Prometeo Encadenado 425-435

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I IK VSVlns l\ ,1998, Prometeo Encadenado 425-435 425 póvov 5q TtpóoGev v.XXox èv rcóvoic, Sapevi' àKauavxoSéxotc; Tixtìva Àu- \ioxq èaeiSópav 9eòv. 'AiÀavxoc; ujiépoxov aBevo^ Kpaxatòv oùpdvióv xe KÓXOV 430 vcÓTotc; òjioaTevd^ei. [3ocx 5e TTOVTTOC; KÀ.Ò5COV ej-upjriivcov. oxévet 15u9ó>;. KeXaivòc, {5'} "Ai8o<; imoPpépiei poxo; yuc,. Trayai 9' cxyvoptjicov jroir/pcov 435 axévoDGiv ù.Xyoc, oÌK'ipov. 426 d5apc/vToSéxoic; I K 0 : 428 "AxXavxoq Hermann: C/.TÀCXVB' OC; c/.ìt'v fere codd. 429 <òc; ycxv> post Kpaxatòv add. West secutus Hermann 430 UTCoaxeyd^Et B I|H edd. 431 <npopr)Bro. aaz, Ò£ ya oxévei TT»X«S-> ante (3o(X add. West duce Stintoli Kuóvoiq c'/pc/.> ante rcóvxioc; add. West 433 5' del. Lachmann Como es bien sabido. Prometeo Encadenado ha sido. y aùn sigue siendo, objeto de notable polémica a propòsito de determinados problemas de caràcter general, en primer lugar la propia autoria esquilea de la obra. y en consecuencia también su fecha de composición, en segundo lugar su ubicación en el conjunto de la trilogia y, por ultimo, la no menos discutida cuestión de la ideologia de la pieza y la interpretación del caràcter de algunos personajes, en particular el tratamiento de la figura de Zeus. Por el contrario, el estilo de la tragedia es scuci Ilo y en ella encontramos seguramente muchos menos pasajes que plantean dificultades de interpretación que en el resto de las obras que se nos han transmitido bajo el nombre de Esquilo. lo cual constituyó uno de los argumentos en los que se basò Schmid 1 para poner en duda (realizando por primera vez un estudio sistemàtico del problema) la autorfa esquilea de la pieza. No obstante, no faltan tampoco en la tragedia lugares en los que los azares de la transmisiòn han oscurecido el entendimiento del texto, y a este respecto el pasaje que hemos escogido para comentar aqui (los versos que cierran el estàsimo Untersuchungen :um Gefesselten Prometheus, Stuttgart 1929.

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I IK VSVlns l \ ,1998,

Prometeo Encadenado 425-435

425 póvov 5q TtpóoGev v.XXox èv rcóvoic, Sapevi' àKauavxoSéxotc; Tixtìva Àu-

\ioxq èaeiSópav 9eòv. 'AiÀavxoc; ujiépoxov aBevo^ Kpaxatòv oùpdvióv xe KÓXOV

430 vcÓTotc; òjioaTevd^ei. [3ocx 5e TTOVTTOC; KÀ.Ò5COV

ej-upjriivcov. oxévet 15u9ó>;. KeXaivòc, {5'} "Ai8o<; imoPpépiei poxo; yuc,. Trayai 9' cxyvoptjicov jroir/pcov

435 axévoDGiv ù.Xyoc, oÌK'ipov.

426 d5apc/vToSéxoic; IK 0 : 428 "AxXavxoq Hermann: C/.TÀCXVB' OC; c/.ìt'v fere codd. 429 <òc; ycxv> post Kpaxatòv add. West secutus Hermann 430 UTCoaxeyd^Et BI|H edd. 431 <npopr)Bro. aaz, Ò£ ya oxévei TT»X«S-> ante (3o(X add. West duce Stintoli Kuóvoiq c'/pc/.> ante rcóvxioc; add. West 433 5' del. Lachmann

Como es bien sabido. Prometeo Encadenado ha sido. y aùn sigue siendo, objeto de notable polémica a propòsito de determinados problemas de caràcter general, en primer lugar la propia autoria esquilea de la obra. y en consecuencia también su fecha de composición, en segundo lugar su ubicación en el conjunto de la trilogia y, por ultimo, la no menos discutida cuestión de la ideologia de la pieza y la interpretación del caràcter de algunos personajes, en particular el tratamiento de la figura de Zeus. Por el contrario, el estilo de la tragedia es scuci Ilo y en ella encontramos seguramente muchos menos pasajes que plantean dificultades de interpretación que en el resto de las obras que se nos han transmitido bajo el nombre de Esquilo. lo cual constituyó uno de los argumentos en los que se basò Schmid1 para poner en duda (realizando por primera vez un estudio sistemàtico del problema) la autorfa esquilea de la pieza.

No obstante, no faltan tampoco en la tragedia lugares en los que los azares de la transmisiòn han oscurecido el entendimiento del texto, y a este respecto el pasaje que hemos escogido para comentar aqui (los versos que cierran el estàsimo

Untersuchungen :um Gefesselten Prometheus, Stuttgart 1929.

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primero) es probablemente el mas complicado, desde el punto de vista textual, de toda la tragedia2 Ademas de otras cuestiones mas puntuales que han contribufdo a aumentar las sospechas sobre la correcciòn del texto transmitido, dos son los problemas que plantean estos versos: 1 ) £425-435 constituyen un epodo continuo o bien una tercera pareja estrófica? 2) c,Son una interpolación los vv. 425-430. que contienen el ejemplo mitico de Atlante?

Por Io que a la estructura metrica respecta, el texto, tal corno ha llegado hasta nosotros, no ofrece responsión mètrica entre los vv. 425-430 y 43 1-435. de manera que en principio deberiamos considerar que se trata de un largo epodo de once versos. No obstante. va G. Hermann en 1798. observando que hay una notable correspondencia metrica entre los seis primeros versos y los ciuco ùltimos, trató de hacer del conjunto una pareja estròfica en responsión, un proceder que ha sido secundado posteriormente con especial énfasis por West. Naturalmente, para obtener una pareja estròfica resulta imprescindible realizar algunos retoques. mas o menos v iolentos. en el texto transmitido: en primer lugar suponer la caida de un verso entero tras 430 que pudiera responder con 425, en segundo lugar realizar alguna adiciòn en los vv. 429 y 431, y por ùltimo sechi ir un par de sflabas en el v. 428 y la particula 5' en 433. El resultado de introduci!' tales modificaciones son dos estrofas en responsión de seis versos cada una, con una estructura ciertamente equilibrada:

1. u u - u - u - ba cr ia 2. u - u u - u u u - uD -e 3. - u - u - u - / / lec (cr ia) 4. u - u u u u - u - u — / ia ia ba (3iaA) 5. u u - u u - D d : (D : West) 6. - -- u - u — /// ia ba (2iaA)

Estructura: A (15 th.) A (15 th.) Cada estrofa se compondria de dos periodos mayores con el mismo volumen

de tiempos marcados (15) y ademas con una secuencia metrica muy semejante, pues cada uno de ellos se inicia con un elemento yàmbico formado por tres metros (sincopado en el primer periodo, cataléctico en el segundo). al citai sigue en

Mencionamos sólo con la indicación del nombre del autor las siguientes obras: 1 ) Ediciones: N. Wecklein, Berlin 1885; U von Wilamowitz-Moellendorff, Berlin 1914 (reimpr. 1958); P. Mazon, Paris 1920; CF Murray, Oxford 1937; M. Untersteiner, Milano 1946; H.J. Mette. Heidelberg 1953; D. Page. Oxford 1972; M.F. West, Stuttgart 1990. 2) Comentarios: P. Groeneboom, Goettingen 1928 (reimpr Amsterdam 1066); G. Thomson, Cambridge 1032; DJ. Conacher, Toronto 1980; M. Griffith, Cambridge 1983. 3) Otras obras: R. Bees, Zur Datierung des 'Prometheus Desmotes . Stuttgart 1993; M. Griffith, The Authenticity oj Prometheus Poiiinl. Cambridge 1977; J. Ingoiti. Les choeurs et autres parties chantées du 'Prométhée cnchainc' Structure apparente et art luteclurc sarete. «Dioniso» FV (1984/1985) XM-|()S; Maria Pia Pattoni, L'autenticità del 'Prometeo incatenalo' di Eschilo, Pisa 1987; M.F. West. Studies in Aeschxlus. Stuttgart 1990.

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ambos casos un elemento dàctilo-epitrftico, cerrado por un nuevo elemento yàmbico, de dos metros en este caso, de nuevo sincopado en el primer periodo y cataléctico en el segundo. En definitiva, la armònica estructura de la composicion estrófica obtenida y el hecho de que tendriamos un primer estàsimo formado por tres parejas estróficas (lo cual, conio ha apuntado Griffith, es riabituai en Esquilo, aunque mas raro en Sófocles y Euripides), sen'an argumentos en favor de la aceptación de la propuesta de Hermann-West.

No obstante, la existencia de correspondencias métricas claras v llamativas entre los seis primeros versos y los ciuco ùltimos (siguiendo el texto transmitido), que ha sido, corno apuntàbamos, quiza el principal argumento de quienes han retocado el texto para obtener dos estrofas («et metra sibi ultra casum respondent», comenta West en el aparato critico de su ediciòn), no nos parece que sea una razón suficientemente contundente para rechazar la posibilidad de que los vv. 425-435 constituyan un epodo continuo, puesto que en las estrofas compuestas en dàctilo-epitritos o metros afines no es raro que la segunda parte de una estrofa repita, con modificaciones, la secuencia metrica de la primera parte. Veamos entonces cual seria la estructura metrica de los vv. 425-435, si eliminamos los suplementos introducidos por West para obtener responsión exacta:

425 u U - U - U - ba cr ia 426 u - u u - u u u - u D - e 427 - u - u - u - /bil cr ia (\cc) 428 x - U u u U - u - u /bil ia ia ba

429 - u u - u U - L> 430 U - U //pausa Inerte ia ba 431 u - u - u - u - ia ia 432 - u - U - u - cr ia (\cc) 433 U - U u u u u u u - u ia ia ba 434 u u - u u - D d 435 u - u - u — /// ia ba

Estructura: A (28 th.) B (23 th.) De acuerdo con este analisis mètrico, la estrofa presentarla la siguiente

composicion: 1 2 3 4

A) ba cr ia u D - e cr ia ia ia ba B) ia ia cr ia ia ia ba

Tendriamos tres versos yàmbicos idénticos (3. 4 y 6) \ un verso yàmbico ( I )

5 D D d2

( i

ia ba // ia ba ///

1 El caso del verso cuarto es dudoso, puesto cine con el texto transmitido en el v. 42S tendifamos una estructura metrica algo diferente. Pero en todo caso, aunque no tueran exactamente idénticos 42S v 433. el lieclio de que se trate de los dos ùnicos versos con resoluciones de todo el pasaje contribuirla a reforzar la correspondencia enne ambos.

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30 Ci ARCI V ROMKRO

v otro dàctilo-epitrftico (5) que. aunque diferentes en la primera y la segunda parte, ocupan la misma posición, v finalmente un verso dactilo-epitntico (2) que no tiene correspondencia en la segunda parte de la estrofa (Hermann-West modifican 1. 2 v 5 para obtener exacta responsión). Asi pues. de acuerdo con este analisis, el periodo segundo recoge, introduciendo algunas modificaciones, el esquema metrico del primero. Pues bien, contamos con otros ejemplos de series yambo-dactilicas o anàlogas en las que. conio cu nuestro caso, la segunda parte de una estrofa recoge el esquema mètrico de la primera parte con alguna modificaciòn, que puede consisti!" en la adiciòn o supresión de algùn elemento (corno 2 en nuestra estrofa). Los epinicios de Baqui'lides. un contemporaneo de Esquilo, nos ofrecen algunos claros ejemplos :

E strofa del epinicio 9 (fecha incierta; Severyns' lo data ca. 460) e - D - E - D - e - // e - D - E - D - / / E - E E - e ///

Estrofa del epinicio 12 (fecha incierta) - e - D - e - D / /

- D u e - D - //

Epodo del epinicio 12 - D - D - e - D - e - // e - D - e - D

E - E - e ///

Asi pues, el hecho de que puedan apreciarse notables semejanzas entre la estructura metrica de los seis primeros versos y de los ciuco liltimos no es, corno muy bien apunta West, un hecho casual, pero no creemos que sea un argumento definitivo que nos conduzea necesariamente a la conclusión de que debe corregirse el texto para obtener dos estrofas en responsión. de modo que en nuestra opinion es preferible considerar 425-435 conio un epodo continuo. E igualmente tampoco consideramos que se oponga decisivamente a esa posibilidad, conio quiere West («epodus longior esset insto»), la presencia de un epodo largo tras una pareja estrófica breve ( 1 1 versos el epodo, por IO versos el conjunto de la pareja estrófica segunda). puesto que. aunque se trata electiv aniente de una circunstancia muy poco frecuente, un caso muy similar se encuentra ya cu Esquilo (Choc. 66-83, una pareja estrófica de cuatro versos cada estrofa, seguida de un epodo de nueve

Vease al respecto F Garcia Romero, Estructura de la otta baquilidea. Estudio cornpo-sicional v metrico. Madrid 10X7. 556ss. y 74Sss. CF tambien D. Korzeniewski, Grieehische Metrik, Darmstadt 1968, I40ss.

Bacchylide, essai biographicjue, Liège 1933. I3S-I40.

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versos)". En definitiva, desde el punto de vista estrictamente metrico, pensamos que es defendible la consideración de 425-435 conio un epodo continuo, una posibilidad que sin embargo ha contado con el apoyo de una minorfa de los editores (Wecklein. Untersteiner. Thomson, y también Pattoni) .

Precisamente la longitud del epodo asi resultante ha sido uno de los arcumentos esgrimidos por quienes consideran una interpolación los vv. 425-430. va que. si secluimos 425-430. el epodo tendria una extensión mas acorde con lo que es habitual. No es està, sin embargo, la unica ni aiin la principal razón que ha llevado a propugnar la atétesis del pasaje, propuesta por Badham y que ha contado con la aprobación de Wilamowitz y. tras Wilamowitz, de muchos otros (Mazon, Groene-boom. Mette, Kraus". Griffith. Bremer"). Se ha dicho, efectivamente, que estos versos (en los cuales se introduce el ejemplo mitico de Atlante, que ilustra la situación de Prometeo) interrumpen la secuencia de las ideas del canto coiai: el coro comienza aludiendo a su compasión por Prometeo, se refiere luego a la compasiòn de los hombres, e inmediatamente después nos tropezamos con estas palabras sobre ci Titan Atlante, que preceden a la alusiòn final a la compasión de la naturaleza toda, de modo que. se ha dicho. el polo de atenciòn se desplaza al final de la figura de Prometeo a la de Atlante, lo cual resulta evidentemente muy poco satisfactorio. Se ha propuesto. entonces, bien eliminar 425-430. bien desplaz.ar esos versos y situarlos detràs de 435, con lo que el ejemplo mitico de Atlante constituiria el cierre del cauto coiai"'. Incluso Robertson" suponia que Prometeo fue obra iniciada por Esquilo pero continuada y acabada a su muerte por su hijo Euforiòn o por su sobrino Filocles, ambos igualmente autores tràgicos (se basa en una noticia de Suda, s.v. Eòòopitov. e 3800 A.: uiòc, Aìax^^ou TOH ipc/ytKou, 'AGrivaioc;, ipaynxo*; Kai axjxóq, oc, KX/I TOIC, AÌGX^XO\J IOU nr/ipòc,, oìq prisco rjv èrtiSstejripevo^, TSTpc/Kic; èviKrjaev. £ypa\\f£ 5è KC/I oi.K£ia); opina Robertson

Cf. K. Sier, Die lyrischen Partien der Choephoren des Aischylos, Stuttgart 1988, I6s. El ritmo es yàmbico.

Véase también A.M. Dale. Menimi Analyses oj Tragic Choruses IH. London 1983, 3l4s. Dale es partidaria de considerar los \ \ . 425-435 un epodo, aunque no tiene en cuenta para su analisis los v \. 425-429 por considerarlos demasiado corruptos. Conacher habla igualmente de «epode», pero no discute el problema.

Strophengestaltung in der griechischen Tragoedie. I: Aeschylus und Sophokles, Wien 1957. 75.

Aischylos. Prometheus in Fesseln, Frankfurt a. M. 19ScS. ' M. Platnauer, Two Notes on Aeschylus, PV, «Humanitas» IV (1952) 1-13. con el pre­

cedente de (). Ribbeck, Zu Aeschylus (Proni. 424 II.). «RhM» XIV (1859) 627. Fara los mtentos de corrección del texto. c{. R.D. Dav\e. Repertori ofConjectures on Aeschylus. Leiden 1965. 17.

" l)n the Chronology oj Aeschylus, ••PCFS» CLXIX/CLXX1 (1938) 9s. Su opinion es compartida, en lo que a Euforiòn respecta, por E.R. Dodds, The Ancien! Coni ept <>l Progress and Olita Essa\s on Greek Literature and Belici. Oxford 1973. 38

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que los v ersos de nuestro pasaje en los que se alude a Atlante pudieran ser originales de Esquilo. pero colocados fuera de lugar por Euforiòn.

Va comentàbamos anteriormente que los vv. 425-430 presentan también algunos problemas mas puntuales. que han contribufdo a hacer el pasaje aiin mas sospechoso, pero que no creo que sean. pace Griffith, en modo alguno insalvables. En primer lugar. en la frase inicial han extranado las repeticiones, calificadas de duplicaciones innecesarias (Heimsoeth, Wilamowitz, Griffith), jròvotc; ... Àòpcxic; y Ti rava ... Beòv. En nuestra opinion tales repeticiones no son en absoluto innecesarias, sino que constituyen un efecto buscado por el poeta para insistir en dos conceptos fundamentales en nuestro contexto y en la tragedia en general, el sufrimiento de Prometeo y el caràcter divino del Titan. Es mas, el propio orden de palabras de la frase destaca claramente lo que decimos:

uovov Ò.K.Ò.. ev JCÓVQK; Òcxpévr' àicapcxv. Tirava lupaie; èaeiòópav 0£ÒV

B B A B

Vemos, pues. que las palabras que se refieren a cada una de esas ideas. Prometeo y su sufrimiento, van alternàndose en el curso de la frase. Se trata de un tipo de disposición de las palabras muy frecuente, por ejemplo. en la lirica curai de Pindaro y Baquilides1" y que resulta muy adecuado para subrayar los dos conceptos que se van alternando, conio creemos que ocurre en nuestro caso, donde ademas quedan especialmente enfatizadas dos ideas, el caràcter excepcionalmente riguroso del castigo de Prometeo (pòvov 5ij, encabezando la frase) y el hecho de que el Titan es un dios que sufre semejante tratamiento a manos de otro dios (6eóv al final de la frase e inmediatamente a continuación de èortSòpav, el elemento que interrumpe la secuencia de términos alternantes), que es uno de los motivos recurrentes a lo largo de toda la tragedia (vv. 29. 37. 92. etc.)13

También ha planteado dificultades la expresiòn oGévoc; Kparatòv oùpdvtóv TE 7r.oA.ov, puesto que se han considerado dos conceptos («la poderosa fuerza y el

Cf. Al . Sulzer, Zur Wortstellung und Satzbildung bei Pindar, Beni 1970, quien Fama 'distracción' «Zerdehnung», a este tipo de construcción.

No creemos que el empieo del hapax àKocuavToSétoic, para calificar las penalidades de Atlante constituya un problema especialmente grave, pese a que. a diferencia de Prometeo. Atlante no cumple su castigo encadenado. Basta con entender el adjetivo en sentido metafòrico v considerar que. con el. el paralelismo entre Atlante y Prometeo queda subrayado, puesto que el adjetivo es una variante del calificativo à5apavTo5éxoiai (también un hapax) que se aplica, con loda propiedad, a las /.mu/i de Prometeo en el v. I 4S. Véase al respeeto West. Studies 300 n. 4. \ Paltoni 81 s. (quien prefiere pensar que en nuestro compuesto el segundo elemento se desemantiza v el adjetivo viene a significar simplemente .«infaticabile, incessante»).

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pilar celeste») demasiado dispares para poder hallarse unidos por la còpula TE; cabe siempre, no obstante, la posibilidad de entender el giro corno hendiadis, «la poderosa fuerza del pilar celeste» que Atlante sostiene sobre sus hombros14

En definitiva, no creemos que ni éstas ni las demàs dificultades de sentido que se han apreciado en los vv. 425-430 sean, consideradas individualmente, razón suficiente para sospechar de la autenticidad del pasaje, de manera que corno principal argumento en favor de la atétesis permanece la supuesta falta de adecuación del sentido de estos versos en la secuencia de ideas del estàsimo.

^Interrumpe realmente el ejemplo mitico de Atlante la secuencia de ideas del canto coral? Nosotros creemos que no. En su conjunto, la secuencia de pensamiento del estàsimo se articula en cinco etapas, que transitan desde lo particular (lamento de las Oceanides al contemplar el castigo de Prometeo) hasta lo general (lamento de la naturaleza toda):

I. A) Compasión del coro de Oceanides (vv. 397-401). B) Explicación (ydp): un cruel castigo ha impuesto Zeus a los dioses anteriores

(vv. 402-405).

IL A) Compasión de los habitantes de las regiones vecinas (vv. 406-424). B) Nueva alusiòn a la crueldad de Zeus para con los dioses anteriores, ilustrada

en està ocasiòn mediante un ejemplo mitico, el de Atlante. Pienso, por consiguiente, que el énfasis en el ejemplo mitico no recae tanto en el hecho de que Atlante sufra un castigo tan duro corno Prometeo, sino en la circunstancia de que el causante del tormento de ambos Titanes ha sido un mismo agente. Zeus, el nuevo dios que castiga a los viejos dioses (Geotc; rat*; rapoq, vv. 404s. / 6EÒV, V. 427). La alusiòn al castigo de Atlante estaria preparada de manera inmediata en està segunda parte del estàsimo por las palabras rjiévourjt i à v o à v quvopaipóvcov xe n p d v (un

14 Pattimi (86s.) opina que se tratana de un caso demasiado brusco de hendi'adis. y prefiere realizar una leve corrección en el texto transmitido aceptando la sugerencia (Di Benedetto) de leer K-pcxicaoi o Kpatm'ei en lugar de Kpa.To.ióv. No afecta sustancialmente al problema que estamos discutiendo la elección, en el v. 430, entre la forma ùnocTevó.^ i (documentada por los escolios y por la tradición manuscrita) y la variante \)noox£yo.i,e\. atestiguada corno lectio

posi correctioncm, quizà conjetura de un sabio bizantino o. conio quiere Paltoni, lección que el corrector del còdice hallo en sus fuentes, en un manuscrito de finales del siglo XIII. Pese a que el verbo cxévco es palahra-clav e de nuestro estàsimo. Griffith y West v la propia Pattoni se decantali a favor de ùnoOTfycx^i (cf. el fr. 312 R. de Esquilo, sobre el cual véase Platnauer. o.c). Creemos. sin embargo, que puede entenderse unoaTevc^co en el sentido de 'gemir por debajo' (del peso que debe sostener Atlante), dando al preverbio el mismo valor 'fisico" que tiene poco después en imob'pt-pei (v. 433); a este respecto, si entendemos el adjetivo vrurpoxov del \ . 429 en su significado lucrai ( 'que està sobre ' . uniéndolo a violine: et. Hp. Fract. 18). habrfa una d a r à contraposición entre los prefijos ùrcep- y -ÒTTO-

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enfatico compuesto redundante que une C,DV- y ó p - y que sólo està documentado ademas en un par de pasajes de Euripides y en un fragmento tardio falsamente atribuido a Focilides), y va se habi'a anticipado en los vv. 347ss., cuando, en la escena entre Oceano y Prometeo, este recuerda los castigos que Zeus ha impuesto a Atlante y a Tifón, insistiendo exph'citamente en que ha sido el nuevo 'tirano' (njv Aio; TDpavvi5a se vuelve a repetir por enésima vez en la tragedia en el v. 357") quien personalmente se ha encargado de imponer el escarmiento (ò.XX1 )\XQ£v c/.ÒTcp Zr|vò<; àyp'UJivov péXo:;. v. 358).

III. A) Como culminación de la oda. el coro expresa la compasión de la naturaleza

toda. que responde allora a la llamada que le dirigici Prometeo cu los vv. 88-92. las primeras palabras que ci protagonista pronuncia cu la tragedia, poniendo conio testigos de su sufrimiento a los elementos naturales que puede contemplar desde su elev ada atalava (el «brillante éter» es sustitufdo ahora por las «oscuras profundi-dades de la tierra» ):

co ór oc; aìBqp Kai rax'tmTepoi Trvoat. rcorapcov x£ 7irp/ai rtoviicov TE Kupaicov àvrjpiGpov yéXaopa TrappijTcop TE yq Kai TÒV ravojiTijv KUKÀOV rjÀiou Ka.Àco-i5eo9é p \ o i a itpòc; 9ECOV maxeo Geòc;.

Suponemos. entonces. que los vv. 43 Iss. tienen corno punto de mira a Prome­teo v no a Atlante (conio sostienen quienes considerali una interpolación los vv. 425-430). lo cual. preciso es reconocerlo, seria mucho mas evidente si aprobamos el texto dispuesto por West. Stintoti duce (el hecho de que comience una nueva estrota y el nombre de Prometeo la encabece liana expreso el transito de la figura de Atlante a la de Prometeo): pero creemos que también es posible entender 431-435 conio lamento de la naturaleza por Prometeo, incluso si defendemos que 425-435 constituyen un epodo continuo, puesto que la existencia de una pausa metrica importante en 430 (coincidiendo con pausa sintàctica) seria indicativa de que el ejemplo mitico de Atlante acaba en esc verso y de que el destinatario de los versos que siguen no es Atlante, de quien se acaba de hablar. sino Prometeo, de quien se ha venido hablando a lo largo de todo el canto coiai.

En definitiva, en nuestra opinion el ejemplo mitico de Atlante no sólo no resulta molesto para la secuencia de ideas del canto coiai, sino que incluso eneaja perfectamente en su estructura. de mancia que estimamos que no debe ser eliminado corno interpolación y mucho menos ubicado al final del estàsimo (detràs de 435). por la misma razón y ademas porque los vv 43 1-435 recogen claramente 397-400.

Cf. Bees 47ss.

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Prometeo Enc allenitilo 425-435 35

de mancia que el recurso a la composicion en anillo nos indica claramente dónde empieza y dónde acaba el canto coiai :

397 400 401

a TE vco péoc; 7i a y a i q

435 434 434

OTEVOOOl '

cr/vopÒTcov rcccvai

(también ruxocc;, 397 / nipote;, 430a. y npopqBeii. 397 y 430a, si seguimos a West; obsérvese igualmente la muy posible existencia de un llamativo asindeton en ambos pasajes). Las Oceanides hacen extensivo su dolor en primer lugar a los hombres. los beneficiarios del robo de Prometeo, y finalmente a la naturaleza toda. al mar que con su incesante fragor acompana los lamentos de Prometeo1 , a lo mas recòndito de la tierra y también a esas fuentes de las que manali los nos conio manaban las lagrimas de las niuchachas al comienzo de su canto, en una metafora que anticipa al comienzo de la oda el llanto final de la naturaleza con el que concluye.

Madrid F E R N A N D O G V R C I A ROVI I R Ò

1,1 K. Schinkel, Die Wortwiederholung bei Aiu hylos, Stuttgart 1973, 90ss. sefiala la especial frecuencia de la composicion cu anillo en Prometeo. Véase asfmismo Ann N. Michelmi. Trudition and Diamone Form in the 'Persians' of Aeschylus. Leiden 1982.

17 La palabra-clave del estàsimo es atévco v se irata en general de un tema recurreiile a lo largo de .oda la tragedia (vv. 66. 162. 238s., 246. 274s.. 2SS. 526. 687, etc) . Véase Bees 47ss . \ 199, y T. Sienkewicz, The Chorus of 'Prometheus Bound' Harmony oj Suffenng, «Ramus» XIII ( NN4) 60-73.

IS Obsérvese en 43 ls. la aliteracion con labiales, que expresa frecucntemente dolor (ci. Aesch. Ag. 26X. Suppl. KH)6. \ también Sopii. EL 210). Véase al respecto CF Pogliani, /. allit­terazione nella traveda, eschilea, «Lexis» XII (1994) 37-46. asi conio los conicità. >os de !.. Fraenkel (Oxford 1950) a Aesch. Ag. 268, v de H. Friis-Johansen > E W. Whittle (Copenhagen 1980) a Aesch. Suppl. 696.