Programa de intervención terapéutico para disfluencia

Objetivo de intervención:

• Adecuar y manejar el ambiente por parte de los adultos, con el fin de aminorar factores intensificadores y mantenedores del cuadro de disfluencia.

• Lograr emisión fluida en habla espontánea, disminuyendo bloqueos y repeticiones silábicas.

Actividades:

Dar un espacio de media hora al día para trabajar en identificar dificultades y utilizar alguna técnica que aumente la fluidez.

Observación de los comportamientos del niño frente a su dificultad verbal, para detectar las situaciones que desencadenan mayor tensión y, de esta forma, cambiar ciertos comportamientos y actitudes que intensifiquen estas conductas por medio de orientaciones educativas que modifiquen los ritmos familiares y las exigencias sobre el niño.

Estar más atentos al contenido de su lenguaje más que a la forma. Salir de la conspiración del silencio, esto es, hablarle al niño sobre su dificultad,

apoyarlo en los momentos que exista una mayor dificultad y dar refuerzos positivos, es decir, reforzar el sentimiento de bienestar, en los momentos que tiene un buen desempeño.

Los padres deben utilizar frases más cortas y de menor complejidad, pausas más prolongadas y una prosodia más melodiosa cuando se dirijan al niño.

Utilizar técnicas de relajación. Ejercicios respiratorios y movimientos del cuerpo. Realizar juegos y ejercicios rítmicos, en donde el niño pueda seguir un patrón de

entonaciones dado por el adulto, utilizando palmas o instrumentos musicales. Adaptar la prosodia del lenguaje a diferentes ritmos y entonaciones, es decir, que

el adulto de la pauta de hablar muy lento, o cantado, o alargando vocales. De esta forma el habla adquiere una entonación externa por lo que disminuyen los bloqueos.

Articular cada palabra a la vez que se da un aplauso por palabra, de esta forma el habla adquiere ritmicidad. También puede darse un aplauso por cada silaba.

Evitar corregir las palabras que el niño no logre articular, no terminar las frases por ella y dar el espacio y tiempo necesario para que termine sus ideas y frases. No pedirle que hable más tranquila o despacio porque solo hará que centre su atención en el problema.

Tener paciencia cuando se evidencien avances y conservar la calma en los momentos o días en que pareciera retroceder, siempre reforzar positivamente cada emisión bien dicha.

Nailing Ríos Jara Fonoaudióloga