Programa ¡VAMOS! - Lista E

PROGRAMA FEDERACION DE ESTUDIANTES

2013

UNIVERSIDAD DE CONCEPCION

PROGRAMA FEC 2013 - VAMOS, CON UNIDAD AVANZAMOS

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NUESTROS CANDIDATOS

Presidente

Javier Miranda

Facultad de Educación

Vicepresidenta

Catalina Angulo

Facultad de Salud

Secretario de Comunicaciones

Nicolás Díaz

Facultad de Cs. Jurídicas y Sociales

Secretario de Finanzas

Felipe Vidal

Facultad de Farmacia


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PARA COMENZAR

Tras el 2011 se abre en Chile un nuevo período caracterizado por la creciente

movilización social y la crítica cada vez más evidente al modelo. Esto se ha expresado en movilizaciones en defensa de los recursos naturales - Pescadores Artesanales, Termoeléctrica Castilla, Laraquete, Coronel -, movilizaciones de trabajadores y trabajadoras - del sector portuario, construcción, Retail, etc. - movimientos regionalistas - Aysén, Freirina, Arauco, etc. -, entre un sinfín de expresiones de descontento social.

Y si bien pareciera ser que el Movimiento Estudiantil careció de la fuerza y masividad del 2011, lo cierto es que pese a todos los intentos del Gobierno, del parlamento, del empresariado y del oligopolio de medios de comunicación, las reivindicaciones por una nueva educación, gratuita, democrática y bajo control comunitario, están más vigentes que nunca, y son el centro de la crítica y deslegitimidad del sistema político actual. Se avanzó hacia adentro y hacia afuera. Hacia adentro, con movilizaciones locales, para avanzar en la democratización de liceos y universidades. Se avanzó integrando más actores al movimiento estudiantil en el sistema privado de educación. Se avanzó luchando por la defensa y ampliación de las conquistas históricas del estudiantado, bajo el horizonte de las reivindicaciones nacionales. Hacia afuera, se avanzó en la regeneración del tejido social, poniendo la organización estudiantil, al servicio de trabajadores y trabajadoras, pobladores y pobladoras, y hacia todo el Pueblo que lucha y se organiza.

Es en este contexto en el que la izquierda de intención revolucionaria aparece con fuerza, logrando disputar varias federaciones, lo que nos impulsa a ocupar el espacio federativo pensando en la rearticulación de la izquierda, pero por sobre todo, en la rearticulación de nosotros y nosotras como estudiantes. Rearticulación que supone no sólo llenar las calles, sino que por sobre todo, supone estudiantes conscientes y organizados, con voluntad de proyectar la lucha.

¿QUIENES SOMOS?

VAMOS es un espacio de convergencia que reúne a diferentes colectivos y organizaciones estudiantiles, así como también a estudiantes independientes con profundas convicciones democráticas de la Universidad de Concepción, que pretende ser una herramienta que potencie los trabajos de base ya existentes en nuestras localidades, proyectándolos hacia un horizonte de mayor alcance que apueste a la construcción y a la disputa de un proyecto de Universidad al servicio del pueblo.

Quiénes conformamos VAMOS soñamos otro mundo y luchamos por hacer

ese sueño realidad, uno donde la educación sea justa y democrática, y donde la sociedad reemplace el individualismo por la solidaridad y la competencia sea reemplazada por la cooperación. Para ello es necesaria la organización, como única herramienta capaz de enfrentar y ofrecer una alternativa al enorme poder de aquellos


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que sustentan este sistema. Así mismo, reconocemos que la organización no es suficiente si es que no damos pasos seguros y certeros hacia la unidad, porque sabemos que sólo así obtendremos la victoria.

Esta unidad debe expresarse tanto en el discurso como en la práctica cotidiana

y las luchas que emprendamos. Es momento de levantarnos como alternativa, no sin antes hacer constantemente la crítica y la autocrítica que nos permita crecer y dejar atrás las prácticas que no nos permiten avanzar. Así, quienes participamos de VAMOS pretendemos desarrollar un trabajo bajo lógicas participativas y transparentes, donde la discusión entre los sectores con intención transformadora del movimiento estudiantil, se den bajo un clima fraterno, sin sectarismos, poniendo siempre por delante los intereses del movimiento popular, por sobre las legítimas diferencias existentes entre las organizaciones e individualidades que la componen.

VAMOS, CON UNIDAD AVANZAMOS

La sociedad en que hoy vivimos, concibe y estructura a la educación en torno a

la libertad de empresa, comprendiéndola como un Bien de consumo, es decir, como una inversión individual, que produce y reproduce conocimiento orientado a la satisfacción de las necesidades individuales y del mercado, fomentando los valores de competitividad, meritocracia e individualismo en desmedro de prácticas y valores solidarios, comunitarios y cooperativos. Nuestra Universidad tras las caretas de prestigio reproduce esta misma lógica siendo otro espacio de segregación educativa, alejándose de un rol social vinculado a la comunidad penquista.

Para VAMOS la educación no se restringe a una acumulación de saberes y habilidades en instituciones formales, sino que se constituye como el proceso de aprendizaje y creación constante y dinámico de experiencias colectivas y cotidianas, con miras al desenvolvimiento integral de cada persona y colectividad y a su realización en plenitud en las diversas áreas del quehacer humano. Por lo tanto, la Educación se entiende como un Derecho Social fundamental de los pueblos.

La educación se convierte así en un espacio de disputa entre un proceso de autorreproducción del sistema social vigente, y uno de transformación colectivo, promotor del cambio histórico y social. De ahí la importancia de que el movimiento social se inserte en dicha esfera proyectando gérmenes de transformación social.

La educación al comprenderla como un Derecho Social implica qué ésta se convierte en un Bien Público directamente ligado al quehacer de cada individuo y cada colectividad. Por tanto, entendemos que la Educación debe dejar de comprenderse como un nicho de mercado más y por ende un negocio. Ni Privados ni el Estado deben lucrar con ella; debe ser gratuita, pública y laica en todos sus niveles (parvulario, primario, secundario y terciario); debe ser para todos y todas fomentando y promoviendo el respeto por la diversidad y la valoración de los distintos pueblos y sus realidades culturales; debe ser de libre acceso; debe fomentar la


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interdisciplinariedad y la multiculturalidad; en definitiva, debe ser una Educación liberadora, transformadora, antipatriarcal, democrática y vinculada a las diversas expresiones de los actores que componen nuestros pueblos y comunidades educativas respectivas. Esta exigente tarea, de generar transformaciones en la educación, será combatida por un año de oportunismo electoral, en donde todas las fuerzas de los poderosos se empeñaran en convencernos de abandonar nuestra lucha y dejar en sus manos nuestro futuro. Debemos denunciar estos hechos, imponer nuestro discurso y nuestras reivindicaciones, anulando la cooptación y el engaño político. Para todas estas tareas es necesario avanzar en unidad. Nuestro primer esfuerzo debe ser construir lazos inexpugnables entre los y las estudiantes, de todos los niveles y de cualquier segmento. Los y las estudiantes de la educación secundaria municipal, particular subvencionada y privada, los y las estudiantes de educación superior de centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades de cualquier tipo, debemos ser un solo cuerpo a disposición del Pueblo de Chile y nuestras familias trabajadoras. La lucha por una Educación Gratuita, Democrática y bajo Control Comunitario, la construcción y fomento de la transversalidad social para la transformación de nuestro país, y la unidad de las y los estudiantes, constituyen los ejes centrales de nuestro proyecto.

EJES TRANSVERSALES Los objetivos principales que debe asumir la Federación de Estudiantes de la

Universidad de Concepción para el año 2013 son avanzar, profundizar y concretar: la

lucha por una educación gratuita, democrática y de calidad al servicio de los pueblos

que se desplegó el 2011 a nivel nacional y donde la UdeC tuvo un rol preponderante,

siendo uno de los referentes de dicha movilización; la lucha desarrollada este año al

interior de la UdeC, procurando que los avances alcanzados sean efectivos en la

práctica y contribuyan a elevar los niveles de conciencia del estudiantado y su

vinculación con los otros estamentos de la Universidad, entendiendo que solo la

participación y protagonismo de los actores sociales posibilita transformaciones

reales; la apertura del espacio educativo hacia la comunidad, como eje central de la

construcción de un espacio educativo efectivamente popular; las vinculaciones,

niveles de articulación y luchas conjuntas con otros sectores sociales tanto por las

temáticas educativas como por reivindicaciones particulares de cada espacio.

Es por esto que nuestros objetivos no pueden ser otros que la democratización de las instituciones educativas para que estas sean realmente comunidades de actores sociales que deciden sobre todo lo que les afecta, la articulación social con los sectores laborales y vecinales; y la unidad de las y los estudiantes. Se plantean por ende los siguientes ejes transversales:


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1.- Democracia, Triestamentalidad y Comunidad universitaria 1.1.- Espacios Intermedios: Implementar efectivamente, y apostar por superar democráticamente, los espacios intermedios e institucionales ya obtenidos y ampliados en la última movilización interna. Esto vale decir, participación en consejos directivos de carrera y facultad. La tarea fundamental es decantar hacia las asambleas estudiantiles y triestamentales la incidencia en las determinaciones de planificación administrativa de cada carrera y facultad, superando la mera representatividad estudiantil dentro de la institucionalidad de la actual administración. 1.2.- Claustros democráticos entre estudiantes y trabajadores (docentes, funcionarios y funcionarias) universitario y por carrera:

Profundizar y proliferar la realización de éstos, que permitan la revisión, cuestionamiento y redefinición de qué está produciendo y reproduciendo la Universidad de Concepción actualmente. Esto en cuantos sujetos (perfil de los egresados, mallas curriculares, enfoques y contenidos), qué conocimiento se está generando y en función de qué intereses hacia la sociedad (investigación docente, institucional y del estudiantado), y qué servicios y vinculación (extensión) está generando la Universidad como institución educativa, del conocimiento y la tecnología, hacia la comunidad que circunda en la zona.

Concretar el Claustro Universitario donde se instale la necesidad de una

reestructuración de la Universidad, a través de la reformulación de los Estatutos Orgánicos de la Corporación Universidad de Concepción, donde se incorporen temas como la participación en la Junta de Socios y la elección de Decanos y autoridades universitarias.

1.3.- Consejo General de Estudiantes y Congreso FEC: Avanzar en democracia en torno a nuestra propia organización estudiantil implica instalar en mayor medida la democracia directa de asamblea en todos los espacios (institucionales y no institucionales), apostando a la masividad y el poder de resolución de base, siempre en consideración a que sean las mayorías quienes resuelvan.

Potenciar el Congreso FEC para que abarque la discusión integral de los miles de estudiantes de nuestra casa de estudios, y que tenga como resultado un plan de trabajo y de construcción política no sólo de los estudiantes, sino de la comunidad universitaria. Para eso se hace necesario ampliar la participación en ésta instancia, no sólo en las bases estudiantiles sino que hacia quienes trabajan en la universidad


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(docentes y funcionarios/as). Todo esto en aras de que el Congreso FEC no tenga como fin único la redefinición meramente nominal de principios y estatutos federativos estudiantiles, sino que la elaboración y planificación efectiva del plan de trabajo a largo plazo para la construcción de la Universidad que queremos. En cuanto al CGE, profundizar el grado de vinculación y correlato entre las asamblea de carrera y ésta instancia plenaria, aumentando el grado de flujo de información y de decisión entre lo discutido en uno y otro espacio, no sólo a través de los delegados, sino que desde la misma Mesa Federativa y comisiones del pleno. 1.4.- Organización Triestamental y de la Comunidad Universitaria: Generar y potenciar las instancias democráticas permanentes entre trabajadores y estudiantes, es decir consolidar espacios de organización asamblearia entre las bases de trabajadores (docentes y funcionarios/as) y las bases estudiantiles más allá de las asambleas triestamentales y esporádicas, y más allá de las comisiones dirigenciales y reducidas sin discusión masiva. Se deben potenciar espacios organizativos que sean trinchera efectiva y permanente en la construcción de la universidad que queremos como comunidad universitaria, permitiendo un avance progresivo hacia una segunda reforma universitaria desde nuestra experiencia y diagnóstico local. Esto implica la tarea más ardua y a largo plazo de superar el evento concreto de un claustro de carrera o un claustro de universidad, y dar el VAMOS hacia la organización permanente de trabajadores/as y estudiantes. 1.5.- Congreso CONFECH:

Apostar al protagonismo ya instalado de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción durante el 2012, para incidir en la reformulación democrática del CONFECH. Esta reformulación democrática debe considerar el desfase histórico existente entre ésta Confederación y la bastante más amplia realidad estudiantil y de universidades a nivel nacional, de manera que se puedan integrar las grandes mayorías estudiantiles excluidas hoy de aquella instancia, como lo son los estudiantes de Centros de Formación Técnica, Institutos Profesionales y Universidades Privadas. Todo esto considerando siempre, la representación efectivamente democrática que cada uno de esos planteles lleve a la interna, y teniendo como objetivo fundamental el fortalecimiento de la lucha por una educación gratuita, pública, de calidad, democrática, y al servicio de la sociedad. Cabe señalar que este proceso no puede ser mecánico y debe responder a las necesidades y posibilidades de cada espacio particular, en este sentido la Confech debe potenciar los procesos de organización que se generen, pero esto de ninguna manera puede retrasar las discusiones y los procesos de movilización que la Confech debe levantar.


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Para esto último entonces, se hace necesario ser voceros decididos como Universidad de Concepción (en virtud del acuerdo logrado con las autoridades este 2012), de la lucha y hacer énfasis en la derogación de los impedimentos legales - DFL2 2010 - para la organización y participación democrática de las y los estudiantes en otras instituciones de Educación Superior. 1.6.- Democratización de los medios de información: Se hace necesario aumentar la participación estudiantil en los diversos medios de comunicación con los que cuenta la universidad, como son Radio UdeC y Revista Panorama, así como también espacio para difusión en los medios digitales de la Universidad. Por otro lado mejorar la información existente en los medios oficiales sobre trámites de interés para los estudiantes.

2.- Vinculación con otros actores sociales

En base a la experiencia que se recoge de los procesos de lucha a partir del 2011 consideramos que las transformaciones en el sector estudiantil no pueden ser realizadas sólo por los estudiantes, sino que deben desarrollarse en conjunto con los demás sectores de la sociedad. Bajo esta premisa comprendemos que las expresiones de las problemáticas, que aquejan al pueblo, tienen distintas expresiones dependiendo del sector al que se pertenezca. Así podemos visualizar las luchas territoriales en diferentes zonas de nuestro país, las luchas que emprenden los pescadores artesanales, los trabajadores del sector salud, los trabajadores portuarios, estudiantes de la educación secundaria y universitaria; todas ellas nacen de una voluntad en común: la transformación social. Pero para que el avance de los movimientos sociales sea efectivo es necesario que exista una vinculación real y concreta entre los distintos sectores, así como también que cada uno de ellos se convierta en trincheras que permitan generar espacios de disputa política de cara a la construcción de una nueva sociedad. Así, podemos puntualizar esta visión en el sector estudiantil, donde comprendemos que es el mismo pueblo quien debe generar las transformaciones del sistema educativo, en el entendido que la educación es un tema de sociedad.

Por otro lado es necesario que desde el sector estudiantil se comprenda, de igual manera, que las luchas que emprenden otros actores sociales son también las luchas de los estudiantes, por lo que se hace necesaria la unidad para vencer.

Dicho esto, es que creemos que el rol que debe jugar la Federación es profundizar los vínculos con las organizaciones de otros sectores para abrir espacios de trabajo conjunto y para expresar la solidaridad del pueblo en sus luchas. Esto se materializa a través de la extensión que se puede generar desde la Universidad hacia la comunidad, es decir la apertura del espacio educativo hacia el resto de la sociedad, para que sea ella quien defina como desarrollar los procesos educativos considerando las necesidades colectivas y generando la satisfacción de ellas.


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A nivel nacional:

Incentivar la alianza entre la Confech y distintos sectores de trabajadores y pobladores, a través de la realización de actividades de discusión intersectorial y de planificación de trabajo articulado durante el año. A nivel local:

Facilitar a los estudiantes de la UdeC el acceso y contacto con redes de organizaciones sociales que permitan la realización de las actividades de formación (pre-prácticas y prácticas profesionales, investigaciones, tesis, talleres de aplicación, etc .) en dichos espacios, para la utilización de nuestros conocimientos como aporte a la satisfacción de sus y nuestras necesidades.

Realización, junto a la multiplicidad de actores sociales, de un Congreso de la ciudad de Concepción, que permita reconstruir el rol social de la Universidad de Concepción, en el aniversario de sus 94 años de existencia, para los que inicialmente ésta fue fundada.

Profundizar la relación con organizaciones sindicales y sociales, desarrollando actividades de discusión y de organización respecto de las principales problemáticas de la región y su abordaje por parte del mundo social. 3.- Coordinación y vinculación con otras casa de estudios y estudiantes secundarios de Concepción y la región.

Para ir alcanzando nuestros objetivos y obtener resultados concretos de nuestra lucha existen dos elementos fundamentales que debemos trabajar: organización y unidad.

En este sentido y para avanzar en organización, hay que entender que ésta no es exclusiva de las y los estudiantes de las universidades tradicionales, ni mucho menos de quienes estudiamos en la Universidad de Concepción; por tanto debemos, por un lado fortalecer nuestra organización interna; y por otro vincularnos y levantar las organizaciones que se están gestando en los diferentes espacios de educación superior, como son CFT’s, Institutos Profesionales, y Universidades Privadas de la zona.

Para avanzar en unidad, también se debe trabajar en dos planos: el primero es el de los universitarios, y en ese sentido es fundamental la coordinación y el trabajo conjunto con las otras federaciones de Concepción y de la región; y el segundo plano es el de los secundarios, con quienes se deben fortalecer los vínculos y coordinaciones existentes, pero también se debe profundizar el trabajo en torno a las demandas y el programa que se levanta como sector estudiantil en su conjunto. Para lograr proponemos un trabajo preponderante de la FEC en torno a:


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Reactivación del Zonal y vinculaciones con las federaciones de la zona.

Vinculación, coordinación y apoyo concreto hacia los espacios de organización que se levanten en otras instituciones educativas, como CFTs, Universidades Privadas e Institutos Profesionales.

Generación de encuentros entre universitarios y secundarios a través de los cuales se profundicen y aúnen las demandas y se cree un plan de acción en conjunto.

Generar espacios de discusión sobre problemáticas relacionadas al sector estudiantil como la nueva ley de acreditación.

4.- Acceso, Inclusión e Ingreso a la universidad Hoy se hace más que necesario materializar y avanzar en cuanto a uno de los ejes más importantes por los que luchó el estudiantado y desde el cual se abren oportunidades de trabajo. Es en la problemática de acceso donde emergen dos importantes demandas: una vía alternativa de acceso social para estudiantes de los liceos más vulnerables y el acceso e inclusión a personas con discapacidad y necesidades educativas especiales. Acceso social: La sociedad de hoy en día ha validado la desigualdad social por medio de un discurso meritocrático, negando así, la importancia de los distintos factores sociales que influyen en la vida académica, como son la discriminación a partir de su situación económica, geográfica, social, cultural, psicológica, etc que se da a lo largo del proceso escolar y que se ve agravada por factores de orden socioeconómico, teniendo como símbolo de segregación el ingreso a la educación superior, a través de pruebas estandarizadas que no reflejan las capacidades y aptitudes reales, las habilidades cognitivas ni los intereses de los estudiantes; sino que solo revelan el acceso o carencia de oportunidades - el resultado PSU es directamente proporcional al ingreso per cápita de las familias -, debido a que entre las tantas formas de discriminación o “filtro” de acceso a mejores condiciones de vida, están la falta de acceso a oportunidades educativas, coartando también la retroalimentación de diversos capitales culturales, por medio de la segregación escolar que se expresa en verdaderas “castas”, de pobres con pobres y ricos con ricos.


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Acceso e inclusión a personas con discapacidad: Pero la marginación y discriminación también existe en función de las diferentes capacidades y necesidades que una persona pueda tener, ya que este modelo social y económico nos etiqueta bajo nuestra capacidad de producción, de modo que quienes evidencian un menor ritmo productivo como consecuencia de alguna condición - sea física motora, sensorial, intelectual, psíquica, o la conjunción de dos o más de ellas - son excluidos y excluidas tanto del ámbito social, como laboral y educativo. Ello se refleja en las personas que presentan discapacidad y/o necesidades educativas especiales son discriminados, careciendo de oportunidades y posibilidades reales de acceder y mantenerse de manera exitosa en alguna carrera de educación superior. Por ello, se resalta la importancia de mejorar las condiciones de acceso e ingreso a la universidad para todos y todas, a la vez que debemos trabajar en la línea de una universidad más inclusiva. Nos proponemos aportar a tal problemática desde dos ámbitos: El decir y el hacer. Respecto a lo primero, pues entendemos el lenguaje como una herramienta de reproducción del sistema, y en vista de lo cual conceptos como “diferente”, “discapacidad”, “necesidades educativas especiales” entre otros han recibido históricamente una carga negativa e invalidante. Por eso, apuntamos a la concientización de toda la comunidad en éste tema y al uso de un lenguaje inclusivo, respetuoso de la diversidad de capacidades. En cuanto al hacer, nos proponemos fortalecer la organización de estudiantes con discapacidad y necesidades educativas especiales en cuanto a la defensa de sus derechos, así como también la entrega de apoyos para el cumplimiento de sus deberes. Nuestro compromiso es fomentar la discusión que apunte a la búsqueda de soluciones en lo que respecta a infraestructura, materiales y recursos humanos que requieran, con miras a que la comunidad haga propias estas demandas, para lograr así la plena inclusión social de personas con discapacidad. Es necesario además entender el acceso a la Universidad en torno a la apertura hacia los espacios sociales, por tanto proponemos la trabajar en conjunto con los diferentes estamentos de la Universidad, y con la comunidad, para la creación de ramos electivos, diplomas y diferentes instancias de formación que permitan a los estudiantes y a la comunidad en general desarrollar conocimientos interdisciplinarios que sirvan para el despliegue de sus capacidades en sus espacios locales. Lo anterior va de la mano con propiciar la libertad de cátedra y cátedras paralelas para estudiantes y trabajadores/as.


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PARA TERMINAR

La estructuración del espacio educativo, vale decir su organización interna, sus niveles de democracia, la vinculación entre los distintos estamentos que componen la comunidad universitaria, las políticas de ingreso a la Universidad, su relación con la comunidad, su vinculación con el mundo político y empresarial, terminan por definir el carácter de la Universidad así como también le otorga una orientación al conocimiento que emana del proceso educativo. El desarrollo de conocimiento se puede entender como el producto que se genera a través de dicho proceso. Bajo las lógicas actuales - mercantiles - está ligado con el desarrollo productivo, el que a su vez se encuentra al servicio de los intereses de los grandes grupos económicos, que utilizan estas herramientas para generar más riquezas, en desmedro de la condición social del pueblo. De modo que en muchas ocasiones el conocimiento producido en las universidades - las ciencias - ha sido usado como un instrumento de dominación de los pueblos y de la naturaleza, y ha ido en desmedro de los saberes populares y tradicionales. Por ende, hoy el desafío es desarrollar las transformaciones en la Educación para reorientar el conocimiento en pos de lo que requiere el pueblo. Esto va a suponer, librar día a día una batalla en nuestros espacios más cotidianos que se va a traducir en romper con el verticalismo dentro de las aulas, con el academicismo que aleja el saber de las personas comunes y corrientes y restaurar el vínculo que la ciencia siempre debió tener con la comunidad. Si es que no avanzamos en transformar la lógica bajo la cual se construye el conocimiento los objetivos que como VAMOS nos proponemos perderán sentido.

Es por ello que la universidad que vamos a construir debe pensar en una

educación multicultural, respetuosa de la igualdad de género y de los saberes

populares, y que por sobre todo, esté orientada a satisfacer las necesidades de la

sociedad y no del mercado. El conocimiento que en las universidades se genere

deberá ir incluso más allá para pensar en esa nueva sociedad, para transformarse en

un arma de liberación de los pueblos.

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