Proceso de Paz del Movimiento 19 de Abril (M-19) con...

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Proceso de Paz del Movimiento 19 de Abril (M-19) con el Gobierno de Virgilio Barco. “Subvertir la Paz, Negociar la Democracia” Liseth Andrea Lizarazo Bernal. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Facultad de Ciencias y Educación Bogotá, Colombia 2016

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Proceso de Paz del Movimiento 19 de Abril (M-19) con el

Gobierno de Virgilio Barco.

“Subvertir la Paz, Negociar la Democracia”

Liseth Andrea Lizarazo Bernal.

Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Facultad de Ciencias y Educación

Bogotá, Colombia

2016

2

Proceso de Paz del Movimiento 19 de Abril (M-19) con el

Gobierno de Virgilio Barco.

“Subvertir la Paz, Negociar la Democracia”

Liseth Andrea Lizarazo Bernal

20101155040

Tesis presentada como requisito para optar al título de:

Licenciada en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales.

Director: Wilson Javier Torres Puentes.

Docente Universidad Distrital.

Línea de Investigación:

Historia de los Procesos de Paz en Colombia.

Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Facultad de Ciencias y Educación

Bogotá, Colombia

2016

3

Agradecimientos

Agradezco a todas aquellas personas que me apoyaron en el trascurso de esta investigación. De

manera especial al tutor de esta monografía, profesor Wilson Torres por compartir conmigo sus

observaciones académicas y ser un ejemplo profesional para mi futura vida docente.

Agradezco a mis amigos y compañeros de estudio por permitirme enriquecer el conocimiento y

experiencia que hoy me definen como persona.

Finalmente agradezco a mis padres y hermana por ser soporte y motor de este proceso

investigativo, a mi hijo por ser inspiración en la construcción de un mundo distinto; sin su apoyo

no hubiese podido culminar de manera exitosa este camino.

4

Resumen

En el presente trabajo se abordan aspectos determinantes en el Proceso de Paz entre el

Movimiento 19 de Abril y el gobierno de Virgilio Barco, proporcionando una perspectiva desde

el inicio del Conflicto Armado Colombiano a partir de procesos históricos como el bipartidismo

y el Frente Nacional. Se caracteriza el conflicto desde referentes teóricos como elemento

fundamental en la prolongación de la guerra insurreccional y la posibilidad de una salida

negociada en diferentes momentos de la historia. Se describen algunos aspectos que definen a la

guerrilla del M-19, su accionar y propuesta política. A raíz de este estudio se presenta un

panorama del contexto colombiano, haciendo énfasis en el periodo 1986-1990. Se concluye que

el proceso negociación tratado, es un referente de participación política de grupos alzados en

armas en la tradición democrática del país.

Palabras clave: M-19, proceso de paz, desmovilización, participación política, refrendación,

cultura política, constituyente.

5

Abstract

In this investigation are addressed determining aspects in the peace process between Movimiento

19 de Abril and the government of Virgilio Barco, providing a perspective since the beginning of

the Colombian armed conflict from historical facts like the bipartisanship and the National Front.

The conflict is characterized from theoretical references as a fundamental element in the

prolongation of the insurrectional war and its possibility of negotiated exit at different moments

of history. Describes some aspects that define the guerrilla of the M-19, its action and political

proposal. This investigation presents an overview of Colombian context with an emphasis on the

period 1986-1990. It is concluded the negotiation process is a reference for political participation

of armed groups in the democratic tradition of the country.

Key Words: M-19, peace process, demobilization, political participation, endorsement, political

culture, constituent.

6

Tabla de Contenidos

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………………………………………………….7

CAPÍTULO I: COLOMBIA . LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA .............................................. 14

El Movimiento Guerrillero y el nacimiento del M-19……………………………………………………………………….14

La avanzada política y militar ........................................................................................................ 22

CAPÍTULO II: CONFLCITO ARMADO Y LUCHA POR LA PAZ .................................................................... 28

Los hechos en contexto y las iniciativas de Paz .............................................................................. 28

Gobierno Belisario Betancur. El intento fallido………………………………………………………………………………37

CAPÍTULO III: EL PROCESO DE PAZ Y LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA……………………………………………………….47

Contexto Nacional: El Gobierno Barco 1986-1990………………………………………………………………………….47

El Movimiento Guerrillero……………………………………………………………………………………………………………..52

Paz en Firme………………………………………………………………………………………………………………………………….55

Negociaciones……………………………………………………………………………………………………………………………….61

Lo Acordado…………………………………………………………………………………………………………………………………..80

Indulto, dejación de armas y refrendación…………………………………………………………………………………….86

La constituyente y ¿la Paz?.................................................................................................................93

CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………………………………………………………..97

REFERENCIAS………………………………………………………………………………………………………………………………………101

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………………………………………………..105

RECURSOS WEB………………………………………………………………………………………………………………………………….106

7

Introducción

Leer la realidad desde una perspectiva histórica nos permite acercarnos a los orígenes y causas

del conflicto para comprender así sus huellas en la actualidad y generar relaciones entre los

sucesos históricos, sus implicaciones y efectos con el fin de permitir acciones concretas de

cambio; la lectura de los sucesos históricos a través de los ojos del presente, permite una

consideración significativa del pasado como constructo social. Tomando como punto de partida

pero también de llegada los actuales diálogos entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, el

momento histórico exige de la labor académica campos de acción investigativo de carácter

analítico y crítico que permitan dilucidar el desarrollo no sólo de la guerra en Colombia sino

también de la Paz.

En consecuencia de ello el abordaje sobre el desarrollo histórico de los procesos de paz en

Colombia es objeto de estudio en la presente investigación, haciendo énfasis en el problema de la

participación política en marcos de legalidad por parte de los grupos insurgentes nacidos en la

izquierda colombiana. Se aborda el debate sobre participación política en el marco de la

legalidad de los grupos guerrilleros con el análisis del célebre proceso de paz entre el M-19 y la

administración de Virgilio Barco. Lo ocurrido con el proceso de paz más exitoso que ha tenido

el país (para la época), el cual se sumó a diversas manifestaciones de la sociedad civil en torno a

la apertura democrática y que acogió una parte del proceso constituyente, permite analizar la

realidad actual colombiana desde la observación histórica para de esta manera reconocer

elementos propios de la cultura política del país y poder generar a partir de ello un aporte

académico que permita acercar la paz como una realidad tangible. Para ello se traza como

objetivo fundamental el análisis de la condiciones de participación política en el proceso de

8

acercamiento, diálogo, acuerdo y refrendación del proceso de paz como contribución al pleno

entendimiento de una perspectiva distinta de solución al conflicto armado colombiano. En este

sentido, comprender que la paz no solo pasa por el silenciamiento de los fusiles sino por todo un

análisis de las condiciones sociales, económicas y estructurales del país conduce a trazar una

serie de objetivos concretos que posibilitan, a grandes rasgos, la comprensión del conflicto a

través accionar del M-19, sus banderas de lucha, la evolución de su propuesta de paz y también

del panorama nacional para la época de diálogo (1986-1990).

Para lograr la presente investigación se utiliza la Metodología Histórica referida por

(CARDOSO, 2000) la cual presenta los siguientes pasos: Planteamiento del problema: de

acuerdo con criterios de relevancia, viabilidad, originalidad e interés; Construcción del marco

teórico: abordando Violencia Política, Estado, Conflicto Armado, Proceso de Paz y Discurso

Político como categorías de análisis; Descripción del proyecto investigativo; Recolección de

datos: fuentes secundarias o indirectas, principalmente escritas; Análisis y procesamiento de la

información y por último Síntesis y redacción.

De esta manera, en un primer capítulo se aborda el estudio sobre el Movimiento Guerrillero y el

nacimiento del M-19 en el marco del Conflicto Armado en Colombia, así como los primeros

años de agitación y formación política. Seguido de ello, en el segundo capítulo se hace énfasis en

el accionar del M-19 de acuerdo al contexto nacional y la lucha por la paz referenciando

trascendentales sucesos en el desarrollo del conflicto y de las iniciativas de paz. Por último, en el

tercer capítulo se aborda el Proceso de Paz exitoso en tanto a su contexto social y político, el

momento de la insurgencia colombiana y las fases de diálogo, acuerdo y refrendación del mismo.

9

Sumado a lo anterior y con el objetivo de aportar elementos para la comprensión de la realidad

política colombiana en un tramo de su historia, se realiza un breve paneo de algunos sucesos que

se sitúan como esenciales en el desarrollo de la confrontación partidista y el surgimiento del

conflicto armado.

Con la instauración del Centralismo1 y la Constitución 1886, el país entra en un periodo de 44

años de Hegemonía Conservadora, la cual se caracteriza por la abolición de la Constitución

Federalista y la baja cuota burocrática de los liberales en los gobiernos; este acto marcó el

antecedente de un levantamiento armado del sector liberal inconforme, pues las vías

institucionales no le permitían mayor incidencia. Lo anterior desemboca en la Guerra de los Mil

Días (1899-1902), primer precedente de confrontación violenta partidista en el marco de un

Estado con características modernas.

Finalizada la guerra y a medida que la expansión del cultivo de café contribuía al desarrollo del

capitalismo en Colombia y a la actualización de las formas y condiciones del trabajo obrero, se

fueron estimulando los sectores particulares y extranjeros, generando de esta manera procesos

organizativos de los trabajadores en pro de la consecución de derechos laborales. El periodo de

Hegemonía Conservadora ya no puede responder a las exigencias de una economía en

crecimiento y un sector social y político en agitación. En consecuencia de ello y hacia mediados

de los años 30 (1934) el presidente Alfonso López Pumarejo (1934-1938) plantea un programa

de corte progresista y reformista que despertaría acérrima oposición en los sectores de la

1 Conformación de Estado Unitario, forma de administración y organización territorial que se basa en un poder ejecutivo fuerte que gobierna para todo el país; contrario al Federalismo, el centralismo se caracteriza por la toma de decisiones y control desde el centro hacia las periferias. La Constitución de 1886 abolió el Federalismo, dividió el poder en tres ramas (ejecutiva, legislativa y judicial)

10

burguesía tradicional, los conservadores, la iglesia y el sector terrateniente y latifundista2.

Posteriormente dos ciclos presidenciales más (1938-1942 y 1942-1946)3 delimitaron el periodo

de la “República Liberal”4, rápidamente tildada como la bolchevización del país a garras del

comunismo del Partido Liberal, el cual fue esencial en la comprensión de la transformación

política y económica del país en su constitución como Estado.

Al desmoronarse la República Liberal y los cambios que ella representaba, con un Partido

Liberal dividido, el conservador Mariano Ospina fue elegido presidente (1946-1950). Su objetivo

primordial es el de evitar a toda costa el acceso al poder de algún partido populista ya que esto

sería la antesala del comunismo en Colombia. En este periodo (1948) el asesinato del candidato a

la presidencia por el Partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán reaviva los brotes de violencia

gestados desde el ascenso de los liberales al poder en 1930, desencadenando concentraciones

insurgentes en todo el país. Estas concentraciones insurgentes nacen desde la violencia como una

forma de defensa ante la dura represión por parte del gobierno conservador orquestada por las

fuerzas armadas y grupos de bandidos al servicio del Estado conocidos como Chulavitas 5.

En medio de esta confrontación, con un único candidato presidencial, el conservador Laureano

Gómez, (1950-1954)6 es elegido Presidente de la República. Férreo y radical conservador quien

2 El gobierno estaba sometido a los golpes venidos de los sectores de derecha: Los latifundistas disgustados por la legislación de tierras; el conservatismo ulcerado por la pérdida del poder; la A.P.E.N. (Acción Patriótica Económica Nacional) clamando contra los incipientes impuestos y el satanismo en espera de evitar toda solución presidencial que implicara continuidad con la Revolución en Marcha. (ARDILA, 2005)

3 Iniciada con Enrique Olaya Herrera (1930-1934), Eduardo Santos (1938-1942) y de Alberto Lleras Camargo (1945-1946; finaliza el segundo periodo de López) 4 Desde 1930 hasta 1946 gobiernos Liberales, luego de la caída de la Hegemonía Conservadora. 5 Grupo armado de origen campesino de ideología conservadora que fue conformado para defender el gobierno del conservador Mariano Ospina, debe su nombre a la vereda Chulavita del municipio de Boavita, Boyacá. Ésta clase de grupos se fueron expandiendo a medida que iba creciendo la violencia política, además de ellos surgieron los “Pájaros” patrocinados a su vez por grandes terratenientes con el objetivo fundamental de eliminar liberales. Podría decirse que son el equivalente de la época a lo que conocemos como grupos Paramilitares. 6 Por razones de salud se retiró del poder el 31 de octubre de 1951. Sustituido temporalmente por el Designado a la Presidencia de la República, Roberto Urdaneta Arbeláez, reasumió su cargo el 13 de junio de 1953. (JARAMILLO URIBE, 1970)

11

culpa de la desintegración de la sociedad colombiana tanto al liberalismo como al comunismo7 ,

la admiración que sentía el Presidente Gómez por el Estado de corte corporativo al estilo

franquista8 condujo al país a un estado de represión y regresión política en el cual se agudizaron

las condiciones para el desarrollo de un accionar armado mucho más organizado.

Como consecuencia a la proliferación de la violencia tanto popular como estatal, el 13 de junio

de 1953 bajo el lema “Paz, Justicia y Libertad” los militares en cabeza de Gustavo Rojas Pinilla

asumieron la presidencia del país. El periodo de Rojas Pinilla se caracterizó por la búsqueda de

apoyo popular, así se otorgan facultades constitucionales a la mujer para el reconocimiento y

ejercicio de su derecho al voto, entre otras muchas campañas de alfabetización y donaciones a

los más humildes lo cual lleva al General a distanciarse de las élites de los sectores tradicionales

que lo apoyaron en el Golpe, sentenciando su periodo y dando paso al Frente Nacional. La época

del Frente Nacional transcurre con una fuerte coyuntura marcada ya no por la violencia

meramente bipartidista, sino por la exclusión que estas élites burguesas tradicionales de la

política hacen de otras formas de organización de masas políticas; al menos 5 movimientos

guerrilleros de gran talante y envergadura nacen durante estos 16 años (FARC, ELN, EPL, M-19

y MAMQL)9. Esta situación agudiza el conflicto de carácter político facilitando la

7 Durante el gobierno de Laureano, miembros de la policía y de los cuerpos de seguridad, principalmente, organizaron una persecución sin precedentes contra los liberales: les arrebataron sus tierras, les incendiaron sus ranchos, les violaron sus mujeres… La violencia fue creciendo en crueldad [...] (ATEHORTÚA, 2010)

8 El régimen franquista (1936-1975) de características nacionalistas, anticomunistas y fascistas en España creó una tupida red represiva que tenía como objetivo eliminar físicamente e ideológicamente al enemigo republicano y aterrorizar al conjunto de la población. Por ello, la represión abarcó todos los campos posibles y fue un instrumento de dominación, de humillación y de consenso forzado. (ARNABAT, 2013) 9 FARC: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. ELN: Ejército de Liberación Nacional. EPL: Ejército Popular de Liberación M-19: Movimiento 19 de Abril. MAMQL: Movimiento Armado Manuel Quintín Lame.

12

organización de guerrillas de izquierda en sus múltiples vertientes10 , lo que les permite adquirir

mayor grado de formación política y militar, guiar su capacitación política mediante

fundamentos ideológicos propios de dichas tendencias y encontrar respaldo (desde moral hasta

material) en diversos movimientos insurreccionales a nivel mundial.

En este sentido puedo afirmar que comprender las raíces del conflicto bipartidista en Colombia

permite generar herramientas para el análisis de la coyuntura política del país que desencadenó,

en la división del poder en dos únicas vertientes, la imposibilidad de otras fuerzas sociales y

políticas de sentar una posición alterna y la invisibilización de demandas generales del sector

obrero y campesino; lo anterior siendo demostrado en el tratamiento de los conflictos fuera de

los canales o vías institucionales que el Estado debería proporcionar para su solución. Así mismo

entender que el paso de un modelo pre capitalista a un capitalismo medianamente desarrollado

adquiere relevancia en el sentido en que éste fue cimiento de la realidad económica e

intervención estatal en ella de la cual hoy somos testigos, sumando a ello que la pugna por la

tierra y la reforma agraria son problemas que aún no se han podido solventar.

De forma paralela se puede afirmar que la “amenaza bolchevique” posibilita la radicalización de

la tradición conservadora colombiana apoyada en instituciones como la iglesia, fomentando y

legitimando expresiones violentas; por otro lado la naciente expansión del pensamiento marxista

posibilita la iniciación de proyectos insurreccionales armados. También, se puede hacer una

lectura de la institucionalización de la violencia desde el Estado a la luz de los planteamientos de

Ernesto Salamanca (SALAMANCA, s.f) y El Centro de Estudios Bertolt Brecht (CEBB); por su

parte Salamanca afirma que la violencia desde una dimensión política es la expresión de manera

10 Marxista-Leninista como las FARC, Guevarista como el ELN, Marxista-Leninista-Maoísta como el EPL y Nacionalista Popular como el M-19.

13

específica de la violencia social que se determina por diferentes factores resultantes del

intercambio político que genera conflicto, a su vez el CEBB contempla la violencia como

recurso inherente al ejercicio político desde los dos polos que la ejercen, el Estado y las

organizaciones de masas: por un lado se utiliza como instrumento para mantener la dominación y

garantizar el orden vigente mediante el monopolio absoluto de todas las formas de represión y

bajo un ámbito de legitimidad que se mantiene gracias a la ideología; por otro lado se utiliza

para subvertir, sabotear y transformar el orden vigente y evidenciar rechazo a la dominación.

14

CAPÍTULO I

EL MOVIMIENTO GUERRILLERO Y EL NACIMIENTO DEL M-19.

El Movimiento Guerrillero en el Conflicto Armado Colombiano

Para comprender lo que pasa con la organización de las masas que se salen de los moldes

bipartidistas, es necesario comprender el impacto de la tendencia de América Latina en dirección

al Socialismo. Hacia la segunda mitad del siglo XX, tres cuartas partes de Latinoamérica viven

bajo regímenes dictatoriales, la pugna por la liberación nacional y la Guerra de Guerrillas se

instauran como discurso de resistencia y dignidad del pueblo latinoamericano. Aunque muchas

guerrillas se ven derrotadas militarmente por los regímenes, en la gran mayoría de los casos la

derrota no tiene un carácter político, buena parte de éstos movimientos armados se reactivan con

el tiempo llegando a revolucionar las prácticas políticas en sus países instaurándose dentro de

gobiernos socialistas legítimos.

En este sentido se asevera que uno de los factores esenciales en la confrontación armada en

Colombia, es también el contexto de las Revoluciones Socialistas en el mundo,11 la poca

intervención de éstas tendencias modernas en el conservador 12 estilo de vida colombiano

acompañado además de la lucha por la distribución de la tierra, los derechos laborales, la

equitativa repartición de la riqueza y las características propias en la búsqueda de la toma del

poder, son elementos fundamentales en la conformación de movimientos armados que propendan

por la visibilización de la ilegitimidad del modelo político imperante, la segregación, la pobreza

y demás flagelos.

11 Rusia (Unión Soviética), China, Cuba, Nicaragua. 12 Hago referencia a la totalidad de la ideología conservadora y liberal, tradicional.

15

Además la izquierda en el país, satanizada por la representativa tradicionalidad política que

siempre la usó como fortín de combate posicionándola en contravía de los principios

republicanos de la nación colombiana, siempre invisibilizada en el espectro político encuentra en

la confrontación armada la posibilidad de develarse como organización de masas y opción

política. Lo anterior se puede ver a la luz de los planteamientos del profesor Carlos Medina

Gallego que en cuanto a la conceptualización del conflicto armado se refiere de la siguiente

manera:

Entiendo por Conflicto Armado el conjunto de circunstancias y acciones mediante las cuales se

contrastan y confrontan en una sociedad, las distintas concepciones de la vida, el hombre, la

sociedad y la cultura, a través del uso de la violencia y el ejercicio de la guerra con el propósito

de sostener o transformar un orden social y político determinado. Desde esta perspectiva el

conflicto armado sostiene el carácter político que le da la legitimidad que posibilita a sus actores

acceder al estatus político o de beligerancia, según sea el desarrollo del conflicto y el grado de

reconocimiento y poder alcanzado por el actor insurgente. (MEDINA GALLEGO C. , 2010)

En consecuencia de lo anterior puedo afirmar que el conflicto armado colombiano es un

conjunto de relaciones y acciones sociales de diferentes actores políticos que se confrontan

mediante el uso de la guerra para la obtención de fines políticos como el sostenimiento o la toma

del poder, asimismo y como lo plantea el profesor Medina, dicha confrontación adquiere una

connotación moderna en el sentido en que la guerra es un instrumento político, es decir la

continuación de las relaciones políticas por otros medios. (MEDINA GALLEGO C. , 2010)13

13 Cabe aclarar que Medina Gallego también afirma que “el conflicto armado es una “guerra” definida como la superposición (entrecruzamiento) de guerras en donde las dinámicas de la confrontación y las características de las fuerzas están definidas desde las especificidades, posibilidades e intereses de cada grupo” (MEDINA GALLEGO C. , 2010) y que por lo tanto no sectoriza la definición sólo para las guerrillas, incluye diversos focos de violencia como: La insurgencia, narcotraficantes, el Estado, el paramilitarismo, las bandas criminales.

16

Nace el M-19

Para comprender las características propias del M-19 como insurgencia resulta indispensable

entender que, hasta casi tres cuartas partes del siglo XX la guerrilla en América Latina se

encuentra caracterizada por el Foquismo 14(el ejército del pueblo era el elemento principal de la

lucha revolucionaria, muchas veces, incluso por encima del papel de las masas). Luego,

rondando los años 70’s una segunda generación de insurgentes se define por la fusión de la lucha

de masas y la político-militar. La categoría de “Guerrilla Urbana”15 toma dimensiones poderosas,

denota un carácter nacionalista de la revolución y su lucha por la democracia real, siendo

ejemplo de lo anterior el triunfo de la Revolución Popular Sandinista (Nicaragua) y los avances

en El Salvador.

En ésta generación se inscribe el M-19, el apoyo de la base popular en las principales

ciudades de Colombia y su constante apuesta por la instauración de una identidad nacional,

contradictoria del sectarismo divulgado por los partidos tradicionales y sobre todo la búsqueda

por una democracia directa, radical y participativa, otorgan a este movimiento una potencial

incidencia en la cotidianidad del país, no sólo por la realidad misma de la lucha armada, sino por

la representatividad de sus acciones en Colombia.

14 Este método fue propuesto por el Ché Guevara intentando generalizar y teorizar la experiencia de la revolución

cubana. Bajo este método se destacan unas características particulares que lo van a diferenciar dentro de los presupuestos clásicos de la lucha armada. En este método se propone la creación de las condiciones objetivas y subjetivas para el logro de la revolución. Parte de la necesidad de creación de un foco insurreccional (Guevara, 1974: 11), que debe crecer en el campo (Guevara, 1974: 11) y es en la lucha agraria en dónde radica la esencia de su disputa. Se debe contar con el campesinado como el respaldo a la lucha revolucionaria. El foquismo se aleja de la idea de concientizar a las masas. Apuesta por brotes insurreccionales localizados y por acciones concretas de desgaste del enemigo. Prima lo militar sobre lo político y se aleja substancialmente del trabajo de masas. (NARVAEZ, 2012) 15 La guerra urbana se basa en una fuerte actividad de propaganda armada con el fin de generar opinión.

Desarrolla la guerra de guerrillas en la ciudad, para lo cual debe ser audaz en la realización de los operativos y no disputarse ninguna zona, ya que el enemigo podría ubicarla fácilmente y su fortaleza estaría dada por la capacidad de sorpresa que posea y por el nivel de conspiración que se logre por parte de su dirigencia. (NARVAEZ, 2012)

17

Como se menciona anteriormente, la forma en que surge éste movimiento se encuentra ligada

a Gustavo Rojas Pinilla, quien luego de ser llamado a juicio por el Congreso y haber recobrado

sus facultades políticas, inicia un partido político con bases populares y en clara oposición al

Frente Nacional. De esta manera nace la Alianza Nacional Popular.16La ANAPO, recoge

disidencias tanto del conservatismo como del liberalismo y se instaura como el “tercer partido”.

En palabras de Rojas Pinilla “será la contraparte de la oligarquía bipartidista.”

(ATEHORTÚA, 2010). Es de destacar que a la tendencia disidente del liberalismo se le llamó

ANAPO-liberal y de manera correspondiente a la conservadora ANAPO-conservadora.

A las elecciones presidenciales de 1966 la ANAPO participa con José Jaramillo Giraldo

(disidente liberal, de tendencia izquierdista) quien obtiene el segundo lugar con una considerable

votación; 4 años más tarde todo cambiaría.

El 19 de Abril de 1970, los boletines informativos dan extraoficialmente como ganador de las

elecciones presidenciales al candidato por la ANAPO, el General Gustavo Rojas Pinilla por una

mayoría abrumadora, pasadas unas horas, se comunica la suspensión de la transmisión de los

escrutinios y el ambiente en las calles empieza a cambiar, el gobierno se compromete a respetar

el resultado de las elecciones. Al día siguiente los resultados cambian, la diferencia de casi

114000 votos no sólo ha disminuido, de hecho se ha superado; el candidato conservador (Frente

Nacional) Misael Pastrana Borrero, supera por casi 2600 votos a Rojas, el escrutinio final le

otorga al candidato del Frente Nacional una diferencia de más de 60000 votos y por tanto la

presidencia. Curioso es que, algunos de los datos que favorecían a Rojas el 19 Abril, los

16 En adelante ANAPO

18

siguientes días hubiesen disminuido, errores telegráficos y demás fueron justificaciones que muy

pocas personas creyeron. (ATEHORTÚA, 2010)

Según relata Carlos Toledo Plata, para ese entonces Representante a la Cámara por la

ANAPO-Liberal, en una entrevista concedida a la periodista Patricia Lara,17 la agitación en las

calles no se hace esperar. La gente se encuentra indignada, siente deseos de destruirlo todo, el

fraude electoral se consuma pero no pasa nada; el presidente Lleras decreta el toque de queda, la

respuesta del General Rojas, su hija María Eugenia, y la dirigencia de la ANAPO es inexistente,

la casa en la que se encuentran es rodeada por militares, el candidato de la ANAPO se reúne a

escondidas (según afirma Toledo Plata) con el presidente, acuerda aceptar la victoria de Pastrana.

(LARA, 1982)

Para el pueblo Anapista ésta reacción es el equivalente a una traición, pues no era de

esperarse dicha pasividad de aquel hombre que había sido capaz de fraguar un Golpe de Estado.

A la espera de armas para defender el resultado de las elecciones, para que se respete su derecho

soberano, Rojas no da luz verde. Inicia entonces la desbandada de Anapistas, algunos dirigentes

y candidatos de la ANAPO demuestran su inconformidad por tal actitud, postulan en la jefatura

única del partido a María Eugenia Rojas y efectivamente el partido se transforma, se organiza en

dependencias, distanciándose así de las facciones liberales y conservadoras, el partido es algo

distinto. Con María Eugenia en la jefatura, en 1971 se declara la Plataforma de Villa de Leyva,

donde la ANAPO se reconoce como nacionalista, revolucionaria y popular, fundamenta su lucha

en la defensa de la soberanía patria y la aplicación del socialismo dentro de las condiciones

particulares del país.

17 Parte del libro: “Siembra Vientos y recogerás tempestades”. 1982. Usar una sola forma de citación. O APA, o Icontec. Por otro lado, esta referencia está incompleta, en cualquiera de las dos formas.

19

El referente principal del discurso de proclamación fue la plataforma ideológica y política del

partido, documento a través del cual la Anapo condensó su proyecto de nación para el país. A

través del texto Rojas anunció como objetivo principal de la Anapo, establecer un estado

nacionalista, socialista y popular a fin de alcanzar el poder para el pueblo. Al proclamarse Rojas

como receptor del legado socialista del general Rafael Uribe Uribe, de Jorge Eliécer Gaitán y de

Camilo Torres, depuraba el discurso populista que venía pronunciando a lo largo de la década

del sesenta: “me gustaba y compartía las ideas de Jorge Eliécer Gaitán, las cuales fueron a

favor del pueblo”. Tres ejes constituyeron los fundamentos de la propuesta política del

anapismo: la defensa de la soberanía patria, la aplicación del socialismo dentro de las

condiciones y características del país, es decir, del “socialismo a la colombiana”, y la

transformación del sistema bipartidista en un sistema de partidos que promoviera “la libertad

plena de funcionamiento de todos los partidos políticos” 18 (BAEZ, 2004)

Para el año 1973 Carlos Toledo Plata junto a otros Anapistas radicales se encargan dentro del

partido de cumplir doble misión, a la luz son políticos, a escondidas empiezan a armarse, el

objetivo principal es hacer respetar los resultados de unas próximas elecciones. No es sino hasta

que Andrés Almarales quien también hace parte del partido lo contacta y le explica

Se trataba de crear un movimiento armado que trabajara dentro de la ANAPO, que fuera

cobrando fuerza y que, sin desconocer la dirección oficial, mantuviera su independencia como

grupo interno. Yo estuve en seguida de acuerdo con el proyecto: coincidía con lo que ya venía

haciendo sin obtener resultados significativos (LARA, 1982)

De forma casi que paralela Jaime Bateman, un hombre formado en el Partido Comunista,

siendo guerrillero de las FARC desde 1966 coordina junto con Luis Otero, desde las ciudades,

18 Consultar la Plataforma Ideológica y Política de Alianza Nacional Popular. Partido del Pueblo. Villa de Leyva, junio 13 de 1971.

20

acciones militares con el fin de afianzar la red urbana, expulsados de las FARC en 1972 por

defender que el punto de convergencia de la lucha armada debía ser la ciudad como escenario de

concentración del poder. Con esto, surge la idea de organizar un movimiento propio que

agrupase personas con intenciones de superar los dogmatismos de la izquierda junto con Álvaro

Fayad, Iván Marino Ospina y Carlos Pizarro Leongómez (todos desvinculados de las Fuerzas

Armadas Revolucionarias de Colombia)

Bateman afianzó el control de la nueva estructura, y sigilosamente incorporó a muchos

inconformes provenientes del Partido y de otras organizaciones radicales; el común

denominador: estos jóvenes habían sido marginados de aquellos grupos por dirigentes

autoritarios. La maraña organizativa armada por Bateman fue de tal calibre que la dirección del

Partido Comunista se demoró tres años en expulsar a todos los integrantes de la red. Para 1972

la estructura estaba enteramente por su cuenta, y acerca de Bateman se contaban leyendas

negras. Las más pesimistas advertían sobre un “provocador policiaco” y un anarquista

siguiendo los pasos de los “terroristas rusos”. A finales de 1972 Comuneros, nombre que se dio

a sí misma la nueva organización, empezó a operar con los siguientes puntos programáticos:

defensa de las formas de lucha rural y urbana, apoyo al campo socialista, lucha por la liberación

nacional, unidad guerrillera, rescate de los valores nacionales y lucha contra el sectarismo y el

dogmatismo de la izquierda tradicional. (LARA, 1982)

De esta forma, la ANAPO cuenta con una base política y de masas considerable que busca

organización revolucionaria y de estructuras clandestinas; “Comuneros” brinda toda la estructura

organizativa y revolucionaria. Como la ANAPO engendra una unión de disidencias y superación

de sectarismos, comparten la apuesta por la construcción de una identidad nacional y la

alineación hacia el socialismo. Jaime Bateman se contacta con Toledo Plata y a partir de allí se

empieza a trabajar el empalme; Bateman plantea a Toledo la manera en que se debe organizar

21

clandestinamente la ANAPO y la necesidad de involucrar a María Eugenia en todo el plan,

Toledo previendo el desacuerdo de la dirigente y la posible infiltración de los militares involucra

a Hélmer Marín (más adelante dirigente del M-19). En la ciudad de Cali, transcurriendo el año

1973 se realiza la primera conferencia del M-19, donde aparte de consolidar el nombre del

movimiento, día y hecho que pasa a ser hito en la Historia contemporánea de Colombia, se

constituye la primera dirección, un buró directivo al que pertenecen grupos políticos y

operativos, donde todo se decide por consenso.

En 1974 y luego de semanas de una gran campaña de agitación publicitaria donde se “ofrece”

la llegada de un nuevo y milagroso “producto” para acabar con toda clase de males, el 17 de

enero de 1974, se sustrae la Espada del Libertador Simón Bolívar, hecho más que espectacular,

significativo con la consigna “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”, y de manera paralela la

toma del Concejo de Bogotá con la arenga “Con el pueblo, con las armas, con María Eugenia al

poder, Movimiento 19 de Abril M-19” el M-19 hace su primera aparición pública.

La hija del General Rojas, se encuentra igual de sorprendida a los demás, en reiteradas

ocasiones afirma no pertenecer a ningún grupo insurgente y que quienes usan su nombre lo

hacen de manera ilegítima. De esta manera, entra en escena pública el M-19, con su derroche de

irreverencia gana bastantes seguidores en cuestión de días.

El nacimiento de este movimiento insurgente, puede explicarse desde el contexto aquí

esbozado, pues la combinación de condiciones sociales y políticas que se contradicen y

complementan de manera dialéctica se configura como causa de la emergencia de la violencia

que se afirma como punto de convergencia entre la desazón, la represión y la expresión del

sentimiento de inconformismo con el orden vigente; ella que se institucionaliza en la memoria

colectiva y en la vida de todos los colombianos. Junto con lo anterior la avanzada de las

22

revoluciones alrededor de América Latina, brindan también un ambiente de confort para el

desarrollo de los postulados insurgentes. Aunque se dificulte reconocerlo, la acción violenta se

convierte entonces, en la forma de defensa efectiva y búsqueda de la conquista del poder. La

negativa de la participación política desde uno u otro accionar por parte de la clase dirigente

agudiza las contradicciones hasta el punto de fecundar uno o varios levantamientos armados.

(LARA, 1982)

En palabras del profesor Carlos Medina Gallego (MEDINA GALLEGO C. , 2010) es posible

considerar y reconocer el conflicto como una configuración histórica, política, social y

económica desarrollada en su máxima expresión a través de la confrontación armada; la

exacerbación de dichos elementos estructurales alimentan a diversos actores del conflicto

armado y proliferan su accionar.

LA AVANZADA POLÍTICA Y MILITAR

Según la investigadora Ginneth Narváez (2012) el accionar del M-19 puede entenderse

desde tres fases de guerra y que en este trabajo se usan como punto de partida para la

interpretación de las mismas, en este sentido la primera fase comprende desde 1974 hasta 1981

y se relaciona con el desarrollo urbano bajo la metodología de guerra urbana, la segunda fase se

entiende desde 1981 hasta 1984 y se caracteriza por las consecuencias de la persecución y

represión a los líderes del movimiento por parte de militares, lo que desemboca en el repliegue

de una gran parte de sus militantes hacia la ruralidad, aquí se comprende la metodología de

23

acción como la combinación del método foquista rural19 y el de guerra urbana. Por último, la

tercera fase comprende el periodo que va de 1985 a 1989 en el cual el accionar se enmarca en el

evidente agotamiento de los métodos, crisis estratégica que cuestiona el modelo insurreccional y

la constante presión para la instauración de una negociación formal. (NARVAEZ, 2012)

Primeros años, agitación sectorizada

El M-19 irrumpe en la escena de la nación con la toma de la espada de Bolívar el 17 de Enero

de 1974; acto que más que espectacular es simbólico puesto que le proporciona reconocimiento,

inscribiéndolo de esta manera en una corriente internacional de ideario bolivariano. Pocas horas

después de tener en su poder la espada, el M-19 se toma el concejo de Bogotá con el propósito de

dar a conocer su razón de ser y mostrar su fortaleza e irreverencia.

En éste sentido, la sustracción de la espada del Libertador puede entenderse desde lo que

concretamente es, la insignia de la liberación de la nación y la imagen de Bolívar reflejada en su

pensamiento junto con la invitación a todos los sectores de la sociedad a luchar por la

construcción de una identidad nacional que le permita engendrar un país diferente. Así mismo, el

M-19 se inscribe en el pensamiento de unidad latinoamericana promulgada por Simón Bolívar,20

definiéndolo a su vez en su estrategia de guerra urbana.21

19 Este método fue propuesto por el Ché Guevara intentando generalizar y teorizar la experiencia de la revolución

cubana. Bajo este método se destacan unas características particulares que lo van a diferenciar dentro de los presupuestos clásicos de la lucha armada. En este método se propone la creación de las condiciones objetivas y subjetivas para el logro de la revolución. Parte de la necesidad de creación de un foco insurreccional, que debe crecer en el campo y es en la lucha agraria en dónde radica la esencia de su disputa. Se debe contar con el campesinado como el respaldo a la lucha revolucionaria. (NARVAEZ, 2012)

20 El ideario bolivariano de búsqueda de la unión o confederación de los estados de América sobre la base de los anteriores virreinatos, se formula en el Congreso Anfictiónico o de Panamá convocado por Simón Bolívar en 1826. Para mayor información sobre el Congreso consultar (Fundación Biblioteca Ayacucho, 2010) 21 Entendiendo de igual manera la magnitud de lo que significa adentrarse en las dinámicas de la ciudad donde la cohesión social se experimenta en gran magnitud siendo caracterizada por el constante actuar de acuerdo a normas y la

24

Aunque los primeros meses transcurrieron sin mayor agitación, en un año el Movimiento

pasaba de 30 a 200 militantes aproximadamente, por tanto debe responder a una demanda

económica también en aumento. De esta manera recurren a la retención de rehenes por motivos

económicos (secuestro extorsivo) y en otras ocasiones por cuestiones de presión política (rehenes

políticos). Uno de los casos más representativos es el secuestro del presidente de la Central de

Trabajadores de Colombia CTC, José Raquel Mercado quién es retenido por ser, supuestamente,

agente de la Central de Inteligencia Norteamericana y traicionar a la clase obrera. El M-19

procede con una estrategia populista22 poniendo su suerte en manos del pueblo, el dirigente

sindical es condenado por parte de los insurgentes ante un país que poco a poco se involucra en

mayor grado con las nuevas expresiones del conflicto

Desde el inicio sus líderes se empezaron a congregar con el objetivo de crear una

guerrilla distinta, que fuera capaz de lograr la unidad de los grupos revolucionarios del

país; con un cuerpo armado que fuera capaz de generar una guerra irregular urbana, en

la que se desarrollaran diferentes hechos de hostigamiento, y se lograra posicionar el

enemigo a la defensiva. Las acciones las desarrollaría un grupo clandestino que buscaría

popularidad y con base en ella, crecimiento. Este grupo se proponía atacar la moral de las

fuerzas armadas institucionales, generar acciones de alto impacto para el país y promover

un ideario nacionalista y latinoamericanista (NARVAEZ, 2012).

Entre 1976 y 1977 el M-19 continúa con su desafío a la institucionalidad del país con un

accionar sin precedentes al extraer armamento de una importante firma de valores en el Valle del

fuerte estructura de seguridad, dado que es donde se concentra la mayor parte del poder económico y político y que el M-19 con gran audacia logró penetrar. 22 Desde el discurso populista se crean escenarios de radicalización política, en donde se define un nosotros (comprendido por los simpatizantes y militantes del movimiento) y un ellos integrado por la definición de aquello que se construya como enemigo, se construye un pueblo frente a un enemigo. (NARVAEZ, 2012)

25

Cauca (Thomas de la Rue) y el secuestro de Hugo Ferreira, gerente de Indupalma con el objetivo

de presionar el arreglo favorable de una huelga iniciada por los trabajadores de la empresa,

dichas operaciones son exitosas y se esgrimen como peldaño en la escalada de la nueva ola de la

insurgencia en Colombia.

Formación de cuadros

Para Septiembre de 1977 y luego de V Conferencia Nacional del M-19 se aprueba la primera

escuela político-militar rural que opera en los departamentos de Chocó y Caquetá. Esto como

respuesta al decreto de Estado de Sitio23 formulado el año anterior por el Presidente Alfonso

López Michelsen (1974-1978). Luego se puede entender el auge, expansión y prolongación de

tales escuelas con la continuación del Estado de Sitio en el gobierno de Julio César Turbay,

(1978-1982), lo cual se acompaña con la formulación y aplicación del Estatuto de Seguridad

Nacional, cuyo principio se define como la extensión de los mecanismos por los cuales las

Fuerzas Militares pueden ejercer continua represión a cualquier tipo de oposición. Esto permite

primero la sistemática violación de derechos humanos y segundo, que éstos recursos legales se

conviertan en un potente muro de contención a la avanzada guerrillera en todos los frentes. De

esta manera en Caquetá se inician las “guerrillas móviles” producto de las escuelas de formación

23 Decreto 1249 del 26 de junio de 1975. Que desde la expedición del Decreto 1136 de 1975, mediante la cual se

decretó el estado de sitio en los Departamentos de Antioquia y Valle del Cauca, han continuado hechos delictivos

contra los particulares, cuyas frecuencia y generalización alteran gravemente la paz pública y perturban o impiden

el ejercicio de las libertades o derechos ciudadanos, reconocidos por la Constitución y por las leyes y esenciales

para el funcionamiento y preservación del orden democrático, propio del Estado de derecho. Que el Consejo de

Estado dio concepto favorable para que el Gobierno, en el momento que lo estimare conducente, utilizara las

facultades establecidas en el artículo 121 de la Constitución. Artículo 1º Extiéndasea todo el territorio nacional las

declaratorias de turbación del orden público y de estado de sitio, hechas para los Departamentos de Antioquia,

Atlántico y Valle del Cauca, mediante Decreto 1136 de 1975. (JARAMILLO J. E., 2015)

26

político militar en los municipios Belén de los Andaquíes, Albania y Morelia; la móvil del

Caquetá se denomina Simón Bolívar.

La ciudad, escenario político

Con el objetivo de reivindicar la memoria del caudillo, en Abril de 1978 el M-19 se toma la

casa museo Jorge Eliécer Gaitán para realizar un homenaje. De igual forma en Mayo del mismo

año deciden tomarse la Embajada Nicaragüense en territorio bogotano, en señal de apoyo al

Frente Sandinista de Liberación Nacional, que libra una lucha insurreccional contra la dictadura

de Anastasio Somoza; de esta manera de evidencia la importancia del contexto latinoamericano

en la caracterización de su operar, pues la comandancia del M-19 comprende su relevancia en la

consecución de respaldo y propaganda, además le sirve como inspiración para lo que después se

configura en la Toma de la Embajada de República Dominicana.24

En el transcurso del año 1978 el M-19 destaca en su accionar la toma de revistas, periódicos y

emisoras con fines propagandísticos, busca transmitir mensajes al conjunto de la sociedad civil y

encarnar un tipo de contra-información que le permita llegar cada vez a más personas y

conquistar la opinión, además de demostrar de maneras repetitivas su nivel de alcance en

contextos urbanos.

El desarrollo de un foco urbano de guerrilla es la representación de la disidencia que lleva a

Jaime Bateman a alejarse de las FARC. Su concepción de trabajo popular representa la

consolidación de un proyecto insurreccional de renovadas características que facilite la

constitución de cuadros políticos y la toma del poder. Bateman comprende en su momento lo

24 Se inspiraron en la toma del Palacio de Gobierno Nicaragüense por parte de los Sandinistas, éstos exigieron garantías tales de liberación de presos políticos, aceptación de demandas laborales, dinero, asilo político en Panamá a las cuales el gobierno accedió. (VILLAMIZAR, Aquel 19 será: una historia del M-19, de sus hombres y sus gestas, un relato entre la guerra, la neogciación y la paz, 1995)

27

imperioso de involucrar diversos sectores de la sociedad civil en su clara contraposición a las

circunstancias colombianas, aprovechar unas condiciones sociales agudas con el objetivo de

cimentar estructuras políticas en busca de fines políticos.

28

CAPÍTULO II

CONFLICTO ARMADO Y LA LUCHA POR LA PAZ

Algunos de los hechos que llevan a la guerrilla del M-19 a convertirse en un movimiento de

vanguardia a nivel nacional e internacional se abordan en este capítulo, permitiendo además

comprender aspectos del contexto político y nacional de la época. De igual manera con ello se

reflejan elementos trascendentales en el posicionamiento del M-19 como movimiento abierto a

las vías de diálogo.

LOS HECHOS EN CONTEXTO Y LAS INICIATIVAS DE PAZ

El Gobierno Turbay, todo ciudadano debe armarse como pueda…

El mandato del presidente Julio César Turbay (1972-1982) se caracteriza por ser un periodo

de transición entre el fin del Frente Nacional y la crisis política enmarcada por una fuerte

incidencia de grupos insurgentes. El inicio del fenómeno del narcotráfico y las contradicciones

de los partidos políticos dominantes. Sumado a ello la férrea convicción de la implementación de

un Estatuto de Seguridad Nacional en donde se ampliase el concepto de enemigo interno,

transgrede la libertad de los ciudadanos y sus derechos. (NARVAEZ, 2012)

Ballena Azul

Transcurren los primeros meses de mandato y la “bienvenida del M” no se hace esperar. En

respuesta a la política militarista y al Estatuto de Seguridad Nacional, el 31 de Diciembre de

1978, un comando del movimiento asalta más de 5000 armas del “Cantón Norte”, base militar de

gran importancia para la capital del país por medio de un túnel subterráneo. En palabras de

Bateman:

29

Lo del Cantón obedeció a la necesidad de desarrollar un proyecto político. En ese momento el

M-19 era bastante grande y su realidad y su desarrollo le exigían mantener un alto grado de

armamento y de municiones. En ese momento iniciábamos el trabajo rural, aunque teníamos

fama de ser urbanos (BATEMAN, s.f.)

Siendo consecuente con el ideal inicial de armar al pueblo, el M-19 en publicación del 1 de

Enero de 1979 haciendo eco de su lema “Con el pueblo, con las armas ¡Al Poder!” titula: “Todo

ciudadano debe armarse como pueda… y lo hicimos!!! 5000 armas para el pueblo”. (M-19,

1979)25

El golpe del Cantón Norte (Operación Ballena Azul) es estruendoso tanto para el gobierno y

las fuerzas militares, como para el grupo, después de éste la dinámica contrainsurgente se

intensifica, prueba de ello la avanzada militar que logra recuperar casi la totalidad del arsenal

robado, la “cacería de brujas” deja como resultado más de 200 personas acusadas de pertenecer

al movimiento guerrillero; más de 100 juzgados en rebeldía en el consejo de guerra masivo que

se adelanta, muchos de los dirigentes del movimiento permanecían en la clandestinidad y no

estaban plenamente reconocidos como el caso de Carlos Toledo Plata ex congresista y fundador

del M-19, a raíz de la acción se identifican; en una entrevista sobre la detención masiva para el

diario “El País” de España afirma:

“Pregunta: ¿Y cuál es ahora la consigna sobre el juicio que será reanudado en pocos días?

25 Referenciando al General Camacho Leyva en Septiembre de 1978, el periódico El Tiempo lo dice de esta manera: “En el peculiar tono, entre mamagallista e irónico, que el M-19 empleaba en sus comunicados, encabezaba el boletín la frase que el ministro de Defensa Camacho Leyva utilizara 112 días antes, a propósito del atentado y muerte del ex ministro Pardo Buelvas: Todo ciudadano debe armarse como pueda. A lo cual agregan los subversivos: Y lo hicimos: 5.000 armas para el pueblo!” Por: Armando Caicedo G / 22 de enero de 1992

30

Respuesta: En general, nuestra consigna es ni rendirse, ni asilarse, ni callarse. Para los que

están detenidos y van a comparecer ante el tribunal militar la orden es que transformen el

consejo de guerra en una tribuna política. Además, allí hay mucha gente que no está

comprometida ni tiene nada que ver con la estructura direccional del M-19. Los hay que son

simpatizantes. Yo diría que sólo el 50% son oficiales del M -19.” (TOLEDO, 1979)

En este sentido y siguiendo a Darío Villamizar (1995) ex combatiente del M-19 e

investigador se puede afirmar que la “Operación Ballena Azul” (Toma a la base Cantón Norte)

se presenta por un lado como éxito rotundo por las razones expuestas más arriba, pero a su vez

adquiere efecto boomerang para la organización pues, se afirma que el momento de realizar una

acción de tales características no es el indicado debido a que el grupo no se encuentra dentro del

concepto plenamente militar y por tanto las represalias son estruendosas y difíciles de

contrarrestar.

Después de la “Operación Ballena Azul”, en la VII Conferencia Nacional del M-19 se

abordan experiencias, se entienden los errores que permiten la captura de gran parte de su

militancia y a partir de allí se encuentra la necesidad de conformar un ejército mejor

estructurado, armado y organizado para combatir a las Fuerzas Armadas, el cual propicie la lucha

armada por la democracia. (NARVAEZ, 2012)

Con lo anterior se afirma que la toma de armas del Cantón Norte es un hito en la historia del

M-19 pues, a partir de allí se estructura el aparato militar que en un futuro le propicia otro tipo de

accionar en la ruralidad. También, los presos políticos se convierten en bastión movilizador tanto

de la sociedad civil como de los insurgentes en la clandestinidad llegando a promover propuestas

de amnistía, indulto y diálogo nacional.

31

El año 1979 para el M-19 podría decirse que es un año de transición pues, al aumentar la

magnitud de sus operaciones, se incrementa de manera proporcional la persecución hacia sus

militantes. Así su despliegue parcial hacia la ruralidad y la puesta en marcha de las “móviles

guerrilleras” produce en el mes de mayo la primera toma de una población entera en Belén de

los Andaquíes, Caquetá y en la cual el movimiento asalta la estación de Policía y la Caja Agraria.

Toma de la Embajada

El miércoles 27 de Febrero de 1980, el Comando Jorge Marcos Zambrano liderado por el

“Comandante Uno” de forma armada asalta la Embajada de la República Dominicana (conocida

por el Movimiento como “Operación Democracia y Libertad”). En el grupo de rehenes tomados

en el asalto se encuentran embajadores, delegados diplomáticos, invitados y trabajadores. Las

condiciones del grupo armado para la liberación de los más de 50 rehenes incluyen el retiro del

cerco militar al sitio, la liberación de todos los presos políticos, la entrega de U$50 millones de

dólares y la publicación de un manifiesto de su autoría en la prensa nacional e internacional.

Bastante documentación investigativa y de prensa se encuentra sobre éste hito en la historia de

las guerrillas en Colombia, 26 fueron 61 días de toma y negociación donde el M-19 logra

posicionar algo más allá que una exigencia particular, entre diversos factores, la operación tiene

éxito gracias a que permite denunciar y evidenciar la violación de los Derechos Humanos y la

implementación de distintas formas de tortura, catalogadas por Naciones Unidas como tratos

crueles, inhumanos y degradantes. Según ex-combatientes27, la Toma de la Embajada es una

respuesta a la represión de la protesta social, evidenciando así la falacia de la democracia en

26 El estudio de (NARVAEZ, 2012), enfatiza en la documentación sobre la toma de la Embajada allí se anexa un análisis de prensa sobre el día a día de la operación. 27 Vera Grabe, Otty Patiño. (GRABE, 2015)

32

Colombia; luego del asalto el balance es positivo. El Movimiento afirma que se cumplen los

objetivos iniciales: salir en un avión destino a Cuba donde los acogen como exiliados, el pago de

un millón de dólares y el reconocimiento por parte del Gobierno colombiano de la violación a los

derechos humanos. Aunque no pudo lograr la libertad de los presos políticos, si obtiene sembrar

tres ideas fundamentales en la opinión nacional: la discusión sobre la situación real de la

democracia en Colombia, el interés del M-19 en la apertura de la misma y la posibilidad de la

salida negociada al conflicto mediante el “Diálogo Nacional”.

La Toma de la Embajada se configura sin lugar a dudas, como primer referente de

negociación con un grupo alzado en armas. La tradición política colombiana, reacia a dialogar

con grupos alzados en armas, encuentra a una guerrilla como interlocutora en la búsqueda de

concretos fines políticos; verdaderamente este hecho reconfigura el debate en el país.

La propuesta

En Junio de 1980 y después de los sucesos de la Embajada, con la iniciativa del M-19 de

diálogo abierto con el Gobierno Nacional, Jaime Bateman cita al Presidente de la República en

Panamá para realizar los primeros acercamientos en la construcción de una propuesta

democrática. El gobierno Turbay responde con órdenes de captura. Esto lleva a los guerrilleros a

huir hacia Costa Rica. Sumado a ello, se permite presentar un proyecto de amnistía condicional

ante el Congreso de la República, la cual es rechazada no sólo por el Movimiento, también por

algunos políticos y analistas pues, no imprime las garantías suficientes para la consecución de

objetivos de participación política claros, sino que más bien impone una entrega a las

autoridades, pues contempla prácticas antiguerrilla y mantenimiento del estado de sitio.

33

En respuesta de ello y al mejor estilo del M-19, en el mes de julio se toman una estación de

radio y en agosto secuestran al parlamentario ponente del proyecto de amnistía incondicional

Simón Bossa junto con algunos periodistas con el objetivo de expresar su inconformidad y

rechazo ante la ley de amnistía condicional. En septiembre del mismo año, en el municipio de

Potosí, Cundinamarca el ejército intercepta una cumbre de comandantes del M-19 de la cual

Jaime Bateman logra escapar. En noviembre, el grupo insurgente intercepta las señales de la

televisión nacional con su canal RTV-M19 donde anuncia el lanzamiento de Jaime Bateman

Cayón como candidato a la Presidencia de la República, sentando así también voz de rechazo a

la propuesta de amnistía del gobierno.

Lo ocurrido durante este año se presenta como un escenario de reconfiguración del

entendimiento del concepto de Paz, si bien el M-19 expresa desde un inicio una significación

integral de dicho término, en este contexto se entiende aún la Paz como la entrega de la guerrilla

y la cesación de acciones militares; la constante actividad de propaganda del M-19 se piensa

como mecanismo de formación política, su objetivo, revertir la cultura política colombiana.

(NARVAEZ, 2012)

De la ciudad al campo

Hacia 1981 se evidencia el inicio de un cambio de estrategia de guerra que incide en el futuro

de la organización tanto en el campo militar como en el político y democrático, pues se genera

una forma de estrategia “combinada” que integra el accionar urbano con el foquismo,

“Las acciones urbanas y rurales se integran cada vez más y la tendencia, por lo menos en

nuestro caso y en el de las FARC, es la de crear las condiciones reales para materializar lo que

tanto hemos insistido; una guerra COMBINADA en que el campo deje de ser el escenario

34

tradicional de lucha en Colombia y en el que las fuerzas armadas sean enfrentadas con un

criterio de guerra INTEGRAL” (M19, 1979: 22)28

Así, entre enero y febrero en el sur del país (Caquetá y Huila) se inician operaciones: toma de

Curillo (Caquetá) asalto al cuartel, emboscadas para detener la reacción del ejército y acciones

político militares en Chocó. En marzo se efectúa la toma de San Antonio de Getuchá, Caquetá

y por primera vez el M-19 al mando de Jaime Bateman logra tomarse una capital

departamental, Mocoa (Putumayo). Entre abril y julio continúan los combates con el ejército en

Caquetá y Putumayo, en conjunto con acciones armadas en Barranquilla, Manizales, Bogotá y

Santander de Quilichao. El terreno urbano para noviembre de ese año, el M-19 secuestra a

Martha Nieves Ochoa, hermana de los Ochoa miembros del cartel de Medellín exigiendo 12

millones de dólares por su liberación, hecho que culminaría sin obtener dicha exigencia y que

por el contrario daría inicio a férrea persecución entre narcos y guerrilla29.

Si bien el M-19 impone un estilo de vanguardia revolucionaria efectivamente urbana, desde el

año 1982 aproximadamente el accionar guerrillero se concentra en sus móviles rurales que para

1980 comprendía: Regional Bogotá (intermedia Boyacá), Regional Bucaramanga

(Barrancabermeja, Sur de Bolívar), Regional Ibagué (Tolima), Regional Valle (Cauca, Quindío,

Risaralda, Intermedia Popayán, Intermedia Nariño), Regional Medellín (Puerto Nare) y Regional

Sur (Huila, Caquetá, Putumayo. (FAJARDO, 2012)

“ Es preciso recordar que luego de la Ocupación a la Embajada de República Dominicana en

1980, se generaron unos acuerdos transitorios con el gobierno nacional, que demarcaron la ruta

28 M-19 (1979) Conclusiones Séptima Conferencia, junio en (NARVAEZ, 2012) 29 En respuesta al hecho en diciembre el Cartel de Medellín hizo circular un comunicado en el que rechazaba la acción y presentaba al grupo MAS (Muerte a Secuestradores) al servicio de la mafia colombiana, con este grupo se buscaba asesinar a los secuestradores delincuentes o guerrilleros que quisieran tacar a las familias de los narcotraficantes. (NARVAEZ, 2012)

35

hacia lo que pudo haberse concretado como una tregua efectiva con el M-19; sin embargo, el

gobierno no cedió en su posición, mantuvo el estado de sitio y no recogió los planteamientos

aportados por el grupo guerrillero, dentro del proyecto de Ley de Amnistía, con los que el grupo

guerrillero pretendía que se diera un acuerdo plural y acorde con la realidad nacional. Al

imponerse la negativa del gobierno y su presión por la rendición de las organizaciones

insurgentes, los enfrentamientos militares continuaron y de hecho se incrementaron durante los

primeros cinco años de la década de los ochenta. En el texto El Camino del Triunfo de autoría de

Jaime Bateman Cayón, se reconoce el cambio de método de guerra (Bateman, 1982: 2-3). Este

texto de Bateman fue el Informe Central presentado por el comandante de la organización en la

Octava Conferencia realizada en 1982. En este documento de balance, se identifica claramente

que la guerra urbana, iniciada por el M-19 en la década del setenta, la había llevado al campo

colombiano en 1981. Este viraje se daba por dos motivos. Primero, porque el M-19 debió

replegarse dada la represión y los diferentes golpes político-militares asestados a la

organización. Carlos Pizarro afirmaba que sí se hubieran quedado en las ciudades, los habrían

matado (Becassino, 1989: 36), se replegaron como “una única posibilidad de sobrevivir como

proyecto histórico y como opción política” (Becassino, 1989: 36). Pero también, porque uno de

los objetivos propuestos, que consistía en luchar contra el aparatismo, no había sido superado, y

por el contrario la organización se estaba encerrando en sí misma y para abrirse a la población

tuvo como salida cambiar de método de guerra. (NARVAEZ, 2012)

La propuesta del Gobierno: Comisiones de Paz

Aunque la política del presidente Turbay no se caracteriza justamente por una estructura

abierta a la posibilidad de una salida negociada al conflicto armado, la primer iniciativa de Paz

nace en su gobierno; entre un enorme inconformismo con el Estatuto de Seguridad guiado por la

limitación de las libertades sociales, la violación sistemática de los derechos humanos y la crisis

36

de legitimidad del gobierno, se implementan las Comisiones de Paz bajo la dirección del ex

presidente Carlos Lleras Restrepo:

Para que estudiara la situación de orden público y formulara recomendaciones con el fin de

aclimatar la paz y crear un ambiente favorable para que los guerrilleros se acogieran a la

constitución colombiana… El presidente Turbay rechazó las recomendaciones de esa comisión

argumentando que desmoralizarían al Ejército y, la comisión se desintegró con pena y sin

gloria. (PINZÓN, 2013)

Las comisiones de Paz son una iniciativa contradictoria con la propuesta de Diálogo Nacional

generada desde el M-19, pues éstas se caracterizan por ser unidireccionales y pensadas desde la

normativa de la amnistía restringida rechazada por el Movimiento. Aun así, luego de unos meses

de estudio y acercamiento, dichas comisiones aconsejan iniciar procesos de negociación con la

insurgencia colombiana a raíz de su primer informe, de ésta manera el ex presidente Lleras

Restrepo y su equipo realizan una propuesta que contempla entre otros puntos: amnistía

extensiva a delitos como extorsión y secuestro, la eliminación de la condición de entrega previa

de los combatientes a la liberación de presos del movimiento y la única exigencia de manifestar

de manera pública la voluntad de reintegrarse a la vida civil y democrática por parte de los

guerrilleros. (LARA, 1982)

Las recomendaciones y la propuesta se descartan por el gobierno Turbay, debido a que éstas

no se acomodan a los intereses reales del gobierno afirmando que van en contravía a la conducta

que el ejército ha observado y que claramente, resulta desmoralizante para ellos. Como

consecuencia de ello, el ex-presidente Lleras Restrepo renuncia a la Comisión, sentenciando de

esta manera la primera iniciativa de paz. De acuerdo a lo expresado, es este momento no se toma

de manera seria la negociación como salida a la confrontación, bien sea por un arraigo

37

militarista o por el deseo de eliminar al contrario, el campo de batalla no se transforma. (LARA,

1982)

En cuanto al gobierno Turbay, dos meses antes de terminar su mandato y por medio del

Decreto 1674 de Junio de 1982, se declara restablecido el orden público, se levanta el Estado de

Sitio vigente desde 1976 y se deroga el decreto 1923 que enmarca el Estatuto de Seguridad

Nacional. (JARAMILLO, Jorge. 2015)

GOBIERNO BELISARIO BETANCUR (1982-1986), EL INTENTO FALLIDO

Este periodo se encuentra caracterizado por un cambio en cuanto a la manera de abordar el

conflicto con los movimientos guerrilleros y la situación de orden público. El Presidente

Betancur le apuesta a la iniciativa de combinar diálogos directos con los alzados en armas e

impulsar reformas que den cuenta del problema social. La primera se concreta con el proyecto de

apertura política y la amnistía a los alzados en armas y la segunda en el Programa de

Rehabilitación Nacional, conexo con otros programas sociales. Se parte de reconocer el carácter

político de la guerrilla. (LÓPEZ GUTIÉRREZ, 1999)

Amnistía

En Julio de 1982 el ataque con morteros a la Casa de Nariño por parte del M-19, símbolo de

“despedida” al gobierno Turbay, expresa inquietud por parte del movimiento ante la negativa de

diálogo, en el comunicado guerrillero que acompaña el embate se hace un llamado al nuevo

Gobierno a ser partícipe de una propuesta de paz conjunta que permitiese la apertura democrática

y la contribución del pueblo colombiano en el gran Diálogo Nacional.

38

De forma paralela, el M-19 realiza su Octava Conferencia Guerrillera30 de la cual se puede

extraer que el objetivo estratégico del movimiento para ese entonces gira en torno a la

democracia, en consecuencia de ello su programa político se define en doble vía: primero en

lograr la democracia por la vía armada desencadenando una guerra de movimientos y segundo la

construcción del Comando Político Legal, figura política que orientaría el movimiento, teniendo

como referentes los aspectos: democracia real, democracia económica, democracia política y

justicia social. (NARVAEZ, 2012)

La apertura política como consigna del proyecto político del gobierno Betancur y el Plan de

Rehabilitación Nacional (PNR) son prueba de ello, se trata de una estrategia de Paz con la cual

se le pueda hacer frente a las causas objetivas31 de la violencia y establecer relaciones armónicas

entre Estado y sociedad. Tiene como objetivo aumentar la inversión social del Estado y su

presencia en las zonas rurales, para así disminuir el apoyo a la guerrilla. (ALTERNATIVAS A

LA GUERRA: INICIATIVAS DE PROCESOS DE PAZ EN COLOMBIA, S.F) En este marco

se referencia el decreto 2771 que crea la Comisión de Paz32 y de igual forma la Ley 35 de 1982

“Por la cual se decreta una amnistía y se dictan normas tendientes al restablecimiento y

preservación de la paz” que declara amnistía general y sin condición a sindicados por cometer

delitos políticos, además de ello ofrece a los amnistiados que se incorporen a la vida civil bajo el

30 Desarrollada en Caquetá, en el mes de Agosto de 1982 31 Se entiende por causas objetivas / subjetivas: “Una primera aproximación a las causas del conflicto lleva a distinguir las objetivas de las subjetivas,(nota aclaratoria el autor, hace referencia a que es una distinción leninista, que en nuestro medio fue aceptada como válida por Belisario Betancur en su periodo presidencial) estas últimas se explican más por la voluntad política de los actores en conflicto que por las circunstancias de orden social, económico o político que constituirían las primeras” (JAIME, 2003) 32 Cabe destacar que, de forma paralela se inician acercamientos con la guerrilla de las FARC. Consultar acuerdos de La Uribe.

39

amparo de las instituciones y programas de rehabilitación como: dotación de tierras, vivienda

rural, crédito, educación, salud y creación de empleos. (LEY 35 DE 1982, 1982)

Con lo anterior la reacción del M-19 no se hace esperar, los combatientes celebran la

sentencia de la ley y la reciben como una seria posición del Ejecutivo hacia la consolidación de

conversaciones que desencadenen en acuerdos, también precisan que dicha amnistía no es la paz

y que en virtud de ello debe hacerse extensivo un proyecto que involucre a todos los sectores de

la sociedad; con ella a comienzos de 1983, todos los presos políticos del M-19 recobran la

libertad y la gran mayoría retorna a sus actividades insurgentes. Respecto a ello el Segundo

Comandante del M-19, Álvaro Fayad afirma:

“A penas se pone en vigencia la amnistía, le decimos al presidente: “demos el segundo paso,

pero ya, de una”. Y Belisario, a diferencia de Turbay, que hizo una amnistía humillante por la

que mordió el polvo, sí se le mide a la paz y abre una inmensa expectativa que todos acogemos.

Pero además le manifestamos que estamos dispuestos a ir más allá, a colaborarle en un

movimiento nacional que rompa con el estado oligárquico, que rompa con la democracia

restringida y que conduzca a una paz verdadera” (FAYAD, 1985)

Sin embargo, ante la descifrable incredulidad el M-19 opta por mantener e incrementar las

acciones militares como mecanismo de presión para la consecución de diálogo, de esta manera es

como se inicia la “Campaña Jaime Bateman Cayón, por la tregua y el diálogo nacional”,

haciendo honor al Comandante caído el 28 de abril de 1983 en un accidente aéreo en las selvas

del Darién (límites con Panamá) y en la cual el Frente Occidental comandado por Carlos Pizarro

Leongómez protagoniza las tomas de Corinto y Miranda (Cauca), a su vez el Frente Sur

incursiona en Caquetá y Huila. (PIZARRO M. J., S.F)

40

Bienvenido el diálogo

Pese a que la posición de las Fuerzas Militares es de rechazo rotundo a la amnistía y al

diálogo nacional, en julio de 1984 se instala una nueva Comisión de Negociación y Diálogo

conformada por exponentes de la sociedad civil con la cual, finalmente el M-19 acepta dialogar

respaldándose en su avanzada.

A pesar de ello, difícil se presenta el camino para el diálogo pues, el 10 de agosto de 1984 es

asesinado la pieza política más notoria de la organización, el ex diputado de la ANAPO y

dirigente del M-19 Carlos Toledo Plata, un día más tarde el movimiento se toma el municipio de

Yumbo, Valle que se encuentra a sólo 11 kilómetros de Cali; de esto se puede interpretar que la

toma de Yumbo es un suceso que si bien se encuentra planificado con anterioridad por parte del

M-19, también responde al asesinato de Toledo Plata, con este hecho el M-19 manifiesta también

que la tregua se firmaría entre dos fuerzas armadas consolidadas, que ella no es la opción que

toma un movimiento insurgente derrotado y que, por el contrario, se encuentra en uno de sus

mejores momentos militares, el cual lo posiciona como fuerza beligerante a la que el Estado no

puede desconocer.

Estaba preparada Yumbo, pero no imaginábamos que los enemigos de la paz iban a llegar al

extremo de asesinar al compañero Carlos Toledo Plata. Si tenía legitimidad nuestro accionar en

ese momento, con la muerte de Toledo se nos requería dar una respuesta al dolor que sentíamos.

Teníamos el derecho, urgencia, el deber de responder. (PIZARRO LEONGÓMEZ, s.f.)

No obstante, se firma finalmente un acuerdo de tregua entre el gobierno y el M-19 en medio

de actos públicos en Corinto (Cauca) y el Hobo (Huila), a su vez se concentran las columnas

guerrilleras en campamentos para constituir comandos de diálogo y coordinar el proceso

participativo. En este sentido, el M-19 se acoge a una oportunidad de apertura democrática

41

desde el sistema político; fieles a su ideal de construcción de una identidad nacional que se

arraigue en los principios de la democracia, el M-19 al mando de Iván Marino Ospina inicia un

proceso de cese al fuego e instauración de mesas de diálogo nacional

“El Diálogo Nacional se realizaría en tres fases: iniciar con un cabildo abierto popular que

sirviera de escenario para identificar las problemáticas nacionales; luego, una fase de

elaboración de proyectos que planteara soluciones; y por último la aprobación y puesta en

marcha de la normatividad requerida por parte del congreso y el ejecutivo. (VILLAMIZAR,

Aquel 19 será: una historia del M-19, de sus hombres y sus gestas, un relato entre la guerra, la

neogciación y la paz, 1995)

Acercamientos de paz con el gobierno Betancur

En México se reúne el Presidente Betancur con los jefes del M-19 Iván Marino y Álvaro

Fayad, entretanto el 12 de diciembre de 1984 e1ejército hostiga el “Campamento de la Libertad”

del M-19 comandado por Carlos Pizarro en Yarumales, Cauca teniendo como consecuencia, el

rompimiento de la tregua y el desate de una batalla casi mítica en la historia de las guerrillas

colombianas: 26 días en estado de combate en un mismo lugar, la batalla termina el 7 de enero

de 1985. Miembros de las comisiones de paz y verificación adelantan conversaciones para el fin

del combate, al final se pacta cese al fuego y refrendación de los acuerdos de tregua del año

anterior.

De Yarumales podemos afirmar que representa no sólo una gesta militar bastante importante

para la época sino que además respalda la voluntad del M-19 en generar espacios para la

solución del conflicto de manera concertada y no militar, si bien el “M” respondió y resistió en el

combate sus niveles de aceptación en la sociedad civil se incrementan pues, se da por entendido

42

que el Ejército Nacional cerca al grupo guerrillero poniendo en riesgo la tregua y el diálogo

nacional de manera deliberada. (NARVAEZ, 2012)

El sueño truncado en el Palacio de Justicia:

El 6 de noviembre de 1985 la compañía Iván Marino Ospina del M-19 realiza la toma de las

instalaciones del Palacio de Justicia con el objetivo de instar a los Honorables Magistrados de la

Suprema Corte a realizar un juicio político en contra del presidente Belisario Betancur por lo que

consideran vehemente incumplimiento del acuerdo de tregua firmado el año anterior, en un

comunicado que contiene a su vez un derecho de petición33 redactado y firmado por el

Movimiento34 donde explican los hechos que los llevan a tal instancia.

En este documento se puede observar, claro está desde la perspectiva del M-19, la forma en

que no se respeta la tregua y de manera continua se hostiga la iniciativa de trabajo popular del

grupo insurgente en torno a los campamentos de paz teniendo en cuenta lo siguiente: en el mes

de febrero se lleva a cabo la Novena Conferencia Nacional del M-19 denominada “Congreso de

la Democracia”, la cual es prohibida y censurada por el Gobierno Nacional mediante el

estrechamiento los cercos militares al recinto, aun así cerca de 500 personas se reúnen en el

campamento, el movimiento afirma sus serias intenciones de superponer la toma del poder por la

vía política a la militar (NARVAEZ, 2012). De igual manera entre marzo y junio de ese año el

“M” instala los primeros campamentos urbanos de paz muchos de los cuales son asaltados,

hostigados e intervenidos por la fuerza pública con el argumento de ser focos de instrucción

33 Para ampliar la información y acceder al comunicado completo de la “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre” (como los guerrilleros llamaron a la toma del Palacio de Justicia) se puede visitar el siguiente enlace http://www.cedema.org/ver.php?id=408. 34 Como ciudadanos y nombre del M-19 el derecho de petición lo firman: Luis Otero, Andrés Almarales, Alfonso Jacquin, Guillermo Elvecio Ruíz y Ariel Sánchez. Fuente

43

militar, sumándosele a los constantes atentados hacia varios dirigentes del movimiento; a su vez

desde el Gobierno Nacional se decreta como ilegal el paro cívico convocado por diversos

sectores de la sociedad y se mantiene la ofensiva para combatir a la insurgencia. En respuesta de

ello en el mes de junio, el ahora comandante el M-19 Álvaro Fayad, declara el paso de una

actitud defensiva a una ofensiva y la ruptura definitiva de la tregua.

Con lo anterior el M-19 argumenta que, siendo ellos ciudadanos colombianos y en

consecuencia del reconocimiento de sus derechos35, ponen a disposición de los Magistrados de

la Corte Suprema de Justicia, a su ética profesional y reflexión la petición de juicio político. Lo

que sucede después se conoce en la historia de Colombia y el movimiento guerrillero como uno

de sus eventos más penosos y crueles: la retoma de Palacio por parte del ejército efectuada entre

los días 6 y 7 de noviembre, estudios recientes como el del profesor Renán Vega Cantor apuntan

a que la toma no se concibe como evento inesperado ya que inteligencia militar conoce con

anterioridad el plan y permite que se lleve a cabo para poder sitiar a los insurgentes, de igual

forma señala que alrededor de 11 personas, entre funcionarios y guerrilleros, salen con vida de la

incursión armada y hasta la actualidad no se tiene conocimiento de su paradero; de los

desaparecidos del Palacio de Justicia se dice que fueron conducidos junto con otros

sobrevivientes a la Casa del Florero, donde fueron objeto de interrogatorios y torturas. (VEGA

CANTOR, 2015)

La historia del Palacio de Justicia es una historia de encubrimiento oficial y de distorsión de la

memoria histórica; un tenebroso montaje que intenta ocultar toda una cadena de irregularidades

con las que se pretendía facilitar el crimen de Estado, la posterior impunidad con la absolución

35 En el comunicado los guerrilleros se acogen al derecho a la rebelión.

44

de los directos responsables del magnicidio y poner en marcha un perverso, pero no nuevo, plan

de suplantación y falseamiento de la memoria histórica. (MAYA, 2006)

Este episodio, posteriormente reconocido por desmovilizados del M-19 como estruendoso

fracaso, en primera instancia aleja a esta guerrilla de su favorabilidad en la opinión pública

debido a que el objetivo inicialmente propuesto no se corresponde con lo que realmente ocurre.

La imagen que perdura en la historia colombiana es la del Coronel del ejército, Alfonso Plazas

Vega “defendiendo la democracia, maestro”; en segundo momento inscribe el debilitamiento

del método armado al ser este atemporal con los requerimientos propios del contexto como se

afirma a continuación

(El M-19) Pensaba en forma ingenua que a la luz pública podría ser juzgado el gobierno de

Belisario y eso no iba a generar mayores reacciones, porque suponía que el régimen negociaría

de buenas a primeras. Tampoco entendió que la historia no se repite y no podía replicarse lo de

la Embajada de la República Dominicana, cuando luego de dos meses salieron triunfantes hacia

Cuba. Así mismo, olvidaron que no todos los rehenes tienen la misma importancia para el

Estado. Una cosa es tener en su poder a Embajadores como el de Estados Unidos, Israel o Suiza

y otra distinta a magistrados, que no tienen mayor interés para el Estado colombiano y menos

para las Fuerzas Armadas. Como no entendió esos asuntos, el M-19 se dejó arrastrar a la rampa

que se le había tendido e incursionó en el Palacio de Justicia, el lugar donde menos seguros

podían estar, porque allí se encontraba la sede, entre otras instancias judiciales, del Consejo de

Estado, una entidad que a comienzos de 1985 había recibido amenazas, que seguro procedían

del Ejército […] (VEGA CANTOR, 2015)

Finalmente como lo afirma Carlos Pizarro en una entrevista para Teleantioquia, la verdad que

deseaban proponer en el Palacio de Justicia les fue bloqueada y la manera cómo esta se da,

genera un gran traumatismo del cual el país empieza a reponerse con el proceso de paz de 1989.

45

(PIZARRO C. , 1989) Allí la importancia de entender este episodio como elemento trasgresor en

la vigencia de la lucha armada.

Adiós al gobierno Betancur

Luego del holocausto del Palacio de Justicia y finalizando el gobierno de Belisario Betancur,

el panorama político del país nos muestra a unas fuerzas armadas claramente inclinadas hacia el

asedio militar como salida al conflicto, al Poder Ejecutivo en deuda con los acuerdos de paz

debido el escaso avance en este sentido, siendo parte central del discurso y política. Dentro de los

logros se aprecia que la guerrilla de las FARC logra mantener el cese al fuego y se generan las

condiciones políticas para que el movimiento pueda guiar la constitución de un partido político

en el cual participen parte de sus militantes así como agremiaciones sindicales de izquierda y

simpatizantes conocido como la Unión Patriótica, pese a ello no se crean políticas integrales de

dejación de armas ni reinserción, sumado a ello la incidencia gubernamental para la solución de

las causas objetivas del conflicto se queda corta, siendo ejemplo de ello el progresivo

incremento en la tasa de desempleo y la grave crisis de producción agrícola; además el

infructuoso acuerdo de paz con el M-19, la ADO36, el EPL y una facción del ELN ponen en

evidencia la forma superficial con la cual se da tratamiento al problema de la paz.

Siguiendo con lo anterior y a la luz de los planteamientos de (RAMIREZ; RESTREPO, 1998)

en las condiciones colombianas es imposible pensar la paz sin que vaya acompañada de

profundas transformaciones sociales y políticas. Hoy en Colombia, paz, democracia y justicia, o

si se quiere, justicia, democracia y paz son inseparables. O se dan pasos adelante en todas ellas, o

se retrocede en las tres.

36 Auto Defensa Obrera

46

En este apartado se observa la manera en que el M-19 se caracteriza en el debate público del

país, su accionar propio le imprime favorabilidad de sectores tradicionalmente ajenos a la lucha

armada tales como intelectuales, población urbana y hasta políticos. La interpretación de sus

acciones en contexto me permite afirmar que este es uno de los momentos con mayor aceptación

de la insurgencia por parte de la sociedad civil, la manera en que se introduce en la cotidianidad

lo pone la paz y la guerra en boca de la población; sumado a ello el contexto latinoamericano

favorable con la revolución social respalda su proceder.

47

CAPÍTULO III

EL PROCESO DE PAZ Y LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA

La historia del M-19 como movimiento insurgente llega a su fin con los diálogos de paz y

desmovilización que se llevan a cabo con el gobierno de Virgilio Barco (1986-1990), a su vez el

M-19 se transforma en la Alianza Democrática M-19 (en adelante AD- M19) consolidándose

como fuerza política dentro de los marcos legales en Colombia. De esta forma dicho proceso de

paz configura una transformación de fondo en la política colombiana al ser impulsor de la

Asamblea Nacional Constituyente que tiene como resultado la Constitución Política de 1991.

CONTEXTO NACIONAL: GOBIERNO BARCO 1986-1990

Aspectos económicos

El presidente Virgilio Barco es elegido por algo más de cuatro millones de votos37,

perteneciente al partido liberal derrota en las elecciones al conservador Álvaro Gómez Hurtado y

a Jaime Pardo Leal por la Unión Patriótica38. Su propuesta gira en torno al Plan de Economía

Social cuya estrategia direcciona a una convergencia directa en el cambio económico y el cambio

social bajo una nueva orientación política según la cual el crecimiento cumple una clara función

social y, a su vez, dilucida el desarrollo social como factor fundamental de crecimiento.

(BARCO, Así estamos cumpliendo. Plan de Economía Social , 1987) Cabe señalar que para la

década de los 80’s el influjo del narcotráfico y su presencia en la economía colombiana trae

37 El presidente que mayor votación ha obtenido en toda la historia de Colombia es Virgilio Barco Vargas, con 4.214.510 votos, en las elecciones de 1986. NULVALUE, Periódico EL Tiempo. 1 junio de 1998. 38 Partido político de Izquierda fundado en 1985 como resultado de los acercamientos de paz de presidente Belisario Betancur y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)

48

consigo el aumento de la inflación y con ella la devaluación del peso frente al dólar; igualmente

el país es testigo del crecimiento de la inversión transnacional, lo cual acarrea grandes

extracciones de recursos naturales a cambio de muy poco beneficio para la economía

colombiana.

La crisis que trajo la entrada de políticas neoliberales en la década de los ochenta, generó

profundas crisis en los sistemas de educación, de salud y de seguridad social […] La

productividad industrial se deterioró profundamente, la producción del agro presentó retroceso

frente a los anteriores niveles de crecimiento, y el sector fortalecido fue el financiero, donde el

capital privado monopolista resultó ser de los pocos beneficiados, junto a las transnacionales de

inversión de capital extranjero. Con este panorama económico es comprensible el contexto de

agudizamiento de la protesta social, de emergencia de nuevos movimientos sociales y de

descontento entre la población colombiana. (NARVAEZ, 2012)

La lucha contra el narcotráfico

El fenómeno del narcotráfico se consolida como uno de los principales generadores de

conflicto en el país, la consolidación de la política antidroga producto de la presión ejercida por

parte de los Estados Unidos, lleva al Gobierno Nacional a endurecer las sanciones e implementar

estrategias como la extradición en procura de erradicar este problema.

Sin embargo, en la década de los ochenta, la presión de la política antidrogas de Estados

Unidos, y de sectores políticos internos que se oponían al narcotráfico encabezadas por el Nuevo

Liberalismo, fortalecieron la lucha del Estado contra los carteles de la droga. La Decisión

Directiva de Seguridad Nacional 221, declarada por el presidente Ronald Reagan (1981-1989)

en 1986, facilitó la militarización de la estrategia contra las drogas de este país, pues el

narcotráfico fue declarado amenaza letal contra la seguridad del país. A partir de entonces, con

49

variaciones menores, las administraciones de George Bush (1989-1993) y Bill Clinton (1993-

2001) mostraron posiciones acordes con la política de Ronald Reagan. (PUENTES, 2008)

A raíz de ello miembros de los grandes carteles de la droga en cabeza de Pablo Escobar,

conforman el grupo “Los Extraditables” con el cual emprenden un camino de acciones terroristas

contra el Estado y sometimiento al pueblo colombiano.

Bajo el gobierno Barco el país sufrió los más duros golpes de los extraditables, entre ellos: los

asesinatos del director de El Espectador Guillermo Cano, el procurador general Carlos Mauro

Hoyos, el gobernador de Antioquia Antonio Roldán Betancur, el candidato presidencial Luís

Carlos Galán y cerca de cien militantes de la Unión Patriótica, incluido el candidato Jaime

Pardo Leal. (PUENTES, 2008)

Aspectos políticos

En cuanto a los aspectos políticos del gobierno Barco, este busca la estrategia de transformar

la forma de gobernar Colombia llevando a cabo para ello iniciativas como el esquema “gobierno-

oposición” con el cual pretende establecer un mandato plenamente liberal aduciendo al derecho

del partido vencedor de las elecciones a ejercer el poder como lo deseara y a su vez permitir la

oposición democrática enmarcada en el sistema del Estado de Derecho por parte del partido

vencido; si bien es cierto que oficialmente el Frente Nacional terminó en 1974 con el mandato

del presidente Misael Pastrana, la cultura política quedaba empapada de este sistema con el

nombramiento de una cuota burocrática considerable del partido vencido en las esferas del poder

ejecutivo.39 El presidente Barco decide no nombrar ministros ni alcaldes del partido conservador,

luego de duras críticas ofrece algunas alcaldías que el partido finalmente rechaza

39 Disposiciones del Artículo 120 de la Constitución Política de 1886 con la cual se extiende el espíritu del Frente Nacional mediante la fórmula de la participación “adecuada y equitativa”. Revista Semana. 1987

50

Aunque el esquema gobierno-oposición para el gobierno Barco significa un paso para la

apertura democrática real y participativa como lo señala Gary Hoskin “fue una transición del

caos político casi total al surgimiento de una democracia equitativa, participativa y legítima”

(HOSKIN en SANTAMARÍA, Ricardo, 1998), este mecanismo de igual forma se basaba en

criterios bipartidistas en los cuales la oposición la ejerce el Partido Conservador40. Lo anterior,

visto a la luz de los planteamientos de Ernesto Laclau, permite afirmar que las prácticas sociales

se encuentran estructuradas bajo el discurso, al ser éste co-extensivo con lo social que inscribe

las identidades sociales como posiciones diferenciales dentro de un horizonte de significado y

acción, sin fundamento. (LACLAU, s.f) . Para Laclau la práctica discursiva se convierte en

hegemónica cuando logra subvertir las prácticas opositoras que compiten con ella por la

articulación de lo social.

En este sentido, interpreto que aún en un escenario de apertura democrática, el monopolio del

poder (y en este caso de oposición también) por parte de las dos fuerzas políticas tradicionales,

evidencia la hegemonía como intento de extender un conjunto unificado de discursos como

horizonte dominante de la experiencia social, lo anterior quiere decir que el fenómeno

frentenacionalista permea los escenarios de participación política aun siendo estos bajo esquemas

gobierno-oposición. La exclusión del contrario como interlocutor y constructor del discurso

(visto este como articulador de visión y experiencia social de país) permite la continuación del

conflicto social y político que se representa en el conflicto armado; siendo ejemplo de lo anterior

el exterminio de la Unión Patriótica, que tiene como punto de inicio este periodo y es realizado

40 Es necesario señalar que la Unión Patriótica como tercera fuerza política del país ejercía oposición, pero que ésta no se enmarcaba en un contexto de equivalencia de poder de la misma, para la opinión pública y el mismo gobierno el partido de oposición era el conservador, la cuota burocrática que se ofrecía era para ellos en especial; sumado a ello la Unión Patriótica debió afrontar desde este periodo el asesinato de miles de sus líderes políticos.

51

en gran parte por agentes estatales y paraestatales, el cual permite evidenciar este tipo de

discurso político como transmisor de identidades sociales unificadas.

Política de Reconciliación, Normalización y Rehabilitación

Pese a lo anterior, en su discurso de posesión el Presidente Virgilio Barco, afirma que en su

mandato “abrir espacios democráticos para que quienes no comparten la ideología del

establecimiento puedan expresarse de manera legal, sin apelar a la violencia” (BARCO, 1986)

es una prioridad. En este sentido, la Política de Reconciliación, Normalización y Rehabilitación

se posiciona como bastión del gobierno en la búsqueda de la paz, ella sería política de Estado.

De acuerdo con lo anterior se hace un balance de contexto, debido a que el único proceso de

negociación que sigue vigente es el iniciado en el gobierno anterior con las FARC, el cual se

presenta un tanto ambiguo y no ajusta plazos, fechas de dejación de armas ni reincorporación. En

vista de ello y con la experiencia del proceso roto con el M-19, la metodología de paz se

transforma a fondo.

La transformación de la metodología de paz se realiza a través de la institucionalización del

proceso con la creación del cargo, en calidad ministerial, de Consejería para la Reconciliación,

Normalización y Rehabilitación cuyo titular es Carlos Ossa Escobar, quien debe responder en sus

plenos poderes con sus plenas responsabilidades ante el congreso y el gobierno por el rediseño

de la Política de Paz integrando en ella el Plan Nacional de Rehabilitación con el cual se

pretende atender las demandas de las comunidades donde el Estado no hace presencia efectiva.

(SANTAMARÍA, 1998)

52

A su vez el Plan Nacional de Rehabilitación con Rafael Pardo41 debe reformularse (pues es

legado del gobierno anterior) para hacerlo parte integral de la política de reconciliación siendo

éste, estrategia de acercamiento del Estado con las comunidades excluidas. La

institucionalización de este proceso metodológico permite a los colombianos (no sólo a la

guerrilla), comprender que el diálogo se debe realizar con todos los sectores del país.

(SANTAMARÍA, 1998) Para tal fin se propone cerrar la brecha entre civiles (entiéndase por

Presidente, ministros, consejeros, etc) y militares llevando el proceso de paz y cada mecanismo

utilizado en el mismo al Consejo Nacional de Seguridad integrado por el Ejército Nacional, la

Policía Nacional, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), ministros y consejeros.

Cabe señalar que sólo hasta 1988 se genera desde el gobierno la “Iniciativa para la Paz”, un

viraje en la Política de Reconciliación, Normalización y Rehabilitación con el objetivo de

reconocer la negociación como aspecto fundamental en la búsqueda de la paz , admitiendo

nuevamente a los grupos armados como interlocutores válidos del gobierno; es decir que con esta

serie de políticas el gobierno Barco pretende acercar a la población civil hacia el Estado y

alejarla de la insurgencia, atendiendo las causas objetivas del conflicto colombiano.

EL MOVIMIENTO INSURGENTE

Momento militar M-19

Durante los primeros años de este periodo el M-19 vive uno de los más álgidos momentos en

su historia, los asesinatos de sus comandantes Iván Marino Ospina42 y Álvaro “El Turco”

41 Quien más tarde se convertiría en el jefe negociador por parte del gobierno en la firma del acuerdo de paz con el M-19 42 Muere el 28 de Agosto de 1985 resistiendo a una emboscada del ejército en su casa en Cali

53

Fayad43, el duro golpe de la toma y retoma del Palacio de Justicia junto con la eliminación

selectiva de sus líderes político-militares y miembros de la base social que logra conseguir,

llevan a la guerrilla a buscar alianzas con otros movimientos insurgentes que le permitiesen

presionar por la vía armada la consecución de diálogos de paz. (NARVAEZ, 2012). De esta

manera la incursión del Batallón América más que otro de los grandes episodios del M-19, se

arraiga como esperanza para sobrevivir al momento crítico del movimiento. Aunque si bien es

cierto el M-19 se encuentra reducido militar y políticamente y por ello busca aliarse con otras

guerrillas, no se debe desconocer el espíritu bolivariano y nacionalista que guía la iniciativa de la

integración de movimientos insurgentes latinoamericanos44, además de ello se posiciona como

cimiento de la conformación de la Coordinadora Nacional Guerrillera y la posterior

Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.

La columna del Batallón América genera incursiones armadas sin precedentes con alrededor

de 500 guerrilleros en la campaña “Paso de Vencedores”, búsqueda infructuosa de tomar la

ciudad de Cali por asalto en 1986.

Por otro lado y como acción más destacada del M-19 en el marco de los acercamientos de paz

con la administración de Virgilio Barco, el grupo guerrillero secuestra al dirigente conservador

Álvaro Gómez Hurtado el 29 de mayo de 1988 como mecanismo de presión hacia el diálogo; las

exigencias del M-19 son la instalación de nuevos diálogos de paz y la creación de una Asamblea

Nacional Constituyente. Más allá de no conseguir los objetivos del secuestro, el M-19 posiciona

el diálogo como su carta para generar transformaciones de país.

43 Muere el 13 de Marzo de 1986 en un operativo de la policía en el barrio Quinta Paredes de Bogotá. 44 El Batallón América era una columna guerrillera integrada por movimientos insurgentes latinoamericanos liderada por el M-19 y al cual pertenecían además: Movimiento Armado Manuel Quintín Lame (Colombia), Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y Movimiento de Izquierda Revolucionaria-Voz Rebelde (Perú), Alfaro Vive ¡Carajo! y Organización Político Militar (Ecuador).

54

Integración guerrillera: La Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG) y la

Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB)

La apuesta de unidad del M-19 con Carlos Pizarro Leongómez a la cabeza, se articula al

contexto local al conducir los esfuerzos hacia la CNG en la cual para 1986 confluyen el Ejército

Popular de Liberación, el Quintín Lame, el Ejército de Liberación Nacional, el Patria Libre y el

M-19 coincidiendo en la idea de crear un bloque militar que unificado, presione la realización de

una Asamblea Nacional Popular. (NARVAEZ, 2012) La CNG se plantea la urgencia de pasar de

ser oposición, a ser gobierno de una nueva nación pues actuar como gobierno implica también

sintetizar y entregarle al país un sistema de valores que canalice la voluntad de la nación

alrededor de ese gobierno. O en otras palabras, recoger de una sociedad que tiene descuartizados

sus valores, un sistema de valores que garantice que el gobierno expresa lo que la gente

realmente quiere. (PIZARRO LEONGÓMEZ, Fundación Carlos Pizarro Leongómez)

Sin embargo, en esta propuesta aún no se hace participe la guerrilla de las FARC, hecho que

finalmente se concreta entre el 23 y 26 de septiembre de 1987 cuando en el páramo del

Sumapaz, sede del Secretariado de esa guerrilla se anuncia el nacimiento de la CGSB integrada

además por el M-19, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, Quintín Lame, Unión

Camilista Ejército de Liberación Nacional y el Ejército Popular de Liberación. En su primera

cumbre, la Coordinadora exhorta la búsqueda de soluciones políticas a la crisis estructural

agudizada del país caracterizada por la guerra sucia (haciendo referencia al sistemático asesinato

de líderes de izquierda y guerrilleros), dejando claro también que dicha búsqueda no implica que

los movimientos guerrilleros no se preparen para la generalización de la guerra, haciendo énfasis

además en la necesidad de que les reconociese un estatus de beligerancia.

55

Duramente criticado por los demás grupos guerrilleros, el secuestro del líder conservador

Álvaro Gómez Hurtado aleja al M-19 de los propósitos de la CGSB, sumado a ello la insistencia

del M-19 de una salida negociada al conflicto lo lleva a acogerse a la propuesta de paz del

gobierno Barco separándose definitivamente de la CGSB; el Movimiento 19 de Abril desde su

nacimiento se caracteriza por ser una guerrilla diferente a las tradicionales,45 tanto su modo de

accionar como de concebir la democracia y el poder lo aísla en el diálogo con el Estado,

distanciado de las guerrillas de primera generación como el ELN y las FARC quienes son más

exigentes dentro de las mesas de negociación. (NARVAEZ, 2012)

PAZ EN FIRME

El Pacto Nacional, la propuesta del M-19

El 17 de septiembre de 1987 el M-19 se toma las instalaciones del “Diario 5 pm” en la ciudad

de Bogotá con el objetivo de presentar el “Pacto Nacional por un gobierno en paz” en el cual esa

guerrilla contempla necesarias tres etapas para la concertación de la paz según

Convenio por la vida: Esta primera etapa de ambientación define el compromiso entre

Fuerzas Armadas y M-19 para respetar el derecho de gentes. Se puede catalogar como un

acuerdo bilateral de cese al fuego y hostilidades.

Plan Democrático de Emergencia: Una vez generadas todas las garantías, se contempla

iniciar conversaciones entre distintas fuerzas para formular el Plan Democrático de

Emergencia con el cual se pretende una amplia consulta nacional mediante todos los

45 Para comprender de una manera más amplia la propuesta política del M-19, remitirse a la Evolución del Programa Político abordada en el presente trabajo.

56

mecanismos de hecho y de derecho. La unidad alcanzada entre los sectores populares

organizados permitiría una convergencia democrática por la paz y la vida como eje

articulador de la propuesta.

Nuevo Congreso Admirable46: Como último mecanismo se contempla la convocatoria a

un Nuevo Congreso Admirable que puede asumir la forma de Gran Asamblea

Constituyente, Asamblea Nacional Popular, plebiscito o referendo.

Sumado a ello el M-19 enfatiza en que el Pacto Nacional no es una propuesta totalizante y

que en cambio se puede percibir como un faro que guía el camino hacia la democracia, es decir

que a raíz del Pacto, todas las propuestas, modelos y programas de país se tomen como parte de

un proceso de interlocución válida. Así mismo recalca la necesidad de la nación de algo más que

simples planes de rehabilitación (haciendo referencia a la política de Estado) que tienen como

objetivo fundamental la contrainsurgencia, precisando en cambio, la necesidad de planes de

recuperación de derechos ciudadanos como núcleo de paz. (M-19, 1989)

La evolución de la propuesta de Paz del M-19

Como he mencionado a lo largo de este trabajo, la guerrilla del M-19 desde su nacimiento se

distancia de los demás grupos insurgentes en Colombia, sus particularidades se reflejan también

en la manera en que esta guerrilla concibe la paz. En este sentido la Paz para el M-19 a lo largo

de su existencia se ha definido de la siguiente manera:

Identidad nacional: Pilar transversal de la organización. El M-19 desde su origen ve en la

construcción de la Identidad Nacional la forma de superar los vestigios de la violencia

46 Este concepto se retoma de la Asamblea Constituyente en la Gran Colombia convocada por Simón Bolívar en 1830 para conciliar diferencias y evitar la disolución de la Gran Colombia.

57

política generada por el bipartidismo. Esta Identidad Nacional se representa en un

principio desde el socialismo ajustado a las características y necesidades colombianas,

más adelante se formula la necesidad de lograr un gobierno nacionalista, popular e

independiente que se oponga a todas las manifestaciones represivas por medio de la lucha

democrática que represente unos intereses de clase específicos sin que por ello se

considere el socialismo como presupuesto ideológico. Se promueve la liberación nacional

y social.

Democracia en armas: Desde 1982 con la VIII Conferencia el M-19 propone como

objetivo estratégico del programa político la democracia, la cual debe conquistarse por la

vía armada y desglosar sus aspectos: democracia real, democracia económica,

democracia política y justicia social, las cuales tengan como resultado la consecución de

la paz. El camino hacia la paz es el de la transformación de las costumbres políticas y

sociales (verdadera democracia) por medio de las armas.

Diálogo Nacional: Esta propuesta nace en la Toma a la Embajada de República

Dominicana, Jaime Bateman la presenta como salida a un conflicto concreto en tres

aspectos: amnistía, levantamiento del estado de sitio y diálogo nacional; pero a partir de

allí se articula como bandera política del M-19 en la cual se formula la posibilidad que

todos los sectores sociales y políticos acudan a un gran diálogo en el que se les permita

exteriorizar sus problemáticas, soluciones y visión de país para posibilitar la

construcción de políticas públicas en pro del beneficio popular, ser gobierno para la

obtención de la paz; el M-19 enfatiza en que la amnistía para los alzados en armas no es

la paz, ella no se firma entre la guerrilla y el gobierno, por el contrario la paz se construye

entre el pueblo y el gobierno, el movimiento armado es garante de dicha interlocución.

58

Movimiento democrático: El futuro de la organización guerrillera se define en la IX

Conferencia Nacional que se desarrolla en el marco de los acercamientos de paz con el

gobierno de Belisario Betancur, el “Congreso de la Democracia” define que el objetivo

del M-19 no es ya la quiebra de las instituciones, por el contrario se plantea la imperiosa

necesidad de superarlas y ampliarlas para la construcción de una democracia participativa

real que integre además de los gremios y partidos tradicionales, los sectores populares

organizados, no organizados y armados. El propósito esencial se configura en la

consolidación de un movimiento democrático e incluyente que promueva la democracia y

la participación para la superación de la crisis política y edificación de un país distinto.

Este espíritu conciliador se mantiene a pesar del rompimiento del primer proceso de paz y

la articulación en la CGSB; sumado a ello orienta al M-19 hacia el proceso de paz en la

administración del presidente Virgilio Barco.

“Durante periodos anteriores el esfuerzo central fue la construcción del ejército; y gran

parte de los conductores de la organización tuvieron que asumir las tareas para que ese

ejército fuera posible; gran parte de las energías, los recursos, se destinaron hacia eso.

Hoy ya no es ésta la tarea básica, si bien el ejército, la confrontación militar, sigue

siendo el elemento neurálgico de todo cuanto pasa. Pero ya no podemos seguir hablando

de la creación de ejercito como actividad que materialice el esfuerzo de la mayoría de

nuestros cuadros” (M-19, 1989)

De lo anterior se puede abstraer que el M-19 como grupo guerrillero sufre transformaciones

marcadas por crisis internas y externas, fortalecimiento y debilitamiento de estructuras y un

accionar armado irreverente; pese a ello un rasgo propio de esta guerrilla es la búsqueda de la

democracia como cimiento de la construcción de la paz con justicia social materializado

mediante el agotamiento de diversos modelos insurreccionales tales como la guerra urbana, la

59

guerra de guerrillas, el trabajo de masas, etc. Sumado a lo anterior la pugna por la construcción

de una identidad nacional que busque la superación de la segregación política, permite entrever

el sentido de la paz como discurso subversivo: afirmar que se está en armas para lograr una

democracia real puede explicarse desde la alteración de la identidad colectiva emanada a partir

de la cohesión social posicionándola como alternativa contra hegemónica en el contexto

colombiano donde la identidad colectiva política se define desde la división bipartidista.

Iniciativa por la Paz, la carta del gobierno

El 1 de septiembre de 1988 el Presidente Virgilio Barco da a conocer la “Iniciativa para la

paz”, cuyo contenido son los objetivos fundamentales de los diálogos con grupos armados y la

manera en la cual estos deben realizarse, las siguientes son las condiciones:

Los alzados en armas deben mostrar su voluntad de paz, con disposición y hechos que la

respalden.

Suspender la violación a los Derechos Humanos y el terrorismo.

Llevar a cabo diálogo directo para acordar procesos de reincorporación con sus

particularidades.

Audiencias públicas de voceros guerrilleros ante el senado para opinar sobre las reformas

institucionales que se tramitan.

Conceder indulto a quienes de manera definitiva dejen las armas y no reincidan en la

actividad ilegal.

Llevar a cabo diálogos regionales como complemento al diálogo nacional con el

propósito de que cada comunidad genere soluciones a sus problemas particulares y que

tengan como causa la violencia.

60

Una vez culminados los puntos anteriores se levanta el Estado de Sitio.

No suspender la lucha contra el terrorismo hacia quienes persisten en la subversión.

Resulta indispensable señalar que la Iniciativa de Paz del presidente Virgilio Barco nace

como fruto de una serie de reformas constitucionales gestadas a partir de la necesidad de ampliar

y fortalecer la democracia como respuesta a la delicada situación de orden público que se vive en

el país; el Presidente realiza un acuerdo con el líder de la oposición (conservadora) Misael

Pastrana para convocar a un referendo de reforma constitucional materializando el “Acuerdo de

la Casa de Nariño” en el cual se habla de la integración de una Comisión de Reajuste

Institucional que tiene como propósito la elaboración de un texto de reforma que se aprobaría

popularmente mediante referendo. La Corte Constitucional deshecha esa propuesta con el

argumento de ser un simple acto administrativo del Ejecutivo más no una vía de reforma

constitucional. Luego del desplome del Acuerdo de la Casa de Nariño, el equipo del presidente

Barco plantea alternativas de política pública para su convergencia en una reforma estructural a

la política colombiana.

La Iniciativa responde también a la necesidad del Estado en “pasar a la ofensiva, pues en el

tema de la paz el gobierno había venido perdiendo terreno día a día y dejándolo casi como

enemigo de la paz y sin discurso alguno al respecto” (PARDO, 1996) . En este marco de

referencia se establecen también los diálogos regionales para la erradicación de la violencia

desarrollándose de manera directa con la sociedad civil, haciendo la salvedad que aun con el

discurso del gobierno que afirma que estos se dan con el objetivo de acercar el Estado a las

poblaciones que sufren el conflicto, dichos diálogos tienen como meta recuperar espacio político.

61

NEGOCIACIONES:

La iniciativa de paz del gobierno hace eco en las organizaciones guerrilleras convocadas en

torno a la CGSB desde la cual emiten una declaración reiterando su firmeza en la búsqueda de

soluciones políticas reales, pues consideran que esta propuesta contiene vacíos en cuanto a la

participación nacional, el espíritu de negociación y verdaderas alternativas de solución de orden

político. De igual forma la CGSB apoya la huelga general47 convocada por la Central Unitaria de

Trabajadores (CUT) que se enmarca en la lucha por logros económicos y políticos en la

administración estatal, la salud pública y magisterio; (VILLAMIZAR, Aquel 19 será: una

historia del M-19, de sus hombres y sus gestas, un relato entre la guerra, la neogciación y la paz,

1995) de esta manera se genera presión hacia el Ejecutivo pues, la coyuntura política y social le

exige amplitud en los escenarios de diálogo para la reorganización de políticas públicas que

vayan de la mano con las necesidades de los colombianos.

En este sentido, a mediados del mes de noviembre de 1988 se conoce la propuesta de paz del

senador del partido conservador Álvaro Leyva, la cual incluye un decreto de cese de hostilidades

como garantía de su voluntad de diálogo materializado en un informe elaborado por una

comisión integrada por cinco personas de especial significación nacional, en caso tal de ser

favorables las condiciones se iniciaría con la disposición de espacios y garantías para la

formalización e diálogos directos; la propuesta del senador Leyva determina plazos de no más de

treinta días entre sus fases para la definición del proceso, lo que atrajo la voluntad de las FARC

y el M-19, hecho que representa la premura tanto del inicio de conversaciones como de generar

47 Llevada a cabo el día 27 de octubre de 1988.

62

transformaciones estructurales a la política del país. Por su parte el Movimiento 19 de Abril lo

expresa de la siguiente manera:

El M-19 cree que fórmulas de paz como la que sugiere el senador Álvaro Leyva tienden un

puente entre las propuestas hechas por la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar y el

gobierno, hasta hoy bloqueadas. Consideramos positiva la discusión amplia y multilateral de esa

propuesta y aprovechamos el inicio de las festividades navideñas para manifestar nuestra

disposición a participar en un acuerdo de cese de hostilidades que pueda surgir ante la

cristalización de esa iniciativa. (M-19, 1988)

Por su parte, el Presidente Virgilio Barco en la clausura de sesiones del Congreso el 16 de

diciembre afirma que desde hace varias semanas, voceros de la Consejería para la Reconciliación

y el M-19 han iniciado contactos preliminares para concretar la posible agenda de

conversaciones como muestra de voluntad de diálogo y reconciliación. (VILLAMIZAR, Aquel

19 será: una historia del M-19, de sus hombres y sus gestas, un relato entre la guerra, la

neogciación y la paz, 1995).

Cabe señalar que en el proceso de negociación los interlocutores, aunque definidos: gobierno

representado por Rafael Pardo y M-19 representado por Calos Pizarro, se difuminan en este

sentido: por un lado para el gobierno el diálogo se hace diferenciado entre ciudadanos y guerrilla,

es decir que se sectoriza la conversación, los diálogos regionales con las comunidades afectadas

por la violencia (política integral) se alejan del proceso con la guerrilla (desmovilización y

reintegración); la comprensión del proceso de paz desde esta perspectiva va en doble vía, por

otro lado para el M-19 el proceso de paz con los alzados en armas significa el entablar una

comunicación entre pueblo y Estado en donde los alzados en armas se muestran como garantes y

representantes de la voluntad popular.

63

Con lo anterior puedo decir que, aunque resulte en parte obvia, la división entre civiles y

combatientes simboliza algo más allá de lo evidente, en un principio desde la perspectiva

gubernamental el M-19 se presenta como interlocutor válido en la medida en que habla por sí

mismo y considera la posibilidad de desarmarse, más no desde el reconocimiento de su razón de

ser, la cual es política y responde a la institucionalización de la violencia; más adelante y con el

transcurrir de las fases se comprende la necesidad de entablar un proceso de negociación amplio

en el que se integren diversos sectores y fuerzas sociales.

De esta manera se inicia el Proceso de Paz entre el M-19 y la administración de Virgilio

Barco en tres fases: Distensión, Transición y Reincorporación durante un poco más de un año en

el departamento del Cauca.

Fases de diálogo

1. Distensión

El propósito de la fase de distensión responde a la necesidad de forjar un ambiente de

entendimiento y confianza con aquellos grupos que demuestran su voluntad de paz, esta fase

contiene los puntos:

Manifestación de voluntad de reconciliación de los grupos armados.

Diálogo directo con los alzados en armas.

Audiencias.

Designación de voceros para dialogar en torno a las propuestas de reajuste

institucional.

Proyecto de ley de indulto.

64

El 10 de enero de 1989 se conoce la primera declaración conjunta de Gobierno y M-19 como

producto de la reunión entre los designados negociadores, por parte del gobierno nacional Rafael

Pardo acompañado de Reinaldo Gary y Ricardo Santamaría, Eduardo Díaz Uribe y como

invitada Diana Turbay, periodista e hija del ex presidente Julio Cesar Turbay, por parte del M-19

Carlos Pizarro acompañado de Afranio Parra, Gustavo Petro, Carlos Erazo, Carlos Alonso Lucio.

La declaración convoca a los grupos insurgentes y a la nación a un nuevo proceso de paz,

superando el esquema planteado en la iniciativa del presidente Barco gobierno-guerrilla. Las

directivas de los partidos políticos Liberal, Conservador y Unión Patriótica celebran el primer

contacto y muestran disposición para participar en el diálogo; por su parte la CGSB reprocha la

actitud parcial e “inconsecuente” del M-19, este realiza su última participación en la

Coordinadora en la IV Conferencia (julio de 1989), meses antes el comandante Carlos Pizarro

manifiesta su inconformidad por el estancamiento de la izquierda nacional en los conceptos de

los años sesenta y el cual no le permite su renovación, limitando así su respuesta a las

circunstancias históricas y particulares del momento. (VILLAMIZAR, 1995)

En el mes de febrero con la segunda declaración conjunta se amplía de manera estratégica la

convocatoria a los sectores sociales y fuerzas políticas en torno a una Mesa de Trabajo para la

definición de los temas de diálogo, sumado a ello se abordan los temas sobre mecanismos de

distensión, espacios de participación, diálogos regionales y justicia e impunidad en Colombia.

(GIRALDO, 2004) En esta declaración se precisa el panorama sobre el apoyo de los partidos

políticos al proceso; se señalan además los ejes en los cuales se orientan las condiciones de

diálogo: aspectos de favorabilidad política para el M-19 y reformas constitucionales,

mecanismos y garantías de reinserción a la vida civil de los militantes y la ley de amnistía o

indulto para todos los miembros.

65

En la fase de Distensión se caracteriza el cese al fuego y de hostilidades como gesto de

voluntad política y respeto por la vida, el M-19 lo decreta unilateralmente de manera pública, el

Gobierno Nacional no lo hace de manera oficial pero en la práctica se demuestra el apoyo a la

negociación desde los estamentos militares. Si bien las hostilidades entre gobierno y M-19 se

encuentran interrumpidas, esto no simboliza el cese de acciones violentas en el país, es

importante señalar que durante el periodo de diálogo se evidencia el incremento de la violencia

estatal y paraestatal contra líderes sociales y partidos políticos de izquierda, escenario del

exterminio escalonado de la Unión Patriótica y el auge del narcoterrorismo.

2. Transición

Con la cuarta declaración conjunta del Gobierno y el M-19 el 3 de marzo de 1989 teniendo

como sede del encuentro Ciudad de México, se informa el paso a la fase de Transición debido al

cumplimiento de los aspectos previstos en anteriores declaraciones, con esto se dan nuevos pasos

para la amplitud democrática y la normalización institucional de los combatientes. La ubicación

del grupo guerrillero se hace en la población de Santo Domingo, Cauca conocida desde entonces

como la “Ciudadela de la Paz”; el 17 de marzo en el encuentro entre Rafael Pardo y Carlos

Pizarro se establece la designación de trece voceros guerrilleros sin impedimentos legales para

que cumplan la función de interlocutores en el diálogo político48. Junto con ello se proponen las

mesas de trabajo con la función de buscar acuerdos políticos concertados para el tránsito hacia la

democracia plena. (Gobierno Nacional y M-19, 1989)

48 La comisión del M-19 se encontraba integrada por: Griserio Perdomo Vélez, René Ramos Suárez, Jaime Perea, Germán Ávila

Plazas, Alberto Caycedo, Rubén Carvajalino, Alfonso Cabrera, Ramiro Lucio Escobar, Iván Almarales, Héctor Pineda, José Buriticá, Adriana Velásquez y Edgar Molano.

66

Con lo anterior, el 1 de abril de 1989 se instala la Mesa de Trabajo por la Paz y la

Reconciliación Nacional en el Palacio de Nariño como fruto de lo pactado en los encuentros con

el M-19 contando con la participación de los partidos políticos49. “Ésta es un instrumento de

participación nacional para aportar en la construcción de un gran Pacto Social, escenario de

diálogo para concretar sobre asuntos particulares y generales, sobre cuestiones locales,

regionales y nacionales”. (PIZARRO LEONGÓMEZ, Centro de Memoria, Paz y

Reconciliación, 1989)

Junto con ello el Comandante General del Movimiento 19 de Abril plantea tres grandes

rectificaciones y perfiles de los temas a tratar según el momento histórico colombiano, ellos son:

Nueva Constitución que exprese en sus contenidos, sus formas y sus procedimientos,

un auténtico tratado de paz.

Se entiende como la iniciativa de reformar a profundidad la cultura política del país mediante

de la participación ciudadana y fuerzas políticas como constituyente primario. Esta propuesta se

encuentra con la invitación del gobierno nacional para la reforma política estructural.

Diseño de un Plan de Desarrollo Económico y Social concertado a nivel regional y

nacional que se erija como guía hacia la prosperidad con justicia.

Se puede entender como el mecanismo mediante el cual se respalde la nueva concepción de

país que moderniza sus estructuras políticas, entendiendo lo imperioso de generar condiciones

49 Particparon los partidos Liberal y Conservador, por su parte la Unión Patriótico desistió de su participación como respuesta al

exterminio del cual era víctima. Aun así apoyó la iniciativa y pidió acoger en ella la voluntad de diálogo expresad por FARC, ELN y EPL..

67

económicas y sociales para el despliegue de los derechos ciudadanos consignados en una nueva

carta política.

La formulación nacional de una filosofía de convivencia, unidad nacional y soberanía

que induzca un manejo democrático del orden público y restablezca la justicia. Sólo

en un marco de garantías reales a los derechos ciudadanos para superar el ciclo de

violencia.

Con esta invitación se promueven mínimos de protección y participación en el marco de

garantizar los derechos ciudadanos y políticos de los colombianos; salvaguardar el derecho a

participar activamente en la democracia sin declararse hostil frente al Estado.

Desde la Insurgencia, la propuesta para la mesa

Acorde con los puntos anteriores Carlos Pizarro aclama la necesidad de un debate nacional

incluyente que convoque el consenso satisfactorio, el cual sea aprobado por el pueblo mediante

un pacto social legitimado en un Plebiscito. Así mismo expresa una serie de hechos concretos e

inmediatos que requiere el país para poder ampliar el clima nacional de distensión, materializado

en garantías de participación, lo anterior permite comprender a profundidad las condiciones

políticas en este momento histórico así:

En materia de convivencia, justicia y orden público:

Establecimiento de un Tribunal Especial para investigar y juzgar delitos políticos,

genocidios y crímenes contra los derechos de opinión, organización y el libre

desarrollo de la justicia.

Disolución de grupos paramilitares mediante la identificación de aquellos que actúan

bajo el amparo de la Fuerza Pública, aplicación de los mecanismos que prevé la ley y

68

la reglamentación y diferenciación de un tipo de autodefensas que protejan la vida de

los ciudadanos pertenecientes juntas cívicas, agrupaciones políticas y sindicales

víctimas de amenazas.

Estudio de fórmulas para el establecimiento de diálogo directo con grupos armados de

derecha siempre y cuando demuestren que persiguen objetivos políticos y prueben

con hechos su voluntad de paz.

Derogación del Estatuto Antiterrorista. Esta norma se expide en 1988 en medio del

Estado de Sitio decretado por la administración Barco y que contempla la lucha

antiterrorista como elemento imperante frente a los derechos ciudadanos.50

Aplicación inmediata, por todas las partes del Derecho Internacional Humanitario que

vele por la aplicación del acuerdo. Podemos interpretar que la iniciativa de aplicar el

Derecho Internacional Humanitario responde al reconocimiento que debe hacerse del

caso colombiano como un claro conflicto interno armado, que implica además el

entender el rol de los alzados en armas como actores políticos en una confrontación

interna agudizada. (M-19, 1989)

En cuanto al tema económico y social, un Plan de Emergencia para la reconstrucción del país:

Ampliación del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) para

que se puedan incluir representantes de los gremios productivos, agremiaciones

campesinas y cívicas. Lo anterior debe contemplarse junto con un Plan Decenal que

50 Algunos de los puntos que incluye el Estatuto Antiterrorista violentan los derechos de presunción de inocencia y favorecen la criminalización del pensamiento crítico y la protesta. Ver más en http://www.semana.com/nacion/articulo/a-la-carga/9930-3

69

modifique los consejos regionales concernientes a la Política Económica y Social,

que permitan reconstruir la política integral del país para un desarrollo justo.

Implementación de un programa para la producción y distribución de alimentos.

Dicho programa incrementa la oferta y economiza la vida, se materializa por medio

del desarrollo de una propuesta de infraestructura y favorable a la agricultura.

Plan de Vivienda de Urgencia. Con el cual se propone institucionalizar la iniciativa en

las zonas de desarrollo prioritario y la organización de mecanismos de autogestión

para la construcción de vivienda.

Aumento semestral del salario mínimo con previa disposición por parte de los

sectores productivos, también regulación concertada de los precios de artículos de

primera necesidad.

Fondo Nacional para la Paz como mecanismo de financiación del Plan de Emergencia

para la reconstrucción del país. Contempla el establecimiento de un impuesto de paz,

consecución de créditos públicos, destinación de recurso provenientes de ilícitos,

reorientación del 10% de los fondos para las Fuerzas Militares hacia la inversión

cívico-militar. (M-19, 1989)

Por su parte, en el Orden Constitucional y en Materia Electoral:

Devolución al pueblo de la soberanía, que le permita impulsar la reforma del

ordenamiento político del país, derogación del artículo 218 de la constitución

(prohibición de reformación de la constitución), el trámite de leyes que permitan

convocar a un Plebiscito y una Asamblea Nacional Constituyente.

Definición de procesos democráticos para la elaboración de una nueva constitución.

70

Convocatoria a un Plebiscito Nacional que reforme el sistema electoral que

contemple, elección presidencial a dos vueltas, sufragio universal secreto y

obligatorio, creación circunscripción electoral nacional, financiación estatal de

campañas electorales y destinación de espacios en medios de comunicación para las

campañas electorales. (M-19, 1989)

Estos planteamientos responden al entramado social y político que fundaron la violencia y el

conflicto armado; el reconocimiento de los múltiples actores (guerrilla, paramilitares, Estado) y

de las múltiples violencias admiten numerosas alternativas para la solución de las mismas que a

su vez permitan la construcción de un país más democrático.

En el mismo sentido, las propuestas consignadas en la declaración anterior nos permiten

dilucidar algunos aspectos del contexto social, político e histórico que atraviesa la nación para

entonces. En primera instancia se evidencia la innegable necesidad de actualizar la Constitución

Política vigente por algo más de cien años como eje articulador de una transformación

estructural; si bien es cierto el Ejecutivo buscaba mediante la ley reformar integralmente la

política, la insurgencia acaparó desde un principio dicha necesidad, la convirtió en bandera de

lucha y coaccionó su materialización.

De igual manera se demuestra la importancia del reconocimiento de los diversos actores del

conflicto debido a que en este momento de la historia colombiana poco o nada se identifica al

Estado y los agentes paraestatales como generadores de violencia y represión, lo cual permite

definir parámetros de verdad en medio de un conflicto armado que sostiene su carácter político

al ser resultante de un conjunto de acciones y relaciones de tipo bélico a partir de la alteridad

71

en la visión de la realidad, persiguiendo objetivos estrictamente políticos. (MEDINA

GALLEGO C. , 2010) Puede afirmarse de acuerdo con lo anterior que, se reconoce la existencia

de un conflicto interno armado que responde a unas causas objetivas y subjetivas, más no del

ejercicio de la violencia por parte de un sector rebelde que lleva consigo el rótulo “terrorista” y

en medio del cual se demanda la actuación mediada por el Derecho Internacional Humanitario;

así mismo se exige la protección de los derechos civiles y políticos de quienes difieren con el

orden establecido.

También mediante la propuesta del Plan de Emergencia podemos comprender las demandas

inmediatas del país en el ámbito económico y social, la necesidad de incluir sectores campesinos

y gremios productivos de pequeña y mediana incidencia en el establecimiento político de

progreso evidencia un proceso histórico de desarrollo injusto y desigual en materia agraria, la

deficiencia en las condiciones de protección al campesino y el agro, la reforma agraria que no se

materializa y la constante pugna por la tenencia y uso de la tierra que inciden en la vida nacional

ahora como hace casi 25 años cuando se inicia el conflicto armado. Sumado a ello la inclusión

de la población urbana perteneciente a clase media y baja se presenta como una interpretación

integral del conflicto en todas sus expresiones y de la paz en su multidimensionalidad.

Finalmente el desescalamiento del conflicto acompañado con el redireccionamiento de los

recursos para la guerra permite establecer las bases con las cuales se erige un país democrático

cuya soberanía reposa sobre sus ciudadanos, materializándose en la posibilidad de transformar

los lineamientos que enmarcan su política por medio de la construcción de una nueva

Constitución Política que admita la reunión del conjunto de la sociedad civil estableciendo una

clara identidad nacional.

72

Mesas de Trabajo

En un primer momento se plantea la Mesa de Trabajo por la Paz y la Reconciliación como

eje central y articulador del Proceso de Paz, de ella hacen parte el Gobierno Nacional, el Partido

Liberal, el Partido Social Conservador, la Unión Patriótica y el Movimiento 19 de Abril. En el

mes de mayo de 1989 esta Mesa de Trabajo en consenso aprueba la conformación de tres Mesas

de Análisis y Concertación coordinadas por esta y que abordan, según el esquema planteado por

Carlos Pizarro, los siguientes temas51:

Mesa 1: Hechos de convivencia, justicia y orden público.

Mesa 2: Hechos en materia socioeconómica.

Mesa 3: Hechos de orden constitucional y en materia electoral.

“Las Mesas de Análisis y Concertación son espacios para la discusión y formulación de

propuestas para la Mesa de Trabajo, como también espacios para lograr voluntad de

compromiso sobre temas económicos, sociales y otros, cuando la representatividad de los

participantes lo permita” (Mesa de Trabajo por la Paz y la Reconciliación Nacional, 1989)

Estas Mesas se instalan el 10 de mayo de 1989 y como plazo máximo para la presentación de

acuerdos, proyectos y propuestas de trámite legislativo se concreta la fecha del 10 de julio; sus

resultados se entregan a la Secretaría Ejecutiva quien los presenta a la principal Mesa de

Trabajo.

El 17 de julio de 1989 se divulga la quinta declaración conjunta entre el Gobierno Nacional y

el M-19, en ella se resalta el cumplimiento de los compromisos adquiridos en las etapas de

51 Se referencia que estos temas se han señalado y explicado en páginas anteriores; la propuesta de Carlos Pizarro de reformas inmediatas se acogió casi por completo para el desarrollo de estas mesas.

73

negociación y la participación activa de diferentes sectores políticos en las Mesas de Trabajo que

son clausuradas en días pasados y que se configuran como base y fundamento en el consenso de

un Pacto Político por la Paz y la Democracia. De igual manera se anuncia también el paso a una

fase que permita el perfeccionamiento de los resultados de este trabajo y el estudio de un plan de

reincorporación del M-19 a la vida civil y política. (Gobierno Nacional y M-19, 1989) En este

sentido se declara que a partir del 18 de julio del mismo año la Mesa de Trabajo estudie las

conclusiones de las mismas para la presentación de un documento final o Pacto Político que

evidencie fórmulas concretas para su implementación. Adicionalmente se concreta la

conformación de una comisión que tenga como tarea la definición de mecanismos y

procedimientos para la desmovilización, dejación de armas y reincorporación del M-19 teniendo

en cuenta los siguientes aspectos:

Garantías jurídicas y políticas para la reincorporación y mecanismos de seguridad

necesarios.

Aspectos técnicos y operativos de desmovilización.

Condiciones y plazos para el indulto y apoyo para la organización política del

Movimiento, una vez reincorporados a la vida civil. (Gobierno Nacional y M-19, 1989)

Conclusiones de las Mesas de Análisis y Concertación

Como se había especificado, el resultado de las tres Mesas de Análisis y Concertación se

encuentra consignado en el documento de propuesta de texto del Pacto Político por la Paz y la

Democracia divulgado por el Gobierno Nacional en conjunto con el M-19 en el mes de

septiembre y del cual se puede afirmar

Mesa 1, Asuntos de Convivencia, Justicia y Orden Público:

74

En esta materia se llega al consenso de crear una Comisión Asesora del Presidente con el

propósito de establecer estrategias para la reforma integral de la justicia en relación a la justa y

expedita aplicación de la misma en problemáticas puntuales,52 esta Comisión se compone de

siete miembros nombrados por el Presidente a un término de tres años. El objetivo transversal de

esta es el de posibilitar el correcto funcionamiento de la justicia puesto que, en este contexto, ella

se caracteriza por su inoperancia; la violencia que sufre el país propicia la vulneración de

derechos fundamentales y por tanto requiere la atención óptima por parte de las instituciones del

Estado. De otro lado declara la revisión del “Estatuto para la Defensa de la Democracia”

(Antiterrorista) puesto que sus disposiciones se presentan de manera imprecisa, ello no permite

la diferenciación entre conceptos como el terrorismo y los delitos políticos, de igual manera se

requiere la revisión de los elementos que criminalizan la protesta social, también la investigación

y divulgación de su resultado por parte del Estado de los grupos paramilitares que operan con el

favor de las Fuerzas Militares, sumado a ello se acuerda un tratamiento especial el fenómeno del

narcotráfico y por último se ratifican los Convenios de Ginebra en cuanto a la aplicación del

Derecho Internacional Humanitario. (M-19, 1989)

Mesa 2, Aspectos Socioeconómicos

Se acuerda intervención de las comunidades en la definición de planes de desarrollo y planes

de inversión a través de diversos instrumentos participativos, además la supervisión del

cumplimiento del régimen de transferencia de regalías junto con la elevación de la norma

constitucional en pro de la compatibilidad de desarrollo sostenible y la protección del medio

ambiente, se aclara también el manejo de los recursos naturales en condición de soberanía

52 Las problemáticas que se identificaron en materia de Justicia: La sustantiva, la de los procedimientos, la administrativa, la presupuestal, la de personal.

75

nacional. Sumado a lo anterior la Mesa de Aspectos Socioeconómicos impulsa la iniciativa de

una Reforma Agraria que promueva la producción campesina, hecho que ayude a garantizar la

seguridad alimentaria de los colombianos; en materia laboral la Mesa contempla necesario una

mayor democratización de las políticas laborales que garanticen la participación de los

trabajadores en el mejoramiento de sus condiciones incluyendo el aumento real de salarios.

Mesa 3, Aspectos Constitucionales y en Materia Electoral

La Mesa de Trabajo convoca a los estamentos legislativos a dotar de base constitucional

mecanismos de refrendación (en primera instancia se propone un referéndum) de los acuerdos

por la Paz y la Democracia,53 también contempla la Circunscripción Especial para la Paz por un

único periodo de 1990-1994 cuyo objetivo se enfoca en abrir espacios de participación política a

los grupos armados que se incorporen a la vida civil permitiendo que figuren en las listas de

Senadores y Representante quienes sean reconocidos como militantes del M-19. Disposiciones

como la protección a los derechos políticos de los ex guerrilleros, el acceso a los medios de

comunicación radio y televisión posibilitan el goce de las mismas garantías de cualquier otro

partido político.

Finalmente puedo agregar a lo anterior que si bien el proyecto político avanza generando

acuerdos y compromisos, la oleada de hostigamiento, violencia y desaparición de líderes

sociales pertenecientes a sectores liberales y de izquierda no da tregua;54 el Proceso se ve

53 El referéndum contemplaba: a) Ratificación del Acuerdo, b) Voto obligatorio, c) Circunscripción Nacional para agrupaciones políticas que sigan en votación a las dos mayoritarias, d) Circunscripción Nacional de Paz para las organizaciones guerrilleras que llegaran acuerdos con el gobierno, que se incorporaran a la vida civil y a la movilización política, reconocimiento político de estas organizaciones al momento de dejar las armas, e)Convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de amplia representación social para 1990, f) Derecho a la paz, g) Fondo para la paz que asigne presupuestos para planes socioeconómicos de consolidación de la paz. (Gobierno Nacional y M-19, 1989) 54 Se destaca el asesinato del precandidato presidencial por el Partido Liberal Luis Carlos Galán el 18 de Agosto de 1989.

76

inmerso en un estancamiento que amenaza su materialización, el hecho de no contar con el

apoyo gubernamental necesario para salvaguardar y proteger lo acordado y a los guerrilleros en

proceso de reincorporación genera ambientes de tensión. Sin embargo, recaudando esfuerzos y

reconociendo la importancia de una transformación radical a la política del país, el comandante

del M-19, Carlos Pizarro convoca a la nación y víctimas del azote violento a aunar voluntades

con el objetivo de hacer un Pacto de Salvación Nacional.

3. Reincorporación

La tercera y última fase de este Proceso de Paz denota las características del procedimiento de

incorporación a la vida civil y política de los alzados en armas contemplando elementos como

Indulto, estímulo al ejercicio político, medidas de asistencia temporal, medidas de protección al

derecho a la vida.

De esta manera, la fase se destaca en un primer momento por la publicación de un documento

el día 27 de septiembre por parte de la comandancia del M-19 en el cual expresa su decisión de

desarmar sus estructuras militares, aclarando que ninguna de ellas se le entregará al gobierno,

pues las armas son la representación de su historia de lucha y merecen un destino más digno.

(PIZARRO LEONGOMEZ, Hemos decidido, 1995) Se entiende la manera en que se asume el

riesgo de aventurarse en la política sin armas en una coyuntura política tan representativa debido

a las condiciones políticas y sociales presentadas para entonces (dadas en contraposición, por un

lado auge narcoparamilitar y por el otro garantías de protección por parte del Estado); de igual

manera el fuerte mensaje de no entregar las armas al Estado cuenta una historia de no rendición,

por el contrario, de un acontecimiento político dignificado por la búsqueda de la paz en

condiciones de legalidad.

77

Comisión y Programa de Desmovilización

En la misma vía el 5 de octubre de 1989 y por una semana, el M-19 inicia su X Conferencia

Guerrillera en la cual, discute y aprueba el proceso por medio de un plebiscito interno (230

votos: 228 a favor de dejar las armas)

En el caso del M-19, movimiento político-militar, las líneas gruesas de la política se construían y

decidían en las Conferencias y se perfeccionaban en instancias colectivas más pequeñas: Dirección

Nacional, Comando Superior y Comandancia. En situaciones de difícil consulta, el poder guerrillero

se concentraba en el Comandante General. Esa decisión (la de la paz) fue progresivamente

refrendada, primero en una reunión de dirección nacional que se hizo a los pocos días de la firma

del acuerdo inicial y más tarde, en agosto de ese mismo año, en una Conferencia ampliada que

incluyó a toda la oficialidad guerrillera, es decir, direcciones regionales y mandos de escuadra o

tenientes, hacia arriba. 55 La decisión de paz en la conferencia de agosto de 1989 fue casi unánime.

Sólo dos oficiales, dos tenientes más exactamente, uno del ejército guerrillero y otro de las milicias,

se opusieron a la paz. Fueron desvinculados del M-19, de manera consentida y se vincularon al ELN.

(GRABE, Vera y PATIÑO, Otty, 2014)

Por su parte, la Comisión de Desmovilización inicia su operación luego de la declaración del

26 de septiembre en la cual se manifiesta que su misión es la de diseñar un plan general e

integral para la desmovilización y posterior reincorporación del grupo. Su primer acto es la

articulación de una iniciativa para preparar los siguientes pasos en el proceso de paz en la cual

55 Es necesario tener en cuenta que no todo el M-19 en 1989 se encontraba militarizado, había entonces cuadros

que estaban sólo en la política, otros que combinaban la política con el quehacer militar y cuadros clandestinos en

tareas especiales de inteligencia o logística que no estaban en una estructura nominal. Las Conferencias Nacionales

reunían a casi todos estos cuadros.

78

el M-19 abre una serie de sedes llamadas “Casas de la Paz” cuyo objetivo es el de iniciar la

edificación de un nuevo movimiento político.

De acuerdo con las directrices expuestas en las conclusiones de la Mesa de Trabajo por la Paz

y la Reconciliación Nacional el siguiente paso de la Comisión de Desmovilización se enfoca en

definir un programa para llevar a cabo dicho proceso. Algunos de los puntos que contempla el

programa:

Intervención del Presidente de la República con el objetivo de gestionar la

participación de la Internacional Socialista en la construcción de la Comisión

Internacional garante en el proceso de dejación de armas. Esta intervención

obtiene positiva respuesta.

Esta Comisión Internacional se adjunta a la construcción de un Comité Técnico

integrado por militares y ayudantes con la finalidad de contar con su protección y

cooperación para el desempeño de sus responsabilidades.

La Comisión Internacional se designa como observadora en todo proceso de

dejación de armas, desmovilización e incorporación a la vida política. En el Plan

de Desmovilización también se faculta a la Comisión Técnica para verificar la

existencia y recibir la totalidad de las armas en poder del M-19, el resultado del

informe de la entrega de armamento condiciona el otorgamiento del indulto;

además dispone los medios y procedimientos necesarios para garantizar la

protección e inutilización del material de guerra.

De lo anterior y con la experiencia de los ex-combatientes del M-19 Vera Grabe y Otty Patiño

es posible afirmar que el Proceso al interior del Movimiento se determina por la decisión

79

colectiva de construir nuevas formas de participación política, aunque aseveran la importancia de

comprender en cierto grado la estructura guerrillera en un elemento tan excepcional en la

confrontación como lo es una negociación, explicando la verticalidad y desigualdad existente en

ella como en cualquier tipo sistema militar, caracterizan la apuesta por la paz como estamento

del mandato popular.

También a la luz de los planteamientos de Vincec Visas (VISAS, 1987) de lo anterior se puede

comprender que la paz es un orden, un estado de cosas caracterizado por un elevado grado de

justicia social y una expresión mínima de la violencia que a su vez implica la ausencia de

violencia directa y estructural suponiendo la realización de la supervivencia, el bienestar, la

identidad y la libertad. De igual manera, Mauricio García (GARCÍA, 1992) plantea que existen

espacios de distopías sociales caracterizados por tener bajo nivel de justicia social y elevado

nivel de violencia, pero en el mismo sentido existen espacios que configuran utopías factibles y

entre los cuales se requiere un camino de transición que esté articulado con políticas que

permitan reducir al mínimo la violencia e incrementar al máximo la realización de las

necesidades humanas.

En este sentido el Proceso de Paz se configura como un escenario de construcción horizontal

de cultura política, soberanía e identidad nacional que se aleja de la concepción tradicional

adoptada desde un principio por los estamentos del Estado colombiano en la cual la Paz se

reduce a un proyecto de amnistía o indulto. Si bien el Gobierno Nacional, como ya se ha

mencionado, evidencia su intención por realizar reformas políticas estructurales, no reconoce la

existencia de un conflicto interno agudizado de carácter político producto de un proceso

sistemático de institucionalización de la violencia, en cambio da tratamiento diferenciado al

fenómeno violento desde la perspectiva de enemigo interno, foco de desestabilización

80

y terrorismo. De esta manera el reconocimiento de su carácter político permite reconfigurar el

significado de la Paz como camino y constructo social; el Proceso de Paz dilucida un panorama

de apertura democrática en el cual el desarrollo del país se puede dar en condiciones de equidad.

Sin embargo, este proceso no convoca ni la totalidad de grupos armados ni la totalidad de

sectores organizados y no organizados de Colombia, razón por la cual tampoco abarca la

totalidad de las demandas del país aunque intenta ser lo más amplio posible y genera

transformaciones necesarias, la Paz completa, estable y duradera no se concreta en este capítulo

de la historia de Colombia. Aún en un contexto distinto con normativas más amplias y

accesibles, un ambiente un poco más democrático, la cadena de violencia no se suprime, la

plenitud de los derechos humanos no se materializa y la cultura política del país no se

transforma.

Pese a ello los puntos expuestos en esta fase del Proceso de Paz evidencian lo relevante del

mismo siendo respuesta a unas demandas que para el momento histórico solventaron en alguna

medida las causas del conflicto permitiendo modernizar además la base estructural de la clase

política colombiana, visibilizando la necesidad de ejercer soberanía popular.

LO ACORDADO

Acuerdo Final

Tras nueve meses de intensas negociaciones, el 2 de noviembre de 1989 se suscribe el Pacto

Político por la Paz y la Democracia56 donde se abordan aspectos fundamentales para la

reconciliación del país como la inclusión de una Circunscripción Nacional Especial de Paz en un

56 Ver Conclusiones de las Mesas de Análisis y Concertación en la presente investigación.

81

“Referéndum extraordinario por la Paz y la Democracia”; este acuerdo pretende refrendarse

mediante reforma a la constitución desde el Congreso de la República, sin embargo el proyecto

de reforma se hunde en la legislatura empantanando el proceso.57

Con el objetivo de culminar exitosamente el proceso de paz y reconciliación con el M-19, se hace

necesario refrendar esos acuerdos e incorporar elementos adicionales que sustituyan aquellos

que formaban parte de la Reforma Constitucional que no culminó su trámite en 1989. (Gobierno

Nacional, M-19 y Garantes , 1990)

Por consiguiente, el Acuerdo Político final se firma el día 9 de Marzo de 1990 (Gobierno

Nacional, M-19 y Garantes , 1990) asumiendo estos compromisos, con el firme propósito de

implementar el Pacto Político

Mediante los mecanismos ordinarios de Reforma Constitucional o mediante

convocatoria del Constituyente Primario, Plebiscito, Referéndum o Asamblea

Constituyente fortalecer la legitimidad institucional y la aprobación de materias

necesarias para la consecución de la paz.

Promover la incorporación y tránsito de la lucha armada a la vida política de los ex -

guerrilleros a través de una Circunscripción Especial para la Paz, contempla participación

en Senado y Cámara de Representantes; lo anterior para aplicarse a más tardar en las

elecciones de 1992, sus características se definen en acuerdo posterior.

Fondo Nacional para la Paz con el objetivo de incidir en beneficio comunitario en zonas

de operación de la guerrilla desmovilizada, puede ser financiado por los diferentes

estamentos ya sean públicos, privados o sin ánimo de lucro.

57 Ver Indulto, Dejación de Armas y Reconciliación en la presente investigación y donde se amplía el proceso de finalización de negociaciones.

82

Compromiso de respaldar una Reforma Electoral con el propósito de ampliar las

oportunidades electorales y modernizar el proceso58, con ella se pretende también adoptar

medidas que lleven a extender la representación parlamentaria de las minorías.59

Expedición de Decreto desde el Ejecutivo para la creación de la Comisión Asesora para

la Reforma Integral de la Administración de Justicia en las condiciones señaladas por el

Pacto Político a un término de tres años.

Integración de una Comisión de carácter académico no gubernamental para la

investigación de todo aquello relacionado con la red de tráfico y consumo de

estupefacientes.

Aplicación y ejecución de los temas políticos, socioeconómicos y de convivencia, justicia

y orden público consignados en el Pacto Político.

Anuncio de desmovilización de la totalidad de frentes armados del M-19, dejación de las

mismas ante la comisión designada para ese fin. Se informa asimismo sobre la creación

del Consejo Nacional de Normalización60, también la aplicación del Indulto a los

miembros del M-19 junto con el inicio de programas de reinserción. Se reitera que el M-

19 como grupo armado deja de existir.

Conformación de una Comisión de Seguimiento con el objetivo de garantizar el

cumplimiento de los compromisos adquiridos.

Plan de Seguridad con el propósito de garantizar los derechos y proteger a los principales

dirigentes del M-19.

58 Establecimiento de tarjeta electoral, voto secreto en ambiente reservado. 59 Usando elementos como Circunscripción Nacional y Territorios Nacionales (garantizar la representación de determinados grupos étnicos, sociales y políticos en el Congreso de la República) 60 Para ampliar el tema consultar Decreto 314 de 1990. https://www.redjurista.com/documents/d0314_90.aspx#/viewer

83

Con este acuerdo el M-19 y el Gobierno Nacional ponen fin a un proceso de negociación

ocurrido por algo más de un año, pero más allá de sellar un evento inédito en la historia del país

este es el comienzo de la edificación de una nueva Colombia. Sin embargo, no puedo realizar

una lectura descontextualizada de la situación nacional durante este proceso; el auge de la guerra

sucia61 y el fortalecimiento del paramilitarismo deriva en el encuentro del narcotráfico con el

conflicto armado, financiándolo en pro de los intereses de las élites económicas (defender su

patrimonio), de los mismos narcotraficantes (buscan la expandir sus negocios, protegerse de la

guerrilla) y de los militares (atacar la guerrilla bajo la doctrina de enemigo interno). (Grupo de

Memoria Histórica, 2013) A su vez, el narcoparamilitarismo como fenómeno violento evidencia

una reconfiguración primero del problema agrario, significando un nuevo proceso de

concentración de la tierra 62 y segundo del contexto social y cultural pues, el protagonismo del

guerrillero tanto en el ámbito urbano como rural (muchas veces legitimado), se ve trastocado por

el del narcotraficante que de hecho se convierte en referente socialmente aceptado en amplios

sectores de la población.

A lo anterior se suma la gran capacidad del narcotráfico por adquirir respaldo de algunas

esferas militares e institucionales del Estado a través del ejercicio de la corrupción. Por un lado,

la lucha contrainsurgente y su incursión en el conflicto armado con el apoyo paramilitar, recalca

las características del mismo alejándolo claramente de la posibilidad de su resolución definitiva

por vías de diálogo, desdibujando además la frontera existente entre protesta social y accionar

61 Término utilizado para referirse a la sistemática desaparición de líderes sociales y políticos en la que, el Estado colombiano era protagonista. 62 El auge del fenómeno del narcotráfico se puede contemplar desde la transformación que hizo Colombia de país cafetero a minero y cocalero, el nuevo país minero irrumpió con el descubrimiento de los pozos petroleros de Caño Limón y se consolidó a comienzos de los años noventa con la explotación de los yacimientos de carbón y el creciente mercado internacional para las esmeraldas. VÁSQUEZ, Teófilo. “Recursos, política, territorios y conflicto armado”, en ¡Basta Ya!, Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Centro Nacional de Memoria Histórica, 2013.

84

político insurgente; por otro lado la avanzada del Estado en el marco de las políticas antidroga

genera acentuación del narcoterrorismo, en el que la sociedad civil permanece como principal

afectada.

Como consecuencia del Pacto Político el Movimiento Guerrillero se ve polarizado entre

quienes aceptan la oportunidad de participar en un Proceso de Paz que ya tiene referencias

positivas y que en cierta medida les concede reconocimiento y favorabilidad política legal, y

aquellos para quienes el Proceso, aunque celebrado, no representa solución sustancial y de fondo

a las problemáticas con las cuales se enfrenta la nación en este momento. Por un lado, el inicio

de negociaciones de paz con el Ejército Popular de Liberación, el Partido Revolucionario de los

Trabajadores y el Movimiento Armado Manuel Quintín Lame a raíz de la exitosa experiencia del

acuerdo permite generar ambiente de distensión nacional y favorabilidad política para la

refrendación de los acuerdos en un gran escenario constituyente.

En cambio, de forma paralela promueve también la reorganización y fortalecimiento de los

grupos guerrilleros concentrados en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.63 La formación

y reglamentación de Milicias Urbanas por parte de las FARC y el ELN, permite comprender la

reestructuración de una parte del Movimiento Guerrillero hacia la combinación de todas las

formas de lucha, el cambio de estrategia permite a estos movimientos armados el trabajo con

comunidades urbanas cuyo propósito es el de lograr apoyo logístico y organización de trabajo de

masas. (ACERO, 1995) Sumado a ello la continuación de la guerra de guerrillas permite a la

Coordinadora realizar el 70% de las acciones insurgentes en ese año (IEPRI, 1991) puede

afirmarse que como muestra de desconfianza ante un Estado permeado por la corrupción de

63 Para este momento solamente hacen parte de la CGSB las FARC, el ELN y un sector del EPL. (NARVAEZ, 2012)

85

algunos de sus estamentos, la proliferación del narcotráfico, su hibridación con el

paramilitarismo y la desaparición sistemática de la Unión Patriótica y demás líderes políticos y

sociales, las FARC y el ELN no se suman de manera inmediata a la negociación.64

La paz sigue siendo el mejor instrumento y bandera de las clases dominantes para mantener y

perpetuar la guerra en el país. En el siguiente artículo, se expone cómo en los últimos 20 años la

bandera por la paz, ha sido un instrumento eficaz de las clases dominantes para poner en

marcha una serie de cambios estructurales para que todo permanezca igual, pues si se observan

y analizan con atención, evidencian una serie de intereses económicos y políticos particulares

que han resultado favorecidos. Desde la cultura, y todo lo que esta esfera encierra, se ponen en

cuestión los distintos esfuerzos orientados a “pacificar el país” y los discursos que sobre la paz

se han impulsado en los últimos años. (Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, 2011)

Si me remito a las condiciones coyunturales para que la vía negociada sea camino de la Paz

debo comprender que, por un lado la iniciativa popular y gubernamental de reformar o cambiar

por completo la constitución se presenta como avance en materia de legitimidad política tanto

para el Estado como para la insurgencia, quienes apuestan por ello, reconociendo así el

debilitamiento del modelo de lucha armada y sus agregados fracasos en la conquista del poder;

por otro lado se concibe que la posición de guerrillas como el ELN y las FARC de desconfiar en

un proceso que se realiza en medio de uno de los más grandes hostigamientos sobre la oposición

y la sociedad civil en la historia del país, responde a una actitud en un sentido defensiva, pero en

otro de manera ofensiva puesto que permite la agudización de las contradicciones, posibilitando

un escenario acorde con la lucha armada para la toma del poder.

64 En 1991, bajo el mandato del Presiente César Gaviria se inician conversaciones con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar en Tlaxcala, México.

86

INDULTO, DEJACIÓN DE ARMAS Y REFRENDACIÓN

Tomando como referencia las negociaciones actuales de la Habana65 el debate nacional al

término de un Proceso de Paz se caracteriza por la contraposición de argumentos en cuanto al

tema de justicia; la dicotomía entre justicia y paz nos remite a asumir una mirada implacable

frente al conflicto, sus orígenes, actores y víctimas. En este sentido se encuentra relevante

comprender la dimensión del conflicto armado en su contexto referenciando el informe de la

Comisión de Estudios sobre la Violencia66 del año 1987 y con el cual es posible argumentar la

existencia de un conflicto interno que responde a unas causas objetivas materializadas través de

múltiples violencias; con estos argumentos se respalda la implementación de marcos jurídicos

legales en pro de garantizar el restablecimiento de los derechos políticos de los excombatientes

que reconocen de nuevo las instituciones del Estado defendiendo el indulto como garantía de

reincorporación y obtención de verdad.67

Indulto

Con lo anterior, el 22 de diciembre y por medio de la Ley 77 de 1989 se decreta el beneficio

de Indulto a autores o partícipes de delitos políticos (entendidos como o rebelión, sedición o

asonada) y los delitos conexos con ellos cometidos para facilitarlos, consumarlos u ocultarlos; se

añade que para ser favorecido con el indulto se requiere cumplir con la cesación definitiva de

65 Proceso de Paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC, Habana, Cuba. 2012-2016 66 El ministro de Gobierno de Virgilio Barco, Fernando Cepeda Ulloa dejó en manos de diez expertos la labor de diagnosticar la violencia en el país y formular una serie de recomendaciones. El resultado sería el informe “Colombia: violencia y democracia”, que propuso la existencia de múltiples violencias. Ya no era una sola ni tenía una única dimensión, como se había venido abordando en trabajos anteriores. De tal manera que los comisionados plantearon la violencia política, urbana, intrafamiliar, de crimen organizado, contra las minorías étnicas y la relación que este fenómeno guardaba con los medios de comunicación. http://pacifista.co/las-lecciones-de-los-violentologos-de-1987-para-los-de-la-habana/ . 67 “El indulto es una institución jurídica que impide que se sancione un hecho respecto del cual la justicia penal se ha pronunciado previamente. El indulto solo extingue la pena que haya sido impuesta al responsable del delito objeto de la gracia y es propiamente el perdón del delito” CHAPARRO, Natalia. Amnistía e Indulto en Colombia. Universidad Nacional de Colombia. 2013

87

actividades subversivas incluyendo la dejación de armas. Cabe señalar que el manejo de esta ley

se da de manera especial debido a la latente posibilidad de ampliarla con el propósito de incluir

delitos no políticos,68 ante el rechazo, las relaciones entre la rama ejecutiva y la legislativa se

agudizan, el debate se estanca y a pocos días de concluir las sesiones legislativas se aprueba el

indulto, la reforma constitucional no corre con la misma suerte.69

Buscando salvar lo que se podía, el gobierno logró acordar con los congresistas suprimir la

ampliación del alcance de la ley de indulto y, finalmente, después de varios aplazamientos por

falta de quórum, fue aprobada a pupitrazo en las últimas horas de las sesiones de esa traumática

legislatura. (GARCÍA-PEÑA, 1993)

En perspectiva, la ley de indulto es aquella que logra “salvar” este Proceso de Paz, la reforma

a la constitución no obtiene la aprobación deseada en el pleno de la legislatura, lo pactado se

encuentra en el limbo y requiere refrendación. Carlos Pizarro y Antonio Navarro Wolff de

manera voluntaria, son los primeros guerrilleros en acogerse al indulto, por tanto se suspenden

sus órdenes de captura y visitan la ciudad de Bogotá con el propósito de restablecer el acuerdo,

los dirigentes del M-19 escudriñan la clase política liberal para cimentar compromisos y

garantías que consientan la aplicación del acuerdo y sus reformas en el próximo periodo

constitucional.

68 “…a las fricciones que surgieron entre las ramas ejecutiva y legislativa. El principal temor del gobierno era que miembros del Congreso -algunos motivados por convicciones auténticas y otros aparentemente influidos por la intimidación y los dineros del narcotráfico- aprovecharían las circunstancias para ampliar los alcances de la ley con el propósito de incluir delitos no-políticos. La ponencia presentada el 10 de noviembre por el representante liberal César Pérez -quien viajó a Santo Domingo, Cauca para entrevistarse directamente con los dirigentes del M-19- fue precisamente en ese sentido, en clara contravía de las intenciones del ejecutivo.” GARCÍA PEÑA, Daniel. El viejo congreso y la paz. Una breve historia del papel de la rama legislativa en los procesos de paz de Betancur y Barco. 1993. https://historiacritica.uniandes.edu.co/view.php/119/index.php?id=119 69 ver apartado: Refrendación de este capítulo

88

Del indulto también se puede afirmar que se presenta conforme al propósito esencial de la

paz, es decir, el indulto no es un instrumento exclusivo para la desmovilización de guerrilleros

con garantías en pro de la pacificación, este debe suponerse en un marco de referencia en que

permita la administración de verdad y justicia en medio de un conflicto generalizado.70

[La administración de justicia es un] factor que puede convertirse en una dificultad para realizar

procesos de paz con grupos ilegales en los que se les ofrezca beneficios jurídicos, amnistías,

indultos y demás prebendas para que depongan las armas. La realidad es que las guerrillas

colombianas están lejos de ser derrotadas militarmente y mientras esa correlación de fuerzas no

cambie, lo más probables es que los combatientes de las guerrillas no dejen las armas para ser

juzgados y encarcelados. La paz por vía militar podrá demorar más de lo que presupuesta el

gobierno; mientras tanto las víctimas seguirán sumando. (GONZÁLEZ, s.f)

Dejación de armas

Contemplada en el Pacto Político, la dejación de armas por parte de la guerrilla del M-19 se

concibe más que como el cumplimiento de un compromiso, un “salto al vacío”, el acuerdo fruto

del consenso se encuentra sin mecanismo de refrendación; aun así el M-19 muestra compromiso

frente al tratado de paz, reafirma su voluntad y acepta abandonar las armas. La visita de los dos

primeros comandantes del movimiento a Bogotá en búsqueda de alianzas y garantías para la

consecución de una Asamblea Constituyente, brinda un ambiente de confianza y respaldo hacia

el proyecto político sin armas

La simpatía y el apoyo que generó la presencia en Bogotá de los dirigentes del M-19, expresada

en concentraciones multitudinarias, despejó las dudas: la decisión por la paz era lo correcto en

70 Elemento esencial de ello, la Comisión de Estudio del Conflicto Armado señalada en páginas anteriores. En ella se resalta el origen del conflicto armado como agregado en la construcción de una nueva historia colombiana.

89

ese momento, a pesar de todas los obstáculos que el proceso tenía, a pesar de que la

favorabilidad política pactada no se había concretado, a pesar de lo incierto que era aún el

proceso de reinserción. (Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, s.f)

El M-19 anteriormente declara su negativa de entregar las armas al Estado, con la convicción

de no haber traicionado los principios del movimiento y de divulgar lo que ellas habían

conseguido a lo largo de sus años de lucha armada, el grupo insurgente realiza la entrega

voluntaria del último material bélico en su poder. En el documento de propuesta para el evento

de Dejación de Armas, programado para el día 8 de marzo de 1990, se pueden encontrar

disposiciones técnicas en cuanto a concentración de integrantes de la comisión, inventario y

manera de recepción de las armas y municiones, destino final de las mismas e itinerario, además

garantía de seguridad por parte del ejército colombiano.

En cumplimiento de lo anterior y en la fecha acordada se lleva a cabo el evento, integrantes

de la Internacional Socialista y la Comisión Técnica desplegada para este fin realizan la

recepción, verificación, traslado y fundición del material de guerra. En un momento coyuntural,

sin respaldo palpable a su iniciativa, el M-19 como grupo armado, deja de existir: “Por

Colombia, por la Paz, ¡Dejad Armas!” es la última instrucción del General.

Esas armas que durante más de 16 años simbolizan el levantamiento popular por la conquista

de un modelo democrático alternativo, la edificación de una identidad nacional alejada de los

dogmas y la irreverencia de poner en jaque el escenario urbano retirado tradicionalmente del

conflicto, representadas en un momento por la espada de Simón Bolívar, son fundidas para

significar la claudicación de dicho modelo. EL M-19 al verse disminuido militar y políticamente

luego de la Toma y Retoma del Palacio Justicia, replantea su quehacer como guerrilla

entendiendo las posibilidades que se le presentan coyunturalmente, comprende que su proyecto

90

político históricamente ha girado en torno a la conceptualización de la paz en un sentido amplio;

su consigna de hacer un Gran Diálogo Nacional con una clase política acomodada en el poder le

exige en su momento ser consecuente y creer en los planteamientos de su primer Comandante,

Jaime Bateman quien formula para entonces la caducidad de las armas como proyecto

eternamente funcional. De esta manera el 8 de marzo de 1990 el M-19 inicia su proceso de

movilización política sin armas.

Refrendación

Como se ha señalado con antelación, el Pacto Político por la Democracia y la Reconciliación

requiere mecanismos de refrendación. Un acuerdo político de tal magnitud no puede

simplemente decretarse o desecharse; desde el mes de julio de 1989 y hasta diciembre del mismo

año se inicia en el Congreso de la República un proceso de reformas constitucionales que se

sintetiza con la declaración del documento político de acuerdo con la guerrilla del M-19, aunque

según estudios como el de Daniel García Peña (GARCÍA-PEÑA, 1993) el papel de la rama

legislativa no es tan protagónico y sí más bien desprendido, la legislatura evidencia su negativa

ante la desmovilización de un grupo insurgente.

Según el autor, dos factores que influyen en el hundimiento de las reformas se deben a

intereses promovidos a título personal por parte de los políticos, primero la Circunscripción

Nacional Especial de Paz se toma como situación de desventaja a causa del beneficio político

que esta representa y junto con la idea de compartir escenario público con “ex terroristas”,

malogran su favorabilidad política y segundo, la inclusión de aspectos concernientes al

desarrollo de la guerra contra el narcotráfico y de manera concreta la extradición, alerta a los

narcotraficantes quienes optan por usar la fuerza o la corrupción como mecanismo de persuasión

91

hacia algunos senadores y representantes que participan en estos actos legislativos. El único

elemento que se pudo aprobar en las sesiones del congreso fue el indulto.

Entre julio y diciembre de 1989, en las sesiones del Congreso, se presenta y se discute un

proyecto de reforma de la Constitución. En dicho proyecto, unos artículos transitorios dan cupos

en el senado y la cámara al M 19 y a otros grupos que eventualmente se desmovilicen, mediante

una Circunscripción Nacional Especial, según la cual, con 300.000 votos a nivel nacional dichos

movimientos podrían elegir 10 senadores y con 327.000 votos, 15 representantes a la Cámara. El

proyecto de reforma se hunde en el último momento, debido a un artículo, introducido por

algunos parlamentarios, que proscribía la extradición (favoreciendo a narcotraficantes); el

gobierno retiró el proyecto. (GIRALDO, 2004)

Más allá de los intereses conjuntos de política y narcotráfico este suceso revela el

cumplimiento de la vigencia de la carta política constitucional que rige para entonces, en

palabras de Carlos Pizarro, la Constitución de 1886 es ya una colcha de retazos que no cumple su

misión y en cambio, evidencia lo imperante de construir un nuevo marco político.

Se hace necesaria una gran Asamblea Nacional Constituyente con la participación de todas las

opiniones representativas de todos los estamentos, con poder decisorio para reformar el Estado y

la Constitución, y elaborar un mandato nacional que nos ampare y nos obligue a todos. […] Que

el parlamento no se preocupe hoy por la circunscripción especial para los alzados en armas, ni

por el proceso de paz con el M-19, lo retamos a convocar un referendo para el 21 de enero en el

cual el pueblo escoja entre el propio Congreso o la Asamblea Nacional Constituyente.

(Comandancia M-19, 1989)

La Constitución imposibilita la respuesta a una multiplicidad de condiciones, que en un poco

más de cien años, evolucionan en respuesta a la transformación global, regional y nacional. El

siglo XX presencia la agitación de un mundo tecnificado, revolucionado, caracterizado por la

92

confrontación, la polarización y la contracultura; la carta política de 1886 responde a un contexto

alejado de la realidad inmediata. Ante la iniciativa de una acción popular que respaldara una

constituyente en las elecciones del mes de marzo, el Gobierno Nacional presidido por Virgilio

Barco y amparado bajo las funciones que le imprime el estado de sitio vigente y la iniciativa

popular de la Séptima Papeleta,71 por acción de facto, decreta contabilizar los votos depositados

en las elecciones de mayo72 aunque esto se considera en contra vía de la Constitución de 1886, la

Corte Suprema de Justicia lo avala pues se considera imposibilitada para limitar el poder

constituyente primario (el pueblo).

Es posible afirmar entonces que la refrendación del Proceso de Paz se lleva a cabo por medio

de Asamblea Nacional Constituyente, el Pacto Político por la Paz y la Democracia se rescata

como insumo de debate y propuesta concreta de democratización de las múltiples esferas de la

vida, por tanto los mecanismos de refrendación son esenciales en los Procesos de Paz, pues

tienen como propósito legitimar su implementación. La experiencia abordada en este trabajo es

producto de la combinación de una serie de condiciones históricas que agudizan las

contradicciones sociales y políticas permitiendo la invención de nuevas estructuras en el Estado

que fuesen acordes con la realidad del país; el legado de la refrendación de este acuerdo es sin

duda el reconocimiento de un conflicto político de carácter armado y civil determinado por

condiciones de exclusión que encuentra sus límites en la lucha armada y que, al no prosperar,

posiciona a la sociedad civil como vigía soberana del derecho a la paz.

71 Conglomerado de militantes políticos, estudiantes y población en general organizados con el objetivo de impulsar de manera soberana, la formulación de una Asamblea Nacional Constituyente. Para las elecciones de Marzo de 1990 se fomenta la inclusión de una “séptima papeleta” en la que se evoque el mandato popular por la formulación de una nueva constitución. 72 Elecciones para la elección de Presidente para el periodo (1990-1994)

93

LA CONSTIUYENTE Y ¿LA PAZ?

Como ya se ha argumentado a lo largo de esta investigación, el sentido de la Paz se especifica

en un panorama amplio y contrapuesto a la definición reduccionista del fin de la guerra, claro

está sin desconocer su interdependencia. La Asamblea Nacional Constituyente y la Constitución

derivada de la misma son muestra de ello.

Sin embargo, en el mes de abril de 1990 y en plena campaña presidencial es asesinado en un

avión el ex-comandante Carlos Pizarro, su crimen se suma al de Bernardo Jaramillo integrante y

candidato presidencial por la Unión Patriótica. La desaparición de dos candidatos presidenciales

en medio de la refrendación de un proceso de paz y con una coyuntura política sin precedentes

como la convocatoria a una constituyente demuestra un doble sentido del conflicto ya que, por

un lado, el grupo insurgente escala un peldaño para transformar la estructura política y social del

país y por el otro esa misma estructura permeada por la mafia trunca el sueño; el legado de

eliminación del contendor visto como amenaza latente, es una contraposición a los principios

democráticos.

Aun así la desmovilización y reincorporación de los combatientes del M-19 les permite

participar en las elecciones para la Asamblea Constituyente (transformados en Alianza

Democrática M-19 “AD-M 19”) llevadas a cabo el 9 de diciembre73 obteniendo la segunda mejor

votación, solamente superados por el Partido Liberal, de 70 miembros cerca de 25 elegidos

hacían parte de movimientos políticos derivados de la lucha guerrillera representados en AD-

73 Para este fecha ya asumía el cargo de Presidente de la República de Colombia César Gaviria (1990-1994) heredero político de Virgilio Barco y cuyas propuestas giraban de igual manera a la modernización del Estado colombiano y la Paz.

94

M19: 19 elegidos, Unión Patriótica: 2, Desmovilizados del EPL, PRT y Quintín Lame: 4;

sumados a los 25 integrantes de la votación más alta conseguida (impulsora oficialista de

reforma constitucional y partido del Presidente Barco), el 71, 4% de la Constituyente se

representaba con antelación en el Pacto Político de Acuerdo de Paz. Lo anterior permite afirmar

que algunas garantías de participación política, en cierto sentido, se cumplen y el acuerdo puede

refrendarse.

Sin embargo, en contraposición a ello y conforme como transcurren las elecciones para la

Constituyente, se presenta el bombardeo a Casa Verde, lugar emblemático de concentración del

Secretariado de las FARC y cuyo propósito se define en impedir cualquier posibilidad a la

CGSB de ser partícipe en la Asamblea Nacional, aún en contravía con el constante llamamiento a

conversar y participar.

El golpe de mano preparado con mucha antelación, apuntaba a que cuando se instalara la

Constituyente, el 4 de febrero de 1991, el movimiento guerrillero agrupado en las FARC, el ELN

y una fracción minoritaria del EPL (el M19, el EPL y el Quintín Lame ya se habían reintegrado a

la vida civil tras acuerdos con el gobierno de Barco), debía estar derrotado o tan maltrecho que

no representara ningún obstáculo a un proceso que debía convertirse en un nuevo tratado de paz,

pero sin ellos. (ROMERO, 2015)

¿Y la Paz?

El contexto se presta para una visión dialéctica de la realidad, Colombia como un escenario

democrático en el cual la diferencia se elimina por medio de la fuerza; frente a ello puedo

afirmar que si bien a raíz de esta lucha de contrarios se obtiene algo nuevo, un contexto legal

más abierto e incluyente, no se logra una transformación radical de la política tradicional

colombiana puesto que la agudización de estas contradicciones no desemboca en una revolución

95

social generalizada; en cambio, se puede decir que sirve como argumento de respaldo a la

consolidación de grupos tradicionales en el poder. Por otro lado y en respuesta a la coyuntura

inmediata, las conclusiones de este proceso son un aporte invaluable en el pensamiento sobre la

paz, la política y la realidad colombiana entendiendo la necesidad de su transformación, en su

momento la apropiación de espacios de debate y participación fueron expresiones

revolucionarias de la lucha por abordar la historia desde la concepción materialista de la realidad.

En consecuencia de ello, este Proceso de Paz transforma considerablemente la historia de

Colombia, pues demuestra la legitimación histórica de la violencia política y también la

posibilidad de su transformación y visibilización. De igual manera, esta concepción de realidad

permite remitirse al Proceso de Paz de 1989-1990 como hecho histórico desde el cual se

analizan sucesos posteriores como es el caso de las negociaciones que transcurren en La Habana,

Cuba (2012-2016) al momento de escribir este trabajo.

Estas conversaciones se prolongan por algo más de 4 años, tienen como producto un Acuerdo

Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera

(Gobierno Nacional, M-19 y Garantes , 1990) en el cual se incluyen seis puntos referentes a:

Reforma Rural Integral.

Apertura Democrática para construir la Paz.

Fin del Conflicto.

Solución al Problema de las Drogas ilícitas.

Víctimas: Sistema Integral de Verdad, Justica, Reparación y No repetición.

Implementación, Verificación y Refrendación.

96

Al igual que el proceso con el M-19 este responde a las problemáticas de su momento, sin

embargo, a su vez expresa un legado histórico de no resolución de dificultades estructurales

como la reforma rural integral y la apertura democrática que, en el papel se hubiesen solucionado

mínimamente en la nueva Constitución. En el mismo sentido, se evidencia la mutación de

escenario de diversos fenómeno como el narcotráfico y el paramilitarismo incidiendo en esferas

tanto legales como insurgentes, la necesidad de la terminación definitiva del conflicto armado y

como agregado esencial el protagonismo de las víctimas del mismo como mecanismo de

construcción de memoria y legitimidad política para avalar la no repetición y garantizar el

derecho a la paz.

De nuevo el conflicto se centra en la refrendación del acuerdo, al finalizar la escritura de este

documento el mecanismo implementado para ratificar de manera legítima los puntos

consensuados es el Plebiscito, el día 2 de octubre de 2016 se impone la negativa frente a la

implementación de dicho acuerdo, muestra de un país polarizado entre el perdón y el

resentimiento, el entendimiento y la desinformación sobre el conflicto, sus causas y víctimas.

Adicional a lo anterior, tal vez una de las enseñanzas más grandes del proceso de 1989 es que la

principal contendora de la construcción de paz, es la misma clase política que, sea cual sea su

argumento, impide la consecución de garantías para la edificación de una sociedad colombiana

distinta; desde sus inicios, la Colombia con características económicas, sociales y políticas

modernas se ha tipificado como escenario del ejercicio indiscriminado de la acción violenta, el

despojo y la desigualdad, sumado a la proliferación de una cultura mafiosa exige cada día al

pueblo colombiano compromiso y educación política porque es en el pueblo en quien

sinceramente reposa la soberanía y la paz.

97

CONCLUSIONES

1. Remitirse a los orígenes mismos del conflicto no hace referencia a escudriñar en la Historia

para encontrar con exactitud el nacimiento de la violencia, más bien permite entender en

contexto las características propias del establecimiento de una tradición política violenta y

excluyente que se pretende cambiar; de esta manera se comprende también por qué motivo

se opta por la misma violencia como respuesta a ello.

2. La violencia, como recurso inherente al ejercicio político (ejercicio del poder) se utiliza

como instrumento para mantener la dominación o para subvertir el orden establecido. En el

caso colombiano la violencia se naturaliza, legitima e institucionaliza en su transcurrir

cotidiano.

3. El desafío a la clase política tradicional se especifica como suceso de relevancia histórica, su

afán por no perder las riendas del poder y evitar la ejecución de un gobierno diferente a su

tradición, desata un nuevo capítulo en el ejercicio de la violencia política en el país. El

enemigo no se determina ahora por color, se determina por condición. El Frente Nacional es

sin duda el proyecto político que legitima la exclusión y el uso de la violencia estatal en

Colombia, arraiga procesos sistemáticos de desaparición y supresión.

4. Cuando se habla de garantías políticas se entienden los mecanismos mediante los cuales se

garantiza la participación política de los grupos alzados en armas, primero a raíz de su

reconocimiento como interlocutores válidos efectuado a partir de la comprensión, tanto de

los objetivos políticos del movimiento alzado en armas como de la causalidad del conflicto;

segundo a través del mantenimiento de condiciones favorables que conlleven a un ejercicio

político en igualdad de condiciones.

98

5. El entendimiento de las causas del conflicto armado, permite la búsqueda de una solución

integral desde la vía institucional. Se afirma que por un lado son la continuación de

estrategias antisubversivas pero por otro, son escenario de concertación avalado por la

estatalidad como mecanismo de reconciliación y consecución de la paz.

6. La disputa por la apertura de espacios políticos que busquen la superación de la segregación

política, permite entrever el sentido de la paz como discurso subversivo: afirmar que se está

en armas para lograr una democracia real puede explicarse desde la alteración de la

identidad colectiva emanada a partir de la cohesión social posicionándola como alternativa

contrahegemónica en el contexto colombiano donde la identidad colectiva política se define

desde la división bipartidista.

7. La iniciativa de paz gestada en la administración de Virgilio Barco responde a la necesidad

de recuperar espacio político por parte del Estado, sumando a ello el reconocimiento de la

precariedad de respuesta de la constitución política a un contexto completamente

transformado. Se evidencia la forma en que el intento de referendo constitucional responde a

intereses meramente directivos de los partidos tradicionales, el sesgo político aplicado

contradice la confianza que se demanda por parte del estado y contrasta con una realidad llena

de violencia y aniquilamiento.

8. Las fases de negociación del Proceso de Paz responden a un ordenamiento político que se

caracteriza por la desconfianza mutua, aun así la primera fase de Distensión busca suprimir

tal susceptibilidad desde el escenario franco y abierto. La segunda fase, de Transición puede

interpretarse más allá de su sentido como momento crucial de negociación, esta también se

explica desde el reconocimiento político que se hace de la insurgencia por parte de organismos

estatales.

99

9. Las garantías políticas para la instalación de conversaciones, la refrendación del acuerdo y la

desmovilización de guerrilleros se cumplen parcialmente, quedándose la mayoría en el papel.

Si bien es cierto el acuerdo logra concretar un escenario de fortalecimiento de lazos de

confianza y un trato entre ciudadanos de derechos, la implementación del mismo y la garantía

de protección del ejercicio político no se concretan de manera sustancial, visible. Al realizar

un análisis contextual de las garantías políticas de diálogo, desmovilización y participación

política en el proceso de 1989-1990, se afirma que ellas se obtienen a raíz de actos de “buena

fe”, de no ser por la iniciativa popular, el acuerdo no se refrenda.

10. La negativa de refrendación, el asesinato de Carlos Pizarro y otros candidatos a las elecciones

presidenciales en el contexto de proliferación del narcoparamilitarismo, demuestran un claro

ejemplo de selectividad en cuanto al accionar mafioso se refiere, es decir, que se evidencia el

fortalecimiento de sus lazos políticos y económicos con sectores tradicionales en el poder.

11. Si bien desde el Estado se garantiza el indulto y el restablecimiento de derechos políticos a los

excombatientes y el aval popular al demostrarse un claro posicionamiento del debate sobre la

necesidad de transformar la Constitución nacional, se evidencia la inestabilidad política

generada por la descomposición de estamentos del poder. A lo largo de esta investigación se

ha demostrado cómo la institucionalización de la violencia, de los vestigios del Frente

Nacional y la corrupción han imposibilitado la apertura democrática real. Con lo anterior,

asevero que el principal contendor de la consecución real de la paz, es la clase política

colombiana.

12. Se evidencia que tanto en el proceso de 1989-1990 y en el de 2012-2016 existen semejanzas

en cuanto a la dificultad de concretar mecanismos de refrendación del acuerdo final. Puntos

álgidos como la implementación de justicia y la favorabilidad política demuestran un

100

desconocimiento sobre la naturaleza del conflicto armado; si bien el primer proceso evidencia

una experiencia “exitosa” el proceso actual pueda que no corra con la misma suerte.

13. El debate sobre participación política de excombatientes de grupos guerrilleros se debe

abordar desde el entendimiento de las condiciones del conflicto colombiano y el ambiente

político del país; es necesario comprender el proceso histórico que a través de ello se entreteje

y la relevancia de la participación de los grupos alzados en armas en ella.

101

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Documentos del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación sobre el acuerdo de Paz de 1989

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Otros documentos sobre el Proceso de Paz de 1989-1990

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http://www.indepaz.org.co/wp-content/uploads/2012/09/Amnist%C3%ADa-para-la-paz.pdf

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