Programa de Maltrato Sobre Actitudes Maternas (1)
Transcript of Programa de Maltrato Sobre Actitudes Maternas (1)
I. DESCRIPCIÓN
El colegio Generalísimo José de San Martin club fue fundado el 26 de marzo de 1965. Por el Sr. Oswaldo Llaraonda rosado, presidente de la asociación urbanizadora de Florencia de Mora, quien gestiono en la octava región de Trujillo la creación de una escuela primaria. Esta escuela fiscal mixta Nº 2508. En 1966, la junta nacional de vivienda, emite R.M. Nº 043-66, adjudicando un área libre de terreno de 4900 m2 a favor del plantel y con el apoyo del personal administrativo, docentes y padres de familia, se construyo dos aulas de material rustico para que en 1970, las aulas de la escuela, fueron afectadas por el terremoto, pero con el apoyo de Caritas, se construyeron dos aulas de material noble. Así mismo se recibo el apoyo del Núcleo Educativo Comunal (NEC) Nº 3, para continuar la construcción del locas y adquirir material inmobiliario.
En 1979 el centro educativo sigue funcionando como EBR hasta el 9º grado, y al darse la ley 23384, se convierte en centro educativo de primaria y secundaria con el Nº 800323, y el nombre de “Generalísimo José de san Martin”
Actualmente la directiva está conformada por la Directora Mercedes cadenas el subdirecto James Soto Muncibay, contando el colegio con ….profesores.
El fin de la institución es formar capaces de lograr su realización ética, intelectual, artística, cultural, afectiva, física, espiritual y religiosa, promoviendo la formación y consolidación de su identidad y autoestima y su integración adecuada y crítica a la sociedad para el ejercicio de su ciudadanía en armonía con su entorno, así como el desarrollo de sus capacidades y habilidades para vincular su vida con el mundo del trabajo y para afrontar los incesantes cambios en la sociedad y el conocimiento.
1
PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE MALTRATO INFNTIL
I. DATOS GENERALES:
I.1 Denominación:
“Programa de Actitudes Maternas en madres del C.E. San Generalísimo José de
San Martín”
I.2 Actividades a la que pertenece:
Prevención y Promoción Comunitaria.
I.3 Responsables:
Alumnos del IX ciclo de la carrera profesional de psicología.
I.3.1 De la planificación:
Escuela de Psicología de la Universidad Privada César Vallejo.
Asesor: Ps. Walter Ojeda Murguía.
I.3.2 De la ejecución:
Alumnos del IX ciclo del curso de Aspectos Psicosociales del Maltrato
Familiar y Sexual.
I.3.3 Del apoyo:
Oficina de Participación Ciudadana – PNP Florencia de Mora.
Profesores del C.E. San Generalísimo José de San Martín.
I.3.4 De Supervisión
Docentes del C.E. San Generalísimo José de San Martín.
Ps. Walter Ojeda Murguía.
I.4 Duración:
2
5 sesiones
I.5 Horario:
Miércoles 09/11/2011: 3:00 a 4:00 pm
I.6 Beneficiarios:
30 madres de familia del C.E. San Generalísimo José de San Martín.
I.7 Local:
C.E. San Generalísimo José de San Martín.
II. FUNDAMENTACIÓN:
Desde siempre el entorno familiar y las relaciones que implican han venido sufriendo
cambios o complejizándose a través del tiempo. En tal sentido, estas relaciones,
especialmente entre madre e hijo, frente a factores diversos como la historia de
crianza que se haya tenido o las presiones externas actuales que se experimenten
presentan diversos matices como el estilo de crianza autoritario, democrático,
negligente o sobreprotector, los cuales tienen como base una determinada actitud y
tendencia a actuar de una u otra manera con los hijos. Dichas formas de crianza y
actitudes existentes en las madres de familia han venido creando a un mediano y/o
largo plazo, ciertas consecuencias en la vida de sus hijos, logrando desde diversos
beneficios en ellos mismos, hasta perjuicios en sus relaciones personales o familiares
posteriores.
En razón a ello la investigación internacional se interesa por esta temática y podemos
observar diversos trabajos al respecto como el realizado por Coloma (1985) con la
investigación: “"Estudio de las actitudes maternas y su efecto en el desarrollo social
del niño", en donde investigó a 80 madres y sus hijos que asistían a un Centro de
Educación Inicial, encontrando que el grupo de madres evaluadas presentaban un
claro predominio de actitudes de sobreprotección y rechazo, las madres con un grado
de instrucción superior mostraban, aparentemente mayores posibilidades de
establecer relaciones positivas con sus hijos. Así también Ibazeta (1985) en su trabajo
3
denominado: "Estudio comparativo de las actitudes maternas de un grupo de madres
con niños poliomielíticos y un grupo de madres con niños normales", encuentra una
diferencia significativa en las actitudes maternas entre el grupo de madres de niños
varones con secuelas de poliomielitis y el grupo de madres de niños normales,
presentándose un aumento de sobreprotección y sobre indulgencia en madres con
niños con polio, encontrando a su vez también mayor grado de aceptación en madres
de niños normales. Ello puede reflejar y darnos a entender la mayor existencia de una
actitud negativa o llámese perjudicial para un desarrollo adecuado en el niño. Así
mismo a través de la investigación realizada por Barrientos (1985) con el nombre de:
"Estudio comparativo de la incidencia de la sobreprotección en la conducta emocional
de niños de 5 a 7 años", encuentra que frente a una protección exagerada de la
madre hacia su hijo, mayor será el nivel de ansiedad y dependencia en el niño y
menor será su capacidad de independencia y seguridad en sí mismo. Haciendo ello
hincapié en los posibles daños de este estilo particular de crianza.
Por otra parte desde la investigación nacional, más cercana a nuestra realidad, puede
observarse la necesidad de seguir investigando sobre este tema, teniendo trabajos
guía como el realizado por Castañeda Chang (2011) quien estudio las : “Diferencias
existentes entre las actitudes maternas y el proceso de adaptación personal en niños
con obesidad exógena y niños normales”, encontrándose así un predominio de
actitudes sobreindulgentes en las madres de niños obesos, así como una
insatisfacción personal en ellos mismos frente a esta situación familiar. Así también
podemos mencionar la investigación realizada por Lunarejo, Flores y Gonzales (2007)
acerca de: ”Factores socioculturales y la actitud materna en el hijo hiperactivo”, cuyos
resultados indican que estadísticamente no existe correlación entre los factores
socioculturales con el tipo de actitud de las madres de los niños con déficit atención-
hiperactividad; sin embargo es importante resaltar el predominio porcentual de las
variables en estudio, encontrándose que la actitud de sobreindulgencia predomina
porcentualmente en el 67.5% de las madres seguido de la sobreprotección en un
25%; manifestaciones de incompetencia maternal en el cuidado del niño que no
facilitarían la capacidad autorregulatoria del comportamiento de los niños con déficit
de atención hiperactividad.
4
Haciendo mención a dichas estadísticas cabe resaltar la existencia de otras de
acuerdo a INEI en relación a la incidencia de problemas que mantienen los
adolescentes con los padres, siendo éstas cifras mayores a menor edad que tenga el
adolescente, pudiendo encontrarse que a los 12 años muestran un 64% de muchos
problemas con sus padres y a los 15 años un 47% de muchos problemas con sus
padres. Así mismo dentro de esta línea podemos conocer los sentimientos que
manifiestan los adolescentes frente a dichas situaciones de conflictos, y si bien
encontramos un predominio de sentimientos de alegría: 74%, y tranquilidad: 68,9%;
es importante también mencionar las cifras de preocupado: 33% y aburrido: 22%, que
pueden dar paso a situaciones de mayores desajustes o problemas en el bienestar
adecuado del niño más adelante.
Finalmente, teniendo en cuento toda lo referido podemos darnos cuenta de la
importancia del estudio de las actitudes; especialmente maternas, por ser dichas
figuras con las cuales interactúa el niño un mayor número de tiempo; ya que se hace
mucho énfasis en las repercusiones y consecuencias tanto positivas o negativas, de
acuerdo al estilo y circunstancia, que originan cada uno de las actitudes que
mantienen las madres de familia en la relación con su hijo. Viendo ello, consideramos
conveniente continuar con la investigación en este ámbito y mostrar así un panorama
más completo de estas actitudes y lo que implica cada una a las beneficiarias del
programa en mención.
III. OBJETIVOS:
III.1 Objetivo General:
Mejorar actitudes maternas donde estas promuevan el desarrollo integral de sus
hijos.
III.2 Objetivos Específicos:
- Disminuir la actitud de rechazo en las madres del C.E. San Generalísimo José
de San Martín.
- Aumentar las actitudes maternas de aceptación en las madres del C.E. San
Generalísimo José de San Martín.
5
- Reducir las actitudes maternas de sobreindulgencia en las madres del C.E. San
Generalísimo José de San Martín.
- Disminuir las actitudes de sobreprotección en las madres del C.E. San
Generalísimo José de San Martín.
IV. METAS
- Lograr la asistencia de las madres de familia del C.E. San Generalísimo José de
San Martín a las sesiones del programa en un 80%.
- Mejorar las actitudes maternas hacia los hijos en las madres del C.E. San
Generalísimo José de San Martín en un 70%.
V. ESTRATEGIA:
V.1 De la Organización:
- La coordinación con la Directora del C.E. San Generalísimo José de San Martín
para la aprobación del Programa de Prevención.
- Profesora tutora para la convocatoria de las madres de familia.
- Formación de parejas de expositores para cada sesión que conforma el
Programa de Prevención.
V.2 De la Implementación:
- La Dirección Administrativa del C.E San Generalísimo José de San Martín así
como los alumnos responsables proporcionarán los recursos necesarios para
la ejecución del Programa Preventivo.
V.3 De la Ejecución:
- Se hará uso de una metodología teórica – vivencial, en la cual se desarrollarán
actividades de manera individual y colectiva que reflejen ideas y experiencias
personales por parte de los participantes, así como conceptos y guías de
acción por parte de los expositores.
V.4 De la Evaluación:
6
- Se aplicará un pre – test y un post – test a los participantes al inicio y término
del Programa Preventivo en relación a las Actitudes Maternas.
- Se tomará un cuestionario teórico en relación al tema tocado al finalizar cada
sesión de acuerdo a las metas y objetivos planteados.
VI. PROGRAMA Y PRESUPUESTO:
VII. RECURSOS:
7.1. HUMANOS
Alumnos del IX ciclo de psicologia
7.2. MATERIALES
Material de enseñanza, escritorio, impresión y foto técnico.
7
VIII. EVENTOS COFINANCIADO
C.E Colegio Generalísimo José de San Martin:
PNP - Comisaria de Florencia de Mora: S/. 50.00
PROGRAMA
Fecha Hora Temario Responsable Técnica
09/11/2011 3.30 pm Desarrollo del Árbol de los Alumnos del IX Sesión vivencial
8
MATERIALES U.M CANTIDAD P.
UNITARIO
TOTAL
MATERIALES DE ESCRITORIO
Papel bond 60 gr. Ciento 05 2, 40 12.00
Hojas de colores Unidad 50 0.10 5.00
Limpia tipo Unidad 01 3.00 3.00
Cinta de embalaje Unidad 01 2.50 2.50
MATERIAL DE ENSEÑANZA
Cartulina escolar Unidad 10 0.50 5.00
Papel sabana Unidad 01 0.50 5.00
Lápiz Docena 03 4.00 12.00
Plumones gruesos Caja 01 12.00 12.00
MATERIAL DE IMPRESIÓN
Fotocopias Unidad 250 0.10 25.00
Impresiones Unidad
SERVICIO
Movilidad Sesión 06 14.00 70
Refrigerio Madre
s
250 1.00 250
MATERIAL FOTOGRAFICO
Fotos impresas Unidad 30 0.50 15
TOTAL
problemas
Desarrollo del Árbol de
Soluciones
Pre test: Escala de Actitudes
Maternas ciclo del curso de
Aspectos
Psicosociales del
Maltrato Familiar
y Sexual
16/11/2011 3:30 p.m.Sesión II: Actitud Materna de
AceptaciónSesión Vivencial
25/11/2011 3:00 pmSesión III: Actitud Materna de
RechazoSesión Vivencial
30/11/2011 3.30 pmSesión IV: Actitud Materna de
SobreindulgenciaSesión Vivencial
05/12/2011 3:30 p.m.Sesión V: Actitud Materna de
SobreprotecciónSesión Vivencial
DESARROLLO
DE9
SESIONES
10
SESIÓN I
1. Desarrollo del árbol de los problemas con las madres participantes del programa.
11
CONSECUENCIAS
CAUSAS
CONDUCTAS DISOCIALES
SENTIMIENTOS DE CULPA
REBELDES
MENTIRAS
FALTA DE RESPETO POR PARTE DE LOS HIJOS
EMPEORA EL RENDIMIENTO ESCOLAR
INCOMPRENSIÓN
MAL COMPORTAMIENTO
INQUIETOS
PARA QUE SEAN MEJORES PERSONAS
MAL EJEMPLO DE LOS PADRES
MALAS CALIFICACIONES
PELEAS
MENTIRAS
MALAS CALIFICACIONES
SEPARACIÓN DE LOS PADRES
2. Aplicación de la Escala de Actitudes Maternas.
3. Desarrollo de la Sesión I: “Actitudes Maternas de Aceptación”
ACTITUD MATERNA DE ACEPTACIÓN
1. Marco Teórico:
De acuerdo a Robert Roth la actitud de aceptación es la expresión de una adecuada relación
madre – hijo, en términos de sinceridad en la expresión de afecto y en los gustos del niño, en sus
actividades, desarrollo y en la percepción del niño, proveyéndole de apropiados contactos sociales
fuera de casa y haciendo demandas razonables de acuerdo a sus posibilidades.
Así mismo manifiesta firmeza y control no destructivos, orden en la rutina de actividades diarias y
consistencia en la disciplina. Del mismo modo, la aceptación permitiría una percepción e
interpretación apropiada de las señales y comunicaciones del niño, pero cooperadora y con mucha
empatía.
Por otra parte, de acuerdo a Gordon, explica que según la totalidad individual del hijo y/o la hija,
cada padre y madre tendrá un determinado sentimiento y por lo tanto una conducta y una
respuesta ante su hijo e/o hija, respuestas que pueden ser diferentes entre el padre y la madre
hacia el mismo hijo e/o hija, razón por la que ambos padres deben comprenderse y aceptar que
cada uno sentirá inevitablemente diferentes grados de aceptación hacia cada uno de sus vástagos.
En otras palabras, Gordon nos explica que los padres NO somos dioses, solo somos personas
auténticamente humanas y que los niveles de aceptación o no aceptación hacia nuestros hijas e/o
hijas es influida por los factores de personalidad, carácter, temperamento, etc. que están “dentro
de cada padre y madre” y de hecho la aceptación del hijo e hija hacia el padre y/o la madre estará
determinada por el “nivel de compatibilidad del hijo e hija hacia uno de ellos.”
Aceptarme como padre para aceptar a mi hijo e/o hija y enseñar a mis vástagos a aceptarse a
ellos mismos.
12
Fomentar la relación entre padres con hijos e hijas que crecen y se desarrollan requiere en
primera instancia que tanto el padre como la madre sientan y practiquen el lenguaje de la
aceptación. En otras palabras y en primer lugar aceptarnos genuinamente y en primera como
padres y madres, siendo este el primer ingrediente para ayudar a los hijos e hijas a crecer en una
relación afectiva, de amor y sobre todo de aceptación con ellos mismos. Este lenguaje de
aceptación se demuestra a través de:
- Mensajes no verbales, gestuales, posturas, expresiones faciales como por ejemplo: “la no
intervención en sus actividades lúdicas, en especial con sus compañeros de juego”.
- No decir nada ante una conversación, es decir el silencio al escucharle, permitirá que se
sienta aceptada.
- Examinar muy atentamente la “forma” en que responden “verbalmente sus hijos e/o hijas”.
- Utilizar la técnica “Abre Puertas”, es decir, invitar al hijo/a a compartir sus propias ideas,
problemas, sentimientos, etc., empleando para ello preguntas y exclamaciones como: Ah! Ya
veo… ¿Y que mas?...Ah! que interesante!..., De verdad?!...No me digas1…¿En serio?, platícame
sobre eso…Sigue cariño, te escucho…
En una línea parecida Jesús Mancillas Pañuelas (2001) manifiesta que teniendo en cuenta el estilo
de crianza y de educación, queda claro que muchas veces tanto los padres como los
profesores no responden a cuestiones lógicas cuando educan a los niños, sino que solo siguen
parámetros preestablecidos, aprendidos quizá cuando ellos mismos estuvieron bajo las
condiciones de un estilo de crianza especifico.
De esta manera, es esencial que el primer paso en el camino de la búsqueda de soluciones en
la educación infantil sea el darse cuenta de lo que se esta haciendo y preguntarse
continuamente para qué se hace; de esta manera, el adulto se convertirá poco a poco en un
padre o un profesor más orientado a observar la realidad de sus niños y a otorgar
consecuencias adecuadas a las conductas manifestadas; dejando atrás la costumbre de revivir
constantemente los eventos y situaciones que lo acompañaron en su niñez. Esta forma de
actuar encaja perfectamente, según el autor, dentro de un estilo de crianza democrático, en
13
donde el cual el niño es tomado en cuenta para el establecimiento de reglas e incluso para la
imposición de castigos, infiriéndose de ello una actitud de aceptación del niño como miembro y
parte activo de la familia. Este estilo ocasiona también que el niño se den sentimientos de
adecuación y confianza muy beneficiosos para su desarrollo integral.
2. Motivación
Dinámica inicial:
“El oso de peluche”: Esta dinámica consiste en disponer a todos los participantes en círculo, y el
facilitador o facilitadores se colocan en el centro y se explica que para esta dinámica se le
entregará a uno de ellos un pequeño oso de peluche, al cual deberán realizarle cualquier acción,
ya sea abrazarlo, pellizcarlo, golpearlo, etc. Depende de cada uno que acción quiera realizarle.
Luego de ello deberá pasárselo a su compañero(a) del lado derecho y así sucesivamente hasta que
se complete el círculo. Finalizado esto se retirará el oso de peluche y se explicará que la segunda
parte de esta dinámica consiste en que la misma acción que le hicieron al oso de peluche deberán
hacérsela a la persona de su derecha a quien le pasaron dicho muñeco. Al concluir esta actividad,
se pide opiniones en relación a como se sintieron en ambas situaciones y se realiza una pequeña
introducción en relación a las actitudes familiares, específicamente las maternas.
3. Construcción del conocimiento:
a. Introducción al tema: Video
b. Exposición del tema: Se procederá a explicar la temática de las actitudes maternas de
aceptación a través de una exposición en papelotes, pidiendo al principio la
intervención del público a través de una lluvia de ideas, y luego va explicándose cada
punto de acuerdo al marco teórico planteado.
4. Transferencia:
Juegos de roles:
Se les pide a los participantes que se reúnan en grupos de 5 a 6 personas.
14
Luego se les repartirá unas hojas bond donde deberán escribir un pequeño guión sobre una
situación familiar problemática, donde deberá representarse la actitud de aceptación de una
madre a su hijo, y la de otros miembros de la familia, frente a una queja o dificultad que le
manifieste. Finalizando esto, se realizará el mismo guión, pero con el personaje de la madre y el
hijo(a) cambiado. Al final dicha actividad se pedirá el comentario en cada grupo de lo que sintieron
al desempeñar cada personaje, que facilidades o desventajas se presentaron, etc.
5. Evaluación:
Al finalizar la sesión se procederá a aplicar un pequeño cuestionario de tipo objetivo, sobre
algunos de los puntos básicos tratados en la exposición y actividades grupales realizadas.
15
ACTITUD MATERNA DE RECHAZO
1. Marco teórico
La negación del amor y expresión de odio hacia el niño en términos de negligencia,
tosquedad y severidad. Entendiendo por negligencia a la manifestación de
desaprobación o repudio aun de situaciones muy sutiles, olvidándose de dar de comer
al niño o dejarlo a sus propios recursos; o ante pequeñas faltas mostrar severidad
negándole placeres, ventajas o privilegios. Igualmente manifestaría tosquedad
mediante desaprobación con maltrato físico o regaños ante la menor provocación,
humillando al niño con sobrenombres o comparándolo desfavorablemente con otros,
Roth, (1965). El rechazo parental es, según Rhoner, la ausencia de calor, afecto o amor
de los padres hacia sus hijos o el privarlos de éstos de modo significativo. Puede
adoptar tres formas: a) hostilidad y agresividad; b) indiferencia y negligencia y, c)
rechazo indiferenciado.
Frente a estas actitudes de rechazo, el niño trataría de ganar el afecto, ya sea con
intentos directos o indirectos por medio de robos, vigilando a sus padres, llorando
pataleando o quejándose continuamente. También manifestaría comportamientos
sumamente inquietos en búsqueda de elogios y castigos. Así mismo, mostraría una
completa desatención a las reglas y normas con ausencia de sentimientos de culpa; lo
que indicaría reacciones psicopáticas o manifestando sentimientos hostiles hacia la
madre expresado en temores, fuga, intromisión, represión, entre otros. Su reacción
generalizada es aquella de un niño incapaz de tomar iniciativa, mostrándose
dependiente, esperando que le den indicaciones de qué y cómo hacer. El
comportamiento del niño es dependiente, cuidadoso, sumiso y dócil desarrollando
sentimientos de inseguridad timidez, ansiedad y suspicacia lo cual le impide integrarse
al grupo. Bakwin (1974) dice que el rechazo es cualquier circunstancia en el que el niño
no es deseado. Puede originarse debido a las características de personalidad de la
16
madre o de los padres en general, en el tipo de relaciones entre ellos, a los celos por el
hijo o en la conducta de este. Por su parte Welberg (1985) asuma que la mayoría de
las madres que muestran rechazo hacia el hijo son “inmaduras”, inestables, neuróticas
y en ocasiones realmente psicóticas. Son incapaces de hacer una adaptación madura
de la vida y sus relaciones personales; se caracterizan por ser hostiles y con
expectativas irreales. Es malo el ajuste conyugal con frecuencia, hay miedo de
embarazo y asumir el papel de madre. Bakwin (1984) enumera las causas que generan
esta actitud, se hallan: Cuando los padres son incompatibles, el hijo es frecuentemente
rechazado porque se le considera un impedimento para una posible separación
conyugal; el rechazo no es poco frecuente cuando el niño tiene un grave defecto,
como parálisis cerebral, retraso mental o un padecimiento incapacitante; matrimonios
precipitados; hijos que no son del sexo deseado; algunas madres rechazan a sus hijos o
hijo porque les impiden trabajar fuera de casa.
La actitud de rechazo puede manifestarse de diversas maneras; Adrados (1973),
sistematiza las siguientes: Castigo severo, desprecio, indiferencia, irritación, amenaza
de alejar al niño, trato ambivalente y desfavorables comparaciones con hermanos y
amigos. También, se dedica poco tiempo o se muestra muy poco interés en sus
asuntos de alimentación, vestido, actividades académicas; al respecto, Kanner(1986),
citado por Hemsing (1988), añade que a su vez, existe la evitación del contacto físico.
En efecto, el rechazo también equivale al no reconocimiento de sus logros, la madre o
los padres minimizan sus éxitos; hay una tendencia a resaltar sus defectos. Hurlock
(1980) acota que la madre o los padres se muestran impacientes, censuran e imponen
a sus hijos una disciplina rígida. Para Bakwin, 1984, la actitud rechazante de la madre
genera en el niño una serie de conductas que imprimen características muy particular
estales como: Falta de un sentimiento de valor o de un sentimiento de pertenencia; el
niño reacciona con agresividad; se muestra egoísta, vengativo, desobediente, inquieto;
trata de llamar la atención y para conseguirlo se valdrá de cualquier medio aun de
aquellos que pueda generar más castigo; en muchos niños rechazados es frecuente
encontrar enuresis, dificultades en las comidas, el comerse las uñas, tics nerviosos;
17
también es frecuente encontrar casos de hurtos, rabietas, fugas. Finalmente, existe un
tipo de relación madre-hijo caracterizado por una plena identificación de los derechos
del niño, convirtiéndose en la deseable y positiva; se manifestará en la firmeza de la
madre al imponer la disciplina, actuará con decisión y consistencia, la comunicación
esta siempre abierta, el niño encuentra en su madre a una colaboradora dispuesta a
acercarse cuando él la reclama o dejarlo solo cuando el niño lo desea. El niño frente a
esta actitud, responderá positivamente a la socialización, será capaz de adaptarse e
iniciar relaciones estables y duraderas. Mostrará plena identificación con su medio,
será tolerante frente a las frustraciones, el aprendizaje se halla garantizado por su
adecuado desarrollo.
Quizás, alguna vez, hayas escuchado expresiones como éstas : “ cuando era niño, mi
madre siempre le compraba las mejores cosas a mi hermano, y a mí ni siquiera me
prestaba atención”, “mis padres no me quieren , yo nunca pude sentirme parte de la
familia” ,“cuando era niño siempre se burlaban de mí ”. Estas palabras aún siguen
sonando en el diario vivir, llenas de profunda tristeza, que señalan una herida casi
siempre abierta, ¿cuál es la causa? , el rechazo es una probable causa.
Las personas que han experimentados rechazos, son marcadas por un intenso
pesimismo, no pueden mirar el futuro con ojos de victoria, tienen de si mismo una
imagen negativa de la cual no pueden librarse. A donde van, la llevan a cuestas, en
cada pensamiento, y en cada obra que realicen.
Las personas a causa de esto, se vuelven improductivas y dependientes de la
aprobación de los demás Las historias de rechazo pueden ser reales o simplemente
creadas por nuestra propia imaginación. La Biblia nos menciona infinitas historias de
rechazos.
¿QUÉ ES EL RECHAZO?
Según el diccionario de la Real Academia Española es:
El Retroceso de un cuerpo en su curso o movimiento debido a la resistencia ejercida
por otro. El Enfrentamiento u oposición a una idea, acción o situación
Actitudes de rechazo:
18
Hacer que una persona se aleje o separe.
Tener en poco a alguien.
No aceptar las actitudes o algún aspecto de una persona.
La palabra rechazo tiene como sinónimos: repeler, alejar, apartar, contradecir,
desechar, abandonar, despreciar.
Hablar de rechazo es enfocar la falta de amor y aceptación, elementos que son
indispensables para formar una imagen positiva de la persona.(.Ya, más adelante,
explicaré un poco acerca del tema) No me refiero a actitudes cotidianas que no nos
afectan. Por qué siempre habrá personas, a las cuales no les caemos bien, o quizás
personas que nos miran en poco, y siempre nos contradicen. Cuando hablo de rechazo
me remito a hechos, actitudes que han marcado y provocado un dolor en nosotros, a
tal punto que no queremos hablar del tema.
PAUTAS Deberíamos conocer más a nuestros hijos y más bien orientar, que poner
pautas que no puedan alcanzar.
Cuidar los tonos de voz, que no sean severos y distantes. Los niños exigidos, se
tornan inseguros, temen a sus padres, sienten su falta de aceptación, y buscan de
alguna manera alcanzar el amor anhelado, buscan fuentes de cariño fuera de la casa,
amigos, parientes, pandillas, etc. Alejamos a nuestros hijos, los hacemos sentir inútiles,
inservibles, faltos de inteligencia. Y cuando los años pasan, el amor que no se brindó
es imposible recuperar, solo Dios puede restaurar aquellas heridas que hemos
provocado. Y en algunos casos nunca se logra el perdón, ni con atención, lágrimas o
frutos de arrepentimiento
SANANDO EL RECHAZO
El tema del rechazo afecta tres áreas
1- AUTOESTIMA Se puede definir, la autoestima como el sentimiento de
aceptación y aprecio hacia uno mismo, y hacia los demás, en otras palabras: es
quererse a uno mismo y querer a otros. Significa saber que eres valioso, digno, que
19
Un vaso más frágil Vale la pena, que eres capaz, Implica respetarte a ti mismo y
enseñar a los demás a hacerlo. El concepto que tenemos de nosotros mismos no es
algo heredado, sino aprendido de nuestro alrededor, mediante la valoración que
hacemos de nuestro comportamiento y de la asimilación e interiorización de la
opinión de los demás respecto a nosotros.
Las personas con alta autoestima se caracterizan por lo siguiente:
Superan sus problemas o dificultades personales.
Afianzan su personalidad.
Favorecen su creatividad.
Son más independientes.
La importancia de la autoestima radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y
nos motiva a alcanzar nuestros objetivos.
Una baja autoestima puede desarrollar en los niños sentimientos como la angustia, el
dolor, la indecisión, el desánimo, la pereza, la vergüenza, y otros malestares. Por este
motivo, el mantenimiento de una autoestima positiva es una tarea fundamental a lo largo
del crecimiento de los niños. Dentro de cada uno de nosotros, existen sentimientos
ocultos que muchas veces no los percibimos. Los malos sentimientos, como el dolor, la
tristeza, el rencor, y otros, si no son remediados, acaban por convertirse y ganar formas
distintas. Estos sentimientos pueden llevar a una persona no solo a
sufrir depresiones continuas, como también a tener complejo de culpabilidad, cambios
repentinos del humor, crisis de ansiedad, de pánico, reacciones inexplicables,
indecisiones, excesiva envidia, miedos, impotencia, hipersensibilidad y pesimismo, entre
otros.
Falta de interés y valor propio
Una baja autoestima también puede llevar a una persona a sentirse poco valorada
y, en razón de eso, a estar siempre comparándose con los demás, subrayando las
virtudes y las capacidades de los demás. Es posible que les vea como seres
superiores y sienta que jamás llegará a rendir como ellos. Esta postura le puede
llevar a no tener objetivos, a no ver sentido en nada, y a convencerse de que es
20
incapaz de lograr cualquier cosa que se proponga. Lo que le pasa es que no
consigue comprender que todos somos distintos y únicos, y que nadie es perfecto.
Que todos nos equivocamos y volvemos a empezar.
Estimular la autoestima de los niños: el papel de la familia
Es dentro del ambiente familiar, principal factor que influye en la autoestima,
donde los niños van creciendo y formando su personalidad. Lo que
su familia piensa de él, es de fundamental importancia. Por eso, es recomendable
que a los padres no se les escapen los logros que conquistan sus hijos. Si el
bebé empieza a caminar, pero los mayores ven la situación como una obligación y
no como una conquista del bebé, la criatura no se sentirá suficientemente
estimulada para seguir esforzándose para conseguir otros logros, para superarse.
Lo importante en todo el proceso de crecimiento de nuestros hijos es que les
demos la posibilidad de ser, de sentirse bien con ellos mismos. Que
nuestro esfuerzo esté vinculado al afecto, al cariño, a la observación, a valorar sus
calidades y apoyarle cuando algo va mal. Y para eso es necesario conocerles cada
día, favoreciendo los encuentros, las conversaciones y el contacto físico.
2-SEGURIDAD BÁSICA: Las personas que adolecen de falta de seguridad en ellas
mismas suelen coincidir en tener un perfil muy perfeccionista, y no se permiten a
sí misma ningún fallo
La falta de seguridad afecta a todos nuestros planos de relación: familiares, de
pareja, amistad, laborales, sociales, etc.
Todo se ve afectado por nuestra manera de sentir. Cuando una persona no tiene
seguridad en sí misma, cae continuamente en situaciones en las que no se siente
realizada, en las que piensa que no ha hecho lo que debía o lo que quería sino que
se ha dejado llevar por los demás. Una de las reacciones más frecuentes; es
adoptar una actitud agresiva, huraña, ante los demás. Los demás son el enemigo
que solo piensa en engañarnos. De ahí se deriva una actitud antisocial. La falta de
21
seguridad, puede llevarnos a enfermedades psiquiátricas graves, a la depresión o
al alcoholismo.
¿Dónde nace esa inseguridad? En el rechazo, en no ubicarnos correctamente de
acuerdo. Nuestra seguridad tiene que basarse en saber que tenemos un alto valor.
No valemos por lo tenemos o por lo que hacemos sino por lo que somos.
3- SISTEMA DE VALORES: Entendemos por valores a los criterios aprendidos que nos
predisponen a actuar de una determinada manera, dicho de otra forma; los valores
que poseemos determinan nuestra conducta, por ejemplo; si te consideras poca
cosa, no aspirarás muchas metas. Te quedarás tranquilo, seguro con una vida
mediocre. Quien ha sufrido muchos rechazos en la vida por una u otra razón,
siente que no puede ser amado, siente que la vida es triunfante para otros pero no
para él. El rechazo contamina, corrompe nuestro sistema de valores, nos hace
sentir menos, indignos de alcanzar sueños y nos deja postrado. Es como una
imagen negra que nos cubre, y llevamos a cuestas en todo nuestro vivir, y en todo
lo que hacemos.
2. Dinámica de Motivación
Venado, Pistola y Pared.
3. Introducción al tema
Video del tema: papá cuánto cuesta tu tiempo.
4. Construcción del conocimiento
Lluvia de ideas
Exposición del tema
5. Transferencia
Dinámica ( El rechazado)
6. Evaluación
22
Cuestionario
23
ACTITUD DE SOBRE INDULGENCIA
1. Marco teórico
Seria expresada en gratificación excesiva junto a la falta de control parental, esto es, un
exagerado cuidado y contacto excesivo.
Lo cual se manifiesta en pasar demasiado tiempo con el niño, haciendo más actividades de
las que debiera, leyéndole, jugando o constantemente con el; igualmente se manifestaría
la sobreindulgencia cediendo constantemente a las demandas y requerimientos del niño o
defendiéndolo de ataques de otros niños, autoridades y otros.
Frente a la sobreindulgencia el niño respondería según Roth, con comportamiento rudo y
agresivo, con baja tolerancia a la frustración, demostrando dificultades para adecuarse a
la rutina. Por su parte, Bakwin (1984), citado por Hurlock (1997), plantea que la Actitud de
Sobreindulgencia, es considerada al igual que la de sobreprotección como una actitud de
no aceptación y que impide el desarrollo emocional del niño manteniéndolo en un estado
de dependencia y en el que con el llanto puede lograr que la madre satisfaga sus
peticiones. Acostumbrado a obtener rápida respuesta a sus demandas y si estas no les son
satisfactorias recurre con frecuencia a las rabietas. “Sus demandas a menudo son
irrazonables por que todas las solicitud es razonables ya han sido satisfechas.
Frente a una actitud de sobreindulgencia el niño espera ser el primero en todo, y se lleva
generalmente mal con otros niños que no ceden ante él. La madre constantemente “tapa”
las faltas de su hijo, amenazando castigarlo pero no lo hace. También, ante esta actitud, la
conducta del niño es sumamente exigente, con una baja tolerancia a la frustración y con
dificultades para adaptarse a la rutina.
24
SESION IV
ACTITUD MATERNA DE SOBREPROTECCIÓN
Es considerada por Roth, como expresión de ansiedad prenatal en términos de cuidados
infantiles, lo que es un impedimento del desarrollo de un comportamiento independiente
por su excesivo control. Esta actitud se expresa en la excesiva preocupación de la madre
por la salud del niño, por las relaciones con sus compañeros y por el rendimiento
académico; tratando de ayudarlo en las tareas de la casa y observando detalladamente si
el niño logra lo que supone que debe obtener. Frente a la sobreprotección, se afirma que
el niño muestra fracaso en aprender y hacer cosas por si mismo, con sentimientos
limitados de responsabilidad. Respecto a esta actitud, Bakwin (1974), citado por Hurlock
(1997), la considera como actitud de no aceptación que se caracteriza por la conducta de
la madre que se manifiesta en: un cuidado y contacto excesivo; así como en variaciones en
la actitud acostumbrada hacia la educación en dirección de la indulgencia excesiva o
dominancia. El cuidado excesivo se manifestaría en: Continuación de actividades como
alimentación, vestido y baño, después de la edad usual en el niño; la lactancia natural es
probable que se prolongue indebidamente; limitan el juego del niño con otros por temer a
que se lastime, o no aprenda malos hábitos; lo acompañan a la escuela mucho después
que niños de su misma edad lo hacen independientemente. El niño excesivamente
protegido encuentra una serie de dificultades que disminuye la posibilidad de alcanzar su
independencia e integración al grupo. El mismo autor, según Hurlock, menciona que en el
niño sobreprotegido podemos encontrar: que encuentra dificultades para hacer ajustes
sociales. En grupo, son exigentes, egoístas, tiránicos, piden atención, afecto y servicio
constante; tienen dificultad en hacer amigos; son demasiado dominantes y siempre
insisten en ser líderes. Por otro lado la actitud de sobreprotección de la madre puede
deberse a diversos factores entre los que podemos señalar, un largo periodo de espera de
un niño, ya sea porque la madre se caso relativamente tarde, largo periodo de esterilidad,
cuando ha sufrido varios abortos espontáneos o cuando adopta un niño tras algunos años
25
de intentar un hijo propio. Una peligrosa enfermedad del hijo y la de un impedimento
físico o mental, Adrados (1973) Eisemberg, (1988) y Waldfogel , (1987); citados por
Hemsing, (1988):aportaron importante información del papel de la sobreprotección en la
aparición de las fobias a la escuela, ellos concluyeron que “aun una gran mayoría de casos
de los niños y sus madres (en algunos casos sus padres) han establecido una relación de
mutua dependencia, en la quela separación seria perturbadora para los dos. Entrar en la
escuela representa simplemente la primera vez que se exige una separación sostenida,
aunque exista por lo común previas incidencias aisladas de intensa angustia o
perturbaciones por parte del niño cuando la madre se ha ausentado por un tiempo. El
término de “fobia escolar” induce a error a estas circunstancias.
26
ANEXOS
27
SESIÓN I
CUESTIONARIO
Instrucciones: Lea cada una de las preguntas que a continuación se presentan y responda
Verdadero (V) o Falso (F) según sea el caso.
1. ¿La actitud de aceptación es la expresión de una adecuada relación madre –
hijo?.......................................................................................................( )
2. ¿La aceptación permitirá una mejor comunicación con sus
hijos?........................................................................................................( )
3. ¿Los grados de aceptación son iguales de los dos padres hacia sus
hijos?.......................................................................................................( )
4. lenguaje de aceptación se demuestra a través de: - Mensajes no verbales, Examinar
muy atentamente la “forma” en que responden “verbalmente sus hijos e/o hijas” y
castigarlos cuando se porten mal para así
corregirlos…………………………………………………...……………………………….…..( )
5. No decir nada ante una conversación, es decir el silencio al escucharle, permitirá que
se sienta aceptado(a) su hijo(a)........…………..…………..( )
28
FOTOS
SESIÓN 1
29
ARBOL DE LOS PROBLEMAS
30
31
SESIÓN2
32
33
34
SESIÓN
3
35
36
37
38
Sesión 4
39
40
Sesión 5
41
42
43