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Principales parásitos de interésque afectan al ganado vacuno enEspaña

[ ASPECTOS PRÁCTICOS ]

Normalmente, cuando habla-mos de parásitos tendemos apensar en los vermes digesti-

vos o en los ectoparásitos (parásitosexternos), sin embargo son muchosmás los que pueden afectar al ganado.Por tanto y en primer lugar, debemosconocer cuáles son los principales pa-rásitos que afectan al ganado vacuno.Así mismo, dependiendo del sistemade explotación, tendrán más impor-tancia unas parasitosis u otras. En los sistemas intensivos, algunasparasitosis sólo se presentan de formaesporádica, dada la dificultad de quelos animales entren en contacto conlas formas infectivas del parásito. Sinembargo, otros procesos aparecen conmayor frecuencia debido al hacina-miento de los animales sometidos aeste tipo de producción. De modo quepuede haber diferencias dependiendode que los animales permanezcan es-tabulados o realicen pastoreo, aunquesea de forma esporádica. Así mismo deberemos tomar en cuentala edad del animal, ya que algunas pa-rasitosis afectan de modo característicoa los terneros, mientras que los adultos

actúan como portadores asintomáticos(eliminan el parásito en sus heces perono padecen sintomatología).

En este artículo hablaremos de losparásitos gastrointestinales, pulmo-nares, del tracto reproductor, sistémi-

cos, de las infestaciones por ectopará-sitos y finalmente de los parásitos he-máticos.

Parásitosgastrointestinales

Son aquellos que van a encontrarsea lo largo del tracto digestivo afectan-do según el caso al intestino, cuajar,hígado…

Protozoos intestinales

En los animales más jóvenes puedeproducirse la criptosporidiosis. Es-ta parasitosis afecta generalemente alos animales entre los diez y los veintedías de vida, si bien en ocasiones losterneros pueden padecer la enferme-dad hasta los tres meses de edad y losadultos pueden ser portadores asinto-máticos. En España se han observadoprevalencias desde el 43.8%, en terne-ros de 1-7 días, hasta el 6.9% en ani-males de 22-30 días de edad. Esta in-

Se denominan parásitos a aquellos animales o vegetales, que

para desarrollarse dependen de otro ser vivo o lo que es lo

mismo, el hospedador. Los procesos parasitarios tienen una

gran importancia económica. Este hecho se ha demostrado

en repetidas ocasiones y durante largo tiempo, asociándolo a

pérdidas de producción de carne o leche y a los costes del tra-

tamiento y profilaxis en los rebaños. Además, algunas parasi-

tosis pueden tener consecuencias sanitarias muy graves para

el animal, pudiendo llevar a la muerte del mismo, tal y como

ocurre con algunos hemoparásitos (Ej: Theileria o Babesia).

L. Elvira Partida N. Pérez Villalobos TRIALVET Asesoría e Investigación Veterinaria SL

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Criptosporidios refringentes en la tinción negativa de Heine

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festación forma parte de los procesosa tener en cuenta en los brotes de dia-rrea neonatal. La presencia de diarreaamarillenta acuosa y la edad del ani-mal (10-20 días) nos harán sospecharde la enfermedad, pero para su diag-nóstico definitivo será necesario queel veterinario realice análisis laborato-riales bien en suero o bien en las pro-pias heces (Foto 1) que confirmen lapresencia del parásito.

La transmisión es de tipo fecal-oral,es decir, por ingestión de materialcontaminado con heces. Las formaseliminadas en las deposiciones son in-fectivas para otros animales, de mane-ra que los terneros infectados con dia-rrea eliminan millones de ooquistesde este parásito en sus heces.

De modo que podríamos resumir losfactores de riesgo en los siguientes:

• malas condiciones higiosanitarias• hacinamiento de los animales• ingestión de agua contaminada conooquistes, etc.

Además, este protozoo tiene relevan-cia zoonósica, es decir, puede trans-mitirse al hombre, al igual que el gé-nero Giardia, si bien este último pre-senta menor relevancia en el bovino,ya que la mayor parte de las infeccio-nes no dan a lugar a sintomatología.

No hay pautas terapéuticas descritasefectivas frente a la criptosporidiosispero la halofuginona tiene buenos re-sultados preventivos en los animalesen riesgo, por lo que se debe aplicar atodos los terneros nacidos hasta queremita el brote. Si bien se han demos-trado sus efectos preventivos, no hasido así respecto a los terapéuticos,careciéndose en la actualidad de agen-tes terapéuticos comercializados deeficacia constatada.

Posteriormente, los animales de másde tres semanas pueden padecer coc-cidiosis. Esta es otra parasitosis quenormalmente afecta a animales meno-res de seis meses y está producida pornumerosas especies del género Eime-ria. Generalmente se asocia a explota-ciones intensivas o ligadas al aprove-chamiento de pastos. La transmisión esfecal-oral pero los ooquistes elimina-dos en las heces deben esporular, loque puede tardar entre 2 y 12 días, se-gún especie y condiciones ambientales.Con lo que una buena higiene de las ca-mas, evitando la contaminación fecalde los comederos y bebederos y una

limpieza estricta y diaria de los mis-mos, será fundamental para el controlde la enfermedad. La edad del ternero(1-6 meses), junto a la presencia de unadiarrea inicialmente grisácea y espesaque evoluciona hacia hemorrágica, nosharán sospechar que nos encontramosante una coccidiosis. Al igual que ocu-rría en la criptosporidiosis, para eldiagnóstico definitivo será necesarioque el veterinario realice análisis labo-ratoriales en heces, un coprológico, demodo que evidencie la presencia y can-tidad de ooquistes (Foto 2: Técnica deMcMaster modificado para detección yrecuento de ooquistes).

Además, no todas las especies sonigualmente patógenas, por lo que seránecesario esporular los ooquistes en ellaboratorio para identificarlos y valo-rar si la cantidad hallada en hecespuede corresponderse con una ame-naza para el animal. Las especies máspatógenas son Eimeria zuernii y Ei-meria boris, y en el caso de animalesen sistemas extensivos, Eimeria ala-bamensis que puede afectar también aanimales de mayor edad. Por ello, pa-ra el diagnóstico deberemos valorarconjuntamente la sintomatología ylos resultados del análisis coprológico.Respecto al tratamiento se recomien-dan coccidiostáticos orales como lasulfadimidina o el toltrazuril.

Helmintos o vermes redondos

Numerosos géneros de helmintosson capaces de infectar a los bovinos.

La mayor parte son ingeridos en suforma larvaria con el pasto y poste-riormente dan lugar a su forma adultaen diferentes órganos del rumiante.Dentro de estos se incluyen especiesde capacidad patogénica diferente, co-mo los géneros Ostertagia, Nemato-dirus, Cooperia, Trichostrongylus,Bunostomum, Oesophagostomum yTrichuris. Todos afectan principal-mente el cuajar y los primeros metrosdel intestino delgado. El diagnósticoclínico no es fácil, ya que los signosmás sobresalientes no son determi-nantes.

Su ciclo de vida es directo y las hem-bras adultas ponen huevos que salencon las heces, los cuales podemos evi-denciar mediante el análisis coproló-gico.

• Los animales comienzan a eliminarelevadas cantidades de huevos conlas heces desde mediados de la pri-mavera y durante el verano, dismi-nuyendo posteriormente el ritmo deeliminación. • En los pastos, de los huevos salenlas pequeñas larvas (LI) que se ali-mentan de bacterias de las heces. • Dependiendo de las condicionesmedio ambientales se transformanen LII y LIII. • Al comienzo de la primavera, lafuente de infección para los ternerosde primera temporada de pastoreose debe a las LIII residuales del añoanterior que reinfectan nuevamentea los animales y continúan su desa-

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Coccidios en análisis de sedimentación, McMaster modificado


rrollo a LIV, para luego alcanzar elestado adulto en el abomaso (cuajar)o intestino.

El resultado es que, a lo largo delaño, se van produciendo un cúmulode larvas en los pastos hasta el otoño ycomienzo del invierno, que es cuandoel número de larvas en la hierba esmayor. El diagnóstico provisional de-be confirmarse mediante análisis co-prológicos como la técnica de McMas-ter modificada, tal y como vemos en laFoto 3 (300-500 huevos/gr de hecesya son significativos) o bioquímicos(pepsinógeno plasmático). La cargaparasitaria de un animal en pastoreoestará directamente relacionada conel número de LIII/kg de hierba seca(excepto cuando hay hipobiosis o de-tención del desarrollo larvario, comoen el caso de Ostertagia).

Respecto a los vermes gastrointesti-nales, no conviene la esterilización delambiente, sino mantener los pastoscon tasas de infectividad bajas. De es-te modo iremos permitiendo a los ani-males que entren en contacto con losparásitos poco a poco y que éstos va-yan desarrollando inmunidad paracombatirlos.

En la actualidad, la gama de fárma-cos disponibles con una buena efica-cia frente a vermes adultos y formaslarvarias e inmaduras es amplia. Algu-nos además ejercen una buena acción

sobre la viabilidad de los huevos delos parásitos, por lo que a su acción te-rapéutica se une la eficacia desde elpunto de vista profiláctico. Los gruposquímicos que poseen alguna o todasesas propiedades son los imidazotia-zoles (levamisol); los benzimidazoles(fenbendazol y albendazol) y proben-zimidazoles (febantel y netobimin); ylas avermectinas (ivermectina, moxi-dectina, doramectina).

Cestodos

Son las tenias y las especies que pue-den afectar a los bóvidos son Monie-zia expansa, Moniezia B. benedeni,Avitellina centripunctata, Stilesiaglobipunctata, S. vittata y Thysanie-zia giardi, con prevalencias estimadasalgo menores que otros parásitos gas-trointestinales, pero que también pue-den producir pérdidas de productivi-dad relevantes. Estas tenias habitanen el intestino delgado y son parásitosextremadamente largos (pueden lle-gar a medir más de seis metros).

Una característica importante es queel parásito está formado por múltiplessegmentos, repletos de huevos y quesalen con las heces contaminando elsuelo. Éstos son ingeridos por diver-sos artrópodos, generalmente ácaros,en los que se desarrollan hasta llegar aconvertirse en cisticercoides o formasjuveniles. Los rumiantes se infectan al

ingerir pastos contaminadas con estosácaros. Los daños ocasionados sondiarreas y problemas digestivos, dan-do como resultado animales anémi-cos, con presencia de edema y pérdidade peso progresiva.

Además, hay que resaltar el interésque presentan las hidatidosis produci-das por los estadios del estado larvalde la tenia Echinococcus granulosssuspor su potencial zoonósico.

Trematodos

Dentro de éstos se incluyen tres gé-neros principales: Fasciola, Dicroce-lium y Paramphistomum. La princi-pal de ellas en nuestro país es Fas-ciola hepatica, cuya existencia es-tá ligada a la presencia de caracolesdel género Lymnaea, que actúan co-mo hospedadores intermediarios ensu ciclo biológico.

Estos moluscos viven en orillas deriachuelos, abrevaderos, charcas, pra-deras encharcadas, etc. Es decir, estoshospedadores habitan donde existenaguas con escasa corriente. De modoque el padecimiento de fasciolosis enlos rumiantes dependerá, por un ladode la existencia de los hospedadoresintermediarios, o lo que es lo mismodel hábitat adecuado para estos cara-coles, y por otro del contacto de losmismos con el ganado.

La infección de los rumiantes tienelugar durante el pastoreo, alcanzan-do altas prevalencias especialmenteen la cornisa cantábrica (85-90%) yen las áreas húmedas del resto deEspaña (95%), en el vacuno de car-ne. Sin embargo, también es posibleque se produzca fasciolosis en esta-bulación debido al agua de bebida, através de hierba fresca en el establoque contengan estos caracoles (25-33% de animales afectados) o en losterneros de cebo que han pastadopreviamente (hasta el 65-70%).

Por lo general, dan lugar a formascrónicas en que las fasciolas jóvenesdestruyen las células hepáticas y lasadultas provocan fibrosis y calcifica-ción de los conductos biliares. Todoello da lugar a lesiones que son cau-sa de decomiso del hígado en el ma-tadero. Sólo en algunos casos, loscuadros se complican dando lugar aformas graves e incluso muerte. Demanera que las pérdidas económicasproducidas por F. hepatica son di-rectas, por muertes o decomisos de

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Estrongilado en análisis de sedimentación, McMaster modificado


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hígados en el matadero, e indirectas,debidas a una disminución de lasproducciones del ganado.

Para el diagnóstico debemos tomaren cuenta que la eliminación fecal dehuevos no es constante, por lo que laausencia de huevos en el análisis co-prológico por el método de flotaciónno nos descarta la infestación por estetrematodo. También se han descritotécnicas serológicas, siendo el ELISAla más utilizada, aunque no es acon-sejable para el diagnóstico individualsino de rebaño. El control de esta en-fermedad se realiza normalmente pordos vías: por un lado, la reducción delas poblaciones de caracoles hospeda-dores intermediarios y por otro, lautilización de antihelmínticos apro-piados: fasciolicidas.

Dicrocelium también puede afectaral bovino, pero en España la preva-lencia asociada a enfermedad es prác-ticamente despreciable.

Paramphistomum puede dar pro-blemas en algunos animales jóve-nes, aunque las citas de casos clíni-cos asociadas a su infección son muyescasas.

Parásitos pulmonares: Dictyocaulusviviparus

Dictyocaulus viviparus es un hel-minto o verme pulmonar que parasitala tráquea y los bronquios de los bovi-nos. Esta parasitosis es frecuente endeterminadas regiones de España,afectando principalmente a animalesde entre 6 y 24 meses de edad. En elnorte del país, ocasionalmente se pro-ducen brotes con alta morbilidad(80%) y hasta un 5-10% de mortali-dad. Sin embargo, los valores mediosde prevalencia en España son bajos,alrededor del 10%. No obstante, co-bran importancia por ser uno de losdiagnósticos diferenciales en el sín-drome respiratorio bovino, que en laactualidad es la enfermedad con ma-yores pérdidas económicas asociadasen el vacuno de cebo. Por ello, es im-portante diagnosticar su presencia oausencia y una forma eficaz de lograr-lo es mediante la necropsia.

Al igual que en el caso de los vermesgastrointestinales, cabe destacar queno conviene la esterilización del am-biente, sino mantener los pastos contasas de infectividad bajas, para esti-

mular el desarrollo de la inmunidad.De lo contrario, se corre el riesgo deprolongar la edad de sensibilidad alos mismos y tener pérdidas de indivi-duos en edades más avanzadas (pode-mos observar, por ejemplo, muertespor neumonías parasitarias masivasprovocadas por dictiocaulosis en ani-males mayores de dos y tres años, sincontacto previo con el parásito.

Parásitos del tractoreproductor

El parásito Tritrichomonas foe-tus, se encuentra en el aparato geni-tal, tanto de machos como de hem-bras y es responsable de la denomina-da tricomoniasis genital bovina. Du-rante la década de los 50, jugó un pa-pel muy importante en la cría bovina.Actualmente, debido a la práctica dela inseminación artificial y la realiza-ción de muestreos periódicos, la in-fección se considera prácticamenteerradicada en algunos países.

En España y de manera ocasional, seproducen brotes en explotaciones enrégimen extensivo o semiexistensivocon monta natural o tras la incorpora-ción de un toro nuevo. Las vacas pa-rasitadas muestran repeticiones decelo después de una aparente gesta-ción y ciclos irregulares y más largos.El diagnóstico se realiza por examendirecto y en fresco de la secreción va-ginal observada al microscopio.

Por otro lado, Neospora caninumes un parásito unicelular responsablede problemas de abortos repetidos ennovillas y vacas adultas, pese a queéstas son un hospedador intermedia-rio para el agente. La neosporosis estáconsiderada hoy en día la principalcausa de abortos en ganado bovino,tanto de leche como de carne, en ungran número de países.

En el vacuno, la vía de transmisiónmás importante es la vertical de lamadre al feto. La infección puede dalugar a abortos entre el cuarto y elséptimo mes de gestación o al naci-miento de terneros infectados, por loque no se recomienda recriar a partirde madres positivas. Se ha demostra-do además, que el perro actúa comohospedador definitivo en el ciclo bio-lógico del parásito, por lo que no esconveniente tener perros sueltos enlas explotaciones bovinas.

Para el diagnóstico, se tomaránmuestras pareadas de sueros de las

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madres (preferiblemente de manerainmediata tras el aborto) para deter-minación de anticuerpos y, en caso deabortos, de los tejidos fetales para de-terminación de antígeno y estudio his-tológico de los tejidos fetales. A faltade un tratamiento o vacuna eficazfrente a N. caninum, las únicas medi-das de lucha se basan en el control dela infección en el rebaño.

Parásitos sistémicos

La hipodermosis, también conoci-da como “barros”, es una de las para-sitosis de mayor repercusión econó-mica en el vacuno extensivo. Está pro-vocada por un insecto (moscas Hypo-derma hembras) pero debe ser consi-derada como una parasitosis sistémi-ca, no como una ectoparasitosis, yaque las larvas de la mosca realizan unrecorrido intraorgánico en los bovi-nos. A partir de los cinco-seis mesesde edad, los animales en pastoreo pue-den infectarse con especies de Hypo-derma. Las larvas subcutáneas apare-cen entre febrero y julio según el climade la región, habiéndose descrito unaparasitación media de 26 barros/ani-mal. Los tratamientos deberán apli-carse al finalizar la época de vuelo delas moscas y antes de que las larvas seencuentren en sus lugares de reposo.En las zonas del centro y sur de Espa-ña, se recomienda la aplicación de fár-macos entre junio y julio, pero en elnorte, las épocas más adecuadasson entre mediados de octubre ymediados de noviembre.

Otros parásitos sistémicos de in-terés por su importancia zoonósi-ca son algunas especies de Sar-cocystis.

Infestaciones porectoparásitos

Son aquellos que van a encontrar-se sobre el animal, en la piel.

Las parasitosis cutáneas son fre-cuentes en los animales de todas lasedades estabulados durante el in-vierno en condiciones deficientes dealimentación y alojamiento. Paraprevenir esta patología, se puedenutilizar productos efectivos tanto pa-ra ecto como endoparásitos (aver-mectinas y derivados) o bien, me-diante baños antiparasitarios perió-dicos a nivel de explotación. Seaconsejan baños antiparasitarios ca-

da 20-25 días previniendo además lainfestación por garrapatas, lo que for-mará parte del control contra las piro-plasmosis (parásitos hemáticos trans-mitidos por garrapatas). Dentro de losectoparásitos encontramos:

• Sarnas y piojos. En muchos casosse desprecia la importancia de estosparásitos y sin embargo, son organis-mos capaces de producir grandes pér-didas económicas. Esto sucede no só-lo por falta de productividad debida alprurito y malestar de los animales, si-no también a causa de mortalidadesimportantes, especialmente entre losanimales más jóvenes.• Garrapatas. De importancia eco-nómica, no tanto por las pérdidas di-rectas de su acción, sino por las en-fermedades que vehiculan: piroplas-mosis (babesiosis, theileriosis y ana-plasmosis), erlichiosis, borreliosis(borrelia, leptospira y treponema),etc. En muchas zonas de España, lasgarrapatas se detectan a partir demarzo, pero principalmente se pre-sentan en junio y julio. Los génerosmás frecuentes son Hyalomma, Bo-ophilus y Rhipicephalus.• Miasis o infestaciones por larvasde moscas que afectan principal-mente a heridas cutáneas en que lasmoscas ponen sus huevos. Debe te-nerse en cuenta que la aparición deestas moscas viene ligada a la de lasépocas de primavera y verano, espe-

cialmente a la hora de planificar ac-tividades de manejo como el descor-nado de los animales.

Parásitos hemáticos

Éstos van a localizarse en la sangredel bovino.

Los protozoos pertenecientes a losgéneros Babesia y Theileria, dan lu-gar a cuadros clínicos muy graves, es-pecialmente cuando afectan a anima-les que son introducidos de un área li-bre de estos parásitos a un área enzoó-tica (en que estos parásitos afectan agran parte de los animales con un cur-so leve). Lo mismo sucede cuando es-tos animales infectados de forma sub-clínica sufren un descenso de sus de-fensas (como ocurre por ejemplo alre-dedor del parto). De manera que,cuando se rompe el equilibrio entre elsistema inmune y el parásito o cuandoun animal sufre una primoinfección,aparece el cuadro clínico.

• En la babesiosis, que puede serproducida por tres especies (B. bige-mina, B. divergens y B. bovis), elanimal padece fiebre elevada (41ºC),anorexia, depresión y caída de laproducción láctea. Además, durantela exploración podemos evidenciarla presencia de ictericia en las muco-sas y hemoglobinuria (la denomina-da “orina como coñac”). • En la theileriosis, si bien los ani-males presentan fiebre elevada (40-

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Theileria intraeritrocitaria en frotis de sangre

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41ºC), agalaxia y depresión,no siempre hay hemoglobi-nuria. Además, estos anima-les padecen taquicardia ydisnea intensa.

Para el diagnóstico definiti-vo de ambas piroplasmosis, elveterinario necesitará eviden-ciar la presencia del hemopa-rásito y la gravedad de la pa-rasitación mediante un análi-sis de sangre (Foto 4).

Para el control de las piro-plasmosis deberemos, por un lado controlar a los vectores(las garrapatas), mediante desparasitación y por otro la-do, tratar las enfermedades clínicas. Para el tratamientodisponemos de fármacos específicos para la babesiosis(imidocarb), pero no así para la theileriosis.

Aplicación práctica de la parasitología a nuestras explotaciones

Todo lo revisado pone en evidencia la necesidad de co-nocer la epidemiología de los distintos parásitos. Paraello habrá que realizar análisis laboratoriales a unamuestra representativa del rebaño (10%), para determi-nar la carga parasitaria y así valorar individualmente ca-da explotación. Además, deberemos tomar en cuenta:

• las características de la explotación (si se practica elpastoreo o no, si son animales en estabulación perma-nente)• si afecta a todos los animales o sólo una parte repre-sentativa del rebaño (en el caso de que sólo las novi-llas estén en pastos, o sólo un determinado lote)• las características del entorno de la ganadería (si esmuy húmedo, si presenta aguas estancadas en los pas-tos, si comparten los pastos con otras especies anima-les, etc.)• la edad de los animales afectados (cada parásito pre-senta un intervalo de edad), la raza, etc.

Por otro lado, realizaremos análisis laboratoriales se-gún el caso:

• Análisis coprológicos:- McMaster modificado para detección de helmintos,cestodos y coccidios digestivos, así como de helmin-tos pulmonares- Flotación para detección de huevos de Fasciola- Tinción de Heine para diagnóstico cualitativo decriptosporidiosis

• Serologías (para diagnostico de Fasciolosis, Neospo-rosis, etc.)• Análisis hematológicos para detección de hemopará-sitos• Visualización de raspados cutáneos o de ectoparási-tos recogidos directamente de los animales, etc.

Aún así, es muy posible que animales parasitados noeliminen formas parasitarias con las heces en el mo-

mento del análisis. Por tanto, se debentomar distintas muestras de un númerorepresentativo de animales y con unaperiodicidad dada dependiendo de losparásitos esperados, el grado de infesta-ción y la estacionalidad de los mismos.

La evaluación conjunta de la epide-miología y de los resultados de los aná-lisis, nos permitirá el establecimientode las medidas preventivas más ade-cuadas, elegir el producto antiparasita-rio idóneo y la pauta de desparasitaciónmás apropiada en cada caso. Además,nos permitirá recopilar datos epidemio-

lógicos de la región, así como para el sondeo y control delestado de resistencias parasitarias de determinados trata-mientos.

Bibliografía recomendada

Queda a disposición del lector en las siguientes direc-ciones de correo electrónico: redaccion@ editorialagri-cola.com y [email protected] •

Habrá que realizar análisis

laboratoriales a una muestra

representativa del rebaño (10%),

para determinar la carga

parasitaria y así valorar

individualmente cada

explotación

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