PSI UIATRIA - rincondepaco.com.mx · Guillermi//o NOlera Rey, '" TanÍ{¡ Gordillo Moreno, *...
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ISSN-2001/310
PSI UIATRIA Órgano Oficial de Difusión de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A.c.
CONTENIDO
PSICOPATOLOGfA y COMPLICACIONES DEL TATUAJE Y LA PERFORACIÓN CORPORAL .... Mario Souza y Machorro Cruz Moreno
TRABAJO REMUNERADO Y SALUD MENTAL EN EL EMBARAZO ... Ma. Asunción Lara, Claudia Navarro, Laura Navarrete
¿EL TRABAJO EXTRADOMÉSTlCO ES UN FACTOR DE RIESGO PARA LA PRESENCIA DE TRASTORNOS EMOCIONALES? ANÁLISIS DE UN GRUPO DE MUJERES MEXICANAS DE BAJOS RECURSOS .. ShoshanQ Berenzon Gorn, Sarahí Alanís Navarro
VIOLENCIA DE PAREJA Y SU VíNCULO CON EL TRABAJO ..... .
Guillermina Natera .Rey, Tania Gordillo Moreno, Francisco Juárez Garda
HIPOCONDRIASIS. UN CASO CLÍNICO .. .. Martha Ontiveros Uribe, Enrique Chávez León, Doris Gutiérrez Mora, Eder Patiño Rivera, Zurema Murillo, Diana Gu{zar, Armando Vázquez L6pez~Guerra
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Época 2, Vol. 25, No. 1 Enero-Marzo, 2009
PSIQUIATRÍA Órgano Oficial de Difusión de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A.e.
Comité Ejecutivo de la Asociación (2008 -2009) Presidente
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Dr. Rolando de León Luévano Vicepresidente de la Región Noroeste
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Vicepresidente de fa Región Sur Oc Enrique A. Avilés Acevcs
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Editora Revista Psiquial.ría Dra. Marí<l del Carmen Lara Muñoz
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PSIQillATIDA Official Journal of the Asociación Psiquiátrica Mexicana, A.e.
CONTENTS
PSYCHOPATHOLOGY AND COMPLICATIONS IN TATTOOING AND BODY PIERCING Mario SOl/za y Machorro. Lellin Cruz Moreno.
PAID WORK AND MENTAL HEALTH DURING PREGNANCY .................. . Ma. Asunción Lara, Claudia Navarro, Laura Navarrete.
IS EXTRA-DOMESTlC WORK A RISK FACTOR FOR THE PRESENCE OF EMOTIONAL DISORDERS? ANALYSIS IN A GROUP OF MEXICAN WOMEN WITH LOW ECONOMIC RESOURCES Shoshana Berenzon Gam, Sarahí Alanís Navarro.
PARTNER VIOLENCE AND ITS LINK WITH WORK . Guillermina Natera Rey, Tania Gordillo Moreno, Francisco Juárez Garda.
HYPOCHONDRlASIS. A CLINICAL CASE MorIlla. Ontiveros Uribe, Enrique Chávez Le6n, Doris Gutiérrez Mora , Eder Patiño River.a, Zurema Murillo, Diana Guízar, Armando Vázquez LÓpez-Guerra.
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2ND EPOCH. VOL. 25 No. 1 January-March, 2009
Guillermi//o NOlera Rey, '" TanÍ{¡ Gordillo Moreno, * Francisco Jllárel. Garda·
RESUMEN
En e l presente artículo se explora la relación en tre el trabajo remLl~ ne rado de las mUjeres fuera del hogar, el no remunerado dentro de este y la Violencia de pareja. Los datos se tomaron de la Tercera Encuesta NaclOnal de Adicciones de población urbana de entre 18 y 65 ailos de edad. Se consideró sólo a mujeres que tenían pareja al momento de la encuesta. Se aplicaron la Escala de Depresión CES·D y la Escal:J. de Violencia de Pareja. Los cuestionarios se realizaron cara a cara para indagardatos sobre la historia de violencia en la familia deorigen, los patro· nes de consumo de alcohol y drogas, y los problemas relacionados con el consumo de es tas sustancias , El tamaño de la muestra 'Ponderada corres· pondió a 5,788,670 mujeres. Los resultados indican que los predictores de violencia y depresión en mujeres que trabajan fuera del hogar son haber vivido violencia en el hogar de origen, el consumo de alcohol por parte de ellas y haber consumido alcohol durante el ep isodio violento.
SUMMARY
This anicle explores ihe link between women's paid work away from home, unpaid work inside dle household, and partner vio lence. Data were drawn from the Third National Addictions Survey on urban population aged 18 lo 65 years. Only women who had partners at the time of the survey were considered. The CES-D Depression Scale aod Ihe Partner Violen ce Scale were osed . .The questionnai res were carried out face lO face to explore data on the history ofviolence in lhe family of origin, pattems of alcohol and drug consumption, and problems relared to this conslllnption. The size of the weighed sample accounted to 5,788,670 women. Results ind icate thar having experienced violence in the household oforigin, the women's alcohol consumption, and having constlllled alcohol during the violent event were the predictors of violence and depression in women working away fTom home,
INTRODUCCIÓN
El trabajo se considera como uno de los aspectos más importantes de la vida humana, ya que representa la realización de una serie de neces i· dades impol1antes, Además de contribuir, gracias al salario, a la satisfacción económica -por medio de la cual las personas pueden asegurarse el susten to básico y satisfacer neces idades materiales- ofrece un bienestar PSlcosociaJ. En este sentido, el trabajo cumple un papel crucial para :1yudar a los individuos a lograr y mantener una autoestima. Entre otros beneficios, también proporciona satisfacc ión personal, sentimientos de utilidad , solidaridad y soc iabilidad. y calidad de vida a hombres y mujeres (~Iarpoz , 2002).
Por otra parte, el trabajo puede ser también un factor estresante que genere ansiedad, depresión , conflic tos, fruslIación, tens ión por la lucha por el poder, competencia, monotonía, presiones laborales, sa larios 110
acordes al trabajo , desigualdades de género e inequidades, Asimismo, el
*JltStituto 'Nacional'de PsifJuiarria 'RamÓtltlé la Fuellt({ Mr-tñiZ. " ,;/ , ' , , . ,
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VIOLENCIA DE PAREJA Y SU VÍNCULO CON EL TRABAJO
excesivo tiempo que puede llegar a dedicarse al trabajo trae como canse· cuencia menos tiempo para la interacción familiaro las actividades lúdicas, que son fuentes de satisfacción personal (Montgomery, Panagopoulou y Peeters, 2005),
Sin embargo. por si mismo el trabajo no es causa ni consecuencIa de estos malestares; son mas bien los detenn inantes sociales los que 10 conviel1en en una carga, que en muchos sen tidos se asocia a la violencia. directa o indirecta , en el ámbito laboral o familiar.
Si bien la violencia relacionada con el ámbIto labora l ocupa varias dimensiones, la más importante es la que ejercen los mismos empleadores tanto hacia los hombres como hacia las mujeres. No obstante su importancia, este articulo no se orien ta al ámbito laboral, sino a la violencia que ejerce la pareja hacia la mujer por el hecho de trabajar fuera del ámbito fami liar y percibir una remuneración económica.
En la actualidad, ha aumentado la proporción de mujeres empleadas, factor que ha cambiado la composición de la fuerza de trabajo (Costello y Stone, 1994; Padavic y Reskin, 2002). En Méx ico, la mujer constituye 37% de la población ocupada (ENDE, 2008), lo que ha reestructurado la economía del país al incrementarse la incorporación de ésta a las actividades laborales. Bensusan (199 1), quien ci ta a Pedrero, menciona que los procesos de modernización, la creciente urbanización, la migración rura l, la expansión y diversificación de los servicios, el desarrollo industrial, la llegada de las maquiladoras, el aumento de los niveles de escolaridad y la disminución de la tasa de fecundidad son todos factores que han influido en la mayor participación de las mujeres, de diferentes edades y estados civi les, en actividades laborales eu cpndiciones muy heterogéneas.
A su vez, Oliveira (1989) menciona que, en tiempos de crisis económicas, la coutratac ión de mujeres se da por la necesidad de mejorar, por un lado, el ingreso fam iliar y, por otro, por conveniencia de los empleadores, que ha crecido por los beneficios que las mujeres les aportan, como lo es contar con mano de obra para trabajos considerados "femen inos". De acuerdo con 10 anterior, en la explicación del incremento del trabajo femen ino más que la modernidad están " la desigualdad y la reorganizac ión económica", que se vuelven más evidentes en períodos críticos de la economía, Otro factor es la fragilidad de los puestos adju~ dicados a la mujer, que hace que éstos sean también de los que más rápidamente se presc inde, como son los de selvicios, maquiladoras, tal leres artesanales. Otros trabajos "prescindibles" en períodos de crisis son los de cuidadoras, de empleadas en serv icios de aseo y limpieza, de dependientes de comercios y de trabajadoras a destajo, así como el autoempleo y e l trabajo de tiempo parcial que les permiten seguir desempeñando su rol tradicional. Los trabajos asignados a la ml~er no están libres de estereotipos ni de actitudes de segregación y dis· criminación ocupacional, 10 que desde luego también se refleja en el monto de los ingresos.
Así, la mujer contemporánea se enfrenta a la necesidad de contri· buir con ingresos económicos familiares. con lo que cumple simultánea· mente con una doble jornada, pues, por un lado, asume los roles tra· dicionales dentro del hogar y, por otro , se encarga de sati sfacer sus necesidades personales y de realización al buscar trabajo fuera del hogar. Esta doble jornada le genera la necesidad de coinciliar el empleo con el cuidado de la fam ilia, lo que la obliga a ajustarse a las demandas
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que eXige cada rol para evitar conflictos que puedan influir en su calidad de vida. así como en su salud fisica y mental (Feldman el 01., 1008).
Ame esta sinl3ción. la mujer también enfrenta la posición del rol tradicional del géne ro masculino que incluye ser el proveedor primari o, por lo que los hombres perciben como amenazante el éxito en el trabajo de sus parejas (BeU, Moe y Schwemle, 2002). De no comprender la pos ic ión femenina , quiza pe rpetren violencia en respucst3 a esta amenaza percibida.
Así pues, el rol masculino centrado en la dOJl1lnio y control de la Jl1uJer hace que, cuando ésta contribuye económicamcnte. el hombre ve su poder disminuido. ya sea por tener un baJo ingreso, por estar desempleado O por tener menos estudios. Entonces puede llegar él ser mas violento en aras de recupera)' su posición en la relación.
En ese orden de ideas, los hombres pueden presentar altos niveles de conflicTo con su rol de género, lo que los vuelve más propensos a la ansiedad, la depresión, la hostilidad, la agresividad pasiva, 105 síntomas obsesivo-compulsivos, la baja autoestima y el enojo, además del abuso de alcohol y sustancias (Blazina y Watkins, 1996: Hayes y Mahalik , 2000: Mahali. 1998). Por ende pueden ser proclives a ejercer violencia contra la mujer.
Respecto de la relación mujer- trabajo-violencia, cabe seilalar que la violenc ia de pareja no só lo afecta la vida en el hogar, sino que también puede acarrear sel;as implicaciones al lugar de trabajo (Riger, Raja y . Ca macho, 2002; Swanberg, Logan y Macke, 2005), sobre todo cuando la mujer trabaja como una manera de realización personal. Entre otras implicaciones, se han reportado tácticas de intromisión en el trabajo por part'e de las parejas, que incluyen comportamientos como sabotear los intentos de la mujer para ir al trabajo al esconderle, por ejemplo,las llaves del automóviL Si no es posible lo anterior, Jos hombres pueden poner de manifiesto un aparente descuido de los niños o imponer restricciones fisicas para que sus parejas dejen de trabajar (Rapbel, 1996; Swanbcrg el al., 2005). Aunado a 10 anterior, comportamientos de acoso y acciones como realizar incesantes llamadas telefónicas, aparecerse en el centro de trabajo o molestar a los compañeros de trabajo de sus parejas, pueden interferir con las habilidades de la mujer para cumplir con las funciones de su trabajo (Swanberg y Logan, 2005).
También los empleadores resultan afectados por la violencia familiar, lo cual se refleja en el desempeño laboral de las mujeres (Patri ce Tanaka & Company, 2002). En lIn estudio, 66% de los ejecut ivos mencionaron que el rendimiento económico de su organización se beneficiaría si se tratara el problema de la violencia domést ica entre sus empleados (Roper Str.ch Worldwide [or Liz CI.irhone, 1994).
A excepción de los trabajos de Oliveira (1989), en México se ha puesto poca atención a la relación trabajo remunerado, género, familia y violencia. A nivel nacional, la Encuesta Naciona l sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) (2003) nos ofrece infonnación que puede ser util para probar diversas hipótesis. Por ejemplo, por un lado indica que, al tener más libertad personal , las mujeres pueden ser más víctimas de violencia emocional y económica. Si n embargo, esta misma encuesta describe que, en detemlinadas circunstancia.:;, las mujeres que son más víctimas de violencia realizan al parecer más trabajo en ~l hogar que aquellas que no lo son.
Paradójicamente, las que mencionan una mayor colaboración por parte de sus esposos en las labores del hogar, reportan una menor frecuencia de episodios violentos. Asimismo, existen evidencias que indican que mujeres de todos los niveles educativos, laborales y de ingresos expe· nlllentan vio lencia de pareja, q\le podría tener efectos a corto y largo plazos en su empleo.
Dada la poca infom1ación relativa al vinculo trabajo remuneradoviolencia de género y otras variables como la relación con el consumo de alcoholo síntomas depresivos en la mujer, el presente trabajo busca
ser una aportación sobre e l tema. Cons iste en un análisis seq mdario de dalaS derivados de la Encuesta Nacional de Adicciones (1998). cuyas principales preguntas fueron: "¿Cuáles son los raclores que predicen violenCIa en mujeres que trabajan fuera de casa y mUjeres que trabajan en el hogar?" y "¡,Cuales son las principales vanables sociodemog.níficas asociadas?"
METODO
Participantes Se tomaron datos provenientes de la Tercera Encllesta NaCional
de AdiCCIOnes tENA, 1998), la cual es una encues ta de hogares dc población urbana de en tre 18 y 65 aílos de edad. La selección de la muestra se basó en el marco cartográfico de datos a nivel localidad, manzana. vivienda e indiVIduo con base en 18s Áreas Geoestadis ti cas Basicas (AGEB) y el Conteo Nacional de PoblaCIón de 1995 (fNEGI. ! 995). La muestra fue probabilist ica, estratificada, con selecc ión de conglomerados en varias etapas del muestreo, e incluyó la formación de nueve estratos: ciudad de Mexico, Guadalajara. Monterrey, Tijuana. Ciudad Juarez. Matamoros y las regiones Norte, Celllro y Sur.
La muestra probabilís tica de mujeres que se empleó para este trabajo permitió hacer análisis de datos de todo el país, ya que se basa en e l conjunto de los nueve eSfratos. Se calcularon dos ponderadores equivalentes porque mantienen la misma probabilidad de se lección de cada entrevista. El primero es un ponderador promedio que se utilizó para todos los amiJisis de datos, ya que el tamaño de la muestra es equ ivalente al número de entrevistas realizadas, pero con la probabilidad de selección ajustada a cada estrato. El segundo es un ponderador por estrato que se utilizó para representar los datos de la población nacional , por lo que la muestra ponderada representa un total de N=5, 788,670 mujeres.
Instrumento Se ap licó un cuestionario cara a cara con que se indagó acerca de
la hi storia de la violencia en la familia de origen, patrones de consumo y problemas relacionados ca!,! el consumo de alcohol y drogas. Se ap li caron, además, la Escala sobre Violencia lntrafam il iar (Natera er al., 2007) y e l CSD de depresión (Radloff, 1997).
Procedimiento La escala de violencia se aplicó só lo a las mujeres que cumplieron
el requisito de tener o haber tenido pareja al momento de la entrevista. Para ello se capacitó a los encuestadores haciendo hincapié sobre la confidencia lidad de los datos y la necesidad de que la entrevista fuera individual. El trabajo de campo y el llenado de las encuestas se supervisaron con todo cuidado.
RESULTADOS
Del total de mujeres en trevistadas, 58% dijeron tener menos de 40 años de edad; 78% de ellas contaban con 10 años de escolaridad y 85% profesaban la religión católica. Con respecto 3 su ocupación, 69% de ellas mencionó dedicarse a trabajar en el hogar, 29% a trabajar fuera de casa y el resto a estudiar. Además, 50% reportaron tener un ingreso mensual equivalente a entre lino y cuatro sa larios minimos. Al momento del estudio, 86% de ellas vivia con una pareja.
Los datos relacionados coñ la violencia indican que, del total de mujeres que tenían pareja al momento del esmdio o que luvieron pareja alguna vez en la vida, 45% de ellas reportaron haber sufrido algún tipo de violencia por parte de ésta. De e!las, 36% mencionaron que ésta fue de tipo física y verbal , mientras que 9% reportaron amenazas de muerte y suicidio (Na tera , Juárez y Tiburcio, 2004).
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El est1ld io seleccionó especí fi camente al grupo de Illuje res que lcnClonaron haber sufndo violencia . Esta subllluestra se dividió en os: un grupo de mtlJcres que trabajaban en el hogar (n=6 11) y un rllpo de mUjeres que trabajaban fuera de casa (n=264). Para conocer 15 prediclOrcs de violencia según la condición laboral en que se ncontraba la mUJer . .se realizó UIl analtsls de regresión logislica para ada grupo
Los rCbuhados II1dican ¡CI/adro 1) qlle. al analizar los predictores iC vlOlenclJ en mllJeres que trabajan dentro del hoga r. conS1IIllIf alcohol ncrementa 1.3 veces la probabilidad de sufrirla: tener antecedentes de 'Io lencla en la fallltlia de origen ¡'Jumenta 1.2 veces la probabi lidad de l lCSgO de sufrir vio lencia y presentar rasgós depreSIvos aumenta 1.5 Icces la probabilidad de haberla sufrido. Ser ex bebedora (OR= 3.133) :$ un fac lor de nesgo pa ra presenrar vio lenCia en mujeres que trabajan 'n el hogar.
En clIanto a las variables sociodemográ fi cas. un nivel educativo nfenor a nueve años ete estudio resltltÓ ser una va riable importante OR=1.7J8) (Cuadro /).
Cuadro 1. Predictores de violencia en mujeres que trabáfan en el ., hogar (n = 611). . " .
OR IC 95%
Edad 30-39años .783 .494 - 1.243 40-49 años .786 .460 -1.343 SO-65 años 1.025 .602 -1 .747 Hasta 9 años de estudio 1.7380 1.000 - 3.021
Ingresos NSE Bajo 1.424 .679 - 2.985 NSE Medio 1.176 .606 - 2.284 Religión católica 1.264 .785 - 2.038
Consumo de alcohol Exbebedora 3.133' 1.873 - 5.241 Bebedora actual 2.340* 1.546 -3.542
Alguna vez ha consumido drogas .782 .277 - 2.206
Depresión 2.513* 1.716 - 3.680
Con antecedentes de violencia 2.298* 1.583 - 3.338
'p < 0.001 , o, p < 0.01 , 00* P < 0.05 x' = 7.560, gl = 8, P = .478
Porcentaje de clasificación correcta: Sin violencia = 75.2%, Con violencia por parte de la pareja = 58.2%, Global = 67.7%
Por su parte. las Illujeres que trabajaban fuera del hogar también presentaron como factores predictores de violencia consum ir alcohol (OR=3.055) , tener antecedentes de vio lencia en la ramilia de origen (OR=2.184) y presentar rasgos depres ivos (2.8 I 3). Ademas, en este gmpo de mujeres ser mayor de 50 años incrementa la probabil idad de ser víctima de violencia (Cuadro 2).
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Cuadro 2. Predictores de violencia en mujeres que trabajan fuera de casa (n = 264).
OR 1C95%
Edad 30-39 años .932 .399 - 2.176 40-49 años 1.449 .61 7 -3.404 50-65 años 2.740'" 1.051 - 7.141 Hasta 9 años de estudio 1.012 .508 - 2.016
Ingresos NSE Bajo 1.824 .579 - 5.752 NSE Medio 1.942 .861 - 4381 Religión católica 1.997 1.006 - 3.963
Consumo de alcohol Exbebedora 1.098 .422 -2.856 Bebedora actual 3.055** 1.550 -6.020
Alguna vez ha consumido drogas .048 .002 -1.188
Depresión 2.813" 1.S30 - 5.172
Con antecedentes de violencia 2.184*' 1.211 -3.939
*) < 0.001 , - P < 0.01 , *** P < 0.05 = 12.389, gl = 8, P = .134
Porcentaje de clasificación correcta: 5in violencia = 70.2%, Con violencia por parte de la pareja = 64.9%, Global = 67.6%
~~dro 3., Factores de '¡¡olenciétaso¿¡~dos a l¡¡prese~cia de "'li. ",' depresjólI en.n;lIjere~ q~trabajl\l:l en el 'hQg~r ' . 1;j;'
.""1 " (n.=583) . . ' .. ' ~.~. . ' :, . Il! '.~ .. !~ -- OR IC95%
Antecedentes de violencia en la fami lia de origen 1.842*** 1.241 - 2.733
Problemas con la parela por consumo de alcohol a guna vez de la entrevistada 5.035'" 1.054 - 24.056
Violencia física y verbal sin alcohol en el evento 1.729*** 1.062 - 2.814
Violencia física y verbal con alcohol en el evento 2.767**0 1.694 - 4.520
Amenazas de muerte y de suicidio sin alcohol en el evento 2.755**' .999 - 7.598
Amenazas de muerte y de suicidio (on alcohol en el evento 1.644 .717 -3.766
*) < 0.001, ** P < 0.01, .*. P < 0.05 =4367, 91 = 8, P = .823
Porcentaje de clasificación correcta: No caso = 90%, Caso = 33.1 %, Global = 70.5
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A fin de conoce r COll 1113yor precisIón las di rerencias asociadas a la vIOlencia y la depresión entre las muje res asalariadas o 110. se uul1zó una vez más la regresión logística. Los resultados 11ldican que. en el grupo de mUjeres que trabajaban en el hogar, tener antecedentes de vIolencIa en la ramllia de origen (OR= 1.842). haber surndo vIolenc Ia
fíSIca y verbal con y sin alcohol el día del episodiO (OR= 2.767 Y 1 7~9. respectivame nte ) y amenazas de mue11e y suicidio (OR=2755) son rnc(Qres de riesgo que mcrementan la probabllidad de presell1:lr depreSión. f\SIllÚSl1l;. se observa que las mujeres que tI'enen problemas
<.:on la parej3 por consumir alcohol. presentan UIl riesgo cua trO veces mayor de sufm depresión (CI/adro 3).
Final mente, en las mUjeres que trabajaban fuera de casa só lo se encont ró como predictor de dep resión haber sufrido violencia fíSIca y ve rbal con presencia de alcoho l (OR= 3.289) (Cuadro .,1 ).
Cuadro 4. Factores de violencia asociados a la presencia de depresión en mujeres que. trabajan fuera de casa (n =157).
OR IC95%
Antecedentes de violencia en la familia de origen 1.405 .767 - 2.575
Problemas con la pareja por consumo de alcohol alguna vez de la entrevistada 4.046 .338 -48.434
Violencia fisica y ve rbal sin alcohol en el evento 1.418 .630 -3.191
Violencia fisica y verbal con alcohol en el evento 3.289*** 1.478 -7 .317
Amenazas de muerte y de suicidio sin alcohol en el evento 3.609 .484 - 26.904
Amenazas de muerte y de suicidio con alcohol en el evento 3.136 .918 -10.709
* P < 0.001, ** P < 0.01, *** P < 0.05 x' =6.697, 91 = 8, P = .570
Porcentaje de clasificación correcta: No caso = 87.7%, Caso = 50.6%, Global = 73.8
DISCUSiÓN
La violencia de pareja en México es un problema de salud púb li ca
muy importante. Durante el período en que se levantó la encuesta, 45%
de las mujeres habían soportado problemas de vio lencia fisica y verba l.
De acuerdo con el objetivo del artícu lo - conocer los factores prediclOres
de violencia en inujeres que trabajan fuera de casa y mujeres que 10
hacen dentro del mismo-, se encontró que ambos grupos compartían
fac tores dt! riesgo de presenlar violencia por parte de su pareja.
Así, resalta que tener antecedentes de violencia en e l hogar de
origen es un factor que revela una clara relación posit iva con la vio-
!encia de pareja. Este dnlo coinc ide COll la EncuestCl Naciona l sobre la
Dinill1l1Ca de !<lS Relaciones en los Hogares C003), donde se menc iona
que el fenómeno de la violenCia trasciende generaciones. lo que e~l
delen11111adas circunstanc ias Pllede llega.r ti ser tan habitual que ya no se
identifica fácd11lenle la reprodUCCión de la. mIsma. En nuestro análisis
esta vanable es un faclOr que Incremenli1 el riesgo de viole ncia y es. ademas. un prediclOr de depreSión en más de 70% de las Illujeres. Se
COnnll11a también lo reportado antenonllellle por Natera el 01., (007). Aunque se ha es ludiado el consumo de alcohol \.le 1<1 pareja masclI-
11113 en los casos de violencia. se ha es ludiado poco la relaCIón con el
consumo de alcohol de la mUJer. En este caso se observó que SI II1ler
nere con la violenCIa, pero no eXiste infonnaclón acerca de $ 1 el I.:onstl
l11ü de a lcohol de la mujer pueda responder a UIl<1 vía de enfrentar la Vio lencia y la depresión. lo que puede ser tJ~·tlble. Los resul tados del
articu lo indican que e l abuso de alcohol es UI1 predictor importante
para la perpetración de vio lencia contra la mujer en ambas condiciones
prabajo en el hogar y trabajo fuera de casa). aunque bien sabemos que
el alcohol por sí solo no es causante de la vio lenc ia, pero si la exacerba
y potencial iza.
En este estud io. el nivel socioeconómico no fue predictor de vio
lencia o depresión para las mujeres que trabajaban en el hogar ni para
las que lo hacían fuera de este. Este dato sigue s iendo controvertido,
pues o tras encuestas repo rtan lo contrario. Es el caso de la ENDIREH
(2003), que señala que las mujeres de los estratos muy bajo, bajo o medio corren un mayor riesgo de padecer alguna fonna de violencia;
ello puede depender del tamai\o de la mtlestra o del cues tionario.
La esco laridad también resulta ser controvers ia!. En el caso de
ella, es importante señalar que se encontraro n predictotres específicos
según las característi cas labora les de las mujeres. Es decir, en el caso
de las mujeres que trabajaban en el hogar, la escolaridad resultó ser
un predictor de vio lencia de pareja. En cambio, en el de las mujeres
asa lariadas, el número de años cursados 110 fue relevante.
Se encontró, además, que se predice violencia para las mujeres de
mayor edad, só lo en el caso de las que trabajan fuera del hogar. Aunque
los datos no son e·strictamente comparativos con la Encuesta Nacional
sobre la Dinámica de las Re laciones en los Hogares (2003) po r el tipo
de anilisis y preguntas, una vez más vemos que d ifi ere con esta encuesta
en cuanto a que la edad sea una variable pred ictora de una disminución
de la violencia a medida que avanza la edad de las mujeres.
Po r otra parte, se observó que los factores de v iolencia asociados
a depresión difieren tanto para las mujeres que trabajan en el hogar
como para las que lo hacen fuera de él. De es te modo, en las primeras
se encon traron más factores de vio lenc ia que representan un riesgo de
depresión. Estos datos nos 11 evan a plantearnos hipótesis más precisas
para esmdios cualitativos que identifiq llen s i la depresión resulta de
la violencia o viceversa, lo que puede incrementar una 1I otra, ya que
la depres ión es una variable muy relacionada con la violencia intima
de pareja (Natera el 01., 2007). Ésta afecta la sa lud y el bienesta r de
la mujer y, como sei131an Swallberg, Logan y Macke (2005), se ha
demostrado que afecta en genera l su capacidad productiva tanto en el
hogar como fuera de éste.
Dado que esta encuesta no se orientó ori ginalmente a investigar
sobre la vio lenc ia y el trabajo , una limitación del estud io es qu.e no se
pudo profundizar en variables tan importantes para las mujeres. como
la satisfacción laboral, la real ización personal y la autosufic iencia eco
nómica, como factores de protección o de riesgo de violencia. Esto lo
señala Otra encuesta en el sentido de que trabajar fuera del hogar da a la
mujer mayor libertad y desalTollo personal , lo que inhibiría la violencia
25
masculina. ya que de este modo no quedan sujetas al dom inio derivado
de depender económicamente del hombre. O. por el contrario . la mllJer e¡¡le só lo trabaja en e l hogar sufre menos vio lenc13 porqlle 110 se ve
amenazado e l rol masculino.
S, bIen es lill11rado el alcance de este estudio pa ra explicar la vio
lencia CDnlra la mujer y su actividad laboral, es relevallle porque sus
datos provIenen de una encuesta nacional. El modelo util izado es im
portante pues vinclda tres á reas de la sa lud que son conll.l nes pa ra
que las mujeres padezcan vio lencw: la depresión. la vio lencia y las
consecuenc ias del consumo de alcohol, no sólo en lo tocan te a un ep i
sodIO vIolento, silla en cuanto al propIO consumo de alcoho l de las mujeres . Aunque en ocasiones llega a ser problematico, no se puede precisar
Sl el consumo de alcohol de las mujeres es una causa o una respuesta a
un estado e mocional.
LfI vio lencia de pareja y su relación con e l trabajo debe considerarse
COlllO un problema socia l y de salud. Por e llo, se propone que futu ras
encuestas profundicen en el enfoque de género a fin de apreciar en
grandes poblaciones las posi bles desigualdades, en ci rcunstancias seme
jantes, entre hombres y mujeres, e indagar a fondo e n la concepc ión que
tienen las propias mujeres sobre su papel en el trabajo dentro o fuera
del bogar. Es menester que a todas el las se les permita se ntir el suficiente
poder, entendido és te como la capacidad de ampliar su concienc ia critica
a fin de tomar mas control de sus vidas en cualquier ci rcunstancia.
Igualmente, así como es importante desarrollar programas de pre w
venció n de la violenc ia, al mismo ti empo es necesario realizar más
estudios que aborden la perpectiva masculina del problema para saber
cómo les afecta a los hombres e l trabajo femenino y conocer más acerca
de s u personal idad (ansiedad, depresión, hostilidad, agresiv idad pasiva,
síntomas obsesivos-compulsi vos, baja au toestima, consumo de a lcoho l
y drogas). Como se desprende, es indispensable conocer la opinión de
los hombres que tienen un conflicto con su rol de género por el trabajo
de las mujeres en México.
Po r últ imo, es impo rtante resaltar la necesidad de orientar la preven w
c ión en tres áreas: a) el trabajo por sí mismo no debe verse como un
factor que propicie el ejerc icio de la vio lencia, s ino como una oportu
nidad de reali zac ión que favorece el ejercicio de la libertad de la mujer;
b) la prevención de los sentimientos depresivos que las vuelven más
vu lnera bles (Lara, 2009), y e) hac ia las consecuencias y significados
del abu so de alcohol tanto por parte de las mujeres como por sus parejas
y su impacto en la Fami lia.
Orientar recursos accesibles que apoyen a las mujeres en estos
campos es una neces idad ineludible. Como se mencionó ?l inicio, cada
día las mujeres se exponen a la violenc ia soc ial al ser "u lilizadas" como
factor de desigualdad y reorganización económica en periodos de cri sis,
destinadas a cubrir sólo trabajos tempora les si n que, al mismo tiempo,
sigan desempeñando su rol tradic ional y sin que se les reconozcan sus
verdareras ca pac idades .
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