudencia no darse por satisfechos, sino apurar mas y maslos discursos, y trabajar para veneer un escollo hasta aho-ra insuperable.

Pero como para pensar yo en la tai operacion ten-go fundamentos conformes a la razon y al analogvsmo, queson dos delos tres caminos por donde la Medicina ha lle-gado a la cumbre de perfeccion en que se halla,. aunquesea cierto que aun le faltan asperisimas y muy encumbra-das montanas que veneer para llegar a la deseada cima,«reo que sera muy conforme a todas las leyes de la huma-nidady fundados en estos dosprincipios, bus-car el tercero: examinemos pues el peso de las razones.

Ea primera es,que en estos casos no estamos por lo

25comun cerciorados de no haberla tal adherencia, sino quelos rnas diestros Profesores dudan pareciendoles en cadadia que dentro de unoo dos dias ya estara verificada. Y ala verdad que la elevacion que se observa, no solamente altadto, sino aim a la simple vista, y senalarse casi lacircuns-cripcion 6 limitacion de la tumorosidad, juntamente conla undulacion del material, que las mas veces aseguranlos Pr£dicos que la perciben y distinguen, juzgo que estassenales dan notables sospechas de haberla.

La segunda razon es, cl que estas mismas senalesque son constantes, parece que atendiendo a la disposiciondel material coledlado, que no esun verdadero pus en todassus partes, da motivo a sospechar que scan bastantes paracreer la adherencia; pues debemos estar persuadidos quediversos materiales coledlados en una misma parte, no csmucho que manifiesten diversos aspe&os de ella: en una pa-labra, bien podra scr que un verdadero pus cause ciertaedematosidad y mutacion de color en la parte, que no seobservaran no siendolo.

La tercera razon es, el distinto modo de pensar, ylos diversos conocimientos que hoy tenemos en la Cirugia;pnes sabemos ya que no todas las heridas penetrantes queanteriormente se Cretan mortales, de necesidad losonefec-tivamente; y cada dia con eventos asombrosos nos confir-mamos mas en esto, de manera que el dia de hoy, con lasimplicidad de curaciones, estamosconvencidos dequetie-ne mas parte en eilas la naturaleza de lo que antes juzga-bamos, y que esta para su conservacion hace, aunque ocui-tos, aquellos esfuerzos que antes no le concediamos. Luegoen caso de estar tan ciertos como lo estamos de la impost-bilidad de curar a estos enfermosen llegando el material aaquellos fatales terminos que se ha dicbo, a los quales ne-cesariamente debe llegar mientras mas dure su detencion,y dudosos de si hay 6 no la tal adherencia, parece que noes temeridad, sino mucha prudencia, ocurrir a laoperacionque se ha expetimentado tan util, no estando los pacientestan mal aparatados, Luego si no solamente dudamos sobre

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la adherencia, sino que con solidos fundamentos podemoscreer la hay en las circunstancias supuestas, parece que esnecesario ocurramos al unico auxilio en estos casos, que esla evacuacion del material.

A estas tan solidas reflexiones se deben anadir lasadmirables sentencias del diligentisimo Hypocrates, y delcordatfsimo Celso,quenosinstruyen, queen laconsecucionde ernpresas arduas ha aicanzado muchas ocasiones la te-meridad lo que no ha podido conseguir la razon: que enlas enfermedades extrabrdinarias y de gran peiigro son lasmejores medicinas aquellas que exceden tambien los ter-minos regulates y conocidos' y finalmente que mejor esex-perinientar remedios dudosos que ningunos: luego en nues-tro caso mejor es ocurrir a la operacion, que es dudosa,que no dexar perecer ciertamente a los enfermos.

La analogia que en estas circunstancias podemosaplicar es la siguiente: primera, que no obstante las pode-rosas razojses y experimentosen que se fundan los Practi-ces para prevenir el que scan muy cantos los Profesoresen aguardar aquel agregado de circunstancias que asignanpara verificar las aperciones de los tumores, ellos mismosnos persuaden en ciertos casos, que atendiendo a la digni-dad de la parte en que se verifica la fluxion 6 la maligni-dad del material, y a la excesiva cantidad con que este secoleda, que de ninguna manera se aguarden aquellas dis-*posiciones, sino que luego que se presente competente-mente el tumor, se haya de abrir, para asi evitar el espha-celo que debe necesariamente seguirse. Lo segundo: tene-mos para parificar con nuestro caso muchas operaciones,como la del empyema y la trepanacion recomendada dealgunos Autores, aunque se ignore el verdadero sitio enque debe practicarse, y otras operaciones que por cruentasy arriesgadas exceden a esta que se propone, y con todose pradican con grande exito, v. g. la extraction del cal-culo de la vegiga, (siendo este muy grande) por el aparatoque se dice alto. Finalmente, parece nos debe dar'alientoaquello mismo que aunque rara vez hemos visto, esto es,

que se liberten los enfermos despues de disenterias 6 espu-tos de un material tan corrosive y tan mal aparatado, enuna palabra obligados de la constante e insuperable nece-sidad, parece no es temeridad procurar descargar a la na-turaleza de una considerable porcion de un material tannoscivo e indomable, y de que ella no puede por si exi-mirse, y entonces abandonarse enteramente en su provi-dencia fiados en la galanteria con que muchas veces la ve-mos salir de empresas sobre toda esperanza: y mucho masquando estamos tan convencidos de que 3a corteza perua-na usada con mano franca en tinturas mediadas con la le-che, 6 por si solas, hace notable oposicion y contraresto alaparato gangrenoso.

No es mi ammo, ni pudiera serlo, el hacer que unosProfesores a quienes no solo conozco como Christianos, si-no en quienes admiro una conduda muy religiosa, caiganen una temeridad reprehensible y escandalosa; pero si qui-siera que eljusto tltulo de cautos y prudentes no lo con-fundieramos con el de omisos e indolentes. Es mucho cier-tamente lo que se interesa en salvar siquiera i. Un indivi-duode nuestra especie, aun a costa de imponderables tra-bajos yde ids mas extraordinarias diligencias, y asi en unpunto tan delicado, unas serias consultas en que investiga-das por menor estas consideraciones, rebatidas algunas ob-jeciones, y premedltados algunos arbkrios propios segunse presenten los casos, son las que unicamentente puedeadecidir y aquietarnos..

Yo para dar fin a una Disertacion en que me he di-fundido mas de lo que intentaba, debo concluir con la se-ria protesta que hago para consuelo del Publico, de queno he puesto en ella ni un solo periodo que no hay a sidobien penetrado de todo aquel respeto con que este debeser tratado, y cuyos intereses son el unico objeto de losCuerpos ilustres que en el se establecen, y el unico de lasatenciones de unos Monarcas como el que la Divina Pro-videncia nos acaba de proporcionar, y cuyas beneficas in-fluencias, zelo y solicitud ya comenzamos a experimentar.

Asimismo todo lo he trabajado con la mira de ser util imis semejantes en el delicadisimo y mas interesante puntode su salud, por lo que, mas que de los adornos, artificiosadisposicion, y lo instructive de esta obra, he cuidado deevitar la vanidad y falsedad. Por tanto, quando digoque muchos pacientes se ban socorrido, quando afianzoque tales medicinas se ban aplicado con utilidad, y final-mente quando de* otras aseguro sus notables ventajas, sonunas proposicioncs sinceramente ciertas y constantes, quepara proferirlas las be examinado con todo el rigor que hepodido, con el fin de no ser sobrecogido de algun defedoque pueda faisificarlas; y asi omitiendo muchos casos, aun-qua favorables, que a todos nos suelen acontecer en lapraCtica, solo he llsvado por norte aquellos que he verifi-cado con constancia, y en que he caminado por el ordenregular,

Ha! si por ahora me fuera concedido que lo redode la intencion, sinceridad y desinteres con que me he de-dicado a escribir estos mal formados renglones, surtierantodo aquel efeCto que deseo, y porque tanto anhela la sa-gaz, prudente y zelosa conduda de un Tribunal tan sabio,y mucho mas siendo toda su solicitud por este medio dara nuestro amable Soberano la mas sensible y caraCtensti-ca demostracion de su regoeijo y fidelidad en el gloriosotiempo de su exaltacion! Que entonces si mecehiria yo sinduda las preciosisimas coronas de fiel Vasallo, de agrade-cido subdito, y delndividuo util y provechoso a la Socie-dad, que son los altos premios a que unicamente aspiro.