PROPUESTA Y APLICACIÓN DE UN SISTEMA DE INDICADORES...

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REVISTA FACES · VOLUMEN XVII · Nº 1

Por: Luis Márquez y Leonardo Cuétara

PROPUESTA Y APLICACIÓN DE UN SISTEMADE INDICADORES PARA DETERMINAR EL ÍNDICEDE DESARROLLO SOSTENIBLE GLOBAL (IDSG)

DE UN DESTINO TURÍSTICO.CASO: PATANEMO, VENEZUELA

[email protected] Camilo Cienfuegos, Matanzas, Cuba

RESUMEN: La concepción de desarrollo ha evolucionado rápidamente a partir de Río 92, punto de origen de las propuestas que conformaron la bien conocida Agenda 21. Efectivamente, la concepción puramente economicista ha sido apaciguada por un enfoque que incorpora explícitamente otras dimensiones esenciales del desarrollo; así, la dimensión económica, ha sido complementada por la social, la cultural, la ambiental y una dimensión que es la encargada de operativizar el desarrollo sostenible, hablamos de la dimensión política-institucional.Por este motivo, una parte importante de los esfuerzos realizados en esta investigación están dirigidos a generar instrumentos de trabajo que faciliten la operacionalización del desarrollo sostenible en destinos turísticos, específicamente aquellos con características rurales y aspectos de pobreza. Palabras Clave: Sostenibilidad, Destino turístico, Agenda Local 21, competitividad económica, indicadores de sostenibilidad.

ABSTRACT: The concept of development has evolved rapidly since Rio 92, point of origin of the proposals that formed the well-known Agenda 21. Indeed, the purely economic conception has been apaciguada by an approach that explicitly incorporates other essential dimensions of development, so the economic dimension, has been complemented by a social, cultural and environmental dimension which is responsible for operative development sustainable. We are talking about the political-institutional dimention. For this reason, an important part of the efforts in this investigation are aimed at generating working tools to facilitate the operationalization of sustainable development in tourist destinations, specifically those with rural characteristics and aspects of poverty. Key Words: Sustainability, tourist destination, Local Agenda 21, economic competitiveness, sustainability indicators.

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Luis Márquez / Leonardo Cuétara

Desarrollo sostenible y destinos turísticos: Multidimensionalidad para el desarrollo y Propuesta de indicadores para la sostenibilidad

Desarrollo Sostenible

En el año 1974, en la conferencia de Cocoyoc, México, se utilizaba, acaso por primera vez, el concepto de desarrollo sostenible, que años más tarde se discutiría en la convención de la UNESCO celebrada en Quito (1979), donde se llegaría al consenso de sustituir tal expresión por la de “nuevo desarrollo”, o tipo de desarrollo cuyas características más definitorias serían la de ser integral, global y local.

Debe señalarse que esta nueva denominación no tuvo el éxito social esperado, de manera que la nomenclatura inicial –desarrollo sostenible - salió triunfante, como se puso de manifiesto en el informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC), publicado en 1980 bajo el título Estrategia Mundial para la Conservación.

Tras la aparición del Informe sobre Nuestro futuro común (1987-1988) coordinado por Gro Harlem Brundtland en el marco de las Naciones Unidas, se fue poniendo de moda el adjetivo del desarrollo sostenible. A la vez que se extendía la preocupación por la “sostenibilidad” se subrayaba implícitamente, con ello, la insostenibilidad del modelo económico hacia el que nos ha conducido la civilización industrial. Sin embargo, tal preocupación no se ha traducido en la reconsideración y reconversión operativa de este modelo hacia el nuevo propósito.

El desarrollo sostenible en la denominación humanista, es definido por Gro H. Brundtland (1987-1988), como “el tipo de desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. (ONU, 1987).

Por otro lado, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992, sirvió para consolidar el concepto de desarrollo sostenible como “el modelo de desarrollo que permite satisfacer las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. También en La Cumbre de la Tierra, además de aprobar la Declaración de Río, el Programa o Agenda 21 y los Convenios de Cambio Climático y Diversidad Biológica, situó los temas de desarrollo sostenible en uno de los primeros lugares de la agenda política internacional (ONU, 1993).

Cabe señalar que, además de esta posición paradigmática, existen otras concepciones de ver o definir el desarrollo sostenible, que apenas se distinguen entre si. Queremos con ello expresar, el ejemplo de desarrollo que nos define, (Redclift, 1993: 39) al decir que: “es una modificación de la estrategia del desarrollo tradicional, ya que las mejoras ambientales no dejan de ser mejoras económicas que aumenten los niveles de satisfacción o de bienestar”. Evidentemente, existen diferentes criterios sobre el concepto de este

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Propuesta y aplicación de un sistema de indicadores para determinar el índicede desarrollo sostenible global (IDSG) de un destino turístico. Caso: Patanemo, Venezuela

nuevo modelo que se nos presenta como la alternativa para que la sociedad reaccione a las señales de deterioro del planeta.

El significado del sustantivo desarrollo implica variación, la modificación de un estado determinado. Por tanto, el desarrollo sostenible, como se preocupa de remarcar la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas en 1987, no niega el crecimiento, pronunciamiento que, sin duda alguna ha propiciado la gran aceptación del paradigma de la sostenibilidad. Ahora bien, nos estamos refiriendo a la necesidad de cambiar la calidad del crecimiento como atributo cognitivo al concepto de desarrollo sostenible. En este caso, la definición propuesta se basaría, precisamente en la identificación del desarrollo sostenible como un proceso de cambio cualitativo que permite subrayar el carácter operativo de la sostenibilidad al alejar este concepto de un estado utópico, difícilmente alcanzable y argumentando frecuentemente para descalificar las posibilidades reales de aplicación de los principios de la sostenibilidad a la planificación y gestión de los espacios o territorios. No obstante, se pretende evitar la percepción del desarrollo como expansión física, es decir, el significado de desarrollo sostenible debe estar relacionado con la capacidad de satisfacción de las necesidades de la población, como alimentación, sanidad, educación, vivienda, cultura, etc. En definitiva, el desarrollo sostenible no implica acumulación de capital ni aumento de parámetros económicos, esta relacionado directamente con parámetros de calidad social.

El concepto de sostenibilidad tiene ámbitos de aplicación muy diferentes. Desde una perspectiva geográfica, se puede aplicar desde niveles que van de lo local a lo global, desde una perspectiva sectorial es posible hablar de “industrias sostenibles”, “agricultura sostenible” o “turismo sostenible”.

En el caso del turismo, los principios de la sostenibilidad deben constituir el objetivo primordial de cualquier espacio, producto o destino turístico, en cualquiera de sus estadios evolutivos, y no circunscribirse exclusivamente a las manifestaciones supuestamente alternativas como el ecoturismo o el turismo rural y otros.

Sobre el concepto de turismo sostenible

Desde los primeros estudios de la IUOTO (Unión Internacional de Organizaciones Oficiales de Turismo, precedente de la actual OMT), sobre todo en la primera mitad de la década de los setenta, y de la OMT a partir de 1975, o de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 1980), se recalca la dependencia del turismo de la conservación de los recursos naturales, en tanto que atractivos y factores de producción, a la vez que se constatan los impactos negativos del turismo, y el riesgo de que tales impactos se agraven con el previsible incremento de la actividad turística. La conciliación entre desarrollo turístico y la conservación ambiental requiere una planificación integrada demandada desde los años setenta, que participa de la esencia del concepto de desarrollo sostenible, pero que es difícil reconocer en la práctica. El paradigma de la sostenibilidad no supone; por tanto, una aportación novedosa en el campo

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de la planificación turística, probablemente tampoco en ningún otro campo. Ahora bien, sus principios se han cohesionado dentro de un concepto integrador que ha calado en las instituciones, agentes sociales y opinión pública, en un contexto en el que las políticas de desarrollo y la evolución del mercado turístico obligan a un equilibrio irrenunciable entre el crecimiento económico, la preservación ambiental y la equidad social .Según las palabras de (Hamele, et al. 2002: 4), “El turismo es uno de los recursos económicos más prometedores en el planeta. Contribuye al desarrollo social, económico y cultural de los países”. En este sentido, se puede precisar la necesidad de desarrollar el turismo bajo una concepción sostenible y evitar un modelo de desarrollo que pueda generar anarquía en los destinos turísticos. Sin duda, “si el turismo se práctica solamente con un enfoque económico, sin un plan basado en las características locales biológicas, físicas, sociales, culturales y económicas, puede generar un desbalance ecológico y social” (Márquez, et al, 2006: 112).

Por otra parte, sin considerar innovaciones radicales, el paradigma de la sostenibilidad si supone una revalorización y; en cierto modo, una reorientación de la planificación y gestión turística. Incluso, puede apreciarse un proceso de convergencia entre los distintos enfoques de la planificación, entre los que sobresale el estratégico, hacia los principios de la sostenibilidad. (Ivars, 2001: 65).

Las definiciones del turismo sostenible suelen adoptar la forma de un conjunto, generalmente numeroso, de principios que respetan la complejidad del concepto pero que dificultan su sencilla y correcta comprensión, sobre todo por parte de los profesionales del turismo, los cuales, según (Swarbrooke, 2000: 105), lo perciben falto de concreción y asociado a la práctica científica. Esta circunstancia entraña un riesgo evidente de que los agentes turísticos no desempeñan el papel que les reservan los principios del desarrollo sostenible por la brecha existente entre el uso común de la expresión y la vaguedad de su significado; se impone por tanto, una clarificación del concepto de desarrollo del turismo sostenible, tarea a la que contribuyen una serie de definiciones que tratan de sintetizar los principios de la sostenibilidad anteriormente referidos.

Para, la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), la definición más explícita sobre turismo sostenible es: “el proceso que permite que se produzca el desarrollo sin deteriorar o agotar los recursos de forma que se puedan ir renovando al mismo ritmo que van siendo empleados, o pasando del uso de un recurso que se genera lentamente a otro que lo hace a un ritmo más rápido. De esta forma los recursos podrán seguir manteniendo a las generaciones futuras”. (UICN, 1991).

Desde las perspectiva más generales, Cipriano Marín, secretario General de la Conferencia Mundial del Turismo Sostenible define el turismo sostenible como: “un proceso de cambio en la calidad de vida del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio, de un crecimiento basado en la justicia social y, en la transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo que se sustenta, en el equilibrio ecológico y en el soporte vital de una región”. (Marín, 2004).

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Tenemos pues, que el desarrollo del turismo sostenible representaría una de las conquistas sociales más importantes de nuestro siglo, una actividad capaz de promover el acercamiento entre los pueblos y de crear una conciencia respetuosa sobre la diversidad de modos de vida.

Por ultimo, es necesario destacar, que desde las directrices de desarrollo sostenible del turismo y las prácticas de gestión son aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, incluidos el turismo de masa y los diversos segmentos de turismo de nichos. Los principios de la sostenibilidad se refieren a los aspectos, ambientales, económicos y socioculturales del desarrollo del turismo, debiéndose establecer un equilibrio adecuado entre estas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Así pues, la (OMT, 2004: 13) señala que el turismo sostenible debería:

1) Dar un uso óptimo a los recursos ambientales que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservarlos recursos naturales y la diversidad biológica.

2) Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas anfitrionas, conservar su patrimonio cultural arquitectónico y vivo y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y a la tolerancia intercultural.

3) Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que, reporten a todos los interesados unos beneficios socioculturales bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.

De las generalidades anteriores, podemos concluir, que el desarrollo sostenible del turismo exige la participación informada de todos los interesados relevantes, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso. El logro de un turismo sostenible es un proceso continuo y requiere un seguimiento constante de los impactos, para introducir las medidas preventivas o correctivas que resulten necesarias. El turismo sostenible debe reportar también un, alto grado de satisfacción a los turistas y representar para ellos una experiencia significativa, que los haga más conscientes de los problemas de la sostenibilidad y fomente en ellos unas prácticas turísticas sostenibles.

Destinos Turísticos.

Las políticas turísticas encuentran en el destino la unidad base de gestión. Existe una serie de características que lo configuran y que hay que tener en cuenta en el momento de definirlo. La primera de ella es el espacio geográfico homogéneo, con características comunes, capaz de soportar objetivos de planificación. Desde una perspectiva muy estricta se ha venido identificando el destino con una localidad (Scaramuzzi, 1993: 28) o

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con un núcleo turístico, una zona turística, un municipio, una región o cualquier espacio geográfico (Sancho, et al., 2002: 19).

La segunda característica que define un destino es que debe adquirir centralidad, es decir, debe ser un territorio que los viajeros tomen como objetivo de visita, por lo que el hecho de desplazarse constituye un elemento determinante de la experiencia turística (Sancho, et al., 2002: 21).

La tercera característica es que, a partir de los atractivos y recursos disponibles, el destino debe presentar una oferta estructurada de servicios que satisfagan a los clientes.

La cuarta característica del destino es que debe existir una marca que se presente en forma de imagen atractiva que simbolice toda la oferta, facilite su identificación en los mercados y genere una interacción de afectos y sentimientos.

La quinta, finalmente, es que debe dotarse de una función comercializadora conjunta (Valls, 2004: 18).

Según este planteamiento, se puede comenzar a definir el caso de un destino turístico, si partimos de que el mismo, constituye el resultado de la interrelación existente entre el conjunto de recursos turísticos objeto de consumo y la infraestructura o productos turísticos creados para facilitar el consumo. (Gutiérrez, et al, 2004).

Según el grupo de trabajo sobre gestión de destinos de la Organización Mundial del Turismo, “un destino turístico local es un espacio físico en el que el visitante pasa al menos una noche. Incluye productos turísticos tales como servicios de apoyo y atracciones y recursos turísticos en un radio que permite ir y volver en el día. Tiene unos límites físicos y administrativos que definen su gestión e imágenes y percepciones que determinan su competitividad en el mercado. Los destinos locales incorporan a diversos grupos, entre los que se encuentra a menudo la comunidad anfitriona, y pueden establecer lazos y redes entre sí para constituir destinos mayores” (OMT, 2004:10).

Llegados a este punto, podríamos intentar establecer una definición de destino turístico desde un punto de vista más práctico que teórico. Así pues, un destino turístico será un espacio geográfico que con una marca, un precio y, un lugar en el mercado, que conserva durante una gran parte del año un flujo de visitantes suficiente como para convertir la actividad turista en una base de su economía.

En este sentido, se comprende que el desarrollo de la actividades turísticas en los destinos tienen que ser acciones sustentables, respetuosas con el medio natural, social, y con los valores de una comunidad, y que permite a su vez disfrutar de un positivo intercambio de experiencias entre residentes y visitantes y donde éstos últimos tienen una actitud verdaderamente participativa en su experiencia de viaje. De esta manera, lo que se quiere con el desarrollo del turismo sostenible en los destinos turísticos es que se estimulen aquellos procesos que, respondiendo a las necesidades de los consumidores,

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incorporen al mismo tiempo medidas, proyectos, planes, etc., que revaloricen la cultura y el medio ambiente local.

En relación a Patanemo, identificado como un destino turístico de sol y playa, se pretende alcanzar el punto de equilibrio adecuado, en este caso se plantea poner en práctica o reforzarse una serie de procesos de gestión de destinos turísticos, entre los que se incluyen:

• La Gestión Integrada de Calidad,

• La Agenda 21 de ámbito local,

• La planificación del uso del suelo y el control del desarrollo,

• La realización de Evaluaciones Ambientales Estratégicas y Evaluaciones de Impacto Ambienta,

• Uso de un sistema de Indicadores de Gestión que faciliten el Desarrollo Sostenible en el destino

• La Gestión Integrada de las Zonas Costeras.

La multidimensionalidad para el desarrollo

Dimensiones del desarrollo sostenible

El tratamiento multidimensional del desarrollo sostenible es apenas el reflejo de la compleja realidad del “sistema nacional” y de cada uno de aquellos componentes que se busca modificar para transformar los destinos turísticos, con características de un medio rural. No obstante, se reconoce que cada dimensión tiene sus características propias y, a la vez, está condicionada y condiciona a las otras dimensiones. En la figura # 1, se puede observar este enfoque multidimensional propio del desarrollo sostenible.

Figura # 1- Multidimensionalidad del desarrollo sostenible

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A continuación se detallan, de manera precisa, las cinco dimensiones básicas que ordenan el planteamiento multidimensional propuesto para el desarrollo sostenible del turismo: la social, la económica, la ambiental, la político-institucional y la cultural.

Dimensión social

En esta dimensión, se descubren el tipo y la fuerza de las alianzas sociales y la conformación de grupos de interés (actores sociales) como mecanismos naturales de acceso y ejercicio del poder (empoderamiento), y la práctica de resolución de conflictos. Por lo tanto, los lazos de interacción social son de importancia decisiva para promover y consolidar el proceso de participación y democratización a todos los niveles.

En el espacio de un destino turístico, la población crece, se desenvuelve, se transforma y se relaciona, a través de sus actividades productivas y económicas, es aquí donde se desarrolla un proceso de corresponsabilidad social, en función de beneficios para toda la sociedad local: empleo, renta, calidad de vida, salud, educación, entro otros.

Dimensión político-institucional

Esta dimensión considera la estructura y el funcionamiento del sistema político, sea nacional, regional o local; asimismo, es el nicho donde se negocian posiciones y se toman decisiones sobre el rumbo que se desea impartir al proceso de desarrollo. Por otro lado, se afirma en el sistema institucional establecido para orientar y operacionalizar el sendero de desarrollo escogido. En esta dimensión se definen los grupos y los roles de los actores que representan a diversos intereses y se instituyen los equilibrios políticos por medio de negociaciones.

El resultado final y tangible de esta clase de negociación se refleja en la clase y el volumen de recursos asignados a varios programas, proyectos y obras específicas que, de una u otra forma, beneficiarán al destino turístico, satisfacerán las demandas y necesidades de diferentes grupos, tomando en cuenta la posición, necesidades, potencialidades y vulnerabilidad de las otras dimensiones.

Así, la dimensión política-institucional involucra al sistema institucional público y privado, a las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones gremiales y grupos de interés, entre otros. El proceso de descentralización del aparato público y el fortalecimiento de los gobiernos locales y el énfasis renovado por la democratización. Esto implica, al mismo tiempo, un rearreglo del aparato público, en sentido amplio, y de los canales, formas y mecanismos de participación de la sociedad civil en los procesos de toma de decisiones.

En este sentido, los gobiernos regionales/locales y el sector público están obligados a desempeñar un papel como articuladores del proceso y, en casos de imposibilidad de participación directa de la sociedad civil, también como promotores de las acciones de Desarrollo Sostenible.

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Para viabilizar el desarrollo sostenible no valen solo buenas voluntades y en innegable buenas intenciones, es necesario que la verdadera operativización del desarrollo sostenible modifique los planteamientos políticos y estructuras institucionales actuales y desarrolle modelos económicos adecuados, a fin de evitar o romper la relación de dominio del hombre sobre la naturaleza, de manera de iniciar una relación de respeto y equilibrio.

Dimensión económica

Esta dimensión se vincula con la capacidad productiva y con el potencial económico de las regiones y en especial de los destinos turísticos, visualizada desde una perspectiva multisectorial que involucra las interfases de las actividades primarias con aquellas propias de la actividad turística, y con la otra, que corresponde al uso de la base de los recursos naturales y culturales propios de un destino.

Esta dimensión abarca técnicas y tecnologías específicas, es decir insumos tradicionales y modernos, generalmente bienes y servicios utilizados para satisfacer las necesidades de los residentes y los turistas en el destino. Adicionalmente, esta dimensión incluye también aquellas tecnologías tradicionales requeridas para la transformación, procesamiento y transporte apropiado de estos bienes y servicios. Lo anterior apunta en la dirección de garantizar una oferta de bienes y servicios de alta calidad y originalidad al consumidor final.

Esta dimensión promueve una economía basada en la comunidad local, la cual tendría como principio originar una viabilidad de la actividad turística en el espacio del destino y una viabilidad de las empresas para satisfacer la demanda turística. Los efectos prácticos de esta dimensión están relacionados con hacer de un destino turístico un producto competitivo, entendido este, como la capacidad de los agentes que intervienen en la actividad turística del destino para alcanzar sus objetivos económicos por encima de la media del sector. La finalidad de la competitividad del destino se expresa en el mejor cumplimiento de las expectativas de todos los agentes que participan en la actividad turística: empresas, población, residentes, administración y turista, en un entorno territorial sostenible.

El resultado de esa competencia tiene una traducción que normalmente se mide a través de los distintos indicadores turísticos de demanda u oferta, pero que al final se materializa en términos de la mejora del bienestar de los habitantes o residentes del destino turístico, a través de los indicadores macroeconómicos correspondientes.

Dimensión ambiental

Esta dimensión surge del postulado de que el futuro del desarrollo depende de la capacidad que tengan los actores institucionales y los agentes económicos para conocer y manejar, según una perspectiva de largo plazo, su stock de recursos naturales renovables y su medio ambiente. En esta dimensión se presta especial atención a la biodiversidad y,

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en especial, a los atractivos naturales como la playa, la montaña, los bosques, que son los factores o la materia prima que en un plazo menor determinan la capacidad productiva de determinados destinos turísticos. En esta perspectiva, cualquier actividad productiva que se promueva en un destino turístico debe adecuarse a un conjunto de parámetros que aseguren el manejo racional del stock de recursos naturales y el equilibrio del medio ambiente. Esta visión adquiere un alcance especial desde que el destino turístico está particularmente condicionado por su base de recursos naturales. De ahí que esta dimensión se relaciona principalmente con la conservación y protección de los atractivos naturales y los conflictos que surgen entre el potencial de uso de ese recurso natural y su uso efectivo. Este tipo de análisis busca resaltar las condicionantes y el potencial de los recursos naturales con el fin de garantizar su manejo racional libre de conflictos. Esta perspectiva pretende servir de base para promover inversiones en los destinos turísticos que maximicen la utilización de procesos tecnológicos e insumos limpios, que reduzcan los conflictos de uso de los recursos naturales y minimicen la generación de efluentes tóxicos.

En este contexto, la interacción entre los agentes económicos y el medio ambiente es fundamental; de allí que se torna trascendental la formación (capacitación) de la sociedad civil en general y de los representantes de los gobiernos locales y las instituciones regionales, con el objeto de garantizar su participación activa en el manejo de los recursos naturales. Adicionalmente, en este nivel se destaca el papel de los sectores público y privado, como también sus mecanismos de interacción y los dispositivos legales que pueden viabilizar la utilización racional de los recursos naturales y el medio ambiente.

Dimensión cultural

El desarrollo sostenible, desde sus orígenes era exclusivamente una estrategia ecológica, también se ha visto que con el paso del tiempo, esta posición se ha ido suavizando al integrar otras múltiples variables. Es decir en los programas de desarrollo sostenible siempre se manifiesta la convicción de mantener o mejorar los stocks de capital natural, o sea los ecosistemas, aunque al mismo tiempo se debe atender a otras cuestiones, entre ellas la dimensión local, acaso una de las más importantes por el papel determinante que desempeña en su operativización. Es decir, si no hay intención ecológica no hay desarrollo sostenible; ahora bien, si no se tiene en cuenta un aspecto de la dimensión local – cultura - siempre fracasaran los planes de sustentabilidad

En este sentido, se pude entender que la naturaleza, el ambiente, es la causa primera del desarrollo sostenible, y la cultura, la condición determinante de su éxito. Hay que resaltar que para solucionar los problemas de las comunidades de la humanidad entera con proyectos radicales de salvaguarda la naturaleza, porque esto, a su vez, esta condicionado por otros aspectos que deben tenerse en cuenta. Entre ellos, la razón cultural es probablemente el más importante.

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En primer lugar, porque la cultura es también ecológica, forma parte ella, del oikos, de la casa o contexto en que vive el hombre. El hombre no sólo vive inmerso en la naturaleza, puesto que su medio es mucho más complejo e integra también sus costumbres, tradiciones, creencias, formas de vida, hábitos, ocios, etc. Por esta razón ya no se habla de medio ambiente – que seria una expresión de carácter acentuadamente naturista-, sino de ambiente, donde caben todos los elementos que acompañan a la vida del hombre, es decir, no sólo los de índole natural sino también los propiamente cultural. Ambos, naturaleza y cultura, son los que conforman la verdadera ecología del hombre y de la sociedad.

El valor cultural en el seno del desarrollo sostenible tiene también una vocación conservacionista. No sólo se debe defender o conservar la naturaleza sino también la cultura. Es, pues, un enfoque ecológico global el que define la sostenibilidad. “Si la desaparición de los ecosistemas naturales conduce a la desaparición del hombre, del mismo modo, la desaparición de las culturas conlleva la desaparición humana” (Colom, 2000:65). Tanto la naturaleza como las culturas pueden ser irrecuperables si la presión que se ejerce sobre ellas supera sus capacidades regenerativas, o de feedback, como se ha mencionado con anterioridad. De ahí que el desarrollo sostenible deba preocuparse tanto por una como por otra. Sólo puede haber desarrollo sostenible si hay sostenibilidad patrimonial, y no pude olvidarse que el patrimonio de la humanidad comprende naturaleza y cultura.

Los indicadores de desarrollo sostenible para el turismo

Los indicadores son medidas de la existencia de dificultades o de la gravedad de las ya conocidas, indicios de situaciones o problemas por venir, medidas del riesgo y de la necesidad potencial de acción, y medios para identificar y evaluar los resultados de nuestras acciones. Los indicadores son conjuntos de información formalmente seleccionada que se utiliza con carácter regular en la medición de los cambios pertinentes para el desarrollo de la gestión del turismo. Pueden medir: a) cambios en las propias estructuras turísticas y factores internos; b) cambios en los factores externos que afectan al turismo y c) las repercusiones del turismo. Para la elaboración de indicadores sobre la sostenibilidad es igualmente útil la información cuantitativa como la cualitativa. Normalmente, los indicadores se eligen de entre una serie de conjuntos de datos o fuentes de información posibles por su importancia para los principales problemas a los que deben hacer frente los gestores turísticos. La utilización de esos indicadores puede culminar en la adopción de medidas que anticipen y prevengan situaciones indeseables (o no sostenibles) en los destinos.

En el contexto del desarrollo sostenible del turismo, la (OMT, 2004:13) dice que los indicadores “son series cronológicas de información estratégica para la sostenibilidad de un destino, sus activos, y en última instancia, el futuro del sector turístico”.

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En cualquier destino, los mejores indicadores son los que responden a los riesgos y preocupaciones fundamentales respecto de la sostenibilidad del turismo, y facilitan información que puede ayudar a reducir problemas y evaluar respuestas.

Los responsables del sector turístico deben conocer los vínculos existentes entre el turismo y los entornos naturales y culturales, comprendidos los efectos de los factores ambientales sobre el turismo (expresados posiblemente como riesgos para éste) y las repercusiones del turismo en el medio ambiente (que también pueden expresarse como riesgos para el producto). La responsabilidad requiere conocimiento. Utilizando los datos existentes y los recabados recientemente, se pueden detectar los cambios en las condiciones ambientales, sociales y económicas. Esta información permite, a su vez, valorar de forma permanente la sostenibilidad de un destino. Así pues, es posible mejorar la adopción de decisiones relativas a la planificación y la gestión del turismo. El objetivo es reducir los futuros riesgos que pueden sufrir tanto este sector como los destinos.

La (OMT, 2004: 22) describe algunas de las ventajas de contar con buenos indicadores son las siguientes:

1. Mejora de la adopción de decisiones - disminución de los riesgos o costos;

2. Detección de los problemas emergentes - posibilidad de prevención;

3. Identificación de las repercusiones - posibilidad de adoptar medidas correctivas en caso de necesidad;

4. Evaluación de los resultados de la aplicación de planes y la realización de actividades de gestión - evaluación de los progresos realizados en el camino hacia un desarrollo sostenible del turismo;

5. Reducción del riesgo de la comisión de errores en la planificación - determinación de los límites y las oportunidades;

6. Mayor responsabilidad - el suministro de información fidedigna al público y otras partes interesadas del sector fomenta la responsabilidad y su prudente utilización en la adopción de decisiones;

7. Una vigilancia constante puede permitir una mejora continua - incorporación de soluciones a la gestión.

Hay diferentes tipos de indicadores, cada uno con un interés distinto para las instancias decisorias.

Aunque quizá los más directamente útiles sean los que ayudan a predecir los problemas, existen otros:

• Indicadores de alerta temprana (por ejemplo, disminución del número de turistas que tienen intención de volver);

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• Indicadores de presión sobre el sistema (por ejemplo, escasez de agua o indicios de delito);

• Medidas de la situación del sector (por ejemplo, tasa de ocupación, satisfacción de los turistas);

• Medidas del impacto del desarrollo turístico en los entornos biofísico y socioeconómico (por ejemplo, índices del nivel de deforestación, cambios en las pautas de consumo y en los niveles de ingresos de las comunidades locales);

• Medidas de las actividades de gestión (por ejemplo, costo de limpieza de la contaminación de las costas);

• Medidas del efecto, los resultados o rendimiento de, la gestión o indicadores de respuesta (por ejemplo, cambio en los niveles de contaminación, mayor número de turistas que retornan y otros)

Si bien todas las categorías de indicadores pueden favorecer el turismo sostenible, los de alerta temprana suelen ser los más útiles para los gestores del turismo al proporcionar la capacidad de anticipar los graves efectos negativos sobre el destino o sobre la experiencia turística en general. En teoría, los indicadores posibilitan la adopción de medida mucho antes de que se ciernan amenazas graves sobre la sostenibilidad. Por otra parte, cabe señalar que el mismo indicador puede utilizarse con frecuencia para diferentes fines, y su uso puede cambiar con el tiempo (por ejemplo, un indicador de presiones ejercidas sobre el sistema servirá más tarde para medir los efectos y resultados de las medidas de gestión tomadas en respuesta a los problemas detectados, con lo que se convierte, de hecho, en una medida de la eficacia de la respuesta.

Propuesta y aplicación de un sistema de indicadores para determinar el Índice de Desarrollo Sostenible Global (IDSG) del destino turístico Patanemo

La zona en estudio, abarca el municipio Patanemo, el cual se localiza al Norte del Estado Carabobo, emplazado dentro de la región natural de la serranía del litoral. Los límite del municipio foráneo Patanemo son los siguientes: al Norte el mar Caribe, al Sur la serranía de la costa del litoral, al Oeste el municipios Borburata y al Este el estado Aragua por la fila de Reinoso. Administrativamente depende del municipio autónomo Puerto Cabello, posee una extensión de 75 Km² representando un área de 22,8% de la superficie del municipio autónomo (323 Km²) y 2,7% del área estadal (4.650 Km²). Patanemo se caracteriza por presentar tres espacios naturales bien diferenciados, estos son: las costas y ensenadas; los valles y las zonas montañosas, variando su clima desde tropical muy seco hasta tropical húmedo. Estas características dotan la zona de escenarios de gran valor paisajístico y de alta potencialidad turística (CORPOCENTRO, 1991: 2).

En esta zona destacan, en la franja costera, las bahías de Gañango-Mar azul; las ensenadas de Patanemo y Yapascua, Islas Santo Domingo, Ratón, Borburata, Alcatraz e

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Isla Larga, áreas estas consideradas como de muy alta preservación para uso turístico y con limitación ambiental muy baja. En los valles se encuentra Patanemo asiento de los centros poblados principales de la zona. La zona montañosa forma parte de la serranía del litoral, y está incluida en la región natural de la cadena Henri Pittier, su uso está restringido al Decreto de Parques Nacional, de conservación y preservación en estado natural (CORPOCENTRO, 1991: 3).

La propuesta de indicadores para Patanemo es el primer paso en el esfuerzo nacional e internacional para desarrollar e implementar indicadores para la industria del turismo. Ello está en línea con recomendaciones de la séptima sesión de la Comisión en Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, CDS7, la cual invitó a gobiernos, grupos mayores y el sistema de NU para trabajar, en colaboración con la OMT para desarrollar indicadores de turismo sostenible. Estos indicadores deben capacitar a los gestores para controlar mejor la interfase entre el turismo y el medio ambiente natural y socio-cultural y reducir los riesgos tanto para la industria como los destinos.

Los indicadores de sostenibilidad que se proponen deben recoger las cuatro dimensiones propias de este paradigma (económica, ambiental, social y cultural), además de una nueva dimensión que se plantea tomar como base para la operatividad del desarrollo sostenible, esta es la dimensión política-institucional, y, en este caso no deben cerrarse exclusivamente a indicadores de tipo ambiental, a pesar de que los avances más significativos se produzcan en este campo. El desarrollo sostenible exige indicadores adaptables al carácter local, e integral y multidimensional de los procesos de desarrollo (Bermejo y Nebreda, 1998), aunque este objetivo implique mayor complejidad en su diseño, obtención e interpretación.

Para el destino turístico de sol y playa “Patanemo”, ubicado al norte del estado Carabobo en Venezuela, se pretende poner en práctica un modelo de gestión para el desarrollo el turismo sostenible a partir del análisis y casos de otros destinos turísticos en el Caribe, en un estadio evolutivo distinto, y que pudiera utilizarse como instrumento para realizar análisis análogos en otros destinos, concebidos como un “estetoscopio para el turismo” que permitiese medir los logros de un destino determinado en función de unos criterios ideales para facilitar el desarrollo sostenible en zonas o destinos con niveles de pobreza muy pronunciados En este modelo los indicadores se aplican desde una perspectiva analítica, para detectar los puntos críticos del destino, con el fin de definir las actuaciones necesarias para alcanzar mayores cotas de sostenibilidad. Básicamente, los indicadores utilizados son de tipo económico, turístico, sociocultural y ambiental, adicional a estos se proponen unos indicadores que medirán el nivel de participación institucional y voluntad del gobierno para operativizar el desarrollo sostenible de acuerdo a los tres objetivos que se atribuyen a este nuevo sistema de desarrollo: el mantenimiento de la prosperidad de la población y de su identidad cultural, la preservación de los atractivos turísticos y el mínimo impacto al medio ambiente (Hughes, 1994).

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La OMT ha adoptado un método participativo para el desarrollo de indicadores. El acceso a conocimientos locales y la consideración de expertos de toda la variedad de valores y riesgos se ha convertido en un principio fundamental de la OMT para crear indicadores de turismo sostenible.

En el estudio de caso de Patanemo se usó el método de taller como un vehículo para exponer a los participantes al proceso de desarrollo de indicadores, confrontando con todos los asuntos, problemas, obstáculos y opiniones diferentes, que hacen el desarrollo de indicadores progresivo e interesante. En este sentido, la participación social está ligada no sólo a la definición de las “necesidades y aspiraciones” que debe satisfacer el desarrollo, sino también al establecimiento del punto de equilibrio entre la preservación del patrimonio natural y cultural, la viabilidad económica del turismo y la equidad social del proceso de desarrollo. Patanemo es identificado en el Plan Nacional Estratégico de Turismo (PNET) 2003-2007 como un destino potencial, en este sentido, es necesario que en la planificación del desarrollo se deba incorporar la participación social como un aparato básico de sus objetivos y enfoque metodológico.

El taller de Patanemo tuvo un papel clave en la consideración de indicadores potenciales, y en la deliberación de información disponible de fondos locales, estudios, el gobierno y otros grupos de interés involucrados en el destino. Mientras el taller, relativamente corto, no intenta ser un substituto del análisis más profundo de riesgos y áreas de decisiones, para los cuales los indicadores están diseñados, los talleres son un complemento esencial para el proceso de desarrollo de indicadores y son herramientas efectivas para estudiar y como un apoyo a las decisiones.

El objetivo primordial del estudio en Patanemo fue determinar los riesgos clave para la sostenibilidad de la industria del turismo en ese destino de sol y playa, en colaboración con la mayoría de los representantes involucrados en turismo y otras especialidades en Patanemo. Después el estudio examinó cuáles de los indicadores responden mejor a los problemas y riesgos definidos. Como parte del proceso un taller fue organizado con la involucración de expertos locales, especialistas de turismo de Venezuela así como también otras naciones de la región, para considerar los riesgos clave y la necesidad de indicadores para responder a estos riesgos.

La siguiente tarea fue examinar si la información requerida para calcular los valores de la lista de indicadores propuestos y los indicadores requeridos para áreas de riesgo del turismo sostenible en Patenemo, estaba disponible.

Se hizo también una evaluación de todo indicador que pareciese, en principio, útil como herramienta de apoyo de las decisiones de gestión que podrían afectar a largo plazo la sostenibilidad del turismo en Patanemo y los sitios específicos de impacto. Al mismo tiempo, si indicadores adicionales parecieran estar más disponibles y/o ser más relevantes (por ej. llegadas de turistas), ellos fueron también examinados tanto para su aplicación como para su posible adición a las listas Propuesta.

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El paso final fue clarificar los componentes de algunos indicadores derivados de capacidad, estrés y atractivo, los que podrían ayudar a servir como un sistema de advertencia previa para los gestores de turismo en Patanemo.

Mientras que el proceso de obtención de información normalmente toma algunas semanas, incluyendo discusiones con autoridades locales y grupos de interés clave en el destino. Este proceso de discusión ayudó a confirmar los resultados de la fase de investigación, los cuales fueron incorporados a este trabajo.

Una vez que los problemas clave relevantes para el turismo sostenible de la región o del destino han sido identificados, es necesario seleccionar y desarrollar indicadores específicos que respondan a estos problemas. La selección y evaluación de estos indicadores deben ser llevadas a cabo según el siguiente conjunto de criterios, según la OMT:

Relevancia del indicador respecto al problema seleccionado:

¿Responde el indicador al problema específico y facilita información que ayudará a gestionarlo?

Factibilidad, posibilidad real de obtener y analizar la información necesaria:

¿Cómo obtener la información?

¿Existe alguna organización identificada como fuente de datos?

¿Estaría ya disponible o necesitará un acopio o extracción especiales?

¿En qué medida están procesados los datos?

¿Se recopilan sistemáticamente y en qué forma (por ejemplo, existe una base de datos electrónica)?

¿Cuánto personal se necesita para recabar y procesar los datos y cuáles son sus repercusiones financieras?

¿Qué esfuerzo será probablemente necesario para crear y mantener el indicador?

Credibilidad de la información y fiabilidad de los datos para los usuarios:

¿Procede la información de una fuente acreditada y sólida desde el punto de vista científico?

¿Se considera objetiva?

¿La creerán los usuarios?

Comparabilidad en el tiempo y entre jurisdicciones o regiones.

¿Puede utilizarse el indicador de forma fiable para mostrar los cambios en el tiempo en relación con las normas o referencias del mismo destino o de otros destinos?

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Capacidad predictiva del indicador para advertir previamente de problemas y cambios significativos en el destino.

¿Puede utilizarse el indicador de forma fiable para mostrar los cambios en el tiempo en relación con las normas o referencias del mismo destino o de otros destinos?

Estos criterios han sido utilizados en todos los estudios de caso por la OMT, además de estar sugeridos en el Manual para el desarrollo del turismo sustentable de la Organización de Estados del Caribe (AEC) como un proceso participativo (en pequeños grupos), con el fin de obtener información variada que aplicar a la selección y de mantener la transparencia. Este examen inicial puede ayudar a reducir la lista a una escala manejable, utilizando el conocimiento colectivo de los participantes.

Metodología para la identificación de indicadores

En el proceso de identificación y medición de indicadores se aplicó el procedimiento diseñado para el destino de sol y playa Patanemo, localizado dentro del principal Polo de Desarrollo Turístico (PDT-1) Patanemo-San Juan de los Cayos, con la premisa de que este territorio satisface los requerimientos iniciales de potenciar su desarrollo turístico bajo el paradigma de la sostenibilidad y de un modelo de Agenda Local 21 en correspondencia a los valores contenidos en el Convenio sobre la Zona de Turismo Sustentable del Caribe (ZTSC), firmado en la 3ra Cumbre de la AEC, en diciembre del 2001 en Margarita, Venezuela.

A continuación se identifican en la figura # 2 las fases en el modelo operativo, el cual contiene el procedimiento metodológico para la identificación y medición de un sistema de indicadores, con el objetivo de facilitar la gestión para el desarrollo del turismo sostenible en el destino Patanemo.

Figura # 2: Modelo operativo

Fuente: Elaboración propia a partir de la Agenda Local 21

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En la Fase IV, identificada como: Selección de áreas claves e indicadores para el diagnóstico, corresponde aquí la selección de las áreas claves de la sostenibilidad para la realización del diagnóstico. En este momento es importante la participación de los expertos nacionales e internacionales y del grupo gestor ya identificados y evaluados en la Fase I (Selección del territorio), a partir de los instrumentos diseñados en la metodología. Después de un riguroso y extenso proceso de revisión de varias propuestas referente a la utilización de sistemas de indicadores, se somete a criterio y validación de expertos, así como de los actores sociales y de la comunidad local el cuestionario para la selección de áreas claves e indicadores para facilitar la gestión de forma sostenible de destinos turísticos Patanemo. Seguidamente a su procesamiento se determinaron las siguientes áreas claves que se especifican en la tabla # 1, a partir del enfoque multidimensional incorporado a la problemática de desarrollo del destino Patanemo.

Fuente: Elaboración propiaSeguidamente, en la fase del Diagnóstico integral, a través del proceso diseñado

para la realización de la exploración territorial se observó tanto las potencialidades como las debilidades que en la actualidad se manifiestan en el destino Patanemo. De esta forma se profundizará en la realidad ambiental, social, económica, cultural y político-institucional de la localidad: desde una perspectiva sistémica, multidimensional y multicriterio, con una percepción y visión ciudadana, lo que permitió disponer de la información necesaria para proponer en la siguiente fase qué objetivos, estrategias y acciones se deben formular para conseguir el desarrollo sostenible del destino, así como, para conocer la gravedad de la problemática integral en términos de sostenibilidad, el análisis tendencial del comportamiento de las áreas claves e indicadores, lo cual ayudará

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también, a la priorización de la consecución de los objetivos. En la tabla # 2, se describe la totalidad de los indicadores cuantitativos y cualitativos ya seleccionados mediante el consenso realizado con los expertos nacionales e internacionales y el grupo gestor, lo que permitirá iniciar posteriormente la evaluación en función de la sostenibilidad del destino turístico Patanemo.

Fuente: Elaborado a partir de un proceso de participación entre expertos nacionales e internacionales y grupo gestor

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En esta fase, luego de identificar y medir cualitativamente y cuantitativamente cada indicador propuesto para el destino turístico Patanemo, se elabora la estructura jerárquica para la evaluación del desarrollo sostenible, con un enfoque multicriterio. Además, se formula en términos matemáticos el modelo aditivo lineal multicriterio para la evaluación de la sostenibilidad turística SOSTUR1 y se explica el procedimiento algorítmico del método de Proceso Analítico Jerárquico. Estos elementos son considerados un aporte a la metodología propuesta, que interrelaciona la ponderación o importancia que identifica las áreas claves e indicadores asociados a cada una de las dimensiones propuestas para el estudio.

Determinación del Índice de Desarrollo Sostenible Global (IDSG) del destino Patanemo

A partir de la información recopilada, se estructura de una forma sintética el comportamiento de los indicadores desde su aspecto cualitativo. En este último, se resume el valor de puntuación asignado a cada indicador promediando los valores puntuales respectivamente, posteriormente se determina la magnitud cualitativa de cada área clave que nos permita calcular el Índice Local por dimensiones. Con los resultados ya descritos corresponde la implementación del modelo aditivo lineal multidimensional (Figura # 3) para establecer el Índice de Desarrollo Sostenible Global para el destino de Patanemo.Figura # 3: Modelo aditivo lineal multidimensional y multicriterio para la evaluación de la

sostenibilidad turística-SOSTUR

Fuente: Márquez, Cuétara y Frías (2006)

� En la propuesta del Modelo SOSTUR, se toman como base elementos de la clasificación del método multicriterio discreto, estos elementos son: Tipo de decisión (con información sobre atributos), Factores de información (cardinal) y Métodos (método de asignación lineal, método de ponderación aditivo simple, método de ponderación aditivo jerárquico y método TOPSIS).

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Uno de los componentes más importantes, de este procedimiento metodológico es la introducción de un indicador multidimensional de representación gráfica denominado BIOGRAMA, cuyo significado se basa en el concepto de imagen del “estado de la situa-ción actual del sistema turístico”, capaz de integrar el valor de dimensiones, áreas claves e indicadores. La imagen obtenida refleja, en una panorámica, las distorsiones o brechas entre la imagen objetivo y la imagen de la realidad. Esta imagen gráfica surge de la esti-mación del Índice Global y Local de la sostenibilidad. Es una aproximación pictórica al grado de desarrollo sostenible de determinada unidad de análisis: de una región, localidad o un destino turístico en un determinado momento de su historia y permite realizar un análisis comparativo del sistema analizado (Sepúlveda, 2002: 14).

Existe tanto un Biograma global, que reúne las diferentes dimensiones de análisis que se desean incluir, como Biogramas específicos de cada una de ellas. Cada eje del Biograma representa un indicador, y están ajustados de tal forma que cuanto más amplia sea el área sombreada, mejor será la situación del sistema.

Seguidamente, se representa el indicador Biograma de carácter grafico, donde se puede apreciar en el esquema de “Nivel de Estado del Sistema”.

Figura # 4: Representación gráfica del Biograma

Fuente: Elabora a partir del IICA (2002)

El Biograma – ¿qué permite?

• Generar un diagnóstico de la situación actual del sistema, dentro de un marco que se aproxima a la multidimensionalidad del desarrollo sostenible.

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• Realizar un análisis comparativo de los destinos de análisis en diversos momentos de su historia.

• Establecer un análisis comparativo entre diferentes destinos de análisis.

• Visualizar en un solo momento, las necesidades y los desequilibrios del sistema y por ende, estar en capacidad de definir en cuáles dimensiones es necesario implementar políticas específicas e instrumentos correctivos.

En la tabla # 3, seguidamente se describe la valoración cualitativa según el Biograma y la puntuación promedio alcanzada para cada área clave que permita realizar posteriormente su evaluación.

Seguidamente, se detalla el estado del sistema de cada área clave, según los colores asignados para cada una en el Biograma; con el objetivo de obtener una imagen de las mismas, en relación a la sostenibilidad. A continuación, se realiza un análisis con base a los resultados de tipo cualitativo obtenido por cada área clave, identificados en la tabla anterior. Se subraya, que el 55,5% del total de las áreas claves evaluadas se identifican como sistemas inestables. Este análisis inicial, de cierta forma establece una jerarquización entre las dimensiones y las áreas claves, de manera de proporcionar al grupo gestor la información necesaria para el desarrollo de acciones en función de la sostenibilidad del destino turístico Patanemo.

Retomando la escala de clasificación definida en el Biograma como: alta posibilidad de colapsar (puntuación igual a 1,0), nivel crítico (entre 1,01-2), sistema inestable (entre 2,01-3), sistema estable (entre 3,01-4) y con nivel óptimo (entre 4,01-5), nos permite realizar la evaluación del desempeño de cada una de las siguientes áreas claves, donde:

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• Calidad ambiental y de los recursos naturales (1,98), se declara con nivel crítico, incidiendo en este resultado las dificultades con la gestión del medio ambiente, el estado del ecosistema playa, el grado de contaminación del agua potable y del agua de mar, el estado de conservación de los suelos y la calidad de la playa,

• Gestión de residuos (2,6), se clasifica como sistema inestable en la actualidad, como consecuencia de la poca eficacia de los sistemas de manejo de desechos sólidos y aguas residuales,

• Impacto económico en la comunidad local (3,0), se estima su desempeño como sistema inestable, motivado fundamentalmente a la escasa participación de las cooperativas y empresas locales en la actividad turística, así como, la problemática de empleo en la localidad, factor que se agudiza en la medida que no se establezcan otras políticas desde las propias instituciones y desde la Gobernación del Estado Carabobo en el proceso de incentivar los núcleos de desarrollo endógeno y el programa de cooperativas, posibilitando una mayor incorporación de la comunidad a las actividades productivas vinculadas con el sector del turismo en el destino.

• Competitividad del destino (1,98), se clasifica con nivel crítico, a pesar de haber obtenido un aceptable índice global de posicionamiento con respecto a Tucacas, y poco distante del destino Chichiriviche. Los factores que inciden negativamente sobre el comportamiento de esta área clave tan importante dentro de la sostenibilidad, se destacan los indicadores de: satisfacción del turista con la oferta turística en sentido general, la calidad de las instalaciones turísticas y la no existencia de sistemas de gestión ambiental y de certificación de la calidad en las entidades que laboran en el turismo.

• Cultura e identidad (4,3), se le asigna la categoría de sistema con nivel óptimo, obtenido de su cultura autóctona, de la preservación de sus raíces afrovenezolanas, de sus tradiciones religiosas, de sus bailes y danzas, de su música, pinturas, artesanías, de los festivales anuales que se organizan en el destino con la participación de visitantes de toda la geografía venezolana,

• Políticas para el desarrollo turístico (2,4), se le concede la calificación de sistema inestable, condicionado principalmente por la ausencia de políticas locales y regionales encaminadas a la conservación del ecosistema marino y costero, de planes de desarrollo urbanístico y ordenación del territorio, preservación de los recursos naturales y principales atractivos de la localidad,

• Liderazgo institucional (2,5), se reconoce como sistema inestable, afectado de manera determinante por la limitada integración de la comunidad y los actores sociales, las instituciones públicas y privadas, las misiones sociales y las instancias del gobierno local y regional en el desarrollo de la actividad turística,

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• Participación de la comunidad (2,5), se valora esta área clave como sistema inestable, resaltando entre el comportamiento de sus indicadores con mayores dificultades el referido a la inexistente de una participación ciudadana en el proceso de sostenibilidad del destino, por otra parte, se aprecia una relación lógica entre el bajo índice de satisfacción de la comunidad local con la propia actividad turística que se desenvuelve en el destino,

• Calidad de vida (2,0), recibe una evaluación de nivel crítico, por cuanto el desempeño de sus principales indicadores son deficientes, se distingue en sentido negativo el indicador: tasa de desempleo. Solamente el 31, 1 % de su población activa realiza alguna actividad productiva (agricultura o pesca) o de los servicios en establecimientos de alojamiento, restaurantes, posadas, pequeños hoteles y puntos de ventas a lo largo de la playa principalmente, lo que impacta en el nivel de renta familiar para cubrir necesidades perentorias de vida. Las dificultades presentadas con los servicios salud, transporte, servicios de agua, electricidad, alcantarillado, vialidad, transporte público, problemática habitacional e inseguridad ciudadana, constituyen algunos de los factores cotidianos con los que conviven la casi totalidad de la población que reside hoy en Patanemo.

En atención a la problemática expuesta, relacionada con las áreas claves identificadas en Patanemo y su desempeño actual, corresponde realizar un análisis similar con relación al desempeño de las dimensiones, expresado en la determinación del Índice de Desarrollo Sostenible Local como se ha formulado en el modelo SOSTUR, pero cuyos resultados en términos cuantitativos también deben ser analizados según la escala de clasificación del Biograma para cada una de las dimensiones de la sostenibilidad, ya descritos.

• Dimensión cultural, Índice local (4,2) alcanza una valoración de nivel óptimo, por cuanto el atractivo cultural constituye en la actualidad una de sus principales fortalezas en este destino,

• Dimensión económica, Índice local (2,74), Dimensión político-institucional, Índice Local (2,05) y la Dimensión social, Índice Local (2,30), clasificando como sistemas inestables, atendiendo al desempeño negativo de cada unos de sus principales indicadores ya analizados en la etapa anterior,

• Dimensión ambiental, Índice local (1,94). se ubica con este valor de puntuación en un nivel crítico. Inciden desfavorablemente en este resultado la valoración otorgada a las áreas claves: calidad ambiental y de los recursos naturales y la gestión de residuos, este último en una menor importancia.

En la figura # 5 se representa de forma gráfica el Índice de Desarrollo Sostenible Local (IDSL) para cada dimensión, según el color asignado en la escala de clasificación del Biograma para el destino turístico de sol y playa Patanemo, basado en indicadores reales.

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Figura # 5: Representación grafica del índice de desarrollo sostenible local según el Biograma.

Por último, se determina el Índice de Desarrollo Sostenible Global (IDSG) para el destinto turístico de sol y playa Patanemo, mediante la instrumentación del modelo aditivo lineal multidimensional SOSTUR, lo que se detalla en la tabla # 4.

Al realizar las operaciones matemáticas indicadas en el modelo propuesto se establece una puntuación de 2.64, lo que califica al destino de Patanemo como un sistema inestable. Incide en esta valoración el desempeño desfavorable de la dimensión económica, ambiental, social y político-institucional; ya analizadas, exceptuando la dimensión cultural quien representa un nivel optimo en relación al desarrollo sostenible en el destino turístico Patanemo.

El Índice de Desarrollo Sostenible Global (IDSG), es un valor específico de desempeño del desarrollo sostenible, con el cual se puede comparar la evolución de una unidad de análisis, ya sea en el tiempo o bien con otras unidades de análisis. Existe un índice global, el cual remite el valor promedio de desempeño del conjunto de dimensiones

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que se han tomado en cuenta. De igual forma, se obtienen índices específicos para cada dimensión, determinando el desempeño de cada una de éstas.

El objetivo de determinar este tipo de indicador (IDSG), es representar de manera didáctica una situación determinada, mediante un índice de proximidad hacia el desarrollo. Este índice simboliza el estado de sostenibilidad y permite una primera aproximación al desempeño de un determinado destino turístico de análisis. Visualizar el desarrollo general del destino de análisis y de cada una de las dimensiones individuales en un momento determinado. Esta imagen permite determinar la existencia o carencia de equilibrio entre dimensiones como la contribución de cada una a nivel general. Además, se abre la posibilidad de evaluar el desempeño de un destino con respecto a otros destinos de análisis

A continuación de presenta de forma esquemática el estado de sostenibilidad de las dimensiones y del destino en general, según los colores del Biograma.

Figura # 6: Índice de Desarrollo Sostenible Global (IDSG), según los colores del Biograma del destino turístico Patanemo.

Fuente: elaboración propia

Se precisa destacar, que los indicadores se analizan en cada dimensión y se transforman en la base de estimación de la estructura del Biograma. No es necesario que el número de indicadores por dimensión sea el mismo, siempre y cuando se mantenga cierto equilibrio en el número de indicadores en cada dimensión. De esta forma, será

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razonable si se decide incluir cinco indicadores en la dimensión económica y tres en la político-institucional.

En relación a la determinación del Índice de Desarrollo Sostenible Global (IDSG) para el destino turístico Patanemo como un indicador de imagen, nos suministra un indicio sobre la situación económica, social, ambiental, cultural y político-institucional de mayor importancia en el destino, asimismo hace perceptible una tendencia o fenómeno que no es detectable inmediatamente, en este caso el nivel de sostenibilidad de la actividad turística en Patanemo. Por otro lado, este indicador global (IDSG), nos da un valor específico sobre el impacto que ha tenido la gestión local en un determinado periodo de tiempo. Además, se abre la posibilidad de evaluar el desempeño del destino Patanemo con respecto a otros destinos con características similares.

Cabe destacar, por otro lado, que los indicadores trasladan el concepto de desarrollo sostenible a términos numéricos, medidas descriptivas, signos y señales de tendencias. Las medidas e indicadores de sostenibilidad combinan información social, económica y medio ambiental e ilustran la relación dentro y entre sistemas (García, A. et al, 2002: 8). En relación a este planteamiento, se destaca que la propuesta de un sistema de indicadores para Patanemo, esta basada en un enfoque de carácter integral y multidimensional, permitiendo de este modo, el seguimiento del estado ambiental, económico, social, cultural y político-institucional del destino, así como el grado de éxito de la gestión para el desarrollo del turístico sostenible a nivel local.

Finalmente, podemos resumir que los complejos problemas de desarrollo sostenible requieren integrar o interrelacionar un conjunto de indicadores, o la agregación de indicadores en índices. En relación con el diseño y aplicación de políticas sostenibles en los destinos turísticos los indicadores ambientales, económicos y sociales se utilizan con distintos propósitos, pero destaca el objetivo de desarrollar una conciencia pública y local en temas de sostenibilidad.

Corresponde posteriormente y teniendo como antecedentes los resultados del diagnóstico integral de Patanemo, iniciar el proceso de elaboración de un plan de acción que revierta este panorama que hoy presenta el destino y que se aleja sustancialmente de cualquier proceso de desarrollo turístico dentro del paradigma de la sostenibilidad para beneficios de las generaciones presentes y futuras en el destino turístico Patanemo.

Conclusiones

Entre las conclusiones generales se destacan las siguientes:

• La actividad turística en el destino de Patanemo debe concebirse como la voluntad de todos los actores sociales implicados, lo que significa asumir un compromiso de colaboración y corresponsabilidad, a partir de una meta común, por cuanto esta localidad constituye en la actualidad un potencial de crecimiento

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y perspectiva para el desarrollo turístico del Polo de Desarrollo Turístico PDT-1 Patanemo-San Juan de los Cayos, para ello, debe mejorar la calidad como destino turístico, ampliar la acción coordinada de las administraciones y agentes privados, modernizar las infraestructuras locales y perfeccionar los servicios turísticos a través de la incorporación de nuevas tecnologías y la necesaria formación de sus propios capital humano que conviven en esa comunidad.

• El desarrollo sostenible del turismo en Patanemo depende sin lugar a dudas de un ordenamiento ambiental bien planificado. El deterioro del ecosistema costero y marino, así como la contaminación de ríos y costas y la debilidad de las acciones que se llevan a cabo en materia de saneamiento ambiental, además de los resultados de evaluación alcanzada por las dimensiones de la sostenibilidad y de las áreas claves identificadas para la investigación, corrobora, no sólo a la pérdida de su competitividad frente a otros destinos en la región, sino simplemente a su autodestrucción en el corto plazo como destino turístico de sol y playa.

• La operatividad del modelo de gestión del desarrollo sostenible al destino turístico de Patanemo y los procedimientos, técnicas, métodos y modelos matemáticos propuestos con un enfoque multidimensional y multicriterio para el estudio y valoración de las dimensiones, áreas claves, indicadores de la sostenibilidad (IDSG y Biograma) y el diseño de la plataforma para la realización del diagnóstico integral turístico del destino, permitió verificar su viabilidad y factibilidad empírica como herramienta metodológica y práctica para perfeccionar la gestión de los procesos actuales de planificación, desarrollo y gestión de la actividad turística bajo el paradigma de la sostenibilidad, considerándolo invariablemente como un instrumento / modelo de desarrollo que relaciona los aspectos socioculturales, medioambientales, económicos, políticos-institucionales y de participación de la comunidad local, logrando tanto la satisfacción de visitantes y residentes, con el objetivo-meta de la conservación del medioambiente como forma de permitir la continuidad de su utilización a largo plazo, manifestándose de este modo, la capacidad mostrada por el modelo de gestión para la descripción, explicación, consistencia, flexibilidad y pertinencia al objeto de estudio dentro del marco de la investigación.

• El diseño e implementación del procedimiento metodológico estructurado por fases, a partir de una adecuación del proceso de Agenda Local 21 para el destino de Patanemo, permitió abordar con una concepción integral la gestión del desarrollo sostenible en el ámbito local, y por otra parte, la articulación y las interacciones adecuadas entre sus componentes económicos, sociales, culturales, políticos-institucionales y medioambientales. Estos factores irrumpen como aspectos clave para una evolución sostenible del destino por la necesidad de aglutinar con miras al futuro tres estrategias primordiales: la

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iniciativa local, el desarrollo sostenible y la participación social en la solución de la problemática de la sostenibilidad.

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