propuesta corredores custodia - UDC
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Memoria científica del proyecto FB-CACC2017 Con el apoyo de 1 PROPUESTA DE CORREDORES ECOLÓGICOS, ACUERDOS DE CUSTODIA Y ACCIONES PARA CONSERVAR O RESTAURAR EL HÁBITAT DE LAS ESPECIES INDICADORAS Horacio Naveira & Pedro Galán La principal medida correctora que cabe impulsar para restaurar el hábitat natural de ambas especies es la recuperación del bosque de ribera autóctono, dominado por Alnus glutinosa, y con otras especies como Fraxinus excelsior, Corylus avellana o Salix atrocinerea, lo que tendría un impacto positivo inmediato e incondicional sobre Chioglossa lusitanica, y también a medio plazo sobre Iberolacerta monticola, siempre que se complemente con otra clase de acciones que se comentan a continuación. Las actuaciones deberían enfocarse sobre tres niveles o estratos: (1) el muscinal, evitando que el musgo cubra por completo las rocas de la ribera; (2) el de la vegetación arbustiva, realizando desbroces puntuales, a mano, de los microhábitats rocosos; y (3) el de la vegetación arbórea, efectuando podas periódicas que permitan la entrada de la luz solar hasta los sustratos rocosos que precisa I. monticola. Cabe insistir aquí en que debe extremarse la vigilancia para impedir el crecimiento de eucaliptos (Eucalyptus globulus) en las riberas y laderas del cauce del Mandeo, ya que sus efectos sobre el hábitat de ambas especies son devastadores, fundamentalmente por la acusada disminución de las condiciones de humedad que provocan, creando discontinuidades que actúan como efectivas barreras para la dispersión de ambas especies, pero particularmente de I. monticola. Las figuras 1 y 2 muestran, respectivamente para C. lusitanica e I. monticola, la distribución de los individuos muestreados durante la ejecución del proyecto. Aunque la falta de detalle de los croquis no lo revela, lo cierto es que la mayoría de las muestras de C. lusitanica se consiguieron junto a los pequeños arroyos que vierten sus aguas en el Mandeo, no en las riberas de río. Esto supone en la práctica que las medidas que aquí se apuntan deben aplicarse a un espacio que trasciende los estrictos límites de la ZEC, reducida a unos pocos metros en cada orilla del cauce del río.
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PROPUESTA DE CORREDORES ECOLÓGICOS, ACUERDOS DE CUSTODIA Y ACCIONES PARA CONSERVAR O RESTAURAR EL HÁBITAT DE LAS
ESPECIES INDICADORAS
Horacio Naveira & Pedro Galán
La principal medida correctora que cabe impulsar para restaurar el hábitat natural de ambas especies es la recuperación del bosque de ribera autóctono, dominado por Alnus glutinosa, y con otras especies como Fraxinus excelsior, Corylus avellana o Salix atrocinerea, lo que tendría un impacto positivo inmediato e incondicional sobre Chioglossa lusitanica, y también a medio plazo sobre Iberolacerta monticola, siempre que se complemente con otra clase de acciones que se comentan a continuación. Las actuaciones deberían enfocarse sobre tres niveles o estratos: (1) el muscinal, evitando que el musgo cubra por completo las rocas de la ribera; (2) el de la vegetación arbustiva, realizando desbroces puntuales, a mano, de los microhábitats rocosos; y (3) el de la vegetación arbórea, efectuando podas periódicas que permitan la entrada de la luz solar hasta los sustratos rocosos que precisa I. monticola. Cabe insistir aquí en que debe extremarse la vigilancia para impedir el crecimiento de eucaliptos (Eucalyptus globulus) en las riberas y laderas del cauce del Mandeo, ya que sus efectos sobre el hábitat de ambas especies son devastadores, fundamentalmente por la acusada disminución de las condiciones de humedad que provocan, creando discontinuidades que actúan como efectivas barreras para la dispersión de ambas especies, pero particularmente de I. monticola.
Las figuras 1 y 2 muestran, respectivamente para C. lusitanica e I. monticola, la distribución de los individuos muestreados durante la ejecución del proyecto. Aunque la falta de detalle de los croquis no lo revela, lo cierto es que la mayoría de las muestras de C. lusitanica se consiguieron junto a los pequeños arroyos que vierten sus aguas en el Mandeo, no en las riberas de río. Esto supone en la práctica que las medidas que aquí se apuntan deben aplicarse a un espacio que trasciende los estrictos límites de la ZEC, reducida a unos pocos metros en cada orilla del cauce del río.
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Figura 1. Localización de los individuos de Chioglossa lusitanica muestreados para el proyecto.
Figura 2. Localización de los individuos de Iberolacerta monticola muestreados para el proyecto.
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Entrando ya en detalles de propuestas concretas de corredores ecológicos, entendemos que debería priorizarse la recuperación del tramo comprendido entre Chelo y Zarzo, en el que la presencia de I. monticola se ha visto reducida de manera muy importante en los últimos 20 años (Figura 3), poniendo especial énfasis en Chelo (Figura 4), que alberga en estos momentos la principal subpoblación de esta especie en la ZEC.
Figura 3. Mapa de la ZEC entre Chelo (a la izquierda) y Zarzo (a la derecha), generado con los resultados del
proyecto (https://www.udc.es/gl/gibe/_galeria_down/FB_CACC2017/Mapa-Proxecto-Mandeo-190715.html).
Ortofoto ESRI, arriba, y mapa OSM, abajo. Los puntos naranja señalan lugares donde se registraron los
individuos de I. monticola en este proyecto; los puntos negros denotan lugares en los que la especie se había
registrado hace no más de 20 años, pero que aparentemente ya no ocupa en la actualidad; los puntos azules
corresponden a los individuso de C. lusitanica registrados en este proyecto.
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Figura 4. El coto de Chelo (Paderne-Coirós) ilustra a la perfección la clase de hábitat del que depence
I.monticola, con zonas despejadas que reciban radiación solar al borde del río, y la presencia de rocas, piedras o
estructuras de hormigón o madera, sobre las que pueda vivir.
En la Figura 5 se muestra un croquis que da buena idea del estado de las márgenes del río en el tramo comprendido entre Chelo y Zarzo, hoy en día cubierto casi por completo por maleza (debido a causas fundamentalmente culturales: abandono del campo), que oculta las piedras y rocas subyacentes, a las que no llega la radiación solar, que otrora sirvieron de hábitat a I. monticola. Se propone, por tanto, el establecimiento de acuerdos de custodia que permitan actuar sobre este tramo, y, si fuera posible, incluso sobre el comprendido en la margen derecha entre Zarzo y As Balsas (Figura 6),sobre el que cabe hacer consideraciones similares a las anteriores.
Una segunda propuesta se referiría al tramo final de la ZEC, comprendido entre Ponte Aranga y Barranco da Loba (Figura 8). La subpoblación de I. monticola de Ponte Aranga está limitada a los muros de una casa habitada, con cuyo propietario podría cerrarse algún acuerdo de custodia, en tanto no se restauran los hábitats más próximos (hay una iglesia barroca vecina, en la ribera del río, donde no se encuentra I. monticola, pese a que,
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Figura 5. Croquis de parte del tramo de río comprendido entre Chelo y Zarzo (Pedro Galán, 2001-2003).
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Figura 6. Croquis del tramo de río comprendido entre Zarzo y As Balsas (Pedro Galán, 2001-2003).
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en principio, las condiciones no le serían adversas). La subpoblación de Barranco da Loba, por otra parte, es muy singular, y está próxima a su extinción, toda vez que tan sólo restan unos pocos individuos tras la tala a matarrasa del bosque, que se efectuó hace pocos años.
Figura 8. Mapa de la ZEC entre Ponte Aranga (a la izquierda, arriba) y Barranco da Loba (a la derecha, abajo),
generado con los resultados del proyecto (https://www.udc.es/gl/gibe/_galeria_down/FB_CACC2017/Mapa-
Proxecto-Mandeo-190715.html). Ortofoto ESRI, arriba, y ESRI topográfico, abajo. Los puntos naranja señalan
lugares donde se registraron los individuos de I. monticola en este proyecto; los puntos azules corresponden a
los individuso de C. lusitanica registrados en este proyecto.
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La comparación de esta misma Figura 8 con cualquiera de las dos primeras nos sirve para argumentar la conveniencia de extender la ZEC más allá de su límite actual, llevándola hasta A Castellana, en el cruce con la A6 (Figura 9), lo que permitiría integrar en ella la principal reserva biológica de ambas especies, situada en una zona de muy difícil acceso por sus fuertes pendientes, anticipándonos así al acusadísimo declive que predicen para ambas los modelos climáticos, con un impacto particularmente fuerte sobre las poblaciones de baja altitud de C. lusitanica, como las estudiadas en este proyecto.
Figura 9. Propuesta de extensión de la ZEC Betanzos-Mandeo hasta A Castellana, poco después del cruce con
la A6.
