PROPUESTA DE CONSERVACIÓN Por Marjorie Fuentes Riquelme & Sonja Heinrich ONG Yaqu Pacha & Universidad Austral de Chile

Introducción El borde costero conforma una unidad geográfica y física de especial importancia para el desarrollo integral y armónico del país. La Planificación del Borde Costero genera una instancia de toma de decisiones que integra a los múltiples actores, públicos y privados, que intervienen en la zona costera. Una de las acciones más importantes es la determinación de los sectores del Borde Costero que sean de interés para la conservación del medio ambiente. Áreas de protección ambiental son una oportunidad para la conservación de la flora, fauna y procesos oceanográficos importante para garantizar salud en el ecosistema marino, una gran biodiversidad y un uso sustentable de los recursos hidrobiológicos. Durante 9 años, se han recolectado datos de avistamientos de delfín chileno y delfín austral, los cuales han sido analizados con el objeto de conocer el uso de hábitat en la isla de Chiloé entre otros aspectos. Se ha tomado en cuenta avistamientos de lobos marinos, chungungos y aves marinas para un mejor entendimiento de la biodiversidad del área y complementar las características del hábitat de las especies en estudio. Predadores tope como son los mamíferos y aves marinas juegan un rol importante en la salud y bienestar del ecosistema, además de ser considerados como bioindicadores del mismo. A través de este documento, proponemos determinar áreas de protección ambiental principalmente para el delfín chileno, delfín austral y chungungos con beneficios aditivos para otros predadores tope y del ecosistema en general. De esta manera, establecer un equilibrio en la zonificación del borde costero de Quellón, dando un espacio a la conservación y al potencial desarrollo turístico de la comuna. Justificación de Protección de Áreas Las aguas costeras y oceánicas del archipiélago de Chiloé presentan una alta biodiversidad de flora y fauna marina. Esto se debe a que las aguas son ricas en nutrientes, con zonas de surgencias importantes capaces de sustentar una alta diversidad de organismos, además de presentar un clima húmedo y condiciones geográficas atípicas condicionadas por las últimas glaciaciones. Muchas de las especies son endémicas de Chile, lo que le da un valor agregado al ambiente que sostiene a estas especies. Además del endemismo, Chiloé tiene un valor por la belleza escénica del paisaje en áreas poco intervenidas por la acuicultura, y zonas que aún pueden ser utilizadas como reservorio ecológico. 1. Pequeños cetáceos: delfín chileno & delfín austral En Chile, habita más del 50% de las especies de mamíferos marinos que existen a nivel mundial. Algunos como el delfín chileno (Cephalorhynchus eutropia) (Fig. 1), la única especie endémica de cetáceos en Chile, se distribuye entre los 33º S, Región de Valparaíso hasta los 55º S en Cabo de Hornos, y el delfín austral (Lagenorhynchus australis) (Fig. 2), especies endémica de Sudamérica distribuyéndose entre los 33º S por el lado pacífico hasta los 32º S por el sector Atlántico correspondiente a Chile y Argentina. Estás especies han sido escasamente estudiadas a lo largo del país (sólo existen estudios locales) y hoy se encuentran catalogadas como “Casi Amenazada” y “Escasamente Conocidas” por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) respectivamente.

En la zona sureste del archipiélago, un exhaustivo estudio sobre las poblaciones del delfín chileno y del delfín austral ha permitido determinar áreas críticas para la supervivencia y persistencia de las poblaciones a lo largo del tiempo. Monitoreos sistemáticos durante 9 años, han permitido detectar dichas áreas, con el fin de proponer área de protección ambiental para este tipo de especies. La importancia de estas especies, es que son depredadores tope, las cuales mantienen en equilibrio al ecosistema marino y, debido a que son especies carismáticas, pueden ser un recurso importante para el desarrollo turístico de la zona. .

Figura 1. Delfín chileno (Cephalorhynchus eutropia) Figura 2. Delfín austral (Lagenorhynchus australis)

Si bien ambas especies tienen preferencias por lugares someros (< 20 m) y costeros (500 m aprox. distancia a la costa), el delfín chileno prefiere áreas protegidas tales como la bahía Yaldad, Canal Coldita, Canal San pedro y Guamblad (Fig. 3). Estas áreas son comúnmente utilizadas para todo tipo de comportamiento, los que incluyen alimentación y crianza, claves para la supervivencia de la población. Por otro lado, el delfín austral tiene preferencias por áreas expuestas tales como el sur de la isla Cailín (Bajo Velahue), isla Laitec y Canal Chiguao (Fig. 4). Su distribución en el área está estrechamente asociada a bosques de algas que albergan el alimento y posiblemente sean áreas de crianza para la especie.

Figura 3. Propuesta para áreas de protección ambiental para el delfín chileno. Es importante considerar que la población de delfín chileno del sureste de Chiloé, es una población pequeña (menos que 100 individuos), residente y con una distribución localizada. Por lo tanto, las áreas nombradas anteriormente son áreas claves para su sobrevivencia.

Figura 4. Propuesta para áreas de protección ambiental para el delfín austral. En el sur de Chile, los pequeños cetáceos han sido históricamente capturados de manera intensiva para ser utilizados como cebo por las industrias dedicadas a la explotación de la centolla (Lhitodes antartica) (Goodall & Cameron, 1980) y en menor magnitud para el consumo humano (Aguayo-Lobo, 1975). Actualmente, la principal preocupación proviene de la pesquería agallera artesanal debido a la captura incidental de delfines chilenos y australes (Reyes & Oporto, 1994) y de la destrucción progresiva del hábitat debido al impacto producido por la acuicultura transformándolo en uno potencialmente crítico para las especies que habitan en él (Hucke- Gaete, 2000). Estos factores estarían presionando a las poblaciones a emigrar en busca de hábitats más apropiados para su sobrevivencia. En Chile, desde los inicios de los 90’s, los centros para el cultivo de salmones y mitílidos se han expandido a lo largo de bahías protegidas al lado este de la isla de Chiloé (Sernapesca, 1999). Durante la última década los centros para la acuicultura han aumentando progresivamente en la región así como también sus cosechas (Sernapesca, 2008). Esta última ocasiona la muerte por inmersión de lobos marinos (Claude & Oporto, 2000), y de pequeños delfines (probablemente crías) (información entregada

por empleados de salmoneras, Chiloé). Actualmente, en la región sudeste de la isla de Chiloé existe una intensa actividad acuícola donde grandes áreas han sido destinadas específicamente al cultivo de mitílidos y salmones. Si bien existen áreas ya concesionadas, existen zonas disponibles que son aptas para la protección ambiental. Discusiones previas, sugirieron las áreas de bahía Yaldad, canal Coldita, San Pedro y Guamblad como áreas aptas para la protección ambiental, las cuales fueron plasmadas en el “Catastro y propuesta preliminar de zonificación del borde costero marítimo” (Fig. 5). Otras áreas, como el área de manejo del bajo Velahue, son compatibles para la protección de especies, ya que existe un control de la actividad para mantener la sustentabilidad de los recursos bentónicos.

Figura 5. Catastro y propuesta preliminar de zonificación del borde costero

marítimo. Todas estas áreas sostienen diversas actividades, las cuales, con un manejo sustentable y responsable pueden brindar zonas de protección ambiental para las poblaciones de delfín chileno y delfín austral que ahí residen. Más aún, si contamos con especies con encuentros esporádicos como la marsopa espinosa (Phocoena spinipinnis), y otros mamíferos como lobos marinos (Otaria flavenscens), chungungos (Lontra provocax), clasificada como una especie en peligro (UICN, 2009) e insuficientemente conocida (CONAMA, 2009), huillín (Lontra felina) considerado en peligro (UICN, 2009; CONAMA, 2009); y diversas aves marinas (Tabla 1.). Aves migratorias como las fardelas negras y los albatros de ceja negra utilizan la bahía de Quellón en verano como un área importante de alimentación y descanso luego de la época de nidación.

2. Mustélidos: chungungo, gato de mar o nutria marina La nutria marina o chungungo, tiene una distribución restringida a lo largo de la costa del Pacífico desde el norte de Perú a lo largo de la costa chilena hasta el Cabo de Hornos y la Isla de Los Estados en la Argentina. La caza furtiva sigue presente en muchas regiones, especialmente al sur de la latitud 39º S, donde hay poca o ninguna aplicación de la legislación protectora. Las principales amenazas son la destrucción del hábitat, la degradación, y la competencia por los rapaces, y la caza furtiva en todo el rango. Su área de distribución original ha disminuido considerablemente debido a la excesiva caza, y la especie ha sido casi exterminada en las regiones del sur del Cabo de Hornos y Tierra del Fuego. Sobre la base de las actuales tasas de disminución y las tendencias, se estima una reducción al 50% de la población en los próximos 30 años a menos que se fortalezcan las medidas de conservación (Alvarez & Medina-Vogel, 2008).

Figura 6. Propuesta para áreas de protección ambiental para el chungungo.

3. Aves marinas y acuáticas La alta diversidad de aves marinas, costeras y oceánicas, y el albergue de depredadores tope en la zona, da cuenta de un área rica en recursos, capaz de mantener un ecosistema marino, brindando los nutrientes necesarios para su sustentabilidad. Las aves presentes en la zona de Quellón (Fig. 7), son aves marinas costeras y oceánicas y otras aves acuáticas (no exclusivamente marinas). Las aves marinas costeras son aquellas especies que permanecen casi la totalidad de su tiempo en el ambiente costero y su nicho se realiza entre el litoral y el límite de la plataforma continental. Las aves marinas oceánicas son aquellas que tienen su nicho y utilizan el hábitat marino-pelágico la mayor parte de su tiempo (ca. 90%). Salvo para reproducirse, nunca tocan tierra (Ainley, 1980). Como organismos marinos, su distribución espacial y temporal está directamente afectada por las características abióticas del hábitat marino, el cual se ha visto afectado también por las actividades antropogénicas intensivas de la zona. Además, su alta tasa de alimentación, requerimientos de energía, metabolismo y grandes cantidades de nutrientes que retornan al ambiente marino indican que las aves marinas son componentes claves de los ecosistemas pelágicos (Furness, 1978). Cabe destacar, que la lista roja de vertebrados de Chile, clasifican al cisne de cuello y gaviotín sudamericano como especies vulnerables, mientras que a la garza cuca como “rara”. Por otro lado, CONAMA clasifica a la fardela blanca con una especie “en peligro”, siendo la X región el límite de su distribución a lo largo de Chile. Algunos datos importantes para tomar en cuenta es que especies costeras como el pato quetru no volador presenta una alta dependencia trófica y permanencia en el medio marino. Otras, como el pingüino de Humboldt, ha registrado mortalidades debido a la pesquería artesanal, y otras aves buceadoras en redes agalleras. Investigaciones de Viet et al. (1996) han detectado que la fardela negra, cuya población migra anualmente a los mares del norte frente a las costas oeste de Estados Unidos y Canadá (Guzmán & Myers, 1983) ha demostrado una baja sustancial. Esto es preocupante ya que se estima que esta especie numerosa de alto valor trófico es un importante regulador (e indicador) del estado de los recursos pesqueros pelágicos.

Figura 7. Aves avistadas en la Bahía Quellón, Chiloé.

Tabla 1. Lista de aves avistadas en la bahía Quellón y alrededores.

Nombre Común Nombre Científico Estado de

Conservación (UICN)

Albatro de ceja negra Thalassarche melanophrys En Peligro

Fardela blanca Puffinus creatopus Vulnerable Pingüino de Humblodt Spheniscus humboldti Pingüino magallánico Spheniscus magellanicus

Casi Amenazada Pelícano Pelecanus thagus Fardela negra Puffinus griseus Cormorán lile Phalacrocorax gaimardi Gaviota común Larus dominicanus

Preocupación Menor

Gaviota austral Larus scoresbii Gaviota cahuil Larus maculipennis Gaviota franklin Larus pipixcan Gaviotín sudamericano Sterna hirundinacea Blanquillo Podiceps occipitalis Huala Podiceps major Martín pescador Megaceryle torquata Garza chica Egretta thula Garza cuca Ardea cocoi Cisne de cuello negro Cygnus melanocoryphus Pilpilén negro Haematopus ater Pilpilén austral Haematopus leucopodus Pilpilén común Haematopus palliatus Zarapito pico curvo Numenius phaeopus Zarapito pico recto Limosa haemastica Playeros Aphriza virgata Cormorán imperial Phalacrocorax atriceps

Cormorán yeco Phalacrocorax brasilianus

Cormorán de las rocas Phalacrocorax magellanicus

Quetru no volador Tachyeres pteneres Pato jergón chico Anas flavirostris Pato jergón grande Anas georgica Caranca Chloephaga hybrida

Conclusiones La belleza escénica que guarda los canales del sureste de la isla de Chiloé, albergar especies endémicas, y presentar (aún) áreas prístinas son tres valores que reflejan la singularidad del área. En Chiloé quedan muy pocos lugares sin asentamiento humano. La tasa de crecimiento de la población ha aumentado fehacientemente en las últimas décadas debido a que la industria salmonera que se ha instalado firmemente en el sur de Chile, ha generado una gran cantidad de empleos. A partir de este estudio, se entregan los argumentos para justificar la conservación de las áreas destacadas y con ello, cumplir algunos de los objetivos de conservación que tiene la estrategia nacional de la biodiversidad de Chile, como son proteger especies endémicas, áreas representativas y promover la educación ambiental en esta zona. Bibliografía

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