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Primera Edición: Mayo 2011.

Autores: Alumnos y alumnas de 6ºA del CEIP ―San Felipe‖.

Andrea Abeal, Álvaro Amiama, José Carlos Barranco, José Luis Campos, Paloma Casquero,

Yasmina Gómez, Candela González, M. Carmen Jiménez, Lidia León, Melina Lezcano,

Lingyan Li, Francisco Javier Mena, Stanislav Monedero, remedios Navarrete, Karla M.

Nivar, Jenniffer Román, Miguel Ángel Romero, Tomeu Samaniego y Manuel Santiago.

Coordinado y Maquetado por el Tutor:

Rafael Rodríguez

Editado por el CEIP ―San Felipe‖

La Línea de la Concepción

Cádiz

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1.- EL INICIO DE LOS TIEMPOS.

1.1.-El origen de la tierra.

Hace aproximadamente unos 13.700 millones de años, se

produjo lo que actualmente se conoce como Big Bang, de los

fragmentos y polvo de esta explosión surgió la materia prima

para el surgimiento de los astros.

Hace unos 5.000 millones de años, nuestra Vía Láctea cayó

bajo la influencia de otra galaxia, de manera que, el centro de

nuestra galaxia comenzó a arrojar gas al espacio. De aquí

surgirían miles de estrellas, una de ellas sería nuestro sol que

―nació‖ hace unos 4.600 millones de años.

Primero se fundieron dentro diminutas partículas de polvo, y

luego, como consecuencia de otras fusiones se formaron

cuerpos cuyo diámetro llegaban a centenares de kilómetros.

Ésta sería la materia prima de la que se formarían los planetas.

Además existen en nuestro sistema solar más de 100 lunas y

miles de asteroides.

La tierra que hoy conocemos tiene un aspecto muy distinto del que tenía poco

después de su nacimiento, hace unos 4.500 millones de años. Entonces era un amasijo de

rocas conglomeradas cuyo interior se calentó y fundió todo el planeta. Con el tiempo la

corteza se secó y se volvió sólida. En las partes más bajas se acumuló el agua mientras

que, por encima de la corteza terrestre, se formaba una capa de gases, la atmósfera.

Agua, tierra y aire empezaron a interactuar de forma bastante

violenta ya que, mientras tanto, la lava manaba en abundancia por

múltiples grietas de la corteza, que se enriquecía y transformaba

gracias a toda esta actividad.

Los primeros signos de vida fueron algas verde-azuladas y

bacteria que se formaron en los mares y que aparecieron sólo hace

3.5 mil millones de años. Plantas y animales más complejos se

desarrollaron tan sólo hace 570 millones de años. Actualmente

existen alrededor de 1.3 millones de especies de animales en la Tierra y, probablemente,

muchos millones más que aún se desconocen.

Tuvieron que pasar unos 700 millones de años más, no obstante, para que estas

primigenias formas de vida evolucionaran hasta convertirse en algas unicelulares capaces

de realizar la fotosíntesis y expulsar oxígeno. Con la incorporación de este último

elemento a la atmósfera, hace unos 1500 millones de años, aparecieron las primeras

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células eucariotas —con núcleo diferenciado— y, unos 500 millones de años más tarde, la

evolución de éstas permitiría el desarrollo de seres capaces de

reproducirse sexualmente.

En el siguiente período, el Ordovícico, fueron muy abundantes los

trilobites y los corales y, al mismo tiempo que aparecían las primeras

formas de vertebrados marinos —los peces sin mandíbulas, como las

lampreas-, algunas plantas e invertebrados iniciaron la colonización de

tierra firme. Por su parte, la tercera división de la Era Primaria, el Silúrico, estuvo

marcada por la abundancia de algas marinas y de peces —algunos ya con mandíbulas-, así

como por la existencia de miriápodos.

La aparición de nuevas tierras altas, cordilleras y grandes lagos inauguró el período que

siguió al Silúrico, el Devónico, conocido también como la ―era de los peces‖. Junto a la

floreciente fauna marina y lacustre, en este tiempo se multiplicaron las formas de vida en

las tierras emergidas, mostrándose, por ejemplo, los más primitivos insectos y anfibios.

En el Carbonífero se desarrollaron las especies vegetales, como

los helechos y las primeras coníferas, dando lugar a espesas selvas

que, enterradas bajo los aluviones en épocas posteriores, serian

responsables de la formación del carbón mineral. La existencia de un

clima pantanoso, húmedo y cálido, por otra parte, favoreció la

multiplicación de familias y especies de insectos —tanto terrestres

como voladores— y de anfibios.

Durante el Pérmico, el período que pone fin al Paleozoico, los

desiertos y las montañas sustituyeron progresivamente a los húmedos bosques y pantanos

del hemisferio Norte. Este cambio climático y ambiental provocó el retroceso de los

animales que dependían del agua, como los anfibios, y benefició a aquellos que, por su

evolución fisiológica y reproductiva, mejor se habían adaptado a la vida terrestre: los

insectos y los reptiles.

De entre los grupos de reptiles surgidos a finales de la Era Primaria destacan los

terápsidos, los antepasados de los mamíferos. Se trataba en su mayoría de animales

terrestres, con grupos tanto de carnívoros como de herbívoros, que, a diferencia del

resto de reptiles, desarrollaron poco a poco la capacidad de regular la temperatura

interna de su cuerpo. A finales del Pérmico, no obstante, algún tipo de catástrofe acabó

con numerosas especies vegetales y animales del planeta, y, junto a éstas, se extinguieron

la mayor parte de terápsidos.

El Paleozoico dio paso al Mesozoico o Era Secundaria, que se inició hace unos 250

millones de años. El primero de los tres períodos geológicos en que se divide éste, el

Triásico, estuvo caracterizado en sus últimos momentos por una nueva extinción masiva de

especies y por la aparición de los saurios, que pronto se diversificaron y, gracias a su

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capacidad de adaptación, comenzaron a dominar el planeta. Los mamíferos aparecieron en

la Tierra hace unos 230 millones de años, es decir, a finales del Triásico.

Mientras los dinosaurios fueron amos y señores de la Tierra, lo que ocurrió durante el

Jurásico y el Cretácico, los mamíferos fueron pequeños e insignificantes. En el Jurásico,

por su parte, también aparecieron las aves, evolucionando a

partir de un grupo de reptiles voladores.

Al final del período Cretácico, se produjo la extinción

masiva de los dinosaurios y otras especies vivientes. Las

causas de esta catástrofe son aún desconocidas, aunque la

teoría más aceptada es la que señala el impacto de un

meteorito de gigantescas dimensiones como detonante de un cambio climático con

nefastas consecuencias para la flora y la fauna del planeta.

La desaparición de los grandes reptiles dio paso a la Era Terciaria —que, junto con la

Cuaternaria, forman el llamado Cenozoico—. Durante ésta, los mamíferos, aprovechando el

vacío dejado por los saurios, se multiplicaron y diversificaron, imponiendo su dominio

sobre el resto de vertebrados. Muchas familias de mamíferos modernos, por su parte,

datan del Oligoceno —es decir, de hace entre 35 y24 millones de años—, y fue en el

Mioceno —hace entre 24 y 5 millones de años- cuando se registró la mayor diversidad de

especies.

A partir del Mioceno, el número de mamíferos empezó a declinar y, como consecuencia

de los profundos cambios climáticos que se produjeron durante el Plioceno, hace unos 2

millones de años muchas especies desaparecieron.

Estaba a punto de iniciarse la Edad del Hielo, la Era Cuaternaria o Neoceno, en la que

un primate muy avanzado iba a imponer su dominio: el Homo.

1.2.- Los dinosaurios.

Los dinosaurios constituían un grupo de reptiles que

dominó el mundo hace unos 160.000.000 años, hasta que

desaparecieron hace unos 65.000.000 años. Vivieron en la

era mesozoica. Se han identificado más de 800 especies

diferentes de dinosaurios, de distintos tamaños y formas,

desde el Tyrannosaurus, un depredador feroz, hasta el

Microraptor, del tamaño de una paloma. Como los mamíferos actuales, estos reptiles

adaptables habitaron en todos los medios de la Tierra, desde el acuático hasta el aéreo.

Las aves actuales son parientes muy lejanos de los dinosaurios.

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Según la cronología, la era en la que se extinguieron los dinosaurios se denomina Era

Mesozoica o Era Secundaria. Fue un período de la historia de la Tierra que se inició hace

245.000.000 años y finalizó hace unos 65.000.000 años. Se denomina Mesozoico porque

se encuentra entre la era Paleozoica y la era Cenozoica. Dicha era la podemos dividir en 3

períodos: Triásico, Jurásico y Cretácico.

TRIÁSICO

Es la primera etapa de la era Mesozoica. Se inició hace 250.000.000 años. La tierra

estaba formada por Pangea (un continente único). El clima era cálido y templado, aunque

algunas veces húmedo. La fauna que poblaba la Tierra la componían reptiles y pequeños

mamíferos. También aparecieron los teletóseos, después los dinosaurios como el

apatosaurus, brachiosaurus y mayasaurus.

JURASICO

Hace 208.000.000 de años, en el periodo Jurásico, Pangea se

empezó a separar. El clima era cálido y uniforme, pero con lluvias;

la vegetación considerable y los dinosaurios herbívoros crecieron.

A finales del Jurásico empezaron a vivir algunos insectos actuales

(cucaracha, libélula…) Dinosaurios de este periodo son el

ultrasaurus, velociraptor y vulcanodon.

CRETÁCICO

Es la última etapa de la era Mesozoica, desde 135.000.000 años a 65.000.000. Laurasia

y Gondwana se fueron fragmentando dando lugar a los continentes de la actualidad. Los

climas eran variados, pero la fauna muy variada. La flora era parecida a la de la actualidad.

El nivel del mar subió muchísimo. Los reptiles voladores llegaron a medir 15 m. Al final del

Cretácico se produjo la misteriosa extinción de los dinosaurios. Ejemplos de este periodo

son el Tyrannosaurus, torosaurus y triceratops.

EL FIN DE LOS DINOSAURIOS

Existen muchas teorías que intentan explicar por qué los

dinosaurios se extinguieron. Lo que sí se sabe es que a finales del

Cretácico el clima no era tan estable.

1: Cayó un cometa de más de 10 km de largo.

2: Había plantas venenosas y los herbívoros murieron.

3: Los carnívoros se comieron a los herbívoros y murieron todos.

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1.3.- La evolución del hombre.

La aparición de los primeros homínidos (seres con forma de hombre) en la Tierra es

relativamente nueva, pues fue hace aproximadamente 6 millones de años. Desde entonces

hasta la actualidad el ser humano ha evolucionado pasando por diferentes eslabones.

Australopithecus: denominado

hombre del sur, es considerado

como un prehomínido; tenía una

escasa capacidad craneana y baja

estatura. Habitó en el sur del

continente Africano hace unos 6

millones de años. La especie era

bípeda, sin embargo era diferente

de nosotros en bastantes aspectos;

por ejemplo, sus piernas eran

proporcionalmente más largas en

comparación con los brazos.

Homo hábilis: es el segundo eslabón en la cadena de la evolución humana y

considerado como el primer homínido. Se sabe que se diseminó por todo el

continente Africano ya que se han encontrado sus restos pero además numerosos

guijarros y restos de herramientas primitivas construidas por el Homo habilis. El

incremento del cerebro mencionado anteriormente, fue calculado alrededor de

44%. Este incremento es significativo porque el tamaño del cuerpo no tuvo grandes

cambios lo que representa un desarrollo enorme para el cerebro en relación al

cuerpo.

Homo erectus: mucho más inteligente que sus dos antecesores, el homo erectus

logró dominar el fuego y gracias a su postura derecha, logró mejorar las

herramientas existentes y crear nuevas. Su inteligencia se debió a que su

capacidad craneana doblaba a la del mono. Los Homo erectus son los primeros

viajeros intercontinentales. Desde África se dispersan a través de Asia Menor y el

Próximo Oriente, llegando por un lado hasta España y por el otro hasta cerca de

Pekín, en el norte de China, y hasta la isla de Java, en Indonesia. Los fósiles más

antiguos de Atapuerca, cerca de Burgos, que tienen 800.000 años, son

descendientes de ellos.

Homo sapiens (hombre de Neandertal): este homínido tenía mucho más parecido

con el hombre moderno, pero aún no contaba con la inteligencia suficiente; sin

embargo, logró pulir piedras para elaborar armas y hay indicios de que el arte

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comenzó con el Hombre de Neandertal, pues se han encontrado restos de pintura

roja en algunas piedras y pieles de animales. Durante décadas, a la vista de los

restos arqueológicos que se han ido encontrando, los especialistas han considerado

que los primeros pobladores de América debieron ser los clovis, pueblos cazadores

de hace unos 13.000 años.

Homo sapiens sapiens: es el hombre, como hoy lo conocemos. Apareció durante el

Paleolítico superior hace unos 40 000 años. Con la aparición del Homo sapiens

sapiens concluye la cadena evolutiva del hombre, por lo menos hasta donde las

investigaciones actuales han llegado.

2.- LAS ETAPAS DE LA PREHISTORIA.

2.1.- El Paleolítico.

El paleolítico es una etapa de la prehistoria caracterizada por el uso de útiles de

piedra tallada, si bien también se usaban otras materias primas orgánicas para construir

diversos utensilios, como hueso, asta, madera, cuero, fibras

vegetales, etc. Es el período más largo de la historia del ser

humano y es el más antiguo.

Durante esta época el hombre fue cazador, pescador y

recolector, por lo que llevaba una vida nómada y solía colocar

sus campamentos en las orillas de los ríos donde se aseguraba

el agua y la comida por un tiempo. En esta época se comenzó a

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utilizar el fuego (hace 1.500.000 años aproximadamente) y se tenían creencias religiosas

de carácter mágico y se realizaban ceremonias funerarias. Podemos distinguir tres

etapas:

- Paleolítico inferior: se extiende desde hace 2,5 millones de

años que aparece el primer hombre del género Homo, hasta el

125.000 antes de Cristo. En esta etapa se desarrollan el Homo

hábilis y el Homo erectus. Los instrumentos que elaboran son

toscos, destacan las hachas de mano o bifaces

- Paleolítico medio: se desarrolla entre el 125.000 y el

40.000 antes de Cristo. En Europa se desarrolla el

Hombre de Neanderthal. Continúan elaborando los

mismos materiales líticos (de piedra) que en la etapa

anterior, mejora la técnica y se desarrolla la tipología

lítica (se crean los instrumentos con finalidades

específicas)

- Paleolítico superior: abarca desde el 40.000 a. C. hasta el

10.000 antes de Cristo. Se desarrollan las culturas

creada por el Homo sapiens sapiens. En Europa

principalmente es la cultura del Cro-Magnon. Su industria

lítica es muy elaborada: se realizan instrumentos líticos

con mucha precisión y especialización. Emplean otros

materiales como el hueso (arpones de hueso, puntas de flecha, raederas y

raspadores, etc.).

Arte rupestre

Las pinturas rupestres es un tipo de arte prehistórico realizado

por los hombres, que demuestran que desde su origen en la Tierra

es capaz de realizar obras de arte en las paredes de las cavernas

que habitaba. También se realizó pintura sobre cantos rodados,

escultura, cerámicas decoradas y objetos ornamentales.

2.2.- El Neolítico.

Aunque Neolítico se traduce literalmente como ‗Nueva (edad de) Piedra‘, quizás sería

más apropiado llamarlo ‗Edad de la Piedra Pulimentada‘. Se sitúa entre el 7000 a. C. y el

4000 a. C. aproximadamente. Este período se inició en el Kurdistán antes del 7000 a. C.

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(quizás hacia el 8000 a. C.) y se difundió lentamente, sin que

en Europa pueda hablarse de Neolítico hasta fechas

posteriores al 5000 a. C.

Se sabe de la siembra, recolección y almacenaje de

cereales, y se sabe que domesticaron algunos animales, y entre

ellos, el primero, el perro. Se construyeron poblados de casas

de adobe, con cubierta plana, aproximadamente rectangulares en medianería, sin calles y

con entrada por la cubierta. También cabañas circulares, semi-subterráneas, de una sola

cámara, con los muros y el suelo cubiertos de barro.

Un invento de capital importancia para la vida de las personas, y que tuvo un desarrollo

muy rápido, es la alfarería. Permitió la construcción de recipientes para líquidos y facilitó

enormemente la vida del hombre, que ya no necesitaba estar permanentemente en las

cercanías del agua, o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues

almacenaba el agua, y también granos, semillas, productos molidos, etcétera, en los

recipientes de alfarería. Antes se usaban calabazas vacías (que

podían contener agua pero no podían ponerse al fuego) y cestos de

mimbre.

Aparecida la alfarería, el hombre intenta decorarla. Hay indicios

de que las primeras decoraciones se hacían con cuerdas, utilizadas

a menudo de refuerzo, pero después se introdujeron otras

variantes: la acanaladura, el cordón y las asas de diversos tipos.

La vida en el neolítico

Los densos agrupamientos de aldeas y pequeñas ciudades,

confinados en principio a los márgenes de las corrientes de

agua naturales, tuvieron que recurrir cada vez más al regadío

artificial para regar sus campos de trigo y cebada. Hacia el

6.350 A.C. se levantaron templos monumentales de ladrillo de

adobe en el centro de importantes ciudades como Eridu y Al

Ubaid. Las primeras ciudades surgieron en la zona de Oriente

Próximo en torno a los 7000 años de antigüedad y asociadas a

las primeras culturas neolíticas. La cercanía de los ríos

Éufrates y Tigris permitió el cultivo de cereales y otras plantas que podían ser regadas

por medio de las obras de canalización que realizaron los habitantes de estas primeras

ciudades. Surgieron también los primeros edificios públicos que caracterizan a la ciudad,

los palacios y los templos. Unos y otros funcionarán como grandes oficinas administrativas

en las que se llevaba el control de la producción de alimentos y del comercio. La necesidad

de administrar esta información llevó a la aparición de sencillas formas de anotación,

contabilidad y escritura.

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El cambio climático provoca una lenta conversión de la economía de subsistencia,

basada en la caza, hacia una economía más estable de base ganadera y apoyada en los

cultivos. Se aprecia que el hombre deja las montañas para desplazarse hacia los llanos en

persecución de sus presas de caza. El hombre vuelve a las cuevas aunque en algunos puntos

pudo conservar la utilización de chozas en las cercanías de ríos.

El desarrollo de la ganadería da lugar a la trashumancia y a

los contactos relativamente frecuentes con gente de otras

tierras, existiendo una mayor intercomunicación entre las

diversas tribus. Para las hachas y otros instrumentos se utiliza

la piedra pulida y los útiles y algunas herramientas se fabrican

frecuentemente con hueso. Aparecen también útiles de

obsidiana.

En este período el hombre ha domesticado al perro. El hueso se usa frecuentemente.

Para conservar la carne se usa el sistema del acecinado, secado al sol o salado. La

habilidad manual de los pobladores de la época se utilizaba en la preparación de trampas

de cuerdas de cierta complejidad. El animal capturado por las cuerdas anudadas tendidas

por el hombre, era rematado después por este. El desarrollo de las trampas coincide con

el culto a la araña, extendido por todas las culturas neolíticas de Europa Occidental y

otras, culto probablemente vinculado a la habilidad de este pequeño animal para colocar

sus trampas, las telas de araña.

El culto a los muertos empieza a desarrollarse y aparecen los primeros megalitos. En

realidad el culto a los muertos apareció hace 30.000 años, como lo demuestra el

enterramiento de la cueva de Morín, en Cantabria.

2.3.- LA EDAD DE LOS METALES.

El uso de los metales nace en la Península de Anatolia a partir del 5.000 a.C. De allí se

difunde a Mesopotamia y Egipto. Carecen de yacimientos de minerales y se inicia un

comercio de metales a través del Mediterráneo, en busca de cobre y estaño. Este

contacto permite la difusión de su conocimiento y permite el desarrollo cultural de los

pueblos que comerciarán con los orientales, como es el caso de la Península Ibérica.

Podemos distinguir tres periodos dentro de la Edad de los Metales:

A) Edad del cobre (IV y III milenio a.C.)

Es económicamente hablando un Neolítico muy desarrollado que usa el cobre para

construir instrumentos. Es un material blando que encontramos en la naturaleza en forma

de láminas que se pueden trabajar manualmente, un ejemplo moderno son los esquimales

del cobre que fueron estudiados a mediados del siglo XX. Con el tiempo el hombre

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aprende el proceso de la metalurgia, a través de la

experimentación o de la casualidad (caída de cobre al fuego).

En la Península Ibérica la Edad del Cobre se extiende por

el Sureste, ya que es una zona rica en yacimientos minerales.

Aquí llegan pueblos orientales en su busca; en sus contactos

transmiten a los indígenas del españoles el conocimiento de los

metales.

Aparecen nuevas formas de enterramiento como el dolmen (construcción de grandes

piedras, normalmente efectuada como tumba individual) y los sepulcros de corredor (son

colectivas y se confeccionan con grandes galerías de piedras monumentales).

A este periodo pertenece la cultura de los Millares cuyo

poblado más importantes precisamente el de los Millares. Son

poblados fortificados y poseen una Necrópolis o enterramiento

con ajuar (objetos con los que se entierra al difunto).

También es de esta época la cultura del vaso Campaniforme que

se desarrolla en las zonas de los Millares y es posterior, es la 2ª

fase de la cultura de los Millares. Se identifica por su cerámica

(tiene forma de campana invertida con decoración impresa con

motivos geométricos).

B) Periodo del Bronce (II milenio a.C.)

Son culturas que utilizan el bronce (aleación de cobre y estaño) en la construcción de

instrumentos. Para Europa, a diferencia de Egipto y Mesopotamia se inicia la revolución

urbana. Tiene dos características nuevas: Aparición del primer Estado, la primera

autoridad política. La organización social se ha hecho más compleja que en los poblados

neolíticos. Desaparición de la igualdad social.

En la edad de los metales se produce la dominación de un pueblo sobre otro. El

conocimiento de los metales hace a unos pueblos más fuertes que otros y aparece la

guerra (especialmente a partir de la aparición del carro de guerra).

En la Península Ibérica se produce una revolución urbana junto con todas las

características de este periodo menos la aparición de la escritura. Aparecen las clases

sociales y el rey o la autoridad política.

A este periodo pertenece la cultura del Argar en el sureste Español. Es la primera que

tiene características de la revolución urbana. También la cultura Talaiotica, en las

Baleares que se caracteriza por 3 tipos de construcciones:

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Naveta Taula Talaiot

C) Edad del Hierro.

Surgen multitud de pueblos independientes en la Península que forman ciudades-estado

(cada pueblo tiene su propia autoridad): Celtas: Norte; Celtíberos: Centro y Oeste;

Iberos: Es la cultura más importante: Andalucía y el Mediterráneo. Conviviendo con la

cultura íbera existían ciudades fundadas por pueblos exteriores (colonizadores que venían

por el comercio de metales). Principalmente 3 pueblos: fenicios, griegos y cartagineses. Al

mismo tiempo en Europa se desarrollan 2 culturas importantes: Halstatt y La Tene.

3.- PUEBLOS PRERROMANICOS.

3.1.- Celtas, Iberos y Celtíberos.

En un sentido amplio, celtas (griego, Κέλτoι), es el término utilizado por lingüistas e

historiadores para describir al pueblo, o conjunto de pueblos de la Edad de Hierro que

hablaban Lenguas celtas pertenecientes a una de las ramas de las lenguas indoeuropeas.

En este sentido, el término no es por lo tanto étnico ni arqueológico, pues muchos de los

pueblos que hablaron lenguas célticas, caso de los Goidelos de Irlanda, nunca llegaron a

participar de las corrientes culturales materiales de Hallstatt o La Tène.

Existe sin embargo un concepto más restringido del término, referido en este caso a los

llamados celtas históricos, entendidos estos como el grupo de sociedades tribales de

Europa, que compartieron una cultura material iniciada en la primera edad de hierro (1200

a. C. – 400 a. C.).

Los iberos o íberos fue como llamaron los antiguos escritores

griegos a las gentes del levante y sur de la Península Ibérica para

distinguirlos de los pueblos del interior, cuya cultura y costumbres eran

diferentes. De estos pueblos escribieron Hecateo de Mileto, Heródoto,

Estrabón o Rufo Festo Avieno, citándolos con estos nombres, al menos

desde el siglo VI a.C.: elisices, sordones, ceretanos, airenosinos,

andosinos, bergistanos, ausetanos, indigetes, castelani, lacetanos,

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layetanos, cossetanos, ilergetas, iacetanos, suessetanos, sedetanos, ilercavones,

edetanos, contestanos, oretanos, bastetanos y turdetanos. Los principales asentamientos

se encuentran en la costa levantina donde se encontró la dama de elche.

Con el término celtíberos suele hacerse referencia a las tribus celtas o celtuzadas de

la Península Ibérica así como a los idiomas que estos grupos hablaban, aunque, realmente,

el término celtíbero se refiere únicamente a uno de los pueblos célticos de la península

Ibérica, existiendo otros con otros nombres (vacceos, lusitanos, carpetanos,etc.). Este

pueblo celtíbero habitaba al oeste de la cordillera ibérica. Los consideraban una mezcla

de celtas e íberos, diferenciándose así de sus vecinos, tanto de los celtas de la meseta

como de los íberos de la costa. Hoy sabemos que los celtíberos son un pueblo de lengua y

cultura celta.

3.2.- Los fenicios.

Los fenicios habitaron la región situada al Norte de Palestina y

al Oeste de Siria, que corre encajonada en una extensión de

200Km de largo y aproximadamente 35 a 40 Kilómetros de ancho

entre el mar Mediterráneo y las montañas del Líbano. De suelo

abrupto y clima en los valles transversales y frío en las zonas

elevadas. El territorio es apto para la agricultura. Impedidos, sin

embargo, de intentarse en las tierras adyacentes por la existencia de barreras naturales

y la presencia de otros pueblos más agredidos, los fenicios se valieron de los árboles que

crecían sobre los montes, construyeron ágiles navíos se lanzaron al mar Mediterráneo.

Fenicios llegarán en el siglo VII a. C. desde el mediterráneo oriental, atraídos por la

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riqueza mineral de la península. Sus colonias más importantes originaron ciudades como

Gades (Cádiz), Sexi (Almuñecar) o Malaka (Málaga), donde introdujeron la escritura y el

uso del dinero.

El motivo de su navegación por el Mediterráneo fue la obtención de metales, en

especial plata y estaño de las casitérides, que recogieron a

través de los tartesios; ulteriormente se beneficiaron también

de la pesca y la industria de salazones. Cuando las metrópolis

fenicias del próximo oriente empezaron a resentirse de las

ataques asirios y babilónicos (s.VII y VI) Cartago se dispuso a

sustituirlas.

En su organización interna las ciudades fenicias fueron siempre independientes entre

sí: en oriente Tiro y Sidón se limitaron a ejercer su hegemonía en algunos momentos y las

de Occidentes, al carecer de flota, excepto la mercante de Gádir según parece

dependían para su defensa de Cartago.

Desde antiguo, los fenicios, como los demás eran buenos agricultores. La proximidad

del mar y la facilidad que tenían para construir embarcaciones, merced a la abundancia de

cedros del Líbano, les hizo pescadores. La necesidad de comerciar hizo que creasen

industrias, basadas primero en los productos de su país y más adelante también en

productos importados.

Trabajaron la piedra, la madera y el vidrio; fabricaron tejidos uniendo la lana, el

algodón y el lino egipcios.

3.3.- Tartessos.

Tartessos es el nombre por el que los griegos conocían

a la que creyeron primera civilización de occidente. La

primera fuente histórica de Herodoto del siglo V a. C. que

habla del rey Argantonio (significa hombre de plata y se

dice que gobernó durante 100 años). Sobre el origen de la

cultura tartesia se han vertido verdaderos ríos de tinta,

a pesar de lo cual todavía nada es seguro.

Dicen que Tartessos es un río en la tierra de los iberos, llegando al mar por dos bocas

y entre esas dos bocas se encuentra una ciudad con el mismo nombre que el río es el más

largo de iberia. No es seguro que existiera una ciudad llamada tartessos dado que aún no

se ha encontrado su ubicación.

La base fundamental de la economía de los Tartessos era la agricultura. De la religión

hay pocos datos pero se supone que al igual que el resto de los pueblos del mediterráneo

era de religión politeísta.

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La desaparición de los tartesos fue en el siglo IV a. C.

Desapareció de la historia posiblemente barrida por Cartago y las

demás colonias fenicias. Los yacimientos más importantes que se

pueden considerar tartesios son los tesoros del carambolo, aliseda

y belvis de la jara.

Los reyes mitológicos.

Gerión primer rey mitológico de Tartessos según la leyenda era un gigante tricéfalo o

al menos con tres cuerpos que pastoreaba sus grandes manadas de bueyes a las orillas del

Guadalquivir. El mito dice que una de las doce pruebas de Heracles era el robo de los

bueyes de Gerión. También dice la leyenda que Gerión era el gigante mítico que mató a

Heracles y sobre el construyó la torre de Hércules en La Coruña.

3.4.- Cartagineses.

La civilización cartaginesa o Antigua Cartago fue un Estado de la

Antigüedad clásica que englobaba la ciudad de Cartago y sus

territorios. En sus inicios comprendía únicamente la ciudad y una

pequeña área a su alrededor, lo que obligó a los cartagineses a

especializarse en el comercio marítimo para asegurarse las materias y

recursos necesarios para la subsistencia. A partir del siglo VI a. C. los

cartagineses fueron ocupando gradualmente la región que hoy

identificaríamos con Túnez, que constituiría el corazón de la nación.

Partiendo de esta área, que se suele denominar metropolitana, se

expandieron para crear entre los siglos V y III a. C. un gran imperio mercantil. El Estado

evolucionó desde ser una tiranía con ciertas características monárquicas, hasta ser un

sistema plenamente republicano.

La sociedad se dividía en quienes eran ciudadanos y los que no lo eran. Entre los

ciudadanos había dos clases sociales. Los drrun (―los grandes‖), es decir, la aristocracia,

ricos propietarios de tierra y grandes comerciantes con numerosos esclavos. El otro grupo

eran los srnum, a los que los autores latinos denominaron plebeyos, grupo formado por

artesanos entre los que destacaban los dedicados a industrias textiles, a la metalurgia, y

a los oficios del vidrio, de la madera y a los relacionadas con la construcción naval.

Su crecimiento territorial y comercial causó por todo el

Mediterráneo diversas guerras con las polis griegas. A finales

del siglo III a. C. entró en contacto con la otra gran república

de su tiempo, Roma, la cual también estaba inmersa en un gran

proyecto de crecimiento territorial. Su enfrentamiento se

materializó en las tres Guerras Púnicas, consideradas como las

guerras más trascendentes de la antigüedad clásica. Cartago siempre resultó derrotada y

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los enfrentamientos no cesaron hasta la destrucción de su capital.

Cartago llegó a la Península Ibérica para recuperarse de las pérdidas territoriales de

la primera Guerra Púnica. Se apoderaron de las minas de plata de Cartagena y Andalucía,

las más ricas del Mediterráneo en la Antigüedad. La empresa fue iniciada en el 237 a. C.

por Amílcar Barca, que dominó casi toda Andalucía, y la continuó su yerno Asdrúbal,

fundador de la ciudad Cartago Nova, actual Cartagena.

La religión cartsasginesa tenía su origen en la religión fenicia. El

panteón fenicio estaba presidida por el padre de los dioses, pero la

principal divinidad era una diosa. Hay mucho parecido ente estas

religiones. En algunos casos los nombres de los dioses fueron

cambiados al tomarlos prestados. Incluso las leyendas fueron

similares. Egipcios, babilonios, asirios, persas y otros han dejado sus

influencias en el sistema de fe fenicio al adoptarlo a su propia

religión.

Inicialmente los cartagineses preservaron de Tiro sus creencias religiosas y durante

su edad inicial no se establecieron diferencias con respecto a la ciudad fundadora. En

esta primera etapa la deidad más importante debió ser Melqart, señor de Tiro, a cuyo

templo se enviaba desde Cartago anualmente una ofrenda de la ciudad. Pero esta tradición

se abandonó durante el siglo VII a. C., y a partir del siglo siguiente comenzaron a

observarse peculiaridades específicas de Cartago. La principal es que los dioses más

venerados pasan a ser Baal y Tanit.

Otra característica de la religión cartaginesa es haber conservado la práctica de los

sacrificios humanos, desaparecida en Fenicia. El sacrificio consistía en ofrecer la vida del

primogénito al dios Baal Hammón en el rito del Molk. La práctica persistió hasta los días

mismos de la caída de Cartago.

3.5.- Griegos.

Los orígenes de la civilización griega estarían en la isla de

Creta, al sureste del Peloponeso, a partir del 2100 a. C.

aproximadamente, donde se desarrolla la civilización Minoica,

nombre tomado del legendario Rey Minos, que se asocia a la

leyenda del Laberinto y el Minotauro. Los Aqueos, pueblo

guerrero invade y somete por las armas a los cretenses y

luego extienden su dominio a la península del Peloponeso,

pero lentamente se transculturizan y adoptan la cultura helénica, es el tiempo de los

Reyes Guerreros. Luego otros pueblos invaden la península de los Balcanes, ocupando

diversos territorios de Grecia y Asia Menor, siendo los principales los eolios, los jonios y

los dorios.

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Los griegos vivían en ciudades-estado independientes, entre las que destacaron Atenas y

Esparta, rivales a durante muchos años, pero que al final tuvieron que aliarse, ante los

ataques de pueblos exteriores.

Estas polis tenían una forma de gobierno que al principio

parecían reinos menores; muchas veces había un funcionario

municipal que cumplía funciones residuales y ceremoniales del rey

en Atenas. Sin embargo, para la Época Arcaica y la primera

conciencia histórica, la mayoría de estas ciudades-estados ya se

habían convertido en oligarquías aristocráticas.

Con el tiempo, el dominio político y la riqueza de grupos pequeños de familias era

propenso a provocar descontento social en muchas polis. En muchas ciudades un tirano en

cierto punto tomaba el control y gobernaba según su propia voluntad.

Atenas cayó bajo una tiranía en la segunda mitad del siglo

VI a. C. Cuando esta tiranía terminó, se propuso una reforma

radical para que la aristocracia no recobrara el poder: los

atenienses fundaron la primera democracia del mundo. Había

una asamblea de ciudadanos para la discusión de la política en la

que todos los ciudadanos tenían igualdad de derechos. Sin

embargo, los que no eran ciudadanos – los metecos (extranjeros) y los esclavos – no

gozaban de ningún derecho político en absoluto.

Después del surgimiento de la democracia en Atenas, otras ciudades-estado fundaron

democracias. No obstante, muchas retuvieron formas de gobierno más tradicionales.

Esparta era una excepción notable al resto de Grecia, y a través de la época fue

gobernada no por uno, sino por dos monarcas hereditarios bajo una forma de diarquía. Sin

embargo, el poder de estos reyes era limitado tanto por un consejo de ancianos como por

magistrados específicamente designados para vigilar a los reyes.

En cuanto a la estructura social, solamente los hombres

nativos y libres que eran dueños de tierras podían ser

ciudadanos, y gozar de la protección entera de la ley en una

ciudad-estado. En la mayoría de las estas, la gente que no

gozaba de ningún derecho especial, a diferencia de Roma.

En Atenas, la población se dividía en cuatro clases sociales

según su riqueza. La gente podía cambiar de clase por ganar

más dinero. En Esparta, todos los ciudadanos varones se

nombraban iguales si terminaban su educación. Sin

embargo, los reyes espartanos, que servían de líderes militares y religiosos en la ciudad-

estado, venían de dos familias. Los esclavos no tenían ningún poder ni estatus. Tenían el

derecho de criar una familia y ser dueños de propiedades, pero no tenían derechos

políticos.

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La religión de la antigua Grecia abarca la colección de las creencias y rituales

practicados en la Grecia antigua en la forma de prácticas culturales, homólogas de la

mitología griega. Estos son los dioses más famosos:

Zeus Hera Ares

Poseidón Afrodita

Otro aspecto importante de la civilización griega es su arte, sobre todo su

arquitectura, que se ve reflejada en la belleza de sus edificios, sobre todo los templos y

teatros. Estos edificios se construían con materiales como madera, para soportes y

techos; los ladrillos sin cocer para las paredes, especialmente para las casas; la piedra

caliza y el mármol, para las columnas, muros y porciones elevadas; el bronce, para detalles

decorativos…

La arquitectura griega clásica está representada,

fundamentalmente, por templos, pues se desarrolló en torno a

los santuarios, siendo los principales los de Olimpia, Delfos,

Atenas, Eleusis, Mileto, Éfeso y Selimonte.

El segundo tipo de edificio griego en orden de importancia,

después de los templos, son los teatros, siendo los primeros edificios en Occidente

destinados a espectáculos. Cada ciudad griega contaba con uno.

3.6.- Egipto.

Es uno de los países con más población de África, cuya mayor parte se asienta en las

riberas del río Nilo y en el delta donde están las zonas de tierra fértil. Casi la mitad de

los egipcios viven en áreas urbanas, sobre todo en los centros densamente poblados de El

Cairo y Alejandría. Egipto es famoso por su civilización antigua y sus monumentos, como

las pirámides y la gran esfinge; la ciudad meridional de Luxor contiene un gran número de

restos antiguos, tales como el templo de Karnak y el Valle de los Reyes. Hoy es un centro

político y cultural importante del Oriente Próximo.

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El Antiguo Egipto fue una civilización que se originó a lo largo del

cauce medio y bajo del río Nilo, y que alcanzó tres épocas de esplendor

faraónico en los periodos denominados: Imperio Antiguo, Imperio Medio

e Imperio Nuevo.

La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3.000 años.

Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo,

alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el

31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto

ptolemaico, que desaparece como Estado. Su identidad cultural había comenzado a diluirse

paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia

(siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la época de

Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.

La religión oficial tenía como figura central al Sol o astro rey, denominado Ra, Horus o

Amón. El faraón (en teoría) se preocupaba de los dioses y cuidaba sus imágenes porque los

que realmente se preocupaban de ellos eran los sacerdotes. Los dioses, por su parte,

establecían su residencia en las imágenes y mostraban su favor al faraón y, por ende, a la

humanidad.

De todo lo que incluye la civilización egipcia, lo que más llama la atención después de

tanto tiempo son los edificios y construcciones tan enormes e imponentes que levantaron.

De entre todos los templos y construcciones destacan la Gran Esfinge y las Pirámides de

Giza.

La Gran Esfinge de Giza es una monumental escultura que se

encuentra en la ribera occidental del río Nilo, en la ciudad de Giza,

unos veinte kilómetros al sudoeste del centro de El Cairo. Los

egiptólogos estiman que fue esculpida c. siglo XXVI a. C., durante la

dinastía IV de Egipto.

Las pirámides de Egipto son, de todos los vestigios que nos

legaron los egipcios de la Antigüedad, los más portentosos y

emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las

tres grandes pirámides de Giza, las tumbas o cenotafios de los

faraones Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se

remonta, para la gran mayoría de estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de

Egipto. La Gran Pirámide de Giza, construida por Keops (Jufu), es una de las siete

Maravillas del Mundo antiguo.

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4.- EL IMPERIO ROMANO.

La Antigua Roma designa al estado surgido de la expansión de Roma. En su época de

apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña hasta el Desierto del Sáhara y desde la

Península Ibérica al Éufrates, provocando un importante florecimiento cultural en cada

lugar en el que gobernó. En un principio tras su fundación Roma fue una monarquía etrusca.

Más tarde fue una república latina, y 27 años a. C. se convirtió en un imperio. Al periodo

mayor de esplendor se reconoce como paz romana, debido al relativo estado de armonía

que prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio romano.

4.1.- Origen y expansión del imperio romano.

Según la leyenda, Roma fue fundada por los hijos del dios de la guerra, Rómulo y Remo

en 753 a. C. Se construyó en siete colinas al lado del río Tiber, en las fronteras de

Estruria, fue gobernado por reyes hasta el 509 a. C., cuando los nobles destruyeron al

rey Tarquinio el soberbio, entonces se convirtió en una república. Como Roma tenía una

política ambiciosa y en expansión conquistó la costa del mediterráneo y le llamaron mare

nostum (mar nuestro). Más tarde, en el 27 a. C. se convirtió en un imperio.

Esta expansión de Roma hasta conquistar medio mundo conocido se produjo en varias

campañas:

A) La expansión de Roma por la Península Itálica: La delicada coyuntura interna

alimentó las indicaciones expansionista de Roma. Tras dominar a sus ex-aliados

latinos, vencer a los samnitas y hacerse el control de la magna Grecia, la ciudad del

Lacio controló a Italia.

B) La conquista de veyes: Hacia el 396 a. C Roma dio un paso más en su política

expansionista con la toma de los veyes. La odiada ciudad estrusca, situada en una

meseta sobre el Tíber, mantenía con Roma un viejo litigio por el control de las

salinas y vía salaria, nudo comercial y de comunicaciones de extrema importancia.

C) La invasión de los galos: la conquista de veyes hizo

de Roma la mayor ciudad del Lacio y la convirtió en

la gran potencia de la Italia central, pero,

justamente en el momento de su triunfo, hubo de

hacer frente a una catástrofe que hizo peligrar su

convivencia: la invasión de los galos.

Las guerras samnitas fueron una serie de conflictos armados de la antigüedad que

enfrentaron principalmente al pueblo itálico de los samnitas, que dominaban los

apeninos al sur del lacio, contra la incipiente república romana por el control de la

Italia central. En el intervalo entre el 343 y el 290 a. C. hubo tres guerras entre

ambos contendientes.

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D) Roma y la guerras con Cartago: Tras haberse adueñado de Italia hasta el extremo

meridional, Roma intentó también apoderarse de Sicilia, entrando así el conflicto

con Cartago, en el norte de África, que era entonces la mayor potencia marítima y

comercial del mediterráneo occidental. El año 264 a. C. comenzaron tres guerras

sangrientas y enconadas, llamadas ―guerras púnicas‖.

Fue durante la segunda guerra púnica cuando los romano invaden Hispania con la

idea de expulsar de allí a los cartagineses.

E) La lucha por el control del mediterráneo oriental: Durante los años 215 y 168 a. C.

Roma hubo de enfrentarse a Macedonia por el dominio del mar egeo en las

denominadas guerras macedónicas.

F) La Guerra de las Galias: fue un conflicto militar librado entre el dictador Julio

César y una coalición de tribus galas liderada por Vercingetorix que se extendió

desde 58 hasta 51 a. C. Los romanos también realizaron incursiones en Britania y

Germanía, pero estas expediciones no llegaron a transformarse en invasiones a

gran escala. La guerra de las Galias culminó con la batalla de Alensia en 52 a. C.

donde los romanos pusieron fin a la resistencia organizada de los galos.

G) Guerra contra los dacios: En 101, Trajano inició su primera guerra contra los

dacios, un pueblo de habitaba en la actual Rumania cuyo líder era de Cébano. La

guerra terminó el año siguiente con la victoria romana en la batalla de Tapace.

Entre 105 y 106 siguió la segunda guerra de los dacios, durante la cual los romanos

tomaron la capital dacia, sarmizegetusa, y anexionaron dacia como provincia del

imperio.

H) Las guerras contra los partos: en 113 Trajano comenzó una guerra victoriosa

contra los partos; Armenia, Asiria y Mesopotamia fueron integradas en el imperio.

Este alcanzó con estas conquistas su máxima extensión.

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4.2.- La Romanización.

El objetivo del Imperio Romano era trasladar la cultura romana a los pueblos

conquistados, la lengua, su cultura, la moneda… A este proceso es al que llamamos

romanización. Ellos conquistaron todo el mediterráneo entre ellos: Hispania, Egipto,

Grecia, Syria, Britania, Galia… La lengua y la escritura era el Latín. En la cultura influyeron

algunos de los países conquistados como los griegos, los egipcios y también los países

árabes. En la arquitectura influyeron los griegos y los etruscos. En general realizaron

importantes cambios en la cultura de todos los países.

Si la lengua era el latín, las monedas eran el aureo, el denario, el

sextercio, el duponcio y el as. Entre el siglo III a. C. y el siglo III

d. C. estas monedas fueron utilizadas como moneda de cambio en el

comercio. Las monedas más utilizadas eran las de oro y plata.

El Estado hacía circular monedas de cobre con un baño de plata,

que se debían aceptar por su valor nominal. Naturalmente el que lo

recibía no sabía si la moneda era de plata o no lo era. Los intercambios comerciales eran

pagados inicialmente con bueyes u oveja. La primera moneda fue la libra de cobre y

después vinieron las monedas de plata.

4.3.- El gobierno de Roma.

Como vimos al principio, durante el tiempo que duró el poder de la civilización romana,

esta tuvo varios tipos de gobiernos.

A) La monarquía en Roma: la naciente ciudad-estado es gobernada por un rey escogido

por un grupo de ancianos. Los reyes míticos o semi-míticos son: Rómulo, Numa

Pompilio, Anco Marcio, Lucio Tarquinio…

B) La república romana: la república fue establecida

en el año 509 a. C. Según los últimos escritos de

Tito Livio, cuando el rey fue desterrado, y un

sistema de cónsules fue colocado en su lugar. Los

cónsules, al principio patricios, pero más tarde

plebeyos también, eran oficiales electos que

ejercían la autoridad ejecutiva, pero tuvieron que luchar contra el senado romano,

que creció en tamaño y poder con el establecimiento de la república.

C) El Imperio romano: el vencedor ulterior de todas estas guerras civiles entre

patricios y plebeyos, César Augusto, abolirá de facto la república y consolidará un

gobierno unipersonal y centralizado en todo el territorio, conocido como Imperio

romano. Augusto, que inaugura la Dinastía Julio-Claudia, representa el periodo de

mayor esplendor del imperio romano.

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4.4.- La estructura social.

Dentro de la sociedad romana podemos distinguir varios grupos, que varían según el

periodo del que hablemos:

- Patricios: Eran los descendientes de los primeros poblados de Roma y se les

consideraba los ciudadanos más importantes. Eran dueños de la mayor parte de

las tierras y ocupaban los cargos políticos y militares más altos. Solo ellos

formaban parte del gobierno. Con el paso del tiempo, el peso social demográfico

y político del patriciado fue decayendo. Poco a poco se fueron viendo obligados a

ceder cada vez más cuotas de poder a los plebeyos, cuyo número y poder

económico y social creía constantemente.

- Plebeyos: adquirieron la ciudadanía, con la creación de los comicios centurión

luego de la reforma impuesta por el rey que clasificaba a la población de acuerdo

a su fortuna, y adonde se votaban por centurión, entendiéndose por tal, al

número de familias que pudieron aportar cien soldados. Cansados de la

discriminación a la que se veían sometidos, en el año 494 a. C. se retiraron hacia

el monte Aventino, para radicarse allí y construir una nueva cuidad.

- Nobles: La nobleza, durante el absolutismo monárquico, estuvo asociada al nuevo

aparato burocrático del estado. Naciendo una nobleza cortesana, con los

miembros de la más alta aristocracia que ocupaba cargos muy bien pagados,

promoviendo grandes gastos a la Corona. Los sectores inferiores de la nobleza,

en cambio, no pudieron afrontar las profundas, exigencias de gastos en lujos de

la vida de la Corte. Empobrecidos, recurrieron para mejorar su fortuna a

desorientarse por medio de casamiento entre sus hijos y burgueses ricos, que

pasaron a sumarse a esta clase social.

- Esclavos: solían ser prisioneros de guerra o de hijos de esclavos. Carecían de

todos los derechos y se les consideraba una posesión más de sus dueños. Aunque

desempeñaban cualquier tipo de tarea, muchos de ellos (sobre todo los de origen

griego) se dedicaban a la enseñanza, pues poseían un nivel de cultura superior.

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Sus dueños podían concederles la libertad, con lo cual pasaban a denominarse

libertos, que eran hombres libres pero sin la condición de ciudadanos y por lo

tanto sin derechos. No obstante los hijos de los libertos sí podían llegar a

adquirir la ciudadanía.

4.5.- La religión.

Los romanos tenían dioses para toda la comunidad, que representaban el culto oficial.

Dioses privados, pertenecientes a cada familia en particular, ya que cada una de ellas era

unidad política, económica y religiosa.

La tríada oficial estaba integrada por tres dioses:

Júpiter, Marte, dios de la guerra y Quirino, que era el rey

Rómulo divinizado. Esta tríada fue reemplazada, bajo la

influencia etrusca, por Júpiter, Juno y Minerva,

representados con forma humana.

Había dioses que representaban a las fuerzas de la

naturaleza, llamados númenes a quienes se les rendía culto en los campos, cuevas y

bosques.

Los augures se encargaban de consultar la voluntad de los dioses, para saber si un día

era apto o no, para realizar alguna acción (fasto o nefasto). Para comprender esta

situación observaban ciertos signos de los animales, como el apetito de los pollos sagrados

o el vuelo de las aves.

En la elección de los dioses se observa una cierta influencia de la religión griega,

pudiéndose establecer una equivalencia entre dioses:

Zeus-Júpiter: dios principal, del cielo y del trueno.

Hera-Juno: diosa de la tierra.

Atenea-Minerva: diosa de la sabiduría.

Ares-Marte: dios de la guerra.

Artemisa-Diana: diosa de la caza.

Hermes-Mercurio: dios del comercio.

Hefesto-Vulcano: dios del fuego.

Hestia-Vesta: diosa del hogar.

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Afrodita-Venus: diosa del amor.

Deméter-Ceres: diosa de la fertilidad.

Poseidón-Neptuno: dios de los mares.

Dionisio-Baco: dios del vino y de las fiestas.

Eros-Cupido: dios del amor.