IZQUIERDACONSTRUYEIZQUIERDACONSTRUYE

Creando Universidad, transformando la realidad desde el trabajo territorial

nuestro programa

@IzquierdaConstr Izquierda Construye

www.izquierdaconstruye.com

QUIENES SOMOSIzquierda Construye es un colectivo político-social de la Universidad de Chile. Somos un grupo de personas con miras a la construcción de una izquierda que desarrolle un pro-ceso de transformación, en que lo social sea verdaderamente político, tanto a nivel universi-tario como en nuestra sociedad. En este sentido creemos que es fundamental romper con las lógicas tradicionales de hacer la política, empezando por lle-var a la práctica el discurso, por unificar a través de ésta un proyecto social y un proyecto político, desplegar nuestras herramientas como empodera-miento de las personas, vincu-lar el qué hace universitario con la sociedad, proponiendo una relación horizontal capaz de dar respuestas a los conflictos locales y nacionales. Para esto creemos que la unidad de la izquierda independiente de los partidos políticos tradicionales es central, así como una federa-ción vocera de amplios sectores sociales.

Finalmente, creemos en una universidad pública de alto nivel, que desarrolle su qué hacer como una experiencia democrática, tanto para sus estudiantes como para la socie-dad, que justifique que muchos chilenos financien el lugar

donde se construirán respues-tas a las necesidades sociales y permita la movilidad social en cuanto a su transformación.

Para construir esta Universidad Pública, creemos necesario dis-putar los espacios de poder y decisión internos, aportando en la política, su reflexión y la cons-trucción de universidad pública y, asimismo, poner nuestras dis-ciplinas al servicio de los proce-sos transformadores de Chile a través del trabajo territorial y la coordinación de iniciativas estudiantiles y organizaciones sociales.

LA MOVILIZACIÓN, PRIMER PASO DE LA TRANSFORMACIÓNCreemos que durante este movimiento no hemos perdido, ni estamos cerca de hacerlo. Estamos dando cierre a una pri-mera etapa de una gran parte de la historia de nuestro país: Ins-talamos la política y las deman-das sociales, despertando a un Chile agobiado y acallado por la clase política que mantiene un modelo económico y de socie-dad insostenible y excluyente.

La segunda etapa, considera-mos, debe estar enmarcada en materializar aquello que diji-mos muchas veces pero que no supimos bien darle discurso ni carne: La estrategia.

Para nosotros el objetivo de esta segunda etapa es construir la fuerza social y el poder ciuda-dano para hacer carne y poder implementar, posteriormente, las demandas nacionales levan-tadas este año.

Entendemos que Chile está en un proceso incipiente de reconstrucción político-social y, en ese entendido, es que no podemos acelerar procesos, para no truncarlos, más bien debemos construir un cauce por donde avanzar etapa por etapa, un cauce que permita ponernos codo a codo a construir un Chile distinto.

Creemos que la construcción de esta fuerza social y poder ciudadano debe estar mar-cada por tres ejes centrales de trabajo:

1. UN PROCESO POLÍTICO UNIVERSITARIOPorque necesitamos una forma de hacer política integradora, inclusiva. Avanzar con agilidad, pero sin dejar a nadie atrás.

Para esto proponemos y traba-jamos en los “Talleres de Forma-ción Política e Interdisciplina-ria”, enfocados a levantar tesis políticas de construcción social y aplicarlas a las diferentes dis-ciplinas de nuestra universidad. De esta manera definimos un quehacer concreto para convo-car a la movilización en torno a tareas que apuntan a hacer carne el discurso que muchos levantamos.

Esto en el marco de que gran parte de la posibilidad de un triunfo para Chile está ligado a la creación de poder político-

social y esta tarea incluye el ámbito del conocimiento, y por ende el quehacer universitario, en todos sus lugares y estamen-tos.

Para esto, fundamental es la organización social y romper los cercos individualistas para cimentar el trabajo colectivo.

En segundo lugar, construir un proyecto de empoderamiento social, donde ponernos a dispo-sición en la entrega de herra-mientas que hagan posible, en las comunidades con quienes trabajemos, el reconocimiento de conflictos sociales, la elabo-ración de soluciones conjuntas y la lucha colectiva para lograr los triunfos, que hagan posible pensar cosas más grandes con el poder de saber que es posible con la unidad, la fuerza y la pro-puesta.

Por último, creemos que desde este trabajo es central que

redefinamos nuestro rol como universitarios, construyendo la Universidad Pública y apor-tando al proceso social. Si cree-mos que la Universidad debe estar al servicio de la sociedad, no podemos construir la polí-tica en la universidad, sin antes saber que pasa fuera de ella. Por el contrario, se trata de inser-tar la Universidad en la Socie-dad para desde allí construir, en conjunto, un movimiento social capaz de disputar el Chile Nuevo, el Chile de todos.

A la vez, disputar interna-mente, aquellas materias que pueden dar un giro importante en el futuro de la Universidad de Chile: mallas curriculares, extensión, acceso, docencia, etc.

Asimismo, este trabajo debe darse junto a profesores y fun-cionarios, con el fin de crear comunidad universitaria trans-formadora de la realidad.

2. UN PROCESO POLÍTICO-SOCIAL DE EMPODERAMIENTO CIUDADANOAl tiempo que vamos recom-poniendo la organización y la reflexión política universitaria, es necesario también ser un aporte en la reconstrucción del tejido social, base de un proceso de verdadera transformación colectiva.

De esta manera, el aporte inter-disciplinario es fundamental para convocar a la sociedad y entregar herramientas de for-mación política para construir proyectos de empoderamiento.

Proponemos realización de “Talleres: El conocimiento para la sociedad que se transforma” junto al trabajo territorial de voluntariado transformador. Con el primero, avanzamos en la repolitización social, con el segundo alivianamos los proble-mas que oprimen a la población, dignificando la vida de la ciuda-danía, poniendo nuestros cono-cimientos, habilidades y disci-plinas en práctica, convocando a transformar esos factores de opresión y a regenerar los lazos de confianza y compañerismo, de manera de no intervenir sino compartir este proceso político de transformación.

Así, construimos, en conjunto, las herramientas de análisis,

reflexivas y técnicas para dar fuerza al actuar de las organi-zaciones y de las personas, dig-nificando su autoconcepción e incentivando a la acción con-junta y organizada.

De esta forma, las asambleas territoriales serán consecuencia de la necesidad de organización y trabajo colectivo y no un tra-bajo jerarquizado y paternalista universitario que convoca al activismo de siempre. Necesi-tamos reconstruir herramien-tas de poder para transformar Chile, de manera responsable y sostenida.

Así mismo, entendemos que las asambleas territoriales solo funcionarán en la medida que haya coordinación entre éstas y por tanto, un trabajo univer-sitario unificado e inclusivo y por cierto, un esquema sistema-tizado y transversal de discu-sión en torno a educación, para tener conclusiones amplias.

3. PROGRAMA DE VINCULACIÓN SOCIAL, COLUMNA VERTEBRAL DE LA U PÚBLICAFinalmente, y como tercer pilar de nuestro quehacer univer-sitario, está la vinculación y la necesidad de institucionalizarla a nivel de la Universidad. Consi-deramos que es desde esta área del desenvolvimiento del qué

hacer de la universidad, donde podemos re significar nuestras herramientas de lucha, para democratizar y dignificar la vida las personas, en una relación horizontal entre ciudadanos y unificarnos en ello.

Hasta ahora lo público de nues-tra universidad se sustenta, básicamente, en las iniciativas estudiantiles. Sin embargo, para que la universidad sea bas-tión del sistema de educación que pretendemos construir y al mismo tiempo sea cimiento de los movimientos sociales, es necesario que realicemos un programa de extensión/vincu-lación implementable en toda la universidad, pelear por recur-sos y porque ese trabajo filtre el quehacer en academia, investi-gación y programas universita-

rios, apuntando a profundizar, institucionalizar y perpetuar en el tiempo la lógica de la retroa-limentación y la vinculación universidad-sociedad. De lo contrario solo serán iniciativas basadas en la voluntad de la generación de turno.

Creemos que la extensión uni-versitaria es la oportunidad de profesionalizar el vínculo con la sociedad, rompiendo las lógi-cas gremialistas, para ir a poner a disposición de las personas, toda la producción de conoci-miento de las diversas discipli-nas. Es en esta entrega donde construimos Chile, es en este quehacer educativo, horizon-tal y re significante, donde nos constituimos en la libertad (o somos libres).

Por eso, convocamos a la crea-ción de una “Coordinadora Uni-versitaria de Extensión Social” para crear ese programa desde todas las visiones y experien-cias que apuntan a trasformar la sociedad y poner a la univer-sidad al servicio de esto.

EL MOVIMIENTO DE ESTE AÑOEste movimiento es consecuen-cia de un trabajo que se lleva realizando por varios años, por todos nosotros y muchos que ya no están. Y es la evidencia más clara que la lucha continua da frutos. Pero también, que esta lucha continua da frutos al largo plazo, porque la reconsti-tución de un pueblo consciente, la reconstrucción de mayorías convencidas y luchadoras es lenta y porque una sociedad temerosa y despolitizada a la fuerza, se despierta de a poco.

Por esta razón y porque cree-mos desde el comienzo de esta movilización que nuestro inter-locutor válido es la sociedad en su conjunto y no uno u otro poder del estado, porque cree-mos que en esta fase es más importante responder, hablar y trabajar con la ciudadanía, con el pueblo y no en mesas de negociación, con la clase polí-tica usurpadora de derechos y soberanía, es que impulsamos

y defendimos férreamente la lucha por un plebiscito para res-ponder a este conflicto social, levantando así “La Mayoría Decide” .

Esto, fundado en que lo concep-tualizamos, en la misma línea de lo expuesto, como una herra-mienta de empoderamiento social. Por eso, las impugnacio-nes hechas por “ser una salida institucional, opresora o poco efectiva en términos concretos” no dan cuenta de la necesidad de un proceso paulatino, for-mado por pequeños triunfos. Porque esa respuesta escapa de lo tradicional, de la negocia-ción de nuestros derecho s y porque constituye el discurso de “el derecho es nuestro y eso no se transa”, el discurso de que “los que deben decidir son los chilenos y chilenas y no la clase política que responde a interés empresariales”. Porque cuando uno negocia con sus representantes, dejan de ser representantes. Porque es un primer paso a la soberanía y la conciencia de ciudadanía y de que las cosas se pueden hacer diferentes. Es el primer paso a la construcción de un movimiento social, que debate, critica, propone y decide, supe-rando la lógica de movimientos demandantes, que sólo piden en la medida de lo posible a los gobernantes.

¡SÚMATE A ESTE TRABAJO COLECTIVO!Es en este sentido, que nuestro trabajo político está enmarcado en la construcción desde abajo y desde atrás –desde donde esta-mos- para perfilar un triunfo gigante al mediano-largo plazo. Tenemos claro que el objetivo final es la educación pública y gratuita, así como la salud, la vivienda, el transporte, la eco-nomía sustentable, en fin, la construcción de un Chile dife-rente, de mayorías, donde todos tienen cabida, donde nuestros derechos son respetados y la vida digna es el primero. Pero sabemos que para eso debemos ser actores de cambio, y tene-mos grandes desafíos y obstá-culos que enfrentar, logrando paso a paso triunfos que abran camino a un futuro distinto.

Por esta razón es que creemos que la salida a este movimiento no es el parlamento, no es el ejecutivo, es la ciudadanía. Con las personas, es con quienes debemos construir.

Sí, estamos dispuestos a dar un paso atrás para tomar vuelo, porque no nos sirve buscar masividad, sin tener algo que

decir, no nos sirve tener la FECh si no podemos hacerla una vocería social y porque no sirve el discurso si no se hace real. Por eso, creemos que en esta elección, nuestro deber es construir un proceso universi-tario que fortalezca nuestras capacidades de lograr los obje-tivos propuestos al largo plazo.

Vemos la universidad como herramienta de empodera-miento de los movimientos sociales y no como lumbrera política. La universidad no como partido político, sino como espacio de organización social y disputa política de grandes colectividades.

Te invitamos a construir desde las bases, desde el territorio y la uni-versidad.

Te invitamos a romper el cerco entre lo político y lo social, a rom-per la atomización desde la inter-disciplinariedad.

Te necesitamos para consolidar un movimiento social que dispute un Chile de Todos.

Te invitamos y te necesitamos para materializar el discurso y la reflexión colectiva.

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