PRÓLOGO - ibf- · PDF filecontaminarás tu tierra que Iahvé tu Dios te da...

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  • PRLOGO

    Los siguientes mensajes son una traduccin libre de una serie de exposiciones, en reuniones celebradas en nuestra casa matriz en octubre de 1935 por T. Austin Sparks.

    Estamos muy agradecidos por las ricas bendiciones, tradas a crculos ms amplios del pueblo del Seor, a travs del ministerio de nuestro hermano. Nuestro gran deseo, en la presentacin de estas exposiciones en forma impresa, es que el Seor pueda poner en manos de aquellos cuyo corazn se encuentra en Cristo, que l pueda convertirse en su todo. Hemos tratado de mantener, en la medida de lo posible, la forma original de los mensajes hablados en ingls. Por lo cual pedimos a nuestros lectores tener en cuenta la razn por la que se utilizan ciertas formas de expresin.

    Pueda este pequeo volumen contribuir, segn el deseo del apstol, a "presentar perfecto en Cristo Jess a todo hombre".

    Gmligen, Suiza,

    Diciembre de 1935.

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    CONTENIDO

    1. La Cruz de Cristo, la base de una nueva creacin.4

    2. Cristo en el Cielo, nuestra suficiencia......9

    3. La Uncin...14

    4. Un cielo abierto..20

    5. Una Vida celestial..25

    6. La comunin con Dios30

    7. El man escondido...36

    8. "Mi paz os doy"...41

    9. El significado y el valor de la filiacin..46

    10. La fuerza secreta del propsito divino.53

  • Captulo 1

    LA CRUZ DE CRISTO,

    LA BASE DE UNA NUEVA CREACIN

    Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aqu, yo hago nuevas todas las cosas" (Apo. 21:5).

    "... para crear en s mismo de los dos un solo y nuevo hombre..." (Efesios 2:15-16).

    "Si alguno est en Cristo, nueva criatura es" (2 Co. 5:14-17).

    No dejaris que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterraris el mismo da, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminars tu tierra que Iahv tu Dios te da por heredad" (Deut. 21:23).

    "... a quin mataron colgndole en un madero" (Hechos 10:39).

    Hecho por nosotros maldicin" (Glatas 3:13).

    El Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo" (Apo. 13:8).

    "... aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5).

    "... por la sangre del pacto eterno." (Hebreos 13:20-21).

    Todos estos pasajes tienen una conexin uno con el otro, y estn unidos con la Palabra: He aqu, yo hago todas las cosas nuevas. Vemos en esto el plan de Dios con tres fases principales.

    PRIMERA FASE: LA PRESCIENCIA DE DIOS

    La primera fase est relacionada con la presciencia de Dios. Algunos de los pasajes que hemos ledo se refieren a algo que sucedi "antes de que el mundo fuese". Jess dijo de S mismo que tena una gloria con el Padre "antes de que el mundo fuese". El Cordero ha sido inmolado "desde el principio del mundo".

    Y vio Dios, en Su presciencia, la necesidad de una obra redentora, y sent las bases de una nueva creacin. l vio el final de la redencin en su consumacin cumplida por medio de la cruz de nuestro Seor Jesucristo, quien fue inmolado, de acuerdo con el propsito de Dios, desde antes de la fundacin del mundo, es decir, antes de que la tierra de la nueva creacin fuese colocada.

    En Hebreos 13 leemos acerca de la sangre de "una alianza eterna". Esto no se refiere a un futuro eterno. Esta palabra apunta al pasado, un pasado visto desde nuestro punto de vista, porque para Dios el pasado y el futuro son

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    iguales, un tiempo de eterno presente. Pero la Palabra, siendo escrita por causa nuestra, y teniendo en cuenta nuestra limitada esfera, quiere mostrarnos que en la presciencia de Dios la sangre del pacto eterno ya estaba apartada. Entonces, esta creacin lleg a existir. Al parecer, fuera del estado catico de un mundo juzgado, aquello "era muy bueno". Despus de eso se produjo la cada. Por el pecado el mal adquiri ventaja y se encarg de que la historia del mundo se convirtiera en un abismo de oscuridad y miseria humana. Ahora, la creacin est esperando la redencin "la revelacin de los hijos de Dios".

    SEGUNDA FASE: LA CRUZ DE CRISTO

    Esto nos lleva a la segunda fase del propsito de Dios, la Cruz del Hijo del Hombre. En l aparece, al mismo tiempo, la nueva creacin. Por un lado, la vieja creacin fue juzgada, y le lleg definitivamente su fin en l como nuestro representante. En la muerte de nuestro Seor Jesucristo, todos han muerto. Por otra parte, l es la resurreccin y la vida, el primognito de entre los muertos". Sin embargo, esta nueva creacin no es como la anterior. El nuevo cielo y la tierra nueva son de un orden diferente. Ahora vivimos "por la fe y no por vista". Es un mundo espiritual, completamente nuevo, nuevos en un sentido todo inclusivo.

    TERCERA FASE: UNA CREACIN ESPIRITUAL

    La tercera fase se nos presenta en el libro del Apocalipsis, captulo 21: "He aqu, yo hago nuevas todas las cosas". Esa es la nueva creacin en su consumacin. Es una creacin espiritual como resultado final de la Cruz de Cristo. Esta creacin espiritual tendr una forma adecuada a su naturaleza: un cielo nuevo y una tierra nueva.

    Estas tres fases del plan divino estn muy claras en la Palabra de Dios. Pero pasemos ahora a lo central, es decir, el hecho de que es la cruz lo que est en la base a fin de que todas las cosas sean hechas nuevas.

    La Cruz tiene dos caras. Por un lado, representa el final de una vieja creacin, y por el otro la entrada y comienzo de una nueva.

    EL JUICIO DE DIOS RECAE SOBRE UNA PERSONA

    Vamos a ver ahora el punto desde donde Dios toma su nueva obra. Bueno, hubo un momento en la cruz de nuestro Seor Jesucristo, cuando toda esta creacin estuvo, por as decirlo, en la ruina. Espiritualmente nos encontramos con lo que se nos dijo en el comienzo del libro del Gnesis sobre el estado de la tierra. Leemos: "La tierra estaba desordenada y vaca, y las tinieblas estaban

  • sobre la faz del abismo". Ese fue el resultado de una cada. Esto signific el juicio. Cuando llegamos a la cruz de nuestro Seor Jesucristo, y vemos de nuevo la oscuridad sobre la tierra, que dur hasta la hora novena, y lo omos gritar: "Dios mo, Dios mo, por qu me has desamparado?", entendemos a lo que Se refera cuando dijo: "Ahora es el juicio de este mundo". En l, en el Hijo del hombre, Dios ha llevado a la creacin en su estado cado, y toda la obra del diablo en su juicio. Dios la abandon y la rechaz en Su representante. Este terrible juicio cay sobre una persona. Un hombre se convirti en el representante de todos.

    Jesucristo en la cruz representa a toda la creacin en el marco del juicio de Dios. Dios estaba cargando en l el pecado de todo el mundo. La creacin entera cay bajo la muerte. Dios aparta la luz misma de Su rostro a partir de Su Hijo. Todo el pecado de esta creacin, explorado a travs del corazn de un hombre. La respuesta a Su grito: "Por qu me has abandonado" sera en efecto: "Por causa del pecado del mundo, que est sobre Ti. Debido a la obra del diablo que tiene que ser destruida". El apstol Pablo dice: "Uno muri por todos, luego todos murieron". Sabemos que en Su cruz todo el mundo es puesto bajo el juicio de Dios, para que despus pudieran cambiar las cosas. "Las cosas viejas pasaron".

    DIOS HA RECHAZADO LA SABIDURA DEL HOMBRE

    Pero tenemos que darnos cuenta de esto en nuestra conciencia, debemos verlo. La mente natural no puede conocerlo. La sabidura natural es, segn Santiago, inspirada por el diablo. Vemos una sabidura diablica en la obra hoy. Slo si Dios nos est dando la luz podemos ver las cosas en Su luz. Entonces podremos ver lo que es el hombre natural en realidad. Vemos la Cruz como la revelacin de la ira de Dios sobre nuestra naturaleza pecaminosa. La Cruz del Calvario es el juicio sobre este mundo de pecado. Y debido a que pertenecemos, por naturaleza, a este mundo que Dios ha abandonado, por lo tanto la cruz de Jesucristo tiene que ser registrada en nuestra vida; eso que somos, por naturaleza tiene que caer bajo el juicio de la Cruz. Tenemos que repudiarnos a nosotros mismos continuamente para que nuestra vida no tenga que caer bajo la ira de Dios.. No nos atrevemos a servir a Dios con lo que l ha rechazado. Dios ha rechazado la sabidura del hombre. l no lo tendr en cuenta para Su servicio, tampoco tendr en cuenta cualesquier otras "habilidades" de nosotros mismos. Dios slo puede usar lo que viene en lnea recta desde la nueva creacin.

    As que tenemos que ser muy cuidadosos. Hay una necesidad constante de una bsqueda de corazn en esta materia. Con qu facilidad se arrastra algo del hombre natural. Una y otra vez queremos servir y hacer las cosas con nuestra

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    mejor intencin cuando no podemos hacer nada, cuando no debemos hacer nada, donde Dios tiene que hacer todo en nosotros, cuando eso tiene que ser en la fuerza de una nueva vida para traer un nuevo ministerio. Hay una necesidad de mantenerse muy cerca de la Cruz de Cristo. El Espritu Santo debe permitir mantener este hombre natural en la cruz para que todas las cosas puedan ser realmente "dependiente de Dios", y no de nosotros mismos.

    HECHO POR NOSOTROS MALDICIN

    No es una cosa terrible que podamos caer bajo el juicio, incluso en la obra de Dios? Es imposible vivir una vida agradable delante de Dios con los recursos que estn bajo Su maldicin, con lo que se produce en la fortaleza de nuestra capacidad. En el libro del Deuteronomio se lee acerca del cuerpo del que es colgado en el rbol, as: "no dejaris que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterraris el mismo da, porque maldito por Dios es el colgado". En la carta a los Glatas Pablo interpreta esta palabra para referirse a Cristo, "hecho por nosotros maldicin". Una persona colgada de un rbol durante la noche podra contaminar toda la tierra. Nuestro Seor Jesucristo, como el representante de la creacin entera, hubiera podido contaminar toda la tierra, si se hubiera quedado toda la noche en