Pseudònims | n.49 | nov13 | MANCHAS

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MAN- CHAS pseudònims n.49

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Transcript of Pseudònims | n.49 | nov13 | MANCHAS

M A N -C H A S

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ònim

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e d i t o r i A l

disseny: Lucius Schermanfoto portada: Evey Hammond

La mancha se asocia erróneamente a una alteración de la virtud. La mancha es el pecado, algo que sobra, que debe-mos limpiar. Sin embargo, sin mancha no hay rastro y sin rastro no hay pista. Sin mancha no hay experimentación y sin experimentación no hay aprendizaje. Toda vida que se precie, amigos míos, deja unas buenas manchas tras de sí.

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M A N -C H A S

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#01

#20

Informe, oscura, una presencia perenne, camuflada en el brillo de una mirada, idéntica a la tuya, a la suya, a la mía, a una que ya no existe, esquiva de la luz que intenta capturarla. Mácula vítrea que me permite en la soledad de mi reflejo errar en tu recuerdo.

#22

#04

#29

C o l e C C i o N i S M o

El futuro líder del movimiento sindical comparte habitación con el Premio Nacional de Danza. Están justo encima del portero del Atlético de Madrid y de esa presentadora de informativos tan popular. Los acompañan, entre otros, un científico molecular, dos ingenieras industriales, tres poetas, trece maestros, veinte informá-ticos, treinta y dos abogados, cuarenta y siete peones de albañil y ciento veintitrés camareros. Esa mañana, el obstetra espera a que los primeros padres salgan de la consulta para colocar, con extrañe-za, una nueva ecografía en la pared. Tuvo que remontarse un par de décadas para recordar cuándo le salió el último afilador.

#30

#26

#21

#34

Todo me dice ven. En el salón me llaman a gritos las pelusas de la alfombra, en la coci-na reclaman mi atención los platos de la pila y las manchas del suelo. En el baño me vocea el espejo, salpicado de lunares. También hay una montaña de ropa que me espera junto a la plancha. Hasta los pelos revueltos que en-marcan mi rostro. Pero mi oído, como el resto de mis sentidos, está inoperativo desde que escuché tu voz en la radio, dedicándole nues-tro bolero a tu secretaria.

#16voces

#02

V e t e

A C o S t u MB r A N d o

Vete acostumbrando a la soledad. Va a ser lo único que no te abandone nunca. Vete acostumbrando a la austeridad y el silencio, a esa grieta en la pared,

a esa

mancha de humedad

que parece una estrella

de algodón o un

tronco con las

extremidades amputadas

y que es lo único que crece ahí dentro.

Vete acostumbrando a las voces metálicas, las risas ahogadas y los gemidos a medianoche en el piso de arriba.

Vete acostumbrando a mendigar compañía, a los platos inquietantes y los sueños recalentados.

#14

#36

#12

#11

e V i d e N C i A S

#03Las marcas de lápiz de labio en el cuello de las ca-misas se fueron haciendo más frecuentes. De for-ma alevosa resaltaban en la tela almidonada, como una señal de alarma. Ella comenzó a guardarlas sin lavar, él tenía tantas que ni cuenta se daba.Sólo esperó a tener cien de ellas firmadas por los que parecían ser siempre los mismos labios. Sólo entonces caminó desde la casa a la empresa donde él era gerente, contando los pasos, —la misma can-tidad que las camisas—, y las tiró sobre el escrito-rio, ante los ojos estupefactos del marido.Un tiró resonó tras la puerta cerrada de la oficina del gerente; sobre la calle, comenzaron a llover ca-misas blancas, manchadas de rojo, desde el último piso del edificio.

#05

—Fíjate, viejo, ¿no crees que se parecen?—¡Anda ya!

Padre e hijo se dieron la espalda. Trabajaban juntos en la barra de un bar desde hacía muchos años. Tan-tos que se hablaban sin la distancia de generación.Yo los imaginaba en casa, como siempre, discu-tiendo por el mando, comparando eructos, com-partiendo las tareas. Se les notaba la ausencia fe-menina. Pero a mí apenas me hacían caso; rara vez me veían. Esas veces, fijaban su mirada al fondo de la bodega, sobre mi rostro, y discutían entre ellos. Si la humedad era evidente, como mucho pintaban y me olvidaban un tiempo.

#42

A p A r i C i o N e S

#10

Rojo

Cuando levantó la cabeza aquello aún estaba allí. Sus bordes viscosos se expandían desde el fondo blanco de la pared. Había intentado contener sus nervios, hacer como si nada entre sonrisas y conversaciones. El resto de los invitados no parecía darse cuenta de lo que estaba pasando. Esa discor-dancia le incomodaba y hacía que no pudiera evitar alzar la vista instintivamente y mirarla. Necesitaba comprobar que era real y si seguía igual.¿Qué diablos hacía allí? A penas conocía a nadie. ¿Hubiera preferido quedarse en casa? Volvió a mirar de soslayo. Ya no era una mancha expandida, era una superficie hambrienta que palpitaba, cada vez más roja, más voraz. Una sequedad ácida se apropió de su boca poco a poco. Aquello iba a tras-pasar la pared.

#09

Apretó los dientes y se contuvo, mientras daba otro trago nervioso a su copa, de “ya no se acordaba qué”. Intentó con-centrarse en su interlocutora aunque sólo procuraba asentir y mirar su boca, sus labios convulsionados que dejaban ir palabras sin sonido. De reojo, por encima del hombro des-nudo de la mujer, observó la reverberación roja. Subía y ba-jaba como una marea alargada, con pequeñas pausas acuosas antes de envestir suavemente y traspasar la pared. Él sintió que se quedaba sin aire y entonces se produjo el estallido. El tiempo pareció detenerse por algunos segundos mientras chorros de granate oscuro y denso salpicaban los cuerpos de la habitación. Gritó como nunca recordaba haberlo hecho. Su mandíbula se quedó petrificada en un alarido mientras veía como los rostros de los invitados le miraban extrañado. Lo último que vislumbró después de algunos segundos que se hicieron eter-nos, fue alguna carcajada y gestos de pasmo mientras caía. Ya sólo vio un fundido negro sobreimpreso en rojo. Aquella in-mensidad les engullía. Rezó por estar soñando mientras sen-tía la humedad poseyendo angurrienta su ropa, hasta calar en los huesos. Ya no había habitación, la fiesta había termina-do, no importaba el tiempo ni el lugar. Tuvo la certeza de que todos se diluían en aquella cosa, en aquel invitado imprevisto que terminó siendo un todo. Lo aceptó. Y dejó de temerlo.

#19

#32

hay manchas de regla seca en el sofá de la salay la vida parece más difícil hoy y hasta absurda

#38

#41

#25

l A M A N C H A

#07Apareció en el fondo de la bañera hace dos días y empezó a crecer, quizás demasiado deprisa, distin-ta a todas las manchas de suciedad que pueblan la casa. Cuando llegó al borde, no lo rebosó, no se derramó, es densa y espesa. Para entonces yo ya sabía que se movía, pero supon-go que al gato lo pilló por sorpresa; después de engullirlo, aumentó sus-tancialmente de tamaño. Desde en-tonces ha ido tragándose las puertas, las toallas, las viejas cortinas y creo que no disfrutó el frigorífico vacío. Se ha adueñado de la casa y yo he ido cediendo terreno. La verdad es que nunca he sido muy limpio, nunca fui bueno luchando contra las manchas de suciedad, incluso contra las más pequeñas.Ahora está a punto de acorralarme en un rincón de comedor, es mi últi-ma oportunidad para escapar por la puerta hacia la calle; pero tengo mie-do a lo que hay ahí fuera.

#24

#06

M A N C H A S

¿por qué no te limpias la cara, guapa?no eres perezosaa ti te encantan las manchaslos manchados plátanos de las Ramblas(y las manchadas páginas de los poemas)y la piel manchadapor las cicatrices de tu niñezy por las cicatrices de ayersiempre vives una vida manchadaen las calles sin farolessin luzmanchadas por la leche de la lunay las sábanas y los hombrestambién manchadospor la lechede la lunadel solel mar a la medianochecuando follas en la playael mar lleva muchas manchasde la luna y del solmuchas cicatricesescuchas puedes oírlas canciones del marcomo las voces de niñasdulces y suavescomo un sueñovives un sueñouna pesadillauna pesadilla manchadapor las memoriaste despiertasen el espejote ves la caray en la cara encuentras manchasno puedes limpiar la carano puedes borrar las manchas

#13M A N C H A S

#37

#08

#15

EN COMPAÑÍA DE RATAS

Alcé la voz, una vez más, desde las últimas filas de asistentes a la Asamblea Planetaria Bianual y, aprovechando un silencio antes de la intervención del siguiente orador, dije lo siguiente:

—“Os ruego a todos, más que nunca, que os detengáis a re-flexionar sobre el negro futuro que, en breve, nos aguarda.

La criminal vanidad de la minoría que posee casi todas las riquezas de la tierra está destruyendo, cada vez con menos pudor, las ya precarias economías del planeta. Millones de se-res sufren esta injusticia cada día y han dejado ya de hacerse preguntas.La limpia página con los principios de la ética está, en estos momentos, salpicada de manchas y hasta la estética se ha con-vertido en un borrón. Hoy es inútil seguir buscando alterna-tivas para lograr un mundo mejor, porque nos las han robado todas y lo obvio se ha convertido en una utopía.Pero yo pregunto a los poderosos: ¿Quién os comprará maña-na los productos de vuestra rapiña? ¿No seréis vosotros, tal vez, el próximo y único objetivo de la ira de un ejército de hambrientos? ¿No tenéis nada que decir ante tanto dolor? ¡Ha-blad, cobardes!”.

—“Es lo que hay”- Contestó uno de ellos, parapetado detrás de los presidentes de gobierno, mientras hacía una discreta seña a las fuerzas de seguridad.

Abandoné la Asamblea huyendo por el alcantarillado, como de costumbre. Y, aun en compañía de ratas creo que, en las actua-les circunstancias, quizá debería quedarme a vivir aquí abajo.

#23

#28

#33

Para Julia, ya polvo enamorado.

Porque Julia se fue, no hay llanto suficientepara limpiar la mancha que ha oscurecido el día,ni dolor que se hermane al filo de su ausencia,ni recuerdos para llenar ese inmenso vacíoque no sean: la sonrisa de Julia, la mirada de Juliao Julia pedaleando camino de su muerte.

#27

#35

TACA: clapa, flota, blancall, llàntia, medalla, esborrall, gargot, cor-sec, estigma, marca, senyal, fàcula, màcula, nyapa, llepet, mota, solfa, nyafa, titlla.

TACAR: embrutar, macular, llefardar, untar, engreixinar, enfigassar, clapejar, emmascarar, ensutzar, ensutzir, enllefiscar, deturpar, esbo-rrellar.

Tinc l’honor de presentar un nou concepte conscient que esdevindrà imprescindible per aquells que encara no el conèixen. A distingir de l’acció de tacar, fer taca és, avui dia, un axioma del comportament humà que denota la necessitat de l’ésser humà de justificar-se amb la resta d’individus.

FER TACA: pal.liar, explicar, donar compte, legitimar, adduir, raonar, disculpar, excusar, preveure, anticipar, avisar, banalitzar, distreure, desviar, daurar la píndola.

Com a cofundadora del concepte em confesso obertament creient i practicant. Tot i que m’atreviria a dir que tots ho som, sense per for-ça, adonar-nos-en. Fer taca és, d’alguna manera, l’esport preferit dels habituals del políticament correcte.

Si sou dels que, com jo, heu tingut la fortuna de créixer prop de les vostres àvies sabreu del cert que elles són i seran les pioneres en des-cobrir l’existència de qualssevol taca que embruti o decori -segons es miri- les vostres vestimentes.

La meva tendència a imantar i adherir tota substància estranya que se m’acosti es remunta a la més tendra infantesa i perdura en el temps fins el dia d’avui. Aquest tret característic, afegit a la meva incorregi-ble voluntat anticipadora, han desenvolupat en mi una capacitat so-brehumana per a visualitzar la Taca i esmenar-la abans que ho faci la meva àvia. L’únic objectiu d’aquesta facultat és el de banalitzar el dra-ma que això suposa per ella.

#31

M’explico. Poder dir: “Bon dia àvia! sé que la samarreta que porto avui té una llàntia d’oli però... m’estimes igualment, oi?” no és només una manera d’adreçar-m’hi amb ironia i humor, sinó que implica també que l’he vista, que sóc conscient que pot ferir la seva sensibili-tat estètica i per tant m’excuso.

S’entén doncs que Fer taca vol dir avançar-se per a desarmar la possi-ble crítica (tàcita o manifesta) d’altri.Extrapolem l’acció fora de l’univers àvies i nétes i apliquem el concep-te en totes les relacions socials.A continuació algunes escenes clarificadores:Un treballador que arriba tard a l’oficina i li diu al seu cap:“Hola, què tal? Jo fatal, hi havia un embús terrible a l’entrada de Barcelona”(TACA)Al mercat un fruiter et ven tomàquets de branca massa madurs per una amanida:“Estan al punt ideal pel pa amb tomàquet i fins i tot per fer-ne un sofregit” (TACA)Una noia amb una altra parlen d’una tercera no present en la conversa:“— Jo a la Júlia me l’estimo molt (TACA) però la veritat és que... bla bla bla”— Sí jo també l’adoro (TACA) tot i que és una egocèntrica i una men-tidera compulsiva bla bla bla”.Un fill que oblida l’aniversari de la seva mare:“Mare, hauràs d’esperar uns dies pel teu regal... està encarregat però els cabrons de la botiga s’hanendarrerit” (TACA)Una parella al llit, un d’ells no vol fer l’amor:“Porto tot el dia amb un mal de cap...” (TACA)El que cal entendre de tot plegat és que de res serveix obsessionar-se en evitar fer la taca adequada en lasituació pertinent, ja que som animals socials amb el do o la desgràcia de raonar, de sentir i, el pitjor de tot, elmal costum de pretendre raonar sobre el sentir.L’important és arribar a apoderar-se del concepte en comptes de deixar-se dominar per aquest.Fem taques conscients de fer-les! Fumem-nos-en de les pròpies des-pulles neuròtiques però també de les delsaltres, aliem-nos amb el llenguatge i la ironia!

#18

tinc una taca,anclada,clavada al pit.intentar borrar-laseria enterrar-me,impossible fregar des de dinssense estripar-me.

#40

#43

poemas garabateados en papel de fumarcharcos como islas de agua en la arenay los pies levantando hojas secas del otoñoen una ciudad donde fuiste feliz un díay donde se te ocurrió regresar años despuéspara darte cuenta que nada había cambiadoque todo permanecía idéntico menos tú

bajo el mismo cielo gris de siempre nuevas y eternas batallas se sucedían invisibles

jóvenes sufriendo por amor en un apartamento de tres cuartos. alcoho-lizados. tratando de encontrar respuestas a lo evidente. viejos esperando su muerte en la cola del cine. la revelación de que ellos desaparecerán un día y todo seguirá igual. poetas sin pasaporte negándose a vivir en este mundo. su obra no se prostituye. no se vende. madres solas que en su madurez compraron casas en el campo con grandes ventanas y vistas al horizonte. hijos visitando la tumba del padre en un cementerio peri-férico. tras haber limpiado la lápida junto al olivo volverán al coche. la lluvia se encargará de borrar sus pasos.

#39

#17

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